Protagonistas de la clase de Religión

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DOSSIER DE PRENSA
‘Protagonistas de la clase de Religión’
La Fundación SM ha hecho público el informe Protagonistas de la clase
de Religión, un estudio que analiza la clase de religión más allá de la
controversia mediática y que se basa en sus tres pilares fundamentales: los
profesores, los alumnos y sus familias.
El informe, editado en el nº 17 de los “Cuadernos” de la Fundación SM, ha
sido elaborado por el Instituto de Evaluación y Asesoramiento IDEA y
dirigido por Carlos Esteban Garcés, director desde hace más de 15 años de
la revista “Religión y Escuela”.
Como señala Javier Cortés, director general del Grupo SM, en el prólogo del
Informe, con este estudio “hemos querido preguntarnos qué está pasando
de verdad en las aulas cuando se imparte la clase de Religión” tratando de
alejarse de una visión de la educación que a veces “es más fruto de los
excesivamente ideologizados debates en que
nos movemos, que del
conocimiento real de lo que está ocurriendo en las aulas”.
1
Principales conclusiones del Informe:
A diferencia de su tratamiento en la política educativa y su proyección
mediática, donde la clase de Religión suele aparecer como un problema, los
profesores y las familias que la eligen voluntariamente no solo no la
perciben como una cuestión controvertida, sino que la valoran
positivamente. En definitiva, la enseñanza de la religión es una realidad
muy poco o poco problemática para sus principales protagonistas.
Otra conclusión general extraída es que el profesorado de las clases de
Religión se siente buen profesional, subrayando claramente su dimensión
vocacional, y tiene un alto compromiso con su trabajo como muestran sus
responsabilidades en la formación permanente, la lectura de libros y
revistas, la innovación metodológica o el asociacionismo profesional y
sindical; son datos más elevados comparativamente con otros colectivos.
Sin embargo, no se perciben muchas diferencias entre el profesorado de
Religión de los centros privados o concertados respecto a los de la pública.
PROFESORES:
-
Todos los profesores de Religión de Educación Infantil y Primaria son
titulados universitarios y en una inmensa mayoría laicos. En el caso
de Secundaria, más de un 67% de los docentes de Religión tienen
una doble titulación universitaria.
-
Un 70% de los profesores de Religión tienen, además del trabajo de
sus clases, un compromiso de voluntariado con temas de justicia
social, este porcentaje es mayor en la escuela pública que en la
concertada.
-
El 76% del profesorado de Religión apoya que la mejora de la
educación sea a través de un pacto educativo. Un 60% cree que el
sistema de BUP y COU era mejor que el de ahora.
-
La mitad del profesorado de Religión Católica está a favor de la
presencia de otras religiones en el sistema educativo como una
opción educativa para las familias. Sorprende que, aunque es un
porcentaje muy bajo, el 16% cree que la enseñanza de la religión
acabará desapareciendo de las escuelas.
-
Casi el 40% del profesorado considera que la clase de Religión podría
tener un enfoque no confesional y ser obligatoria para todos los
alumnos.
-
El 70% de los profesores cree que su progreso es gracias a su
esfuerzo personal y solo un porcentaje menor reconoce el apoyo de
los compañeros, la Iglesia o la Administración educativa. Un 70% no
cambiaría su trabajo mientras que el 17% sí lo haría si pudiera.
2
-
El 60% del profesorado de Religión encuestado dice sentirse
optimista como educador, pero después de 10 años de ejercicio
profesional este porcentaje se reduce a la mitad. Solo el 1% dice
sentirse triste en su trabajo.
-
Casi un 40% de los profesores de Religión creen que sería mejor
hacer una oposición para ser profesores en los centros públicos. En
los concertados, apenas un 10% considera que solo los religiosos
deberían ser profesores de Religión.
