vil Tiburones de los mares del Sur La oportuna intervención de don Plácido hizo posible lo que él llamó una entente provisional entre los primos Chabela y Néstor . En su avanzado estado de gravidez, María Isabel amaneció muy feliz pues Néstor, convencido por su cauto papá, aceptó someterse a la coyunda eclesiástica . Reunidos con las tías ante la adusta presencia de Papa Chente y el párroco, los cónyuges brindaron por el buen éxito del esperado alumbramiento . Quien no estuvo de acuerdo con aquella evangélica pacificación fue Débora que aún proseguía prendada del maestro . Néstor cuya moral a toda prueba era modelo de honestidad tal vez había reavivado el fuego de la antigua pasión en un descuido de efervescencia etílica. Ni la muerte de Gancho Hermoso ni la cárcel de Goyo la habían impresionado tanto como el saber que Néstor y Chabela se habían reconciliado . Decepcionada, se entregó a la bebida con un nefasto vaporino . Una noche se fue con él a la ciudad, ebria, dispuesta a no regresar a la isla nunca más . Ni siquiera se condolió del hijo, que la quiso seguir y estuvo casi a punto de perecer ahogado porque el cruel vaporino lo echó al agua y aun le dio con un remo . Por fortuna Pipe sabía nadar. Chon Candela lo adoptó bondadosa y lo crió desde esa noche, llevándoselo a convivir con ella en casa de Ñopo . De repente comenzó a hablarse con bastante aprensión del peligroso cometa Halley . Se decía que su cola era tan larga que, al rozar con la Tierra, le arrancaría de cuajo uno de sus polos . Néstor tuvo que hacer un viaje a la ciudad en busca de las nóminas de él y Chabela . En el muelle, Fífila se le acercó angustiada, le habló aparte y le dijo, le suplicó, que por favor tratara de encontrar a su nieta Débora . Sabía que, abandonada por el malvado vaporino, Débora trabajaba de mesera 414 en un especie de garito, antro del vicio que durante las noches se volvía lo que la gente llamaba bailamono, situado junto al embarcadero casi frente al mercado público . Fífila imaginaba que Débora se había entregado a la mala vida, una muchacha que iba tan bien en sus estudios y habría triunfado de no haberse dejado preñar por Goyo . Bondadoso como era, Néstor prometió conducir al redil a la oveja descarriada . -Yo sé que Débora me estima y me respeta como maestro que fui de ella. Estoy seguro de que tendré el buen tino de convencerla . Mi deber es reintegrarla a la isla y a la vida honorable . Lo primero que Néstor gestionó en la ciudad fue el cobro de las nóminas de él y Chabela que negoció con un agiotista . Necesitaba dinero para comprar la canastilla y algunos utensilios adecuados pues su esposa estaba a punto de dar a luz . Los trajines del día le impidieron efectuar tales compras . Me ocuparé de eso mañana . Esta noche debo cumplir con Fífila . Desprevenidamente llevaba en el bolsillo su dinero completo cuando entró a la sentina que en efecto era un figón repugnante . Débora, al ver a Néstor se echó en sus brazos llorando de alegría . Néstor captó al instante cierto fatal malentendido . El hecho de que en forma imprevista él de exprofeso le fuera a hacer una visita reavivó las marchitas esperanzas de Débora pues la hizo imaginarse una nueva ruptura conyugal lo cual tergiversaba el verdadero sentido humanitario de su misión . Prefirió no apagar las encendidas ilusiones de Débora para no fracasar . Se mostró tierno y consecuente . Bebió y bailó con ella, y en su afán de guiar sabiamente a la oveja descarriada, los tragos hicieron que él mismo se extraviara en la siniestra selva del vicio . Don Plácido le había prohibido a Néstor relaciones de índole íntima con su esposa Chabela debido a que, como era primeriza, su delicado estado de gravidez hacía forzosa la abstinencia . Tal fue la causa de que Néstor impulsado por la embriaguez y su apetito sexual, se dejara envolver entre las redes lujuriosas de Débora . Casi de manera inconsciente, subió con ella al cuarto, la gozó ardientemente y se quedó profundamente dormido . Al despertarse entre sus brazos y verla tan eufórica se dio cuenta de haber caído en el garlito . Ya no había más remedio que darle tiempo al tiempo dejando que las aguas fluyeran hasta encontrar su curso . 4 15 Débora ordenó un desayuno opíparo para ambos en . el cuarto . Estaba tan cordial, amorosa y alegre que discurría casi consigo misma . Desde que era tu alumna te he deseado . Finalmente he logrado hacerte mío . Regresaremos a la isla . Seremos muy felices . Ya verás . Echado aún en la cama, desnudo y procurando cubrirse con la sábana, Néstor sentíase avergonzado y culpable como Adán y, cerrando los ojos, evitaba la luminosidad matutina . Sentíase un transgresor . La noche antes había despilfarrado gran parte del dinero de las nóminas . Adiós ajuar del niño y las bebidas para brindar con los amigos y familiares por su feliz epifanía . Pero ¿qué hacer? Mi auténtica misión como maestro es alejar a Débora del vicio, reintegrarla a la abuela y a la isla . No debo fracasar en esta empresa. Le he prometido a Fífila redimir a su nieta . Lo haré de todos modos. Arrastrado por su misma moral comprometida, Néstor siguió gastando . Cada noche bebía se emborrachaba y se iba al lecho con Débora . -Vólveremos a la isla cuando pase todo este embrollo del cometa le decía ella. La noche en que el terrífico Halley pasó radiante sobre la isla la gente, al ver su enorme cola brillando esplendorosa en el cielo, esperó que de un momento a otro el mundo iba a estallar en pedazos . Presa del pánico, la muchedumbre, aglomerada en la iglesia y en la plaza, rezaba mil plegarias y suplicaba misericordia . Como una enorme luna llena, de larguísima y aterradora cola, el astro errante parecía inmóvil . Sabíamos que, tal como el satélite, lo seguiríamos viendo la noche íntegra hasta el instante en que llegara el estallido fatal . Como único médico de la isla, yo estaba al lado de Chabela, sabiéndola en vías de parto, protegiéndola, rodeado de centenares de mujeres que, arrodilladas en plena plaza, repetían angustiadas las letanías del buen morir. De repente Chabela comenzó a sentirse mal y a lanzar alaridos angustiosos . Temiendo la posibilidad de que el parto tuviera efecto a la intemperie, yo había advertido a Lola y a Malala prevenirse con colchas y almohadas . Extendimos las mantas en plena plaza y acomodamos sobre ellas a la grávida cuyos gritos contagiaron al público pues la gente creyó llegado el instante en que la cola del cometa iba a chocar contra la tierra y se armó un orfeón de llanto general . Alborotaban, sobre todo, los niños y las muchachas jóvenes . Chabela que, además de ser primeriza estaba asustada por la catástrofe inminente, repetía cada .vez con más ímpetu 416 sus alaridos. Todos los perros comenzaron a aullar. En la iglesia, los coros elevaron el gregoriano volumen de sus voces mientras alguien dispuso repicar las campanas . Chabela se debatía en el suelo sostenida por Malala y Dolores . Que alguien haga callar esas campañas, gritaba yo colérico, pero nadie hacía caso y entre esa algarabía de verdadero aquelarre tuve que hundir mis manos en la sangre y enfrentarme a la muerte porque el parto se iba haciendo cada vez más difícil . Por fin, nació una niña . Tanto la puérpera como ella salvaron su existencia de milagro . Malala quiso que Lola la llevara enseguida a la pila bautismal para que el cataclismo la encontrara en gracia de Dios . Los padrinos fueron María Dolores y Papa Chente . El párroco, al imponerle el consagrado crisma pudo decirle : Yo te bautizo, María del Milagro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo . Afortunadamente el cometa, fuera de ser un estupendo espectáculo pasó sin riesgo alguno de nuestra parte . Chabela ya pudo levantarse del lecho después de estar en cama bastantes días muy delicada y la niñita, sin duda alguna, es un primor. Nadie ha querido que Chabela se entere de que tú estás con Débora y que te precipitas por una cuesta peligrosa . Reflexiona, hijo . Debes volver a la isla cuanto antes . Piensa que si Chabela se percata, puede sufrir un grave colapso . ¿ Quieres matarla? Yo comprendo tu misión franciscana en favor de Débora pero no olvides que Jesucristo, con cariñoso ejemplo, nos impuso también nuestro deber para con los niños . Quiero que veas a tu hija Milagro . Te va a encantar. Chabela ya se siente mejor y hasta la saca a pasear por la placita cada mañana . Al escuchar a su papá, Néstor no puso más reparos, la única solución era decir a Débora la verdad y regresar a la isla . Plácido tuvo la plena convicción de que su hijo regresaría al hogar entusiasmado par las buenas noticias relativas a la recién nacida Milagro . Chabela se sintió muy feliz al escuchar al suegro quien le mintió diciéndole que Néstor cumplía una importantisima misión educativa asesorando en la ciudad a las altas autoridades del ramo . Néstor no sé atrevió a decirle a Débora la verdad seguro de que si lo intentaba fracasaría del todo en su gestión redentora . Sabía que era imperiosa su vuelta a la isla, con o sin Débora, no solamente por sentir el placer de acariciar a su pequeña Milagro sino asimismo porque debía cumplir con el apostolado de la enseñanza . Afortunadamente para él, Plácido lo había sabido reemplazar en la escuela . Acaso Débora, una vez incorporada a la isla comprendería ese punto . 417 -Claro que debes regresar a la escuela -le dijo ella- . Viajaremos como dos tortolitos . Ya jámás volveremos a separarnos . Néstor pensó que lo importante era cumplir con su promesa de que Débora se reincorporara a su vida en la isla . Una vez allí, Fífila se encargaría de lo demás . Se embarcaron . Débora estaba tan feliz que hasta bebió en El Izabal nutridos tragos . Néstor, por complacerla, trasegaba de la misma botella . Cuando se iban aproximando al muelle de la isla, Néstor vio, entre la gente aglomerada que, flotando pañuelos en el aire, les prodigaba una cordial bienvenida.. . Caramba, qué infeliz contratiempo . Allí estaban esperándolo alegres nada menos que su papá y Chabela . Esta última acunaba entre sus brazos a la niñita . Quedó nervioso . Distrajo a Débora, y apenas el vapor se acoderó, le dijo : -Vete abajo a buscar tu maletín y el regalo que le trajiste a Fífila . Aquí te espero . Mientras ella bajaba, procurando tratar de abrirse paso a codazos a través de los muchos pasajeros que iban desembarcando con bultos y paquetes . Néstor aprovechó y, actuando con premura, fue uno de los primeros en abordar el muelle y enseguida corrió a abrazar a su hija y a su esposa Chabela . La insólita cantidad de gente que esa tarde se apretujaba en el desembarcadero se debía a la presencia de unos voraces tiburones, tan hambrientos, que rondaban el muelle con el fin de atrapar varias piltrafas de carne que unos marines les echaban . Se decía que habían llegado a la isla tras diversas fragatas gringas procedentes de los mares del Sur. La primera noticia que se tuvo de ellos fue cuando la desdicha le tocó a Cucho el lamparero . Por darle gusto a su hijo sordomudo, de diez años, que iba en la popa de la panga con los pies en el agua, el zapatero se entretenía con él y, como estaba borracho, se durmió . Las olas empujaron la panga mar afuera . El niño no pudo oír los gritos de quienes le advertían la presencia del tiburón . Fue demasiado tarde cuando, al verlo, cayó hacia atrás del susto . El animal había logrado arrancarle ambos piececitos . Poco después de ese fatal accidente, unos pangueros desembarcaban grandes piezas de carne traída extra debido a la insólita abundancia de 418 turistas, Antes de conducirlos a la carnicería o al hotel, los cuartos de las reses iban quedando superpuestos uno sobre otro a la orilla del mar sobre la arena . Atraído por el olor de la carne o el sabor de su sangre, uno de estos voraces tiburones saltó tratando de alcanzar los trozos . Tal fue su ansia que su voracidad lo dejó en seco pues la gran ola que lo acercó a la carne descendió bruscamente . Rápidamente los cargadores lo mataron a palos y a machetazos . Cuando Débora logró salir al muelle tras el gentío que le impedía apresurarse, vio a Néstor tiernamente abrazado con su esposa María Isabel lo cual la hizo sufrir su más terrible desilusión . Para ella aquello significaba su derrota total . Plácido, que ya había sido advertido por Néstor, corrió a evitar alguna escena desagradable pues Débora había bebido bastante durante el viaje y estaba ebria, pero fue inútil . Desgreñada, vociferaba dando alaridos y, enceguecida por el llanto, la furia y la ebriedad, perdía a cada momento el equilibrio y estuvo casi a punto de caerse . «Tenga cuidado, le dijo un marinero, hay tiburones feroces y con hambre», lo cual fue para ella como una sugestión muy adecuada para atraer a Néstor declarando que se iba a suicidar. Consciente de que, dado el estado etílico en que estaba, podría caerse al agua, éste corrió a salvarla . La lucha entre ambos fue tan rápida que casi nadie pudo evitar ni precisar lo ocurrido . Inesperadamente cayeron y fueron destrozados por los escualos . Plácido quiso evitar que María Isabel se diera cuenta de aquella escena horripilante pero ella, sin verla, la intuyó y estuvo a punto de perder el conocimiento . Ladera tuvo que sostenerla y aun cargar a la niña . Unidos en el llanto, se alejaron del muelle . Quienes lograron presenciar la tragedia comentaron más tarde el suceso asegurando que el mar se puso rojo como cuando mataron a Gancho Hermoso . 