EL JUICIO DE AMPARO MEXICANO Y LOS PROCEDIMIENTOS RESPECTIVOS EN ESPAÑA. 2 INDICE. INTRODUCCIÓN. CAPITULO I. EL JUICIO Y EL RECURSO DE AMPARO. 1.Constitución y Derechos Fundamentales. 2.Antecedentes Histórico-Jurídicos. 2.1.Antecedentes Generales. 2.1.1.Grecia y Roma. 2.1.2.España. 2.1.3.Inglaterra. 2.1.4.Origen. 2.2.Antecedentes de Derecho Mexicano. 2.2.1.EL Imperio Azteca. 2.2.2.La Nueva España. 2.2.3.Derecho Positivo Mexicano. 2.2.4.La Constitución Yucateca de 1840. 2.2.5.El Amparo en la Constitución General de la República. 3.La Influencia del Amparo en el ámbito internacional. 3.1.El Amparo y los Organismos Internacionales. 4.El Recurso de Amparo Español. 4.1.Antecedentes. 4.2.El Amparo Judicial. 4.2.1. Legitimación. 4.2.2.Ámbito de Protección. 4.2.3.Partes. 4.2.4. Competencia. 4.2.5.Características. 4.2.6.Procedimientos de Amparo Judicial. 3 4.2.7.El Amparo Judicial Administrativo. 4.2.7.1 Competencia, Legitimación y Cobertura. 4.2.7.2.Pasos procedimentales. 4.2.7.3.Vía previa al Amparo Constitucional. 4.2.7.4.Suspensión. 4.2.7.5.Sentencia. 4.3.El Recurso de Amparo Constitucional. 4.3.1.Competencia. 4.3.2.¿Juicio o Recurso? 4.3.3. Procedencia. 4.3.3.1.Amparo contra actos del Legislativo. 4.3.3.2.Amparo contra actos administrativos. 4.3.3.3.Amparo contra actos judiciales. 4.3.3.4.La Objeción de Conciencia. 4.3.4. Legitimación. 4.3.5.Partes. 4.3.6.Competencia. 4.3.7. Procedimiento. 4.3.7.1.Demanda. 4.3.7.2.Admisión e Inadmisión de la Demanda. 4.3.7.3.Emplazamiento y desarrollo del procedimiento. 4.3.8. Suspensión. 4.3.9.La acumulación. 4.3.10.Conocimiento de motivos no alegados. 4.3.11.La Sentencia. 4.3.12.Recursos. 4.3.12.Ejecución de la Sentencia. 5.El Juicio de Amparo Mexicano. 5.1.La evolución del amparo. 5.2.Naturaleza y definición. 5.3.Legitimación. 4 5.4.Término para la interposición de la demanda. 5.5.Las partes y el acto reclamado. 5.1.1.Quejoso. 5.5.2.Autoridad responsable. 5.5.3.Acto reclamado. 5.5.4.Tercero Perjudicado. 5.5.5.Ministerio Público Federal. 5.6.Principios rectores del amparo. 5.6.1. Instancia de Parte. 5.6.2.Relatividad de las Sentencias. 5.6.3. Principio de Definitividad. 5.6.4.Suplencia en la Deficiencia de la Queja. 5.7.Tipos de Procedimientos. 5.8.Causales de Improcedencia. 5.9.El juicio de amparo indirecto. 5.9.1. Competencia. 5.9.2.Demanda. 5.9.3.Procedimiento. 5.9.3.1.Auto de Iniciación. 5.9.3.2.Emplazamiento y contestación de la demanda. 5.9.3.3.Audiencia. 5.9.4.La Suspensión. 5.9.4.1.Suspensión de oficio. 5.9.4.2.Suspensión ordinaria. 5.9.5.La Sentencia. 5.9.5.1.Resolución de Sobreseimiento. 5.9.5.2.Sentido de la Sentencia. 5.9.5.3.Cumplimiento Sustituto. 5.9.5.4.Efectos de la Sentencia. 5.9.5.5.Sanciones Constitucionales. 5.10. Recursos. 5.10.1. Recurso de revisión. 5 5.10.1.2. Competencia. 5.10.2. Recurso de Queja. 5.10.2.1.Competencia. 5.10.3.La acumulación. 5.11.El juicio de amparo Indirecto. 6.Breves Reflexiones. CAPITULO II. PROTECCION JURISDICCIONAL DE LA LIBERTAD FISICA. 1.El derecho a la libertad. 1.1. Antecedentes de Derecho Positivo. 1.2.Reconocimiento Internacional. 1.3.La libertad Personal como Derecho limitado. 1.4.Enfoque Constitucional. 2.Antecedentes. 2.1.El Writ of habeas corpus anglosajón. 2.2.La manifestación de personas. 3.El procedimiento de habeas corpus en España. 3.1.Legitimación. 3.2.Competencia Jurisdiccional. 3.3.Interposición y Demanda. 3.4.Obtención judicial de datos. 3.5.Audiencia. 3.6.Pruebas. 3.7.Resolución. 3.8.Posibles conductas delictivas. 3.9.Recursos. 4.El Juicio de Amparo Mexicano. 4.1.Procedencia. 4.2.Legitimación. 4.3.Interposición y Demanda. 4.4.Suspensión del acto reclamado. 6 4.5.Suplencia en la deficiencia de la queja. 5.Breves reflexiones. CAPITULO III. TUTELA JURISDICCIONAL DE LA LEGALIDAD DE LOS ACTOS DE LA ADMINISTRACION PUBLICA. 1.El Estado y su Administración Pública. 1.1.Referencias de Derecho Administrativo. 1.2.Legalidad de los actos de la Administración Pública. 1.3.Antecedentes. 1.4.Definición de Contencioso-Administrativo. 2.El procedimiento contencioso administrativo en el ordenamiento jurídico español. 2.1.Antecedentes de Derecho Positivo español. 2.2.El contencioso-administrativo en la legislación. 2.3.Agotamiento de recursos previos. 2.4.Ambito de Protección y competencia. 2.5.Partes. 2.5.1.Legitimación activa. 2.5.2.Ministerio Fiscal. 2.5.3.Legitimación pasiva. 2.6.Procedimiento 2.6.1.Interposición de recurso. 2.6.2.Emplazamiento y admisión. 2.6.3.Deducción de la demanda. 2.6.4.Acumulación. 2.6.5.Suspensión. 2.6.6.Período probatorio. 2.6.7.Vista y presentación de conclusiones. 2.6.8.Sentencia. 2.6.8.1.Obligatoriedad de las sentencias. 2.6.8.2. Suspensión de la ejecución de la sentencia. 2.6.9.Conclusión del proceso sin sentencia 2.7.Recursos. 7 2.7.1. Recurso de súplica. 2.7.2. Recurso de casación. 2.7.3.Recurso de revisión. 2.7.4.Audiencia del rebelde. 3.Tribunales de lo contencioso-administrativo en México. 3.1.Tribunal Fiscal de la Federación. 3.1.1.Antecedentes mexicanos. 3.1.2.Independencia orgánica. 3.1.3.Revisión de sus resoluciones. 4.El juicio de amparo. 4.1.El amparo como procedimiento contencioso-administrativo. 4.2.Garantías de Seguridad Jurídica. 4.2.1.Garantía de audiencia. 4.2.1.1.Juicio previo. 4.2.1.2.Tribunales previamente establecidos. 4.2.1.3.Formalidades esenciales del procedimiento 4.2.1.4.Exacta aplicación de la ley. 4.2.1.5.Extensión de la garantía de audiencia. 4.2.2.Garantía de legalidad. 4.2.2.1.Acto de molestia. 4.2.2.2.Autoridad Competente. 4.2.2.3.Fundamentación y Motivación. 4.2.2.4.Extensión de la garantía de legalidad. 4.3.Procedimiento de amparo. 4.4.Principio de definitividad. 5.Breves Reflexiones. CAPITULO IV. LOS RECURSOS DE LEGALIDAD. MEXICANO. 1.Generalidades. 2.Antecedentes. 3.Características de la Casación. LA CASACION Y EL AMPARO 8 4.El recurso de casación en españa. 4.1.Antecedentes y diferencias con el sistema francés. 4.2.Función de la casación. 4.3.Competencia. 4.4.Procedencia. 4.5.Legitimación. 4.6.Procedimiento. 4.6.1.Interposición. 4.6.2.Nombramiento de abogado. 4.6.3.Requisitos y motivos de interposición. 4.6.4.Principio de definitividad. 4.6.5.Auto de admisión. 4.6.6.Pasos y plazos procedimentales. 4.6.7.Sentencia. 4.7.Interposición per-saltum. 4.8.Casación en interés de la ley y legitimación del Ministerio Fiscal. 4.9.Ejecución de la sentencia. 4.10.Documentales. 4.11.Acumulación. 4.12.Desistimiento. 4.13.Publicidad de las sentencias. 4.14.Competencia de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas. 4.15.Casación como recurso contradictorio. 5.El juicio de amparo directo. 5.1.Antecedentes de derecho positivo. 5.2.Ámbito de protección. 5.2.1.Garantía de audiencia. 5.2.2.Exacta aplicación de la ley. 5.2.2.1.Materia penal. 5.2.2.2.Materia Civil. 9 5.2.2.3.Materia Administrativa, del Trabajo y Militar. 5.3.¿Juicio o recurso? 5.4.Competencia y procedencia. 5.5.Procedimiento. 5.5.1.Demanda. 5.5.2. Emplazamiento y contestación de la demanda. 5.5.3.Admisión. 5.5.4.Sentencia. 5.5.5.Suspensión. 5.6.Recursos. 5.6.1.Recurso de revisión. 5.6.2.Recurso de queja. 5.6.3.Recurso de reclamación. 5.7.Evolución. 5.8.Función jurisprudencial. 6.Breves reflexiones. CAPITULO V. EL SOMETIMIENTO CONSTITUCIONAL. DEL DERECHO 1.Supremacía constitucional. 1.1.Definición de Constitución. 1.2.Medios de defensa constituciona l.1.3.Pirámide Kelseniana. 1.4. Sistema de reformas. 1.5.Sistemas de control difuso y concentrado. 1.6.Antecedentes del control constitucional. 2.La cuestión de inconstitucionalidad. 2.1.Antecedentes. 2.2.Función de la cuestión de inconstitucionalidad. 2.3.Etapas. 2.4.Procedencia. POSITIVO AL ORDEN 10 2.5.Legitimación. 2.5.1. Solicitud de las partes. 2.5.2.Afectación de la resolución judicial. 2.6.Límites de la jurisdicción del Tribunal Constitucional. 2.7.Competencia. 2.8.Procedimiento. 2.8.1.Condiciones previas al planteamiento. 2.8.2.Requisitos de interposición. 2.8.3.Suspensión del proceso. 2.8.4.Causas de inadmisión. 2.8.5.Emplazamiento y desarrollo procedimental. 2.8.6.Acumulación. 2.8.7.Término del proceso constitucional. 2.8.8.Sentencia. 2.8.10.Efectos de la sentencia. 2.9. Definición. 2.10.Tratados Internacionales. 3.Recurso de Inconstitucionalidad. 3.1.Competencia y procedencia. 3.2.Legitimación. 3.3.Efectos de la sentencia. 4.Sistema de control en España. 5.Amparo contra leyes. 5.1.Supremacía constitucional en México. 5.1.1.Artículo 133 constitucional. 5.1.2.Tratados Internacionales. 5.1.3.Jurisdicción constitucional. 5.1.4.Restricción del control difuso. 5.2.Medios de defensa constitucional en México. 5.2.1.Antecedentes. 5.2.2.Vías de la declaración de inconstitucionalidad de las leyes. 11 5.2.2.1.Vía de acción. 5.2.2.2.Vía de excepción. 5.3.Juicio de Amparo. 5.4.Procedencia. 5.5.Naturaleza y objeto. 5.6.Vía idónea. El juicio de amparo indirecto. 5.6.1.Autoridades responsables. 5.7.Carácter de la ley. 5.7.1.Leyes autoaplicativas. 5.7.2.Leyes heteroaplicativas. 5.7.3. Momento de interposición. 5.8.Excepción del principio de definitividad. 5.9.Suspensión. 5.10.Sentencia. 5.10.1.Efectos de la sentencia. 5.10.2.Suplencia de la queja deficiente. 5.11.Recursos. 5.12.Amparo directo. 6.Acciones de Inconstitucionalidad. 6.1.Antecedentes. 6.2. Legitimación y procedencia. 6.3.Efectos de la sentencia. 7.Sistema de control en México. 8.Ordenes competenciales en México. 9.Breves Reflexiones. CAPITULO VI. EL JUICIO DE AMPARO EN MATERIA AGRARIA. 1.Derechos sociales. 2.Amparo agrario. 2.1.Antecedentes. 2.2.Procedencia. 12 2.3.Legitimación. 2.4.Interposición de la demanda y competencia. 2.5.Suspensión. 2.6.Suplencia de la queja deficiente. 2.7.Otras diferencias respecto del amparo genérico. 3.Breves reflexiones. 13 EL JUICIO DE AMPARO MEXICANO Y LOS PROCEDIMIENTOS RESPECTIVOS EN ESPAÑA. Que todo aquel que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el Arbitrario. José María Morelos y Pavón. INTRODUCCION. Una de las principales aportaciones jurídicas del Derecho mexicano al mundo es el juicio de amparo, siendo además una de las instituciones mas nobles, en virtud de su finalidad, la protección de la Constitución, y con ello de los derechos fundamentales consagrados en la misma. Así pues, como estudiosos del derecho, y durante el proceso por llegar a ser juristas, hemos aprendido a respetar y a valorar el Estado de Derecho, que debe imperar en todos los Estados; por ello, consideramos el respeto a la Constitución, como uno de los aspectos básicos, primarios y fundamentales para el mantenimiento del mismo; y el juicio de amparo no sólo es piedra angular en dicha tarea, sino que además protege con ello a las personas de los posibles atropellos por parte de la autoridad, que no tiene otro motivo de existencia que el de servir precisamente a esa sociedad, razón primaria y fin último de lo que conocemos como Estado. Nuestra inquietud en conocer las instituciones jurídicas por las cuales se protegía a las personas de los actos de poder en España, nos llevó a leer (durante el curso de especialización en Derecho Constitucional y Ciencia Política, impartido por el Centro de Estudios Constitucionales, en Madrid) un artículo escrito por el maestro y jurista mexicano Héctor Fix Zamudio, sobre la influencia recírpoca del Derecho de amparo en México y en España. 14 En dicho artículo, el maestro mexicano expuso que la influencia definitiva que tuvo el juicio de amparo mexicano sobre el recurso de amparo español, en forma directa en la Constitución española de 1931, a través de las enseñanzas del jurista mexicano Rodolfo Reyes, e indirecta (a través de la citada Constitución de 1931) en la actual Constitución española de 1978. A su vez, comentó los antecedentes del derecho de amparo en México, que se remontan en gran medida a instituciones de origen hispánicas como los procesos forales. Fix Zamudio, hace una distinción (a modo de análisis) de las formas en que se desenvuelve el juicio de amparo mexicano, y las compara con diversas instituciones jurídicas en España, tales como el habeas corpus y el recurso de casación, los cuales tiene finalidades que en México han sido absorbidas por el juicio de amparo. Así pues, el ordenamiento jurídico de dichos Estados (México y España), protegen a las personas en sus derechos, mediante instituciones jurídicas diversas. Ello, influyó en la decisión de realizar el presente trabajo, con una finalidad de carácter descriptiva de las instituciones mediante las cuales, los individuos pueden proteger sus derechos de los ataques y arbitrariedades de las autoridades. Si bien, no con el objetivo de cubrir la totalidad de las expectativas de los estudios de ámbos derechos (el español y el mexicano), sí con el afán de dar a conocer en forma concreta, el desarrollo de dichas instituciones, sus coincidencias y sus diferencias. Para la mejor realización del presente trabajo, dividimos el juicio de amparo mexicano. Así pues, lo analizamos como amparo a efecto de proteger las principales garantías individuales de la persona, en forma genérica; amparo libertad, a efecto de defender a las personas de los posibles actos de privación de libertad física, de que puedan ser objeto por parte de la autoridad, amparo administrativo a efecto de revisar el apego a derecho por parte de los actos realizados por la Administración Pública; amparo prejudicial o amparo casación, que tiene como finalidad el revisar el apego a la garantía de legalidad por parte de los órganos jurisdiccionales; amparo contra leyes, que protege a la Constitución en contra de la lgislación secundaria que en 15 desobediencia a la misma, se desapegue del texto constitucional; y amparo agrario, que protege a la clase trabajadora del campo. No obstante, y como se verá en el transcurso del presente trabajo, el juicio de amparo mexicano, es uno, sin que sea obstáculo para ello el que se pueda desarrollar mediante el procedimiento de amparo directo o indirecto. En efecto, el juicio de amparo mexicano es proceso único, y la división llevada a cabo, es con la sola finalidad de analizarlo y estudiarlo directamente relacionado con las diversas instituciones jurídicas en España, más sin que ello conlleve al ánimo de suponer la posible existencia de diversos juicios de amparo en México. Así pues, durante el desarrollo del presente análisis, observaremos los puntos en común entre el juicio de amparo, como institución protectora de los derechos fundamentales de la persona, con el recurso de amparo español, y la forma en que mediante éste y el conocido por la doctrina como amparo ordinario, se protegen los derechos fundamentales en España. Por otra parte, el proceso de habeas corpus español, guarda gran similitud con el juicio de amparo mexicano, en la medida en que éste último (al igual que el habeas corpus), sirve de igual forma, como medio de impugnación de los actos de autoridad que tengan por finalidad la privación de la libertad física de las personas. De igual forma, el recurso contencioso-administrativo español, se identifica en gran medida, con el juicio de amparo mexicano, en virtud de que ámbos, revisan la legalidad de los actos de la Administración Pública. El amparo directo, al igual que el recurso de casación español, vigila por el apego de las resoluciones emitidas por los órganos jurisdiccionales, a la propia Constitución y a la legislación secundaria. Por lo que respecta a uno de los principales medios de defensa constitucional, consistente en la protección y obediencia de la misma, en su carácter de suprema, de la 16 legislación ordinaria, en España existen las cuestiones de inconstitucionalidad, con una finalidad similar al juicio de amparo mexicano que se entabla contra leyes, si bien con grandes diferencias (como analizaremos en su oportunidad), más con el mismo objetivo, la protección de la supremacía constitucional. Finalmente, analizamos el amparo mexicano en materia agraria, el cual, no tiene una institución similar en el ordenamiento jurídico español; más forma parte del juicio de amparo mexicano con carácterísticas especiales, a efecto de proteger los grupos sociales considerados desprotegidos, específicamente, aquellos que se dedican a la explotación de los recursos naturales. Lo exponemos, como complemente del amparo mexicano, dado que forma parte de él, y como ejemplo de la amplitud garantista del amparo en favor de las clases sociales que se encuentran en un nivel posibilidades diferentes e inferiores con el resto de los gobernados. No hay que olvidar, que España y México, tienen organizaciones diferentes por lo que respecta a sus órganos jurisdiccionales, por lo cual, los procedimientos respectivos serán resueltos por las autoridades judiciales, de conformidad a las respectivas competencias de éstas en cada Estado. Esperamos que la presente investigación sirva a quienes se inicián en el estudio, ya de uno u otro ordenamiento jurídico, dado que esa es la principal finalidad del presente trabajo, colaborar con aquellos estudios del derecho, bien mexicanos, bien españoles, que se interesen en el conocimiento de un sistema jurídico diverso al suyo, y con la firme creencia de que el desarrollo de toda sociedad, radica en la Estado de Derecho. Madrid, a 23 de junio de 1997. 17 CAPITULO I. EL JUICIO Y EL RECURSO DE AMPARO. SUMARIO.- 1.Constitución y Derechos Fundamentales.2.Antecedentes Histórico-Jurídicos. 2.1.Antecedentes Generales. 2.1.1.Grecia y Roma. 2.1.2.España. 2.1.3.Inglaterra. 2.1.4.Origen. 2.2.Antecedentes de Derecho Mexicano. 2.2.1.EL Imperio Azteca. 2.2.2.La Nueva España. 2.2.3. Derecho Positivo Mexicano. 2.2.4.La Constitución Yucateca de 1840. 2.2.5.El Amparo en la Constitución General de la República. 3.La Influencia del Amparo en el ámbito internacional. 3.1.El Amparo y los Organismos Internacionales. 4.El Recurso de Amparo Español. 4.1.Antecedentes. 4.2.El Amparo Judicial. 4.2.1. Legitimación. 4.2.2.Ambito de Protección. 4.2.3.Partes. 4.2.4. Competencia. 4.2.5.Características. 4.2.6.Procedimientos de Amparo Judicial. 4.2.7.El Amparo Judicial Administrativo. 4.2.7.1 Competencia, Legitimación y Cobertura. 4.2.7.2.Pasos procedimentales. 4.2.7.3.Vía previa al Amparo Constitucional. 4.2.7.4.Suspensión. 4.2.7.5.Sentencia. 4.3.El Recurso de Amparo Constitucional. 4.3.1.Competencia. 4.3.2.¿Juicio o Recurso? 4.3.3. Procedencia. 4.3.3.1.Amparo contra actos del Legislativo. 4.3.3.2.Amparo contra actos administrativos. 4.3.3.3.Amparo contra actos judiciales. 4.3.3.4.La Objeción de Conciencia. 4.3.4. Legitimación. 4.3.5.Partes. 4.3.6.Competencia. 4.3.7. Procedimiento. 4.3.7.1.Demanda. 4.3.7.2.Admisión e Inadmisión de la Demanda. 4.3.7.3.Emplazamiento y desarrollo del procedimiento. 4.3.8. Suspensión. 4.3.9.La acumulación. 4.3.10.Conocimiento de motivos no alegados. 4.3.11.La Sentencia. 4.3.12.Recursos. 4.3.12.Ejecución de la Sentencia. 5.El Juicio de Amparo Mexicano. 5.1.La evolución del amparo. 5.2.Naturaleza y definición. 5.3.Legitimación. 5.4.Término para la interposición de la demanda. 5.5.Las partes y el acto reclamado. 5.1.1.Quejoso. 5.5.2.Autoridad responsable. 5.5.3.Acto reclamado. 5.5.4.Tercero Perjudicado. 5.5.5.Ministerio Público Federal. 5.6.Principios rectores del amparo. 5.6.1. Instancia de Parte. 5.6.2.Relatividad de las Sentencias. 5.6.3. Principio de Definitividad. 5.6.4.Suplencia en la Deficiencia de la Queja. 5.7.Tipos de Procedimientos. 5.8.Causales de Improcedencia. 5.9.El juicio de amparo indirecto. 5.9.1. Competencia. 5.9.2.Demanda. 5.9.3.Procedimiento. 5.9.3.1.Auto de Iniciación. 5.9.3.2.Emplazamiento y contestación de la demanda. 5.9.3.3.Audiencia. 5.9.4.La Suspensión. 5.9.4.1.Suspensión de oficio. 5.9.4.2.Suspensión ordinaria. 5.9.5.La Sentencia. 5.9.5.1.Resolución de Sobreseimiento. 5.9.5.2.Sentido de la Sentencia. 5.9.5.3.Cumplimiento Sustituto. 5.9.5.4.Efectos de la Sentencia. 5.9.5.5.Sanciones Constitucionales. 5.10. Recursos. 5.10.1. Recurso de revisión. 5.10.1.2. Competencia. 5.10.2. Recurso de Queja. 5.10.2.1.Competencia. 5.10.3.La acumulación. 5.11.El juicio de amparo Indirecto. 6.Breves Reflexiones. 1. CONSTITUCION Y DERECHOS FUNDAMENTALES. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, dada en Francia en el año de 1789, establece en su artículo 16 que "Las sociedades en las que la separación de poderes no esté asegurada y los derechos del hombre no estén reconocidos carecen de Constitución". El avance social y humano, los esfuerzos y sacrificios otorgados por 18 la historia nos conducen a reconocer en los ordenamientos jurídico-constitucionales los derechos humanos, los cuales son inalienables al ser humano por el sólo hecho de serlo. Estos derechos positivisados a nivel constitucional son los conocidos primordialmente como garantías individuales o derechos fundamentales, necesarios para la convivencia y desarrollo armónico del hombre, y base indispensable del Estado de Derecho. Por ello, "los derechos fundamentales poseen una dimensión ética, que se convierte en eficáz con su incorporación al Derecho positivo con la intermediación del poder, que asume los mismos valores que los derechos representan y por esa razón impulsan su posivitización."1 Así pues, la Constitución como base del sistema jurídico y reconocimiento supremo de los derechos fundamentales, conforma el máximo ordenamiento jurídico de los estados, más no basta con la mera determinación de soberanía por la misma, es necesario establecer procedimientos por los cuales se logre el respeto por el sistema en ella establecido. Es por ésta razón que en éstas se establecen verdaderos medios de defensa constitucional, como la institución de amparo, creados específicamente para la autoprotección constitucional y con ello para la de las personas que se encuentren bajo su protección. Podemos establecer tres formas diversas de respeto a la Constitución: a) los factores sociales y culturales traducidos por el respeto voluntario del orden establecido; b) los factores políticos creados por la propia Constitución referentes a la estructura y organización de poderes, principalmente la división de poderes; y, c) mediante sistemas jurídicos que establecen los instrumentos necesarios para restablecer el orden constitucional violado y las garantías individuales expresamente concedidas por ella a los particulares. Efectivamente, el respeto a la Constitución debe ser espontáneo y natural, más considero que no basta con la buena fe, es necesaria su obligatoriedad y la regulación de su cumplimiento. Por lo que respecta al factor político, ciertamente la teoría de división de poderes coadyuva al cumplimiento del orden constitucional, dada la vigilancia que ejercen los poderes entre sí, evitando invasiones en sus respectivas esferas; no obstante, su sola aplicación, no prevé la protección de las garantías individuales, o el procedimiento respectivo a efecto de dirimir las controversias 1 Peces-Barba, Gregorio. Estudios Constitucionales. Derecho y Derechos Fundamentales. pág. 351. Centro de 19 suscitadas entre los poderes. Finalmente, el factor que permite realmente la defensa constitucional, el jurídico, el cual establece con precisión, las acciones procesales y jurídicas a emplearse cuando se presenten dichas violaciones constitucionales.2 Así pues, la constitución debe hacerse respetar no por una sola de las formas indicadas con antelación, sin por las tres en su conjunto, desarrollándose cada una en su ámbito respectivo, más la observancia constitucional se encuentra mejor resguardada en los medios de defensa constitucional. En efecto, la Constitución no sólo organiza al Estado y a la sociedad, dotándola de los lineamientos esenciales para su desarrollo integral, estructurando los poderes que dirigirán las acciones sociales y estableciendo la regulación a través de la forma de creación de la legislación secundaria; la Constitución ostenta, además de una parte conocida como orgánica, una parte dogmática, en la cual nos encontramos con la declaración de determinados derechos otorgados a los gobernados, los cuales vinculan al Estado en su totalidad; más dichos derechos fundamentales no son efectivos por el sólo hecho de su pronunciamiento y de su categoría constitucional (no obstante debieran serlo). Por ello, es necesario establecer los mecanismos idóneos a efecto de hacerlos prevalecer y respetar. "La efectividad de los derechos fundamentales depende tanto de su reconocimiento constitucional y legal, cuanto, y quizá sobre todo, de la existencia de mecanismos susceptibles de garantizar en la práctica su eficacia real."3 En los ordenamientos jurídicos (en mayor o menor medida), se establecen medios tendentes a hacer respetar la Constitución como ordenamiento supremo del Estado, bien sea a través de un procedimiento jurisdiccional o político, más siempre con el fin de mantener el principio de supremacía constitucional sobre todo actos emanada ya sea directamente de ella o de los poderes e instituciones a quienes ha dado vida. Dichos mecanismos son conocidos como medios de defensa constitucional, y dentro de éstos encontramos el procedimiento jurisdiccional por excelencia protector de las garantías individuales, "el amparo". El procedimiento de Amparo, no sólo defiende pues, los derechos humanos reconocidos expresamente por el máximo ordenamiento jurídico, defiende primordialmente la Constitución, velando por el respeto irrestricto de la misma en lo 2 cfr. Castro, Juventino. 3 Garantías y Amparo. México 1994. pág. 281. García Morillo, Joaquín. La Protección Judicial Fundamentales. ed. Tirant lo Blanch. pág. 21. de los Derechos 20 que hace a derechos fundamentales, principalmente ocasionados por actos de autoridad. 2.ANTECEDENTES HISTORICO-JURIDICOS. Ciertamente, una institución jurídica complejo no nace en un solo acto, es precisa una constante evolución del mismo, pero además generalmente su nacimiento se encuentra provocado por la influencia de diversas circunstancias históricas y principalmente jurídicas; los personajes impulsores de su nacimiento se han visto inmersos en el estudio de instituciones similares, por lo cual, al dar vida a éste, lo realizan con un intento de adecuación a su realidad social, y con el empeño en lograr una evolución y perfeccionamiento respecto del ya existente. El juicio de amparo mexicano no es la excepción, si bien es cierto que sus creadores (Manuel Cresencio Rejón y Mariano Otero), se vieron influenciados por diversas sistemas de defensa de derechos humanos preexistentes, también lo es que al dar vida al juicio constitucional, lo hicieron con la evolución y perfeccionamiento suficiente para hacer del juicio de garantías un sistema de observancia internacional y de gran orgullo para el sistema jurídico mexicano. 2.1.Antecedentes Generales. En efecto, el analizar cocretamente que ordenamientos jurídicos influyeron de manera decisiva para la creación del juicio de amparo, requiere de un trabajo jurídicohistórico extenso y en extremo complicado que sobrepasa la finalidad del presente, por lo cual nos limitaremos a realizar breves consideraciones respecto de la evolución histórica del juicio de amparo mexicano, haciendo una somera mención de algunos procedimientos o sistemas de protección del los derechos fundamentales anteriores a nuestro juicio de amparo, sin pretender con ello, cubrir la totalidad de las expectativas del estudioso del tema evolutivo del juicio constitucional indicado. 2.1.1.Grecia y Roma. Son varios pues, los antecedentes que podemos encontrar en la complicada evolución jurídica de la humanidad; ya desde la antigua Grecia podemos encontrar la existencia de una especie de garantía de legalidad, consistente en que toda ley y acto público debían estar conforme a la costumbre jurídica, las asambleas de ciudadanos 21 constituían el parangón ente la ley o el acto y la práctica consuetudinaria, con el fin de apreciar si dicha ley o acto, contradecían el derecho consuetudinario. "Se ha pretendido descubrir, en una institución jurídica romana pretoriana, un antecedente de nuestro juicio de amparo y, en general, de cualquier medio de preservación de los derechos del hombre frente al poder del Estado. Nos referimos al famoso interdicto de homine libero exhibiendo...La acción que se derivaba del interdicto mencionado, que culminaba con una resolución interina particular que no pretendía decidir definitivamente la cuestión debatida, ya que, según afirmaba Vallarta `se protegía y amparaba la libertad del detenido desde luego y se seguía por cuerda separada el procedimiento criminal conforme a la Ley Favia´, se daba a favor del que lo ejecutaba, quien en esta forma se constituía en demandado. El objeto de dicha acción interdictal..., era la restitución provisional de la libertad al ofendido, ordenada por el pretor."4 2.1.2.España. El Fuero Juzgo en el Imperio Español, pudo haber tenido relevante influencia en la creación del juicio de amparo mexicano. En el derecho foral se pueden descubrir ciertas prerrogativas que atañían a la seguridad personal de los villanos o ciudadanos frente a posibles violaciones por los poderes; la tutela de los fueros, se encontraba encomendada a un alto funcionario judicial denominado Justicia Mayor (en Castilla y Aragón principalmente), que debía velar por la observancia en favor de las personas que denunciasen alguna contravención a las disposiciones forales. "Uno de los fueros que más significado tiene para la antecedencia hispánica de algunas de nuestras garantías individuales, es sin duda el llamado Privilegio General, que en el reino de Aragón expidió don Pedro III en el año de 1348, estatuto que ya consagraba derechos...en favor del gobernado oponibles a las arbitrariedades del poder público en lo que concierne a la libertad personal. Las garantías de seguridad jurídica que dicho fuero general contenía en beneficio de dicha libertad, se hacían respetar a través de distintos medios procesales que él mismo instituía y los cuales se conocen con el nombre de `procesos forales`, constituyendo algunos de ellos, verdaderos antecedentes o precedentes hispánicos de nuestro juicio de amparo."5 4 Burgoa, Ignacio. 5 El Juicio de Amparo. ed. Porrua. ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... pág. 58. págs. 47 y 48. 22 2.1.3.Inglaterra. Por su parte, el write of habeas corpus inglés (el cual trataremos con mayor detenimiento en capítulo posterior), constituía un medio de defensa de la libertad personal, utilizable contra toda detención y prisión arbitraria, independientemente de la categoría de la autoridad que la hubiera dictado; dicho recurso existió con anterioridad a la ley de 1679, creado por el Common Law, y al igual que los procesos forales, constituye un verdadero antecedente del juicio de garantías constitucionales. 2.1.4.Origen. "Así pues, si nos preguntamos por el enfoque de nuestro Amparo en el Justicia de Aragón; por el parentesco con el `Habeas Corpus´; o por la influencia del Juicio Constitucional consagrado en la Constitución de los Estados Unidos; se debe al deseo, no de polemizar, sino sencillamente de presenciar el nacimiento de un `híbrido´ -si se quiere-, pero de un `hibrido´más pujante, más completo que sus patrones; y -sobre todo-, tan plenamente naturalizada en el espíritu mexicano, que parece nacido desde siempre en aquella tierra. Decímos `mexicano´, porque como tal nace allí; y allí evoluciona. Pero según veremos, puede implantarse en el seno de cualquier otro ordenamiento jurídico, siempre que haya lugar, aún mínimo, para el juego de la democracia."6 2.2.Antecedentes de Derecho Mexicano. "Tradicionalmente..., se considera que Alexis de Tocqueville, el autor francés que viajó a los Estados Unidos de Norteamérica para estudiar las instituciones políticas y jurídicas de ese país, influyó definitivamente con su libro La Democracia en América, en los creadores del juicio de amparo."7 Con motivo de la revolución francesa de 1789, se decretó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, misma que fue adoptada por casi la totalidad 6 Barragán Barragán, José. El juicio de amparo mexicano y el recurso de contrafuero. Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia. pág. 23. 7 Castro, Juventino. 292. Garantías y Amparo. ed. Porrua. México 1994. pág. 23 de los estados occidentales, entre ellos México, que en sus diversos cuerpos constitucionales (desde 1814), asumió dichos derechos fundamentales, en la cual se establecía el fin del Estado en proteger al individuo en el goce y disfrute de los derechos humanos. En efecto, ya desde la Constitución de Apatzingan (1814) se dio vida a los primeros medios de defensa constitucional, al velar por su supremacía facultándose privativamente al Supremo Gobierno para proteger los derechos de la libertad, propiedad, igualdad y seguridad de los ciudadanos, usando de todos los recursos que le franquearan las leyes. 2.2.1.El Imperio Azteca. Incluso, en anteriores civilizaciones que se asentaron en el territorio que actualmente compone el Estado Mexicano, como la Azteca, existían determinados procedimientos, en los cuales se limitaba el poder del rey, en base a un mandato de un magistrado supremo, el cual era inapelable hasta ante el mismo rey. De igual forma, los ciudadanos, contaban con un representante en los negocios judiciales, que defendía sus negocios ante los jueces y que recibía el nombre de "Chinancalli". 2.2.2.La Nueva España. Debemos tener en cuenta, de igual forma, que en la Nueva España, existió una institución denominada por algunos jurídico-historiadores, "amparo colonial". "El amparo colonial es una institución procesal que tiene por objeto la protección de las personas en sus derechos, cuando éstos son alterados o violados por agraviantes, que realizan actos injustos de acuerdo con el ordenamiento jurídico existente, y conforme al cual una autoridad protectora, el virrey, conociendo directamente, o indirectamente como presidente de la Real Audiencia de México, de la demanda del quejoso agraviado, sabe de la responsabilidad del agraviante y los daños actuales y/o futuros que se siguen para el agraviado, y dicta el mandamiento de amparo para protegerlo frente a la violación de sus derechos, sin determinar en éste la titularidad de los derechos violados, y sólo con el fin de protegerlos de la violación."8 8 Lira González, Andrés. El amparo colonial mexicano. Fondo de Cultura Económinca. pág. 35. y el juicio de amparo 24 2.2.3.Derecho Positivo Mexicano. Respecto de la Constitución mexicana de 1824, "en la última parte del inciso sexto de la fracción V del artículo 137, se descubre una facultad con la que se invistió a la Corte Suprema de Justicia, consistente en `conocer de las infracciones de la Constitución y leyes generales, según se prevenga por ley`, atribución que, podría suponerse, pudiera implicar un verdadero control de constitucionalidad y de legalidad, según el caso, ejercitado por dicho alto cuerpo jurisdiccional. Bien es cierto que esta disposición, juzgada teóricamente, encierra un principio de control constitucional y legal que debiera haber sido reglamentado por una ley especial, mas su utilidad práctica fue nula, pues nunca se expidió la citada ley..."9 La Constitución de 1836, creó el denominado Supremo Poder Conservador (a imitación del Senado Conservador Francés); compuesto por cinco miembros, y cuyo objetivo principal era el control constitucional de los actos de los restantes poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), y sólo a instancia de alguno de éstos, no de los particulares, más dicho control era ejercido políticamente (no jurisdiccionalmente), adquiriendo las resoluciones dictadas por el Supremo Poder Conservador efectos ergaomnes. 2.2.4.La Constitución Yucateca de 1840. Fue en la Constitución del Estado de Yucatán, aprobada a finales del año de 1840, donde su autor principal, Manuel Cresencio Rejón, insertó varios preceptos que instituían diversas garantías individuales, creando en la misma un medio de defensa constitucional al que denominó "Amparo", desarrollado a través de un procedimiento jurisdiccional que encomendó al Poder Judicial, por el cual conocía de todo acto inconstitucional; organizando un control o defensa de toda la Constitución. El artículo 53 de la Constitución Yucateca establecía: "Corresponde a este tribunal reunido (la Suprema Corte de Justicia del Estado): 1.- Amparar en el goce de sus derechos a los que le pidan su protección, contra leyes y decretos de la Legislatura que sean contrarios a la Constitución; o contra las providencias del Gobernador o Ejecutivo reunido, cuando en ellas se hubiese infringido el Código fundamental o las leyes, limitándose en ambos casos a reparar el agravio en la parte en que éstas o la Constitución hubiesen 9 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de Amparo. pág. 109. 25 sido violadas". Así también, los artículos 63 y 64 de dicha Constitución establecían: "Los jueces de primera instancia ampararán en el goce de los derechos garantizados por el artículo anterior a los que les pidan su protección contra cualesquiera funcionarios que no correspondan al orden judicial, decidiendo breve y sumariamente las cuestiones que se susciten sobre los asuntos indicados." "Art. 63: De los atentados cometidos por los jueces contra los citados derechos, conocerán sus respectivos superiores con la misma preferencia de que se ha hablado en el artículo precedente, remediando desde luego el mal que se les reclame, y enjuiciando inmediatamente al conculcador de las mencionadas garantías". "Ya en el sistema propuesto por Rejón se establecían dos de los principios fundamentales que hasta la fecha rigen el proceso de amparo, o sea que éste sólo se promueve a instancia de parte agraviada, y la relatividad de las decisiones definitivas que se produzcan dentro del proceso, que por lo tanto no tienen el carácter de resoluciones erga-omnes."10 2.2.5.El amparo en la Constitución General de la República. En el año de 1842, tuvo lugar un Congreso Constituyente, por lo que se creo un equipo de siete jurisconsultos (entre los cuales se encontraba Mariano Otero) que tenían como principal finalidad la elaboración de un proyecto de Constitución Federal. En este se propuso un sistema mixto de defensa de la Constitución, en el que se establecía el control judicial encomendado a la Suprema Corte, a efecto de proteger las garantías individuales, exclusivamente frente a los poderes Ejecutivo y Legislativo de los estados, así también, se permitía que una ley del Congreso General fuera reclamada como anticonstitucional por el Presidente de la República de acuerdo con su Consejo, por dieciocho diputados o seis senadores, o por tres legislaturas; siendo sometida la cuestión de inconstitucionalidad a la decisión de las legislaturas locales, dándose a conocer el resultado por la Suprema Corte. Posteriormente en el año de 1846, se integró una Comisión de Constitución por Cresencio Rejón, Mariano Otero, Espinosa de los Monteros, Joaquín Cardoso y Pedro Zubieta; "fue entonces cuando ocurrió un caso, a la par curioso y trascendental, en la historia de nuestro Derecho. Rejón, el autor indiscutible de la organización del amparo, no sostuvo su sistema en el seno de la Comisión, sino que con Zubieta y 10 ob.cit. Castro, Juventino. Garantías y... pág. 286. 26 Cardoso propuso la restauración lisa y llana de la Constitución de 24, por temor de que la República quedara sin ley suprema si se empleaba el tiempo en discutir reformas; en cambio, Otero completamente solo (Espinosa de los Monteros quedó excluido), aprovechó como suyo lo principal del sistema de Rejón, lo formuló magistralmente y al fin lo hizo triunfar en el seno de la asamblea, al conseguir la aprobación del Acta de Reformas, entre cuyos puntos más importantes quedaron consignados los derechos de la persona y la institución del amparo. Al servicio del pensamiento de Rejón se puso la voluntad de Otero; los juristas mexicanos no pueden escatimar su reconocimiento a ninguno de los dos."11 Finalmente en el mes de mayo de 1847 se promulgó en Acta de Reformas, que restablecía el orden constitucional de 1824, pero que implementaba al sistema jurídico mexicano la institución del amparo, dentro del artículo 25 del Acta citada, el cual establecía: "Los tribunales de la Federación ampararán a cualquier habitante de la República en el ejercicio y conservación de los derechos que les concedan esta Constitución y las leyes constitucionales, contra todo ataque de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, ya de la Federación, ya de los Estados; limitándose dichos tribunales a impartir su protección en el caso particular sobre que verse el proceso, sin hacer ninguna declaración general respecto de la ley o del acto que lo motivare"; estableciendo con ello la conocida como "formula Otero", consistente en que los Tribunales Federales al otorgar el amparo no realizarían ninguna manifestación general respecto de la ley o acto que motivó la violación, limitándose a impartir su protección al caso particular sobre el que verse el proceso. "Pese a los esfuerzos tanto del Ejecutivo como del Congreso por reglamentar el art. 101 de la Constitución de 1857, no fue sino hasta noviembre de 1861 cuando...promulgó la ley correspondiente, cuyo encabezado era: `Ley Orgánica de procedimientos de los Tribunales de la Federación, que exige el artículo 102 de la Constitución Federal, para todos los juicios de que habla el artículo 101 de la misma.´ Tampoco se le llama Ley de Amparo, aunque ciertamente se trata de la primera ley de amparo."12 11 Tena Ramírez, Felipe. págs. 499 y 500. 12 Derecho Constitucional Mexicano. ed. Porrua. Barragán Barragán, José. Primera Ley de Amparo de 1861. Universidad Nacional Autónoma de México. pág. 66. 27 Así pues, el juicio de amparo mexicano, determinó un proceso que sostendría en gran medida el estado de Derecho, influyendo seriamente a los restantes estados en el concierto mundial. 3.INFLUENCIA DEL AMPARO EN EL AMBITO INTERNACIONAL. Los primeros países que adoptan nuestra institución son principalmente los países de América Latina, como la República de El Salvador en el año de 1886; Nicaragua lo incluye en su sistema jurídico en 1893, modificándolo considerablemente; Honduras en 1894; Guatemala en 1921; Brasil en 1934, ratificándolo en sus constituciones de 1946 y 1967, introduciendo modificaciones sustanciales y denominándolo "mandato de segurança", influyendo de igual forma los "writs" anglosajones; Costa Rica lo adopta en 1949; Argentina, desde el año de 1957 tramitó procesos de amparo, mas sin observar disposiciones constitucionales o legales, hasta el año de 1966, en que expidió la Ley Nacional de Amparo; Panamá en 1941; Venezuela en 1961; Bolivia, Ecuador y Paraguay en 1967; etc. Más el juicio de amparo mexicano no influyó únicamente en los países latinoamericanos, sino también en diversos estados fuera del nuevo continente, como lo fue el caso de España, que en su Constitución Republicana de 1931, la cual adopta la institución de amparo (artículo 105), creando un Tribunal de Garantías Constitucionales (ad-hoc); más dicha Constitución estuvo poco tiempo en vigor, dada la Guerra Civil española de 1936. 