Comunicado de la Unión Progresista de Fiscales sobre la propuesta de nombramiento para la plaza de Fiscal Jefe de Sala Penal. El SECRETARIADO PERMANENTE DE LA UNION PROGRESISTA DE FISCALES (UPF), ante las críticas formuladas por portavoces de las asociación conservadora de fiscales a la propuesta de nombramiento como Fiscal Jefe de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo efectuada por el Fiscal General del Estado (FGE) en la persona del Juan Ignacio Campos Campos, con la consiguiente no renovación para esa plaza del Fiscal Eduardo Torres Dulce –quien mantiene en cualquier caso la categoría de Fiscal de Sala-, desea expresar a la opinión pública los siguientes extremos: I. La propuesta del Fiscal General del Estado se acomoda, estrictamente, a la legalidad vigente, dado el carácter no vinculante de los Informes del Consejo Fiscal en esta materia, conforme a lo que se deriva del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal y de la Jurisprudencia que lo interpreta. II. La propuesta de nombramiento en la persona del Fiscal Juan Ignacio Campos Campos se basa en indiscutibles criterios de mérito y capacidad, así como de una innegable especialización por su dilatada permanencia en la Sala Penal del Tribunal Supremo. Su idoneidad puede objetivarse de forma clara acudiendo al Currículum Profesional del mismo. III. No puede obviarse el hecho de que el Fiscal Jefe de Sala de lo Penal del Tribunal Supremo es uno de los puestos claves del Ministerio Fiscal, tratándose de un cargo que exige una dedicación exclusiva, y siendo, lógicamente, de total confianza del Fiscal General del Estado, tal como sucedió en su momento con el nombramiento para dicho puesto del Fiscal Torres Dulce por parte del anterior Fiscal General del Estado. No se trata, por tanto, de una remoción, sino de una no renovación del cargo. IV. A pesar de las manifestaciones vertidas por la Asociación de Fiscales en el sentido de afirmar que Eduardo Torres Dulce es el Fiscal del Tribunal Supremo encargado de los procedimientos seguidos contra aforados, hay que especificar que se trata de una verdad a medias. Todos estos procedimientos han sido derivados par su investigación al Teniente Fiscal del Tribunal Supremo, José María Luzón Cuesta, miembro de la Asociación de Fiscales, y cuyo cargo fue recientemente renovado por el Fiscal General del Estado, por lo que queda clara la no intencionalidad política a la que se refiere la Asociación de Fiscales en sus manifestaciones a los medios de comunicación. V. Sólo desde posiciones victimistas y reaccionarias puede sostenerse como hace la conservadora Asociación de Fiscales que la propuesta de nombramiento efectuada por el Fiscal General del Estado pueda obedecer a algún inconfesable motivo de represalia respecto del Fiscal que no ha sido renovado, el cual como advertimos sigue ostentando y ostentará en el futuro la categoría de Fiscal de Sala, habiendo sido no renovado únicamente en una Jefatura sujeta a un mandato temporal que ya había expirado, conforme a la LO 14/2003. VI. La UPF rechaza la burda maniobra que supone tratar de equiparar esta situación con los precedentes ocurridos durante el mandato del anterior Fiscal General del Estado, quien procedió a una depuración de significados Fiscales de preclaro compromiso democrático por puras razones ideológicas, en un contexto de sistemática represión de posiciones progresistas contando para ello con el apoyo sistemático de la mayoría conservadora del Consejo Fiscal y sin motivar la decisión de sustituir a los reseñados en ningún caso. VII. La UPF valora muy positivamente la decidida apuesta por el pluralismo que supone la propuesta de nombramiento efectuada por el Fiscal General del Estado para la plaza de Fiscal Jefe de la Sala de lo Penal, en el contexto de una misma sesión del Consejo Fiscal donde se han efectuado nombramientos muy plurales y dispares y en el desarrollo de la cual los cuatro vocales de la UPF votaron para las plazas de Teniente Fiscal de la Fiscalía Especial para la represión del tráfico de drogas y para la jefatura de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Gerona a peticionarios que son asociados de la Asociación de Fiscales y para una de las plazas de Fiscal del Tribunal Supremo a una no asociada, no votando ninguno de los consejeros de dicha Asociación a ninguno de los peticionarios asociados a la UPF. VIII. La UPF reitera su compromiso de apostar de forma incondicional porque los criterios de mérito y capacidad -que no son patrimonio exclusivo de un sólo sector de la Carrera Fiscal- no sean arrollados por la mayoría conservadora del Consejo Fiscal que sólo parece atender a los intereses de sus propias élites. UNION PROGRESISTA DE FISCALES.Secretariado Permanente, 8 de junio de 2005.-