Revista ilusirada !itO de las Armas Ministerio del Ej reilo y S ervicios ejé rci REViSTAILUSTRADA DE LASARMAS YSERVICIOS Madrid, Agosto1959 Año XX Núm. 235 — — “Depósito Legal”: M. l6331958. SUMARIO CUÁTRO PASOSMÁS EN LA CIENCIA BAUSTICAHIPERSÓNICA.-IDos satélites cient(ficos militares y do; primeros asteroides), (Pág. 3,)—General’RuedciUreta. LAS RELACIONES HUMANASEN ELEJÉRCITO. (Pág. 11.(—Comandcmte Benito Pellicer, y Teniente Rodríguezde Velasco y SánchezPacheco, LA -RADIOCONTAM1NACIóN DE ALIMENTOSPOR LA CAÍDA DE POLVORADIACTIVO,(Pág. 15.) Comandante I. Banda Egido. ALGO ACERCADE GUERRILLAS, (Pág.21,)—ComandanteSancho-Sopranis y Favraud. LA GUERRAINDIRECTA.(Pág.31,)—TenienteCoronelBatista Gutiérrez. DE CÓMO MENÉNDEZPIbALSUPOENCONTRAR AL CID. (Pág. 33,1—Comandante Gárate Córdoba. LA INSTRUCCIÓN DE TIRO DE LASTRIPULACIONES DE CARROSDE COMBATE.(Pág.37.)—Comondante Sánchez López. CASTILLOSSOBRE LOSPASÓSESTRATÉGICOS DELTAJO, ELDE MALPICARESTAURADO RECIENTEMENTE. (Pág. 45.) Teniente Coronel (retirado) M, López-Castro. DE ETICAMILITAR,(Pág.51.)—Caitán Villalba y Sánchezde Ocaña, — Información e Ideas y Reflexiones ¿HAY QUE DESECHAR EL CARRODE CÓMBATE?(Pág. 55.1—De la publicaciónfrancesa ‘Revuede DefenseNa tionale”, (Traduccióndel TenienteCoronel Mateo Marcos,) LA AMENAZARUSA.(Pág.58)—Mayor A. Bach. (Traducidoy condensadopor la Revistanorteamerican “Military Review”.) LA ARTILLERíA EN LA DIVISIÓNPENTóMlCA NORTEAMERICANA, lPág. 60.1—Teniente Coronel Villalva Aguirre. LA ECONOMIA DE GASOLINA EN EL ARMA ACORAZADA. (Pág, 61,)—TenienteCoronel C. Obson. (Traducción del ComandanteEspaiol Iglesias.) LA TENTACIÓNDELCOMUNISMO.(Pág.64J—ComandanteHogard. (Traducción del Teniente Coronel Ariza.) NOTAS SOBREPROYECTILES AUTOPROPULSADOS, (Pág.68,1—Comandante Ory. LA ARTILI.ER(A EN EL CAMPO DE BATALLAATÓMIÇO, (Pág.71 (—GeneralF, Besancon.(Traducciónde la Redac ción de EJÉRCITO.) NOIAS B.FES (J-ag 75 )—Nueo cainion del Ejecito atneruanc po—Torre de radar en medio dc’ Océano. -E nueo E;eruto dlelná.n ‘- torna io co-1 MOSCO VISTOPOR UN INGENIERONORTEAMERICANO. (Pág. 76,(—B,Roberts,(Traduccióndel Teníente Coronel Carreras González.) DESARROLLO DE LA ACTIVIDADESPAÑOLA. (Pág. 79)—TenienteCoronel Rey de Pablo-Blanco,;1] Las ideas contenidas en los trabajos de esta Revista representan únicam a opinión del respectivo firmante y no la doctrin& de los Organismosoficia Redacción y AdministraciónAkaIó, 18, 3° - MADRID TeIéf 22-52-54 Apartado de Correo - - M1NtSTERIODELEJERCITO ejéreitó • REVISTA ILUSTRADADE LAS’ARMASY SERVICIOS DIRECTOR ALFONSO FERNANDEZ, JEFE DE Coronel de E. M. REDACCIÓN General de Brigada, Excmo. Sr. D. Jasé Díaz de Villegas, Director General de Plazas y Provincias Africanas. REDACTORES General de División, Exciiio. Sr. D. Emilio Afamán Ortega, a las Órdenes del Ministro del Ejército. General de Brigada, Excmo. Sr. D. Gonzalo Peña Muñoz, del Consejo Suprenio de Justitia Militar. Coronel de Artillería, del S. de E. M., D. José Fernández Ferrer, de ‘a Escuela Superior del Ejército. Coronel de E. M., D. Manuel Chamorro Martínez de la Dirección General de Transportes. Coronel de Infantería, del S. de E. M., D. Alfonso Romero de Arcos, Director de la Academia Au xiliar Militar. Coronel Interventor, D. José ‘Bercial Esteban, de la Revista EJáRCITO. Tte. Coronel ingeniero de Armamen.to, D. Pedro Salvador Elizondo, de la Direc. Gral. de Industria. Tte. Coronel de Artillería, del Servicio de.E. M. de los E.E. de Tierra y Aire, D. Juan Mateo Mar cos, de la Escuela Superior del Ejército. Tte. Coronel de Ingenieros, del S. de E. M., D. José Casas y Ruiz del Arbol, del E. Mayor Central. Tte. Coronel de Infantería, del S. de E. M., D. Narciso Ariza García, de la Escuela Superior de Ejército. Tte. Coronel de Intendencia, D. José Rey de Pablo Blanco, de la Dirección General de Reclutamiento y Personal. PUBLICACIO N MENSUAL Redacción y Teléfono Administración M A D R 1 D, Alcalá; 5254 • Correspondencia, Apartado de Correos 317 PRECIOS DE Correspondencia 4.° ADQUISICION Para militares en suscripción co1ectiva por intermedio de lostuerpos Para militares en suscripción particular (por semestres adelantados) Para el público en general por suscripción anual150;oo Para el extranjero en suscripción anual300,00 Número suelto del mes corrientel. Número ¡8, 8,50Ptas. ejemplar. 60,00 12,00 atrasado15,00 Correspondencia para colaboración, al Director. para suscripciones, al Administrador, D. Francisco de de Infantería. Mata Díez, Comandante Cuatro.paso mas en la ciencia balislica hipersóiica.-(Dos-safé Ji/es den /1/fcos ini7ñres ladines más destacados. No es usual en la paz for zar de este modo la máquina, pero es que la época que verirnos disfrutando o sufriendo d€s.e poco des pués de la postguerra, es una cosa qne sin ser la guerra armada, tampoco es la paz. Esta situación internacional de temor, desconfian za y mutua amenaza «disuasoria», de cualquier in tentó de agresión, ha aceerado la fabricación de los proyectiles balístico.s de alcance medio e ínter- - ydospriineros asteroides) continental, los cuales, después de logrados, todo lógico que se intentase logros científicos que tan útiles resultaban General de Aviación, Antonio RUEDA URETA, Director de la Escuela Superior del Aire. El El El El «Escore 1» (18-12-1958).Americano. «Lunik 1»(21-1-1959). Ruso. «Discoverer 1» (28-2-1959). Americano. «Pioner IV» (3-3-1959). Americano. Escribirnos este artículo a mediados de marzo de 1959. Los años 57, 58 y 59 han signiflcado dera revolución mental y científica una verda merced a los avances en el terreno de la balística hipersónica y a los intentos interespaciales más o menos logrados. ¿Se ha saltado realmente la última «barrera» que faltal3a para la conquista del espacio exterior inter planetario? ¿Se ha logrado traspasar la barrera mental que separa lo aeronáutico -J aerodinámico de lo astronáutico y gravitatorio? Parece que sí y que sólo separa a la Humanidad de la meta que hace muy poco parecía un sueño, afinar detalles de «conducción» y aumentar las fuer zas de «impulsión». En la’ fecha que esto escribimos, han sido bas tantes los ingenios lanzados con éxito más o menos completo, varios de ellos como satélites artificiales alrededor de nuestro planeta y dos intentos de co locar satélites lunares, que han ido a convertirse en asteroides artificiales girando alrededor del sol. Nos referimos, claro es, a los ingenios más im portantes o principales; pues los cohetes sondas del espacio de menor importancia, resultan ya por su número difíciles de recordar. De los principales a oue hemos hecho referencia acompañamos una relación al final de este artícñ lo con los datos someros que nos han parecido de mayor interés estadístico. Y de todos ellos, sola mente.siete satélites (uno ruso, el Sputnik III, y seis americanos quedan efl órbita todavía: Explorer 1, Explorer IV, Vanguard 1, Vanguard II, Atlas 1 y Discoverer 1) en el momento que escribo. Además, ruedan por esos espacios interplanetarios el Lunik y el Pioner IV, los mencionados asteroides artificia les alrededor del sol. Hay que suponer que esto y aún más se habría llegado a conseguir de todos modos al paso normal del progreso, tarde o temprano; pero no hay más remedio que reconocer que todo se ha violentado en cuanto’ a su ritmo de consecución, debido al fon do de enemistad y competencia seudomilitar entre Oriente y Occidente, representados por sus dos pa- • • era del emplearlos para esos para real zar el poder militar de los ingenios empleados y camuflar así de empresa científica lo que en reali dad no es más qüe pura propaganda psicológica cómo parte de la guerra fría... Lo cierto es que, por eso o por lo otro,’ el mótor cohete permitió el intento del vuelo fuera del oxí geno de la atmósfera y fuera de su resistencia al avance, con velocidades hipersónicas; la consecu ción de estas velocísimas y poderosas armas balísti cas hizo pensar en la salida a los espacios exterio res y en los vuelos interplanetarios, tomando como ingenios o vehículos espaciales primitivos aquellas armas de guerra. Ellas son la. base de estos pnitne ros vehiculos espaciales sin tripulación humana. -Luego, cuando’ se hayan explorado bien la atmó fera en ‘sus límites y los espacios cósmicos, garanti zada hasta cierto punto la posibilidad de supervi vencia a ‘bordo de unos tripulantes, logrado un mi niino de habitabilidad y confort de vida, resuelto en prmcipio el viaje de retorno y la reentrada en nuestra atmósfera sin quemarse como una «estrella fugaz», es muy probable que los verdaderos y es pecíficos futuros vehículos espaciales tripulados se independicen y caractericen en formas completa mente distintas y constituyan una propia, y total mente diferente «familia» de ingenios interplane tarios. En estos renglofies sólo queremos hacer reí erencia a cuatro de los últimos logros más característi cos y ambiciosos que entre tantos se han destaca-. do; dos de esos logros se. refieren a atélites de nuestro planeta tierra; otros dos señalan los prime ros triunfos sobre los espacios que separan los astros celestes. Vamos a referirnos al «Escore 1» (americano, lan zado el 18—XII—58), al «Lunik 1» (ruso, lanzado el 2-1-59), -al eDiscoverer 1» (americano, lañzado el .28—11-59)y al «Pioner IV» (también americano, lan zado el 3-111-59); especificando lo que van signi ficando cada una de esas conquistas de la ciencia, en cuanto a progreso y también en cuanto van ce rrando día. a día la gran brecha o handicap que tan sagazmente habían logrado los rusos sobre los americanos; en virtud de su estilo de obrar siempre en silencio. Había también por medio la natural necesidad de lograr un proyectil intercontinental que alcanzase hasta el corazón del principal ene migo occidental y rompiese la insularidad america na. Los rusos no tienen bases próximas a Norte américa, como los occidentales tienen bases avan zadas que les permiten alcanzar todos los objetivos del corazón de Rusia solamente con proyectiles ba lísticos (1.R. B. M.) de alcances medios (3.000 a 5.000 kilómetros), más baratos y sencillos que los Inter continentales (1.0. B. M.) y de mayor exactitud de Impacto. Pasemos, pues, al estudio de los cuatro Ingenios que hemos nombrado como de especial Interés para este trabajo. Proyecto Escore, WS 107 A 1, Atlas 1.0. B. M., de la U.8. A. F. (Fuerzas Aérea.s de los EE. UU.). ¿Qué significan estas siglas? ¿Qué es lo que con— tiene este jerogiífico moderno? Mirando hacia atrás en la historia del mundo, se observan estancamientos y repetidones de genera ciones calcadas, gemelas, como hecnas en un mode que pareciese insuperabe, y de pronto se provocan logros que ponen en marcha «mutaciones revolucio narias», soorevienen síntomas de Intranquilidad y desazón; un despertar político, social, esiritual. virulentas revoluciones, crisis, Incluso cismas...; luchas, guerras cada vez más genéricas, continenta— les, mundiales..., y con ellas, por ellas o para ellas (siempre a causa de ellas) la aceeracióñ del pro greso científico, mecánico, industrial y económico. Tres causas principales tenernos ahora çomo pro motoras de este despertar: a) El motor cohete, que posee, como el buzo y como el pez en el agua, una especie de vejiga res piratoria, porque, además del combustib’e, lleva el comburente u oxidante indispensable a toda com bustión (oxigeno líquido o un compuesto oxigenado). Ello le permite «respirar» fuera de la atmósfera terrestre y permitió concebir el salto al espacio ex terior y los viajes interplanetarios ea un vehículo espacial, sueño irrealizable convertido en Intento. posible. b) La adquisición de la energía atómico -nuclear. La poderosa impulsión que con ella podria lograrse permitirla conseguir la ansiada «velocidad de es cape a la gravedad terrestre», que venía teniendo vedado y encadenado todo intento de salirse del predominio de la atracción de nuestro planeta, para ir a sumergirse en el campo predomIante de las atracciones de los otros astros,,. ¡y regresar a casai c) Por último, la tercera causa de la actual re volución científica mundial es, como siempre, la guerra o la cierta posibilidad de ella; el afán de predominio mundial del bando marxista, en el cual se hace tan difícil señalar dónde termina un sano deseo de seguridad y defensa y dónde empieza el afán del imperialismo propio... Todo esto que venimos diciendo se halla conte nido en las siglas o jeroglificos que encabezan estos renglones. Las letras «WS» son las iniciales de las palabras inglesas «Weapon-strateglc», es decir, de «arma es tratégica», en cuya denominación y con arregio a los conceptos y posibilidades actuales, quedan Im plícitamente comprendidos un enorme alcance, un altísimo vuelo, una velocidad hipersónica y una car ga de agresivo atómico-nuclear. El número 107 es el séptimo grupo de la familia de los elementos 100. Entre los «ingenios» de la f a milla 100 están los últimos aviones de altísima ve locidad y cota de vuelo, que empiezan ya a dejar de ser aviones para empezar a ser engendros de proyectil balístico; y los primeros proyectiles baus. -, tícos, algunos de los cuales son todavía más bien aviones sin piloto. e llega así al sépLmo grupo o prototipo de esa familia, el proyecto aei ingeilio in tércontinental «Atlas», de la U. S. A.F. Luego y den tro de ese mismo proyecto Atas, van apareciendo los prototipos A, B, O, y dentro cte ia A, los A-i, A-2... Podemos recordar qe para que un ingenio sea propiamente dicno «avión» tiene que ser aerodi námico, es decir, sostenerse en vuelo por medio de la susteuac1ón que la fuerza del viento de la propia marena crea sobre unas suerflcies aares, y dírigirse o conducirse por medio ce timones que obren por reacción contia el aire de la atmósfera; todo eso impiica «voar dentro del aire» y tener que vencer la resistencia al avance que el propio aire por su densidad presenta, en tanta mayor re sistencia cuanto mayor sea la velocidad (propor cionalmente al cuadrado de la ve1ocidad). Las ve locidades ehipersónicas» serían muy difíciles de lo grar dentro de la atmósfera y serían muy poco prácticas en virtud de la encrme fuerza de impul sión que exigen y por el t’rribie caicntamiento que provoca el fuerte rozarninto del avión contra las moléculas del aire; sobre todo en las capas más bajas, que son las rnds densas; de ahí que se haya ido a buscar para los aviones «supersónicos» las más altas capas y cotas de vuelo. En cambio, para que un ingenio sea propiamente balístico y Iler,e ia tendencia natural de ser hiper sónico y del mayor alcance posible, debe tratar de salirse cua’to antes de las más altas capas atmos féricas, y ‘lar en espacios exteriores lo más enrare cidos p’líbie, en cuyas regiones no habrá nl resis tencia al avance, ni calor por rozamiento y tam poco habré, de sostenerse por sustentación con alas, puesto que allí no hay aire sobre el cual apoyar las alas ni sobre el cual aire puedan obrar los timones. ll ingenio balístico no llevará, pues, alas ni timo— nes, que no le servirían para nada fuera del aire... Se tiene que sosteher este ingenio balístico puro en virtud de las leyes generales de la gravitación universal, que sostienen a los astros en sus órbitas y trayectorias. Haber comprendido eso, haberlo aceptado, haber lo aplicado a los altlsiínos y veloces móvimientos de estos ingenios balísticos hipersónicos, significa el ha ber traspasado la última barrera que quizá le que daba al hombre que vencer para lograr la conquista total de los espacios Interplanetarios a través del cosmos. Así, al menos, parece. Todo eso es, desde luego, una «evasión» del campo aeronáutico y aerodinámico y una inclusión en el astronáutico y gravltatorio (1). (1) Se sostienen en vuelo los ingenios balisticos- super sónicos por un forcejeo y un triunfo de las fuerzas cen trifugas (que se provocan en todo movimiento veloz alre dedor de un centro) contra la atracción de las fuerzas centripeta.s de la gravedad, que tiran hacia ese centro en forma de peso. Si ambas fuerzas se equilibran perfectamente, se pro vocará un movimiento en órbita circular exacta y con velocidad de traslación constante en la órbita; si se compensan no tan perfectamente, pero sí dentro de ciertos límites, se provocarán órbitas elípticas, más o menos El Atlas, proyectil IntercontinentaL VIsta de sus tres motores. El central principal forma cuerpo inseparable. Los otros dos auxiliares se despren den al agotarse el combustible excéxitricas (que funcionarán como «péndulos elípticos»), regulándose el movimiento con velocidades variadas, que tendrán un máximo en el llamado «perigeo» (distancia menor al foco que actúe de astro central de atracción) y un mínimo de velocidad de trasladión en órbita, en otro punto llamado «apogeo» (el de mayor distancia al foco y astro central). Una: de las leyes fundamentales de la gravitación y movimiento de los astro (leyes de Kepler) consiste en la igualdad de las áreas recorridas por el radio vector que une el centro de atracción con el astro exterior móvil en tiempos iguales; o, dicho deotro modo, que esas áreas recorridas por el radio vector de las órbitas son proporcionales a los tiempos empléa dos en recorrerlas. (Guando la distancia al foco de atrac ción sea menor, lo recorrido sobre la órbita tendrá que ser mayor para que se conserven esas áreas en tlemos iguales; luego el astro exterior móvil o satélite tendrá que ir mucho más iápido al recorrer el trozo de órbita en que esté el perigeo y muáho más Ieito al recorrer el trozo da órbita en que eCté el apogeo.) En las leyes de la gravitación, desde hace muchos años conocidas, pero hasta hace muy poco de posible aplica ción por el hombre a sus intentcs astronáuticcs, se funda toda la nueva ciencia y mecánica de los proyectiles ba lísticos hipersónicos y de los vshículos espaciales para elevación de satélites y asteroides artificiales 1-asta su colocación eñ órbita, como también estos primeros inten tos interplanetarios; aunque nos pare<’e que los verda deros vehículos interpiantetarios tripulados, cuando se resuelvan los dos problemas que previamente hay que resolver (habitabilidad y posibilidad de retorno y reentrada a nuestra atmósfera, sin quemarse como un ae rolito), vendrán a constituir una familfá de ingenios hipersónicos, comp etamente aparte y diferente de esta actual de los proyectiles balísticos que se vienen utili zando para los primeros sondeos y recorridbs. Regreso y re-entrada garántizados; habitabilidad y confort mínimo a bordo aceleracicnes progresivas al despegar y desaceleraciones también progresivas al ate rrizar: he ahí las primeras consecuciones que se presen tan como mínimas indispensables antes de pensar en les viajes interplanetarios tripulados. Atlas. - Proyectil intercontinental de las fuérzas aéreas. Pué colocado en tero oomo satélite artificial con él norisbre de proyecto “Score” 5 - 4ii Jrd cm’er)o y t$P9$o - , Es probable que sea incluído este lii genio en futuros experimentos, eno pleánctose el Atlas como vehículo ele vador • Conjurto compieode la carga de la esfera delsatélite.fll diagrame rnuectralaseparacionde l cuarta Çase consumidadatcohete(breche) a a -rutaddecaminohaciasupriçneraórbmtaLa esfera plegadadels télite esexpulsada de -sucompartimento por mediodeun futik e in fiada ceogasmtrógenoprocedented la botellade presmón. - - Estas consideraciones están escondidas •en el je roglífico «WS 107 A-1», que hemos identificado como «proyecto Score del Atlas intercontinental norte americano», de las Fu e r z as Aéreas; primer (1. C. B. M.) logrado por aquel Dais con ese alcance (unos 8.000 a 10.000 Km.), según el peso de la carga nuclear que se incluya en su cabeza de combate y según la potencia cada día mayor de los carbuian tes que se vayan logrando y empleando (kerosenos purificados, combustibles químicos a base de boro,’ litio, etc.; combustión e impulsión atómico-nuclear; impulsión jónica por radicales libres...). Se pretende que el Atlas, empleado como proyec til balístico de guerra, hoy día, con una carga de 5 megatones (equivalente a 5.000 toneladas de TNT.) puede llegar a 10.000 Km. de alcance y- proporcionar una exactitud de impacto dentro de una zona de 50 Km. prefijada (error radial de 25 Km.) a esa dis tancia de tiro intercontinental. También con el «mote» de «Seore» se significa su -empleo como vehículo para elevar satélites arti ficiales; óon la particularidad de que el satélite que elevó el día 18 de diciembre del pasado año 1958 fué su propio cuerpo o estructura total, cuajado de instrumentos de investigación científica, y ‘que to— davía sigue dando vueltas alrededor de la tierra y proporcionando datos e informes en esta fecha de mediados de marzo de 1959. Para este experimento llamado Score (significa «brecha» y también «medida por tanteos y señales») se le dotó al Atlas de un sistema de ayuda al despegue para el alcance máximo, que está constituido por un zócalo inferior en el cual van instalados dos poderosos «motores-cohete» que funcionan al despegar, al mismo tiempo que su motor principal y central, triplicando el impulso inicial. Lleva, ade más, otros dos equeños «motorcitos-Vernier», que sólo actúan circunstancialmente, intermltentemente y a la orden del sistema de bofltiol en el despegúe y del sistema de cónchfcciÓn tan ronto cómo e ini cia i rama cnra de sübid. (que siue a la ini cial vertical de despegue). Cuando los dos motores auxiliares de despegue 6 colocados en ese zócalo inferior han cumplido su misión y han agotado su combustible, se despren den en unión de dicho zócalo; con lo cual el In genio pierde todo el peso del combustible consu- -mido por ellos más el peso de ambos motores y el del zócalo. Eso significa librarse de casi el 80 por 100 de su peso inicial, y es natural que librarse de ese lastre provoque un enorme aumento de velocidad con la sola impulsión de su motor principal central (el cual, ademas, sigue gastando a chorros el com bustible y, nor lo tanto, quitando peso); de ahí la - rápida aceleración de subida que se logra en for ma siempre progresiva hasta el consumo total del - carburante liquido que alimenta a los motores de este ingenio Atlas. Según los datos conocidos, parece que el Atlas, cargado a tope y listo para el despegue, tiene un peso total de -poco más de las 80 toneladas; inclui dos los 500 kilos que como carga máxima de agre sivo puede transportar en su «cabeza de guerra»; pero para alcanzar los 10.000 kilómetros en hori zontal como proyectil de guerra no puede cargar tanto. Sus dimensiones son unos 26 metros de alto -por 4 de diámetro en la base, y es cilíndrico de un solo estadio o piso, con un cono en su vértice u ojiva. Lleva, -pues, casi entero a su «blanco de guerra» o a su órbita como satélite artificial (salvo el zócalo y los motores auxiliares de despegue). Su velocidad máxima de subida es de 17.000 a 18.000 kilómetros por hora (según el lastre-del agre sivo de guerra que comporte o el de los instrumen tos científicos que eleve como satélite) En el ex perimento del 18 de diciembre de 1953, que aún - circula nor esos espacios de Dios, lleva una - velo cidad media de unos 17.100 Km/hora. La inclinación de su órbita es de 45°, una de -las - mayores inclinaciones logradas en los lanzamientos ecuatoriales des-de Cabo Cañavera1 El apogeo de sú órbita es de 1.005 kilómetros, y el perigeo, so lamente de 190; por lo que, como a todos los que no e encuentran más altos de 200 Km, se le /ati cina una corta -vida en órbita. - Respecto a la fuerza de impulsión del conjunto de sus tres motores de despegue, se han dado por algunas informaciones 150.000kilos de empuje y, se gún otros datos, unos seis millones de caballos de vapor... (ambas cosas nos parecen exageradas), y suponemos debe pasar poco flor encima de los 110.000 kilos, si es que llega a ellos. Cubre en su exploración la franja más ancha des de 45° Norte a 45° Sur de todos los satélites ecua toriales. (Los Sputniks rusos eran, aproximadamen— te, transpolaies, y así serán en lo futuro todos los satélites norteamericanos que se lancen desde la ‘base Vandemberg (de California) en dirección Nor te—Sur sobre el Pacífico.) La base Vandemberg se dice que será también la más; empleada para lanzamientos de ingenios In terplanetarios (2). Háblando de los méritos y novedades incluidas en ese Proyecto-Atlas-Score, sería imperdónable no ha cer referencia a una de las principales novedades que han contribuido a su éxito y que puede signi ficar mricho para el futuro, tahto en el terreno de los proyectiles balísticos militares como en el de los -vehículos ‘éspaclales. Nos referimos al• sistema de teledirección desde tierra, que permite conducirlo hasta su entrada en órbita. Igualmente si se tra tase •de un proyectil balístico lanzado contra un determinado objetivo podría ser teleconducido des— de tierra corrigiendo su trayectoria nada - se integran todos los datos correspondientes a la trayectoria exacta que debe recorrer el- ingenio. A su vez, el vehículo Atlas lleva una instalación que va calculando la trayectoria que realmente va des cribiendo, y de un’- modo insta-ntánéo ‘la va trans mitiendo a tierra, mediante radiación de determi nados datos. El cerebro electrónico de la estación conductora lo va recibiendo y en centésimas de ‘se gundo los, compara con los datos que se le habían incluido- de la trayectoria que s deseaba seguir; si coinciden, no hace nada y - deja al ingenio que siga su camino; pero si no coinciden la trayectoria deseada y 1-a que en realidad va siguiendo, en ese casi instanténeo plazo de tiempo ha hecho la com paracióiçi, -calculando la corrección - y dando- la or den al ingenio en vuelo de la maniobra que debe ejecutar - - - la trayectoria verdadera. en vuelo recibe esa orden y elecuta exactameiite la maniobra ordenada por el calculador terrestre, y sigue la trayectoria exata previamente ,deseada. Esa es la grande e importante novedad y perfección incluida en. el Atlas intercontinental americano que se experimentó con éxito en el pro yecto K<Score». El T-3 «LiXnik», primer Hoy día, ya en asteroide artificial 1959, con la reiteración - (ruso). -con que - de aquellas regiones altísimas de la. atmósfera exterior. -No sabemos a ciencia cierta si el objeto de ese gran globo será aumentar la- visión telescópica o aumentar los ecos- - para recuperar - El ingenio - (2) Hay también unos informes que hablan .de una especie de «embalaje» para ser empleado como satélite artificial de la Tierra, el cual embalaje-satélite lleva den tro, entre otros mecanismos, una gran envoltura -de un globo esférico (muy plegada y comprimida), que puede expulsarse al exterior cuando desde Tierra se da la orden por radio-radar, y una vez fuera del. satélite se efec - túa el llenado a presión,. logrando inflarse hasta un tamaño considerable, dada la carencia de presión exterior hasta su or(le o, lo- que es lo mismo, conduciéndole electrónicamente desde tierra hasta que se’ termina toda su trayectoria impulsada. En tierra hay un cerebro electrónico en el eral ‘ - máxima - radar. También se supone que tenga por objeto intentar ensayos de (<regreso o retorno a la tierra» y se trate de experimentar ese sistema (actuando el globo corno frenoparacaídas, pues á medida que fuese entrando el ingenio colgado del globo-y como barquilla, con los instrumentos) en las capas-, atmosféricas cada ves más bajas y más den sas, iría frenando más y más, a pesar de ‘que, debido al aumento de la presión, exterior, el globo iría siendo ceda ez menor; pero podría aumentarse -también la presión de llenado e inflado, si se quería mantener casi constan te su tamaño... En uno de los verdaderos satélites que se tenían pre parados para el Vanguard del aflo geofísico 195’7-1958y .que por las veleidades de aquel ingenio científico «perdió el autobús», iba est-e mismo contenido de un globo infla ble una ver en órbita; pero en aquel jntento, que iracasó, era sólo para aumentar la visión con telescopio. Ahora creemos que en este tipo de satéllte-e’napaque, cuyo diseño incluímos, el objeto debe ser ese otro de «frenado))para recuperar los instrumentos intactos en el regreso, que se efectuará seguramente también a voluntad, orde nado desde alguna instalación .o estación terrestre. encar gada de su observación y control. -2 Y creemos que será ‘con el propio Atlas- con el que se elevará a órbita ese satélite-empaque del globo, cuya 7.3. t,CB.l’i Ruso - estructura metálica o embalaje hará luego de «barquilla Que se suponelanzo de instrumentos», pendiente del -globo paracaídas... ELATL4SíC.B.M.An,encan Se colocó en/rocomaS4-TtLITE el LUi’liK. - .45/erolde5 Solar de/a Tierra; jesando envdcio ‘8700 mil/aadeeIcance /3998A”ns 4.5 tone/o’do’í.dcspueso’eperc’er 263082Kilosdeimpulso 5800O0/ibras lo’ par/e‘nferioráiuxf//drpa0’e/ ComoArma 4/árnica despegue4Icance 6J25mi//as con 5 r,ega Ionesens’ ‘ojiva J(ms(0200 CoinbVER/a/Lo fSP4Cf4L añade Impulso 1359.ooopound cohe/eauxii%irde/d?spegue de52ffÁ’ilosrnas 150.000 Kilos - - - - numerosos satélites de la tierra han ido siendo lan zados y han quedado girando en órbitas más o me nos altas y de diferentes inclinaciones, ha perdido toda su novedad y gran parte de su interés cien tífico este tipo de ingenios lanzados para dar satis facción a la petición hecha por los organizadores del Año Geofísico InternacIonal 1957-58, cuya pe tición desencadenó la competencia ruso-americana y descubrió el estado de la cuestión de proyectiles balísticos Intercontinentales que habían logrado en secreto los soviets. Ahora todos los nuevos esfuerzos se vuelcan so bre consecuciones lunares y apuntan para un f u turo que no aparece lejano, hacia Venus y hacia Marte. En cuanto a salvar la distancia que nos se para de nuestro satélite natural, la pálida y casta Diana, tanto los rusos primero como los americanos en seguida, han logrado sus respectivos triunfos; y son dos asteroides artificiales los ue pasaron fren te a la Luna y fueron a sumergirse en el campo de atracción solar, girando alrededor del astro rey en ói’bltas que ‘prácticamente pueden considerarse eternas... Parec& que ambos intentos lo que en realidad pre tendían era colocar como satélite de satélite aque llos dos Ingenios alredédor de la Luna. Pero la exac titud de dirección angular y de velocidad rema nente que ese encuentro o colocación exige, parece que impondrá’ nuevos estudios y perfeccionamientos en sistemas de tele, y autoconducción, como asi— mismo de aceleraciones de emergencia y de frena dos, provocados a voluntad y en determinados mo mentos desde la tierra; según las circunstancias que vayan resultando, cuando el vehículo !nterpla netarlo haya conseguido pasar la frontera en la cual se equilibran las dos atracciones que sobre él ejercen la Tierra y la Luna, durante su viaje entre ambos planetas. Son, pues, los intentos interplanetarios los que han usurnado ya el interés, más ue por aspiracio nes o pro ósitos científicos, por prestigio internacio nal y por su gran influencia como efectos psicoló gicos en la «guerra fría» entre Oriente y Occidente para atraerse adhesiones de pueblos todavía Inde cisos para alistarse en uno u otro bando de los «enemigos en potencia» ue hoy se disputan el•pre dominio mundial... Una consecución como la del Lunik ruso, que fué lanzado por medio de un proyectil balístico «T-3», mejorado en cuanto a la fuerza de impulsión auxi llar para el despegue (a lo cual es posible que sea a lo que se le empieza a llamar T-4 ruso), hubiera sido considerada como un acontecimiento digno de encomio por la opinión mundial, de no haber exis tido la enemistad actual. ,El enviar un ingenio interplanetario hasta la Luna e Inclúso mucho más allá, aunque por el momento falle el impacto directo o el colocarlo como satélite de nuestro satélite para que nos cuente su historia y retrate la cara oculta, es Indudablemente seña lar un hito en la historia de las consecuciones de la mente y la razón humanas... Esto marca el final de una era y el principio de la’ Era Astronáutica. El prestigio ruso conquistó la «Cinta Azul» con sus Sputniks, uno de ellos de 3.50l kilos, y lo venía 8, conservando hasta el día 18 de diciembre de 1958 en que los norteamericanos lograron elevar y colo car en órbita su Atlas-Score con peso de 4 toneladas, incluídos en ellas unos 500 kilos de instalaciones científicas y ‘con la novedad propagandística de ser un satélite ‘parlante y repetidor de mensajes; en tre ellos un saludo de Navidad y de paz del Presi dente Eisenhover. Hay que decir que el éxito del Lunik ruso elevado con un T-3 de guerra, no ha sido para’ los Estados Unidos una sorpresa como lo fué la de los Sput niks, pues se habían filtrado ciertas Informaciones en relación con ese inmediato intento soviético, ya que varias estaciones amigas de diferentes lugares del Globo, dedicadas a un servicio de observación o escucha radar, hablan interceptado unas extrañas señales de telecomunicación, que después de anali zadas se suponía era Intentos o ensayos de comu nicación a distancias Interplanetarlas que denun ciaban algún intento de ese tipo. Y en efecto, en las ‘horas de la madrugada del 2 de enero del actual 1959 la estación de Hawai avisó que un. vehículo no identificado anteriormen te se alejaba velozmente de la tierra, lanzando las mismas señales captadas en días anteriores en 70,2 megaciclos y con clave desconocida... Por otra parte, tampoco extrañó que la Radio de Moscow, coincidiendo con la celebración del XXI Congreso del partido comúnista y con el viaje de Anastas 1. Mikoyan a los Estados Unidos, se lanzase a la propaganda del éxito interplanetario logrado con el Lunik, al sobrepasar la distancia a la Luna y colocarse alrededor del Sol como primer asteroide artificial del sistema. La órbita del Lunik se estima que quedará situa da entre Jas de Venus y Marte, cruzando, por lo tanto, dos vecés en cada revolución la órbita terres tre, aunque en muy diferente plano, y que tardará unos quince meses de los nuestros en completar una circunvalación completa alrededor ‘del Sol (ese tiempo será su año estelar). No deben «doler prendas» en redonocer que los científicos rusos han sido los primeros en colocar satélites alrededor de la Tierra, elevar grandes car gas y enviar un móvil más allá de la Luna; y tam poco debe encontrarse inconveniente en reconocer esa verdad y su Indudable mérito de primada, cuan to que la raríz o razón de todas ellas es siempre la misma; y que lograda la primera, por el mismo mo tivo era lo probable lograr las otras dos victorias; una simple cuestión de tener resuelto el proyectil balístico Intercontinental ampliamente, al menos en cuanto a «fuerza de impulsión» (ignoramos si tam bién en cuanto a exactitud de dirección. y alcance, de lo cual depende la de impacto). Tampoco debe encontrar resistencia ese recono cimiento de la verdad, porque bien pronto le ha seguido el triunfo exactamente igual del Júpiter— Juno-IV «Pioner» del Ejército americano, también colocado como asteroide artificial alrededor del Sol, después de su afortunado lanzamiento del día 3 de marzo’ de 1959. Ello demuestra que los esfuerzos americanos van consiguiendo realmente cerrar dis tancias, y si, como parece, logran los carburantes de alto poder de Impulsión, se pondrán a la, par en Un Júpiter C con una cáscara o en vuelta exterior y .varios estadios en su vértice envió al Pioner IV de siete kilos de peso más allá de Ja Luna co mo asteroide del Sol. A este .Júpiter modificado se le llamó Juno II la «mcta» que para rusos y americanos señalen las posibilidades actuales de la ciencia y la técnica, y hasta puede que lleguen antes a esa meta Que flO nos atrevemos a profetizar en dónde se encuentra... No- se ha publicado todo lo Que se sabe respecto al «T-3» ruso; y gran parte de lo publicado ha de bido pasar inadvertido para tantos como no tienen su atención fija en estos tan importantes aconte cimientos y logros, de los que puede depender tanto el triunfo de la ciencia humana como la ruina y hundimiento de la civilización y la Humanidad por muchos, muchos años; si se emplean todos estos logros, unidos a la energía nuclear, como átomos para la guerra, en vez de usarse como átamos para la paz. Lo cierto es que se posee bastante información sobre las características generalés del T-3 soviético y sobre su fabricación ya en las primeras serles; incluso hay ciertas noticias de otros ingenIos que lo superan y que se hallan en periodo de experimen tación con los indicativos «T-4» (A y B), que pu dieran ser simples aumentos del alcance del «T-3» mediante adiciones de ayuda al despegue en cuanto a motores auxiliares. Sin embargo, hoy nos ocuparemos concretamente. del «T—3». Se sabe aue su longitud es de 36,5 metros, y. que empleado como proyectil intercontinental de gue rra, que fué su fabricación inicial, puede transportar una «cabeza de guerra» (atómica) de 5 megatones (equivalente a 5.000 toneladas de TNT.) hasta unos 14.000 kilómetros de distancia o albance. Está constituido por dos cuerpos empalmados, ca da uno de los cuales tiene su propio motor-cohete; y un tercer cuerpo, que es el verdadero vehículo espacial y que va colocado en el vértice, en él pues to que debería ocupar el cono o «cabeza de guerra». Ese vehículo espacial pesa unos 1.469 kilos (incluí dos 361 de instrumentos científicos que lleva a bordo). Después de todas las impulsiones sucesivas de los dos estadios, cuando terminado el combustible se han ido desprendiendo las sucesivas fases y se que da ya el vehíulo espacial volando solo y en virtud nada más que de la velocidad remanente adquirida en una trayectoria puramente balística, su veloci dad es de 39.560 Km/hora, con cuya velocidad, a la distancia a que ya se encuentra de la Tierra y lo múcho menos sensible de la gravedad terrestre, le resulta muy suficiente para alcanzar aquella «fron tera» en que se equilibran sobre el móvil las atrac ciones terrestre y lunar (en proporción a sus ma sas e inversas del cuadrado de las distancias MóvilTierra y Móvil-Luna). Una vez traspasada esa «frontera de equilibrio», se comprende que, puesto que entra en el campo predominante d.c la atracción o gravedad, lunar, con la mayor aproximación a la Luna aumentará . - - - - - - cada vez más su atracción, que actuará como un motor que tirase del Móvil. Su acercamiento hacia la Luna equivale a una caída sobre ella, sí vá en su aproximada dirección, o en una caída tangeñ cial parabólica, si va a pasar lo suficientemente cerca de la Luna para que ésta lo atrape como sa télite suyo antes de que aumente tanto su veloci dad de caída o aproximación, que llegase a provocarse la «velocidad de escape» a la atracción lu nar; si se verífica este «escape», será atrapado por el Sól. Al motor o «banco de hiotores» del cuerpo prin cipal que produce el empuje para el despegue se le achaca una impulsión de unos 265.800 kilos; y se ha dicho que el sistema añádido de auxilio para ésa operación del despegué inicial incorpora 5.200 kilos más de fuerza; se constituiría, si eso es ver dad, una fuerza totál de 270.000 kilos, que no nos atrevemos a decir que nos parezca exagerada, ya que otros informes le achacan un total de 300.000 kilos de impulsión. Tal vez, como- hemos dicho, sea esa combinación la que constituye el «T-4» Que se dice en experimentación, y el lanzamiento del Lu nik sólo sea un intento de aprovechamiento de las pruebas de ese sistema. Creemos Que el poderoso y afortunado ingenio fué lanzado desde una base secreta, que ciertos infor mes localizan en el desierto de Ust-Urt (al Este o NE. del Mar Caspio). En una de las fotos que se acompañan se ve un diseño del «T-3» comparativo con el Atlas norteamericano; ambos son 1 C. B. M., es decir, proyectiles balísticos (hipersónicos) inter continentales. 9 — Los 270.000 (o los 300.000) kilos de impulsión al despegue, en menos de .cuatro minutos, lograron imprimir al Lunik una velocidad de unos 24.135 kilómetros por hora; en cuyo momento y agotado el carburante de la primera fase o cuerpo principal, se’ desprendió éste (constituído por el «T-3» de gue rra) y empezó la combustión de la segúnda fase. produciéndose enorme aceléración por la pérdida del peso del combustible consumido y por librarse de todo el lastre del cuerpo principal; al terminarse la combustión del carburante de la segunda fase, el vehículo hbiaogrado una velocidad de 39.560 Em! hora, máxima acumulada, que, como ya dijimos, habría de bastarle para «pasar la frontera» e in cluso resultó excesiva, si el propósito era colocarlo como satélite de la Luna y no como asteroide al rededor del Sol (que es lo que en definitiva re sultó). Esa velocidad de 39.560 kilómetros por hora son unos 11 kilómetros por segundo, lo cual supera am pliamente a la llamada «velocidad de escape» res pecto a la atracción o gravedad terrestre a la dis tancia a que entonces se hallaba va el Móvil. Esta denominación (velocidad de esespe) es una, manera de expresar el hecho de poder llegar a cruzar «la frontera» de equilibrio de atracciones mutuas entre dos planetas. Ningún vehículo lanzado al espacio interpianeta ri deja nunca de estar afectado y sujeto a la atrae ció.”. del Sol y a la de todos los cuerpos celestes del siste.na solar; lo que ocurre es aue. por la relación de las distintas masas y sobre todo según sus dis tanelas a todos esos cuerpos, siente de una manera predominante y decisiva las influencias de algunos (solamente por mayores masas o por más próximos) y, en csmbio, -de una manera casi insensible las de otros muchos... Por eso, estos probleloas se sue len ‘redncir al Móvil y a los dos cuerpos celestes más notablemente influyentes, y así se simplifica a lo qu se llama «problema de los tres cuerpos», que ya de por sí tiene bastante complicación. De este mcdo, un móvil no se escapa a un cuerpo que lo teníL aprisionado, sino para caer prisio5ero de ótro nuevo predominante. Nunca será libre. SAPELITES flICI.tLES Eatrioula 8111-57 DE LA 215211 Y ISIIGTJLI3 5221712L58 (1325202152 );LISTA EL 15 EARZO1959 Vehículo - Nontre A las veinticuatro horas de disparado se hallaba el Lunik a unos 284.000 kilómetros de distancia de la Tierra; o sea que llévaba recorridas las cuatro quintas partes de su viaje hacia la Luna; y todavía se escuchaban sus señales de situación e identifica ción y sus mensajes cifrados: cue hasta ahora no han podido descifrarse por los norteamericanos, pe ro que proporcionaron nuevos datos sobre las po sibilidades de los alcances y circunstancias de las transmisiones interespaciales luego comprobadas con ocasión del afortunado lanzamiento del «P10ner—IV» con el «Júoiter-,Jüno II.», del Eército ame ricano el día 3 de marzo de 195 (segundo asteroide artificial). La línea que separa los campos predominantes de las atracciones Tierra o Luna sobre el Móvil la traspasó el Lunik ruso con una velocidad todavía rema nente de unos 9.000 kilómetros hora, ue vino a resultar excesiva para ouedarse o colocarse como satélite lunar; ues á partir de ese momento y por efecto de la atracción lunar empezó nuevámente a aumentar hasta provoóarse la «velocidad de escape» a la gravedad lunar demasiado pronto; escapó, pues; a ella y cayó en el pozo de la gravitación solar..:, como le ocurrió, en su momento, al «Ploner IV» americano... La órbita lunar la trasnasó el Lunik a eso de las seis de la mañana el día 4 de enero, a una dis tancia de la Luna de unos 7.500 Km. y con una ve locidad mucho mayor que los 9.000 Km/hora con que había entrkdo en el campo de predominio de la atracción lunar. Probablemente no se volverá a saber nunca más nada del Lunik ruso ni del Ploner amerlano pero al menos no son ya las insignias soviéticas de la hoz y el martillo las que giran con justo orgullo, solas, alrededor del astro rey paseando un exclusi vismo comunista, sino que las acompaña la estrella norteamericana como un contrapeso o simbolo de lo que ocurre dentro de nuestro planeta, entre esas mismas dos tendencias o conceptos de la vida tan completamnte opuestos «comunismo marxista» y «democracia capitalista». ce-sun ELevador (Proyoctul SPD(-I PucIa del 8 ingemio) T-3-(vu o)5I0 i) 81) loanie’ 4-l57 3.1l7 o focea del 8’anaíiodel 2, cli Sa 8].i e e Esfe”lcO Cilíndrico peso en’ Eiloa _______________ 18-0 ) 311-58 Çclodrso 266_0.5 ])I7)iYii—53 Es°er_cs 9 16 1t50 escand en JUPI’— 52810855—II ) —í a ) 2o—3— 8 (‘rio8.rsco 2 66015 17 —izso)(i 1 8 T .5—5-58 co leo 3 96—base 1 87 1.327 p-85:95 f 665-5T un -5Tf i26_7_58 clíeorcoo 266—0 15 It 52L111E17eT&,oseeploten ston6-a s <emeoe cc, 1-.non e de 1 ZEI’Á — 9CN! 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San vIere LemioPilotado ,csnunmotor 7otenteterrestre , se esjssya queseael Prirser 2,ttiite PilotadojqUese lance,se variosvueltasco ArbOle exterior’ 8 Za atreísfera terrestrey jue5o planee,sfectrí6le ro—entreda sin querersey ciernes ocirnar proviacests det5rcrineds. 8311-58 ‘ÇPe ELPL0BSR-I ]_Jipiter_C (i anio3 cc8e al1ó al Ejercoto 52110852—111 Jupitor—C(iR t BM — y 1 as relaciones humanas én el Ejreito Comandante de Intendencia, José BENITO PELLICER, y Teniente de Intendencia, Maílano RODRIGUEZ DE VELASCO y SANCHEZ-PACHECO, de la Pagaduria y Caja Central Militar. El progreso de las ciencias ha dado un impulso gigantesco a la civilización. La vieja discusión de si el progreso material corre parejo con el perfec cionamiento espiritual no anula el hecho de que muchós grupos humanos han alcanzado un nivel de vida material insospechado. El avance de la técnica discurre en progresión geométrica de deslumbrante porvenir, pero también ha creado enfermedades que no existían en el pa sado: desconcierto, inquietud, desconfianza y otros problemas que han complicado el alma humana, modificando la psique del hombre. El milagro de la ciencia ha dotado al hombre cómodo vestidó y. fácil alimento, ha creado una máquina que trabaje para él y un vehículo que lo transporte. Ha heóho desaparecer su aburrimiento y ha matado la ántigua soledad material en que parcialmente vivía, situándole ahora en medio de una selva de instrumentos y personas que lo man tienen ocupado todaslas horas del día. Esta impresionante alteración ha originado en el ser humano una intensa vida material. El conjunto de trabajo material e intelectual, de vida de nervios, de guerra de ideas, de orgullo y grandeza mental han formado un hombre verdade ramente difícil; cuya alma por lo menos debemos hacer que sea lo menos inescrutable posible. En términos generales podríamos exponer cón tres ideas la situación actuál del «psique» humano: No se conoce a sí mismo. Conoce menos que nunca a los demás. Confía demasiado en la máquina. Las tres ideas están bastante•—coordinadas. La ter cera es una consecuencia de las dos primeras. No se conoce a sí mismo ni conoce a los demás, y él lo sabe. En igualdad de casos actúa de diferentes ma ñeras, y esto le conduóe a un gran desconcierto. No ha encontrado explicación material alguna de esa diferencia, pero tampoco se ha detenido mucho a examinar sus factores. Respecto a la máquina, diremos que, siempre exac ta e imperturbable, en ella descansa la seguridad de ese hombre. Nunca se queja ni nada, y cuando muere lo hace co,i silenciosa agonía. FIn ella, las matemáticas nuflca fallan, y hasta cierto punto sus resultados serán siempre conocidos de antemano. Es su orgullo, algo que trabaja sin equlvocarse, siendo la confianza en ella tal, que se ha pensado en sus tituir completamente al hombre, a ese hombre que puede actuar de diferentes m a n e r a s en iguales casos. Pero ¿por qué el hombre observa diferente con ducta en casos iguales? ¿Por qué los resultados son distintos cuando el subordInado en ciertos casos, in térvlen,e en la decisión del jefe? Sencillamente, por que ese «hombre nó estudiado» vive, siente y pien sá, y circunstancias, despreocupadamente no anali zadas, pueden cambiar enteramente el rumbo de ati — — - pensamiento y acción. Será preciso conocer ent’on’. ces lo que siente y lo qué piensa, cómo actuaría si se le aplicasen las normas A y B, para conseguir un resultado C, y cuál de las dos sería mejor. Este problema no es moderno, pero su magnitud sí lo es. Conocedores los dirigentes de las Empre sas públicas y privadas de la necesidad de aplica ción del estudio humano a la técnica, tanto en la producción en sí como en la Administración, vuelven hoy la cabeza con ansiedad a una vieja ciencia que ayuda a la solución de estos problemas: la Psi cología. Desde hace varios años, gran número de países se preocupan de que sus Administraciones Públicas mejoren la eficacia de sus sistemas, colo cándolas a la altura de las nuevas necesidades y dotándolas de los medios precisos nar’ hacerlas lle gar a su objetivo de «servicio público», ya que el bienestai del ciudadano y la prosperidad y seguri dad del país, dependen en- gran parte de su orien tación y eficacia. Para llégar a este fin, la Administración P’iIlca puede aprovechar una serie de Iniciative s ‘esarro lladas en el seno de las empresas privad y fun damentalmente los principios y las.téC icas de la organización científica y humana del t abajo. Toda organización, y más aún, tor’ reorganiza ción, plantea grandes problemas h17.nanos. La efi ciencia de un sistema depende prncinalmente de la calidad, actitud y conocimiento de las personas que Intervienen. El éxito de la r forma dependerá de cómo sea acogida por el per onal afectado por ella, y téngase en cuenta que ccntra lo que a veces se cree.