1 Título: DIABLOS DE YARE VENEZUELA: Reinserción de una colección Autor: Eduardo Planchart Licea Índice Introducción……………………….. 2 Marco teórico: Fotografía Etnográfica……………………………. 7 Reinserción de una colección…………………….. 16 Acercamiento a una colección…………………….. 21 Investigación y vanguardias Artísticas……………. 27 Intervención urbana………………………………… 32 Metodología:…………………………………………. 36 Montaje………………………………………………..39 Equipo humano-Problemas técnicos……………..40 Conclusión: Pasado y Presente de las diabladas……………..41 Anexos Milagros y Diabladas……………………………… 45 Diablos y Diabladas……………………………….. 49 Testimonios de Origen de Diabladas…………….55 Promotores: Fundef, Conac, 2 INTRODUCCION: El proyecto “Diablos de Yare: reinserción de una colección, 2003” responde al esfuerzo de dar continuidad a las investigaciones realizadas con diversos enfoques y metodologías de FUNDEF. Las estrategias utilizadas para reintroducir estas fotografías etnográficas debe tener en cuenta que la contemporaneidad, desde hace medio siglo, plantea retos desconocidos debido a la capacidad de penetración y efectos que poseen los medios de comunicación masivos y su tecnología. Esta situación induce a crear vías que permitan proteger y afianzar las raíces culturales del sentidos de reinsertar “diabladas de Yare” a su la país, y este es uno de los colección fotográfica de los comunidad, reforzar la identidad y el sentido de pertenencia. Esta experiencia se plantea como un proyecto piloto, que intentará continuar este proceso de reapropiación de las colecciones a sus 3 comunidades de origen, para generar un proceso de socialización dinámico. Se devolvió a la población de San Francisco de Yare un fragmento, medio siglo, de su memoria visual en fotoafiches digitales usados para intervenir el casco central de esta población, integrado por la iglesia, la plaza, las calles aledañas a estos espacios y los puntos de interés ritual para la celebración. Se logró, gracias a esta acción de arte comunitario, un significado diferente al deambular de la población por sus calles, en donde se reencontraron con un pasado ancestral los transeúntes y turistas durantes dos semanas, imágenes que huyeron de la soledad del gabinete de un archivo audiovisual para enfrentar el bullir urbano de un tiempo y espacio sagrado. Cada una de las etapas de este proyecto contó con la activa participación de los pobladores de Yare, para provocar la apropiación activa de este legado. Este proyecto fue posible gracias a la existencia de la colección fotográfica de Fundef que documenta la cultura popular de Venezuela desde fines de los treinta. Y entre los primeros seguimiento 1945, registros sistemáticos se encuentra el a las diabladas de San Francisco de Yare, portafolio iniciado por la Dirección de Cultura y 4 Bellas Artes, del Ministerio de Educación Nacional. Durante varios años se continuo este esfuerzo, al metódicamente fotografiar la celebración y la cotidianidad de Yare, lo sagrado y lo profano, a su vez se grabaron testimonios orales y musicales. Ejemplo de esto son las fotografías tomadas por Gonzalo Plaza entre 1945 y 1949 y las grabaciones de Juan Liscano y algunas de fotografías suyas de 1945. Este registro se siguió enriqueciendo en los sesenta y setenta, se retorno en estos años a San Francisco de Yare para continuarlo in situ. Pero será hasta los ochenta, cuando se da otro esfuerzo sistemático en este sentido, en lo que fue el Instituto Nacional de Folklore. Institución que terminaría uniéndose a Fundef, donde un equipo de investigación multidisciplinario se dedicó a registrar esta celebración popular en el ámbito nacional, parte de este proyecto se editó con el apoyo de la Fundación la Salle en el libro “Los Diablos Danzantes”, publicación que pronto se convirtió en un hito de la investigación sobre la Cultura Popular. Los diablos de San Francisco de Yare, en el Estado Miranda, son una de las manifestaciones culturales de mayor importancia del país, gracias a la organización que gira entorno a la cofradía y a las dinámicas relaciones que han 5 establecido con su comunidad, llegando a transformarse en un eje estructurador de la sociedad, que no sólo se limita al mantenimiento de una tradición sino es sus problemas vigilante de y de sus soluciones, también es garante de la moralidad de sus miembros a través de tribunales disciplinarios, y promotor de las diversas manifestaciones culturales de la región. Por este esfuerzo y este apego a sus raíces culturales y espirituales fue postulado a la UNESCO para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por el IPC en el 2002. La cofradía de diablos en permitido a esta San Francisco Yare le ha población transitar el tiempo y minimizar los dramáticos embates de la contemporaneidad, núcleo de tradición, corazón de esta población que ritual en una transformo este religiosidad de resistencia. El crear un continuo espiritual en el tiempo y espacio le permitió a esta población no alejarse de sus raíces, generar mecanismos para re-vincularse a sus tradiciones. Este no ha sido ni es un proceso pasivo, ejemplos sobran, tal como se evidencia en el diseño actual de las máscaras donde predomina el imaginario universal, pues las máscaras actuales de la diablada asume contenidos simbólicos y visuales que las asimilan al dragón chino, bestia mítica de buen agüero, dador de fertilidad y protección en la 6 tradición oriental. No por azar se crea una vinculación simbólica con estos contenidos, pues también los diablos de Yare, están relacionados a los rituales de fertilidad y a la protección sobrenatural, y ser representantes del bien. Los paralelos entre estas tradiciones tan lejanas permiten a nivel del imaginario crear un sincretismo sin desnaturalizar el sentido de esta manifestación de nuestra religiosidad popular. “La fundación de cofradías católicas para negros libres y esclavos contribuyó a la conservación de elementos mágicosreligiosos y a la formación de un catolicismo sincréticopopular. Los frailes españoles fundaron estas cofradías para fomentar la devoción a un santo y aumentar la fe en general, sin darse cuenta de que en el seno de estas agrupaciones se conservan las tradiciones africanas...Los bailes los diablos en honor al Santísimo Sacramento del Altar se conservaron gracias a la existencia de cofradías respectivas.” (Pollank-Eltz, Angelina, La negritud en Venezuela, Cuadernos Lagoven, 1991, p.32-33) 7 FOTOGRAFÍA ETNOGRÁFICA Las fotografías de Juan Liscano, Gonzalo Plaza, Juan Valmillana y Edmundo Pérez etnográfica, por podrían ser catalogadas como registrar una manifestación de nuestra religiosidad popular, con el objetivo de preservar en el tiempo esta expresión cultural. Se creo, así, una colección visual, oral y musical para resguardar un patrimonial hacer para la comunidad y el país. La fotografía etnográfica es una herramienta metodológica que surge dentro de la antropología visual, termino utilizado por primera vez en los treinta por Margaret Mead, quien “ Propone.., el término antropología visual, considerando que el uso central de recursos audiovisuales en la labor etnográfica constituían uno de los elementos definitorios de dicha disciplina. A partir de ahí se ha generado toda una corriente dentro de la antropología moderna en cuanto a delimitar un campo y un quehacer científico”. 8 (Villela, Samuel, La antropología visual y la antropología mexicana, Revista del Instituto de Investigaciones antropológicas, N 5, 1993, p.134) La metodología creada por la fotografía etnográfica aplicarse puede a investigaciones aplicadas en diversos niveles de la cultura popular urbana y rural, será Joan Scherer quien postula una de las definiciones más afortunas de la fotografía etnográfica: “Es el uso de fotos para la conservación y comprensión de culturas tanto de los sujetos como de los fotógrafos. Lo que convierte una foto en etnográfica no es necesariamente la intención de su producción, sino como se usa para informar etnográficamente a sus espectadores. Esto se puede interpretar como la producción de registros que documentan en el pasado, presente y futuro que proyecta tanto el fotografiado como el fotógrafo”. (Scherer,Joan, Etnographic Photografy and Antropoplogical Research, Edit. Hocking, 1999, pp.201-216). La fotografía documental simple ilustración, o a partir de 1940 deja de ser material para enfatizar de manera etnocéntrica la noción de raza, tipologías humanas. En este sentido se publicaron álbumes con cientos de fotografías caracterizadas por el método antropométrico de tipos raciales aislados de su entorno, como el portafolio de 600 9 fotografías recopilados por Damman en Hamburgo bajo el título “Razas de las Humanidad, 1873-79”. De igual manera se utilizó este tipo de fotografía para postales, como fue el caso de tal los indígenas retratados como paradigmas de una nación posando de manera pasivas, en descanso, con leyendas exotistas como “familia de indios sangrientos”,”caciques.. con sus mujeres”,etc... Imágenes que visualmente poseen una fuerte carga ideológica. Esta situación se repite desde finales de mil ochocientos, estrategia visual que aún sigue siendo empleada en América Latina y el tercer mundo, incluso han sido filmadas en las última décadas diversas películas y documentales que tergiversan la naturaleza de las culturas aborígenes. “En las postales de indígenas es posible observar todo el despliegue de la fotografía como práctica social y a su vez como dispositivo disciplinario productor de cuerpos dóciles. Cabe señalar que este dispositivo ocupa todo un arco de actividades, desde la búsqueda por parte del fotógrafo de sujetos indígenas hasta la empresa editorial y la serialización de las imágenes junto al consumo y colección de las tarjetas. La conformación de ese retrato racial elaborado con poses corporales se constituyen en ese circuito y no exclusivamente en la cámara fotográfica”. 