AUDIENCIA NACIONAL SALA DE LO PENAL SECCIÓN SEGUNDA N.I.G.: 28079 27 2 2013 0006570 ROLLO DE SALA: APELACION CONTRA AUTOS 270/2016 PROCEDIMIENTO DE ORIGEN: SUMARIO (PROC.ORDINARIO) 11/2013 ÓRGANO DE ORIGEN: JUZGADO CENTRAL INSTRUCCION nº 6 A U T O Nº 285/2016 MAGISTRADOS ILMOS. SRES.: Doña Concepción Espejel Jonquera Don Angel Hurtado Adrián Don José Ricardo de Prada Solaesa En Madrid, a 22 de junio de 2013 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.Instrucción 2016, en En Sumario 11-2013 del Juzgado Central de 6 fue dictado auto, con fecha 17 de mayo de el que se acordó desestimar la solicitud de libertad interesada por la representación de la procesada ARANTZA ZULUETA AMUTXASTEGI. SEGUNDO.- Por el procurador D. Javier Cuevas Rivas en representación de dicha procesada apelación contra dicha fue interpuesto recurso de resolución, en base a consideraciones que son de ver en el escrito presentado. 1 las TERCERO.- El Ministerio Fiscal interesa La desestimación del recurso, con apoyo en los argumentos que constan en el informe evacuado. CUARTO.Ponente Doña Formado rollo Concepción de Espejel apelación, Jorquera; fue designada señalándose para deliberación y fallo del recurso el día 20 de junio de 2016 RAZONAMIENTOS JURÍDICOS PRIMERO.- Se impugna el auto del Juzgado que denegó una solicitud de libertad formulada por la representación de la procesada recurrente; reproduciendo argumentos idénticos a los que ya han sido desestimados por esta Sección en otra reciente apelación frente a otro auto denegatorio de libertad, resuelta en auto de fecha 8 de junio de 2016, cuyos razonamientos damos por enteramente reproducidos. Ya expusimos en dicha resolución que el transcurso de un periodo de dos años y tres meses desde que se dictó la medida cautelar, el hecho de que haya sido dictado auto de procesamiento y la circunstancia de que no existan informes periciales pendientes de practicar no desvirtúan el riesgo de fuga ni el de reiteración delictiva que sirvieron de fundamento para la adopción y mantenimiento de la medida. Por el contrario, el tras el auto de procesamiento los indicios racionales de criminalidad en la conducta de la hoy procesada han quedado potenciados con las consideraciones vertidas en el prolijo y extenso auto de procesamiento de fecha 22 conjunto, de abril de 2016, las cuales, analizadas en su son suficientes a la hora de colmar la exigencia constitucional de la medida cautelar acordada, no pudiéndose hablar de actividad probatoria de la función dirigente que a 2 la recurrente se atribuye en dicha resolución al estar reservada, a la fase plenaria. En el mencionado auto de 8 de junio de 2016 y en otros anteriores, de fechas 18 de febrero de 2014, 2 de julio de 2014, 12 de diciembre de 2014 y 22 de julio de 2015, esta Sala ha analizado investigaciones los indicios policiales, (materiales conducta en el incautados, momento de la detención y extensos informes periciales aportados a la causa) que apuntan que la recurrente aparece como integrante y representante del KT, órgano del EPPK, instrumento fundamental del que se vale ETA para ejercer la labor de dirección y supervisión de todo el entramado relacionado con los presos y huidos de ETA, referidos únicamente a aquellos presos de la banda terrorista que se mantienen bajo su disciplina, en el se agrupan las personas condenadas por delitos de terrorismo, tanto miembros de ETA como de las organizaciones de su entramado de apoyo —organizaciones ilegalizadas como terroristas HB/EH/BATASUNA, JARRAI/HAIKA/SEGI, KAS/EKIN y GESTORAS PRO AMNISTIA/ASKATASUNA- que no se han arrepentido de los delitos cometidos y no han abandonado la disciplina de la banda. Igualmente hemos analizado en resoluciones anteriores la actuación de la apelante como líder coordinadora y directora de la actividad de los demás encausados, así como su estratégica labor en el campo financiero para mantener la estructura de cárceles de ETA perfectamente financiada. Como concluimos en la reciente resolución de 8 de junio de 2016 la recurrente ha sido procesada por delito grave de integración, como incluso dirigente, en organización terrorista como es al día de hoy ETA, que no se ha disuelto ni ha entregado las armas y para la que el Frente de presos 3 sigue siendo esencial para su estrategia en orden a su finalidad. La gravedad del delito y de la pena imponible justifican el mantenimiento del riesgo de fuga, acrecentado; no siendo el presente el momento procesal idóneo para discutir la actuación dirigente atribuida a la impugnante en el auto de procesamiento. Como señala, entre otros muchos, el A.T.C. recogiendo la S.T.C. 108/1994, de 11 de abril, de indicios racionales de criminalidad 17-2-2000, la apreciación en la fase de investigación no significa, por sí sola, el establecimiento de una presunción de culpabilidad del imputado, sino que únicamente implica la existencia