ALUMNOS:
-
La clase de Religión la eligen el 74% de los alumnos del sistema
educativo, preguntados si pudieran elegir Matemáticas, sólo el 63%
la elegiría, mientras que en Lengua se matricularían el 61%, siendo
estas dos materias las más valoradas por los alumnos.
-
Casi uno de cada tres alumnos dice que sus profesores de Religión
son mejores que el resto, siendo un 7% los que dicen que son peores
que los demás, aunque es una mayoría la que les considera iguales.
-
La mayoría de los alumnos encuestados (57’7%) considera que en
clase de Religión se deberían abordar los valores humanos además
de las religiones, el 18% cree que deben abordarse todas las
religiones y el 15’6% que sólo la religión católica.
-
Respecto a las creencias y valores de los alumnos, un 59’7 % de los
encuestados considera que la homosexualidad no es ningún
problema, frente a un 20’3% de alumnos que no comparte esta idea.
En comparación con los datos del estudio sociológico de la Comisión
Espiscopal de Enseñanza de 1998, se ha producido un notable cambio
en el estado de opinión de los alumnos, invirtiéndose prácticamente
los porcentajes.
-
El 40,9% de los alumnos de religión participa en algún grupo o
asociación juvenil y un 17,7% participa en algún tipo de
voluntariado. En cambio, un 65% afirma que no le interesa la
política.
-
El 82% de los alumnos matriculados en clase de religión está
preocupado por la justicia y la solidaridad, el 84% está
preocupado por la ecología, mientras que el 19% dice que el dinero
es más importante que los valores humanos.
-
Casi el 40% de los alumnos reconoce a los inmigrantes los mismos
derechos que los nacidos aquí.
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FAMILIAS:
-
Los padres de la mayoría de los alumnos matriculados en clase de
Religión están casados por la Iglesia (81,8%), se sitúan en una
franja de edad entre 40 y 50 años, y no participan en ninguna
parroquia ni congregación religiosa, ni tampoco tienen ningún
compromiso social de voluntariado o cooperación con ONG.
-
El 80% de las familias valora la clase de Religión como buena para
sus hijos por los valores que propone y el aumento de la cultura
que les proporciona. Más de la mitad está a favor de que se aborden
todas las religiones en el currículo de Religión.
-
El 40% de las familias considera que Educación para la Ciudadanía
era una asignatura “innecesaria” en el sistema educativo, este
porcentaje sube al 45% en la concertada y desciende al 33% en la
escuela pública.
-
El 77,5% de las familias que eligen la enseñanza de la Religión
manifiesta estar satisfecha o muy satisfecha con las clases que
reciben sus hijos.
-
El 49% de las familias dicen elegir la clase de Religión sin consultar a
sus hijos. Pero aumenta hasta el 72% quienes consideran que esta
clase es un derecho de las familias.
-
Sorprende que de las familias que eligen la clase de Religión, un 28%
considere que acabará desapareciendo de las escuelas.
-
El 37% de las familias no está de acuerdo en que la elección de un
centro religioso suponga la obligación de la clase de Religión.
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1. DATOS SOBRE LOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE RELIGIÓN
El estudio ha analizado las respuestas de un total de 3.808 alumnos
de los cuales el 31’9% eran de Educación Primaria, cursando el tercer
ciclo, el 44% de Secundaria y, por último, un 24’1% cursaban
Bachillerato.
El 56’3% estudian en centros públicos y el 43’7% en centros privados
o concertados; mientras que el 47’5% dicen estudiar en un centro
religioso y un 50% en un colegio no religioso, lo cual revela ya una
cierta confusión en este alumnado debido a que un 11’4% de los que
están escolarizados en un centro público dice que su escuela es
religiosa.
1.1Análisis del alumnado
Cada año, el 74% del alumnado en España elige voluntariamente
las clases de Religión. Un porcentaje significativo de los alumnos
encuestados (47,9%) dice que está matriculado en las clases de
Religión porque él mismo lo ha elegido, la otra mitad está porque lo
ha elegido la familia sin consultarles. A la pregunta de qué harían si
pudieran elegir Matemáticas las respuestas afirmativas son del 62,7% y del
60,9% en caso de Lengua.
