“CON LA ANGUSTIA NO ALCANZA”

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XXVII CONGRESO LATINOAMERICANO DE
PSICOANÁLISIS
"Persona y presencia del analista"
Santiago de Chile, Septiembre 2008
“CON LA ANGUSTIA NO ALCANZA”
(Un analista investiga teorías)
Eje I: Niños y Adolescentes
Eje VII: Investigación y Teoría
Lic. Marta Kreiselman de Mosner
Miembro Titular A.P.A.
Particular: Av. Las Heras 1750 2 “F”, Capital Federal, Argentina
Tel: 0054-114-803-2514
Consultorio: Junín 1626 PB “B”, Capital Federal, Argentina
Tel: 0054-114-806-8097
Mail: mmosner@infovia.com.ar
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Con la angustia no alcanza
(Un analista investiga las teorías)
Marta Kreiselman de Mosner
En el Congreso psicoanalítico de Fepal en Guadalajara (2004) presenté un
trabajo: “Los destinos del dolor en el trauma”. Es un tema que investigo hace
años, el sentimiento de dolor es nodal como concepto de la teoría
psicoanalítica y de la comprensión clínica del quantum de afecto doloroso
imposible de morigerar por la angustia. Un ejemplo es el sentimiento doloroso
necesario para iniciar un trabajo de duelo. La angustia se acerca a la vivencia
de desgarro psíquico sólo cuando es angustia por pérdida de objeto. En el
duelo encontramos anudados los dos conceptos. Cuando angustia y dolor no
se fusionan en la elaboración de un duelo, entonces el destino del afecto
doloroso es el de transformarse en
hipocondría y proceso primario en la
psicosis, o accidente y colisión con el mundo exterior, o en expresiones
psicosomáticas. Dice Freud1(1929-1930): “El sufrimiento nos amenaza por tres
lados: desde el propio cuerpo que, condenado a la decadencia
y a la
aniquilación, ni siquiera puede prescindir de los signos de alarma que
representan el dolor y la angustia; del mundo exterior, capaz de encarnizarse
con nosotros con fuerzas destructoras omnipotentes e implacables; por fin, de
las relaciones con otros seres humanos. El sufrimiento que emana de ésta
última fuente quizá nos sea más doloroso que cualquier otro; tendemos a
considerarlo como una adición más o menos gratuita, pese a que bien podría
ser un destino tan ineludible como el sufrimiento de distinto origen”. Subrayo
que aún cuando el ser humano pretenda como objetivo vital el programa del
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principio del placer, este se ve obstaculizado por las tres fuentes de sufrimiento
mencionadas. El principio de placer contrasta con el “experimentar la
desgracia”. Sufrimiento, pena y dolor, son exigencias de trabajo para el
psiquismo; cuando las vivencias displacenteras no son toleradas se convierten
en enfermedad mental o daño del cuerpo.
Un joven con diagnóstico de psicosis discute enardecidamente con su
hermana, grita y amenaza con pegarle. La madre dice que pongan paños fríos,
que enfríen la bronca. A la mañana el joven despierta con gripe, explica que
durante la noche tuvo un enfriamiento. Observamos que hubo un proceso de
traducción inconsciente que permitió el deslizamiento del enfriar en sentido
figurativo (poner “paños fríos” a una discusión) al enfriamiento como
enfermedad real del cuerpo. Se trata de un salto cuantitativo. El lenguaje de
órgano asiste al psicótico con la finalidad de sostener al yo antes que colapse
en una vivencia catastrófica de desamparo, de ese modo el yo vuelve a
configurarse. Decimos “asiste” aludiendo al concepto de “objeto asistente” o
individuo auxiliador desarrollado por Freud2 (1886 -1899) en “Proyecto de una
psicología para neurologos”. Esta asistencia, frente a la vivencia de dolor, evita
el desvalimiento (hilflosigkeit) y la consecuente fragmentación del yo, pero
muestra la regresión tópica y temporal que debe realizar la psiquis para
controlar un conflicto, ahogándolo en la mismidad, imposibilitado de acceso a
una demanda del mundo externo. En “Introducción del narcisismo (1914)3”
leemos que la hipocondría es en la psicosis un equivalente de la angustia en la
neurosis.