de motivos razonables que permiten afirmar la posible comisión de un delito por el eventual destinatario de la medida. De manera que para la privación de libertad no se exige una prueba autoría ni una definitiva calificación plena de la jurídica de la conducta, sino, como establece también el A.T.C. 7-7-2000, que glosa la S.T.C. 33/1999, únicamente la existencia de indicios racionales de comisión de una acción delictiva, como presupuesto de la legitimidad constitucional de aquella, unida al objetivo de la consecución de fines constitucionalmente legítimos y congruentes con la naturaleza de la medida y que se la conciba, tanto en su adopción como en su mantenimiento, como una medida provisional y de aplicación proporcionada a la excepcional, consecución subsidiaria, de los fines antedichos, ponderando las circunstancias concretas que, de acuerdo con el constitucionalmente presupuesto legítima, legal permiten y su la finalidad adopción (en el mismo sentido, S.T.C. 62/1996, de 15 de abril, 44/1997, de 10 de marzo, 66/1997, de 7 de septiembre). 4 abril, 177/1998, de 14 de En igual línea, STC 142/2002 (Sala Primera), de 17 junio que, glosando las SSTC 60/2001, de 26 de febrero y 138/2002, de 3 de junio, precisó que la legitimidad constitucional de la prisión provisional, en tanto que medida cautelar limitativa del derecho a la libertad adoptada dentro de un proceso penal, exige como presupuesto la existencia de indicios racionales de la comisión de un delito y, como objetivo, la consecución de fines constitucionalmente legítimos y congruentes con la naturaleza de la medida, por lo que toda resolución judicial en la que se adopte o mantenga esta medida ha de ponderar necesariamente las circunstancias concretas que, de acuerdo con su presupuesto legal y su finalidad constitucionalmente legítima, permitan tomar una decisión sobre la misma, estando entre dichas finalidades las vinculadas con la necesidad de garantizar el normal desarrollo del proceso penal en el que se adopta la medida, especialmente la de asegurar la presencia del imputado obstrucciones en a el su juicio normal y la de desarrollo. evitar De posibles semejante tenor A.T.C. 100/2003 (Pleno) de 25 de marzo y S.T.C. 35/2007 de 12 febrero, que cita otras muchas anteriores 26 de febrero y (SSTC 60/2001, de 138/2002, de 3 de junio) y añade que, se trata, por consiguiente, de conjurar ciertos riesgos, de fuga, de obstrucción reiteración del normal delictiva, desarrollo que deben del proceso sostenerse en o de datos objetivos, fines que fueron incorporados al texto del art. 503 LECr por Ley Orgánica 13/2003. Por otro lado, es de recordar, que también es reiterada la doctrina que aclara que resulta innegable la relevancia de la gravedad del delito y de la pena para la evaluación de los riesgos de fuga, pues a mayor gravedad más intensa cabe presumir la tentación de la huida y, además, a mayor gravedad de la acción cuya reiteración o cuya falta de enjuiciamiento se teme, mayor será el perjuicio que, en el caso de materializarse la fuga, sufrirían los fines perseguidos por la Justicia, sin perjuicio de que, junto a dicho dato objetivo 5 inicial y fundamental, se tengan en cuenta otros, como las características personales del inculpado, el arraigo familiar, profesional y social, las conexiones en otros países, los medios económicos de los que dispone, etc. Señala en dicha línea el TC que, mientras que, en el momento de adopción inicial de la medida, el riesgo de fuga se puede sustentar sólo en circunstancias objetivas como el tipo de delito y la gravedad de la pena, con el transcurso del tiempo, se han de ponderar las circunstancias personales del privado de libertad y del caso concreto (SSTC 47/2000, de 17 de febrero, 62/2005 de 14 marzo y 50/2009 de 23 febrero). Así, la STC independencia de 35/2007 que no de 12 sea febrero aclara que, constitucionalmente con legítimo derivar el riesgo de fuga sólo de la naturaleza del delito y la gravedad de la pena en momentos no iniciales del procedimiento, la ponderación conjunta en el caso concreto de un cúmulo de gravedad de la circunstancias —naturaleza los hechos, pena, proximidad del juicio oral—, no es inconstitucional, cuando se razona de fuga que de dichos elementos de expresamente que el riesgo deriva no se conjura por las circunstancias individuales alegadas por el imputado. Ello resulta predicable en el caso examinado, en el que el tiempo transcurrido y las circunstancias personales de la recurrente no desdibujan el riesgo de fuga ni el de reiteración delictiva, dadas la gravedad del delito y de la penas que pudieran recaer en el presente procedimiento, a las que habría que añadir la existencia de otra acusación Fiscal por otro delito análogo por hechos ocurridos con anterioridad y respecto de los que existió una ruptura representada por la detención e ingreso numerosos meses en prisión