En cuánto a las creencias y valores de los alumnos, la mayoría se
declara católico (74,8%) y sólo un 6% dice ser ateo. La práctica
religiosa es habitual en un 40% y un 39,4% está relacionado con
alguna parroquia, asociación o movimiento religioso.
La implicación religiosa disminuye a medida que aumenta la etapa
en la que nos encontremos, así los alumnos de Educación Primaria se
muestran católicos (86’7%) y practicantes en mayor porcentaje que
sus compañeros de más edad (un 70’4% de los de ESO, y un 66’1%
de Bachillerato). En este sentido, los alumnos de Bachillerato se
califican como indiferentes a la religión o con una práctica religiosa
poco habitual o nada habitual en mayor medida que los más
pequeños. Los de ESO se declaran como ateos y más indiferentes a la
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religión en mayor medida que sus compañeros de Educación Primaria.
Por otra parte, el alumnado de las clases de Religión se muestra muy
responsable a la hora de hablar de sus deberes como
estudiante. Por ejemplo, el 85,5% de los alumnos considera que la
exigencia y el esfuerzo son necesarios para el estudio. Quizá por ello,
un 34% de los alumnos piensa que el sistema educativo no les exige
todo lo que pueden hacer.
Para el 90,7% de los alumnos de las clases de Religión la familia es
lo más importante. También es una mayoría notable la que afirma
que es la familia la responsable en la educación de sus hijos. Para un
80% la preocupación por la justicia y la solidaridad es notable, y un
73,3% se muestra preocupado también por la naturaleza y el medio
ambiente.
La mayoría de los alumnos cree que con la Religión tiene mayor
cultura y casi la mitad valora que le ayuda a ser más tolerante. Una
ligera mayoría de este alumnado de Religión (51,3%) no está de
acuerdo en que sea obligatoria.
La mitad de los alumnos conocen mejor la Iglesia en estas clases,
una notable mayoría dice conocer aquí también otras religiones. El
68,3% de los alumnos y alumnas valora que las clases de Religión le
ha ayudado a saber de Dios, a el 43,7% les ayuda a creer en
Jesucristo, y a más de la mitad le ayuda también en otras cuestiones
de fe. Y uno de cada cuatro, el 27% del alumnado de las clases de
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Religión, dice que si no existiera esta clase, no sabría nada ni de la
Iglesia ni de otras religiones.
Los alumnos de centros privados y concertados son los que creen que
la clase de Religión no debería ser evaluable, mientras en los
centros públicos este porcentaje es menor. Este dato revela una
mayor percepción del carácter académico de la asignatura en la
escuela pública, mientras que en los centros con ideario religioso esta
asignatura se sitúa más en una órbita vivencial y de pastoral.
Un 50,4% considera que no existe riesgo de manipulación en la clase
de Religión, un 27,3% tenía una respuesta intermedia, mientras que
el 19,2% sí acepta esa posibilidad.
Un 64,2% de los alumnos cree que sus profesores de Religión son
buenos, pero llama la atención que uno de cada cuatro considera que
son mejores que los de otras materias. Por otra parte, solo el 6,8%
considera que los de Religión son peores que otros docentes. Para un
56,2% los profesores de Religión son iguales que el resto de
profesores. Los alumnos de centros públicos consideran en mayor
medida a los profesores de Religión mejores que al resto, en
comparación con los de centros privados o religiosos. Estos
porcentajes aumentan con el avance de las etapas educativas, siendo
los alumnos mayores quienes mejor valoran a los profesores de
Religión. Una notable mayoría del alumnado considera y percibe que
sus profesores de Religión son creyentes.
