Hora Santa por los enfermos. Director: Señor: Hoy en este día resuenan en mis oídos las palabras que dijiste: “Aunque la madre se olvide de sus hijos, yo jamás te olvidaré” Se que me miras con cariño y me amas con ternura, porque estoy enfermo. Estoy debilitado físicamente, estoy preocupado por la enfermedad que se apodero de mí. A veces, el sufrimiento me hace perder el gusto a la vida. Pero la Fe me da la seguridad de que estás a mi lado, para ampararme, para consolarme, y para comunicarme la fuerza necesaria a fin de que no vacile en la hora del dolor y no me desanime en la hora del sufrimiento. En el esfuerzo de los que me atienden veré tu mano, Señor, que quiere levantarme y verme restablecido. Los sacrificios que este día me reserva, con tu ayuda quiero soportarlos pacientemente y las alegrías que por ventura sienta, quiero compartirlas con quien esté sufriendo conmigo. Señor tu das a la vida una perspectiva de eternidad. Porque si solo pensamos en los cuatro días de este mundo, entonces, lo mas lógico es que solo pensemos en divertirnos y gozar de la vida. Pero, al final, habremos perdido nuestro tiempo y nuestra vida, Y ¡que tristeza se sentirá en el último momento, cuando uno se dé cuenta de haber vivido solamente para este mundo, sin pensar en la eternidad que nos espera! Por eso, vive tu vida en plenitud, vive tu vida con ilusión, vive tu vida con amor. La vida es un regalo de Dios, un tesoro que Dios te ha entregado para que puedas crecer en su amor. La vida es como un libro en el que cada día debes escribir las páginas mas hermosas. No importa, si estás enfermo en un lecho o si estas en una silla de ruedas, tu vida vale tanto para Dios como la de cualquier ser humano, que camina por la calle y esta trabajando todo el día. Tu vida vale tanto como tu amor. Cuanto más amas, mas vales para Dios. Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y dolencias del pueblo.(Mt 4, 23). Señor te pido que tengas compasión de mí. Visítame a través de tu Evangelio para que todos reconozcan que tu estas vivo en tu Iglesia hoy y que se renueve mi fe y mi confianza en ti. AMEN. Lucas Cap. 17(11-19) Lector 1: DE CAMINO HACIA JERUSALEN, JESUS PASABA ENTRE SAMARIA Y GALILEA… Como sabemos Dios vienen a sanar a todos, tanto blancos como negros, tanto a ricos como pobres, tanto viejos o niños porque este Dios es nuestro Padre y Padre de Misericordia. Es un anuncio también de que la Iglesia de Jesucristo manifestará su gloria, cuando todos los pueblos sean un solo rebaño, dirigidos por un solo pastor. 1 Esto nos hace descubrir el mundo extenso, casi incontable de todos los que hoy, en una y otra medida sufren en sus casas y hospitales, solos o acompañados, con la Fe como fuerza, o debilitados interiormente por la ausencia de Dios. TODOS: ORACION: Señor, hoy quiero pedirte por los enfermos en todo el mundo, quiero decirte que ahora con tu amistad, he comenzado a descubrir el lazo misericordioso de amor que me une a todos los hombres; pero de una manera muy especial a los enfermos. En este lazo misericordioso de unión estás Tú, tu dolor, tu pasión, tu muerte, y también tu Resurrección. Mis hermanos enfermos y yo enfermo, estamos unidos a Ti, a tu dolor, a tu amor, a tu Misericordia. Por eso comienzo a entender que por Ti, el sufrimiento tiene un nuevo sentido. Compartimos el dolor contigo. Te pido por mis hermanos enfermos, dales fuerza y Fe; paciencia y esperanza, que descubran los signos de la Misericordia y te descubran como amigo, apoyo y Maestro del dolor. Lector 2: VINIERON A SU ENCUENTRO DIEZ LEPROSOS, QUE SE DETUVIERON A DISTANCIA… LA LEPRA: La enfermedad. La enfermedad es un tesoro para el que sabe amar. El hombre, que no ha sufrido, no sabe lo que es amar de verdad, porque el sufrimiento