Tutoría. Algunos elementos para su conceptualización. Dra. María Guadalupe Sánchez Villers Mtro. Luis Alfredo Mora Guevara Mtro. Juan Francisco Sánchez Ruíz. Universidad Nacional Autónoma de México Resumen El presente trabajo muestra la importancia que tiene actualmente la figura del docente tutor en el nivel superior como el personaje protagónico del escenario escolar encargado de diseñar todas aquellas actividades curriculares y extracurriculares que generan una riqueza excepcional en la formación de los estudiantes. La importancia que representa la función del tutor en la adquisición tanto de conocimientos como de actitudes y valores, exigen, hoy por hoy, la construcción de una nueva cultura pedagógica que intenta romper con viejos esquemas de enseñanza basados en la pasividad, la memorización y la repetición. Esta nueva cultura pedagógica que emerge está orientada a crear condiciones favorables para que el alumno aprenda y se desarrolle. Introducción La educación es un proceso de socialización que tiene como finalidad, la trasmisión de la cultura, la apropiación de conocimientos, actitudes y valores, a través de medios formales e informales. Desde el punto de vista formal es un acto emprendido con real compromiso entre el educador y el educando. Si bien muchos practican la docencia, no son tantos los que realmente se involucran en el proceso educativo y formativo de un sujeto. Si bien el profesor es el promotor del desarrollo de habilidades cognitivas, afectivas y sociales en los estudiantes, es necesario atender, primeramente a la comprensión de su propia persona. En este sentido, cobra gran valor el hecho de que el profesor que haya elegido dedicarse a la docencia, lo haya hecho con una verdadera vocación de enseñar, no sólo en términos de los aspectos académico-profesionales, sino en la formación de la persona del estudiante, en la toma de conciencia de su papel formativo y de la influencia de su personalidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje que le ha tocado organizar y desarrollar. Hoy en día, se dice que gran parte del aprendizaje del estudiante está basado en 1 las emociones. Emociones propias del profesor en su práctica docente cotidiana y del alumno en su proceso de aprendizaje. Estas emociones que le imprimen tanto docentes como alumnos al proceso educativo determinan de alguna manera la interacción profesor-alumno, factor indispensable en el proceso de enseñanza y aprendizaje y que puede influir en gran medida, en el éxito del estudiante. La interacción profesor-alumno se encuentra en un estado de disposición afectiva entre sí. La práctica nos ha mostrado, que esta interacción se ve fortalecida por la función que realiza el docente a partir de las tutorías, que a diferencia de la asesoría, la tutoría tiene una connotación más amplia, la de ayudar y orientar a un alumno o a un pequeño grupo de alumnos principalmente en sus actividades relacionadas con el aprendizaje, ayudarles en la resolución de sus tareas y facilitarles la localización oportuna y rápida de información. En algunos casos, el tutoreo está orientado al apoyo de problemas de orden emocional o afectivo – (Ayala, 2003). La tutoría puede tomar diferentes modalidades, es decir, se pueden identificar tutorías para alumnos o grupos en desventaja, tutorías para alumnos o grupos con problemas específicos o tutorías para alumnos o grupos de alto rendimiento escolar. Con respecto a estos últimos también la práctica ha demostrado que son los que menos requieren de apoyo en su desempeño académico, aunque sí requieren orientación en cuanto a su desarrollo personal y orientación profesional. En cuanto a su desarrollo personal, el tutor realiza diversas actividades de apoyo orientadas a que los alumnos: descubran sus intereses, identifiquen sus dificultades, asuman las consecuencias de sus actos, definan su plan de vida, fortalezcan su autoconcepto y autoestima y desarrollen habilidades para relacionarse con otros, ( Manual del Tutor, 2002). El autoconcepto se refiere “al conjunto de ideas, sentimientos y actitudes que tienen las personas sobre sí mismas” (Woolfalk, citado por Almaguer, T.,2003). La autoestima se refiere al afecto que siente la persona al conocer en forma realista sus fortalezas, valores y limitaciones. En cuanto a su desarrollo académico, los tutores llevan a cabo tareas de apoyo a los alumnos, tales como: establecer metas académicas, identificar dificultades en el aprendizaje, realizar actividades para la resolución de los problemas escolares, fortalecer habilidades de estudio, evaluar su rendimiento escolar, ( Manual del Tutor, 2002). En cuanto al aspecto profesional, los tutores orientan a los alumnos con respecto a: los retos actuales que les ofrece su profesión, información sobre el mercado de trabajo, aspectos relativos a su carrera y posibilidades profesionales ( manual del Tutor, 2002). 