419 Un insólito Tabernáculo Caro figliolo : (Esas mismas palabras fueron las que mamá me dijo al despedirse de mí en Puerto Limón . Al embarcarse me levantó en sus brazos y me besó llorando . Su bellísimo rostro envuelto en lágrimas es la indeleble imagen que de ella baila aún en mi mente, asimismo mi lamento angustioso cuando al verla partir dije mammina. Mi abuela Teodorina, teniéndome en sus brazos y besándome, sólo dijo : Non piangere . No se atrevió a decirme : La tua mamma va a ritornare presto . Sabía que el viaje de su figlia Rosina tenía el sentido de una ausencia total y casi igual a la muerte .) Caro figliolo : La mia mamma. Teodora me ha escrito siempre y me ha enterado de todos tus estudios eclesiásticos . Es una bella vocación la tuya . Cada uno de nosotros nace con un destino, con un anhelo de ser, de hacerse . Yo quise ser artista . No pude serlo . Se opuso mi papá injustamente . Tal vez ya es tiempo de que sepas algunas circunstancias y las causas que me obligaron a abandonarte en brazos de Teodorina . Por ella supo que habías viajado a Roma con la intención de hacerte cura y que el dinero que mi papá Giovanni te enviaba era mezquino . Necesitabas pagar a un preceptor, comprar libros costosos, residir en una buena pensión . Desde entonces te remití a través de su conducto, puntualmente, giros bancarios adecuados a tus necesidades . Sabes muy bien, figliolo mío, que el fin justifica los medios . No te avergüences, pero debes saber que tus estudios eclesiásticos han sido sostenidos y pagados por mi burdel . Es el prostíbulo de más categoría en Valparaíso . Se llama TABERNÁCULO . Cuando vengas a verme, ya convertido en cura, sabrás la causa de ese nombre . Quiero que sepas que ahora soy poseedora de una enorme fortuna de la que tú serás el único heredero . No vayas a pensar que mi dinero sea sucio por el hecho de estar prostituido . Jamás me he arrepentido de haber hecho dinero para mi hijo, aun vendiéndome . Tú eres un hombre culto y sabes que entre las profesiones 420 más antiguas del mundo está la mía . Suelo codearme con profesores, filósofos, doctores, abogados, poetas y aun con sabios prelados que, despojándose de su hábito, vienen a verme y a acostarse conmigo . Por ellos he sabido que todo lo venéreo procede de los templos de Venus cuyas sacerdotisas fueron, como tú sabes, las fundadoras de nuestra orden . No te olvides que Venus en italiano es Vénere . Tú, al desposarte con la Virgen tal vez lo hiciste pensando que ella es también tu madre . Entre hijo y madre existe siempre un ligamen muchas veces ambiguo . La Virgen de los griegos era Atenea . ¿Lo sabes? Por eso a Nápoles la llamaron Partenos, que significa casto, puro, sin mancha, virgen, es decir, la doncella, pero también recuerda que las sirenas eran las putas de Parténope . Desnudas, con el agua hasta la cintura, cantaban, atraían a los marinos de los cuales, ya devorados por el vicio, no se volvía a saber . Por ser napolitana, tengo mucho de Virgen y de sirena. Dejé de serlo cuando me enamoré de un marinero danés . En ese tiempo yo era una chica de trece años . A mi padre jamás lo conocí por lo menos hasta cumplir casi veinte años . Me crié con nonno Teófilo. Abandonada, joven y bella, mi mamma Teodorina se fingió filotea pero era para acostarse con el cura posiblemente a sabiendas de mi abuelo. Yo andaba errante jugueteando con los chiquillos de la playa . El marinero danés era muy joven pero alto y bien plantado . Tenía barba y cabellos largos . Parecía un Cristo . Creo que era hijo de una napolitana porque hablaba italiano entremezclado con frases dialectales . Mi abuelo Teófilo me había enseñado a amar a Cristo . Me decía : Ese es tu esposo . Debes buscar a Cristo . Cuando en aquella birrería de Pausilipo vi a Jesucristo bebiendo birra, me le acerqué sumisa. Era mi esposo . El marinero danés charló conmigo, me hizo beber cerveza y al poco rato lo seguí fascinada . Me entregué a él, viví con él mientras su barco estuvo en Nápoles . Después volví a Pausilipo preñada. Naciste tú, Danilo . Desde que eras pequeño, desde el momento en que hablaste y comprendiste, no hice más que decirte : Jesucristo es tu padre . ¿Y mi madre es la Virgen?, preguntabas . Sí, figliolo, io solo sono la tua mamma, te decía . Te criaste entre la Virgen y Cristo junto a tu abuelo Teófilo . La beata Teodorina se pasaba la vida con el cura ; yo mantenía la casa puteando en la bahía desde muy joven . Era mi sino . La carta en que Giovanni Salerno se arrepentía de habernos abandonado fue como un terremoto . Zvaní, el hijo pródigo del buen Teófilo, pedía perdón por sus pecados, cancelaba la suma substraída a la iglesia y enviaba los dineros del caso para que en el primer vapor que zarpara nos embarcáramos hacia un pequeño puerto tico que nadie conocía . La mía mamma, que ya se había olvidado de Giovannino, no se sintió muy inclinada 421 a ese viaje, sobre todo porque ella amaba al cura . Yo esperaba la vuelta del danés . Me arrodillaba diariamente ante la imagen del Cristo y le decía : Vuelve, vuelve . Alguien me dijo que los barcos daneses viajaban con frecuencia a las Américas lo cual me hizo pensar que a lo mejor Jesucristo hacía un milagro . Puerto Limón se me clavó en la mente como una cándida esperanza . El nonno Teófilo consultó con el cura . Este le dijo que una mujer napolitana debe seguir a su marido aunque sea al infierno, con lo cual indicaba que ya estaba aburrido de Teodorina y lo indudable era que ya tenía otra filotea en cierne . Al descender del barco en Puerto Limón, Teodorina buscó con la mirada a Giovannino . Después de tantos años de ausencia ¿qué iban a conocerse? Fue necesario que, como buenos napolitanos, se echaran a gritar como quien llama a un perrito o a una perrita . ¡Giovannino! ¡Teodorina! Se aproximaron entre sí, se miraron y se quedaron mudos. Era inútil . Ya no se conocían ni mucho menos se amaban . No hubo abrazos ni besos ni parabienes . Más bien hubo miradas hostiles . -¿Dove diavolo é mía figlia Rosina? -dijo, buscándome, Giovanni . -Eccola lá che scende -le indicó Teodorina, señalándome . Al verme con un niño en los brazos (tú a lo mejor tenías cinco años, Danilo,) Giovanni preguntó, enfurruñado : -¿Che c'entra que¡ bambino? -E ti figlio di Rosina -repuso Teodorina. Se enfrascaron en una violentísima pelea en napolitano Tú, fígliolo, comenzaste a llorar. Parece que eso calmó los ánimos . Montamos en un viejo carricoche tirado por un burro o una mula . No sé qué diablos era. Giovanní me miraba con unos ojos de sabueso rijoso . Yo sonreía taimadamente . Me di cuenta enseguida de que al viejo no le importaba un pito Teodorina . Me oteaba de soslayo . Comprendí sus malsanas intenciones . Teodorina seguía insultándolo por haberla abandonado preñada . Él, para contentarla, le daba la razón y aceptaba que no era un gran pecado lo de mi hijo . Te hacía caricias y decía : bel bambino . El mísero carruaje se detuvo frente a un pequeño restaurante situado en un bel posto del littorale . Como sentí de pronto un hambre intensa, 422 pensé que iba a invitarnos a almorzar, pero al bajamos del vehículo nos indicó que ésa era su TRATORIA NAPOLITANA . Súbitamente, mi mamá y yo, entendimos el afán de hacernos dejar Nápoles y nuestro bel Pausílipo por un misero sitio como Puerto Limón . ¡Malhaya la miseria! Sabía que yo, como muchacha napolitana, sería experta en canciones y en bailar por lo menos la tarantella. En eso no se había equivocado porque yo había estudiado canto y baile . Deseaba ser artista . La mía mamma era ducha en cocinar comida italiana . De lo cual resultaba, como en efecto sucedió, que su propósito nada tenía de cariñoso ni de amor paternal . Sólo deseaba tener, a cambio de lo que le costó el pasaje en tercera, dos sirvientas gratuitas . Mi mamá lamentaba la maldita hora en que, dejándose aconsejar del cura y del bondadoso Teófilo, se resignó a viajar. Lloraba sobre las grandes ollas de spaguetti . Trabajaba metida en la cocina más de doce horas diarias desde el amanecer hasta la noche sin esperanzas de quejarse porque una esposa napolitana tiene que obedecer a su marido . Yo servía de mesera, además de lo cual y lavar platos, tenía que entretener a los clientes cantándoles canciones napolitanas y bailando con las piernas al aire . Como era bella y atractiva (lo sigo siendo) lo que más me agradaba era cantar y bailar. Al poco tiempo de haber llegado (ya sea por la magnífica comida que hacía mamá o acaso por la sana alegría de mis canciones y bailes) la tratoría empezó a llenarse de clientes de los cuales la mayoría eran vaporinos y marineros de los barcos surtos en la bahía . En el fondo, la clientela aumentaba debido a mis maneras afables, pero papá Giovanni empezó a regañarme «por mi coquetería, por mis gestos y modales de mujerzuela .» De manera consciente o inconsciente, no hacía otra cosa que encelarme . Me deseaba sin atreverse a confesarlo . Por las noches, cuando, agotados por la diaria faena, cerrábamos las puertas, él continuaba bebiendo botella tras botella de vino . Mi mamá resolvió dormir conmigo, pues lo creía capaz de cometer, borracho, un disparate . Una noche, porque estuve coqueta con un cliente, me dio una bofetada . Menos mal que el asunto fue en la cocina . Mi mamá lo agarró a cucharazos y se soltó a llorar desconsolada . Yo, que seguía pensando en mi danés, supe que los barcos de Europa llegaban a Colón y que, además, en eso puerto del Istmo, había bastante vida nocturna . Como sabía dónde Giovanni escondía el dinero, robé un buen fajo de billetes, compré el pasaje y, una noche, con la anuencia de Teo, me embarqué hacia Colón . Un empresario me contrató para cantar, bailar y desnudarme . Con miras a evitar que mi papá diera conmigo, decidí desde entonces parapetarme tras un bonito nombre de cartel . Seguía pensando en mi danés . Mi bello Cristo se iba volviendo una obsesión en 423 mi mente . Durante el día no hacía otra cosa que visitar el muelle y las cantinas . Por las noches, recorría los casinos y los distintos centros nocturnos . Mi nombre se volvió famosísimo . Comencé a hacer dinero en abundancia . Supe que, cruzando el estrecho de Magallanes, ciertos barcos daneses llegaban hasta Valparaíso . No demoré en saberlo cuando ya estaba en viaje hacia este puerto chileno . Con el dinero ahorrado fundé un burdel de lujo, que aún sigue siendo el famoso TABERNÁCULO . Soy rica, figlio mío. Gozo dando y proporcionando placer a los demás . Sé que mi profesión, como te he dicho, es la más clásica y la de más categoría en los anales de la historia mundial . Dios supo crearme para ofrecerles felicidad a los hombres . Todos me quieren y me siento feliz cuando me aplauden desnuda . Sé que muy pronto serás un sacerdote . Cada cual a lo suyo . Yo no me siento pecadora . Nuestras dos vocaciones son aparentemente distintas, pero de orígenes idénticos, religiosos . Tú serás sacerdote en los templos de nuestra fe católica ; yo soy sacerdotisa en los de Venus . ¿Qué hace el cura en la misa? Glorifica el misterio de la eucaristía . Pan y vino que nosotras, las putas, también santificamos . No hay un solo burdel donde la gente no goce y se deleite con el pan y el vino . Te he hablado de todo esto para que, al recordarme y escribirme con la misma alegría que estoy haciéndolo, pienses y reconozcas que por mi propia cuenta yo he logrado forjarme una fortuna . Sigo espléndida y bella . Soy famosa . Mi prestigio lo admiran hasta las Damas de la Junta Católica pues mis contribuciones para la iglesia, no escatimadas nunca, son siempre del más alto calibre . No olvides nunca que he pagado tu educacián con el dinero de mi burdel . Chao, caro . Un baccio di la tua cara maroma Rosina Salerno . 