Cantar hace feliz desde el „coro de la calle“ hasta el „Coro de los Enmohecidos“ Las personas que cantan saben, que cantar brinda una buena sensación y bienestar. Cantar en una comunidad en un ensayo es como una ducha cálida después de un día de trabajo estresante. Yo mismo cantó durante muchos años en un coro y al final hice mi afinación a mi profesión. Hoy en día no canto más pero sin embargo me sigue fascinando que cantar en un coro no sólo resulta divertido, sino también, cantando frecuentemente, les mantiene en buen estado físico y establiza la salud. Hoy en día la siencia estudia los efectos de cantar sobre el cuerpo y el espíritu humano. Podemos constatar, sin análisis científicos, que, cantando, nos sentimos alegre. Cantando hacemos nuestras cuerdas vocales oscilar. Esta vibración transmite a los huesos y rellena las cajas de resonancia en nuestros cuerpos con sonidos. Todo el cuerpo empieza a vibrar. Miembros del coro me contaron muchas veces que, después del ensayo, se sintieron muy „vibrantes“. En realidad cantar significa más que sólo divertirse. Cantar en una comunidad estimula el sentido de unidad y refuerza el sentido de autoestima y autoconfianza. El largometraje documental sobre el „coro de la calle“ de ZDFneo demonstró como cambió el comportamiento de los miembros del coro durante del proyecto y, por fin, que fueron los efectos positivos sobre su vida. En 2009 el pianista Stefan Schmidt unió en colaboración con ZDFneo a los niños de la calle, desamparados, drogadictos y otras personas con situaciones de vida complicadas, en un coro. Cuando el proyecto terminó, los participantes se convertieron en personas fuertes y seguras de sí mismas, que ahora pueden llevar las riendas de su propia vida. Su trabajo, su canto semanal aclara que nosotros tenemos más potencia que creemos y que la energía mobilizada por el canto puede ser la „ayuda a la autoayuda“. Estas personas tenían suerte. El otro proyecto coral probó, que cantar realmente hace feliz. En 2013 se fundó el „Coro de los Enmohecidos“. Verdaderamente, un montón de cantadores deprimidos se unió bajo la dirección musical y científica del musicólogo Gunter Kreutz en un coro cuyo bienestar se mejoró comprobable. Para eso tomaron muestras de saliva antes y después de los ensayos para demonstrar que cantar hace acumular en el cuerpo la exitocina. Esta hormona causa el efecto de disvolver el estrés y el miedo y promueve el bienestar. En caso del aumento de la secreción hormonal de la oxitocina nos sentimos felices. Después de un semestre de cantar en el coro, los participantes afirmaron que se sientan mejor, más sanos y su conciencia cambió. El proyecto fue acompañado por Anke Engelke con su programa en el ARD „algo como la felicidad, un viaje con Anke Engelke“ (ARD, 18.11.2013; 58:33 minutos). Muchas veces yo mismo me sentí feliz gracias a cantar. Especialmente cuando los coros reciben una medalla y son completamente felices y encantados, como lo ocurrió en los World Choir Games. Los momentos conmovedores de los cantantes jubilosos se transladan a toda la gente en la sala. Es siempre un momento emocionante de gran alegría. Julio de 2016