3.1.El amparo en los Organismos Internacionales. Incluso los varios organismos internacionales realizan varias sugerencias a sus estados miembros a efecto de que adopten el juicio constitucional de amparo; entre ellas podemos observar que en la Conferencia de Bogotá, celebrada en 1948, se formuló la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la cual entre sus artículos incluyo: "Toda persona puede ocurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente". De igual forma, la Asamblea de las Naciones Unidas, proclamó en Paris, el 10 de diciembre de 1948, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, 28 estableciendo en su artículo 8: "Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley." Finalmente, citaremos la declaración de Lake Succes celebrada en 1949 (la cual fue adoptada por el Consejo de Europa), misma que en su párrafo segundo, artículo 2o dice: "Las Altas Partes contratantes se comprometen a asegurar a todo individuo cuyos derechos y libertades definidos en el presente Pacto hubieren sido violados, un recurso efectivo ante las jurisdicciones nacionales competentes, aún cuando la violación hubiere sido cometida por personas que actuasen en ejercicio de funciones oficiales." Como se puede observar, en los dos últimos ordenamientos citados se prevé la procedencia de un procedimiento en favor de derechos fundamentales, incluso en contra de actos originados por particulares. El juicio de amparo se reglamenta mediante ley específica, siendo el primer proyecto el de José Urbano Fonseca, reglamentario del artículo 25 del Acta de Reformas de 1847. Podemos pues determinar, que en un aspecto general "el procedimiento judicial en el que un particular demanda la protección de la justicia de la Unión contra el acto inconstitucional de una autoridad, es lo que se llama juicio de amparo, la institución más suya, la más noble y ejemplar del derecho mexicano."13 4.EL RECURSO DE AMPARO ESPAÑOL. 4.1.Antecedentes. "Si como antecedentes se quiere encontrar una Constitución escrita y leyes que establezcan defensas en relación con bases fundamentales de la misma, al modo de la supremacía constitucional americana o de la jurisprudencia de la flamante escuela austriaca, sin duda que no se encontrarán; pero si se buscan modos que en el tiempo y en las circunstancias limitaran el Poder, en el caso el real, a favor de brazos, grupos, regiones o individuos; si algún pais cuenta con tales antecedentes, es España, y si algo puede relacinarse con la moderna Defensa constitucional, son esas limitaciones. Cualquiera de los inumerables fueros peninsulares es ejemplo a tal respecto, y si entendemos la palabra garantía como hay que entenderla, o sea como la protección de 13 ob.cit. Tena Ramírez, Felipe. Derecho Const... pág. 494. 29 un derecho fundamental en forma preventiva, represiva o rearadora, contra omisión o acción de la autoridad, no es otra cosa que aquel solemne compromiso de los reyes antiguos, que habían de serlo `si respetaban Fueros y costumbres, y si no, no".14 Ahora bien, el antecedente más próximo del mecanismo de protección jurisdiccional (propiamente dicho) de los derechos fundamentales consagrado en la Constitución de 1978, lo constituye la Constitución española de 1931, la que se establecía en sus artículos 105 y 121 la creación de tribunales de urgencia ante quienes sería exigible "el derecho de amparo de las garantías individuales" así como la creación de un "Tribunal de Garantías Constitucionales" que conocería, entre otras materias de recurso de amparo cuando hubiere sido ineficaz la reclamación ante otras autoridades. En efecto, en caso de que los tribunales de urgencias no resolviesen en el plazo legal señalado la petición de amparo, o ésta fuese esta inadmitida o rechazada, se abría la vía para solicitar el amparo ante el Tribunal Constitucional. No obstante, la escasa vida de la Constitución de 1931, dada la guerra civil española de 1936, impidió que entraran en funcionamiento los tribunales de urgencia. Como indicamos anteriormente, la Constitución de 1931, se encontró fuertemente influenciada por el juicio de amparo mexicano, que se dio a conocer en dicho estado europeo, por las enseñanzas del mexicano Rodolfo Reyes, que inspiraron al Constituyente español a introducir en su sistema constitucional "el recurso de amparo de las garantías constitucionales." Podemos determinar (sin afán de realizar un análisis expreso de esta afirmación), que las principales circunstancias que determinaron el nacimiento del recurso de amparo en el sistema jurídico español fueron: la influencia del amparo mexicano (influencia que fue alentada principalmente por el jurista mexicano Rodolfo Reyes); la influencia del sistema austriaco de justicia constitucional; la reacción frente a las violaciones de derechos que se habían producido durante la dictadura del general Primo de Rivera; y, la insuficiencia, ambigüedad y lentitud de los mecanismos legales establecidos para tutelar los derechos fundamentales de los ciudadanos.15 Así pues, la Constitución española de 1978, no es la excepción en materia de derechos humanos, al igual que la mayoría de los estados constitucionales, reconoce y 14 Reyes, Rodolfo. pág. 25. 15 La Defensa Constitucional. ed. Espasa-Calpe, S.A. cfr. Oliver Araujo, Joan. El Recurso de Amparo. de Palma de Mallorca. págs. 87 a 89. Facultad de Derecho 30 garantiza determinados derechos humanos otorgándoles con ello carácter constitucional y por ende, dotándolos de supremacía; más no es meramente enunciativa, el ordenamiento jurídico español establece los medios de defensa respectivos para lograr el cumplimiento de los derechos establecidos constitucionalmente. "La eficacia de la Constitución como norma reconocedora de derechos se relaciona directamente por eso, con la simultánea existencia de la acción y de la viabilidad del proceso llamados a hacerlos valer. La normatividad constitucional cobra sentido en la medida en que los preceptos constitucionales son efectivamente prescripciones de obligado cumplimiento y alegables, en su caso, ante los Tribunales. Es su potencialidad procesal, su virtualidad en la vida jurídica real la que hace de la Constitución una norma jurídica, y no un mero organigrama de los poderes públicos. Constitución, derechos fundamentales y proceso, son, por ello, tres pilares que, unidos por la urdimbre del ordenamiento jurídico, sostienen un mismo edificio: el Estado de Derecho. Cuando son aplicables y, por tanto, defendibles por los Tribunales ordinarios, son los derechos fundamentales los que más vigorosa o más directamente hacen de la Constitución una norma jurídica. Entre los derechos fundamentales y la Constitución nace, así, una relación estrechamente simbiótica: aquellos necesitan, para cobrar eficacia real y, sobre todo, protección frente a las amenazas, de ésta; pero la Constitución necesita también de los derechos fundamentales, no sólo porque si no los reconociera no sería Constitución, sino porque son ellos los que más directamente la insuflan su ser jurídico. Los derechos fundamentales no son solo, pues, el fundamento axiológico de la Constitución; son, también, su componente juridificante, lo que hace de la Constitución una norma jurídica y no un mero mandato abstracto o un programa político."16 4.2.El amparo judicial en España. Los mecanismos de control constitucional, en materia de derechos humanos, son ejecutados a través de procedimientos jurisdiccionales específicos, cuya realización corresponde primordialmente a los tribunales ordinarios, es la actividad judicial la que debe garantizar el cumplimiento y el respeto a los derechos fundamentales de la persona; así pues, la protección de los derechos fundamentales no se asienta única y 16 ob.cit. García Morillo, Joaquín. La Protección... págs. 23 y 24. 31 exclusivamente en el Tribunal Constitucional, sino preferentemente en los tribunales ordinarios; el Tribunal Constitucional es la cúspide del sistema de protección de las garantías individuales, no su base. Es pues, ante los tribunales de la jurisdicción ordinaria ante quienes se debe recabar la tutela de los derechos fundamentales, para lo cual, y dada la importancia que ellos revisten, la Constitución española prevé en su artículo 53 un procedimiento extraordinario. Mediante dicho procedimiento constitucional, se prevé la protección de las garantías individuales frente a los actos de poder contrarios a la Constitución, más dichos actos emanados primordialmente de los poderes públicos, no son los únicos protegidos a través del mecanismo indicado con antelación, sino cualquier acto que afecte garantías individuales, incluidos los actos de particulares, ya sea desplegando una actividad delegada por el poder público, o a mutuo propio. El artículo 7.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece que los derechos fundamentales y las libertades públicas vinculan, en su integridad, a todos los jueces y tribunales, y están garantizados bajo la tutela efectiva de los mismos; por lo que el primer mecanismo de protección de las garantías individuales es encomendado a las autoridades jurisdiccionales ordinarias, ante quienes se debe acudir en caso de violación a un derecho fundamental, haciendo uso de los procedimientos ordinarios, aunque si bien es cierto, se puede hacer uso del procedimiento establecido para ello por el artículo 53 constitucional el cual en su párrafo segundo establece: "Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Este último será aplicable a la objeción de conciencia reconocida en el artículo 30." Así pues, la doctrina española, distingue estos dos tipos de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, de conformidad con el órgano competente para conocer dicha controversia, como amparo judicial (el que se desarolla frente a los tribunales ordinarios, y el amparo constitucional, el cual es competencia del Tribunal Constitucional. Ciertamente, la tutela de las garantías individuales es protegida a través de un procedimiento específico establecido a nivel constitucional, procedimiento que se basa en los principios de "preferencia y sumariedad"; ello en virtud de la calidad de derechos que se están protegiendo, los cuales no admiten demora alguna en lo que hace a su restitución cuando han sido objeto de violación. 32 De igual forma, el artículo constitucional transcrito con antelación inmediata, prevé que en <<en su caso>>, dichos derechos fundamentales podrán ser protegidos a través del recurso de amparo frente al Tribunal Constitucional, quien conocerá del asunto siempre y cuando, no se haya obtenido la protección adecuada a través de los tribunales ordinarios; estableciendo así la Constitución, en la mayoría de los casos, la obligación de recabar con antelación dicha tutela ante los tribunales ordinarios; es decir, la protección de las garantías individuales, se podrá solicitar ante el Tribunal Constitucional a través del recurso de amparo, únicamente cuando de conformidad a la ley proceda expresamente, o cuando se hayan agotado las instancias judiciales previas. "El Tribunal Constitucional no es, por tanto, no puede serlo, un órgano ordinario de protección de los derechos fundamentales en todos y cada uno de los concretos casos en que tal protección sea requerida, sino un órgano extraordinario, de protección de tales derechos en los casos extremos y siempre con carácter retardado; es, sobre todo, un órgano de interpretación de la Constitución; en lo que a derechos fundamentales respecta, de determinación del alcance y contenido exactos de los preceptos constitucionales que reconocen derechos fundamentales o regulan sus formas de desarrollo. La función básica del Tribunal Constitucional no es, pues, de concreta reacción frente a las vulneraciones singulares de derechos fundamentales, sino de carácter global, y puede resumirse como el control de la forma en que los jueces y tribunales ordinarios aplican los preceptos constitucionales que consagran los derechos fundamentales. De esta suerte, cuando el Tribunal Constitucional resuelve un recurso concreto de amparo constitucional no sólo preserva o restablece a un ciudadano en el derecho fundamental que le ha sido violado; realiza, además, una función de alcance general, en la medida en que determina la forma en que los jueces y tribunales ordinarios han de operar en ese tipo de supuestos...Por otra parte el amparo constitucional cumple aún una última función. El Tribunal Constitucional es el supremo interprete de la Constitución. Los recursos de amparo constitucional que ante él se substancian permiten, por tanto, que el Tribunal Constitucional realice una labor interpretativa y defina el alcance y significado exacto de los preceptos constitucionales que consagran los derechos fundamentales, un alcance y significado que, como se ha visto, deben informar la interpretación y aplicación que de las leyes y los reglamentos realicen los órganos jurisdiccionales ordinarios...El recurso de amparo constitucional es, por todo ello, un mecanismo extraordinario, subsidiario y limitado..."17 Con ello, se le concede a los tribunales ordinarios, además de la protección de las garantías 17 ob.cit. García Morillo, Joaquín. La Protección... págs. 49 a 51. 33 individuales en el plano de la legalidad, la ampliación a la protección de la Constitución, guiados siempre de la mano de la interpretación del Tribunal Constitucional. 4.2.1.Legitimación. Es de notar que la redacción del artículo 53 de la Constitución española hace referencia "a cualquier ciudadano", cuando establece el procedimiento preferente y sumario a efecto de proteger los derechos fundamentales. No obstante, dicho término no debe interpretarse en sentido estricto, dado que el recurso de amparo puede ser interpuesto (de conformidad con el artículo 162 de la misma Constitución), por "toda persona natural o jurídica que invoque un interés legítimo"; ante lo cual, debemos hacer extensivo dicho término a efectos de la legitimación en lo que hace al amparo judicial solicitado ante los tribunales ordinarios, interposición que es obligada y previa a efecto de estar en posibilidad de acceder al amparo constitucional ante el Tribunal Constitucional. Por otra parte, el artículo 24 constitucional, establece el derecho a la tutela judicial efectiva, sin hacer distinción alguna entre nacionales o extranjeros, estableciendo así a los tribunales judiciales la obligación de otorgar protección a las personas, independientemente de su nacionalidad, siempre y cuando se encuentren realizando alegaciones aplicables al derecho español. En efecto, la legitimación del amparo judicial en la Constitución española es amplia, dado que es reconocida a toda persona ya sea física o moral, española o extranjera, siempre y cuando invoque un interés legítimo respecto del derecho fundamental violado. Esta interpretación debemos entenderla en forma extensiva; no obstante, no hay que olvidar que en el ordenamiento jurídico español (al igual que en el mexicano), existen determinados derechos fundamentales que son exclusivos de sus nacionales, tal es el caso del artículo 19 constitucional, en el cual se establece que "Los españoles tienen derecho...a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca..."; tal como podemos observar, dicho derecho fundamental es aplicable única y exclusivamente a los nacionales españoles y no así a los extranjeros, quienes deben sujetarse a requisitos más estrictos, e incluso a quienes se les puede negar en determinadas circunstancias el ingreso a territorio español. Así pues, no debemos entender el término "cualquier ciudadano" de una forma restrictiva, sino más bien, con una interpretación amplia, entendiendo a cualquier persona con un interés legítimo. 34 De igual forma, y como se ha indicado, la legitimación debe entenderse respecto de personas tanto físicas como jurídicas, en virtud de que las personas morales también pueden ser sujetos de derechos fundamentales, por tanto estar en posibilidad de invocar un interés legítimo; como podría ser el caso de las asociaciones, sindicatos, etc; si bien es cierto, el derecho de asociación es del individuo, la asociación una vez constituida adquiere determinados derechos e intereses colectivos y autónomos. Finalmente, debemos tomar en consideración "la extensión de la legitimación activa a figuras como el Defensor del Pueblo o el Ministerio Fiscal. Por lo que al Ministerio Fiscal se refiere, parece coherente con el tenor del artículo 124.1 de la Constitución, según la cual aquél tiene por misión <<promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la Ley, de oficio o a instancia de los interesados>>. Nada parece oponerse, por tanto, a que se otorgue al Ministerio Fiscal la legitimación activa para instar la protección judicial de los derechos fundamentales. Por lo que al Defensor del Pueblo respecta, el artículo 29 de la Ley Orgánica 3/81, reguladora de dicha institución, le confiere legitimación para instar el amparo constitucional, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. Por su parte, el artículo 46 de esta Ley Orgánica atribuye dicha legitimación a las dos figuras que nos ocupan, Defensor del Pueblo y Ministerio Fiscal. Cuestión distinta es, sin embargo, la legitimación en el ámbito de la protección judicial. Respecto del Defensor del Pueblo, considero (no obstante ser una cuestión muy debatida), que lo correcto será suponer, que no se encuentra legitimado para interponer el recurso de amparo judicial, aún cuando lo esté para interponer el recurso de amparo constitucional; por lo cual, al momento en que el Defensor del Pueblo tenga conocimiento de una violación de derechos fundamentales (si es preciso agotar la vía judicial previa), lo correcto será que a través de su Oficina de Información, oriente al afectado sobre las vías adecuadas para restaurar la violación sufrida, otorgándole el asesoramiento necesario; no obstante si el particular no obtiene una reparación del derecho violado, eso dejara expedita la vía de amparo constitucional al Defensor del Pueblo a efecto de interponerlo ante el Tribunal Constitucional. 4.2.2.Ambito de Protección. Por lo que respecta a los derechos fundamentales que son objeto de protección mediante el amparo judicial, el artículo 53, no deja lugar a dudas, son específicamente los artículos consagrados constitucionalmente, del 14 al 29, por lo cual no es posible restringir de dicho ámbito de protección dichas garantías individuales. 35 4.2.3.Partes. Debemos entender pues, que sólo serán partes en el amparo judicial, el Ministerio Fiscal, el agraviado en sus derechos fundamentales, la autoridad de la cual emanó el acto que se impugna y los terceros interesados en el procedimiento del cual emana el acto que se combate. 4.2.4.Competencia. De lo anterior, se puede desprender que una de las características principales del amparo judicial es la competencia de este en favor de los tribunales ordinarios, abarcando con ello, todos los órganos jurisdiccionales incardinados en la estructura del Poder Judicial, de conformidad a sus correspondientes competencias establecidas por ley, este sistema lo diferencia así del propio amparo constitucional, que se encuentra encomendado al Tribunal Constitucional. 4.2.5.Características. De lo anteriormente indicado, podemos extraer algunas características esenciales del amparo judicial. El amparo judicial establecido en el artículo 53 de la Constitución española es un procedimiento excepcional, ello en virtud de que se encuentra expresamente regulado en la Constitución con características determinadas y específicas, con una finalidad concreta, la defensa de las garantías individuales. Por otro lado, dicho procedimiento es alternativo, dado que el particular puede optar por accionar a los tribunales en defensa de sus derechos fundamentales, ya sea mediante la vía del amparo judicial o bien, mediante el procedimiento ordinario regulado en la legislación procesal secundaria, sin contar con las ventajas que le proporciona este medio de impugnación constitucional. La Constitución ofrece una vía adecuada, rápida y eficaz para la protección de los derechos fundamentales, más esto no obliga al particular a elegirla con preferencia a los medios de protección ordinarios establecidos en la ley, mediante los cuales el particular puede (al igual que el por el amparo judicial), obtener la tutela efectiva de sus derechos, en virtud del artículo 24 constitucional. 36 Otra característica del amparo judicial en estudio, es la preferencia, la cual se encuentra establecida en el precepto legal invocado, la cual indica que los asuntos que se ventilen por dicha vía jurisdiccional, tendrán primacía o ventaja, respecto de los procedimientos ordinarios; es decir, el tribunal resolverá con anterioridad y dará prioridad al amparo judicial ante los asuntos diversos que tenga pendientes de resolución; dicho procedimiento deberá ser resuelto en primer lugar y antes que las otras causas. "El de preferencia es, pues, un concepto relativo cuya pertinencia viene dada por el volumen de asuntos pendientes en los órganos jurisdiccionales, por el interés constitucional en la protección de los derechos fundamentales -que son (art. 10.1 CE) fundamento del orden público y la paz social- y porque las características de éstos obligan en muchos casos a una especial premura en su protección, si se quiere evitar que el transcurso del tiempo provoque que desaparezca el objeto mismo de la protección instada. El interés constitucional en la protección de estos derechos es, pues, superior al existente para proteger los demás derechos e intereses, lo que justifica que se otorgue preferencia a la tramitación de las pretensiones encaminadas a hacer valer derechos fundamentales."18 Finalmente, nos encontramos ante un procedimiento sumario; término que debemos entender en dos aspectos, referente el primero de ellos a la rapidez y agilidad del procedimiento, respecto de la vía ordinaria, y en segundo término, en que estamos ante un procedimiento de cognición limitada, en virtud de que ambos procesos (el ordinario y el excepcional), pueden ser interpuestos sucesivamente si los plazos así lo permiten, e incluso simultaneamente, dado que el procedimiento de amparo judicial solo acarrea efectos de cosa juzgada respecto de los derechos fundamentales que se estimaron violados, no así respecto de cuestiones diversas como la legalidad del acto que se impugna; ello a efecto de no perder los plazos que la ley establece para la interposición del recurso correspondiente. Ahora bien, el procedimiento de amparo judicial, si bien es cierto que se establece en el máximo ordenamiento jurídico, en el cual se señalan las características primordiales de dicho procedimiento, creándolo y regulándolo en lo esencial; también lo es que dicho precepto constitucional, no regula el procedimiento en su totalidad (no es la función de una Constitución), por lo que es necesario remitirnos a la legislación ordinaria a efecto de utilizar dicho procedimiento de protección judicial a los derechos fundamentales. En efecto, la legislación establece el procedimiento a seguir a fin de 18 ob.cit. García Morillo, Joaquín. La Protección... pág. 85. 37 poder instar ante los tribunales la protección de las garantías individuales, más sin embargo, en el ordenamiento jurídico español, no existe un procedimiento único para el desarrollo del artículo 53.2 constitucional (por lo que hace al amparo judicial), regulado en norma específica; son varias las normas atinentes al procedimiento en comento. 4.2.6.Procedimientos en el amparo judicial. Ciertamente, la ley 62/78, de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona, regula la mayoría de los procedimientos a seguir mediante la utilización del amparo judicial. Considero pertinente comentar que dicha ley, fue aprobada con anterioridad a la Constitución de 1978, por lo cual nos encontramos ante una ley preconstitucional, (que no por ello pierde vigencia), así pues, a efecto de regular el procedimiento a seguir mediante el amparo judicial, con los derechos amparables en esta vía, la ley Orgánica del Tribunal Constitucional en la disposición transitoria segunda indica: "En tanto no sean desarrolladas las previsiones del artículo 53.2 de la Constitución para configurar el procedimiento judicial de protección de los derechos y libertades fundamentales se entenderá que la vía judicial previa a la interposición del recurso de amparo será la contencioso-administrativa ordinaria o la configurada en la Sección Segunda de la Ley 62/78, de 26 de diciembre, sobre protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, a cuyos efectos el ámbito de la misma se entiende extendido a todos los derechos y libertades a que se refiere el expresado artículo 53.2 de la Constitución." Así pues, dicho procedimiento regulado en la ley 62/78, es considerado el idóneo para interponer el amparo judicial (sin olvidar que puede desarrollarse el procedimiento ordinario correspondiente como fase previa al amparo constitucional, dejando al afectado en su derecho fundamental la posibilidad de elección entre este y un procedimiento sumario como el que nos ocupa). La Ley de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona, regula diversos procedimientos, como el contencioso-administrativo, un procedimiento de naturaleza civil, de tipo penal. Tal procedimiento se ocupa tanto de las violaciones a derechos fundamentales por la autoridad, como por un particular; más como hemos indicado, no es esta la única ley que regula un procedimiento específico y aplicable al amparo judicial establecido en el artículo 53.2 constitucional, existen diversas normas que regulan procedimientos adecuados para la protección de derechos fundamentales aplicables al amparo judicial, tal como en materia del trabajo, la Ley de Procedimiento Laboral, o en diversas materias sobre garantías individuales como la Ley Civil del 38 Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y a la propia Imagen; la Ley de Habeas Corpus (que tiene una regulación especial emanada, no del artículo 53.2 constitucional, sino del numeral 17 de dicho ordenamiento jurídico); la Ley Reguladora del Derecho de Reunión, etc.; siendo aplicables a todas ellas, el procedimiento sumario y preferente establecido en la propia Constitución. "Como es sabido, el art. 53.2 CE prevé que los derechos que habrán de ser protegidos por un procedimiento sumario y preferente son los reconocidos en los arts. 14 a 29. Ya se vió mas arriba, sin embargo, que este es el ámbito mínimo que ha de ser protegido por este procedimiento, y que cabe, también, que el legislador puede ampliar su cobertura a otros derechos. Hasta el momento, este protección se ha ampliado a otras tres materias: asilo, refugio y objeción de conciencia."19 4.2.7.El amparo judicial administrativo. Ahora bien, toda vez que podemos considerar que las principales violaciones a los derechos fundamentales, provienen de los poderes públicos, específicamente de las administrativas, tomaremos como referencia el procedimiento contenciosoadministrativo establecido en la Ley de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona. 4.2.7.1.Competencia, legitimación y cobertura. Dicho procedimiento, deberá ser ventilado ante los tribunales ordinarios con competencia para conocer de la materia contencioso-administrativa. "La LPJ (Ley de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona) no establece norma específica alguna sobre los órganos judiciales competentes para entender del recurso planteado por esta vía. De acuerdo con la supletoriedad que afecta a la LJCA (Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa) (art. 6 LPJ) será aplicable lo que al respecto establezca la referida ley jurisdiccional. La jurisprudencia del Tribunal Supremo reitera este planteamiento recordando asimismo, el carácter preclusivo que junto con el trámite de admisibilidad tienen las cuestiones de competencia. La Ley 62/1978, de 26 de diciembre, conforme a la que se tramita este procedimiento, no contiene norma específica alguna respecto de 19 ob.cit. García Morillo, Joaquín. La Protección... pág. 81. 39 la competencia, y en razón a lo dispuesto por la misma en su artículo 6.1º la competencia jurisdiccional corresponde a las Salas de lo Contencioso-Administrativo de las Audiencias Territoriales (art. 101 b) de la LJCA)."20 Por lo que hace a la legitimación activa para instar dicho procedimiento, la misma no plantea problema alguno, en virtud de que se entenderá, como se indicó con anterioridad a toda persona con un interés legítimo, que corresponde a la persona directamente afectada, es decir "al titular del derecho subjetivo vulnerado o, excepcionalmente, a quienes sin ser titulares del derecho puedan ejercitar éste, en virtud de una especial disposición de la ley en atención a su relación con el derecho o con el titular de él..."21 La legitimación pasiva, se entenderá a cargo del órgano de la Administración Pública que viole el derecho fundamental respectivo, extendiéndose la misma a cualquier ente con facultades derivadas de la administración pública o con posibilidad de realizar actos con fuerza administrativa, como podría ser el caso de los Colegios Profesionales de Abogados. Así pues, serán recurribles mediante el amparo judicial toda disposición, actos jurídicos o simple vía de hecho, derivados de la administración pública que vulneren los derechos fundamentales protegidos específicamente. Efectivamente, es necesario recordar que la procedencia del amparo judicial, dependerá que el acto impugnado viole un derecho fundamental, no basta que cause un agravio específico en el particular, quien en este caso, tendrá el empleo de la vía contencioso-administrativa ordinaria para impugnar dicho acto; nos encontramos ante un procedimiento encaminado a la protección de derechos fundamentales no un medio impugnador de cualquier acto de la Administración Pública. Por su parte, y a diferencia del procedimiento contencioso-administrativo común, no se plantea la necesidad de agotar los recursos previos, dado el carácter urgente en restituir el derecho fundamental violado, lo cual sería incompatible con la interposición de una serie de recursos que harían perder al procedimiento de amparo judicial su carácter urgente y acelerado que es otorgado por la Constitución. Dicha disposición la encontramos en el artículo 7.1 de la citada ley, en el que establece: "Para la 20 Carillo, Marc. La Tutela de los Derechos Fundamentales por los Tribunales Ordinarios. Centro de Estudios Constitucionales. pág. 176. 21 Sentencia del Tribunal Constitucional 141/85. 40 interposición de estos recursos no será necesaria la reposición ni la utilización de cualquier otro recurso previo administrativo." 4.2.7.2.Pasos procedimentales. Dicho procedimiento deberá interponerse en el plazo de diez días, que deberá contarse a partir de que quede legalmente notificado el afectado en el derecho fundamental del acto que lesione el mismo. Ahora bien, por lo que hace al silencio administrativo, el artículo 8.1 de la Ley de Protección Jurisdiccional de Derechos Fundamentales de la Persona, establece que el término para interponer el recurso indicado será el de diez días contados a partir de que hayan transcurrido veinte días de la presentación de solicitud, sin la necesidad de denuncia de mora. De conformidad con el artículo 8 de la ley analizada, el amparo judicial se iniciará primeramente con el anuncio del recurso, entendiéndose interpuesto hasta que el recurrente formalice la demanda; ello será posterior a una serie de actos a realizar por el órgano jurisdiccional, como el requerimiento al órgano al que se imputa el acto reclamado, la solicitud del expediente en el cual se efectuó, etc. En efecto, una vez anunciado el recurso ante el órgano jurisdiccional ordinario con competencia en materia contencioso-administrativa, el tribunal requerirá a la autoridad correspondiente a efecto de que le sea remitido el expediente que contiene el acto impugnado, quién deberá remitirlo en el plazo de cinco días, contados a partir del en que se encuentre legalmente notificada de dicho requerimiento. La autoridad al ordenar la remisión del expediente, notificará a los interesados en el procedimiento administrativo a efecto de que comparezcan en un término de cinco días ante el órgano judicial en caso de que así lo estimen conveniente. La falta de remisión del expediente podrá ser sancionada con multa por la cantidad de cinco mil pesetas, sin que la falta de expediente pueda suspender el curso del procedimiento. Hecho lo anterior, el recurrente, podrá formalizar su demanda, una vez que le sea puesto de manifiesto el expediente, a este y a las demás partes involucradas, aportando con esta las documentales que estime convenientes. Una vez formalizada la demanda, las partes restantes, incluido el Ministerio Fiscal y el Abogado del Estado, podrán formular las alegaciones respectivas, acompañando a las mismas las pruebas documentales pertinentes. El órgano jurisdiccional, una vez recepcionada la demanda y las alegaciones a la misma, formuladas por las partes, o fenecido el plazo para dar contestación a la 41 demanda (ocho días), resolverá sobre la procedencia o improcedencia de un período probatorio en caso de haberse ofrecido éstas, el cual no será superior a veinte días, comunes a las partes. Dicho plazo se entiende respecto, tanto del ofrecimiento como del desahogo de las pruebas. Dictando sentencia en el plazo de tres días, una vez que se ha concluido el período probatorio. 4.2.7.3.Vía previa al amparo constitucional. Como podemos analizar, nos encontramos ante un procedimiento sumarísimo (acelerado), que se realiza en gran medida con apego al procedimiento contenciosoadministrativo común, mas precedido por las reglas de rapidez procesal. Tal como se ha indicado, dicho procedimiento de amparo judicial, será utilizado únicamente en caso de violación a un derecho fundamental, con la posibilidad de interponerse simultaneamente el recurso contencioso-administrativo ordinario, más deberá entenderse que el procedimiento previo para la interposición del amparo constitucional, será el desarrollado por la ley 62/78, en virtud de que es el que regula el artículo 53.2 constitucional, por lo cual, los plazos para interponer el mismo deberán ser contados a partir la resolución de éste procedimiento, y no del contenciosoadministrativo ordinario, por lo que en caso de esperar la resolución del procedimiento indicado en último término, puede transcurrir el plazo para la interposición del amparo constitucional, y por ende ser inadmitido por extemporáneo. Dada la finalidad del procedimiento indicado, la demanda podrá ser inadmitida en caso de que el órgano jurisdiccional estime que el acto no es presuntamente vulnerador de derecho fundamental; en cuyo caso se remitirá el asunto al procedimiento ordinario, encontrándose en posibilidad el actor de acudir en amparo ante el Tribunal Constitucional. Al valorar la admisión de la demanda nos encontramos pues, ante "un juicio sobre la adecuación del contenido material de la pretensión a la tipicidad del cause procesal elegido, sin que quepa en tal momento entrar en valoraciones sobre las razones de fondo que puedan asistir a una u otra parte."22 Por ello, el recurrente, deberá invocar en la demanda el derecho fundamental que estima violado, a efecto de que el órgano jurisdiccional esté en posibilidad de examinar en la fase de admisión, la procedencia de la vía intentada. 22 ob.cit. García Morillo, Joaquín. La protección... pág. 122. 42 El afectado deberá realizar todos los razonamientos que influyan a la convicción de la real violación de su derecho fundamental, sin ser suficiente la sola invocación de la garantía individual que estima violada; sin que esto obste para que el tribunal, de conformidad con el artículo 24 constitucional, y en virtud de la tutela judicial efectiva, pueda derivar los razonamientos de violación al derecho fundamental invocado. El particular debe, pues, permitir al tribunal identificar plenamente el derecho fundamental violado. 4.2.7.4.Suspensión. Como se ha expresado con anterioridad, la interposición del procedimiento regulado por la Ley de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona, otorga ventajas incuestionables respecto del procedimiento común (ventajas que se entienden dada la importancia y delicadeza de los derecho que se protegen), como son la sumariedad y la preferencia; más otra ventaja realmente considerable es la posibilidad de suspensión del acto impugnado. En efecto, el procedimiento contencioso-administrativo ordinario prevé la suspensión sólo en determinados casos, no es así en el procedimiento seguido por la ley 62/78; en la cual se establece mediante su artículo 7.2, la posibilidad de solicitarse la suspensión del acto reclamado, al momento de interponer la demanda o en cualquier momento posterior; suspensión que será otorgada por el órgano jurisdiccional siempre y cuando, su concesión no genere perjuicios graves al interés general. "Ahora bien, el mecanismo de suspensión y fundamentación, en la Ley 62/1978, ni se acomoda a las previsiones de la Ley de Procedimiento Administrativo, ni a las de la Ley para la Jurisdicción, es más, tampoco se identifica plenamente con lo dispuesto en el art. 56 de la LOTC, por lo que el T.C. ha señalado las correspondientes notas diferenciadoras, así en Auto 529/1983, de 8 de noviembre: <<estas normas sobre la suspensión de los actos recurridos en amparo -se refiere al art. 56.1 LOTC- no responde al mismo criterio que el adoptado en la ley 62/1978, de 26 de diciembre...(art. 7.4.) en la cual la suspensión del cumplimiento del acto impugnado es obligatoria, salvo que se justifique la existencia o posibilidad de perjuicio grave para el interés general>>."23 23 Montoro Puerto, Miguel. Jurisdicción Constitucional Constitucional. Tomo II. ed. Colex. págs. 79 y 80. y Proceso 43 Así pues, corresponderá a la autoridad (o a cualquiera de las partes, como el ministerio Fiscal), justificar que la concesión de la suspensión producirá graves perjuicios al interés general; ello no debe ser interpretado en forma estricta, puesto que tal presupuesto puede ser analizado de oficio por el tribunal, quien al negar la concesión de la suspensión, motivará su negativa. 4.2.7.5.Sentencia. La sentencia dictada en este tipo de procedimientos, solo se ocupará de amparar al agraviado por lo que hace a sus derechos fundamentales violados, no es un procedimiento con el cual se pretenda examinar la legalidad de la actuación administrativa, puesto que es precisamente la protección del derecho fundamental lo que justifica este tipo de procedimientos, dotados de sumariedad y preferencia frente al procedimiento ordinario. Es pertinente aclarar que en caso de que se interpongan ya sea simultanea o sucesivamente ambos procedimientos (el especial y el ordinario), cada uno se remitirá a pronunciarse en la sentencia respecto de su ámbito respectivo; es decir, la sentencia que recaiga en el procedimiento contencioso-administrativo común, no se pronunciará respecto de violación de derecho fundamental alguno, si esta circunstancia fue valorada ya mediante el procedimiento seguido conforme a la ley 62/78; la cual generará efectos de cosa juzgada por lo que hace a los derechos fundamentales analizados. Contra la sentencia cabra recurso de casación ante el Tribunal Supremo, de conformidad con la Ley de la Jurisdicción contencioso-administrativa, aplicando a este, los aspectos de sumariedad y preferencia establecidos en el artículo 53.2 de la Constitución española; recurso que deberá agotarse a efecto de considerar firme la sentencia y no satisfactoria la reposición del derecho fundamental violado, quedando libre entonces la vía del amparo constitucional. 4.3.El Recurso de Amparo Constitucional. "Con todo, la característica más específica del recurso de amparo constitucional deriva, precisamente, del órgano ante el que se residencia; a diferencia del amparo judicial, que, como se vio, se insta de los órganos jurisdiccionales ordinarios, el amparo constitucional se solicita, precisamente, del Tribunal Constitucional...Así pues, 44 el amparo constitucional, amén de constituir una garantía específica de los derechos fundamentales, permite que el TC realice lo que se ha llamado una función <<ejemplar>> o <<persuasiva>>, sentando los patrones de conducta que han de guiar las actuaciones de los órganos judiciales. Por otra parte, el amparo constitucional cumple aún una última función...es el supremo intérprete de la Constitución. Los recursos de amparo constitucional que ante él se sustancian permiten, por tanto, que el TC realice esa labor interpretativa y defina el alcance y significado exacto de los preceptos constitucionales que consagran los derechos fundamentales, un alcance y significado que, como se ha visto, deben informar la interpretación y aplicación que de las leyes y los Reglamentos realicen los órganos jurisdiccionales ordinarios. De esta forma, el amparo constitucional posibilita al TC la realización de una función nomotética."24 Además, "el recurso de amparo constituye un proceso propiamente jurisdiccional, aunque el órgano ante el que se tramita y decide no sea un tribunal integrante del Poder Judicial...reune las notas que se estiman indispensables para calificar la función que lleva a cabo el Tribunal Constitucional como función jurisdiccional; exclusividad, independencia y sometimiento a la Ley, imparcialidad y efecto de cosa juzgada."25 Una de las principales notas distintorias del amparo constitucional, es su carácter subsidiario. "Este, en efecto, solo tendrá viabilidad procesal cuando la jurisdicción ordinaria, haya tenido previamente la oportunidad de restablecer el derecho fundamental supuestamente vulnerado, con lo que de nuevo se trata de garantizar que sean primordialmente los jueces y tribunales ordinarios de justicia los que dispensen la tutela de los derechos fundamentales."26 4.3.1.Competencia. Así pues, el recurso de amparo constitucional, a diferencia del amparo judicial, que es competencia de los tribunales ordinarios, contra cualquier acto que vulnere los 24 García Morillo, Joaquín. blanch. págs. 396 y 398. 25 Derecho Constitucional. vol. I. ed. Tirant lo Castillo Rigobert, Fernando. Universidad de Murcia. pág. 37. 26 La admisión del recurso de amparo Borrajo Iniesta, Ignacio. Díez-Picazo Jiménez, Ignacio. Fernández Farreres, Germán. El Derecho a la tutela judicial y el recurso de amparo. ed. Civitas. pág. 143. 