2. APROXIMACIÓN
RELIGIÓN
AL
PERFIL
DE
LOS
PROFESORES
DE
En total, han sido 433 los profesores encuestados, 316 dan clase de
Religión en centros de Educación Primaria y 117 en centros de
Secundaria. Por otra parte, 93 de los profesores trabajan en centros
de titularidad pública y 340 en centros privados o concertados.
En el estudio se habla de profesores con una buena preparación
académica y con un activo compromiso de formación permanente,
implicados socialmente en clave de justicia y solidaridad, y formados
en el uso de las nuevas tecnologías.
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2.1 Análisis del profesorado
Los datos relativos a los profesores de Religión revelan que la
mayoría son laicos y creyentes (un 97’6%). Un 87’5% declara que su
práctica religiosa es habitual y muy habitual. Un 65’1% está
relacionado con alguna parroquia, movimiento, asociación u otro
colectivo religioso. De hecho, la motivación principal para ser
profesor de Religión es la vocación y tiene que ver, de alguna
manera, con la experiencia creyente.
El 56’9% del profesorado se encuentra en la franja de edad de entre
40 y 59 años, un 22’9% entre 31 y 39 y un 14’3% tiene menos de 30
años. De su estado civil, un 56’6% están casados, un 26’8% solteros
y el resto, en pequeños porcentajes, se encuentran separados o
divorciados, o son sacerdotes y religiosos.
Dos de cada tres profesores de Religión elige esta profesión por ser
creyentes. Un gran porcentaje de profesores coinciden en la
necesidad de tener un comportamiento de vida coherente con los
valores morales que intentan transmitir.
En cuanto a su compromiso social, algo más de la mitad de los
docentes de Religión participan en acciones de voluntariado,
cooperación con una ONG u otra vinculación con la promoción de la
justicia, dándose en mayor medida en aquellos que trabajan en la
enseñanza secundaria y en la pública que en primaria y en la
concertada. Un 36% de los docentes están afiliados a algún sindicato
o asociación profesional.
Respecto a su formación, todos los profesores son titulados
universitarios y el 67,5% de los profesores de Religión de Secundaria
cuentan además con una segunda titulación. Además, un notable
porcentaje del profesorado (80’8%) tiene la titulación de la propia
Iglesia, la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica
(DECA), siendo este porcentaje más elevado en Secundaria y
llegando casi a la totalidad en la enseñanza pública.
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Casi un tercio de los profesores está de acuerdo en que deberían hacer
oposiciones para estar en los centros públicos. Este porcentaje aumenta
en los centros públicos respecto a los privados. En estos últimos, solo en
7,9% considera que los profesores de Religión deben ser religiosos o
religiosas.
Los profesores de Religión aparecen como exigentes con su formación
y preparación académica, porque el 85,9% manifiesta la necesidad
de la formación permanente y un tercio valora como insuficiente la
formación inicial de la universidad para ser profesor de Religión. En
consecuencia, más de un tercio de los profesores realiza entre 21 y
40 horas de cursos de formación cada año.
Casi un 40% de los profesores de Religión creen que sería mejor
hacer una oposición para ser profesor en los centros públicos. En los
concertados, apenas un 10% considera que solo los religiosos
deberían ser profesores de Religión.
Su postura política, se sitúa en mayor medida en ideologías
centro (26’6%); mientras que un 8’3% se sitúa en una postura
izquierdas, un 10’9% de centro-izquierda y un 9% de derechas.
mayor el porcentaje de posturas de centro y centro-derecha
Primaria y más de centro-izquierda e izquierda en Secundaria.
de
de
Es
en
La valoración que hacen del sistema educativo no es muy
positiva, solo el 35,8% creen que merece un aprobado. El 69,1%
cree que el sistema educativo no funciona, en términos generales,
bien. Y aunque valoran que ha mejorado mucho desde la transición
democrática, en los últimos diez años no ha sido así. En estas
valoraciones se muestran más críticos los de centros públicos que los
de la concertada o privada.