10 (Massota, Carlos, Cuerpos dóciles y miradas encontradas. Límites de los estereotipos en las postales de indios argentinos(1900-1940), ponencia IV congreso chileno de antropología, 2001) El origen del vínculo entre lo documental y lo etnográfico investigadores como Demetrio Bisset lo ubican en 1934 al Einsten realizar “...un análisis ideológico-formal de un fragmento de su Potemkin, preludiando los análisis estructuralistas de los setenta”. (Briseet, Demetrio, Acerca de la Fotografía etnográfica, Gaceta de Antropología, Universidad de Malaga, N 15 España, 1999, p 11-15) Sin embargo para otros estudiosos el uso de la fotografía etnográfica podría remontarse a fechas tan tempranas como las últimas décadas de mil ochocientos, las primeras realizaciones en este sentido, como señala Nicolás Guigou(2003)”Parten de la utopía fundacional de la Antropología Visual recurre a su luminosa representación sin mediación... Podría así citarse a la expedición de Haddon y de su equipo al Estrecho de Torres (1888-1899), con su premura foto-cinematográfica tal como la destacara Stocking(1983); o el imaginético lugar común de Reganault filmando(cronofotografía) “une femme oulove”(1893,1894, 1985). Esta mujer africana realizando un pote de cerámica, 11 quedará como una de las tantas imágenes productoras de la modernidad.” (Nicolás Guigou, Representación e Imagen: las miradas de la Antropología Visual, Enciclopedia, España, p.134, 2003 http//:www.enciclopedia.org.uy/autores/Guigou/AntropVisual) El área maya de México, fue una de las zonas culturales fotografiadas casi de manera paralela al descubrimiento del daguerrotipo con fines arqueológicos, arquitectónicos y etnográficos. “Dos años después de presentación el daguerrotipo en la Academia de Ciencia francesa, lo que marca el nacimiento de la fotografía, ya se encuentra en la zona maya al barón Emmanuel Friedrischal, quien tomo vistas de la zona de Uxmal, Chichen Itzá e Izaml.”(Villela, Samuel, 11-15). También se dieron el caso de geógrafos y exploradores que utilizaron de manera simultánea el grabado, el dibujo y el daguerrotipo, como es el caso Fredrick Catherwood en 1841. Entre 1858 y 1859 Desire Charney registra fotográficamente Uxmal, junto a otros puntos de interés de la zona maya. Imágenes que publica en su libro “Ciudades y ruinas mexicanas: Mitla, Palenque, Izamal, Chichén, Uxmal” El antropólogo que sistematizó la fotografía como recurso metodológico en sus investigaciones en las islas del Pacífico, fue Bronislaw Malinowski, 1922, entre las 12 limitaciones que encontró acceder a su uso está el no poder acceder a la organización social ni sus esferas íntimas.( Brisset, Demetrio, 1999,p.11-15) “Pero como esta evoluciona es una sombra profunda, lo mismo en el sentido literal que en el figurado, las fotografías sólo habrían podido ser obtenidas gracias a posees artificiales y simuladas, y no tengo para qué decir que una pasión(o sentimento) artificial y simulado carece de valor.”(Bronislaw Malinoski, 1932: 47). Es necesario rescatar la valoración positiva que hiciera de la fotografía como herramienta metodológica de la antropología, por la reiterada y minuciosa lectura que permite lo visual, gracias a ella pudo reformular hipótesis y afirmaciones sobre sus notas que se contradecían con lo captado por las imágenes. “Al redactar mi material sobre los huertos encontré que el control de mis notas de campo sobre la base de las fotografías me obligó a reformular mis explicaciones sobre innumerables puntos.” (Malinoski, Bronislaw, Confesiones de ignorancias y fracasos en antropología como ciencia, José Llovera(comp.) Ed. Anagrama, 1975, p.129) Entre los pasos metodológicos que da a su registro visual, está el contextualizar cada fotografía a través de notas 13 no sólo descriptivas sino con datos técnicos que permiten a posteriori realizar diversos niveles de clasificación y análisis; y a la vez seguir las pautas del funcionalismo, al relacionar la fenomenología cultural con las necesidades. La fotografía se convierte, de esta manera, en una vía de conocimiento de múltiples dimensiones, que crear hipótesis dan la posibilidad y al investigador de disminuir los grados de subjetividad inherente al enfoque, composición, tipo de exposición y lentes usados. “La fotografía tomada al ponerse el sol, necesita de una larga exposición; de ahí que varias figuras aparezcan borrosas. El cadáver muestra signos de descomposición, aunque todavía puede verse claramente las ataduras de las piernas. Toyodala, el viudo, sostiene el cuerpo-cap. VI,3(leyenda a la fotografía 33. La vida sexual de los salvajes)”. Cada una de las 92 fotografías acompañan este libro, son en blanco y negro que puntos de referencia una y otra vez a lo largo del texto, que señalan aspectos ignorados y permite relacionarlos unos con otros. El etnógrafo la importancia instrumento de la cognoscitivo fotografía al y su establecer indisolubles entre ella y su monografía; destaca acción como vínculos cada registro es 14 el fragmento de una totalidad. No se trata simplemente de una enumeración temporales, que y socio-culturales, sino de realizar anotaciones transformen cada muchas de las hace desde acciones, roles, miembros y en una totalidad. describen el nombre de los perspectivas múltiples destacando para crear que diversos se niveles alejan del documental etnográfico. En lugar de esto adentra en niveles desechados por gran parte de investigadores contemporáneos de ficcionar propio del se los como son la concientización la ubicación del fotógrafo al accionar la cámara, el por qué exposición, aspectos de la composición usada, el tipo de que al ser subjetividad, pues se desechan reconstruir las indumentaria, cambio de rasgos físicos, objetividad del encuadre, Así, un seguimiento de ellos en el tiempo y familiares, información imagen ilustraciones personajes y el espacio descripción de contextos espaciales, las escenas ignorados elementos rescatadas enfatizan la que permitirían para futuras investigaciones. Frank Boas, enfatizó en el uso de la fotografía especialistas con conocimientos por previos de las culturas a investigar, para evitar la imagen descontextualizada o exotista. Una de las experiencias de mayor envergadura en este sentido, la realizó bajo su tutela Margaret Mead y 15 Gregory Beatason, quienes crearon una metodología para minimizar las limitaciones de este recurso, a través de las anotaciones con datos que ayuden a delimitar el contexto de cada fotografía, siguiendo de cerca los lineamientos planteados por B. Malinoswski En términos metodológicos la antropología visual rescata el valor histórico de la fotografía para ser analizada como texto, pues transmite información visual relevante de una ausencia que se convierte en presencia en la acción de la investigación aplicada. Tras la toma de conciencia de la subjetividad de la fotografía como espejo de la realidad se pudo llegar a determinar cuáles son sus valores y como minimizarlos. De esta manera se establece una nueva herramienta para la investigación que revaloriza los archivos audiovisuales. “En esta perspectiva, desde la década de los cuarenta se han asimilado las imágenes icónicas a los textos, por lo que su adecuada comprensión exige una lectura a dos niveles: “a.) Histórico: ¿Cómo fueron construidas y percibidas en su momento? b.) Actual: ¿Cuáles son sus significados para el espectador presente? 16 Y para descifrar su sentido, se debe interrogar tanto al texto en sí mismo como a los contextos de producción y recepción” (Brisset, Demetrio, Universidad de Malága, España, Gazeta de Antropología, N 15, 1999,p.11-15). REINSERCIÓN DE UNA COLECCION “El estudio académico de la fotografía ha sido dominado por los historiadores del arte, la emergencia de una aproximación social a la historia de la fotografía según se considera a las fotos como artefactos socialmente construidos que nos cuentan algo sobre la cultura reflejada, así como de la cultura del que toma dichas imágenes de allí que se pueda concluir que la fotografía etnográfica es una práctica sin teoría o método bien articulado”. Ruby, Jean, Enciclopedia de Antropología Cultural,New York, edit. H.Holt, 1996,p.1346) La reinserción de la fotografía etnográfica en sus comunidades de origen, es una metodología que recuperar las huellas del pasado y permite reforzar la tradición 17 de olvidados contenidos, proceso que genera una dialéctica socio cultural análisis, que intentaremos dilucidar a través del y la observación. La Reinserción de colecciones responde a una exigencia ética de los centros de investigación al hacer retornar las colecciones o copias de ellas a las comunidades que fueron su fuente, pues es este un legado espiritual y cultural que les pertenece y deja de cumplir dinámicas al ser guardadas funciones socio-culturales en espacios museísticos o archivados en centros de investigación sin otra aplicación que la investigación o la recepción pasiva, lograda a través de exposiciones que pocas veces son mostradas en sus localidades de origen. En este sentido en el Simposio Fotografía y Museo,1994, Bonn, Alemania, polémico punto, planteo este dejando dudas en