424 IX La sangre no llegó al río Peñalerta es una especie de belvedere desde el cual se contempla la bahía . Sitio rocoso y alto paso obligado rumbo hacía Barlovento, nada escapa a la vista del más ingenuo observador que, emocionado, se detenga un instante a ver las barcas o la puesta del sol . Los isleños cuyos ojos de lince compiten con los de las gaviotas distinguen desde allí hasta la aleta de los voraces tiburones . Apenas notan el agudo espolón lanzan un grito a plena voz que repercute en la playa y los bañistas logran ponerse a salvo . Todas las tardes los ancianos de la isla celebran su tertulia en Peñalerta, tradicional reunión que casi adquiere carácter de senado pues en ella se delibera y se toman decisiones . A veces solamente se comentan los sucesos del día refiriéndose a casos semejantes que tuvieron lugar en otras épocas cuando la gente solía ser respetuosa de las viejas costumbres y de la ley de Dios . Los más asiduos al vespertino cónclave de Peñalerta son Sócrates Galarza, de barba cana y renegrido bastón ; Plutarco Amaya, quien a pesar de ser nonagenario goza de una memoria sorprendente ; Senón Oviedo, que narra siempre historias de aparecidos ; Píndaro Cárcamo, patriarca de una extensa familia de pescadores y abuelo de la inquieta Petita ; Agustín Izaguirre, Marco Aurelio Mendíguez y Benigno Pascal, que sistemáticamente diagnostican el tiempo y tratan de hallarle algún sentido a las cosas . Tras el trabajo agotador de las faenas del campo o de la pesca en el mar, los hombres ya casados y con hijos pero de edad menos provecta se aproximan de vez en cuando al grupo tal vez por distraerse escuchando lo que cuentan los viejos o buscando las sabias enseñanzas de los mayores . 425 De paso hacia las playas de Barlovento, los viandantes no tienen más remedio que cruzar por el centro del severo cenáculo que de común acuerdo enmudece para que se le rinda la adecuada pleitesía del saludo . Felipe sabe que su vida de perdulario es criticada por aquel tribunal de hombres sensatos . Por eso cuando va hacia la casa de Balbina o hacia el llanito situado tras la escuela, siempre hace un alargado rodeo zigzagueando tras las casas del pueblo loma arriba . Quienes están sentados sobre las duras crestas de Peñalerta más se preocupan hoy por los vaivenes de la guerra de Coto, pues el conflicto ha terminado y los presos han regresado a su país, menos uno . Al hombre de la barba nazarena ya se le trata como a uno de la isla, pues Hipólito se ha ganado la confianza del pueblo por ser trabajador y sobre todo porque es experto en naves . Precisamente pasó hace poco cuesta abajo acompañado por Serafín del Carmen y ello ha dado motivo a que se enciendan nuevamente los ánimos sobre ese malhadado conflicto bélico . Lo prudente será no mencionarlo cuando regrese Hipólito dentro de unos instantes . -Es indudable que ganamos la guerra -dice Píndaro Cárcamo- . Recuperamos nuestras tierras en buena lid . Sin embargo, los gringos del carajo nos quieren dar la gran jodida . Como si hubiésemos soñado, nos imponen una falsa derrota y en vista de ello vuelven a cercenamos . Inútil es seguir apelando . Los países de la América Hispana se han cruzado de brazos . Nadie quiere ayudarnos . -Mejor ni hablemos de eso-Senón Oviedo sacude su cachimba sobre una piedra, la carga nuevamente con picadura fresca, la enciende, aspira el humo, y, al expulsarlo, señala hacia la cuesta- . Veo que allá se aproximan Hipólito y Serafín del Carmen . Cambiemos ese tema neurálgico . -Serafín e Hipólito se han hecho muy amigos -comenta Marco Aurelio Mendíguez-. Debe ser sobre todo porque han vivido en Roma . Los he escuchado hablando en italiano . Creo que ambos conocieron al Papa. Si le besaron el anillo están en gracia de Dios . Píndaro Cárcamo prefiere retirarse sin hacer comentarios . Se sabe que él no gusta de Serafín del Carmen por haberse burlado de Petita . -Recuerdo a Serafín desde la época en que paseaba por las tardes con Plácido -dice Plutarco Amaya- . Era un niñito de una imaginación sorprendente . Siempre narraba sueños con una convicción de iluminado . 426 Después nos convencimos que eran inventos de él . Bueno, desde nuestra época escolar decorábamos versos de Pedro Calderón de la Barca con eso de que la vida es sueños y los sueños sueños son . -Cuando ya era muchacho de los de rompe y rasga -Senón Oviedo escupe, se limpia la garganta- me hacía contarle historias de fantasmas . Recuerdo que a él le agradaba mucho la del hombre cuya esposa asistía a los aquelarres en que diversas brujas danzaban alrededor de Lucifer en figura de macho cabrío y todas ellas le besaban el culo . Me sorprendió una tarde narrándome uno de sus sueños . Lástima que ahora que regresó de Europa sólo está interesado por escribir su libro sobre la isla . Ya no nos entretiene con sus sueños . Lo que quiere es oír. -Vamos a hacer un trato con él -propuso el reflexivo Agustín Izaguirre-. Ahora que llegue podemos proponerle que nos hable de Roma . Por una seña de Benigno Pascal notan que Hipólito y Serafín se acercan . Los saludan con toda ceremonia y sin rodeos intentan el aproche . -Hablando del rey de Roma, de pronto asoma -dice Plutarco Amaya-. ¿Qué tal, señores? Siéntense . Acompañenos un rato . Precisamente charlábamos de ustedes . Sabemos que han visitado Roma y a lo mejor, si le han besado el anillo al Papa, ambos deben de estar en gracia de Dios . Nosotros los de la isla es muy posible que caigamos de bruces en las calderas de Pedro Botero . En cambio, ustedes se sentarán sin duda a la diestra de Dios Padre . La palabra de ustedes es como agua bendita . No hay que ser egoísta . ¿Por qué no nos conversan de Roma? -Yo estuve en Roma en la época del cometa Halley -dice Hipólito . -¿Lo viste? -indaga Plutarco Amaya . -No . -Aquí lo vimos como una luna llena con su terrible cola luminosa . Serafín se interpone : -Lo cierto es que al cometa de mi época le decían Mussolini . Era más catastrófico que el otro . Recuerdo que a pocos días de hallarse en Roma los fascistas me dieron una buena puñera sencillamente por ignorar que, como en la época de Guillermo Tell, era un crimen no descubrirse ante el pequeño estandarte de esos terribles criminales autodenominados camisas negras . 427 -A Píndaro Cárcamo le habría encantado saaber que te golpearon dice malignamente Senón Oviedo- . Te tiene tirria porque le hiciste una hija a Petita . Se fue apenas te columbró a lo lejos . -Cuando me fui de viaje, yo no sabía que estaba encinta . A mi regreso la hallé en amores con uno de sus primos . Mi hijita ni siquiera me determina . No me siento culpable . Menos mal que aquí en la isla la sangre no llega al río . Allá en Roma me vi en grave peligro por preñar a una chica menor de edad . A esa aventura, que no fue un sueño, yo la llamo la mágica epifanía de la sangre . 428 X El caballero de la fe Danilo pasó la noche orando . Ahora tenía de veras la convicción de que Dios y la Virgen le habían confiado una misión en la vida: Redimir a la madre . Prefirió consultarlo con el casi nonagenario Teófilo que, dicho sea de paso, se veía siempre lúcido, jovial y seráfico . Lisetta se mostraba impaciente y sufrió una terrible desilusión cuando supo que la carta no era de Renato Sant'Elmo . El asunto fue tema de sobremesa. -Léenos la carta de Rosina -propuso Teófilo . Danilo no se atrevía a leerla frente a las primas . Pensó que lo mejor era exponerles el contenido . La forma escueta, sin ambages y poco escrupulosa de la carta le parecía un insulto a la religiosidad de la familia . Tenía un alto concepto de los abuelos Giovanni y Teodorina. No compendia por qué motivo esta última había aceptado despreocupadamente y en forma irresponsable servir de mediadora remitiéndole para sus estudios eclesiásticos un dinero suciamente prostituido . Se sentía avergonzado de los insultos y las insinuaciones de incesto o, por lo menos, de proclividad incestuosa que la mamá afirmaba contra el nonno . -No te hagas muchas ilusiones sobre mio figlio Giovannino -dijo el anciano Teófilo . -No ha sido nunca muy honesto -dijo Lisetta . -Deja que hable al abuelo -dijo Norina . 429 Ambas llamaban nonno a Teófilo por constumbre, pero la afinidad entre ellas y él era distinta . Hijas de dos parientes jóvenes, habían quedado huérfanas desde el conflicto bélico del catorce . Como vivían con Teófilo desde mucho antes, él siguió criándolas . Lo ayudaban y le servían de compañía . -Teodorina fue un regalo de Dios -dijo Teófilo- . Me la encontré en la iglesia, abandonada, casi recién nacida . Mi hijo Giovanni cumplía apenas cinco años cuando murió mi esposa sin concederme una hija . Por fortuna Dios no olvidó mi anhelo pues Él jamás se olvida de nosotros . Cuando vi el bulto aquel sobre una banca y, al acercarme, me di cuenta de que era una criatura, pensé que a lo mejor la madre se habría olvidado de ella por ebriedad o por descuido . Aquí en Pausílipo no debe uno extrañarse de nada . Busqué entre sus pañales y hallé una nota . La niña era ofrecida al Santísimo . Y comprendí que Dios me encomendaba la misión de cuidarla, de hacerme cargo de ella . El Señor había escuchado mi ruego . Aquella niña era un donde de Dios . Por tal razón, al adoptarla, la bauticé con el simbólico nombre de Teodora . Giovannino y Teodora crecieron juntos en la iglesia . Cuando volvían de sus colegios, me ayudaban, barrían la iglesia, tocaban las campanas, hacían las hostias . A Giovanni daba gusto verlo oficiar de monaguillo con su sotana roja y su blanco sobrepelliz . Yo hasta llegué a pensar que estudiaría para sacerdote ya que yo mismo no había podido serlo . Yo estaba convencido de su aparente misticismo . Siempre he sido romántico, inocente e ingenuo . Jamás nos damos cuenta de qué manera brusca crecen de pronto los muchachos . Giovannino lo que menos pensaba era en la iglesia . Después supe que nació paa ser un perdulario . Sedujo a Teodorina a mis espaldas y casi ante mis propias narices . El muy bellaco la dejó bien preñada y huyó a Paris robándose todo el dinero de la iglesia cuya custodia me había sido confiada . Después, no tuve más remedio que cancelar la deuda hasta el último centavo . Teodorina, la pobre, avergonzada y hecha una Dolorosa, estuvo casi a punto de suicidarse . A su hija le pusimos Rosina porque Teodora cultivaba rosas en nuestro huerto . Rosas para la Virgen . De las andanzas de Giovanni supe por los napolitanos que regresaban de París o de América . Con el dinero que robó se dio a la farra, a la ruleta y a los placeres de París . Al terminársele su escasa fortuna, como bailaba bien y era, además de joven, muy gallardo, siguió en los cabarets desenvolviéndose como gigoló, croupier, chulo, tramposo y vago . Era de esos que bailan con señoras turistas que pagan por distraerse y aprovechan su viaje a París para ponerle los cuernos al marido aun a cambio de fuertes desembolsos . La redada contra los extranjeros vagos lo hizo emplearse de camarero con unos compatriotas en una famosísima tratoría napolitana . Una noche los dueños del restaurante le advirtieron a Giovanni 430 que atendiera con el mayor esmero que le fuese posible a ciertas personalidades de rango y, sobre todo, a un caballero de cabellos canos que ocupaba la cabecera de la mesa en la cual departían cordialmente, pues era nada menos el conde Fernando de Lesseps . Recién llegado a París más o menos diez años atrás, Giovannino había escuchado ese nombre con frecuencia en los labios de la gente con motivo de la inauguración del Canal de Suez cuya proeza fue de alcance mundial y le dio prestigio a Francia . Desde esa noche, cada vez que Lesseps, muy esporádicamente volvía por aquel sitio con sus amigos y a veces solo, Giovannino conversaba con él . Era sabido que a Lesseps le agradaba charlar en italiano . Se hicieron tan amigos, que al fin el conde se entusiasmó con Zvaní hasta el extremo de nombrarlo ayuda de cámara . Siguió con él año tras año . Lo acompañó en su loca aventura del Canal Interoceánico que como ya se sabe fue un gran escándalo financiero . Giovannino no supo aprovechar la confianza que el viejo le tenía o, mejor dicho, la aprovechó de modo ingrato y miserable pues, entre suma y resta, le sacaba las cuentas del Gran Capitán y le robó al buen viejo hasta las medias sin quitarle las botas . Cuando llamaron a Lesseps a París con el propósito de que rindiera informes ante los tribunales, Giovannino se fue a Puerto Limón y si te vi no me acuerdo . Con el dinero que había logrado acumular fundó enseguida una tratoría napolitana . Le hacían falta dos criadas que le sirvieran gratis y por eso se casó por poder con Teodorina . Me escribió arrepentido, mandó dinero y yo, de ingenuo, dejándome ambaucar, hice de tripas corazón creyendo que ése era mi deber y, llorando, fui al muelle a despedirme cuando Teodora con Rosina y tú, Danilo, se embarcaron rumbo a Puerto Limón . Teodorina no me quiso escribir por no amargarme la vida, pero unos compatriotas me informaron de todo . Por eso yo sabía plenamente que Giovannino era un canalla de siete suelas . Creo que Rosina fue una inocente víctima de Zvanía. Mi hijo nació y creció en la iglesia pero lleva en el cuerpo demonios insaciables . La que más sufre con tal modo de ser es Teodorina . Puedes estar seguro, Danilo, de que ella ha perdonado a Rosina . Pobre criatura . Desde chica tuvo deseos de ser artista. Pero Zvani es tacaño . Según la carta de Rosina, no sólo la explotaba ; quería también hacerla pasto de su lujuria . Es un mal hombre, Danilo, no te conduelas de él . Piensa en Rosina . Piensa que Jesucristo perdonó y defendió a la pecadora . Tú debes redimir a tu madre . Procura ir enseguida a Valparaíso . Tal vez tu buen amigo, que es salesiano, pueda ayudarte y te consiga una cátedra en el mismo colegio en que él oficia . Ya estás graduado . Dios te ha asignado una misión . Prepárate . Tú eres el caballero de la Fe . No pierdas ni un instante y escríbele enseguida a Renato Sant'Elmo . 