El fracaso escolar preocupa como principal problema al 67,7% y
casi la mitad de los profesores de Religión cree que la función
directiva debería profesionalizarse en mayor medida.
Sobre la nueva materia de Educación para la ciudadanía, el 43,4%
de los profesores de Religión la considera como innecesaria, y solo
uno de cada cinco, 21%, la percibe como amenaza para la clase de
Religión.
Si se pregunta por las diferentes leyes educativas, el 59,8% de los
docentes de Religión valora que el sistema de la EGB y el BUP era
mejor que el actual. Un 41,8% de los profesores achacan la
responsabilidad de esto a la LOGSE y un 36,3% cree que una reforma
como la LOCE era necesaria. Para la mayoría de los profesores, los
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problemas de la clase de Religión tienen que ver más con la política
que con la educación.
Sobre la enseñanza de la Religión, el 39,3% considera que debería
tener un enfoque no confesional y ser obligatoria para todos los
alumnos. La mitad está a favor de la presencia de otras religiones
como una opción educativa para las familias, mientas que sólo uno de
cada diez cree que la católica debería ser la única. Sorprendente que,
aunque es un porcentaje muy bajo, el 16% cree que la enseñanza de
la religión acabará desapareciendo de las escuelas, otro dato para el
análisis.
El 84,1% cree que la clase de Religión tiene un sentido cultural y
educativo en sí misma.
La interacción de los docentes con los alumnos es valorada positivamente
por una abundante mayoría, al igual que su relación con las familias, más
valorada por los de Primaria que por los de Secundaria, etapa en la que el
porcentaje disminuye hasta el 69,2%. Las dificultades llegan a la hora de
comprender a los alumnos difíciles, que les cuesta a la mitad de los
profesores. Como era de esperar, los profesores que llevan menos de 10
años, tienen más dificultades en mantener el orden en clase, mientras que
los que acumulan más años de docencia tienen otras dificultades como, por
ejemplo, crear recursos nuevos.
Los datos revelan que la mayoría utiliza libros de texto, pero también
es una notable mayoría la que elabora recursos didácticos y utiliza las
nuevas tecnologías en las clases.
En cuanto a su posición dentro del centro educativo, el 84’4% ha
desempeñado tareas de tutor; y el 76’2% imparte otras materias
además de la clase de Religión. De tareas de coordinación se ha
encargado alguna vez el 43’9% de los profesores y un 13’9% ha
desempeñado tareas directivas. En la enseñanza pública, el 43% del
profesorado de Religión ha desempeñado tareas de tutor, el 23’7%
de coordinación, un 4’3% ha desempeñado tareas directivas y un
3’2% imparte otras materias. Es necesario clarificar que en los
centros públicos, desde hace ya bastantes años, se impide a los
profesores de Religión desempeñar tareas directivas.
La interacción de los docentes con los alumnos es valorada
positivamente por una abundante mayoría, al igual que su
relación con las familias, más valorada por los de Primaria que por los
de Secundaria, etapa en la que el porcentaje disminuye hasta el
69,2%. Las dificultades llegan a la hora de comprender a los alumnos
difíciles, que les cuesta a la mitad de los profesores. Como era de
esperar, los profesores que llevan menos de 10 años, tienen más
dificultades en mantener el orden en clase, mientras que los que
10
acumulan más años de docencia tienen otras dificultades como, por
ejemplo, crear recursos nuevos.
El estado de ánimo de los profesores de Religión es muy
positivo, un 45% se siente optimista, y la mayor parte se perciben
como buenos profesores, habiendo mejorado en los últimos años más
por su esfuerzo que por las ayudas de las Administraciones
educativas o de la Iglesia.