los estudiosos e investigadores, no respondidas aun, sobre la problemática de la devolución de las fotografías etnográficas y colecciones a sus comunidades o darles un tipo de remuneración por el uso que se haga de ella. El proyecto: Yare Imagen y Tradición, reinserción de una colección es una respuesta a este dilema, e intenta ir más allá que una simple devolución de un fragmento de memoria visual, pues a través de la estrategia de reinserción se le 18 transmite a las colecciones una función socio-cultural dinámica e interactiva. Las visiones fotográficas que de Yare retornaron a San Francisco después de medio siglo -1945- en la celebración de Corpus Christi, de junio del 2003, enfrentaron a la colectividad a un pasado que reviste un carácter sacroritual, debido a la veneración que siente la comunidad por esta celebración y por los personajes fotografiados, pilares de una tradición. Son huellas de luz y memoria atrapadas cuando aún San Francisco de Yare se llegaba por carreteras de tierra, pocos de sus habitantes sabían manejar un automóvil, no se conocía Venezuela, ni se había realizado Folklore la televisión en la gran Fiesta del para celebrar la presidencia de Rómulo Gallegos en 1948. Casi todos estos rojos, cencerros, diablos vestidos de trajes rosarios, látigos, rostros cubiertos con máscaras caracterizados por una diversidad de diseños que van desde la mimesis de rostros de monos, vacas, tapires, cochinos, seres antropomorfos hasta llegar a la recreación de monstruos imaginarios, eran miradas olvidadas, sólo se recordaban en los espacios privados los círculos familiares y de la cofradía como un pasado difuminado entre palabras. Este proyecto hace uso de la fotografía de valor documental y estético. de 19 Mostrar esta colección fotográfica procedente de la celebración de Corpus Christi de 1947 en las calles de San Francisco de Yare, es transmitirle al portafolio una nueva vida, al convertir la imagen en un ritual comunitario, donde el colectivo se reencuentra con celebración de Corpus Christi. escenas sacras de la Estamos ante los pilares de una tradición vinculada al presente por uno de los lazos sociales y culturales de mayor fuerza de una comunidad, como lo es el parentesco. Así, fueron reconocidos en estas fotografías por sus familiares y amigos: Augusto Sanabria, Siberiano Rivas, Cayetano, Rogelio Hernández, Pedro Ravelo, etc.. Y al ser ubicadas estas fotografías en los sitios donde vivieron y fundaron sus familias esta memoria visual actualizó la memoria oral al hacer recordar los sucesos que rodearon sus vidas. Así, se crearon discursos paralelos alrededor de la cotidianidad y las diabladas. Esto se percibió cuando se ubicaron los afiches digitales al relacionarlos a las paredes de las casas donde vivieron estos personajes, lo cual generó una fuerte empatía con las fotografías. Fue común ver al grupo familiar llamar la atención de los transeúntes para que se pararan a verlas conversar sobre ellas. Se reforzó, así, y un criterio de prestigio social en la comunidad como lo es la raigambre en la tradición. Al ser las imágenes ubicadas en el mismo 20 lugar donde fueron tomadas establecen una continuidad tanto en el tiempo como en el espacio. La población de esta manera pudo percibir los cambios que se han dado en la manifestación religiosa, en su cotidianidad como en el espacio urbano, y tomar una posición ante ella, al tener criterios válidos con los que confrontar el presente. Al ser reintroducidas estas fotografías a las calles de este poblado y no a un espacio museístico cerrado aislado de la comunidad, generador de distancias entre lo expuesto y el público, se provocaron formas de socialización interactivas difícil de lograr en el interior de un espacio cultural cerrado debido sus reglas y configuración espacial. Se transformó, de esta manera, el tiempo del transeúnte, generando una pausa social en su continuo deambular. Las paredes y muros a través de este portafolio de fotografías digitalizadas y ploteadas, se convirtieron en algo más que una frontera entre lo público y lo privado. 21 ACERCAMIENTO A LA COLECCION Las primeras fotografías de la celebración de los Diablos en San Francisco de Yare de la colección de Fundef de 1945, fueron tomadas en el primer viaje que hiciera Juan Liscano a este poblado mirandino, el tiempo ellas, por la intensidad se detiene en documental y estética que transmiten, tal como se expresa en las múltiples visiones de los diablos al quitarse las máscaras tras llegar al portal de la iglesia. En sus miradas se observa devoción, fe. Cada diablo a través del ritual logra adentrarse en sus océanos interiores. alpargatas, La sencillez de medias rojas, cruces de palma, la indumentaria: crucifijos, collares, rosario, máscaras, adornos personales, amarres, evidencian una concepción del gusto determinada por la tradición que asume rasgos de creatividad individual en 22 cada participante. El lenguaje gestual se mueve en dos direcciones: las pautas colectivas como se evidencia la manera de llevar inclemente sol, en la máscara cual sombrero ante el el lado en que toman la maraca y el látigo, los pasos, pero también en su corporeidad se delata un estilo individual en el danzar. Se observa en el lenguaje corporal la exageración la ambivalencia y el atrevimiento que transmite la defensa de la máscara. Entre la vorágine de esta celebración y dominan la presencia movimientos de los cachos que señalan la vinculación del bien con el mal, el pecado y la redención, la vida y la muerte. Lo paradójico de estos diablos es bien con sus danzas, golpes tambor y exorcizan el mal y sus influencias. una de las su búsqueda del maracas, oraciones La dualidad señala paradojas de las diabladas al estar vinculados a los ángeles expulsados de las huestes divinas por seguir a Satán. A través de esta expresión cultural, la filosofía popular se adentra en el contenido de esta mítica dialéctica e intuye una solución a este proceso ético en el sentido de que si existe el mal y el pecado, también existe el perdón y la redención. Parte de la lógica mítica que subyace en las diabladas es que, así como los ángeles o el bien pueden transformarse en seres malignos alejados de Dios, de igual manera los diablos y los representantes 23 del Satán pueden convertirse en ángeles la senda del bien, gracias al ritual y adentrarse en que funde tradiciones dispares como son las creencias afro- caribeñas, indígenas y católicas. La confesión dentro del catolicismo es la senda de la expiación, ante esto la religiosidad popular crea propias vías de salvación como Expresión simbólica de un retornar inmaculado, colectivo y crea, así, sus son las diabladas. retorno al caos primordial para sumergiéndose lo individual en lo lo profano en lo extático. La cultura popular vías de anular la causalidad liberación espiritual capaces de ética propia del destino post-morten en occidente, a través de una visión del mundo de raíces afro-caribeñas, que niega el castigo pos-morten pecados o transgresiones a la tradición al incidir favorablemente a las deidades por medio En esta por los rituales. parafernalia de mediados de los cuarenta, destaca la variedad del vestuario, el rojo domina pero se hacen presentes también las indumentarias florida o de colores estridentes. En los diseños de máscaras e indumentaria se nota la huella palpable de la creatividad popular, resaltan las camisas blancas con manchas de color de manera creadas artesanal, cubiertos de collares con dientes de animales, cuentas, medallas, monedas y cruces elementos 24 que señalan el sincretismo del cual brota esta manifestación de nuestra religiosidad Al adentrarnos popular. en la dimensión simbólica destacan los elementos shamánicos indígenas: la maraca y el látigo. máscara también es un elemento propio La del chamanismo en las sociedades tradicionales de Venezuela y África; la maraca poseen rasgos sagrados, así, entre los Yekuana su interior tienen piedras de cuarzo recogidas iniciación a través de las cuales obtiene poderes en en la el chamán de intermediación entre el mundo profano y el sobrenatural, para acceder a lo ayudan los espíritus auxiliares que como curandero, psicopombo, exorcizador y creador, tal como se expresa en Wanadi y en los Wisidatu Warao. De igual manera, el tambor, tanto en las culturas africanas como en las etnias la Wayuu, es un instrumento indígenas como la Yekuana y ritual. En estas culturas se trama una red de relaciones simbólicas entre árboles, deidades, toques y rituales iniciáticos que se sincretizan con las diabladas cristianas. El látigo, en diversas, etnias amazónica ocupa un papel destacado en los rituales iniciáticos. Se tiene, así, dentro del campo simbólico una serie de elementos shamánicos de diversos horizontes culturales, sincretizados con el que lo colectivo son reinterpretados. al hacerse eco de catolicismo, 25 El uso de estos elementos posee dimensiones profanas y sacras, tal como se da en el caso de las maracas, que cuando son usadas musicalmente se tocan en pares, y cuando se realizan en actividades rituales como es caso de las diabladas se utiliza de manera individual, como es el caso de los diablos. “Las maracas son instrumentos que usan los negros africanos y los indígenas americanos. Los Chamanes indígenas siempre se sirven de una sola maraca en sus ritos curativos y sus cantos, mientras que la música criolla las maracas aparecen en pares.”