431 DECÁLOGO NOVENO i La corvina dorada Al buen Hipólito le agradaba tener de vez en cuando sus paliques con Juan Chalao . Sólo él podía entenderle ciertas galimatías que los de la isla no lograban captar. Ladera aseguraba que Juan Chalao sólo tenía conflictos emocionales, pero se rumoraba que el chiflado filósofo sufría de incógnitos ataques epilépticos . Nadie osaba llamarlo bobo o loco pues, sin lugar a dudas, tenía genialidades dignas del más severo profesor humanista . Criado como un simple bastardo de Bebo Lípero, corría la voz de que era fruto espurio de una de sus hermanas solteronas . Sólo llegaba a la isla en el verano porque era un gran devoto de María Magdalena . Cargaba el anda de la famosa pecadora con admirable devoción . De modo insólito, nunca aceptaba un trago . Con suma gentileza agradecía las múltiples insinuaciones que Felipe y el grupo de sus demás compinches le hacían para embromarlo, pero jamás los ofendía con la más mínima frase mordaz . Precoz en sus estudios, sus familiares lo hicieron ir a Europa donde inicióse en varias disciplinas sin decidirse de manera formal por ninguna, y, al conocer la estirpe de varios humanistas geniales, quiso abarcar como ellos tan amplia suma de los conocimientos más dispares, que al poco tiempo regresó a la isla con la brújula completamente desnorteada . Se pasaba la vida leyendo . Sus tías lo mantenían . No trabajaba . Vestía sencillamente sin la menor ostentación . A veces permanecía en la isla todo el estío . A la hora del almuerzo o de la cena visitaba las casas y jamás le 435 negaban un asiento a la mesa . Quienes más lo invitaban en verano eran las chicas de la oligarquía por disfrutar de su amenísima charla que entremezclaba declamando la princesa está triste y era una sombra larga, más larga que el carajo, como decía Felipe . Pobremente vestido pero muy limpio y atildado, Juan Chalao se paseaba por las tardes con intención y ademanes de galante doncel . En la playa lo esperaban las chicas para rodearlo y tomarle el pelo de lo lindo . Pacífico como era y hombre de burbujeante ingenio, su manía consistía en cortejar a las muchachas convencido de que bastaba hacerles tilín tilín para que ellas se murieran por él . Amablemente le seguían la corriente y él se hacía el vanidoso e inconquistable . Fulanita está prendada de mí, decía enfatuado, pero prefiero hacerla sufrir. Jovial, Hipólito se entretenía con él y se enfrascaban en atinadas charlas sobre la Biblia. El más somero hecho evangélico para Juan Lípero era la redención de la pecadora con la gran diferencia de que, contrariamente a la bondad nazarena, él no aceptaba el perdón . Desde Eva para abajo la mujer era un foco de pecado . Por eso, aunque las chicas se babeaban por él, había sabido mantenerlas a raya, según él afirmaba . Opuestamente a su teoría del pecado, era devoto de María Magdalena y de las cortesanas que habían logrado superar la miseria de su existencia pecadora como Tais y Santa María Egipcíaca . Pero el ideal para él era la vida monástica, entendida no como reclusión de arrepentidos sino como un cenobio de mujeres y hombres puros, intactos, vírgenes . Defendía el celibato como la única forma de aproximarse a Dios . Él se había mantenido célibe, núbil e inmaculado . Cuando entraba a la iglesia, lo cual era frecuente, se sentía casi unido a la Santísima Trinidad en cuerpo y alma . Aun a pesar de su pobreza, mantenía ciertos gustos aristocratizantes como el amor al mar y su perenne entusiasmo por la pesca . Siempre hallaba quien le prestase un chingo y en él se iba desde por la mañana . Las sierras y corvinas que a menudo pescaba las cedía a las familias que lo invitaban a su mesa. Así pagaba su exiguo manducar pues era parco, sobrio e inapetente. Serafín e Hipólito no lo desestimaban pues era un hombre culto con el que era agradable dialogar sobre diversos asuntos del espíritu . La opinión que la gente tenía sobre Juan Lípero no era del todo edificante lo cual se deducía del mismo apodo que le habían asignado . Para Faustina, en cambio, Juan Lípero era un iluminado y, en ciertos casos, un vidente, pues tenía propiedades carismáticas . 436 Felipe consideraba a Juan Clalao como a un niño por su pureza, inanidad e inocencia aunque éste lo superaba en porte y en edad . Aun así, lo respetaba con relación al deporte de la pesca. De modo temerario Juan Chalao se adentraba más arriba en barquichuelos de muy poco calado con vela y foque endebles sin temerle al mal tiempo . No era tan sólo la impecabilidad de su técnica en el manejo de botes y en la pesca ni tampoco su impávido coraje. Se trataba, como decía Faustina, de algo recóndito e ignoto, pues tal vez Juancho Lípero siempre iba acompañado de un familiar . ¿Qué es eso? Alguien o algo . Nadie puede saberlo concretamente . Un ser o una fuerza del más allá . Lo que las madres llaman un ángel de la guarda . Felipe se aficionó a pescar con Juan Chalao . Lo hizo para ganarse su confianza, pues a él lo que en efecto lo atraía era acercarse a las chicas oligarcas que frecuentaba el otro y de ese modo pescar en río revuelto . Era difícil congeniar con Juan Lípero . No bebía, no fogueaba . Sólo servía de hazmerreír pues las muchachas le tomaban el pelo de lo lindo . Lo acariciaban sin temor. Lo besaban . Se hacían las hechizadas por la mágica fuerza seductora de Juan . Él, de pazguato, les creía a pie juntillas . Con Felipe, a la inversa, se portaban esquivas . Más bien lo despreciaban como diciéndole tú quédate en tu puesto y no te pases de listo . Felipe estaba a punto de divorciarse de una amistad que, desde luego, le resultaba inoficiosa cuando, de modo inesperado, se abrió en el cielo una esperanza . Un día Juan Lípero llevó consigo a la isla algo especial . Era una chica bilingüe, joven y casta. Daba gusto mirarla . Felipe se quedó como en ascuas cuando la vio . Las cosas se iban poniendo buenas . Husmeó, indagó, captó . Se puso al tanto de los antecedentes . Balbina había sabido que en la Zona del Canal vivía una bella bastarda que, por ser hija de Cairote, era su nieta . Se entrevistó con Juancho Lípero y éste hizo las gestiones pertinentes a través de la Curia zoneíta . Dio al fin con ella en una carpa de Jesús Salva Cuatro . Balbina, que se sentía muy sola entre sus santos, acogió a la devota evangelista con las mayores muestras de afecto . Magda se encariñó con la isla y con la abuela . Balbina recordaba que su hijo Freddy, al regresar de la guerra del dieciocho se enamoró en la Zonal del Canal con una gringa de costumbres poco recomendables, requiescat in pace . Desde esa fecha Maggi hizo visitas esporádicas a la isla vestida con un raro hábito como de monja. 437 Pertenecía a una extraña cofradía que recaudaba fondos para incógnitas obras de caridad . En la isla se ganó la confianza de la gente por su increíble devoción . Viejos y jóvenes alababan a Maggi . Felipe se moría de deseos . Sólo esperaba la ocasión más propicia para dar el zarpazo . Lo que a él precisamente le faltaba era una bella novicia, y ésta le había caído como del cielo . Se quedó como en babia cuando Juan Lípero le confesó algo insólito . Estaba enamorado de la monjita . Juan Lípero le hizo la confesión casi llorando . Finalmente había hallado la dama ideal, la chica pura, la mujer de sus sueños, una especie de Magdalena, redimida con anterioridad a la culpa . Lo grave era que Maggi le seguía la corriente a su devoto doncel pero, eso sí, había puesto condiciones . A Maggi le agradaba el pescado frito como sólo Balbina sabía hacerlo ya que ella realizaba el milagro de los peces, pero a la inversa pues lo hacía tan sabroso que, al comerlo, la gente se quedaba con ganas de seguir saboreándolo. -¿ Qué és lo que pide Magda? -quiso indagar Felipe . -Una corvina . -Es fácil . -Nada de eso . La quiere de oro y grande, -¿De que porte? -Más o menos de un metro . -¿Y de oro? No existe tal corvina . Te está tomando el pelo . Las sierras tienen manchas doradas . Consíguele una de regular tamaño . De noche Maggi no podiá distinguir de qué se trata . Ponte de acuerdo con Balbina . Desde ese día Juan Lípero se empecinó en pescar esa famosa corvina de oro . Se iba desde temprano en su cayuco sin temor a los vientos ni a las 438 mareas . Además de aparejos y carnadas llevaba su fotuto, caracol cuya calcárea bocina le serviría para anunciar desde lejos el hallazgo de la corvina de oro . Ya la Cuaresma había pasado como asimismo los días santos y, como era sabido, por Santa Catalina rompen las brisas . Lo decían los ancianos que desde Peñalerta contemplaban el mar y predecían de modo sistemático el tiempo . -Ten cuidado -le decían a Juan Lípero- . Si te sorprende un Norte te va a llevar Canfinfia . Él se reía impertérrito . No le temía a los vientos . Lo obsedía la pasión casi lunática de hallar y darle caza a esa ilusoria corvina de oro . -Es un pez mítico -le decía Serafín-. Nadie lo ha visto . No vas a hallalo nunca . Lo que ocurre es que Maggi te está jugando la pacheca . Sólo es un subterfugio . Poniéndote en un brete lo que pretende es escurrírsete. No creas en pájaros preñados ni en peces de las mil y una noche . Lo que puede pasarte es que zozobres y te trague un escualo . Felipe estaba como en ascuas . Sabía perfectamente que Juan Lípero no iba a lograr su intento . La primera mujer de quien su amigo se había prendado tenía el diablo en el cuerpo . ¿Era del temple de María Magdalena? Todo ello resultaba un embrollo . Ya obscurecía esa tarde en Peñalerta . Los ancianos se habían ido alejando con rumbo hacia sus casas pues se anunciaba un Norte de rompe y rasga . Sólo quedaban Sócrates Galarza, Plutarco Amaya, Marco Aurelio Mendíguez y Benigno Pascal . Densos y negros nubarrones se iban aglomerando por el confín de Sotavento . -Mal va a pasarla Juan Chalao -dijo Amaya . -La cáscara de nuez en que navega no aguantará el chubasco -terció el viejo Pasea] . -Yo no le arrendaría la ganancia -puntualizó Mendíguez . Fue en ese instante cuando se oyó el sonoro fotuto de Juan Lípero . 439 Entre la opacidad vespertina veíase al bote surcando de bolina las encrespadas olas. Seguía escuchándose de manera insistente el caracol . -Creo que ha perdido la chaveta del todo -dijo Galarza . -Ni aunque la vea y la tiente creeré que existe esa corvina dorada diagnosticó Mendíguez . -Por lo pronto Juan Lípero se salvó del chubasco -tranzó Plutarco Amaya- . Amanecerá y veremos . Mejor es irse a casa . Cuando Juan Lipero arribó a la restinga se vino abajo el agua . Inusitadamente entusiasmado, sonó de nuevo su bocina, guardó, sus aparejos, ensecó bien el bote y, cargando en sus brazos la inconcebible corvina de oro se encaminó de prisa hacia el bohío de Balbina . Ni ella ni Maggi creían lo que miraban . Era algo real y al mismo tiempo maravilloso, mágico . Ante los ojos de ambas, sobre la mesa, estaba la fascinante y carismática corvina de oro . -No te quedes extática, Balbina -dijo Juan Lípero- . Dame un cuchillo . ¡Pronto! ¿Cómo quieres las presas, en filetes o en ruedas? Maggi se había quedado inmóvil, muda, salinizada cual la mujer de Lot . -Mejor en ruedas -puntualizó Balbina . -Pásame una vasija . Dicho y hecho . La dorada corvina quedó enseguida destripada y deshecha . Maggi seguía perpleja . Frente a un milagro de tal categoría ¿cómo podía incumplir lo prometido? -Vete a dar un buen baño . Perfúmate y regresa. Tal como estás, apestas. -Mientras tanto, voy a freír las presas -dijo Balbina . 440 La noticia de la corvina de oro recorrió todo el pueblo . Nadie quería creer ese prodigio . Felipe presintió una derrota . Juan Chalao va a foguearse a la monjita . Resolvió cerciorarse de motu propio. Cuando llegó a la casa de Balbina, la dorada corvina ya estaba frita, fragante, doradita . Murmuró incrédulo : -¿Quién puede asegurármelo? -Fue un milagro, Felipe -dijo Balbina- . Lo grave es que se ha ido . -¿Quién? -Magda . Recordé que esta noche debía reunirse con no sé qué cofrades . Juan Lípero llegó en ese momento, perfumado, acezante . -¿Qué tal esa corvina? Huele bien . A mí, en cambio, me sigue el mal olor. ¿Dónde está Maggi? -Decidió irse de prisa . Recordó un compromiso . No tuvo más remedio que embarcarse sin probar la corvina . Dejó esto para ti . Juan se quedó indeciso, como en babia, pero enseguida reaccionó briosamente . Tomó el billete . Eran diez dólares . Qué ofensa . -Le llevo la corvina . Métela en una lata bien tapada . Ya el mar está tranquilo . Voy en mi bote. -No digas disparates -cortó Felipe- . Por más experto y hábil que seas, solo en tu bote no llegarías a la ciudad . -Sí, puedo hacerlo . Balbina, apúntame la dirección de Maggi, precisa y clara . Soy un hombre formal . Quiero que sepa que cumplo mis promesas . Todo depende de ella . Felipe resolvió acompañarlo en la chalupa de José Calandraca . No quedaba ni rastro del chubasco . La mar estaba en calma y había luna . La chalupa se deslizaba en orza, proa al viento . 