El Hilo Rojo de la Redención E. Adicionales B EL HILO ROJO DE LA REDENCIÓN Un tema que predomina a lo largo de toda la Biblia y que alguien llamo alguna vez “El Hilo Rojo de la Redención”. Comienza con pieles de animales que Dios usó para cubrir la desnudez de Adán y Eva, y termina con la crucifixión de Cristo. Este “Hilo Rojo” revela el significado del versículo, “sin derramamiento de sangre no hay perdón” (Hebreos 9:22). La muerte de Cristo, quien no tenía pecado, pagó el precio para el resto de nosotros. Este estudio Bíblico sigue este hilo rojo. Es nuestro deseo que le adquiera una mayor comprensión del plan de Dios y de cómo la Biblia se entrelaza completamente de principio a fin. Instrucciones Este estudio Bíblico puede usarse individualmente pero le recomendamos hacerlo con otras personas porque aprendemos mucho de otros. Toma de una a siete semanas completar este estudio, dependiendo de qué tan rápido el grupo desea avanzar. 1ª Semana Durante su reunión de grupo pequeño de la primera semana: 1. Lean en voz alta los comentarios de la Introducción y la Lección 1, “Adán y Eva en el Huerto”, que se encuentra en la pagina 3. Discutan estos comentarios antes de leer los versículos Bíblicos. 2. Lean en voz alta los versículos, hagan observaciones, y discutan el significado de los versículos. 3. Finalmente, discutan como aplicar estos versículos en sus vidas. Una ilustración sobre este método se presenta más adelante. (Ejemplo para el Día 1). 2da y Semanas Siguientes Cada semana deberá seguirse el mismo procedimiento. Si los miembros del grupo están estudiando algunas de las lecciones por su propia cuenta durante la semana, dediquen la primera mitad de la reunión compartiendo como aplicaron a su vida las lecciones de la semana pasada. Durante la segunda mitad discutan los comentarios para la lección de la semana que viene y estudien esos versículos. Ejemplo para el Día 1 Mientras leen los versículos para cada día, utilicen el siguiente procedimiento: Observar ¿Qué Dice la Biblia? Por ejemplo, observe que en Génesis 3:12-13, Adán trato de culpar a Eva por su pecado. De hecho, Adán señaló que en realidad fue Dios quien se la dio. Eva trató de culpar a la serpiente. Este es un ejemplo de tratar de echarle la culpa a otros. Interpretar ¿Qué quiso decir la Biblia? ¿Cuál fue la respuesta de Dios? Es interesante que Dios no les dijo que tenían que trabajar en el huerto el próximo sábado para compensar el error, o que le debían cuatro frutas como pago por la que ellos tomaron. No, El pronunció una maldición sobre los tres (Adán, Eva y la Serpiente) y declaró que morirían. Esto ilustra el hecho de que no puedo tratar de hacer cosas buenas para pagar por los pecados que he cometido. Ni tampoco puedo culpar a alguien más. Soy responsable de mis actos de desobediencia a Dios. Aplicar ¿Qué verdades puedo poner en práctica y qué cambios debería hacer? ¿He estado contando con que mis buenas acciones van a sobrepasar mis malas acciones? ¿He estado culpando a mi educación o mis circunstancias por las decisiones equivocadas que he tomado? Necesito reconocer que no hay excusa para el pecado. Yo debo obedecer las leyes de Dios. También debo creer que la muerte de Cristo en la cruz pagó el precio de mis pecados. Página 1 de 4 El Hilo Rojo de la Redención E. Adicionales B Al estudiar la lección, permita al Espíritu Santo que le dirija a una comprensión más profunda de Dios. Su comprensión puede mejorar al compartir con otros lo que está aprendiendo. El Desafío Pablo instruyo a Timoteo: Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros (2 Timoteo 2:2). Todo lo que no se reproduce, muere. Por lo tanto, no es suficiente que usted adquiera una relación más profunda con Dios. Para que la Iglesia de Cristo crezca, los creyentes necesitan fielmente plantar las semillas de la fe en otras personas también. Las Buenas Noticias no pueden detenerse en usted. Dios