45 derechos fundamentales, incluso por parte de los particulares, es competencia exclusiva del Tribunal Constitucional (órgano que no forma parte del Poder Judicial, siendo un Tribunal creado ad-hoc para la protección e interpretación constitucional) quien conocerá del proceso de amparo contra actos que violen garantías individuales, emanados exclusivamente de los poderes públicos (legislativo, ejecutivo o judicial), no así de los particulares. Esto no quiere decir que las violaciones de derechos fundamentales realizadas por los particulares, no puedan nunca acceder ante el Tribunal Constitucional en busca de la protección otorgada por vía de amparo, puesto que dado el carácter subsidiario del recurso de amparo constitucional, las violaciones realizadas por particulares, deberán ser alegadas (como ya se ha expuesto), ante los tribunales ordinarios, por lo cual, en caso de no obtener la restitución del derecho fundamental vulnerado, se podrá acudir en amparo constitucional, mas no en contra del acto particular, sino en contra de la actuación judicial, en virtud de que ésta no ha protegido correctamente al agraviado en su garantía individual, contando con ello con un acto de poder público que no ha protegido el derecho fundamental violado; es decir, en caso de que se interponga un proceso por vulneración de derechos fundamentales, y la resolución de la autoridad judicial no repare dicha situación, se podrá entender que la misma al no reparar dicha violación, vulnera de forma directa e inmediata el derecho fundamental. En efecto, "aunque la Constitución no configure un proceso de amparo con doble instancia, ordinaria y constitucional, ni obliga expresamente tanpoco a que se agote la vía judicial previa, lo cierto es que la LOTC ha querido acentuar la naturaleza subsidiaria del amparo constitucional, seguramente con el propósito de no sobrecargar de trabajo al Tribunal Constitucional."27 4.3.2.¿Juicio o Recurso? "Que el recurso de amparo es, no obstante su denominación, un verdadero proceso y no un recurso parece bastante evidente. En efecto, un recurso implica un replanteamiento de la cuestión litigiosa ante un órgano judicial superior del mismo orden que aquel que pronunció la resolución recurrida, característica que no se da en el instituto que ahora estamos analizando...Los redactores de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional fueron conscientes de esta deficiencia terminológica y 27 Prieto Sanchís, Luis. Debate. pág. 224. Estudios sobre Derechos Fundamentales. ed. 46 utilizaron, en determinados preceptos de la misma, las expresiones <<proceso de amparo constitucional>> (art. 47-1), <<proceso de amparo>> (art. 47-2, <<proceso constitucional>> (art. 51-2) y <<juicio de amparo constitucional>> (art. 57)."28 4.3.3.Procedencia. "La garantía de la Constitución a través del recurso de amparo, preserva los derechos subjetivos, es decir los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, de los ataques de todos los niveles normativos inferiores a la Constitución y también frente a hechos agresores, incluso sin apariencia normativa, siempre que procedan de los poderes públicos."29 La procedencia del amparo constitucional, deberá entenderse exclusivamente como vía de protección a los derechos fundamentales establecidos en la Constitución en los artículos 14 a 29, así como 30.2; careciendo por ello, de protección jurisdiccional constitucional, los restantes derechos reconocidos constitucionalmente que no se encuentre expresamente integrados en los artículos antes citados. "No cabe duda que el catálogo de derechos protegidos constituye una lista cerrada y no suceptible de ampliación. Sin embargo, tampoco cabe excluir una interpretación flexible que, en cierto modo, ha sido ya proporcionada por el Tribunal, pero que tal vez pudiera llegar mas lejos".30 La vulneración del derecho fundamental protegido a través del recurso de amparo, no deberá ser obligatoriamente actual; es decir, se puede recurrir en amparo, ante una violación potencial de la garantía del gobernado, aún cuando dicha violación no se haya consumado. La sentencia que conceda el amparo, deberá pues, restituir al agraviado de su derecho fundamental, restableciendo las cosas al estado que se encontraban antes de la violación, o en caso de un acto negativo, obligar al poder público a que adopte las medidas necesarias a efecto de hacer posible el disfrute del derecho; mas si la alegación se realizó contra un acto potencialmente vulnerador de un 28 ob.cit. Oliver Araujo, Joan. El Recurso... pág. 43. 29 Peces-Barba, Gregorio. La Constitución Española de 1978. Torres-editor, S.A. pág. 239. 30 ob.cit. Prieto Sanchís, Luis. Estudios sobre... pág. 241. ed. Fernando 47 derecho fundamental, la sentencia se enfocará a preservar el derecho que se pretendió violar. La ley Orgánica del Tribunal Constitucional establece cuatro diferentes modalidades de amparo constitucional, relacionadas directamente con la naturaleza de la autoridad de la cual provenga la violación del derecho fundamental; así pues, deberá interponerse el recurso de amparo conforme a lo establecido en el artículo 42, tratándose de actos o decisiones sin valor de ley emanadas de las Cortes Generales, o de las asambleas legislativas de las comunidades autónomas, así como de cualquiera de los órganos de cualquiera de éstas (Cortes Generales o asambleas legislativas); apegado al artículo 43, cuando se interponga el amparo contra disposiciones, actos jurídicos o simples vías de hecho del Gobierno de la Nación o de sus autoridades o funcionarios, o de los órganos ejecutivos colegiados de las comunidades autónomas o de sus autoridades, funcionarios o agentes; apegado al artículo 44, respecto de actos u omisiones judiciales que violen inmediata y directamente un derecho tutelable por esta vía; estableciéndose de igual forma, preceptos especiales por lo que hace al derecho a la objeción de conciencia reconocido en el artículo 30.2 de la Constitución española. 4.3.3.1.Amparo contra actos del Legislativo. Respecto al amparo constitucional, contra actos de los órganos legislativos, es importante notar que el mismo no es procedente contra decisiones o actos con valor de ley; lo cual parece lógico desde el punto de vista que existen procedimientos específicos para impugnar la constitucionalidad de las leyes, como la cuestión y el recurso de inconstitucionalidad, los cuales son procedimientos jurisdiccionales que de igual forma serán competencia del Tribunal Constitucional. En efecto, no es procedente el recurso de amparo contra leyes, más en caso de existir alguna ley que vulnere directamente un derecho fundamental, existe la posibilidad de que al interponerse el recurso de amparo, se de la denominada "autocuestión de inconstitucionalidad", la cual será planteada por la Sala respectiva al Plano del Tribunal Constitucional. Esta medida, aparentemente protege al particular de las leyes inconstitucionales que violen sus derechos fundamentales, en virtud de que al serles aplicada la ley, podrán concurrir al amparo impugnando el acto de autoridad que aplica dicha ley, con la posibilidad de que la Sala, no solo otorgue el amparo al particular contra el acto de autoridad, anulándolo, sino que plantee la cuestión de inconstitucionalidad al Pleno, a efecto de que este deje sin aplicación dicha ley, declarándola nula con efectos erga-omnes. Mas esta solución no parece ser muy 48 satisfactoria encontrándonos frente a leyes autoaplicativas, es decir, aquellas que por su sola entrada en vigor, vulneran derechos fundamentales, en virtud de que al realizar un acto determinado, prohibido expresamente por la ley, aún cuando esta viole un derecho fundamental, el particular será objeto de sanción por la autoridad. No queda más que dos alternativas al particular, incurrir en violación de dicha ley, y acudir en amparo una vez que sea sancionado por la autoridad, o abstenerse de realizar el acto prohibido por la ley, aún cuando esto (como dijimos con anterioridad) sea violatorio de alguna garantía del gobernado. En efecto, sólo existe un tipo de actuación de los poderes públicos exento, en principio, de control a través del recurso de amparo. Se trata de las normas con fuerza de ley, que, como se indicó previamente, han de ser controladas a través de los recursos y cuestiones de inconstitucionalidad. Ahora bien, nada impide que mediante la impugnación de actos de aplicación de las normas con fuerza de ley se pueda llegar a declarar la inconstitucionalidad de éstas; con ese fin...".31 Así pues, en este tipo de amparo constitucional, son pocos los actos que pueden impugnarse, dado que son pocos los actos realizados por un órgano legislativo que pueda causar violación de un derecho fundamental, sin ser este acto una norma general. A modo de ejemplo, indicaremos que el amparo constitucional, podrá proceder en contra de cualquier acto realizado por alguna Comisión de Investigación del órgano legislativo, si esta dictara la comparecencia obligatoria del particular, realizando su investigación sin apego a los derechos fundamentalmente protegidos por la Constitución. De igual forma, por lo que hace a los actos lesivos de derechos fundamentales del Defensor del Pueblo, procederá el recurso de amparo conforme al artículo 42 de la ley Orgánica del Tribunal Constitucional, en virtud de que dicho funcionario no forma parte de la Administración Pública, ni del Poder Judicial; el Defensor del Pueblo es un Alto Comisionado de las Cortes Generales, por lo cual debe entenderse que sus actos son generados dentro de la esfera de las Cortes Generales, sin tener estos fuerza de ley. Los actos emanados por los órganos legislativos, serán impugnables en vía de amparo en un plazo de tres meses, contado a partir de, atendiendo a las normas internas del órgano legislativo, sean firmes. En efecto, los actos indicados podrán ser impugnados mediante amparo constitucional siempre y cuando tengan carácter 31 Pérez Tremps, Pablo. Derecho Constitucional. Vol. II Constitucional. ed. Tirant lo blanch. pág. 279 y 280. El Tribunal 49 definitivo; ello de conformidad con el artículo 42 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, que establece que los actos indicados podrán ser recurridos "desde que, con arreglo a las normas internas de las Cámaras o Asambleas, sean firmes"; lo cual parece lógico desde el punto de vista que un acto legislativo que carezca de firmeza, en la mayoría de casos será inexistente, puesto que tendrá todos sus efectos jurídicos una vez que tenga precisamente la firmeza y definitividad requeridos por el ordenamiento jurídico. Este tipo de actos, podrán ser recurribles directamente ante el Tribunal Constitucional, sin necesidad alguna de agotar vía judicial previa.32 4.3.3.2.Amparo contra actos administrativos. Por lo que hace al amparo constitucional contra actos de las autoridades administrativas, es necesario indicar que no obstante, el artículo 43.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional hace referencia al Gobierno, sus autoridades o funcionarios u órganos ejecutivos colegiados de las comunidades autónomas, sus funcionarios, autoridades o agentes; este precepto no debe entenderse de manera restrictiva, dado que existen diversas autoridades administrativas de los diversos entes territoriales como las provincias, municipios, etc, contra los cuales procede de igual forma el amparo constitucional. Debemos ante ello, remitirnos al artículo 41 del ordenamiento legal invocado, el cual establece que el amparo constitucional procede contra violaciones realizadas por los poderes públicos del Estado, las comunidades autónomas y demás entes públicos de carácter territorial, corporativo o institucional, así como de sus funcionarios o agentes, ampliando con ello la procedencia del recurso aludido a todas las autoridades ejecutivas o administrativas. Los tipos de actuaciones que son recurribles en amparo (de conformidad con lo establecido en el artículo 43 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional), son las disposiciones, los actos jurídicos y las vías de hecho; las cuales (no debemos olvidarlo), requieren del agotamiento del recurso de amparo judicial ante los órganos de la jurisdicción ordinario, mediante el procedimiento legalmente establecido con las características indicadas en el artículo 53.2 constitucional, sin que por ello podamos considerar que el recurso de amparo constitucional tenga el carácter de segunda 32 cfr. Oliver Araujo, Joan. ob.cit. El Recurso de... pág. 174. 50 instancia, el amparo constitucional, como se ha indicado anteriormente es un procedimiento constitucional autónomo. Dentro de la de actuación administrativa, encontramos a los reglamentos, los cuales tienen carácter general. Caso contrario deberá ser por lo que hace a los decretos leyes y los decretos legislativos, los cuales no obstante emanar de la Administración Pública, tienen fuerza de ley y por ello deberán ser controlados mediante los procedimientos específicamente creados para ellas, tales como la cuestión y el recurso de inconstitucionalidad.33 Los actos jurídicos emanados de la autoridad administrativa, de igual forma serán motivo de recurso de amparo constitucional siempre que incurran en violación de derecho fundamental alguno, y teniendo en consideración que los mismos deberán ser efectuados por la Administración Pública cuando ésta actúe revestida con carácter de imperium, dado que en caso contrario, se debe reputar a la Administración Pública, como un ente particular, utilizando los recursos respectivos, no así el amparo, exclusivo medio de defensa constitucional contra actos de poderes públicos. Por lo que se refiere a las vías de hecho, de igual forma son impugnable a través de amparo constitucional, entendiendo estas como los casos de inexistencia o irregularidad sustancial del acto de cobertura y aquellos en que se produce una irregularidad o exceso en la propia actividad de ejecución en sí misma considerada.34 Es de advertir que el artículo 43 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, se refiera exclusivamente a la actuación de la Administración Pública, sin tomar en consideración los actos omisivos; lo que conlleva a pensar que este tipo de actuaciones no pueden ser impugnadas mediante recurso de amparo. Por ende, los actos negativos de la Administración Pública, en principio, no serán objeto de tutela constitucional mediante el recurso de amparo.35 Por lo que se refiere a los actos emanados del Consejo General del Poder Judicial, y en virtud que dicho órgano es eminentemente administrativo, y no así jurisdiccional, sus actos deberán impugnarse de conformidad con el artículo 43 del ordenamiento legal en cita. 33 cfr. Oliver Araujo, Joan. ob.cit. El Recurso de... pág. 183. 34 Tomás-Ramón Fernández, citó Oliver Araujo, Joan. ob.cit. El Recurso de... pág. 185. 35 cfr. Oliver Araujo Joan. ob.cit. El Recurso de... pág. 185. 51 El multicitado artículo 43, establece un plazo de veinte días para la interposición del recurso de amparo constitucional, contados a partir del siguiente al en que quede legalmente notificado el agraviado en su derecho fundamental, de la resolución que se dicte en el proceso judicial previo, el cual se substanciará, ante los tribunales ordinarios de conformidad con el artículo 53.2 constitucional, con las características de preferencia y sumariedad anteriormente analizadas. 4.3.3.3.Amparo contra actos judiciales. Dicho plazo de interposición del recurso de amparo constitucional, es de igual forma de veinte días, de conformidad con el artículo 44.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, cuando nos encontremos ante la impugnación de un acto lesivo de derechos fundamentales emanado de órganos jurisdiccionales, mismo que se computará a partir del día siguiente al en que se notificó la resolución del proceso en el cual se cometió la presunta violación, misma que deberá entenderse como la última en la que se combatió la violación al derecho fundamental violado. Este tipo de amparo constitucional (como se puede observar), se dirige en contra de actos emanados por los tribunales ordinarios (incardinados dentro de la estructura el Poder Judicial), quienes tienen la obligación de hacer respetar los derechos fundamentales, y por ello, respetarlos de igual forma, estableciendo el artículo 44 de la Ley Orgánica indicada, que el recurso de amparo será procedente contra las violaciones que tuvieren su origen inmediato y directo en un acto u omisión de un órgano judicial. Es preciso notar pues, que dichos actos violatorios de derechos fundamentales pueden ser cometidos, no únicamente mediante sentencia, sino mediante cualquier tipo de actuación judicial que lesione garantías individuales; encontrándonos ante un medio de impugnación no solo de la actuación judicial vulneradora de derecho fundamental, también nos encontramos ante la posible impugnación de la abstención a actuar, es decir de la omisión por parte del órgano judicial respectivo que ocasione con dicha actitud lesión al particular. "El recursom de amparo se entiende como <<amparo especial>> ante el Tribunal Constitucional; denegada la protección por los tribunales ordinarios, en única instancia, en los que podríamos denominar <<amparo ordinario>>. En este sentido parece que ha de interpretarse el art. 43.2 de la citada Ley Orgánica, que habla de <<previo proceso judicial>>. Sin embargo, hay un supuesto de amparo en el que se exige haber agotado toda la escala de recursos de la jurisdicción ordinaria antes de acudir a la 52 Justicia Constitucional; se trata del supuesto de amparo contra actos u omisiones de un órgano jurisdiccional, previsto en el art. 44. La razón que justifica tal requisito, viene determinada por la intención de evitar conflictos entre las dos instancias jurisdiccionales."36 Así pues, a efecto de estar en posibilidad de interponer el recurso de amparo constitucional contra un acto u omisión de algún órgano jurisdiccional, es necesario (tal como lo establece el artículo 44 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional), que se hayan agotado previamente todos los recursos utilizables dentro de la vía judicial; lo cual es entendible dada la característica del recurso de amparo constitucional como un recurso subsidiario. En efecto, el recurso de amparo constitucional, debe ser empleado sólo cuando no se haya logrado conseguir la reparación del derecho fundamental vulnerado, por lo cual, dicha violación debe ser reclamable primeramente ante los órganos judiciales respectivos, empleando los medios procesales existentes para ello, es decir, todos los recurso previstos en la ley a efecto de subsanar el derecho violado. En efecto, al ser vulnerado una garantía constitucional mediante un proceso judicial, el agraviado debe impugnar dicha violación ante el órgano jurisdiccional, si esto procede, o ante su superior jerárquico al momento de recurrir la resolución en la que sea vulnerado el derecho. Debemos pues con ello, entender, que deberán agotarse los recursos pertinentes para restablecer el derecho violado, sin ser necesaria la interposición de recursos que no se encuentren en posibilidad de realizar tal función. Con ello, además, se da la opción al propio sistema jurisdiccionales de restablecer los derechos que han violado. Otro requisito exigido por la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional es que la violación del derecho fundamental sea imputable de modo inmediato y directo al órgano jurisdiccional, con independencia de los hechos que dieron lugar al proceso en que aquéllas se produjeron, acerca de los que, en ningún caso, entrará a conocer el Tribunal Constitucional. Con dicho requisito se establece además, la competencia del Tribunal Constitucional para resolver respecto de la violación de un derecho fundamental, y no así de la totalidad del proceso en el cual se produjo la violación, esta no es su función, para ello se encuentran los propios órganos jurisdiccionalmente superiores y los recursos procesales previstos en la ley; el Tribunal Constitucional tiene una competencia determinada, en el presente caso es la protección de derechos 36 García Ruíz, José Luis. El recurso de amparo en el derecho español. ed. Editora Nacional. págs. 283 y 284. 53 fundamentales constitucionalmente violados por la autoridad judicial, no el resolver respecto de las violaciones aducidas por el particular ente el propio órgano jurisdiccional; no debe pues, haber intromisión en las competencias de estos distintos órdenes. Por otra parte, dicho precepto permite distinguir, los hechos que produjeron el proceso, los cuales en caso de ser conculcadores de los derechos fundamentales, se podrán impugnar mediante la vía procedente, y los hechos ocasionados por el propio órgano judicial, ante los cuales es aplicable el recurso e amparo constitucional ahora analizado; es por ello que la ley hace referencia a que el acto o la omisión debe tener su origen de modo directo e inmediato en el órgano jurisdiccional. Finalmente, el artículo 44 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, prevé en su inciso c) que se haya invocado formalmente en el proceso el derecho constitucional vulnerado, tan pronto como una vez conocida la violación, hubiere lugar para ello. Lo anterior viene íntimamente relacionado con el agotamiento de los recursos útiles para restituir el derecho vulnerado, dado que al agotar los mismos, se debe impugnar el acto u omisión que haya producido el conculcamiento del derecho, a efecto de que el órgano jurisdiccional revisor, se encuentre en posibilidad de restituir la garantía constitucional vulnerada. 4.3.3.4.La Objeción de Conciencia. El último tipo de recurso de amparo constitucional, es aquel que puede promoverse contra la vulneración del derecho constitucionalmente reconocido a la objeción de conciencia. Aquí nos encontramos ante un recurso que no será aplicable en virtud de la autoridad que vulnere el derecho constitucional, sino por el contrario, dicho recurso se define por el propio derecho al cual se reconoce la protección en la Carta Fundamental, mediante el recurso amparo constitucional, el cual deberá proceder una vez interpuesto el proceso judicial previo ante los órganos jurisdiccionales ordinarios.37 4.3.4.Legitimación. La legitimación pasiva en el recurso de amparo (como habíamos indicado con anterioridad), debe entenderse respecto de los poderes públicos, cualquiera que sea su 37 El derecho a la objeción de conciencia es aquel en el cual se declarará exenta a una persona de prestar el servicio militar precisamente por razones de conciencia (religiosas, éticas, filosóficas, etc.), siendo sustituido dicho servicio militar por una prestación social. 54 ámbito o naturaleza. Así pues, "dentro del concepto de <<poder público>> hay que incluir, como afirma la sentencia 35/1983, de 11 de mayo del T.C., a <<todos aquellos entes que ejercen un poder de imperio, derivado de la soberanía del Estado y procedente, en consecuencia, a través de una mediación más o menos larga del propio pueblo>>. Son portadores, pues, de los <<poderes públicos>>, el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, entendiéndose comprendido dentro de aquellos, tanto los poderes ejecutivos y legislativos del Estado Central, como de las Comunidades Autónomas."38 Ahora bien, la legitimación activa pertenecerá a cualquier persona (ya sea jurídica o física), que invoque un interés legítimo, así como al Defensor del Pueblo y al Ministerio Fiscal, ello de conformidad al artículo 161 fracción primera, inciso b). Así pues, podemos entender, dos tipos de legitimación activa en el recurso de amparo, la legitimación activa particular (perteneciente a las personas físicas o jurídicas) y la legitimación activa pública (atribuida al Defensor del Pueblo y al Ministerio Fiscal). Además, por lo que respecta al Ministerio Fiscal (de conformidad con el artículo 47 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional), el mismo será parte en todos los procesos de amparo, en defensa de la legalidad, de los derechos ciudadanos y del interés público tutelado por la ley. No obstante, entenderemos dicha función con exclusión; es decir, el Ministerio Fiscal, no podrá intervenir de dos formas diversas en el mismo asunto, o actúa como parte en defensa de la legalidad, o con la legitimación activa que a su vez le otorga la ley. La legitimación activa particular, se entenderá en favor de toda persona que resulte directamente afectada, sin que se requiera que dicha afectación, sea violación directa de un derecho fundamental, basta con que se obstaculice o menoscabe, el disfrute del mismo. Así pues, "si se interpone el recurso en demanda de tutela de un derecho o libertad no amparados, el Tribunal Constitucional declarará inadmisible la pretensión. Si el derecho está amparado, pero quien solicita la protección no es su titular, bien porque manifiestamente no puede ser titular del derecho de que se trate, bien porque pide la tutela de un derecho cuya titularidad corresponde a otra persona, carecerá de legitimación, salvo en el supuesto de que sea titular de un interés legítimo lesionado 38 Cascajo Castro, José L. y Gimeno Sendra, Vicente. Amparo. ed Tecnos. págs. 113 y 114. El Recurso de 55 que, conforme al art. 162.1 b) de la Constitución le faculta para pedir en juicio la tutela de un derecho o libertad de los que no es titular."39 Considero importante señalar que en aquellos casos en que a efecto de tener expedita la vía del recurso de amparo, se hayan agotado las vías judiciales previas a través del amparo judicial, no será preciso que el afectado haya sido parte en el proceso previo; bastará con que la resolución dictada le haya causado perjuicio en alguno de sus derechos, para poder acudir al Tribunal Constitucional a impugnar dicha violación. Ahora bien, "las características de la jurisdicción constitucional y la trascedencia objetiva de la materia objeto del mismo, imponen ciertas correcciones a la naturaleza subjetiva del recurso de amparo; desde la legitimación del Defensor del Pueblo y el Ministerio Fiscal para interponerlo (art. 162.1 b) de la Constitución y art. 46 de la LOTC) -lo que permite tramitar un recurso sin la comparecencia del agraviado, como se deduce del art. 46.2 de la LOTC- hasta las potestades del Tribunal,...para decidir de oficio sobre determinadas incidencias (suspnsión, práctica de pruebas, diligencias para mejor proveer) e incluso para mantener el proceso hasta su tramitación normal por sentencia en casos de desistimiento del recurrente."40 4.3.5.Partes. No obstante, el Defensor del Pueblo se encuentre legitimado para interponer el recurso de amparo constitucional, debemos entender que en caso de abstenerse de ejercer la acción, éste no será parte en el proceso respectivo, por ello, serán partes exclusivamente el afectado en sus derechos fundamentales, el Ministerio Fiscal y los terceros interesados en el procedimiento del cual emanó el acto que se combate. 4.3.6.Competencia. El artículo 48 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional establece que el órgano jurisdiccional competente para conocer del recurso de amparo constitucional será el Tribunal Constitucional, específicamente las Salas del mismo; no obstante, a 39 Cordón Moreno, Faustino. Ley, S.A. pág. 116. 40 Sánchez Morón, Miguel. Estudios Constitucionales. El proceso de amparo constitucional. ed. La El Recurso de Amparo Constitucional. págs. 53 y 54. Centro de 56 propuesta del Presidente de dicho Tribunal, o de tres magistrados del mismo, el Pleno podrá recabar para sí, el conocimiento de los recursos de amparo que estime convenientes (artículo 10, inciso k). Ahora bien, las Salas del Tribunal Constitucional se dividen en Secciones, las cuales conocerán de los despachos ordinarios, así como de la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso de amparo, en cuyo caso, al igual que en la resolución de amparo, la Sala puede recabar para sí (dada la importancia del asunto), el conocimiento de dichos asuntos. 4.3.7.Procedimiento. 4.3.7.1.Demanda. "El proceso de amparo se inicia mediante demanda dirigida al Tribunal Constitucional. Dicho escrito, de acuerdo con el artículo 49/1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, deberá cumplir los siguientes requisitos: 1o) exponer con claridad y concisión los hechos que fundamenten el recurso, y especialmente el acto u omisión del poder público del que se deriva el presunto agravio; 2o) citar los preceptos constitucionales que se estimen infringidos; y 3o) fijar con precisión el amparo que se solicita ara preservar o restablecer el derecho o libertad que se considera vulnerado...El temprano Auto de 13 de octubre de 1980 precisó que el requisito de la 'claridad', exigido en relación con la demanda, debe entenderse referido 'no solo a la exposición conceptual, sino también y de modo previo a la exposición material, pues de poco serviría aquella si faltase ésta' (auto 44/80). Ello no obstante, es conveniente constatar, en relación con estos requisitos, que el Tribunal Constitucional se ha mostrado reiteradamente partidario de desechar 'tratamientos formales rigurosos'. Así, la Sentencia de 30 de enero de 1981 afirmó que las condiciones que impone el art. 49/1 han de entenderse cumplidas 'cuando de la redacción del escrito es posible deducir cuáles son los hechos y los fundamentos de derecho en que se funda la demanda de amparo, sin que sea obstáculo el que aparezcan eventualmente unidos en los razonamientos del recurrente' (sentencia 2/1981). Posteriormente, la Sentencia de 11 de junio de 1981 fue todavía mucho más lejos, declarando admisible una demanda cuando la misma proporcione 'los datos indispensables para comprender lo que se pretende'. Su razonamiento, al rechazar planteamientos restrictivos y abogar por la búsqueda efectiva de la justicia real, es un paradigma de buen sentido jurídico..."41 41 ob.cit. Oliver Araujo, Joan. El Recurso de... pág. 320. 57 Como podemos observar, el Tribunal Constitucional uso formulas no rigoristas, sumamente extensas, posibilitando así, la administración de justicia constitucional sin excesivos requisitos. A efecto de presentar una demanda de amparo, ante el Tribunal Constitucional, será necesario que la misma se encuentre firmada por procurador y abogado (salvo que el actor cuente con título de Licenciado en Derecho). "Lo que no es posible en el proceso de amparo es la ampliación de la demanda, ya que la `LOTC no prevé ningún trámite o momento procesal en el que pueda ampliarse el contenido de la demanda´ (STC 74/1985)."42 La demanda de amparo (de acuerdo a lo establecido en el artículo 49 del ordenamiento legal invocado), deberá acompañar los siguientes documentos: "a) El documento que acredite la representación del solicitante del amparo. b) En su caso, la copia, traslado o certificación de la resolución recaída en el procedimiento judicial o administrativo...cuantas copias literales de la misma y de los documentos presentados como partes en el previo proceso, si los hubiere, y una más para el Ministerio Fiscal." 4.3.7.2.Admisión de la demanda. Interpuesta la demanda de amparo, el Tribunal entrará al estudio de la misma, admitiéndola directamente a trámite, o abriendo un incidente en el que se plantee la cuestión de admisibilidad de la demanda (ello cuando el Tribunal entiende que existen razones bastantes para suponer que la demanda pudiera ser admitida, pues en caso contrario, podrá inadmitir directamente); en dicho incidente se dará oportunidad a las partes (incluido el Ministerio Fiscal) por un plazo no mayor de diez días, a efecto de que manifiesten lo que a su derecho convenga; posteriormente la Sección del Tribunal acordará motivadamente lo que en derecho corresponda respecto de la admisibilidad o inadmisibilidad, sin que exista la posibilidad de recurrir dicho acuerdo. La demanda de amparo podrá ser inadmitida, cuando concurran determinadas circunstancias; únicamente a modo de señalar algunas causas de inadmisión indicaremos que la demanda de amparo será inadmisible cuando sea presentada en forma extemporánea, lo cual debe entenderse lógico, puesto que los derechos 42 Generoso Hermoso, Flor; Muñóz Fernández, Antonio; Casal Fernández, María Luisa y Botella García-Lastra, Rafael. Práctica del Recurso de Amparo Constitucional. ed. Edigener, S.L. pág. 96. 58 precluyen, y las normas concretas (sentencias) deben adquirir firmeza, en pro de la seguridad jurídica, la cual se obtiene con el paso del tiempo, en caso de no haberse utilizado las vías de impugnación adecuadas. En caso de que la demanda sea defectuosa por carecer de los requisitos legales (como pudiera ser la firma de abogado y procurador), o no ir acompañada de los documentos exigidos por la ley, se dará opción al actor a efecto de que subsane dichas omisiones en un término de diez días, en caso contrario se dictará auto de inadmisión; cuando existiendo el requisito de agotar la vía judicial previa, esta no se haya agotado; que la demanda de amparo se dirija a efecto de restituir un derecho no tutelado por ésta vía (como se indicó, serán tutelables los derechos consagrados en los artículos 14 a 29 y 30.2 constitucionales); que la demanda de amparo carezca manifiestamente de contenido que justifique una decisión en forma de sentencia por parte del Tribunal Constitucional, dejando con ello, una amplia facultad al Tribunal Constitucional para analizar la admisión de la demanda, que si bien es cierto puede atraer el riesgo de no tutelar correctamente a los agraviados, usado correctamente, el Tribunal tiene un amplio margen para inadmitir recursos que n el fondo serían desestimados, aligerando considerablemente su carga de trabajo; no obstante, dicha carencia de contenido debe ser manifiesta, por lo que al inadmitir el Tribunal motivará de forma suficiente su acuerdo; finalmente, el Tribunal podrá desechar la demanda, cuando se hayan desestimado en el fondo anteriores recursos de amparo, o una cuestión o recurso de inconstitucionalidad sustancialmente iguales, ello en virtud de que ya se ha resuelto en el fondo, y el Tribunal se ha pronunciado respecto de dichos asuntos, siendo importante indicar que el Tribunal no se encuentra impedido para cambiar de criterio, por lo cual, en algunos casos, pudiera ser admitido dicho recurso y resolverse en forma diferente al entrar al estudio del fondo del mismo, no obstante, al separarse de su anterior criterio, lo tendrá que hacer mediante el propio Pleno. 4.3.7.3.Emplazamiento y desarrollo del procedimiento. Admitida la demanda, el Tribunal Constitucional, solicitará de la autoridad demandada, en un plazo no superior a diez días, las actuaciones o testimonios dentro de las cuales se ocasionó el acto reclamado; recabándo de igual forma, la documentación que considere pertinente de cualquier poder público. La autoridad deberá pues, acusar recibo del requerimiento formulado, remitir la documentación solicitada, y emplazar a las partes del procedimiento del cual emanó la 59 supuesta violación, a efecto de que comparezcan en el proceso de amparo en un plazo no mayor a diez días. Recibidas las actuaciones y transcurrido el tiempo de emplazamiento, la Sala del Tribunal dará vista de las mismas a las partes en el proceso constitucional, en un plazo común de veinte días, presentándose durante el mismo las alegaciones que se estimen pertinentes, siendo facultativo de la Sala el realizar la celebración de la vista oral, en la cual las alegaciones se formularán verbalmente. Transcurrido el plazo de alegaciones o celebrada la vista oral, el Tribunal dictará sentencia definitiva en un plazo no superior a diez días. Durante el período de alegaciones, el Tribunal de oficio o a instancia de partes, podrá abrir un período probatorio, recibiendo y desahogando durante el mismo las pruebas que considere oportunas, las cuales podrá, inclusive, desahogar mediante otro órgano jurisdiccional, quienes se encuentran obligados a auxiliar con carácter preferente y urgente al Tribunal Constitucional. En dicha etapa del procedimiento, se deja amplias facultades al Tribunal Constitucional, dada su escasa regulación. En efecto, "como indica la STC de 15 de julio de 1988, pueden las partes solicitar la apertura del proceso a prueba, pero el juicio de la necesidad y pertinencia de la prueba corresponde al T.C. quien puede, por tales causas, rechazarla, como ocurrió en el caso que motivó dicha sentencia. Esta actitud superrestrictiva del Tribunal no es obra del capricho o arbitrariedad, sino que se manifiesta conforme con la naturaleza del recurso de amparo."43 4.3.8.Suspensión. "Con notorias influencias del sistema tutelar mexicano y e nuestra (sic) legislación republicana, el primer apartado del artículo 56 de la vigente Ley Orgánica del Tribunal Constitucional señala que la Sala que esté conociendo de un recurso de amparo suspenderá de oficio o a instancia del demandante, la ejecución del acto de los poderes públicos por razón del cual se solicite el amparo constitucional, `cuando la ejecución hubiere de ocacionar un perjuicio que haría perder al amparo su finalidad´. No obstante, continúa diciendo este precepto, podrá denegar la suspensión cuando de la misma pueda seguirse `perturbación grave de los intereses generales, o de los derechos 43 Gimeno Sendra, Vicente y Garberí Llobregat. ed. Colex. pág. 225. Los procesos de amparo. 60 fundamentales o libertades públicas de un tercero´. Veamos, pues, que, cuando se dé la condición que establece este precepto (que la ejecución ocasione un perjuicio que haga perder al amparo su finalidad), la suspensión de la ejecución será la regla general, que sólo podrá desvirtuarse a causa de alguna de las dos excepciones que, de forma taxativa, reconoce esta misma norma."44 En efecto, "la ejecutividad del acto firme de los poderes públicos frente al que se impetra amparo puede quedar suspendida en virtud de decisión de la Sala excepcionalmente del Pleno- del TC que conozca del recurso. La medida suspensiva, aunque puede ser adoptada de oficio, normalmente lo será a instancia del recurrente, que podrá solicitarla en cualquier momento antes de que el recurso de amparo se haya decidido...De otra parte, si la Sala lo creyese necesario, se solicitará informe de las autoridades responsables de la ejecución del acto. Esta posibilidad apenas presenta virtualidad, pues normalmente esos informes de las autoridades responsables de la ejecución del acto tienen ya cauce abierto para ponerse de manifiesto a través de las alegaciones que las propias autoridades, o la Administración a la que pertenezcan, en su condición de partes del proceso de amparo pueden formular al dárseles la pertinente audiencia. Y desde otra perspectiva, no parece que la previsión que se comenta de cobertura a la intervención del órgano judicial que hubiere dictado la resolución objeto del amparo, o que hubiere conocido del acto objeto del amparo, evacuando a estos efectos ese informe como autoridad responsable de su ejecución. Todo ello explica, en fin, que en la práctica del Tribunal, esta facultad que se le otorga no haya tenido apenas ninguna relevancia, prescindiendo de su uso para la preparación de la resolución de los incidentes de suspensión."45 Es importante indicar que la redacción del artículo 56 del ordenamiento legal invocado, emplea el término "podrá", de lo cual se puede desprender que dicha denegación de la suspensión, es potestativa para el Tribunal. No obstante lo anterior, considero que el Tribunal, usando prudentemente su arbitrio, denegará en todo caso la suspensión, siempre que concurran alguna de estas circunstancias, principalmente, la consistente en "perturbación grave de los intereses generales", dado el principio del beneficio de los más por los menos. 44 ob.cit. Oliver Araujo, Joan. 45 El recurso de... pág. 359. Fernández Farreres, Germán. El recurso de amparo según jurisprudencia constitucional. ed. Marcial Pons. págs. 335 y 337. la 61 Respecto de la suspensión de resoluciones judiciales, el Tribunal Constitucional, ha indicado que las mismas revisten un interés general por cuanto a la acción de la justicia, por lo cual no procede la suspensión de las mismas, salvo poderosas razones en contrario.46 La suspensión podrá solicitarse a petición de parte en cualquier tiempo, hasta antes de pronunciarse sentencia; de igual forma podrá concederse de oficio por el Tribunal. Al solicitarse la suspensión, el Tribunal perceptivamente dará audiencia a las partes y al Ministerio Fiscal por un plazo común de tres días, a efecto de que manifiesten lo que a su derecho convenga, acompañando las pruebas que consideren pertinentes; el Tribunal Constitucional se encuentra facultado para a solicitar los informes que considere necesarios a las autoridades responsables a efecto de mejor resolver. Dicha concesión o denegación será emitida por la Sala respectiva, la cual estará facultada para solicitar fianza en caso de concederla, a efecto de restituir los daños causados por su concesión en caso de denegarse el amparo. Contra dicha resolución procederá recurso de súplica, el cual no tiene efectos suspensivos. La resolución que otorgue o niegue la suspensión, podrá ser modificada de oficio o a instancia de parte, en caso de hecho superveniente; es decir, cuando aparecieren nuevos hechos que hasta el momento de dictar resolución eran desconocidos. 4.3.9.La acumulación. El proceso de amparo constitucional prevé la posibilidad de acumulación; es decir, que se reúnan en un expediente, varios procesos que tengan objetos conexos (cuando los elementos informantes de las pretensiones, tanto en su fundamento, como en su objeto, como en la calidad de las partes, sean esencialmente coincidentes); ello, a efecto de estar en posibilidad de tramitarlos conjuntamente, resolviendo en un solo acto dichos procesos. En este caso, el Tribunal podrá decretar la acumulación, de oficio o a instancia de parte, previa audiencia de las partes en el proceso, misma que se celebrará en un plazo que no excederá de diez días, a efecto de que manifiesten lo que a su derecho convenga. Dicha acumulación podrá tener lugar en cualquier tiempo, hasta antes de dictarse sentencia. 46 cfr. Oliver Araujo, Joan. ob.cit. El Recurso de... pág. 362. 