RELACIONES NORTE - SUR Y SUR - SUR EN EL

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RELACIONES NORTE - SUR Y SUR - SUR EN EL COMERCIO JUSTO: RETOS Y
PERSPECTIVAS
Rosemary Gomes
*
1. COMERCIO JUSTO Y ECONOMÍA SOLIDARIA
El comercio justo está basado históricamente en la exportación Sur- Norte, y creemos que
debe traspasar ese límite de origen. Apoyándose en sus principios fundadores de cooperación
internacional y comercio justo, debe avanzar promoviendo el desarrollo de mercados internos
justos y solidarios y relaciones comerciales regionales Sur- Sur. Su potencial como un sistema
de relaciones comerciales diferenciadas, donde la justicia, equidad y ética son centrales, puede
y debe ser ampliado.
Por eso, debemos enfrentar la necesidad de ampliar y mejorar esas relaciones del modelo
actual Sur- Norte. Este se debe actualizar reconociendo el movimiento de economía solidaria
mundial como potencial de articulación de innumerables iniciativas económicas asociativas y
cooperativas, redes socio-productivas de comercio ético, comercio comunitario y comercio
solidario, todas ellas base de esa nueva economía: la Economía Solidaria.
El comercio justo deberá cada vez más fortalecer las organizaciones económicas colectivas,
con foco en los territorios y en la seguridad y soberanía alimentaria, si queremos ser
consecuentes con un proyecto de cambio por otro tipo de desarrollo sustentable y democrático
en el mundo. El modelo de comercio justo Sur – Norte debe ser, ante todo, de
complementación alimentaria, y de cooperación y colaboración entre nuestros países, sus
productores, y consumidores responsables y concientes de que para erradicar el hambre en el
mundo lo central será una redistribución de los alimentos, el apoyo a la agricultura familiar
agro-ecológica, y políticas públicas de seguridad y soberanía alimentaria. El precio justo será
una consecuencia de esas nuevas relaciones de co-responsabilidad, y particularmente un
medio para mejorar las condiciones de vida y bienestar colectivos, nunca un fin en sí mismo.
Los principios fundadores del comercio justo Norte-Sur son: solidaridad, cooperación,
reciprocidad, democracia participativa en lo económico, justa distribución de la riqueza
producida, desarrollo local sustentable, transparencia organizacional y financiera, crítica del
comercio internacional y propuestas alternativas. Por lo tanto, el comercio justo no es
solamente comercio, es también una innovación social y económica, organización y
empoderamiento de los pequeños productores, artesanos y prestadores de servicios rurales y
urbanos, desarrollo sustentable social, económico y ambiental, educación de los consumidores,
presión sobre los dirigentes políticos y de empresas para cambiar las reglas del comercio
internacional. Sobre todo, el comercio justo es un movimiento de la sociedad civil mundial: más
de un millón de productores en el Sur, organizados en estructuras muy diversas; más de
100,000 asalariados y voluntarios en el Norte; organizaciones de comercialización
(importadores, exportadores, redes de tiendas especializadas) creadas por los militantes
asociados; ONGs y agencias de financiamento; organismos de certificación/ aval de
conformidades; millones de consumidores solidarios/ críticos/ responsables.
El comercio justo evidencia el surgimiento de nuevos actores: las grandes empresas de
producción y distribución, las pequeñas y medianas empresas de comercio justo, los poderes
públicos, las organizaciones de consumidores, los actores del mundo orgánico: producción,
certificación. Se aprecia también el reforzamiento de los actores tradicionales: más autonomía
de las redes de pequeños productores, el reforzamiento de las redes en el Sur, la
profesionalizacion de las tiendas de comercio justo, nuevas alianzas.
*
Socióloga, Asesora Nacional de FASE - Programa Derecho al Trabajo y Economía Solidaria,
representante del GT-RI del Foro Brasileño de Economía Solidaria (FBES); Consejo de Administración
de la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social Solidaria (RIPESS); Consejo de Gestión
de Plataforma FACES de Brasil de Comercio Justo y Solidario. E-mail: rgomes@fase.org.br
El comercio justo Norte- Sur en el mundo alcanzó en el 2004 ventas totales por 1,3 billones de
Euros. Tuvo un crecimiento de 20% en promedio en el período 2001-2004. Los principales
mercados fueron Europa y Estados Unidos, los principales productos fueron: café, plátano,
chocolate, jugos de fruta, y el principal canal de distribución fueron los hiper y supermercados
(70%)
2. ESTRATEGIAS Y MODELOS DE COMERCIO JUSTO NORTE- SUR
Notamos que co-existen dos modelos - dos estrategias diferentes de desarrollo: el modelo de
inserción de los productores del Sur en los mercados del Norte y el modelo de economía
solidaria.