- con la racionalización y la mecanización, la importancia del factor «ho’.nbre» no disminuye, sino que aumenta. Ya dijo alguien que la máCuina debe ser tratada como máquina y el hombre como hombre. Se han desenterrado las .viejas teí,rías psicológicas para crear una ciencia un poco nueva o por lo menos con nuevas aplicaciones, qu nueda prestar grandes servicios al Estado y a lar empresas privadas. Así, hace ya algún tiempo que l Psicología y Sociología Industrial suenan mucho como ciencias de corrien te aplicación. En los Estados Unidos ha llegado a ser tan Im portante esta materia, que sus estudios har lle gado a constituir verdad rras profesiones. En las em presas americanas es 1recuente ver que la -cabeza directiva suele recaer en una persona procedente de Letras y Humanida des, especializada en los es tudios del ser humano, o bien cuya solveíicla o «salud» psicológica es sobradamente reconocIda. La selección, dominio y conocimiento del perso nal a sus órdenes,ser’In así los adecuados, y de ese personal es precisamnte de quien depende e.l reí» dimiento, éxito o frlLcaso de la Organización. Los títulos técnicos tales como ingenieros, peritos, et cétera, están relegads a ejercer cargos de segundo ., - - - -- 7T 11 - orden, al mando de sus respectivos departamentos o como asesores de. ese individuo que «todo lo sabe». En España, en la acVualidad, estos estudios están adquirlendó ya cierta importancia, y algunas em presas privadas se afanan en capacitar en la ma teria a sus empleados, a partir de un cierto escalón jerárquico. En lo que se refiere a la Administración Pú blica, la Presidencia del Gobierno, con el fin de in teresar e invitar a la reflexión de estos problemas, ha organizado en su Centro de Formación y Per feccionamiento de Funcionarios una serle de cursos muy bien orientados y desarrollados. A estos cur sillos, en plan de seminario; asisten funcionarios de todos los Departamentos Ministeriales, Interesados y afectados por los temas discutidos, que intercam bian sus diversas experiencias, aspirando no sólo a llevar a la práctica una Iniciativa rica en posibi lidades, sino a ofrecer un cauce para las Inquie tudes de los que, dentro de la Administración Pú blica, se preocupan por mejorar su efiac1a. Uno de los cursos más interesantes que en la ac tualidúd se desarrollan es el de Relaciones Huma nas en la Administración PúblIca, al cual han asis tido los autores de este asticúlo y en el que se exponen los caminos de solución a ese tremendo problema humano. que, al parecer, tiene planteado hoy toda Organización. Consideramos de gran interés los conocimientós que nos brinda la ciencia psicológica al ser apli cada a las organizaciones humanas, y creemos que en el Ejército pueden ser fecundos los estudios y aplicación de estos conocimientos. Podría parecer, en un principio, que las carac terísticas peculiares que implican, por una parte, las jerarquías, y, por otra, las relaciones entre man do y subordinados, revisten a la Organización Mi litar de una coraza que la hace inexpugnable a la Introducción de tales ideas; pero, en la actualidad, son conceptos ya muy superados aquellos de que el mando no necesita dar nunca explicaciones y que las cosas se hacen porque sí. Un Jefe que, mediante los adecuados conoci mientos, haya adquirido buena «salud psicológica», sabrá oenetrar en los factores y estímulos que han intervenido en la decisión del individuo, analizando todas las circunstancias. Conocerá el momento opor tuno en que su Unidad o Dependencia pueda opo ner menós resistencia mental a una orden o con tiaorden necesaria, y sabrá también ctiándo una explicación a sus subordina’os puede ser tomada como signo de debilidad o cuándo puede ser impres cindible para la eficacia del p1an por él adoptado, al hacerles sentir su Intervención en la decisión .aue lo motIva. He aquí un amplio campo de meditación y es tudio para todos los mandos de nuestro Ejército, al que’ deseamos contribuir con las Ideas genera les que a continuación se exuonen. CUALIDADES DEL MANDO Teniendo en cuenta la couiplejidad del equilibrio hombre-trabajo, se comurende la dificultad de con- seguirle• sin analizar previamente los diversos fac tores que lo condicionan, subdividiéndolos y reali zándolos en todas sus nartes, para no enfrentarnos desde el primer momento con toda la dimensión y complejidad del problema, aunque sin olvidar la interdependencia de tódos sus factores. Suele objetarse que el mando de hombres es, an te todo, un arte. Así es, pero aún este arte necesita la utilización de una técnica, que es ureciso ense ñar, para que un considerable número de mandos, quizá no geniales, pero sí dotados de unas míni mas aptitudes innatas, hasta desconocidas nor ellos mismos, lleguen más fácilmente a dominar el di fícil arte de mandar hombres. Sin dóminar la técnica del dibujo, del color, o las leyes de la armo nía musical, difícilmente se llega a ser artista, aun cuando, excepcionalmente, ciertos genios, es decir, hombres superdotados, hayan podido—hasta cierto punto—prescindir de un aprendizaje lento y sistemático de ias técnicas necesarias para poten ciar su temperamento artístico innato. La adaptación dei hombre a la tarea es una de las condiciones para la eficacia de los estímulos y, por tanto, para el consentimiento de servir. Esta adaptación incluye los tres aspectos principales si guientes: Orientación profesional. Selección profesional. Formación profesional. En el aspecto de relaciones humanas, y para co nocer cualquiera de sus problemas, hay que for marse idea, como hecho fundamental, dó la propia manera de ser del individuo, y se ha de procurar comprender su conducta, que no será otra cosa que el conjunto de reacciones a los estímu’os que recibe del medio. Los individuos se diferencian: Por sus aptitudes y por su temperamento y carácter. Por otra parte, la conducta denende no sólo de los estímulos que recibe el sujeto y de sus aptitu des y carácter, sino de los fines que se propone. El hombre reacciona ante una circunstancia, on sus aptitudes y su carácter, en vista de sus fines. Por el hecho de tener fines, la conducta tiene sentido y puede ser interpretada. HábIto se llama a la formá de óbrar por reflejos (sin intervención de la voluntad)., y, generalmente, se refiere a movimientos musculares. En su mayor parte se trata de respuestas automáticas, siendo mínimas las verdaderas decisiones. Actitudes (prejuicios) son las tprmas generales y constantes (estereotipadas) de interpretar una si tuación y reaccionar ante ella. Estas actitudes condicionan las opiniones. Es el punto de vista previo y médlante. el cual se puede conocer por anticipado la reacción d una persona y comprender su conducta. Situación, aptitudes, temperamento y carácter, hábitos, actitudes y fines, son, por tanto, los datos fundamentales para definir una conducta. La avtitud es solamente capai’idad para hacer algo. Torios los Individuos tienen o poseen las mis mas aptitudes básIcas. pero en distinto grado. El carácter y temperamento son dff oiles de me dir, pues se refieren más bien al conjunto de la personaitdad, con sus reacciones globaies, pudiendo ser clasificados, pero no, medidos (1). Como fines fundamentales de la conducta, se en cuentran: La autoconservación (satisfacción de necesidades biológicas, seguridad, defensa, etc.). La autoafirmación (conocimiento, actividad. a.ven tura, creación, etc.). El contacto humano (amistad, amor). El préstigio social, Cuando la conducta alcanza los fines propuestos, decimos que es satisfactoria, y cuando fracasa en la consecución de un fin, éste puede ser’ sustituído por otro. Pero el fracaso puede resultar inasimila ble para el Individuo, y entonces la «conducta frus trada» se caracteriza por su agresividad. Una vez conocida a grandes rasgos la conducta del individuo aislado, hay que tener en cuenta que normalmente no trabaja solo, sino en grupo y sub ordinado a otros individuos. Su comportamiento y eficacia dependerán de ‘su adaptación al Grupo y sus satisfacciones o insatisfacciones más profundas se engendran por sus contactos personales. Toda organización tiene una estructura legal, a la que se incorpora el, funcionario al ser nombrado, pero, en realidad, a lo que se incorpora es al grupo humano que forma con sus compañeros, ‘con los que está en contacto diario. y con su jefe directo. Este grupo surge espontáneamente del contacto cotidiano con cierta estructura funcional, lo que significa’que cada individuo ocupa un puesto determinado y que cada puesto supone una función especializada y un determinado prestigio en el grupo. La primera función que aparece en la estructura es la función dlreótiva, y la función primaria del Jefe es la de decidir en nombre del grupo. Es la autoridad la característica del mando. Tanto el último subordinado como el más alto Jefe, forman parte de ese conjunto humano, que, al igual que el Ejército, tiene una organización for mal (legal), que se expresa en orgañigramas y re glamentos. Pero el grupo real al que se incorpo:a el Individuo es el grupo espontáneo que forma con sus compañeros de trabajo y su jefe directo. A esto se le llama organización informal (esrontánea), i se extiende a la misma área que la organización formal, existiendo, aún en los. escalor.es más altos de dirección, grupos espontáneos y problemas hu ,manos. La organización formal tiene por objetivo ex-. preso la eficacia del servicio con espíritu de equipo, moral y colaboración en’ loi principios básicos, para la buena integración del’ individuo en la organiza ción. La organización espontánea tiene por objeto Im plícito la satisfacción, la seguridad, el Interés y el prestigio de sus miembros. Si. coinciden los objetivos de ambas orgaiLzaclo nes, habrá una moral alta de trabajo, de la que resultará una eficacia en el servicio y la satisfac ción de los funcionarios; pero si se oponen estos objetivos, entonces tendremos una organización des moralizada, ineficaz en su funcionamiento e lnsa tisfactoria en sus resultados. La coincidencia u oposición dependerá fundamen talmente del Jefe del Grupo, ya que en él se crusan las dos organizaciones. Por un lado, puede lle. gar a ser el Jefe espontáneo dei grupo que forma con sus subordinados, ganándose su confianza y colaboración. El Mando medio es la clave de la moral en el trabajo y pivote de su articulación. Llegados ya a la función de mando, podremos considerar tres apartados: A) Cualidades personales del mando. E) Política del mando. C) Dificultades del mando. Estos tres apartados podrían resumirse, diciendo que para que una persona sea un buen mando es necesario: 1.0 Que tenga cualidades para serlo. 2.° 3° Que ‘Que tenga le dejeninterés serlo. en serlo. A) Cualidades nersonales.—e han hecho infini-. dad de estudios, encuestas y análisis, para tratar de llegar a conocer las cualidades que debe reunir un buen mando. Con todas las opiniones obtenidas, incluso las diferentes y discrepantes, se podría es ablecer: 1.0 Decisión, iniciativa, responsabilldad.—Decidir es la función principál del mando. Decidir implica, en cierto modo, adelantarse a los demás en prever las posibilidades. La iniciativa implica confianza en sí, mismo, para enfrentarse con la responsabilidad (seguridad), e Implica, sobre todo, aceptarla.por los resultados de las decisiones. 2.° Inteligencia. Capacidad profesional. Experien cia profesional.—Hay que disponer de un cierto ni vel intelectual, no inferior al de los subordinados, y de un dominio técnico, derivado de los conáci mientos profesionales y de lá experiencia. 3.° Actividad. Vigor físico. Capacidad de traba. jo.—El ejercicio del mando exige una actividad y tensión constantes, apoyados en bases fisiológicas firmes. A nadie se le oculta que en determinadas condiciones de estado físico no se pueden aceptar puestos de mando activo. 4,0 Euiiibrio emotivo.—Ya que la responsabili dad pesa, le será preciso un equilibrio emotivo ex terior (control), así como interior, toda vez que sólo un hombre sereno puede Influir sobre los demás. Con este equilibrio se conseguirá tener coordinadas la serenidad, flexibilidad, constancia de humor, op timismo, etc. 5° Integridad moral.—Abusar de la situación en provecho propio, mentir o disimular, para escapar a (1) Por la caracteriología del individuo, encontraría una responsabilidad, hacer promesas a sabiendas dé mos: ‘Introvertidos y extravertidos (Jung)’ (vida dirigida al que no se pueden cumplir, incapacita para el mando interior o al exterior). 6.° Aptitud para el trato humano.—Esto implica Esquizotímicos (asténicos) y ciclotímicos (pícnicos) interés por. los subordinados, tacto fácil, simpatía, (Kretshxier). Nerviosos, sentime’htaies;coléricos apasionados, sanguí facilidad de palabra, saber hacerse entender. El mando que no tenga don de gentes tendrá un gran neos, flemáticos, amorfos y a.píticos (Heymans). Controlados, histeroides, maníacos, exaltados, depresi problema de preocupación para desarrollar su mi sión. vos, autistas, paranoides y epileptoides (Rosanof). . ‘ —. 13 Sentido práctico.—Áptitud tan difícil de definir como fácil de comprender. Sentido de la rea lidad, oportunidad, prudencia, flexibilidad, etc. 8.’ Capacidad organizadora.—lJn nando incapaz de organizar su trabajó y e de los demás es com pletamente ineficaz. }‘uede despegarse mucha ac lividad y conseguir muy poco. Según la clase de trabajo que tiene que desarrollar, así será la ca pacidad que se precise. B) Política del mando.—La autoridad se recibe con el nombramiento, pero, a la vez, es el margen de confianza y colaboración que le conceden sus subordinados y que ha de conquistar. E:L Jef e, como Jefe de un grupo, debe conocer e interesarse por los problemas individuaes y colec tivos del mismo. Debe conocerse a sí mismo—según Sócrates, es el principio de la sabiduria—, pues to das las características enunciadas anteriormente son adquiribles o mejorables, y hasta la taita de inte ligencia se puede compensar con el asesoramiento. Lo principal es reconocerse la falta de conocimien to, pues si se considera él mismo como un Jefe per fecto, nada hay que hacer. Ls preciso un profundo examen de conciencia periódico, para sacar las con secuencias oportunas, en cuanto al mejoramiento de tas condiciones de mando. Podemos igualmente señalar que el Jefe debe ser ejenplar, debe decidir y asumir responsabilidad en los asuntos que interesan al grupo y debe; al en frentarse con un problema, tener en cuenta la si tuación total y sus repercusiones, pensando que en el grupo todos los problemas son solidarios. Esto es difícil y normalmente no se tendrá tiempo para prever cómo va a repercutir la decisión tomada. Igualmente, se debe estimular, más que castigar; constituyendo esto. la clave del éxito, porque si el grupo pierde la confianza que en él depositó, en cuanto vUelva la espalda, o se ausente, nadie hará nada de provecho. Nada tiene que ver esto con que el Jefe Sea poço o muy exigente, que sea duro o. blando; lo que el grupo quiere es que sea justo, rechazando al Jefe que no lo es, o al que rehuye las responsabilidades de su puesto. No basta, por tanto, que dicte órdenes, es nece sario que consiga la colaboración activa en el cum plimiento de las mismas. Por otra parte, toda or— den que introduzca cambios én .ias costumbres, en el funcionamiento o en -la estructura del grupo, tro pezará yconla lacolaboración resistencia mayor, de éste. según La resistencia será menór la confianza .‘ • - • . que el grupo tenga en el Jefe; si se le ha dado previamente una información concreta, que haya creado la debida confianza, y si el grupo ha parti cipado en la decisión de la orden o en el modo de ejecutarla, la cooperación que presten será, indu dablemente, más entusiasta. Queda; por último, hacer una postrera observa ción, un individuo mal adaptado o insatisfecho en su puesto, no puede ejercer un buen mando. Hay que estimular, sobre todo, a los mandos medios, va lorar, premiár, etc, pues si no la triste realidad es que habrá una marcada tendencia a que nadie ten ga interés en hacer ndá. El personal puede tener aspiraciones, que al no ser conseguidas, le conducirán á una notable de cepción en su esperanza. Ese hombre posiblemente se considerará un fracasado y este fracaso condi . ciona y explica muchas conductas insatlsfactorias en ci mando, pero es frecuente que no por ello aban— done la orgañización o su puesto de trabajo. nn estas condiciones, es tanbiéi posibie que haya varios, y si él ha Iracasado será muy diticil que se preocupe de sus subordinados, observando una con ducta deficiente. En este caso, esa organización con tará entonces con unos elementos que sólo le ser virán de descomposición interna. C) Dificultades del mando.—Todas las comisiones europeas que se han desplazado estos últimos años a los Estados Unidos, señalan como causa prin cipal de la alta productividad de aquella nación, la mejor utilización del potencial humano, graciás a una Filosofía de Mando, más práctica que nega tiva, orientada hacia unas mejores relaciones hu manas, en las cuates el Jefe ya no se describe como el hombre capaz de imponer al gropo su voluntad personal y de incitar a que ie sigan los demás, sino como el éoordinador y catalLador de todas las vo luntades y energías. Véase la siguiente comparación que hace E. Gor don Selfridge, en «Luz», sobre el mando: El Jefe ordena a sus hombres. Un verdadero Jefe «guía» a los suyos. El Jefe cuenta con su autoridad. Un verdadero Jefe «consigue» la buena voluntad. El Jefe tiene a sus hombres temerosos e in quietos. Un verdadero Jefe «levanta» su entusiasmo. El Jefe dice «yo». Un verdadero Jefe dice «nosotros». El Jefe dice «estén a la hora». Un verdadero Jefe «consigue» que lleguen antes de la hora. El Jefe se rebela contra las pausas. Un verdadero Jefe «organiza» las pausas. El Jefe sabe cómo tiene que hacerse. Un verdadero Jefe «enseña» cómo hay que hacer. El Jefe hace del trabajo un carga. Un verdadero Jefe hace del trabaj3 una distrac ción. El Jefe dice «vayan». Un verdadero Jef e dice «vamos». En resumen: No se puede llegar a un mando más, inteligente sólo con la aplicación de ciertas téc nicas, sino que háy que integrar éstas en una sis temática dentro de una cierta Filosofía del Mando. En sentido negativo no se puede ser paternalista,. aunque sí- paternal. En sentido positivo, hay que ejercer una efectiva caridad hacia nuestró seme jante, que en la práctica supone tener fe en el hombre, si no teológica, pOr lo menos pedagógica. Esta visión, un tanto optimista, no abunda dema siado, impidiendo una efectiva interpretación del mando, en el sentido clásico, y óbstacuizando tina efidaz utilización del potencial humaño, para alcan zar una mayor productividad en todos los órdenes. — — — — — — — — — — — — — . Bibliografía consultada: Productividad y mando de hombres, Roberto Cu ñat. Human relation in modern Business. O-1.—«Curso de Relaciones Humanas», en la Pre sidenclá del Gobjerno. O-3.—-*<Cursode Orgánización y Método». lO-O-1.—«Ciirso Company Officer», en la Esbuela de Intendencia de Fort Lee (Estados Unidos). . ;1] La radioconlaminadoji de alimeji tos porlacaldade polvo radiactivo;0] Comandante Veterinario tion br Radio-Active Pedro LA BANDA EGIDO, Alumno del Curso de “Examina Contarnination of Food”, en Wáshington el otoño de 1958. para atenuar el efecto de las bombas atómicas o termonucleares (construcción de refugios, El aprovechamiento de la energía atómica adopción de adecuados sistemas dé alarma a —bien sea con fines bélicos o pacíficos—ha dado distancia, disposición previa de rutas de evacua ción, disponibilidad de medios terapéuticos para lugar a la aparición de nuevas misiones, neta mente veterinarias, que no pueden ser ignora— atender a heridos o quemados, diseminación de efectivos o instalaciones, etc.), no menos lógico cias si pretendemos salvaguardar el estado sa es prever las posibles complicaciones que, como nitario de las tropas o de la población civil. En general, cuando un iúveuto es realmente consecuencia de la caída de polvo radiactivo, trascenclénte, las consecuencias de su aplicación pueden surgir en sitios muy alejados del lu o utilización abarcan las mas diversas esferas y gar de explosión. Y una de estas complicaciones campos sociales. Y así, la energía atómica, en es la posibilidad de contaminación radiactiva de sus dos aplicaciones de paz o guerra, ha ejercido aguas y alimentos; complicación indudablemen te grave, ya que, en tiempos de guerra, los influencias, quizás no suficientemente conoci das, sobre los más diversos aspectos de la vida supervivientes de un ataqúe atómico necesita de cada día. Ha influido grandemente sobre los rán suministrós de medicamentos, agua y ali conceptos de táctica y estrategia; ha fectado a mentos con la mayor urgencia posible, pues en la Logística; en breve plazo revolucionará la las proximidades del punto cero habrá queda industria; ha facilitado a la Medicina nuevas do todo, o casi todo, en un estado de lamentable armas de lucha contra laenfennedad; facilita inutilidad. rá, mediante estudios del metabolismo, el lucre GENESIS DEL POLVO RADIACTIVO inento de las cosechas y el aumento de rendi miento de las producciones pecuarias; y.. en el La explosión de un artefacto atómico ó ter campo de la inspección de sustancias alimen monuclear genera temperaturas superiores al millón de grados, determinando la vaporización ticias ha promovido nuevas obligaciones y nue vas responsabilidades, como consecuencia de la de los materiales encerrados en la bola de fue posibilidad de que los alimentos aparézcan con go, materiales que al sobrevenir el enfriamién contaminaciones radiactivas que pudiesen po to recobran el estado sólido en forma de peque ner en peligro la vida de los consumidores. ñísimas partículas qué se adherirán al polvo, tié Desde el incidente del «Fukuryu Maru iúm. 5, rra, cascote fino y gotas de agua que hayan sido en el qué la tripulación de este pesquero japonés succionadas, instantes después de la explosión resulté irradiada por una auténtica ducha de como consecuencia de la ascensión brusca de las polvo radiactivo—procedente de la explosión de masas gaseosas sobrecalentadas, cuya ascensión la bomba americana de hidrógeno del 1 de mar establecerá un auténtico tiro de chimenea en la zo de 1954—,el problenm de la radiactividad de parte central de la nube. las cenizas procedentes de las explosiones ató Los componentes de la bola de fuego—entre micas o nucleares, llamó poderosamente la aten ellos los productos arrastrados de la superficie ción del mundo civilizado como un importante de la tierra—sufren una transformación radiac problema que afecta a la vida de la humanidad. tiva bajo el influjo de los neutrones liberados Y así el Gobierno japonés ordenó el decomiso en la explosión; transforníación en virtud de la del pescado que revelase 100 ó más contajes por• cual los elementos estables se han convertido en minuto, lo que dió. lugar a la inutilización de inestables o radiactivos. medio millón de kilogramos de tal producto en el Los materiales mencionados descenderán ha espacio de tiempo eomprendido entre el 18 de cia el suelo con más o menos rapidez, según su marzo y el 31 de diciembre de 1954. volumen. Los norteamericanos denominan tdrop Si es lógico adoptar las medidas necesariás out» a los materiales que por su considerable INTRODUCCION 15 volumen caen a tierra inn-iediatamente espués de la explosión, y en lugares no muy alelados del punto cero; en tanto que denominan fallout», y nosotros ll.uvia radiactiva» o caída de polvo radiactivo, a los materiales que, por estar fi namente divididos, caen más lentamente, pu diendo alejarse mucho; cuando estos materiales son arrastrados por la lluvia reciben el califica tivo de «rain-out», o lluvia radiactiva, auténtica. La cantidad de polvo radiactivo generado en una explosión depende tanto de la potencia del ingenio atómico, como de la altur relativa de explosión y de las características geofísicas del punto cero. Cuando se trata de una «explosión en el aire», es decir, cuando la. bola de fuego no llega a to car el suelo, la lluvia radiactiva será de menor importancia, revistiendo peligro para una redu cida extensión de terreno. Al no tocar 1a bola de Íuego en el suelo, no se producirán volatilizaciones de materiales terres tres, ni el tiro de chimenea de las masas sobre calentadas será suficiente para succionar canti dades considerables de tierra, polvo, cascotes o agua. En cambio., cuando la explosión sea «en super ficie», es decir, cuando la bola haga contacto con el suelo, se producirá una considerable suc ción de los productós de la superficie, arrastran do toneladas de polvo o agua que podrán llevar el peligro a zonas muy extensas y lugares muy alejados del lugar de explosión. Sin embargo, la cuestión altitud es completa mente relativa. Y así una altura de explosión de 650 metros, por ejemplo, será, desde luego, «explosión en el aire», en el caso de una bomba atómica convencional; en tanto que en el caso de una bomba de hidrógeno se trataría de una auténtica «explosión en superficie», ya que la bola de fuego de esta última puede alcanzar un diámetro de. varios kilómetros. En el caso de las bombas atómicas, la lluvia radiactiva máxima se alcanza con las explosio nes a alturas inferiores a los 150 metros. Las explosiones en el agua, y en lugares pró ximos a la costa, provocarían fenómenos de con taminación realmente graves, ya que las embar caciones atracadas en puerto, las instalaciones portuarias y las aglomeraciones urbanas de las inmediaciones resultarían bañadas por reales e intensísimas nieblas radiactivas. CAUSAS QUE CONDICIONANLA CAA DEL POVO RADIACTIVO Al ceder los fenómenos de violencia de la ex plosión, y la inestabilidad atmosférica ocaso nada por aquéllos, las partículas suspendidas en 16 el aíre, caerán sobre tierra en virtud de la ac ción de la gravedad. El tiempo o duración de esta caida es función de muchas variables, en tre las que cabe señalar: la altitud de explosión, categoría de la bomba, tamaño de las partícu las, densidad de los materiales, condiciones me teorológicas locales, etc. Las partículas muy pesadas (<drop-out») cae rán muy rápidamente; pero las partículas finas permanecerán flotando durante un períddo de tiempo que estará en razón inversa del diámetro de aquéllas y de la densidad del material de que estén compuestas. Como norma general, para averiguar la velo cidad de caída (expresada en metros por hora), puede aplicarse la fórmula siguiente: flZ ci V.= 10 en la que D2 es el cuadrado del diámetro de las partículaspresado en micras, y ci es la den sidad. Y así, las partículas de 10 micras de grosor, con densidad 3 y situadas a 9.000 metros de al tura, llevarían como velocidad de calda: . 102.3 = 30 metros por hora. 10 Y, por tanto, el tie1ipo de caída de las mismas sería: 9.000 : 30 300 horas. Debido al predominio de las partículas de gro sor relativamente grande, puede considerarse que a las ocho horas y media de la explosión ha caído el 50 por 100 del material radiactivo de una nube atómica de altura máxima de 13.000 metros Sin embargo, el 50 por 100 restante puede ser esparcido. merced al empuje del viento, a lo lar go de muchos kilómetros. Y así llegó a observarse, después de una ex plosión .en Nuevo México, la caídá de polvo ra diactivo en un valle situado a 1.600 Km. del lu gar de explosión, dando lugar a la, contaminación de paja, que asimlsmo confirió radiactividad al cartón fabricado con ella. E. W Titterton señala, en un gráfico, cómo la explosión atómica de Nevada de 7 de marzo de 1955 dló lugar a la formación de una nube que (si bien con actividad cada vez menor, debido a la sedimentación progresiva del polvo- radiacti vo) atravesó los -Estados Unidos desde la parte occidental hasta la costa atlántica. No obstante, desde el estado de Utah la.iluvia radiactiva re gistraba una actividad inferior a 1 miliroentgen. Ocho horas después de la. explosión de Bikini del 1 de marzo de 1954 el polvo radiactivo había llegado a una estación de observación situada .— • • • a 160 millas del punto cero, continuando el paso durante varias horas. Las finas partículas de po1yo de esta nube parecían ser nieve sobre los lu gares donde se posaron. Procediendo del coral del atoil, eran realmente partículas de cal viva que se. apagaban a medida que descendían a través de la atmósfera húmeda, habiendo ádquirido ca rácter adhesivo al llegar al suelo. En general, la imagen de una nube radiactiva tiene forma elíptica muy alargada, adquiriendo otras veces la forma de puro. Sin embargo, esta silueta puede resultar alterada por los vientos locales o por coitdicion.es meteorológicas dizer sas, condiciones que, por otrg parte, y en virtud de fenómenos no bien explicados hasta la fecha, han en radiactividad ocasiones precipitaciones de polvodeterminado radiactivo con anormalmente A categoría megatóñ) ha demostrado que la vio lencia explosiva imp.ulsa a la nube con tal ener gua que parte de ella atraviesa la tropopausa y llega a la estratosfera, alcanzando alturas de 26.000 metros y aún más. Los vientos estratos féricos arrastran las cenizas de la nube, disemi intensa. Así sucedió que en una rona del Etado nándolas prácticamente por todo el globo. En de Nueva York (a unos 3.700 Km. del lugar de el caso concreto de estas nubes estratosféricas, se explosión), un día de. violenta, tSrmenta con apa considera que solamente un 10 pór 100 de las ce rato eléctrico se observó una auténtica lluvia nizas radiactivas alcanza la tierra anualmente; radiactiva que—según los lugares—mostraba ac lo cual equivale a admitir que el polvo radiac tividades comprendidas entre 0,2 a 120 miliroent tivo de una bomba de hidrógeno podrá estar gen hora, con lecturas intermedias de 5, 15 y 70 cayendo en la tierra (con el peligro mayor o miliroentgen. menor que esto encierre) durante diez años des La sedimentación del polvo radiactivo de las pués de la explosión. nubes formadas en una explosión atómica (por ser de en la el potencia más función breve que caso de del unaartefacto) bomba deserá hi PELIGRO ENCERRADO EN LA LLUVIA drógeno. La nube de uña bomba atómica no sue RADIACTIVA le rebasar los 13.000 metros de alttira, altitud empleo de artefactos atómicos o termonu en que se admite pertenece a la tropopausa o zona límite entre la troposfe.ra (región donde cleares da lugar a numerosos problemas que caen bajo el dominio de la Inspección de Alimentos. existen movimientos de convección,al donde temperatura decrece gradñalrnente áscenderla Las radiaciones del material componente del polvo o lluvia radiactiva pueden afectar al hom y donde se forman las nubes) y la estratosfera (o región donde el descenso térmico con la al bre y animales por dos vías: la ‘externa, en cuyo titud es insignificante y donde no hay formación caso la radiación más importante que hay que considerar es la gamma—debido a tener un po de nubes ni movimientos de convección). Ordina riamente, las bombas atómicas incluidas en la der. peñetrante sui5erior a las radiáciones alfa categoría kilotón, no atraviesan la tropopausa, o leta—; y la interna, por medio del agua o ali que en este. caso se comporta corno tina auténtica mentos, en cuyo caso cualquiera de las tres cia. barrera física. Pero la explosión de las bombas ses de radiaciones pueden ejercer su acción no de hidrógeno (cuya potncia entra dentro de la civa, ya que entonces las radiaciones de escaso . . . $ T ATO.Sg R4 e6•00 ,. p. e poder de penetración no resultarán absorbidas por el aire, sino por los tejidos de los aparatos digestivo o respiratorio (según haya sido con taminación por ingestión o por inhalación), de terminando ionizaciones muy superiores a las en gendradas por las radiaciones gamma de pro cedencia exterior. A fin de poder determinar la peligrosidad de la lluvia radiactiva, en Estados Unidos se han lle vado a cabo trabajos para determinar el índice de absorción de los elementos radiactivos por las plantas (teniendo en cueñta que estas plantas, más tarde, han de ser ingeridas por los animales o personas, pudiendo ser una fuente de radiac tividad cuya intensidad debí. ser determinada). Para ello administraron a los animales produc tos vegetales (cebada, bisalto, avena y ballico) cultivados en terrenos contaminados exuerimen talmente. El radioisótopo utilizado fué el Estron cio-90; y la conclusión fué que el consumo de aquellas plantas no resulta nocivo; si bien no se sabe lo que acaecería en el caso de que las plantas hubiesen sido cultivadas años y más años sobre terrenos de suelo fuertemente contami nado. En cambio, cuando la contaminación de la planta no es interna (por absorción de produc tos, radiactivos a través de sus raíces), sino ex terna, por el polvo radiactivo depositado sobre la superficie de las hojas y tallo, el peligro para las especies consumidoras es indudable, sobre to do cuando entre los radioisótopos se encuentran elementos que, como el cesio, estroncio, bario y lodo, tienen una importante actuación fisioló gica. En caso de no descubrir la contaminación ini cial de las plantas, podrían resultar contamina dos con niveles peligrosos de radiactividad los animales que consumiesen aquéllas, y posteriormente, las tropas o población civil que ingiriesen las carnes de tales reses. Existen ciertos radioisótopos, como el Fósfo ro-32 y el Plutonio-239, que en cantidades pe queñísimas son capaces de producir la muerte; existiendo otros que ‘por los esoeciales lugares donde se fijan pueden constituir un grave peli gro, pese a que en la lluvia radiactiva existen en cantidades insignificantes. Tal es el caso del Estroíicio-90, que por fijarse en los huesos pue de dar lugar a la formación de tumores óseos. En los Estados Unidos se tiene un creciente interés por el radioisótopo últimamente mencio nado. existiendo datos sobre la acumulación de .éste en el suelo. Se ha observado que desde 1954 ha aumentado el contenido de radioestroncio en el suelo, hasta adquirir un valor de 25 milicu ries por milla cuadrada. La inquietud existente en torno a estos problemas (y a tal palabra le 18 - damos el significado de deseos de saber y no el de miedo irresponsable) queda reflejada en las f re cuentes referencias periodísticas relativas a los niveles de Estroncio-90 existentes en la leche. Y es que, en efecto, es notable asimismo el in cremento que la leche preseñta en su contenido de radioestron cío; Incremento sometido a oscila ciones estacionales, achacables quizás al régimen de estabulación a que están sometidas las vacas durante el período invernal. En pruebas realizadas en Francia con Fósfo ro—32 se ha visto que en las reses lanares sacri ficadas a las cuatro horas de una inyección in traperitoneal de tal radioisótopo, existía una verdadera acumulación de la radiactividad en las vísceras (sobre todo en hígado y riñón). Ame dida que se retrasaba el momento del sacrificio, se observaba un decrecimiento radiactivo en vís ce ras y un aunento en los ‘huesos; llegando a ser similares en el hígado y en el músculo a los cuarenta días; en contraste con los datos mos trados una hora después de la inyección, en cuyo momento los valores encontrados en el hígado eran veinte veces superiores a los del músculo a igualdad de peso. La administración a ratas de la carne corres pondiente a las reses sacrificadas al poco tiempo de su contaminación experimental, se acompañó de una pérdida del 10 al 17 por 100 de su peso hacia las tres a cuatro semanas de estar sorne tidas a tal régimen alimenticio, mostrando ‘as1— mismo algunas alteraciones hemáticas. Sin em bargo en el caso concreto de la radiocontarni nación de carnes por el Fósforo-32, el problema no sería extremadamente grave, ya que, ten lendo en cuenta la corta vida media de tal radioisó topo, dichas carnes podrían descontaminarse es pontáneamente por la acción del tiempo y bajo el control y vigilancia del veterinario encargado del frigorífico. También en el Japón se han hecho experien cias con este radioisótopo, administrando a las gallinas alimentos contaminados con cenizas ra diactivas. Al día siguiente de la ingestión •se apreció radiactividad en la clara y en la yema del huevo; observando, tras el sacrificio al sépti mo día, que la radiactividad quedaba casi limi tada a las vísceras y médula, estando el resto de la canal muy ligeramente contaminado. PAPEL D VETERINARIOANTE LA RA DI000NTAMINACION DE ALIMENTOS Ante la presencia de un peligro como el de la radiocontaminación de alimentos, tan absurdo sería exagerar los temores (que nos harían caer en movimientos de psicosis colectivas), como me— nospreciarlos. La radiocontaminación de alimen tos ,es un peligro potencial que se transformaría en actual o real, para las poblaciones consumi doras, en el caso de que se procediese a la utili zación de aquéllos sin coitról o vigilancia de los técnicos encargados de su inspección. Pero al mismo tiempo dicho peligro no es tan tremen damente exagerado como para dictaminar un ru tinario, ligero y antieconómico decomiso y des trucción de todos los alimentos contaminados. Este es el importante papel del veterinario; y ésa es su gran responsabilidad. Y’para poder lle gar a la emisión de un dictamen correcto, y o rresponder al honor de la responsabilidad de positada sobre sus hombros, el técnico. veterina rio habrá de seguir con paso firme las tres fases de que consta su misión: detección, valoración e interpretación. Mediante aparatosadecuados (cuya enumera ción y descripción se salen de los límites que nos hemos impuesto en estas líneas), el veterinario podrá señalar qué alimentos son los que han sufrido radiocontaminación por el polvo radiac tivo. Con los datos obtenidos con los detectores de que deben estar dotados los equipos de cam paña,. podrá obtener una idea bastante aproxi mada del grado de contaminación y posibilida des dé consumo de los alimentos. Mas cuando faltase esta seguridad, o quisiese efectuar una determinación mas precisa de la actividad de los radioisótopos contaminadores, procederá a la obtención de muestras para su remisión a los correspondientes laboratorios fijos del. servicio, en donde, manejando contadores de extraordi naria precisión, se adquirirían los datos precisos que han de indicarnos la posibilidad de consu mo de los alimentos o la necesidad de su deco miso. En tales laboratorios filos, mediante la deter minación de la vida media del radioisótopo y la obtención de las curvas de energía de su radia ciones, podría llegarse a la identificación de aquél; si bien esto no sería realmente necesario más que en determinados casos. Tras el estudio de los datos recogidos y siem pre sobre la tolerables base de los(que niveles máximos de rael diactividad habrá señalado Servicio de Sanidad Militar), el veterinario ten drá suficientes elementos de juicio para disponer el decomiso y destrucción de los alimentos, su descontaminación o su utilización directa, según proceda. NORMAS DE :TER GEIRAL Cón carácter general pueden señalarse las si guientes directrices: a) Todos los alimentos que hayan podido ser afectados por el flujo neutrónico de una explo sión atómica serán destruidos o decomisados; ya que bajo la acción de los neutrones muchísimas de las moléculas del alimento se habrán conver tido en materias radiactivas. Este es l caso de todos los productos alimenticios situados dentro del área de destrucción, a menos que hubiesen estado albergados en almacenes subterráneos o edificaciones de cemento de gruesas paredes. b) tos alimentos contaminados por la caída de polvo radiactivo sufrirán, como es lógico, con taminaciones de superficie. Teniendo esto en cuenta, distinguiremos los siguientes casos: 1.0 Vegetales.—Las frutas de piel pueden ile varse al consumo, tras el lavado y pelado de las mismas. Igual proceder debe tenerse con los tu bérculos. Las verduras precisarán lavado y de terminación subsiguiente de la radiactividad; probablemente será necesario el decomiso. Los cereales, puesto que no permiten el lavado y se cado posterior, deberán ser almacenados en nue vo local para la determinación de su radiactivi dad a intervalos semanales. Mediante la obser váción del ritmo de decaimiento espontáneo de su radiactividad podría determinarse el momen to de su consumo por el ganado, o de su trans formación en harinas panificables. Las harinas radiocontaminadas—aunque por seguridad de las tropas podrían ser decomisadas inmediatamente—permitirían, en casos de esca sez de tal artículo, la adopción de medidas de almacenamiento expectante, como en el caso de los cereales. A este respecto podrían hacerse estudios sobre la posibilidad de utilización de estas harinas, tras seguir la técnica de descontaminación que recomendaban ciertos Ejércitos durante la pa sada guerra, cuando instruían acerca de la desimpregnación de harinas iperitadas. Se basa dicha técnica en la inmersión de las sacas de harina en recipientes de agua, en don de se mantenían durante varios minutos. Ex puestas a continuación al aire durante varios días, se formaríá una costra de unos 2 6 3 cen tímetros de grosor en el Interior de la saca, y en 19 íntimo contacto con su trama. Un cribado pos terior separaría la harina interior de la costra; y ulla posterior determinación de la radiactividad de la harina nos señalaría las posibilidades de su utilización. 2.° Alimentos frescos de origen animal.—Las canales contaminadas serán examinadas deteni damente, procediendo al expurgo de las zonas que revelen radiactividad de consideración, siempre y cuando la contaminación no esté generalizada. Las canales de radiactividad’,general poco inten sa, así como las porciónes de canal que queda ban tras el expurgo expresado en el párrafo an terior, serán almacenadas en frigorífico, al ob jeto de que tenga lugar la descontaminación es pontánea de sus carnes; procediendo diariamen te al control de la radiactividad de las canales almacenadas. Las canales con radiactividad intensa, así co mo las partes expurgadas según lo expresado en el primer párrafo de este ‘apartado, serán des truidas. La leche que muestre contaminación superior a los niveles tolerables será decomisada e in utilizada, ya que por tratarse de fln alimento f á cilmente perecedero resulta absurdo pretender su almacenamiento hasta conseguir su descontami nación espontánea.. Los huevos serán directamente utilizables tras lavado de la cáscara con detergentes o alcali nos, e inutilización de la misma, tras la aper tura de aquéllos. 3•0 Conservas.—Las conservas no protegidas (jamones, bacalao, etc.) deberán ser raspadas a fondo y almacenadas a continuación, para des contaminación espontánea, si tras el raspado se apreciasen niveles de radiactividad que rozasen la peligrosidad. Las conservas protegidas con tripa serán uti lizadas, previo desnudamiento, siempre y cuan do se efectúe determinación subsiguiente de la radiactividad y ésta sea de escasísim.o valor. Si - después de desnudarla mostrase actividad nota ble, deberá ‘decomisarse. Las conservas enlatadas son utilizables direc tamente, previo lavado de los envases con solu ciones detergentes o alcalinas. c) Ante el caso de utilización de reses conta minadas, por vías externa o ‘interna, con dosis probablemente letales de radioisótopos proceden tes del polvo radiactivo, ordenaremos el sacri ficio lo más rápidamente posible, disponiendo la destrucción de todas las vísceras, sí como el deshuesado de la canal. En la mayoría de los casos podría utilizarse la carne inmediatamen te. Pero si las masas musculares revelasen la presencia de radiactividad en niveles superiores a lo considerado como tolerable, dispondríamos su almacenamiento temporal en frigorífico. Cuando el sacrificio hubiese sido casi inmediato. a la contaminación, no se precisaría el deshue sado, ya que la fijación del radioisótopo en los huesos requiere un intervalo, de algunos días, á contar desde el momento de la contaminación. ‘Las consideraciones anteriores están sujetas a las modificaciones que puedan sugerir lós re sultados de nuevos estudios sobre la materia. Reflexionando sobre lo practicado en el cur so de «Examen de la Radiocontaminación de ali mentos», que he seguido en el Instituto de In vestigaciones del Walter Reed Army Medical Center, de Wáshington, y al leer la numerosa literatura recibida en dicho curso, no hemos podido sustraernos, al deseo de es1ozar somera mente el fundamento de esta misión, que los tiempos actuales han depositado sobre la profe Sión veterina.ria; misión que el Cuerpo de Ve terinaria Militar sabrá desempeñar airosaniente, impidendo que haya víctimas indirectas de la bomba atómica a muchos kilómetros del área de destrucción. Con que. hayamos despertado inquietud ante estos problemas en uno solo de los lectores, nos, daremos por satisfechos. BIBLIOGRAFIA Civil Defense Information for Food and Drug Officials. U. S. DEPT OF HEALTH. Facing the atomic Future. E. W. TITTERTON. Atomie Radiation and life. PRI’ER ALEXAN DER.. La energ’ía nuclear. IGNACIO PUTD, S. J. Energía nuclear en paz .y en guerra, PIEDROLA Y AMARO. Publicacioies diversas de la A. E. O. de U. S. A. Revista Veterinaria. Revista Cienóia Vete7inaria. A1o acerca de guerrillas Coman-dante de Ingenieros, del Servicio de E. M., íuan Manuel - SANCHO- SOPRANIS -Y FAVRAUD, profesor de la Academia del Arma. 1 GENERALIDADES 1. El carácter ideológico que tendrán necesa riamente los conflictos del futuro obliga a tener en cuenta los siguientes factores: posibiidád de qu-e-haya en la retaguardia de los EjércÍtos unas Unidades organizadas y efi caces due ataquen la corriente logística y los puestos aislados, que mantengan un estado de inseguridad y que creen la «psicosis del miedo»; necesidad de disponer una «defensa en sU-. p-erficie» en toda la extensión del territorio ocup ada por las fuei’zas propias; posibilidad de existencia de agentes enemigos, no ya traidores clásicos, sino colaboracionistas de tipo actual, entre los mismos miembros del Ejército: individuos sinceramente penetra dos de los ideales del Sujeto Estratégico ene migo. 2. La guerra moderna requiere en muy alto grado de lo siguiente para poder alimentar y dirigir la batalla y los combates: las vías de comunicación de todo género; la información; tanto estratégica como táctica; la propaganda, para llevar a cabo la guerra psicológica; las transmisiones y las instalaciones radar; las armas especiales, como proyectiles teledi dirigidos y armas- atómicas; los centros de fabricación y de producción, objetivos todos ellos altamente vulnerables a ac ciones subversivas de agentes, de saboteadores y de guerrilleros. Es de capital importancia •estar preparados para el desarrollo de los medios propios y oara la defensa de ellos. 3. Aunque España se integre para la guerra en un Sujeto Estratégico occidental, no cabe descartar la eventualidad de -una lucha aislada, por -lo menos durante cierto iempo. Si el, Ejército, de Operaciones se ve obligado a ceder parte del territorio nacional, o si que- - - — - - - - - — -- - — - REF’LEXIONES — - — — • - - - - • - - - Meditemos acerca de lo que escriben algunos autores militares al tratar de la lucha .de guerri llas: Es una guerra de corsarios que tiende,- por la, rep-etició’n de operaciones de- pequeña enverga dura, a desgastar al adversario material y mo ralmente, pero que no puede tener la pretensión de destruirlo. Participa al éxito en proporciones que no pueden ser j’iadas de antemano, prepa rando y completando parcialmente las acciones de fuerza del cuerpo de batalla. •Su dominio es el de las alas y de la retaguardia. Sus posibilidades aumentan con el alargamien-to de las líneas de comunicaciones, con el pcrjec cionamiento técnico de -los med4os de transpor te ligados a una infraestructura cada vez más sensible, con el incremento de las necesidades logísticas de los Elércitos en cuanto a víveres, municiones, carburantes •y materiales de com bate, con el desarrollo -de una economía y de una industria de guerra que exigen energía, pre cisión y perfección,, con- el despertar, finalmente, cíe una conciencia humana que impulsa al in dividuo a luchar, al precio de los mayores sacri - — - - U - - da eliminado, la batalla podrá seguir en ambos casos con gcciones de guerrillas, siempre que és tas hayan sido previstas y preparadas de- anté. mano con gran minuciosidad. 4. El nombre español de GUERRILLEROy la pa labra. española de GUERRILLA, universalmente adoptados, tienen suficiente abolengo y solera pará que se empleen reglamentariamente en Es paña. No caigamos en el servilismo o en la xenofilia de aceptar las de «partisán», «comándo», «resis tente» o tantas otras de factura extranjera. - - 21 ficios, para la realización de un ideal aue le es caro. Comunicaciones, abastecimientos, medios de producción, son los objetivos materiales de la guerra de “partisanes” de hoy; son generalmen te de orden estratégico. La lucha táctica contra el cuerpo de batalla adversario no es más que excepcional, y sólo puede conóeirse para com pletar la derrota dé un. enemigo batido. Sus modos de acción son el sabotaje y la gue rrilla; así como el sabotaje puede generalizarse en el tiempo y en el éspacio, la guerrilla requie re, para durar, un terreno particular, que of resca numerosos refugios: nontañas, bosques, pan tanos. Su realización incumbe a pequeños desta camentos móviles y flúidcs, ‘que actúen. aislada mente, bajo la inspiración personal de un jefe. La guerra de “partisanes” es un eleihento esencial de la guerra psicológicá, por el senti miento de inseguridad generalizada que impone al enemigo. Es particularmente eficaz cuando se desarro-. lla en territorio nacional, contra un invasor que, tarde o temprano, se verá impulsado a cometer excesos. Bene/icia entonces de un terreno cono cido y elegido al efecto, de la complicidad de la población. y del vigor que saca de la desespera ción. Ha’ de estar combinada con. las operaciones que lleva a cabo el cuerpo de batalla. (Teniente Coronel DALTIVIONT: «La Guerra de Partisanes».) Quedan en estas líneas definidos unos cuantos conceptos fuñdamentales: la guerrilla se integra en el plan general de maniobra y combina su acción con la del Ejército de Oiseraciones; los objetivos de la guerrilla son, actualmente, de orden estratégico, entendiendo por etra tegia «acción para la acción». En efecto, la moral, las vías de comunicación, los abastecimientos y lás fuentes de producción permiten llevar a cabo la acción táctica, la ac ción directa con las armas. Al destruirlos, se actúa indirecta, pero eficazmente, contra el ene migo desplegado en el campo de batalla. Arma o. acción estratégica es aquella que se se dirige contra objetivos alejados de la zona misma del combate y cuya de5truccióii produce, a la larga, la paralización o el debilitamiento del ‘Ejército de Operaciones; las posibilidades de la guerrilla son enormes, tanto en el tiempo, como en el espacio, y van aumentando a medida que se perfeccionan y se complican los medios de acción táctica y estratégica. — — 22 Son máximas cuando la guerrilla tiene por es cenario el territorio nacional invadido; la guerrilla requiere toda clase de ejecutan tes, y se apoya esencialmente sobre la’ cclabo ración de la pobláción; el guerrillero ha de estar animadopor un idea.l que le haga aceptar cualquier sacrifi cio. En la Europa culta, la guerra de insurrección es ‘un fenómeno del siglo XIX. Tiene sus partida rios y sus detractores. Estos últimos se fundan, sea sobre motivos políticos, considerando este re curso como implicando una legislación de la anarquía, tan peligroso para el orden social in terior como para .el enemigo, sea sobre motivos militares, porque piensan que la efectividad del medio no responde al gasto de fuerza que su pone. — Si no se quiere, pues, correr tras una sombra, hay que concebir la insurrección popular como ,un aliado de guerra que hace el Ejército perma nente y sus medios, óornbinados en el plan de conjunto. (CLAUSEWITZ: «De la Guerra».) Una gran parte de ¿a opinión pública, en Francia, ha conferido a los “maquisards” el mé rito esencial de la liberación, confundiendo así, en su ignorancia de lo militar, destrucción con hostigamientó del adversario. El Ejército regular, en. cambio, desembarcado en las costas de Provenza ha manifestado su des encantO, a menudo su reprobación, a la vista de esas bandas de harapientos, nial armados, sin instrucción, que jugaban a la guerrita y sacaban. de ello un orgullo extremo, desproporcionado cofl los resultados obtenidos. (Teniente Coronel DAUMONT: «La Guerra de Partisanes».) De estas afirmaciones y de estos hechos histó ricos se deduce: que existe una desorientación evidente acerca de lo que es guerrilla y de lo que de ella se puede esperar. Ello refuerza lo dicho acerca de la necesidad de que la guerrilla—o la insurrección popular— quede integrada en el plan de conjunto. De este modo, además de ser «aliado de la guerra que hace el Ejército permanente» y de contribuir a la derrota del enemigo en’ armas, la guerrilla operará en el marco de la, estrategia nacional, a las órdenes del director de la, guerra. Así desaparecerá el confusionismo por parte de unos y de otros: de los que conceden todo el mé rito a los guerrilleros y de los que consideran a éstos como «harapientos mal armados» y sin dis ciplina; — — que la guerrilla ha de ser controlada y diri gida, para evitar que sea «peligrosa para el orden social» y «legalización ‘de la anarquía».’ La historia demuestra que la guerra d “par tisanes” se ha manifestado generalmente inde pendientemente. de la voluntad del Poder esta blecido. Este, al encontrarse con ella, sólo ha podido alentarla y tratar con mayor o menor éxito de controlarla y de dirigirla. Estos jefes (los de los grupós guerrilleros) tie nen orígenes y calidades muy diversos. Algunos gozan de una jósición muy sólida, por ser man datarios más o menos declarados de un movi miento político que, cuando la ocasión se presen ta, cuenta con su fidelidad. y con su abnegación. Por el mismo hecho de la descentralización im puesta por la clandestinidad, benefician de am plia iniciativa y de gran independencia para or ganizar y emplear sus fuerzas. Se aprovechan de ello para eliminar toda colaboración que pudiese oponerse a sus fines personales, y prescinden de este modo, voluntaríamente, cte personalidades competentes. (Teniente Coronel DAUMONT: «La Guerra de Partisanes».) no te importa, seguiremos como hasta ahora, por que yo, antes de todo esto, era General.» PRINCIPIOS TAíJTICOS DE LA GUERRILLA Ya hemos visto cuáles son los objetivos preferentes de la guerrilla: aquellos cuya destrucción significa la parali zación del Ejército de Operaciones enemigo. Veamos ahora los principios de la táctica particular de los guerrilleros. . Segfin unas instrucciones cogidas a las fuerzas terres tes del Viet,-Nam del Norte, los siete puntos principales de la táctica de guerrilla son: — inteligencia, — iniciativa, — voluntad, decisión, — secreto, — rapidez, perfección. • estado de irregularidad tiende, por ótra par te, a poner de manifiesto en algunos «aficiona dos» el odio, la envidia o el recelo hacia los, mili tares profesionales, apoyándose en los reveses sufridos por el Ejército nacional, exaltando las virtudes populares y entregándose a todos los Combatir con inteligencia. extremos demagógicos que les inspira su antimi Señalan dichas instrucciones siéte puntos: litarismo y su repulsión a la jerarquía. hacer como que se ataca un punto y atacar otro, para Las figuras del guerrillero y del bandido son hostigar al enemigo, atraerlo hacia un solo punto eñ fuerza y destruir el objetivo verdadero; sembrar la muy similares y, cornó veremos más adelante, incertidumbre, provocar la negligencia y atacar de siempre hay el riesgo de que el primero se con improviso; vierta en el segundo. hacerse visible a veces, a veces invisible, para atraer la atención hacia falsos lugares de concentración; Para que la guerrilla se integre en el plan ge evitar los puntes fuertes del enemigo y no atacar más neral de operaciones, para que pueda ser diri que sus puntos débiles; gida y contro1ada ha de ser minuciosamente saber avanzar y retroceder con oportunidad. No com batir nunca con temeridad ni con obstinación; meditada y preparada desde tiempo de paz. atacar, aniquilar y replegarse rápidamente, para evitar De este modo se sacará de ella el máximo ren el cerco, la fijación y la reacción de refuerzos enedimiento, se evitarán divergencias de esfuerzos, inigos; malgasto de capacidades, despilfarros de energías no coitinuar combatiendo más que si el éxito es segu ro; si no, desistir; y Recuerdo confusionismos. una anécdota que me contaron acer— — — - — ca de la resistencia francesa durante la ocupa ción alemana: Un buen día se unió a un gnipo de resistentes un nuevo «maquisard». El jefe del grupo -era un paisano que se había revelado co mo un buen guerrillero y qhe se había nombrado a sí mismo Córonel. Al cabo de algún tiempo le llamó la atención la eficacia y el valor del nuevo subordinado; lo llamó, y le dij ó: «Te nombro Co mandante.» «Gracias— replicó el otro—; pero, si no emplear siempre el mismo procedimiento de ata que, pues ello permite a enemigo detenderse eficaz mente e incluso tornar la iniciativa. Es preciso variar constantemente de métodos de combate. Conseguir sienvpre la iniciativa de los movimientos No eserar pasivamente que el enemigo venga, sino buscarlo y atacarlo, procurar su dispersión y su descon cierto, hasta conseguir que se encierre en sus posiciones. Como en lógico, se trata de un enemigo fuera de la zona de combate, donde, generalmente, la guerrilla no tiene buenas posibilidades de acción. Se trata de las fuer- 23 - zas de seguridad de retaguardia, de efectivos de protec ción de zonas industriales y ae puestcs aislados. Para conseguir la iniciativa, hace falta: — conocer a fondo la situación, el despliegue y la activi dad. cel enemigo; — conservar el enlace con el Mando y con las demás Unidades propias; — saber descubrir los puntos débiles del adversario, y, si no los hay, crearlos mediante acciones previas. Volantací. Todos los guérrilleros han de estar animados por un alto espíritu ofensivo, manifestación de su voluntad de vencer. Pero este espíritu ofensivo ha de manifestarse con inte ligencia, o sea, cuando haya plena seguridad de éxito. Si el enemigo es fuerte, se le evita, para no ser destruido, que no conduce a nada; si el enemigo es débil o está desprevenido, se le ataca con violencia y se le aniquila, qu de eso, en definitiva, se trata. La voluntad debe ser tal que el guerrillero sepa aguan tar adversidades, privaciones y sufrimientos sin que su moral decaiga ni sus nervios se alteren. ción, evita titubeos y rectificaciones. Las armas, las mu niciones, las -minas, los explosivos,-deben estar constante mente en buenas condiciones y dispuestos para su em pleo. Cada uno debe conocer perfectamente su misión, debe saber dónde y cuándo ha de proveerse de medios de com bate o de vida. Preparación, previsión y precisión son factores de ra pidez. Perfección. - Toda acción de guerrilla debe ser perfecta, en el - sen tido de que debe alcanzar la totalidad del éxito propuesto: no han de quedar las cosas a medias, hay que llegar a la «exterminación total». Para ello es preciso- evaluar exactamente la fuerza del adversario y la potencia propia, para determinar la mag nitud de los resultados que se deben conseguir. Y una vez determinados, conseguirlos. - III -ORGANIZACION DE LA GUERRILLA Decisión. El guerrillero debe apreciar acertadamente la situación, tomar la decisión oportuna y llevar ésta a cabo sin ti tubeos.• La organización de la guerrilla es una labor esencialmente estratégica, debido: al carácter de los objetivos a que apunta; Secreto. a la amplitud de su campo de acción, que desMantener el secreto es de vital importancia para el borda del puramente militar, puesto que in guerrillero. cluye el político, el social y el económico; El enemigo fundamenta su seguridaden la información, y desplegará una tupida red de investigación; no esca al alcance, tanto en el ti-empo- como en el es timará medios para conseguir informes. pacio, de la acción guerrillera; Para atacar, con probabilidades de éxito, con escasos efectivos, es imprescindibie la sorpre:a, y ésta no se con a los largos plazos de preparación que trae sigue nunca si se quebranta el secreto. consigo. Como-los agentes enemigos pueden encontrarse en todas partes, la conservación del secreto incumbe tanto a las La uerri11a ha de ser organizada, por lo tantropas regularea como a los guerrilleros l a la población to, en un escal6n de Mando que tenga juris civil. dicción tanto sobre las Fuerzas Armadas como so Para ella: bre la política y la economía nacionales; este nono hablar más que a personas seguras, en lugar se guro y en caso necesario; puede ser otro que el Gobierno. no destacar ni llamar la atención, haciendo la misma Lo primero aue ha de ser fijado es el propó vida, aparentemente, que la población local; sito. durante las operaciones, preparar minuciosamente los enlaces, lOS móvimidntos, los estacionamientos; no Para ello, la situación ha de ser analizada y el quejarse ni por cansancio ni por heridas; desarrollo de los acontecimientos intuIdo. no dejar huellas de paso o de estancia; Por ejemplo: la tensión internacional hace preno llevar encima otros documentos escritos que los ver un conflicto armadb para dentro de equis estrictamente necesarios; establecer un seguro sistema de vigilancia y de guar aÑos. La nación tendrá -que enfrentarse sola con dia; no cesar en la búsqueda y aniquilamiento de agentes e el enemigo más potente que ella durante uñ mí nimo de Y meses; posteriormente, las naciones investigadores enemigos; comØarfimentar la cadena de información, de modo aliadas estarán en cóndiciones deintervenir; las que la caída de un eslabón no arrastre la caída de -la fuerzas armadas nacionales, durante los meses de totalidad del sistema. lucha aislada, se -verán obligadas a ceder territo Rapidez. rio propio hasta la línea Z. Las fuerzas guerrilleras tendrán a su cargo las Es elemento esencial d la sorpresa, y más en esta clase de lucha. siguientes misiones: En su retaguardia, el enemigo controla las vías de co impedir que el enemigo pueda atacar en fuer municación, cuenta con medios de transmisión, de enlace za la línea Z antes del día J, prohibiendo la y de transporte. Puede, por lo tanto, concentrarse, en viar réfuerzos y transmitir informes. reparación de las destrucciones efectuadas du Para contrarrestar estas ventajas, no hay más camino rante la maniobra retardadora y desorgani que ejecutar rápidamente las acciones planeadas juicio zando los transportes y las transmisiones del samente, y explotar sin- demora cualquier descuido o error enemigo; del adversario. Una preparación minuciosa a.horra tiempo en la ejecu crear en la retaguardia del adversario la inse - — — • - — - — — - — • - — — — -- — - - — 24 - - - - guridad, obligando al enemigo a distraer gran des efectivos para la defensa en superficie; mantener en la población la moral de comba té y el espíritu patriótico. Hecho esto, se determinará la participación de las fUerzas guerrilleras en la maniobra, en todas sus fases. Los dos extremos anteriores son la base de la organización material de la guerrilla, que com prende: preparaciói de la colaboración de la pobla ción; preparación de los cuadros de Mando; preparación de los ejecutantes; preparación del apoyo logístico; establecimiento del plan de acción. La colaboración de la población es de vital importancia para la guerrilla, que «es particular mente eficaz cuando se desarrolla en territorio nacional». En la zona que ocupa, el invasor es el más fuerte y disponé de medios altamente adecuados para la búsqueda y el aniquilamiento dé los gue rrilleros, taies como unidades motorizadas, avio nes, helicópteros, transmisiones. Pero hay que reStarle un medió. de acción fun damental: la información. Si se cuenta con la colaboración activa y entu siasta de la población, la guerrilla, por su parte estará constantemente informada de la situa ción y de la actividad del enemigo, pues ten drá tantos ojos y tantos oídos como pueda necesitar; encontrará guías y enlaces para sus movi— mientas y su acción. Conocerá prácticamente todos los caminos, senderos, pasos y escondri jos de la región, pues siempre contará con pai sanos conocedores de su terreno palmo a palmo; recibirá el imprescindible apoyo logístico, muy problemático de asegurar desde la zona ocu-. padá por las fuerzas propias: alimentos, mu niciones, atenciones sanitarias, sin las cuáles no hay acción táctica posible; podrá descubrir colaboracionistas. y traidores al servicio del invasor y proceder a su.elimina ción. Para que esta colaboración sea eficaz y segura es preciso que esté debidamente preparada de antemano, organizada en redes de agentes que puedan en su día utilizar a hombres, mi,ijeres, an cianos y niños, con las siguientes misiones: información; —guía; enlace; — — - — • — — ___ — — — investigación de colabóracionistas con el ene migo; apoyo logístico a la guerrilla; establecimiento, entretenimiento y vigilancia de depósitos ocultos de armas, municiones, víveres, explosivos, minas y material diverso; recogida y ocultación de abastecimientos lan zados con paracaídas o introducidos clandes tinamente en la zona; escucha de la radio y transmisión de órdenes. Las redes de agentes pueden estar preparadas de antemano, a base de personas de probada leal tad, pertenecientes o no a organismos estatales o paraestatales, y constantemente controladas. Ello requiere un eficiente y. seguro Servicio de Información Interior. Como es lógico, es imprescindible que queden secretos los nombres de los cuadros de las redes de agentes, para que los potenciales enemigés es tén siempre ignorantes de nuestros propósitos y actividades. Las redes han de sei conipartimen tadas, tanto horizontal como verticalmente, para limitar los daños que pueda causar el quebranta miento del secreto, ya sea por indiscreciones pro pias, y sea por investigaciones enemigas. Los jefes de red deberán estar, en tiempo de paz, en cntacto con laé Segundas Secciones de Estado Mayor de las Grandes Unidadés de sus de marcaciones. Al ser ocupada su zona por el invasor, las re des entran automáticamente en actividad y com pletan. sus efectivos; sus agentes deben abstener se de toda acción directa, limitándose .a cumplir a la perfección las misiones encomendadas, gra cias a las cuales los guerrilleros podrán cumplir a la perfección las suyas. — — — — — • 25 Los Cuadros de Mando de las futuras fuerzas guerrilleras han de ser objeto de cuidadosa selec ción y preparación.. Se deben escoger entre los militares. profésio nale,s y dé complemento que reúnan las condicio nes adecuadas. Ya no se puede confiar en que surjan «aficionados» geniales, como en tiempos pasados, en los cuales los medios y los procedi mientos de de combate eran sencillos: cuando nues tra guerra Independencia, los invasores fran ceses no contaban con medios desproporcionada mente superiores a los de nuestros guerrilleros; tanto corrían los caballos de éstos como los de los coraceros de Murat, y los medios de transmi sión y de enlace de unos y de otros eran los irismos. Mediante la asistencia a cursos especiales y a frecuentes ejercicios, patrullas, reconocimientos de Oficial, prácticas y maniobras, se puede con tar en cualquier momento con unos cuadros de mando competentes. Es fácil despertar y fomentar, aptitudes para esta clase de lucha, proporcionando a los Oficia les oportunidades de hacer vida de campo: ex cursiones de todo género en que sea preciso acam par, que, además de adiestrarlos en ciertas mate rias, como orientación, montaje de tiendas y pre paración de las comidas, les darán un valioso conocimiento de los terrenos que recorran. Los ejecutantes han de ser objeto de una minu ciosa selección y de una intensa preparación. No todos los individuos pueden ser buenos guerri lleros, pese al arrojo y a la moral que tengan El guerrillero ha de tener en alto grado una ‘serie de cualidades básiéas: sólido patriotismo y firme voluntad de vencer, primera condición para que se pueda contar ciegamente con él y para que sea imposible de conquistar por la ideología enemiga; estos dos sentimientos le darán el ideal en aras del cual estará dispuesto a todos los sacrificios; robusta constitución física; sobriedad y resistencia, con objeto de tener: escasas necesidades, para depender lo me nos posible de una infraestructura logís tica; adaptabilidad a cualquier clima o condición meteorológica; aptitud para ,aprovechar íntegramente los recursos locales; iniciativa, entendiendo por tal «colaboración inteligente y entusiasta con los propósitos del Mando»; decisión y sangre fría, pues el guerrillero ha de ser necesariamente un hombre ‘de recursos y de ingenio, para alcanzar sus fines por el , — — —- • medio más conveniente en cada caso; ha de tomar decisiones rápidas y acertadas, sin per der la cabeza frente a lo inopinado, que tan tas veces encontrará en su camino. Los impulsivos y los nerviosos, por muy va lientes que sean, no sirven para guerrilleros, pues pueden llegar a. comprometer gravemen te su Unidad y el éxito de su acción; moralidad y disciplina, que impulsen al gue rrillero a obrar siempre bien, a pesar de las condiciones irregulares en que vive y lucha. De no contar con estas cualidades, el guerri llero corre el riesgo de convertirse en bandido, lo que puede ser un grave peligro, tanto para él como para la nación, durante la batálla y y después de ella. Es cierto que el guerrillero y el bandido operan de un modo muy similar, pero se distinguen uno del otro, esencialmente, por los fines que pesi-. guen: el primero actúa por pgtriotismo y por deber, y se sacrifica en aras del interés general, mien tras que el segundo actúa en provecho propio o de SU cuadrilla, sin tener en cuenta las consecuen cias de su actos; la complejidad de las misiones y la diversidad de los objetivos de la guerrilla obligan a los guerrilleros a adquirir una serie de conodi mientos técnicos en los centros de enseñanza y de instrucción apropiados. El apoyo logístico, dadas las características del combate moderno, es de todo punto imprescindi ble; sin él, en muy poco tiempo, las Unidades guerrilleras se vuelven impotentes. Ha de ser simplificado hasta el extremo, y aun así presentará grandes problemas. Ha de ser des cargado práóticamente de todo lo relativo a ali mentación, que debe ser resuelta por la colabo ración de la población, cuando se opere en terri torio propio, y por el mismo guerrillero, gracias a su sobriedad y a su aptitud para utilizar los recursos locales. Pero quedan las armas, las municiones, los ex plosivos, las minas, el material de transmisiones. Parte de ellos pueden ser capturados a. enemigo y utilizados contra él; pero, por lo menos inicialmente, los guerrilleros tendrán que co)ntar con la totalidad de los ólementos que necesitañ para un período de tiempo que ,en, cada caso se deberá determinar, y que es función de la misión y de las posibilidades de abastecimiento aéreo poste rior. Estos elementos deberán encontrarse en de pósitos ocultos, a cargo de las redes de agentes, y cuyo despliegue debe ser objeto de detallado es tudio. — — — — Finalmente, el plan de acción será establecido en un alto escalón de Mando, como ya hemos visto. Este plan deberá abarcar esencialmente: el propósito del Mando; la participación de las Unidades guerrilleras a la maniobra de conjunto; el despliegue: designación de Unidades y su composición, zonas de acción iniciales, objetivos y misiones; redes de agentes: Mandos, demarcaciónes, misiones; sistema de transmisiones: medios, códigos, especialmente los que se utiliza rán entre el Mando del Ejército de Operaclones y elMando guerrillero; apoyo logístico a las guerrillas: organización, depósitos ocultos, despliegue, composición, vigilancia, abastecimientos aéreos. — — — — — — — — - — — — — Información y contrainformación. Criptogra fía. Conservación del secreto. Seguridad. Organización y métodos de la Policia; métodos y procedimientos de. investigación y de acción policíacos. Táctica guerrillera: preparación y ejecución de la acción. Temas tácticos sobre el plano. Ejercicios, pa trullas, maniobras combinadas con las Fuerzas Armadas y con la Policía, en los que se apliquen los conocimientos adquiridos en tódos los grupos. Tecnología. Organización y estructura de los posibles obje tivos; ss elementos vitales: vías y medios de comunicación de todo gé nero; instalaciones, redes, centrales y medios de transmisión, telecomunicación, radar; fábricas, centrales eléctricas, presas; ministerios, cuarteles generales; armas especiales: rampas de lanzamiento y depósitos de proyectiles teledirigidos, caflónes atómicos, etc. Explosivos, minas, trampas. Agresivos químicos y bacteriológicos. Transmisiones: — — — — — medios, su empleo... neutralización, y destrucción. Conocimiento y utilización de los diversos me LA. FORMACION.DEL GUERRILLERO dios de transporte:’ automóviles, motocicletas, Por el mismo carácter de su actividad, es útil lanchas de vela, de remo, de motor; aviones, a la formación del guerrillero una extensa gama hlicópteros; locomotoras de vapor, diesel. eléc tricas. de conocimientos. Conocimiento y empleo de todo el armamento Ello no excluye, sino que implica, una espe cialización. Dada la gran diversidad de conoci individual y colectivo de Infantería, propio y del mientos necesarios, no es posible pretender que enemigo. Conocimiento y utilización de armas arroj adi todos los componentes de un Grupo o de una Uni dad dominen todas las especialidades; es preciso zas: cuchillo, jabalina, flechas, lazó, boleadora; que cada uno alcance un alto grado de especia Paracaidismo. Supervivencia: aprovechamiento integral de los. lización en una o varias de ellas, las más acor des con sus aptitudes y aficiones, aunque todos recursos locales, para el cáso de agotarse los vIveres y ser imposibles al abastecimie’nto y ‘la ayu tengan una formación básica común. Podemos agrupar las materias en los siguientes da de la población; preparación de las comidas. Técnica de campamento: elección’ de los lii grupos: — — aczca. Estudio y análisis de los antecedentes lflstoricos de la guerrilla y de sus principios, Participación de la guerrilla en la maniobra general del Ejército de Operaciones. Psicología de las masas, propaganda, acción subversiva. Redes de agentes; su constitución, sus misiones, sus posibilidades y su empleo. ‘ , . gares situaciones más adecuados, topográficasacampada y meteorológicas; en las diversas enmascaramiento y eliminación de huellas de estacionamiento y de movimiento. Fotografía, cinematografía, dibujo. Topografía: conocimiento del terreno, orienta-.. ción. iLigiene, medidas sanitarias, primeros socorros.. Visitas a organismos e instalaciones estudiados en el grupo. . 27 Ediicación Física. Esquí y escalada. Lucha, boxeo, judo, jiu-jitsu. Natación y utilización de equipos submarinos. Visión nocturna. Equitación. Marchas por toda clase de terrenos, en todas condiciones atmosféricas: Competiciones deportivas. — que el país sea nzuy accidentado y difícil al ac ceso, sea por montañas, sea por bosque y pan tanos, o sea por la naturaleza del suelo. es imposible dejar de reconócer que hay una clase de hombres, pobreS y habituados a un trabajo fatigoso y a las privaciones, que se mues-. tra generalmente más vigorosa y más apta para la guerra. Moral. Estas líneas parecen escritas pensando en Es paña. Deontología del guerrillero. cuando se trate de estropear caminos y de obs Política: estudio dé las doctrinas nacional y tacuiizar desfiladeros estrechos, los medios, que enemiga. emvleen puestos de vanguardia o destacamentos Tests y conferencias. de batidores están, con respecto de aquellos que Idiomas. acumulan una masa de paisanos sublevada, como los movimientos mecánicos de un autómata con Estudio del idioma del enemigo, actual o po res pocto a los de un hombre. El enemigo no p’ue tencial. Estudio del o de los idiomas de los aliados. de recurrir a otro medio contra los efectos de la. insurrecciÓn que al de formar muchos destaca mentos para convoyar sus transportes, para ocu y par sus estaciones militares, los desfiladeros, los puentes, etc. Cuando las primeras tentativaé de la CONSIDERACIONES.FINALES insurrección sean débiles, estos destacamentos se rán débiles, exiguos, porque se teme diseminar las Las condiciones indispensables para que la in fuerzas. Ahora bien: son estos débiles destaca s?Árrección pueda llegar a ser eficaz son las si-. mentos los que alimentan precisamente el luego guientes: de la insurrección. Ocurre que, por una u otra que la guerra sea llevada al interior dél país; parte, la multitud los agota por el número; el que no se termine por una catrástrof e única; valor y el gusto de la lucha aunlentan entre los que el teatro de la guerra éomprenda una con insurgentes, y, desde entonces, la intensidad de este combate no deja de aumentar hasta que llega. siderable porción del territorio; que el carácter nacional sea propicio para esta al punto culminante que debe decidir el éxito. medida; De la Guerra.) (CLAU5EwITz: — — 28 f Mas es en España, en 1808,qüe la guerra de partisanes debía demostrar toda su potencia. Finalmente, el Ejército francés debe abando nar España, diezmado y vencido por un adversa rio que nunca pudo agarrar. La nación española, de un carácter naturál mente indomable, saca su fuerza del sentimiento popular de su nacionalidad. (Teniente Partisanos.) La población presta una ayuda sin límites. Los guerrilleros están constantemente informados y abastecidos. Cada uno se hace espía: mujeres y niños aseguran los enlaces. La naturaleza misma del país, esencialmente montañoso, se presta a la guerra de partisanes. Los caminos son escasos y difíciles. El adversario debe fraccionar sus fuerzas y, considerablemen te debilitado por su misma dispersión, se presta mejor a los gólpes que le son asestados. Cada puesto, cadci aldea deben ser fortificados por los franceses. El servicio de vigilancia se hace agotador. Los convoyes requieren escoltas con siderables: hace faltá a veces un batallón para transmitir una orden. Las ‘carreteras están sem ‘bradas de muertos mutilados y de material des truído. El enemigo sigue siendo imposible de agarrar, por las. complicidades y los refugios de que dis pone. El Ejército (francés) llega a temer a Es paña: la duda y la desmoralización invaden los espíritus, mientrás que el español encuentra apó yo cada vez más sólido en el Ejército de Welling— ton, que se beneficia, en cambio, del impulso po -pular. Este Ejército, cónstanternente informado, ve derretirse los efectivos de su adversario, pre ocupado esencialmente por la seguridad de su ro-’ tagva-rdia. J 1ON Coronel DAUMONT’: La Guerra de Para la defensa de nuestra Patria la guerrilla ha representado siempre un arma eficacísima, y ocioso fuera insistir sobre ello. Mas la batalla moderna excluye todo género de improvisaciones. Tenemos una maravillosa can tora de donde sacar guérrilleros casi formados, un escenario ideal para esta clase de lucha, una doc trina secular, profundamente’ arraigada en el alnacional. Una organización adecuada armonizaría todo ello para crear un poderoso instrumento defen sivo, que el Mando podría coordinar con los de más mediás a sus órdenes para salvaguardar la integridad y la soberanía nacionales. Los ingenieros tenemos un considerable y re levante papel en la guerrilla: ‘los exploivOs, las minas y las trampas son nuestro patrimonio, y sabemos dónde colocarlos para causar los máxi mos daños, puesto que somos los que construimos. la mayor parte de los objetivos preferentes de los guerrilleros; la técnica de las transmisiones, tánto para su empleo como para su neutraliza ción, es otra de nuestras especialidades.’ En las prácticas realizadas hasta ahora, los re sultados obtenidos y las enseñanzas deducidas han sidó altamente alentadores, y hacen entre ver el ‘fruto que una a,cciórí de guerrilléros mi nuciosamente preparada y llevada, a cabo con precisión y disciplina puede significar para la de fensa de la náción. REVISTA ILUSTRLOA ilELOS’ 1ANilOS SUBALTERNOS DEL EJERCITO S U M A R 10 del número de agosto de 1959. El Pelotón de Jusileros en las, Áqrupacio’nes de Infantería Eperimentales’;—Teniente Coronel Ariza García. Rl proceso, la sentencia y la ejecución del guerrillero Romeu.—Rico de Estasen. Pston?pas de vn itinerario por’ los pueblos y las tierras de España. Reino de Murcia, VI y último.-JUafl Cualquiera. Cosas de Ayer, de Hoy y de Mañañq. Comandante Ory. España en hechos y en ci/ras.—Capitán Miranda Calvo. Nue’strqs lectores pregun.tan.—Redac’Ciófl. — 29 Mo Para 1959 Premiosa ‘la colaboraci6n estimular y recompensar los trabajos de los colaboradores de EJERCITO, el Excelen tísimo seÑor Ministro del Ejército ha dispuesto se establezcan, para el período de tiempo com lrendido entre 1. de enero y 31 d.e diciembre de 1959, premios en el número y cuantía y para los grupos que a continuación se expresan: 1.—ESTUDIOS GENERALES SOBRE GEOBELICA, POLITICA MILITAR Y ECO NOMIA DE GUERRA REFERIDOS AL MOMENTO ACTUAL.—Un premio de 2.500 pesetas y otro ¿e 2.000. 11.—ESTUDIOS GENERALES DE TACTICA, OROANICA MILITAR Y MOVILIZA CION.—Un; premie de oo pesetas y otro de 2.000. 111.—ESTUDIOS GENERALES DE LOGISTICA, NORMALIZACION Y CATALOGA ClON Y ESTADISTICA.—Un premio de 2.500 pesetas. IV.—ORGANIZACION, ARMAMENTO, MATERIAL Y EMPLEO DE CADA UNA DE LAS ARMAS.—Un premio de 2.500 pesetas y tres de 2.000. V.—ORUAN’IZACION, MATERIAL Y EMPLEO DE CADA UNO DE LOS SERVI •CIOS.—Un premio de’ 2.500 pesetas y otro de 2.000. VL—ESTUDIOS SOBRE MORAL, PSICOLÓcIIA, EDUCACION E INSTRUCCION MI LITAR—Un premio de 2.500 pesetas. VII.—.PROYECTILES DIRIGIDOS Y COHETES Y ESTUDIOS NUCLEAR.—Un premio de 2.000 pesetas. VIII.—,COOPERACION AEROTERRESTRE.—UU premio de 2.000 IX.—GUERRA DE GUERRILLAS Y DEFENSA de 2.000 pesetas. X.—HISTORIA MILITAR.—Un premio de 2.000 REGLAS PARA LA REALIZACION SOBRE LA GUERRA pesetas. CONTRA LAS MISMAS.—Un premio setas; DEL CONCURSO 1. Tendrán derecho’ a tomar parte en este concurso todos lOS trabajos que se publiquen en la Revista entre 1. de enero y 31 de diciembre de 1959. 2. El Director de la Revista elevará al Estado Mayor Central la correspondiente propues ta de premios, precisamente en el mes de enero de 1960. 3. El artículo 12 de la Orden sobre publicaciones de 4 de enero de 1951 (“D. O.” núm. 23) dispone que el premio de un trabajo de la Revista autoriza para la anotación correspondien te en la Hoja de Servicios del ai.tor. 30 La guerra indirecta Teniente Coronel de Artillería, del Servicio Miguel BATISTA GUTIERREZ, del E. Un nuevo término, el de «guerra indirecta», ha venido a sumarse a los, muchos que al margen de textos y reglamentaciones técnicas esperan re frendo oficial. Con él se pretende definir la gue rra conducida por una táctica que, renunciando a la destrucción rápida de las fuerzas enemigas, mediante la batalla, trata de conseguir el mismo fin por una acción estratégica de destrucción de sus fuentes de recursos, de amena’za de su segu ridad, de aislamiento con sus reservas y centros de producción y de quebrantamiento de su mo ral, hasta llevar a su ánimo el reconocimiento de su inferioridad. En realidad, no encierra este concepto nove dad alguna, porque nació con el hombre cuando éste hubo de luchar con sus semej antes, por ra zón de hegemonía o, sencillamente, de vida. A través de la Historia, lo aplica el elemento autóctono de tódo pueblo invadido por otro de superioridad manifiesta. Es ejemplo de guerra in directa la sostenida por nuestras guerrillas en la Independencia patria; lo es también la manteni da, en la última guerra, por rusos y yugoeslavos en la retaguardia alemana; actualmente tiene tal consideración la practicada por el F. L. N. contra el Ejército francés de Argelia; y, en ge neral, la guerra psicológica, de propaganda por eleiíientos afines en el país probable adversario, goza, encierto modo, de este carácter. No obstante, entre el concepto general el que actualmente se le aplica, existe un matiz di ferencial que queda bien patente, pues en los casos expuestos, la guerra de est. naturaléza la ‘ de E. M., M. O. conducen los que se conocen inferiores, mientras que el concepto moderno concede su aplicación a los netamente superiores en medios, Hubo un momento, al finalizar la primera gue rra mundial, que este concepto pudo tener ca rácter oficial, arrunibando viejos principios y al terando la organización de los Ejércitos. Fué cuando Dohuet, en Italia, exaltando las excelen cias de la Aviación de bombardeo, lanzó la idea de que podía ganarse una guerra sin haberla. empezado, por la acción exclusiva de la Aviación en el interior del país enemigo, sobre campos de aterrizaje, centros de producción, zonas indus Triales,’nudos ferroviarios, etc. Supo dar tal realismo al producto de su ima ginación, que la duda sobre la posibilidad de que el dinamismo aéreo pudiese anular la potencia estática de un Ejército prendió en los Ejércitos de Mar y Tierra, y por algán tiempo se estuvo en trance de aceptarla sin reservas. No es de extrañar que, hOy, con los modernos y poderosos medios orgánicos de los Ejércitos, el radio de ácción y los efectos de sus armas, que aumentan al ritmo de avance en materia nuclear, haya cobrado nueva vida la teoría que se comen ta y esta vez con fundadas esperanzas de resul tados positivos, que si bien no ha influido en ningún principio de guerra si ha obligado a los Ejércitos a transformar su organización, a ensa yar nuevos procedimientos de combate y crear la preocupación de escalonar bases en profundi dad, tanto para evitar la destrucción de los cen tros motores y sistemas nervioso y circulatorio 31 propios, como para garantizar la destrucción de los del adversario en una gran profundidad. Hace véinticinco años nada hacía pensar que se lograsen efectos de la magnitud de los que hoy se conocen, áunque ya en 1932 el Dr. Aston, adelantándose a nuestro tiempo, profetizaba que «si el investigador del futuro descubre los me dios de emplear el H como fuerza, la raza hu mana tendrá en su mano una fuente de ener gía superior a toda fantasía científica; pero debe tenerse en cuenta que el hombre sería in capaz de controlar esta fuerza arrolladora que, infiamándose súbitamente, convertiría todo el II de nuestro planeta en helió. El resultado de tal experimento tendría las más catastróficas con secuencias, y al reventar nuestro astro, por la explosión, el cataclismo sería anunciado al Uni verso en forma de una nueva estrella de extra ordinario resplandor». Es verdad que en los experimientos realizados hasta el momento, empleando la energía del H, no se ha visto, afbrtunadamente, confirmada en toda su extensión desoladora la profecía del doc tor• Aston, pero es innegable que los efectos con— seguidos han rebasado el límite de los alcanzados hasta entonces, como puede apreciarse en el gráfico, al comparar el radio de acción de efectos de una bomba tipo A y de otra H, haciendo ex plosión sobre Madrid. Pero en el supuesto de una guerra nuclear, estan inmediata la reacción a la acción y tan semejante la destrucción a que se verían some tidos los países que manejasen los mismos me dios, que ante la imposibilidad de poder discer nir entre vencedor y vencido al finalizar un.a con tienda, no es aventurado pensar que los Gobier nos opten por mantener en reserva indefinida las armas nucleares y que nuevamente la victoria se ventile por el choque directo de fuerzas en pre sencia. C /3OO.CC0 00Db ACC(ON MÁXIMO00109.0TIPO0. uNO ACCION MÁXIMOSOMÁATIPOPi. l ‘3 dibujo á1 autor en esc1a 1/300.000 ha eido reducido a la mitad. O U Del Conandante José M. monumentO del Cid en Burgos de Infante rl a, GARATE CÓRDOBA. DE COMO MENENDEZ PIPAL SUPO ENCONTRAR ALCID Menéndez Pidal soportó bien la abrumadora curiosidad periodística de su noventa cumpleaños. Hubo respuestas suyas para todas las entrevis tas onomásticas, que se publicaron con noticias de su vida y obrás. Sin embargo, creo que aún no ha llegado al hombre de la calle la verdadera magnitud y hondura de los trabajos cidianos de D. Ramón, los que le llevaron a regir la Academia Española y le hicieron honoris causa de las ex tranjeras. Ellos llenaron toda su vida, abriflan tando su nombre y el de su patria. Son muchos y valiosos los hallazgos de la asombrosa capacidad filológica, histórica, litera ria, de Menéndez Pidal sobre cantares de gesta y romances. Son muchas sus precisiones—visigóti cas, románicas, árabes—-sobre lo medieval, lo im perial, lo cervantino. La gigantesca Historia d España que él dirige va por los diez de sus trein ta o más tomos. Las muestras de las librerías gritan—fresca aún la tinta—su reciente estudio del neotradicionalismo en La Cha nson cte Rolanci, gozoso estreno de un anciano en plena produc 33 ción. Pero la obra cidiana es la que ha i1uminado todos los estudios. Al hermanar con fe clarividente—pese a Kie nast—los métodos histórico y filológico, logró una perfecta delimitación de Rodrigo Díaz de Vivar. Y ese es su mayor éxito, devolver a España, limpio y glorioso, el héroe que se deshumanizaba en la dorada quimera del romancero o en la le yenda negra del hipercriticismo, que le hacía condotiero1 mercenario y arabizado. Cuando Menéndez Pidal se acercó al Cid ya pre sentía su maestro Menéndez y Pelayo que podían trazarse, sin recelo, las líneas principales de su vigorosa fisonomía, «previo el contraste entre los testimonios de amigos y enemigos, entre la his toria y la leyenda, que no deben confundirse a más, pero que en este caso se aclaran y comple tan mutuamente». Don Marcelino Menéndez y Pelayo no suponía en el Cid una moralidad polí tica impropia de su ruda época; para él eran dos aberraciones lamentables «tanto pretender su ca nonización como convertirlo en un bandido afor tunado». De ahí partió el discípulo para su empresa he roica. Difícil heroísmo gris de la entrega coti diana, que él desea para sus conpatriotas, prac ticándolo ejemplarmente, desde la cumbre de sus noventa años: «Que vivan unidos, que trabajen. Hay que levantar a España confraternados en los grandes e inmediatos destinos colectivos.» Su consejo es todo un «Arriba España!». La barba florida de don Ramón se enfrenta decididamente con la del Campeador. Don Ra món busca la verdad escueta. Como buen biógra fo, se encariña con su héroe y llega a empaparse tanto del cidianismo de su vocación, que, paso a paso, sigue las huellas del Cid, de lugar en lugar, de monte en monte, a caballo las más veces, con su «Kodak» a punto en bandolera. Y cuando hay que bautizar una hija, que será luego colabora dora, no encuentra mejor nombre que Jimena. Junto a Jimena Gómez de la leyenda y Jimena Días, de la Historia, Jimena Menéndez Pidal, de la investigación. Funde y encarna así su tarea en su vida, la poesía de ambas. Se hace hijo de sus obras. Entra de lleno en el Cantar de Mío Cid. Para Menéndez y Pelayo tenía más de legendario que 34 de histórico, pues estimaba que «modifica las cir cunstancias de hechos muy capitales, introdu ciendo otros enteramente fabulosos», y pertenece enteramente a la leyenda el drama, «al que pa rece concurrir toda la acción». Menéndez Pidal examina pacientemente el manuscrito, emplean do los reactivos donde la lupa es inservible. Coteja pacientemente el texto con las fuentes cas tellanas—gesta leonesa, carmen latino de Cata luña, cronicones aragocatalanes—con relaciones de cronistas árabes, de documentos franceses y aun hebreos. Armoniza y ensambla las noticias de escrituras sueltas, de cartularios, pergaminos, epitafios e inscripciones lapidarias. Analiza rasgos paleográficos, interpreta obras de arte—e1 monu mento enmienda al documento— y, sin concesio nes a panegiristas ni detractores, contrasta los personajes en los archivos, y la topografía sobre el terreno mismo. Consiguió aislar, primero, todo lo fabuloso que enzarzaba la literatura cidiana. Principalmente, el romancero anónimo y tardío de los sialos XIII y XIV, base de un Cid tan poético como falso. Imaginarias mocedades en la corte de Fernan do 1, que hicieron llevar su nacimiento hasta 1029 para que fuesen posibles. Apariciones, milagros, desplantes ante el Papa, arrogancias desmedidas. Jugosos frutos de invención que inicia la tragedia del amor desbocado de Jimena al matador de su padre—tan apócrifa la hija como el Conde Lc’za no—, reniemorados hoy, con inaenio moderno y con aplauso, en un escenario madrileño. En su peregrinar por la ruta cidiana, traduce y locailza la geografía del Poema.- Eran reales y estaban en. su sttio todas las referencias toponí micas. Vuelca los nombres en un mapa y observa la distinta densidad de la sembradura, muy ene sa hacia Medinaceli. -Parecen ser lugares fami liares al poeta, acaso estaba allí su patria chica. Goincide el hallazgo con un dato fonético. El ju glar ha rimado seriamente con «amor y Ca rrión», palabras tan asonantes como «luerit» y «fuent», lo que indica que pronunciaba «lont» y «font», al modo catalán y valenciano, infiltrado entonces hasta las extremaduras de Soria. Sus hallazgos filológicos fueron mucho más le jos. Llegó a comprobar documentalmente, con va riados y eficaces recursos, que existieron veinti on Ramón Menén dez Pidal, Presidente de la Academia de la Léngua séis cte los veintinueve personajes cristianos del gado a conceder que hubo un compromiso roto Cantar, y dos de los cuatro moros. Del principal con los Condes de Carrión, e incluso un viaje de inlocalizado, Martín Antolínez—su sobrino—hay las hijas del Cid hacia tal pueblo, al identificar tradición oral, muy repetida, en el origen genea que Diego Téllez, personaje incidental, mero lógico del apellido Burgós, y se tiene por suya «comparsa»—en argot del teatro—, era señor de Sepúlveda y poseía las tierras del robledal de una tumba en San Pedro de Cardeña. Así, con cinceladas f1rmes y constantes, con Corpes, próximas a San Esteban de Gormaz, don insistencia batalladora y monástica—como el po de los versos le cantan acogiendo a las afrenta sible guerrero-monje que lo escribiera—, fué des das Elvira y Sol. cubriendo don Ramón la plena historicidad del Las notas críticas iniciales abrieron paso a tres Poema del Cid, y .sigue comprobando un nuevo magistrales volúmenes de El Cantar de Mío Cid. realismo en cada nuevo hallazgo de su investiga Era en 1908,cuatro años antes de morir el maes tro Menéndez y Pelayo. Primero, el texto, comen ción. Sólo dos episodios da él como leyendas: el tado en lo paleográfico y literario, con su itine rario geográfico e histórico. De él formó el voca engaño del cofre y la afrenta de Corpes. El pri mero queda aún brumoso y sujeto a controversia. bulario, diccionario del siglo XI, casi enciclbpédi El segundo, ténido por fantástico, dió siempré qué co. Entre ambos, la Gramática, una gramática pensar a Menéndez Pidal, y últimamente ha ile- del primitivo romance castellano, balbuciente aún 35 de latinismos, inédita hasta entonces, que para sí hubieran querido los doctos de la época. Toda una enciclopedia sobre el Cid y su tiempo. ¿Cuántos conocían la colosal labor de este es fuerzo menéndezpidalino? Paso a naso, benedic tinamente, iba surgiendo esa asombrosa resucita ción biográfica de Rodrigo Días que son los dos volúmenes de la España del Cid. En ella dejó sentado, como primer axióina, que la historia real del Campeador es más poética que su leyen da. Verdad desoída de novelistas y poetas, co mediógrafos y guionistas, que encontrarían ins piración y fama explotando los filones del puro historicismo cidiano. Por añadidura, harían pa-• tria ,en vez de fomentar la incomprensión, con siguiendo de una vez que en España y fuera de ella se conozca al que, siendo nuestro héroe epó nimo, es también héroe por antonomasia, cuyo solo nombre evoca al mundo entero un paradigma de valor y caballerosidad. Esta fué la indiseutida victoria de Menéndez Pidal en su larga batalla. La mayor gloria que ha saboreado en sus noventa años. «Cumplir noven ta años—dijo—-notiene importancia.» Claro que no. Lo que tiene importancia es vivirlos, saberlos vivir, como él, en servicio y entrega a una mi sión callada, que glorifica.el nombre de su patria. A los burgaleses nos apenan unos párrafos de La España del Cid que siguen al epígrafe: «Nemo profheta acceptus est in patria sua». No concebi mos que la actitud dé Burgos hacia el Gid corres- ponda al adagio latino, porque tenemos fe en la nobleza y lealtad ancestrales de Castilla. Esperamos que los próximos hallazgos de la in vestigación rectifiquen esas ideas de la invidencia en los paisanos de Rodrigo. Acaso algún día se comprueben burgalesismos de poetas y per-aba tesy, desde luego, una mejor comprensión bur galesa del Cid. Por de pronto, con el Cid se des terraron cinco sobrinos y un cuñado, amén de otros parientes. La hueste es eminentemente bur galesa. Pero Burgos admira y honra como se merece al hijo predilecto que ha reivindicado la gloria del hijo más preclaro. Herntana á ambos la filia ción legítima del unoy honoraria del otro. Cuan do, hace cinco años, se debatían los proyectos del monumento del Cid, alguien propuso poner la es tatua del poeta al. pie del héroe—valoración in versa al de Cervantes—, y no faltó una voz que mostrase a Menéndez Pidal mucho más acree dor a tal honra que el anónimo autor y el desco nocido Pert-Abat, lo que no excluía figurar al poeta y al historiador. Me aclaraba, en voz baja, apa sionadamente: «Yo le pondría como pedestal cin co tomos gigantes y macizos, siinbolizanao los tres volúmenes de El Cantar y los dos de La Es pañ del Cid.» Era una voz que se dejó oír hace dos años, la del primer cidiano burgalés, don Matías Martínez Burgos, mi maestro y amigo, que goza ya la paz del Señor. IMPRENTAS DEL COLEGIODE HUERFANOS El Patronato de Huérfanos de Oficiales del Ejército tiene tres imprentas: en M A ORlO, TOLEDO Y VALLADOLID, que, además de los impresos oficiales, de adquisición obli gatoria en dichos establecimientos, también realizan trabaios particulares de esmerada confección, garantizando la CANTIDAD, CALIDAD y ECQNOMIA. Los ingresos que por estos conceptos obtienen pasan ÍNTEGRAMENTE a engrosar los fondos del Patro nato y se destinan a MEJORAR la situación de los HUÉRFANOS. Se encarece a los se ñores Jefes y Oficiales efectúen pedidos a esas imprentas a fin de incrementar los recur sos de los HUÉRFANOS. 36 La ins/rucción de /1ro de las tripulaciones de carros de com a/e El conocimiento de un arma no garantiza normalmente que se sea un buen tirador con ella. Como, asimismo, el título de tirador—el hecho de haber superado con éxito los ejercicios de tiro—no garantiza tampoco que dicho tirador ob tenga iguales resultados en un combate real frente a tiradores enemigos. Para conseguir ésto es preciso instruir al soldado en las condiciones mds parecidas al futuro combate. En la instrucción de carros, donde los campos de tiro y el costo de las municiones son una difi cultad, ¿puede llegarsé a poseer eficientes tripula clones utilizando medios auxiliares, ejercicios de tiro supuestos los disparos y los, impactos o reali zando, por tiltinio, ejercicios de tiro redúcido? S’ifl duda alguna, creemos que una instrucción metó dica y progresiva (donde el tirador. vaya. logranL do paulatinamente la automatización de sus mo-. vimientos, reduciendo el tiempo empleado en las diversas operaciones que el tiro en carros exige, así como acostumbrando su visión a la óptica y dificultades de localización, de’ los blancos que en el campo pueden presentársele), puede ser la base para lograr tripulaciones eficientes Des pués, en el momento del combate, siempre será más rápida la transformación del tirador de paz en tirador combatiente si el conocimiento de su material, así como su manejo, fué sólidamente aprendido y practicado. A nuestro modo de ver, la instrucción ‘de hoy cumple solamente una primera fase de las tres que ha de tener el ciclo completo en la instruc ción del carrista. Cumple sólo aquella que capa-, cita al tirador en el conocimiento y manejo de sus armas deficientemente, ya que la práctica real con las mismas queda reducida a unos pocos ejercicios de tiro sobre blancos de fácil, destruc ción, ejecutados casi siempre en condiciones óp timas de localización. La instrucción de tiro finaliza ahí, siendo pre cisamente entonces cuando debería comenzar la de aplicación al combate propiamente dicha, me’ diante dos nuevas fases. La primera, ejeóütan do los mismos ejercicios conocidos” ya, «contra reloj», a fin de conseguir ejecutar el tiro con la máxima rapidez y exactitud, sincronizando al máximo lbs movimientos de todos los tripulan tes. La segunda, sometiendo a las tripulaciones a un recorrido de campo con blancos de diversos ti pos, en condiciones de ejecución cada vez más difíciles y adversas. La precisión de los aparatos de puntería de que se dispone en los carros mo- Comandante misión Luis SÁNCHEZ LÓPEZ;-De de americana enlace con(CEMAG.