quiere que usted se reproduzca espiritualmente, introduciendo a otros a la fe en Jesús y ayudándoles a crecer en su fe. Exhortamos a cada uno a que desde el principio del estudio, se comprometan en ayudar a otros a desarrollar el estudio. Estos otros pueden ser su propia familia, sus amigos, o sus compañeros. Usted puede comenzar un grupo de estudio cuando se sienta cómodo con el material que haya aprendido. No tiene que esperar hasta que el estudio finalice. ¡Disfrute el estudio Bíblico! Que el Señor le bendiga grandemente y que le use para ayudar a otros a crecer en su relación con El. Nota: Un estudio diario de ocho semanas llamado “Descubriendo el Plan de Dios” y un estudio diario de 52 semanas denominado “Panorama General del Plan de Dios”, está también disponible en esta serie de estudios Bíblicos. Estos nos proporcionan mayores detalles y una guía para el estudio diario. ©2008-2010 CCCI Todos los Derechos Reservados. Se permite la reproducción de los estudios sin alteraciones. Contacto: seguidordejesus@cruzada.org Página 2 de 4 El Hilo Rojo de la Redención E. Adicionales B EL HILO ROJO DE LA REDENCIÓN Dios es Santo y Recto, y no puede tolerar el pecado en su Presencia. Él le advirtió a Adán que las consecuencias de comer el fruto prohibido serían la muerte espiritual y la separación de Él. Una vez que hubo pecado, Adán no tenía manera de corregir el problema. Pero Dios mismo tenía una manera de perdonar el pecado. Si alguien que no tenía pecado ofreciera morir por los pecados de otros, estos pecados serían perdonados. Este estudio es la historia de tal Persona y de Tal sacrificio. LECCIÓN 1 Adán y Eva en el Huerto Génesis 3:1-24 Cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido, sus ojos fueron abiertos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Así que cosieron hojas de higuera y se hicieron ropas para cubrirse. Pero antes de ser expulsados del huerto, para cubrirlos, Dios les hizo vestiduras de pieles. Esta fue la primera vez que un animal inocente tuvo que morir como resultado del pecado. Este fue el comienzo del hilo rojo de la redención. En este mismo pasaje, Dios le dijo a la serpiente “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón”. La “simiente de la mujer” se refiere a Cristo y es la primera promesa de un Redentor que liberaría al hombre de su pecado. LECCIÓN 2 Abraham e Isaac Génesis 22:1-19 Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su único hijo, Isaac. Esta historia es un paralelo de los eventos que sucedieron muchos años después. Dios le dijo a Abraham que fuera a la región de Moriah. Resulta interesante que Jerusalén está ubicada en la región de Moriah. Allí es donde Dios mismo ofrecería a Su Hijo como sacrificio por nuestros pecados. Abraham demostró tanto “fe para el carnero” como “fe de resurrección”. El pasaje dice que Abraham creyó que “Dios proveerá el cordero para el holocausto”. De hecho Dios sí proveyó un carnero que quedo atrapado en un arbusto. Después, Dios proveyó un Cordero en la forma de Su Hijo. Hebreos 11:19 nos dice que “Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos”. Aún si Isaac era sacrificado, Abraham razonó que Isaac regresaría a la vida de entre los muertos para cumplir la promesa de Dios a Abraham de una descendencia a través de Isaac. Tiempo después, Dios resucitó a Su Hijo de entre los muertos. LECCIÓN 3 Moisés y la Pascua Éxodo 11:1-12:30 Nos saltamos mucho del comienzo de la historia de Moisés para llegar a esta poderosa ilustración sobre la importancia de la sangre. Después de las plagas que Dios envió a la nación de Egipto, cada familia israelita fue instruida a matar una oveja o una cabra y a colocar un poco de su sangre a ambos lados y arriba de los marcos de las puertas de sus casas. El animal debía ser un macho sin defecto. Esa noche, Dios pasó por todo Egipto y mató a cada primogénito varón. Cuando veía la sangre en una casa, pasaba por