es el alma del amor y el amor tiene las raíces en forma de cruz. Cuando más amas, más capacidad tienes para sufrir por la persona que amas. Y yo te pregunto: ¿Cuánto amas tu a Dios? (unos segundos para meditar) ¿Cuánto eres capaz de sufrir por El? (unos segundos para meditar) ¿Eres capaz de dar tu vida por su amor como los mártires? (unos segundos para meditar) MUSICACuando el dolor llame a tu puerta, no te rebeles contra Dios, ofréceselo con amor. El sufrimiento con amor es la perla más preciosa que puedes ofrecer a tu Padre Dios. Tu vida es de Dios, no lo olvides, y a Dios debe volver. Tu vida solo tendrá sentido en la medida en que vivas con amor por Dios y para Dios, sólo así te realizaras como persona serás de verdad plenamente feliz. Me preguntarás: ¿Por qué Dios me ha castigado de esta manera? ¿Por qué tengo que sufrir esta enfermedad incurable? ¿Hasta cuando? ¿Por qué Dios se ha llevado a mis seres queridos? ¿Por qué? Y podrás seguir preguntándome muchas mas cosas. 2 Hermano enfermo, escúchame, quiero hablarte al corazón, con sinceridad. Una de las penas más grandes que puedes sufrir es tu soledad. Ya se que los demás no pueden comprender la profundidad de tu dolor interior al sentirte inútil y sin ganas de vivir. Pero Jesús, que ha sufrido más que tu, si puede entenderte. Acude a El, acércate a El, no te quedes a distancia y dile que te abra los ojos del alma para que puedas comprender el sentido de tu vida y de tu dolor. Dios tiene para ti una misión especial, que no ha encomendado a ningún otro. Quizás sea una misión poco brillante, quizás sea oculta y oscura a los ojos del mundo, pero no por ello, menos importante. Tú vales infinitamente para Dios. Jesús murió por ti y te ama infinitamente. No te desanimes, mira a lo alto, mira a Jesús clavado en la cruz y dile: TODOS: Señor, gracias por mi vida. Gracias por haber muerto por mí en la cruz. Gracias por tener un plan maravilloso para mí. Gracias porque a pesar de todas mi rebeldías y de todos mis miedos y rechazos, Tu sigues teniendo paciencia conmigo y me amas a pesar de todo. Gracias, porque me has hecho así. Gracias, Señor. Te ofrezco mi vida y te ofrezco mi amor con todos los besos y flores de mi corazón. Amen. LECTOR 3: JESUS, MAESTRO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS… Señor, ten piedad; Señor ten piedad; he aquí la oración que no deja de brotar de lo mas profundo de nuestro ser. MUSICA…Levanto mis ojos a los montes, de donde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. JESUS SANA HOY. No olvides que Jesús sana a los enfermos. Por eso, cuando haya algún enfermo en tu familia, aparte de acudir al médico, debes preocuparte de pedir oraciones a todos los que puedas. Muchos enfermos son sanados y muchos más podrán ser sanados, si sus familiares tuvieran mas Fe y pidieran insistentemente a Dios la curación de sus seres queridos. Nunca pierdas la esperanza de su curación. Frecuenta la comunión, y recibe la Unción de los Enfermos, Sacramento maravilloso de reconciliación con tu Dios y de Sanación. VAYAN Y PRESÉNTENSE A LOS SACERDOTES… Antiguamente había una ley que aquel que estuviera enfermo de lepra tenia que apartarse del pueblo y de la gente, porque era considerado un gran pecador. Y si obtenía la curación, debía presentarse a los sacerdotes para que ellos comprobaran el hecho. Jesucristo vino a cambiar esas leyes por las leyes del amor, pues la enfermedad no es porque haz pecado, sino por voluntad de Dios que de ese mal sacará grandes bienes. 