FUNDACIÓN VALLE DEL LILI Excelencia en Salud al servicio de la comunidad Número 172 www.valledellili.org ISSN 1900-3560 Septiembre 2010 TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN Sonia Bersh T. MD. - Psiquiatra EDITORIAL En el mundo moderno, donde coexisten la abundancia de comida y una obsesión por la delgadez, los trastornos de la alimentación (TA) constituyen un problema emergente de salud pública. Los TA se consideran enfermedades y por tanto se deben manejar como tal por personal capacitado y entrenado; su origen es multifactorial (existen múltiples factores comprometidos: trastornos de la personalidad, disfunción familiar, susceptibilidad genética e influencia del ambiente), afectan principalmente a mujeres (aunque cada vez es mayor el número de hombres que los padecen) y generan una serie de complicaciones físicas y emocionales que de no ser intervenidas a tiempo pueden desencadenar la muerte de la persona afectada. En la presente Carta de la Salud se describen ampliamente las características de los TA, sus manifestaciones clínicas más importantes, las complicaciones para la salud asociadas a éstos y las estrategias del tratamiento a seguir, para así, como personas no entrenadas en salud y miembros activos de una comunidad estar en capacidad de reconocer tempranamente a posibles víctimas de esta enfermedad que se beneficien de una intervención temprana y adecuada que les permita incluso, salvar sus vidas. Karen Milena Feriz Bonelo, MD. Médica Internista - Endocrinóloga Línea de Atención al Usuario: 6500870 - Bogotá D.C. Línea Gratuita Nacional 018000910383 SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD CONTRARIO A LOS MITOS CONTEMPORÁNEOS Los trastornos de la alimentación NO son “modas”, NO afectan solamente a jóvenes adineradas, NO son causados apenas por la exaltación cultural de la esbeltez y la presión social; NO son un fenómeno cultural de los tiempos modernos y sobre todo: Los trastornos de la alimentación NO son elecciones ni estilos de vida; son enfermedades. Los trastornos de la alimentación (TA) son desórdenes emocionales caracterizados por un patrón persistente de alimentación no saludable y comportamientos de restricción voluntaria de la ingesta, que ocasionan problemas de salud y/o problemas emocionales y sociales. Suelen cursar con preocupación excesiva por la alimentación, el peso corporal, la auto-imagen y el ejercicio; muchos pacientes tienen un temor excesivo a aumentar de peso, y su auto-evaluación está muy influida por la satisfacción o no en relación con el propio peso y silueta corporal. Los TA afectan más a las mujeres, pero ocurren también en los hombres. Las más afectadas son mujeres adolescentes y adultas jóvenes. Se estima que entre 0.5% y 4% de las mujeres padecen o padecerán de bulimia nerviosa y otro tanto de anorexia nerviosa en el transcurso de sus vidas. Entre 4% y 30% de las mujeres jóvenes practican patrones no saludables de restricción de la ingesta y otros síntomas de TA como atracones y purgas. Los TA reconocidos por las guías que los profesionales en salud mental utilizan para diagnosticar los trastornos mentales (DSM IV y CIE-10) son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracones y el trastorno de la alimentación no especificado. La conducta alimentaria no saludable existe en un continuo; el trastorno de la alimentación no especificado es el diagnóstico dado a una persona que no reúne los criterios de los otros trastornos pero que tiene conductas alimentarias inapropiadas y malestar emocional significativo que son nocivos para su salud física y psicológica, y ameritan tratamiento. ANOREXIA NERVIOSA (AN) Se caracteriza por la restricción voluntaria de la ingesta, con insistencia en mantener el peso corporal por debajo del mínimo saludable considerando la edad y la talla. En muchos casos se presenta una distorsión de la imagen corporal; es decir, la persona continúa percibiéndose con sobrepeso, aunque no lo tenga. Casi siempre hay negación o minimización de la gravedad del problema, por lo que hay renuencia a aceptar ayuda, lo que retarda y dificulta el tratamiento. La Fundación Valle del Lili es una institución privada sin ánimo de lucro que pertenece a la comunidad; organizada para ofrecer servicios de salud de alta tecnología a todas las personas sin distingo de su condición socio-económica. Figura1. Criterios diagnósticos deAN (DSV IV-TR) Anorexia Nerviosa DSM-IV-TR A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85% del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85% del peso esperable). B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal. C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporal, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal. D. En las mujeres pospuberales, presencia de amenorreaa; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de estrógenos). Especificar tipo: Tipo Restrictivo: durante el período de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas). Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas). Vale la pena anotar que se está considerando la eliminación del criterio de amenorrea (cese del sangrado menstrual), porque puede haber mucho compromiso tanto físico como psicológico aun en ausencia de ésta. En algunos casos de AN se presentan también vómitos, abuso de ejercicio y de laxantes, es decir síntomas bulímicos. En estos casos los riesgos médicos son aún mayores. LA AN A TÍPICA Los expertos reconocen que hasta en 20% de los casos de AN, las pacientes no tienen o no identifican temor a aumentar de peso. A este cuadro clínico se ha denominado AN Atípica. Las pacientes justifican su conducta alimentaria restrictiva por problemas digestivos, intolerancia a los alimentos o dificultades para comer, y dicen cosas como: “la comida no me pasa”, “se me devuelve”, “sé que me va a caer mal”, “no me cabe…”, “me lleno fácilmente” “siempre he sido muy exigente con la comida…”, “yo como…pero poquito”, “me distiendo…”, “es por el estreñimiento…”, sin embargo hay minimización del riesgo asociado con el bajo peso, y persistencia en justificar y “defender” la conducta alimentaria inadecuada. Además presentan ansiedad o temor ante la propuesta de modificar la dieta. Cabe resaltar que es indispensable que haya un patrón, es decir una conducta consistente en el tiempo, para contemplar este diagnóstico, y por supuesto es necesario descartar otras causas médicas de pérdida de peso no intencional. LA BULIMIA NERVIOSA (BN) Se caracteriza por un patrón alimentario caótico, en el que alternan episodios de ingesta excesiva y períodos de restricción de la ingesta. La ingesta excesiva se presenta “en un corto espacio de tiempo, y es de una cantidad de alimentos superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias”, lo que se denomina atracón. Los atracones incluyen principalmente alimentos de alto contenido calórico (pan, pasteles, fritos, helados, chocolates, dulces), y se acompañan de sentimientos de pérdida de control, culpa, y autodesprecio. La otra característica de la BN es la presencia de comportamientos inapropiados, llamados purgativos, con los que la persona pretende contrarrestar los efectos de la ingesta excesiva; entre éstos están el vómito autoprovocado que a veces surge “espontáneamente”, el ejercicio excesivo, y el uso indebido de laxantes, diuréticos o enemas. Estos comportamientos, contrario a lo que se cree, no son eficaces para evitar el aumento de peso. Figura 2. Criterios diagnósticos de BN (DSM IV-TR) Bulimia Nerviosa DSM-IV-TR A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por: (1) Ingesta de alimento en corto espacio de tiemo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar y en las mismas circunstancias. (2) Sensación de pérdida de control sobre la ingesta de alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo). B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo. C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses. D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporal. E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa. Especificar tipo: Tipo Purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso. Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso. Se incluyó en el apéndice de la versión revisada de la clasificación de enfermedades psiquiátricas (DSM-IV TR), por reconocerla como una entidad clínica independiente. En este trastorno de la alimentación se presentan atracones pero no los comportamientos compensatorios inapropiados de la BN (vómito, abuso de ejercicio, etc.). La prevalencia en la población adulta es de 2%, 8% entre los obesos y 25% entre pacientes que buscan tratamientos para la obesidad. Este es el TA más frecuente entre los hombres. DIAGNÓSTICO El diagnóstico de estos pacientes no siempre es fácil de hacer. En el caso de la AN la excesiva pérdida de peso hace sospecharlo; pero la idealización de la delgadez por nuestra cultura contribuye a que sólo se identifique cuando el peso es ya muy bajo. En adultos es útil medir el índice de masa corporal (IMC) = peso (Kg.) dividido por estatura (metros)². El IMC se considera normal entre 20 y 25, por debajo de 18.5 hay desnutrición y amerita valoración. Así mismo un IMC mayor a 25 indica sobrepeso; y un IMC mayor de 30 indica obesidad. En niños y adolescentes, se tienen en cuenta las tablas de crecimiento (debe tenerse como parámetro la curva de crecimiento en que venía el paciente antes de iniciar el trastorno). Así mismo es importante identificar los otros criterios diagnósticos indicados en la figura 1. Otra pista en la identificación de cualquier trastorno de la alimentación es la