(Pollack-Eltz, Agelina, La negritud en Venezuela, Cuadernos Lagoven, 1991,p.41) En torno a las máscaras, nos recuerda Angellina PollackEltz, que se usan tanto en Africa como en Venezuela, pero las técnicas son diferentes. Esto lo explica por la trágica trata de esclavos, rasgo que hace que se mantenga ciertas similitudes formales, estética y rituales: “Respectos a los elementos materiales de las culturas africanas, los esclavos no podían traer utensilios, instrumentos musicales u objetos ritualísticos, sino solamente sus conocimientos acerca de su fabricación. Los tambores afro-americanos no son los mismos instrumentos encontrados en África, éstos son hechos con otra clase de madera y parches modificados según el caso. Los curanderos 26 no trajeron los remedios caseros del continente lejano, sino buscaban plantas parecidas en el monte americano. Las máscaras de los diablos ya no son talladas en madera, sino hechas en papel maché, aunque conserven rasgos similares a los de las ancestrales....”(Pollacks-Elts, Angelina, p.15) También en el contexto temporal existen similitudes que apoyan estas influencias como es el hecho de que estas celebraciones se realizan de igual manera en Venezuela y África al final de la sequía. Las fotografías seleccionadas en este portafolio están relacionadas al espacio-tiempo que durante décadas ha sido escenario de esta celebración, se observa en ellas como el orden simbólico era y es respetado, esto se evidencia en la forma de cruz en que se despliegan los diablos cuando se acercan a la iglesia, imagen afiches-digitales. representada en varios 27 INVESTIGACIÓN Y VANGUARDIAS ARTÍSTICAS Las colecciones fotográficas de buscando FUNDEF se formaron recoger las huellas de la cultura popular para clasificarla, archivarla y preservarla, para delimitar lo que podríamos llamar la venezolanidad. Es este un proceder propio del positivismo, metodología que dominaba el universo investigativo de la época por el cual muchas categorías fundamentales para los estudios existían culturales no como: el arte popular, la religión popular, el arte aborigen, el arte etnográfico... A lo largo de más de medio siglo esta colección creció con estos criterios. La búsqueda de estos registros fue sistemática, con objetivos definidos que mezclaban diversos intereses focalizados entorno a géneros musicales, tradición oral, festividades, artesanías, indumentarias... Estas categorías cognoscitivas determinaron los contenidos de la documentación audiovisual y de la colección. A pesar de esta intencionalidad 28 fotográfica, el accionador del clic de la cámara no se puede limitar el campo de conocimiento a estas temáticas, pues la composición se contamina sin desearlo con elementos visuales que en ese momento podrían no ser de interés, pero a través de los cambios metodológicos y de visión en la investigación humanística(antropología, la sociología, arte, la historia, la museología, folklore, psicología, filosofía) adquieren relevancia aspectos para desarrollar campos de la cultura popular que habían sido descuidados. El énfasis del positivismo en la investigación origen a estas colecciones, es resultado que dio de una visión incomprendida de las vanguardias artísticas y sus postulados sobre el arte y la estética como una dimensión más de la vida. Al no ser tomadas en cuentas estas relaciones por los investigadores culturales y sociales, se les obstaculizó acceder al conocimiento de los paradigmas que se estaba dando en el arte, propio del constructivistas ruso, del dadaísmo, el surrealismo, el cubismo entre otras tantas tendencias. Una de las consecuencias fue el no haber podido conocer y aplicar a sus campos de acción el puente que se estaba dando entre el arte y la vida. Aspectos que hasta finales de la década de los noventa empezaron a ser asumidos en las 29 investigaciones aplicadas y en las nuevas tendencias de la museología al asumir los postulados de las corrientes del arte contemporáneo que se focalizan en un acercamiento a las distintas dimensiones de la vida, sentido que se aceleró a través de la revolución digital y comunicacional. Sin embargo, muchas investigaciones, aún en la actualidad, siguen usando postulados metodológicos raíces en la concepción clásica de que tienen sus museo y del coleccionismo de recinto, herencia del siglo XIX. Por eso no se encontraban en sus planes ir más allá de la formación de las colecciones, su conservación y registro, para en el mejor de los casos mostrar estos materiales espacios culturales. Se llegó a crear en un espectador pasivo que no se involucraba con lo expuesto, al no establecerse Concepción que postulado arte relación dinámicas con la sociedad. cambió debido a la fuerza que tomo el del arte es vida, junto a las concepciones del participativo, el conceptual, el Pop, la instalación, el arte de la tierra, el arte del cuerpo, la intervención urbana, el video-arte, la fotografía que acercaron a través de vías así, disímiles el arte a la cotidianidad. Se crean, concepciones del proceso creativo como es el taller de experimento con materiales, tecnologías, procesos biológicos que determinan formas diferentes de hacer y de 30 lograr una comunicación más activa con la otredad. cambio Este en la concepción de lo que es el arte transforma la manera de exponerlo y una de estas estrategias es la reinserción de las colecciones y obras comunitarias a su contexto socio-cultural. Esta ampliación de lo que se entiende por arte y cultura, fue un proceso paralelo al cambio en el enfoque en la visión y metodologías para investigación histórica, proceso que se inicio al introducir categorías como estructura, diacronía que importancia a la micro historia que dio enfatiza en la dinámica y la interrelación social sobre lo individual, dejando la inflación del héroe y el genio en los procesos. Esto permitió acceder a la investigación humanística hacia lo cotidiano, y a la tensión entre lo privado y lo alejándose público de la búsqueda de crear grandes síntesis históricas, pues se parte por reconocer las limitaciones cognoscitivas del hombre, y el abuso de la generalización que ocultan los procesos culturales y sociales. Estos elementos provocaron que el objetivo de la investigación y su hacer se ampliara al proceso de socialización tanto de las colecciones como del arte. A través de esta relación entre arte, historia e investigación se esta a de crear estrategias de comunicación la búsqueda para lograr el encuentro estas dimesiones sea cada vez más fructíferas. 31 Se exigen, así, a los investigadores retos que no existían, más allá de la publicación o del hecho expositivo. Esto facilito la creación de museos comunitarios en países como México, que nacieron necesidad de la sociedad de identificarse con su legado, usurpado por los museos necesidad lo cual de la metropolitanos. Esto despertó una de profundizar con lo que se es y se busca ser, exigió establecer nuevas relaciones al mostrar un objeto cultural, ya sea una obra de arte o artesanía, proceso que se inspira en la vinculación que se establece entre el vivir como acción creativa. 32 INTERVENCIÓN URBANA El formato de seleccionado para la intervención urbana fue el afiche callejero, para crear propaganda y la publicidad, diseño y el acabado analogías visuales con la la diferencia básica sería el caracterizado por su limpieza visual y su disposición en el espacio. Esto incitó a la comunidad a un acercamiento diferente al usual al remirar la pared. Este sentido se reforzó al involucrar a la población en la ubicación de los afiches-digitales al seleccionar junto a ellos las paredes donde pondrían ir, y con el lugar de la toma original se vincularán al enfatizar en la relación con los personajes fotografiados y los muros de sus hogares. Así, se establecieron la fotografía y la población. nexos afectivos entre 33 Al ser ubicados los afiches en los muros de las casas, paso de ser un espacio vertical ignorado en el deambular citadino misma. a provocar un reencuentro de la comunidad consigo Se estableció de esta manera un diálogo continuo entre los contenidos de las fotografías y el público. Otro criterio para su ubicación, fue que espectador reconstruir permitieran al a través de la imaginación las escenas pasadas hace medio siglo. Se fijaron en las paredes ciertos fragmentos de la totalidad de los episodios, para ser completados como invitación a reconstruir a través de la imaginación lo sucedido. Momentos rituales que se repiten cada año, corazón del tiempo en Yare. Se creó de esta manera una noción de continuidad y de eterno retorno a través de esta intervención urbana. La gente de San Francisco de Yare no llamó a estas imágenes fotos, fotografías, afiches, o carteles sino pinturas o cuadros por la connotación artística que posee En el imaginario las paredes expositivos abiertos, el cuadro. se transformaron en espacios este era uno de los objetivos del proyecto, a su vez se creo la noción de ambigüedad e inversión entre lo privado y lo público, pues los cuadros o pinturas son expuestos en espacios internos y estos fueron ubicados en el área pública, dando categorías de intimidad a los espacios públicos. 