62 4.3.10.Conocimiento de motivos no alegados. "En cualquier tiempo anterior a la decisión, el Tribunal podrá comunicar a los personados en el proceso de amparo 'la eventual existencia de otros motivos distintos a los alegados, con relevancia para acordar lo procedente sobre la...estimación o desestimación de la pretensión constitucional' (art. 84 LOTC). En este caso se les deberá dar audiencia por plazo común no superior a diez días, suspendiéndose entre tanto el término para dictar la oportuna resolución."47 Ello permite al Tribunal fundar el fallo en motivos distintos a los aducidos por las partes, en defensa de los derechos fundamentales, dado el interés público; no obstante, es preciso, dar oportunidad a las partes a que manifiesten lo que a su derecho convenga, en virtud de que puedan defender sus posturas respecto de la apreciación realizada por el Tribunal Constitucional, garantizando el principio de contradicción. 4.3.11.La Sentencia. La sentencia que resuelva en cuanto al fondo del asunto, se dictará otorgando o denegando el amparo solicitado. Las sentencias que otorguen el amparo podrán declarar, la nulidad del acto reclamado; reconocer el derecho o libertad fundamental de conformidad con su contenido constitucionalmente declarado (ello como máximo interprete de la Constitución); restableciendo al actor en el derecho fundamental violado, en su caso, adoptando las medidas propias para su conservación. Las sentencias que denieguen el amparo, se limitarán a desestimar la pretensión formulada por el actor, declarando apegado a la Constitución el acto impugnado. De igual forma, nos podremos encontraremos ante una sentencia que declare desestimado el recurso de amparo, en virtud de encontrar una causa de inadmisión que no fue declarada al iniciarse el proceso, ya sea porque haya sido sobrevenida, o porque fue detectada ya iniciado el mismo, absteniéndose de realizar declaraciones sobre el fondo del asunto; o ante sentencia que declare terminado el proceso de amparo por satisfacción extraprocesal de la pretensión. 47 ob.cit. Oliver Araujo, Joan. El Recurso de... pág. 341. 63 Respecto de dichas resoluciones, considero necesario indicar que las mismas no entrarán a conocer el fondo, solo a desestimar la pretensión, puesto que no fue posible entrar al estudio completo de las misma. La sentencia dictada por el Tribunal Constitucional, podrá condenar en costas cuando apreciare temeridad o mala fe; encontrándose facultado incluso para imponer sanción pecuniaria. En las sentencias, se agregará el voto particular en contra, en caso de que existiese, lo que no presenta mayores problemas de interpretación o explicación; dicho voto, plantea la discrepancia de criterio de algún magistrado del Tribunal Constitucional respecto de la decisión tomada por el mismo Tribunal. 4.3.12.Recursos. Contra las sentencia de amparo constitucional, no existe posibilidad de recurso alguno (no olvidemos que nos encontramos ante el máximo interprete constitucional); no obstante, las partes, en el término de dos días, podrán solicitar la aclaración de la sentencia; es decir, solicitarán la explicación, por parte del Tribunal Constitucional, de algún precepto o consideración de difícil entendimiento, ante lo cual el Tribunal procederá a definir con mayor claridad la misma, esclareciendo la duda del solicitante. De igual forma, será procedente (de conformidad con el artículo 93.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional) el recurso de súplica, contra los autos y providencias, de Tribunal Constitucional, el cual se interpondrá en un plazo de tres días, resolviéndose al respecto, previa audiencia de las partes. 4.3.13.Ejecución de la sentencia. Las sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional tienen carácter vinculante, obligando a todos los poderes públicos, sin excepción. La ejecución de las mismas, puede ser supervisada por el propio Tribunal o en su caso, puede delegar dicha función en diverso órgano, estando con ello en posibilidad, de conformidad con el artículo 92 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, de disponer quien ha de ejecutar la sentencia y, en su caso, resolver las incidencias de la ejecución. El órgano encargado de ejecutar o hacer ejecutar la sentencia, podrá hacer uso de las medidas necesarias para su cumplimiento, acarreando incluso responsabilidad penal a quien incumpla, por delito de desobediencia. 64 5. EL JUICIO DE AMPARO MEXICANO. "Originariamente, las instituciones que preceden en la historia al juicio de amparo, tenían como objetivo principal, esencial y distintivo, la protección o tutela de ciertas prerrogativas o derechos que los gobernados exigieron al gobernante, como fácilmente se puede observar en el somero estudio del habeas corpus inglés y de los recursos para preservar los derechos forales de los súbditos en el Derecho español, verbigracia, que son antecedentes históricos nítidos de nuestro medio de control...Ahora bien, en nuestro régimen, dicha finalidad del juicio de amparo se ha ampliado palpablemente, ampliación que no es producto de una indebida práctica judicial ni de su torcido ejercicio, sino operada por preceptos constitucionales expresos."48 5.1.La evolución del amparo. En efecto, el juicio de amparo constitucional, ha cambiado desde su origen considerablemente, mas ello corresponde a una evolución; evolución que atiende a las diversas circunstancias históricas, sociales, jurídicas y culturales que han envuelto a la nación mexicana; considerando la misma como un perfeccionamiento de su finalidad genérica esencial, superando su primario objetivo de protección. No consideró que se deba enfocar el cambio del juicio de amparo mexicano de otra forma que no sea la anteriormente indicada; así pues, no se justifican las acerbas críticas que, por dicha evolución han entendido una desnaturalización del mismo hasta el grado de llamarlo "institución degenerada".49 El juicio de amparo mexicano, continúa cumpliendo su función primordial, más empleando con mayor fuerza y amplitud su utilidad para la protección del orden constitucional, del Estado de Derecho. Tal como se podrá desprender a lo largo del presente trabajo, el juicio de amparo es un proceso jurisdiccional que preserva las garantías constitucionales del gobernado contra cualquier acto de autoridad que las vulnere; garantiza el sistema de competencias entre la Federación y los estados; y en resumen, protege toda la Constitución, así como la legislación secundaria (en virtud de la garantía de legalidad) en función del interés jurídico particular del gobernado. "En estas condiciones, el 48 ob.cit. Burgoa, Ignacio. 49 El Juicio de... págs. 145 y 149. En el mismo sentido opinan reconocidos jurisconsultos como Ignacio Burgoa. 65 amparo es un medio jurídico de tutela directa de la Constitución y de tutela indirecta de la ley secundaria, preservando, bajo este último aspecto y de manera extraordinaria y definitiva, todo el derecho positivo."50 De esta forma, el amparo es un procedimiento jurisdiccional, ocasionado por la contienda entre un particular que considera violado un derecho fundamental y el acto de autoridad que considera causante de la violación que alega. Ahora bien, el juicio de amparo (no obstante se pueda analizar desde diversos aspectos y en función de diferentes ámbitos de protección), es un proceso unitario, que puede ser desarrollado a través de dos tipos de procedimientos, que son el juicio de amparo indirecto o bi-instancial, y el juicio de amparo directo o uni-instancial. Tal como afirma el maestro Burgoa Orihuela, su unidad descansa en que procede contra cualquier acto de autoridad (lato sensu) que agravie al gobernado, y en que protege a toda la Constitución e indirectamente a la legislación secundaria, mediante la invalidación o inefectividad concreta del acto reclamado (leyes, reglamentos, actos administrativos, y, actos judiciales y jurisdiccionales en todas las materias). 5.2.Naturaleza y definición. Actualmente el juicio de amparo rebasa la idea de un simple control jurídico, independientemente de que en la realidad nunca lo ha sido, pues asume naturaleza jurisdiccional, en cuanto a la reclamación del quejoso es algo mas que una simple queja, por el contrario, constitiuye una demanda verdadera demanda, de acuerdo con los art. 116 y 166 de la Ley de la materia, que plantea una controversia...y en la cual figuran como contra partes las autoridades responsables, cuyos `informes justificados´ hacen las veces...de contestación de dicha demanda y por último, la sentencia que se pronuncie, con excepción de la de sobreseimiento, adquiere autoridad de cosa juzgada."51 A efecto de establecer una definición del juicio de amparo mexicano, indicaremos que: "El amparo es un juicio o proceso que se inicia por la acción que ejercita 50 ob.cit. Burgoa, Ignacio. 51 El Juicio de... pág. 173. Fix-Zamudio, Héctor. Imagen y obra escogida. Autónoma de México. págs. 36 y 37. Universidad Nacional 66 cualquier gobernado ante los órganos jurisdiccionales federales contra todo acto de autoridad (lato sensu) que le causa un agravio en su esfera jurídica y que considere contrario a la Constitución, teniendo por objeto invalidar dicho acto o despojarlo de su eficacia por su inconstitucionalidad o ilegalidad en el caso concreto que lo origine."52 Tal como se puede desprender de la siguiente definición, el juicio de amparo es meramente jurisdiccional, se desenvuelve mediante un procedimiento específico de carácter contencioso (quejoso-autoridad responsable), mediante el cual se intenta resolver el litigio en cuestión, a efecto de determinar si un acto originado por la autoridad responsable del mismo (tanto las ordenadoras como las ejecutoras), es o no violatorio de la Constitución General de la República. Dicho juicio será substanciado y resuelto por los órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación (no obstante en algunos casos puede ser resuelto por el superior del tribunal que incurrió en el acto reclamado, como órgano sustituto de la justicia de amparo). 5.3.Legitimación. La solicitud de amparo únicamente puede ser realizada por el gobernado que se vió afectado en el uso o disfrute de sus derechos por el acto de autoridad que impugna como violatorio de la Constitución Federal (aún cuando como veremos con posterioridad, la demanda de amparo puede ser interpuesta por persona distinta que el directamente afectado, pero solicitando la protección en favor de esta). Es conveniente hacer la aclaración que el artículo 103 constitucional, establece la procedencia del juicio de amparo en los siguientes casos: "I. Por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales; II, Por leyes o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados o la esfera de competencia del Distrito Federal, y III. Por leyes o actos de las autoridades de los Estados o del Distrito Federal que invadan la esfera de competencia de las autoridades federales." Si bien dicho precepto, en sus fracciones I y II, nos pueden hacer pensar que en el juicio de amparo podrán encontrarse legitimados las autoridades federales o locales, debe decirse que no es así, el precepto constitucional legítima de igual forma, única y exclusivamente (salvo por lo que se refiere a las personas morales oficiales que 52 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... pág. 177. 67 analizaremos más adelante), a los particulares, los cuales podrán interponer el juicio de amparo cuando dicha invasión competencial de esferas vulnere sus derechos fundamentales, no en ningún otro supuesto. Por lo que hace a los menores de edad o incapaces, necesitarán de sus representantes legales a efecto de solicitar el amparo ante el órgano jurisdiccional respectivo; no obstante es importante indicar que el artículo 6 de la Ley de Amparo, establece una disposición especial de legitimación por lo que hace a los menores de edad, al indicar: "El menor de edad podrá pedir amparo sin la intervención de su legítimo representante cuando éste se halle ausente o impedido; pero en tal caso, el juez, sin perjuicio de dictar las providencias que sean urgentes, le nombrará un representante especial para que intervenga en el juicio. Si el menor hubiere cumplido ya catorce años, podrá hacer la designación de representante en el escrito de demanda." Finalmente, indicaremos, que si bien es cierto que el juicio de amparo tiene amplia legitimación procesal, no hay que olvidar que (al igual que en España), existen determinadas garantías individuales son exclusivas para los nacionales mexicanos, por lo cual, no podrán ser ámbito de protección por el juicio de garantías respecto de los extranjeros. La legitimación en el juicio deberá entenderse respecto del agraviado en forma personal y directa, más dicha acción podrá ser empleada por el propio afectado, o por diversas personas en nombre de éste, en los casos específicamente establecidos en la ley; así pues, en materia penal, el amparo podrá ser interpuesto por el agraviado o por su representante o defensor; de igual forma, tratándose de los actos prohibitivos por el artículo 22 constitucional, o de actos de destierro o deportación, de actos que importen peligro de privación de la vida o ataques a la libertad personal fuera de procedimiento judicial, el amparo podrá solicitarse (en caso de que el agraviado se encuentre imposibilitado para hacerlo) por cualquier persona en su nombre, aunque sea menor de edad. 5.4.Término para la interposición de la demanda. El término para interponer la demanda de amparo, de conformidad con los artículos 21 y 22 de la Ley de amparo, será de 15 días tratándose de actos de autoridad; 30 días tratándose de leyes autoaplicativas; 30 días tratándose de actos en materia agraria que causen perjuicio a los derechos individuales de ejidatarios o comuneros sin afectar los derechos y el régimen jurídico del núcleo poblacional al que pertenezcan; 90 días 68 tratándose de resoluciones definitivas en las que no se haya citado al quejoso para audiencia, si este radica fuera del lugar del juicio, pero en el interior del país; 180 días tratándose de audiencias definitivas en las que no se haya citado a audiencia al quejoso, si éste radica fuera de la República; no existe plazo, tratándose de actos en materia agraria que tengan o puedan tener efectos de privar total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a un núcleo de población sujeto al régimen ejidal o comunal; así tampoco existe término para interponer la demanda de amparo, tratándose de actos previstos por el artículo 22 constitucional, la incorporación forzosa al servicio del Ejército o Armada Nacionales o actos que importen peligro a la vida, ataques a la libertad personal, deportación o destierro. 5.5.Las partes y el acto reclamado. Una vez admitida la demanda y emplazado el sujeto pasivo, surge la relación jurídico procesal; se ha comentado por doctrina, que las partes en todo proceso contencioso deben ser como mínimo tres, entendiendo al sujeto activo (demandante), al sujeto pasivo (demandado) y al órgano jurisdiccional que resuelve la controversia (Juez). No obstante, pueden intervenir en el juicio diversas personas sin que necesariamente tengan el carácter de parte. Debemos entender pues como parte a aquella persona que la ley le reconoce determinadas facultades al intervenir en un proceso, ejerciendo una acción, interponiendo un recurso, ofreciendo pruebas, realizando su defensa en general, etc.; sin reconocer como tales (como se indicó anteriormente) aquellos sujetos que intervienen en el juicio sin contar con dichas atribuciones, como pudieran ser los peritos, testigos, etc. Así pues, "parte es aquella persona o entidad que tiene capacidad para pedir la actuación de los órganos jurisdiccionales y ponerlos en movimiento a fin de obtener la tutela jurídica; es decir, que tiene capacidad para pedir la actuación de una voluntad de la ley. En consecuencia, es indudable que la idea de parte se deriva de la relación jurídico-procesal, y, aún más, de la demanda en la que se plantea el ejercicio de la acción."53 53 Noriega, Alfonso. Lecciones de Amparo. ed. Porrua. pág. 318. 69 El artículo 5 de la Ley de Amparo (Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), establece quienes son partes en el juicio de amparo, indicando: "Son partes en el juicio de amparo: I.- El agraviado o agraviados. II.- La autoridad o autoridades responsables. III.- El tercero o terceros perjudicados...IV.- El Ministerio Público Federal, quien podrá intervenir en todos los juicios e interponer los recursos que señala esta Ley, independientemente de las obligaciones que la misma le precisa para procurar la pronta y expedita administración de justicia." 5.5.1.El Quejoso. Así pues, entenderemos (en forma general) por sujeto activo, a la parte quejosa, que será el agraviado en sus garantías individuales, aquel gobernado se ve afectado en su esfera jurídica por un acto de autoridad que considera inconstitucional, ocacionándole un agravio personal y directo. Por lo cual debemos entender que el acto reclamado, debe afectar a una persona o personas concretas (agravio personal), puesto que de lo contrario el amparo será improcedentes, dada su naturaleza protectora a sujetos concretos y al caso específico por el que se solicitó el amparo; debiendo entender por agravio directo, en función a la realización del acto en forma presente, pasada o inminentemente futura, que vulneró las garantías del gobernado solicitante de amparo. Atendiendo al artículo 103 constitucional, el acto que autoridad que viole los derechos del quejoso podrá de igual forma consistir en una invasión de competencias entre la federación y los estados, más sólo cuando dicha invasión competencial le causa un perjuicio al gobernado, violando sus derechos fundamentales. "Ahora bien, como gobernados, es decir, como sujetos cuya esfera puede ser afectada total o parcialmente por un acto de autoridad, pueden ostentarse tanto las personas físicas (individuos) como las personas morales de derecho privado (sociedades y asociaciones de diferente especie); de derecho social (sindicatos y comunidades agrarias); organismos descentralizados y personas morales de derecho público, llamadas también personas morales oficiales. La condición de quejoso que puede tener todo individuo, se deriva de la titularidad que tiene de las garantías individuales consagradas en la Ley Fundamental, y dada su condición de `gobernado´".54 Por tanto, toda persona que sea titular de garantías o derechos fundamentales puede tener el carácter de parte quejosa en el juicio de amparo. 54 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... pág. 332. 70 Respecto de las personas morales oficiales (la federación, los estados, los municipios, corporaciones de carácter público) el artículo 9 de la Ley de Amparo les otorga la posibilidad de acudir en demanda de amparo, por conducto de los funcionarios o representantes que designen las leyes, cuando el acto o la Ley que se reclame afecte los intereses patrimoniales de aquéllas; debiendo entender que cuando dichas personas morales oficiales, no actúen como sujetos de derecho privado, sino revestidos con su carácter de imperio, como entidad soberana, ejerciendo actos de autoridad, el juicio de amparo no procederá en su favor. 5.5.2.Autoridad responsable. El concepto de autoridad responsable, se encuentra claramente definido por la Ley de Amparo en su artículo 11, al indicar "Es autoridad responsable la que dicta u ordena, ejecuta o trata de ejecutar la ley o el acto reclamado". Como podemos observar, el concepto de autoridad responsable se encuentra íntimamente ligado con el de acto reclamado. Ahora bien, la ley de amparo hace alusión a la autoridad que dicta u ordena, así como la autoridad que ejecuta o trata de ejecutar; aún cuando el concepto nos parece claro, solo indicaremos que una autoridad puede ejecutar un acto en base a una orden previa, o bien producir el acto aisladamente, sin emanar de orden alguna, afectando la esfera jurídica del quejoso por cuanto hace a sus derechos fundamentales. 5.5.3.Acto reclamado. Antes de entrar al concepto de tercero perjudicado y al carácter del que tiene el Ministerio Público Federal como partes en el juicio de amparo, considero oportuno describir lo que debemos entender por acto reclamado, dada su íntima relación con el concepto de autoridad responsable que acabamos de exponer. Por acto reclamado, debemos entender que es la ley (que afecta derechos en forma general, de igual forma que los reglamentos y facultades legislativas de las autoridades administrativas, contra los que también procede el juicio de amparo) o el acto (que afecta derechos en forma particular), de autoridad que vulneran de forma imperativa, unilateral y coercitivamente los derechos del solicitante de amparo. Así pues, y no obstante que la anterior definición nos pueda inclinar a pensar que el acto reclamado debe ser presente (dado en término empleado "vulnera"); indicamos que el acto reclamado puede consistir en un violación de carácter futuro y cierta. Efectivamente, el juicio de amparo procede contra actos que no obstante aún no se han 71 producido, se producirán de forma inminente, como es el caso de los actos reclamados contra una autoridad que trate de ejecutar una orden, puesto que el amparo no se solicitará única y exclusivamente en contra de la orden que considera violatoria de garantías, sino también en contra de la posible ejecución de la misma. Una vez expuesto que el acto reclamado, indicaremos que este puede ser además de una ley, cualquier acto de autoridad administrativo, jurisdiccional o judicial, que consista en una omisión (abstenerse de hacer) una negativa (rechazar una pretensión) o un acto positivo (un hacer), y que cause con ello una vulneración de los derechos fundamentales del quejoso. 5.5.4.Tercero perjudicado. Regresando a los conceptos de parte en el juicio de amparo, expondremos que el tercero perjudicado es quien tiene un interés jurídico en la subsistencia del acto reclamado, entendiendo por interés jurídico cualquier derecho subjetivo que se desprenda de los actos reclamados. El tercero perjudicado de conformidad con el artículo 5 de la Ley de Amparo, serán "a) La contra parte del agraviado cuando el acto reclamado emane de un juicio o controversia que no sea del orden penal, o cualquiera de las partes en el mismo juicio cuando el amparo sea promovido por persona extraña al procedimiento; b) El ofendido o las personas que, conforme a la Ley, tengan derecho a la reparación del daño, o a exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito, en su caso, en los juicios de amparo promovidos contra actos judiciales del orden penal, siempre que éstas afecten dicha reparación o responsabilidad; c) La persona o personas que hayan gestionado en su favor el acto contra el cual se pide el amparo, cuando se trate de providencias dictadas por autoridades distintas de la judicial o del trabajo; o que, sin haberlo gestionado tengan interés directo en la subsistencia del acto reclamado." El tercero perjudicado, como parte en el juicio de amparo, gozará de las facultades que la ley le otorga a toda parte en el juicio. 5.5.5.El Ministerio Público Federal. "El Ministerio Público Federal es una institución que, dentro de sus funciones y objetivos específicos que prevé su ley orgánica respectiva, tiene como finalidad general,...defender los intereses sociales o del Estado. La intervención concreta que 72 tiene el Ministerio Público Federal en los juicios de amparo se basa precisamente en el fin primordial que debe seguir, esto es, velar por la observancia del orden constitucional, y específicamente, vigilar y propugnar el acatamiento de los preceptos constitucionales y legales que consagran las garantías individuales y que establecen el régimen de competencia entre la Federación y los Estados. Por tal motivo, el Ministerio Público Federal no es, como la autoridad responsable y el tercero perjudicado, la contraparte del quejoso en el juicio de amparo, sino una parte equilibradora de las pretensiones de las demás, desde el punto de vista constitucional y legal. Como parte autónoma en el juicio de amparo, el ministerio Público Federal tiene una propia intervención procesal, por lo que le competen todos y cada uno de los actos procesales a la actividad de las partes."55 5.6.Principios rectores del juicio de amparo. A efecto de establecer los lineamientos generales del juicio de amparo, haremos una enunciación de los principios que lo rigen. 5.6.1.Instancia de Parte. El juicio de amparo, únicamente será procedente a instancia de parte, que manifestará y ejercerá su acción a través de la demanda de amparo. Dicho sujeto activo se encontrará legitimado para instar el juicio de amparo, cuando se le haya causado un agravio personal y directo en sus derechos fundamentales. 5.6.2.Relatividad de las sentencias. Las sentencias de amparo no surten efectos erga-omnes, por lo que sólo se limitarán a amparar al quejoso en forma concreta sin hacer declaración general alguna respecto de la inconstitucionalidad de la ley o el acto reclamado (principio Otero). En efecto, las sentencias que concedan el amparo a la parte quejosa (agraviado), contra el acto reclamado (emanado de la autoridad responsable), sólo tendrán efectos en contra del acto impugnado específico, con eficacia plena en el acto concreto; es decir. 55 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... pág. 348. 73 5.6.3.Principio de definitividad. A efecto de que se esté en posibilidad de acudir en amparo ante la justicia federal, es preciso agotar con antelación todos los recursos que la ley establezca para subsanar el acto que se impugna; más dichos recursos deben encontrarse previstos de tal forma que se entiendan idóneos para combatir los actos de idéntica naturaleza que los que reclama la parte quejosa y no así para combatir actos que tiene con éstos semejanza o identidad de autoridad responsable. No obstante lo anteriormente indicado, existen determinados actos que pueden impugnarse directamente mediante el juicio de amparo, sin necesidad de agotar la vía judicial o el recurso legal previa. En efecto, únicamente para establecer lo anteriormente indicado, señalaremos a modo de ejemplificar, que el amparo en el que se reclamen actos violatorios del artículo 22 constitucional (penas de mutilación, marcas, azotes, muerte en los casos prohibidos expresamente, etc), así como en el que se reclame el acto consistente en destierro o deportación; no existe la obligación de interponer los recursos legales para combatir dicho acto antes de acudir en vía de amparo. De igual forma sucede con el acto reclamado que consiste en el auto de formal prisión, en el cual el quejoso podrá optar por instar directamente en amparo, o en su caso interponer el recurso de apelación procedente. 5.6.4.La suplencia en la deficiencia de la queja. Finalmente, el juicio de amparo se rige por el principio de estricto derecho, conteniendo en casos específicos, la posibilidad de contrariar el mismo, supliendo la deficiencia de la queja. En base a dicho principio de estricto derecho, el resolutor de amparo, sólo se encuentra facultado para enjuiciar los actos reclamados en virtud de los conceptos de violación expuestos en la demanda respectiva (los conceptos de violación, son pues, las consideraciones realizadas por la parte quejosa respecto del acto que consideró violatorio de garantías, exponiendo el porque, considera que los mismos le causan un agravio personal y directo). Así pues, la suplencia en la queja definciente, "rige una categoría específica de sentencias de amparo, debe ser considerado como una excepción o más bien, como una estimación especial del principio de estricto derecho. En efecto, éste último, según se ha precisado, exige que el juzgador se sujete al dictar su fallo, a los términos precisos de la demanda inicial y a las consideraciones estrictas de los conceptos de 74 violación...de acuerdo con el principio de la suplencia de la queja...se autoriza al juzgador cuando encuentra que se ha violado de una manera manifiesta, una garantía en perjuicio del quejoso y éste, por error o ignorancia, no la hizo valer en sus conceptos de violación, a suplir la omisión o imperfección de la demanda y otorgar el amparo por los conceptos que no fueron mencionados expresamente en la demanda."56 Efectivamente, en contraposición al principio de estricto derecho, existen determinadas materias y casos en los que el Juez puede subsanar las omisiones en que incurrió el quejoso al realizar sus conceptos de violación; es decir, el órgano jurisdiccional, no tiene la obligación de basarse única y exclusivamente en los argumentos realizados por el quejoso, a efecto de resolver el amparo, sino que se encuentra posibilitado para conceder el amparo en base a cualquier aspecto que considere inconstitucional de los actos reclamados. Dicha suplencia en la deficiencia de la queja opera en materia penal, en materia del trabajo (laboral) en beneficio del trabajador, cuando los actos reclamados se funden en leyes declaradas inconstitucionales por jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los casos en que los quejosos sean menores o incapaces; en materia agraria en beneficio de los núcleos ejidales, etc. 5.7.Tipos de procedimientos. El juicio de constitucional indicado, se podrá substanciar a través del amparo indirecto o bi-instancial (competencia de los Juzgados de Distrito o de los Tribunales Unitarios de Circuito, en primera instancia), o por medio del amparo directo o uniinstancial (conocido por los Tribunales Colegiados de Circuito o la Suprema Corte de Justicia de la Nación); competencia que será analizada al estudiar la procedencia y tramitación del juicio de amparo en la respectiva vía. 5.8.Causales de Improcedencia. Ciertamente, existen diversos motivos que puedan generar la improcedencia del juicio de amparo, emanadas de diversas disposiciones legales; así pues, la propia Constitución General de la República en el desarrollo de su articulado, contiene algunos preceptos en los cuales establece la improcedencia de juicio o recurso alguno, 56 ob.cit. Noriega, Alfonso. Lecciones de... pág. 701. 75 incluido entre estos el juicio de amparo; así a modo de ejemplificar, el artículo 110 constitucional, hace referencia a la procedencia del juicio político contra altos funcionarios, procedimiento del cual pueden emanar diversas sanciones, indicando el último párrafo del citado artículo constitucional: "Las declaraciones y resoluciones de las Cámaras de Diputados y Senadores son inatacables", por lo cual no procede juicio alguno contra dichos actos, incluido entre éstos el juicio de amparo. No obstante la improcedencia del juicio de amparo se desprende del análisis total de la Constitución en cada caso específico, o de la propia ley de amparo (por ejemplo, el juicio de amparo no será procedente cuando fuere interpuesto por persona no legitimada para ejercer la acción); la Ley de Amparo establece en su artículo 73, la improcedencia genérica del dicho juicio constitucional, estableciendo que: "El juicio de amparo es improcedente: I.- Contra actos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; II.- Contra resoluciones dictadas en los juicios de amparo o en ejecución de las mismas; III.- Contra leyes o actos que sean materia de otro juicio de amparo que se encuentre pendiente de resolución, ya sea en primera o única instancia, o en revisión, promovido por el mismo quejoso, contra las mismas autoridades y el propio acto reclamado, aunque las violaciones constitucionales sean diversas; IV.- Contra leyes o actos que hayan sido materia de una ejecutoria en otro juicio de amparo, en los términos de la fracción anterior; V.- Contra actos que no afecten los intereses jurídicos del quejoso; VI.- Contra leyes, tratados y reglamentos que por su sola vigencia no causen perjuicio al quejoso, sino que se necesite un acto posterior de aplicación para que se origine tal perjuicio; VII.- Contra las resoluciones o declaraciones de los organismos en materia electoral; VIII.- Contra las resoluciones o declaraciones del Congreso Federal o de las Cámaras que lo constituyen, de las Legislaturas de los Estados, o de sus respectivas Comisiones o Diputaciones Permanentes, en la elección, suspensión o remoción de funcionarios, en los casos en que las Constituciones correspondientes les confieran la facultad de resolver soberana y discrecionalmente; IX.- Contra actos consumados de modo irreparable; X.- Contra actos emanados de un procedimiento judicial, o de un administrativo seguido en forma de juicio, cuando por virtud de cambio de situación jurídica en el mismo deban considerarse consumadas irreparablemente las violaciones reclamadas en el procedimiento respectivo, por no poder decidirse en tal procedimiento sin afectar la nueva situación jurídica; XI.- Contra actos consentidos expresamente o por manifestaciones de voluntad que entrañen ese consentimiento; XII.- Contra actos consentidos tácitamente, entendiendo por tales aquellos contra los que no se promueva el juicio de amparo dentro de los términos que se señalan en los artículos 21, 22 y 218...; XIII.- Contra las resoluciones judiciales o de 76 tribunales administrativos o del trabajo respecto de las cuales conceda la ley algún recurso o medio de defensa, dentro del procedimiento, por virtud del cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas, aun cuando la parte agraviada no lo hubiese hecho valer oportunamente...; XIV.- Cuando se esté tramitando ante los tribunales ordinarios algún recurso o defensa legal propuesta por el quejoso, que pueda tener por efecto modificar, revocar o nulificar el acto reclamado; XV.- Contra actos de autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo que deban ser revisadas de oficio, conforme a las leyes que los rijan, o proceda contra ellos algún recurso, juicio o medio de defensa legal por virtud del cual puedan ser modificados, revocados o nulificados, siempre que conforme a las mismas leyes se suspendan los efectos de dichos actos mediante la interposición del recurso o medio de defensa legal que haga valer el agraviado, sin exigir mayores requisitos que los que la presente Ley consigna para conceder la suspensión definitiva, independientemente de que el acto en sí mismo considerado sea o no susceptible de ser suspendido de acuerdo con esta ley. No existe obligación de agotar tales recursos o medios de defensa, si el acto reclamado carece de fundamentación; XVI.- Cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado; XVII.- Cuando subsistiendo el acto reclamado, no pueda surtir efecto legal o material alguno por haber dejado de existir el objeto o la materia del mismo; XVIII.- En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición de la ley. Las causales de improcedencia en su caso deberán ser examinadas." De lo anterior, podemos analizar que la improcedencia del juicio de amparo puede desprenderse por razón de la autoridad de la cual emana el acto (fracción I); por deber ser motivo de trámite en otros juicios de amparo (fracción II); por causa de litispendencia (fracción III); por razón de cosa juzgada (fracción IV); por ausencia de agravio personal y directo (fracciones V y VI); en materia política (fracciones VII y VIII); por consumación irreparable del acto reclamado (fracciones IX y X); por consentimiento tácito o expreso del acto reclamado (fracciones XI y XII); por cesación de los efectos del acto reclamado y por insubsistencia de la materia de éste (fracciones XVI y XVII); y, por disposición legal (fracción XVIII). Así también, "la inadmisión puede ser manifiesta e indudable, y en ese caso, los jueces de Distrito (art. 145 de la Ley), los Tribunales Colegiados de Circuito...(art. 177), pueden desechar de plano la demanda. Cuando la improcedencia no aparezca del simple examen de la demanda, pero se manifieste de forma indubitable en el curso del procedimiento y se trate de amparos que en primera instancia corresponde a los jueces de Distrito, dicha improcedencia puede declararse a través de simple auto o proveído, 77 que admite el recurso de revisión ante los Tribunals Colegiados de Circuito (art. 83 frac. III, de la Ley). En los demás casos, la imporcedencia determina el sobreseimiento del juiio a través de una sentencia definitiva."57 5.9.El juicio de amparo indirecto. 5.9.1.Competencia. El juicio de amparo indirecto o bi-instancial, será competencia de los Tribunales Unitarios de Circuito, órganos unipersonales que conocerán de los juicios de amparo indirectos promovidos contra actos de otro Tribunal Unitario de Circuito; y por los Juzgados de Distrito, con jurisdicción para conocer en primera instancia del amparo indirecto promovido en contra de actos de autoridad que no constituyan sentencias definitivas. No obstante lo anteriormente indicado, la Ley de Amparo prevé en su artículo 37, que: "La violación de las garantías de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20, fracciones I, VIII y X, párrafos primero y segundo de la Constitución Federal, podrá reclamarse ante el juez de Distrito que corresponda o ante el superior del Tribunal que haya cometido la violación." Este artículo de la Ley de Amparo, prevé pues la competencia del superior de la autoridad responsable, en los casos en materia penal indicados (solicitud de libertad caucional, duración el proceso, etc.); ello en virtud de la celeridad y por la calidad de la violación. Dicha competencia concurrente, es a favor del propio perjudicado, dado que se encuentra en posibilidad de elegir la autoridad jurisdiccional ante la cual solicitar el amparo, funcionando en dicho aspecto, como una autoridad sustituta de la autoridad de amparo. No obstante, la realidad, es que dichos juicios de amparo son promovidos ante el propio Juez de Distrito, dada la confianza que se tiene en los órganos del Poder Judicial de la Federación, quienes en forma general, son los competentes para conocer de los juicios de amparo; y su ubicación en todo el territorio nacional. Hecha la anterior aclaración, indicaremos, que si bien es cierto que (como hemos indicado) el juicio de amparo indirecto no es competencia exclusiva de los Juzgados de Distrito, para los efectos de desarrollo de dicho procedimiento de amparo indirecto o uni-instancial, haremos referencia a los interpuestos ante éstos, más debe entenderse 57 Fix-Zamudio, Hector. Juicio de amparo. ed, Porrua. pág. 329. 78 que las reglas y consideraciones a expresarse, son aplicables a todos los amparos indirectos, ya bien, ante los Juzgados de Distrito, ya ante los Tribunales Unitarios, o ya, ante el superior del Tribunal que cometió la violación que se combate; excepción hecha, con relación al juicio de amparo del que conozca el superior del Tribunal que dictó el acto reclamado; de conformidad con el artículo 37 de la Ley de Amparo, en el cual el término para rendir el informe justificado por parte de la autoridad responsable será de tres días, y la fecha de audiencia constitucional se fijará en un plazo no superior a diez días, contados a partir del siguiente al en que se admitió la demanda de amparo. Será competente para conocer del juicio de garantías indirecto, el Juez de Distrito en cuya jurisdicción se ejecute, trate de ejecutarse, se haya ejecutado o deba tener ejecución el acto reclamado. 5.9.2.Demanda. Así pues, el juicio de garantías indirecto, se iniciará con la interposición de la demanda de amparo, mediante la cual se ejercita la acción que le corresponde al vulnerado en sus derechos fundamentales. Dicha demanda de amparo, de conformidad con el artículo 116 de la Ley de Amparo deberá contener: "I.- El nombre y domicilio del quejoso y de quien promueve en su nombre; II.- El nombre y domicilio del tercero perjudicado (si es que existe); III.- La autoridad o autoridades responsables; el quejoso deberá señalar a los titulares de los órganos de Estado a los que la Ley encomiende su promulgación, cuando se trate de amparo contra leyes; IV.- La ley o acto que de cada autoridad se reclame; el quejoso manifestará bajo protesta de decir verdad, cuales son los hechos o abstenciones, que constan y que constituyen antecedentes del acto reclamado o fundamentos de los conceptos de violación; V.- Los preceptos constitucionales que obtengan las garantías individuales que el quejoso estime violadas, así como el concepto o conceptos de las violaciones, si el amparo se pide con fundamento en la fracción I del artículo 1o de esta ley (el artículo 1o de la Ley de Amparo, corresponde al artículo 103 constitucional, antes indicado); VI.- Si el amparo se pide con fundamento en la fracción II del artículo 1o de esta Ley, deberá precisarse la facultad reservada a los Estados que haya sido invadida por la autoridad federal, y si el amparo se promueve con apoyo en la fracción III de dicho artículo, se señalará el precepto de la Constitución General de la República que contenga la facultad de la autoridad federal que haya sido vulnerada o restringida." 