STC 3/2004, de 14 de enero. Recurso de amparo. Impuesto sobre bienes inmuebles. Derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa. Derecho a la tutela judicial efectiva. Luz Ruibal Pereira Prof. Titular de Derecho Financiero y Tributario. USC dpfinlrp@usc.es I. DOCTRINA DEL TRIBUNAL El Tribunal Constitucional estima el recurso de amparo y, en consecuencia, resuelve: - Reconocer al demandante sus derechos a la tutela judicial efectiva sin indefensión (art. 24.1 CE) y a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa (art. 24.2 CE). - Declarar la nulidad de la Sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Alicante núm. 4, de 30 de junio de 2000, aclarada por Auto de 13 de julio de 2000, recaída en recurso contencioso-administrativo núm. 76/99. - Retrotraer las actuaciones de dicho recurso contencioso-administrativo al momento procesal a partir del cual puedan admitirse y practicarse las pruebas documentales inadmitidas por providencia de dicho Juzgado de 4 de marzo de 2000, confirmada por Auto de 30 de marzo de 2000, resoluciones judiciales que también se declaran nulas. II. ANTECEDENTES JURISPRUDENCIALES STC 133/2003, de 30 de junio, sobre el derecho a la utilización de medios de prueba pertinentes para la defensa. También STC 79/2002; STC 70/2002, de 3 de abril; STC 19/2001, de 29 de enero; STC 173/2000, de 26 de junio; STC 96/2000, de 19 de abril; STC 37/2000, de 14 de febrero; STC 33/2000, de 14 de febrero; STC 1/1996, de 15 de enero. STC 151/2001, sobre la exclusión del ámbito de competencia del TC de las cuestiones de selección e interpretación de legislación aplicable. STC 188/2003, de 27 de octubre, sobre el principio de pro actione. STC 183/2002, de 14 de octubre; STC 81/2002, de 22 de abril; STC 208/2001, de 22 de octubre; STC 10/2000, de 17 de enero; STC 183/1999, de 22 de julio; STC 217/1998, de 16 de noviembre; STC 167/1997, de 2 de octubre; STC 324/1994, de 1 de diciembre; STC 46/1982, de 12 de julio, sobre derecho a la tutela judicial efectiva, la respuesta ofrecida por el Tribunal y la denegación de justicia. III. SUPUESTO DE HECHO El recurrente en amparo es embargado en julio de 1996 en concepto de cantidades debidas por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles correspondiente a los años 1991 a 1995. En septiembre del mismo año presenta escrito en el Ayuntamiento en el que se alega haber dejado de ser propietario del inmueble sobre el que se gira el impuesto desde el año 1987, se señala el nuevo propietario desde el año 1990 y se solicita la devolución de las cantidades embargadas con intereses de demora. En agosto de 1998, el recurrente presenta de nuevo el escrito ante la falta de contestación en ese tiempo por parte del Ayuntamiento. En diciembre de ese mismo año, dicho Ayuntamiento desestima la reclamación interpuesta por extemporánea al haber transcurrido más de dos meses desde la práctica del embargo sin que se hubiere alegado nada, lo cual había supuesto la conversión en un acto administrativo firme y consentido. 1 Ante esta situación se interpone recurso contencioso-administrativo por parte del posteriormente recurrente en amparo, el cual fue desestimado por Sentencia de 30 de junio de 2000. De la citada sentencia se concluye que han quedado acreditados los siguientes puntos: - que el recurrente vendió el solar según consta en escritura pública con fecha de 24 de septiembre de 1987 - que no consta en el expediente administrativo que la Administración demandada haya realizado notificación alguna al actor en período voluntario - que en julio de 1996 el Ayuntamiento de Elche embarga determinadas cantidades de una cuenta corriente del actor. Sin embargo, el Tribunal entiende que el recurrente no prueba suficientemente el que exista identidad entre la finca que vendió en 1987 y la finca urbana objeto del IBI que se encuentra en discusión. Sobre esta base concluye que “las reclamaciones efectuadas en vía administrativa fueron extemporáneas, deviniendo firmes y consentidos a los que dichas reclamaciones iban referidas...pues tal detracción se produjo el 3 de julio de 1996, debiendo el actor, a fin de evitar que tal acto adquiriese firmeza, interponer recurso, con arreglo a lo preceptuado en el art. 107 y ss. de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común”. Ante dicha resolución, el recurrente decide acudir presentar recurso de amparo alegando dos motivos de infracción: - por vulneración del artículo 24.2 de la CE, en cuanto derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa. - por infracción del artículo 24.1 de la CE, como derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión. En el primero