C omunicación Interna La comunicación cara a cara en la Dirección de Personas La comunicación es un componente imprescindible, aunque no suficiente, para el éxito. Del mismo modo que el estilo de dirección debe adecuarse a las capacidades de una persona para desempeñar una tarea concreta y a su nivel de motivación ante ésta, la comunicación tanto en su forma como en su contenido debe igualmente adaptarse a la situación concreta. Para ello conviene saber cómo afecta a cada estilo de dirección Carlos Viladrich, adjunto a la Dirección General de Adecco. FICHA TECNICA Autor: VILADRICH, Carlos. Título: La comunicación cara a cara en la Dirección de Personas. Fuente: Capital Humano, n.º 145, pág. 64. Junio 2001. Localización: 54/2001. Resumen: Para el autor, en la dirección de personas, la comunicación es un componente esencial, necesario, aunque no suficiente, para el éxito que al igual que el estilo de dirección debe adecuarse a las capacidades de una persona para desempeñar una tarea concreta y a su nivel de motivación ante ésta, la comunicación tanto en su forma como en su contenido debe igualmente adaptarse a la situación concreta. A través del modelo de Liderazgo Situacional de Blanchard, analiza los aspectos de la comunicación en cuatro estilos de dirección: Control, Supervisión, Asesoramiento y Delegación. Descriptores: Comunicación Interna. E n plena efervescencia de la era de las tecnologías de la información, de la gran cantidad de nuevas formas y herramientas comunicativas, nos pueden saltar en algún momento las preguntas: ¿es necesaria la comunicación cara-a-cara?, ¿es igual de importante ahora que antes?, ¿hasta qué punto es sustituible por otras formas de comunicación? Para poder responder a estas preguntas es absolutamente necesario preguntarnos sobre los objeti- • 64 vos y finalidades que persigue un acto comunicativo, analizar el entorno en el que éste se produce y prever, en la medida de lo posible, las interpretaciones que de él se puedan realizar. Si nos enmarcamos en un contexto de dirección de personas, sin mayor profundidad de análisis y sólo atendiendo a lo que nos dicta el sentido común, no creo que nadie pueda llegar a la conclusión que la comunicación cara a cara es un formato de comunicación obsoleto, caduco y en vías de extinción. Nº 145 • Junio de 2001 LA COMUNICACION CARA A CARA EN LA DIRECCION DE PERSONAS A lo largo de esta exposición vamos a intentar analizar el por qué de esta premisa para concluir con el intento de identificar algunos condicionantes precursores de éxito que pueden favorecer el uso, en primer lugar, y el buen uso, en segundo lugar, de este tipo de comunicación en las organizaciones. FIGURA 1 SIN CONTACTO VISUAL CON CONTACTO VISUAL PRESENCIAL VIRTUAL (videoconferencia) TELEFONICA ON LINE LA COMUNICACION EN LA DIRECCION DE PERSONAS BUZON ESCRITA DOC. E-mail INTRANET Individual Colectiva No hay manual o texto de management ni gurú sobre el tema que no incluya la capacidad/habilidades de comunicación interpersonal como un elemento clave del perfil del directivo. De hecho, un directivo con responsabilidades sobre equipos ocupa, o debería ocupar, un elevado porcentaje de su tiempo interactuando y comunicándose con las personas bajo su responsabilidad. Bien es cierto, no obstante, que hay condicionantes que pueden influir en la importancia y necesidad de este flujo comunicativo, como el tipo de funciones desempeñadas, las competencias adquiridas, el nivel de supervisión requerido, la capacidad de toma de decisiones que se tenga, etc… Pero, en cualquier caso, la comunicación interpersonal entre colaborador y superior, en mayor o menor medida, debe ser una constante en cualquier relación profesional. Antes de adentrarnos en el papel que juega la comunicación cara a cara en este contexto, veamos un esquema que recoge las formas de comunicación más comunes dentro de las organizaciones. (Figura 1). Entenderemos por comunicación cara a cara aquella que se produce con contacto visual entre emisor y receptor, y que, por tanto, es individual (aunque podría en determinados contextos comunicativos extenderse a grupos reducidos). Nº 145 • Junio de 2001 Fuente: Elaboración propia. Este formato de comunicación es oral y, por ello, susceptible de decodificación lingüística en su más amplio sentido, es decir, incorporando los componentes prosódicos del lenguaje oral como la entonación, tono, pausas, timbre, etc… Pero, a la vez y como gran diferencia con la comunicación telefónica, el contacto visual permite la interpretación del lenguaje gestual y corporal, fuente, en muchas ocasiones, de información