3 Hoy, la ley del enfermo es que no por estar enfermo, podemos aprovecharnos de los demás, debemos ser agradecidos y respetuosos. Debemos respetar también las leyes fuera y dentro de nuestras casas. Esto es lo que manda nuestro Dios. Cuando llega la enfermedad no es solo dolorosa para aquel que la padece sino también para aquellas personas que nos aman. TODOS: Señor te doy gracias por mi familia y por todos aquellos que me ayudan a cargar esta Cruz. Dales fuerza, serenidad, paz y esperanza. Págales Tu con tu AMOR, todo lo que hacen por mí. Ojala yo pudiera aparecer ante sus ojos, como si fueras Tu mismo el enfermo, el que sufre, el que necesita misericordia. Señor te pido por mi familia. Bendícela, únela, ayúdala a crecer en el amor; que te conozcan cada día más para que Tú inspires sus actos y toda su vida, AMEN. Lector 4: …Y MIENTRAS IBAN DE CAMINO QUEDARON LIMPIOS. UNO DE ELLOS, AL VERSE SANO REGRESÓ ALABANDO A DIOS EN ALTA VOZ… CONFIANZA, ALABANZA. Dios te ama, y tu vida esta en las manos de Dios, bajo control de tu Padre Dios, que te ama infinitamente. Confía en El, pase lo que pase, y dale las gracias, porque todo lo permite por tu bien. Vale la pena confiar en El sin condiciones. Una religiosa escribía: Me detectaron un cáncer avanzado. Me operaron dos veces y tuve que soportar muchos tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Un día subí a mi celda y me arrodille ante el Cristo, que tengo en mi cabecera y, con todo mi amor, le di gracias por mi cáncer. No sé lo que pasó, me quedé fuera de mí. ¡Veía en el cáncer tanto amor y tanta delicadeza, haciéndome participar del misterio de su Pasión! En esos momentos, estaba gustando interiormente las alegrías del cielo, disfrutando de una felicidad incomparable. De verdad que es mas grande el gozo que siento de sufrir por Jesús que el mismo cáncer. El Señor, interiormente, me ha enamorado con su cruz y puedo decir como San Pablo: Me alegro de mis padecimientos por vosotros, porque suplo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo a favor de su Cuerpo que es la Iglesia (Col 1,214). TODOS: Mi corazón esta siempre con la puerta abierta para que entre Jesús, cuando El quiera, sin pedir permiso. Yo le digo: “Estoy en tus manos, haz de mi lo que Tu quieras, sea lo que sea te doy las gracias, porque te amo y confió en Ti Vale la pena confiar en Dios sin condiciones. Por eso, cuando tengas sufrimientos, dite a ti mismo:”Mi Padre Dios vela sobre mi. El lo sabe todo, sabe lo que me esta pasando y conoce mis necesidades. Mi Padre es bueno y me ama. Puedo estar tranquilo, sabiendo que El esta tomando todas las medidas necesarias para ayudarme y solucionar mi problema. 4 ”OH Señor, aunque pase por un valle de tinieblas no temeré mal alguno porque Tu vas conmigo”(Sal. 23) MUSICA… Lector 5 ¿NO QUEDARON LIMPIOS LOS DIEZ? ¿DONDE ESTAN LOS OTROS NUEVE?... Nuestro Dios, es un Dios de amor y quiere que el hombre siempre se acerque más y más a El. Y una forma de acercarse agradable para Dios es el agradecimiento. Nosotros debemos de apreciar todo lo que nos ofrece día con día, desde un hermosos amanecer, el piar de los pájaros, como crecen los lirios del campo, el calor de los rayos del Sol, el sonido suave del agua, el pan que nos alimenta, el abrazo de un amigo etc. TODOS: Señor cuando todo iba bien no sabia yo apreciar la alegría de levantarme de un salto, y de abrir la ventana para que entrase la luz a raudales en mi cuarto. No apreciaba la felicidad que supone ofrecerte de rodillas mi cuerpo que despertaba, mis ojos, mis brazos, mis piernas, todo mis músculos y prepararme a una nueva jornada de trabajo. Ha sido necesaria esta enfermedad, Señor para hacerme comprender que la salud es un Don de tus manos y que yo era un ingrato. Para reparar mi indiferencia de entonces te ofrezco todos mis sufrimientos y los uno a los tuyos. AMEN Lector 6 LEVANTATE, TU FE TE HA SALVADO… MISION LAS MANOS DE DIOS. Cuando veía a un moribundo es su agonía lleno de dolor, cuando veía a una esposa traicionada