441 Juan Lípero no hablaba . Parecía preocupado . -Maggi es púdica y casta -dijo de pronto-, Yo soy igual . Hasta ahora me he conservado puro como un ángel . Me casaría con ella . Balbina había apuntado las señas muy claramente . Llegaron en un taxi . Era una calle amplísima con muchos almacenes y lujosas vitrinas, justo al pie de la Zona del Canal . El edificio tenía cierto sentido como de sinagoga o de basílica antigua. Tras oprimir el timbre, la puerta lanzó un sordo zumbido y lentamente se abrió como por arte de birlibirloque . Subieron a un salón . Parecía clínica . Varios hombres, sentados, esperaban su turno . Tras un lindo escritorio una mulata vestida de enfermera les cobraba a los clientes al despedirlos con tono displicente . -No estoy enfermo, coño -dijo Juan Lípero- . Supongo que Balbina se equivocó . -No te impacientes . -Felipe se acercó a la mulata- . Le traemos una encomienda a Maggi . Tenemos prisa . Queremos entregarla personalmente . La mujer tocó un timbre . Nada ocurrió . Esperaron. De una de las diversas puertas salió un fulano que, tras pagar su cuenta, se fue fumando, silbando, hecho unas pascuas . Seguramente el médico acababa de anunciarle que no era cierto lo del cáncer que otro le había diagnosticado . Por la puerta de donde había salido el hombre eufórico se asomó una manito de mujer e hizo señas . 442 -¿Conmigo? -se preguntó Juan Lípero tocándose . La mano le dio a entender que sí. Juan se alzó con su lata entre ambas manos . Le dijo a Pipe: -Quiero entregársela yo mismo y además devolverle su billete . -Lo sacó del bolsillo y, al mostrárselo, Pipe se lo quitó . -No seas pendejo . Nos hará falta plata. Nos vinimos sin nada . Deja de hacerte el engreído . Llévale su corvina y acabemos . Yo siento una gazuza que me hace ver corvinas de oro . Apresúrate . Juan Lípero dudó . Tuvo un instante de incertidumbre atroz . Finalmente, decidido a enfrentarse con su propio destino, tras entrar en el cuarto, cerró la puerta . Quedó paralizado . Maggi estaba desnuda sobre el lecho . Sonreía simulando cierto pudor maligno . -Perdóname, Juancito. No vayas a decírselo a Balbina . -Yo te creía una santa . -Soy, en cambio, una puta . Soltó una carcajada . Se retorcía en la cama . Juan dejó sobre el lecho la corvina dorada . Salió del cuarto sollozando : -Mi María Magdalena es una zorra . -Son diez dólares -le dijo la mulata . -¡No he copulado! -Déjame entrar a mí -dijo Felipe y entró de sopetón . Desnuda y en cuclillas frente a la cama, Maggi devoraba las presas de la corvina de oro . Recordando una anécdota que le escuchó al abuelo, Felipe desenvainó su alfanje, se acuclilló tras ella y lindamente se lo hundió hasta la cacha. 443 Maggi tosió atorada . Los trozos de pescado, devueltos, marcaron una hilera de hitos dorados sobre la blanca sábana . -Sigue tragando, idiota jadeó Felipe-. Te conviene comer por ambas partes . Por arriba y por abajo . Terminó. Se arregló . Tapó la lata . -Ya comiste bastante . Me la llevo . Juan Chalao y yo tenemos hambre. Si no pagas la cuenta, se lo digo a Balbina . Al salir, la mulata se disponía a cobrarle, pero él se le antepuso . -Maggi paga la cuenta . Nos debe el viaje y una corvina de oro . Desde el cuarto se oyó la voz de Maggi que susurraba : -Okey. 444 11 La mágica epifanía de la sangre -Una noche fui a visitar a un siciliano con quien había hecho migas en un curso universitario al que asistí como oyente . Bronceado como ún moro y muy ducho en lides amorosas, era huésped de cierta viuda joven que estudiaba obstetricia o sea, ya ustedes saben, eso de partos y abortos . Lo envidiaba por la facilidad con la que siempre seducía a las muchachas . A mí me era difícil debido a que aún no me expresaba fluidamente en italiano . Trataba de abordarlas, pero era inútil . Se reían en mi cara, pues no lograban entenderme . Una lluvia a raudales se vino abajo en el momento en que iba a despedirme . Mi amigo Moro, como yo lo llamaba, me indicó que esa tarde había llegado a la casa una sobrina de la obstétrica, bastante joven y graciosa . Me dijo : Quédate . Beberemos una copa de vino . Jugaremos con ellas un partido de naipes mientras la lluvia escampa . Me presentó a la viuda y a la chica, Ninetta, quien, de luto riguroso por la muerte muy reciente del padre, tenía un aire romántico que se amoldaba al tinte de sus ojos como uvas y a sus cabellos rubios . Había tenido que abandonar sus clases en un colegio religioso carísimo pues la imprevista defunción del papá, intestado, dejó las cosas embrolladas . Vivían en Ladíspoli, casi a una hora de Roma, junto al mar. La madre, que era ciega, guiada por la hija, procuraba defender sus bienes de la voracidad de otros parientes y de los abogados . Sentados a una pequeña mesa, bebíamos y jugábamos . Yo, que me había situado junto a Ninetta, me aproximé lo más que pude e intenté con mi pierna un suave aproche que, para mi sorpresa, obtuvo una favorable recompensa . También se mostró anuente cuando oprimí su mano bajo la mesa . Al día siguiente le consulté a mi amigo Moro sobre el buen éxito de mi prometedora aventura . Me aconsejó ver a la madre, pedir la mano de Ninetta como novio oficial y, desde luego, solicitar su anuencia para las respectivas visitas diarias . Todo eso me pareció muy 445 peligroso. No, me dijo, sólo es un compromiso sin testigos ni firmas . Es como se usa . Te dejarán con ella y harás lo que te plazca . Fue así en efecto . La obstétrica pasaba el día en sus clases o en la clínica donde ella trabajaba como enfermera . La madre, que era ciega de parto como he dicho, se quedaba en la sala junto al fuego porque ése fue un invierno riguroso y hacía un frío del carajo . La señora, que era alta y bien plantada, me confiaba a la "niña" que, desde luego, no era tan inocente aunque, sí, virgen . Con Ninetta en la recámara, entre santos y ofrendas, la cita era una fiesta . Desde el primer instante me di cuenta de que mis besos ejercían sobre su ánimo como un poder hipnótico . Jamás había experimentado con otras chicas algo igual . Le hacía ver lo que yo deseaba que ella viera : caballos volando por el cuarto, globos de mil colores, ríos de sangre en los que ella se ahogaba, calaveras en traqueteantes danzas macabras, ángeles de alas blancas anunciándole el ave gratia plena . La poseí gozoso y diariamente me daba los grandes atracones sexuales . Mi amigo Moro me había dicho : Sé muy prudente y precavido, no vayas a preñarla, porque si ocurre, vas a tener dolores de cabeza . Y ocurrió. Ninetta me dio la triste nueva, llorosa y abatida . ¿Qué hacer? Para colmo de males, ella y la madre tenían que regresar a Ladíspoli al día siguiente . No había, pues, tiempo que perder. Toqué el asunto con el amigo siciliano . Es cosa grave, me dijo. Las leyes del fascismo castigan el aborto cruelmente . La única solución es que te cases o te largues de Italia . ¿Con qué dinero?, dije . Entonces, cásate . No creo que Sandra quiera exponer su puesto y su carrera . De todos modos, Moro le expuso el caso y sus razones . Era un dilema de alternativas ciegas . Si yo no me casaba, me encarcelaban ; si ella ejercia el aborto, le tocaba un castigo severísimo . Sin embargo, me dijo, la mamá de Ninetta sufrió un colapso debido a la reciente defunción del esposo . Quedó muy delicada . Para colmo de males estaba en trance de quedar arruinada . Mi matrimonio de nada iba a servirles pues, siendo yo foráneo, la crisis me haría imposible colocarme . Para evitarle un nuevo trauma a la madre, la única solución era el aborto . Sandra aceptó que no sólo se exponía por consideración a la señora sino también y sobre todo porque era lo que deseaba Moro . Al día siguiente por la tarde, mientras Moro y yo conversábamos con la señora Alicia en la sala, Sandra, encerrada en la recámara, le practicó a Ninetta el cruel sondaje . Según me dijo ésta más tarde, le entregó unas obleas que ella debía ingerir de tiempo en tiempo . Ninetta y su mamá debían partir para Ladíspoli a prima noche, pero cuando llegué con ellas a la estación ya el tren había partido . Tuvimos que esperar casi dos horas en un café cercano . Llegó por fin la hora del viaje . Ambas abordaron el tren . Parado frente a la ventanilla, me quedé en el andén deseoso de que la máquina partiera y 446 hecho un fajo de nervios . Hacía un frío insoportable . Asomada a la ventana, Ninetta no hacía más que llorar . Temía perderme . La madre imaginaba que la angustia de su hija se debía a la imprevista separación . La muchedumbre que abordaba de prisa los vagones me hacía cambiar de sitio a cada instante y a veces hasta me atropellaba . Para colmo de males había por todas partes militares fascistas a quienes yo realmente les tenía pánico . La enorme locomotora comenzó a dar soplidos cuyo vapor el frío adensaba más y casi me impedía ver a mi chica que, al presentir el desplazamiento de la máquina sufrió como un ataque de histeria No tuve más remedio que subir a calmarla . ¿Por qué no viene con nosotras?, dijo la madre . Después puede comprar el boleto sobre la marcha . Muchas personas acostumbran hacerlo . No está prohibido . En efecto, cuando, ya el tren en marcha, le dije al inspector lo del boleto, no tuvo inconveniente en venderme uno . Tan riguroso era el invierno, que había caído mucha nieve y el tren marchaba con demasiada lentitud . La estación correspondiente a Ladíspoli se hallaba a gran distancia del pueblo . Sólo tres pasajeros descendimos, Ninetta, yo y la madre . No había edificio alguno sino un pequeño techo sobre columnas y un banco de tablones para sentarse . El único hombre que ejercía las funciones de guardavía nos dijo que debido a los charcos congelados del mal camino las diligencias no se habían acercado pues el hielo hacía resbalar a los caballos . La única solución era sentamos a esperar la mañana a la intemperie con un frío de mil diablos o hacer el viaje a pie lo cual tal vez nos tomaría dos horas y que tuviéramos cuidado con los lobos . Como ha nevado mucho, están hambrientos y son muy peligrosos . En estos días se les ha visto bajar a los caminos . Con tal augurio nos echamos a andar. Ninetta y yo conducíamos del brazo a la madre y en la otra mano llevábamos cada uno una maleta . Yo pensaba, los lobos andan en manada, si nos atacan no tendremos ni un palo . La superficie helada de los charcos se rompía a nuestro paso y salpicaba. Por ambos lados del camino sólo había nieve que afortunadamente la luna iluminaba . Un frío de muerte y una brisita gélida nos impulsaba a caminar muy de prisa, pero la ciega tropezaba a menudo . Nadie decía palabras que ni siquiera habrían podido escucharse debido a que teníamos los rostros cubiertos con bufandas . Ninetta había ingerido sus obleas respectivas en la casa de Roma, en el café de la estación Términi, en el tren y en el rústico apeadero donde el agua se la dio el guardavía . La última dosis la tomaría sin duda al llegar a su propia residencia junto al mar, pero era inútil cantar victoria pues por doquiera que extendíamos la vista sólo veíamos nieve . Para colmo de males comenzamos a escuchar a lo lejos los terribles aullidos de los lobos . Teníamos que apresurar el paso, pero el lastre de la señora Alicia dificultaba nuestra marcha . Por fortuna 447 comenzamos a distinguir, distantes, las luces del poblado . Ninetta no pudo reprimir un agónico alarido de júbilo . Enardecida, trataba de animar a la madre . Era preciso ganarle la partida a los lobos cuyas aullantes quejas nos llegaban según soplara el viento . Nuestra angustiosa caminata se había extendido más de lo que el guardavía calculara, pues cuando al fin llegamos a Ladíspoli no se veía ni un alma por las calles . Ninetta me asignó una recámara y, al llevarme una taza de té caliente, me dijo : Ya me tomé la última dosis . Repuse esperanzado : Yo esperaré el efecto de esa droga como la epifanía milagrosa de la estrella que guió a los Reyes Magos . Pasé toda la noche desvelado, fumando . Sólo pensaba en los fascistas, sus torturas, sus cárceles . También a Moro, que era contrario al régimen, lo apresarían y a Sandra . La joven y bondadosa viuda perdería su carrera . Sumido a veces en leves ráfagas de sueño, veía lobos feroces que desgarraban nuestra piel entre fogosos aullidos y atropellada rebatiña . Me desperté aterrado sintiendo sobre mí el peso de un lobo que me hociqueaba . Era Ninetta . Sollozaba de júbilo al besarme . Estaba eufórica . Su carne fresca hacía contraste con el fogaje de la mía . Tal era su emoción que los sollozos no la dejaban expresarse . Presintiendo el motivo de su loca alegría me vi enseguida libre de los fascistas . Algo calmada, pudo enjugar sus lágrimas y declararme al fin la buena nueva . Dijo : Ya no hay peligro . Todo sigue su curso natural . Por fortuna ya sucedió lo que deseabas, la mágica epifanía de la sangre . 