muy relevante. Otra característica importante de este tipo de comunicación es la bidireccionalidad que permite la retroalimentación inmediata entre emisor y receptor, condición indispensable para una interacción eficaz. El proceso comunicativo en la función de dirección de personas es un aspecto crítico y la causa, en muchas ocasiones, demasiadas, de graves problemas en las organizaciones. En este contexto lo verdaderamente importante no son las charlas ocasionales que se hagan, ni los brillantes y maravillosos reportes, informes y memorias que se escriban, ni los artículos sobre innovadoras teorías estratégicas que se lean, ni las preciosas webs que pongamos al alcance de nuestros equipos. Sin desmerecer este tipo de actividades, lo que realmente importa es el hablar con los colaboradores uno a uno, cara a cara, día a día, escuchando y atendiendo sus demandas, sus preocupaciones e inquietudes. ¿EN QUE CONSISTE LA DIRECCION DE PERSONAS? El verdadero trabajo de un «manager» es hacer emerger lo mejor de su equipo creando un entorno de trabajo que les permita conseguir los mejores resultados, eliminando obstáculos, consiguiendo los recursos necesarios, facilitando la formación, la información y dando el apoyo que necesiten para realizar sus tareas. Todo ello requiere el interés y deseo real de trabajar con y para la gente, contribuyendo activamente al logro de los éxitos del equipo y, con él, al de la organización. El enfoque clásico del directivo enfocado a las tareas ha dejado paso El verdadero trabajo de un «manager» es hacer emerger lo mejor de su equipo creando un entorno de trabajo que les permita conseguir los mejores resultados, eliminando obstáculos 65 • C omunicación Interna Que la comunicación es un componente esencial de la dirección es evidente, y que la presencia física, la interacción cara a cara, es imprescindible en la mayoría de escenarios es también evidente al directivo enfocado a las personas, al que tiene claro que sus éxitos son los éxitos y logros de su equipo. Este modelo de manager tiene cuatro grandes retos en su función directiva: ➾ Transmitir energía, activar, dinamizar a su equipo, con el fin de conseguir tener al equipo inspirado, excitado e ilusionado con su trabajo. ➾ Delegar, dar poder de decisión a sus colaboradores. El saber delegar, el dirigir y gestionar su proceso, atendiendo al nivel de capacidades y desarrollo adquirido de los colaboradores, a la dificultad y complejidad de las tareas a acometer, alternando y combinando en su justa medida el comportamiento directivo y el de apoyo, es uno de los retos más importantes del directivo. Delegar responsabilidades exige un proceso que debe apoyarse en algunos principios: 1. Comunicar cuáles son sus responsabilidades. 2. Otorgar la autoridad necesaria para decidir, para tomar decisiones. 3. Fijar normas de excelencia, objetivos. 4. Ofrecer la formación que se precise para asumir las responsabilidades. 5. Poner a su disposición los conocimientos y la información que necesiten. 6. Retroalimentación sobre resultados. 7. Reconocimiento de sus logros y éxitos. 8. Tener y demostrar confianza en ellos. 9. Conceder el derecho a equivocarse. 10. Tratar con la máxima dignidad y respeto. • 66 ➾ Dar apoyo al equipo, ayudar. Lo que identifica al «manager» no es su poder de recompensar o castigar, sino su capacidad de facilitar el trabajo de su equipo, ayudar, animar y «arremangarse» con ellos. ➾ Comunicación. El manager que no mantiene una fluida y permanente comunicación con su equipo no puede ser un buen manager. Una de sus funciones básicas es crear un entorno que favorezca la comunicación. En un proceso de comunicación se canalizan dos tipos de informaciones: hechos y sentimientos. Y todo tipo de información genera reacciones, algunas generales y comunes y otras específicas y muy individuales, algunas con poca carga emocional y otras con mucha carga emocional. Si nos situamos en un marco interactivo, comunicativo, en el que el componente afectivo o emocional juega un papel importante, cabe preguntarnos ¿cuál es el mejor formato comunicativo para que la transmisión de información sea eficaz?, ¿cuál es el formato comunicativo que nos permite percibir correctamente las reacciones emocionales de nuestro interlocutor a nuestros mensajes? No creo que tengamos muchas dudas respecto a que la mejor forma de trasmitir emociones, captar sentimientos y reaccionar a los mismos es mediante la presencia física, mediante la comunicación cara a cara. Hasta este momento de las exposición ya sabemos que: a) Que la dirección de personas exige de una permanente, fluida