-E. la Misión M.militar C.) la Conorte demos y la, enorme tensión de las trayectorias de sus proyectiles garantizan a una tripulación bien instruida el lograr casi totalmente impacto seguro al primer disparo o, cuando menos, reducir considerablemente las posibilidades de visión del carro enemigo durante los segundos siguientes a la explosión, “los cuales deberán sér suficientes para introducir la corrección precisa en nuestro próximo disparo y destruirle. La instrucción «contra ‘reloj» es fundamental. Es la fasé que el Ejército americano destacado en Europa cumple, realizando una serie de competi clones entre todas lás tripulaciones de. sus Uni dades, y a la cual el General Clarke aludía en una ceremonia de entrega de títulos celebrada en la Escuela de Carros de Alemania, con las siguientes palabras: «Hay, que pensar—decía—que nuestro futuro enemigo ha de tener a su disposición, cuando menos, material de iguales posibilidades que el nuestro. Sólo una mejor instrucción moral y técnica eu nuestras tripulaciones nos garantiza rán la victoria en el momento del combate.» Péro la constante, práctica de los ejercicios de instrucción realizados sobre blancos convenciona les y en condiciones de ambiente favorables, aun realizados «contra reloj», sólo nos pueden pro porcionar mayor seguridad y, rapidez en los com plicados movimientos que los mecanismos de pun tería y fuego’ exigen. Por eso, son sometidas las Unidades americanas, además, a una práctica denominada «prueba de eficiciencia de las tripu laciones», en la que la puntuación. obtenida es factor de toda la tripulación, y que consiste en un recorrido donde aumenta la dificultad de su trazado, así como la de localización de sus blan cos. Mayor eficacia en menos tiempo es el fin que se pretende lograr con estas competiciones, cuyos resultados prácticos han sido altamente sa tisfactorios; El indice de un.tuación por Unida des completas ha mejorado notablemente, y es de esperar que los tiempos en que las tripula ciones tardan en batir unos determinados blan óos vayan reduciéndose, proporcionando al Man do la seguridad de que de sus carros, en el mo mento del combate, saldrá ese primer disparo tan fundamental para el éxito. Estos resultados positivos son los que nos han animado a transcribir con el máximo’ detalle la forma en que estas pruebas ‘se realizan, por si pueden servir de ayuda a los Oficiales que tienen en nuestro Ejército la importante misión de for mar tiradores de carros; ,‘) / yuda de instrucción empleada para Ja enseñanza, construida en mádera 1. Ejercicios de tiro con ámet. de 7,62. Ta y IV. 2. Ejercicios con cañón de 90 mm. y con ame tralladora de 12,70. Tablas V,. VI, VII y VIII. e) Curso cíe eficiencia de tripulaciones, que exige: eficacia en la conducción; adecuada elec ción de posiciones de tiro y de arma. Corrección en las órdenes de fuego y máxima eficacia en los blas 1, II, III impactes. La instrucción del carrista que hemos podido estudiar en la Escuela de Carros del Ejército Americano en Alemania (T. T. C.)se lleva a cabo por medio de los siguientes cursos: a) Examen preliminar de tiradores, que com prende las siguientes fases: 1. Pruebas de material. 2. Pruebas de fuego simulado. b) Curso de calificación de tiradores, que com prende las siguientes fases: Ametralladoracoaxial Trazadora Normal Instrucción TABLAS correspondientes a la prueba b. Tabla 1a Tabla II a. g Tabla III b. b Tabla III (antigua) e Tabla IV b. d Tabla y Tabla VI Tabla VII Tabla VIII Total para práctica Total para puntuar 25 — 15 30 e) Amt. de 7,62 25 — 120 4 5 4 10 45 15 = 150; de 12,70 = 300 a) EXAMjN PRELIMINAR DE TIRADORES 1 .—PRUEBAS DE MATERIAL. 1. Desarmado del cierre del cañón. Procedimiento.—para facilitar esta prueba, to dos los mecanismos deben estar limpios de grasa y aceite. La lona. del cierre se habrá quitado 160 25 41 41 1 5 5 y Colocado una lona en el suelo de la torre, en evi 19 19 Se utilizará munición trazadora si no se dispone la especial para ejercicios. e. Se realizará una vea para práctica antes de hacer los disparos con cañón. d. de 4 Expuesta la munición necesaria para la ejecu ción de las pruebas b) y e) (en la prueba a), los disparos son simulados), vamos a explicar la for ma de ejecutar la primera de ellas. 38 Caión de 90 mm. HE PerToranfe 16 a. Incluye 5 disparos para puesta en ceroy fallos. b. Incluye 4 disparos oara puesta en cero. c. Se practica una vez antes de realizar los ejercicios en el campo. (Curso Efic. de Trip.) Prueba El total de puntos que se pueden obtener en las anteriores pruebas son los siguientes: Prueba a), 480 puntos. (Para poder tomar par te en las siguientes pruebas b) y c), es preciso que el tirador haya obtenido, como mínimo, 384 en la a).) Prueba b), 800 puntos. (400 corresponden a las Tablas 1-1V, y 400, a las y-VIII.) Prueba c), 1.220puntos. La clasificación de los tiradores se realiza con arreglo a las puntuaciones obtenidas en la prue bab): Tirador experto: de 370 a 400 puntos. Tirador de primera: de 330 a 369 puntos. Tirador de segundá: de 300 a 329 puntos. Descalificado: 299 ó menos puntos. La munición que se precisa para los ejercicios de estas pruebas es la siguiente: 2 tación de que puedan sufrir desperfectos las pie zas del cierre al caerse. Las luces del interior de la torre estarán encendidas durante el ejercicio. Se descontarán 5 puntos por cada período de 30 segundos o parte de período que exceda de los 3 minutos concedidos. GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Desarme el cierre». (Comienza a con tar tiempo). 2. Tirador: Una vez desarmado el cierre, anuncia: «Terminado». 3. Examinador: Anota el tiempo invertido en la prue ba por tiraior. Ayuda de instrucción empleada por los alumnos para las prácticas en cla 4. Uso del indicador del cilindro reflenador y forma de actuar en consecuencia. Procedimiento.—El Tirador debe identificar las cuatro posiciones del indicador, explicando el sig nificado de sus cuatro diferentes secciones y las medidas que hay que adoptar en cada caso antes de realizar los disparos y durante el fuego. Cada error cometido se penalizará con 5 puntos. PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Identifique las cuatro secciones del indicador. Explique lo ciue significa cada una de ellas y resolución que usted adoptará cuando las observe, antes o durante el fuego. 2. Tirador: Identifica y explica el significado de las secciones. 3. Examinador: Anota el tiempo. 4. Tiempo permitido: 2 minutos. 5. Puntos posibles: 20 ODIA 4. Tiempo permitido: 3 minutos. 5. Puntos posibles: 20. 2. Armad.o del cierre del cañón. Procedimiento.—El cierre y la torre se encon trarán preparados en igual forma que en la prue ba anterior. Se descontarán los mismos puntos y por iguales causas en la prueba anterior. ODIA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Arme l cierre». (Comienza a con tar tiempo). 2. Tirador: Una vez armado el cierre, anuncia: «Ter minado». 3. Examinador: Anota el tiempo. 4. Tiempo permitido: 4 minutos. 5. Puntos posibles: 20. Puesta de la torre en el mando eléctrico. Procedijniento.—trna vez dada la orden de co menzar la prueba por el Examinador, el Tirador debe poner la torre en mando eléctrico, ejecu tando todas las operaciones en el orden debido. Por cada error cometido se descontarán 5 puntos. 35 PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Ponga la torre en eléctrico». (Co mienza a contar tiempo.) 2. Tirador: Alerta la tripulacin.—Comprueba niveles de aceite.—Desbloquea el pestillo de la torre.—Enciende el contacto de la torre.—Comprueba manualmente si la torre se mueve libremente a uno y otro lado, y lo mismo hace con los mandos manuales de elevación del cañón. 3. Examinador: Anota el tiempo.. 4. Tiempo permitido: 2 minutos. 5. Puntos posiblés: 10. GUlA Cuadrante de Elevación construido en madera tamaño, para la enseñanza en gran Prueba de comprobación y afuste del me canismo de disparo. Procedimiento.—E sta prueba, aunque compren de tres operaciones, es considerada como una prueba sola. Corno preparación para la misma, el selenoide de la ametralladora coaxial y la van ha del mecanismo del disparo del cañón estarán impropiamente ajustados, siendo imposible hacer fuego con ellos. El Tirador pondrá los mandos en eléctnicó, actuará sobre los mandos y mecanismos de disparo y comprobará su funcionamiento. Asi mismo, comprobará el selenoide. Seguidamente realizará lós ajustes necesarios para que tanto el cañón como la amet. puedan disparar. Para es tas comprobaciones y ajustes dispone el Tirador de 8 minutos. Los puntos posibles son 20. Sufrirá un descuento de 5 puntos por cada período de 30 segundos (o parte de período) que exceda del tiempo concedido. GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Compruebe los contactos de disparo y ainte del selenoide y varilla de disparo del cañón.» (Cuenta tiempo.) Ayuda en gran tamaño construida en madera, para enseñar los mandos del telémetro Procecimiento.—Sobre ura mesa se coloca una ainetr. de cal. 7,62, con el espacio de cabeza des ajustado. El Tirador debe realizar este ajuste en menos de dos minutos. GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Ajuste el espacio de cabeza». (Cuen ta tiempo. 2. Tirador: Ajusta el espacio de cabeza y anuncia: «Terminado». 3. Examinador: Cuenta- tiempo y anota el invertido. en la prueba. 4. Tiempo permitido: 2 minutos. 5. Puntos posibles: 20. Ayuda para la instrucción del Periscopio M-20, en Ja que puede pbservarse fácilmente los movimientos de las barras de torsión 2. Tirador: Realiza las comprobaciones, mecanismos y anuncia: «Terminado». 3. Examinador: Anota el tiempo. 4. Tiempo permitido: a minutos. 5. Puntos posibles: 20. ajusta los 6a Ajuste de los aparatos de puntería. (Homo geneización.) procedimiento.—.Ei carro M 47 es colocado en una posición horizontal, desde la que pueden ob servarse diferentes objetivos o blancos colocados a distancias conocidas, comprendidas entre las 500 y 3.000 yardas. El Tirador debe seleccionar un blanco a una distancia de 1.500 para realizar la homogeneización. El cañón habrá sido preparado por el Instruc tor colocando en la boca del tubo la cruz filial. Seguidamente, el Examinador desajustará los distintos elementos del telémetro (escalas de dis tancias y munición, dioptrías, halving, etc.). Asi misnio desajustará los mandos de elevación y azimut de los periscopios y descorregirá de cero la unidad balística. En el interior de la torre se encontrarán el Ti rador y un tripulante provisto de binoculares pa ra ayudar al Tirador a realizar la homogeneiza ción en los distintos movimientos de elevación y dirección que serán precisos para la realización de la prueba. 8. Ajuste del espacio de cabeza y su sincroni zación en la ametralladora 12,70 Z. Proceolimiento.—Se coloca una amtr. de cal. 0,50 (12,70) perfectamente sincronizada, pero con el espacio de cabeza desajustado, sobre un trí pode. El Tirador debe corregir el espacio de ca beza y comprobar su sincronización por medio de la láminas calibradoras. GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Ajuste el espacio de cabeza y com pruebe la sincronización». (Cuenta tiempo.) 2. Tirador: Ajusta el espacio de cabeza, comprueba la sincronización, utilizando los calibres de lámina, y anun cia: «Terminado». 3. Examinador: Cuenta tiempo y anota el invertido en la prueba. 4. Tiempo permitido: 2 minutos. 5. Puntos posibles: 20. 9 Cuidado y mantenimiento de los mecanis mos de la torre. Proceciimiento.—El Examinador ordena: «Eje cute la comprobación diaria de los puntos que hay que lubrificar en la torre, incluyendo la compro bación y rellenado del sistema de recuperación del cañón». El Tirador señala los puntos cuya responsabilidad de engrase recae sobre él y es coge entre varios aceites y grasas aquella que GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «C o mi en c e la homogeneización». (Cuenta tiempo.) 2, Tirador: Realiza el ajuste del te?émetro, perisco pios y Amtr. coaxial, siguiendo las secuencias correctas. Una vez terminado, anuncia: «Terminado»: 3. Esta prueba no tiene tiempo límite. 4. Puntos posibles: 0 (20 por el tel4metro, 10 ror c:, da periscopio y 10 por la ametralladora coaxial). 7• Ajuste del espacio de cabeza de la ametra lladora coaxial. 40 Telémetro montado sobre soporte para la enseñanza clase y práctica de los alumnos en debe ser utilizada en cada punto o mecanismo. (Todos estos lubrificantes y grasas deben estar envasados en sus normales envases.) Debe el Ti rador explicar también el correcto procedimiento para comprobar, rellenar y sangrar el sistema de recuperación, del cañón. El total de puntos que se pueden obtener en esta prueba es de 20 Por cada error será señalada una penalidad de 5. GTJIA PARA EL EXAMINADOR - 1. Examinador: «Realice la coiñprobación diaria de los puntos de engrase de la torre y la comprobación de sistema de recuperación del cañón.» 2. Tirador: Señalará los puntos de lubrificación y se leccionará el lubrificante a utilizar en cada uno. Ex plicará el procedimiento para comprobar, rellenar y san grar el sistema de recuperación del cañón. 3. Tiempo límite: No tiene. 4. Puntos posibles: 20. • afirmativo, debe decir su cuantía y realizar la. corrección. El tiempo permitido es de tres mi— nutos. Los puntos posible, 10. Caso de que la es cuadra haya sido mal corregida, no se le con cederán puntos. Seguidamente, el Examinador anuncia un án gulo de elevación El Tirador lo coloca en la es cuadra y sitúa ésta en los puntos precisos sobre el cierre. El Examinador comprueba el ángulo y situación de la escuadra. Este ejercicio se reali zará cuatro veces. Por cada una de ellas el Ti rador puede obtener 5 puntos, y el tiempo que se le concede para cada colocación de estos ángu los es de diez segundos. GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Compruebe la escuadra de nivel y, si tiene error, ué corrección precisa», (Cuenta tiempo.) 2. Tirador: Una vez comprobada, anuncia: «Escuadra correcta)), o en caso contrario: «Escuadra incorrecta. Pre cisa una corrección de... en más o en menos». 3. Examinador: Anota el tiempo invertido en la prueba. 4. Tiempo permitido: 3 minutos. 5. Puntos posibles: 10. 6. Examinador: «Angulo de elevación, tantas milési mas». (CUenta tiempo). 7. Tirador: Coloca el ángulo en la escuadra. Sitúa ésta sobre el cierre y anuncia: «Terminado». 8. Examinador: Anota el tiempo y seguidamente anunciaS’ otros 3 ángulos. 9. Tirador: Ej ecuta estas tres nuevas órdenes y, al. final de cada una de ellas, anuncia: «Terminado». 10. Tiempo permitido: 10 segundos para cada orden. 11. Puntos posibles: 20 (5 por cada ángulo bien si— tuado). 10. Identificación e inspección de Zamunición; Procedimiento.—Todas las clases de munición de uso corriente ei el cañón de 90 mm. y ametra lladoras del carro M 47 deben estar a la vista del Tirador. Algunos de estos proyectiles deben pre sentar faltas (suciedad, oxidaciones, bandas gol peadas, vainas defectuosas, etc. etc.). Los letre ros y marcas propias de cada tipo de munición estarán cubiertos de tal forma que sólo el tama ño, silueta y color del proyectil sean suficientes datos para que el Tirador identifique la muni ción. En esta prueba, el Tirador deberá identifi car cinco proyectiles y señalar los defectos que observe en tres de ellos, explicando también los NOTA-—Silos ángulos no son los ordenados, o está mal efectos que se derivarían si estos proyectiles de la escuadra O el tiempo excede de 10 segundos en fectuosos fueran utilizados en fuego real. Los situada cada operación, no se concederán puntos. puntos posibles son 10. Por cada error que corne ta el Tirador en esta prueba le serán descontados 2 puntos. 2. Prueba de manejo del cuadrante de ele vación GUlA PARA EL EXAMINADOR Proceclimiento.—En esta prueba debe el Tira 1. Examinador: «Identifique estos cinco proyectiles». dor situar el cáñón en alcance, utilizando para 2. Tirador: Identificará los proyectiles que se le in la medida del ángulo de elevación el cuadrante diquen. 3. Examinador: «Manifieste los defectos que observa de elevación. en estos tres, y’ efectos que se pueden producir si se uti El Examinador anuncia una distancia en yar lizan». das. El Tirador, usando la unidad balística como 4. Tirador: Explicará lOS defectos y los daños que tabla. de tiro, determina el ángulo y lo itúa en pueden derivarse de ellos. 5. Tiempo permitido: Sin límite. el cuadrante. Seguidamente cala la burbuja, ma 6. Puntos posibles: 10. nejando el mando de elevación del cañón, y anuncia TERMINADO. El Examinador comprue ba el ángulo situado en el cuadrante y si la a) EXAMEN PRELIMINAR DE TIRADORES burbuja está calada. 2.—PRUEBAS DE FUEGO SIMULADO. Esta operación se repite dos veces más, procu rando el Examinador Que lo.s ángulos que sitúa 1.a Cornvrobación cte la escuacira cte nivel.—Se entrega al Tirador una escuadra de nivel, que sean positivos y negativos. puede o no puede estar exacta. El Tirador debe Los puntos posibles son 30. 10 por cada vez. realizar la prueba de comprobación de extre El tiempo permitido para cada operación es de mos y hallar el error, si es que existe. En caso diéz segundos. 4 PREPARADO. El Examinador le anunciará la distancia, mu nición y blanco y, al mismo tiempo, le trasladará con su mando el cañón hasta las cercanías del blanco a que se apunta. El Tirador colocará la distancia en la unidad balística en la munición correspondiente y terminará de apuntar el cañón con sus mandos. El Examinador comprobará la posición de la cruz filial, la distancia y la muni ción establecidas en la unidad balística. Esta prueba se ejecutará cuatro veces. Por cada vez obtendrán 10 puntos, si se ha realizado bien y en menos de diez segundos por cada prueba. GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: Anuncia distancia, munición y blan co. (Cuenta tiempo.) 2. Tirador: Coloca la distancia y munición en la uni dad balística y termina de apuntar el cañón sobre el blanco ordenado. 3. Examinador: Anota el tiempo y comprueba la pun tería y distancia en la U. B. 4. Tiempo permitido: 10 segundos. 5. Puntos posibles: 10. 6. Examinador: Repite la prueba con tres nuevas ór denes de tiro, las cuales puntúan en igual forma. Ayuda de instrucción construida en madera, donde el Instructor mueve el paisaje dibujado en la pantalla y el alumno debe situar la cruz filial sobre el blanco orde nado batir, por medio de los mandos de elevación (1) y dirección (2) GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: Anuncia una distancia en metros y munición a emplear. (Cuenta tiempo.) 2. Tirador: Halla ‘el ángulo y lo sitúa. Cala la burbu ja y anuncia: «Terminado». 3. Examinador: Anota el tiempo invertido y ordena otros dos ángulos en igual forma. 4. Tirador: Ejecuta las órdenes en igual forma. 5. Tiempo permitido: 10 segundos para cada orden. 6. Puntos posibles: 30 (10 por cada orden bien eje cutada). 3• Prueba de apuntado del cañón u.tiliaando los periscopios M 20 y unidad balística. Procedimiento.—En esta prueba el Tiracor de be apuntar el cañón correctamente sobre cuatro blancos, siguiendo las órdenes que le dé el Exa minador. El carro deberá estar emplazado en un lugar desde el cual puedan verse los cuatro blancos de la prueba. El centro de los blancos debe estar señalado para que pueda el Examinador compro bar que la cruz filial está perfectamente apuntada. El. Tirador situará sus dioptrias en los ocu lares del periscopio y la unidad balística en cero. Una vez realizadas estas operaciones, anunciará 42 Prueba de apuntado del cañón por medio del telémetro. Procedirniento.—En esta prueba él Tirador de be apuntar el cañón sobre un blanco utilizando el telémetro. El Examinador le anunciará tres órdenes de fuego. El tiempo permitido es de diez segundos por cada una de ellas, y los puntos que se pueden conseguir, 30. (Por cada orden bien ejecutada, 10.) GUlA PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: Anuncia una orden de fuego. (Cuen ta tiempo y traslada con su mando el cañón hacia el blanco previsto.) 2. Tirador: Coloca la munición en su escala, halla la distancia, apunta el cañón y anuncia: «Listo». 3. Examinador: Anota el tiempo y comprueba la pun tería y distancia. 4. Tiempo permitido: 10 segundos. (Esta prueba se re pite dos veces más.) 5. Puntos posibles: 30 (10 por cada prueba ejecutada correctamente). 5a Prueba de puesta en cero de los prisco píos. Proceclirniento.—Esta prueba consta de tres operaciones, pero a efectos de realización se con sidera una solo. En un sitio visible habrán sido colocados varios blancos con un círculo de una pulgada y a una distancia delante del carro de 1.000 pulgadas. En cada blanco se habrá mar cado un agrupamiento de tres impactos. El cañón estará perfectamente homogeneizado de ante mano, así como los aparatos de puntería. Las escalas de los mandos de homogeneización se ha brán descorregido al azar. El Examinador desig nará un blanco. El Tirador realizará la puesta en cero de emergencia. PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Realice la puesta en cero de emer gencia». (Cuenta tiempo.) 2. Tirador: Múeve las escalas deslizantes dé azimut y elevación a 4 y 4. Desbloquea los mandos y sitúa en estas escalas 3 y 3. Bloquea los mandos y anuncia: «Ter minado». 3. Examinador: Anota el tiempo. 4. Tiempo permitido: Un minuto. 5. Puntos posibles: 15. 6. Examinador: «Simule tres disparos con perforante al blanco, supuesta distancia de 1.500 yardas y munición perforante». (Cuenta tiempo.) ‘7. Tirador: Sitúa en el índice la munición anunciada y la distancia correspondiente. Apunta el cañón y simu la tres disparos, reapuntando el cañón después de cada uno de ellos. Anuncia: «Terminado». 8. Examindor: Cuenta el tiempo y lo anota. 9. Tiempo permitido: Un minuto. 10. Puntos posibles: 15. 11. Examinador: «Los tres disparos realizados están representados por los tres puntos negros del blanco. Complete la puesta en cero, realizando el disparo de com probación». (Cuenta tiempo.) 12. Tirador: Coloca la cruz del retículo en puntería sobre el blanco. Desbloquea los mandos de hoinogeneiza eión. Traslada la cruz del retículo hasta el centro del agrupamiento. Bloque los mandos. Vuelve a colocar la cruz en puntería, utilizando los mandos del cañón, simula un nuevo disparo .y anuncia: «Terminado» 13. Examinador: Anota el tiempo invertido. 14. Tiempo permitido : Un minuto. 15. Puntos posibles: 20. Total de puntos posibles en la Prueba: 50. NOTA: En esta prueba la exactitud es fundamental, tanto en lo que a puntería se refiere, como a la eolo cación correcta de la munición y la distancia en los me canismos respectivos. En la puntería final, un error ma yor de ;4 de milésima, anula la Prueba. GUlA OIJIA PARA El EXAMINADOR 1. Examinador: «Tirador, perforante, carro, fuego». 2. Tirador: Conecta el mando del cañón, sitúa la mu nición en su escala, anuncia: «Visto»; apunta el blanco, anuncia: «Preparado», y simula el disparo. 3. Examinador: Comprueba la puntería y le indica la traza. (Cuenta tiempo.) 4. Tirador: Aplica la corrección sobre impacto; anun cia: «Preparado», y simula este nuevo disparo corregido. 5. Examinador: Comprueba la puntería del segundo disparo y anota el tiempo. 6. Tiempo posible: 20 segundos. ‘7. Puntos posibles: 50. Prueba de corrección del ruego utilizando el indicador de azimut y el cuadrante de eleva ción. Proceciimiento.—Para la preparación de esta prueba se requiere tener confeccionada una tar jeta de tiro con los datos correspondientes a va rios blancos. El cuadrante de elevación y el in dicador de azimut estarán comprobados exacta mente. El cañón estará apuntado sobre el punto de referencia. El Examinador anuncia una orden de fuego tomando los datos de uno de los blan cos de la El Tirador apunta el cañónespor medio de tarjeta. los mandos. El tiempo permitido de dos minutos. PARA EL EXAMINADOR 1. Examinador: «Tirador, HE, cuadrante de eleva ción (tantas milésimas); azimut (tantas milésimas de recha o izquierda); tropas, fuego». (Cuenta tiempo). GUlA Indicador de Azimut construído tamaño en madera / 6. Prueba de punteila inicial y CORRECCION SOBRE IMPACTO. Procedmiento.—Esta prueba consta de dos .operacíones, pero se considera como una sola. En su preparación se coloca un blanco pequeño con una silueta de carro de unas 4 pulgadas de 1on gitud por 2 de altura, a unas 1.000 pulgadas de distancia enfrente del carro. A una pulgada del lado izquierdo o derecho del carro hay dibujado un punto rojo, que représenta un disparo per dido. El Examinador anuncia una voz de fuego para batir el carro. El Tirador coloca la torre en poder, sitúa la munición ordenada en la es cala, apunta el cañón y simula el disparo. El Examinador comprueba la puntería y le indicñ la traza roja del disparo para que el Tirador in troduzca la corrección correspondiente. El Tira dor introduce la GORRECCION SOBRE IMPAC TO y simula un segundo disparo. El Examinador vuelve a comprobar ete disparo y cuenta el tiempo invertido. El tiempo permitido es de vein— te segundos. Los puntos posibles, 50. I en gran 2. Tirador: Conecta el mando de disparo, sitúa los da tos en el cuadrante, apunta en dirección con el indicador de azimut, centra la burbuja por medio del mando de elevación del cañón, anuncia: «Preparado», y simula el disparo. 3. Examinador: Cuenta el tiempo y comprueba si los datos son los ordenados. 4. Tiempo permitido: 2 minutos. 5. Puntos posibles: 40. NOTA.—La debida secuencia y la seguridad son de la nxima importancia en esta prueba. Si existiera error en los datos dados, no se otorgará punto alguno. Pruebas de fuego simulado: 2. 1. Comprobación vel 2. Manejo 3. del 4. de la escuadra cuadrante Apuntado pio del M Puntos de cañón de ni 30 30 elevación. con el perisco 40 20 Apuntado del cañón con el telé 30 50 metro 5. Puesta 6. en cero Puntería del inicial periscopio y corrección sobre 50 impacto 7. AMEN PRU4INAR Puntería DE TIRADORES. azimut y RESUMEN DE LA TABLA DE PUNTUACIONES Pruebas de material: Puntos 1. Desarmado del cierro del cañón 2. Armado del cierre del cañón 3. Puesta de la torre en mando eléc trico 4. Uso del indicador del cilindro reile nador ..: 5. Ajuste del mecanismo de disparo 6. Ajuste de los aparatos de puntería... 7. Ajuste del esuacio de cabeza de la ametralladora de 762 8. Ajuste y sincronización de la ame tralladora de 12,70 9. Cuidadó y mantenimiento de Jos mecanismos de la torre 10. Identificación e inspección de la munición del carro M 47 elevación 20 pondientes 20 TIRADORES al MEN 10 tintas 20 gados 20 similar 50 cursos de de aun carros número de tros se 20 10 da íros a la Escuela de Carros del Ejército DE nuestra permiten, en la americano realizarla con Los Escuelas esta del unidad de misión y con de en Europa. us DE DE en afición los tiradores. Vilseck ha CA- EFICIENCIA intentando, voluntad de nues se CURSO y de suficiente formación TIRADORES colaborar formación el dis encar Unidades. esta y TRIPULACIONES, que la facilitar trabajo puntos. las las que en EXA Oficiales en para Para LIYICACION LAS los distintas sentir este 384 todavía Oficiales carristas. realizado que proporcionan deje este explicadas puedan en ejerci corresDE de sido celebrados no los cañón en mínimo han a 480. CALIFICACION instrucción criterio criterio 20 que tiende esta realizar obtener un Aplicación 20 DE necesario con pruebas a y CURSO es detalle completo, ametralladora PRELLMINAR El 40 examen pasar con de posibles270 del poder tiro indicador puntos puntos Para de nos Entrada cuadrante de de NOTA: cios Total de rnLntos vosibles210 el Total Total 1. utilizando a Oficiales la los medi carros de ca La siluetaseñorial del Castillo cJe Malpica sobre el Tajo Cas/ii/osso4relospasos eilrifeficos ¿el Tajo El de Málpica restaurado recienternene Tte. Coronel de Infantería, retirado. Celestino Hay que decir que los castillos españoles. reli quias del pasado glorioso e imperial de España, salieron bien parados de nuestro Movimiento Na cional. Son pocos los que recibieron el castigo de las bombas y las iras artilleras en sus raciales y viejas estructuras de guerra, acaso porque el ene migo rojo no los ocupó casi nuflca. Y no creemos que fuera esto debido al respeto que estas forta lezas le impusieran, ya que no dudaron en gua recerse y fortificarse en torres mudéjares .y gó ticas, para batir desde ellas a las fuerzas nacio nales, sin preocuparse del peligro de que fueran cañoneadas y destruidas. Hemos recorrido paso a .paso la provincia de Toledo, sembrada toda ella de castillOs, y hemos podido comprobar que las ruinas de muchos de. ellos permanecían así desde antes de nuestra úl tima guerra, debido a los vaivenes destructores de los siglos y a la incuria ingrata de los hom bres. Toledo es una de las provincias que más casti lbs tiene, que han ido jalonando la historia de esta baja Castilla a 1 largo del tiempo. El cielo d la provincia toledana resplandece en azul so bre las torres de sus innumerables castillos; la bóveda de ese cielo da tono vivo al paisaje de su M. LÓPEZ-CASTRO. (Fotos del autor.) suelo gris, donde campea el terrazgo pardo del barbecho, la aridez del páramo y los caminos re secos por los que ha pasado, la historia de Cas tilla. Trochas, senderos, cañadas y veredas por donde iban y venían los rebaños de la Mesta, cuando huían de los fríos pirenaicos del alto Aragón hacia los climas templados de la Extre madura. Uno de los castillos perfectamente conservado hoy y recientemente restaurado es el de Malpi ca, bañado por las aguas del caudaloso Tajo, más allá de la ciudad Imperial, y, por lo tanto, más anchuroso allí, con verdes orillas de risueñas márgenes embellecidas por frondosa arboleda. Panorama compIeamente distinto al paso por Toledo del impetuoso río encajonado allí, bravío y bramador, entre rijosos cantiles que lo com primen, que lo estrechan en sombría garganta. Cauce curvado alrededor de la ciudad, formando un foso defensivo natural, difícil de salvar por un asaltante que llegara por el Sur. Alveo pro fundo por donde galopan las aguas, mirándose en su azogue fugitivo, desde gran altura, las to rres fuertes del castillo de San Servando, los presuntuosos y modernos edificios de la Acade mia de Infantería, las estructuras resucitadas del 45 hoy existe un puente moderno en lugar de la an tigua barca heroico Alcázar, en trance de ser terminada su reconstrucción, y la pintoresca ermita de la Vir gen del Valle, enriscada en la ladera y asomada al precipicio. Río internacional que baña las capitales de dos naciones: Toledo, que fué Corte de la España Imperial y visigótica, y Lisboa, que lo es de la actual y vieja Lusitania. Río pleno de historia, lleno de heroísmos, porque fué frontera de la Es paña musulmana durante dilatados años, y sus aguas se enrojecieron muchas veces con sangre agarena de los invasores y cristiana de los reconquistadores. Río que vió llegar a su cauce con asombro, en agosto de 1936,las columnas marro quíes de Yagüe, valientes ocupantes de sus ribe ras hasta Talavera; y luego a las fuerzas del General Varela, que conquistaron Toledo y su Alcázar, después de bajar desde Maaueda por la carretera de Avila y de haber asaltado las for tificaciones rojas de este pueblo (sin tocar su castillo), declaradas inexpugnables por el Gene ral de Ingenieros rojo Masquelet. Consideraba el Gobierno de Madrid que aquél era el mejor sitio para detener el ímpetu arrollador de los nacio nales en su avance incontenido por la vega del Tajo y en su amenaza inminente sobre la capi tal de España. Maqueda era el sitio clave en donde se habría de decidir si se iba primero a Madrid o a Toledo, para liberar a los héroes del Alcázar. Hubo opiniones encontradas y vehemen tes, que el Caudillo cortó con energía y decisión afectiva: « ¡ A Toledo » Pero vayamos hacia la fortaleza de Malpica, que allí quedó embolsada por las fuerzas nacio nales, entre el Tajo y la línea marcada por Ma queda, Valde Santo Domingo, Torrijos y Rielves. 46 Muchos de los castillos del Medievo fueron construidos a la orilla de los ríos para defender su paso. Hemos citado el de San Servando, en To ledo, y vamos ahora a éste de Malpica, que es hoy nuestro tema. El castillo de Malpica existe desde hace muchos siglos, acaso desde los primeros de la conquista de España por los árabes; aunque el que hoy contemplamós ha cambiado comple tamente sus estructuras y hasta su trazado, a causa de las múltiples reconstrucciones y res tauraciones. Se sabe que el primitivo castillo se construyó para guardar y defender el paso o bar ca de Malpica, aquí establecido y citado tantas veces en viejas crónicas de guerra; paso que fi gura en un episodio político que afectó directa mente al Rey don Juan II de Castilla. El rein.ado de este monarca se caracterizó por su abulia y falta de voluntad para los asuntosde Estado, depositados íntegramente en manos de su favorito don Alvaro de Luna. Pero las ambi ciones personales de los Infantes de Aragón don Juan y don Enrique, cuñados de don Juan II, desembocaron en una serie de luchas e intrigas. para ganar la voluntad del monarca y anular los manejos del de Luna. Y ocurrió que un día de ju lio de 1.420, hallándose el Rey en Tordesillas, acompañado de su valido, llegó el Infante don Enrique, penetró en palacio bajo pretexto de apre sar a ciérto sérvidor indeseable, y se apcderó vio lentamente de don Juan y de don Alvaro, y se los llevó, primero, a Segovia y, finalmente, a Talavera de la Reina. Pero el de Luna, con su influencia, consiguió evadirse con el Rey el 29 de noviembre del citado año, pasando el Tajo por la barca dé Malpica, protegida por el castillo, afecto al mo narca, y logrando llegar y esconder a don Juan II. El do patio restaura al estilo mu déjar en la fortaleza de Montalbán, encumbrada en los Montes de Toledo. Sobre la impresionante majestad del ancho Tajo se yergue la silueta señorial del castillo de Malpica, presidido por el silencio y la paz ven turosa de ahora. En la plácida y mansa corrien te cabrillean sus torreones cuadrados, chatos y anchos, en transparencias de cristal movedizo. Sobre las aguas quietas y profundas duerme el castillo, rodeado por rumores espesos de bosque, Una de las avenidas envuelto en un paisaje bello y sedante, con calma inalterable desde hace siglos. Hoy existe allí un moderno puente metálico, donde antes se encontraba la antigua barca, y desde aquel lugar se contempla el magno castillo, con toda la integridad arquitectónica de su to rreada estructura; lamiéndole las aguas del gran río sus pétreos murallones; con la pincelada azul de cielo toledano sobre él, y el verde concentra do de las orillas que encuadran la bellísima for del parque que envuelvo al Castillo taleza ducal de hoy, aumentando así el efecto decorativo del cuadro. Pero antes de llegar y vi-. sitar el castillo queremos decir algo importante sobre us cambios y reformas en su estructura castrense antigua, ya que podemos clasificarlo ahora como comprendido entre los castillos palacios. Los castillos perdieron mucho de su carácter militar y belicoso a raíz de la orden taj ante de los Reyes Católicos para que fueran derribados estos reductos de la nobleza, a fin de someterla al poder real, ya que había llegadó a enfrentarse con él, superándolo en influencia política y en riqueza. En su colisecuencia, algunos castillos, que pudieron librarse de esta destrucción, trataron de dulcificar su fisonomía castrense de fortale zas, naciendo un tipo híbrido, medio castillo, me dio palacio, al abrir sus herméticos muros con ajimeces y galerías góticas, y al convertir sus plazas de armas interiores en patios porticados de dos órdenes o plantas, estructurados con ar cos ojivos. Las habitaciones, reducidas antes a cocina, cuadras, dormitorio del señor y aloja miento de sus mesnaderos, fueron ampliadas con salones suntuosos, amueblados espléndidamente, donde la vida muelle de las ciudades hace su aparición en el siglo XVI, entrando en los cas tillos decididamente el lujo, y el arte. Las bóve das de piedra son sustituídas por bellos arteso nados mudéjares; los pavimentos y muros son revestidos con cerámica talaverana y con ricos tapices; las chimeneas de hogar blasonadas, con sus troncos llameantes, confortan el ambiente; Sobre la puerta de la barbacana exterior, cuelga una las fiestas y saraos se celebran con frecuencia, y lo.s trovadores corren de castillo en castillo, con sus citaras y laúdes armoniosos y con sus canti gas líricas. Castillos-palacios con sus adarves y torrejon cilios, donde el centinela, ballestero o arcabu cero vigilaba el campo, acaso hostil, mientras en los salones resplandecía el lujo del sarao entre miles de luminarias en los velones, apliques y aparatos ferrados. Bellísimo es el panorama de este castillo-pa lacio de Malpica, acrecentado al contemplar el gran parque que lo rodea; de floridos jardines y cruzado por avenidas bajo arcos de verdura. Al lado del castillo se extiende el pueblo de Malpi ca, dominado por la vieja mansión fortificada en cordial vasallaje; protegido por el noble señor del castillo que lo ha restaurado recientemente, para que la historia no se interrumpa y para que el plantel de la fortaleza siga realzando su silueta romántica por los caminos de la esté tica. Su dueño, el Duque de Anón y Marqués de Malpica, comenzó hace pocos años las obras ne cesarias para su conservación, haciéndolo con tan exquisito gusto y realismo de épcca, que es digno de encomio, hoy sobre todo en que estas restauraciones han desnaturalizado las estructu ras de muchos castillos. La fortaleza está enclavada en el extremo de una enorme finca, una de las más bellas y ex tensas posesiones señoriales de Castilla la Nueva. Y en ella se han celebrado siempre excursiones simbólica cadena como signo de haber alojado a un rey Bella perspectiva desde la de la barbacana puerta cinegéticas, presididas muchas de ellas por per sonas reales, organizadas por don Joaquín Fer nández de Córdoba, Duque de Arióu, prototipo del verdadero montero español, que llegó a ma tar 1.300 reseS. Este castillo está ahora de luto porque su dueño falleció en el pasado año 1957; pero su ponemos que sus herederos seguirán la tradición de conservar, la fortaleza, modelo de castillospalacios. Su planta es rectangular, con torres achatadas y cuadradas en los ángulos, y la del Homenaje centrando el lienzo meridional. Las torres y merlones están almenados, abriéndose en ellos ventanas de estilo mudéjar y de ajimez. De la primitiva fortaleza subsiste el foso y la torre del Homenaje, así como parte de la bar bacana, con su puerta ojival y puente levadizo. Por cierto, ue nos extrañó una cadena que or laba .por fuera el arco de la puerta, explicán donos que era la señal simbólica usada en el Me dievo para indicar que el Rey se había hospe dado alguna vez en el castillo. Y al comentar el episodio de don Juan II de Castilla, cuando atra vesó el Tajo por la barca, camino de Montal bán, sé nos dijo que la tradición asegura que se paró a descansar en este castillo de Malpica. El patio es lo último restaurado, con arque rías ojivales y galerías en dos plantas. Multi tud de salas, con chimeneas decoradas de ara bescos, se extienden por los dos pi.sos de la for taleza, pero solamente se han habilitado para vivir las de la planta inferior. San Servando (To ledo), otro castillo sobre un paso es trategico del Tajo Xl rii fN ormas sobre 1Lolatoracion .1 EJÉRCITO se forma prefeDentemente con los. trabajos nea de los Oficiales. Puede enviar empleo, escala y situación. de colaboración espontá los suyos toda la Oficialidad, sea cualquiera su También publicará EJÉRCITO trabajos de escritores desarrollo interese que sea difundido en el Ejército. civiles, cuando el tema y su Todo trabajo publicado es inmediatamente remunerado con una cantida.d no men.b•r de 6oo pesetas, que puede ser elevada hasta 1.200 cuando su mérito lo justifique. Los utili zados en la S’ección de “Información e Ideas y Reflexiones” tendrán una remuneración mínima de 250 pesetas, que también puede ser elevada según el caso. La Revista se reserva plenamente el derecho de publicación; el de suprimir Jo que sea ocioso, equivocado o inoportuno. Además. los trabajos seleooionados para publica ción ‘están sometidos a la aprobación del Estado Mayor Central. Acusamos recibo siempre de todo trabajo recibido, aunque no se publique. Algunas recomendaciones a nuestros Colaboradores Los trabajos deben venir escritos a máquina, en cuartillas de i r;enØones, con da ble espacio entre ellos. Aunque no es- indispensable acompañar ilustraciones, conviene hacerlo, sobre todo s.j son raras y desconocidas. Los dibujos necesarios para la cor•rcta interpretación del texto son indispensables, bastando que estén ejecutados, aunque sea en lápiz, pues la Re vista se encarga de dibujarlos bien. Admitimos fotos, oomposicionies y dibujos, en negro o en color, que no vengan acom pañando trabajos literarios y que por su carácter sean adecuados para la publicación. Las fotos tienen, que ser buenas, porque, en otro caso, no sirven para ser reproducidas. Pagamos siempre est oolaboración. según acuerdo con el autor. Toda colaboración en cuya preparación hayan sido consultadas otras obras o tra bajos, deben ser citados detalladamente y acompaar al final nota completa de la bi bliografía consultada. En las tradnciones es indispensable citar el nombre completo del autor y la publi cación de donde han sido tomadas. Solicitamos la colaboración de la Oficialidad para “Guión”, revista ilustrada de los mandos subalternos, del Ejército. Su tirada, 21.000 ejemplares, hace de esta Revista una tribuna resonante donde el Oficial puede darse la inmensa satisfacción de ampliar su la bor diaria de instrucción y educación de los Suboficiales.. Pagamos los trabajos destina dos a “Guión” con DOSCIENTAS 50 CINCUENTA a SEISCIENTAS pesetas. De Etica Militar Capit.n de Infanteria, Francisco Javier VI LLALBA ‘Y SANCHEZ DE OCAÑA, profesor de la Academia del Arma. • • La profesión castrense, en su milenario ejer ciio, está siempre enfocada hacia el cultivo cUi— dadoso de todos los elementos de índole psico lógica de que dispone el hombre como sujeto dotado de un complejo de valores espirituales. Hay una metodología al servicio de esta téc nica, un vocabulario especializado, el cual, unas veces con precisión y otras con. bien perceptible desvarío, estima, ‘clasifica y define los varios as pectos y las diversas teorías psicológicas que sir ven de asidero a sus certeras o conjeturales ideaclones. El telón de fondo de la psicología militar es la noción de la guerra y sus varios motivos. Como la razón humana es impotente en las relaciones o conflictos entre países, la guerra es tan anti gua y será tan constante como su sujeto actuan te, es decir, que, al parecer, mientras haya hom bres habrá guerras, lo que equivale a situar su eterna presencia como uno de los menesteres más idóneos del ser humano. Esto, en lo que sin error se puede llamar el aspecto endógeno, porque lo óxógeno, dependien te de los progresos de la mecánica, física, etc., o afecto a ellos por razón de su mayor percep tibilidad en el gran público, llega a colgársele una atribución capital, duandQ es simplemente un adjetivo. El conjunto de virtudes indispensables y pre cisas para la carrera militar están catalogadas en los libros que de ello tratan, su definición está en los diccionarios y su glosa en los auto res clásicos. Ese- es el mareo tradicional, la f é ruja Impuesta al racIocinio, Pero como el ele mento de la psieologia vario e incoercible es el alma humana, la ciencia psicológica está aque jada de frecuentes crisis, altibajos, que obedecen a la Imperfección de los métodos en unos casos y al afán generalizador en otros. Es frecuente oir delicadas burlas a cuenta de los instrumentos o mecanismos para graduar, con arreglo a deter minados patrones, las variables escalas de la in teligencla humana y la diversidad de reacciones con que ésta y el carácter de la persona se ma nifiestan. Esta incredulidad lo mismo es propia de las ciencias naturales que de las fi1osóficas,y estando los psicólogos en lo que pudiéramos lla mar zona intermedia, sus fines y métodos son más discutidos, porque el área de sus conocí- mientos no es ni tan sutil como la indole filosó fica ni tan susceptible de ponderarse como ele mento de laboratorio. Y es que no puede ocurrir de otra manera, toda vez que la psicología es la ciencia humana por antonomasia y se concreta a lo que no es ni totalmente espíritu incorpóreo ni sujeto zoo lógico, sino reflexión recíproca de una y otra entidad conceptual, por la que los elementos del espíritu se orientan hacia arriba en tanto que lo biológico tiene su esencia más terrenal, en este complejo indescifrable como esencia, aun que se le puede ir catalogando en lo que de espectacular o externo se ofrece a la observa ción. Los errores provienen de la falta de adecua ción, puesto que la ciencia del hombre no puede en modo alguno encontrar su medio de expre sión en los recursos de la física matemátida ni redactar clasificaciones cuya ordenación acuse escalas, diferencias irreconciliables, oue son ideaciones carentes de sustancia efectiva, pues to que la ciencia psicológica no podrá nunca con vertirse en una ediflcación esquemática de orden evidente. La psicología .tiene que ofrecer lo mismo que el objeto de su estudio, la impresión perfecta de algo inquieto y aleatorio, y por esta mismá cualidad, de muy difícil captación para el cri terio ordenador que hemos adquirido por la vida intelectual, que le usa frecuentemente, incluso en las disciplinas más dispares; tendencia rec tilínea de clasificar por encima de toda otra consideración—en sentido escalonado, todo aque llo con que se topa, que acaba deformando el juicio, si se le quiere emplear como guía única. Ocurre exactamente igual al obtener la im presión fotográfica mediante el previo enfoque. — 51 La imagen que queremos otograiar es siempre la misma, pero si la acomodación de la lente no es la precisa, el conjunto se aparece con los contornos no bien definidos, en una palabra: «desenfocado». Este enfocar, cuando afecta a los recursos que la lógica ha discernido para la iniciación científica, tiene que manejarse con grandes precauciones, atendiendo la índole va ria y movediza del espíritu, humano. Lo que pudiérantos llamar visible—casi plás tico, que es lo que se percibe de un modo in mediato en correlación a determinados estados emocionales en el hombre no tiene carácter constante, puesto que en la confusa trabazón que va desde la idea o estado de conciencia a su manifestación en hecho, acto, pensamiento, movimiento o acción determinados, hay multi tud de elementos ocultos, los que para llegar a intervenir necesitan vías de actuación favora bles, que se suman al concepto inicial unas ve ces o lo desnaturalizan otras, anulando, en obe diencia, a otros sentimientos difíciles de expli car, aquel propósito inicial concebido en las re conditeces de la mente, reputado como valedero y que luego después, al querer ser puesto en práctica, se determina la incapacidad de su eje cución, puesto que para ello hacen falta otros factores que por su carácter anímico, de muy complicada raíz, se abstienen de intervenir. Con ello se alude de un modo directo a la in fluencia tan decisiva que ejerce en e1 ánimo un estado físico especial o deprimido. También una perturbación en las reconditeces de las secre ciones internas, alteración ésta debida a mil causas, las que, si bien están en estudio, no son susceptibles de captarse ni aislarse por muy per fectos que sean los métodos anatómicos. Igualmente contribuye a •a incertidumbre la inmensa variedad de determinismos ambientales fisicos, biológicosy hasta, nutricios, según su cau dal vitamínico—y por ello la mutabilidad sor prendente en las reacciones cuya observación ha de procurarse que sea siempre de reacciones con cordantes, es decir, análogas para su manifesta ción sin límites en un determinado medio. Esta es la justificación psicológica del duro aprendizaje que la vida militar requiere, puesto que las sorpresas y la reserva de energías, que continúan manifestándose a pesar de que todo hacia sospechar el agotamiento, reside en el es píritu, el cual es, además de rector soberano en todas las decisiones, un centro superior y depu rador de los actos, de los pensamientos y hasta de los movimientos musculares. Esto es cierto, porque si bien la vida vegetativa discurre por cauces en los que la, voluntad no interviene, hay una cierta correlación misteriosa e innegable. — 62 Basten estas breves ideas para situar el ra zonamiento que las ha motivado, esto es, el se ñorío del espíritu sobre la materia. La influen cia de la materia llega, en determinados casos, a ejercer indudable acción sobre el espíritu, y por último, que la verdadera entraña de la psi cología, como ciencia de aplicación militar, re side no en pretender clasificaciones, sino en aprovechar coyunturas, crear hábitos, provocar reflejos interños, tarea ésta tan antigua como el mundo y que se conoce con el nombre de «educación militar». A esta frase de enorme con tenido se le pueden atribuir todos aquellos con ceptos o métodos de naturaleza humana y, por tanto, susceptibles de ser aprehendidos creando hábitos de razonamiento o de acción, los que, a medida que sean participados por un mayor nú mero, sérán más eficaces y una renombrada au reala para el jéfe que haya sabido inspirarlos. Hay una índole de reacciones energéticas cu ya raíz está en la cadena inmensa de los ante pasados y que aparecen en determinadas oca siones de un modo espontáneo y con naturali dad, causando sorpresa incluso en el mismo su jeto. Pero éste es un asunto de índole tan com plicada que nos limitamos a cónsignarlo escue tamente. Tales orígenes motores son los que se han llamado con frase gráfica y vulgar «segunda naturaleza». Al ser humano, en la representación de su caudal energético, se le puede comparar con el patrón de un barco pesquero; el viento incide en sus velas, empujándole en un sentido deter minado; el mar con sus movimientos afecta al vaso flotante sobre el que navega; mar y aire pueden ser del mismo o de diverso sentido, pero el timón determina un propósito, una ruta, un rumbo. Las dificultades aparecen y entonces se emplea el motor auxiliar, activo mecanismo de tan acomodaticia eñergía, que sólo sirve al deseo del piloto y, por tanto, puede sumarse al aire, surnarse al mar, seguir el empuje de uno o de otro o prescindir de ambos con ruta obediente a su pensamiento. El símil náutico, aunque muy manoseado, sirve perfectamente para el caso que nos ocupa. A la capacidad militar genéricamente la po demos denominar «dotes de mando». Se entien den por talés las actitudes naturales o adqui ridas, que capacitan para exigir de los infe riores el cumplimiento del deber. Quien se encuentra en posesión de ellas con sigue mayor rendimiento con mínimas molestias y fatigas y evidente satisfacción en los subor dinados. Los tratadistas clásicos estimaban co mo la verdadera característica del jefe el «sabe’ hacer la felicidad de sus soldados». Se ofrecen casos en que las dotes de mando son, en cierto modo, innatas; pero como gene ralmente se adquieren es merced a la educación, al ambiente y, sobre tódo, al ejercicio de la vo luntad, que eS la cualidad primaria para todos los proceieres. La voluntad, regida por la in teligencia y ésta cultivada mediante el estudio y la observación, es fuente inagotable de eleva dos motivos. El escalonamiento jerárquico permite, por la serie sucesiva de mandos que se van ejerciendo, el adiestramiento espiritual y formación de las dotes peculiares a cada empleo. Dicho cono cimiento integral necesita la cooperación de múltiples factores de índole moral corno séquito de la inteligencia: tales son el valor y el co nocimiento lo más completo posible de la téc nica. militar, correspondiente a todas las jerar quías subordinadas, la propia y la inmediata su perior. Todo ello es necesario, pero no suficiente, puesto que pueden faltar las sutiles caracteri zaciones que se llaman «dotes de mando», las que están forrriadas nor una feliz asociación de sentimientos y cualidades