70 A lfonso Daza González jurisdiccionales, se limita a buscar los elementos materiales probatorios y las evidencias que requiere para acusar al imputado y obtener la condena penal en beneficio de la sociedad y de la víctima, por lo que “el nuevo sistema impone a la defensa una actitud diligente en la recolección de los elementos de convicción a su alcance, pues ante el decaimiento del deber de recolección de pruebas exculpatorias a cargo de la Fiscalía, fruto de la índole adversativa del proceso penal, la Defensa está en el deber de recaudar por cuenta propia el material probatorio de descargo”75. Sumado a ello, en cuanto al material probatorio, la Corte ha dicho: “El principio de igualdad de armas (equality of arms en la tradición anglosajona y Waffengleichheit en la tradición europea continental) constituye entonces un elemento esencial de la garantía del derecho de defensa, de contradicción, y más ampliamente del principio de juicio justo, y hace relación a un mandato según el cual, cada parte del proceso penal debe poder presentar su caso bajo unas condiciones y garantías judiciales, que permitan equilibrar los medios y posibilidades de actuación procesal, dentro de las cuales se presente como esencial las facultades en cuanto al material probatorio a recabar, de tal manera que no se genere una posición sustancialmente desventajosa de una de las partes frente a la otra parte procesal, como la que de hecho se presenta entre el ente acusador y el acusado, a favor del primero y detrimento del segundo”76. Por consiguiente, es razonable dentro del diseño del sistema penal acusatorio que la solicitud de preclusión de la investigación y la consecuente terminación del proceso penal sea una facultad principalmente atribuida a quien tiene a su cargo la investigación del delito, pues, en caso contrario, el debate respecto de la ocurrencia del hecho y la responsabilidad del imputado se adelantará en la etapa del juicio. No podría concluirse, entonces, que para efectos de garantizar la igualdad de armas en el proceso penal, la Defensa también debería tener la posibilidad de solicitar la preclusión de la investigación penal con idénticas condiciones a las señaladas al órgano investigador, o que la Defensa tendría absolutamente todas las facultades que tiene el ente acusador, o que, por el contrario, la Fiscalía debería tener todas las ventajas probatorias que con la presunción de 75 76 Ibid., Sentencia C-1194 de 2005. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra. Ibid., Sentencia C-538 de 2008. M.P. Jaime Araújo Rentería.