79 Con la demanda de amparo, se deberán presentar tantas copias de la misma, como autoridades responsables, así como una copia para el Ministerio Público Federal, otra para el tercero perjudicado, y dos más para el incidente de suspensión, en caso de haberse solicitado éste. La demanda de amparo deberá interponerse por escrito, salvo excepciones en que se reclamen violaciones al derecho a la vida, a la libertad personal fuera de procedimiento judicial, deportación, destierro o cualquiera de los actos prohibidos por el artículo 22 constitucional; en cuyos casos, la demanda de amparo podrá promoverse mediante comparecencia. Incluso, en los casos que no admita demora la petición de amparo o suspensión del acto reclamado, la solicitud de amparo podrá realizarse mediante vía telegráfica, la cual deberá ser ratificada por escrito dentro de los tres días siguientes a la fecha en que se hizo la petición por telégrafo, en caso contrario, la demanda se tendrá por no interpuesta. La anterior disposición no rige en el caso de los actos reclamados primeramente citados en el presente párrafo, en virtud de los cuales, en caso de que el Juez de Distrito no pueda lograr la comparecencia del agraviado, utilizando para ello las medidas que estén a su alcance, una vez que resuelva sobre la suspensión definitiva, mandará a suspender el procedimiento y consignará los hechos ante el ministerio Público Federal. Transcurrido un año sin que nadie se apersone en el juicio en representación legal del agraviado, se tendrá por no interpuesta la demanda. La demanda de amparo podrá ser ampliada por el quejoso, ya sea como extensión de la misma o como aclaración, corrección o complementación, antes de que las autoridades responsables rindan su informe con justificación y siempre que el quejoso se encuentre en el término legal para solicitar el amparo. En caso de que de los informes justificados, se advierta que el acto reclamado proviene de autoridad diversa a las indicadas por el quejoso en su demanda, podrá hacer la aclaración de la misma, antes de que se celebre la audiencia constitucional. La demanda de amparo es indivisible, esta "peculiaridad denota el principio de que el Juez de Distrito no debe separar o discriminar los actos que se impugnen para admitir o rechazar parcialmente la demanda por considerar que respecto de algunos de ellos opere una causa notoria de improcedencia. El mencionado principio se ha proclamado por la jurisprudencia de la Suprema Corte, preconizando que tiene aplicación `cuando los actos reclamados están fuertemente ligados entre sí formando una unidad o todo que no es posible desmembrar`. En otras palabras, si entre ellos existe una vinculación causal o teleológica, es decir, si no se trata de actos claramente independientes entre sí, la demanda de amparo debe admitirse o desecharse en su 80 totalidad. Por lo contrario, si entre los actos que se señalan como reclamados no hay la citada vinculación, está permitido al juzgador constitucional examinarlos separadamente para rechazar o admitir tal demanda en relación con unos o con otros, o como afirma la invocada jurisprudencia, `cuando la demanda contenga actos aislados o independientes, que puedan examinarse por separado, será necesario estudiar si procede aplicar las reglas anteriores`, esto es, las que conciernen al principio de indivisibilidad".58 Considero oportuno indicar, que en caso de que la demanda de amparo, la cual es indivisible, contenga actos que por su naturaleza correspondan a distintas materias, deberá conocer de ella el Juez de Distrito competente respecto del acto reclamado principal; es decir, en el hipotético caso de que se presente una demanda de amparo, en la cual se reclama la privación ilegal de la libertad por parte de las autoridades migratorias (materia penal), reclamándose de igual forma la deportación del quejoso (materia administrativa), debemos analizar pues, cual conforma el acto reclamado principal de la demanda, analizando si al quejoso lo quieren deportar porque se encuentra privado de libertad, o lo tienen privado de libertad temporalmente con el fin de deportarlo; dada que en el presente ejemplo, al quejoso se le privó de libertad en virtud de la intención de deportarlo, nos encontramos en que el acto reclamado principal es la deportación, por lo cual, será competencia de un Juez de Distrito en Materia Administrativa, quien a su vez conocerá de los actos reclamados consistentes en la privación ilegal de liberad. 5.9.3.Procedimiento. 5.9.3.1.Auto de Iniciación. Presentada la demanda de amparo, el Juez de Distrito, resolverá respecto de su admisión o inadmisión. Será decretada la inadmisión de la misma, cuando sea apreciada alguna causa de improcedencia, en cuyo caso se desechará de plano sin proveer respecto de la suspensión. En caso, de que la demanda de amparo adolezca de algún vicio subsanable (que no se indique correctamente la denominación de la autoridad responsable, que se omita la protesta de decir verdad, en general, cualquiera de los requisitos exigidos por el 58 Tesis jurisprudencial 83 de la compilación 1917-1965, y 81 del Apéndice 1975, Materia General. 81 artículo 116 de la ley de amparo analizado con anterioridad), el Juez de Distrito otorgará un plazo de tres días al recurrente en amparo, a efecto de que subsane dichas omisiones o errores en que incurrió; en caso contrario la demanda será inadmitida. Cuando los actos reclamados afecten derechos no patrimoniales del quejoso, antes de resolver sobre la admisión o inadmisión de la demanda, se dará vista al Ministerio Público Federal, por el término de veinticuatro horas, a efecto de que manifieste lo que a su derecho convenga, hecho lo anterior, el Juez resolverá. El artículo 147 de la Ley de Amparo indica: "Si el Juez de Distrito no encontrare motivos de improcedencia, o se hubiesen llenado los requisitos omitidos, admitirá la demanda y, en el mismo auto, pedirá informe con justificación a las autoridades responsables, y hará saber dicha demanda al tercero perjudicado, si lo hubiere; señalará día y hora para la celebración de la audiencia, a más tardar dentro del término de treinta días, y dictará las demás providencias que procedan con arreglo a esta ley." 5.9.3.2.Emplazamiento y contestación de la demanda. Como se puede apreciar de dicho artículo, en el mismo acto en que se admita la demanda de amparo, se solicitará a las responsables su informe con justificación. Al momento de notificarseles la admisión, serán emplazadas y requeridas para ello, concediéndoles un plazo de cinco días para remitir dicho informe. En el informe justificado, las responsables contestarás respecto de los actos que se les imputan, ya sea negándolos o afirmándolos, en cuyo caso (afirmándolos), pueden realizar los razonamientos tendientes a establecer la constitucionalidad de su acto. La falta de informe justificado (es decir la no remisión del mismo por parte de las autoridades responsables), plantea la certidumbre de ser ciertos dichos actos, salvo prueba en contrario que se desprenda del expediente. Así pues, el informe justificado es aquel "en que la autoridad responsable cumple con lo que se le solicita en el auto de admisión de demanda, en que se llama a juicio, y dá respuesta a ésta. Al rendir el informe con justificación, la autoridad contesta los argumentos del promovente del amparo, pidiendo al juzgador que declare la constitucionalidad de los actos reclamados y, como consecuencia la negativa del amparo solicitado. También acostumbrará, si es procedente,...abrogar por el 82 sobreseimiento del juicio. La autoridad debe justificar con pruebas lo que dice en su informe." 59 No obstante, es importante indicar, que si bien es cierto que la falta de informe justificado presume ciertos los actos reclamados, también lo es que el quejoso, en principio debe aportar indicios suficientes para presumir dicha certeza. Así también, dentro de una lógica jurídica, en caso de que las autoridades responsables, designadas como ordenadoras por el quejoso, rinden informe justificado, negando los actos, y no se desprende prueba en contrario que desvirtúe la negativa formulada por éstas; no obstante las autoridades responsables ejecutoras omitan rendir sus respectivos informes, no se podrán considerar ciertos dichos actos e ejecución, en virtud de que no se demostró la orden de la cual emanarían los mismos. 5.9.3.3.Audiencia. La fecha de audiencia, será fijada al momento de admitir la demanda de amparo, dicha audiencia constitucional será pública, y en ella se podrán presentar las alegaciones y probanzas que las partes consideren pertinentes. "El período probatorio comprende propiamente tres actos o sub-períodos, en los que la actividad de los sujetos de la relación jurídico-procesal se va alternando. Tales son, en efecto, el ofrecimiento de pruebas, el de su admisión y el de su desahogo. Respecto del ofrecimiento y admisión de pruebas en materia de amparo, existe un principio liberal, en el sentido de que pueden aducirse y admitirse todos aquellos medios que produzcan convicción en el juzgador, posibilidades que sólo encuentran restricciones expresas en la ley. Así el articulo 105 de la Ley de Amparo dice textualmente: `En el juicio de amparo es admisible toda clase de pruebas, excepto la e posiciones y las que fueren contra la moral o contra el derecho".60 La audiencia constitucional podrá ser diferida o suspendida, según proceda de conformidad con la ley. Así pues, el artículo 152 de la ley de amparo, prevé el diferimiento de la audiencia constitucional al establecer: "A fin de que las partes puedan rendir sus pruebas en la 59 Gongora Pimentel, Genaro. amparo. ed. Porrua. pág. 229. 60 Introducción al estudio del ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... págs. 664 y 665. juicio de 83 audiencias del juicio, los funcionarios o autoridades tienen obligación de expedir con toda oportunidad a aquellas las copias o documentos que soliciten; si dichas autoridades o funcionarios no cumplieron con esa obligación, la parte interesada solicitará del juez que requiera a los omisos. El juez hará el requerimiento y aplazará la audiencia por un término que no exceda de diez días; pero si no obstante dicho requerimiento durante el término de la expresada prórroga no se expidieron las copias o documentos, el juez a petición de parte, si lo estima indispensable, podrá transferir la audiencia hasta en tanto se expidan y hará uso de los medios de apremio, consignando en su caso a la autoridad omisa por desobediencia a su mandato." La audiencia será suspendida cuando una vez iniciada no pueda continuarse de conformidad con la ley, así pues, "Cuando durante su transcurso se presenta un documento por alguna de las partes que sea objetado de falso, `el juez suspenderá la audiencia para continuarla dentro de los diez días siguientes` debiéndose presentar en el acto de continuación de dicha audiencia `las pruebas y contrapruebas relativas a la autenticidad del documento` (art. 153). Estimamos que este precepto debió haber hecho un distingo, pues no en todos los casos en que se impugne la autenticidad de un documento ofrecido como prueba en juicio, se debe suspender la audiencia en éste, sino sólo respecto de aquellos en los que dicho documento objetado de falso es decisivo para la resolución del amparo. Por ende, cuando el documento cuya autenticidad se ha atacado, no tiene los efectos mencionados, la audiencia y, en consecuencia, el juicio podrá proseguirse, sin perjuicio de que se dé vista al Ministerio Público que corresponda para el esclarecimiento del delito que se hubiere cometido."61 Una vez celebrada la audiencia constitucional, el Juez de Distrito procederá a dictar la sentencia que en derecho corresponda. En efecto, "al señalar la ley que a continuación de darse por concluida la audiencia se dictará el fallo que corresponda, se entiende que no hay solución de continuidad y que de inmediato se debe proceder a pronunciar la sentencia; sin embargo, en la práctica esto no siempre es posible porque en ocasiones lo voluminoso del expediente o lo complicado del caso obliga a un estudio minucioso en el que pueden ocuparse varios días."62 61 ob.cit. Burgoa, Ignacio. 62 El Juicio de... pág. 675. Esquinca Muñoa, Cesar. El juicio de amparo indirecto en materia de Trabajo. ed. Porrua. pág. 145. 84 5.9.4.La suspensión. El juicio de amparo prevé la posibilidad de suspensión del acto reclamado. "La suspensión del acto reclamado es la institución que dentro de nuestro juicio de amparo reviste una importancia trascendental, a tal grado que, en muchas ocasiones, sin ella nuestro medio de control sería nugatorio e ineficaz. En efecto, es mediante la suspensión del acto reclamado como se mantiene viva la materia del amparo, constituida por situaciones concretas y específicas que el agraviado pretende preservar. Bien es cierto que, como hemos advertido, la sentencia constitucional tiene efectos restitutorios, por lo que podría pensarse que, mediante ella, se reintegraría al quejoso en el goce y disfrute de sus derechos conculcados en caso de que se le concediese la protección federal; más también es absolutamente verídico, que muchas veces, si no se suspendiera el acto reclamado evitando su consumación, y siendo ésta de naturaleza irreparable, la materia tutelada por el juicio de amparo se destruiría irremediablemente. Por otra parte, en otros casos en los que la consumación del acto reclamado no es irreparable y no trae como consecuencia la destrucción definitiva de la materia del amparo, también la suspensión juega un papel relevantemente preponderante, puesto que en varias ocasiones, si no se suspendiere a tiempo oportuno el acto o los actos reclamados, la sentencia que otorgara la protección federal sería jurídicamente y prácticamente muy difícil de ejecutar, en vista de la diversidad y aun variedad de situaciones de derecho y de hecho que podría derivarse de la realización de los actos reclamados, hipótesis que en la realidad son muy frecuentes."63 La suspensión podrá ser conocida por el Juez responsable de oficio o a petición de parte; en cualquier tiempo hasta antes de dictarse sentencia. 5.9.4.1.Suspensión de oficio. De conformidad con el artículo 123 de la Ley de Amparo, la suspensión del acto reclamado, será conocida de oficio por el Juez de Distrito, y se concederá de plano por el mismo: "I.- Cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la vida, deportación o destierro, o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Federal. II.- Cuando se trate de algún otro acto que, si llegare a consumarse, haría físicamente imposible restituir al quejoso en el goce de la garantía individual 63 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... pág. 704. 85 reclamada." Dicha suspensión será concedida, al momento en que se admita la demanda de amparo. Así pues, "la primera suspensión -el primer tipo o especie de providencia cautelar suspensional en el proceso e amparo-, es la suspensión de oficio, a la cual el art. 123 de la Ley que la distingue y caracteriza también llama suspensión de plano, porque la decreta sin substanciación posible, además de imponerla de oficio. Si bien aparentemente este tipo de providencias admiten hipótesis -previstas en las dos fracciones en romanos que se pueden consulatr en el artículo mencionado-, en realidad es una sola la condición, referida genéricamente en la fracción II, y resaltada en circunstancias especiales de grave peligro para las personas en la fracción I. En efecto, podríamos definirla afirmando que es aquella providencia que el Juez debe decretar, sin esperar a que se la solicite el agraviado, o quien promueva en su nombre, por contemplarse en la instancia -a demanda de amparo-, un acto que, si llegare a consumarse, haría físicamente imposible restituir al quejoso en el goce de la garantía individual reclamada."64 5.9.4.2.Suspensión ordinaria. "Ahora bien, en la suspensión que podemos llamar ordinaria y que es la que nos ocapa ahora, la finalidad de la misma, no se funda en las anteriores razones, sino en algo que incumbe directamente al quejoso, se funda en el interés jurídico de evitar se causen a éste, con la ejecución inmediata del acto reclamado y la dilación necesaria en dictar sentencia sobre el fondo de la cuestión planteada, perjuicios de difícil -y aún de imposible- reparación. Es por esta razón esencial que interesa, como he dicho, directamente al quejoso la estimación de dichos perjuicios, que la ley ha querido confiar a éste el impulso procesal tendiente a iniciar el procedimiento y solicitar el beneficio de la suspensión del acto reclamado, por tal motivo, la suspensión ordinaria, se ha llamado suspensión a petición de la parte agraviada."65 La suspensión se decretará a petición de parte, de conformidad con el artículo 124 del ordenamiento legal invocado, el cual prevé: "Fuera de los casos a que se refiere el artículo anterior, la suspensión se decretará cuando concurran los requisitos siguientes: 64 Castro, Juventino V. La suspensión del acto reclamado en el amparo. ed. Porrua. págs. 73 y 74. 65 ob.cit. Noriega, Alfonso. Lecciones de... pág. 904. 86 I.- Que lo solicite el agraviado; II.- Que no se siga perjuicio al interés social, ni se contravengan disposiciones de orden público...III.- Que sean de difícil reparación los daños y perjuicios que se causen al agraviado con la ejecución del acto." La suspensión que en caso de concederse, pueda ocasionar daños a un tercero, será concedida previa garantía exigida al quejoso, a efecto de restituir los daños ocasionados en caso de que no obtuviere sentencia favorable. Sin que proceda la misma, si a su vez, el tercero perjudicado, otorga caución bastante para restituir las cosas al estado que guardaban antes de la violación de garantías, sin que haya lugar a admitirse la contragarantía, si en caso de no concederse la suspensión quedara sin materia el juicio de amparo. Así pues, la suspensión podrá solicitarse al momento de interponer la demanda de amparo, ante lo cual, el Juez de Distrito, en caso de que esta procediera, la otorgará provisionalmente, abriendo para efectos de substanciación un incidente que se llevará por cuerda separada. En el auto en que se declare la apertura el incidente de suspensión, el Juez de Distrito solicitará de las autoridades responsables, un informe previo, en el cual argumentarán lo que consideren respecto de la procedencia de la concesión de la suspensión; concediendo al efecto un plazo de veinticuatro horas. En el mismo auto, será fijada fecha para la celebración de la audiencia incidental, la cual no excederá del término de setenta y dos horas, en ésta se ofrecerán, admitirán (o desecharán), y desahogarán las pruebas pertinentes. Dicha audiencia incidental será pública, ofreciéndose en ella los alegatos de las partes en el juicio de amparo; una vez concluida la misma, se procederá a dictar la resolución en la que se otorgue o se niegue la suspensión definitiva. La suspensión podrá modificarse o revocarse por hecho superveniente, hasta en tanto no sea dictada sentencia en cuanto al fondo del amparo se refiere. Finalmente, la fracción XVII del artículo 107 constitucional establece: "La autoridad responsable será consignada a la autoridad correspondiente, cuando no suspenda el acto reclamado debiendo hacerlo..." 5.9.5.La sentencia. Las sentencias dictadas en el juicio de amparo podrán ser analizadas según concedan o nieguen el amparo solicitado, en virtud de considerar el acto reclamado constitucional o inconstitucional respectivamente. 87 En caso de que la sentencia conceda el amparo al quejoso, de conformidad con el artículo 80 de la Ley de Amparo, esta "tendrá por objeto restituir al agraviado en el pleno goce de la garantía individual violada, restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación, cuando el acto reclamado sea de carácter positivo; y cuando sea de carácter negativo, el efecto del amparo será obligar a la autoridad responsable a que obre en el sentido de respetar la garantía de que se trate y a cumplir, por su parte, lo que la misma garantía exija." Así pues, el juicio de amparo puede concluir con la ejecución de la sentencia, o el dictado de la misma (en caso de no conceder el amparo solicitado); más de igual forma, el juicio de amparo puede llegar a su fin mediante una resolución de sobreseimiento, que es aquella, que se dicta, dando fin al juicio, en virtud de encontrarse imposibilitado el juzgador para examinar el fondo del asunto; es decir, de pronunciarse respecto de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados. 5.9.5.1.Resolución de sobreseimiento. "La resolución que decreta el sobreseimiento en el juicio de amparo,...por su propia naturaleza, tiene el carácter propio de una resolución meramente declarativa, al igual que la sentencia desestimatoria. Efectivamente, el sobreseimiento es una institución que pone fin al juicio de amparo, sin hacer ninguna consideración sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto reclamado y, por tanto, respecto de si la Justicia de la Uión ampara o no a la parte quejosa; en esa virtud, la autoridad de control, en la resolución que dicta para fundar el sobreseimiento, se concreta a comprobar la existencia de alguna de las causas que lo originan, de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 73 y 74 de la Ley de Amparo, sin analizar, por ningún motivo, los conceptos de violación."66 Procederá el sobreseimiento en el juicio de amparo, si el quejoso se desiste expresamente de la demanda de amparo, dado que el juez se encuentra imposibilitado para continuar el juicio; si el agraviado muere durante el proceso, y los actos reclamados solo afectaban a su persona, en virtud de que no se podrá ya sostener el interés jurídico; cuando se advierta, una vez admitida la demanda, alguna improcedencia de amparo; ya sea sobrevenida, o porque el juez no la había detectado 66 ob.cit. Noriega, Alfonso. Lecciones de... pág. 737. 88 al admitir la misma; cuando se demuestre la inexistencia del acto reclamado, obedeciendo ello, a que si no existe tal acto, por ende no podrá el juzgador declararlo constitucional o inconstitucional, no es posible hacer manifestación alguna respecto de algo que no existe; o, por inactividad procesal o caducidad de la instancia. Dicha resolución de sobreseimiento será dictada antes de la celebración de la audiencia constitucional, o al momento de resolver, una vez celebrada dicha audiencia, dependiendo las características y el momento en que dicha causal de sobreseimiento fue advertida por el juzgador. 5.9.5.2.Sentido de la Sentencia. Puede suceder, que la sentencia de amparo, contenga los tres tipos de sentido indicados con anterioridad; esto será entendido en relación directa con los actos que se reclamaron, por lo cual respecto de algunos de ellos (en caso de que así procediere) se podrá decretar el sobreseimiento, respecto de diversos actos reclamados se podrá negar el amparo y respecto de otros actos, se podrá conceder el amparo y protección de la justicia de la Unión. Es decir, el sentido en el que se pueden dictar las sentencias de amparo no es excluyente; pueden converger uno, dos o los tres casos en una misma sentencia de amparo. 5.9.5.3.Cumplimiento sustituto. Es importante indicar, que en caso de que la sentencia de amparo concedida al quejoso, cause mayores perjuicios que beneficios, en relación con la sociedad, podrá ser decretado un cumplimiento sustituto. En efecto, la sentencia de amparo volverá las cosas al estado en que se encontraban antes de la violación, restituyendo al quejoso de su garantía individual violada, por lo que en el hipotético caso de que la sentencia de amparo haya sido concedida en contra de un acto de expropiación, al concederse el amparo y protección al quejoso, se le debe restituir de las tierras de las que fue despojado; pero supongamos que dichas tierras, ya se encuentran ocupadas o fueron enajenadas (obviamente en forma indebida), y supongamos que en las mismas fueron construidos diversos edificios en los cuales se encuentran viviendo varias personas, o se encuentran en ellas trabajando un número considerable de campesinos. En estos casos, debe entenderse que la restitución de tierras al quejoso, ocasionaría perjuicios considerables a aquellas personas que poseen la tierra en el momento, las cuales tienen preferencia en virtud del beneficio social; por lo cual, en dicho caso, se sustituirá al 89 quejoso la restitución de su garantía violada con un cumplimiento sustituto, siendo la medida más general la indemnización, por el pago de las tierras perdidas, fijada por la propia autoridad judicial de conformidad con los datos con que cuente en el expediente, hechos llegar a través de las partes en litigio. El cumplimiento de las sentencias de amparo será sustituto, siempre que con su cumplimiento se afecte gravemente a la sociedad o a terceros en mayor proporción que los beneficios económicos que pudiera obtener el quejoso. Igualmente, el quejoso podrá solicitar ante el órgano que corresponda, el cumplimiento sustituto de las sentencias de amparo, siempre que la naturaleza del acto lo permita. 5.9.5.4.Efectos de la sentencia. Una vez que la sentencia de amparo ha obtenido firmeza, ya porque no procede contra ella ningún recurso, ya porque procediendo alguno, haya transcurrido el tiempo otorgado por la ley para interponerlo, o bien porque interpuesto, la sentencia ha sido confirmada, ésta vincula a las autoridades responsables, así como aquellas que se encuentren investidas de competencia para cumplir las mismas. En efecto, debemos entender que la ejecución de las sentencias de amparo corresponde a los tribunales que las han dictado, puesto que en ellos recae la potestad de dictar las ordenes respectivas para lograr su cumplimiento. Ahora bien, el cumplimiento de las sentencias del juicio de garantías, corresponderá a todas las autoridades que se encuentren vinculadas por la misma, es decir, aquellas a quienes expresamente les sea ordenado el cumplimiento de ellas. El cumplimiento de las sentencias de amparo debe ser tal, que no admitirá una repetición del acto reclamado (que incurran nuevamente en los mismos actos que fueron declarados inconstitucionales), un exceso en su cumplimiento (que las autoridades encargadas de cumplir con la sentencia se hayan extralimitado con pretexto de su cumplimiento), ni el defecto en el mismo (que las autoridades hayan cumplido defectuosamente lo ordenado en la sentencia de amparo). En el primer caso (repetición del acto reclamado), se podrá impugnar dicha actitud de la autoridad a través de la vía incidental; en los supuestos restantes (exceso o defecto en el cumplimiento de la sentencia), será procedente el recurso de queja. 5.9.5.5.Sanciones Constitucionales. 90 Respecto de las sanciones que conlleva el incumplimiento de las sentencias de amparo, el artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su fracción XVI establece: "Si concedido el amparo la autoridad responsable insistiere en la repetición del acto reclamado o tratase de eludir la sentencia de la autoridad federal, y la Suprema Corte de Justicia estima que es inexcusable el incumplimiento, dicha autoridad será inmediatamente separada de su cargo y consignada al Juez de Distrito que corresponda. Si fuere excusable, previa declaración de incumplimiento o repetición, la Suprema Corte requerirá a la responsable y le otorgará un plazo prudente para que ejecute la sentencia. Si la autoridad no ejecuta la sentencia en el término concedido, la Suprema Corte de Justicia procederá en los términos primeramente señalados." 5.10.Recursos. Al ser un juicio bi-instancial, debemos entender pues, que consta de dos instancias, por lo que se establece la posibilidad de diversos recursos, principalmente el de revisión, por el cual se puede impugnar la sentencia dictada. 5.10.1.Recurso de Revisión. Por lo que hace al juicio de garantías uni-instancial o indirecto, será procedente el recurso de revisión contra la sentencia de amparo que concedan o nieguen el mismo, contra las resoluciones de sobreseimiento, contra los autos que desechen o tengan por no interpuesta una demanda. De igual forma, quedará expedita la vía para interponer dicho recurso de revisión en contra de la resolución que conceda o niegue la suspensión del acto reclamado, o que revoque, modifique o niegue la revocación solicitada de la misma. 5.10.1.2.Competencia. El recurso de revisión será competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito, salvo los casos expresamente indicados en el artículo 84 de la Ley de Amparo, respecto de los cuales conocerá la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El citado artículo indica: "Es competente la Suprema Corte de Justicia para conocer del recurso de revisión, en los casos siguientes: I.- Contra las sentencias pronunciadas en la audiencia constitucional por los jueces de Distrito, cuando: a) Habiéndose impugnado 91 en la demanda de amparo, por estimarlos inconstitucionales, leyes federales o locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el Presidente de la República de acuerdo con la fracción I del artículo 89 constitucional y reglamentos de leyes locales expedidos por los gobernadores de los Estados, o cuando en la sentencia se establezca la interpretación directa de un precepto de la Constitución, subsiste en el recurso el problema constitucional; b) Se trate de los casos comprendidos en las fracciones II y III del artículo 103 constitucional;". En dicho artículo, se establece de igual forma la facultad de atracción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es decir, cuando la Corte lo estime conveniente, podrá atraer a su conocimiento cualquier recurso de revisión que sea competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito, que dadas las características especiales del mismo, estime debe ser resuelto por ella. Dicha facultad de atracción podrá ser decretada por la Suprema Corte ya sea de oficio, o bien a petición del correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito o del Procurador General de la República; sin que dicha petición obligue a la Corte a atraer dicho asunto a su conocimiento. El recurso de revisión se interpondrá ante el propio Juez de Distrito en el plazo de diez días, contado a partir del en que surta efectos la notificación de la resolución que se combate. 5.10.2.Recurso de Queja. Por lo que hace a los aspectos más generales del juicio de amparo, y respecto del recurso de queja, éste procederá dentro del procedimiento del juicio de amparo indirecto: a) en contra de la admisión de demandas notoriamente improcedentes; b) en contra de las autoridades responsables por exceso o defecto en el cumplimiento de las sentencias de amparo; c) contra los autos que no admitan a trámite el recurso de revisión; d) contra las resoluciones que se dicten en el incidente de daños y perjuicios; e) contra las resoluciones que determinen el cumplimiento sustituto de la sentencia; f) en las resoluciones que determinando la forma y cuantía del cumplimiento sustituto de la sentencia de amparo; g) contra las resoluciones en que se conceda o se niegue la suspensión provisional; y, h) contra las autoridades responsables, por exceso o defecto en el cumplimiento de la suspensión del acto reclamado, ya sea provisional o definitiva. El recurso de queja se interpondrá por escrito ante el Juez de Distrito. Dicho recurso se deberá interponer en el plazo de cinco días contados al en que surta efectos 92 la notificación de la resolución recurrida, en los casos de los incisos a), c), d), e) y f). En el plazo de un año contado a partir del día siguiente de la notificación de la sentencia al quejoso, en el caso del inciso b). Dentro de las veinticuatro horas siguientes al en que surta efectos la notificación del auto, en el caso del inciso g). Y en cualquier tiempo, hasta antes de dictarse sentencia en el caso del inciso h). 5.10.2.1.Competencia. En los casos de los incisos b) y h), será competente para conocer de dicho recurso de queja, la propia autoridad judicial que conoció del juicio de amparo; en los demás casos será competente el Tribunal Colegiado de Circuito. 5.10.3.La acumulación. En los juicios de amparo indirecto, procederá la acumulación de oficio o a instancia de parte "I.- Cuando se trate de juicios promovidos por el mismo quejoso por el mismo acto reclamado, aunque las violaciones constitucionales sean distintas, siendo diversas las autoridades responsables; II.- Cuando se trate de juicios promovidos contra las mismas autoridades, por el mismo acto reclamado, siendo diversos los quejosos, ya sea que éstos hayan intervenido en el negocio o controversia que motivó el amparo o que sean extraños a los mismos." 5.11.El amparo indirecto. Por lo que hace al juicio de amparo uni-instancial o directo, y en virtud de que el mismo, contiene mayor semejanza con el recurso de casación español, será objeto de estudio en el capítulo correspondiente. 6. BREVES REFLEXIONES. A efecto de analizar breve y concretamente algunas características de los sistemas jurídicos descritos anteriormente, procederemos a realizar algunas consideraciones, que deben entenderse en forma genérica, dado que varias de éstas contienen sus respectivas excepciones. 93 Así pues, tanto el juicio de amparo mexicano como el recurso de amparo español, son verdaderos medios de defensa constitucional en favor de los derechos fundamentales, que la misma otorga a los particulares. Debemos comentar que el sistema jurídico mexicano y el español, tienen influencia recíproca en materia de defensa de derechos fundamentales contra violaciones de los poderes públicos; en virtud que el juicio de amparo mexicano se vió influenciado por los procesos forales españoles y el sistema de protección imperante en la Nueva España, así como el actual recurso de amparo español surge en gran medida de la divulgación del juicio de amparo realizada en España por el jurista mexicano Rodolfo Reyes, siendo determinante para la creación de dicha institución en la Constitución española de 1978. Sin embargo es importante advertir, que tanto en México, como en España, el control constitucional tiene matices, tanto de control difuso, como de control concentrado. En efecto, en España, no obstante el recurso de amparo constitucional, se encuentra encomendado a un órgano de control denominado Tribunal Constitucional, creado ad hoc, para conocer de las violaciones que en materia de derechos fundamentales se cometan contra la Constitución (control concentrado); no hay que olvidar que a través de los tribunales ordinario se protege de igual forma la Constitución, en virtud del procedimiento conocido por la doctrina como amparo judicial (control difuso). Por su parte, en México, el juicio de amparo, si bien es cierto que se encuentra competencialmente, en conocimiento exclusivo del Poder Judicial de la Federación, encontrándose restringido a los tribunales ordinarios realizar la interpretación de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos de autoridad (control concentrado); también lo es que el Poder Judicial de la Federación se encuentra compuesto de diversos órganos jurisdiccionales, los cuales son competentes de conocer del juicio de amparo de conformidad al caso concreto que se plantee; además, no obstante que el Poder Judicial de la Federación, al conocer en materia de amparo, forma parte del orden total o constitucional, es uno de los Poderes Públicos de la Unión, que realiza funciones de jurisdicción ordinaria en materia federal. Así pues, se advierte de lo anteriormente analizado, que mientras en España, podemos encontrar dos tipos diversos de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales constitucionalmente garantizados (amparo judicial y constitucional), en México, la protección principal recae en un solo tipo de juicio de amparo, conocido por 94 órganos incardinados en la misma institución constitucional (el Poder Judicial de la Federación) El amparo judicial es un proceso jurisdiccional ordinario, mientras que el juicio y el recurso de amparo, son procesos constitucionales. Advirtiendo también que respecto del amparo constitucional español, el mismo es conocido en única instancia por el Tribunal Constitucional, mientras que el juicio de amparo mexicano, cuando sea amparo indirecto, será conocido en dos instancias, ante los Juzgados de Distrito y ante los Tribunales Colegiados de Circuito respectivamente. En los procesos de amparo analizados, la legitimación es bastante amplia, entendiéndose primordialmente en favor del particular que se considere vulnerado en sus garantías individuales, más en España, se extiende dicha legitimación para ejercer la acción de amparo constitucional al Ministerio Fiscal y al Defensor del Pueblo, en tanto que en México, únicamente podrá interponer el amparo, el afectado directamente en sus derechos fundamentales, sin intervenir de ninguna forma el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (funcionario equivalente al Defensor del Pueblo español); otorgando legitimación para interponer el juicio de amparo a las personas morales oficiales, cuando como gobernados, vean afectados sus intereses patrimoniales. Encontrando, en dichas instituciones, por lo demás, que las partes en el amparo son similares, interviniendo el afectado en sus garantías constitucionales, el Ministerio Público, la autoridad de la cual emano el acto reclamado, y los terceros interesados en el procedimiento del cual emanó el mismo. El amparo español y el mexicano, son procedimientos sumarios de agilidad procesal considerable, con pocas restricciones para acceder a los mismos, dada la importancia de los derechos que se defienden y la protección de los mismos, que se encuentra su verdadera finalidad en la protección constitucional. La demanda de juicio de amparo mexicano, es perceptible de ser ampliada; en el ordenamiento jurídico español, esta posibilidad no existe. Tanto el amparo mexicano, como el español, contienen la posibilidad de suspender el acto que se reclama (con sus matices propios) a efecto de mantener viva la materia del amparo, otorgando con dicha medida, una amplia protección al afectado en sus derechos fundamentales. El amparo mexicano, se encuentra regulado específicamente por la Ley de Amparo (Reglamentaria de los artículos 103 y 107 constitucionales), siendo aplicable supletoriamente el Código Federal de Procedimientos Civiles; con aplicación en gran 95 medida por la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Por su parte el amparo constitucional español, se encuentra previsto procedimentalmente por la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, siéndole aplicables en forma supletoria la Ley de Enjuiciamiento Civil y la Ley Orgánica del Poder Judicial; más el amparo judicial español, se encuentra regulado en diversa legislación, dependiendo el derecho fundamental que se supone vulnerado y la autoridad de la cual emanó el acto que se impugna, pudiendo emanar de un particular. Los procedimientos de amparos analizados son verdaderos juicios, no son recursos dado que no analizan en segunda instancia una resolución emitida por el inferior perteneciente a la propia estructura orgánica del resolutor de amparo. Tanto el recurso de amparo español, como el juicio de amparo mexicano, son verdaderos procesos jurisdiccionales autónomos de tipo contencioso. El recurso de amparo español, no es procedente contra leyes, a diferencia del amparo mexicano, en el cual se puede impugnar de inconstitucional la legislación secundaria; aspectos estos que se analizarán en el capítulo respectivo del presente trabajo. La Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, no prevé la procedencia del recurso de amparo contra omisiones de la Administración Pública. No obstante, considero que aún y cuando la ley no lo señale expresamente, debemos entender recurribles en amparo las violaciones a derechos fundamentales que provengan de actos omisivos de dichas autoridades, debiendo por ello el Tribunal Constitucional hacer una interpretación extensiva de este derecho, a efecto de salvaguardar con amplitud las garantías del gobernado. Así pues, si la Administración se abstiene de realizar función alguna, respecto de la cual sea competente, lesionando con ello un derecho fundamental, el particular debe ser amparado. En el ordenamiento jurídico español, se requiere al particular, a efecto de interponer una demanda de amparo, la asistencia de abogado y procurador (salvo que el propio agraviado sea Licenciado en Derecho). Considero que dicha cuestión es demasiado estricta, y podría en un caso determinado entorpecer en gran medida la posibilidad de acceso a la justicia constitucional. Por el contrario en el sistema jurídico mexicano, no se solicitan tales requisitos, estando en posibilidad el quejoso de interponer la demanda de amparo sin asistencia de abogado; aún cuando en la práctica, la casi totalidad de las demandas de amparo interpuestas han sido bajo la asesoría o con la representación legal de abogado. 96 En el amparo constitucional español, en virtud de su naturaleza uni-instancial, no proceden mayores recursos que el de súplica contra proveídos y autos, y el de aclaración de sentencia; mientras que en el amparo indirecto mexicano, dada su naturaleza bi-instancial, procede la revisión de la sentencia dictada en una segunda instancia; así como el recurso de queja. En el amparo judicial español, dada su naturaleza de vía ordinaria, procederán los recursos previstos en la legislación procedimental respectiva. El juicio y el recurso de amparo contienen diversos plazos para la interposición de la demanda, en relación con el acto y la autoridad de la cual emana el mismo; así también la demanda deberá ser presentada por escrito. Más en el amparo mexicano no existe plazo para interponer la demanda de amparo tratándose de determinados actos en materia agraria; de actos prohibitivos por el artículo 22 constitucional; incorporación forzosa al servicio del Ejército o Armada Nacionales, o actos que importen peligro a la vida, ataques a la libertad personal, deportación o destierro. En dichos supuestos, la demanda puede presentarse por comparecencia. La acción de amparo siempre será a instancia de parte, existiendo la posibilidad de interponerla en nombre propio o en representación del agraviado; más además, el amparo español legítima para ejercer la acción al Defensor del Pueblo y al ministerio Fiscal, ampliando la posibilidad de protección eficaz de los derechos fundamentales y del respeto constitucional. Tanto en el recurso como en el juicio de amparo, existe el principio de definitividad; es decir, la obligación de agotamiento de la vía judicial previa (conteniendo ambas instituciones salvedades); sin que sea necesario agotar vías previas que aún cuando sean prevista en la legislación respectiva, no sean las idóneas para proteger el derecho fundamental violado. En el sistema jurídico mexicano, el amparo prevé la suplencia en la deficiencia de la queja en determinados casos, otorgando con ello protección más amplia a los trabajadores, a los procesados en materia penal, a los menores, etc. Figura que se acerca a la anteriormente indicada, es la prevista en el recurso de amparo, en el artículo 84 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, en la cual el Tribunal puede basar la sentencia en motivos no alegados por las partes, previa audiencia en que escuche a las partes. En el juicio de amparo mexicano, opera la figura el sobreseimiento, consistente en una resolución o acuerdo en el que se da por finalizado el amparo por estar 97 imposibilitado el juzgador para resolver el fondo del asunto. En el amparo español, se prevén diversos acuerdos para dar por finalizado el juicio en estos supuestos. Las sentencias de amparo, serán siempre con efectos relativos, es decir, sólo se limitarán a hacer la manifestación que en derecho corresponda respecto del acto concreto, sin hacer pronunciamiento alguno de carácter general. Las sentencias de amparo, no tiene efectos erga-omnes. Las sentencias de amparo serán siempre vinculantes; no obstante, en el sistema jurídico mexicano se prevén disposiciones más severas para lograr el cumplimiento de las mismas; previéndose expresamente a nivel constitucional, el cumplimiento sustituto de las sentencias de amparo. Finalmente, la diferencia más considerable, consiste en que el recurso de amparo español, protege los derechos fundamentales analizando la constitucionalidad de los actos impugnados; mientras que el amparo mexicano, analiza además, en forma indirecta la legalidad de los mismos, otorgando protección mediante dicha vía a todo el derecho positivo mexicano. Así pues, podemos considerar al recurso y al juicio de amparo, como medios de defensa constitucional, que se desarrollan jurisdiccionalmente en un proceso contencioso autónomo, entre los particulares y los poderes públicos (excepto el amparo judicial español que procede contra actos de particulares) en defensa de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente (en España arts. 14-29 y 30.2 constitucionales); interpuesto siempre a instancia de parte y cuyas sentencias no tienen efectos erga-omnes, limitándose siempre a manifestarse respecto del caso concreto. 