No hay grandes diferencias con los docentes de otras materias en
cuanto a su ánimo y a su talante; tampoco en cuanto a la
consideración social y al reconocimiento de su trabajo. Un 66,5% se
siente satisfecho con las condiciones de su trabajo. En general,
como los docentes de otras materias, no se sienten muy valorados
por la sociedad. Más de la mitad destaca que sí perciben el apoyo
expreso de sus compañeros de trabajo. Destaca el dato de que
solo el 44% se siente valorado suficientemente por la Iglesia
en su trabajo.
3. SOBRE LAS FAMILIAS
Por último, el estudio analiza las respuestas de 2.182 familias, de las
cuales el 40% (873) son familias de alumnos de Educación Primaria y
1309 (60%) de Educación Secundaria. En cuanto a la titularidad,
1097 (50’3%) tienen escolarizados a sus hijos en centros públicos y
el 49’7% restante (1085 familiares) pertenecen a centros privados o
concertados.
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3.1 Análisis de las familias
El protagonismo de las familias en el ámbito de la enseñanza de la religión
es notable, puesto que son ellas las depositarias del derecho a elegir esa
materia en el sistema educativo. Por otra parte, el colectivo de profesores
de Religión reconoce abrumadoramente la responsabilidad primera de las
familias en la educación de sus hijos e hijas.
Por su parte, los alumnos valoran la familia como lo más importante para
ellos en una inmensa mayoría; aunque sorprende que casi la mitad de los
alumnos manifieste que está en las clases de Religión porque ellos mismos
lo han elegido, aunque el dato se clarifica en buena medida si se tienen en
cuenta las variables de la edad.
En líneas generales, el 81’8% de los padres de los alumnos de la
clase de Religión están casados por la Iglesia. El 70’4% se sitúa en
una franja de edad entre 40 y 50 años; y aproximadamente la mitad
de los encuestados, tanto padres como madres, son empleados o
funcionarios. Además, el 58’5% son familias con dos hijos o hijas.
En cuanto a sus creencias y valores, el 58% de las familias tiene
escolarizados a sus hijos e hijas en colegios con un proyecto
educativo cristiano, y el 88’5% de las madres encuestadas, junto al
77’8% de los padres, se declaran católicos. Sin embargo, el 45’1%
afirma que la práctica religiosa en la familia es poco habitual, el
37’4% habitual y solo el 7’1% muy habitual.
El 74’2% no participa en ninguna parroquia, movimiento, asociación u
otro colectivo religioso, y el 74’7% no tiene ningún compromiso social
de voluntariado, cooperación con una ONG ni otra vinculación con la
promoción de la justicia.
Las familias se consideran como primeros responsables en la
educación de sus hijos en 97,8%, desechando otras
alternativas como el Estado o la propia escuela. Casi la mitad
estima que el sistema educativo no funciona bien, aunque es el
38,9% que sí lo valora. La mayoría de las familias, como los
profesores encuestados, consideran que nuestro sistema educativo no
ha mejorado mucho en los últimos diez años, y valora mejor el
sistema de la EGB y el BUP mejor que el actual.
Atendiendo a las razones de las familias para elegir las clases de
Religión, una mayoría notable (55%) las eligen porque ayudan a sus
hijos a ser más responsables y desarrollan en mayor medida su
capacidad crítica. El 79,4% considera que los valores que la clase de
Religión propone son buenos para la formación de sus hijos.
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Como es lógico en familias que han elegido voluntariamente la clase
de Religión para sus hijos, una mayoría la considera necesaria para la
educación. Sin embargo, sigue siendo una mayoría (56,4%), pero
menor, la que considera que esta materia no debería ser
obligatoria para todos. Prácticamente el 80% considera que los
alumnos que no van a clase de Religión deben tener una actividad
académica en condiciones de igualdad.
El 77,5% de los padres están satisfechos con las clases de Religión
que reciben sus hijos.
Respecto a su tendencia política, el 14’1% se sitúa en la izquierda,
el 13’7% en el centro-izquierda, el 21’4% en el centro, el 21’5% en el
centro-derecha y el 11% en la derecha. Un mayor porcentaje de
familias que escolarizan a sus hijos e hijas en centros públicos se
sitúa en posiciones políticas más a la izquierda.