La pregunta es: ¿por qué en la psicosis no alcanza el nivel discursivo simbólico
para sostener el conflicto psíquico? ¿Cómo se pasa de poner paños fríos a
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enfermar de un enfriamiento? El trabajo (arbeit) de la psicosis consiste en
construir una neo-realidad convincente para el “delirante” mediante vivencias
hipocondríacas y alucinaciones. La pulsión se expresa en los límites. Para este
joven enfriarse fue el modo de evitar una explosión de sentimientos agresivospunitivos hacia su hermana. La orden materna evitó la descarga en el mundo
exterior de emociones vividas con mucho placer: aniquilar a su hermana,
pegarle, poseerla, humillarla, destrozarla. Todo este imaginario anal está al
servicio de la rivalidad fraterna edípica .Para frenar la acción recurre al uso de
defensas extremas y primitivas: la vuelta contra su propia persona. Sin
embargo ¿qué contra-carga hay que utilizar para evitar que la descarga se
produzca en el afuera?: La fuerza agresiva vuelta contra si mismo llena al yo de
masoquismo y pulsión de muerte. Es concentrar toda la mente en ideas
recurrentes y perseverantes que sustituyen a la esperable rebelión.
Pero ¿por qué un sujeto tiene una regresión psicótica frente a una demanda del
mundo exterior en lugar de sostener y defender su punto de vista? Una
hipótesis estrictamente psicoanalítica: no sólo se necesita la fuerza pulsional
para modificar el mundo exterior sino que la alteración a realizar no tome un
valor incestuoso. Observamos que el joven tiene la fuerza necesaria, pero está
imposibilitado de utilizarla por su connotación edípica incestuosa. Entonces la
vuelta contra si mismo implica seguir siendo el poseedor de su hermana, dueño
de todas las mujeres de su familia y no corre el riesgo de perderlas (Freud
1912-13)4. La vuelta contra si evita el duelo, el reconocimiento de pérdida.
Prefiere ceder un pedazo de su yo y así obviar la angustia de castración. De
ese modo sigue sujeto a la sexualidad y padres de la infancia, renuncia a los
riesgos de la sexualidad adulta. Crecer es tolerar el dolor del desasimiento.
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.En el período de latencia
los niños recuperan la curiosidad infantil
ardientemente explorada en la infancia bajo el modo discursivo de las teorías
sexuales infantiles5 (1908). De ellas se ocupan los niños pequeños. Investigan
las teorías sexuales infantiles por medio del juego6 (el falocentrismo, la teoría
de la cloaca y el coito sádico). En el período de latencia, la curiosidad
construye una nueva formación discursiva llamada novela familiar7 (1909), con
dos estadios significativos: el asexual (el latente desconoce el poder
reproductor del semen y la función de la vagina). Y el sexual (cuando ese saber
se inscribe como verdad). Este saber provoca un crecimiento en el nivel del
pensamiento, la capacidad de deducciones independientes del plano
perceptual o de los sentidos que Freud metaforiza con que la madre es
certidumbre y el padre incierto. Las fantasías vergonzosas de la latencia alejan
a los niños de los padres, producen intrigas y novelas. Evitan la mirada de los
adultos, se cierran puertas. Se va produciendo el desasimiento. Freud8 (1909)
en “La novela familiar del neurótico” dice: “en el individuo que crece, su
desasimiento de la autoridad parental es una de las operaciones más
necesarias, pero también más dolorosas. Es absolutamente necesario que se
cumpla, y es lícito suponer que todo hombre devenido normal lo ha llevado a
cabo en cierta medida. Más todavía: el progreso de la sociedad descansa, todo
él en esa oposición entre ambas generaciones...” El concepto de desasimiento
introduce en la teoría psicoanalítica el valor del afecto doloroso como displacer
necesario dentro del yo, y lo diferencia del afecto de angustia que -consideroacompaña los movimientos de la libido conquistando el mundo erógeno.
“Desasimiento” en la obra Freudiana, es separación de cuerpos, es salida del
narcisismo, es fracaso de la salida alucinatoria como otorgadora de
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sensaciones. Si vivir significa un progreso, debe haber desasimiento de la
autoridad parental y ello sólo es posible si se conquista la sensación de
autonomía que implica separarse de los mandatos superyoicos de la infancia.
El desasimiento es doloroso pues implica un trabajo de duelo, tal como nos lo
expresa Arminda Aberasturi9 (1974) como “trabajo de la adolescencia”.
Progreso es movilidad psíquica, alteración del mundo exterior, exogamia, y la
presencia del sentimiento de dolor es el único ingrediente que permite soltarse
del cuerpo de los padres, a favor de la conquista de sensaciones en el yo
voluptuosas y excitantes para ser grandes. En este proceso no alcanza con la
angustia. Así como el duelo se inicia con el examen de realidad que reconoce
la pérdida del objeto y la imposibilidad de su reencuentro, soportar dentro del
psiquismo una cierta carga de sentimiento de dolor procura autonomía. No se
puede seguir siendo todo bueno, pequeño y sometido a los padres
superyoicos, y para eso es importante soportar un poco de dolor.