2.1 El modelo de inserción de los productores del Sur en los mercados del Norte:
estrategia y prácticas
La estrategia aplicada en este modelo es integrar la lógica de mercado y promover el consumo
de masa de los productos de comercio justo. Se crea la demanda con grandes campañas de
comunicación, en las cuales el mensaje central es la solidaridad Norte – Sur, lográndose que
los grandes supermercados vendan productos de comercio justo.
Las prácticas prioritarias en este modelo son la creación de estándares y certificación de los
productos, grandes campañas de comunicación, lobbying sobre los gobiernos para crear y
sostener el mercado de comercio justo.
El modelo inserción tiene sus fuerzas en la lógica del mercado y de consumo de masa, el
sistema de certificación centralizado, el sistema de sellado descentralizado, la notoriedad
internacional. Cuenta con un mercado en fuerte expansión: 3/4 de las ventas mundiales de
comercio justo, 20% de crecimiento anual. Este modelo se impone: en el Norte, es el nicho de
mercado más dinámico; en el Sur, da acceso al mercado a los productores.
Las tensiones del modelo inserción son económicas: producción/ consumo; comerciales:
pequeños productores/ grandes empresas (plantaciones, industriales, de distribución); de
regulación: privada/ pública; culturales: p.e. transparencia/ secreto comercial; de alianzas:
organizaciones de la sociedad civil/ grandes empresas.
2.2 El modelo de economia solidaria: estrategia y prácticas
La estrategia en el modelo de economía solidaria es construir un movimiento internacional de
comercio justo, con redes de productores y de tiendas de comercio justo. Se busca educar
para la cooperacion, la solidaridad, el consumo responsable, crear alianzas sociales y políticas
nacionales e internacionales, presionar para cambiar las reglas del comercio mundial, dando
prioridad a los derechos humanos y a la defensa del medio ambiente.
Las prácticas prioritarias en este modelo son la venta en redes de tiendas solidarias
especializadas, la educación al consumo responsable y a la economía solidaria, y la realización
de campañas de presión sobre los decisores políticos.
Las fuerzas del modelo economia solidaria radican en los movimientos de la sociedad civil.
Está presente en las organizaciones de pequeños productores y en las redes de tiendas
especializadas. Es la referencia para los valores y principios del comercio justo. Tiene un
concepto global de comercio justo: venta (+10% anual), educacion ciudadana y campañas de
presión. Busca crear cadenas productivas, construir alianzas internacionales por nuevas
formas de regulación en el comercio internacional, y preservar la lógica de la solidaridad del
comercio justo: ayuda mutua, cooperacion, reciprocidad.
El modelo economia solidaria afronta tensiones económicas: trabajo voluntario/ trabajo
asalariado; comerciales: red profesional/ red militante, insuficiente capacidad de venta; sobre la
garantía: certificación de productos/ evaluación de organizaciones; culturales: solidaridad Norte
- Sur/ economía solidaria; de alianzas: ONG/ organizaciones sociales.
3. EL FUTURO DEL COMERCIO JUSTO: MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS
¿Qué relación geográfica es la más adecuada? ¿Cómo distribuir de manera justa el valor
agregado? ¿Cómo recentrar el comercio justo sobre el desarrollo sostenible? ¿Qué tipo de
regulaciones? ¿Qué tipo de garantías? ¿Qué papel jugarán los consumidores? ¿Qué
articulación es posible entre producción orgánica y comercio justo? ¿Qué articulación es
posible entre comercio justo y responsabilidad social empresarial? ¿Qué papel tiene la
sociedad civil, las grandes empresas, los poderes públicos? ¿Qué sentido darle al comercio
justo?