de la más alta estirpe psicológica. Los sentimientos son susceptibles de agruparse en la siguiente forma: lealtad, generosidad, amor al soldado, imparcialidad y justicia. Las cualidades pueden impartirse así: valor de la responsabilidad. seren.idad,deci.sión, tena cidad, aihplitud de miras y criterio humano. La lealtad, sentimiento necesario en toda agru pación humana, es absolutamente necesaria e’ indispensable para el ejercicio del mando si se quiere conseguir que éste sea, como dice 1.aorde nanza, refiriéndose al cabo: «haciéndose querer y respetar». La lealtad, cualidad inherente a to do caballero, se compone de veracidad y conse cuencia, Ser leal con el mando es no poner obs táculos al cumplimiento dél debe o de la orden recibida, esté o no presente el jefe que nos la impuso. La consecuencia es seguir una paute. concordante con los esfuerzos que recuiere el cumulimiento de la orden y que generalmente inspira y rige la propia concieflca. Leal es quien no emplea, nunca engaños ni sutilezas pera lo grar ventajas o comodidades. El que defiende al inferior que lo merece o el que sabe los límites de su cometido es respetuosamente celoso en mantenerlos. Es también. leal todo aquel. que se abstiene de fomentar rencillas, celos, descon fianza.; pugnas entre compañeros, formando par te de camarillas• y cortejos tan gratos a la con dición vanidosa de la Humanidad. El usar de patrón riguroSo para juzgar al subordinado o compañero que no no’s es simpático, es también no ser leal. Emparentáda estrechamente con la lealtad es tá la generosidad, la que obliga, a no ahorrarse fatigas ni molestias para remediar o atender las necesidades de los que de nosotros dependen. Este sentimiento es un.o de los que más contri buyen para hacerse querer; condición indispen sable para que la obediencia sea consciente, vo luntaria y de sorprendente rendimiento, puesto que, estando pendiente de las necesidades de los subordinados, el papel del Mando adquiere una elevada nota humana, que es perfectamente compatible con la disciplina militar por la canti dad de efusión comunicativa y afectiva que crea el ascendiente, sin el cual el mando es un co metido en exceso iígido y, por lo tanto, anulador de las individualidades subordinadas. Imparcialidad y justicia son también elemen tos morales indispensables para el ejercicio del mando, y, aunque son correlativos, no son idénti cas. Imparcialidad es prescindir de afectos, sim patías y recomendaciones o temores en la distri bución de los cometidos diversos, tratar a todos con. el mismo rasero, respetando el derecho de ca da uno. Mediante el ejercicio de la imparcialidad, no aparecen. diferencias ni se vuinera o falsea de modo notable el conjunto moral, en cuya calidad estriba la verdadera eficacia del mando, que no 53 es de modo alguno asunto de sastrería, sino intui ción perfecta dentro de las más humanas limita ciones de lo que el deber exige en todo momento. El sentimiento de justicia llevado con viril rigi dez, empezando por uno mismo, puesto que no hay nada más educador que el ejemplo, produce una nota homogénea y magnífica, tal como el temple en el acero, creando ese sentimiento lla mado «interior satisfacción», que es, a fin de cuentas, la evidencia en los subordinados, de que paralelamente a sus obligaciones y cumplimien to de ellas, se les respeta en todos sus derechos, tanto los taxativos derivados de las Leyes y Re glamentos, como en los sutilísinios de índole mo ral, tan estrechamente emparentados con la creencia religiosa y su estricta observación y práctica. Nunca estaremos seguros ni satisfechos de la justIcia ejercida, pero si completamente obsesio nados en querer ser justos, procediendo en cada juicio formal con la debida reflexión, sopesando los factores componentes de la ocasión y, des pUés, estableciendo la decIsión, la cual, si ha sido madurada con la integración en los principios éticos o técnicos del caso, según sea la índole de éste, podemos tener la sospecha de haber acerta do y saberla imponer por encima. de toda otra Consideración, porque la profesión así lo exige y las ocurrencias varias que la carrera militar ofre ce no consienten en modo alguno la vacilación, indicio de debilidad en el juicio y noca rectItud de carácter, ánimo descontentadizo o vacilante, sino todo lo contrario. El valor de la responsabilidad ha de entrar en proporción muy notoria en el vasto complejo de las dotes de mando. Quien lo posee no vacila en tomar decisiones que estima ajustadas a los principios del arte militar, de las circunstancias del momento y de los probables o seguros resul tados beneficiosos consecuentes al partido que se ha tomado. Esta cualidad tiene diversos matices, está íntimamente enlazada con el valor de los propios actos y, aunque su trascendencia es ma yor, es cualidad sobresaliente del mando. Posee como Inmediatos auxiliares o, mejor aún, sopor tes, la serenidad, la decisión y la competencia, l amplitud de miras y el buen criterio. Es cua lidad animosa, porque ante ella se ofrecen ries gos y peligros, se expone porvenir y fama per sonal, pero todo debe ser pospuesto al bien del servicio y al más inteligente cumplimiento de la misión recibida, que, como ya antes hemos dIcho, no tiene para calificarse más que el riguroso jui cio de la propia conciencia. Ni, la Inteligencia, ni la ciencia, ni los medios materiales, por potentes cue sean, le parecerán nunca suficientes a aquel que esté privado de va— lcr de la responsabilidad; toda empresa la ten drá por arriesgada e incierta, i aunque la deci Sión se le aparezca clara y terminante, renuncla rá a la acción, por temor a la responsabilidad que pueda caberle. Tal prcceder es impropio del man do, perjudicial para la dirección de las tropas, funesto para todos los subordinados, porque pre tende endosarles a ellos la responsabilidad que a él sólo le incumbe, trayendo como cosecha se mejante proceder el descontento, la indecisión y hasta la cobardía. Mata la iniciativa, estrangula el estimulo, crea la desconfianza y enciende el descontento. El valor de la responsabilidad no es escolio del valor personal. El que es naturalmente valiente no es reacio en ninguna oportunIdad para expo ner su vida; en cambio, el que tiene valor de la responsabilidad arriesga conceptos de mucha más importancia que la vida misma, aunque esto pa rezca algo paradójico. La tenacidad, atributo también calificado en las dotes de mando, es una cualidad antitética de la debilidad, de la vacilación, del impulso oscilante, tímido, dilatorio, cue desprestigia instantánea mente a quien lo practica, porque huye la fuer za moral. Podrá no aborrecerse al superior que así lo evidencia, pero no se le obedecerá. Esta cualidad sobresaliente y viril no hay que confundirla de modo alguno con la testarudez zoológica. La tenacidad nace del consorcio vo luntad e inteligencia. Una voluntad educada co noce su ruta, porque la inteligencia cultivada se la muestra de un modo tan preciso como ca tegórico. El aferrarse a una disposición tomada, aunque la observación de las circunstancias adjetivas ha ga ver que se ha sufrido una equivocación, es una prueba de soberbia y de amor propio, es tes tarudez, y esta cualIdad negativa es hija natu ral de la ignorancia, de la brutalidad, de una mala educación o de un espíritu desdeñoso de los altos intereses que la Patria le ha confiado. Nun ca se ha dado el caso d que la razón esté en antagonismo con la disciplina; en cambio, la sin razón y. la Injusticia la hacen muy quebradizas. Se podía cerrar la exposición de las ideas con signadas, haciendo respetuoso y sincero comenta rlo de la magnífica lección moral que dió Su Ex celencia el Generalísimo el día en que fué clau surada la Academia General Militar, pero como quiera que dichos conceptos están Impresos, a ellos, entuslasmadamente, me remito, sin atre yerme a formular el menor comentarlo; eso si, unléndoine estrechamente a lo que dice Tácito,. el historiador romano: «Los grandes- hombres no gustan el ser honrados con pomposos discursos, sino saber que se les imita». o ¿,Hayquedesechar o el carro de_combate? De la publicación írañcesa “Revue de Defense Nationale”. (Traducción y adaptación del e niente Coronel de Artillería, Juaii MATEO MARCOS, de la Escuela Superior del Ejército.) Los efectos cada vez más importantes que los proyec tiles contracarro están logrando sobre los blindajes, pue den hacer pensar a algunos la decadencia del carro de combate. No hay duda de que estos proyectiles serán de ahora en adelante capaces de inutilizar cualquier clase de carro. Por esto, si los combates del futuro se redujesen a due los entre corazas y proyectil perforante, la causa de la coraza estará perdida de antemano; en este combate singular el carro quedaría en muy mala situación. Para eliminar del campo de batalla a los cañones acorazados que son los carros bastaría multiplicar nuestras ar mas c. c., solución muy tentadora desde el punto de vista financiero si se compara el precio de costo de unos y otros. Pretendemos centrar esta cuestión en un, cuadro de realidades y someter, a la reflexión del lector algunos hechos que es posible tengamos que afrontar en casos de guerra. Desde luego es un hecho cierto que en los polígonos de experiencias el proyéctil c. c. alcanza y destruye casi siempre sus blancos, al menos a las distancias normales de empleo y en condiciones normales de visibilidad.—Con su impacto atraviesa espesores de blindaje del orden de los 40 centímetros. Pero sobre el campo de batalla ¿esta supremacía casi total del proyectil sobre la coraza está realmente asegurada? En el combate las armas e. e. han de ser servidas por hombres frecuentemente fatigados, con los nervios tensos y sometidos’ al fuego del adversario. Por ello la eficacia de sus armas dependerá en gran parte de su Impasibili dad ante el peligro. Es cierto que en el polígono es re lativamente fácil con un arma bien reglada, meter un gran nimero de proyectiles en el blanco, ¿pero es que sucederá lo mismo en el. combate?. El manejo de las armas c. c. corrientes, tanto si son ligeras como los bazookas y las granadas de fusil, o de gran potencia como los cañones sin retroceso y de gran velocidad inicial, exige por parte de sus sirvientes un valor poco comfln. Los proyectiles, autopropulsados : teledirigidos, por’ su parte, no pueden alcanzar su objetivo más que si su “piloto” puede seguir el carro-objetivo y guiar el proyectil a la vista durante todo su trayecto. .Sln hablar de los obstáculos o cubiertas n aturales que limiten la visión directa, de las condiciones atmosf’ricas desfavorables y de la ocuridad, es preciso considerar que la observación sobre el campo de htalla está casi siempre limitada nor el humo de les exrilosiones y de los incendios y velada por el polvo que levantan los carros enemigos. Sin. s.uhestima.r en forma ‘alguna la eficacia intrínse ca de las armas c.c., pensamos que es preciso juzgarla en las condiciones de su empleo real. fle esta forma puede uno preguntarse si rio ocurrirá con la ‘amenaza que significan para el carro los adelantos en el arma metito c.c.. lo mismo que sucedió con la amenaza que para el infante trajo la ametralladora. Esta •ha atraído siempre sobre ella la reacción de los fuegos del adver sario y ha sido preciso cubrirla y protegerla contra sus efectos. De ieual forma, y’ sea cual sea su potencia, las armas c.c. no pueden ‘actuar con eficacia má.s que si están cubiertas y protegidas contra los fuegos adver sarios de cualquier clase. Una vez vencida esta protec— ción quedan condenadas a su destrucción. De ello se deduce que la actuación de los “sistemas de armas c.c.’? no resulta posible más que en ciertas condiciones. Aparte de la den4riad de fuegos clásicos que han de esperarse de un adversario decidido a ‘des truir toda la defensa, la amenaza nuclear, de ahora en adelante de carácter pemanente, les impone la ne cesidad de dispersión y protección. Ya con sólo los me dios ‘clásicos, no ha habido ejemplo de que una posi ción defensiva fija, por potente que fuese, no haya sido perforada por un atacante resuelto a emplear pa— ra ello los medios necesarios, Todo el mundo está de acuerdo en que una defensa c.c. estática será siempre desfondada o desbordada. La dispersión que hoy resul ta en ella imprescindible, hace este peligro aun má.s cierto, puesto que impide dar al dispositivo la densi dad preestablecida que le conferiría una cierta capa cidad de resistencia. El defensor, obligado a dispersar sus armas c.c., pue de por lo menos protegerlas enterrándoias, a condición siempre, claro está, de disponer de los plazos de tiem po necesarios. Además es preciso considerar que esto no les permite más que un campo de acción limitado y que obligándoles a la inmovilidad absoluta les expo ne a una rápida y certera neutralización. 55: La solución del problema de la defensa c.c. exige por ello recurrir a la movilidad, es decir al vehículo porta dor del arma c.c. El vehículo más móvil y. sin ninguna duda aquel que por utilizar la tercera dimensión es independiente de los obstáculos y accidentes del suelo es el avión. Pero el avión “cazador de carros” no podrá cumplir su mi sión más que si puede evolucionar a pequeña velocidad. El de características sónicas descubre difícilmente un carro de combate que a mil metros se presente bejo un ángulo de 4 ó 5 milésimas como máximo y además es perdido de vista al cabo de tres segundos. Por su parte el avión lento queda muy expuesto a los fuegos de la caza del atacante, y, en el caso del he licóptero armado, a los de las armas antiaéreas de las unidades terrestres. Además sería peligroso subestimar la posibilidad de un adversario ampliamente dotado de ametralladoras antiaéreas y d automotores bitubos de 57 milímetros. Por todo ello nos inclinamos a admitir que ante el peligro atómico no puede existir defensa c.c. eficaz más que añadiendo al dispositivo obligatoriamente disper so de las armas anticarro estáticas-d:esde luego cubier tas y protegidas—armas c.c. montadas sobre vehículos todo terreno. Pero además es preciso que el blindaje de estas armas les asegure el mínimo de protección ne cesaria para conservar toda su movilidad a pesar de los fuegos potentes y nutridos que se desencadenarán inevitablemente sobre ellos. Una vez neutralizadas las armas c.c. fijas de la defensa por un asaltante decidido a desorganizarla y romperla, haría falta un verdadero milagro para frenar la progresión de los carros enemi gos si las armas móviles que a este efecto se hubiesen preparado estuviesen tan débilmente blindadas que no resistiesen a las balas de las ametralladoras pesadas, a las explosiones de lo proyectiles de todos los calibres y a los efectos de la radiación nuclear. * * * En las lineas que preceden sólo ha sido considerada la defensiva, actitud a la que nos obligaría inicialmen te, al menos sobre tierra, una amenaza de invasión e incluso simplemente un conflicto localizado si es que éste puede aún existir en el futuro. Pero, como es sabido, será. siempre la ofensiva la que decidirá el éxito, y la Alianza Occidental, por pacífica que sea, no puede ver en la defensiva inicial más que una parada momentánea que le permita tomar lo más pronto posible por medio de la contraofensiva, la ini ciativa de las operaciones. Las guerras que se han desencadenado sobre Fran cia nos han enseñado lo que cuestan las batallas de fensivas; han mostrado también cuánta tenacidad es preciso para sobrevivir hasta el día en que se dispone de los medios necesarios para pasar a la ofensiva. Entre estos medios el arma atómica aparece hoy co mo el más poderoso, sea cual sea su medio de lanza‘miento y su empleo sobre el campo de batalla, supo niendo que se disponga de los medios capaces de ex plotar sus efectos y de defendernos contra sus golpes. En el estado actuar de los armamentos no podremos pasar de la defensiva a la ofensiva ni explotar los efec tos de ellos en una cierta medida,. más que si poseemos medios acorazados capaces por su aimamento, su pro tección y su movilidad, de llevar el fuego hasta el des pliegue enemigo, a páar de sus más potentes reá.cciones. pliegue enemigo, a los carros más poderosos y mejor acorazados del adversario, puesto que son éstos los que sobrevivirán con mayor facilidad a los ataques conven cionales y atómicos y los más aptos para romper la fuerza viva del asaltante o detenerle en un eventual explotación, de la ruptura atómica. Los carros ligeramente blindados no podrían asumir una tal misión, puesto que serían destruídoss por los fuegos clásicos o nucleares, incluso antes de llegar “al abordaje” contra los carros adversarios y de poder atacaries con su armamento. Su silueta, por baja y discre ta que sea, no les permitirá escapar a la destrucción valiéndose de sus características, que les permiten pre sentar muy poco blanco, pues deberán emplearse en una zona donde el tiro y la observación directa serán tal vez un caso raro, pero donde los fuegos sistemáti cos bastarán seguramente para su destrucción. No se podrán empl.eai impunemente .bajo tales fuegos carros insuficientemente acorazados: ello sería enviarles al sa crificio, no al combate. Los carros de combate de mayor potencia son indu dablemerite costosos de construir; sería probablemente posible construir tres carros ligeros por el precio de uno solo de aquéllos. Por esto, al renunciar al carro pesado, se tendrían ñiayo.res posibilidades para procu rarse una multitud de carros ligeros. De esta forma, el día que estos “gozquecillos” fuesen enviados contra los “jabalíes” enemigos habría de esperarse qu.e algunos llegasen a cumplir su misión. ¿P.ero es prudente p.repararse para la guerra como para una partida de caza? ‘Esta preparación exige ante todo tener consciencia de cuál Será nuestro enemigo del futuro. Las fuerzas terrestres de la O. T. A. N., en caso de conflicto, tendrían ‘probablemente que enfrentarse en los primeros momentos con los escalones de vanguar dia constituidos por las fuerzas desplegadas en Alema fha Oriental. Esta vanguardia estaría constituída se guramente por una veintena de Divisiones totalmente acorazadas •o mecanizadas que alcanzan un potencial de 8.500 carros pesados y medios de modelos recientes (J. S. III y IV, T-34), que gozan de una ‘gran autono mía y disponen de apoyds de fuegos clásicos o atómi cos, terrestres o aéreos, de una gran potencia. Este for midable potencial prueba, por si solo, la confianza que los rusos ponen aún en el carro. Esto les pone en con diciones de aplicar, en caso de un eventual conflicto en Europa, todos los principios de empleo que consti tuyen actualmente la base de la instrucción que se da a sus unidades: densidad del ataque: las normas conocidas pre ven el deápliegue de 25 a 30 carros por Km., ya que los vehículos acorazados se consideran poco vuinerables a la reacción atómica del adversario; mantenimiento del ataque: detrás del primer es calón otras masas acorazadas dispuestas en pro fundidad se lanzan sobre la dirección de es fuer zo principal. Esto permito a la acción no sólo mantenerse, sino también aumentar su potencia aéxitos medida que se los iniciales de desarrolla. la defensa A c.c.,despecho es precisode pen — — . — Estos medios acorazados es preciso ante todo que sean capaces de atacar, en el interior mismo del des- sar que la densidad de carros se acreciente ‘a me dida que el ataque progrese y acabe por desbordar a la defensa si medios potentes y móviles a pesar del Juego, no estdn dispuestos a corttraatacarles al menos en un pie de igualdad; sorpresa: caracterizada principalmente por la uti lización sistemática de la oscuridad: los carros avanzan en ella invisibles hacia sus objetivos ilu minados artificialmente; apoyo máximo del ataque: tanto •por proyectiles nucleares como •por armas clásicas: morteros po sados, cañones y ametralladoras pesadas de las unidades de infantería, cañones de gran calibre (122, 152 y 240 m/m.) de las Artillerías divisiona rias y de las Divisiones cíe Artillería de la Reser va General. El enorme volumen de estos fuegos de apoyo impedirá con toda seguridad la actua ción de los medios c.c. no protegidos, así como el juego cíe las reservas no acorazadas o que dispon gan de corazas demasiado ligeras. Frente ‘a una tal densidad de carros y de fuegos de apoyo, el ‘arma c.c. no podrá moverse y combatir, sea cual sea su potencia de perforación, más que si está do lada de una protección suficiente. Unicamente el carro potente (medio y pesado) responde a esta condición. Sólo él es capaz, una vez que el ataque enemigo sea se ñalado y canalizado por los carros ligeros de recono cimiento o los escalones de la. defensa c.c., de enfren tarse con sus formaciones y trabar con ellas combate de igual a igual, a pesar de los fuergos de protección con que los carros enemigos tratarán de rodearse. Sólo un carro así resulta capaz por su potencia, producto de su armamento y su blindaje, de asegurar el éxito de la contraofensiva, a la cual será preciso recurrir si se quiere lograr la victoria. Una organización interior del carro y un volumen habitable, que permita alojar la tripulación necesaria para las misiones que ha de realizar durante un largo período. Sin buscar un gran confort, es preciso descar tar totalmente la solución aceptada para los carros li geros a causa de su volumen reducido, es decir, la que consiste’en confiar a un solo hombre las funciones mill tipJes de observación, tiro, transmisiones por radio mando de los carros subordinados. Una autonomía razonable de municiones y carbu rantes facilitada por la adoptación de motores policar hurantes y depósitos suficientes, algunos de ellos lan zab les. Un equipo para la visión y el tiro de noche (pro yector o infrarrojo). Una gran solidez y facilidad de entretenimiento y reparación. En opinión de los técnicos un carro de estas carac terísticas t’endría un tonelaje que puede estimarse en unas 25 a 30 toneladas, que podría utilizar fácilmente. la mayoría de las carreteras europeas. Ciertamente que este• peso resulta aún un poco ele vado, nosotros somos los primeros en reconocerlo y la mentarlo, pero es inevitable si se quiere sobrevivir y combatir sobre los futuros campos de batalla. Tal vez en el futuro algún ingeniero descubra la coraza ligera de muy alta resistencia que po.r su ligero peso y su pró cio de costo aceptable llene las indispensables con diclones de protección. Entonces ‘aceptaremos alegremen Resulta, pues, que es preciso tener un carro de com bate potente, si bien no pretendemos que sea un carro te el carro de combate ligero, pero mientras •tanto es pesado. Lo que ‘hace falta es un carro capaz de batir.se tamos obligados a recurrir a los blindajes de acero y a aceptar las características antes expresadas. contra el que será su enemigo. A la luz ‘de lo expuesto hasta aquí sobre este enemi Por otra part’e los materiales existentes en las fuer go, ¿cuáles podrían ser las características de este ca zas terrestres francesas no presentan un conjunto de rro? A nuestro juicio, y sin entrar en detalles excesiva.’ calidad. Nuestro actual carro de combate medio, el mente técnicos, dichas ca’acterísticas deberían ser las Patton 47. está ‘anticuado. Los americanos, desde hace siguientes: ocho años, le han abandonado y están sustituyéndole Un armamento capaz de disparar indistintamente por el M-48, ¿y qué decir de la vetustez mecánica de tanto un proyectil c.c. de gran poder perforante, como los’ carros entregados en 1949 a título de ayuda militar? un proyectil expiosivo de una eficaría comparable al Los materiales franceses actualmente en servicio de 105 m/m. Tal no es el caso del AMX ‘actual (1). (AMX, EBR) o en curso de estudio (ELC, AML) (2) Una mQvilidad muy acentuada en toda clase de son adaptados a sus misiones: reconocimiento, cober terreno para moverse rápidamente sobre los grandes tura, patrullas en los intervalos y refuerzo de unidades frentes impuestos ‘por la dispersión atómica y ganar en aerotransportadas, pero no tienen la potencia suficien velocidad a los carros enemigos en las zonas donde se te para enfrentarse con una acción acorazada masiva produzcan sus acciones. del enemigo que sea lanzada por sorpresa y apoyada Una protección suficiente para resistir a los pro por fuegos densos y potentes, ya que por estar insufi yectiles de las armas automáticas pesadas (ametralla cientemente protegidos no podrán evolucionar bajo los doras de 20 m/m.), a todas las distancias y a las ex fuegos organizados del campo de batalla del futu,ro y plosiones de los proyectiles de Artillería pesada que ha serían irremisiblemente destruidos. gan explosión en sus proidmidades, de forma que con serven su movilidad bajo los fuegos de apoyo del ad versario. Un blindaje de unos 40 m/m. aproximada mente, llena estas necesidades, que está muy lejos de En resumen, resulta ciertamente indispensable conti ser alcanzado por los ingenios ligeros franceses actua nuar mejorando constantemente el alcance, precisión y les, tales como el AMX y el EBR y, sobre todo, por el ‘poder perforante de las armas c.c. que son ‘de una gran ‘ELC, que puede ser atravesado a cualquier distancia eficacia, pero ello no debe incitarnos a creer que éstas por la ametrallalora pesada de Infantería de 12,7 m/m. son invencibles. Por otra parte, un blindaje de 40 m/m. y una buena En esta última década estarnos presenciando el des ostanqueidad confieren una protección eficaz contra la arrollo de unas teorías que nos parecen muy peligro radiactividad resultante de la explosión nuclear y per sas. Existen hoy día ciertas corrientes de opinión que miten atravesar las zonas de radiactividad residual. dan todas las ventajas a una defensa realizad’a por ar Una silueta baja y de líneas poco acusadas, pero mas c.c. y por enjambres de carros ligeros, desprecian sin olvidar que es indispensabie una cierta altura so do totalmente la potencia de los carros adversarios. bre el suelo si se quiere que la tripulación pueda ob “La defensa no se dejará sorprender por los carros servar el tiro. Este no es el caso de’ los carros ligeros “—estiman aquellas teorías—, pues sus fuerzas c.c. y su en los que el piloto, situado a ras del suelo, perdería “artillería podrán tirar siempre con puntería directa su dirección al cabo de unos minutos. La altura del “sean cuales sean sus prqpias pérdidas y a despecho del AMX parece ser un mínimo pór bajo del cual sería pe “humo, de la niebla, de la vegetación, de la configura ligroso descender: (2) Todos ellos carros y blindados ligeros. (N. del tra — — — - — — — — (1) Carro ligero francés (de 13 Tm.). (N. del traductor.) ductor.) 57 “ción de.! terreno; estos elementos se encontrarán siem-. “pre en posición sobre el lugar preciso donde los carros “ataquen; gracias a su material óptico observan por “fectamente incluso a través de la bruma y al anoche “cer y su casco de acero no impide a los sirvientes es— “cuchar cualquier ruido.” “De este cuadro seductor se saca la consecuencia de “que el ataque de carros no tiene ninguna probabili “dad de éxito. Desechemos, por tanto, el carro y... “sernos de un salto más allá de la era del carro.” “Ahora bien, no es bueno saltar en el vacío cuando no se sabe si se volverá a encontrar el suelo y dónde”, agregaba el General Guderian después de haber así descrito la opinión de los que ya en 1936 condenaban el carro potente en nombre de la enorme potencia de las armas c.c.” (3). Cuando vernos volver a florecer, veintitrés años más tarde, unas opiniones de las que Francia ha’ pagado tan amargas consecuencias, no podemos menos de ca ilficar de “suicidas” a los que quieren una vez más for zarnos a “saltar en el vacío”. Que ellos sean capaces de comprender antes que nuestro suelo vibre de nuevo bajo las cadenas de carros que no sean los nuestros. (3) Heinz Guderian: “Recuerdos de un soldado”, La amenaza rusa Mayor i. BACH.—De la publicación “Revue Mllitaire Suisse—(Tradu edo y condensado por la Revista norteamericana “Military Review”.) Rusia reúne todas las condiciones requeridas para disponer de la supremacía en tierra, por lo menos en lo que a la extensión de Europa concierne. Sus fuerzas ex ceden considerablemente de las de sus enemigos poten ciales reun idos. Existen pocos obstáculos para evitar que ella, si quiere, llegue al Atlántico a través de Europa. Sin embargo, en el mar no sucede lo mismo. La potencia soviética es un promedio entre su fuerza terrestre y su fuerza naval. Ella se ha mantenido alejada de los altos mares occidentales por una consideración de defensa pro pia. El intento abortivo de imponer el comunismo en Gre cia, la presencia de las fuerzas navales de los Estados Unidos en el mar Mediterráneo, o quizá, simplemente, el conocimiento de que la fruta no estaba madura, pa recen haber disuadido a Rusia, hasta ahora, de apode rarse de posiciones llaves en el Mediterráneo. ¿Permitirá que sus ambiciones sigan siendo frustradas? ¿Buscará compensación en el aire para contrarrestar su mala po sición en el mar? Aunque son países lejanos, Siria y Egipto son puestos avanzados a los cuales ella podría proyectar unirse. En tal caso, una campaña tal como la intervención angloirancesa en Suez o alguna otra clase de acción policíaca proveería de pretexto apropiado. De esto podría surgir un conflicto general. Imaginarnos lo que sucederá después, es, por lo me nos, peligroso. de este modo, Rusia se anticiparía a una competencia eventual con un vecino cuyos recursos no han sido to davía sangrados por ningún esfuerzo de guerra. El conflicto. No le será fácil a la U. R. S. S. obligar a América del Norte a someterse a la voluntad soviética. Los medios de defensa de América del Norte son considerables. Su tamaño y posición la hacen poco vulnerable, aun en esta época en que la aviación tiene una autonomía muy gran de y en que los proyectiles dirigidos surcan el cielo. Es también improbable que pueda obtener una victoria de cisiva contra los Estados Unidos en Europa. En el día de hoy, la mora existencia de esta nación, cuyo poten cial militar y voluntad para resi.stir serían afectados muy poco por un desastre en el cor tin ente europeo, sig nifica con toda certeza para su adversario que el con flicto será largo y que los resultados serán dudosos. Por consiguiente, todos los esfuerzos del agresor, desde el co mienzo, serían ataques encaminados a hacer sucumbir a los Estados Un idos antes de que éste pueda desplegar sus medios considerables. Sin temor a una equivocación se puede afirmar que un conflicto iniciado por Rusia empezará con incur siones de bombardeos contra los Estados Unidos y pro bablemente contra Gran Bretaña. El propósito de estos bombardeos serían destruir parte del potencial indus Ckino. trial y militar de estas naciones, pero también, y sobre Sería interesante saber si Rusia cuenta con la neutra todo, destruir lo más rpidamente posible su voluntad lidad de China o, por el contrarió, cuenta con su com para resistir. Los grandes complejos industriales, puer plicidad activa. Siendo actualmente una potencia com tos, centros de transmisiones y el Canal de Panamá pletamente continental, el imperio chino no posee nl serán los blancos más probables. Los aviones de gran una armada ni una fuerza aérea dignas de mención. Por radio de acción, los proyectiles dirigidos disparados des lo tanto, ¿odría ser capaz de prestar los mismos ser de el continente o desde submarinos escondidos cerca vicios a su socia Rusia como se los prestó el Japón a de la costa y los vehículos de cargas nucleares podrían Alemania fijando una gran parte de las fuerzas de los provocar una destrucción sin precedencia. Estados Unidos en el Pacífico? Esto parece dudoso. Otras acciones serían dirigidas simultáneamente con Sin embargo, su colaboración parece ser útil, aunque tra las bases. con las cuales la Estrategia de la O. T. A. N. ha rodeado el bloque comunista. Estas acciones trata se limitase a la zona al sur de la barrera de las. monta ñas Himalayas. Incitándola a unirse al combate y dán rían de evitar las represalias de que disponen los alia dole rienda suelta en el sur y sudeste de Asia, Rusia le dos en reserva. Las tropas aerotransportadas podrían asignarla así una zona natural de expansión. Además, desempeñar una función muy importante en el curso de estas operaciones. Además, no deberla Ignorarse la parte del campo de batalla potencial euroafricano. En éste puede irrumpir Rusia por una serie de acciones pro yectadas contra Gibraltar, los estrechos daneses de Ska ger Rak y Kattegat, Suez y, quizás, Ación. Los campos de minas aumen tarjan eficazmen te los efectos de los bom bardeos y los desembarcos de tropas aerotransportadas. una defensa flólda, la que eventualmente los hará regre sar a su punto de origen. La conquista terrestre. Los imponderables. El futuro que nos imaginamos arriba parece sombrío para Europa. De hecho, al imaginarnos las operaciones como éstas pudieran suceder, sistemáticamente ponemos las cosas en el peor estado posible. De esta manera le he mos prestado muy poca consideración a las 25 ó 30 di visiones que los países miembros de la O. T. A. N. po drían disponer contra el ataque soviético a través de Eu ropa. Tampoco los restantes estados aliados están caren tes de recursos. No hemos considerado el efecto de una fuerza aérea y de proyectiles dirigidos, lista para lanzar sus ataques contra la U. R. S. S. en la primera hora del conflicto. Hemos olvidado la posible dilación de las ope raciones rojas, debido a los levantamientos de algunos satélites comunistas. Finalmente, suponemos que segura mente ocurrirá una guerra relámpago con alguna fórmu la nueva, siguiendo un plan previamente establecido. To dos eso factores olvidados, cuando estén actuando al mismo tiempo, harán mucho más difícil la empresa por la dominacion del mundo. De otro lado, hemos admitIdo que los Estados UnIdos y quizás Gran Bretaña. podrían preservar su voluntad Inquebrantable de continuar la guerra. ¿Será neeeario entrar en más detalles? Nuestra orga nización total descansa en demasiadas conjeturas para permitir algo más oue un interés meramente especulativo. Pero esto no significa que un conflicto futuro evitará completamente el curso que le hemos atribuirlo. Aun cuan do el resultado de las operacion es depon da de facto rs de naturaleza imprevista, su curso será determinado por la lógica con forme al objetivo perseguido y los medios disponibles. Es, desde este punto de vista solamente, como el tuturo puede ser anticipado. La conquista terrestre sería el objetivo de la segunda fase de este conflicto. Hay personas sensatas que en la actualidad están calculando que una guerra librada con armas nucleares no podría durar más de algunos días. Lo que queda por ver es si el impacto de estas armas y la conmoción en que el uso de éstas sumergiría al mun do libre bastarían para convencer a los líderes occiden tales de que no podrían continuar el combate. De no su ceder esto, los pretendientes de la hegemonía mundial tendrán que recurrir a la ocupación terrestre. Debemos imaginar que tal ocupación será acompañada por bom bardeos adicionales y por un avivamiento cuidadosa mente promovido de la actividad destructora y el terror comunista en los países que proyecte ocupar. Un ataque a través de Europa en dirección del Canal de la Mancha y España no producirá los resultados de seados. Inmovilizadas en un corredor de un ancho va riable, las fuerzas rojas, cuyas columnas avanzadas ha brán llegado a Amberes, Cádiz y Marsella, ‘rían afln mucho más vulnerables a un contraetaque desde el mar que las fuerzas alemanas en el 1944. La protección por el Norte del continente requiere la toma de la Península Escandinava, en el sur, aun es tando el Mediterráneo libre de las flotas y bares aliadas, este ofrece actualmente menos seguridad que la zona pro filáctica del Sahara. Para lograr un control completo del Continente ¿veremos acaso la repetición de la campaña de Rommel, esta vez en dirección opuesta, comenzando desde el Medio Oriente? Los ejércitos rusos serán desplegados hasta los límites extremos de su potencia y su red de comunicaciones será atacada por una enorme cantidad de aviones y proyecti les dirigidos. Irritados por los combdtes in terminables dq las guerrillas, los ejércitos• rusos serán, quizá, forzados a retirarse del “callejón sin salida” europeo, practicando Preguntas finales. Considerando las dimensiones de un conflicto general futuro y los enormes esfuerzos que éste requeriría, ¿puede una nación, aun estando provista de un potencial de mnográfico e industrial abrumadores. aspirar todavía a la hegemonía mundial por la fuerza bruta de las armas? Una sorpresa estratégica total por sí sola, si convence completamente al oponente del resultado inevitable de la guerra, lo convencerá para rendirse rápidamente. Pero desde el momento en que el conflicto sea iniciado, la carga impuesta por la potencia continental aumenta y disminuyen las oportunidades de éxito. ¿Puede la for mación de una organización política y militar proyec tada para llevar a cabo esta sorpresa pasar realmente inadvertida por el adversrio? Frente a la posibilidad de que Rusia fuese seducida por un arranque •de pasiones nublando el conocimiento de los daños posibles, ¿no es más probable que trate de lograr en alguna otra forma las decisiones encaminadas a un desarrollo político más amplio? ¿No es una política de Infiltración, de penetración pa cífica y de ayuda ofrecida generosamente a las naciones “en dificultades iniciales”, más compensadora y menos incierta en todo sentido que la acdónT1llitar que ena jenaría las simpatías más preciadas? Finalmente: ¿no están las fuerzas militares de los so viéticos destinadas a proveerle al estadista de un ins trumento de intimidación política el cual es mucho más eficaz cuando es majiten ido en reserva que cuando está aventurándose en conquistas peligrosas? Las contestaciones a estas preguntas son bastantecla ras ,si se considera, además, que los líderes soviéticos son los beneficiarios principales y en verdad los inicos beneficiarios de la Revolución Bolchevique. ¿Puede esto realizarse? Antes de entrar a discutir las consecuencias que este primer ataque podría tener, consideremos el problema de si la U. R. S. S. posee o no actualmente, o si poseerá en los años venideros, los medios requeridos para llevar a cabo empresa tan trascendental. El dispositivo circular de las naciones del mundo libre alrededor del bloque comunista obliga a este óltimo a tremendas acciones divergentes. Por temor a perder la iniciativa en el co inienzo, los estados mayores soviéticos serán forzados inevitablemente a hacer un esfuerzo Inicial extraordina no. Sin un éxito decisivo desde el comiénzo del conflicto, ¿cómo podrían ellos soslayar la amenaza ele un contraataque de las Potencias Occidentales y un a guerra In terminable y agotadora? Sin un Pearl Harbour a escala mundial, ¿cómo podrían anular las represalias que la flota aérea de la O. T. A. N. representa para el mundo rojo? Aun cuan do posean los medios para efectuar tan tremendo esfuerzo, ¿podrían estar seguros ele SU resul tado? Cada conflicto armado subsiguiente ha demostra do una vez más la importancia cte los factores imponde rables. Aun cuando las operaciones se efectflen con ha bilidad, éstas nunca estarán libres de fracasos debido a los efectos combinados, tanto de las deficiencias mate riales como de los errores humanos. 59 La artillería en la División pentómica norteamericana. Tcrjion1 Coroiie de Artilleria, Luis VILLALVA ‘%GUIRRI”. del Regimiento n.2 5. Una de las principales consecuencias de la revolucion van al Grupo de Obuses de 105 mm., el cual actna tam en el terreno militar, con motivo de la apanden bi”n en misiones de refuerzo de los fuegos de la Batería de las armas nucleares en los campos de batalla, ha sido d Mor’eros, constituyendo la artillería de acdion de la creacion de un nuevo tipo de Divisiones do Infantería, conjunto de la Agrupadion cte Combate. organizada bajo el concepto pentagonal. Esta organiza Las Baterías de O. de 105 mm., según su situacion en ción viene impuesta por las exigencias de la dispersión. el combat podrán estar bajo l mando del jefe del movilidad y flexibilidad, las cuales han aumentado ex Grupo de 105 mm. del jefe del Grupo Mixto, del de una traordin ania’mente, debido a las modificaciones sufrid as kgrupacion de baterías que pudiera constituirse o in en las condiciones generales de empleo y en la táctica, cluso del j f’ de la fuerza apoyada. por el uso o simplemente la amenaza de utilizar armas El Grano Mixto se compone de dos Baterías (de 6 pie atómicas. zas) de Obuses d’ 155 mm. autopropulsados, una Bate Al mismo tiempo, la organización de dichas Divisk ria (de 4 piezas) de Obuses de 203 mm. con avantren, nes deberá responder a la necesidad de intervenir coi motorizada, y otra de lanzacohetes de 762 mm. (de 2 lan la máxima eficacia en un conflicto de los de tipo clásico, zacohetes) montados sobre camión. Este Grupo consti es decir no nuclear, ya que el fin primordial de aquélla tuye una e incluso secciones o piezas aisladas de ellas es el conseguir Unidades aptas para la cuerra, sea ésta nuden gregrse al Grupri do Obuses de 105 mm., para de cualquier tipo y extensión. actuar en misión de accion de conjunto, aunque nor Siendo bien conocidas las caracteristicas generales de malmente se emplean bajo el mando del jefe de la Ar la nueva División, nos referiremos exclusivamente a illería Divisionaria. aquellas relativas a su Artillería, que podríamos clasi Normalmente estas baterias se emplean como tales, ficar de fundamentales y que son: aunque conforme hemos indicado, pueden utilizarse tam aran flexibilidad de organización. bién por secciones e incluso por piezas aisladas, en es Aptitud para el empleo de fuegos clásicos y atomico,. pecial cuando emplean ‘xp1osivos nucleares. Gran movilidad táctica y estratégica. Empleo de material clásico artillero y de lanzaco hetes. Aptitud para el empleo de fuegos clásicos y atómicos. Disgregación y desarticulación de las unidades. Carencia de Artillería Antiaérea orgánica. La organización de la Artillería Divisionaria responde, A continuacion estudiaremos someramente cada una en primer lugar, a la necesidad de apoyar a las fuerzas de las citadas características. que maniobran en una bata11 clasica, y en segundo lu —. — — — —. — ORGAN/ZAC/ON DE LA ARTILLER/A DE LA DI VIS/QN PENTO/f/C,4 P,ATEFOA DE B.TERIADE PLANA SERVICIOS Gran flexibilidad de oryanixación. La orgarilzacion de la Artilleria Divisionaria, en Nor teamérica, es la que refleja el cuadro que se incluye. El Grupo .de Obuses de 105 mm., constituIdo por cinco Bateias (de 6 piezas), actúa en apoyo de las Agrupa ciones de Combate. Cada Agrupación de Combate lleva una Bateria de Morteros de 106 mm. (de 8 piezas), la cual constituye el apoyo de fuego de aquella unidad. En el ejército ame ricano dicha Batería, qu” es íntegramente artillera en cuanto a su personal, constituye la Artillería organica de la Agrupación de Combate, y como tal destaca ob servadores avanzados a las Compañías de Fusileros para que realicen las peticiones de fuego. Las peticiones que se salgan de las posibilidades de dicha Batería, se ele- 60 sis’oz gar, a la de explotar la manionra dirigida a crear ob jetivos atómicos, batiendo los mismos, o bien aquellos otros localizados n el campo de natalia o en la reta guardia inmediata del enemigo. El ataque a objetivos de mayor importancia, situados en la retaguardia enemiga, se asigna normalmente a los proyectiles autopropulsados de mayor alcance, de los escalones Cuerpo de Ejército y Ejército. Gran movilidad táctica y c’strategica. Todas las unidades de la Artillería DIvisionaria dis ponen de medios orgánicos propios para transporte te rrestre. Así mismo son aerotransportables todas sus unidades. mpleo de material clásico artillero y de lanacohetes. División, ante la posIble amenaza de empleo de arma atómicas por el enemigo, no sólo impedirá normalmente la utilización de los Grupos como unidades de tiro, sino que, por el contrario, algunas Baterías tendrán que agregarse a otros Grupos, incluso de distintos calibres ‘y materiales, para facilitar el mando. En otras ocasiones deberán organizarse grupos heterogéneos o Agrupacio nes Baterías para realizar el apoyo de una Agrupación de Combate, o de otra fuerza, o bien sobre tin sector determinado. Cuando el despliegue de la División lo permita, el cqman’dante de la Artillería Divisionaria deberá conser var bajo su mando las Baterías ‘de O. de 203 mm. y de Lanzacohetes de 762 mm., las cuales constituyen el ms .trumento mediante el cual podrá aquél ejercer su in fluencia en la acción. Si la amplitud del despliegue impidiera conservar di cha centralización, dichas baterías se agregan a los otros grupos, bien conservando su integridad, o desdoblándose incluso hasta llegar a la pieza. El dilema impuesto al ejército moderno, de ser apto para una guerra, sea clásica o nuclear, en las cuales la misión de la artillería será la de facilitar la maniobra en el primer caso, o la de explotarla en el segundo, ha podido resolverse dotando a dicha arma de materiales aptos para ser empleados con explosivos nucleares o clásicos. No pudiendo prescindirse de los cañones y obuses, mii cos que pueden proporcionar la precisión y agilidad ne cesarios para el apoyo de la maniobra, y debiendo con servar el material un grado de movilidad impuesto por las exigencias de la dispersión, ‘la fluidez y la seguridad en las operaciones del futuro, que es incámpatible con los grandes alcances dictados por las mismas razones, llegamos a la conclusión de que la inica solución para armonizar ambas exigencias se encuentra en el empleo de los proyectiles autopropulsados. Estos proyectiles, que e.n cualquier escalón pueden constituir un arma nuclear, no tienen otro inconveniente en la actualidad que su deficiente precisión. Mediante el empleo coordinado de los cañones y pro yectiles autopropulsados, el ‘jefe de la División podrá Carencia de Artillería Antiaérea orgánica. saturar, de fuegó atómico o clásico, todo el campo de La protección antiaérea de la División contra los ata batalla y la retaguardia inmediata del enemigo, al mis mo tiempo que le proporciona un medio propio, de di ques a gran altura de la aviación enemiga, la prestan suadir al enemigo del empleo de armas nucleares. unidades de A. A. A. del Cuerpo’ de Ejército. Para la protección contra los ataques a baja altura, normalmen Disjregación y desarticulación de las unidades. te se agrega a la División un Grupo de Armas Autoná La dispersión que será impuesta al despliegue de la ricas Antiaéreas procedente del Cuerpo de Ejército. Laeconomíadegasolinaenelarmaacorazada. Teniente ducción Coronel Iloward C. OBSON.—De la publicación norteamericana “Armor”. (Tra del Comte. de Artillería Ricardo ESPAÑOL IGLESIAS, del E. M. Central.) La fuerza del Arma Acorazada se basa en su potencia de fuego y en su movilidad. La potencia de fuego exige unas armas perfeccionadas y una instrucción conve niente del apuntador para sacar el mayor partido posi ble de los proyectiles. La movilidad exige un buen ve hículo y una instrucción perfecta de conducción y en tretenimiento (a menudo descuidada), para aprovechar al máximo la gasolina que quemamos. A continuación se dan algunos consejos sobre la forma en que podemos ahorrar gasolina y mantener los vehículos más eficaces y en mejor estado de conservación. INTRODUCCION Datos de una experiencia: Un vehículo automóvil de turismo corriente actuando por su propia potencia. Finalidad: Economía de combustible. Resultado: Un consumo asombroso de 1,5 litros por 100 Km. Este resultado es real y se obtuvo no con un vehícu lo normal del Ejército, ni civiL sino con un Studeba ker 1948 en un circuíto cerrado de 69 Km. Y para rea lizarlo se emplearon ciertos procedimientos como rec tificar la culata para aumentar la relación de compre- sion, hinchar los neumáticos a una presión de 7,7 Kg. cm.2, rebajar la banda de rodaje de las cubiertas y con ducir a una velocidad media de 25 km. por hora. En las carreras nacionales, para economía de gasolina, los consumos normales son de 7,8 a 4,7 litros por 100 Km. además en las competiciones, no se permiten modifica ciones importantes en el vehículo, inicamente se ponen en práctica los mejores procedimientos conocidos de en tretenimiento y conducción. Muchos de estos procedimientos son difíciles de apli car en el Ejército. Por ejbmplo, el oficial de motores de la Compañia estaría demasiado recargado de trabajo si tuviera que inspeccionar el parafinado de las paletas de los ventiladores para disminuir la resistencia del aire. El personal. del Servicio de Material de Guerra no apro baría el desconectar los tubos de escape y silenciadores para reducir la presión de los gases de escape. Y el cOn ductor de un camión podría sentirse molesto si se le or denase conducir siempre con las ventanillas cerradas para disminuir la resistencia del aire. El conductor militar sólo puede emplear algunos cte estos procedimientos, pero lo interesante es que si son eficaces, pueden tener una gran importancia. Suponien do por ejemplo una División acorazada que tiene más de 1.000 vehículos de cadena y unos 2.300 de ruedas, si ha 61 de recorrer 160 km. por carretera, necesitará unOS 760.000 litros de gasolina y 1.900.000 iitros si el recorrido es a campo través. En Fort Knox, durante un año normal, los 1.300 vehículos de cadena y 3.700 de ruedas consumen más de 23 millones de litros de gasolina, que al precio normal supone cerca de un millón de dólares. Evidente mente el gasto que supone el consumo de combustible, es Importante, lo mismo en guarnición que en campaña. Cualquier economía en el consumo, que pueda realizar el Arma Acorazada tiene ventajas no sólo económicas, sino tamblén logísticas y tácticas. FORMAS DE REDUCIR EL CON SUMO DE COMBUSTIBLE Todo el personal relacionado con los vehículos puede influir en la reducción de este tremendo consumo de ga solina: el personal de entretenimientó que está encar gado de mantener los vehículos en buen estado de funclon am lento; los conductores que deben conducir en for ma adecuada y llevar a cabo el entretenimiento de pri mer escalón; los miembros de la tripulación cuya ac •tación puede economizar gasolina; y los jefes que de ben fomentar y mantener un espíritu de economía. To do este personal puede ser eficaz para reducir el consu mo de combustible. Estudiemos el papel que puede desempeñar cada uno de ellos en el desarrollo de un programa eficaz de eco nomía de combustible. PRACTICAS DE ENTRETENIMIENTO QUE AHORRARAN COMBUSTIBLE Mantener limpio el depurador de aire.