98 CAPITULO II. PROTECCION JURISDICCIONAL DE LA LIBERTAD FISICA. SUMARIO. 1.El derecho a la libertad. 1.1. Antecedentes de Derecho Positivo.1.2.Reconocimiento Internacional. 1.3.La libertad Personal como Derecho limitado. 1.4.Enfoque Constitucional. 2.Antecedentes. 2.1.El Writ of habeas corpus anglosajón. 2.2.La manifestación de personas. 3.El procedimiento de habeas corpus en España. 3.1. Legitimación. 3.2.Competencia Jurisdiccional. 3.3.Interposición y Demanda.3.4.Obtención judicial de datos. 3.5.Audiencia. 3.6.Pruebas. 3.7. Resolución. 3.8.Posibles conductas delictivas. 3.9.Recursos. 4.El Juicio de Amparo Mexicano. 4.1. Procedencia. 4.2.Legitimación. 4.3.Interposición y Demanda.4.4.Suspensión del acto reclamado. 4.5.Suplencia en la deficiencia de la queja. 5.Breves reflexiones. 1. EL DERECHO A LA LIBERTAD. A fin de que el hombre pueda desarrollarse como tal, es necesario permitir que dirija plenamente sus acciones, puesto que en caso contrario, no es sino un elemento reflejo de quien lo determina, perdiendo así una de las características esenciales del ser humano, la libertad. Por ello, "una de las condiciones indispensables, sine qua non, para que el individuo realice sus propios fines, desenvolviendo su personalidad y propendiendo a lograr su felicidad, es precisamente la libertad, concebida no solamente como una mera potestad psicológica de elegir propósitos determinados y escogitar los medios subjetivos de ejecución de los mismos, sino como una actuación externa sin limitaciones o restricciones que hagan imposible o impracticable los conductos necesarios para la actualización de la teleología humana".67 Así pues, la libertad, es un derecho inseparable del ser humano, irrenunciable, imprescriptible e inalienable; conforma uno de principales derechos humanos, emanados del derecho natural, y los cuales ostenta el hombre por el solo hecho de serlo, con plena independencia de que éstos le sean reconocidos o no por el 67 Burgoa, Ignacio. Las Garantías Individuales. Ed. Porrua. pag. 17. 99 ordenamiento jurídico de la sociedad en que se desenvuelve, dado que como se indicó, forman parte del derecho natural, el cual no es producto de la legislación de un estado determinado. 1.1.Antecedentes de Derecho Positivo. Partiendo de esta base, los derechos humanos, deben (y son en la mayor parte de las legislaciones de derecho positivo) ser reconocidos por los estados, garantizando su observancia a través de medios eficaces de obligada observancia. Efectivamente, los derechos humanos han sido reconocidos por la sociedad durante el transcurso de la historia, específicamente el derecho a la libertad, ya desde el siglo XVIII, en países como Estados Unidos de América y Francia, se redactaron documentos que pugnaron por el respeto y reconocimiento de estos. Uno de los antecedentes mas remotos del respeto estatal a los derechos fundamentales lo constituye el artículo 29 de la Carta Magna del monarca inglés Juan Sin Tierra, en el cual se establecía: "Ningún hombre libré será detenido ni preso, ni desposeído de su tenencia, de sus libertades o libres usos, ni puesto fuera de la Ley, ni exiliado, ni molestado de manera alguna; y Nos no podremos ni haremos poner mano sobre él, a no ser en virtud de un juicio legal de sus pares y según la ley de la tierra".68 1.2.Reconocimiento Internacional. De igual forma, la sociedad internacional ha pugnado por el respeto a la libertad personal de individuo, existiendo serias declaraciones y convenios a través de los cuales se exige la observancia de este derecho fundamental; encontrando de entre éstas la Convención Americana sobre Derechos Humanos, misma que en su artículo 7o, sanciona: "Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas". Así también, el numeral 5o del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos dice: "Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad, salvo en los casos siguientes y con arreglo al procedimiento establecido por la ley". Finalmente, la Organización de 68 cfr. Castro, Juventino. Garantías y Amparo. ed Porrua. pag. 221. 100 las Naciones Unidas, en el precepto 9o del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, se indica: "Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por la ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta". Así pues, es en la espontanea elección de fines y de los medios a obtener los mismos, en donde se ostenta efectivamente la libertad; medios y fines que son potestad del individuo como tal a efecto estar en posibilidad de alcanzar su propia felicidad. "La libertad social u objetiva del hombre se revela como la potestad consiente en realizar trasendentalmente los fines que él mismo se forja por conducto de los medios idóneos que su arbitrio le sugiere, que es en lo que estriba su actuación externa, la cual sólo debe tener las restricciones que establezca la ley en aras de un interés social o estatal o de un interés legítimo privado ajeno."69 Es pues, el derecho a la libertad, la libertad corporal, el punto medular de la protección del procedimiento de habeas corpus, análisis primordial del presente capítulo, y medio procedimental regulado en el derecho positivo español, tendiente a la observancia por parte del estado de éste derecho fundamental. 1.3.La libertad personal como derecho positivo. Como se indicó anteriormente, uno de los derechos humanos vigilado y regulado minuciosamente por los ordenamientos constitucionales de los estados, es el derecho a la libertad, específicamente la libertad física de las personas, debido precisamente a que es un derecho indispensable para el desarrollo pleno del individuo como ser humano y es fácilmente susceptible de violación en nombre de la obligación del Estado de regular la vida en sociedad. Este derecho (libertad física), se encuentra regulado específicamente (para el campo de estudio que nos ocupa), en la Constitución española, formando parte (como hemos indicado con anterioridad), de los derechos fundamentales de la persona humana; con lo cual se convierte en un derecho público subjetivo, oponible y exigible al Estado. No obstante, la normatividad positiva de este derechos constitucional no es ilimitada. Así pues, "la libertad social, traducida en la potestad del sujeto para realizar sus fines vitales mediante el juego de los medios idóneos por él seleccionados, y la cual 69 ob.cit. Burgoa, Ignacio. Las Garantías... pag. 307. 101 determina su actuación objetiva, no es absoluta, esto es, no está exenta de restricciones o limitaciones. Estas tienen su razón de ser en la vida social misma. En efecto, la convivencia humana sería un caos si no existiera un principio de orden";70 es decir, paralelamente a la posesión de éstos derechos fundamentales o garantías individuales, existen también deberes y obligaciones fundamentales en relación con ellos; así pues, el derecho a la libertad personal, se encuentra restringido al cumplimiento de las normas sociales positivas que cada Estado impone a sus integrantes, previendo éste la posibilidad de disponer del derecho a la libertad física de la persona humana a efecto de asegurar las diversas libertades y derechos del resto del conglomerado social, sin que por esta razón, el Estado pueda actuar ilimitadamente en el uso de éste derecho en aras de preservar el orden previamente establecido, dicha facultad estatal debe encontrarse regulada jurídicamente.71 En efecto, el Estado, a través de sus autoridades, tiene de igual forma, la obligación de cumplir con una serie de requisitos indispensables y establecidas apriori, al uso de esa facultad restrictiva de las garantías individuales de las personas. 1.4.Enfoque constitucional. La Constitución española, contienen un mínimo de derechos fundamentales (garantías constitucionales), sin que sea obstáculo ésta inclusión de garantías individuales en el máximo ordenamiento jurídico, para que dichos derechos fundamentales puedan ser ampliados en la legislación ordinaria. Estos derechos fundamentales, pueden ser divididos en garantías de libertad, de igualdad, de propiedad y de seguridad jurídica; así pues, la garantía de libertad física del individuo se encuentra comprendida dentro de las garantías consagradas como de libertad. Ahora bien, dicha libertad personal, puede en determinados casos ser interrumpida por el Estado en aras del cumplimiento del orden jurídico previamente establecido; no obstante, a efecto de que la autoridad estatal se encuentre en posibilidad de afectar al gobernado en su libertad personal, es necesario cubrir una serie de modalidades jurídicas que le impone la Constitución y las leyes, emanadas de esta. 70 ob.cit. Burgoa, Ignacio. 71 Las Garantías... pág. 305. Fernández, Eusebio. El Problema del Fundamento de los Derechos Humanos. Universidad Complutense de Madrid. pág. 77. 102 "Ese conjunto de modalidades jurídicas a que tiene que sujetarse un acto de cualquier autoridad para producir validamente, desde un punto de vista jurídico, la afectación en la esfera del gobernado a los diversos derechos de éste, y que se traduce en una serie de requisitos, condiciones, elementos, etc., es lo que constituye las garantías de seguridad jurídica. Estas implican en consecuencia, el conjunto general de condiciones requisitos, elementos o circunstancias previas a que debe sujetarse una cierta actividad estatal autoritaria para generar una afectación válida de diferente índole en la esfera del gobernado, integrada por el summum de sus derechos subjetivos. Por ende, un acto de autoridad que afecte el ámbito particular de un individuo como gobernado, sin observar dichos requisitos, condiciones, elementos o circunstancias previos, no será válido a la luz del derecho".72 Por lo cual dichos derechos fundamentales de seguridad jurídica son eminentemente positivos, en virtud de que a diferencia de los restantes, consistentes en un respetar por parte del Estado, las garantías ahora analizadas, contienen, no una abstención de vulnerar, sino el cumplimiento de los requisitos impuestos por el ordenamiento jurídico. Así pues, la Constitución, a través de sus garantías de seguridad jurídica establece los requisitos mínimos a efecto de autorizar a las autoridades a restringir la libertad personal de los individuos. Ahora bien, la Constitución, debe tener diversos medios de defensa que le permitan hacerse observar, estableciendo para ello procedimientos específicos y determinados, mediante los cuales, los particulares tengan la posibilidad de impugnar el acto de la autoridad estatal si este no se apega a los lineamientos fijados por la Constitución; es pues, mediante el derecho fundamental a la seguridad jurídica que se protege la garantía individual de libertad. Respecto específicamente a la libertad personal, la Constitución española establece en su artículo 17.4 la regulación de un procedimiento de "habeas corpus" a efecto de proteger la libertad de los gobernados si la privación de ésta no se llevó a cabo de conformidad a las leyes previamente establecidas. Previendo de esta forma, el ordenamiento jurídico indicado, un medio y procedimiento específico efecto de hacer valer el derecho fundamental frente a la actividad estatal. Así lo ha especificado el Tribunal Constitucional al indicar que "...la libertad personal reconocida en el art. 17.1 de la Constitución queda vulnerada cuando se priva 72 ob.cit. Burgoa, Ignacio. Las Garantías... pág. 305. 103 de ella a una persona sin observar lo dispuesto en el mismo o en casos o forma no previstos en la Ley. De aquí el cumplimiento del principio de legalidad punitiva (tipicidad) y procesal, pueda configurarse como una vulneración de la libertad personal, en garantía de la cual el propio art. 17 prevé la regulación por Ley de un procedimiento de habeas corpus para producir la inmediata puesta a disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Dada la función que cumple este procedimiento, no cabe duda de que comprende potencialmente a todos los supuestos en que se produce una privación de libertad no acordada por el Juez, con el objeto de conseguir el resultado indicados sin la detención fuera ilegal".73 Por su parte, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en sus artículos 14 y 16 reconoce el derecho a la libertad física de la persona, estableciendo una serie de requisitos a efecto de que la autoridad estatal pueda (en su función de rectora del orden social), privar de ella al individuo. Así pues, en caso de no respetarse lo legalmente establecido, el particular podrá impugnar el acto arbitrario mediante el juicio de amparo. 2.ANTECEDENTES. Ciertamente, desde la antigüedad existieron gobiernos que previeron en sus respectivas leyes, ciertas garantías a efecto de respetar la libertad personal de sus gobernados, como pudiera ser el caso del Imperio Romano con la "actio de libero exhibiendo"; no obstante, no remontaremos hasta estas instituciones, principalmente porque solo pretendo dar una visión histórica general del procedimiento en análisis, dado que un estudio a fondo, podría ser objeto de todo un tratado histórico. 2.1.El Writ of Habeas Corpus anglosajón. "Como es notorio, la garantía de habeas corpus tiene su origen en la práctica judicial del writ de habeas corpus, que funcionaba como un recurso judicial por el que se solicita a un juez o tribunal que se dirija a quien tiene detenida a una persona y la presente ante ellos. Posteriormente esta práctica se plasmó como derecho escrito en el Habeas Corpus Amendment Act del año 1679, reformado en el año 1816."74 73 Sentencia del Tribunal Constitucional 31/1985. 74 Pérez-Luño, Antonio. Los Derechos Fundamentales. ed. Tecnos. pág. 85. 104 Aparentemente, el proceso de habeas corpus inglés, surge en un principio, como un acto por el cual los tribunales exigían la presentación de persona determinada a efecto de desarrollar un proceso, ni siquiera como una garantía del ciudadano. El Write of Habeas Corpus, formaba parte del derecho consuetudinario inglés, emergiendo al derecho positivo en la época de Juan sin Tierra en 1215, continuando un largo proceso de reformas, y no es sino a partir del siglo XVII, cuando la doctrina jurídica se inclina a la idea de que todo acto de autoridad debía encontrarse sujeto a la ley, incluso los actos del rey, es cuando se comienza a transformar con mayor fuerza en una protección a los gobernados, indagando la legalidad de todo acto de autoridad. En el Acta de 1679, toma el Writ of Habeas Corpus, un aspecto más comparable a un verdadero procedimiento defensor de las garantías y derechos fundamentales de los ciudadanos, en esta acta, se regula el procedimiento en estricta competencia penal; puede ser solicitado por el detenido a por cualquier persona; existe la obligación por parte de los jueces, de conceder el Habeas Corpus si se le demuestra la existencia del auto de prisión o se realiza promesa sobre la misma; con la presentación del detenido, la autoridad debe presentar escritos en los que fundamente su actuación de detención, así como copia auténtica del auto de detención o prisión; y, la prohibición de trasladar al detenido a prisión diversa de la que se encuentra.75 2.2.La Manifestación de Personas. Otro antecedente que ciertamente tiene gran influencia en la institución del Habeas Corpus español, es la manifestación de personas, derivada del derecho aragonés. Efectivamente, la corona de Aragón elaboró una serie de instrumentos procesales a efecto de otorgar cierta seguridad jurídica a sus súbditos, de entre los cuales se puede observar la manifestación de personas; este procedimiento contenía una fase de aseguramiento de la persona, a efecto de evitar fuera objeto de malos tratos por parte de las autoridades, (concediendo dicho procedimiento de cárcel especial, aposentos diversos a los usados por las autoridades comunes y bajo la estricta vigilancia del Justicia de Aragón; un tipo de arresto domiciliario, en el cual, se privaba de la libertad a la persona y se le encerraba en su casa; y, el otorgamiento de libertad bajo caución), y 75 cfr. Soriano, Ramón. El Derecho de Habeas Corpus. Congreso de Diputados. págs. 53-67. Publicaciones del 105 otra fase en la que concurría un proceso penal específico si en el proceso ordinario se culminaba con una sentencia condenatoria.76 En efecto, "la cción y pretensión o recurso -pues de ambos modos podía operar- de manifestación de personas, consistía en la postestad del Justicia y de sus Lugartenientes de emitir una orden o mandato -Letras- dirigido a cualquier juz o persona que tuviera a otra detenida o presa, pendiente o no de proceso, de que se le entrease, a fin de que no se hiciere violencia alguna contra ella antes de que se dictase sentencia; y examinado dicho proceso o acto, si no era contrafuero, se devilvía el preso a la citada autoridad, para que lo juzgase o ejecutase su sentencia; más si el acto o proceso eran desaforados, no se devolvía al preso, sino que se le ponía en libertad."77 Esta manifestación de personas, podía ser solicitada por los súbditos de la corona o por los extranjeros que se encontraran en dicho territorio, incluso existía la posibilidad de que fuera solicitada por persona diversa al afectado; procediendo dicha solicitud ante el Justicia Mayor de Aragón, en contra de funcionarios, jueces y particulares, excepción hecha del Tribunal de la Santísima Inquisición.78 "De tal manera que cuando decimos que la legitimación procesal es amplia para la protección de la manifestación aragonesa, no hay que olvidar que esa legitimación debe ser entendida en el contexto de la sociedad estamental, y que un determinado colectivo social se queda al margen de recabar la protección de los fueros aragoneses. Los derechos forales aragoneses eran unos auténticos privilegios de clases, que no afectaban a los señoríos de carácter laical. Los villanos y pecheros estaban fuera de la protección de los fueros de la Corona de Aragón...la manifestación de personas tenía escasas posibilidades de ser invocada por los súbditos de la Corona de Aragón en razón de que sólo ante el Justicia Mayor de Aragón o sus Lugartenientes podía interponerse esta acción o recurso para exigir la manifestación de determinada persona. La legitimación procesal pasiva dejaba mucho que desear y no facilitaba la disponibilidad de este recurso para sus destinatarios".79 76 ob.cit. Soriano Ramón. El Derecho de... pag. 43. 77 Fairén Guillén, Víctor. Antecedentes aragoneses de los juicios de amparo. Universidad Nacional Autónoma de México. pág. 77. 78 El Derecho de... pag. 47. 79 El Derecho de... pág. 49. ob.cit. Soriano, Ramón. ob.cit. Soriano, Ramón. 106 3.EL PROCEDIMIENTO DE HABEAS CORPUS EN ESPAÑA. Ahora bien, el proceso de Habeas Corpus, que aparece recogido en el artículo 17 de la Constitución española de 1978, es un procedimiento especial de amparo, dirigido en contra de los actos de la autoridad y de los particulares, cuya finalidad es la puesta a disposición judicial de cualquier persona que se encuentra dentro de los supuestos que marca el propio artículo 1 de la ley reguladora del Habeas Corpus. El Habeas Corpus es "un proceso constitucional que se dilucida ante un procedimiento penal. Nos encontramos ante un proceso constitucional, porque su objeto lo constituye una pretensión de amparo o, lo que es lo mismo, una pretensión fundada en las normas del Derecho Constitucional y nacida con ocasión de la violación de un derecho fundamental."80 En efecto, el Habeas Corpus es el procedimiento especial de amparo que tiene por objeto primordial, poner a la inmediata disposición de la autoridad judicial a la persona detenida ilegalmente, ya sea por la autoridad estatal o por un particular. Así pues, el habeas corpus "es un procedimiento de acusada naturaleza especial. En primer lugar, porque su objeto no es, como es sólito, la protección de una pluralidad de derechos fundamentales o no, sino la de uno sólo de ellos, la libertad personal. En segundo lugar porque, en consonancia con ello, su tramitación tiene características de rapidez, sencillez y abreviación de trámites notablemente singulares. En tercer lugar, en fin, sus efectos se limitan, en congruencia con el objeto, a la determinación de la legalidad o ilegalidad de la detención y de las condiciones de la misma."81 Ahora bien, dicho proceso de Habeas Corpus, debe ser incoado por el juez, siempre que se le presenten datos fehacientes de posible privación ilegal de libertad. En el proceso de Habeas Corpus, la parte agraviada siempre será una persona física, en virtud de la naturaleza específica del derecho público subjetivo que se protege con dicho procedimiento, siendo por ello la imposibilidad de que dicho medio impugnatorio pueda interponerse en favor de una persona con naturaleza jurídica o moral.82 80 Gimeno Sendra, Vicente. págs. 58 y 59. 81 El proceso de "Habeas Corpus". García Morillo, Joaquín. La Protección Judicial Fundamentales. ed. Tirant lo blanch. pág. 165. 82 de ed. Tecnos. los cfr. Gimeno Sendra, Vicente. ob.cit. El proceso de... pág. 61. Derechos 107 3.1.Legitimación. La Ley Orgánica 6/84, en su artículo tercero, legitima para instar el procedimiento de Habeas Corpus, al poseedor del derecho fundamental violado (esto por razones obvias), legitimando de igual forma a su cónyuge o persona unida por similar relación afectiva; a los ascendientes y descendientes; hermanos y, en caso de menores e incapacitados, a sus representantes legales. Como se puede analizar, la ley establece una relación o parentesco necesario con la persona afectada en sus derechos fundamentales, más sin embargo, esta relación o parentesco debe ser especial, dado que no se atribuye a cualquier familiar la posibilidad de incoar el procedimiento en estudio, sin únicamente los ya indicados, siendo de igual forma especial la relación del promovente de Habeas Corpus con la persona privada de libertad; nulificando de este modo la posibilidad de interposición de este medio impugnatorio a toda persona que no reúna estas características. Además de las personas indicadas con antelación, la ley atribuye la posibilidad de solicitar dicho procedimiento al ministerio Fiscal, el cual de conformidad con la ley, es el encargado de velar por el respecto a los derechos fundamentales y a las libertades públicas, quien no se encuentra limitado única y exclusivamente a la interposición de la demanda, sino que, en caso contrario será de igual forma parte activa en el proceso respectivo; y al Defensor del Pueblo, quien de conformidad con el artículo primero de la Ley Orgánica 3/1981, de seis de abril, es el encargado de la defensa de los derechos fundamentales, facultado a efecto de fiscalizar la actividad de la administración. Finalmente, la ley otorga al Juez de Instrucción respectivo, la posibilidad de incoar el proceso de Habeas Corpus de oficio, siendo esta por ende, facultad exclusiva de la autoridad judicial competente para conocer del proceso de habeas corpus. Ciertamente, esta postura del legislador (respecto de la legitimación activa) es muy limitada, en virtud que dado el derecho fundamental relacionado con el proceso en comento, consistente el la libertad personal, éste debe ser altamente protegido, no siendo suficiente con prever el procedimiento respectivo, sino establecer la posibilidad de allegarlo a todos los gobernados que lo posean; por lo que dicha legitimación de incoación del proceso de habeas corpus, al ser limitativa, restringe de este derecho a un porcentaje de población; por lo cual la posibilidad de demanda de habeas corpus, considero, debiera ser concedida de manera mas genérica, llegando incluso al extremo de legitimar a toda persona con capacidad legal. Ello conlleva a la reflexión respecto de los extranjeros, los cuales en muchos de los casos no cuentan en territorio español 108 con familiares o sujetos con los requisitos establecidos por la ley para promover un procedimiento de habeas corpus; no se escapa la posibilidad de que el proceso encomento pueda ser interpuesto por el afectado en su derecho fundamental, mas si se está ante un caso de incomunicación, de poco le serviría dicha legitimación. Por otra parte, existe también la posibilidad de que cualquier persona no legitimada directamente, en caso de tener conocimiento de la situación de la privación ilegal de libertad, pueda instar indirectamente el procedimiento poniendo los hechos en conocimiento del Juez competente, del Ministerio Fiscal o del Defensor del pueblo.83 No obstante lo anterior, considero que dicha medida retrasaría la finalidad de celeridad a la restitución del derecho violado, existiendo la posibilidad, además, de un negativa por parte de éstos. 3.2.Competencia jurisdiccional. Una vez establecida la legitimación activa del habeas Corpus, procedemos a indicar que el numeral 2 de la ley reguladora del artículo 17.4 constitucional, establece la competencia jurisdiccional al juez de instrucción radicado en el lugar en que se encuentra privado de libertad la persona afectada; a falta de esta constancia, el del lugar en el cual se haya practicado la detención o en su defecto, en donde se hubieran tenido las últimas noticias del detenido; entendiendo dicho artículo en el sentido que será competente el Juez del lugar o el más cercano si no existiere Juez de Instrucción en éste. No obstante lo indicado con anterioridad, la ley establece dos excepciones en los párrafos segundo y tercero del precepto legal invocado, las privaciones de libertad relacionadas con bandas armadas o terroristas y el sostenimiento del fuero militar; en los casos en que será competente el Juez Central de Instrucción (el cual reside en Madrid) o el Juez togado militar respectivamente. Ahora bien, esta excepción legal (la concerniente a las bandas armadas o antiterroristas) obstaculiza el principio fundamental de la inmediación, y por lo tanto, de la propia eficacia del procedimiento, en virtud del traslado del detenido a un juez que pudiera resultar territorialmente alejado; por otra parte, el otorgamiento de competencia al juez central, convierte a dicho funcionario judicial en juez y parte, dado que es el competente de igual forma de la instrucción del procedimiento seguido por el 83 cfr. García Morillo, Joaquín. ob.cit. La protección judicial... pág. 167. 109 delito relacionado, por lo que se degenera el concepto de igualdad, dado que la finalidad del Habeas Corpus es la puesta a disposición de la autoridad judicial a la brevedad posible del detenido ilegalmente, independientemente del delito que se le imputa.84 Por otra parte, y dado que el proceso en comento se encuentra regulado a efecto de restituir el derecho fundamental vulnerado, sin que deba obstar la condición del sujeto activo, considero incorrecto que exista una distinción de fueros, dado que se puede generar cierta parcialidad del juez togado militar en virtud de la disciplina y el régimen al que pertenecen; circunstancia que parece desaparecer en virtud de la unificación jurisdiccional del orden común y el militar, pasando los tribunales militares a formar parte de los tribunales ordinarios, integrantes todos del Poder Judicial. El Tribunal Supremo, de igual forma absorbió la competencia del derecho castrense al incluir en su organización estructural, una Sala de lo Militar. 3.3.Interposición y demanda. Como hemos indicado, el procedimiento se iniciará por oficio o a instancia de parte; esta instancia de parte puede ser conformada por la petición del privado de libertad, quien puede solicitar el inicio del proceso de Habeas Corpus ante la autoridad responsable de su detención o custodia, quien tiene la obligación de poner en inmediato conocimiento del juez respectivo tal solicitud, correspondiéndole por ende a la autoridad estatal la indagación del juez competente para conocer de dicho proceso, sin exigir la ley, requisito especial alguno para tal interposición; basta en este caso la sola manifestación de voluntad de la sujeto activo; manifestación de voluntad que como hemos indicado, "no puede estar sometida a disposición alguna por las partes interesadas. Nos encontramos ante normas imperativas."85 Ahora bien, cuando dicha solicitud de Habeas Corpus es realizada por persona distinta al privado de libertad, el ordenamiento jurídico impone determinados requisitos de forma establecidos en el artículo 4 de la ley en comento; no obstante, y debido a la sumariedad del proceso, la interposición respectiva puede realizarse ante el Juez de Instrucción mediante escrito o comparecencia, entendiendo que en caso de ser por comparecencia, el juez respectivo levantará un acta circunstanciada de la misma, 84 cfr. Soriano, Ramón. 85 ob.cit. El Derecho de... pág. 241. ob.cit. Gimeno Sendra, Vicente. El procedo de... pág. 107. 110 circunstancias que se entienden extensivas para el caso de que la solicitud de Habeas Corpus sea realizada por el Ministerio Fiscal o el Defensor del Pueblo. En la solicitud deben expresarse de conformidad con el citado articulo 4, "a) El nombre y circunstancias personales del solicitante y de la persona para la que se solicita el amparo judicial regulado en esta ley. b) El lugar en que se halle el privado de libertad, autoridad, o persona, bajo cuya custodia se encuentre, si fueren conocidos, y todos aquellas otras circunstancias que pudieran resultar relevantes. c) El motivo concreto por el que se solicita el Habeas Corpus." Estos requisitos se estiman lógicos e indispensables para la prosecución de un proceso de esta naturaleza, sin restringir la legislación a la exactitud de los datos indicados en el inciso b), dado que se pudiere estar en la circunstancia de desconocimiento de dichos datos. Por otra parte, la exposición de motivos a que alude el inciso c) son los expresados en el artículo 1 de la ley analizada, es decir, la detención ilegal por parte de autoridad, agente de la misma, funcionario público o particular, sin que concurran las formalidades y requisitos exigidos por la ley, los cuales son el internamiento o mantenimiento del mismo ilícitamente en cualquier establecimiento; las que lo estuvieran por plazo superior al señalado en la legislación, si transcurrido el mismo no fueren puestos en libertad o entregadas al Juez más próximo; y, las privadas de libertad a quienes no le sean respetados sus derechos fundamentales; sin que sea obstáculo para el juez de instrucción el indagar motivos diferentes a los expresados por el solicitante, es decir, no obstante se haya argumentado uno de los motivos expresados con anterioridad, la autoridad judicial que conoce del proceso, está en posibilidad de traer al mismo un motivo diferente al que se le solicita si comprueba su existencia; ello en virtud de la materia en que nos situamos y la gravedad que infiere la vulneración de un derecho fundamental como lo es la libertad física de las personas. Ahora bien, esta pretensión del demandante es mixta, dado que conjuntamente a la solicitud de reconocimiento de un derecho fundamental violado, existe la petición de condena consistente en el cumplimiento de una determinada prestación (entendiendo por ella una actitud de la autoridad), como pudiera ser el caso de la puesta en libertad del actor.86 "El objeto del proceso de habeas corpus se constriñe, en principio, a la determinación por parte de un integrante del Poder Judicial, de si la privación de libertad de una persona está legalmente justificada. Son, por tanto, ajenas a este 86 cfr. Gimeno Sendra, Vicente. ob.cit. El proceso de... pág. 73. 111 procedimiento cualesquiera otras cuestiones que, aunque relacionadas con lo anterior, no se ciñan a la pertinencia de la detención. Así pues, y aún cuando no hay plazo para interponer la solicitud, ésta sólo procede mientras persiste la privación de libertad, y no una vez que ésta ha cesado...Sólo la estricta privación de libertad o las condiciones de la misma, pueden ser objeto de este procedimiento especial. Tal vez no sea ocioso señalar, por otro lado, que, en lógica congruencia con su carácter de control judicial de la legalidad de la privación de libertad, el habeas corpus no es procedente, por carecer de sentido, cuando la persona privada de libertad se encuentra a disposición judicial."87 Una vez presentada la solicitud de habeas corpus, "el juez deberá examinar en escaso tiempo una serie de requisitos formales y materiales en relación con la petición del habeas corpus: su propia competencia, la competencia y capacidad de las partes, los requisitos formales de la petición de habeas corpus y los requisitos materiales de la misma, es decir, su fundamentación. Tras el examen de estas circunstancias el juez acordará en auto la incoación del procedimiento del habeas corpus o, en su defecto, la denegación del mismo. El hecho de que la decisión judicial se tome en auto quiere decir que debe ser motivada en cumplimiento del artículo 131,8 de LECrim, que exige que los autos se redacten con expresión de considerandos y resultandos concretos."88 3.4.Obtención judicial de datos. Una vez admitida la demanda de Habeas Corpus, el Juez requerirá a la autoridad respectiva (la que tenga detenido al afectado o en su caso a la autoridad a disposición de quien se encuentre), a efecto de que sea inmediatamente presentada ante el Juez de Instrucción del Habeas Corpus; dicha manifestación (término recabado muy posiblemente de la manifestación de persona de los procesos forales de Aragón) deberá realizarse sin excusa ni pretexto de conformidad con el artículo 7 de la ley en estudio; ello a efecto de desarrollar el proceso de Habeas Corpus sin dilaciones y en aras de la sumariedad. Ahora bien, es necesario considerar, que la persona privada de libertad puede encontrarse bajo la vigilancia de una autoridad determinada, mas sin embargo, a disposición de autoridad diversa, por lo cual, considero que el juez instructor, debe, no 87 ob.cit. García Morillo, Joaquín. La protección judicial de... págs. 168 y 169. 88 ob.cit. Soriano, Ramón. El Derecho de... pág. 248. 112 solo realizar la orden de presentación ante la autoridad a la que se encuentre a disposición, sino al mismo tiempo, emitir dicha orden a la autoridad ante quien se encuentre bajo custodia el afectado, ello a fin de evitar dilaciones innecesarias. Por otra parte, es facultad potestativa del juez, el personarse en el lugar de detención, facultad comprensible para casos en los que, a criterio del juez, pueda recabar con su presencia determinadas pruebas que ayuden a esclarecer los hechos, o en casos de graves violaciones de derechos fundamentales, para estar en posibilidad de suspender dicha violación (en este caso, no pretendo usar el término de suspensión en el sentido del recurso de amparo, a modo de ejemplificar, en casos de tortura, la presencia del juez detendrá dicha vulneración de derechos, en virtud que desde ese momento el detenido se encuentra a su disposición). No obstante, dicha facultad potestativa se convierte en obligación, si existiere sospecha o tuviere noticia de la existencia de un delito grave, o cuya comprobación fuere difícil por circunstancias especiales, o que hubiese causado alarma; ello, de conformidad con el artículo 318 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.89 3.5.Audiencia. Hecho lo anterior, de conformidad con el segundo párrafo del artículo 7 de la ley 6/1984, "oirá el Juez a la persona privada de libertad o, en su caso, a su representante legal y Abogado, si lo hubiera designado, así como al ministerio Fiscal"; cabe señalar que debe ser potestativo del juez instructor el escuchar no solo al privado o a su representante, sino el escuchar a ambos sujetos a efecto de gozar de un mejor panorama de los hechos. Dichas declaraciones de la parte actora son de gran relevancia para demostrar la falta en que incurrió la parte demandada. Acto continuo, el juez procederá a escuchar la justificación de la parte demandada, indispensable en vía de defensa de los hechos que se les imputan, siendo entendida la comparecencia de la demandada en calidad de parte material y no de testigo; así también, agrega la ley que a la parte demandada, dará a conocer las declaraciones del privado de libertad; mas considero que de igual forma, el juez debe dar la posibilidad de información de las actuaciones a quienes forman parte en el proceso, es decir, de igual forma debe entenderse que la parte actora está en posibilidad de enterarse de las declaraciones del demandado. 89 cfr. Gimeno Sendra, Vicente. ob.cit. El proceso de... pág. 157. 113 3.6.Pruebas. En la fase probatoria, las partes están en posibilidad de ofrecer todas las pruebas pertinentes a fundar su solicitud o justificar su actuación, dichas pruebas serán aquellas que se encuentren reseñadas en la Ley de Enjuiciamiento Criminal aducibles en la vista oral; los únicos condicionantes para la admisión de dichas pruebas es su viabilidad (a criterio del juzgador) para demostrar hechos que importen al proceso, y la posibilidad de desahogo inmediato, ello en virtud del principio de sumariedad con que se rige el habeas Corpus. Una vez desahogadas las pruebas, el juez de habeas corpus, procederá al dictado de la resolución correspondiente, la cual deberá realizar dentro del inexorable plazo de veinticuatro horas contadas a partir del auto de incoación de proceso. 3.7.Resolución. La resolución de Habeas Corpus debe realizarse mediante auto motivado, en el cual se puede negar la protección de Habeas Corpus si el juez estima que no se da ninguna de las circunstancias a que se refiere el artículo 1 de la ley respectiva, declarando conforme a derecho la detención y las circunstancias en que se realiza. Esta determinación de la ley, pone de manifiesto que el juez deberá entrar al estudio de todas las circunstancias que prevé el artículo 1, independientemente de cual o cuales hayan sido alegadas por la parte actora; ello a efecto de otorgar una mayor protección al solicitante y contar con la seguridad de que la privación de libertad (para los efectos de la ley), realmente no es ilegal, existiendo por ello, y de conformidad con el precepto invocado, la suplencia en la deficiencia de los agravios en materia de Habeas Corpus. Por otra parte, la resolución del juzgador puede estimar que ha concurrido alguna de las circunstancias que marca el numeral primero de la ley, acordando "a) La puesta en libertad del privado de ésta, si lo fue ilegalmente. b) Que continúe la situación de privación de libertad de acuerdo con las disposiciones legales aplicables al caso, pero si lo considerase necesario, en establecimiento distinto, o bajo la custodia de personas distintas de las que hasta entonces la detentaban. c) Que la persona privada de libertad sea puesta inmediatamente a disposición judicial, si ya hubiere transcurrido el plazo legalmente establecido para su detención".90 90 Art. 8.2 de la Ley Orgánica 6/1984, de 24 de mayo. 114 No obstante, considero que el juez, debe de igual forma, analizar todas las circunstancias que prevé el artículo 1 de la Ley de Habeas Corpus, realizando su determinación judicial de conformidad a los hechos comprobados, con suplencia en los motivos expresados por el solicitante. "La disposición de estas alternativas (las indicadas en el artículo 8,2 de la ley en comento) no es intercambiable de un modo gratuito, sino que depende de los motivos de la privación de la libertad, ya positivamente valorados por el juez, la estimación de la conveniencia de practicar una de las posibilidades a que da lugar el referido artículo 8,2 de la LOHC. Es por esta razón que este artículo debe ser puesto en relación con el artículo 1 de la Ley. Si los motivos estimados son los incluidos en el punto b) de este artículo 1 -internamiento ilícito en cualquier establecimiento o lugar-, o en el primer fragmento del punto a) -detenciones sin que concurran los supuestos legales-, la decisión lógica del juez es la de disponerla puesta en libertad del detenido (artículo 8,2 a) de la Ley). Si el motivo estimado es el referido en el segundo fragmento del punto a) -detenciones sin haberse cumplido las formalidades prevenidas y requisitos legalessería procedente una resolución que dispusiera un cambio de lugar para la custodia del detenido o la custodia de éste por otras personas distintas a las que anteriormente la detentaban (artículo 8,2, b) de la Ley). Si, finalmente, el motivo demostrado es el presente en el punto c) y último -detenciones por encima del plazo legal- el juez se verá obligado a disponer, por razones obvias, la inmediata entrega del detenido ante su persona y control (artículo 8,2 c) de la Ley)".91 3.8.Posibles conductas delictivas. Finalmente, el artículo 9 de la Ley Orgánica reguladora del procedimiento de Habeas Corpus, establece: "El Juez deducirá testimonio de los particulares pertinentes para la persecución y castigo de los delitos que hayan podido cometerse por quienes hubieran ordenado la detención, o tenido bajo su custodia a la persona privada de libertad. En los casos de delito de denuncia falsa o simulación de delito se deducirá, asimismo, testimonio de los particulares pertinentes, al efecto de determinar las responsabilidades penales correspondientes. En todo caso, si apareciese temeridad o mala fe, será condenado el solicitante al pago de las costas del procedimiento; en caso contrario, éstas se declararán de oficio." Este artículo se explica de conformidad a las 91 ob.cit. Soriano, Ramón. El Derecho de... págs. 255 y 256. 115 facultades del juez de instrucción de conocer e investigar hechos que pudieran ser constitutivos de delito, por lo cual, si el juez tiene conocimiento de hechos constitutivos de delitos, podrá en su caso realizar las investigaciones pertinentes a efecto se instaurar el proceso penal correspondiente. 