Dos hipótesis posibles para el futuro:
1. La consolidación del modelo de inserción en el mercado aparece como lo más seguro a
corto plazo, a través del comercio ético y la responsabilidad social empresarial, basadas
ambas en el respeto de normas de la OIT como argumento de marketing para desarrollar
un nicho comercial.
2. El desarrollo del comercio justo como parte de la economía solidaria, tratando de mantener
los objetivos y los valores iniciales, articular las redes de comercio justo en torno a una
estrategia común, definir un proyecto equitativo para el comercio internacional, y construir
las alianzas necesarias.
En este panorama, algunas propuestas son relocalizar el comercio justo al servicio del
desarrollo local sostenible (Sur - Sur, Norte - Norte, Sur - Norte); afirmar la preeminencia de los
productores y de los consumidores en las organizaciones de comercio justo; definir normas
para la redistribución del valor agregado; definir normas para la comercialización tanto en las
tiendas especializadas como para la gran distribución; regionalizar los sistemas de certificación;
impulsar regulaciones públicas; y dar verdadera prioridad al cambio de las reglas del comercio
internacional.
4. COMERCIO JUSTO Y SOLIDARIO Y REGULACION DEL COMERCIO INTERNACIONAL
El comercio justo y solidario no puede constituir por sí sólo una repuesta al conjunto de
cuestiones del subdesarrollo. En efecto, el comercio justo y solidario constituye una pequeña
parcela del comercio internacional. Su contribución para el desarrollo sustentable será
determinante apenas en la medida en que sea una base para cambios más globales y más
profundos de funcionamiento del comercio mundial. Ciertos actores del comercio justo y
solidario privilegian regulaciones económicas a través del desarrollo de sistemas de
certificación; apuestan por el hecho de un crecimiento notable de la demanda de los
consumidores para productos certificados de comercio justo y solidario, que permitirá hacer
presión sobre las empresas multinacionales y de distribución, de modo que alteren sus políticas
comerciales. Otros actores de comercio justo y solidario, entre ellos Artesanos del Mundo, en
Francia, y FACES, en Brasil, dudan fuertemente que las empresas multinacionales puedan
adoptar actitudes éticas sin la existencia de normas y regulaciones de tipo político, que
implican llamados a una limitación de producción y de volúmenes de exportación.
Generalmente, apostamos más sobre la movilización de organizaciones y de ciudadanos para
exigir la instauración de nuevas regulaciones y reglas en el comercio internacional.
5. COMERCIO JUSTO Y SOLIDARIO Y SOBERANÍA ALIMENTARIA
El comercio justo se refiere hoy esencialmente a productos de exportación de países del Sur
para los países del Norte. No tiene ningún efecto para el precio de los productos alimentarios
de los campesinos del Sur que no son comercializados en los países del Norte, pero que en
contrapartida sufren la competencia de los cereales, las carnes y los productos lácteos
producidos en el Norte. Este dumping de los países del Norte, más también un dumping social
de los latifundios de diversas regiones del mundo que explotan su mano de obra asalariada,
tienen un impacto dramático a nivel de los precios de los productos alimentarios básicos
producidos por la agricultura familiar de los países del Sur. Una mejora del nivel de precios
pagados al productor para estos productos alimentarios puede ser favorecida por el desarrollo
del comercio justo y solidario Sur – Sur, como se observa en pequeña escala en ciertos países
como Brasil. Más implica principalmente el reconocimiento del derecho a la soberanía
alimentaria, o sea el derecho de los Estados y los conjuntos regionales a efectuar políticas
autónomas de protección de su mercado interno y apoyo de los precios agrícolas sobre este
mercado. El derecho a la soberanía alimentaria debe ser reconocido a nivel internacional por
los organismos multilaterales, lo que implica también una movilización de organizaciones y de
ciudadanos a nivel global. Salir a favor de un comercio justo y solidario para los productos de
exportación de los países del Sur y para el reconocimiento del derecho a la soberanía
alimentaria constituyen banderas/ causas complementarias que están llamadas a favorecer una
justa remuneración del trabajo en la sociedad, condición de un desarrollo sustentable en los
países del Sur. Más que complementarias, estas causas son inseparables, porque la viabilidad
a largo plazo de un comercio justo y solidario para los productos de exportación es posible sólo
si los campesinos recibieran una justa remuneración para las producciones alimentarias ligadas
al reconocimiento del derecho a la soberanía alimentaria.