2 El tutor es el maestro que se mantiene sensible a las necesidades de sus alumnos para lograr su desarrollo, que interviene en la medida de sus capacidades y posibilidades, en la formación de los alumnos. El profesor tiene una personalidad propia y un estilo de interacción particular, los cuales dejan huella en mayor o menor grado en cada uno de sus alumnos, con una disposición a la ayuda y colaboración para el cumplimiento de las metas escolares. De alguna manera, el docente que planea, organiza, desarrolla, motiva y evalúa el proceso de enseñanza y aprendizaje, es por la vía de su propia persona y por la vía de sus emociones que selecciona las estrategias de enseñanza para promover los aprendizajes de los alumnos. Comprender al docente tutor significa tener claras las funciones que a él le competen dentro de una institución educativa, e independientemente del modelo educativo que adopte la institución escolar, una de las funciones que más identifica al tutor es la de orientación. La función de orientación se refiere a la labor que realiza el tutor con respecto a los métodos y procedimientos para que los alumnos puedan adquirir y procesar conocimientos. El docente tutor es el personaje protagónico principal del escenario escolar, quien además de lo que aporta a la formación de sus alumnos desde su estilo y personalidad propias, es el encargado de diseñar todas aquellas actividades que generan una riqueza excepcional. Algunas experiencias en las tutorías. En nuestra experiencia con las tutorías ofrecidas a los alumnos de nivel licenciatura, se han detectado los problemas siguientes: • Enorme deficiencia en la organización y registro del material de estudio ( los apuntes). Una buena parte de los estudiantes basan sus estudios en los apuntes. Los apuntes que ellos toman durante el desarrollo de la clase del profesor, presentan una gran desorganización de ideas, así como su registro arroja muchos temas incompletos, de tal manera que dejaban muchas “lagunas” en el estudiante. • No separaban la información en párrafos para incluir el desarrollo de las ideas importantes y su fácil localización. • Si faltaban a clase, solicitaban el apunte a algún compañero o compañera, sin embargo, el contenido, en muchas ocasiones, no les era significativo. • No reorganizaban los apuntes. Los dejaban con la escritura rápida lo que 3 difícilmente les permitía repasar la clase e identificar dudas. • No ampliaban los puntes para agregar más información, además de lo expuesto en clase ( esto es algo que el profesor debe sugerir). Identificado esto, lo primero que se hizo fue empezar a trabajar algunas estrategias de aprendizaje para apoyar a los alumnos en este rubro. Una de la propuestas sugeridas fue organizar su material de estudio a partir de la utilización de mapas conceptuales y mentales . Los mapas mentales o diagramación mental, les resultaron más atractivos que los conceptuales, ya que por medio de colores le permitió incrementar la capacidad para asimilar, procesar y recordar información relativa con los contenidos de enseñanza. Esta estrategia de organización, como parte de las estrategias de aprendizaje planteadas para los estudiantes les permitió mejorar de manera significativa su rendimiento escolar, incluyendo la aprobación de una materia en examen extraordinario, con alto índice de reprobación, que fue aprobada, con la utilización de estos mapas. Elementos para la conceptualización de la tutoría La cultura pedagógica cotidiana (Cañal de León, 2002) requiere romper con concepciones didácticas basadas en métodos pasivos que alientan la memorización y la repetición, para dar paso a una nueva construcción de la cultura docente, en donde la figura del tutor cobra gran relevancia y ofrece un alternativa importante con miras a innovar el campo de la formación y práctica docente. Como señala Juan Delval: “si se quiere reformar