INTRODUCCION AL COMENTARIO DE TEXTO 1. Introducción. El comentario de texto tiene como fin la comprensión de la obra literaria. Lo más importante es detectar la relación que existe entre la expresión y el contenido. Por tanto, no podemos analizar primero lo que dice el texto y después cómo lo dice. Estos dos aspectos aparecen indisolublemente unidos y así deben ser estudiados. En este ejercicio, que va a ser fundamental durante el curso, estableceremos tres etapas: LECTURA COMPRENSIVA E INFORMACION PREVIA ACOPIO DE MATERIALES REDACCION DEL COMENTARIO Para que resulte más fácil la exposición iremos comentando el siguiente poema de Lope de Vega: En las mañanicas del mes de mayo cantan los ruiseñores, retumba el campo. En las mañanicas, como son frescas, cubren ruiseñores las alamedas. Ríense las fuentes tirando perlas a las florecillas que están más cerca. Vístense las plantas de varias sedas, que sacar colores poco les cuesta. Los campos alegran tapetes varios, cantan los ruiseñores, Retumba el campo. 2. Lectura comprensiva e información previa. La primera preocupación de todo lector es asegurarse de que ha entendido bien el texto, de que ha interpretado las palabras en su sentido preciso y exacto. Es muy probable que para ello tenga que CONSULTAR EL DICCIONARIO o bien preguntar al profesor el significado de algunos términos. En nuestro texto los problemas léxicos no son demasiados. Lo más probable es que el alumno entienda todas las palabras que en él aparecen. Para que esta lectura comprensiva sea más provechosa es conveniente CONOCER LAS CIRCUNSTANCIAS que rodearon la creación del poema. Estamos ante una maya, es decir, una canción escrita para festejar la llegada del mes de mayo. Lope de Vega la incluyó en su comedia bíblica “El robo de Dina”. Resueltos los problemas léxicos que pudieran existir y conociendo las circunstancias en que se compuso el texto, ya estamos en condiciones de entenderlo bien. 1 Volvamos a leerlo. En las mañanicas ... 3. Acopio de materiales En este apartado estudiaremos los siguientes aspectos: Determinación del tema. Estructura del texto. Recursos lingüísticos utilizados por el poeta y valor expresivo de los mismos. Estas tres cuestiones pueden desarrollarse en el orden que se prefiera. Hay textos cuyo tema está tan claro que lo mejor es fijarlo desde el primer momento; en otros está oculto y sólo se nos revela tras analizar la estructura y los recursos lingüísticos. El TEMA ES LA IDEA FUNDAMENTAL QUE QUIERE TRANSMITIR EL AUTOR. En este caso es muy fácil señalarlo: La alegría ante el resurgir de la vida en primavera. No hay que confundir el tema con el ASUNTO o elemento de la realidad que inspira al autor. En nuestro poema, la primavera, el mes de mayo es, por decirlo así, la excusa para que el poeta exprese un sentimiento íntimo: la alegría, el entusiasmo ante la vida que vuelve a su plenitud. Vamos ahora a estudiar la ESTRUCTURA, es decir, la organización de los materiales, cómo están distribuidos. Desde el punto de vista métrico: una variante de la seguidilla (6- 5a 75a) en los versos 1-4 y 17-20, y otras tres seguidillas de estructura distinta (6- 5b 6- 5b) en los versos 5-16. Repetición de algunos versos: 1 y 5, 3 y 19, 4 y 20. Paralelismo en los versos 9 y 13. Desde un punto de vista semántico, la estructura es la siguiente: Visión general del campo en la primavera (vv. 1-4). Descripción de algunos elementos representativos: los ruiseñores (vv. 5-8), las fuentes (vv. 9-12), las plantas (vv. 13-16). Nueva visión general del campo (vv. 17-20). Ahora señalaremos los RECURSOS LINGÜÍSTICOS empleados por el poeta: - - diminutivo afectivo en mañanicas y florecillas. Aliteración onomatopéyica en “cantan los ruiseñores / retumba el campo”. Personificaciones: “ríense las fuentes”, “vístense las plantas”, “los campos alegran / tapetes varios” en el último caso hay además hipérbaton). Metáforas: perlas = gotas de agua, sedas = pétalos de las plantas. 2 Naturalmente, no basta con enumerar las figuras retóricas. Hay que explicar qué nos sugieren y qué relación mantienen con el tema. Eso lo expondremos en la redacción definitiva. 