ALIMENTOS RICOS EN PROTEINAS (PESCADO) Son animales vertebrados acuáticos, generalmente ectotérmicos, recubiertos en su mayoría por escamas y dotados de aletas, que permiten su desplazamiento en el medio acuático. El pescado, en general, es un alimento rico en proteínas de alto valor biológico, las cuales contienen todos los aminoácidos esenciales, también es rico en grasas que contienen una alta proporción de ácidos grasos insaturados, así como en vitaminas y minerales. Las propiedades nutritivas de los pescados le otorgan a estos alimentos efectos beneficiosos para la salud, por lo que su ingesta, dentro de una alimentación sana y equilibrada, constituye un modo de prevenir la aparición de ciertas dolencias. Las innumerables especies de pescado a las que se tiene acceso, las múltiples posibilidades que ofrece en la cocina, junto con sus características nutritivas, convierten al pescado en un alimento indispensable en la dieta y recomendable en todas las edades y en las distintas etapas fisiológicas (infancia, adolescencia, embarazo, lactancia, edad adulta y vejez). Eso sí, el buen hábito en la dieta alterna el consumo de pescados con otros alimentos proteicos de origen animal o vegetal. Pocas calorías El contenido calórico de los pescados es relativamente bajo y oscila entre 70-80 Kcal por 100 gramos en los pescados magros y 120-200 Kcal por 100 gramos en los grasos o azules, por lo que constituyen una buena opción para formar parte de la alimentación de personas con exceso de peso. No obstante, este contenido calórico se puede incrementar según el modo de cocinado. Aporte nutritivo El contenido de proteínas en pescados y mariscos ronda el 1520%, si bien los pescados azules y los crustáceos superan el 20%. Del mismo modo que sucede con las proteínas presentes en las carnes y en los huevos, las del pescado se consideran de alto valor biológico porque contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita en cantidad y proporción adecuadas. Dado que el crecimiento y desarrollo corporal que tiene lugar durante la infancia, la adolescencia, el embarazo y la lactancia exige un mayor aporte proteico respecto a otras etapas de la vida, se recomienda alternar el consumo de pescado con otras fuentes proteicas de origen animal (carnes, huevos y lácteos) y vegetal (legumbres, cereales y frutos secos). Los ácidos grasos omega-3 desempeñan funciones importantes en el embarazo, la lactancia y la infancia porque forman parte de membranas celulares, del sistema nervioso y de la retina, por lo que los requerimientos se incrementan. El feto necesita entre 50 y 60 mg/día de estos ácidos durante el tercer y último trimestre, periodo en el que se acumulan en los tejidos, en especial en el sistema nervioso. Si no es posible la lactancia materna se han diseñado fórmulas infantiles enriquecidas en omega-3. Los estudios demuestran el efecto positivo de estos ácidos grasos sobre el desarrollo mental de los lactantes. La ingesta de pescados cuya espina también se come, como es el caso de especies pequeñas o enlatadas (sardinas, anchoas...), es una fuente alimenticia de calcio, mineral que se acumula en los esqueletos de los animales. El contenido en calcio de una lata de sardinas (el peso escurrido ronda los 70 gramos), es de 210 miligramos, similar al que aporta un vaso de leche (200 mililitros). Por esta razón, este tipo de pescados supone una excelente fuente de calcio para quienes por distintos motivos no incluyen suficientes lácteos u otras fuentes de calcio (soja y derivados, sésamo, frutos secos, cítricos, etc.) ALIMENTOS RICOS EN PROTEINAS (PESCADO) en su dieta; bien por problemas de salud, porque no les gusta o no tienen el hábito de consumirlos. La grasa del pescado azul es rica en ácidos grasos poliinsaturados y consta, entre otros compuestos, de ácidos grasos omega 3. Estos ácidos son los que disminuyen los lípidos, incluido el colesterol y por tanto reducen el riesgo de que éste se acumule en las arterias. Los aceites de pescado se pueden obtener ya sea comiendo pescado o tomando suplementos. El atún, el salmón, el esturión, el mújol, la anchoa, las anchovetas, las sardinas, el arenque, la trucha y el menhaden. Ellos proporcionan alrededor de 1 gramo de ácidos grasos omega-3 en alrededor de 3,5 onzas de pescado. Los suplementos de aceite de pescado a menudo contienen pequeñas cantidades de vitamina E para evitar que se echen a perder. También pueden estar combinados con calcio, hierro, o vitaminas A, B1, B2, B3, C o D. El pescado ha ganado la reputación de “alimento para el cerebro” debido a que algunas personas lo comen como ayuda para la depresión, la psicosis, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos relacionados con el pensamiento. Algunas personas usan el aceite de pescado para la sequedad de los ojos, el glaucoma, y la degeneración macular senil (DMS), un trastorno muy común en gente de edad avanzada y que puede llevar a serios problemas de visión. LOS BENEFICIOS DE COMER PESCADO Actúan inhibiendo la agregación plaquetaria (placas en el interior de los vasos sanguíneos). En el pescado se encuentran todas las vitaminas que el hombre necesita para una buena nutrición. Las sardinas son uno de los pescados más ricos en vitaminas. Reducen la presión arterial, la viscosidad sanguínea. Contienen todos los aminoácidos esenciales, por ello son de un valor nutritivo muy alto. Alimento fácilmente digerible, con un contenido relativamente bajo en calorías. Prevención del miocardio y arterioesclerosis. infarto de de la Las personas que consumen mucho pescado tienen mayor esperanza de vida. El pescado frito y las sardinas enlatadas son una buena fuente de calcio y de fósforo. Los mariscos son bajos en calorías y ricos en proteínas y minerales (calcio, yodo, hierro, potasio).