448 111 Lucha de Jacob con el ángel Bajo la tenue luz del otoñal crepúsculo y el humo denso que despiden los trasatlánticos, percibe difuminadamente, a través de los cristales del restaurante, la bella y pintoresca bahía . Tenía ya varios meses de haber desembarcado en Valparaíso y aun no se hallaba en ánimos como para emprender debidamente la grave y arriesgada misión soteriológica que sus abuelos le habían encomendado . Bastaba solamente cruzar la calle . El edificio de renegridos muros cuyo portón floreado en oro y lila Danilo oteaba de soslayo era el burdel donde su madre Rosina seguía prostituyéndose . En repetidas ocasiones, tras haber ocupado la misma mesa contigua a la salida rezando hora tras hora, había escapado sin atreverse a entrar en el prostíbulo cuyo antro lo aterraba . Esta noche debo intentar, de todos modos, la dura prueba de enfrentarme al demonio . Me habría agradado hacerlo con la infalible ayuda de Sant'Elmo . Por eso, aprovechando su viaje a Nápoles, resolví despedirlo con una cena creyendo que la nave partiría a media noche . Como él sabía que el hito de mi misión soteriológica era mi madre, le propuse mi anhelo de que me guiara, como Virgilio a Dante, en ese viaje al Infierno, pero hice mal mis cálculos pues el zarpe imprevisto del paquebote dejó en vilo y al filo de las lágrimas mi mejor esperanza . Mi ángel custodio voló rumbo a Pausílipo mientras yo, en cambio, prosigo aquí sentado, entre la duda y el miedo, sabiendo que solo y sin apoyo de nadie he de batirme con mi propio destino . En respuesta a la carta que le escribí desde Pausílipo, Renato me consiguió un contrato en Valparaíso . Lisetta, al despedirme, me entregó 449 una misiva para Sant'Elmo y hazle saber, me dijo, que no me ciega el amor hasta el extremo de malinterpretar su sacrificio pues sé que, fiel al celibato, no me ha escrito por no hacerme sufrir . Al arribar el trasatlántico al puerto, los gritos de la gente y el ulular de las sirenas urdieron tan infernal algarabía que, realmente, desembarqué en el muelle como atontado . Entre el tumulto de la dársena, recibí un fuerte e inesperado abrazo de Renato . -¿Traes muchos bultos? -indagó . -No -repuse- . Mi equipaje completo es esta maleta . Dejé todas mis cosas en Pausilipo, pues pienso regresar lo antes posible . Sólo me trae a Valparaíso una misión especial . -¿Te envía Lisetta? -Traigo una carta de ella . -Entonces has venido a catequizarme a la inversa . No te envidio tu rol de Celestina . -Dejarás de injuriarme cuando desaparezca el malentendido . -Perdóname, Danilo . Si la palabra arcángel sigue significando mensajero, tú has caído del cielo como tal para anunciarme buenas nuevas . No es necesario que vayamos enseguida al colegio . Quiero permanecer a solas contigo un largo instante . Mientras cenamos, deseo darme un hartazgo de noticias y refrescar mis recuerdos de Pausílipo . Aún a pesar de que la brisa helada penetraba hasta el meollo de mis huesos, preferí hacer a pie la caminata por todo el litoral con el pretexto de admirar la bahía, raro capricho que a Sant'Elmo le pareció excesivo . -De todos modos -dijo- el restaurante no está lejos de aquí . Permíteme llevar tu maleta. Mi maletín no pesa . Está vacío . Tómalo . Después sabrás por qué motivo lo traigo sin aparente utilidad . Danilo iba leyendo con marcada insistencia las denominaciones de las calles. -¿Qué estás buscando? Quiero saber cuál de éstas es la Calle del Puerto . 450 -Es ésa la primera pregunta que hacen los pasajeros apenas desembarcan aquí. Oficialmente no existe calle alguna con ese nombre, pero es así como la llaman . Es famosa por su abundancia de burdeles . Yo suelo frecuentar uno de ellos que, como cosa rara, se llama Tabernáculo . Es famoso. Me agrada porque en él nunca faltan preciosas chicas italianas . Precisamente nos dirigimos a un restaurante situado vis a vis al referido prostíbulo. Poco después, sentados en un ángulo al abrigo de brumosos cristales, saboreaban dos espumosas maltas . -Te agradará este sitio -dijo Sant'Elmo- . Se especializan en mariscos que, como sabes, son el mejor afrodisíaco . Por eso lo frecuento . Tras una buena dosis de frescas ostras, visito el Tabernáculo . Míralo allí . Es ese antiguo edificio de la esquina . No aparenta por fuera lo que vale por dentro . Lujo fastuoso y lindas chicas . Mi real deleite . Me quito la sotana . La escondo en mi pequeño maletín y enseguida me lanzo al abordaje . -¿Por qué se llama Tabernáculo? -preguntó con notorio desagrado Danilo . -Dícelo tú, Donato . El camarero, que en ese instante servía las empanadas, se echó a reír de modo malicioso y dijo con soma : -Porque ahí los clientes hallan taberna y culo . -La dueña es una bella italiana -dijo Sant'Elmo . -¿Cómo lo sabes? -indagó con marcada preocupación Danilo . -Nunca la he visto . Es presa cara . Me han dicho que es hermosa y atractiva. Danilo, que se sentía nervioso, creyó oportuno cambiar el tema de la charla y, al irse el camarero, le entregó a Renato la carta de Lisetta, que éste leyó con cariñosa avidez . -Tiene razón Lisetta-dijo- . Debí haberme casado con ella y, si he de ser honesto, comportarme como debe portarse un ser humano . No puedo ser un hombre sin mi libre albedrío . Lo que hice, en cambio, fue huir como un cobarde . Si la Iglesia Católica sigue en su loco empeño de mantener el 451 celibato in aeterno profetizo su ruina irremediable . No he de esperar que eso suceda. Debo volver a Nápoles, casarme con Lisetta, vivir decentemente y encontrarme a mí mismo, porque estoy harto de tapujos y de supercherías . Cofrades y alumnos : Brindemos por la suerte, de Renato Sant'Elmo quien por nostalgia vuelve a Nápoles o, mejor, a Pausilipo . Nuestra capellanía se ha honrado con su grata presencia durante varios meses, lapso durante el cual había logrado despertar en nosotros la estimación y el respeto que se merecen las personas de espíritu elevado . Su colaboración no solamente se ha limitado al noble oficio de regir la parroquia ; también ha creado un Coro que deja en manos de Danilo . Al libar esta copa, digamos al unísono . ¡Buen viaje! ¡Salud! -Te agradezco que hayas venido vestido de seglar -dijo Danilo- . Sé que lo has hecho porque antes de embarcarte te piensas despedir del Tabernáculo . Como ves, yo también he guardado mi sotana, pues hoy si pienso acompañarte . -¿Por qué has traído tu maleta? Es la misma que trajiste de Nápoles. ¿Vas a embarcarte? -Sí. Esta mañana cambié los giros enviados por mi abuela-dijo-. Ya compré mi pasaje, y me ha sobrado suficiente dinero . Vuelvo a Pausílipo contigo . Esta noche cumpliré, con tu ayuda, la misión que me trajo a Valparaíso . No me he atrevido a realizarla ni a revelártela tal vez por cobardía o por vergüenza, pero esta noche pienso llevarla a cabo y, libre de ella, podré viajar. -Has hecho una labor estupenda en el colegio . ¿Piensas abandonar a tus alumnos? -Quedan encaminados . Ya sembré mi semilla . Basta . Me voy. -¿Lo haces por mí? ¿Piensas acaso seguir atado a mi sotana? Por tu bien te lo digo . Te equivocas . En Roma, en Nápoles y aquí no he hecho otra cosa que procurar forjarte un carácter ; pero veo que mí esfuerzo ha sido inútil. Sigues igual de tímido y pusilánime . Desde el día que llegaste, los meses han volado, y no has tenido el coraje de enfrentarte a tu famosa misión . Tuviste escrupulo en confiármela, porque te avergonzabas, pero una carta de Lisetta me reveló el secreto . La dueña del prostíbulo, de ese famoso Tabernáculo que está ahí enfrente, es nada menos que Rosina 452 Salerno, tun mammina . Tú, ingenuamente piensas que ella se sentirá contrita al escuchar tu palabra o mi homilia y, súbito, imitando a las grandes cortesanas antiguas, quemará en una hoguera sus riquezas y, por arte de bidibirloque, quedará convertida en una santa . No seas pendejo. Avívate. Rosina no nos conviene como santa . Nos resulta más útil como puta . No puedo acompañarte al burdel porque mi barco zarpa dentro de poco (yo estaba equivocado al respecto) y apenas tengo tiempo de beberme contigo algunas maltas . Tu deber es quedarte . No para redimir a tu madre sino para alentarla a producir mucho más . Sé que, además del Tabernáculo, posee varios burdeles y tratorías . Convéncela a donar enormes sumas para el colegio . Hazle saber que muchos niños pobres de Valparaíso y de otros puertos podrían ser marineros y constructores de navíos si ella los beneficia mediante becas y más becas . Sé que estudiaste y me pagabas con el dinero remitido por ella . No te afrente que el vicio puede servir para el fomento de la cultura. Tu deber, en provecho de futuros cadetes e ingenieros, es quedarte a vivir en Valparaíso . Tu auténtica misión es vigilar y administrar los burdeles de tu mama . Funda colegios salesianos . Conviértete en un nuevo Don Bosco . Te canonizarán por defender los prostíbulos en beneficio de la enseñanza popular. Esa sirena que oyes es el anuncio de que mi barco va a zarpar dentro de poco . Prométeme regresar al colegio . Mañana devuelves tu pasaje ; pero esta noche, entra al burdel y charla con tu cara mammina, no en plan de Jeremías ni de Pafnucio, sino de modo inteligente y en el tono cordial que necesita el verdadero vendedor de esperanzas . La Curia vende miles de indulgencias para provecho propio . Tú, en cambio, fomentarás el vicio con el único fin de donar becas . Visita a tu mamá para que inicies desde hoy la santa alianza . Desde ahora en adelante debes hacer que te respeten . Cuando llegaste de Pausílipo tenías un rostro tan seráfico y juvenil que parecías un nuevo alumno . Por eso el Superior te aconsejó que te dejaras crecer la barba y los bigotes . Ahora, con el cabello largo, tienes aspecto de Jesús . Sé que tu maroma se sentirá feliz cuando te vea, pues te pareces al marinero que la sedujo hace años . Vi su foto en Pausílipo . No lo dudes, Danilo . Visita a tu mamá y conságrate como el paladín de la Gran Cruzada . Tu aspecto nazareno le infundirá respeto . Prométeme volver al colegio . -Es imposible . -¿Por qué? -Vine a decírtelo . No me has dejado hablar. Tú piensa lo que quieras de mí. Seré un idiota, pero yo, ingenuamente, sigo creyendo que Dios te 453 envió a mí lado como ángel de mi guarda . Cada vez que te alejas, me ocurre algo . Anoche, cuando te despediste, seguí con varios profesores y alumnos graduados bebiendo vino . Uno de ellos, de abierta filiación sodomita, me besó, me tocó y me excitó . Morosamente me dejé acariciar sin darme cuenta de que era una vil trampa . El tipo, pérfido, se echó a reír diciéndome : Tú eres también del gremio . Los demás profesores y alumnos, que habían contribuido a la broma semiocultos, se echaron a reír, acusándome, burlándose de mí . Me retiré muy ofendido y, al despertarme hoy, bien temprano, fui a ver a Superior y le conté incidente . Me dijo : Olvídelo . No se haga mala sangre por una bobería sin importancia . Fue una sencilla broma . Sé que en un internado como éste ocurren casos de homosexualidad como sucede en los cuarteles y cárceles . Es algo natural . Los internos se liberan de angustias masturbándose o acostándose juntos . Nada de esó es pecado . Pecado es si se acuestan con mujeres . No olvide que el pecado original y la expulsión del Paraíso se debieron a Eva . -Creíste, como siempre, solucionar el caso escapando, sin darte cuenta de que lo que haces es huir de ti mismo . Quieres que yo sea tu ángel de la guarda, tu perpetuo custodio, porque sabes que el ángel de Sodoma también te sigue . Lo supe desde Roma . Sabes que al lado mío no temes nada pues soy hombre legítimo. Sólo me excito con mujeres . Si el niño llora porque teme estar solo en su camita al oscuro, nadie debe mimarlo, de lo contrario seguirá siempre tímido . Tú sigues siendo una criatura indefensa . Debes luchar, como San Jorge, con el dragón . También Jacob supo vencer al ángel . T ú dices que un fulano te acarició el pene o el muslo y flaqueaste . Los antiguos hebreos solían jurar tocandose los testículos . De allí vine la palabra testigo. Para nosotros, los italianos, testículo y testigo son, igualmente, testes . En el Génesis, Abrahán, ya viejo, le dice al criado : Pon tu mano bajo mi muslo, y júrame por Jehová que a mi hijo Isaac no darás mujer cananea sino de mi tierra natal . Jacob, a la hora de morir, dice a José : Coloca tu mano bajo mi muslo y promete que no me enterrarás en Egipto . Jacob peleó con un ángel hasta la aurora ; éste le tocó el tendón del muslo y se lo dejó tieso . Los traductores, por pudor, en vez de pene ponen muslo . No me atrevo a jurar pero es posible que fuese el ángel de Sodoma quien le tocó a Jacob el pene . Afortunadamente Jacob venció . Y es eso lo que debes hacer cuando te toquen el muslo . Nada importa que el maldito tendón se ponga tieso . Lo importante es vencer a ese demonio que llevas dentro . Por lo pronto, mi idea es romper con el injusto voto de castidad . Mando al carajo los hábitos . No he de endosar más la sotana cuya botonadura semeja una bragueta desde el cuello hasta el suelo pero, con 454 todo y eso, sólo tiene el aspecto de un traje de mujer. Tú bien sabes que el tendón de mi muslo sólo se pone tieso cuando lo tocan las mujeres . No olvides lo que te he aconsejado . La sirena está sonando de nuevo . Me voy rápido . Bébete un pisco doble, persígnate y entra resueltamente al Tabernáculo . No intentes redimir a tu madre ni aspires a ser santo . Conviértete en Don Bosco . Funda escuelas . No debe preocuparte que Rosina sea santa . Lo que más interesa es que puta . Me voy. Adiós y buena suerte . Renato Sant'Elmo se apresuró hacia el puerto . Danilo lo siguió con la vista . Lo vio esfumarse entre la bruma como quien se deslíe y desaparece . Oyó dé nuevo la sirena del barco . Tras cancelar la cuenta, salió del restaurante . Cruzó la calle . Se persignó devotamente y entró en el Tabernáculo . 