A CIENCIA CIERTA

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A CIENCIA CIERTA
MICROS RADIALES
DE CONSTANCIAS E
INCONSTANCIAS
Si hay algo constante en el universo es el
cambio, el incesante movimiento. Las
piedras caen, los ríos fluyen, las
moléculas vibran, los planetas giran
alrededor de estrellas de las que brota
luz, las galaxias bailan una danza
cósmica, el universo entero se expande…
Las teorías fundamentales son esencialmente modelos de cambios. Desde los
tiempos de Newton las ecuaciones básicas de la física expresan las tasas de
variación, en el espacio y en el tiempo, de diversas magnitudes físicas.
Sin embargo, para que las soluciones de estas ecuaciones describan
correctamente al mundo ellas deben contener unas cantidades que en
cualquier lugar y en cualquier instante permanezcan inmutables. Ellas son las
constantes universales de la física.
La constante universal de Newton es una de ellas. Su valor determina la
intensidad de la fuerza de gravedad en la ley de gravitación universal. Otra
constante es la carga del electrón. Todos los electrones del universo, en
cualquier lugar y siempre, tienen el mismo valor de la carga eléctrica. Este
valor determina la intensidad de las fuerzas electromagnéticas y es
fundamental en el electromagnetismo.
El famoso quantum de acción, la constante de Planck, introducida por Max
Planck en 1900, que determina las incertidumbres intrínsecas del mundo
subatómico descritas por la teoría cuántica, es otra de las constantes
universales.
2007
Héctor Rago, José Domingo Mujica, Ileana Iribarren
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A CIENCIA CIERTA
MICROS RADIALES
La velocidad de la luz en el vacío, máxima velocidad posible en nuestro
universo, es la constante fundamental de la teoría de la relatividad.
Estas constantes y unas cuantas más, como la masa del electrón y otras
partículas, definen el universo en el que vivimos. Ellas gobiernan las
intensidades de las fuerzas básicas que moldean nuestro universo. El tamaño
de los átomos, el modo de brillar de las estrellas y la manera como se
expande el universo, dependen de ellas. Toda la magnífica diversidad que
atestiguamos, desde el mundo cuántico hasta el cosmológico, desde las
partículas elementales, pasando por los seres vivos, hasta las estrellas y
galaxias, es consecuencia del delicado balance de estas constantes
universales.
No sabemos a ciencia cierta por qué tienen los valores que tienen. Estos
valores deben ser obtenidos de las observaciones y los experimentos, pero los
físicos tienen esperanzas de que algún día puedan ser calculadas
teóricamente. El universo luciría radicalmente distinto si las constantes
fundamentales tuvieran otros valores.
Es una suerte que nuestro universo tenga constantes universales y leyes
compatibles con nuestra existencia. De lo contrario, no habría quien para
lamentarlo.
2007
Héctor Rago, José Domingo Mujica, Ileana Iribarren
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