rupestre 4 - Cuadernos de Arte Rupestre

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Cuadernos de Arte Rupestre • Número 4 • Año 2007 • Páginas 155-161
Arte rupestre levantino. Su difícil
datación: lamentables olvidos
José Aparicio Pérez
*
RESUMEN
Planteamos algunas de las cuestiones a considerar a la hora de
abordar el problema de la cronología del arte levantino, destacando
el papel que puede desempeñar la Cueva de la Cocina.
PALABRAS CLAVE
Arte Levantino, cronología, cueva de la Cocina.
ABSTRACT
We take into consideration some issues regarding the problem of
the crhonology of Levantine Art and point out the role that some
materials from Cave of Cocina may perform.
KEY WORDS
Levantin art, chronologie, cave of Cocina.
1. Introducción
Es un acierto, sin duda, dedicar una nueva obra en recuerdo de tres
de nuestros maestros, D. Antonio Beltrán, D. Eduardo Ripoll y D.
Francisco Jordá, y de dos investigadoras de gran relevancia, Pilar
* SEAV - Diputación Provincial de Valencia. C/Mar, 33. 46003 – Valencia.
joapa2005@hotmail.com
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Acosta y Charo Lucas, que se suma y que se sumará a las que se le
han dedicado ya o se les dedicarán en el futuro; sus merecimientos
lo aconsejan. El constante recuerdo, perpetuando la memoria, es el
espejo de la eternidad.
De D. Antonio Beltrán recibimos, además, su constante amistad
y colaboración, que comenzó en 1980 cuando iniciamos en Gandía
el Aula de Humanidades y Ciencias Valencianas, en la que participó
durante veinticinco años aportando su magisterio y su afecto, junto
a su mujer, Trini, que nunca faltó a la cita como inseparable compañera. Hoy, continua su magisterio, colaboración y amistad su hijo,
Francisco Beltrán.
En 1999 iniciamos dentro del Aula los Seminarios de Estudio
sobre Arte Rupestre, que con tanta dedicación y éxito dirigió científicamente D. Antonio y en los que han participado muchos de los
centros y de los investigadores que se dedican a esta especialidad.
Hasta el año 2006 los celebramos en Gandía y, en 2007, en el Parque
Cultural y Museo de la Valltorta que, actualmente, dirige Guillermo
Morote Barberá. Sin duda ninguna que a D. Antonio le hubiera
encantado continuar con nosotros aquí la tarea que iniciamos en
Gandía.
D. Eduardo Ripoll también ha sido uno de los grandes especialistas mundiales en Arte Prehistórico, al que dedicaron esfuerzos con
éxito notable el Dr. Jordá y la Dra. Acosta. La Dra. Charo Lucas deja
una notable obra.
A los cinco nuestro recuerdo y homenaje.
2. Cronología del Arte Rupestre Levantino
En la prehistoria hispana, uno de los asuntos más debatidos es el de
la cronología del A.R.L., convertido en un auténtico problema, al
que nos aplicamos todos los que lo tratamos.
D. Antonio Beltrán le dedicó muchos trabajos y esfuerzos desde
que, hace más de cuarenta años, se comenzó a ocupar de ello. En
1999, el número 17 de la Serie Arqueológica lo dedicamos a la
“Cronología del Arte Rupestre Levantino”, con trabajos del Dr.
Beltrán, la Dra. Alonso Tejada, el Dr. Royo Lasarte y el investigador
Alejandro Grimal, además del nuestro en colaboración con D.
Guillermo Morote Barberá. Ese mismo año, el I Seminario de Estudio
también lo dedicamos a ello, “Bases objetivas para la datación del
Arte Rupestre Levantino”, con ponencias del Dr. Beltrán, del Dr.
Mesado Oliver, la Dra. Alonso Tejada y D. A. Grimal, Dr. Baldellou
Martínez, Dra. Utrilla Miranda, Dr. Royo Lasarte y la nuestra.
Desde entonces, con mayor o menor intensidad, la cronología
ha sido tema de permanente debate en nuestros seminarios.
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Hoy el asunto continua irresoluto. Es más, las controversias se
han exacerbado y las distancias entre las diversas tendencias se han
ampliado. Nuevos datos han complicado la situación y las posturas
se radicalizan.
El mismo Dr. Beltrán que, si bien en un principio era partidario
de una cronología baja, últimamente aceptó elevarla, aunque sin
aceptar nunca el enlace con el Paleolítico y sí manteniendo la ruptura, aunque ampliándolo también a la baja, por lo que en el número 17 de la Serie Arqueológica, página 30, llegaba a afirmar: Por
nuestra parte pensamos que: el arte Levantino, aparte de su extrema complejidad y sus vinculaciones con las etapas pre-levantinas no paleolíticas,
es Epipaleolítico, prolongándose su vigencia estilística y cronológica a lo
largo del Neolítico y la Edad del Bronce, con progresiva estilización y tendencia al esquematismo de sus figuras... Podría asegurarse que se trata de
un arte postpaleolítico y preneolítico, sin perjuicio de sus vinculaciones con
las fases finales paleolíticas y con las iniciales del Neolítico e incluso del
Eneolítico.