Juan tiene 7 años y es brillante en su desempeño escolar, es hijo de padres
ligados muy estrechamente a la cultura y la educación, la escuela era su
segunda casa. Un día se desata una tormenta anímica feroz cuando la maestra
de inglés le pone una advertencia severa al encontrarle en el cuaderno de
clases escritas malas palabras. Era una picardía compartida entre varios
compañeros, cuando entra la seño, los amigos borran rápido las malas
palabras. Juan es el único en entregar el cuaderno con el texto obsceno.
Podemos pensar, la escena de mortificación en lo real introduce en el
psiquismo de Juan un sentimiento de dolor necesario para el desasimiento de
la autoridad. Crea una escisión entre el mundo de los grandes y los chicos. El
sentimiento doloroso obtenido en base a mortificaciones y sometimientos es
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producto de la idealización a los padres. Obtiene el sentimiento de dolor pero
padece mortificaciones narcisistas en los vínculos con las autoridades
escolares. Por lo tanto no obtiene el sentimiento de crecer que viene del
desasimiento, en cambio siente que es culpable de “ensuciar” el nombre del
padre.
Vemos, entonces, diferentes vicisitudes del sentimiento de dolor: tan intenso
que el yo está amenazado de destrucción, o puede ser tolerado y posibilita el
crecimiento, o al servicio del masoquismo que conduce regresiones, etc. etc. El
sentimiento de dolor es una herramienta teórica y clínica orientadora e
insubstituible. Esta investigación del concepto de sentimiento de dolor tiene
como objetivo adicional subrayar la importancia del “desasimiento “del analista
de las teorías, conceptos -y autores- que a veces lo constriñen y someten
consagrando un concepto en detrimento de otro como podría ser el deseo o, en
este caso, la angustia.
BIBLIOGRAFÏA Y NOTAS FINALES
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1
Freud. S. 1929[1930]:” El malestar en la cultura”.Obras Completas traducidas
por López Ballesteros, tomo III, editorial Biblioteca nueva. Pág: 3025.
2
Freud. S: (1886-1899):“El organismo humano es al comienzo incapaz de
llevar a cabo la acción específica. Esta sobreviene mediante auxilio ajeno: por
la descarga sobre el camino de la alteración interior, un individuo
experimentado advierte el estado del niño. Esta vía de descarga cobra así la
función secundaria, importante en extremo, del entendimiento, y el inicial
desvalimiento del ser humano es la fuente primordial de todos los motivos
morales”. O.C. Amorrortu. Pág.362/3.Tomo I.
3
Freud.S. (1914):”Introducción del Narcisismo”. Pág. 65.
TomoXIV.O.C.Amorrortu.
4
Freud. S. (1912): “Tótem y Tabú”. O.C. Edición Amorrortu. Tomo XIII. Pág.1
5
Freud. S (1908): “Sobre las teorías sexuales infantiles”. O.C. Amorrortu.
Tomo IX. Pág. 183.
6
Freud. S: “El creador literario y el fantaseo”. O.C. Edición Amorrortu. Tomo IX.
Pág. 123.
7
Freud S. (1909): “La Novela Familiar de los Neuróticos”. O.C.Edición
Amorrortu. Tomo IX. Pág. 213
7
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8
Freud S. (1909): “La Novela Familiar de los Neuróticos”. O.C. Edición
Amorrortu. Tomo IX. Pág. 213
9
Aberasturi. A.: “Adolescencia y psicopatía: duelo por el cuerpo, la identidad y
los padres primitivos”. Libro: La Adolescencia Normal. Buenos Aires Paidós.
Edición: 1974.
RESUMEN
En el Congreso psicoanalítico de Fepal en Guadalajara (2004) presenté un
trabajo: “Los destinos del dolor en el trauma”. Es un tema que investigo hace
años, el sentimiento de dolor es nodal como concepto de la teoría
psicoanalítica y de la comprensión clínica del quantum de afecto doloroso
imposible de morigerar por la angustia. Un ejemplo es el sentimiento doloroso
necesario para iniciar un trabajo de duelo. La angustia se acerca a la vivencia
de desgarro psíquico sólo cuando es angustia por pérdida de objeto. En el
duelo encontramos anudados los dos conceptos. Cuando angustia y dolor no
se fusionan en la elaboración de un duelo, entonces el destino del afecto
doloroso es transformarse en hipocondría y proceso primario en la psicosis, o
accidente y colisión con el mundo exterior, o en expresiones psicosomáticas.
Muchas veces observamos que los analistas no pueden realizar el
desasimiento de conceptos y teorías, necesario para el crecimiento, tal como le
es necesario al púber desasirse de la autoridad parental.
DESCRIPTORES
-
Sentimiento de dolor - Angustia - Desasimiento –
8
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