3.9.Recursos. Así pues, la decisión judicial, debe estar debidamente motivada, con expresión de considerandos y resultandos concretos. "Esto es tanto más exigible cuanto que la resolución judicial en esta fase del procedimiento es impugnable. Con todo, a pesar del artículo 6 de LOHC, que impide la impugnación de la resolución del juez, sea ésta a favor o en contra de la tramitación del habeas corpus, no puede afirmarse que la parte demandada no tenga ya otros caminos para obtener la defensa judicial; en primer lugar porque el juez da traslado de su decisión al Ministerio Fiscal, estando éste en posibilidad de intervenir, y en segundo lugar, ya que la resolución judicial denegatoria podría dar lugar a la conculcación del derecho fundamental a la tutela judicial del artículo 24,1 de la Constitución, cabe la posibilidad del amparo ante el Tribunal Constitucional. En este último supuesto es necesario distinguir entre las detenciones perpetradas por las autoridades y las efectuadas por particulares; en estas segundas el recurso de amparo es directamente ante el Tribunal Constitucional; en las primeras, el amparo se incoará tras la ratificación del juez de la denegación de la tramitación del habeas corpus, una vez solicitado la reforma del auto de denegación por el solicitante en virtud de lo dispuesto en el artículo 44,1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional".92 En efecto, antes de ser impugnada la resolución del juez de habeas corpus a través del amparo, debe ser solicitada una rectificación de la denegación de incoación del procedimiento o de habeas corpus, ello en virtud del artículo 44.1 c) de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, dado que al negarse dicha admisión se vulnera el derecho fundamental del artículo 24.1 constitucional, por lo que se está en posibilidad de dar oportunidad al órgano jurisdiccional de rectificar dicha resolución. El particular puede, pues, a través de la mencionada manifestación, suscitar la reforma del auto denegatorio y el Juez está legitimado implícitamente por la LOTC a rectificar dicha resolución.93 92 ob.cit. Soriano, Ramón. 93 El derecho de... pág. 248. ob.cit. Gimeno Sendra, Vicente. El proceso de... pág. 150. 116 Así pues, el recurso de amparo es procedente respecto del procedimiento de habeas corpus. Al estar reconocido el derecho a la libertad personal entre los artículos comprendidos del 14 al 29 (art. 17), goza de la protección especial del recurso de amparo; no obstante que la propia Constitución le otorgue un procedimiento específico para su protección; el cual deberá interponerse en cumplimiento del requisito del agotamiento de la vía judicial previa que exige la ley para la interposición del recurso de amparo. "La Constitución prevé un específico y más acelerado procedimiento para la protección de la libertad personal, pero no impide la utilización del recurso de amparo. Dos argumentos apoyan, a nuestro entender esta tesis: en primer lugar, el tenor literal del segundo párrafo del artículo 53 de la Constitución, que incluye en el ámbito amparado todos los derechos reconocidos en la `sección primera del capítulo segundo` (artículos 15 a 29), sin ninguna exclusión; y en segundo lugar, el hecho de que el ciudadano detenido ilegalmente, además de sufrir una restricción de su libertad personal, padece un ataque a su `integridad física y moral` garantizada en el artículo 15, que también está incluido en el marco tutelado por el recurso de amparo."94 Además, de conformidad con el Tribunal Constitucional, no hay que olvidar que "...una resolución desestimatoria en el procedimiento de habeas corpus pueda contrariar, por inmotivada o por falta de fundamento razonable, el derecho a la tutela judicial efectiva y tampoco que en la misma, de otro modo, se haya denegado la protección del derecho a la libertad personal que se establece en el art. 17 de la norma fundamental, derecho éste que, tanto en una como en otra hipótesis, sería conculcado en último término por el juzgador";95 lo que dejará de igual forma, expedita la vía de acceso al recurso de amparo constitucional. 4. EL JUICIO DE AMPARO MEXICANO. Ahora nos remitiremos al procedimiento similar de protección a la libertad persona en México. Me refiero al juicio de amparo. "Inglaterra es la cuna del habeas corpus, como Méjico (sic) es del amparo, Brasil del mandamiento de seguridad y Aragón de la manifestación de personas; son todas 94 Oliver Araujo, Joan. El Recurso de Amparo. Palma de Mallorca. pág. 150. 95 Sentencia del Tribunal Constitucional 98/1986. Facultad de Derecho de 117 éstas, instituciones que en mayor o menor medida protegen a la libertad y seguridad de los atropellos de funcionarios o particulares".96 Efectivamente, la regulación jurídica en México, protege el derecho a la seguridad jurídica a través del juicio de amparo, regulado constitucionalmente por los artículos 103 y 107 del Pacto Federal. "Al amparo mediante el cual se reclama la violación de garantías individuales, se le denomina doctrinalmente amparo-garantías. Pero constructivamente puede dársele un contenido positivo, mencionando las dos grandes ramas que lo integran: el amparoadministrativo, que es el proceso constitucional que garantiza la protección de una persona contra actos definitivos de las autoridades administrativas; y el amparo de la libertad, que es el que protege a la libertad personal, -física-, de los individuos, puesta en peligro por actos de autoridad. En los inicios de nuestro juicio de amparo, esta modalidad de nuestro proceso constitucional (la protección a la libertad personal), fue la que se tuvo en mente en forma fundamental; tanto así que numerosos juristas y jueces se alzaron en contra de la posibilidad de que se mezclara con el amparo judicial, ya que debe recordarse que al crearse el amparo (considero que se federalizó), en el Acta de Reformas de 1847, el recurso se daba contra actos de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, pero no contra actos del poder Judicial, e incluso la Ley de Amparo de 1869 prohibió el juicio para negocios judiciales, en su artículo 8."97 En diversas ocasiones se quiso identificar al amparo exclusivamente con el writ of habeas corpus, concluyendo que el amparo es el juicio de o por la libertad; siendo dicha postura inexacta, en virtud de que el juicio de amparo mexicano, abarca más que la sola protección del derecho fundamental de la libertad personal, protege directamente la totalidad de las garantías individuales consagradas en la Constitución (entre ellas la libertad personal), e indirectamente la legislación secundaria; adquiriendo de esta forma rasgos de un sistema de protección de la totalidad del Derecho Positivo Mexicano. Desde tiempos anteriores, Don Ignacio L. Vallarta, ilustre jurista mexicano del siglo XIX, realizó una serie de consideraciones a este respecto al exponer que "El writ of habeas corpus tiene por objeto proteger la libertad personal contra toda detención y 96 ob.cit. Soriano, Ramón. 97 Castro, Juventino. y 121. El derecho de... pág. 53. Hacia el Amparo Evolucionado. ed. Porrua. págs. 119 118 prisión arbitrarias, cualquiera que sea la categoría de la autoridad que las haya ordenado, y aun cuando ellas no sean motivadas sino por el acto de un particular...El amparo puede definirse diciendo que es el proceso legal intentado para recuperar sumariamente cualquiera de los derechos del hombre consignados en la Constitución y atacados por una autoridad de cualquiera categoría que sea, o para eximirse de la obediencia de una ley o mandato de una autoridad que ha invadido la esfera federal o local respectivamente. Considerando el amparo sólo bajo su primer aspecto y atendiendo a la extensión que tiene, la protección de los derechos naturales del hombre, no se pueden poner en duda sus ventajas sobre el habeas corpus. Este no asegura más que la libertad personal, y esto, dejándola en muchos casos sin protección, mientras que nuestro recurso comprende y abarca no sólo ese derecho, sino todos los otros que consigna la Constitución." 4.1.Procedencia. Ahora bien, el artículo 103 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece: "Los tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite: I. Por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales...". Para los efectos del presente estudio, debe entenderse que la privación de libertad, es recurrible a través del juicio de amparo, siempre y cuando sea ejecutada por la autoridad estatal. Ciertamente, la privación ilegal que sea practicada por particulares, a diferencia del habeas corpus español, no se encuentra contemplada en el juicio de garantías, dado que la misma puede ser denunciada (al igual que en el sistema español) directamente ante la autoridad investigadora (siéndolo en el caso el Ministerio Público), como hecho delictivo; no obstante la Constitución autoriza a los particulares a la detención del indiciado en caso de delito flagrante, dicha detención debe ser a efecto de poner al indiciado, sin demora alguna, a disposición de la autoridad, quien inmediatamente lo pondrá a disposición del Ministerio público, en caso contrario, el particular que realice dicha detención, puede incurrir en delito de privación ilegal de libertad. La privación ilegal de la libertad, así como la posible ejecución de ésta, es recurrible en amparo indirecto ante un Juzgado de Distrito. 4.2.Legitimación. 119 "En las causa criminales, el defensor puede promover el amparo; se admite también en los casos en que la ley diga expresamente que puede actuar por el agraviado (como en el caso analizado) un pariente, incluso un extraño, sin necesidad de que exista formalizada representación voluntaria o legal."98 En efecto, respecto a la solicitud de amparo, el artículo 17 de la Ley de Amparo establece: "Cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimiento judicial, deportación o destierro, o alguno de los actos prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Federal (las penas de mutilación, de infamia, las marcas, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especia, la multa excesiva, la confiscación de bienes en el sentido constitucional, y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales), y el agraviado se encuentre imposibilitado para promover el amparo, podrá hacerlo cualesquiera otra persona en su nombre, aunque sea menor de edad. En este caso, el Juez dictará todas las medidas necesarias para lograr la comparecencia del agraviado, y habido que sea, ordenará que se le requiera para que dentro del término de tres días ratifique la demanda de amparo; si el interesado la ratifica se tramitará el juicio, si no la ratifica se tendrá por no presentada la demanda, quedando sin efecto las providencias que se hubiesen dictado". Como podemos observar, el juicio de amparo promovido contra actos de privación de libertad puede ser interpuesto por cualquier persona, incluso por un menor de edad, siempre que dicha privación de libertad se encuentre fuera de procedimiento judicial, puesto que en caso contrario y de conformidad con el artículo 4 del ordenamiento legal invocado, el juicio de garantías deberá de promoverse por el agraviado, por su representante o por su defensor, en el entendido que desde la detención el afectado tiene derecho a defenderse por sí o por persona de su confianza, en caso de no nombrar o estar en posibilidad de abogado particular, se le designará a un defensor de oficio; así pues, la legitimación para interponer la demanda de amparo respecto de la libertad personal es muy amplia, en virtud del derecho fundamental que se protege. Ahora bien, en caso de que el afectado se encuentre incomunicado, el Juez de Distrito ordenará (a algún funcionario judicial bajo su mando, y con fe pública, siendo generalmente un Actuario), la localización del privado de libertad (el cual podrá ser localizado de conformidad con los datos que se otorguen en la demanda de amparo); en este caso, el funcionario público tiene el más amplio poder de solicitar al encargado 98 Almagro Nosete, José. Cuestiones sobre la legitimación en el proceso Constitucional de Amparo. Revista de Derecho Político. Universidad Nacional de Educación a Distancia. pág. 64. 120 del centro de detención, le sea puesto en su presencia al quejoso, en caso contrario entrará a las instalaciones reservadas para los detenidos y lo voceará hasta encontrarlo, a efecto de informarlo de la demanda de amparo interpuesta en su nombre y del plazo de tres días con que cuenta para ratificar su demanda, estando en posibilidad dicho quejoso de ratificarla en el acto de su notificación. 4.3.Interposición y demanda. El término de interposición de la demanda de amparo será de quince días, de conformidad con el plazo genérico establecido por el artículo 21 de la Ley de Amparo, no obstante el artículo 22 expresa: "Se exceptúan de lo dispuesto en el artículo anterior:...II.- Los actos que importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal...(todos los contenidos en el artículo 17 anteriormente citado)...En estos casos la demanda de amparo podrá interponerse en cualquier tiempo."; por lo que la interposición del juicio de amparo, para el caso que nos interesa no tiene plazo; habilitando la ley de Amparo, en su artículo 23, todas las horas y días del año para la interposición del mismo. La demanda de amparo deberá ser interpuesta ante el Juez de Distrito en cuya jurisdicción deba tener ejecución, trate de ejecutarse, se ejecute o se haya ejecutado el acto reclamado; agregando la ley en su artículo 54, que en casos de notoria incompetencia del juez de Distrito ante quien se presente la demanda, el juez se limitará a proveer sobre la suspensión provisional, inclusive de oficio cuando se trate de actos que importen ataques a la libertad personal fuera de procedimiento judicial. 4.4.Suspensión. La demanda de amparo deberá contener los requisitos indispensables que la ley establece en forma genérica, (los cuales hemos analizado con anterioridad); no obstante, cuando se trate de los actos mencionados en el artículo 17 de la Ley de Amparo, bastará para la admisión de la demanda que la misma contenga el acto reclamado; la autoridad que lo hubiere ordenado si fuere posible al promovente; el lugar en que se encuentre el agraviado, y la autoridad o agente que ejecute o trate de ejecutar el acto; en cuyos casos la demanda podrá formularse por comparecencia, levantando el Juez de el acta correspondiente; agregando la ley que en los casos que no admitan demora, la petición de amparo y la suspensión del acto podrá solicitarse al Juez de Distrito por vía telegráfica, siempre que el actor encuentre algún inconveniente 121 en la justicia local, encontrando el peticionario de garantías la obligación de ratificarla por escrito dentro de los tres días siguientes a la fecha en que se hizo la petición por vía telegráfica (artículos 117 y 118 de la ley). Como hemos indicado en el capítulo respectivo, en el mismo acto de la admisión de la demanda de amparo (como regla genérica en el amparo indirecto), en caso de solicitarse, se ordenará la apertura del incidente de suspensión, el cual será tramitado por cuerda separada, resolviéndose respecto de la suspensión provisional, misma que procederá de oficio, de conformidad con los artículos 123 y 124 de la Ley de Amparo, si se trata de actos que importen peligro de privación de la vida, deportación, destierro o alguno de los previstos en el artículo 22 constitucional; es decir en caso de concederse la suspensión, ésta será otorgada para el efecto de que cesen dichos actos reclamados; facultando la ley al Juez a tomar las medidas que estime convenientes para el cumplimiento de dicha suspensión. Respecto a los ataques a la libertad personal fuera de procedimiento judicial, el Juez de Distrito siempre concederá la suspensión provisional (si fuere solicitada, dado que en este caso no procede su concesión de oficio), para el efecto de que el quejoso quede a su disposición, bajo la responsabilidad de la autoridad ejecutora, más sin perjuicio, de que pueda ser puesto en libertad caucional por el Juez de Amparo, si ésta procediere, quien en este último caso, tomará de igual forma las medidas de aseguramiento que estime pertinentes (por ejemplo, imponer la obligación al quejoso de presentarse los días que fije el Juez de Distrito ante el Organo Jurisdiccional); solicitando de igual forma al quejoso, garantía bastante para cubrir los daños causados a terceros o la indemnización de los perjudicados, para el caso de que el solicitante de garantías no obtenga sentencia de amparo favorable. En caso de ser concedida la suspensión, sólo tendrá efectos por lo que se refiere a la libertad personal, sin que se pueda suspender el procedimiento respectivo, quedando el quejoso a disposición de la autoridad que deba juzgarle cuando el acto emane de un procedimiento penal por lo que hace a la continuación de éste; ello en virtud de que los procedimientos son de orden público y contra estos no procede la suspensión. De igual forma, si la detención se encuentra en relación con la comisión de algún ilícito penal, no será susceptible de suspensión la consignación respectiva a la autoridad que deba juzgarle. El artículo 136 de la Ley de Amparo establece que en casos en que la demanda de amparo se encuentre relacionada con el cumplimiento de una orden de aprehensión, la suspensión respecto de la libertad del quejoso, solo podrá concederse si el delito por el que se ordenó aprehenderle no se encuentra sancionado con pena privativa cuyo 122 término medio aritmético exceda de cinco años; en cuyo caso sólo producirá el efecto que el peticionario de garantías quede a disposición del Juez de Distrito en cuanto a su libertad en el lugar que este señale, quedando a disposición de la autoridad que deba juzgarle para los efectos de la continuación del procedimiento; en caso de proceder la suspensión respecto de la privación de libertad, la misma será otorgada bajo caución de conformidad con las leyes locales o federales aplicables al caso concreto. Es necesario tener en consideración que si bien es cierto, que en el presente caso, la importancia relevante de la suspensión es la restitución del derecho fundamental a la libertad personal, también lo es que la imposibilidad de suspender el procedimiento respectivo no causa agravios al quejoso, dado que dicho procedimiento será objeto de estudio al momento de dictarse la sentencia en cuanto al fondo del amparo. Dicha suspensión del procedimiento, sólo podrá concederse, si la continuación de este, deja irreparablemente consumado el daño o perjuicio que pueda ocasionarse al quejoso. Por otra parte, si a criterio del Juez, existe temor fundado de que la autoridad responsable trata de burlar las órdenes de libertad del quejoso, o de ocultarlo trasladándolo a otro lugar, el resolutor de amparo podrá hacerlo comparecer ante su presencia para hacer cumplir dichas órdenes. Por el contrario, la libertad bajo caución podrá ser revocada en cualquier momento cuando aparezcan datos bastantes que hagan presumir, fundadamente, que el quejoso trata de burlar la acción de la justicia. No hay que olvidar que el amparo es un proceso único, por lo que las consideraciones expresadas en el presente capítulo son determinadas modalidades aplicables al proceso de amparo cuando se impugna la libertad personal, actos que importen peligro a la vida, deportación, destierro, etc; por lo que al impugnar un acto de autoridad consistente a la privación de la libertad personal, el mismo debe seguir los causes del amparo indirecto, siendole aplicable ciertas medidas específicas (como las enunciadas en el presente capítulo), principalmente en materia de suspensión; por lo que se rige por las normas genéricas de todo juicio de amparo; es decir, le son procedentes todos los recursos establecidos por la Ley de Amparo y su tramitación debe realizarse conforme a esta, para lo cual nos remitimos a las consideraciones vertidas al exponer el amparo indirecto en el capítulo primero del presente trabajo. 4.5.Suplencia en la deficiencia de la queja. Por otra parte, la Ley Reglamentaria de los artículos 103 y 107 constitucionales, en su artículo 76 Bis, fracción II, establece que la suplencia en la deficiencia de la queja 123 procederá en materia penal, aún ante la ausencia de conceptos de violación y de agravios, con lo cual, el Juez está obligado a subsanar las anomalías cometidos por el quejoso en la formulación de conceptos de violación y agravios, ampliando con ello la protección que otorga la legislación a las garantías individuales en materia penal y en virtud del derecho a proteger, como pudiera se la vida, la libertad, etc. 5. BREVES REFLEXIONES. Como podemos analizar, ambos procedimientos son emanados del imperativo constitucional, y encaminados específicamente a la protección del derecho fundamental de la libertad personal a través de la garantía de seguridad jurídica. Tanto el amparo-libertad, como el habeas corpus, pueden (y son por diversos jurisconsultos) admirados o fuertemente criticados. No es el motivo del presente trabajo de investigación. Ahora bien, en el juicio y procedimiento analizados, es importante remarcar que el juicio de amparo aquí estudiado, engloba no únicamente la libertad personal, sino contempla de igual forma, medidas eficaces para reclamar la penas prohibidas en el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la deportación o destierro, ampliando así su efectividad respecto del habeas corpus español, en virtud, además, de que éste analiza la privación ilegal de libertad y el amparo mexicano examina al igual que la privación, la posibilidad de ésta, como pudiera ser el caso del amparo que se interpone en contra de una orden de aprehensión. En efecto, el juicio de amparo mexicano tiene efectividad respecto de cualquier violación provocada en el procedimiento penal; mientras que el ordenamiento jurídico español, prevé el procedimiento de habeas corpus, únicamente a efecto de poner a inmediata disposición judicial a cualquier persona privada de libertad física, por lo que a fin de proteger todas las posibles violaciones del procedimiento, deberá complementarse con el recurso de amparo. Así también, es de observarse que el habeas corpus, tiene ciertas restricciones respecto a la legitimación para solicitar la incoación de dicho procedimiento, mientras que el juicio de amparo no contiene restricciones de ningún tipo. Por el contrario, el habeas corpus, legitima al Defensor del Pueblo y al Ministerio Fiscal, mientras que el juicio de amparo mexicano carece de dicha legitimación, por lo que en este aspecto, el habeas corpus, otorga mayor pretensión; siendo además posible que el procedimiento de habeas corpus, se inicie de oficio por el propio juez competente, posibilidad nula en 124 el amparo mexicano, en virtud de que uno de sus principios rectores (como analizamos en el capítulo primero) es la instancia de parte. Por su parte, el habeas corpus español, contiene una sumariedad envidiable al amparo mexicano, si este no aplica la suspensión provisional en los casos discrecionales que le otorga la ley. No obstante; la suspensión provisional se dicta al momento de resolverse sobre la admisión del amparo, mientras que el habeas corpus español se resolverá dentro veinticuatro horas, contadas a partir de que se dictó el auto de incoación del procedimiento. Finalmente es de llamar la atención una posible cuestión a suscitarse, "supongamos que la detención se produce, en todo lo que hace a su procedimiento, adecuadamente, y la orden de privación de la libertad es válida, y el acto se funda en orden escrita de autoridad competente. Pero supongamos también que esa orden correctamente emitida se funda en una norma inconstitucional...el habeas corpus no es la acción más adecuada para resolver el problema..."99 En el sistema jurídico mexicano, dicha cuestión no sucita mayor problema dado que en la misma demanda de amparo que se interponga en contra del acto privativo de libertad, se podrá impugnar la inconstitucionalidad de la ley, sin que dicha medida afecte la concesión de la suspensión por lo que hace al acto reclamado que se relaciona estrictamente con la detención ilegal. No es el caso de España, en el ordenamiento jurídico, si bien es cierto que se prevé un procedimiento específico para combatir la inconstitucionalidad de la ley, denominado cuestión de inconstitucionalidad; mediante el cual el Juez que duda respecto de la constitucionalidad de una ley específicamente aplicable al caso concreto y de la cual dependa el fallo, suspenderá el procedimiento, elevando la cuestión ante el Tribunal Constitucional, el cual resolverá respecto del apego o desapego de la misma con la Constitución, vinculando al juez que se cuestionó dicha inconstitucionalidad; también lo es que dicha medida retardará considerablemente la acción de la justicia, causando graves perjuicios al solicitante de habeas corpus. En efecto, supongamos que existiere alguna ley mediante la cual, no se establezcan o se suspendan las garantías procesales de los privados de libertad, por lo que el Juez de Instrucción entrará en conflicto con la constitucionalidad de la ley que sirvió de base al actuar de la autoridad. Considero que ante dicha circunstancia, el Juez de 99 Herrindorf, Daniel. El Poder de Policía en un Sistema de Derechos Humanos. Instituto Nacional de Ciencias Penales. págs. 120 y 121. 125 Habeas Corpus, deberá promover la cuestión de inconstitucionalidad por el procedimiento respectivo ante el Tribunal Constitucional, pero sería prudente, que la legislación de Habeas Corpus, facultara al Juez de Instrucción a efecto de que esté en posibilidad de adoptar medidas suspensivas con efectos similares a las del juicio de amparo mexicano, a fin de que dicho planteamiento de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional no cause mayores perjuicios al agraviado alargando la espera a que su derecho fundamental de liberad personal sea restablecido. 126 CAPITULO III. TUTELA JURISDICCIONAL DE LA LEGALIDAD DE LOS ACTOS DE LA ADMINISTRACION PUBLICA. SUMARIO.1.El Estado y su Administración Pública. 1.1.Referencias de Derecho Administrativo.1.2.Legalidad de los actos de la Administración Pública.1.3.Antecedentes. 1.4. Definición de Contencioso-Administrativo. 2.El procedimiento contencioso administrativo en el ordenamiento jurídico español.2.1.Antecedentes de Derecho Positivo español. 2.2.El contencioso administrativo en la legislación.2.3.Agotamiento de recursos previos. 2.4.Ambito de Protección y competencia. 2.5.Partes. 2.5.1.Legitimación activa. 2.5.2.Ministerio Fiscal. 2.5.3.Legitimación pasiva. 2.6.Procedimiento 2.6.1.Interposición de recurso.2.6.2.Emplazamiento y admisión. 2.6.3.Deducción de la demanda.2.6.4.Acumulación.2.6.5 Suspensión.2.6.6.Período probatorio.2.6.7.Vista y presenta ción de conclusiones. 2.6.8.Sentencia. 2.6.8.1.Obligatoriedad de las sentencias. 2.6.8.2. Suspensión de la ejecución de la sentencia.2.6.9.Conclusión del proceso sin sentencia 2.7.Recursos. 2.7.1. Recurso de súplica. 2.7.2. Recurso de casación. 2.7.3.Recurso de revisión. 2.7.4.Audiencia del rebelde. 3.Tribunales de lo contencioso-administrativo en México. 3.1. Tribunal Fiscal de la Federación.3.1.1.Antecedentes mexicanos. 3.1.2.Independencia orgánica.3.1.3.Revisión de sus resoluciones. 4.El juicio de amparo.4.1.El amparo como procedimiento contencioso-administrativo. 4.2.Garantías de Seguridad Jurídica.4.2.1.Garantía de audiencia. 4.2.1.1.Juicio previo.4.2.1.2.Tribunales previamente establecidos. 4.2.1.3.Formalidades esenciales del procedimiento 4.2.1.4.Exacta aplicación de la ley. 4.2.1.5.Extensión de la garantía de audiencia. 4.2.2.Garantía de legalidad. 4.2.2.1.Acto de molestia. 4.2.2.2.Autoridad Competente. 4.2.2.3.Fundamentación y Motivación. 4.2.2.4.Extensión de la garantía de legalidad. 4.3. Procedimiento de amparo. 4.4. Principio de definitividad. 5.Breves Reflexiones. 1. EL ESTADO Y SU ADMINISTRACION PUBLICA. La función primordial del Estado es la de organizar la vida en sociedad mediante un régimen jurídico adecuado emanado del pueblo, en quien originariamente reside la soberanía, depositándola éste a través del Constituyente Originario en su máximo ordenamiento jurídico, su constitución. Ahora bien, dicha función organizativa es ejercida por el Estado a través de sus instituciones, siendo una de estas la Administración Pública; dicha Administración pública, debe encontrarse regulada orgánica y funcionalmente, por lo que la 127 legislación, en tanto se encuentre relacionada con el sector administrativo, formará parte de lo que la doctrina ha denominado Derecho Administrativo. 1.1.Referencias de Derecho Administrativo. "El Derecho Administrativo surge derechamente de la Revolución Francesa y se extiende en seguida por todo el continente...La poderosa Administración que surge de una manera un tanto sorpresiva de la Revolución Francesa, adviene porque ha absorbido todos los poderes que coexistían con el Rey absoluto, porque ha establecido la centralización y porque va a tener que organizar todo un vasto sistema de servicios públicos para hacer frente a la igualdad de condiciones que la revolución instaura. Esta administración va a tener que ser a partir de ahora, y esta es una novedad formidable en la historia del Derecho, una Administración legalizada, organizada desde la ley y cuya función es servir los intereses generales, pero dentro de los ámbitos que la Ley de una manera previa le reserva...Pero además ocurre que al lado de la ley están los derechos fundamentales, los derechos del hombre y del ciudadano, en la terminología revolucionaria, el segundo gran eje de la concepción revolucionaria. El ciudadano no es un simple destinatario de la acción administrativa, no es un simple instrumento de poder, esta en el origen del poder; lo hemos visto puesto que suya (mediante la representación política) es la creación legal. Pero a la vez, es cada uno titular de un conjunto de derechos fundamentales, cuya formación clásica hará tempranamente en la famosa Declaración...Del cauce de esos dos principios, legalidad de la administración y posición del ciudadano como sujeto de derecho y de libertades surgirá el Derecho Administrativo."100 1.2.Legalidad de los actos de la Administración Pública. La Administración Pública actúa como ente Estatal y por tanto en favor de la sociedad, más al realizar sus funciones debe apegar cada uno de sus actos a la legalidad a efecto de evitar violaciones en los derechos ciudadanos. Aquí la máxima de derecho que nos establece que el gobernado puede realizar todo aquello que la ley no le prohíba, más la autoridad solo puede realizar aquello que la ley expresamente le permita. Esta apreciación no es puramente doctrinal, está apoyada fuertemente en los 100 García de Enterría, Eduardo. ed. Civitas. págs. 35-37. Hacia una nueva justicia administrativa. 128 ordenamientos constitucionales que consagran las garantías individuales, específicamente el derecho fundamental de seguridad jurídica y junto a él la garantía de legalidad que impone a la autoridad la obligación de realizar previamente a su actuación una serie de requisitos indispensables y previstos en el ordenamiento jurídico para estar en posibilidad de afectar la esfera de los derechos del gobernado; "el procedimiento administrativo no es un mero ritual tendente a cubrir un poder desnudo con una vestidura pudorosa que evite el rechazo social. Que no se trata de cubrir impudicias, sino de que no las haya; porque lo que exige el pudor en las relaciones entre el poder público y los ciudadanos es que el comportamiento de aquél inspire confianza a los administrados. Y el primer factor capaz de generar esa confianza es la adecuación a un procedimiento que garantice que el obrar administrativo, por más reflexivo, tenga más posibilidades de adecuarse al ordenamiento administrativo. Si se actúa sin procedimiento y sin acto previo, se produce una vía de hecho, incurriendo la actuación en causa de nulidad de pleno derecho."101 No obstante lo anterior, la Administración puede llegar a ocasionar violaciones en los derechos ciudadanos, desapegándose de la legalidad; desde la revolución francesa surge el concepto de "acto arbitrario" para definir el desapego de la autoridad a la ley. La Declaración de Derechos del hombre y del Ciudadano de 1793 establece que "Todo acto ejercido contra un hombre fuera del caso y sin las formas que la Ley determine es arbitrario y tiránico; aquel contra quien se quisiese ejecutar por la violencia tiene derecho a repelerlo por la fuerza";102 es por ello que el ordenamiento jurídico establece la posibilidad de subsanar dichas desviaciones a la propia administración, otorgándole al ciudadano la posibilidad de defensa frente a la administración, y a la misma la oportunidad de corrección y apego a la ley que en principio desatendió. Sin embargo, podemos encontrarnos con la posibilidad de que la propia administración no desee desapegarse de su acto arbitrario, ocasionando con ello, grave vulneración al derecho ciudadano y específicamente a la garantía de legalidad. El hombre depende en gran medida de la actuación administrativa, y se ve afectado por ella cotidianamente. "Ante esta situación es ineludible someter esas relaciones entre la administración y los administrados a los causes formales de un procedimiento. De un procedimiento en el 101 Gimeno Sendra, Vicente y Garberí Llobregat. Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y legislación complementaria. Concordancias, comentarios y jurisprudencia. ed. Colex. pág. 184 102 cfr. García de Enterría, Eduardo y Fernández Tomás-Ramón. Derecho Administrativo II. ed. Civitas. pág. 534. Curso de 129 que, sin detrimento de la eficacia, resulten garantizados los derechos fundamentales y libertades individuales. De aquí la trascendencia de las leyes de procedimiento administrativo en un Estado que pretenda ser de derecho."103 1.3.Antecedentes. Así pues, los ordenamientos jurídicos mexicano y español, prevén la posibilidad de impugnar los actos de la Administración Pública mediante la vía jurisdiccional, ante órganos jurisdiccionales que examinen si los actos realizados por la autoridad administrativa han sido apegados a la normativa jurídica, más este logro del estado de derecho tuvo un arduo camino con la frontal oposición de quien realizaba la función administrativa, auspiciado bajo la errónea definición que daban a la teoría de la división de poderes realizada por Montesquieu, argumentándo que la actividad jurisdiccional del Estado no podía entrometerse en el sector administrativo, dado que "juzgar a la administración es administrar". Incluso, desde tiempos anteriores a la mencionada teoría de división de poderes, la autoridad del rey intentó mantener la soberanía a toda costa, no obstante haber jurado el respeto a la ley, entregándola de esta forma al ordenamiento jurídico imperante en ese momento. Es digno de mención el conflicto surgido en inglaterra en el siglo XV entre el Rey Jacobo I y el Justicia Mayor del Reino, Lord Eduard Coke. "En un conflicto de jurisdicciones, el rey Jacobo I declaró que podía fallar personalmente en cualquiera causa, sustrayéndola del conocimiento de los jueces ordinarios, a quienes consideraba sus delegados. Coke se opuso y la Historia ha conservado, en los documentos que se cambiaron entre sí, el dialogo intrépido que sostuvo el justicia con su rey. <<De acuerdo con la ley de Inglaterra -dijo el Justicia-, el rey en persona no puede juzgar causa alguna; todos los casos civiles y penales, tendrán que fallarse en algún tribunal de justicia, de acuerdo con la ley y la costumbre del reino.>> A lo que respondió el rey: <<Creo que la ley se funda en la razón; yo, y otros, poseemos tanta razón como los jueces>>. <<Los casos que atañen a la vida, a la herencia, a los bienes o al bienestar de los súbditos de su majestad -replico Coke-, no puedes decidirse por la razón natural, sino por la razón artificial y el juicio de la ley, la cual es un arte que requiere largo estudio y experiencia, antes de que un individuo pueda llegar a conocerla a fondo.>> Esta respuesta ofendió al rey, quien dijo que en tal caso, <<el estaría sometido a la ley, lo cual era traición 103 González Pérez, Jesús. Procedimiento Administrativo Federal. Porrúa. Universidad Nacional Autónoma de México. págs. XIX y XX. ed. 130 sostener>>. Allí estaba la tesis fundamental del absolutismo; frente a ella, Coke no evadió la afirmación de la monarquía constitucional: el rey no está sometido a ningún hombre, pero si está <<bajo Dios y la ley>>."104 Una vez determinada y admitida por varios ordenamientos jurídicos la teoría de la división de poderes, la administración, heredera en gran medida de las antiguas funciones que ejercía el rey, no deseaba la intervención y vigilancia del orden jurisdiccional sobre sus actos. Posterior a la Revolución Francesa, el Código Napoleónico estableció una forma de protección de los gobernados frente a los actos administrativos, a la que llamó "contencioso-administrativa", creando la institución del Consejo de Estado, siendo este un órgano puramente administrativo, el cual proponía resoluciones a la Administración sobre peticiones de anulación de actos administrativos en los que se denunciaba vicios manifiestos de legalidad.105 "Lo verdaderamente singular del Régimen de Derecho Público surgido de la Revolución, que se concreta, en cuanto a nosotros nos interesa, en el Derecho Administrativo, y lo que constituye la definida originalidad histórica de éste. es justamente ese cambio radical de concepción del sistema jurídico. La Administración es una creación abstracta del Derecho y no una emanación personal de un soberano y actúa sometida a la legalidad, la cual, a su vez, es una legalidad objetiva, que se sobrepone a la Administración y no un mero instrumento ocasional y relativo de la misma, y por ello también tal legalidad puede ser invocada por los particulares mediante un sistema de acciones, expresión del principio de libertad que la Revolución instaura, y que revela como dicha legalidad viene a descomponerse en verdaderos derechos subjetivos."106 En la actualidad, el sistema de derecho pone claramente de manifiesto la correcta interpretación de la división de poderes, que ha evolucionado con el trascurso de tiempo y se ha enriquecido con las valiosas aportaciones de destacados juristas, no es posible continuar con la errónea idea de que la Administración Pública ejerza sus facultades sin que se encuentre previsto el medio idóneo para revisar el apego a la 104 Tena Ramírez, Felipe. pág. 214. Derecho Constitucional Mexicano. ed. Porrua. 105 cfr. García de Enterría, Eduardo y Fernández, Tomás-Ramón. ob.cit. Curso...Administrativo II. pág. 535. 106 García de Enterría, Eduardo y Fernández, Derecho Administrativo I. ed. Civitas. pág. 434. Tomás-Ramón. Curso de 131 legalidad de sus actos, siendo el más apto para ello la revisión por el orden jurisdiccional, por los verdaderos interpretes de la ley, los jueces. "Bien sabemos que la Administración no representa al pueblo, sino que le sirve, que no puede ampararse en la nota de soberanía, sino que, antes bien, es una organización íntegramente subordinada al Derecho, no señora del mismo, obligada a justificarse en la observación estricta de las normas legales. Por otra parte, hoy la jurisdicción contenciosoadministrativa está encarnada en verdaderos Tribunales y no es, como en ese primer modelo histórico, un simple autocontrol residenciado en el propio aparato de la Administración, de modo que no podría hablarse de que ésta disfruta de una exención jurisdiccional absoluta que dé a sus decisiones la misma fuerza que las Sentencias, que era lo propio de ese primer modelo histórico. Igualmente resulta inválido como explicación técnica recurrir al principio constitucional de la división de los poderes, interpretado en el sentido de una <<separación>> entre la Administración y Tribunales. El sistema operará como una infraestructura, no nos desvelará los secretos de la estructura técnica, que es el nivel en donde ahora estamos. Por otra parte. es obvio que tal <<separación>> ha perdido su carácter absoluto y de principio, en cuanto que el actual recurso contencioso-administrativo supone un sometimiento efectivo de la Administración a un proceso y a una decisión verdaderamente jurisdiccionales."107 1.4.Definición de Contencioso-Administrativo. Efectivamente, los actos de la Administración Pública son susceptibles de impugnación por los particulares afectados o incluso por órganos estatales, a través de un procedimiento jurisdiccional, en el que deducen pretensiones fundadas en derecho administrativo, a efecto de que se analice la legalidad de los actos gubernativos. "En una forma general se puede decir que el contencioso-administrativo es el examen jurisdiccional de los actos administrativos. En esta corta oración están incluidos sus elementos, al hablar de jurisdicción se está excluyendo la revisión vertical de los actos por la propia Administración, y se está implicando una relación angular en que se encuentra un juez independiente sin importar que pertenezca desde el aspecto formal al poder judicial o al ejecutivo. Al hablarse de acto administrativo se especifica que no es motivo del contencioso-administrativo cualquier actuación de la Administración; 107 ob.cit. García de Enterría, Eduardo Curso...Administrativo I. págs. 496 y 497. y Fernández, Tomás-Ramón. 132 respecto a la finalidad del mismo no se dice nada, ya que aunque primordialmente es una defensa de los particulares frente a la Administración, también puede ser una defensa de órganos que no tengan la característica de particular o gobernado."108 Así pues, los ordenamientos jurídicos de México y España, al prever la procedencia de procedimientos jurisdiccionales a efecto de impugnar los actos realizados por la Administración Pública u otro organismo que desempeñe funciones derivadas de esta, cumplen con la obligación de velar por los derechos de los ciudadanos, garantizando el cumplimiento de la ley y la Constitución. 2. EL PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO EN EL ORDENAMIENTO JURIDICO ESPAÑOL. 2.1.Antecedentes de Derecho positivo español. El derecho español adopta en el siglo XIX, el modelo de contencioso-administrativo del derecho francés, basado principalmente en el aseguramiento de la legalidad de los actos de la Administración y las libertades del ciudadano, encomendando dicha función a órganos no jurisdiccionales (stricto sensu). Dicho modelo se apunta en la Constitución de Bayona en forma Napoleónica, que es tomada en gran medida (con influencia también del derecho anglosajón) por la Constitución de Cádiz de 1812. La evolución del derecho administrativo español es asombrosa en gran medida, y el procedimiento contencioso-administrativo no es la excepción, evolución que es suspendida por algunos años durante el período de la dictadura Franquista; el 27 de agosto de 1938 se eliminó del sistema jurídico de derecho administrativo español, el recurso contencioso-administrativo contra los actos estatales, recurso que reaparece con la ley de 18 de marzo de 1944.109 Actualmente, se encuentra en proyecto una nueva Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, sin que actualmente haya sido aprobada. 