de los supuestos, el hecho que fundamenta el recurso es la declaración de impertinencia, por parte del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, de las tres pruebas documentales propuestas en su momento por el demandante y cuya finalidad era precisamente acreditar la identidad de la finca y la realidad de la venta de la misma, resultando ser, sin embargo, fundamentales como queda patente en la posterior sentencia del órgano judicial que entiende insuficientemente acreditada la identidad de dicha finca. Por lo que se refiere a la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión, por la incorrecta interpretación de la legislación vigente aplicable al supuesto concreto. El citado recurso de amparo fue inadmitido a trámite por haberse presentado fuera de plazo por providencia de 5 de octubre de 2001. Posteriormente, el solicitante de amparo formuló escrito solicitando la nulidad de dicha providencia y el Ministerio Fiscal interpuso recurso de suplica contra la misma, lo cual produjo la estimación del recurso y, por providencia de febrero de 2002, se admitió a trámite la demanda de amparo. Finalmente, y tras el oportuno iter procesal, el Tribunal Constitucional dicta la sentencia 3/2004, de 14 de enero, objeto del presente comentario. IV. TIPO DE PROCEDIMIENTO El procedimiento seguido es la interposición de un recurso de amparo por infracción del artículo 24 de la CE, contra la sentencia número 34/2000, del Juzgado de lo ContenciosoAdministrativo número 4 de Alicante de 30 de junio de 2000 (aclarada por auto de 13 de julio de 2000), por la que se desestima el recurso contencioso-administrativo interpuesto contra el Decreto número 6857 del Teniente Alcalde de Hacienda del Ayuntamiento de Elche de 10 de enero de 1998, denegatorio de una devolución de ingresos indebidos. 2 V. FUNDAMENTOS JURÍDICOS Entiende el TC que dos son las cuestiones sobre las que se debe pronunciar: - La extemporaneidad de las reclamaciones realizadas por el demandante en amparo - La falta de prueba, por parte del demandante, de la identidad de la finca vendida y gravada por el IBI. Además, dichos motivos de impugnación deben seguir un orden lógico a la hora de ofrecer un pronunciamiento, debiendo comenzar por el análisis de la extemporaneidad para, posteriormente, y en el caso de que fuese estimada la demanda de amparo basada en esta causa, pronunciarse sobre la segunda de las cuestiones. Si, por el contrario, se concluye que la inadmisión por extemporaneidad no vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva, no resultaría necesario pronunciarse sobre la denegación de los medios de prueba propuestos por el demandante y la lesión o no del derecho a la tutela judicial efectiva. A) La extemporaneidad de las reclamaciones formuladas en vía administrativa y el derecho a la tutela judicial efectiva El TC considera que, de acuerdo con su doctrina sobre el derecho de acceso a la jurisdicción, la aplicación del principio pro actione conduce “derechamente a apreciar que se ha producido la violación del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sin indefensión invocado por el recurrente”. Para llegar a esta conclusión, el TC parte de los razonamientos contenidos en el fundamento de Derecho tercero de la resolución judicial recurrida, por considerar que en él se encuentra la ratio decidendi de la presunta extemporaneidad de las reclamaciones formuladas en vía administrativa. De él se extraen dos conclusiones: - En primer lugar, entiende el Tribunal que no nos encontramos ante una mera discrepancia entre demandante y órgano judicial en cuanto a la selección e interpretación de la legislación aplicable. Como se señala en el FJ4 de la sentencia del TC “No se trata de una divergencia interpretativa, sino de una resolución que atenta al núcleo primario del derecho fundamental dado que se alude a la interposición necesaria del recurso sin precisarse cuál fuera éste, ni contra qué acto pudiera o debiera haber sido interpuesto, ni en qué plazo, ni el momento a partir del cual éste debiera haber sido computado. Frente a lo que la extensa cita que el demandante de amparo hace en su demanda de preceptos, (...) la decisión judicial no puede calificarse como mera discrepancia acerca de la selección e interpretación de la norma efectuada por el órgano judicial, sino como simple recordatorio de la abundante normativa a partir de la que éste pudo y debió seleccionar la aplicable, interpretarla y aplicarla al caso, sin haber llegado a hacerlo en realidad”. - En segundo lugar, constata el alto Tribunal que existe “una falta de toda constancia acerca de notificación alguna de acto administrativo