y eficaz comunicación interpersonal. b) Que el mejor medio de comunicación de información con carga emocional es la comunicación cara a cara. Ante estas dos premisas, el razonamiento lógico nos lleva necesariamente a preguntarnos: ¿qué papel juega el componente emocional en los procesos comunicativos en la dirección de personas? ¿Se movilizan sentimientos, afectos y emociones en un entorno de dirección de personas? En función de la respuesta que demos, podremos establecer la mayor o menor importancia de la comunicación cara a cara en dicho contexto interactivo. MODELO DE LIDERAZGO SITUACIONAL Y PROCESOS COMUNICATIVOS Con el fin de analizar el tipo de interacción entre «jefe» y subordinado y, en consecuencia, el tipo de comunicación que entre ellos se establece, utilizaremos el clásico modelo del Liderazgo Situacional de Blanchard. En este modelo de dirección de personas intervienen tres variables: 1. La cantidad de dirección y control que ejerce el mando. (Comportamiento Directivo). 2. La cantidad de apoyo y estímulo que da el mando. (Comportamiento de Apoyo). 3. La competencia y dedicación que muestra la persona dirigida. (Nivel de desarrollo). El denominado Comportamiento Directivo es la medida en que un jefe utiliza comunicaciones unidireccionales, explica el papel, las funciones, las tareas que ha de desempeñar el colaborador especificándole clara y detalladamente qué hacer, cómo, cuándo y dónde, supervisando de forma estrecha su rendimiento. Nº 145 • Junio de 2001 LA COMUNICACION CARA A CARA EN LA DIRECCION DE PERSONAS El Comportamiento de Apoyo es la medida en la que el directivo crea una comunicación bidireccional, escucha, atiende, da apoyo y estímulo a su equipo, facilita la interacción e implica a sus colaboradores en la toma de decisiones. Y por último, el Nivel de Desarrollo que muestra el colaborador es la medida en la que está capacitado para tomar decisiones autónomas al disponer de los conocimientos, habilidades y competencias para hacerlo así como de una actitud favorable adecuada para ello operacionalizada en dedicación, motivación y empeño. El modelo asume que el proceso de desarrollo de las competencias de una persona en la ejecución de una tarea es ascendente, mientras que el nivel de dedicación y motivación sigue una evolución variable. En el momento inicial del aprendizaje, la motivación es alta, el empeño constante y la voluntad alta, pero a medida que vamos adquiriendo progresivamente más conocimientos, nos vamos dando cuenta de nuestras limitaciones, toleramos peor los errores y perdemos «fuelle» en el intento. Hasta llegar al final del proceso de aprendizaje en el que podemos mantener nuestra dedicación por la seguridad que nos otorgan las competencias que hemos ido adquiriendo. Veamos un ejemplo típico como es el proceso de aprendizaje de una segunda lengua. Inicialmente sin conocimientos pero con una voluntad de hierro empezamos a recibir clases de inglés, hacemos los deberes, acudimos a clases en horas intempestivas… y lo hacemos contentos y con ganas, atreviéndonos incluso a hacer pinitos leyendo o hablando en inglés con más pena que gloria… pero no importa. FIGURA 2. ALTO Esquema del Nivel de Desarrollo MODERADO ALTA COMP. MEDIA/ALTA COMPETEN. ALGUNA COM. BAJA COMP. ALTA DEDIC. DEDICACION VARIABLE BAJA DEDIC. ALTA DEDIC. D4 D3 D2 D1 Desarrollado Desarrollándose Fuente: Elaboración propia. A medida que nos vamos dando cuenta de la dificultad, el desánimo empieza a hacer mella en nosotros, dejamos de hacer los homeworks, nos saltamos algunas clases y preferimos evitar situaciones en las que deberíamos hacer uso del maldito inglés. estado motivacional del colaborador, utilizando en la medida óptima el comportamiento directivo y/o de apoyo descritos anteriormente. Si no hemos tirado la toalla, poco a poco vamos aprendiendo más y nos vamos atreviendo de nuevo a afrontar situaciones en las que debemos poner en práctica nuestros conocimientos con resultados muy diversos. En ocasiones nos sale bien y salimos reconfortados («lo he entendido muy bien… porque no es un nativo») y en otras de nuevo nos vemos inmersos en al más profundo de los fracasos («no le he pillado ni una»). A pesar de que no hayamos hecho referencia explícita a procesos comunicativos en los diferentes estilo de dirección, es obvio que en cada una de las situaciones los contenidos y las formas comunicativas deben ser diferentes, tanto por el diferente nivel de instrucciones que requiere el colaborador, como por la mayor o menor presencia del componente emocional en el proceso de aprendizaje y en el marco interactivo que se genera a partir de éste. Poco a poco vamos aprendiendo hasta que hemos adquirido las competencias suficientes como para afrontar con seguridad los retos y tareas que se nos ponen delante, sin evitar situaciones ni bloquearnos ante las dificultades. Este proceso general se plasma en la figura n.