encima de la casa y no infringía daño a los que moraban en ella. Cada año, los israelitas celebrarían este evento tan significativo en una fiesta denominada La Pascua. Muchos años después, Cristo fue crucificado durante la fiesta de la Pascua. El no había cometido pecado y por lo tanto El era el Cordero sin culpa. LECCIÓN 4 El Holocausto Levíticos 1:1-17; Hebreos 10; 1-18 Las leyes del Antiguo testamento requerían numerosos sacrificios que debían ofrecerse en el templo como pago por los pecados. Pero como lo explica el libro de Hebreos, “La ley es sólo una sombra de los bienes venideros, y no la presencia misma de estas realidades… mediante los mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año… Pero esos sacrificios son un recordatorio anual de los pecados ya que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados”. (10:1,3-4). Los sacrificios señalaban el camino hacia el ultimo sacrificio, la muerte del Hijo de Dios en la cruz. Página 3 de 4 El Hilo Rojo de la Redención E. Adicionales B LECCIÓN 5 El Siervo Sufriente Isaías 52:13-53:12 Este pasaje Bíblico fue escrito por el profeta Isaías 700 años antes del tiempo de Cristo. Aún así, es una imagen bellísima y precisa de Su muerte y su propósito. “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el SEÑOR hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. (Isaías 53:5-6). LECCIÓN 6 Crucifixión y Resurrección de Cristo Mateo 27:27-2815; Colosenses 1:19-20 Llegamos hacia el final del hilo rojo de la redención. La muerte y resurrección de Cristo había pasado. ¡Satanás había sido derrotado! Jesús, el Cordero sin mancha, había ofrecido Su vida como sacrificio por nuestros pecados. Puede permitir que Cristo pague por sus pecados y le de vida eterna por medio de creer que El es el Hijo de Dios y que murió por usted. O puede pagar por sus pecados usted mismo, lo que significa que estará eternamente separado de Dios. ¿Cuál opción escoge? LECCIÓN 7 Un Llamado a Rendirse a Cristo Juan 1:10-13; 3:16; Apocalipsis 3:19-22; Mateo 16:24-27; Romanos 12:1-2; Gálatas 2:20 Este no es el final de la historia. Cristo nos llama a cada uno de nosotros a hacer un compromiso con El, tal y como El ha hecho un compromiso con nosotros. Necesitamos recibirlo en nuestras vidas si nunca lo hemos hecho. El Evangelio de Juan nos dice: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”. (Juan 1:12). Jesús dijo: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Necesitamos recibir a Cristo en nuestras vidas. La oración que se presenta a continuación es una manera de expresar su fe en El: Querido Jesús, te necesito. Abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control de mi vida. Hazme la persona que quieres que sea. Amén. Sencillamente el orar con estas palabras no le hace salvo. Esta oración debe ser una expresión de su fe. Si esta es la primera vez que usted ha hecho tal compromiso, anote la fecha y luego compártalo con otra persona. Esto ayudará grandemente a edificar su fe. ¿Y qué tal si ya usted es cristiano y tiene una relación personal con Jesucristo? Él le está llamando a rendir su vida a Él. Esto significa dejarle tomar el control sobre toda su vida de forma tal que pueda vivir de una manera que le agrade a Él. ¿Alguna vez ha hecho una oración como la que se presenta a continuación? Querido Jesús, puedes hacer en mi vida todo lo que tú desees. Hazme rico o pobre, enfermo o sano, vivo o muerto. Amén. Esta es la clase de compromiso que el Señor esta pidiéndole que haga. ¿Es pedir mucho? Recuerde que lo que Él ha hecho por usted. Solamente cuando usted rinde su vida y le permite a Cristo vivir su vida a través de usted, comenzará la gran aventura para la cual Dios le designó y cumplirá los propósitos para los cuales El le creó. ©2008-2010 CCCI Todos los Derechos Reservados. Se permite la reproducción de los estudios sin alteraciones. Contacto: seguidordejesus@cruzada.org Página 4 de 4