durante un periodo de en la otra causa que, en principio y salvo lo que resulte en sentencia definitiva, obstarían a la aplicación de la circunstancia de cosa juzgada, que argumenta en apoyo 6 de su tesis la apelante y sobre la que ya se ha pronunciado igualmente esta Sección en autos anteriores. Por otro lado, incide en vinculación de la recurrente con que cuenta con países apoyos en el el riesgo de fuga la una organización terrorista extranjero, entre otros, en en los que las medidas de cooperación internacional para obtener una eventual solicitud de extradición carecerían de eficacia. que la Banda dispone de medios para favorecer la huida de sus integrantes y tiene un claro No cabe, pues, interés en ignorar mantener a los mismos fuera de la disposición de la Justicia para lograr su impunidad e incluso con la finalidad facilitar la reiteración delictiva. SEGUNDO.- Es esencial destacar que al riesgo de fuga se une el de reiteración delictiva, el cual es claro, ya que la impugnante, tras ser puesta en libertad provisional por la causa anterior, volvió a incidir en las conductas delictivas por las que ha sido nuevamente procesada; no resultando acogible la invocación de que dicha reiteración debiere haber dado lugar a la modificación de la situación personal en el primer procedimiento, ya que nada obsta a que en esta segunda causa para pueda valorarse la propia actuación de la procesada evaluar dicho riesgo, que junto con el de fuga constituyen fundamentos constitucionalmente legítimos para la adopción y mantenimiento No excluyen la prisión. tampoco los mencionados riesgos la invocación relativa al cese de la violencia unilateralmente declarado por ETA, Banda terrorista que no está disuelta ni ha entregado las armas, sin que, en ningún caso, la referida alegación excluya la inexcusable aplicación del principio de legalidad, ni justifique la impunidad respecto de conductas incardinables en el delito de terrorista. 7 integración en organización Por otro lado, como señala, entre otras, la STS enero de 19 de 2007, el concepto terrorismo, organización o grupo terrorista, no siempre se identifica con el de banda armada, sino que es la naturaleza de la acción cometida, la finalidad perseguida con esta actuación, la que determina el carácter terrorista o no de la misma. Por su parte la STS 30 de octubre de 2012, citando otras muchas anteriores, SSTS 8 de julio 2010, 31 de marzo de 2010, señaló que el delito de pertenencia a grupo u organización terrorista exige: la existencia de aquélla, el conocimiento por parte del acusado de tal existencia y la incorporación con vocación de ejecución duración de tareas temporal con relacionadas disponibilidad con los fines para la de la organización o bien con la realización efectiva de las mismas. Añadió que la doctrina entiende "integrante", así como la palabra sinónima que el término "perteneciente", que utiliza el art. 571 CP, es empleado en sentido equivalente a "miembro", y que la pertenencia supone una prestación de algún tipo de servicio para los fines de la banda, ya en el campo ideológico, económico o logístico, de aprovisionamiento o de ejecución de objetivos de mayor intensidad, que las conductas de mera colaboración episódica. Explicitó igualmente dicha sentencia de 30 de octubre de 2012 que, “la intervención activa no equivale, naturalmente, tan sólo a la autoría de dichos delitos, sino más bien ha de hacerse equivalente a cualquier intervención causal relevante y dolosa en el proceso de preparación y ejecución de alguno de ellos. Así serán integrantes -miembros activos- los autores de los delitos que la banda, organización o grupo lleven a cabo, los partícipes de los mismos y también los que intervienen en su preparación, e igualmente las conductas de encubrimiento 8 cuando revelen un carácter permanente. Puede no obstante haber personas que, aunque no intervengan en la realización de acciones delictivas, forman parte de la dirección, en sentido amplio, de la banda, ocupándose de dirigir las actividades de mantenimiento asociación: de la labores estructura de organizativa planificación y de básica a la coordinación en cualquier ámbito de la actividad de la banda. Tales personas podrán ser consideradas también integrantes de la asociación terrorista (como lo serían en cualquier otra asociación ilícita)....”