º 2. Como consecuencia de todo ello, el comportamiento del manager en su función directiva deberá ir adecuándose al nivel de desarrollo y al Igual que el estilo de dirección, la comunicación tanto en su forma como en su contenido debe adaptarse a las capacidades de una persona para desempeñar una tarea concreta y a su nivel de motivación Nº 145 • Junio de 2001 BAJO El resultado de todo ello se plasma en la figura n.º 3. Que la comunicación es un componente esencial de la dirección es evidente, y que la presencia física, la interacción cara a cara, es imprescindible en la mayoría de escenarios es también evidente. Analicemos uno por uno cada momento de la dirección y veamos sus repercusiones comunicativas. Estilo E1: Control («Yo decido, tu haces») Colaborador: Alta Dedicación, Baja Competencia. Manager: Alto Componente Directivo, Bajo Componente de Apoyo. 67 • C omunicación Interna nuevo es esencial, tanto en el proceso conjunto de toma de decisiones como en la retroalimentación de los resultados. FIGURA 3 Asesoramiento Supervisión Estilo E4: Delegación («Tu decides») Colaborador: Alta Dedicación, Alta Competencia. Manager: Bajo Componente Directivo, Bajo Componente de Apoyo. Delegación B Control Comportamiento Directivo Nivel Desarrollo D4 D3 D2 A D1 A B Fuente: Elaboración propia. Comunicación: Se comunican instrucciones claras y precisas. El colaborador está en un momento álgido de su motivación por lo que no requiere de una especial atención emocional. La interacción permanente y la comunicación cara a cara es esencial para transmitir instrucciones, para dar modelos de referencia, para observar resultados, para retroalimentar, etc… Estilo E2: Supervisión («Hablamos… pero yo decido») Colaborador: Baja Dedicación, Insuficiente Competencia. Manager: Alto Componente Directivo, Alto Componente de Apoyo. Comunicación: Se comunican instrucciones claras y precisas pero se establece un proceso bidireccional en el que es necesario escuchar los razonamientos del colaborador. El colaborador suele pasar por un mal momento motivacional pues duda de sus capacidades, muestra inseguridad y desconfía de sí mismo. La interacción permanente y la comunicación cara a cara sigue • 68 siendo esencial para transmitir instrucciones, para captar sentimientos, para escuchar y retroalimentar sus procesos de decisión, para dar modelos de referencia, para observar resultados, reforzar comportamientos, etc… Estilo E3: Asesoramiento («Hablamos y decidimos») Colaborador: Dedicación variable, Mejor Competencia. Manager: Bajo Componente Directivo, Alto Componente de Apoyo. Comunicación: El proceso de toma de decisiones se hace conjuntamente, en interacción y comunicación bidireccional. La motivación y actitud es variable por lo que requiere una especial y continua atención para ofrecer el comportamiento de apoyo que se precise en cada momento y situación. El objetivo es conseguir que el colaborador adquiera confianza en sí mismo, seguridad y capacidad de tolerar y asumir errores. El componente emocional, por su variabilidad, exige atención estrecha. La comunicación cara a cara de Comunicación: La comunicación sigue siendo imprescindible, pero en menor medida que en los escenarios anteriores. Menor frecuencia, menor necesidad de presencia física, menor implicación del componente emocional... Se centra más en transmisión de información necesaria para el ejercicio de sus funciones, información objetiva y, por tanto, más susceptible de ser transmitida por canales alternativos al cara a cara. No obstante, la determinación de objetivos, el feedback evaluativo y demás interacciones que conlleva la dirección, deben ser mantenidas en presencia física, en comunicación uno a uno. CONCLUSIONES ✔ En la dirección de personas, la comunicación es un componente esencial, necesario, aunque no suficiente, para el éxito. ✔ Igual que el estilo de dirección debe adecuarse a las capacidades de una persona para desempeñar una tarea concreta y a su nivel de motivación ante ésta, la comunicación tanto en su forma como en su contenido debe igualmente adaptarse a la situación concreta. ✔ A pesar de los múltiples, diversos y sofisticados canales de comunicación que podamos tener, la comunicación cara a cara sigue siendo imprescindible en las funciones de dirección de personas. ❑ Nº 145 • Junio de 2001