En el modelo actual de comercio justo también se corre el riesgo de incentivar el monocultivo
cuando solamente se da acceso a algunos productos al mercado internacional - exportación
(Ej. flores en la India y Colombia, productos mercantiles: café, cacao, etc.), lo que a mediano
plazo puede ser una desastre para la población de los países del Sur.
Nuestro desafío es conseguir la integración local, la diversificación de la producción familiar,
modificar la legislación para las compras públicas y el peso político a través de las redes de
economía solidaria. Debemos estar siempre atentos a las posibilidades de asimilación del
comercio justo por el sistema capitalista, que deja en segundo plano el objetivo de
transformación social.
6. CONTRIBUIR A LOS CAMBIOS MÁS GLOBALES DEL COMERCIO MUNDIAL
El comercio justo y solidario demostró que otro comercio era posible. En ese caso, se
preguntan algunos: ¿Por qué querer cambios radicales y globales si iniciativas como las de
comercio justo y solidario dan respuestas?. Porque el comercio justo y solidario no debe en
caso alguno volverse un pretexto para no cuestionar la globalidad del funcionamiento del
comercio mundial. Tampoco debe constituir un pretexto para justificar el desmantelamiento de
las políticas sociales y educativas de los Estados, la privatización de los sistemas de salud y
educación.
El comercio justo constituye precisamente una oportunidad para sensibilizar a las poblaciones
del Norte y del Sur sobre estas preguntas y mostrar que otras relaciones comerciales entre el
Norte y el Sur son posibles. Puede contribuir a aumentar las presiones sobre los poderes y las
fuerzas políticas de los diferentes países, con el propósito de instaurar un sistema económico
mundial más exactamente alternativo al sistema actual. Del mismo modo, en la medida en que
el comercio justo y solidario permite mejorar la situación económica de los productores, o su
nivel de organización y reflexión, puede igualmente aumentar su capacidad de responder las
otras preguntas, a nivel local, nacional y mundial. Compete hoy a los actores del comercio justo
y solidario contribuir a construir las movilizaciones consideradas necesarias para que su
experiencia concreta de economía solidaria pueda ser una palanca para transformaciones más
globales de las reglas de juego de la economía, de los intercambios internacionales y, a fin de
cuentas, del desarrollo sustentable del planeta.
En esa perspectiva, es clave desarrollar alianzas entre actores de la economía social y
solidaria de modo que estas alternativas tengan un peso real. En efecto, todos los actores de la
economía social y solidaria se reencuentran con sus especificidades, sobre los mismos valores:
acción sobre un territorio y responsabilización de los actores (asalariados, voluntarios,
asesores, gestores electos). Demuestran una real complementariedad. Presentes en la
producción o el consumo, en los sectores de financiamiento e inclusive los seguros, pueden
trazar alternativas concretas sabiendo que las alternativas políticas y económicas son
inseparables. Es por eso que las organizaciones de economía social y solidaria deben
desarrollar hoy una sinergia común alrededor de dos ejes:
-
Una estrategia de desarrollo económico más fuerte.
Una estrategia de interpelación/ incidencia política.
Pero más allá de las alianzas entre los actores de la economía social y solidaria, es necesario
construir una alianza amplia con los demás movimientos del campo altermundialista y confluir
las alternativas sociales y económicas.
7. AGENDA ESTRATÉGICA PARA AMÉRICA LATINA
-
Levantar los elementos necesarios para construir una agenda común de desarrollo
solidario en la región.
Superar una agenda de eventos con una agenda de procesos destinados a alcanzar los
objetivos compartidos en un plano de trabajo regional.
Priorizar acciones comunes supra nacionales que promuevan una mayor
complementariedad destinada a superar las desigualdades y desequilibrios regionales.
Promover la economía solidaria y el comercio justo en nuestros países impulsando
alternativas de desarrollo en alianza con otros sectores sociales.
Referencias de Sitios Internet:
Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria – RIPESS:
www.ripess.net
Foro Brasileño de Economía Solidaria: www.fbes.org.br
Plataforma FACES do BRASIL de Comercio Justo: www.facesdobrasil.org.br
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