Y, ya antes, apuntaba las causas que impedían poder avanzar
más y precisar sobre su inicio y su final, escribiendo en la página 10
de la obra citada: Las dificultades de datación del arte levantino y del prehistórico en general se originan, por una parte, en la carencia, casi sin
excepción, de indices cronológicos seguros de carácter arqueológico como
los estratos que asignan a los deshechos una data anterior o grabados recubiertos por capas datables como ocurre en la cueva francesa de Pair non
Pair, en la cueva Ambrosio de Almería o en los abrigos del Nervión, cerca
de Oviedo. Tampoco se plasmó el arte levantino en manifestaciones mobilifares paralelas halladas en estratos fechados que permitan establecer por
comparación fechas para las pinturas y grabados parietales partiendo de las
que resultan válidas para los objetos. Los esfuerzos para utilizar con estos
fines los hallazgos mobiliares litorales de Seriña, San Gregori de Falset, La
Roca y otros yacimientos alicantinos, el formidable conjunto de El Parpalló
o los hallazgos de Les Mallaetes y la Cocina no nos sirven...
A lo último habría que añadir el caballo grabado en la pared en
la Cova del Parpalló, encontrado por nosotros en 2001 y cuya
publicación inicial ofrecimos al Dr. Beltrán, lo que hizo de inmediato dada su trascendencia entre otras razones por establecer que
en Parpalló también se utilizó la roca de la pared como soporte y
que sus ocupantes lo pudieron practicar en otras cavidades próximas.
Expuesta la situación por el Dr. Beltrán quedan en evidencia las
dificultades, al parecer insuperables, sobre las que hemos insistido;
sin embargo, conviene que lo hagamos sobre dos datos que proporciona la Cueva de la Cocina.
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3. La aportación de Cocina
La Cueva de la Cocina continúa siendo uno de los yacimientos clave,
esenciales para el conocimiento del Mesolítico en su fase tercera y
final, del proceso de neolización y de los inicios del Neolítico (fig. 1).
Lamentablemente, tras los estudios de Fortea sobre los materiales
antiguos, es decir los procedentes de las excavaciones del Museo de
Prehistoria que dirigió el Dr. Pericot desde 1962 a 1945, no se ha continuado trabajando sobre ellos para publicar su exhaustivo inventario.
Tampoco se ha sabido nada, y esto es todavía más lamentable, de las
cinco campañas que dirigió, posteriormente, el Dr. Fortea pero, sobre
ello va a girar lo esencial de nuestra aportación, como diremos.
En el número 17 de la Serie Arqueológica, que nos sirve de referencia, ya dentro de nuestro trabajo Yacimientos arqueológicos y datación del
A.R.L., presentamos un resumen de nuestra valoración de los niveles de
excavación de Pericot, producto del estudio que realizamos de sus materiales y que publicamos en 1979 en nuestro libro sobre El Mesolítico en
Valencia y el Mediterráneo Occidental, estudio que hemos ido incorporando y reiterando en otras publicaciones posteriores.
Pero, para el tema que nos ocupa, reproducimos lo que describíamos: La memoria de 1980 (La Labor... 1980, pág. 91. Valencia,
Figura 1. Cueva de la Cocina. (Fotografía de J. Aparicio).
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1981)... dice expresamente “Canto de caliza conformado por algunas percusiones laterales en el que hay una pequeña cabeza de cierva de factura
estilizada”, es decir se describe una obra de arte mueble encontrada en este
nivel, correspondiente al Estrato H1 de Fortea, acompañado de triángulos
con o sin apéndice lateral, es decir de tipo Cocina, microburiles, junto a
fragmentos cerámicos lisos o decorados (impresa, cardial en cuadrícula
contigua) y presente la fauna doméstica junto a la salvaje predominante.
Resulta chocante y alarmante a la vez, sin embargo, que nunca más se
haya vuelto a mencionar la plaqueta en cuestión, ni se hayan publicado las
dataciones de C14 que se anunciaron, lo que obliga a sospechas que sólo
la claridad desvanecería.
Pues bien, ocho años después de aquella publicación continuamos en la misma situación. No se sabe nada de la plaqueta en cuestión, una pesada sombra se ha cernido sobre ella, ni Fortea ha dicho
nada ni tampoco el Museo de Prehistoria de Valencia, quien tiene la
responsabilidad de la custodia de sus materiales. El olvido total de
la misma por parte de su excavador y por parte de los responsables
de ello es la nota dominante. Como si no existiera, como si nunca
se hubiera encontrado.