34 Entre la población las afirmaciones que más se escucharon mientras se realizaba el montaje en las calles gente estaban dirigidas el impacto este nuevo ordenamiento Yare, dicho con entre la visual que transmitió de los muros de San Francisco de frases como: “Era hora que pusieran al pueblo bonito”,”Los diablos son los únicos que arreglan el pueblo.” Los afiches y distribución le dieron continuidad estética y simbólica a las calles de Yare. El comportamiento social fue el de involucrarse con los carteles extremo hasta llegar al de convertirse la comunidad por iniciativa propia en uno de sus vigilitantes en los días de mayor número de visitantes por la celebración, para evitar cualquier daño sobre ellos. La pared tras la intervención urbana asumió un carácter simbólico, este sentido se acentuó por el destino de los afiches. Se tenía planeado que convivieran con la comunidad varios meses para previo medir el impacto en la población, se también que la gente los iría desprendiéndolos para tomarlos y ubicarlos en los espacios privados de sus casas. Pero el fin de ellos se alejó de estas hipótesis, pues la cofradía de los Diablos de Yare, desprendió los afiches dos semanas después de su ubicación espacial(11 de junio del 2003), para resguardarlos en el interior de su 35 sede. ¿Cómo se podría interpretar este gesto de la cofradía? El primer indicio unánime cuando se les preguntaba era que estas imágenes estaban siendo quitadas por la comunidad, sin embargo en los días de mayor aglomeración de visitantes ningunas de las imágenes fueron removidas o dañadas, sino vistas con curiosidad. Lo que se podría deducir de este proceder es que por el valor simbólico de estas imágenes no podían permitir que fueran tomadas por personas que no pertenecieran a la cofradía, pues podrían perder este fragmento de tradición, y los responsables de resguardar este legado cultural y espiritual son los diablos, por esto asumieron la defensa de los afiches. Incluso, buscaron la ayuda de las autoridades para cuidarlos, y durante esas dos semanas los cuerpos policiales se convirtieron también en sus guardianes. 36 METODOLOGIA La etapa inicial de esta investigación se dio a través de un trabajo de fichaje temático, cronológico, geográfico y por autor de las imágenes existentes en la colección fotográfica de Fundef entre los años de 1939 a 1969, aproximadamente entre 7000 fotografías en blanco y negro de diversos formatos. Estos datos se vaciaron en una base de datos, de tipo FileMaker, para reordenarlos e interrelacionarlos. Se concluyó que uno de los portafolios de mayor importancia por su cantidad y calidad eran las imágenes vinculadas a San Francisco de Yare, las cuales se daban en tres cortes temporales 1945, 1947 y 1949 fotografiadas en su gran mayoría por Gonzalo Plaza. El criterio que guió esta curaduría fue la reinserción de estas imágenes en sus respectivas comunidades con 37 participación de la misma en su selección. Se inició el proyecto con 70 fotografías de la celebración de Corpus Christi siguiendo la trayectoria de los diversos momentos rituales de la celebración en el tiempo y el espacio. Entre este conjunto destacan las fotografías de los capataces Augusto Sanabria y Ciberiano Rivas en el interior de la cofradía con máscara y sin máscara, donde se establece una ventana al espacio íntimo y secreto de la cofradía. Cómo prueba de su impacto visual, se llevo esta fotografía a una gigantografía de 2, 20 x 1, 80 cm para la exposición Diablos y Diabladas, octubre del 2002, en el espacio expositivo de la cancillería, donde la cofradía de Diablos de San Francisco de Yare se reencontró con la imagen de miembros interés por respetados y recordados, las fotografías. Razón mostró el portafolio completo a mostron gran por la cual se les una representación de la cofradía, para conocer de cerca la opinión ante del material e identificar a los personajes fotografiados. Debido a la empatía mostrada por la colección se planteó el proyecto de reinserción de las imágenes a la comunidad en gigantografías o foto afiches digitales. Se asumió el formato digital debido a la posibilidad de cada afiche fuera diferente el uno del otro y no una reproducción seriada, lo cual le transmitió a la intervención urbana un 38 carácter único, pues cada foto afiche de 70 x 50 cm. representa una imagen completamente diferente a todas las demás, y en su conjunto se plantea una retrospectiva que enlazó el pasado con el presente, dando a la celebración de Corpus Christi del 2003 dos tiempos simultáneos. Finalmente se planteó el proyecto a representantes de la comunidad en San Francisco de Yare, receptivos y decidieron apoyar Tradición. quienes se mostraron al proyecto Yare: Imagen y 39 Montaje: La estructura que guardó el montaje de las imágenes en cada pared, fue determinada por la composición del afiche publicitario o de propaganda polìtica, se creó una distinción con respecto a él a través de las simetrías que tenían entre sí, cada una de las imágenes a lo largo del pueblo para crear una unidad compositiva. Se evitó de esta manera ubicarlas en la parte superior de las puertas principales de las casas, donde normalmente se ubica el número de la casa, para impedir la confusión con estos patrones compositivos de la comunidad. Para acercarse a la percepción de la comunidad se dejaron diez afiches en su poder, tras haberse familiarizado con la parte técnica del montaje, siendo ubicados en el centro superior de o portales ventanas, evadiendo el vacío y las paredes sin puntos de referencias centrales. 40 Equipo Humano: Para resolver los problemas que planteaba el proyecto se contó con el apoyo de un diseñador industrial, un diseñador gráfico y un equipo de ploteo. Problemas técnicos planteados por el proyecto: 1.) Los afiches digitales no se adhirieran directamente a la pared, sino a un apoyo de acero laminado que les transmitió rigidez para poder retirarlos de las paredes en buen estado de conservación, esto se logro al adherir las fotografías digitalizadas y ploteada sobre laminas de acero inoxidable para reubicarlos en la siguiente celebración de Corpus Christi. 2.) Otro problema era la protección al material a la lluvia y al sol, por lo que se las recubrió con un plástico UV, que protegió a los afiches de daños estructurales. Los soportes de los afiches fueron clavos de concreto, arandelas y cinta doble. 41 CONCLUSION: PASADO Y PRESENTE DE LAS DIABLADAS. A través de la reinserción de un portafolio de 70 fotografías en formaro digital de la celebración de Corpus Christi, 1945-47, más de medio siglo atrás, y confrontar estas de fotos en el mismo espacio en que fueron tomadas con la manifestación cultural in situ, se estableció un proceso de simultaneidad del pasado con el presente, que permite al participante y espectador de esta manifestación cultural reencontrarse con las raíces diablada. Permitiendo de la reforzar el sentido de pertenencia e identidad al obtener parámetros para evaluar los cambios y permanencias de esta festividad que se ha convertido en el destino colectivo de San Francisco de Yare. Destacan los comentarios que señalan la sorpresa de encontrar las fotos expuestas en las paredes, donde llamó la atención las leyendas que que tomaron las informaban las fechas en fotografía y el fotógrafo, material que se convirtió en objeto fotografiable usado para la realización de varios trabajos en Universidades e Institutos universitarios de la carrera de turismo. En 42 otros representantes de barrios caraqueños estas fotografías motivaron la idea de realizar una búsqueda de fotos vinculadas al origen de su comunidad para intentar reintroducirlas en las calles, estos son algunos resultados cualitativos de la reinserción de una colección fotográfica en su lugar de origen, que abre nuevos caminos a la recuperación de la memoria y la historia de la cotidianidad a través de la imagen. De esta manera se desarrolla un proceso de conocimiento que transformó el afiche digitalizado en fuente de conocimiento, pues abre un diálogo ínter-comunitario establece un acercamiento entre el través de la intervención urbana, que histórico de esta población en y arte y la vida a convirtió el casco un espacio expositivo abierto. ¿Que descubrió en esta confrontación la comunidad? El comentario más oído la prueba de que entre la gente es que las fotos son no se han dado grandes cambios en la tradición, pues se ha mantenido a pesar del tiempo. Diríamos nosotros a pesar del impacto de la cultura de masas sobre la población y de las nuevas tecnologías son pocos los cambios que se han dado en la manifestación religiosa. Esto se debe a la organización interna de cofradía la de los diablos que ha mantenido a través de los más variados medios la vitalidad de una tradición, gracias 43 a lo cual en lugar de debilitarse se ha reforzado y promovido la organización y la participación de la población en las diabladas. Los cambios que se han dado en esta manifestación, saltan a la vista al confrontar la imagen detenida del tiempo con el presente. Un comentario unánime entre los transeúntes y los miembros de la comunidad es la pérdida de variedad y riqueza de la indumentaria de los diablos, manifiesta en la trajes actuales aspecto que se semejanza del color y diseño entre los donde domina el color rojo y a su vez se establece una gran uniformidad en los motivos y formas que asumen las máscaras. Sin embargo los miembros de la comunidad de Yare enfatizan que se han mantenido sin grandes a lo largo del tiempo, aspectos esenciales de la celebración como son y desarrollo del las etapas ritual, la coreografía, el uso del espacio y el tiempo, la preparación y desarrollo del evento, en todos estos aspectos se evidencia que no se han dado cambios cualitativos en las diabladas. Por lo cual, podemos afirmar que si en medio siglo no se han dado transformaciones sustanciales en esta celebración ritual como se concluye al confrontar el pasado con el presente a través del proyecto “Yare: Imagen y Tradición, reinserción de una colección” podemos deducir que tampoco se han dado 44 grandes cambios con respecto a sus orígenes, o sea que podemos considerar que esta manifestación paradójicamente en lugar de alejarse de sus raíces se ha reafirmado en el tiempo, y que la reinserción de la colección de la diablada en la comunidad ha reafirmado este sentir. 