algo una de las cosas primordiales es cambiar la preparación de los que enseñan”. Esto quiere decir que no se puede llevar a cabo la función de tutoría, sólo por la asignación específica del rol, sino que se requiere la capacitación del docente para el ejercicio de dicha función. A continuación se presentan algunos de lo elementos que nos parece tienen que ser considerados en los programas de formación de tutores y que van construyendo una nueva cultura pedagógica que obviamente va a ser reflejada tanto en la teoría como en las prácticas de la enseñanza. Conceptuamos a la tutoría como la función que realiza el docente con el propósito de orientar y apoyar a los alumnos durante su proceso de formación personal, académica y profesional. 4 Las tutorías deben nutrirse de las siguientes ideas: • La tutoría es una relación eminentemente humana y educativa, en donde el docente tutor tiene que crear condiciones favorables para que el alumno aprenda y se desarrolle. • El tutor es un formador no solo en cuanto a actividades curriculares sino también extracurriculares que generan una riqueza en la formación de los alumnos. • La enseñanza es individualizada. Esto quiere decir que el tutor sostiene un trato directo con el alumno y cumple importantes funciones de orden formativo. Las actitudes y valores que los alumnos van introyectando durante su desarrollo profesional, de alguna manera se van fortaleciendo o modificando a partir de las acciones del tutor. • Los estilos cognoscitivos son aprovechados de manera más directa por el tutor. Esto permite incidir de manera más estrecha en los procesos de pensamiento de los estudiantes detectando sus características y estilos de aprendizaje. Esta forma de relacionarse con los estudiantes permite conocer muy de cerca, las variaciones entre los alumnos debidas al género, el estilo cognoscitivo, la motivación para aprender y el nivel de conocimiento previo. El estilo cognoscitivo se refiere a las “formas que prefieren los individuos para procesar y organizar la información y para responder a los estímulos ambientales” ( Almaguer, 2003:46). El estilo cognoscitivo hace referencia al tipo de código utilizado para procesar la información. Hay estudiantes que aprenden mejor a través de estímulos visuales, otros a partir de estímulos verbales, cinestésicos, etc. • Maneja con mayor precisión la motivación para aprender. A través de la tutoría se pueden detectar factores motivacionales, actitudinales que pueden afectar el proceso de aprendizaje. El docente tutor es un observador de la emocionalidad de sus alumnos para encontrar los motivos que facilitan o afectan su aprendizaje. • Identifica con mayor precisión las estrategias de aprendizaje que pueden ayudarle al alumno a mejorar su aprendizaje. Como fue en el caso de la utilización de estrategias mediante el uso de la diagramación mental. • Promoviendo las estrategias de elaboración, que son las menos exploradas 5 por los alumnos, por ejemplo: parafrasear, resumir, hacer analogías, tomar notas, responder preguntas programadas y autogeneradas. Asimismo, las estrategias organizacionales a partir de la utilización de diagramas y redes de conceptos que muestran sus relaciones. Así pues, se requiere modificar la cultura pedagógica cotidiana en aras de innovar la práctica docente pasiva proporcionando las condiciones favorables para el buen desarrollo de los alumnos, en términos de conocimientos, actitudes y valores, en donde la función del tutor- sin pretender que solo esto puede garantizar el éxito del estudiante- puede favorecer, en gran medida, el que los estudiantes puedan alcanzar las metas que se hayan propuesto. Bibliografía Almaguer, T. (2003). El desarrollo del alumno. México: Trillas. Ayala, F. ( 2000). La Función del profesor como asesor. México: Trillas. Cañal de León, P. ( 2002). Innovación educativa, motivación del profesor y desarrollo profesional: Problemas y propuestas de actuación en La innovación Educativa, Madrid, España: Akal. Delval, J. (2002). Los fines de la educación. México: Siglo veintiuno. Manual del Tutor. Propuesta 2002. Bases conceptuales y guía técnica. Unidad de Planeación. Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Estudios Superiores Zaragoza. Sánchez, M.G., Palestino, F., Contreras, M.S., Mora, L.A.(2004). Resignificación del Modelo Educativo de la FES Zaragoza. Fes Zaragoza, UNAM, p.13. 6