Tratándose de un documento de tanta trascendencia para la prehistoria valenciana y la mediterránea, este lamentable olvido, y evitamos utilizar expresión más comprometedora, es incomprensible.
También lo es que la datación anunciada no se haya dado a conocer,
lógico olvido si se olvida la plaqueta.
La pregunta que, inevitablemente, surge es: ¿por qué este olvido?, ¿a qué obedece? Todos sabemos que podría desmontar ingeniosas teorías sobre secuencias cronológico-culturales en las que se
ha puesto gran énfasis, divulgándolas con aparato extraordinario. Si
fuera por este motivo sería imperdonable.
En todo caso es hora de reclamar su publicación o, en todo caso,
clarificar su situación.
No obstante, de lo expuesto en la memoria se deduce que la plaqueta es un probable testimonio de que el Arte Rupestre Levantino,
exclusivamente parietal, también lo es mueble y que esta plaqueta
podría datarlo con cierta precisión, aumentando el valor de las de
Filador, Sant Gregori y el Tossal de la Roca.
En esta misma página 91 añadíamos: La presencia de esta plaqueta, junto a la identificación de las pinturas de la pared, cubiertas por los
niveles que excavó Pericot, son argumento para justificar el alto valor que
otorgamos a este ya viejo yacimiento...
Estas pinturas o restos de ellas nunca fueron tomadas en consideración, aunque se mencionara su existencia; la confusión e inexactitud a la hora de interpretar los niveles que las cubrían no permitían profundizar en ello. Pero ahora sabemos que eran niveles del
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Figura 2. Dibujo de los motivos pintados en la Cueva de la Cocina. A, según F. J.
Fortea; B, según A. Grimal.
Mesolítico final, con geométricos, por lo tanto anteriores al 5.000
sin duda alguna.
En el número 17 de la Serie Arqueológica, repetidamente citado, A.
Alonso escribe: ... En primer lugar disponemos de las pinturas, reconocidas por
nosotros como levantinas, de la Cueva de la Cocina (Grimal, 1992; Grimal e.p.
b, Alonso, 1993) que, cubiertas por estratos arqueológicos, tuvieron que ser realizadas en momentos adscribibles al Epipaleolítico según apuntó Pericot (1945) y
ratificó Fortea (1975, 197). De manera que este yacimiento adquiere una singular importancia ya que se constituye, hasta el momento, en el único en que el
registro arqueológico sellaba las manifestaciones pictóricas y nos posibilita concluir que hacia mediados del VI milenio se está pintando Arte Levantino (fig. 2).
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4. Conclusiones
Reclamamos, pues, el que se de a conocer la plaqueta de Cocina olvidada y la datación de su nivel, si existe.
Independientemente, pues, el que se de esto tal y como proponen A. Alonso y Grimal con las pinturas y nosotros con las plaquetas, es evidente que el Arte Rupestre Levantino tiene segura cronología mesolítica.
Sobre su origen, insistimos en su derivación del Arte Parpallense
o Arte Paleolítico Mediterráneo, sobre lo que volveremos en futuros
trabajos.
5. Bibliografía
ALONSO TEJADA, A. y GRIMAL, A. (1999): «El Arte Levantino: una
manifestación pictórica del Epipaleolítico peninsular»,
Cronología del Arte Rupestre Levantino: 43-76. Serie Arqueológica
de la Sección de Prehistoria y Arqueología de la R. A. C. V.
Valencia.
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Mediterráneo Occidental», Serie de trabajos varios del S.I.P. 59.
Valencia.
APARICIO PÉREZ, J. y MOROTE BARBERÁ, J. G. (1999): «Yacimientos
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Levantino 77-184. Serie Arqueológica de la Sección de Prehistoria y
Arqueología de la R. A. C. V. Valencia.
BELTRÁN MARTÍNEZ, A. (1999): «Cronología del Arte Levantino:
cuestiones críticas», Cronología del Arte Rupestre Levantino : 7-41.
Serie Arqueológica de la Sección de Prehistoria y Arqueología de
la R. A. C. V. Valencia.
FORTEA PÉREZ, J. (1971): «La Cueva de la Cocina. Ensayo de
Cronología del Epipaleolítico (facies geométrica)», Serie de
Trabajos Varios del S.I.P. 40. Valencia.
FORTEA PÉREZ, J. (1980): «La Labor del S.I.P. y su Museo en el pasado año 1979», Valencia.
PERICOT GARCÍA, L. (1945): «La Cueva de la Cocina (Dos AguasValencia)», Archivo de Prehistoria Levantina II: 39-71. Valencia.
VV. AA. (1999): Cronología del Arte Rupestre Levantino. Serie
Arqueológica de la Sección de Prehistoria y Arqueología de la
R.A.C.V. Valencia.
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