—Un depurador de aire sucio puede aumentar el consumo de combustible en un 10 por 100, porque el carburador no puede ab sorber suficiente cantidad de aire y la mezcla aire-gas es, por tanto, demasiado rica. El humo excesivo en el tubo de escape y la pérdida de potencia indican que está sucio el depurador de aire. El polvo y las condiciones atmosféricas señalarán la frecuencia con que debe hm piarse. El depósito de aceite ‘no debe estar demasiado lleno porque produce el mismo efecto que la suciedad en el depurador de aire. Mantener bien ajustados los elementos del carbura clon—El ralenti demasiado rápido del motor y las llamas o humo excesivo en el tubo de escape pueden indicar una mezcla aire-gas demasiado rica. Cuando se ajuste el carburador, y al sincronizar el juego de pálancas del acelerador, debe emplearse un Indicador de vacio para asegurarse ‘de que se obtiene una velocidad de ralentí y una mezcla aire-gas eficaces. No dejar que se inunde el carburador—El humo y las llamas excesivas en el tubo de escape, indican que pasa demasiado combustible al carburador. Las causas pueden ser un nivel inadecuado del flotador y válvula de aguja o asiento gastados. El mismo efecto puede ser producido ‘por una estrangulación excesiva o por una colocación inadecuada de la válvula de estrangulación. Mantener limpias las bujias y con adecuada separa ción entre puntas.—Cuando un motor no funciona sua vemente y fahla con las velocidades más elevadas, es una indicación de defecto en las bujías. Al limpiarlas hay que asegurarse que tienen la adecuada separación entre pun tas. Comprobar el funcionamiento de las ina.gnetos.—Si se producen explosiones al escape, si el motor funciona con irregularidad o si sólo funciona una bancada de cilindros, puede ser debido a una avería en las magnetos. De esta forma se produce una pérdida de potencia y un consu 62 mo excesivo de combutibie. Esto debe ser corregido por los mecánicos de la unidad. Mantener bien regulado el motor—La dificultad en el arranque, la marcha irregular y las explosiones al esca pe son características de una defectuosa regulación de las válvulas y del encendido. Cuando sucede esto, el mo tor no proporciona la potencia de que es capaz. El de fecto en la regulación del eñcendido se va produciendo gradualmente, mientras que la falta de regulación de las válvulas se produce de repente, normal ente des pués del funcionamiento. Son herramientas importantes para la regulación, la lámpara de inspección y el indi cador de vacio. Comprobar el fu.ncionarnlento de las válvuias.—-Cuan do el motor funciona con irregularidad y pierde potencia o cuando la cabeza de una válvula está más fría que las demás puede indicar que las válvulas están desgastadas que tienen un exceso de carbonilla o que están deforma das. En este caso el motor no recibe la potencia corres pondiente a este cilindro. Los mecánicos de la unidad deben corregir esta avería. Mantener un ajuste adecuado de las cintas de la trans misión del carro.—Un nivel inadecuado de aceite en la transmisión o un ajuste demasiado flojo de las cintas, pueden producir deslizamiento. Otra indicación de esto, es que el carro no funcionará en velocidad corta ni en marcha atrás. Mantener un nivel cte aceite adecuado en la trans misión del carro.—El calentamiento excesivo de la trans— misión o las dificultades en la dirección, indican falta de aceite en la transmisión. Al conducir, el carro puede reaccionar lentamente, con irregularidad o incluso fa llar completamente una de las cadenas. Se reducirá esta pérdida de potencia, manteniendo la transmisión llena hasta el nivel adecuado. Ase gurarse cL que los radiadores de aceite funcionan correctamente.—E1 calentamiento excesivo h.ace que el aceite se ponga muy fiiddo, produciéndose un desgaste excesivo del motor. Si no funciona la válvula de des viación o de seguridad, o si las materias extrañas (como hojas, trapos, etc.) producen una obstrucción, circulará mal el aceite, lo que produce a su vez el calentamiento excesivo. Debe determinarse y corregirse la causa. Mantener el tubq de escape sin obstrucciones.—CUal quier presión de los gases de escape, produce pérdida de potencia. Por lo tanto es preciso asegurarse de que los si lenciosos, tubos intermedios y tubos de escape están libres de materias extraflas y que estos iItimos. no están de masiado abollados o estrechados. Ase gurarse que la tensión de la cadena y la presión d€: los neumáticos es la adecuada.—Si las cadenas están demasiado tirantes o flojas, se necesita más potencia de la debida para mover el vehículo y lo mismo ocurre en los vehículos de ruedas silos neumáticos están menos hinchados de lo debido. Los neumáticos hinchados co rrectamente o un poco más de lo normal, ayudarán a reducir el consumo de combustible en los vehículos de ruedas, porque la potencia necesaria aumenta en un 15 por 100 por cada 0,28 Kg./cme que disminuya la presión del neumático. Emplear el aceite y la grasa adecuados.—El empleo de aceite o grasa demasiado viscosos en la transmisión con sume parte de la potencia. Si el aceite es demasiado viscoso no se produce ninguna pérdida de potencia, pero aumenta el desgaste del motor. Man tener limpio el motor.—La suciedad excesiva en el motor puede producir una pérdida importante de po tencia; por ejemplo: las hilas, el barro y el aceite en los bordes de ataque del ventilador exigen un exceso de potencia para hacerlo girar. En los vehículos refrigerados por agua, el panál del radiador debe mantenerse libre de obstrucciones para que el aíre pase con facilIdad y mantenga relativamente baja la temperatura bajo el capá. Además, es una buena práctica de entretenimiento mantener limpio el motor, para descubrir con facilidad las averías y deficiencias. Otros consejos para los vehículos de ruedas.—La falta de alineación en las ruedas y la resistencia del aire debida a los encerados y parabrisas, aumentan el con sumo de combustible. SI es posible debe tratar de redu cirse la resistencia del’ aire. Un vehículo frío (tempera tura del aire a e), cuesta calentarlo el doble que un vehículo caliente (temperatura del aire a C). SI es posible debe protegerse el vehículo en tiempo frío, puesto que el tiempo excesivo de calentamiento supone un con sumo sup lemen tario de combustible. lVo emplear los frenos con exceso.—Los frenos deben utilizarse poco, siempre que se emplean, se desperdicia potencia. Cuando se conduce vehículos de cadena, los excesivos cambios de dirección tienen el mismo efecto que el frenado. Si la tensión de las cadenas no es la misma en los dos lados, será necesario cambiar muchas veces de dirección. La velocidad de ralentí debe ser la adecuada.—tJn vehículo de ruedas al ralentí consume gasolina una mi tad más que otro vehículo marchando a 80 kilómetros por hora. La velocidad de ralentí adecuada para un ca rro M-48 es de 650 a 1.000 r.p.m. No emplear accesorios innecesariamen te.—Los acceso rios deben emplearse solamente cuando son necesarios. Las exigencias de energía aumentan en un 20 por 100 cuando se hace uso frecuente de los radios estufa y lu PRACTICAS DE CONDUCCION QUE ces. AHORRARAN COMBUSTIBLE Mantener abierta la válvula de vadeo.—En los vehícu los de ruedas, esta válvula debe estar siempre abierta, Vigilar el cebado y la estrangulacijmn.—Si ‘se inunda excepto cuando se efecti’ia un vadeo. Si la válvula está el motor por una estrangulación o cebado excesivos se cerrada, produce el mismo efecto ‘que un silencioso o desperdicia gasolina. Normalmente cuando se tira del tubo de escape obstruido. estrangulador la mitad de su recorrido, el consumo de Mantener el interruptor de magnetos en la posición en combustible aumenta en dos tercios, por lo tanto no que todas las magnetos están. en /uncionamiento.—En los debe dearse abierto el estrangulador cuando el motor de cadenas el interruptor de magnetos debe está funcionando; además, el exceso de gasolina cae el vehículos estar en la posición de BOTH, cuando el motor está fun cárter y disuelve el aceite del mismo. donando, pues para asegurar la combustión completa. Calentar el vehículo el tiempo adecuado.—Embalando del combustible deben estar funcionando todas las mag el ‘motor en el periodo de calentamiento se ‘consume netos. combustible innecesariamente y se produce un desgaste Escoger cuidadosamente el terreno donde se ha de con excesivo del motor. A 10° C de temperatura exterior, ducir.—Debe utilizarse siempre que sea posible el te los vehículos de cadenas deben calentarse durante cin rreno que no someta al vehículo a un esfuerzo excesivo. co minutos aproximadamente. Los ensayos han demos trado qué no tiene ventajas el calentar el motor de un Cuando el conductor pueda escoger su camino, debe vehículo de ruedas durante un tiempo superior al mí marchar por carreteras o terreno duro, si es posible tác ticamente. nimo ‘de calentamiento, puesto que este calentamiento se realiza más fácilmente durante los primeros kilóme tros de funcionamiento que antes de emprender la mar cha. (El motor debe arrancar, por supuesto, y ‘hay que PRACTICAS DE LA TRIPtJLACIQN esperar hasta que el vehículo sea capaz de moverse, QUE AHORRARAN COMBUSTIBLE aunque no se caliente el motor por completo.) Efectuar los cambios de velocidad en forma adecua Repostar con cuíclado.—A1 repostar, no debe derra da.—Deie cambiarse a la velocidad conveniente, tan marse gasolina y el depósito debe llenarse hasta el nivel pronto como el motor pueda realizar la tracción sin correcto (en el carro M 48, éste está situado a 16 cm. de agotarse. Generalmente, el motor funciona eficazmente la parte superior del tubo de llenado, puesto que es pre mientras la tracción se realice sin a’hogarse. ciso dejar espacio para la dilatación de la gasolina); Acelerar y desacelerar con suavidad.—De,be tratarse toda gasolina que se vierta, no sólo se derrocha, sino de acelerar y desacelerar gradualmente, man ten len do que es un peligro de incendio. una velocidad constante con un mínimo de aceleración. La comodidad de la tripulación no es una consldero Debe evitarse el embrague repentino; en las condiciones clán primordial.—Los motores no deben ponerse en mar— normales de conducción, raras veces es necesario em cha flnicamente para proporcionar calor y comodidad a pujar el acelerador a fondo. Se ahorrará combustible la tripulación. si, suponiendo que se lleva una palangana llena de agua Cargar las baterías en forma adecuada.—El motor no en el suelo del vehículo, se conduce de forma que se debe emplearse paracargar las baterías. Cuando el ca derrame la menor cantidad posible de líquido. Evitar que el motor se ahoque en las pendientes y rro está parado se usa para esto el grupo electrógeno .obre terreno blando.—Cuanclo se sube una pendiente auxiliar. Raramente será necesario emplear al mismo o cuando el terreno es blando y la ‘tracción es difícil, tiempo el gtupo electrógeno y el motor. Conservar limpio el carro.—El barro en el sistema de se debe cambiar a la velocidad inferior más conveniente, antes de que el motor empiece a ahogarse, porque al suspensión, y en general en todo el carro, aumenta el peso y la resistencia al avance por lo cual se necesita cambiar de una velocidad a otra se enriquece automá mayor potencia para mover el vehículo. ticamente la mezcla de gasolina, con lo que puede des perdi’ciarse combustible. Siempre que sea posible deben Emplear el lubricante adecuado.—Debe emplearse ci atacarse las pendientes de forma que pueda llegarse a lubricante de viscosidad conveniente, puesto que los la parte superior sin agotar el motor y que se manten que son demasiado viscosos exigen más potencia para mover el vehículo. ga una velocidad casi constante. No conducir demasiado deprisa.—Cuan’to mayor es la Remolcar en la forma más conveniente.—Debe ‘remol velocidad, el consumo de gasolina es más elevado. En carse de forma que la tracción se verifique en la, direc Tos vehículos de ruedas, una disminución de la velocidad ,ción de la marcha para impedir la tracción oblicua. Al de 80 a 64 km. por hora reduce el’ consumo de combus remolcar un carro deb en eniplearse dos cables para evi tible en un 8 por 100 aproximadamente. tar el giro. Q0 40 - 63 ÑOMAS DE MANDO AHORRARAN COMBUSTIBLE pMcticas de economia de gasolina son buenas prácticas de entretenimiento. En muchas circunstancias el mismo jefe puede ser el .PUEDE REALIZARSE? factor decisivo •en lo referente a ahorro de combustible. En unas experiencias realizadas en Fort Knox se ins A4emá.s de ser responsable de la ejecución e las nor truyó en las prácticas para el ahorro de combustible a mas indicadas puede hacer todavía más. Funcionamiento del Par que cíe vehículos—El oficial las dos terceras partes de los conductores y jefes de de motores debe estar interesádo en la economía de carro de un batallón de carros (trés compañías de tres gasolina y vigilar los ajustes necesarios y las técnicas secciones). Las seis secciones de carros que récibieron este tipo de instrucción consumieron un 6 por 100 menos que tiendan a ahorrar combustible; así como estimular la sustitución de elementos defectuosos o inútiles que de gasolina que las otras tres durante una marcha tác tica de 240 Km. Este es un alorro importante desde pueden clescubrirse en las inspecciones de entreteni un punto de vista estadístico y práctico. Si las nueve miento. Debe disponerse del material de comprobación necesario; por ejemplo, un indicador de vacío es indis secciones hubiesen recibido la misma instrucción, se ha bría ahorrado gasolina suficiente para que una compa pnsable para ajustar convenientemente el carburador y el sistema de encendido. Los mecánicos deben estar ñía recorriese 40 Km. más. instruidos en el empleo de estos instrumentos y se les COMO HACERLO debe estimular para que los empleen. Prácticas de convoy.—E1 jefe es responsable del fun Por lo que hemos visto, se puede llevar a cabo con cionamiento en convoyes. El tiempo excesivo de calenta éxito un programa de economía de combustible. He aquí mientp con los motores al ralentí puede aumentar con siderablemente el consumo de combustible. Aunque las cómo hacerlo. En primer lugar, tanto el jefe como el personal de la consideraciones tácticas son las que tienen más influen cia en su decisión siempre es posible introducir mejoras. unidad deben estar decididos a manejar sus vehículos con la máxima eficacia. Segundo, la economía de gasolina exige instrucción; RESULTADOS DE LAS PRACTICAS PARA por lo tanto, debe mantenerse una inspección constante EL AHORRO DE COMBUSTIBLE de los jefes de carro, tripulantes, oficiales de motores y mecánicos. No debe oivida.rse que es tan necesaria la En primer lugar, se ahorrará dinero reduciendo el cos inspección de taller como la de campaña. to del funcionamiento de los vehículos automóviles. Tercero, una vez establecida una actitud favorable y Se aumentará el radio de acción de los vehículos. mantenida una inspección conVeniente puede estirnii Será necesario transportar menos gasolina en los tre larse el programa por el interés activo del jefe. Las com nes de abastecimiento, pudiendo emplearse los vehícu peticiones entre las unidades dando a conocer los re los para otros suministros. sultados y concediendo premios, ayudarán a mantener Se prolongará la vida de los vehículos, puesto que las un elevado grado de rendimiento. . La tentacióndel comunismo. Comandante HOGARD.—De la publicación francesa “Revue des Forces Terrestres”. (Traducción del Tte. Coronel ARIZA.) Se ha puesto de manifiesto cierto maniqueísmo (1), ingenuo, de inspiración americana. Los que lo profesan presentan al Universo como dividido en dos campos hostiles e irreconciliables: “el Bien” occidental opuesto al “Mal” oriental. Los disconformes con esta concepción, que califican de pueril, tienen sus argumentos. ¿Cómo condenar en pleno siglo XX, sin apelación, una ideología profesada por millones de individuos?, dicen ellos. Aunque no se comparta su opinión, ¿podemos decretar “a priori” que es totalmente recusable? El comunismo tiene aspectos positivos (2); los Sputniks consiguieron un éxito asom broso •científico y técnico; los ballets rusos, un sentido artístico muy depurado... Al final de un viaje “de es(1) (Nota del Traduetor).—Se llamó Maniquelsmo a la sec ta fundada por Maniqueo, heresiarca natural de Babilonia, que el siglo III de nuestra Era publicó un nuevo Evangelio ea el que admitía dos principios creadores, uno para el Bien y otro para el Mal. Bahram 1 lo mandó crucificar el año 276, ordenando que sus miembros destrozados se colgaran por ]as puertas de la Ciudad. (2) Nosotros prometemos a los cristianos trabajar mejor que los comunistas y adelantarles en el camino de la justi cia y de la paz. (J. Folliet: Vie Catholique Illustrée.-29 mayo 1955.) tudio”, uno de nuestros anteriores ministros atestiguó asombrosas realizaciones sociales y económicas en la China popular. ¿Quién no conoce un muchacho francés que haya vuelto encantado de su estancia en Moscú con motivo del Festival de la Juventud? Por otra parte, ¿no está el comunismo en plena evo lución? La destalini.ración representa un gran paso ha cia el liberalismo: La “dirección compartida” es un gran progreso hacia la democracia. Un poco más de pacien cia y e Marxismo-Leninismo se acercará a nosotros. ¡ Con qué gusto se uniría uno a esta argumentación moral, técnica o política! ¡De qué forma se despejaría el presente y el futuro si, mediante un poco más de comprensión por nuestra parte, pudiese el Comunismo liberizarse y hasta ayudarnos a mejorar nuestra So ciedad! Una sola cosa nos disuade de ello. EJ Marxismo-Leni nismo no es una confesión secreta. Sus doctores han escrito, y escriben todavía, mucho sobre esta doctrina. Las obras completa.s de Lenin están al:alcance de cuaI quiera, y no sólo de los alumnos de sus escuelas de mando, qie las estudian con ardor. La lectura de toda esta literatura no puede dejar subsistir ninguna ambi güedad, ningún mal entendido, ninguna posibilidad de Bajo esta iuz,’y sólo bajo ell’a, todo se aclara. .s inur.ii, por ejemplo, reprochar las contradicciones, de su acción a un militante comunista, formado y consciente; no hay Verdad objetiva. La única verdad reside en las exigencias de la acción revolucionaria, que pueden ser diferentes e incluso contrarias de uno a otro día. El “StalinismO” era la verdad de ayer; la “destalinizaciófl” es la verdad de hoy; mañana se reconciliarán ambas en una síntesis, nuevo punto de partida... (7) Las obras de los profetas del Cómunism nos descu ¡Resultaría fútil acusar al comunismo de inmoral’ o bren que el Marxismo-Leflinismo no es un sistema po de amoral! Esta objeción no hace más que señalar el lítico social o económico, sino una total visión, univer sal del Mundo y del Hombre, y, por tanto una regla de carácter “burgués” del que la dice. La moral comunista que la moral natural. vida y un programa de acción. El Comunismo es, ante no posee la misma refrencia ¡Esto es ‘todo! En cuanto a los que se oponen a una todo, UNA FE, UNA VOCACION UNIVERSAL, gene moral sin referencia el comunismo cree muy bien. que radora de ACCION, manantial de fuerza. un día no les parecerá justificada y que rehusarán so La base del comunismo es una negación, una repulsa a’ admitir la existencia de ‘cualquier Verdad y’ de cual meterse a ella por más tiempo. Una ve alcanzado este conocimiento de la verdadera. quier Realidad objetiva, permanentes, exteriores al Hom bre. La Historia, afirma, no es más que una evolución naturaleza del Comunismo ¿quién osaría pretender aún que el Comunismo no es Su enemigo? Está claro que una incesante bajo el exclusivo efecto de fuerzas materiales explicación tal del Mundo y del Hombre ho puede ave contradictorias, en lucha perpetua, y sucesivamente triunÍante según la ley de la dialécti.ca=tesiS, antítesis, nirse con ninguna fé, con ninguna filosofía. Todas las síntesis... La misma materia no es una realidad abso actividades humanas deben, estarle sumisas, incluso la luta, pues no existen más que fuerzas materiales en las cultura y el arte. Ningún “desviacionismo” puede ser admitido, ningún compromiso puede ser aceptado (8). que la lucha permanente no permite establecer ningu Para los ‘marxistas-leninistas, todos aquellos que—cual-na realidad. El Marxismo-Leninisrflo no es un materialis quiera que sea, la familia espiritual a que pertenez mo como los demás; es un materialismo histórico y día can—creen que existe una Realidad, una Verdad objeti léctico. Si se admite la negación de la existencia de una Ver vas y estables, todos los ‘que sostienen (con o sin refe rencias a esta Realidad, a esta Verdad) que la Moral es dad, de una Realidad objetiva, cualquier esfuerzo con templativo resulta absurdo; no queda más que la acción independiente de las circunstancias, todos éstos son un (3,). El lombre “no es” sino en la medida en que se obstáculo, un freno insoportable, al cumplimiento de transforma él mismo por su propio esfuerzo. Como la la Historia (9). El deber consiste, pues, en destruirlos, Historia es una revolución perpetua, ‘la acción más efi aunque pretendan ttatar con el Comunismo. caz es la acción revolucionaria. El hombre “no es” más Incluso aquel que admita con los marxistas-leninIstas, que creándose a sí mismo, haciéndose “hombre nuevo”,’ que el hombre se redtce a estos “ochenta kilos de ma el hombre comunista. ten—y sobre lo cual insisteh tanto en las escuelas de’ Mandos del Pa.rtido—(ochenta kilos de los cúaies sólo Ps, pues, absurdo hablar de doctrina. Él comunismo no es la verdad; es la teoría de la acción más eficaz (4), la 900 gramos de. cerebro producen pensamientos gracias’ a un “salto calificativo”) no puede evitar las consecuen que acelera la marcha de la Historia; Ja revolución comu nista no se un medio, es la obra gigantesca en la cual, el cias de este axioma. Si el hombre no es más que la sede “hombre nuevo” se creará, desembarazán’do&e de todos de fuerzas materiales que es preciso utilizar en el sentido de la Historia ¿en nombre de qué reclamará deferencias sus embelesamientos, suprimiendo sus dioses. y consideraciones? En nombre’ de qué rehusará ser un De aquí la moral comunista. Como no existen ni simple útil a discreción del Partido, una herramienta que. Verdad ni Realidad transcendentes, tampoco hay Bien ob se tira cuando ya no puede servir, un útil que no tiene jetivo y permanente. Puesto que el hombre se perfeccio na únicamente en la Revolución, es bien todo lo que él más derecho que obedecer? Imposible emplear la’ astucia’ .con el comunismo. Se haga por su triunfo, y mal no sólo cualquier acción con trarrevolucionaria, sino ‘todo error, toda abstención (5). puede ser su cómplice, pero entonces o se .desemboca en La moral comunista es mucho más exigente que la comunista por “compromiso en la acción” (10) o bien se moral tradicional. La indiferencia, la tibieza, la acción es tarde o temprano, rechazado, condenado, “fisicamen intempestiva o errónea son para ella “pecados mortales” te liquidado”. No hay posibilidad, de “coexistencia pa más graves que la actividad contrarrevolucionaria (6) cífica”. Si se próduce, no sería otra cosa que una pausa o mejor, una treta. El comunismo persigue la destrucción La. moral comunista define esta especie de “asceta-estoi co”. del revolucionarIo profesional, este “nuevo hombre” que sacrifica todo a. la Revolución, intereses, ambiciones, y hasta,.el ‘honor, si es preciso. (7) De ahí ese extraordinario espectáculo de viejos mili falsa interpretación. Honradamente no podemos enga fiarnos a nosotros mismos: los marxistas-leninistas nie gan todo lo que sea ajeno a ellos mismos; persiguen la destrucción de todo, lo que les es extraño. Hay mucho de maniqueísmo, sí, pero de su parte. , , . (3) “No se trata de conocer al Mundo, sino de transfor marle”. (Carlos Marx.) (4) “La teoría, revolucionaria no es un dogma. No se ad quiere más que en enlace estrecho con la práctica de un mo vimiento realmente ‘masivo y realmente revolucionario”. (Lenín.) (5) “Nuestra moralidad está totalmente subordinada a los intereses de la lucha de clases’.’. (Lenín.) (‘6) De ahí el’ trato, a los prisioneros: si aceptan dejarse instruir y pasar al servicio .de la revolución se les perdonan todos sus anteriores errores; si se niegan, son considerados como verdaderos criminales. tantes que, tras unos años en el “ostracismo”, son de nuevo encumbrados a puestos de importancia.. Su error pasado se ha transformado en la verdad actual. (8) Salvo por razones tácticas y todas ellas trevitas. (9) Por eso la hostilidad contra todas las iglesias y en par ticular contra la más ‘coherente—espiritual, intelectual y fisi camente—la Iglesia Católica. Lenin ha dichono quedarán ‘finalmente más que dos adversaricis en presencia: el Comu nismo y la Iglesia Católica.” (10) ICuántos compañeros de viaje del Comunismo han probado que la acción ‘según los métodos comunistas conduce siempre al Comunismol Nacionalistas del ‘Vietnam de 1945 Cristianos progresistas de Polonia y de China, algunos Sacer dotes obreros de’ Paris, etc. No pueden desenredarse porquE el Comunismo no es más que un gula para la acción. ae toio lo que no es él (11). Si fuese de otra manera, no sería Comunismo. ¿Se puede •creer que los dirigentes y los Cuadros del Partido, los hombres de la “nueva Clase” podrían re nunciar a una concepción del Hombre y del Mundo que ellos han adquirido al precio de tantos trabajos, a la Fe que ha inspirado todas sus accioñes durante toda su vida’? Individualmente puede ser. Colectivamente, Jamás! El Marxismo-Len mismo no es una doctrina económica o social, o mejor dicho no es ante todo una doctrina eco nómica o social, sino una Fe. Pero contra todos los otros “credos” de los hombres el suyo no se dirije a ningún objeto; él niega: “No existe ni Verdad ni Realidad ni Bien, objetivos, permanentes exteriores al Hombre”. En este sentido es una anti/ (12). Porque es una antifé, es por naturaleza incompatible con todo lo que no es él mismo. Porque esta antifé es universal (ya que pretende explicar todo) no admite ningún compromiso definitivo, ni en filosofía, ni en materias económica, social, cultural o artística, ni con las iglesias ni con las ideologías, ni incluso con los liberales. Porque no quiere ser más que un gula para la acción, inspirador de la agresión perma nente. El drama de, nuestro tiempo proviene de que esta antifé dispone para su fin de una gigantesca y poderosa organización: el partido Comunista internacional, dueño de la tercera parte del ‘mundo, presente y activo en los otros dos tercios, y de que esta organización ha sabido esparcir un.a espesa niebla donde se extravían los es píritus. El Comunismo es enemigo mortal de todo lo que le es extraño. Pero si todos esos a quienes el Comunismo considera como enemigos fueran adversarios activos su yos el Comunismo ya habría caducado. da, ni aplicada, por ningún comunismo auténtico. Tito, Mao Tsé Tung y el mismo Gomuika, han sido favora bles a la revolución húngara en sus comienzos porque pensaban que favorecería. sus propias tendencias. Pero tan pronto como los insurrectos pusieron el régimen en peligro (y esto no tardó) se han alineado unánimemente con Moscú. En el curso de su larga lucha, los comunistas chinos no han sido auxiliados jamds por la Rusia soviéti ca; en los años que han seguido a la segunda guerra mun dial, el Kremlin, que no creía en su victoria, trataba aún con Chang Kai Chek y los sacrificaba a los supremos hitereses del comunismo Internacional. Dueños del poder los comunistas chinos tenían gran interés en entenderse con los Estados Unidos, que les hubieran facilitado el esfuerzo necesario para modernizar e industrializar su país mucho más rápidamente que pudiera hacerlo la U. R. S. S. Después de elegir el campo comunista no se han apar tado de esta fidelidad. Hace unos años, después de ha bernos explicado que los comunistas chinos no eran autén-. ticos comunistas, los especialistas han predicho choques y una ruptura entre los dos “Grandes” del bloque rojol ¡todavía lo estamos esperando! Por el contrario, Mao comuniza su país cada día más, según las reglas del más puro estilo leninista. En Francia todas las tentativas que se han producido desde Doriot a Lecoeur para ins taurar un comunismo francés—o para integrar a los comunistas a la comunidad nacional—han sido un fra caso. En Italia, en todos los países ha sucedido lo mismo (nadie ignora hoy día que sin la presión Soviética, Polo nia no sería ya comunista.) Expertos en esta materia nos explican las razones de este fracaso. Djilas, compañero de lucha de Tito, revolu cionario profesional, nos dice: “El comunismo nacional no tiene naturaleza distinta del comunismo universal”. No es más que un expediente provisional, que mañana se hará comunismo ortodoxo o romperá con el Comunis mo. Para quien ha comprendido que el Marxismo es, ante Se conocen los verdaderos caracteres del Comunismo todo, una interpretación total del Muntio y del Hombre internacional: fe conquistadora de vocación universal; guía para la acción” que conduce lógicamente, im explicación total y coherente del Mundo y del Hombre; “un placablemente, de su negación básica a la lucha por la guía para la acción que anima hoy e inyecta su volun revolución mundial, la afirmación de Djilas es evidente: tad poderosa a una formidable organización que se ex o el hombre se conduce completamente coino óchenta tiende por todo el globo, dueña absoluta de un tercio de kilos de materia según las escuelas de Mandos del Par la humanidad. (13) o hay otra cosa. Si se adopta la serunda con Esto es el Comunismo internacional. Pero en la Europa tido cepción no se es comunista. Pero si uno se afilia a la pri oriental ya se dejan oír algunos crujidos. Las Patrias mera, resulta imposible escapar a la lógica de la dialécti avasalladas se niegan a perecer. Un Comunismo nacio ca materialista e histórica. Tiene que admitir, fin almen nal aparece en la China de Mao Tsé Tung en la Polo te, que el hombre no se puede perfeccionar más que por nia de Gomulka, en la Yugoslavia de Tito. En Francia revolución comunista, que ésta no puede’ ser sino mun Lecoeur y algunos disidentes más se muestran “no mos la dial, que la más formidable potencia a su servicio es la covitas”... El Comunismo ¿no puede adaptarse al genio Rusia soviética, y que, por consiguiente, el papel diri nacional de cada pueblo, y ofrécer a los países que tienen gente recae sobre Moscú. En cuanto las disputas so necesidad de un régimen político eficaz la. “solución” bre la autonomía más o menos grande que debe dejarque buscan. Así corno la revolución francesa no ha lo se a las diversas nacionalidades, no representan más grado unificar Europa, pero ha acabado triunfando en querellas de familia pronto olvidadas si un peligro casi todos sus paises ¿no podrá el comunismo hacerse que aparece para el conjunto de la familia. aceptable y “útil” bajo la forma “nacional”? Pero ante todo ¿qué es el Comunismo nacional? ¿Pue de existir un Comunismo nacional? Por lo pronto hay que señalar un hecho: aunque séPero el Cornuni.mo no es sólo la explicación del duzca a ciertos números de “no comunistas”, la concep Hombre y del Mundo y una teoría de la acción revolu ción de un comunismo nacional no ha sido jamás afirma- cionaria. Es también un aparato organizado. En su li bro “La nueva clase”, Djilas—este amante equivocado (11) “No hay posibilidad de término medio. Hasta alcan • zar una decisión total, continuará el estado de guerra entre Capitalismo y comunismo... El objeto es transformar radical mente las Condiciones de existencia de la Humanidad... La dictadura del proletariado es una lucha a muerte, sin cuartel, sangrante, entre dos clases, dos mundos, dos épocas de la His toria universal” (Lenin.) (12) Por eso, sin duda, la condena del Papa como “intrin Secamente perver”. (13) En las Escuelas de Mando del Partidó, se muestran a los alumnos dos cuadros. Uno de ellos reproduce la silueta de un hombre y la 1’it de los cuerpos químicos que le Com ponen con su peso total, 80 kilogramos; de ellos 900 gramos de “materia pensante”. El otro cuadro contiene solamente al gunas preguntas, como éstas: Y Dios ¿cuánto pesa? Y la con ciencia ¿cuánto pesa? Y la Patria ¿cuánto pesa? y descontento del Comunismo—pretende incluso que el tender no. copiarle más que ciertos secretos de sus pre Marxismo-L:eninismo apenas si es nada más que eso, tendidos éxitos, económicos sobre todo. una organización. Para él, que ha vivido en el país ¿Qué sería un régimen así? La concepción del Mun donde el Comunismo está en el poder, los revoluciona do, Estado y ‘del Hombre sobre la que reposaría se rios profesionales componen una “nueva clase”, inca ría del inevitablemente la común al Comunismo y al Na paz de renunciar al poder por que no puede hacerlo cional-socialismo: “El hombre no es más que un ins sin abandonar sus privilegios. Esta nueva clase ha es trumento al servicio de la poderosa voluntad del Es tablecido el régimen más totalitario de la Historia para alcanzar un objetivo, utópico: la Sociedad sin clases tado en el Mundo”. No hay ningún derecho, ninguna y sin Estado. Ella no puede confesar que el objetivo dignidad intrínseca. El Estado frente a todos los dere es utópico sin confesar, al mismo tiempo, que la clase chos, tanto de los’ individuos Como ‘de los otros Esta dirigente no es precisa y que debe abandonar poder y dos. Ninguna concepción ‘es más extraña al espíritu privilegios. Está, pues, obligada a permanecer fiel al Co francés. Los franceses siempre ‘han estado persuadidos munismo y buscar apoyo donde pueda, es decir, sobre hasta lo más profundo de su alma, por el contrario, de todo en la potencia soviética. Cada vez que la nueva que el papel del Estado debe ser’ hacer ‘prevalecer el bien clase está amenazada en un país, sus miembros de común de la Nación, en el que vienen a fundirse los bienes particulares de Cada uno. de ‘los ciudadanos, de otros países vuelan en su socorro. En cuantó al Comu nismo “nacional” en las naciones no comunistas no cada una de las colectividades sociales. El francés ‘no quiere ser Un robot en manos del Es significa nada: los partidos comuñistas de estos países no tienen, en efecto, ningún punto de fricción con el tado-Dios... No desea lanzarse más en aventurás que Kremlin y no pueden conquistar ni manténerse en el acaban siempre mal. El no quiere, en fin, caer en la poder más que con su ayuda (o la de Pekín). ¿Por qué, miseria. La experiencia confirma que todos los países civilizados e industri’almente desarrollados que han si.pues, traicionarles? “El comunismo nacional es un espejismo”, dijo Di do dotados—á la fperza—de una economíá de tipo CQ mitrov, presidente del Comité búlgaro de liberación. ‘munista han conocido en seguida, una ‘regresión social: Alemania oriental, Polonia, C’hecoeslovaqui.a, Hungría, Un espejismo, porque sólo puede haber un Comunis mo internacional con vocación universal. Pero también etcétera, son pruebas y claras manifestaciones de este espejismo en el sentido de alucinación que engaña al fenómeno inevitable. Desde 1945 el espl’éndor del re-, viajero perdido en el desierto, y le deja morir de sed surgir, económico de Francia, ‘el de Alemanja occi allí donde él creía encontrar un lago de agua fresca, dental, el de Italia, etc., prueban, por el contrario, que los sistemas no comunistas permiten un Constante au porque el Comunismo sabe perfectamente jqgar al na cionalismo. En casi todos los casos los comunistas han mento del ,nivel de vida. Un comunismo “nacional”__que sería una forma ver llegado al poder utilizando los frentes “nacionales”, que ellos mismos han destruido cuando ya no les servían gonzosa’ de nacional socialismo—es, pues, tan contraria al espíritu francés como peligrosa para el porvenir del de nada (14). Moscú, otras veces, ha sostenido—y hasta el último País y catastrófica para el Hombre. mo’mento—a aang Kai Chek. El Kremlin ha ayuda do a todos los nacionalismos ‘de ultramar. En 1941 ha resucitado el patriotismo ‘ruso. Después de la guerra Las palabras’ “comunismo ñacional” pueden encubrir se ha apoyado en la altivez nacionalista griega. En ‘tres realidades diferentés y sólo tres: Alemania del Este exaltan las tradiciones militares pru sianas. Y ya en Francia, miembros de la Sección “ex o bien una tentativa de Comunismo internacional terna” del Partido (15) se presentan corno “no mosco para ‘engañar al país y captar, en su provecho, el ‘vitas”, partidarios de un Comunismo francés que po orgullo nacional; dna salvar y renovar al país. o bien un ensayo sin fundamento doctrinal cohe rente y condenado a’l fracaso como tantos otros’; ¿Nos dejaremos prender por ellos? o todavía un. nacional .socialismo-_.que no osaría decir su nombre—y que conducirla a la desdicha y a los peores peligros. En Europa no se desea ninguna d’e esas tres solucio Pero aún hay uná terce’ra posibilidad. Se sabe que si Carlos Marx y Lenin son los hijos espirituales más nes. Cada Nación ncesita un régimen Conforme a su brillantes—aunque bastardos—, de Hegel, éste último genio, un régimen de la que ella mejor que nadie tiene el gusto y el sentido, un régimen donde el bien parti. es padre de otra línea—legítirnauyo representante más, conocido fijé Hitler, y Cuyo subproducto actual se cular de cada individuo, de cada colectividad venga a llama Gamal Abd Nasser. ¡Para los espíritus poco in fundir’se armóñicamente en el bien común de la Pa formados o poco inteligentes, no hay tanta distancia tria, en el ,mismo Bien común de la Humanidad. Y si se hace sentir la necesidad de una cierta reno del Comunismo al Nacional-socialismo! A este ‘concepto se aferran todos los que predican el vación de la clase dinigente—qui,zás justamente—en la “Comunismo nacional”, re usando meditar sobre el medida en que una parte de la actual clase ‘dirigente no cumpla su misión al adoptar una aptitud de no re verdadero sentido de la palabra “comunismo”, al pre sistencia espiritual, intelectual y ‘material al Comunis mo, este cambio no debe, en ningún caso, efectuarse en (14), No hay un solo ejemplo de Frente Popular en el: Po-. provecho de la “nueva clase”, de ‘los “revolucionarios profesionales”, sino llamando a los mejores de cada der que no haya terminado o porque conscientemente, y a tiempo, sus miembros “no comunistas”, han expulsado a los pueblo. comunistas, o por la conquista total del Poder por los comu En cuanto al “comunismo nacional” no debe ser pa nistas y el encarcelamiento o la muerte de sus “compañeros ra nosotros ‘más que una sola cosa: el arma de uso ex de viaje”. terno que clavada en la contradicción interna del co (15) Personas que en secreto pertenecen al partido, y son munismo internacional, “la resistencia de las Patrias utilizadas para rastrear los lugares menos sospechosos (lla sojuzgadas”, permita quizás ‘hacerle retroceder y libe mados ‘submarinos” en la jerga del partido). rar a nuestros hermanos oprimidos. . — — — 67 Notassobreproyectilesautopropulsados Comandante ORY. (Traducciones, extractos y adaptaciones LOS CAMPOS DE PRUEBA DE PROYECTILES militares y técnicas extranjeras.) AUTOPROPULSADOS Los campos de prueba que hay ya en nuestro planeta y cuya existencia se conoce, rodean al globo desde el Ca nadá y las islas Hébridas hasta una base soviética en la Antártica. Aunque muchos de ellos son relativamente pequeños, los hay que se eçtienden sobre grandes superficies te-’ rrestres y también sobre considerables extensiones de mar. Además de los ER UU. y de la U. R. S. 5. que, desde luego, son las potencias que poseen más y más impor tantes campos de prueba de proyectiles, son muchas otras las naciones—incluso pequeñas—que dedican su mas importantes a la creación de estos lugarés de expe rimentación, dotándolos de• los ‘medios y aparatos nece sarios. Así, las informaciones revelan la existencia de cam pos de experimentación de ingenios autopropulsados y cohetes en Argelia, Brasil, Canadá, Cerdeña, China éon tinental, Francia, Alemania (en las dos zonas), las islas Hébridas, Japón, Corea, Libia, Polonia, Escocia y varias islas del Pacífico; como igualmente que existen barcos 68 de diversas publicaciones de lanzamiento en el Artico, Antártico, Atlántico y en el Pacífico Norte, Central y ‘Sur. He aquí algunos datos: Australia.—Cueflta con uno de los más importantes campos de prueba de proyectiles del mundo, el de Woo mera, que se extiende desde dicho lugar, en la zona Sur-Central de la isla hasta la costa Oeste, con una lon gitud de 1.100 a L200 ‘millas. Actualmente, están en es tudio unos planes de ampliación, que duplicarían la ex tensión del campo, ampliándolo hasta la isla Chrits’mas, en el Océano Indico. Canadá.—Los trabajos de investigación más importan tes, realizados en el Canadá últimamente, lo han sido como consecuencia del programa del Año Geofísico In ternacional (AGI) y utilizaron, el campo de Fort Chur chill, llevándose a cabo en estrecha colaboración con los Estados Unidos. F’rancia.—La mayor parte de sus pruebas de autopro yectiles las realiza en Co’l.omb Bechar, un lugar en el interior del Sahara argelino, ue cuenta con una exis tencia de unos once áños como campo de pruebas. Pr.in ‘ - cipalmente se ha dedicado a la prueba. de ingenios de superficie a superficie y antiaéreos, aunque ha habido algunas de proyectiles de investigación de gran altura. También se realizan pruebas en ‘la Francia metropo litana, siendo uno de lcs campos uno cercano a Cannes. Alemania.—Las dos zopas alemanas desarrollan gran actividad en la experimentación de ingenios autopro pulsados. Mundialmente conocidos son los campos de Peene munde, en el Báltico, y de Blizna, en Polonia, amplia mente usados en la II G. M. y de los que hay muchas intormaciones que permiten asegurar que están actual mente al servicio de los rusos. El principal campo de lanzamientos de la Alemania Occidental es el de Cuxhaven, próximo al mar del Nor te. Ha habido también actividad en uno próximo a Lu neburger Hei:de, NE. de Hanóver y cerca de Bremen, donde la Sociedad Alemana de Cohetes realiza un inte resante programa de investigación y experiencias. Gran Bretaña.—Después de los Estados tJnidos y de la U. R. S. S. es, sin duda alguna, la Gran Bretaña la potencia que realiza el más ambicioso programa de tec nología y proyectiles esp aciales. Sus trabajos de investigación y pruebas tienen lugar en varios sitios, aunque hace amplio uso del campo aus traliano de Woomera y, posiblemente, de varios otros de la NATO, localizados en Gales, Escocia y las Hébri das. Se sabe que, incluso, ha probado blancos radiodiri gidos en el Norte de Africa. Japófl.—-Dispone, al menos, de tres campos de prueba de ingenios autopropulsados: Uno es el de Miehikawa, en la prefectura de. Akita, al NO. de Hon5bu, en el que ha realizado las pruebas de AGI en dirección al mar del Japóñ. Las pruebas militares se realizan .en otros, lugares, tal como el campo Ojoji, al NE. del archipiélago. El campo de Mogarah, eh el Japón Central, la entrado en servi cio hacia 1957. Otras naciones.—Los estudios técnicos y de proyectiles del espacio atraen hoy a muchas otras naciones “del mundo. Así, en Corea del Sur, el gobierno expresó últimamen te su interés en la materia y el instituto de Investiga ción Científica de la Defensa Nacional ha realizado fe lizmente su primera experiencia de lanzamiento de un ingenio experimental, desde un campo próximo a In chón. Existe, también, una sociedad civil dedicada a es tos trabajos, que es la Sociedad Astronáutica Cqreana. Italia realiza importantes trabajos y ha establecido un campo de pruebas en la isla de Cerdeña, aunque el centro más importante radica en Cagliari, donde fun ciona una estación de alerta y control aéreo. El gobier no ha propuesto a la NATO la utilización del campo de Cerdeña como campo de pruebas de proyectiles balísti cos de alcance medio, en lugar del de Colornb Bechar, en Argelia, donde la situación es muy inestable. En Brasil el gobierno ha establecido un modesto pro gramá de proyectiles, que se realizan en el campo de .Marambai, cerca de Rio. La Argentina cuenta con una activa “Asociación Ar .gentina Interplanetaria” que, incluso, ha dado cursos sobre coheteríá y satélites en el marco de la Facultad de Ciencias de la Universldad de Bueños Aires. Recien temente, “Instituto de Investigaciones Científicas de las Fuerzasel Armadas” realizó una exhibición de proyec . tiles destinados al Ejército y a la Aviación. Se descóno ce en qué campos realizan sus pruebas. U. R. S. S.—Ya se sabe lo difícil que resulta la obten ción de información rusa. Sin embargo, se conoce la in tensa actividad que en el campo de los autoproyctiles realiza tanto en el territorio nacional como en los de las potencias bajo s influencia. La modernización de Peenemunde es un ejemplo. Los polacos han realizado experiencias de proyectiles meteorológicos múltiples. El Gol ierno Chino-Comunista parecé ser que también aunque se desconfía un tanto. Hay persistentes rumores de que los rusos han esta blecido una base de lanzamiento en la alta meseta del Tibet, contando con la China para el apoyo logístico. Y se. sabe también que hay campos de lanzamiento d proyectiles y vehículos espaciales en las regiones de sérticas de Ust Urt y Kara Kumyn al E. del Caspio; al E. de Estalingrado; en el N. cerca de Narva ,y al E. de Leningrado. Son numerosos los asentamientos de proyectiles alre dedor de los centros industriales, particularmente en el Oeste algunos en el Norte de Siberia y’ otros en el Leja no Oriente, en las Sakalin y península de Kantchaka. Los rusos han manifestado su propósito de establecer bases de lanzamiento en el. polo Sur del globo, habién dose citado a Mirny, en el casquete polar antártico, co mo el lugar, desde donde se lanzarán unos treinta cohe tes, como parte del programa del AGI. Estados Unictos.—Las dos principales bases son, desde luego, los campos de prueba del Atlántico y del Pacífico. Además, se ha establecido el de White Sands, en Nüevo México,’ y están propagramadas muchas experiencias para su realización en la Isla •Wallops, en la costa atlán tica de Virginia, una instalación que, actualmente, está a cargo de la Oficina Nacional de Aéronáutica y del Es pacio. (Traducción y extracto de un trabajo cte Wiliam O. Miller en “Missiies. & Rockets”, de Estados ‘Unidos.) . . . EL PROYECTI.L ANTIAEREO FRANGES “MARUCA” La fotografía que ilustra esta nota deja ver el lanza miento de un autopro’yectil antiaéreo francés “Maruca”, desde el nuevo barco de prueba de pro yectiles “Isla ‘de Olerón”, al qúe se ca lifica como la nave francesa con ma yor cantidad de equipo electrónico. (El “Isla de Olerón” es un antiguo trans porte alemán, reformado en Francia recientemente). El “Maruca”,’ cuyas principales ca racterísticas aparecieron en un cuadro publicado en estas mismas fofas, hace unos meses (EJERCITO, núm. 232), es un proyectil antiaéreo proyectado para ser lanzado desde barcos, que’ tiene un , techo de unos 18 kilómetros ‘(10 millas) y un alcanse de aproximadamente 20 (11 millas), que los recorre a velo- cidad suibsónica (Mach 0,85). El proyectil tiene poco más de cuatro metros y medio de longitud y pesa 460 kilo gramos, pudiendo cargar en su ojiva 75 Kilogra:tnos de EL AUTOPROYECTIL explosivo. Va dotado de un sistema de guía por radar y, además de como amia, se utiliza con fines eperimenta les y de instrucción. CONTRACARRO BRITANICO “PYI3” El autoproyectil contracarro británico “Pye” es un arma de 36 kildgramos de peso y de 1,5 metros de lon gitud por 610 milímetros de diámetro, que se dirige hacia su objetivo por alambre, de modo análogo a los proyectiles franceses SS-lO y SS-li. Este ingenio va propulsado por un cohete, situado en la parte posterior,. y se dispara desde un lanzador tubular sencillo, que puede estar sobre el suelo o sobre un vehículo. La dirección del proyectil se modifica por la deflec ción del chorro de gases y el equipo de dirección pesa tan sólo nueve kilogramos, no requiriendo para su funcionamiento fuente de energía exterior. Tanto su lanzamiento como su dirección ulterior pueden realizarse por un solo hombre, en forma muy sencilla, sin que sea necesario que posea conocimientos o destreza técnica. Para facilitar la puntería de proyectil pueden utili zarse unos gemelos corrientes, aunque ya está en estu dio y experimentación un sistema de mira telescó pica. EL “HOUND D06”, ARMA AUTOPROPULSADA Reproducimos una fotografía, calificada como la primera en que se deja ver al proyectil, del nuevo ingenio autopropul sado norteamericano “Hound Dog”, cuya denominación técnica es “G AM 7 7” (Ground-Air-Missile, es decir, proyectil de aire a tierra). Realniente, el ingenio que aparece en la Íotografía es un modelo de instrucción,1 aunque tiene el mismo aspecto y carac terísticas aerodinámicas de los operativos, que son dos: Uno de ellos que lleva una carga nuclear, A o H, de un megatón, y el otro equipado tan sóló con aparatos elec trónicos de contra-medidas. El “Hound Dog” es, como puede apre ciarse, un ingenio de perfil afilado y alas en delta, con estabilizadores triangulares en SU parte anterior y la góndola del turbo-reactor (un Pratt & Whitney J-52) en su parte posterior. Este proyectil está destinado para ser lanzado por los 1 jO jo jo jo jo DE LOS BOMBARDEROS B-52 - bombarderos norteamericanos “Boeing” B-52 y su velo cidad es superior a Mach 2, con un alcance de 560 ki lómetros. - NOTICIARIO ASENTAMIENTO “BOMARC” PARA PRUEBAS DEL PROYECTIL ANTIAERI3O Los Estados Unidos han establecido su primer asenta— miento de pruebas del proyectil “Bo.marc” en la isla de Santa Rosa, en la costa de la Florida y muy próxima a la Base de la Fuerza Aérea de Engldn. Las instalaciones serán utilizadas en su totalidad por el Mando de la Defensa Aérea para el entrenamiento de la tropa, dirigiéndose por un sistema “SAGE”, de búsqueda terrestre semiautomática, actualmente en cons trucción. Del autoproyectU “Bomarc” ya nos hemos ocupado en otras ocasiones en estas notas (EJERCITO, números 212, 216 y 223), por lo que remitimos a ellas al curioso lector. t EL “SPARROW III”, NUEVA VERSION DE UN POTENTE AUTOPROYECTIL PARA LA LUCHA AEREA 1 Los aviones de combate de dos portaaviones de la flota norteamericana del Pacífico han sido armados con pro yectiles dirigidos aire-aire “Sparrow III”. La última versión del “Sparrow” es un ingenio de más de tres metros de longitud, que pesa 163 kilogramos. El “Sparrow III” está equipado con un sistema de guía que utiliza una nueva técnica de radar, que aumen ta considerablemente su alcance eficaz y permite una mayor flexibilidad en su uso. El piloto puede disparar el proyectil sobre un objeti vo invisible para él, toda vez que la pantalla deli radar El proyectil “Bomarc” indica cuándo queda dentro de alcance o cuándo el in genio está en condiciones de ser disparado automática mente. Otra ventaja de esta nueva versión del “Sparrow” es que sú ojiva de-combate es un cincuenta por ciento más potente que la de sus predecesores. Laartilleríaenelcampodebatallaatómico. General “Revue de Cuerpo de Ejército, F. BESANCON..