45 ANEXOS: Ensayos MILAGRO Y DIABLADAS El tiempo y espacio del milagro es una dimensión de vital importancia para la comprensión de lo que es una diablada, es uno de los móviles por el cual los promeseros se transforman en participantes activos de la diablada y dan los primeros pasos para entrar a formar parte de la cofradía de Los Diablos de Yare. Este rasgo nos lleva a prestar atención en los elementos existenciales que palpitan en cada uno de sus participantes. Pues es una de las causas de mayor peso en los participantes sumergirse en este universo religioso, al es la búsqueda del milagro, camino que lleva a la transformación del promesero al acercarse a lo sobrenatural y a la dimensión del éxtasis. Es este un ritual que lo inserta al participante en numinoso y lo irracional proceso a través del cual la conciencia crea una dimensión interior que abre las puertas a un nuevo status ontológico, que se traduce en un nivel de existencia hasta ese momento desconocido. Cuando se busca la salud a través de la iniciación y el milagro 46 que conllevaba participar en una diablada, y se recupera a través de esta dimensión, esto no sólo conlleva a una transformación palpable en el individuo sino abre al iniciado a su vez una nueva forma de percibir, sentir y vivir al afirmar la fe al Santísimo Sacramento. Estos destellos de la vida interior de nuestro pueblo se materializan en los milagros o exvotos en forma de rostros, manos, estómagos, hígados, piernas, pies u objetos cotidianos que determinan una estética del milagro que une a los devotos de los lugares más recónditos continente. En el caso de Los Diablos de Yare, estos objetos rituales son guardados y mostrados como reliquias palpables de la presencia de lo sobrenatural. El danzar entre las calles de San Francisco de Yare convertido en otro, alejado del hacer cotidiano a través de la metamorfosis que se logra por la parafernalia ritual, la danza, la música, la iniciación y la fe adentran a los participantes en la dialéctica lucha del bien contra el mal. Existe un substrato shamánico en esta concepción de enfermedad en nuestra alma colectiva al explicar la perdida de la salud por fuerzas espirituales o posesiones que sólo pueden ser exorcizadas por irrumpen en la energías de la misma naturaleza que comunidad en celebraciones rituales como Los Diablos de Yare en Corpus Christi. 47 Se es diablo por un pago de promesa del promesante o de un familiar muy cercano, se establece de esta manera una transacción en el terreno de lo espiritual y lo existencial. En este nivel de conflictos vitales que afectan a la comunidad, es la enfermedad uno de los que ocupa el lugar de mayor importancia, y por tanto es una de las causas que sostienen esta tradición en el tiempo. El milagro en cuanto realidad es motivado por razones mágicas: rogar por la salud o por la posesión de un bien y llegar a convertirse en diablo. Se de un substrato convertirse en expande esta lógica a través shamánica, que la iglesia minimiza, juez a través de la confesión al que indaga las causas para convertirse en diablo por x tiempo. Así, este substrato chamánico es mediado por la iglesia para enmarcar esta creencia popular dentro del cristianismo ortodoxo. Sin embargo esta dialéctica de mediación espiritual, establece un proceso iglesia al utilizar estrategias de individual y colectiva en ambas sentidos. La intermediación del alma asume contenidos ancestrales propios de la religiosidad afro indígenas, como son danzas, musicalidad, parafernalia y creencias. Llegando a contaminarse de una visión del mundo ajena a su tradición. Paradójicamente esta dialéctica acerca el cristianismo a la religiosidad popular y a profundizar 48 en el alma colectiva. Se establece, así, una recuerda F. Hegel. proceso que la dialéctica del amo y el esclavo descripta por La cultura popular logra su liberación al crear través de una amalgama de creencias, que el cristianismo asume como suyas y por tanto ayuda a la preservación de esta ancestralidad en el tiempo. En este proceso, a su vez, se enriquece el cristianismo al intentar mediar y la figura reguladora se convierte en regulada. Así, la concepción de enfermedad propia del shamanismo se sincretizan con la concepción de exorcismo, y la dimensión del milagro y lo extático propio de estos rituales asumidos por la iglesia. 49 DIABLOS Y DIABLADAS. Diablos y diabladas brotan del imaginario de la humanidad por una búsqueda de personificar el mal en la tradición Judeo-cristiana, herencia que asumieron las culturas afroamericanas e indígenas en los estados centrales de Venezuela, quienes reinterpretaron estas expresiones cultuales y las intentado ser hicieron suyas, a tal grado que han reprimidas por las autoridades eclesiásticas en diversos momentos de nuestra historia. Detrás de cada de una de estas máscaras y parafernalia ritual, inspiradas muchas veces en sueños, entorno natural con los combinación de animales del mitológicos, como es propio del arte fantástico, se manifiesta una visión del mundo que se esconde tras esta festividad sacra. En el Nuevo Testamento el origen del mal paraíso, tentación sensual y nace en el cognoctiva que simbólicamente provocó la historia de la humanidad, pues la pareja primigenia al ser expulsada del Edén consciente de su humanidad. Pero existe otro se hizo lugar del Viejo testamento donde se problematiza la relación entre el bien y el mal desde otra perspectiva, en él se dualismo que divide éticamente malas, pecado o condenación: Prólogo en el cielo, las acciones escapa al en buenas o el libro de Job, en su lugar en que se ubica un amigable 50 diálogo entre el Señor y Satán, que somete al devoto Job a los caprichos del diablo para satisfacer la vanidad del Señor, líneas que inspiraron a Goethe un monumento literario único de occidente: El Fausto. Dialéctica expresa en la historia de las religiones que se en la coincidencia de los opuestos, y se manifiesta en la parafernalia ritual de los diablos y diabladas, en sus máscaras de colores emblemáticos como el rojo o en los cencerros, elementos simbólicos relacionados al paganismo y a lo demoníaco dentro del cristianismo; todo lo cual coexiste con rosarios, escapularios, cruces, giros dancísticos en direcciones opuestas que personifican tanto el bien como el mal, el origen y el caos primigenio, categorías propias de las culturas africanas y prehispánicas. En el Nuevo testamento vuelven las tentaciones del enemigo de Dios, a las que es sometido Jesucristo en el desierto durante cuarenta días de ayuno, casi todas las pruebas imponen a su voluntad los placeres sensuales, de ahí que los diablos y diabladas en su preparación iniciática ayunen, entre otras abstenciones. Estamos ante una muerte simbólica sagrado. para adentrarse en la dimensión de lo 51 En el mundo africano y prehispánico se vinculan los adversarios de los dioses creadores a las fuerzas del caos, de la muerte, de los males, de las enfermedades, son burladores divinos los capaces de metamorfosear su condición de animales a hombres o de combinar sus condiciones. Esto encuentra un paralelo parafernalia ritual, en el antropomorfismo de la y también encuentra expresión en la festividad al mezclarse el temor ritual con la burla, el alborozo y la risa con un sentido propio del exorcismo, que promueve las energías de la vida en oposición a las de la muerte, como se evidencia en algunos de los mitos y creencias de los Yekuana recopilados por Civreux, 1970, (donde para brotar de la no-vida en que se encontraban la humanidad por nacer en la matriz telúrica, danzaron, rieron y bailaron para abrir la tierra que retenía a la gente de Wanadi) El temor a lo sagrado o a lo numinoso se une con la alegría ritual como una vía de escenificar ritualmente la lucha y encuentro entre el bien y el mal, la vida y la muerte como parte integrante de una misma realidad. En las culturas de Nigeria, Angola, Zaire el adversario a los dioses no discrepa mucho en estas significaciones. Estéticamente esto se manifiesta en la forma de la máscara, al asumir un lenguaje expresivo asociado al terror, que intenta asustar 52 representado en sus ojos saltones, dientes lacerantes, pómulos exagerados propio de los diablos de Naiguatá, Estado Vargas, y en San Francisco Yare, Estado Miranda, rasgos expresivos que se oponen a las risueñas máscaras de las diabladas de Chuao, Estado Aragua. El día de Corpus Christi, fiesta del Santísimo Sacramento, brota este magma de sabiduría popular culturas afroamericanas e indígenas, asumido por nuestras como manifestación de nuestra religiosidad popular. Danzas rituales donde el mito se materializa para pagar promesas, buscar los dones de la naturaleza, rehuir de las influencias de la muerte, rendir culto a las fuerzas del caos para exorcizarlas y enfrentarlas a las fuerzas del mal. Estas diabladas son cofradías o sociedades secretas con rígidos códigos éticos, sociales y religiosos donde la indumentaria o el disfraz genera un proceso de desposeimiento de la personalidad cotidiana para cumplir un nuevo rol del que brotan las energías psíquicas y espirituales que generan una bienhechora catarsis. La dimensión