y abandonada o veía niños inocentes, que sufrían sin que nadie les tuviera compasión, me seguía preguntando: ¿Dónde esta Dios? Un día tuve la osadía de enfrentarme a Dios y decirle: Señor, ¿Por qué permites tanto sufrimiento? ¿Por qué no haces algo para que haya más amor y mas consuelo? ¿Dónde están tus manos para acariciar a tantos que necesitan consuelo y amor, porque nadie los quiere? ¿Por que no echas una mano de ternura a los que más te necesitan, especialmente a los que sufren? Después de un largo silencio, escuché una voz en el fondo de mi alma, que me dejó sin aliento. El me dijo: Hijo mío, ¿no te das cuenta de que yo quiero que tú seas mis manos y mis pies, mi corazón y mi alma, y que con tu vida y tu amor, lleves alegría y consuelo a los que lo necesitan? Entonces, comprendí, de un solo golpe, que yo debía ser las MANOS DE DIOS y que, en vez de criticar a Dios, lo que debía hacer… 5 TODOS: Señor, ¿quieres mis manos para dar amor a los pobres enfermos? Señor, te doy mis manos. ¿Quieres mis pies para pasar el día, visitando a los encarcelados, a los necesitados a los marginados? Aquí estas mis pies. ¿Quieres mi voz para pasar todo el día hablando a quienes necesitan palabras de amor? Aquí esta mi voz. Señor, ¿quieres mi corazón para amar todo el día y toda la noche a quienes me rodean? Aquí está, Seño, mi corazón y mi vida. ¿Quieres mi dolor para seguir salvando a los hombres? Aquí está mi dolor y mi alma con todo lo que tengo y todo lo que soy. ORACION POR SANACION (Padre Emiliano Tardif) Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros. Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias, Señor, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo. Tú eres la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos. Hoy queremos presentarte a todos los enfermos que leen esta oración, porque para Ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio. Tú eres el eterno presente y Tú los conoces. Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos. Visítalos a través de tu Evangelio proclamado en esta Hora Santa para que todos reconozcan que Tú estás vivo en tu Iglesia hoy; y que se renueva su fe y su confianza en Ti; te lo suplicamos, Jesús. Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufren en su alma que están orando y leyendo los testimonios de lo que Tú estás haciendo por tu Espíritu renovador en el mundo entero. Ten compasión de ellos, Señor. Desde ahora te lo pedimos. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión. Te lo pedimos, Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre. Sánalos, Señor, sánalos en su cuerpo, sánalos en su corazón, sánalos en su alma. Dales vida y vida en abundancia. Te lo pedimos por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz. La que fue la primera en 6 contemplar tus santas llagas y que nos diste por madre. Tú nos has revelado que ya has tomado sobre Ti todas nuestras dolencias y por tus santas llagas hemos sido curados. Hoy, Señor, te presentamos en fe a todos los enfermos que nos han pedido oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la salud. Te pedimos por la gloria del Padre del cielo, que sanes a los enfermos que van a leer esta oración. Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para gloria de tu Nombre. Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor. Todo esto te lo pedimos Jesús, porque Tú eres Jesús, Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas de tu rebaño. Estamos tan seguros de tu amor, que aún antes de conocer el resultado de nuestra oración en fe, te decimos: gracias Jesús por lo que Tú vas a hacer en cada uno de ellos. Gracias por los enfermos que Tú estás sanando ahora, que Tú estás visitando con tu misericordia. ¡Gloria y alabanza a Ti, Señor! 7