presencia de síntomas sugestivos de baja ingesta: Irritabilidad, somnolencia, debilidad, mareos, desmayos, enlentecimiento psicomotor o en el habla, alteraciones en la memoria y la concentración y disminución del producto académico o laboral. Por el contrario la persona con BN generalmente pasa inadvertida, pues lo usual es que tenga un peso normal o incluso sobrepeso, además por vergüenza esconde sus síntomas de los demás, incluso de su propia familia. Es importante sospecharlos para poderlos identificar. Una clave importante es la observación al interior de la familia de cómo es la relación de la persona con la comida. ¿Come suficientemente? ¿Restringe algunos grupos de alimentos? ¿Saca excusas para no comer? ¿Evita comer con otros? ¿Come en exceso? ¿Esconde la comida? ¿Interrumpe la comida para ir al baño, o va al baño inmediatamente después de comer? ¿Se viste con ropa grande? ¿Se queja de “estar gorda” sin estarlo? Deben buscarse los otros criterios diagnósticos enumerados en la figura 2. CAUSAS DE L OS TRASTORNOS DE LA ALIMENT ACIÓN Existen muchos factores que contribuyen al desarrollo de los TA; es decir que no hay una causa única que los explique. Contribuyen factores biológicos, de personalidad, factores psicológicos, familiares y sociales. Biología Cada vez se conoce más acerca de la participación de los factores biológicos. Éstos se manifiestan a través de complejas interacciones hormonales y de neurotransmisores, y de la activación o inhibición en la expresión de genes de sustancias (neuropéptidos) comprometidos en la regulación del equilibrio energético. El peso y la forma corporales están parcialmente determinados por la herencia, y la evidencia indica que hay genes que predisponen al desarrollo de los TA. Por esto, vemos con frecuencia varios casos en una misma familia. Personalidad y desarrollo Ciertos rasgos de personalidad se observan más en personas con TA. Una baja auto-estima, el perfeccionismo y altas expectativas o estándares de funcionamiento personal son algunos de éstos. Adicionalmente, las personas con AN tienden a ser obsesivas, serias, ordenadas, muy disciplinadas y apegadas a las normas, muy responsables y propensas a sentir culpa. Las personas con BN pueden tener problemas en el control de impulsos, la regulación del ánimo y de la rabia. Con frecuencia hay dificultades especiales en el proceso de separación e individuación propias del desarrollo emocional del adolescente, que puede generar más conflicto y traumatismo en unos adolescentes y/o padres que en otros. Sin embargo no todas las personas con los perfiles anotados desarrollan estas enfermedades. Se trata de una conjunción de factores y la situación es siempre compleja. Familiares Existen muchas teorías acerca de la influencia de la familia en los TA. A veces, aunque no siempre, la presencia de un trastorno de la alimentación en un miembro de la familia señala que hay un problema familiar. Se ha descrito que en las familias de personas con AN puede haber dificultades para la expresión directa de emociones, en particular de la rabia, hay altas expectativas de logros o éxito y hay dificultades para ser flexibles. Las familias de pacientes con BN tienden a mostrar conflictos interpersonales más abiertos, mucha crítica o conductas impredecibles. Cada familia se debe evaluar y considerar de manera individual. Cultura La cultura occidental da mucha importancia a la belleza física, y en especial a la delgadez. Esta presión cultural es mayor hacia las mujeres, y afecta más a las adolescentes y puede contribuir a que algunas personas adopten comportamientos alimentarios inapropiados, como dietas excesivas o innecesarias, que pueden salirse de las manos. Sin embargo no todas las personas que ven televisión o leen revistas de moda tienen trastornos de la alimentación; de nuevo se insiste en que se requiere de una combinación de factores para desarrollar estos trastornos. COMPLICA CIONES MÉDICAS DE L OS T A Entre las complicaciones médicas están la desnutrición que puede llegar a niveles graves. Se presenta osteopenia (pérdida de la mineralización del hueso) que puede progresar a osteoporosis, que en personas jóvenes puede afectar el crecimiento, con la consecuencia de una talla (estatura) más baja que la que podría haberse alcanzado. Se presentan problemas dentales y gastrointestinales (gastritis, esofagitis, estreñimiento), alteraciones endocrinas como amenorrea e infertilidad, e hipotiroidismo. Son frecuentes las alteraciones en los electrólitos séricos (sodio, potasio, otros), que en oportunidades pueden tener consecuencias graves para la salud; asimismo se presentan alteraciones en los signos vitales: bradicardia (disminución de la frecuencia cardíaca), hipotermia (temperatura corporal baja) e hipotensión (presión arterial baja). Hay un aumento