estética nos habla de procesos de fusión cultural constante, donde algunos cultores de estas preciosas máscaras se inspiran en la iconografía de los medios de masa, como el cine y la televisión. Gracias al registro del fotógrafo Gonzalo Plaza, realizado entre los años cuarenta y los cincuenta, 53 podemos acercarnos a este universo visual y vivencial. Esta selección de la parafernalia ritual de los diablos intenta acercarnos al espíritu original de como una vía de estas manifestaciones sedimentar nuestras venezolanidad. Aún las investigaciones de estas expresiones culturales no han finalizado, pues mientras existan seguirán transformándose y, por tanto, será necesario su continuo registro y análisis, que nos irán develando cómo la sabiduría popular responde a sus dilemas vitales, cotidianos y existenciales a través de la creación e innovación, en este caso, por medio de una festividad sacra que busca la compresión del mal como fuerza real. No debemos olvidar que el mal existe y su existencia nos impone la obligación de tratar de comprenderlo para transformarlo. Las diabladas son estrategias culturales en este sentido, más allá de su vinculación fertilidad o de intentar comprender a rituales de los misterios inexplicables desde una visión mítica y teológica como son las enfermedades, la muerte, la injusticia y los avatares de la vida. Este es un patrimonio cultural y espiritual continental que tiene dimensiones antropológicas, sociológicas, económicas, éticas y filosóficas que se encuentra disperso en los estados Aragua(Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y 54 Turiamo), Miranda(San Francisco de Yare), Carabobo(Patanemo) y Vargas(Naiguatá) y sobre el cual no se ha dicho todo lo que se debería decir. 55 Testimomios: Primer relato Los diablos en Venezuela, tradición que como toda cofradía o sociedad secreta, mantiene una fuerte raigambre en lo oral, transmitido de generación en generación. Como toda parafernalia ritual y festiva muestra dos rostros: uno, el público, que se desarrolla en Corpus Christi a lo largo de nuestra geografía nacional en calles, plazas e iglesias y un rostro privado, oculto, íntimo, donde domina el secreto, la preparación, la iniciación en un lenguaje corporal y musical. Cada diablada remembra un pasado que se hace presente. Estas visiones, junto a la palabra de los propios diablos, son elementos suficientes para acercarse a la vitalidad ancestral de este patrimonio espiritual. Por eso se transcribirán varias versiones de los orígenes de esta tradición y otros aspectos. Oigamos estas voces que se despojan de lo oral para buscar el tiempo y el espacio de la palabra escrita. En el primer relato se evidencia la perenne lucha entre las fuerzas del bien y del mal, a través de la cual se explica el origen de la muerte y las enfermedades en las sociedades tradicionales. El segundo transmite un principio de la 56 hermandad por la carencia de devoción religiosa en la comunidad, razón por la cual puede ser dominada por el mal representado en los diablos; en la última de las versiones seleccionadas estamos ante un ritual de fertilidad, la diablada como pago de promesa por la llegada de las lluvias. En cada una de estas versiones se muestra el complejo entramado de influencias, culturas y reinterpretaciones de las cuales son herederos los diablos danzantes de Venezuela. Primer relato del origen de la Hermandad, Ocumare de la Costa. “... Eso nació desde la época cuando al principio del mundo, que a Jesucristo le sucedió como les sucede a los humanos hoy en día, de que nosotros confíamos en una mujer, confiamos en una persona, en un amigo, etc... Había un apóstol en aquella época que denominaban con el nombre de Luzbel y Jesucristo lo dejó en la silla, mientras él se dedicaba a ratificar lo que estaba hecho, haber sino había errores; pero ya de antemano sabemos que Jesucristo no fue el que hizo el mundo, porque cuando el nació halló quien lo criara, que fue la Virgen María y San José... Entonces fue a revisar el mundo a ver si todo estaba correcto y dejó a Luzbe;l que era uno de los ángeles más queridos de los 57 apóstoles, en la silla. Cuando Jesucristo regresó le dijo a Luzbel: - Yo vengo muy cansado de recorrer el mundo. ¿ Por qué no te paras de mi silla para yo sentarme? - No yo también estoy cansado. Entonces Jesucristo le contestó: - ¡Ah...estas cansado¡ ¿Es que te crees un Dios? Y Luzbel le dijo: - Si, yo me creo un Dios. Entonces Jesús le preguntó: - Ya que te crees un Dios, ¿por qué no haces un coro de ángeles? - Bueno lo haré.... Y le hizo sapos, ranas, culebras, murciélagos, lechuzas y todos esos pájaros nocturnos. Entonces después de que Luzbel hizo todo eso, Jesús le dijo: -Pero eso no son ángeles. Hazlos así como yo, ya que tú crees que eres un Dios. ¿Por qué no me los haces como los hago yo? Entonces le dijo Luzbel - Sí te los haré. Entonces llegó y dijo: -Hagote... 58 Y russ... Hizo un hincapié en su juramento e hizo unos ángeles burlones con la cabeza grandota, el cuerpo delgadito, los brazos delgados, unas uñas como de animales... Y Jesucristo le dijo: - ¡No, eso no son ángeles. Entonces le dijo Luzbel: ¡Bueno ya que tú los sabes hacer...házlos pues¡ Jesucristo le dijo: - Sí, te los hago. Y llegó con su resplandor y su poder y dijo: - Hágote... E hizo un coro de ángeles bellos. Entonces llegó Luzbel y dijo: -¿ Ahh....así es que tú los haces? - Y Jesús dijo: - Si. Bueno, y dió varias palmadas, ¡plas, plas, plas! Y dijo: -Bueno, párate de la silla que me voy a sentar Y Luzbel le contestó: 59 -Yo me voy, pero me voy a llevar los ángeles que tú hiciste. Entonces Luzbel se paró de la silla y dejó la silla sola y dijo a los ángeles: -Tú, tú, tú y tú se van conmigo. Jesús al oír esto, pegó un grito y dijo: - ¡Marí, ven acá María! ¡Aquí Luzbel se lleva el coro de la corte celestial! Y salió María a buscar a los ángeles que Luzbel se acababa de llevar, pero había una cruzada y cuando cruzó, todos los que se cruzaron con Luzbel se volvieron espíritus malos, que se hicieron en ese gran día, en ese día maldito por parte de los espíritus malos, que son los que existen hoy en día, en las noches...En ese momento cuando quiso evitar que Luzbel se llevara los ángeles, Jesús con su santa ceremonia, con su poder que él tiene, tuvó y tendrá, devolvió a los ángeles que estaban antes de cruzar con Luzbel. Y se volvieron danzando al pie de Nuestro Señor Jesucristo. Y ese fue el gran día, día de Corpus Christi, por eso es que esa fe derivó de esa hermandad”. Eusebio Martínez, Ocumare de la Costa, Estado Aragua, 1980. 60 Segundo relato del origen de la hermandad, Yare “Había un padre quien iba a decir su misa, dio sus repiques, como se acostumbra: primero, segundo, tercero. Pero el padre cuando salió a decir su misa vió que no había ningún fiel oyendo. El padre se disgustó y se puso bravo porque la iglesia se encontraba completamente sola. Parece que en un momento de rabia, el padre hizo un llamado: Bueno sí aquí no hay fieles con quienes hacer misa, que se acerquen los diablos. En eso oyó un rebullicio en la puerta de la iglesia y aparecieron los diablillos bailando y saltando. Entonces él hizo la misa con los diablos en la puerta de la Iglesia. Por eso nosotros bailamos en la Iglesia, no pasamos adentro.” Manuel Sanoja, Segundo Capataz de los Diablos de Yare, 1981. Tercer relato del origen de la hermandad, Yare “... dicen que proviene de los esclavos, éstos trabajaban mucho la agricultura, pero hubo un tiempo que no cosechaban nada porque no llovía. Entonces un grupo de esclavos se reunieron e hicieron una promesa, para ver si llovía y se les daban los frutos que ellos habían sembrado, entonces ellos pagarían una promesa vistiéndose de diablos, adorando 61 al Santísimo con tal que se les dieran esas cosechas; estaban desesperados; parece que ese año llovió y las cosechas fueron abundantes. Ellos comenzaron a pagar esa gratitud y se vistieron de diablos frente al Santísimo pagando la promesa”. Manuel Sanoja, Segundo Capataz de los Diablos de Yare, 1981 Bibliografía Ortiz, Manuel Antonio, y otros. Diablos Danzantes de Venezuela, INAF, editor Fundación la Salle, Caracas, 1982 Cuarto relato Lo mío es vitalicio, hasta que yo viva o hasta que yo pueda, porque hay unos que no han muerto pero no puedan ya pagá la promesa por fuerzas mayores. Pero mientras uno pueda tiene que hacer el esfuerzo, en agradecimiento, porque eso ha sido así, hay que cumplirlo, porque aquí esto es serio. Aquí si usted no cumple la promesa el Santo le pide cuentas, o el diablo le pide arreglo de cuentas. En el año 41 aquí habían poca gente, habíamos pocos diablos. Bailábamos aquí 30, 40, 50. Como vinieron las elecciones de los políticos, en el año 47 hicieron las 62 votaciones, en Venezuela el voto popular. Entonces comenzaron a hacer los movimientos la gente de Caracas, allí invitaron para la monta del Presidente que fue el 14 de febrero del año 48, convidaron el folklore de Venezuela, para honrar con su presencia al Presidente. En ese entonces los capataces eran Narciso Portero, Manuel Portero Moronta, Augusto Sanabria, Seberiano Ribas, Amador Días y pare de contar. Bueno, exigieron 30: diablos y diabla hembra que es la capataz que era mi hermana Cayetana, después a nosotros nos regalaron una pieza de tela roja, la mandaron para áca para que cada quien le diera lo que le tocaba para mandarse hacer su vestido, pero rojo, porque nosotros antes vestíamos de cualquier color: floreado, color de colcha, de esta o de cualquiera. El auge que