—]Je la publicacióñ francesa Militaire G-énérale”. (Traducción de la Redacción de EJERCITO.) El arma de la Artillería es l proyectil. Nuestra Arma debe feilcitarse de ver a su disposición proyectiles que aumentan en condiciones singulares la potencia y eficacia de sus fuegos. Las posibilidades nuevas y extraordinarias que aca ban de enriquecer el Fuego harán de 1, en adelante, el elemento básico de la maniobra y la maniobra de los fuegos, en su conjunto, deberá organizarse alrededor de los medios atómicos que constituirán el esqueleto de aquéllos. Aunque por el momento su empleo obedezca a ciertas reglas particulares y reclame aún procedimien tos especiales no parece, sin embargo, oportuno dife rencia•r los fuegos atómicos de los clásicos, puesto que se completan entre sí y el problema de los fuegos debe tratarse siempre en 5u conjunto. La aparición del explosivo nuclear no modifica en. nada las misiones generales que pueden confiarse a la Artillería; éste debe, pues, en todas las situaciones, es tar en condiciones de asegurar (con la potencia y fle - xibilída.d convenientes) el apoyo directo e indirecto a las otras Armas. En la ofensiva, la ruptura del despliegue defensivo del adversario se obtendrá por el empleó en masa de los fuegos atómicos, que jugarán el papel esencial en la realización de una pxeparación potente y permitirán liberarse de las lárgas. y costosas preparaciones •de otros tiempos, que exigían la concentración de importantes medios tradicionales (materiales y municiones) imposi bies de concebir ahora bajo la amenaza atómica enemi ga. Estos fuegos atómicos facilitarán la sorpresa y ali viarán en gran parte los problemas logísticos. S em pleo podrá ser decisivo, lo mismo para la neutraliza ción inmediata de un despliegue denso de artillería, que para la contrabatería atómica, que en la acción en pro fundidad contra las reservas, los puestos de mando y las comunicaciones enemigas. P.ero, según parece, los fuegos clásicos serán necesa rios todavía para romper la “corteza”, pues existe el porque la permanencia y la precisión de su acción per riesgo de que escape a la acción de los fuegos atómi cos en razón de las condiciones de seguridad que es mi’tirán resolver mejor los problemas de los tiros lo más necesario respetar delante de las tropas propias. No ig cerca posible de las tropas propias. Serán igualmente noro que puede admitirse la acción atómica contra es indispensables para oponerse, en los intervalos tácticos ta corteza, bien porque el Jefe acepte un cierto riesgo que resultan de la dispersión sobre el terreno, de las para sus elementos própios avanzados o porque lleve Armas que llevan a cabo el combate próximo, a las liia cabo un repliegue sufi.ciente de los mismos; además filtraciones del enemigo, y esto tanto más cuanto que las armas de la Infantería no podrán realizar barreras está a la vista la realización futura de proyectiles ató micos de muy poca potencia que puedan emplearse en suficientemente densas y continuas, debido a los inter— valos que separan a las unidades. la proximidad de las tropás propias. Por lo tanto, los fuegos atómicos constituirán el es Sin embargo, incluso en estas condiciones, seguirán queleto de los tiros sobre el campo de batalla del porve siendo necesarios los fuegos clásicos, para completar los efectos de los fuegos atómicos, para asegurar el nir y su parte en la maniobra de los fuegos irá aumen acompañamiento del avance, lo más cerca posible de tando a medida que vaya disminuyendo la gama de su las fuerzas propias y para reducir los islotes de resis potencia y que se haga más flexible su empleo. Los fue tencia que podrán constituir los elementos enemigos gos clásicos serán utilizados para completar, perfeccio nar o suplir a los atómicos. insuficientemente neutralizados o las reservas indem La ejeución de las misidnes fundamentales de la Ar nes lanzadas rápidamente sobre la zona batida por los tillería deberá, pues, hasarse en una acertada y estre fuegos atómicos. cha coordinación de ambos, sean terrestres o aéreos; los La explotación• de los efectos de los proyectiles ató fuegos clásicos en especial siguen siendo indispensables, micos, que exige rapidez, no será siempre fácil. Las ex el estado actual cte las cosas, para asegurar el apoyo plosiones atómicas en el aire no tendrán, en efecto, más en inmediato a las otras Armas. que una acción -limitada sobre los obstáculos naturales A medida que la acción de los fuegos atómicos sea o artificiales que protégen al enemigo y las explosiones más reducida por el empleo de proyectiles de menoi po superficiales crearán obstáculos considerables que esta tencia, el papel de los fuegos clásicos tenderá a conver rán bastante contaminados durante algunas horas e im tirse cada vez más en un trabajo de “acabado” del tra pedirán o dificultarán el paso a través de los mismos. bajo “basto” realizado por los fuegos atómicoS. Por último, la noción de apoyo directo a los elemen Subrayemos igualmente que la guerra de superficie tos que llevan a cabo el combate, encierra no solamen desaparecerá en la guerra atómica y que esta lucha te la idea de fuegos ejecutados lo más cerca posible de no la retaguardia de las Fuerzás armadas puede conce las tropas propias, sino también la de necesidades ins en :birse difícilmente con fuegos atómicos i’inicamente. La tantáneas de fuegos; estas ñecesidades no podrán satis naturaleza de estos objetivos como el teatro de éstos facerse por medio de fuegos atómicos más que excep combates necesitarán, sin duda alguna, recurrir a los cionalmente, aun cuando su empleo esté descentraliza fuegos clásicos. do, y ‘desde este punto de vista no parece que los fue gos nucleares puedan sustituir totalmente por el mo mento, a los fuegos clásicos desencadenados rápidamen te bajo la iniciativa de los observadores avanzados del La organización general y la articulación de as Fur Arma. zas terrestres son objeto, actualmente, en todos los Ejér En una situación defensiva, los fuegos atómicos juga citos, de numerosos e interesantes estudios. ráti un papel importante en las acciones preliminares, ¿Cuál será la estructura de las nue as Divisiones? ¿Se sobre objetivos en consonancia con s.u potencia. Será conservarán los ‘distintos escalones de mando: Grupo de preciSo, pues, esforzarse en provocar concentraciones de Ejercitas, Ejércitos y Cuerpos de Ejército? No entra en el marco de esta exposición proponer una fuerzas en el campo enemigo, sobre superficies relati vamente reducidas. Con este fin, los fuegos clásicos se solución cualquiera a estos diversos problemas. Pero si combinarán con los otstáculos y la maniobra •de las nos colocamos solamente desde el punto de vista de la maniobra de. los fuegos, parece que en el estado actual otras Armas. Por lo. tanto, la defensa dependerá en gran parte de de cosas y teniendo ‘en cuenta los materiales que pueden la maniobra de los fuegos, incluídos los atómicos. El emplearse, séría conveniente conservar los escalones rendimiento de esta maniobra de los fuegos atórnicos, Ejército y Cuerpo de Ejército. El Ejército sigue siendo, en efecto, el escalón de man estará estrechamente relacionado con el número y la naturaleza de los proyectiles disponibles en los diferen do donde se realiza, con el correspondiente Mando Aé tes escalones del mando, con los medios de lanzamiento reo Táctico, la coordinación de los fuegos terrestres y aé puestos a su disposiciçin y con el grado de descentrali reos (atómicos o clásicos). En el campo de los fuegos te rrestres, la Artillería de Ejército ya no manejaba directa zación fijado para su empleo. La acción atómica en defensiva tendrá por objeto la mente unidades del Arma desde ‘hace algunos años: los al contrabatería atómica, la destrucción de los escalones cances de los materiales en servicio eran, en efecto, relati vamente cortos con relación a las zonas de maniobra con de ataque por medio de la contrapreparación, la des trucción de las reservas y la asfixia de la ofensiva por sideradas en este escalón. Se podía concebir ciertamente que, en casos excepcionales, el mando del Ejército cotiser la acción sobre la retaguardia. vase directamente a sus órdenes ciertas unidades de tiro Lós fuegos atómicos se aplicarán: En función de lanes preparados de antemano y para una maniobra de fuegos particulares. Pero de una desencadenados según la información que se reciba. manera general, la Artillería de Ejército no jugaba un pa pel’ importante más que en la repartición de medios Sobre objétivos imprevistos, cuya localización plan puestos a disposición del Ejército y en la maniobra de tea problemas importantes a los órganos de infor las municiones. Parece que en el porvenir tendrá que raación. Para preparar y apoyar los contra-ataques, en dirigir una maniobra de fuegos cuahdo se pongan a su disposición materiales de lanzamiento de gran potencia condiciones análogas a las de la ofensiva. Pero cualquiera que sea su importancia, los fuegos y alcance muy grande (normalmente proyectiles auto atómicos no podrán satisfacer a todas las necesidades. propulsados) que lancen proyectiles atómicos o clásicos. Habrá que recurrir también a los fuegos clásicos, Esta maniobra de io fuegos podrá, en especial, llevar a - — — cabo la acción en profundidad dentro de las extensas retaguardias y la contrabaterfa contra los proyectiles autopropulsados de alcance muy grande. El gran alcance de estos proyectiles autopropulsados permitirá a esta Artillería de Ejército dosificar los fue gos en benefició las grandes unidades subordinadas;. el Ejército podrá de al menos, por algún iempo, reservarse la decisión del empleo de los fuegos atómicos terrestres asegurando la coordinación necesaria con la Aviación. El alcance conveniente para los proyectiles autopro pulsados de la Artillería de Ejército parece ser de 200 a 300 kilómetros. En el estado actual de cosas, el Cuerpo de Ejército parece ser el escalón donde se realizará la cómbinación de los fuegos terrestres atómicos y clásicos. Por otra parte, siendo responsable de la lucha contra la artillería enemiga y de la acción sobre la retaguardia próxima en una profundidad de 50 a 80 Km., deberá disponer de materiales de gran alcance y potencia. Estos materia les serán en principio proyectiles autopropulsados diri gidos o no, con tal que su precisión sea suficiente. Los materiales de Artillería pesada de gran alcance no cons tituirán más que materiales para completar, debido a su taita de alcance, pero probablemente continuarán sien do necesarios ‘mientras no se mejoren mucho cirtas características técnicas de los proyectiles autopropulsa dos. Estos materiales deberán ser, naturalmente, autopro— pulsados para poseer la. movUidad y la rapidez de en trada en posición, indispensables sobre el campo de ba talla moderno. La Artillería divisionaria, cuya misión fundamental es asegurar el apoyo directo a las otras Armas, estará con’stiída a base de Artillería clásica en tanto no se hayan conseguido proyectiles atómicos de .potencia re ducida que puedn lanzarse con materiales ligeros y precisos (1). Sus necesidades en fuegos atómicos estarán satisfechos por el escalón superior que le apoyará con sus fuegos o, excepcionalmente, le asignará los materia les correspondientes. Parece, por otra parte, que las necesidades de fuegos dlásicos de una División sobre el campo de batalla ató mico serán, por lo menos, iguales a las que se conside raban antes como necesarias. La proporción admitida hasta aquí para la Artillería, con relación a las otras Armas, deberá, pues, mantener se, a menos que se consigan materiales con cadencia de tiro y alcance mucho mayores. Por el momento, a pesar del .aumento de extensión de las zonas de acción y el carácter móvil de las operaciones, nuestros nuevos ma teriales de 105, y sobre todo de 155 francés, con sus alcances de 14 y 17 Km., son •todavía a.ptos balísíica mente para formar parte de las Artillerías divisionarias constituidas con las proporciones admitidas hasta aquí. éntre las Armas. La nueva forma de guerra exige, en cambio, un au mento de la flexibilidad de la maniobra. Los materiales deberán ser, pues, especialmente “manejables” para .dar una rapidez mucho mayor a la maniobr de los mate riales y no dificultar la de las otras Armas, a las que esta rán incorporadas normalmente para los movimientos. En este sentido debe .darse preferencia .a los n-iateriales autopropulsados con tal que sean aceptables sus características de movilidad, peso, cadencia de tiro y abastecimiento de municiones. Por ótra parte, un blin daje, incluso ligero, protege al personal de las radiacio nes nucleares y facilita la defensa de las columnas. Los imperativos presupuestarios no ‘ermitirán, sin duda, dotar a todas las Grandes Unidades de materiales auto(1) No obstante, los proyectiles las Divisiónes. (N. de la R.) en atómicos han entrado ya propulsados, y algunas de elles tendrán que contentarSo con materiales remolcados, iidispensa’bles, por otra parte, o suficientes para las operaciones de ultramar o de defensa en superficie. De momento no pueden darse detalles precisos sobre el empleo y utilización de los materiales atómicos. Ac— tualmente estár en estudio la gama de municiones dis— ponible, la naturaleza definitiva de los dispositivos de lanzamiento y de los medios de dirección, la estructura de sus unidades y su afectación a los distintos escalones del mando, y no parece que puedan ‘darse aquí conclu— siones incluso aproximadas. En cambio, es posible e irciuso necesario realzar desde ahora algunos puntos relativos al empleo y utiliza ción de los medios sobre el campo de batalla atómico.. Los nuevos dispósitivos que deberán adoptar las Gran.,. des Unidades para sustraerse al peligro mortal creado por el explosivo nuclear se traducirán en un aumento importante en sus zonas de despliegue. Esta dispersión alternará con maniobras. rápidas que condudcirán a concentraciones momentáneas que continuarán siendo necesarias para las acciones de fuerza. Por otra parte, la escasa densidad de medios, los riesgos de infiltración que se derivan de aquélla y Ja fleco sidad de establecer barreras de fuego en los intervalos que existen entre las unidades, llevarán al mando a imponer que todo punto de la zona de acción pueda ser batido eficazmente por la totalidad de los materiales que estén técnicamente en condiciones de alcanzarlo. Esto se traducirá para la Artillería en combinaciones: de centralización, factor esencial de su potencia, y de descentralización impuesta, sobre todo, por el alcance insufjcien te de sus materiales. La centralización y descentralización 1e los fuegos no son modos de acción opuestos, sino que, por el contra rio, se complementan. Una organización flexible y eficaz de los enlaces y transmisiones hace posible obtener, sin ninguna dificultad, una u otra en cualquier momento. Pero el ‘problema de la descentralización o centrali-. zación de las unidades de tiro promueve numerosas con troversias. Como consecuencia de la extensión de los depIie gues, impuesta por las medidas de seguridad, será ne eesarjó a menudo incluir unidades de Artillería en el interior del despliegue de las otras Armas; ademas, olertas situaciones exigirán la corsti’tución de agrupaciones interarmas en las cuales entrarán forzosamente unida des de Artillería. Pero integrar sistemáticamente a las unidades de Arti llería en las formaciones elementales de las otras Ariñas, conducirá a atribuir a éstas un material cuyo alcance ex-, cede tanto a sus necesidades como a sus posibilidades, y constituirá, por lo tanto, un derroche de potencial. Por otra parte, las diversas formaciones de todas las Armas al ho poder beneficiarse ya del equilibrio de fuegos ‘de la Arti llería, deberán poseer en propiedad todos los medios de apoyo necesarios. Será prácticamente imposible asegu— rarles a la vez potencia y movilidad, pues correrán el riesgo de estar insuficientemente dotadas o entorpeci— das hasta un punto incompatible con la rapidez de maniobra que se espera de ellas. Por otra parte, integradas. rígidamente en el despliegue de las unidades elementales de las otras Armas, las unidades de Artillería estarán sujetas a múltiples desplazamientos que las harán momentáneamente in útiles para la maniobra de los fuegos. El mando ‘interarmas deberá, pues, combinar con fle xibilidad la adaptación y la asignación esforzándose en obtene.r una articulación de su Artillería que garantice a los elementos que llevan el combate, la ob tención rápida de los fuegos instantáneos necesarios para su maniobra, y le permita también hacer sentir su acción en todo momento, en los puntos más conve nientes con toda la potencia necesaria. Aunque la descentralización de las unidades es ne cesaria en ciertas situaciones, no •debe conducir a una dispersión sistemática del Arma, perjudicial a su reri dimiento y de la cual serían finalmente víctimas las tropas apoyadas. Agreguemos, por otra parte, que los artilleros, cons cientes de la prioridad de su misión de apoyo directo, considerarán razonable ser encargados de la utiliza ción de los medios de fuego integrados en las forma ciones de las otras Armas, con la condición de que se adopten los materiales convenientemente adaptados, en potencia y alcance, a las zonas de acción de los jefes de estas unidades. Se puede realzar igualmente que la obtención de in formación revestirá una importancia capital en una guerra atómica. El rendimiento de los fuegos atómicos exige, en efec to, que la Artillería disponga de los medios que le per 2mitan no solamente adquirir el obletivo, es decir, des cubrirlo y situarlo en un momento determinado sino también seguirle y controlar su existencia y emplaza miento en el momento del tiro. La obtención de información impulsada metódica mente en profundidad, tendrá, pues, como principal ob jeto, determinar los posibles objetivos para los fuegos atómicos propios. Se concederá una importancia especial a la contrabatería atómica. La localización de los proyectiles auto propulsados, de sus escalones logísticos, de sus puestos de mando y de sus medios de dirección, junto con la neutralización o destrucción de estos dispositivos serán factores esenciales del éxito de una operación ofensiva o defensiva. En la zona de contactos, la Artillería tendrá más que anteriormente, por objetivos, elementos diluidos que identificándose con el terreno, se dispersarán y despia zarán en direcciones difíciles de prever. Estos objetivos serán más numerosos, menos fáciles de descubrir y si tuar y más móviles, mientras que la superficie sobre la que deberá obtenerse la información aumentará consi •deratlemente. Como en este campo de la información no puede haber vacíos, aquélla deberá ob tenerse sobre toda la extensión de la zona de contacto. El problema de “sobre qué tirar” se hará cada vez más importante y difícil de resolver: la observación será, pues, más necesaria y más ardua. Nos veremos, pues, obligados a aumentar los medios de toda clase dedicados a la obtención de información, así como a estudiar con detalle los problemas relativos a su transmisión, interpretación y explotación, en los plazos más cortos que sea posible. Se empleará mucho la aviación, así como los medios aéreos propios del Ejército de Tierra (aviones de obser vación y helicópteros). Pero será necesario también: multiplicar los observadores avanzados, situados entre los elementos del primer escalón; considerar el empleo •de “comandos” o de observadores dejados o infiltrados en la zona enemiga; estudiar el empleo de aviones sin piloto y de proyectiles autopropulsados dirigidos dotados de estaciones de televisión o de aparatos fotográficos teledirigidos, y dotar a ciertos escalones de mando de la Artillería con unidades de información provistas de to dos los medios técnicos de localización de objetivos (ob servación terrestre y aérea, sonido, radar, rayos infra rrojos, radiogoniometría, etc.). La acción de la Artillería sobre el campo de batalla atómico, como la de las otras armas, estará sujeta, sin duda,, a las dificultades logísticas y a la penuria de abas tecimientos. Los consumos de municiones autorizados para un pe ríodo determinado o para cadá fase de una maniobra deberán ser, pues, objeto de un estudio cuidadosopor los jefes interarmas, basándose en las propuestas concretas de su jefe de Artillería; y deberán adaptarse estricta mente a los resultados que se deseen obtener, limitán dose aquéllos todo lo posible. Los tiros deberán estar estrechamente asociados a la maniobra de las otras Ar mas y los fuegos sistemáticos que exigen un consumo ex cesivo de municiones para conseguir un resultado proble mático, no deberán emplearse más que muy excepcio nalmente. La organización y articulación de la Artillería no po drá determinarse hasta que se hayan definido la orga nización general de las Grandes Unidades y la natura leza de los materiales de que estarán dotadas. Entones se podrá estudiar si deberá modificarse la estructura interna de nuestras unidades de Artillería, a fin de au mentar el rendimiento y la movilidad y para adaptarlas a la articulación de las otras Armas. Como los medios son limitados y las fuerzas deben empeñarse por sorpresa bajo el signo de la rapidez, quizás sea oportuno estudiar una separación relativa de los órganos de información y observación que reclaman cierta estabilidad de los órganos de enlace que deberán permanecer estrechamente ligados al despliegue de las otras Armas y de los de tiro, que podrán actuar sobre grandes extensiones. Pero de todas formas, la nueva or ganización deberá responder a las siguientes condiciones: Permitir que todo Jefe de Infantería o de carros pue da obtener, sin retraso, los fuegos que necesite y di rigiéndose a un solo Jefe de Artillería. Mantenér un enlace estrecho y permanente entre las tropas que llevan el combate y la Artillería. Permitir la coordinación de los fuegos de los morte ros •pesados de Infantería y eventualmente de los carros, con los de la Artillería, así como los de ésta con los de la Aviación. Facilitar un paso rápido de la descentralización a la centralización e inversamente. Desarrollar al máximo la flexibilidad y la movilidad de las unidades. Dotar a las unidades de Artillería de los medios or gánicos necesarios para su propia seguridad. — — — — En el período de evolución en que se han situado es tas reflexiones, se puede afirmar que, gracias a los pro yectiles nucleares, la Artillería contintia siendo sobre el campo de batalla, el Arma de los efectos potentes, materiales y morales a grandes distancias. Pero deberemos pensar también en un porvenir po sible en que se dispondrá de una “abundancia atómi ca” creciente, de una diversidad de medios de lanza miento de todos los calibres que aseguren una buena flexibilidad balística con alcances considerables y de to da una gama de proyectiles atómicos tácticos de poten cias desde 0,5 KT (o menores) a 500 KT (o más) que permitan resolver sin dificultad todos los problemas de fuego del campo de batalla. Convertida casi enteramente en atómica, la Artillería, aunque muy reducida, en el niimero de ciertos materia les, será entonces todopoderosa y esta potencia de fue go se convertirá en el argumento esencial de la ma n iobra. Quizás se vuelva entonces a la fórmula de 1917, “la Artillería conquista...” (?). Pero de todas formas, la Artillería será más que nun ca el Arma del Mando. Notas breves. NUEVO CAMION DEL EJERCITO AMERICANO. (De la publicación norteamericana “Ordnance”).—EI X-M 4-10, de 3,6 ‘ft., es el primero de una nueva serie de ca miones para el Ejército americano, que ha sido desarro llado con éxito por la Empresa Chrysler. El nuevo ca mión, de rendimiento medio, permitirá una carga útil de aproximadamente un 30 por 100 mayor y un consumo de combustible de un 50 por 100 menor que el camión actual de 2,5 Tn., áI que substituirá. El camión lleva un bastidor totalmente de aluminio y está construido de tal forma que flotará lo mismo cargado que vacío. El motor, de 8 cilindros y 165 HP., empleará gasolina, petróleo o aceite pesado, todos los elementos principales serán intercambiables con los de los camiones de rendimiento medio de 2,5 y de 1,5 Tn. Por medio de un sistema de suspensión independiente para cada rueda, se consigue una mayor movilidad.— Comandante Español. - EL NUEVO EJERCITO ALEMAN VA TOMANDO CUERPO.—.. (De la publicación alemana “Deutsche, Soldaten Zeitung”).—.En abril del presente año, las fuerzas armadas alemanas han reclutado 30.600 soldados, alean zando con ello, por primera vez,’una cifra superior a los 200.000 hombres. Aproximadamente unos 21.500 de los nuevos reclutás son del reemplazo correspóndien te al año 1958 y el resto voluntarios o aspirantes a oficiales. En el año 1958, el contingente correspondiente, al Ejército de Tierra aumentó en unos 36.000 hombres, alcanzando la cifra de más de 110.000. Actualmente dis pone de 123.000 hombres. Aunque no pueda decirse que con ello se haya alcanzado la cifra planeada, sin embar go—como informó el Ministro •de D e fe n s a, señor Strauss—., a la mitad del camino de la reconstrucción del Ejército, puede decirse, que se han alcanzado los ob jetivos propuestos. Las Fuerzas Aéreas cuentan cdn apro xi’madaniente 47.000 hombres, pues se ha mantenido la idea de que, por ahora, todavía seguirán conservando los aviones tripulados por personas una gran importan cia, a pesar de los adelantos de las armas cohete. Hasta ahora, la Luftwaffe sólo ‘dispone de aviones extianjeros, pero el Ministerio de Defensa ‘alemán está interesado tanto en poseer una industria propia de avio nes como de cohetes. El peso principal de la investiga ción se está dedicando actualmente, por razón de esa dualidad, sobre los medios propulsores, espeáialmente de los cohetes. Hacia el otoño de ete año, después d que el personal de las Fuerzas Armadas federales haya sido debidamente instruído,. los cohetes americanos “Nike-Ajax” y “Her kules” pasarán a entrar en servicio en el Ejército. A pe sar de ello, continuará la ‘estruCturación de la Artillería Antiaérea normal, a base de cañones ‘Botors. De los 40 aeródromos que necesita la Iuftwa,f fe, ésta dispone ya de 14. ‘En 1958 se crearon cerca de cinco escuadras de caza y una de transporte, y ahora se crearán las escuadras de defensa aérea. La Marina de guerra dispone de unos 20.000 hombres. El número de barcos en servicio, hasta final de 1958, es de 103 unidades de guerra .y 11 auxiliares. A esto hay que añadir un grupo de aviación naval con 10 aparatos tur borreactores para la caza de ‘submarinos y 12 reactores para combate y reconocimiento. Actualmente se crea una escuadrilla de salvamento. Una novedad en la Marina de guerra la constituyen los Comandos anfibios, a los que pertenecen los vehículos de desembarco y los batallones de zapadores de la Marina que están en período de for mación. Continüa la demanda de reclutas que se comprome tan por un período más largo.—Hasta el otoño de 1958 han solicitado entrar en la Bundeswehr 402.237 personas, co rrespondiendo un 47,9 por 100 de los solicitantes a jó venes sin instrucción militar. Hasta ahora se han exa-’ minado 281.000 solicitudes. Se continúan necesitando, sin embargo, voluntarios para servir un período de tiem po más largo. Actualmente se encuentran’ en servicio 2.755 aspirantes a oficiales. De los reclutas voluntarios, se han formado los primeros alféreces de la reserva, con un total de 2.028. Motores que funcionan con distintos combustibles. Se la comenzado con el desarrollo propio de armas y ya están en marcha ‘los proyectos para un carro standard de 30 Tm. cuyos planos se hacen conjuntamente con los franceses; Se trabaja también a toda prisa en el des arrollo de motores capaces •de funcionar con distintos combustibles. Se desarrollan también los petróleos sin •téticos, minas de gran rendimento, nuevos puentes f lo tantes y fijos, dispositivos de pasos de ríos y de funicu lares, dedicándose también especial atención al• desarro llo de talleres móviles de campaña. Desde octubre de 1957 hasta septiembre de 1958, el Mi nisterio de Defensa ha dado 9.583 encargos a la industria por un valor de 2.600.000de DM., y otros departamentos de la Federación han repartido otros encargos por va lor de otros 223.000.000de DM. El Ministerio de Defensa espera que sus fuerzas armadas estén totalmente formadas hacia mediados de 1963, incluso la aviación y la marina, ya que el ejército de tierra quedar,á completo a finales de 1961. A mediados de 1963 los contingentes de paz de la Bun deswehr serán de 350.000 hombres. Comienza la transformación cje ‘las Unidades.—Con objeto de apartarse de las antiguas y a veces pesadas Unidades del Ejército, las’ Fuerzas Armadas federales quedarán con stituídas por Unidades pequeñas,, pero de una extraordinaria potencia combativa. En’ lugar de la División que en la N. A. T. O. se componé generalmente de 17.000hombres, aparece la Brigada. Una Brigada aco razada tiene 3.000 hombres, y una Brigada de Infantería 4.000. A pesar de haber reducido aproximádamente en una cuarta párte los efectivos de la ‘compañía, se conser va intacta lá potencia combativa de la ‘brigada. Los ba tallones blindados, en donde se irán sustituyendo los carroá M47 por los más modernos M48, constituirán el centro de gravedad de la Brigada. Los Batallones de, Granaderos van equipados’ con fusiles de asafto y ame tralladoras de gran cadencia de fuego. Los blindados pa ra transporte de infantería pueden alojar ún pelotón, es decir, 10 hombres, pudiéndose cerrar y proteger a éstos contra los efectos atómicos. Estos blindados van armados con un cañón automático de 20 mm., y se desplazan por carretera a velocidad de 75 Km. por hora. Las tropas ca za-carros disponen de cañones contra carro y de cohe tes teledirigidos hasta una distancia de 1.500 ‘m., pudien •do perforar blindajes ae hasta 40 cm. Las tropas de zapadores van equipadas también con arreglo a los más modernos métodos. En unos recientes ejercicios, un. grupo de 50 zapadores construyó en’ poco más de dos horas un puente de 40 m. de longitud. Estos puentes de canipaña pueden resistir un peso de ‘hasta 70Tm — — —‘ La brigada dispone de más de 1.500 vehículos, incluidas motos, y está abas— tecida de tal inanera qué, en caso de guerra pueda combatir autónomamen te, por lo menos durante una semana, sin necesidad de suministro alguno. En resumen, que la estructuración de las Nuevas Fuerzas Armadas alemanas se está realizando con buena marcha. Comandante WUhelmi. TORRE DE RADAR EN MEDIO DEL OCEIANO.—A cien millas mari nas de la costa NE. de RE. TJU., unos hombres viven una vida de aventuras sirviendo una torre de radar instalada en medio del Océano. Esta torre, derio minada “Torre de Texas”, es la prime ra de una serie de estaciones de Radar, destinada a vigilar la costa oriental de Norteamérica. Su principal misión con— siste en vigilar y observar a todo avión que desde el mar se. aproxima al Con tinente.—Comandante Wilhelmi. Moscúvistoporuningenieronorteamericano. Por Liliot B. ROBERTS.—De neer”. (Traducción del Teniente La asistencia como delegado a la reciente conferencia de Moscú del Año Geofísico Internacional, me propor cionó la oportunidad de celebrar reuniones con los cien- la publicación norteamericana “The Military Engi— Coronel Luis CARRERAS GONZALEZ, del E. M. C.) tíficos soviéticos, visitar sus centros de investigación, pa sear por las calles y contemplar la exhibición de la po tencia industrial de la Unión Soviética. IMPRESIONES Y CONTRASTES las barren sin cesar. Sin embargo, pocas pueden compe tir con la grandiosidad de las cincuenta y tantas estacio nes del Metro, palacios de mármol resplandecientes de es tatuas, pinturas, dorados y mosaicos y arañas de cristal. ,•A través de tan lujosas estaciones, bullen los trabajado res de Moscú yendo y viniendo de sus casas, en las que familias enteras viven hacinadas en una sola vivienda y utilzando un cuarto de baño y una cocina para varias familias. La instrucción elemental es obiigathria para todo el mundo, y el Estado blasona de ‘haber conseguido dismi nuir en alto grado el tanto por ciento de analfabetos. Los obreros deben comprar sus prendas ‘de vestir y artículos de primera necesidad e los almacenes del Es tado, donde siempre ‘hay largas colas y él olor es a veces insoportable. Como si se sintiese intimidado ‘por la. clu dad, el pueblo de Moscú discurre a través de la vida, imiasibie y apáticamente. Las últimas horas de las tar des y 1o días libres, pasean generalmente por ‘las aceras de las calles y paseos, en los que se encuentran menos apiñados y más agradablemente que en sus po.bres aloja mientos. Al paso de un extranjero le dirigen miradas fur tivas, y raramente le miran con franqueza o le dirigen la palabra, excepto algunos jóvenes que ‘han aprendido que los americanos pueden tener goma de mascar, lo que constituye una buena adquisición en Moscú. El vestido de la mujer es, generalmente, feo y sin ajus tarse a las formas. Cuando se exhiben en los escaparates algunos artículos exóticos, tales cómo zapatos de tacón alto o modelos de vestidos de una casa de costura, una multitud de mujeres curiosas se agolpan ante los mismos para contemplar el espectáculo inusitado. Mujeres y mu chachas de todas las edades trabajn cavando, transpor tando ladrillos, conduciendo camiones y autobuses y ma nejando las grúas en los edificios en construcción o se gando el césped de los parques públicos. Algunas llevan mono de trabajo, pero la mayoría llevan faldas. Maravilla el contraste e.ntre la vida triste del pueblo y la grandiosidad de los edificios públicos, el ornato de las estaciones del Metro y la fantasía de los pabellones, ala medas, jardines, estanques y fuentes de la exposición in dustrial. Cuando los trabajadores tienen tan poco, ¿tiene derecho el Estado soviético a ser tan pródigo en sus ex laibiciones? La U. R. S. 5., sometida a ‘un poderoso esfuer zo para l.ograr la supremacía industrial, no maigasta en modo alguno sus recursos en bagatelas. La razón de esta suntuosidad hay que buscarla, pues, no en un simple afán de exhilici’onismo producido por un complejo de inferio ridad y que tratá de conseguir la admiración del turista extranjero, ya que, por otra parte, el turista era desco nocido hasta’ hace muy poco tiempo, sino en la exigencia de llenar una necesidad del pueblo que, aunque esclavi zado, le es necesario tener siempre a la vista estas mues-’ tras de prodigalidad como una promesa de futuros lujos que algún día llegarán a ser suyos si trabaja lo suficiente para derrotar a América. Al llegar al gran aeropuerto de Moscú, I primera im presión que recibe el viajero, es un sentimiento de in credulidad ante el número de grandes aviones a reacción TU 104A, aparcados en las pistas laterales del campo. Cuando les toca su turno, estos aparatos se aproximan a los lugares de embarque para cargar pasajeros con des tino a Tblisi, Tashkent, Kief y otras ciudades de la Unión y para París, Copenhague, Estocolmo y Helsinki; estos aviones se elevan rápidamente hasta una altura de 35.000 pies ‘y surcan los cielos a la velocidad de 550 mi llas por hora. Cada asiento va provisto de un robusto cinturón de seguridad y ‘todos los pasajeros disponen de una máscara para oxígeno. Son unos aviones excelentes, que han detentado durante mucho tiempo la marca in ternacional de capacidad de carga. No podemos por me nos de pensar que estos aviones Constituyen una formi dable flota aérea capaz de transportar contingentes ele vados de tropas, a prácticamente cualquier lugar del. mundo en un plazo breve de tiempo. Los rusos constru yen y utilizan esta clase de aparatos porque les son ne cesarios para sus planes. En contraste con ello, en los almacenes y en las ofici nas de cambio se utilizan, en lugar de cajas registrado-, ras, unos ábacos anticuados, debido a que las fábricas están ocupadas en producir articulos que se consideran más necesarios que las cajas registradoras. También en contraste con los aviones ultramodernos, el edificio principal del aeropuerto tiene el sello de un almacén o de una vulgar estación de ferrocarril del si gb XIX, lo que, por otra parte, constituye la adécuada introducción a la mezquindad y lobreguez del con junto de la ciudad. Moscú roduce una sensación de profunda y constante depresión que, incluso la vista de los par ques florecidos en ‘el’verano, no es capaz de aliviar. Fuertes contrastes en todas partes. Hay una extraña mezcla de casas de madera, centenarias, que la policía no deja fotografiar a los extranjeros, bloques de casas lisas, sin adornos arquitectónicos, con sus paredes des conchadas y picadas y siete resplandecientes rascacielos de grandiosidad difícil de describir. El estilo arquitectó nico más en boga ‘es el del siglo XIX, Con agujas rema tadas por estrellas que centellean rojiza’mente durante la. roche como glorificación a la grandeza del estaio so vié’tico. Uno de estos grandes rascacielos es la universidad de Moscú, compuesta por seis mil locales arracimados al-. rededor de un Capitel central, ‘de una altura superior a la de cualquier edificio de Europa, excluida la torre Eiffel. ‘Los mármoles, ornamentos y decoraciones de los amplios vestíbulos y aulas de este edificio son fabulo sos. Dando frente a uña larga alameda que se prolonga hasta el foso del río Moscow, este impresionante edificio ddmina Ja parte suroeste de Moscú. ‘El ‘hotel más ‘moderno de Moscú, el Ukraine, inaugu rado’ hace dos años, es también el ‘más moderno de es tos siete grandes rascacielos. Aunque tiene salohes con mármoles, alfombras orientales y frescos sobre las pa VIVIENDAS redes. de los dormitorios, sus suelos de parquet no resul tan suavespor estar mal cepillados; los cuartos de’ baño Dejando a un lado el efecto ‘de los siete rascacielos y de son bastante deficientes y las. posibilidades de obteñer agua caliente, muy remotas. Un capricho .de la gerencia las barracas de madera, la nota predominante en el as obliga a veces a cerrar las puertas de la escalera, lo que pecto urbano de Moscú es la masa de innumerables blo exige esperar a los ascensores, que en algunas ocasiones ques de viviendas de una monotonía y falta de gracia, solamente comparable a las largas filas de casas de ve tardan hasta diez minutos en llegar. cindad en los barrios bajos de la ciudad. Desde el torreón Todos los taxis y los autobuses llevan 5u reloj, que del hotel U’kraine, la ciudad es un mosaico de bloques lunciona perfectamente. Esta pequeña ‘maravilla está a que varían, desde el gris oscuro hasta el amarillo ocre de tono con las calles ‘de la ciudad, quizás las más anchas los edificios más nuevos. Este color, tan característico de del mundo y, desde luego, las más limpias., gracias a que Moscú, se extiendehasta el último rincón, adonde alcanunas m.ujéres viejas, con sus correspondientes escobas, ‘za la vista. Aterra pensar lo que debe ser la vida en’estos . ‘ 77 bloques de viviendas, en cada uno de cuyos apartamen tos se apiñan una o más familias, que viven sin saber lo que es el goce del aislamiento y la tranquilidad. Actual mente hay casi ocho millones de trabajadores en el gran Moscú, y la población sigue creciendo rápidamente. Está en marcha un plan para resolver el problema de la vivienda. Aunque sus previsiones quedan muy por debajo de las necesidades, significa una tarea gigantesca. Milla tras milla en la urbe van surgiendo edificios de co— br ocre, tan característicos de Moscú, conejeras de siete pisos con varios centenares de apartamentos •en cada uso de ellos. No se ven’ andamiajes, y la construcción se hace uniendo planchas de hormigón y prefabricadas y vi gas, que se izan por medio de grúas y se ajustan unas contra otras, interviniendo en estas labores obreros de ambos sexos. Sea cual fuere la opinión que puedan tener los arquitectos respecto a este sistema, es rápido y eco nómico, lo que representa una gran ventaja cuando se intenta conseguir alojamiento para 600.000 familias, a un promedio de más de 50.000 por año. Estos miles de celdas y compartimientos serán las fu turas casas de los moscovitas que tengan la suerte de haberlas conseguido. Sin embargo, la belleza y el estilo se sacrifican a la utilidad, y el prematuro deterioro de estos edificios es evidente incluso antes de estar termina dos. Nos dicen que el proyecto es construir apartamentos de tres o cuatro habitaciones, pero lo cierto es que sola mente las familias muy favorecidas, quizás la de un es critor o la. de un científico, logrará más de una habita ción. Las plantas bajas están ocupadas por tiendas de comesti.b les, telas, etc. Los bloques están separados entre sí por pequeños jardines y hay también terreno para que jueguen los niños, que permanecen vigilados mientras sus madres acuden al trabajo. Las nuevas zonas de edificación están enmarcadas por amplios bulevares, muchos con parques en el centro, y el tendido de cables para trolebuses pro mete transporte para los enjambres de trabajadores que no tienen coche propio. Todo está tan reglamentado que resulta tristemente feo. INDUSTRIA Los periódicos y las revistas recuerdan constantemen te al pueblo las altas cifras de producción obtenidas en las diversas ramas de la industria, los Kilómetros de ferrocarril recientemente electrificados, el tamaño y peso de los cohetes y “sputniks” soviéticos y la gloria de las realizaciones soviéticas. Esta propaganda está tan pro fusamente ilustrada con diagramas y fçtografías, que incluso el obrero más torpe puede comprenderla y darse cuenta de lo que significa esta labor. Hay amplias zonas industriales cerca de Moscú. Los trabajadores af1uyen a las fábricas, que se destacan con sus chimeneas siempre en funcionamiento. No hay pa rados. Los trenes, subterráneos circulan con intervalos de Cuarenta segundos. Se están prolongando los túneles, se está construyendo un nuevo puente sobte el río Moscow y por todas partes se ve material pesado de construcción. La producción de energía está aumentando rápida mente. En Kuibyshev, a orillas del Volga, está proyec tada la central hidroeléctrica más grande del mundo, destin ada a producir 2.000.000 de k.w. Durante el año 1955 se fabricaron 25 millones de aparatos de radio y casi’ un millón de receptores de televisión. La instrucción elemental está sometida a una riguro sa disciplina, todos los muchachos han de superar du ros cursos de matemáticas y física, de acuerdo con los programa.s establecidos por el Kremlin, con vistas a ob tener hombres preparados para la industria. Los exper - 78 tos americanos dicen que: “El ‘sistema soviético, en con junto, es una herramienta muy efectiva para lograr pro gresos económicos.” La adecuada reglamentación de los recursos, esfuerzos y trabajos del pueblo soviético, ha conseguido una pro ducción industrial que, aunque todavía interior a la de América, está creciendo con un ‘aumento anual de un 11 por 100. TRANSPORTE El transporte, arteria vital de la industria, marcha al mismo paso que ésta. La Aero’ílot, una de las compañías de transporte aéreo más importantes del mundo, cuenta en su flota de aviones, además de una gran cantidad de reactores, con el TU-114, avión á turbopropulsión capaz de transportar 220 pasajeros, o de volar sin escalas desde Moscú a Pekin o a Nueva York. ;El sistema ferrovia rio, destrozado cuando la retirada de las tropas alema nas en 1944, ha sido reconstruido, y las 120.000 millas de que actualmente dispone están siendo robongadas sin cesar. La energía eléctrica y los motores Diesel se ex tienden por todas partes. El Metro de Moscú, que com prende unas 50 millas de túnel, a una profundidad de casi 100 metros, constituye un excelente ferrocarril ur bano. Se está prolongando el sistema de canales que unen los principales ríos de la Rusia europea, desde el Océano Artico al Mar Negro. Por estas vías fluviales circulan gran número de barcos accionados por motores Diesel, que transportan enormes tonelajes de mercancías. Para la navegación en el Artico, se ha const’ruído el “L.enin”, rompehielos atómico de 16.000 toneladas. Los camiones, que se emplean con gran profusión, ‘constituyen la masa de vehículos que circulan en las zonas urbanas. Se construyen anualmente casi 500.000 vehículos, algunos de los cuales son coches de turismo para empleados del Gobierno y especialistas. Los coches recuerdan a los americanos de hace diez o quince años; son ligeros, sencillos y económicos, bastante diferentes de los recargados modelos que circulan por las carrete ras americanas. La Academia Soviética de Ciencias mantiene más de 90 Institutos especializados. Los laboratorios de inves tigación cuentan con instrumentos que, aunque quizás no sean iguales a los de América, demuestran, en algunos casos, una técnica muy avanzada. En Dubno, por ejem plo, cerca de Moscú, hay un synchroton que consigue 10.000 millones de electrones-voltios. En las conferencias de carácter internacional, los delegados rusos llevan mi núsculos radio receptores de transistor con conmutado res selectores para escoger el lenguaje deseado. Rusia no es un gigante postrado. Moscú y sus subur bios, salpicados de fábricas, están despertando casi ex pbosivamente de su antiguo letargo. La voluntad de Ru sia y su industria le han dado una fortaleza que le ha permitido, pocos años después de terminada la G. M. II, colocar sus sputniks en el espacio, a la cabeza de las de más naciones del mundo. Puede’ sobrepasar a América a menos que nosotros tengamos una decisión igual o ma yor que la de ellos. La batalla está empeñada y ante el esfuerzo fanático y sacrificio desplegado por los rusos, aun a costa de su felicidad, para lograr la superioridad, debemos reflexionar y preguntarnos si América puede .permitirse continuar con su economía basada en un lujo ‘tan pródigo como el actual, en el que costosís irnos mode los de automóviles, por ejemplo, se renuevan cada año y los del año anterior quedan anticuados. ¿Puede Amé rica, continuar permitiéndose unas leyes restrictivas para la industria con gran perjuicio para su economía? ¿Pue de América cont’inuar consumiendo las tres cuartas par- tes de su capacidad productiva en la confección de ar tículos de consumo, frente a la competencia rusa tan reglamentada? Descuidamos en atender a las señales de peligro puede significar para nosotros la pérdida de nuestros mercadós internacionales, de nuestros amigos y aliados y de nues Desarrollo tra posición en el mundo. América no debe caer a causa de su lujo en un precipicio sin esperanza do volver a sabr de él, como le sucedió a la antigua Roma en el apo geO de su vitalidad, sino que con renovados esfuerzos, debemos permanecer fuertes y alerta ante las necesida des del mundo. de la actividad espafiola. Breve resumen de noticias recogidas en el mes pasado en diversas publi— caciones.—Tte. Coronel de Intendencia José REY DE PABLO-BLANCO LAS CARRERAS UNIVERSITARIAS La matriculación de alumnos en las distintas Facul tades que componen las Universidades españolas puede contribuir a formar idea de los derroteros culturales e inclinaciones profesionales de la juventud. Tom ando como base los datos estadísticos del período 1950—1955,resulta que en el primero de dichos años se matricularon por primera vez los siguientes alumnos: Ciencias Ciencias Políticas y Económicas Derecho Farmacia Filosofía y Letras Medicina Veterinaria 1.895 686 3.657 765 2.522 2.109 650 TOTAL12.284 De los alumnos que empezaron sus estudios un iversi tarios en el curso 1950-51, los terminaron en el curso 1954-55 los siguientes: Ciencias Ciencias Políticas y Económicas DereeJo Farmacia Filosofía y Letras Medicina Veterinaria 1.263 592 2.042 399 1.919 817 650 TOTAL7.304 Resumen—Consiguieron el grado de Licenciado 4.980 alumnos. No lo obtuvieron 7.304 alumnos. Las cifras relativas que antes se consignan nos indi can las esperanzas que tienen de graduarse en cada Fa cultad los alumnos que por primera vez se matriculan en ellas y, por tanto, cual es el título de licenciado que cuesta mayor esfuerzo conseguir, suponiendo unilorme el nivel medio mental y cultural de los que las midan, la rigurosidad de las pruebas y prescindiendo de todo el complejo de circunstancias ajenas a los estudios que pueden obligar a abandonarlos. - LA PRESA DE CANELLES En la presa de Canelles, de la Empresa Nacional Hi droeléctrica del Ribagorzana, han entrado en funciona miento dos de los tres grupos generadores de energía eléctrica, con una producción normal anual de 250 mi llones de kilovatios hora. La central quedará totalmente terminada próximamente, habiendo comenzado las obras 373 en 1955. La presa embalsará 150 millones de metros cúbicos de agua, procedente. de dos direcciones, una del río No TOTAL4975 guera y otra del Guart, alcanzando él primero 20 ki Porcentaje de alumnos que terminaron la carrera con lómetros de embalse y 11 el segundo. Dentro del em balse quedará totalmente inundado el pueblo dé Blan respecto a los que la empezaron: cafort, y llegará hasta el de Finestra. En la presa se emplearon 300.000 metros cúbicos de hormigón. El tú ciencÇas33.% Ciencias Políticas y Económicas13 % nel del aliviadero ha tenido que abrirse en roca viva, Derecho44 % con 18 metros de diámetro, que permitirá, en grandes Farmacia47 % avenidas, desaguar 2.000 metros cúbicos por segundo Filosofía y Letras23 % Con esta presa son 13 las construidas ‘por la Enher eñ Medicina61 % ‘poco más de 100 kilómetros de recorrido del río Nogue Veterinaria58 % ra Ribagorzana. La obra permitirá la producción anual de 1.300 millones •de kilovatios-hora, que es lo que se PROMEDIO GENERAL40 % produjo en toda la provincia en el año de 1958, y se acerca al consumo total de Cataluña en su 50 por 100 Las clfras absolutas de alumnos que no terminaron la en idéntico período. Cuando se construyan los pantanos de Mequinenza carrera, •con respécto a los que la empezaron, son las y Ribarroja esta producción se doblará, esperándose que siguientes: Ciencias Ciencias Políticas y Económicas Derecho Farmacia Filosofía y Letras Medicina Veterinaria . . ... 