455 Iv Una especie de complelo de culpa Cuando corrió la voz de que un tal tipo de barba nazarena y ojos claros se había instalado en la isla, las muchachas revolotearon como enjambre de abejas por los alrededores de la iglesia . Todas las tardes se las veía paseando por la plaza y el atrio . Cantaban, a dúo o en coro, románticas tonadas de amor o entretejían juegos de prendas que de modo invariable se iniciaban diciendo : «De La Habana ha venido un buque cargado de» La importancia del juego consistía en reaccionar rápidamente diciendo en el momento oportuno una palabra que comenzara con la letra propuesta, de lo contrario todas gritaban « ¡prenda! » y era preciso que la persona perdedora depositara alguna joya valiosa que podía ser anillo, arete o dije . Los turnos de la ronda giraban de modo tan veloz que muchas veces el barco llegaba cargado de : montañas, nubes, besos, nostalgias y suspiros . Cuando Felipe, el Mogo Tin, Mingo Segura, Zózimo Chen y los demás compinches se arrimaban al grupo sin previa invitación la carga se tomaba humorística o asumía aires profanos . Muchas veces el bergantín cubano llegó cargado de mosquitos, ladillas, piojos, cucarachas, lombrices, eructos y hasta productos de origen coprolálico . Menos mal que una noche el cargamento fue de orden religioso, y el buque de La Habana llegó cargado de camándulas, ayunos, candelabros, purgatorios, infiernos, paraísos y mártires . Nadie supo qué hacer cuando la nave llegó cargada con un absurdo cargamento de vírgenes pues eran once mil, todas iguales, resecas como pasas . Las echaron al mar que, entretenido, las arrojó a la orilla, y los chiquillos adornaban con ellas sus castillos de arena . Las maestras Josefita del Vasto, Micaela Camargo y Marucha Vela invitaron a Hipólito, que parecía algo tímido, y lograron enrolarlo en el grupo al que Cándida se unía de vez en cuando con licencia de las tías solteronas . 456 Fue Cándida quien consiguió que el Ñopo firmara con Hipólito un buen contrato y que éste se quedara en la isla frente al negocio de las naves ; lo consiguió mediante las argucias y mañas de Chon Candela quien a su vez estaba interesada en que el hombre de la barba nazarena le enseñara a Felipe el buen oficio de hacer navíos y ataúdes . Para Cándida, Hipólito encarnaba el ideal de esposo que le habían inculcado las tres Marías, pues él era la efigie más exacta de Jesús Nazareno . Tenía rubio el cabello, que le caía en espesos bucles sobre los hombros confundiéndose a veces con la crespa maraña del bigote y las barbas . Era un hombre sencillo . Vestíase de manera habitual con camisilla, pantalones de dril y un par de rústicas sandalias playeras . La astuta Chon Candela había intuido que la mística Cándida, aun queriendo ocultarlo, padecía ya el flechazo de que se habla en algunos cuentos de hadas . Conversando a su modo con el doctor Ladera, Chon supo que la llegada de Hipólito a la isla podía beneficiar a Felipe quien le podía servir de peón en el taller y de ese modo, casi sin darse cuenta, si era constante y afanaba, tal vez en pocos meses aprendería un oficio . La única forma de atrapar a Felipe era poniéndole una buena carnada. ¿Qué cebo apetitoso podría atraer a Pipe hacia el taller de Hipólíto? No podían ser las rosas ni las abejas porque punzaban. Las unas eran rojas y bellas, pero tenían espinas; las otras defendían su miel con púas . Chon Candela sabía de una carnada más atractiva, una carnada que era una rara mezcla de dulzura, de bondad, de belleza . Ese espejuelo para cazar alondras tenía el risueño nombre de Cándida . -Oyeme, Chon Candela -decía don Plácido- . Ponme atención, escúchame . Cuando Cándida inició sus funciones como maestra tenía muy buenas condiciones para el apostolado de la enseñanza, pero era demasiado bisoña, inexperta y aún más joven que muchos de los hombres que le tocaron como alumnos. No lograba imponerse disciplinariamente . No tuve más remedio que invocar y convencer a Felipe para que regresara a la escuela . Tú bien sabes que él siempre ha sido un vago, playero y holgazán . ¿Qué no hicimos tú y yo para que Pipe calentara las bancas de la escuela? Nada lo hacía quedarse . Lo atraía el mar. Desde que Cándida se marchó de la isla tras la penosa muerte de Dalila, Felipe se ausentó de las clases Nada lo hacia volver. Apenas supo que Cándida fungía como maestra, lo vi rondando por la playa junto a la escuela . Sólo bastó que la llamara suplicándole que 457 ayudara a Cándida para que de inmediato obedeciera Él bien sabía que Cándida lo odiaba, que ni siquiera querría mirarlo, pero Pipe deseaba ayudarla, recuperar su crédito, perdido por una irreparable fatalidad . Supo cumplir con su deber y al imponer la disciplina, logró aliviar a Cándida quien, gracias a Felipe, superó brillantemente y con creces la dura prueba . Con todas las reservas del caso, ella me dijo que le debía a Felipe ese favor . Ahora cambiemos la oración por pasiva . No creo que Cándida tendrá ningún inconveniente en retribuirle a Pipe su servicio, pero sería dificil y muy poco prudente situarla en el taller para que sirva de carnada a un tiburón como Felipe . Como Hipólito es experto en lo que yo llamaría apipodaingertvsmarhnolictadreblsdépractinoel cultivo de abejas y de plantas en el jardín de Hipólito . Cándida no se negaría a acompañarlas . Felipe haría las veces de ayudante para aprender lo relativo a las naves y cooperar con las maestras en los oficios rudos . Con tal de estar al pie de Cándida ni sentirá el ácido fórmico que inoculan en sus picadas las abejas . Atraído por la atractiva noveda de esas clases en tan amena compañía, Felipe comenzó a frecuentar el taller y a preocuparse no sólo por el duro ensamblaje de navíos sino también por ese nuevo y curioso aprendizaje que entremezclaba sonrisas con aromas y picadas . Más que un amigo, Hipólito fue como un familiar para Felipe . Comprensivo y cordial, supo ganárselo engatusándolo con la mejor paciencia hasta enseñarle las reglas del oficio desde el manejo de los distintos instrumentos de precisión y la factura de piezas hasta el ajuste y colocación de las mismas . Al poco tiempo de haberse iniciado, Felipe hacía ataúdes y ya estaba aprendiendo a hacer cuadernas, que eran -decía- como costillas de la nave . Hipólito le demostró su gran afecto dándole un sueldo que no era permanente ni elevado, pues la paga dependía del trabajo realizado y Felipe nunca fue muy constante . -Lo siento . Eres errático . No logras concentrarte, Felipe . Prefieres navegar o soñar. Por ser semilla de marinos, llegará el momento en que te embarques rumbo a los siete mares . De todos modos, siempre es bueno conocer el oficio de ensamblar, carenar, calafatear un navío . La bondadosa actitud de Hipólito hacia Felipe confundía a Cándida pues si en verdad era una forma de educación cristiana por medio de la cual sólo deseaba engatusarla con falsas golosinas, Cándida se oponía al sacrificio 458 en el que Hipólito desdeñaba su propio bienestar en beneficio de un pobre diablo como Pipe . Sin que se diera cuenta, existía entre ellos un tácito convenio triangular en el que, uno tras otro, confirmaban el dicho de que la dama sigue al que huye y huye de quien la sigue, pues en verdad Cándida iba tras el imán de Hipólito quien a su vez trataba de encauzar a Felipe, cuyo único objetivo, felón y cínico, era gozar a Cándida no sólo por su íntima y vanidosa satisfacción sino también para vengarse del Ñopo . Sin embargo, Felipe no atinaba a descifrarse a sí mismo, pues lo cierto era que Cándida lo hacia experimentar como una especie de complejo de culpa que a la mejor tenía su origen en el percance de Dalila . Frente a ella perdía el ánimo . Se desasosegaba. Lo acometía un curioso estado de incertidumbre, de absoluta inseguridad erótica lo cual, haciéndolo sentirse cohibido, lo hacía bajar los ojos con sumisa humildad, pues ella era distinta de las chicas que él había poseído, gente de medio pelo, pasatiempos . Total, nada en dos platos . En esas burdas peripecias orgánicas sólo el deseo la había impulsado y había cumplido tales actos y fechorías en obediencia a algún misterio insondable . Frente a la incógnita serena e impasible de Cándida, Felipe no tenía más remedio que sofrenar su sin igual sexapetencia, inhibido por el extraño comportamiento de ella . Meditando sobre las consecuencias que arrastraría consigo la posesión de Cándida (en caso de que Dios la ayudara) ¿sería capaz de hacerlo? ¿No fallaría su clan erótico debido a su temor frente a Cándida? De tanta respetarla logró intuir lo grave que sería perjudicarla, pues si el Ñopo quiso casarlo con la burrita ¿no actuaría de igual modo en este caso? Le parecía más fácil imaginarse a Cándida (como se ve en el cine) casada con un príncipe en cuya amplia mansión ella añorara los días felices transcurridos en la isla . Felipe, esclavo favorito de Cándida, aprovechando las ausencias del amo, se acostaría con ella para hacerla sexaolvidar sus nostalgias, corriendo el riesgo de verse en el siguiente episodio convertido en mendigo, ciego y acaso emasculado . 459 V Fracaso de una misión soteriológica Las excesivas luces del prostíbulo lo deslumbraron al entrar . Varias muchachas mariposearon en torno a él, seductoras . La música y la alegre algarabía lo atolondraron aumentando su timidez hasta el extremo de sentirse perdido . Todas las chicas querían subir con él, entretenerse con el confuso y avergonzado nazareno . -Quiero hablar con la dueña del prostíbulo . Con Rosina Salerno. Traigo un mensaje para ella . -¿La dueña? Es Gloria Líberty . -De todos modos, quiero verla . Es urgente -¿Las prefieres maduras? -dijo una rubia- . Nosotras somos jóvenes . Ella puede tener la edad de tu mamá. La persistencia de Danilo corrió de boca en boca por el ámbito alegre del Tabernáculo . De pronto se produjo una pausa con fondo musical y el alboroto quedó paralizado bajo la magia de una remisa expectación . -¡Mírala, Cristo! Es toda tuya -dijo una gorda irreverente . La rubia se echó a reír savcástica mientras Danilo miraba fíjamente a una atractiva mujer que, detenida en las gradas de la escalera, le hacía señas para que se acercara. -Ven. Sígueme, precioso . Sin dignarse esperarlo, subió gradas arriba y él la siguió sumiso . 460 Ya en la lujosa alcoba, ella le dijo -¿Preguntaste por una tal Rosina Salerno? Soy yo . Dijeron que me traes un mensaje . Supongo que mentiste sólo por el deseo de conocerme . ¿Qué traes en esa rara maleta? ¿Viniste desde el puerto, y aun sin buscar alojamiento en hoteles, quisiste conocerme? ¿Tengo de veras esa fama? Cobro caro . ¿Lo sabes? Rosina se desnuda . Va al tocador . Toma una foto y se la muestra a Danilo. -Te pareces a esta persona bien amada . Es un marino danés . Sigo esperándolo. Se tiende sobre el lecho . -Contigo tendré la sensación de estar con él . ¿Qué te detiene? No tengo tiempo que perder. Anda, desvístete . Pero, un momento, espera, tú indagaste por Rosina Salerno . Nadie aquí me conoce por ese nombre . Desde hace muchos años soy legalmente Gloria Líberty . ¿Cómo sabías mi nombre verdadero? Todos aquí me llaman Gloria Liberty . Tengo ese nombre de cartel desde la época en que bailaba de nudista en Colón . Dijiste que traías un mensaje para mí. ¿Qué mensaje?¿ De dónde vienes, dime? ¿Quién eres? Te asemejas otro . Sí, eres como el espectro de mi amado danés . No, no eres Soren . No vayas a decirme que tú . . . -Sí, Recibí tu carta . Vengo desde Pausílipo . Soy Danilo . Rosina siente cierto pudor de estar desnuda frente al hijo hecho un hombre y se cubre con una negligé . Tú, para mí, sólo eres el amado danés recuperado . Tu llegada ha bastado para matar al otro en mis recuerdos . A buena hora vienes a reemplazarlo, pero para el amor siempre estoy lista . Ven . Desvístete, Soren. Acuéstate conmigo . -Mamá, tú no comprendes . Yo soy tu hijo Danilo . -Ya te dije que has matado a tu padre . Quien debe reemplazarlo en el lecho debes ser tú . Compláceme . Te envié mucho dinero . Pagué tu educación eclesiástica . Sé que eres sacerdote . -Sí . Tengo mi sotana en la maleta . No podía entrar al Tabernáculo con ella puesta . 