cogió la Sociedad de Diablos Danzantes fue del año 48 para acá donde vinieron muchos delegaciones de países vecinos del extranjero a ver la montá del Presidente como de costumbre. Entonces, los turistas le causó mucha admiración la Sociedad de Diablos, porque nosotros estuvimos bailando en el Nuevo Circo 12 noches o 12 veces, no las noches; el raro que nos tocaba a cada quien, porque a cada quien lo tocaba su turno: los tocuyanos, la gente del Zulia, los guayaneses, los llaneros, de todo. 63 La obligación del diablo es que cada vez que suena la caja suena la maraca y cuando le llegó su turno donde está la lámpara rezale al Santo, que es el Credo el que se le reza, así me ensañaron a mí los antedentes. La música de la Sociedad es la caja, el tambor na má, esa es la música de nosotros. Y yo soy arpista, entiende. Músico pa´ fiestas, joropos y cosas de esas, bailes. Y lo de nosotros es nada más que la caja. Testimonio: Teodoro Díaz, San Francisco de Yare, 2003 Colectora: Carolina Rodríguez Quinto relato La Capataz María Monasterios, esa me ofreció al Santísimo, después de ese torbellín que paso con la fiebre ella me ofreció al Santísimo, porque yo era como se dice el sustento de ella. Yo la ayudaba a ella. Ahora, ella no me entregó a mí, ella le entregá a Cayetana Valdez. Yo fui elegida de los hermanos, una reunión se reunieron los diablos. A mí responde recoger para el Santo. Cuando yo entre a pagar promesa no pasaban de 40 o 60 diablos, más no hay la cosa que había antes, que ahora casi no respetan ni a los santos, usted sabe como esta el mundo. Antes no bailaban las mujeres, cuando yo entre no bailaban las mujeres. La mujer puede bailar, sí puede bailar pero dentro de la casa donde esta el altar, pero en la calle 64 como yo no, en la calle no bailan las mujeres sino dentro del altar. Piden permiso, piden una máscara y bailan ahí en el altar. El vestuario era de tela de colcha, de esa colcha floreada, esa la que se compraba para hacer faldas y hacer cotas y eso y si tu no tenías como comprarla cojías un vestido cualquiera de uno y lo pintabas con pintura y bailaban y el pantalón de nosotros lo pintaban, pero entonces de muchos años para acá, se, no se si fue el gobernador, que tenían que tener los diablos su ropa roja. Mandaron una pieza de tela pa´ todos los diablos. Ahí quedó uno y hasta esa hora presente vestido de rojo. Hay gente que ofrecen una promesa por un dolor de cabeza. Señor, si eso no es de promesa por que tu la vas a ofrecer, es una promesa de una gravedad cosa grande. Pero un dolor, eso se quita uno con cualquier pastilla que se toma, pero con esa enfermedad mía pues, usted cree con es enfermedad, usted sabe lo que es botando sangre como un ganao, ah, la señora del capataz fue a verme y vio como yo estaba allí, se la voy a ofrecer al Santísimo Sacramento. Vamos a ver si el Santísimo hizo este milagro, y se lo hizo. Y me vino a buscar y me llevó donde tenía el Santo, y yo como la señora me hizo a mí han ido gente a mí casa y me dicen señora Petra yo vengo por aquí, ay a traele una vela pa´que me 65 ofrezca a mí por el Santísimo. En la caso de los Diablos está una vitrina que tiene bastante milagros, esas medallas son milagros. Testimonio: Petra González, San Francisco de Yare Colectora: Carolina Rodríguez Sexto relato No sea embustero Porque ninguno de ustedes sabe Yo sí se la verdad Porque soy Diablo de Yare. Hace tiempo pude yo descifrar ese misterio qué fue lo malo y lo bueno de lo que ese día sucedió. Nadie me lo preguntó por eso nadie lo sabe. Prepararon los altares para que triunfara el bien ahora lo van a saber por boca del diablo de Yare. El que usa cuatro cachos viene siendo capataz ese es el que más manda a todos los diablos rasos. Hoy se los digo en mi canto por si alguno preguntare son los puntos cardinales que el capataz representa ahora saquen la cuenta de los que dice el Diablo de Yare. 66 Tres cachos usa el arreador las tres divinas personas quiero explicárselo ahora pa que lo entiendan mejor. No es una comparación es algo que nadie sabe algo que se prepare el que quiera preguntar pa volvesele a explicar porque yo soy Diablo de Yare. Dos Cachos usan los demás que son el más y el bien si algo quiere saber pues triunfó el bien sobre el mal eso se veía llegar lo digo yo en mis cantares. Es cuando uno sí sabe Puede dar contestación no es que soy profesor Solo soy Diablo de Yare Cantar: Gumersindo Palma, San Francisco de Yare, 2003 Colectora: Carolina Rodríguez 67 LISTA DE FOTOGRAFÍAS Fotografías de la reinserción de la colección fueron tomadas por Maria de la Luz Khalife y Eduardo Cabellero , en junio del 2003. Avila, Diablos desfile, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 828 Avila, Diablos desfile, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 829 Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (I) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (II) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (III) Colección Fundef, Juan, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (IV) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (V) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (VI) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (VII) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (VIII) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (IX) 68 Colección Fundef , Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (X) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (XI) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (XII) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (XIII) Colección Fundef, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda 195, (XIV) Colección Fundef, Altar, San Francisco de Yare, Miranda 1945, (XV) Gonzalo, Plaza, Danza por la mañana, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 456 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 457 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 458 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 459 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 460 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 461 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 462 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 463 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 464 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 465 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 466 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 469 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 471 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 473 Gonzalo, Plaza, Esperando llegada de diablos, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 483 Gonzalo, Plaza, Diablos a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 486 Gonzalo, Plaza, Diablos llegando, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 488 Gonzalo, Plaza, Diablos, desfile, San Francisco de Yare, Miranda 1947, 833 Gonzalo, Plaza, Diablos, desfile, San Francisco de Yare, Miranda 1947, 830 Gonzalo, Plaza, Diablos, desfile, San Francisco de Yare, Miranda 1947, 834 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 489 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1990, 490 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 491 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 492 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 493 69 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 494 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 496 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 497 Gonzalo, Plaza, Altar en la Plaza, Miranda 1949, 502 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, Bendición, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 505 Gonzalo, Plaza, Frente a la iglesia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 835 Gonzalo, Plaza, Ceremonia en el calvario, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 839 Gonzalo, Plaza, La Bamba: Pidiendo la venia, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 841 Gonzalo, Plaza, La Bamba, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 842 Gonzalo, Plaza, Capataz y Sub-capataz, San Francisco de Yare, Miranda, 1949, 845 Gonzalo, Plaza, Capataz y Sub-capataz, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 846 Gonzalo, Plaza, Diablo, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 848 Gonzalo, Plaza, La Bamba, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 855 Pérez, Edmundo, Arreador y Diablos, San Francisco de Yare, Mirana1947, 1609 Pérez, Edmundo, Capataz, San Francisco de Yare, 1947, Miranda, 1608ª Pérez, Edmundo, Diablo, San Francisco de Yare, Miranda, 1947, 1601 Pérez, Edmundo, Procesión de diablos, San Francisco de Yare, Miranda, 1948, 918e Pérez, Edmundo, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda, 1948, 918d Pérez, Edmundo, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda, 1948, 918c Pérez, Edmundo, Diablos, San Francisco de Yare, Miranda, 1948, 918ª Vallmiljana, Abel, Danza después de misa, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 475 Vallmiljana, Abel, Danza después de misa, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 476 Vallmiljana, Abel, Danza frente a casa de la cultura, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 480. Vallmiljana, Abel, Danza frente a casa de la cultura, San Francisco de Yare, Miranda 1949, 481 70 Nota: El número al final de cada ficha fotográfica corresponde al número de la imagen en la colección audiovisual de Fundef. 71