. De modo integrantes de que para que organización conozcan la dependencia puedan terrorista ser será consideradas necesario que de la organización terrorista y que conozcan que con sus acciones contribuyen de alguna forma al funcionamiento ideológicos, de la mediante internacionales, organización contactos etc...). con Siendo así (apoyos, materiales, terceros, internos la participación o en cualquiera de las actividades de la organización propiamente armada con conocimiento de que con esa participación contribuirá a las actividades delictivas del grupo terrorista, debe configurarse como una modalidad de delito de terrorismo. En semejantes términos se pronuncia la STS de 2 de diciembre de 2014. Examinada desde dicha perspectiva la actuación desplegada al servicio del aparato político de la Banda, en una materia de la relevancia que para la misma tiene el denominado Frente de Cárceles, resultaría incardinable en el delito por el que ha recaído el procesamiento; no exigiéndose la intervención personal y directa en la perpetración de 9 delitos violentos. No siendo, en cualquier caso, este el momento procesal en el que deba efectuarse una calificación definitiva de la conducta. TERCERO.- Tampoco cabe analizar en este estadio la posible aplicación de los subtipos atenuados introducidos tras la reforma operada por LO 2/2015; siendo de recordar que, aunque la LO cooperación, 2/2015 las introduce mismas nuevas coexisten con modalidades de el de delito integración en organización terrorista, tipificado en el art. 571 1 y 2 del Código penal vigente en la fecha en que ocurrieron los hechos, delito que no ha sido despenalizado, sino que está regulado tras la reforma en el art. 572 CP que prevé unas penas de prisión de seis a catorce para los integrantes o participantes de forma activa y penas superiores para los dirigentes. Como también indicamos en el auto de 8 de junio de 2016 la posibilidad de la aplicación de la atenuación prevista en el artículo especulación, 579 bis 4 CP dado que será no el deja de Tribunal ser una mera enjuiciador quien determine en su caso su procedencia conforme a los postulados del citado precepto legal. CUARTO.principio de En cuanto igualdad, a la que pretendida se vulneración fundamenta en que del otros procesados se encuentran en libertad por esta causa, procede recordar que, como también dijimos en el auto de 8 de junio de 2016, las medidas cautelares indicios de la concreta se fijan, atendiendo a los participación de cada uno de los encausados en las conductas presuntamente delictivas y a las circunstancias personales, profesionales, familiares y sociales de aquellos, por lo que, la diferente decisión sobre la situación personal puede estar perfectamente justificada, 10 en atención a la diferencia de dichos presupuestos respecto de unos y otros. En el caso examinado, como apunta el Ministerio Fiscal, las circunstancias familiares invocadas por la recurrente no son equiparables a las de otros procesados, sin que la situación de salud de los progenitores, que cuentan con otros apoyos al basten para Tribunal, margen del que garantizar ni para pudiera la desplegar permanencia erradicar el a peligro la recurrente, disposición de del reiteración delictiva, habida consideración de la conducta desplegada por esta concreta procesada, cuya relevancia cualitativa, además, es superior comportan a la la de otros desestimación procesados, del consideraciones recurso y la que íntegra confirmación de la resolución recurrida. LA SALA ACUERDA: Desestimar el recurso de apelación interpuesto contra el auto ut supra referenciado, confirmando en su totalidad la resolución impugnada, sin imposición de las costas devengadas. Notifíquese esta resolución a las partes; haciéndoles saber que frente a la misma no cabe recurso alguno y expídase testimonio para su remisión al Jugado de Así, por este nuestro auto, lo procedencia. acordamos, mandamos firmamos. DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo acordado. Doy fe. 11 y VOTO PARTICULAR QUE FORMULA EL MAGISTRADO JOSE RICARDO DE PRADA SOLAESA EN RELACION CON EL AUTO EN QUE SE DENIEGA LA LIBERTAD DE LA ENCAUSADA ARANTZA ZULUETA AMUTXATEGI DE ESTA MISMA FECHA. PRIMERO.- Como punto excepcional la de de partida prisión recuerdo provisional y el la carácter necesidad y proporcionalidad de la misma como garantías constitucionales del derecho a la libertad personal individual. En mi consideración, la defensa de la Sra. Zulueta ha esgrimido razones suficientes para que se hubiera acordado la libertad provisional de su defendida. Ha puesto de manifiesto el tiempo por el que por el momento se extiende la prisión, la situación personal familiar de la recurrente, la existencia de evidentes familiar, elementos la falta de de arraigo riesgo de personal, reiteración económico y delictiva, el contexto de cese evidente de la actividad terrorista por parte de ETA que se da en este momento, la situación de libertad en que se encuentra en el otro procedimiento penal que se le sigue y la posibilidad de la estimación de la cosa juzgada en el presente, en relación con aquel, al tratarse de una imputación delictiva por el mismo tipo penal, solo que de momentos diferentes, pero que forman parte del mismo hecho jurídico. SEGUNDO.- A mi juicio, todas las indicadas razones han debido ser valoradas y adecuadamente ponderadas dando como resultado la libertad provisional de la recurrente. Mismo lugar y fecha. 12