Aunque es mayoría la que considera que la clase de Religión no debe
evaluarse como las otras materias, hay un porcentaje significativo
(34%) que lo considera así. Con este dato podría valorarse la
percepción social de la enseñanza de la religión con una imagen,
quizás, poco académica de la materia.
Respecto a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, el 40%
está de acuerdo en que es innecesaria en el sistema educativo,
mientras que el 34’8% se muestra en desacuerdo con esta
afirmación. Igualmente el 33’2% comparte la idea de que la
Educación para la ciudadanía viene a complementar los objetivos de
la enseñanza de las religiones, y por el contrario, el 38’3% se
manifiesta en desacuerdo.
Las madres y los padres del alumnado de las clases de Religión se
muestran preocupados por el fracaso escolar, como principal
problema de nuestra escuela, y por la escasa inversión pública.
También es mayoría quienes creen que la mejora del sistema
educativo pasa necesariamente por un pacto educativo.
La mitad de las familias no cree que la enseñanza de la religión
acabe desapareciendo de las escuelas en un futuro; las familias
de la escuela pública lo creen en mayor medida.
Uno de cada cuatro encuestados considera que las clases de
Religión son un privilegio de la Iglesia más propio de tiempos
pasados que de los actuales, siendo más los de la escuela pública
quienes así piensan.
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El autor
Carlos Esteban Garcés, autor del Informe Protagonistas de la Clase de
Religión, es experto en la enseñanza de las religiones en el sistema
educativo.
Es Profesor Titular de Pedagogía de la Religión y director del Área de
Ciencias de la Religión del Centro Universitario La Salle, donde promueve
activamente la formación inicial de los profesores de Religión desde
Educación Infantil hasta Bachillerato.
Director de la revista profesional de los profesores de Religión, “Religión y
Escuela”, desde hace quince años y miembro del Foro Europeo de la
Enseñanza de la Religión.
Así mismo, es responsable de la formación permanente del profesorado
de Religión en la archidiócesis de Madrid desde 1999 y asesor curricular
para la clase de Religión en la Comunidad de Madrid.
Carlos Esteban Garcés es también autor de varios libros sobre didáctica de
la religión y más de un centenar de artículos en revistas especializadas.
Recientemente ha publicado una Edición didáctica de la LOE (2006), el Área
de Religión en el sistema educativo de la LOE (2007) y Competencias
básicas y área de Religión (2008) y ahora el Informe sociológico
Protagonistas de la clase de Religión.
Participa habitualmente como ponente y asesor en programas de
formación continua e innovación educativa del profesorado de Religión con
instituciones educativas, tanto privadas como públicas.
IDEA
IDEA, Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo, fue creado
por la Fundación SM en 1999.
Su tarea fundamental es realizar evaluaciones externas e independientes
para colaborar con los centros en la mejora de la enseñanza, con la
distancia necesaria para llegar a toda la información, a todos los
componentes de la escuela.
Fundación SM
La Fundación SM fue creada en noviembre de 1977 por la Compañía de
María (Marianistas) de España. Su principal objetivo es hacer llegar la
docencia y la cultura a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Todos los beneficios del Grupo SM se destinan íntegramente a la
financiación de los Programas de la Fundación, y al desarrollo y expansión
de la actividad empresarial del grupo editorial.
La Fundación SM se constituyó como fundación cultural privada, con un
carácter benéfico-docente, y concentra sus actividades en cuatro grandes
líneas de actuación: investigación educativa; formación del profesorado;
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impulso de la literatura infantil y juvenil; y apoyo a programas y actividades
socioeducativas.
Estas actividades se plasman cada año en el Programa de Actividades de la
Fundación, que tiene su ámbito de actuación en los países donde se
desarrolla el proyecto de SM: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España,
México, Perú, Puerto Rico y República Dominicana.
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