alguno, a partir de la cual pudiera iniciarse plazo alguno de interposición de recurso alguno, que no puede completarse tampoco leyendo la resolución judicial con una fecha mínimamente determinable en la que el demandante de amparo tuviera conocimiento de la detracción de fondos de su cuenta bancaria”. Por ello, entiende que la inadmisión del recurso contencioso-administrativo por parte del órgano judicial es “manifiestamente irrazonable o hasta arbitraria, en cuanto carente de expresión de los fundamentos fácticos y jurídicos que racionalmente pudieran haber conducido a la misma”. B) La lesión del derecho a utilizar los medios de prueba pertinente para la defensa Una vez estimado el recurso de amparo por el primero de los motivos, el TC pasa a analizar la segunda causa formulada por el recurrente, es decir, la posible lesión del derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa, y consecuentemente la lesión al 3 derecho a recibir una resolución motivada y fundada en Derecho, ya que en caso de ser también estimada, traería como consecuencia necesaria la retroacción de las actuaciones al momento anterior a acordarse la admisión de los medios de prueba propuestos por la parte recurrente. Para ello, el TC parte una vez más de su tradicional doctrina sobre el derecho a la utilización de los medios de prueba pertinentes para la defensa y ,posteriormente, analiza si, como consecuencia de la decisión del órgano judicial, se vulneró además el derecho a la tutela judicial efectiva al desestimar la demanda con base en la falta de prueba de los hechos que se trataba de acreditar. La conclusión a la que llega el Tribunal es que la motivación del órgano judicial contenida en la resolución judicial objeto de impugnación resulta arbitraria y ello por cuanto dicho órgano denegó al demandante la práctica de determinadas pruebas documentales relacionadas con la transmisión de la finca y su gravamen y, sorprendentemente, basa después su decisión en la falta de aportación de cualquier documento el que pudiera deducirse la identidad entre la finca transmitida y gravada. VI. COMENTARIO CRÍTICO El Tribunal aborda una vez más la posible lesión del derecho fundamental, recogido en el artículo 24 de la Constitución, a la tutela judicial efectiva, por vulneración del párrafo segundo, en cuanto derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa y por infracción también del número 1 del mismo artículo, como derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión. Como pone de relieve el TC, la vulneración del citado derecho se produce, en muchas ocasiones, no por la falta de una resolución sobre el caso planteado, sino por la presencia de un fallo claramente irrazonable o arbitrario. En el caso planteado, la inadmisión de la reclamación por parte del órgano judicial sin motivar de forma suficiente tanto los hechos como el razona miento jurídico que le lleva a rechazar la pretensión del recurrente y la denegación de la práctica de determinadas pruebas documentales relacionadas con el fondo del asunto, basando posteriormente su decisión en la falta de aportación de cualquier documento que justificase la pretensión del demandante, son muestras suficientes de una resolución judicial que resulta claramente contraria al artículo 24 de la CE. VII. RELEVANCIA JURÍDICA La cuestión que motiva el recurso de amparo es la vulneración de uno de los preceptos de nuestra Constitución que permite el acceso a esta vía especial de protección. Sin embargo, nos interesa poner de manifiesto como el origen de la cuestión se encuentra en un problema de carácter tributario cuya proliferación en la práctica no es, precisamente, síntoma de un buen funcionamiento de la Administración tributaria. Nos referimos a las notificaciones con relación al IBI de bienes inmuebles que han sido objeto de transmisión. La falta de comunicación alguna hasta el momento mismo del embargo, unido, en muchas ocasiones, a la ausencia de respuesta por parte del órgano administrativo a los escritos presentados por el contribuyente, conduce a un aumento de la litigiosidad en esta materia a la que se ve abocado el obligado tributario, si quiere hacer valer sus pretensiones, ante la inexistencia o inoperatividad de otras vías previas al recurso para su defensa, en el marco de un procedimiento de gestión masificada, como es el que se regula en el marco de nuestras haciendas locales. VIII. BIBLIOGRAFÍA PICÓ JUNOY, J.: Las garantías constitucionales del proceso, Barcelona, 1997; CHAMORRO BERNAL, F.: La tutela judicial efectiva, Barcelona, 1994; MARTÍN QUERALT, J.: “Recurso de amparo en materia tributaria”, Palau 14, n. 18, 1992. 4