461 -Póntela . Quiero saber qué tal te queda . Desde que sé que eres vicario, me agrada cohabitar con los curas . Todos son pervertidos y sinvergüenzas . Algunos lo que buscan es otra cosa . Indosa la sotana, caro figliolo. ¿No dices que la traes en la maleta? Voglio vederti . Se¡ piu bello di Soren . Te amo más que a él . Ahora está muerto . Descanse en paz . Danilo intuye que si endosa sus hábitos puede ampararse mejor contra el demonio . Abre rápidainente la maleta . Se pone la sotana sobre las vestimentas que lleva puestas . Ella lo mira y goza viéndolo vestido de cura . Va aproximándose a él, seductora . Él siente su perfume y se persigna devotamente . Con tu negra sotana eres más bello y eres más excitante . Tambien creo que eres virgen. Ven, échate conmigo . Quiero iniciarte -Mamá, sólo he venido al Tabernáculo para cumplir una misión salvadora. Quiero catéquizarte, redimirte . Salvarte del pecado . Liberarte de Satanás . ¿Cómo te atreves a proponerme un coito incestuoso? ¿No te das cuenta de que estás profanando el santo nombre de la Madre de Cristo? -No hay nexos de pudor que nos separen, porque jamás nos hemos visto . Tú eres un hombre bello y joven . Yo soy una mujer aún tentadora. Los hombres me desean . Sufragan sumas excesivas por poseerme . Yo te he pagado los estudios y ahora tú debes reemplazar a tu padre . Yo te lo exijo, tonto . O me obedeces o yo te desheredo . Soy riquísima. Tú eres mi único hijo . Si mataste a tu padre, reemplázalo como hombre en su lecho . No me exasperes . -¡Mamá! -Te suplico que no me des el nombre de madre . Prefiero que me llames Rosina . Ven . Mírame desnuda . Toca mi piel . No temas . Siéntate aquí a mi lado . Tranquilízate . Eres un poco tímido . Abrázame . Ponme tu brazo fuerte sobre el hombro . Así, querido . Pega tu rostro a mi mejilla . ¿Viste qué grata soy, qué deliciosa? No quiero apresurarte . Convérsame si quieres . Catequízame . -Quiero hablarte de una éximia cortesana de Alejandría llamada Tais . Leí su historia en un libro muy antiguo intitulado La Leyenda Áurea. Pafnucio, un joven eremita de la Tebaida quiso salvarla del infierno . Se vistió ricamente y, perfumado, fue a visitar a Tais, que era famosa, porque era bailarina y actriz de gran coturno . Los hombres se peleaban por ella . 462 Era muy rica . Tais se sintió atraída por el gallardo y apolíneo mancebo y, ya desnuda, se echó en su lecho sin preocuparse de que estaban presentes sus esclavas y unos cuantos eunucos . Él le dijo queprefería acostarse con ella en un sitio donde nadie lo viera . Tais condujo a Pafnucio de una en otra recámara pero éste siempre se abstenía exigiendo la más estricta privacidad para el pecado. Exasperada, Tais lo llevó a un rincón muy en penumbras . En este sitio, le dijo, nadie nos puede ven excepto Dios . Pafnucio, aprovechando la mención del Altísimo, le dijo : Aun sabiendo que Dios te está mirando ¿puedes pecar? Arrepentida, Tais quemó de inmediato sus riquezas a la vista del pueblo y se puso a disposición del eremita quien la llevó al desierto de la Tebaida, la obligó a someterse a duras pruebas viviendo recluida a pan y agua hasta lograr su completo arrepentimiento . -Pues yo no me arrepiento, hijo de puta . Soy lo que soy . Me siento muy honrada porque he sabido hacerme rica creándome una importante posición . Soy famosa . Tengo muchos burdeles y una inmensa fortuna . Por ser mi único hijo iba a dejártela, pero te has atrevido a despreciarme y eso te va a pesar. Sin escrúpulo, abrió la puerta y dejó oir una orden con voz entre severa y cariñosa . -Yoni, querido chombo, ven acá . Casi al instante penetró en la recámara un negro . -Desnúdate -le dijo-. Quiero que este curita aprenda lo que es hacer de veras el amor. Desnudo, el negro se echó con ella y, entre caricias, la cubrió lentamente, sin apresuramientos, con pausadas y suaves ondulaciones de su tensa musculatura elástica. Arrodillado ante el lecho, Danilo se dispuso a rezar . -Señor, envíame tu Santísima Misericordia . Tú, que salvaste a tantos pecadores, ten piedad y ayúdame . ¡Miserere nobis! -¡Bésame, Yoni . Abrázame! ¡Penétrame hasta el fondo! ¡Así! ¡Así! ¿Lo estás viendo, Danilo? ¡Mírame bien! ¡Aprende! -¡Señor, tú que salvaste a la Magdalena, deja que la mia mamma vea tu rostro y ayúdala! ¡Misere nobis! 463 -Danilo, no te olvides que mataste a tu padre . Tú debías reemplazarlo, pero no importa. Yoni está haciéndolo por ti . Ahonda, querido . Me haces sentir un goce incomparable . señor, tú que salvaste a Santa María Egipcíaca, dale fe a la mia maroma e inspírale el arrepentimiento . ¡Ten piedad y ampárala! ¡Misere nobis! -Ahora rápido, Yoni, que estoy llegando al cielo . Ya estoy viendo al Señor en mi delicia . No hay nada comparable . ¡Dale, cariño, rápido! -¡El Señor es conmigo! -¡Viva la vida, coño! Cubriéndose los ojos con ambas manos . Danilo caminó como un ciego hasta la puerta, que había quedado abierta . Bajó las escaleras dando trastabillones y atravesó el salón entre las risas que producía la insólita aparición de un cura ensotanado en el Tabernáculo . Al salir del prostíbulo sintió deseos de vomitar . Trató de hacerlo, pero el viento le alzaba la sotana, la maldita sotana . Se la quitó, furioso, y echó a andar hacia el puerto casi deseando hallar la forma de embarcarse aun sin rumbo tal vez sólo para huir de sí mismo . Sentía el agobio de su feroz derrota imperdonable. Mejor hubiera sido seguir el buen consejo de Renato . Congeniar con Rosina, convencerla para que diera su dinero a la Iglesia o, por lo menos, fundara un gran colegio salesiano para alumnos misérrimos . El vicio pierde su faz venérea si sirve a la cultura . Al llegar a los muelles latían sus sienes como un turbión sin brújula . Tiró al mar su sotana . El fuerte viento la infló grotescamente como un fugaz fantoche que sirvió de entretención a las olas . La brisa helada le hizo sentir escalofríos . Se protegió subiéndose las solapas del saco . De pronto recordó que en su maleta tenía un sweter de lana, pero enseguida se dio cuenta de haberla dejado en el burdel de Rosina . En ella había quedado el pasaje, su diploma, sus créditos, su pasaporte, sus documentos importantes . No podría rescatarlas . La algarabía marítima lo hizo pensar de nuevo en la esperanza de embarcarse, escapar, huir sin rumbo . Sintió un hambre voraz . Por culpa de Sant'Elmo se había privado en todo el día de alimentos . Le interesaba hallar albergue y comer algo . Al alejarse de la rada, echó a andar por una acera cubierta de hoteluchos, negocios, almacenes, restaurantes y cafés populares . De repente su atención fue atraída por un letrero que decía TRATORÍA NAPOLITANA . 464 Al penetrar en el local se dio cuenta de que no había calefacción o, por lo menos, no la habían encendido . Tiritaba de frío . No vio persona alguna fuera del camarero que se acercó solícito y, aunque él quiso irse, lo hizo sentar de todos modos en un ángulo distante de la puerta . ¿Siente frío? Como es tarde, ya la gente se ha ido y el fuego se ha apagado . La clientela de media noche para arriba trae su propia calefacción interior . Para ello nada hay tan saludable como un buen pisco doble . ¿Se lo traigo? Danilo habría pedido una malta o un moscatel o un cinzano, pero el otro no le dejó pensar. Como Danilo estaba cerca del bar, camarero regresó de inmediato con una copa y la botella de pisco . Sirvió una buena dosis y, bébasela mejor de un solo cuajo y al tiro le echo más . Va a darse cuenta de un fogaje en las tripas que para qué le digo. ¿Qué tal? Échese uno por cuenta de la casa . Le dejo la botella por si le agrada repetir. -Ya me siento mejor -dijo Danilo- . Llévese la botella. Prefiero una orden de empanadas y una cerveza malta . -Me da el pálpito de que vuelve del puerto después de despedir a un ser amado . Siempre es igual aquí . Valparaíso en un eterno ir y venir de pasajeros . Unos ríen muy alegres y simultáneamente se ponen tristes, lloran, y, de nuevo, sonríen . Mientras hablaba, sirvió las empanadas y la malta . Súbitamente se abrió la puerta del local y entraron dos alegres muchachas y un hombre . Colgaron en la percha sus abrigos (fa un freddo indiabolato, per la Madonna), se frotaron las manos y se situaron junto al bar. -Camilo, te presento a due bámbole italiane, Paola e Rosina . -Non far lo stúpido, Pausílipo. Le conozco beníssimo . Danilo puso atención al diálogo mientras bebía cerveza y engullía sus calientes empanadas . Estaban sabrosísimas . -Bene, bene . Vobliamo bere birra . ¡Subito! ¡Andiamo! -dijo una de las chicas. El aspecto chispiante de ambas rubias dejaba claramente entrever que eran del gremio correspondiente al Tabernáculo . El hecho de que el hombre se llamara Pausílipo puso alerta a Danilo . Sin ser muy jovencito, era jovial, 465 muy festivo y parlanchín . Al darse cuenta de que Danilo comprendía el italiano pues sonreía al oír sus bromas, se aproximó a su mesa, brindó con él y lo invitó a unirse al grupo. Sin esperar siquiera ser llamadas, las dos chicas corrieron y se sentaron encantadas . Pausilipo, que había ocupado un sitio junto a Danilo, pidió cervezas y empanadas calientes . -¡Calma, calma, Pausilipo! -dijo el astuto camarero- . ¿Quién me cancela il conto? Danilo, que ya tenía en la mente el efecto de sus dos piscos dobles, sintió el tonificante efecto de estar acompañado e ingenuamente dijo : -Tengo dinero suficiente . Pago yo . La baldoria corre por cuenta mía. Las muchachas, que eran napolitanas, se echaron a cantar Santa Lucía. Pausilipo, que tenía bella voz, la unió al coro . Danilo se sintió melancólico y expresó su nostalgia con su tono profundo . Siguieron entonando canciones meridionales y bebiendo . Danilo se fue sintiendo eufórico . El camarero se acerco con ta cuenta . Danilo sacó un fajo de billetes . -Ahora, vamos arriba -dijo Pausilipo- . Camilo, trae la llave . Quiero ese cuarto grande, el de dos camas . Nos llevas más cerveza . Cobra súbito il conto. Vieni, Paola . Ya en el cuarto, siguieron entonando canciones y trasegando maltas hasta el momento en que Pausílipo, entre besos, caricias y jadeos desnudó a una de las muchachas, se desvistió él también y, sin escrúpulos, se echó al lecho con ella . Siguiendo el buen ejemplo, la compañera de Danilo quedó enseguida en cueros y lo besó mimosamente, diciéndole : -Spógliati, per Becco . Andiamo a letto. Sono la tua Rosina. Danilo quiso apagar la luz, pero Pausilipo se opuso rotundamente . Tampoco quiso que se cubrieran con las colchas . Tenían ya suficiente calefacción interna . A pesar de su incoercible pudibundez, Danilo no tuvo más remedio que desnudarse . Ya en la cama, las caricias y besos de su tierna italiana no consiguieron excitarlo . Envidiaba la rápida y virtuosa erectidud de Pausílipo 466 y no hacía más que mirar su lujurioso entrelazamiento con el desnudo cuerpo de su chica . Ambos se habían mezclado tan zoomórficamente que daban la impresión de estar como metamorfoseados en un solo organismo de varios pies y brazos . Con todo y eso, la obscenidad del cuadro no despertaba los deseos de Danilo . -Seguramente sientes vergüenza de que te vean le susurró al oído su compañera, que hizo el intento de ir a apagar la luz . -No --dijo él, reteniéndola-. Quiero seguir mirándoles . Me agrada. Tú eres bella, Rosina, pero llevas el nombre de mi mamá . La ineficacia de Danilo fue motivo de bromas para Pausílipo que, al terminar las peripecias de su primer asalto, propuso un cambio de parejas . Rosina con Pausílipo, y, Paola con Danilo . Las rubias aceptaron . Sirvieron una ronda de maltas . Comieron las aún tibias empanadas y, con las luces apagadas, iniciaron el nuevo asalto cada cual con diferente socia de cama . Fue inútil que su nueva compañera pusiera en práctica sus más sutiles gracias y habilidades en el arte de amar y seducir . A pesar del fogaje producido en su cuerpo por el alcohol, Danilo continuaba inhibido mientras sentía a Pausílipo jadeando sobre el lecho contiguo . Al terminar gloriosamente su segunda embestida, Pausílipo les dijo a las muchachas : -Vístanse ambas y espérennos abajo . Pidan maltas y cenen por cuenta nuestra. Bajamos súbito . Apenas ellas se marcharon, Pausilipo se arrodilló junto a la cama donde yacía Danilo avergonzado y le dijo : -No te preocupes . Eso ocurre a menudo . Voy a ayudarte . Ya verás . Mis caricias serán más efectivas que las de ellas . Manoseándolo, logró sin gran esfuerzo el esperado milagro . Luego lo succionó hábilmente hasta el espasmo . Deshecho de lujuria, el indefenso Danilo suspiraba, lloraba . Pausílipo insinuó la conveniencia de proseguir la farra . Ya vestidos, bajaron . 467 Las dos chicas cobraron sus servicios, alegando fatiga, deseos de descansar. Danilo sacó el fajo de billetes y les pagó con creces . Las dos vivían arriba. -Arriverderci . El camarero anunció que iba a cerrar. Durmiéndose de sueño, Danilo dijo : -Habría deseado quedarme en ese cuarto . No sé dónde dormir. -No te afanes -dijo Pausilipo-.Enelpurtovi nsfalúuo amigos . Son dos hermanos italianos, loberos . Tienen ropa de lana en abundancia . -Quiero viajar -dijo Danilo . -Viajaremos con ellos . Y siguieron en brazos de la noche . 468