832 94 1.615 366 603 1.292 79 este complejo eléctrico en 1962 produzca 3.200 millones de kilovatios-1iora. LA TELEFONIOA EN 1958 La memoria de esa Compañía Nacional señala que én el pasado año se han incrementado los teléfonos instalados en 149.479 aparatos, superior a la del año precedente y sin comparación mayor que la de 1946, que había sido de 32.000 teléfonos. Las conferencias internacionales solicitadas durante tal ejercicio desde España alcanzaron la cifra de 80.639, con un aumento del 12 por 100 sobre el año precedente. También han aumentado las instalaciones de teléfonos piiblicos, que han pasdo de 3.000 a 21.000. Entre los proyectos para el año próximo figura la inauguración del servicio automático entre Madrid, Za ragoza y Barcelona. LAS ACTIVIDADES DE LA “ELCANO” EN 1958 Segfln la memoria de esta Empresa Naciorfal, en 1958 se han superado las cifras de 1957 por lo que respecta a botaduras, habiéndose puesto en el agua 21 buques, con un total de 108.000 toneladas de P. M. (71.500 tonela das de R. B.), y han entrado en servicio 13 unidades, con un total de 50.340 toneladas cte P. M. (35.100 toneladas de R. B.). Como el tonelaje total de buques botados ‘en España en 1958 es de 146.000 toneladas de R. E., se observa que continfla el papel preponderante de esta Empresa en la renovación de la Flota Nacional, y que casi el 50 por 100 del tonelaje lanzado al agua corresponde a unidades construidas por encargo de la “Elcano” o por sus pro pios astilleros. Las inversiones de la Empresa en nuevas construc ciones durante el ejercició que se comenta ascienden a 1.269,6 millones cJe pesetas, y al final del año 1958 los buques de su programa contratados, en construcción o planificados ascendían a 62 unidades, con 730.400 to neladas de P. M. y 500.500 toneladas. de R. B., no es tando incluIdas en estas cifras las construcciones de los astilleros de Sevilla. Han continuado con ritmo creciente las actividades de las dos Factorías de la Empresa. Los astilleros de Sevilla han botado 10 unidades con un P. M. total de 14.400 toneladas (R. B. de 9.100 tonela das), y han entregado ocho buques con un P. M. de 18.700 toneladas (R. B. de 13.262 toneladas). Se han realizado un total de 250 reparaciones entre el varadero, el dique flotante y el dique seco, este ilti mo inaugurado a finales de 1957, y que ha trabajado muy activamente durante todo el año 1958; El programa inmediato de construcciones del astillero compren de 43 unidades, con una valoración aproximada de 2.200 millones de pesetas. La plantilla de personal de obreros y empleados com prendía, en 31 de diciembre de 1958, un total de 2.226 personas, habiendo alcanzado la facturación de obra •termin ada durante el año la cifra de 540 millones de pe setas (173 millones en 1957). La Factoría de Manises ha entregado durante el ejer cicio 269 unidades de maquinaría auxiliar, de cubierta, 36 grupos electrógenos con motor Diesel Elcano-Gota yerRen tipo DM3CO/450 G3, 16 compresores de aire de arranque, también Elcano-Gotaverken; 197 bombas cen trífugas Elcano-Sulzer, 129 motores eléctricos y seis cua dros de distribución para buques. Además se han entregado 18 lineas de ejes completas, y el taller de fundición ha suministrado un total de 1.600 toneladas entre hierro, acero y metales. La fabricación de motores propulsores está completa mente en marcha, habiendo quedado al final del ejer cicio en período de montajé muy adelantado dos moto res propulsores patente Smit-Bolnes y dos paténtes Go taverken. La plantila de personal, incluyendo obreros y emplea dos asciende, el 31 de diciembre a 1.007 personas. La facturación de obra terminada en 1958 ha sido de 239 millones de pesetas (121 en 1957) y la cartera de pe. didos alcanza la cifra de 567 millones. De los 13 buques entregados en 1958, solamente uno se ha incorporado a la Flota de la Empresa, habiéndose cedido todos los demás a armadores privados. Al finalizar el ejercicio que se comenta, la Flota de la Empresa estaba compuesta de 26 unidades, con 109.000 toneladas de R. B. y 160.000 toneladas de P. M., que du rante el año han transportado 2.300.000 toneladas de carga y han recorrido un millón de millas durante el mismo período. Se ha continuado la política de cesión de buques a los armadores privados. En total se han vendido 13 buques con 68.000 toneladas de P. M., equivalentes a 36.600 to neladas de R. B. Como en ejercicios anteriores, una parte sustancial de la Flota propia ha estado arrendada a armadores pri vados, totalizando los buques en esta condición 11 uni dades. LA ORDENACION DE LA CONDUCTA ECONOMIA La trascendencia que para el futuro de nuestra eco nomía encierra el Plan de Inversiones nos obliga a vol ver sobre el tema para reflejar, sucintamente, cierto aná lisis aparecido con posterioridad a su publicación y que, a nuestro parecer, encierran indudable interés y aclara sus complejos conceptos. Un programa nacional de inversiones tiene siempre un objetivo. El nuestro tiene como objetivo esencial desarrollar la renta nacional, esto es, aumentar la can tidad de bienes y servicios producidos. Una vez determinado el crecimiento que se desea ob tener en la renta nacional, objetivo central del programa, han de fijarse las inversiones totales precisas para al canzar el nivel propuesto en el plan. Pero realizar una inversión requiere siempre una suma de ahorro. Calcular con acierto la cifra que puede alcanzar esa suma del ahorro es de capital interés. Pero ha de te nerse gran cuidado al estimar también la cuantía del ahorro que se efectuará cuando se logre el incremento de la renta nacional a que se aspira. Si la inversión va a repercutir en un aumento excesivo del gasto impro ductivo, se desencadenará un desequilibrio entre el esfuerzo y sus resultados económicos con la consiguiente presión del dinero sobre los precios y sin que se consiga eliminar la tendencia inflacionista. El plan de inversio nes requiere, por tanto, la colaboración activa de todo el país, reglada y orientada por las correspondióntes me didas de gobierno hasta conseguir que el gasto perma nezca constante, dado que el ahorro ha de lograrse a cuenta del sacrificio del consumo. Ahora bien: decidida la cifra total cJe inversión que ha de realizarse, debe elegirse el proceso de producción en el que materializarla. Esta selección de las inversio nes por sectores constituye el segundo eslabón integrante de todo plan económico: el Plan de inversiones por sec tores. Tal selección tiene que atender tanto a la muiti 1 plicación de bienes que debe esperarse de •su materiali zación efectiva, cuanto al consumo, ya que provocara un desarrollo a cuya cobertura debe atender la realiza ción de la inversión para evitar desabastecimientos en bienes sustanciales o alzas inmoderadas en precios de artículos que intervienen decisivamente en los presu puestos familiares. Por otra parte, la expansión exige vigilar el crecimiento coordinado y armónico de los di versos sectores de la producción, evitando que ocurran lo que se denominan “estrangulamientos”, esto es, esca seces fundamentales de un artículó que por ser una ma teria prima del proceso de producción, limita su posible crecimiento. Finalmente, la inversión y el consumo nacionales pue den realizarse sobre articulos producidos en el territo rio nacional o fabricados en el resto del mundo. La rea lidad y evidencia de tal afirmación obligará a conside rar el volumen total de la exportación para comprobar si responde o no a las demandas del consumo e inversion. Así surge el Plan de comercio exterior, tendente a normalizar el abastecimiento de bienes extranjeros ne cesarios para la economía nacional. Por i.ltimo, el desarrollo de la renta nacional requiere un volumén determinado de inversión, que ha de com pararse con el total del ahorro realizado en el interior, ahorro al que ha de agregarse la aportación del capital extranjero, suma que debe compararse con la inversión precisa proyectada. Así surge el Plan financiero. Veamos ahora la situación económica sobre la que hay que operar. El desequilibrio básico de la economía es pañola en los últimos años ha tenido como causa la fi nanciación de una inversión excesiva. La inversión ha ido más allá del ahorro disponible, habiendo ocasionado un alza de precios. Causas preponderantes de este des-. equilibrio han sido: 1.a, el crecimiento de la inversión del sector público; 2., la disminución del ahorro del sector público; 3., la disminución en el ahorro privado, y la expansión de la inversión privadaS. A corregir este desajuste, obedecen las reformas tri butarias ordenadas a finales de 1957, las cuales hañ per mitido un sustancial crecimiento del ahorro, público y privado, conteniéndose en el límite de lo posible el pre supuesto de gastos del Estado. Al propio tiempo, la ele vación del tipo de descuento ha contraído la inversión privada. Este conjunto de medidas, fiscales y financie ras, no han. podido frenar completamente el alza de precios; pero si la han reducido, pasando el crecimien to del 16,7 por 100 en 1957 al 9 por 100 en 1958 en rela ción con los respectivos años precedentes. Frente a esto hay que considerar que la renta nacio nal española ha venido desarrollándose en los años trans curridos desde 1955 a un ritmo vigoroso: un 4,4 por 100, tasa de crecimiento anual acumulado. Este ritmo de expansión contrasta con el dominante en el período 1940-1951 (un 0,78 por 100, tasa anual de crécimiento acumulado), oposición que halla explicación en las cir cunstancias que agobiarón a la economía española en ese decenio. El fin del plan es ambiciosó: mantener el mismo tipo de crecimiento en la producción de bienes y en la prestación de servicios que el alcanzado en la fase 1951-1957. Ambicioso, aunque parezca conservador. Porque lograr el crecimiento anual señalado a partlr de límites bajos es mucho más sencillo que sostener el mismo impulso expansivo cuando ya la producción ha alcanzado alturas respetables y la ascensión comienza a ser difícil. Para dar una idea de lo que tal crecimiento significa, baste afirmar que en 1963 la renta por habi tan te en España será de 17.724 pesetas, mayor que la percibida hoy en Italia. El objetivo, por tanto, no es modesto. Merece la pena alcanzarlo. La primera cuestión grave se plantea cuando hay que decidir sobie si el ahorro disponible en España es sufi ciente para.aurnentar la renta anual nacional en 4,4 por 100. A esta cuestión contesta el plan en los siguientes términos: Se podrá alcanzar tal aumento, siempre que las inversiones precisas no superen los 81.482 millones de pesetas en que se calcula el ahorro disponible durante el año 1959 y a condición de que se asegure el desarrollo armónico del proceso de producción y el equilibrio de la balanza de pagos. Es decir, que hay que invertir esos miles de millones .d•e pesetas de una manera precisa. La primera circustancia que ha de tomarse en consi deración para lograr la precisión deseada es la situación de nuestro comercio exterior. Hasta ahora, las exporta ciones no han bastado para satisfacer las necesidades más apremiantes de los proyectos económicos. Tal cir cunstancia viene frenando el desarrollo de los programas establecidos. Nos encontramos con el dilema: Exportan más o progresar qienos. Entendido así el problema por los redactores del plan, éste se propone conseguir el incremento de la ex portación, y al propio tiempo la disminución de las im portaciones, fundamentalmente por una expansión de la producción agraria y, eventualmente, favoreciendo el incremento de ciertos sectores industriales. ¿Podrá conseguir la agricultura española abastecer el mercado interior y obtener un sobrante exportable? Para contestar a esta pregunta se han, estudiado las estadísticas correspondientes al consumo de productos derivados del campo. Estudiadas sus respectivas ‘tenden cias, resulta que para el año 1963 el consumo “per ca pita” disminuirá en trigo, tocino y leguminosas. Por el contrario, aumentará el de hortalizas, frutos frescos, azúcar, carne, leche y huevos. Estos dos fenómenos, fá ciles de prever, confirman la “Ley de Engel”, según la cual el aumento de la renta hace descender la demanda de los artículos de inferior calidad alimenticia en bene ficio de los de superior calidad. En realidad, estas úl timas demandas se han producido ya con intensidad, y a ellas no ha podido responder la producción. Las previsiones ‘hechas, tenidas en cuenta al formular el plan, permiten afirmar que en los próximos cinco años no habrá excedentes exportables de trigo, leche, huevos, azúcar ni legumbres, aunque Su producción se equilibrará con el consumo,- que sí los habrá de patatas; que podrá incrernentarse los excedentes exportables de hortalizas, arroz, frutos frescos, secos y oleaginosos y vino; que en la carne persistirá el déficit, con tendencia’ a desaparecer; y que continuará siendo necesario la importación de aceites. En resumen, el cálculo de las exportaciones e impor taciones agrícolas nos presenta el cuadro siguiente, en millones de dólares: Aiios Exportaciones 1959 1960 1961 1962 1963 279,5 303,5 318,2 352,2 378,4 Importaciones 240,0 230,0 210,0 200,0 195,0 Para conseguir tales objetivos, se precisan determina das medidas de política económica. Son las siguientes: 1. Acelerar el ritmo de transformación de terrenos de secano en regadío. Se ha programado la transforma ción en los próximos cinco años de 400.000 hectáreas. 2. Reforzar la concentración ‘parcelaria y la mejora de suelos. Se espera lograr una concentración de 750.000 hectáreas y una superficie en la mejora de suelos de 150.000’hectáreas. 81 3. Mejorar las instalaciones de almacenamiento pa ra regularizar la administración de los exç.edéntes. 4. Repoblar forestalmente unas 100.000 hectáreas anua les. 5. Aumentar la superficie de árboles frutales dirigi dos a la producción de frutas de lueso, pepita y pláta nos. 6.” Dada la escasez de grasas vegetales, es preciso la expansión del área de olivar. Procurar una selección y mejora del ganado. 8. Aumentar la mecanización de la.explotación agra ria y las condiciones del cultivo, intensificando el em pleo de fertilizantes. Como antes se ha dicho, el programa nacional de in versiones intenta lograr con el desarrollo agrícola la ruptura del estrangulamiento impuesto por el comercio exterior al desarrollo de la economía española. Este mis mo objetivo se persigue en el campo industrial, conf e sando el programa que las medidas para lograrlo serán: aumento cte la extracción total de minerales y metales, desarrollo de la industria de conservas vegetales y ani males, intensificación de la producción de las industrias alimenticias en general y protección de determinados artículos fabricados. Mas la inversión industrial no intenta, fundamental mente, conseguir una intensificación del comercio de ex portación. Más bien ensaya una expansión de la produc ción de energía y materias primas básicas para alcanzar el segundo de los objetivos del plan económico; evitar los estrangulamientos del proceso productivo. Induda blemente, el pasado ha contemplado en España una in terrupción de la obtención de bienes derivados por fal ta de suministros en sectores claves de la economía. Uno de ellos ha sido el energético, y las deficiencias de sumi nistros se han acusado también en los sectoresdel cemen to y materiales de construcción, de los productos siderúr gicos yde los fertilizantes. Estos son sectores productivos que reciben, según el plan, la consideración de bsicos. La expansión de la producción de energía carbonífera se intenta ei el programa nacional de inversiones mediante la mecanización de las labores mineras para elevar la productividad. La expansión esperada de tales inver sienes es considerable, puesto que comporta un incre mento de la producción del 21,5 por 100. El aumento de la producción de energía eléctrica es otro de los obje tivos básiços del plan. Asimismo se incrementa el total de los refinados de petróleo, que ya en el primer año—1959—supone un aumento sobre el presente del 4,5 por 100. Las restantes producciones básicas tienen como ob jetivos: Sector siderúrgico: Elevar la producción a dos mi llones :de toneladas de lingote de acero y a 1,4 millo nes de toneladas de laminados. Industria del cemento: Elevación de su capacidad de producción hasta 5,2 millones de toneladas en el pri mer año. Producción de •abonos nitrogenados: Eliminación paulatina del déficit actual. Producción en 1959 de 100.000 toneladas de nitrógeno fijado. Construcción naval: Objetivos de producción 100.000 toneladas de registro bruto, ya rebasados en 1958. El crecimiento de este sector industrial depende de la expansión de su base lógica: la producción side rúrgica del país. Produccb5n de aluminio: Elevación en el primer año del plan—1959-—deun 68,75 por 100. Las restantes producciones metalúrgicas, cobre, cinc, plomo, mercurio, pretenden ser impulsadas en su •base: aprovechamiento de las reservas mineras median te una mejora de la explotación. 70 — — - — Industrias químicas: Se destaca como fundamen tal el incremento de la producción de superfosfatos y ácido sulfúrico. Asimismo se considera importante la celulosa, textiles y papel para los que se propone la ci fra de 50.000 y 300.000 toneladas anuales, respectiva mente. El plan estudia a continuación: las exigencias que plantean otros sectores productivos: Obras públicas, Vi vienda y Turismo. En el terreno concreto de las obras públicas, la ma yor parte de su presupuesto se agota en permitir la ex pansión agrícola. Conseguir un abastecimiento de aguas a determina das poblaciones es el segundo de los fines de la inver sión en obras públicas, siendo el tercero el obvio y ele mental de desarrollar los transportes, en clara interde pendencia con el crecimiento económico. Esta necesi dad se desglosa según las tres clases tradicionales de transporte, a cuyo triple frente atiende el programa con cifras varias. Agrupando éstas según la índole del trans porte, la inversión total se dirigirá: un 82,7 por 100 al transporte terrestre, del cual, a su vez, un 57,7 por 100, al transporte ferroviario, y un 42,3 por 100, al transpone por carretera. La mejora de puertos importará 934 mi llones de pesetas, mientras que los aeropuertos precisos para el transporte aéreo supondrán inversiones por un valor de 484 millones de pesetas. Otra inversión básica para el país es la del sector de la vivienda, en cuyo detalle no entramos por haberse tratado recientemente en esta sección. Otros sectores menores son, finalmente, considerados por el plan. Figuran entre éstos el desarrollo del tu rismo, cuya aportación anual a nuestro comercio exte rior le convierte en un sector estratégico, clave del pro ceso de inversión. Gasto no menos importante cuanti tativamente es el proceso para el mantenimiento del nivel educativo en los grados elemental y medio, gasto de una productividad excepcional en un programa de expansión económica. Como asimismo lo es la investi gación científica y técnica y otras inversiones que han de realizarse dentro de la administración pública, en especial las precisas para energía atómica y los de ra dioaudieión y televisión. El Programa nacional de inversiones se cierra con un conjunto de principios que deben aplicarse para la cobertura de las inversiones reseñadas. Como antes se ha indicado, la primerá de las normas de la progra mación económica preceptúa ajustar las inversiones to tales al ahorro disponible. Si la inversión supera al ahorro, habrá necesidad de utilizar el mecanismo ex pansivo del crédito, lo que generará alzas en los pre cios. Para evitarlo, es imprescindible: 1.0 Que la inversión del sector público no supere los gastos consignados en los presupuestos. 2•Ç Que el crédito facilitado por la Banca Oficial al sector público quede congelado en las cifras de 1958. 3.° Que la inversión privada no supere el volumen total de emisiones y créditos realizados en 1958. Complementos imprescindibles del plan de inversio nes que queda analizado es la adopción de un conjun te de medidas conducentes a lograr la estabilidad eco nómica, auxiliadas por otras de política comercial ex terior con la finalidad de encontrar mercados para la exportación de los excedentes que se intentan conseguir. — ESPAÑA EN LA FERIA MUNDIAL DE MUESTRAS DE NUEVA YORK — 82 De éxito sin precedentes puede calificarse el obteni do por los productos españoles que han podido concu rrir al certamen internacional de la gran urbe amrica na. De año en año viene acrecentándose la partic6pación española en esta feria, sin que en el presente, por falta de espacio, hayan podido concurrir todos los ex positores que lo solicitaron. El año pasado, España estuvo representada en la feria neoyorquina en sólo treinta “stands”, que vendieron pro ductos por .a1or de cuatro millones de dólares. En el presente año henos contado con un pabellón de 2.200 bies cuadrados y, además, con 81 “stands” privados, repartidos en las cinco plantas del enorme edificio que alberga la feria, •a la que concurren más de doscientas firmas españolas. El total de paises participantes ha sido de 71. Afirman los testigos que lan visitado la Feria que las instalaciones españolas, constantemente abarrotadas de público, han sido las más visitadas de cuantas figuraban en ella. En un solo día, el de la fiesta de España, las ventas superaron los tres millones de dólares. Antes de cerrarse el certamen se habían vendido produátos por valor de más de seis millones de dólares. El cartól de “Todo vendido” que exhiben varios de nuestros “stands”, no tiene antecedentes en esta Feria. Los contratos firmados son cuantiosos; por ejemplo: una fábrica de bicicletas ha firmado un contrato para la venta de 30.000 en este año. Otra firma, Íabr.icante de escopetas de caza., ha contraído compromisos que su ponen triplicar sus ventas en Estados Unidos. EL EJERCICIO DE ENSIDESA En 1958, la Empresa Nacional Siderúrgica (Ensidesa) o’btuvo 343.649 toneladas de arrabio, procedentes casi en su totalidad del horno número uno, puesto qué el núme ro dos comenzó a entrar en servicio en el último mes del año. Una parte de esta producción se destiné a su transformación en lingotes de hierro, cuya producción fué de 282.871 toneladas, y otra parte fué d&stinada a los hornos de acero. En hornos de acero, el primero de ellos inició su marcha en el mes de junio, y otros dos, en el de agosto y septiembre. La producción del año fué de 30.213 toneladas. Se produjeron también 365.800 toneladas de cok side rúrgico y numerosos subproductos, entre ellos 21.762 to neladas de alquitrán bruto, 5.188 de benzol bruto, etc. Según la memoria de la que tomamos los •datos, el importe de ventas de subproductos de hulla ascendie ron a 70,03 millones de pesetas. Se vendieron 271.130 to neladas de lingote de hierro, de las que 190.357 fueron vendidas en el mercado nacional y 80.773 en el Inter nacional. Con el producto de las ventas en el exterior se pagaron importaciones de instalaciones y material. Los fundidores recibieron cantidades de lingote de hierro tres veces superiores a las del año precedente y algunas acerías consiguieron la máxima producción ob tenida hasta la. fecha, gracias a dichos suministros. Con la ampliación llevada a cabo en el año 1958 el capital social de Ensidesa se ha colocado en 12.600 mi llones de pesétas, distribuído en 4.200 millonés de pese tas en acciones preferentes y 8.400 millones en acciones ordinarias. -. CENTROS PARA PREMATUROS De los 600.000 niños que cada año nacen en España, 36.000 nacen con .esds inferiores a los dos kilos. y medio, es decir, nacen prerriaturamente, aun cuando nazcan al término normal del período de gestación. Hay, pues, un 6 por 100 de recién nacidos prematuros, que requieren un tratamiento especial para la via’blidad normal de su desarrollo. Con el fin de atenderlos se han establecido en España cuatro centros sanitarios de prematuros: los de Madrid, Bilbao, Valencia y Barcelona. Este último es el mayor de todos los españoles, pues tiene unacapacidad máxima para 40 reden nacidos,, que es el doble, or lo menos, de la de lÓs otros centros. La instalación de Barcelona se compone de seis incu badoras Isolette, .que son las más perfectas del mundo en su clase; tres incubadoras portátiles para transpor tar ‘en ellas a los prematuros desde el lugar de su naci miento hasta la clínica, y el resucitador—réani’mador de Kreisserman—, qu.e sirve para hacer entrar en fun cionamiento los pulmones del prematuro, así como para limpiar sus vías respiratorias, darle oxígeno y darle calor. ESPAÑA Y LA ENERGIA NUCLEAR La revolución atómica no nos coge a los españoles desprevenidos, como sucedió, desgraciada mente, con la revolución industrial, cuyas consecuencias, a causa de la imprevisión, estamos sufriendo todavía. La aparición de la nueva fuente de energía .provocó la creación inmediata de la Junta, que, tras diez años de silencioso trabajo, ha estudiado el problema, formado los técnicos indispensables y reunido los medios básicos para llevar a cabo la misión que se le había impuesto. Gabinetes de trabajo, laboratorios, talleres para estudio y concentración de minerales de uranio y reactor experi mental están ya funcionando en los alrededores de Ma drid. Paralelamente se han localizado e investigado los yacimientos uraníferos en nuestro suelo. Está a punto de entrar en servicio la planta para con centración de minerales de Andújar, así como la de agua pesada de Sabiñánigo, en los Pirineos. Con la planta de Andújar, la minería del uranio se independiza del exte rior. Su costo ha sido de 110 millones de,pesetas, habién doSe situado en el centro de la zorra minera de iiiranio más importante, entre las actualmetite conocidas de Es paña. Los proyectos inmediatos en el campo de la explota ción industrial de la energía de origen nuclear se con cretan en poner en funcionamiento para 1964 una cen tral gigante, eÓn fuerza de 250.000 kilovatios. El presu puesto para istalarla alcanza la cifra de 100 millones de dólares, estándose estudiando en estos momentos la forma de financiarla. Como peldaño intermedio entre esta central gigante y la experimental de la Moflete se v.a a instalar un reactor con capacidad para 20.000 ó 30.000 kilovatios, que estará en condiciones de funcionar en 1962. Tendrá el doble uso de producir kilovatios y ititonio. El 58 por 100 •de este reactor será construído en España. Afirman los técnicos en energía nuclear que cuando esas centrales entren en funcionamiento, la electricidad que produzcan será más barata que la de origen térmico (Con carbón o fuel-oil) que se gen era en España. Diremos, como botón de muestra del esfuerzo español en este nuevo aspe.cto de la actividad industrial, que la técnica empleada pará la construcción de la compuerta estanca que’ separa las partes de alta y baja potencia cte la piscina de la Moncloa ha sido asimilada por los Es tados Unidos. España ocupa ahora el sexto lugar entre las naciones que se apTican al estudio para el aprovechamiento de la energía núclear, es decir, el primero después de las llamadas grandes potencias atómicas. LOS PROGRESOS DE CARBON EN SE LA PRO DUCCION CONSOLIDAJ’J El desarrollo económico del país exige un abasteci miento regular de energía en los diferentes órdenes en que ésta se cnsurne, y si un esfuerzo considerable se ha dedicado a aumentar la produccion de energia hidroeléc trica, no menor tenacidad ha exigido el conseguir un incremento en la produccion de carbon. La produccion total de hulla, antracita y lignito era en el ano 195u de 12,3 millones de toneladas, y ha pasado a ser el ano ú1t.mo Qe 17,2 millones. Y en cuanto a la hulla en particular, que es el capitulo de mayor valor e importancia, a los ,5 millones de toneladas métricas de 1oU ha correspondido en 158 la cifra Qe 11,3 riiinones. Si admitimos como equivalencia entre la hulla y la electricidad la de 500 knos üe hulla igual a 1.000 Kvh., flOS lleva a la conclusion de que ia produccion nacional de Caruon equivale ae manera senime a algo mas del doble nc la produccion üe energia electrica. Ainque tecuicamente esta coinparacion pouria dLscutirse, la ima gen nos permite comprender pertectainente el signifi cado y la importancia del carbon como fuente de ener gia dsponime para el pan. Durante 1958 se consolidaron los aumentos de 1957 y se incremento la produccion en 218.uU0 toneladas me tricas mas para la hulla, 2W.000 toneiauas metricas para la antracita y 13b.000 toneladas metricas en el lignito. Mas, a pesar Qe touo, la presion de la demanda aunen tana por ias necesidades crecientes de nuestra industria ha exigido una importaclon ne 1.100.000 toneladas mé tricas ue nulla coqtuzaoie y de vapor, con un gasto de 17,5 millones Qe üOiares si se incluyen los netes auonauos en flioneua extranjera. Asi se ve que ei aumento de la producción del carbón viene impueeta por la exigencia ae nuestra expansion economica y por la de aliviar el cleficit de nuestra ba lanza üe pagos. Ocurre que para llegar a ese alivio de nuestra balan za Qe pagos, los planes de aumento e ia produccion de comnousciwes soliuos requieren importaciones de maquma ria que, de momento, puede parecer que •agravan aquel déficit. Se calcula hoy que la inversión necesaria para poner en exploLacion una nueva mmna de hulla viene a signi ficar unas uo o 500 pesetas por cada ‘fm. de hulla que esa misma mnma vaya a prouucir en un ano, y de esa inversion, la parte correspondiente a maquinaria de im portacion alcanza Solo la c1lra Qe tres dolares por Tm. producida. De donde resulta que la inversion en maquinana ue importaclon representa aproximadamente un quinto cte lo que costana la adquiicion de esa misma Tmn. de hulla en el mercado extranjero, con. lo cual, a los tres meses de estar la mina en produccion, queda ampliamente amortizado el gasto que se efectúa en di visas para poner dicha expiotacion en condiciones de en las minas de hulla ha pasado a 45.000 CV. en 1957 y este proceso continúa. EL ESTRECHO DE PEÑARROVA En una provincia de las más extensas’ de España, Ciudad Real, con 19.741 kilómetros cuadrados de super ficie, en el corazón de la Mancha, nace en forma extra ña y discutida el río Guadiana. Por sus escasas lluvias, y demás tiidrometeoros, hasta estos últimos años habia sido bastante postergada en lo referente a aprovecha mientos hidrauncos, y de ello es prueba la reciente crea ción de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Este hecho, fundamental, con la racionalizacion cje los estudios y trabajos, con la planificacion de los apro veehamien tos y con la agrupacion metodica de todos los interesados y de todos los intereses en el Organo Confederal de la cuenca, tema pronto que fructincar. La inaguracion del pantano del Estrecho de Penarroya aure la etapa de redencion y riqueza de la provincia de Ciudad k4eai, constituyendo el punto de partida para el metodhhicodesarrollo ae un plan trazado que, comen zando poz, la regulacion de los nos Alto Guadiana, ISu Uaque, Azuer, Jaoalon y Becea, fructificará en el esta blecimiento de seis fértiles vegas con, 27.5ijO hectáreas de superilcie en las estepas manchegás de Toineuoso, Argamasina de Alba, Aicazar de San Juan, Campo de Cripana, Poizuna, Alcoba nc los Monte, Hetuerta del bujiaque, Pieuraouena, Afliamna; La Solana, Valenzuela, Pozueia, Miguelturra, Poblete, Fernancanallero y Carnion; y hara posiule ci abastecimiento sunciente de aguas po tables a las importantes ciudades y poblaciones de la provincia cte Cniiiaa k4eal, comenzando por su sedienta cap i tal. Si a esta labor creadora de riqueza se suma la ejecu cion del proyecto Qe recate de lo.000 hec tareas che la provincia, actualmente encharcadas, median te encauza mientos de ttamos tic los nos cuadiana, (2iguela y Lancara, en 160 Kiiometros de longitud, no hay duda de que la provincia de (Jiudad Heal camina a paso lirme ha cia el despertar de su riqueza. LA PROTECCION FAMILIAR La delegación española en la Asociación Internacio nal de Seguridad Social, en la que se encuentran repre sentados veinticuatro paises, principalmente de Europa, con inclusion cte la Union bovietica y algunos de sus satélites, ha presentado, en relacion con el tema asig naciones familiares y proteccion familiar, las cifras que revelan la atención que España presta a este renglon de la politica social. producir. Por ser la familia la unidad elemental de toda socie Dadas las reservas de carbón de que el país dispone, lo anterior justifica plenamente la conveniencia de ui dad cristiana, disfruta en España de una serie de bne ficios, que dentro de nuestras posibilidades económicas, crementar todo lo posible su produccion nacional. alcanza una cifra impresionante y que es independiente La dificultad más considerable con la que se tropieza de la que por seguros sociales axnpara la actividad la en este empeño es la falta de mano de obra especiali boral de los trabajadores españoles. zada y aun de mano de ob.ra en general, a causa de las El número de jefes de familia qué en 1957 estaban com caracteristicas del trabajo en las minas. Para estimular prendidos •en nuestro régimen obligatorio de protección la afluencia de mano de obra se ha puesto en práctica familiar era de 3.716.320, equivalente a más de 12 millo el incentivo de dotar de viviendas a los mineros. nes de personas, que representan el 40 por 100 de la Para promover al aumento de la producción se han poblacion total del país. Las estadísticas del citado año declarado de “interés nacional” aquellas labores que presentan las cantidades siguientes: prometen un rápido y sensible aumento de la produccion Régimen de subsidios familiares, 1.746.284.691 pesetas. y que por lo mismo, se consideran acreedoras a los be Régimen de “Plus Familiar”, 1&.597.591.088pesetas. neuicios que tal declaracion lleva aparejados, con la Ayuda familiar a funcionarios públicos, 1.945.323.088 obligación de cumplir un programa de trabajos señala pesetas. dos previamente en los plazos establecidos. El esfuerzo Seguro escolar, 9.606.300 pts.; mutualismo laboral, con de mecanización es tan grande y continuado, que siendo carácter complementario de los seguros sociales básicos, la potencia instalada de algo más de 10.000 CV. en 1940 783.630.624 pesetas. El total de beneficios satisfechos por eJ renglón de asignaciones familiares asciende 23 082 mi llones de pesetas, lo que supone un 5,89 por 100 de la renta nacional calculada para 1957. Hay que advertir, que en esta información no está estimado el régimen de protección a las familias nume rosas, ni las prestaciones sanitarias de que se benefician las familias de los trabajadores españoles ac9gidos al Seguro de Enfermedad, Colonias de veraneo, etc. Suman do estos conceptos a los anteriores, el porcentaje alcan za el 6 por 100, LA EXPANSION DE LOS SUPERMERCADOS vocatoria •de un concurso público a fin de adjudicar 13.222 becas para toda clase de estudios correspondien tes a los grados de Enseñanza Media y Superior durante el curso próximo. Quizá convenga subrayar ciertas características de esta convocatoria: la dotación de las becas, la extensión de los centros que alcanza y el profundo sentido social de que está imbuida. La adjudicación de las becas se hará siguiendo la líneá de anteriores convocatorias, con inde pendencia de la condición social del estudiante posible adjudicatario, atendiéndose sobre todo a la calidad de su expediente académico. Carecen, por tanto, estas be cas del aspecto benéfico, que limitaría su sentido social. La protección directa reviste ‘las siguientes modalida des: beca completa a los estudiantes cuyos padres residan habitualmente fuera de la localidad donde se hallen enclavados los centros en los que aquéllos cursen sus estudios, y media beca cuando residan •en la misma po blación, clasificándose en dos grupos. La beca completa del primer grupo estará dotada con 6.000 pesetas, para los nueve, meses del curso académico y con 3.000 pesetas la media beca. Los estudios comprenderán los Bachille ratos elemental, laboral y los elementales de Bellas Artes. La beca de segundo grupo dotada con 8.000 ó 4000, pese tas, según sea completa o media, exige estudios más arñ pilos: Bachillerato superior o curso preuniversitario, la boral superior, magisterio, Peritaje mercantil, grado me dio y superior de Bellas Artes. Hay un tercer grupo de becas, más elevadas, de 12.000 y 6.000 pesetas, para quienes cursen estudios superiores de Bellas Artes, Pro fesorado Mercantil, Escuelas Técnicas y Facultades uni versitarias. Y se establecen, por último, becas ‘de otras modalida des para estudios eclesiásticos, por ejemplo, y otras de carácter especial. La cuantía de los créditos consignados para estos fines se aproxima a los 73 millones de pesetas. Los 18 supermercados que funcionan en España están demostrando la eficiencia de un sistema que logra dos objetivos esenciales: abaratar el precio de los articulos de consumo y ofrecerlos al comprador con una presen tación higiénica, práctica y agradabiE. La creación de ‘estos supermercados o mercados de autoservicio no co rresponde sólo a la iniciativa del Estado: se estimula precisamente la acción privada, y cuando ésta no se produce, el organismo oficial competente la suple. Cierta firma comercial madrileña, que lleva montados dos supermercados en Madrid y otros dos en provincias va a instalar, de momento, otros dos más en nuestra capital, ms otros en Sevilla, Murcia, Córdoba y Cádiz, teniendo por meta abrir tantos como las circustancias le permitan. La Comisaría General de Abastecimientos y Tráns portes sólo los monta cuando falta la iniciativa privada. Ha llegado incluso a suspender las obras cuando una entidad particular solvente solicitó la concesión. La actuación de la comisaría empezó por dotar a las fábricas de congelados ‘de los medios necesarios para este’ género de actividades. Actúa ahora de depósito re gulador, es decir, compra en masa, asumiendo el riesgo, cuando hay abundancia, para que luego no falten los artículos. También facilita los camiones frigoríficos para ‘el transporte y en caso de averiarse las cámaras de con LA ECONOMIA Y LA CONTABILIDAD NACIONAL servación de los establecimientos, la Comisaría desplaza inmediatamente al local unos de sus camiones frigorífi Hace próximamente un año se hicieron públicos los cos, en donde se guardan, mientras se repara la avería, datos y cuadros de la Contabilidad Nacional correspon los artículos, que corren el riesgo de .estropearse. dientes al año 1954. En el transcurso de doce meses, el Los establecimientos de auto-servicio han resultado ‘grupo de especialistas, a quienes se les ha confiado esa muy eficaces en cuanto a los ‘precios. Por ejemplo: en labor, ha presentado las correspondientes a los años Jaén, las judías se estaban vendiendo a más de 18 pts. 1955 ‘y 1956, al tiempo que anuncia ya la de 1957. Pron kilo. El supermercado abrió sus puertas con el precio de to, pues, estaremos en línea con los países más adelan 13 pts. kilo para tal legumbre. En un solo día se vendie tados en este orden técnico. ron 1.000 kilos, parece ser que en parte adquiridos por Los resultados ponen de relieve las tres característi revendedores. La Comisaría proporcionó 3.000 kilos más. cas siguientes de nuestra economía: el crecimiento de El resultado fé el mismo. Otros tres mil kilos se pusie la renta nacional, la dirección que toma ese ‘crecimien ron a la venta y este tercer golpe no pudieron sopor to y la situación de nuestra balanza d’e pagos. t’arlo, y desde entonces, los judías se vendieron a ese Por lo que se refiere a la primera de las tres carac precio en todas partes: Algo semejante ocurrió con los terísticas, el crecimiento de la renta nos muestra la con garbanzos, ,el arroz, el azúcar, etc. tabilidad que el aumento se ha producido a un ritmo especialmente intenso, que ha permitido alcanzar nive les de vida sin precedentes. LA PROTECCION ESCOLAR Ahora bien, los incrementos logrados se han destina do, fundamentalmente, al consumo y no precisamente de alimentos, sino más bien de otras clases de bienes y La política estatal de ayuda, estímulo y aliento l estudiante sigue un ritmo progresivo. Cada año, en efec servicios. Es decir, no se ha dirigido a gastos esenciales to, aumentan las consignaciones ‘presupuestarias dedica- ni a reforzar la cuantía total del ahorro. Por otra par das a estos fiies. Y también, afortunadámente, las de te,, como las inversiones dl país se lan mantenido d.i muchas empresas y entidades de carácter particular o r.ante tales años é. un nivel semejante, se ha producido ‘parestatal, preocupadas por elevar la preparación de la una diferencia entre la inversión y el ahorro, causante juventud española. en definitiva del alza de los precios. La Comisaría de Protección Escolar, no ceja en su En este aspecto, los datos de la contabilidad nacional indican la posibilidad de cubrir esa diferencia median empeño de proteger al estudiante bien dotado intelec te el ahorro del Estado, con su política de moderación tualmente. El Ministerio de Educación acaba de autorizar la con- del gasto público; ci de las empresas, con la ampliación - 85 de los fondos de reserva y otras medidas análogas, y la contracción del gasto exterior. En estos tres sectores, los más sensibles a una acción política, es donde con más facilidad puede operarse para fomentar el ahorro. Según nos dicen los intérpretes de la contabilidad na cional, la situación deficitaria de la balanza de pagos, quizás sea el problema más grave de la economía ce pañola. Cabe, sin embargo, corregirle con un Conjunto de medidas que tiendan a reforzar nuestras exportacio nes y puesto que los datos de la contabilidad nos mues tran que los aumentos del consumo se encausañ hacia bienes y servicios distintos de los productos alimenti cios, intensificar las exportaciones agrícolas, reforzando su producción, es el camino que parece más adecuado seguir para aliviar el desequilibrio de nuestros pagos en el exterior. Las consideraciones brevemente expuestas nos prue ban la utilidad de los datos que arroja la Contabilidad Nacional, cuya aportación técnica os indispensable pa ra fundamentar las decisiones políticas. - EN POCAS LEAS * En Alicante ha sido desembarcado un nuevo do nativo de “Cáritas Americana” •para las clases menes terosas españolas, compuesto de 1.500 toneladas de le che en polvo, 3.126 bultos de ropa y 286 sacos de cal zado. El valor de la ropa y calzado recibido asciende a 515.981 dólares, equivalente a más de 25 millones de pe setas. La Sevillana de Electricidad va a construir una línea de 220.000 voltios que, desde la subestación de San tiponce, en Sevilla, irá a Mérida, con el fin de ase gurar el suministro de la energía necesaria para el des arrollo del “Plan Badajoz”; línea que estableciendo en lace con la red de “Saltos del Guadiana, S. A.” puede intbrconectar la red de la Sevillana con Madrid y con la red nacional al mismo tiempo. Con el establecimien to de esta línea y de esta serie de conexiones toda la región Sur mejorará considerablemente su aprovisio namiento de energía. pues ahora será posible romper el aislamiento eléctrico en que se encuentra esa zona Sur, lo que permitirá que puedan hacerse grandes transvases de energía de las restantes zonas cuando por Andalucía el estiaje reduzca su propia disponibilidad de electricidad, permitiendo de esta manera la creación de muchas industrias nuevas, cosa que hasta ahora no siempre era fácil ante los problemas de escasez de ener gía y la amenaza de las restricciones en el suministro. * entre qúince y veinticinco años y un 59 por 100 de bu ques mayores de veinticinco años. El primer porcentaje refleja claramente los magníficos resultados de la polí tica seguida por el Gobierno desde la terminación de la guerra de Liberación; el segundo refleja la escasa Con tribución al crecimiento de la Flota nacional durante la República y nuestra guerra, y el tercero representa el largo camino que queda todavía por recorrer para con seguir una Marina moderna y eficiente. * Salvo con tingencias imprevistas, y ya poco proba bles se espera que la cosecha de nuestros productos agrícolas sea en general excelente. A ello ha contribuido el benigno régimen de lluvias, que tanto ha favorecido nuestros predios. En esta línea optimista se prevé para el presente año una cosecha de trigo que alcanza la ci fra récord, en un país cerealista como es España, de 55 millones de quintales métricos. Téngase en cuenta que el promedio de las obtenidas en años anteriores, también amparados en el signo positivo, osciló entre loa 42 y 45 millones de quintales. * Ha quedado totalmente perforado el túnel de La Egaña, que, con sus siete kilómetros de longitud, el ma yor de España, era. el principal obstáculo que se oponía a la continuación del ferrocarril Santander-Mediterráneo. Cuando esta línea se termine y se ponga en explotación el directo Madrid-Burgos, las comunicaciones de San tander con el resto del país se habrán acortado eñ más de 100 kilómetros. * Desde el año 1950, el indice del analfabetismo es pañol ha bajado del 17 por 100 al 10,2 por 100. - * Durante el año 1958, nuestras producciones bási cas en los distintos sectores industriales han experimen tado los aumentos relativos, tomando como base las de 1957, que siguen: energía eléctrica, el 11,4 por 100 acero, el 17 por 100 lingote de hierro el 36 por 100 combustibles sólidos, el 4,2 por 100 cemento, 5,9 por 100 construcción n.aval, el 25 por 100 automóvil (turismo), el 30 por 100. automóvil (industriales), el 48 por 100. — — — — — — — * La producción en 1958 fué de 12.000 SEAT-600 y 10.148 SEAT-1.400. Al final del presente año rodarán por nuestras ca rreteras 85.000 vehículos salidos de la facto ría de esta Sociedad. Más importante que el número de coches fabricados, aunque no tan elocuente, es el esfuerzo hecho por conseguir la nacionalización, que * Ha sido autorizada la instalación en Sevilla de ya fué lograda desde el principio con el modelo 600, y una gran fábrica de abonos. Se llamará “Abonos de Se que con la estampación total de la carrocería del nuevo villa” y quedará instalada en las cercanías de la corta modelo 1.400, que aparecerá en el mercado dentro de de Tablada. Tardará tres años en ser montada y se cal este añó, la SEAT habrá conseguido la autonomía total cula producirá 273.000 toneladas de fertilizantes, en los en su fabricación. tres grupos: Superfosfatos, abonos compuestos y nitro genados. El Ministerio de Industria le Fha concedido la * La Guía de la Iglesia en España, en su número co consideración de industria de interés nacional. rrespondiente al año 1958, nos informd que las causas de beatificación y canonización de españoles en la Sa * En el momento actual, la Flota eSpañola en servi grada Congregación de Ritos eran en fin del pasado ano cio se puede clasificar por edades, en un 34 por 100 de 809. de quienes se espera la solemne declaración de buques menores de quince años, un 7 por 100 de buques santidad. 86 Biblioteca entraI Militar Relación de las obras ingresadas en la citada Bibiloteca durante el mes de Marzo de 1959. Mauricio C•arlaviila.—Biogra/ía del reinado de Alfon so XIII. Varios.—Littérature Française. María Valenzuela de Mulero—Método de Arabe VulE. M. C.—Manual de Normalixación Militar. E. M. C.—La División de Infantería, F-M. 7-100 de Octubre de 1958. E. M C.—Normas provisionales para el combate de pelotón, Sección y Grupo de Combate, de las Unidades cte Infantería integradas en las Divisiones de Infantería Experimentales. Bernard Lewis—Les Arabes dans l’Histoire. G. E. Villar.—Energía Atómica. Pastor.—Hislorias de los Papas (33 y 34). Abenia.—Memorias sobre el Rif 1. Amicis —Marruecos. Jaime 1.—Crónica Histórica. Lichnowsky.—Recuerdos de la Guerra Carlista. Querol.—Las Milicias valencianas, Varios—Atlas Internacinaí Larou.sse. F. Martín ez.—Tratado Iberoamericano de Medicina In terna. Varios.—Ailied Intelligence Bureau. Branon-T.arr-Keller.—Elementos de Geología. G. Roton.—A±nées Cruciales. Colonel Gautart.—Le Corp. Expéditionnaire Français. Joseph Restany.—Une Entre prise Clandestine sous l’Océupation Allemande. Pierre Keller.—La División de MeIr (42. D. 1.). Gosta Moberg.—La Légion Etrangére. P. Jouffrault.—Les Spahis Au Fen. Pia Laviosa—Origén y Difusión de la Civil’Lración. Hugo Hassinger.—Fundamentos Geográficos de la Histone. José Luis Cómeilas.—Los Primeros Pronunciamientos en España. José M. Ots Capdequi.—Instituciones (tomo XIV), Historia de América. Melchor Ferrer.—Histonia del Tradicionalismo Español. Robert S. Quimby.—Tke Background of Napoleortic Warf are. Menéndez Pidal.—La Chanson de Roland. Robert Jungk.—Más brillante que mil Soles. André Barbault.—Defensa 5 Ilustración de la Astro lo- Oficinade viajes Universitarios y Juvenilesdel S. E.U. Entidad colaboradora de la Comisaría de Protección Escolar del Ministerio de Educación Nacional. TRAMITA: Matrícula en los cursos de verano para extranjeros eii España. Tnscripción en los cursos de verano de doscientos cen tros docentes de Europa. Pasaporte El Internacional de Seguro (ISIS). Solicitudes individuales de intercambio personal con extranjero. el La Tarjeta Internacional de Identidad para el estu diarte. Asistencia a Campos Internacionales de Trabajo y Centros de Vacaciones. Tarjeta de de Juventud. Socio La de la Federación Internacional cíe Albergues Asistencia a los Albergues de Verano del S. E. 15. A CF1 L 1 T A sobre Información camping en Europa. 1amien tos individuales Alo y colectivos. de Obtención billetes y pasajes para todos los trans portes. Asistencia a Centros de Vacaciones, Cursos de Verano Campos yInternacionales de Trabajo en el extranjero. ORGANIZA: Viajes colectivospor España y el extranjero. de conversación Clubs en lenguas extranjeras. Excursiones a cercanías. Vuelos especiales para estudiantes. de Vacaciones Centros en España. Campos Internacionales de Trabajo en España. - CENTRAL: Madrid, Glorieta de Quevedo, 8, 2.°. Teléfonos: 576803 232724y (38). AGENCIAS: BARCELONA: Avda. de José Antonio, 615. Teléfono Gran319804.—BILBAO: Vía, 62. Teléfono 15033.—CADIZ: Duque ae 29. Tetuán, 16. Teléfono 12610—GRANADA: San Jerónimo, Teléfono 2729.—LA LAGUNA: Herra 59. Tléfonos dores, 9726 y 9909.—MURCIA: Santo Do mingo, 11 y 13. Teléfono 4603.—OVIEDO: Rúa, 6. Telé fono 8993..—4PALMA: Jaime, 33. PlazaLAMANCA: de San los Bandos, 1. Teléforo Teléfono 11858.—SA4247.—SAN SEBASTIAN: Avda. de España, 35. Teléfono 22779.— SANTANDER: Pasaje Arcillero, 1. Teléfono SANTIAGO: Plaza de del los Literarios (Casa de la 25940.— Parra). 1966.—SEVILLA: Teléfono Cuna, 20. Teléfono 16834.— VALENCIA: Calle del Mar, 74. Teléfono 217378.—VA LLADOLID: Gamazo, 7. Teléfono 6448.—VIGO: García Barbón, 3. Teléfono 2123.—ZARAGOZA: Avda. Calvo Sotelo, 21.—PAMPLONA: Paulino Caballero, 13. Teléfono 1617. 87