del riesgo de arritmias cardíacas, que pueden causar la muerte. La mortalidad de la AN es 5.6% por década de padecimiento de la enfermedad. Es la primera causa de muerte entre todos los trastornos mentales, y la primera causa de muerte por cualquier causa en mujeres jóvenes. La preocupación por la alimentación, el peso corporal y las conductas encaminadas a evitar el aumento ponderal, poco a poco desplazan otras actividades e intereses en la vida de las personas afectadas al punto que todo lo relacionado con este tema pasa a ser lo más importante. Descuidan su vida social y afectiva, la vida familiar y/o las actividades laborales o académicas. Hay una preocupación permanente por el tema, y como la paciente no consigue satisfacerse en su objetivo de obtener la apariencia ideal, experimenta frustración, autodesprecio y gran sufrimiento emocional. TRATAMIENTO El tratamiento de los TA es complejo y difícil. Lo ideal es prevenirlos o por lo menos la identificación precoz del problema y la búsqueda de atención médica. El tratamiento debe ser multidisciplinario y multimodal. Deben participar entre otros, profesionales de psiquiatría y psicología, internistas/ pediatras o endocrinólogos y nutricionistas, con experiencia en la evaluación y tratamiento de estas entidades. Los objetivos del tratamiento incluyen ante todo restaurar un peso saludable, entendiéndose por esto el peso en el cual se restaura la menstruación y la ovulación (en las mujeres), se restablece un normal apetito sexual y niveles de testosterona (en los hombres), y en niños: el peso en el que se continúa el normal crecimiento y desarrollo físico. Otros objetivos no menos importantes del tratamiento son: motivar al paciente a cooperar con el tratamiento, educar en nutrición y patrones alimentarios saludables; tratar con psicoterapia y/o con psicofármacos la preocupación obsesiva por el tema, la angustia asociada, la restricción de la ingesta, el vómito, los atracones, el abuso del ejercicio y el abuso de laxantes. Es necesario además tratar los problemas emocionales subyacentes como el perfeccionismo y la baja auto-estima y otros problemas psiquiátricos existentes (por ejemplo, una depresión o un trastorno obsesivo compulsivo), y la disfunción familiar. En oportunidades es necesario hospitalizar al paciente en una unidad médica o psiquiátrica, según el caso. El tratamiento de la BN incluye un manejo farmacológico y la psicoterapia cognoscitivo-conductual. El tratamiento de la AN es más complejo. En cualquier caso lo principal es restaurar el peso mínimo saludable, por medio de una realimentación con un manejo médico-psiquiátrico y de nutrición. Se desaconseja el uso de psicoterapias estructuradas hasta que no haya una realimentación básica y cesen los síntomas y signos de inanición, ya que no son útiles en esta fase. La piedra angular del tratamiento es la psicoterapia de familia, de acuerdo con la evidencia científica. La psicoterapia individual también puede ayudar una vez que el peso se restablece. Existen algunos recursos farmacológicos que son de utilidad en ciertos casos. Es importante la suplementación con multivitaminas y oligoelementos. CURSO Y PRONÓSTICO En general el tratamiento mejora significativamente los síntomas (bajo peso, atracones, vómito, la preocupación por el tema), pero persisten grados variables de preocupación por el peso y la posibilidad de aumentar de peso y algún grado de distorsión de la imagen corporal y de alteración en los patrones alimentarios. El porcentaje de remisión (cese completo de síntomas) en AN es tan sólo de 25% a 50%, y en BN es de 60% a 80%; es decir que para muchos el curso de estas enfermedades es crónico, y requiere de un control médico y psicológico continuado. Entre más temprano se identifique el problema y se instaure el tratamiento, se obtienen mejores resultados. Comité Editorial: Dr. Paulo José Llinás Dr. Jaime Orrego Dr. Jorge Madriñán Dra. Marisol Badiel Dr. Carlos Alberto Cañas Dr. Carlos Serrano Reyes Dra. Sonia Jiménez Suárez Dra. Karen Feriz Enfermera Ma. Elena Mosquera Los conceptos y opiniones contenidos en los artículos de la Carta de la Salud, corresponden únicamente al de los autores y editorialistas. Esta publicación pretende mejorar su información en temas de la salud en general. Las inquietudes que se relacionen con su salud personal, deben ser consultadas y resueltas con su médico. Dirección: Carta de la Salud - Fundación Valle del Lili - Cr. 98 # 18-49 - Tel.: 331 9090 - Fax: 331 7499 - Santiago de Cali e-mail: cartadelasalud@fcvl.org El Diario de nuestra gente FUNDACIÓN VALLE DEL LILI Excelencia en Salud al servicio de la comunidad FUNDACION AYUDEMOS ALICE ECHAVARRIA DE GARCES Espacio Gráfico Comunicaciones S.A. - Manizales Dr. Martín Wartenberg Dra. Yuri Takeuchi Dra. Diana Prieto Dr. Pablo Barreto