4. Redacción del comentario El comentario de texto no se completa hasta que lo exponemos oralmente o por escrito. Lo habitual es redactarlo. En cualquiera de los dos casos, la exposición no puede ser una mera acumulación de datos o de figuras retóricas. Al contrario: hay que presentar cuanto hayamos descubierto en las operaciones previas de una forma armónica. Tema, estructura, recursos estilísticos, datos sobre el autor y circunstancias en que se creó el poema deben constituir una unidad; cada elemento debe relacionarse y reforzar a los demás. Al fin y al cabo, tratamos de explicar una realidad unitaria: el texto literario. Veamos cómo puede presentarse el comentario de “En las mañanicas...”: Este breve poemilla es una maya, es decir, una canción escrita para festejar la llegada del mes de mayo. Esta costumbre tiene raíces populares y aún hoy sigue celebrándose en algunas comarcas españolas. Lope de Vega recreó e imitó un cantarcillo popular e incluyó este poema en su obra “El robo de Dina”, una comedia que se inspira en un episodio de la Biblia. Nosotros nos ocuparemos exclusivamente de este poemilla, que es, a pesar de su brevedad, una obra completa i independiente. El poeta expresa la alegría y la emoción que le produce el resurgir de la vida en primavera. A lo largo de los veinte versos aparecen imágenes risueñas y gratas: los ruiseñores, las fuentes, las plantas... El campo entero disfruta de un contento que se había perdido en los días fríos del invierno. La estructura del texto es clara: Visión general del campo en primavera (vv. 1-4) Descripción de tres elementos representativos: los ruiseñores (vv. 5-8), las fuentes (vv. 9-12) y las plantas (vv. 13-16). Nueva visión general del campo (vv. 17-20). Podemos observar que la estructura métrica refuerza esta distribución temática. Los fragmentos en que se describe de modo general la naturaleza se sirven de la misma estrofa, una especie de seguidilla, y repiten varios de sus versos a modo de estribillo: En las mañanicas 6Los campos alegran del mes de mayo 5a tapetes varios, cantan los ruiseñores, 7cantan los ruiseñores, retumba el campo. 5a retumba el campo. El resto del poema lo constituyen tres seguidillas monorrimas con estructura distinta a las de los extremos (6- 5b 6- 5b). Como se trata de la letra de una canción, podemos suponer que después de cada una de las estrofas centrales, es decir, tras los vv. 8, 12 y 16, el coro repetía la seguidilla inicial. 3 Aparecen –y esto también es propio de las canciones- varios versos repetidos o similares. Además de los ya citados, hay que subrayar los elementos comunes de las estrofas primera y segunda: En las mañanicas del mes de mayo cantan los ruiseñores, retumba el campo. En las mañanicas como son frescas, cubren ruiseñores las alamedas. Parece que el poeta ha pretendido que la segunda estrofa (vv. 5-8) sirviera de puente entre la primera seguidilla y el resto de la canción. Nótese también que los versos iniciales de las estrofas tercera (vv. 9-12) y cuarta (vv. 13-16) son paralelos desde un punto de vista semántico y sonoro: Ríense las fuentes Vístense las plantas El poeta ha querido expresar su simpatía por el mundo natural. Por eso ha personificado a las fuentes (“ríense”) y a las plantas (“vístense”). La metáfora primera establece una similitud entre el sonido del agua, alegre y bullicioso, y la risa humana. Las gotitas de agua se han convertido en perlas que las fuentes lanzan generosamente y como por juego a su alrededor. Los pétalos de las flores, tan tersos y suaves, se transforman en sedas con las que se atavían las plantas en un derroche de color. Sacar esos colores variopintos les cuesta muy poco. Los campos se alegran y animan con varios tapetes, es decir, zonas de vegetación de distinto color. Obsérvese que el sujeto de “los campos alegran tapetes varios” es el último sintagma. Los campos, debido al hipérbaton, es el complemento directo. El cariño hacia la naturaleza se recoge también en el empleo de diminutivos como mañanicas, florecillas. En las seguidillas inicial y final el poeta ha tratado de sugerir el silencio lleno de rumores que se oye en el campo. Ha recurrido para ello a la aliteración: repetición de consonantes nasales, n y m, al final de la sílaba, y reiteración de la sílaba ca: Cantan los ruiseñores, retumba el campo. Como hemos podido comprobar, todo en este cantarcillo contribuye a expresar la alegría y el encanto del campo en primavera. 4