Manuel A. Torremocha Jiménez I.E.S. Las Musas 2. el Congreso de Viena. De septiembre 1814 a junio 1815: bajo este planteamiento político se va buscando la total PACIFICACION DE EUROPA y para ello se reúne el CONGRESO DE VIENA, que duró hasta junio de 1815 (entre marzo y julio de 1815: se produce el episodio de los denominados “Cien días” de Napoleón y Waterloo). 3. El Segundo Tratado de París. El 8 de julio de 1815, una vez derrotado definitivamente Napoleón en Waterloo, se restableció la monarquía de Luis XVIII: se firmó la SEGUNDA PAZ de PARIS, en noviembre de 1815. 4. A partir de esa fecha, se vio la necesidad de mantener reuniones periódicas en donde estuvieran representadas las grandes potencias: se inició con ello la llamada EPOCA DE LOS CONGRESOS, que llevará a la formación de la Santa Alianza y la Cuádruple Alianza. De todos ellos el más decisivo sería el Congreso de Viena. El sistema de trabajo fue el de comisiones o comités, procediéndose a la formación de diez comités diferentes (1. Comité para los asuntos de Alemania; 2. Comité para la abolición del comercio de esclavos; 3. Comité para Suiza; 4. Comité para Toscana; 5. Comité para Cerdeña y Génova; 6. Comité para el Ducado de Bouillon; 7. Comité para los ríos internacionales; 8. Comité para la precedencia diplomática; 9. Comité para las estadísticas relativas a las poblaciones y su origen; y 10. Comité de anteproyectos y redacción) y quienes pesaban en la resolución de los asuntos de mayor interés fueron los cuatro grandes, participando en algunas ocasiones Francia. Los personajes más destacados fueron: los monarcas Alejandro I de Rusia, Francisco I de Austria, Federico Guillermo III de Prusia y los ministros Castlereagh de Inglaterra, Metternich de Austria (seguramente el más importante de los representantes: fue el que dio sello a toda la época, interesado en fortalecer Austria, se le tiene por buen estadista y hombre con visión de futuro) y Talleyrand de Francia. El punto fundamental por resolver era reconstruir el mapa político de Europa, teniendo en cuenta las divergencias existentes entre los aliados, redistribuyendo los territorios que se habían obtenido después de la derrota de Napoleón. La otra preocupación era reponer en sus tronos a los monarcas que perdieron su corona durante el proceso revolucionario o en caso de no ser posible (Francia, por ejemplo) coronar a sus legítimos sucesores dinásticos. Manuel A. Torremocha Jiménez I.E.S. Las Musas 2. Principales resoluciones del Congreso de Viena. El tratado consta de 121 artículos, que establecía en sus cláusulas fundamentales el reparto territorial de Europa, que se consignó de la siguiente forma: Rusia. Obtiene Finlandia, tomada a Suecia (a quien se le había otorgado Noruega, quitada a Dinamarca); la Besarabia (arrebatada a Turquía) y las dos terceras partes de Polonia. Rusia avanza hacia el oeste y mira con interés una expansión hacia los Balcanes. Prusia. Obtiene una parte de Polonia; la Pomerania sueca, parte de Sajonia y algunos territorios en la zona de Rhin, importantes por sus materias primas. Prusia rivalizará con Austria pues pretende reunir a los estados alemanes y Austria no. Austria. Salió notablemente fortalecida ya que, aunque prescindirá de Bélgica, incorporó las antiguas provincias Ilíricas, el reino LombardoVéneto, manteniendo una considerable influencia en Italia. Indirectamente controlaba a Parma, Módena y Toscana (príncipes austríacos). Disputará con Rusia y Prusia. Inglaterra. Se interesaba fundamentalmente en la obtención de puntos estratégicos en el mar. Logró Heligoland en el Mar del Norte; Malta y las Islas Jónicas en el Mediterráneo; El Cabo en el sur de África; Ceylán en el Lejano Oriente y algunas pequeñas islas en las Antillas. Francia. Con la vuelta de Napoleón y su derrota tras los “Cien Días” las condiciones de la paz se hicieron más duras y el control sobre los territorios creció aún más. A pesar de ello, quedaron establecidas las fronteras de 1792 (pierde lo que había tomado para sí desde la zona del Rin hacia el Este también pierde la mayor parte de Saboya a favor de Piamonte, además de la Isla de Santo Domingo), debiendo pagar una considerable indemnización (700 millones de francos). Se la rodeó de una serie de estados “tapones” que cumplieran la función de impedir nuevas expansiones y frenar todo intento de resurgimiento revolucionario. Estos estados eran: los Países-Bajos (Holanda, Bélgica y Luxemburgo); la Confederación Helvética y al sudeste el Reino del Piamonte- Cerdeña. Alemania. Dividida en 39 estados, quedó organizada bajo una Confederación Germánica, disputándose su control Prusia y Austria. La primara con el anhelo de unificar Alemania con ella a la cabeza y la segunda con la intención de evitarlo. Italia. Quedó establecido un fraccionamiento político de siete estados sin lazo federal entre ellos. Norte: Piamonte o Reino de Cerdeña o Reino de Saboya: que adquiere ahora toda la costa de Liguria incluso Génova hasta entonces república independiente, y parte de Saboya. Este: se restablecen los Ducados de Parma (que se entrega a María Luisa de Austria), Módena y Toscana. Centro: Estados Pontificios. Sur: Reino de Nápoles o de las Dos Sicilias. Manuel A. Torremocha Jiménez I.E.S. Las Musas No es de extrañar que dados los problemas mencionados, a partir del Congreso se renueven los enfrentamientos de tipo políticos, produciéndose: movimientos de tipo nacionalista como en POLONIA en pro de la unión. movimientos liberales como en Bélgica que quiere separarse de Holanda. movimientos nacional-liberales como en Italia que quiere liberarse y unificarse. Manuel A. Torremocha Jiménez I.E.S. Las Musas