Hechos a imagen y semejanza de Dios

Hechos a imagen y semejanza de Dios - Comunidad Cristiana de Santiago
Escrito por Pr. Nelson Riffo Méndez
Domingo, 29 de Abril de 2012 00:00
Generalmente, nosotros hablamos que somos hechos a semejanza del Señor; y que el
propósito eterno de Dios es tener una familia de muchos hijos semejantes a Jesús.
Ahora voy a tratar de aclarar un poco a qué se refiere cuando dice este pasaje “hagamos al
hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza y creó Dios al hombre conforme a
imagen de Dios lo creó varón y hembra los creó”.
Entonces un pequeño detalle, acá dice:
“varón y hembra los creó”,
o sea, la imagen de Dios fue traspasada al varón y a la mujer.
En hebreo hay dos palabras: tselem (imagen) y la otra es demut (semejanza)
Tselem es una imagen. Se usa para referirse a la presentación visual de una abstracción. Tal
vez, ese fue el problema de los israelitas cuando Moisés estaba en el monte y ellos, de alguna
manera, quisieron representar a Dios e hicieron el becerro de oro. Eso es una tselem, es una
imagen. Entonces cuando dice que el ser humano es un tselem de Dios está diciendo que
el ser humano es la expresión visible
de algunos de los atributos de Dios. Dios en sus mandamientos dijo:
“No te hagas ninguna tselem ni demut semejanza de nada que esté arriba en los cielos ni en la
tierra ni debajo de la tierra”.
Dios no quiere que se le represente a Él de ninguna manera porque cualquier forma que se
haga sería una reducción de lo que Él es, porque como Él dijo:
“Yo soy el que soy”.
Demut es semejanza. Se refiere a alguien que, sin llegar a ser idéntico, tiene parecido con otra
persona. No son iguales, son distintos, son parecidos pero son semejantes. Es decir, el ser
humano es la única criatura que comparte
cierta igualdad con Dios. No son iguales. De
tal manera que, cuando algunos dicen: – Bueno, la Biblia dice que fuimos hechos a imagen y
semejanza de Dios. Por lo tanto, nosotros somos dioses, más chicos pero dioses –, el
concepto se confunde.
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Estas dos palabras: tselem y demut, nos están diciendo que la imagen y semejanza se refiere a
una cierta transmisión, a un cierto traspaso de cualidades de Dios que se pueden distinguir
entre aquellas que son incomunicables y aquellas que son comunicables.
A. Cualidades INCOMUNICABLES que no pueden traspasarse al ser humano.
-
La deidad. Es decir, hay un solo Dios desde siempre y para siempre.
Él es omnipotente. Él todo lo puede.
Él es omnipresente. Él está en todo lugar.
Él es omnisciente. Él lo sabe todo.
Él es inmutable. Él es el mismo ayer, hoy, por los siglos, por siempre. No hay cambio.
Él es inmortal.
B. Cualidades COMUNICABLES traspasadas al ser humano.
Son aspectos de la naturaleza de Dios y de su carácter que fueron basados al ser humano.
Éstas se pueden distinguir en algunas características de orden moral, mental y social.
Somos seres morales. Vale decir que, nosotros podemos distinguir entre el bien y el mal; entre
lo que está bien y entre lo que está mal. De alguna manera, y a pesar de la caída, el hombre
tiene una cosa moral dentro de sí que le hace entender que algo no está bien. Lo que sí se
perdió fue la capacidad de hacer el bien y de dejar de hacer el mal. Pero el darse cuenta es
consustancial a nosotros. Aunque hay algunos que, como dice la palabra, tienen su conciencia
cauterizada, quemada, y ni la conciencia les dice lo que está bien o lo que está mal.
Somos seres creativos, capaces de diseñar de hacer cosas y de disfrutar la belleza y de crear
belleza también.
Tenemos cierto grado de autoridad sobre la tierra. Dios nos dio autoridad. Dios le dio a Adán
autoridad para que gobernara sobre los animales, sobre la vegetación e hiciera producir la
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tierra, etc.
Hay un sentido de pertenencia. La trinidad es una, tres personas en una, se pertenecen. Nos
sentimos cómodos, gratos, buscamos a otros, queremos estar con otros. Cuando el esposo y la
esposa están, ellos dos están haciendo evidente este sentido de pertenencia; igual con los
hijos o con los amigos. Porque los animales no son así, aunque tienen un cierto instinto
gregario no es igual que el del ser humano. El del ser humano tiene un valor distinto que no
sólo tiene un sentido de protección sino que tiene un sentido de compartir y esto viene de Dios.
Tenemos un sentido de la justicia, de lo justo.
El sentido de la misericordia.
El sentido de la compasión.
El sentido de elegir, de tener opción. Podemos elegir bien o mal, no somos robots. Dios nos
traspasó el libre albedrío. Por eso, nosotros podemos volvernos a Dios por decisión nuestra
porque Dios no quiere que a la fuerza nos volvamos a Él sino que libremente.
Racionalidad e inteligencia.
Emociones, sentimientos, humor. Dios tiene sentido del humor.
Voluntad. Esta voluntad es el resultado de lo que hacemos, producto de muchos elementos: la
inteligencia, la racionalidad, la libertad, la capacidad de optar lo que queremos, finalmente
terminamos teniendo voluntad. Cuando Dios se pone un propósito, lo cumple porque tiene la
voluntad de realizarlo.
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Escrito por Pr. Nelson Riffo Méndez
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Amar nos es traspasada la capacidad de amar a otro. Dios es amor.
Adán y Eva, por causa de su desobediencia, dañaron la imagen de Dios de su interior y esa
semejanza dañada pasó a todos sus descendientes incluyéndonos a nosotros (Romanos 5:12).
Hoy todavía llevamos semejanza de Dios; pero también llevamos las cicatrices del pecado y
mostramos los efectos mental, moral, social e incluso físicamente (nos vamos deteriorando por
los efectos del pecado).
La buena noticia es que cuando Dios redime a un individuo a través de la sangre de Jesús,
comienza a restaurarlo en su semejanza original, haciendo de él el nuevo hombre creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Entonces cuando nosotros hablamos de la imagen y semejanza, que fuimos hechos a imagen y
semejanza entendamos que:
-
a qué imagen y a qué semejanza significa eso.
cuáles son los aspectos de esa imagen y semejanza.
a causa de que esa imagen y semejanza fue dañada, se deterioró.
Proyectémonos, escalemos, subiendo hacia una estatura semejante a Cristo permitiendo que
el Espíritu Santo esté operando en nosotros para alcanzar la imagen original que tenía plena
comunión con Dios.
Cita bíblica tomada de:
Nueva Versión Internacional (NVI)
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