2.2.El contencioso-administrativo en la legislación. 108 Carpizo, Jorge. Estudios Autónoma de México. pág. 179. 109 Constitucionales. Universidad Nacional cfr. García de Enterría, Eduardo y Fernández, Tomás-Ramón. ob.cit. Curso...Administrativo II. pág. 538. 133 "El principio constitucional básico relativo a la Administración Pública es el de su sujeción al ordenamiento jurídico. En efecto, el art. 103.1 (CE) concluye señalando que la Administración se encuentra sometida a <<la ley y el Derecho>>. El art. 103 de la CE en este punto representa la concreción del principio general del art. 9.1 de sometimiento de los poderes públicos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico. Se trata en definitiva, de manifestar respecto de la Administración el dogma fundamental del Estado de Derecho...el sometimiento de la Administración al ordenamiento jurídico implica, como es obvio, que su actuación puede ser controlada jurídicamente por los jueces y tribunales, y así lo dispone el art. 106.1 dela CE."110 El procedimiento contencioso-administrativo, se encuentra regulado principalmente por la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, de 27 de diciembre de 1956 y por la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, de 26 de noviembre de 1992; éste es un procedimiento plenamente jurisdiccional, en el cual los Tribunales que lo resuelven tienen plena libertad e independencia con la Administración a la que juzgan. El contencioso-administrativo (como se ha indicado), es la respuesta a la observancia de determinados derechos fundamentales, como el de seguridad jurídica, que contiene la obligatoriedad de apego de los actos de las autoridades estatales a la ley. "El contencioso-administrativo, está incluido, de esto no hay duda -la jurisprudencia constitucional lo dice todos los días-, en el artículo 24...la justicia administrativa es una justicia de tutela de derechos e intereses legítimos..."111 Si bien es cierto que la función jurisdiccional es primordialmente estatal, también lo es que al desarrollarse el proceso contencioso-administrativo, no formula mayor problema el que sea precisamente a la Administración (órgano estatal) a quien se juzga, dado que aún cuando el Juez y el demandado formen parte de este ente único que es el Estado, son completamente autónomos e independientes uno del otro; sin olvidar que el Estado (de conformidad con la doctrina clásica) no sólo se conforma de gobierno, sino también de territorio, soberanía y población, por lo cual, los ciudadanos forman parte a su vez del Estado, y los órganos gubernativos están (en gran medida) para el servicio de éstos y para el mantenimiento del ordenamiento jurídico que el pueblo en uso de su soberanía estableció a través de su representación política. 110 Pérez Tremps, Pablo. blanch. pág. 191. 111 Derecho Constitucional. Vol. II. ed. Tirant lo ob.cit. García de Enterría, Eduardo. Hacia una... pág. 52. 134 2.3.Agotamiento de los recursos previos. A efecto de estar en posibilidad de interponer el recurso contencioso-administrativo, ante la autoridad jurisdiccional, es presupuesto en la mayoría de sus casos, el que se hayan agotado las vías y procedimientos administrativos previos ante la propia Administración Pública, procedimientos que se encuentran regulados en gran medida por la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y el Procedimiento Administrativo Común, dando a la propia Administración la posibilidad de revisar sus propios actos y la legalidad de los mismos, sin perjuicio de que una vez desarrollados dichos procedimientos, el particular se encuentre en posibilidad de impugnar el acto administrativo ante los tribunales jurisdiccionales, ofreciendo las pruebas que sean procedentes conforme a la ley a efecto de demostrar la legalidad y razonabilidad de su pretensión. "Precisamente porque el recurso contencioso-administrativo es un auténtico proceso, el mismo permite llegar a la verdad material del hecho enjuiciado, no sólo con el material de conocimiento aportado en vía administrativa, sino con el incorporado después en vía judicial, factores que permiten llegar a una solución opuesta a la ofrecida por la Administración, en base a los elementos de convicción puestos a disposición de los juzgadores, y a la facultad soberana de los mismos para interpretarlos, de acuerdo con los dictados de la sana crítica."112 En efecto, requisito indispensable a efecto de que pueda ser ejercitada la vía contencioso-administrativa, será la previa interposición del recurso de reposición, mismo que se presentará ante el mismo órgano de la Administración Pública que dictó el acto impugnado en el transcurso de un mes contado a partir de la notificación o publicación del acto impugnado; exceptuándose de dicho requisito los actos que implicaren resolución de cualquier recurso administrativo, los dictados en ejercicio de potestad de fiscalización, los actos presuntos en virtud del silencio administrativo, los actos no manifestados por escrito y las disposiciones de carácter general que dictaren la Administración del Estado, las Entidades Locales y las Corporaciones e Instituciones Públicas, una vez aprobadas definitivamente en vía administrativa. De igual forma es requisito previo para la Administración Pública, a efecto de estar en posibilidad de interponer recurso contencioso-administrativo, la declaración de lesividad del acto que impugna. 112 ob.cit. Gimeno Sendra, Vicente y Garberí Llobregat, José. Jurisdicción... pág.59. Ley de la 135 2.4.Ambito de Protección y Competencia. De conformidad con el artículo 1 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, dicha jurisdicción "conocerá de las pretensiones que se deduzcan en relación con los actos de la Administración Pública sujetos al Derecho administrativo y con las disposiciones de categoría inferior a la ley". entendiendo por Administración Pública a la Administración del Estado, (Administración General del Estado y Administración de las Comunidades Autónomas), entidades que integran la Administración Local y las Corporaciones e Instituciones públicas sometidas a la tutela del Estado o de alguna Entidad local. A su vez, la ley establece que "No corresponderán a la Jurisdicción Contenciosoadministrativa: a) Las cuestiones de índole civil o penal atribuidas a la jurisdicción ordinaria, y aquellas otras que, aunque relacionadas con los actos de la Administración Pública, se atribuyan por una ley a la Jurisdicción social o a otras jurisdicciones. b) Las cuestiones que se susciten en relación con actos políticos del Gobierno, como son los que afecten a la defensa del territorio nacional, relaciones internacionales, seguridad interior del Estado y mando y organización militar, sin perjuicio de las indemnizaciones que fueren procedentes, cuya determinación sí corresponde a la jurisdicción Contencioso-Administrativa. c) Las decisiones de cuestiones de competencia entre la Administración y las jurisdicciones ordinarias o especiales y las de conflictos de atribución." A efecto de delimitar que órganos son jurisdiccionalmente competentes para conocer del procedimiento contencioso-administrativo, hemos de indicar que si bien el Estado realiza sus diversas funciones a través de sus órganos e instituciones, ya sea juzgando, legislando o administrando. "El los Ordenamientos que consagran el principio de unidad jurisdiccional y lo aplican rígidamente, el órgano jurisdiccional está encuadrado en la común organización judicial, en el Poder Judicial. Ahora bien, al distinguirse distintos órdenes jurisdiccionales, existirán órganos a los que se confía la jurisdicción en cada uno de ellos. Como uno de esos órdenes es el contenciosoadministrativo (art. 9.4, LOPJ), será órgano del mismo aquél al que se confía la satisfacción de las pretensiones fundadas en Derecho administrativo."113 113 González Pérez, Jesús. Civitas. pág. 122. Manual de Derecho Procesal Administrativo. ed. 136 Así pues, la competencia del órgano jurisdiccional vendrá a determinarse en relación directa con la pretensión procesal formulada por el actor; a efecto de que la pretensión pueda ser ventilada en vía del procedimiento contencioso-administrativo, la misma debe estar fundada en el derecho administrativo. "La pretensión procesal es un acto, no un derecho; algo que se hace, no algo que se tiene. Es una declaración de voluntad, no una manifestación afectiva, emocional o psicológica del que la formula; pero tampoco es una exteriorización intelectual o declaración de ciencia que se limita a poner de manifiesto la existencia o inexistencia real de una cierta proposición...la pretensión procesal...es la petición presentada por un sujeto activo ante un órgano jurisdiccional frente a un sujeto pasivo en demanda de que se haga algo jurídico, esto es, que se operen o se manejen situaciones estrictamente de Derecho."114 No existe proceso sin pretensión procesal, esta es la que da vida al proceso, que va a ser desarrollado a través de un procedimiento, mas a efecto de que el proceso pueda ventilarse es necesario que exista la litis, y esta se desarrollará en base a la pretensión. El recurso contencioso-administrativo será conocido por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de las Audiencias Territoriales, las Salas de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, la Sala de Revisión de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo y la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional. Es importante hacer la aclaración que en este ámbito competencial, las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia, tienen las atribuciones y competencias que la ley determina a las Audiencias Territoriales; a su vez, la ley prevé el funcionamiento de Juzgados de lo Contencioso-Administrativo, sin que estos se hayan constituido aún, por lo cual, hasta en tanto se instalen dichas funciones competenciales serán ejercidas por los respectivos Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas. "Antes de delimitar la competencia de los órganos del Orden Jurisdiccional contencioso-administrativo, ha de hacerse referencia a los órganos de la Jurisdicción militar, a los que corresponde el conocimiento de pretensiones fundadas en Derecho Administrativo. Porque la Ley Orgánica 12/1985, de 27 de noviembre, del régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas (art. 77), la LOJM (art. 4o) y la LOPM (art. 448) atribuyen a la jurisdicción militar el conocimiento de las pretensiones que se deduzcan en relación con los actos dictados en aplicación de la Ley Orgánica 12/1985. Dentro 114 ob.cit. González Pérez, Jesús. Manual de Derecho... pág. 206. 137 de la Jurisdicción militar, la competencia corresponde: a') A la Sala militar del TS, los recursos contra sanciones impuestas o reformadas por el Ministro de Defensa, incluso las extraordinarias (art. 23,5,LOJM). b') Al Tribunal militar central en Sala de justicia los recursos contra las sanciones impuestas o reformadas por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Jefes del Estado Mayor de cada Ejército, Subsecretario de Defensa, Director General de la Guardia Civil y Oficiales Generales (art. 37, 7, LOJM). c') A los tribunales militares territoriales, los recursos contra las sanciones impuestas por los mandos militares que no sean competencia de las Salas anteriormente señaladas (art. 45,6, LOJM). Para determinar la competencia territorial de éstos, se estará a lo dispuesto en el art. 451, LOPM: será competente el Tribunal en cuyo territorio se encuentre destinado el mando que originariamente impuso la sanción, o aquel en cuyo territorio tenga su destino o domicilio el demandante, a elección de éste."115 La jurisdicción es un requisito procesal, incluso es el primero de dichos requisitos en virtud de que a efecto de que un tribunal esté capacitado para conocer de cualquier litigio es necesario que tenga jurisdicción para ello, dicha jurisdicción puede ser examinada a instancia de parte, pero el órgano jurisdiccional deberá estudiarla de oficio, previa audiencia de las partes, a efecto de estar en posibilidad legal de conocer el asunto. Dicha jurisdicción será al tenor de la legislación correspondiente improrrogable y una vez determinada y admitida la misma los tribunales serán jurisdiccionalmente competentes para conocer el asunto, sus incidencias y para fiscalizar la ejecución de las sentencias que dicten. Cuando la Sala que conoce del litigio se declare incompetente para continuar conociendo, antes de la sentencia, remitirá las actuaciones a la que considere competente, a efecto e que continúe el curso del proceso. Los Tribunales Superiores de Justicia de las respectivas Comunidades Autónomas, de conformidad con el artículo 10 de la Ley de la jurisdicción ContenciosoAdministrativa, conocerán en única o primera instancia de los actos no susceptibles de recurso administrativo ordinario de los órganos de la Administración Pública cuya competencia no se extienda a todo el territorio nacional, y de las cuestiones que susciten contra actos de los Gobernadores Civiles (actualmente Subdelegados del Gobierno) y los Presidentes de las Corporaciones Locales al decretar la suspensión de acuerdos adoptados por éstas; de los actos y resoluciones dictados por órganos de la 115 González Pérez, Jesús. Manual de Práctica Forense Administrativa. ed. Civitas. págs. 162 y 163. 138 Administración Pública, cuya competencia se extienda a todo el territorio nacional, y cuyo nivel orgánico sea inferior a Ministro en materias de personal, propiedades especiales y expropiación forzosa; de los actos, expresos o presuntos, de ministros, autoridades y órganos centrales de inferior jerarquía, resolutorios de recursos administrativos, incluido el económico-administrativo, y los que se dicten en el ejercicio de la función fiscalizadora sobre órganos o entidades cuya competencia no se extienda a todo el territorio nacional, cualquiera que sea la materia a que se refiera y el contenido de la decisión que se dicte, exceptuándose las resoluciones de los Ministros que reformaren el acto del inferior; y, de los recursos sobre responsabilidad patrimonial de la Administración Pública, autoridades o funcionarios civiles y los que se entablen por éstos cuando hubieren sido declarados responsables por la Administración, por actos o hechos realizados en el ejercicio de sus cargos, si en uno u otro caso la competencia no corresponde al Tribunal Supremo. Como se expresó con anterioridad, en "el orden jurisdiccional contencioso-administrativo los Tribunales Superiores de Justicia, mientras no se pongan en funcionamiento los Juzgados de la jurisdicción, tienen no sólo la competencia establecida por el art. 74 LOPJ, en cuanto sea posible, sino también las que tenían las Audiencias Territoriales, con la salvedad respecto de las del primer grupo, es decir, que cuando aquél precepto la otorga transitoriamente al Tribunal Superior de Justicia para conocer en única instancia, esto debe entenderse sustituido por la de <<en primera instancia>>...Mientras no entren en funcionamiento los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo, las Sala de los Tribunales Superiores de Justicia, tienen una competencia reforzada, ya que aparte de la que gozan en plenitud, derivada de la LOPJ, asume en bloque las atribuciones que en base al art. 10 LJCA, venían conferidas a las Salas de las Audiencias Territoriales del mismo orden jurisdiccional."116 La comperencia atribuida al Tribunal Supremo (específicamente a las Salas de lo Contencioso-Administrativo), se encuentra delimitada por el artículo 14 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, el cual establece: "1. Las Salas de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo conocerán de los asuntos siguientes: A. En única instancia: a) De los recursos contencioso-administrativos que impugnen directamente las disposiciones de carácter general emanadas de órganos de la Administración del Estado, general o institucional, cuya competencia se extienda a todo el territorio nacional, en los casos a que se refieren los párrafos 1 y 3 del artículo 116 ob.cit. Gimeno Sendra, Vicente y Garberí Llobregat, José. Jurisdicción... pág. 124. Ley de la 139 39 de esta Ley. b) De los recursos contencioso-administrativos que se formulen respecto de los actos emanados del Consejo de Ministros, de las Comisiones Delegadas y de los Ministros, excepto, en este último caso, cuando se refieren a los comprendidos en el apartado c) del artículo 10. c) De los actos y resoluciones dictados por órganos de la Administración Pública, cuya competencia se extienda a todo el territorio nacional y cuyo nivel orgánico sea inferior a Ministro, en las materias no incluidas en el apartado b) del artículo 10. d) De la responsabilidad patrimonial de la Administración Pública cuando proceda, conforme a la regla del apartado b) de este artículo, y, en todo caso, de los recursos que se entablen por los Gobernadores Civiles (actualmente Subdelegados del Gobierno), autoridades o funcionarios cuyo nivel orgánico sea equivalente o superior al de Director General, declarados responsables por la Administración por hechos o actos realizados en el ejercicio de su cargo. e) De los recursos contencioso-administrativos que se formulen contra actos dictados previo informe preceptivo del Consejo de Estado. f) De los actos adoptados por el Consejo Supremo de Justicia Militar o a propuesta o con informe del mismo. B. En segunda instancia, de los recursos que se deduzcan en relación con decisiones susceptibles de apelación pronunciadas por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de las Audiencias Territoriales. 2. También conocerán: a) De los recursos de revisión contra sentencias firmes de las Salas de lo Contencioso-Administrativo de las Audiencias Territoriales. b) De los recursos de queja por la inadmisión del recurso de apelación. c) De las cuestiones de competencia que surjan entre dos o más Salas de lo Contencioso-Administrativo de otras tantas Audiencias Territoriales, o de la misma, si tuvieren su sede en distinto lugar." La sentencias firmes de las Salas de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, podrán ser recurribles en revisión por la Sala de Revisión de lo Contencioso-Administrativo de dicho Tribunal Supremo. 2.5.Partes. 2.5.1.Legitimación Activa. La capacidad procesal para interponer recurso contencioso-administrativo será determinada por la Ley de Enjuiciamiento Civil para los procedimientos civiles ordinarios. Así pues, se encuentran legitimados para interponer el recurso contencioso-administrativo, todos los que tuviere interés directo en la declaración de no ser conformes a derecho o de anulación de los actos y disposiciones de la Administración; las Entidades, Corporaciones e Instituciones de Derecho Público que impugnen directamente disposiciones de carácter general de la Administración Central 140 siempre y cuando éstas les afecten directamente y la Administración autora del acto impugnado, si en virtud de la legislación no pudiere anularlo o revocarlo por sí misma. Es necesario indicar que no obstante la amplitud del término utilizado en la ley, en el sentido de otorgar capacidad a aquella persona que tenga un interés directo en la declaración de no ser conformes a derecho o anulación de los actos y disposiciones de la Administración, dicha legitimación requiere precisamente un interés directo, el cual no se presume únicamente por su invocasión, es necesario probarlo ante el órgano jurisdiccional.117 2.5.2.El Ministerio Fiscal. El Ministerio Fiscal únicamente tiene intervención en el proceso contenciosoadministrativo especial para la protección de los derechos fundamentales, en el que debe oírsele, tanto en el incidente de suspensión de ejecución del acto, como en el proceso principal. 2.5.3.Legitimación Pasiva. La ley considera como parte demandada a la Administración (entendida esta, como indicamos, ya sea del Estado Central o de las Comunidades Autónomas) de la cual proviene el acto o disposición impugnada; a las personas a cuyo favor deriven derechos del propio acto y cuando sea sujeto activo, cualquier persona que tuviere interés directo en la anulación del acto o disposición o su declaración de no ser conforme a derecho. Cuando una Corporación o Institución dictare algún acto o disposición, pero estos no fueren firmes sin previa autorización, aprobación o conocimiento de oficio o a instancia de parte de la Administración estatal o de las Comiunidades Autónomas, se entenderá como administración demandada, la Corporación o Institución que dictare dicho acto o disposición fiscalizado, si dicha fiscalizadora lo aprobare; y, la Corporación o Institución que ejerza la fiscalización, si mediante ella no aprobare el acto o disposición. La ley permite la intervención de coadyuvante del demandado a cualquier persona que tuviere interés directo en el mantenimiento del acto o disposición, así como de coadyuvante de la Administración demandante de la anulación de sus propios actos, a quien tuviera interés en la 117 cfr. Gimeno Sendra, Vicente y Gabrerí Llobregat, José. ob. cit. Ley de la Jurisdicción... pág. 159. 141 anulación de los mismos. Si la pretensión deriva de alguna relación jurídica transmisible, el causahabiente podrá suceder en cualquier estado del proceso a quien inicialmente actuó como parte activa. De igual forma se encuentran legitimados para intervenir como parte en el proceso contencioso-administrativo, los Colegios Oficiales, Sindicatos, Cámaras, Asociaciones y demás entidades constituidas legalmente para velar por los intereses profesionales o económicos determinados, si se encuentra en litigio alguna pretensión relacionada en forma directo con los intereses indicados. No es muy complejo el entendimiento de la representación y defensa de las partes en el proceso contencioso-administrativo, el cual se desarrolla en los artículos 33 a 36, en los que determina la representación de los particulares por Procurador asistido de Abogado, o por abogado debidamente autorizado con poder al efecto; dada la naturaleza jurídica de las partes en el proceso, como podrían ser las Corporaciones, Instituciones sometidas a la tutela del Estado o de alguna entidad local, o Entidades que integran la Administración local, estas podrán ser representadas por los Abogado del Estado, salvo que designen letrado que las represente, litiguen entre sí, o contra la Administración del Estado, a quien en todo caso representarán los Abogados del Estado. Hacemos nuevamente énfasis, que las Administraciones a que hemos hecho referencia, no se concretan únicamnte a las del Estado Central, sino que abarcan de igual forma a las de las Comunidades Autónomas. 2.6.Procedimiento. 2.6.1.Interposición del recurso contencioso-administrativo. El órgano judicial competente para conocer del asunto que se le plantea en la jurisdicción contencioso-administrativa, activará el proceso incitado previamente por el demandante, a través de la presentación de un escrito de interposición (siempre y cuando el demandante no sea la Administración Pública) en el que deberá limitarse a expresar el acto razón por el cual se formula dicho recurso y a solicitar se tenga por interpuesto el mismo, acompañando para tal efecto los documentos exigidos por el artículo 57 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, concediendo el órgano jurisdiccional un plazo de diez días al demandante para el caso de que dicho escrito adoleciese de un error subsanable, archivando el asunto en caso de una vez requerido el demandante no subsanase el error. 142 El plazo para interponer el recurso contencioso-administrativo será de dos meses contados a partir de la notificación del acuerdo resolutorio del recurso de reposición si este fue expreso, en caso contrario de un año a partir de la fecha de interposición del mismo; en el caso de los actos de silencio administrativo el plazo será de un año contado a partir del día siguiente al en que se entienda desestimada la petición; de igual forma el plazo será igualmente de dos meses para la Administración Pública que acuda en contencioso-administrativo, contados a partir del día siguiente al en que sea declarado lesivo el acto impugnado. 2.6.2.Emplazamiento y admisión. Una vez interpuesto el recurso, el Tribunal ordenará sea anunciado en el Boletín Oficial del Estado o de la Provincia (o en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma de que se trate) según de conformidad con la naturaleza del órgano jurisdiccional que se encuentre conociendo de dicho recurso; hecho lo anterior ordenará a la demandada la remisión del expediente administrativo que contenga el acto impugnado, misma que a partir de este momento se considerará emplazada, quien deberá presentarlo en el plazo máximo de veinte días. El Tribunal decretará en auto motivado la admisión o inadmisión del recurso de conformidad con los requisitos exigidos por la ley; contra el auto que decrete la inadmisión del recurso podrá interponerse recurso de súplica, y contra el desestimatorio de éste, el de apelación. Una vez emplazada la Administración autora del acto o disposición impugnada, ésta, al acordar la remisión del expediente solicitado por el Tribunal notificará de inmediato a cuantos aparezcan como interesados, emplazandolos por nueve días a efecto de que se personen (comparezcan) ante el Tribunal, hecho lo anterior, con inserción de las notificaciones realizadas, remitirá al Tribunal correspondiente el expediente solicitado. Aquellos que no hubiesen podido ser emplazados personalmente, se entenderán emplazados en virtud de la publicación realizada por el Tribunal en el Boletín Oficial del Estado o de la Provincia, según corresponda. En los casos en que el recurso contencioso-administrativo, tenga por finalidad la impugnación de un acto declarado lesivo, el emplazamiento de las partes será realizado en forma individual por el propio Tribunal que conozca del asunto. 2.6.3.Deducción de la demanda. 143 Una vez que el Tribunal cuente con el expediente que contenga el acto reclamado, se correrá traslado al sujeto activo, con el expediente administrativo a efecto de que deduzca la demanda en el plazo de veinte días; en caso de no hacerlo así quien interpuso el recurso, el Tribunal declarará de oficio caducado el mismo. Presentada la demanda, se correrá traslado a los demandados y coadyubantes a efecto de que contesten la misma, debiendo hacerlo en primer término, en su caso, la Administración demandada. La Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, indica a las partes la posibilidad de presentar con la demanda o contestación de la misma, los documentos en los cuales funden su derecho, o en caso de no estar posibilitados para ello, la designación del lugar o persona en cuyo poder se encuentren; posteriormente, sólo serán admitidas las documentales de la naturaleza expresada en los casos previstos para el proceso civil, excepción hecha del demandante, a quien se le admitirán las documentales necesarias para desvirtuar las alegaciones del demandado o coadyubante. 2.6.4.Acumulación. La ley establece la posibilidad de acumulación por parte del órgano jurisdiccional, siempre y cuando los actos impugnados tengan relación directa y no sean incompatibles entre sí. "En principio, para que sea admisible la acumulación inicial de pretensiones es necesario que el órgano jurisdiccional sea competente para conocer de todas ellas...No obstante, la jurisprudencia administrativa ha declarado que si las pretensiones se dirigen contra actos distintos entre los que existe conexión directa y el conocimiento de los recursos correspondiera en principio a órganos distintos, la competencia para conocer de las pretensiones acumuladas corresponderá al de superior jerarquía...Ha de solicitarse la acumulación por el demandante o demandante legitimados activamente para deducir todas las pretensiones acumuladas".118 2.6.5.Suspensión. El ordenamiento jurídico que regula el procedimiento contencioso-administrativo, establece la posibilidad de solicitud de suspensión del acto impugnado, misma que podrá deducirse mediante escrito independiente con esta finalidad, o mediante <<otro sí>>, en alguno de los escritos que presente la parte actora, especificando los motivos 118 ob.cit. González Pérez, Jesús. Manual de Derecho... pág. 255. 144 que justifiquen su pretensión de suspensión, misma que será concedida cuando la ejecución del acto impugnado ocasione al demandante daños o perjuicios de difícil o imposible reparación, no siendo obice a lo anterior, el que la suspensión pueda ser negada por el Tribunal que conoce del asunto, cuando con su concesión se cause grave perturbación a los intereses públicos; en caso de ser concedida la suspensión, el órgano jurisdiccional respectivo solicitará caución suficiente si la concesión de ésta pudiere ocasionar algún daño o perjuicio a los intereses públicos o de algún tercero. Dicha solicitud podrá realizarse en cualquier estado del proceso, en primera o segunda instancia, y esta dará lugar a la apertura de un incidente que deberá llevarse a cabo por cuerda separada. No debemos olvidar, que cuando el acto generado por la Administración Pública, afecte los derechos fundamentales de la persona, dicho acto podrá ser impugnado mediante el procedimiento sumario y preferente establecido en la Ley 62/78, de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona, en el cual se prevé de igual forma la suspensión, mas de forma más sencilla y asequible al gobernado. Procedimiento que hemos analizado al estudiar el amparo judicial en el capítulo primero. Todas las cuestiones incidentales que se suscitaren en el proceso, incluso las que se refieran a la nulidad de actuaciones, se substanciarán por pieza separada y sin suspender el curso de los autos. 2.6.6.Período Probatorio. La Ley de la jurisdicción Contencioso-Administrativa establece la posibilidad del proceso a prueba. "La petición del recibimiento del proceso a prueba se hará necesariamente en los escritos de demanda o contestación a la demanda. El artículo 74 LJ exige que se haga por <<otro sí>> y, aunque el aforismo conduce a admitir la petición que no se haga de esta forma, es preferible seguir la letra de la norma y hacerlo por <<otro sí>>. Es requisito esencial de la petición del recibimiento a prueba que se expresen los puntos de hecho sobre los que ha de recaer la prueba..."119 "El principio de jurisdicción revisora ha conducido a afirmar que la prueba pugna con la esencia del proceso administrativo. Reducido el principio a sus justos límites..., es evidente que la prueba se rige en el proceso administrativo por los mismos 119 ob.cit. González Pérez, Jesús. Manual de Práctica... pág. 200. 145 principios que en los demás procesos y, concretamente, en el proceso civil. En efecto, a través de la vía administrativa, se han discutido unos hechos y acerca de los mismos se ha practicado prueba, tanto por parte del particular como por parte de la Administración. Si después discuten la cuestión ante los Tribunales es porque los hechos básicos no están claros ni existe prueba contundente, salvo los casos de dudas interpretativas y temeridad."120 Son las partes, quienes tienen el derecho de probar ante el órgano jurisdiccional, recayendo la carga de la prueba para el demandante, puesto que es éste quien acudió ante el órgano jurisdiccional y debe probar ante el la veracidad de los hechos en los que funda su pretensión, más éste último (el Tribunal), esta facultado para realizar de oficio las pruebas que estime convenientes a efecto de llegar a la verdad y resolver la litis con apego a la justicia y al derecho. 2.6.7.Vista y presentación de conclusiones. Una vez finalizado el período probatorio, el Tribunal celebrará la vista siempre y cuando sea solicitado por las partes o dicho órgano jurisdiccional lo estime necesario, solicitud a instancia de parte que deberá realizarse por medio de <<otro sí>> en los escritos de demanda o contestación a dentro de los tres días siguientes contados a partir de la legal notificación de la providencia que declare concluso el período a prueba; en caso de no llevarse a cabo la celebración de la vista, las partes presentarán por escrito en el plazo de quince días, conclusiones sucintas acerca de los hechos alegados, las pruebas practicadas y los fundamentos jurídicos en que apoyen sus pretensiones. 2.6.8.Sentencia. La sentencia emitida por el Tribunal, será dictada en el plazo de diez días, desde la celebración de la vista o del señalado para la votación del fallo. Esta se pronunciará respecto de la inadmisibilidad del recurso o de la estimación o desestimación del mismo y contendrá, además el pronunciamiento de costas. El recurso contenciosoadministrativo no es la excepción en el sentido de que la justicia será gratuita a quien acredite insuficiencia de recursos para litigar, ello en virtud de lo ordenado por el artículo 119 constitucional; en este caso, se deberá contar con declaración de pobreza, 120 ob.cit. González Pérez, Jesús. Manual del Derecho... pág. 309. 146 misma que deberá ser emitida por el Juez municipal o comarcal del domicilio de quien la solicite, sin que sea obstáculo para la Sala, habilitar (oyendo a las demás partes) e pobreza a quien lo solicite sin necesidad de justificación. 2.6.8.1.Obligatoriedad de las sentencias. El Tribunal velará el cumplimiento de las sentencias dictadas, y hará ejecutar la misma por los medios a su alcance, legalmente establecidos. "Una vez que los Tribunales han dictado sentencia firme, la misma despliega plenos efectos ejecutivos. La persona obligada por el mandato judicial debe cumplir lo mandado voluntaria o forzosamente. Si la obligada es la Administración Pública que fuere parte en el proceso, como tal parte procesal debe cumplir los pronunciamientos del fallo. Ahora bien, la Administración pública es algo más que una parte procesal. Los órganos que la integran ejercen una función pública, están investidos de poder, integran el Poder Público para realizar fines de interés general. De aquí que, además de la obligación como parte procesal, tengan un deber especialmente cualificado. Como todos, y muy especialmente como tal Poder Público, debe prestar a los Tribunales la colaboración requerida por éstos en la ejecución de lo resuelto. Es un deber que establece la propia Constitución (art. 119)".121 2.6.8.2.Suspensión de la ejecución de la sentencia. No obstante lo anterior, la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, otorga a la Administración la posibilidad de suspender el cumplimiento total o parcial de la sentencia dictada, o incluso la inejecución de la misma; resolución que deberá ser tomada por el Consejo de Ministros, fundando su decisión en peligro de transtorno grave del orden público, temor fundado de guerra con otra potencia si se cumpliere la sentencia, quebranto en la integridad del territorio nacional, o detrimento grave de la hacienda pública, sin que esta última causa proceda cuando la sentencia condene a la Administración al pago de cantidad, más en este caso, podrá el Consejo de Estado fijar la modalidad de pagos a realizar para el cumplimiento de la sentencia dictada, previo conocimiento del Tribunal resolutor, a efecto de que oídas las partes, éste último resuelva en definitiva el modo de ejecutar la sentencia. 121 ob.cit. Pérez González, Jesús. Manual de Práctica... pág. 279. 147 2.6.9.Conclusión del proceso sin sentencia. "Pero puede ocurrir que el proceso no termine con la sentencia. Cabe que se den determinadas circunstancias que provoquen la terminación del proceso sin que el juez dicte sentencia. No quiere decir que en estos casos no exista un acto del órgano jurisdiccional por el que se dé por terminado el proceso, ya que en todo proceso, una vez iniciado, no termina hasta que no lo declare así el órgano jurisdiccional ante el que se dedujo la pretensión. Lo que se afirma es que el acto que dicta en estos casos el Juez no es una sentencia. Porque el Juez no decide acerca de la conformidad o disconformidad de la pretensión con el Derecho objetivo; ante unos determinados hechos o actos ha de dictar decisión en un sentido determinado."122 Dicha terminación del proceso sin que se haya dictado sentencia, puede producirse por actividad unilateral de las partes, en los casos de renuncia (cuando el demandante al fundamento de su pretensión), desistimiento (cuando el demandante renuncia a la pretensión) y allanamiento (acto procesal del demandado por medio del cual abandona su oposición) o, por actividad bilateral, cuando se trate de transacción (contrato por el cual, mediante recíprocas concesiones se elimina el pleito o la incertidumbre de las partes sobre una relación jurídica); de igual forma el proceso puede terminar por inactividad de las partes, produciendo con ello la caducidad (falta de ejercicio de un derecho, interposición de un recurso o realización de un trámite en el plazo concedido expresamente por la ley) y por terminación por hechos que impiden la continuación del proceso (pudiera ser el caso de la reforma legislativa que puede privar de su esencia al proceso y determinar la extinción del mismo).123 2.7.Recursos. El ordenamiento jurídico español, prevé respecto de la jurisdicción contenciosoadministrativa la posibilidad de impugnación mediante los recursos de súplica, de casación, de revisión, y de audiencia del rebelde. 122 ob.cit. González Pérez, Jesús. 123 cfr. González Pérez, Jesús. 379. Manual de Derecho... pág. 360. ob.cit. Manual de Derecho... págs. 361- 148 2.7.1.Recurso de súplica. El recurso de súplica será presentado ante el Tribunal que haya dictado la resolución atacada y resuelto por el mismo tribunal a quo; dicho recurso deberá interponerse en el plazo de cinco días contados a partir del siguiente al de la notificación de la resolución impugnada. Del escrito de interposición se correrá traslado a las demás partes a efecto de que manifiesten lo que a su derecho convenga. 2.7.2.Recurso de casación. El recurso de casación habrá de interponerse ante el Tribunal que dictó la resolución que se impugna, más habrá de ser decidido por el juez ad quem. Dicho recurso de casación, procederá ante los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas, una vez que se hayan creado los Juzgados de lo Contencioso Administrativo. De igual forma, procede el recurso de casación como medio de impugnación, el cual será conocido por el Tribunal superior jerárquico, y ha de fundarse por causas o motivos tasados; dicho recurso de casación se interpondrá a efecto de que el tribunal ad quem revise la legalidad de la resolución impugnada, no así los hechos que fueron ventilados en el proceso. 2.7.3.Recurso de revisión. El recurso de revisión procederá contra las sentencias firmes de las Salas de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, de la Audiencia Nacional y de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas. Este recurso tiene como principal fundamento los hechos supervenientes que fueren suficientes y necesarios para desacreditar el fallo dictado por el órgano jurisdiccional. 2.7.4.Recurso de audiencia del rebelde. Aún cuando la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa no lo establece la "audiencia del rebelde" es aplicable en esta materia, siendo la impugnación de una sentencia por parte de quien se mantuvo en rebeldía durante todo el proceso. Dicho recurso será interpuesto ante el juez ad quem, quien de igual forma lo resolverá. "La LJ no contiene ningún precepto sobre la audiencia del rebelde, criterio lógico, ya que al 149 regir la Lec como supletoria y no darse ninguna especialidad al aplicarse la institución al proceso administrativo, resultaba innecesario recoger precepto alguno sobre el tema en una Ley procesal administrativa."124 Finalmente, es necesario apuntar que la Ley de la Jurisdicción ContenciosoAdministrativa, además del procedimiento ordinario prevé los procedimientos especiales, mismos que se instituyeron a efecto de fundar pretensiones con un fundamento determinado, como en el caso específico los recursos contenciosoadministrativos que tuvieren por objeto actos que se refieran a cuestiones de personal que no impliquen separación de empleados públicos inamovibles. De igual forma, pueden regularse dichos procedimientos por ley especial, como es el caso del proceso administrativo para la protección de los derechos fundamentales de la persona, analizado en el capítulo primero del presente estudio. 3.TRIBUNALES DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO EN MEXICO. Como habíamos indicado con anterioridad, los actos de la Administración Pública deben estar en todo momento apegados a derecho; así pues, el ordenamiento jurídico mexicano prevé las instituciones respectivas para que el gobernado pueda impugnar los actos administrativos que considere le ocasionan un perjuicio en virtud de que los mismos son arbitrarios o se encuentran en contradicción con la ley. 3.1.El Tribunal Fiscal de la Federación. El procedimiento contencioso-administrativo, en México, se encuentra asumido en gran mayoría por el juicio de amparo, en virtud de las garantías constitucionales que estudiaremos con posterioridad en el presente capítulo; no obstante, es necesario indicar que en México, al igual que en España, existen Tribunales ContenciosoAdministrativos que desempeñan la función fiscalizadora de la Administración Pública, sin encontrarse dentro de la estructura de la institución de Amparo, tribunales que son de índole local o federal, dada la estructura del Estado mexicano. El Tribunal que analizaremos a groso modo, es el Tribunal Fiscal de la Federación, el cual se encuentra incardinado en la estructura federal; análisis somero en virtud de que la 124 ob.cit. González Pérez, Jesús. Manual de Derecho... pág. 651. 150 finalidad del presente trabajo es la descripción de la institución del amparo mexicano y los procedimientos respectivos en España, por lo que nos enfocaremos en mayor medida al juicio de amparo administrativo. 3.1.1.Antecedentes mexicanos. A modo de señalar una brevísima referencia histórica de los tribunales contenciosoadministrativo en México, indicaremos que desde la época colonial existían tribunales de características similares, en virtud de que las Audiencias Reales de las Indias conocían de los actos que hacían los particulares de los actos o decretos del virrey o gobernadores, confirmando o anulando los mismos; con la creación del juicio de amparo mexicano, se atribuyó dicho control a el poder judicial federal en vía de amparo, indicandose que dicho amparo, en materia contencioso administrativa, tendría una regulación especial. Fue hasta Teodosio Lares, en que se concibió la ley para el arreglo de lo contencioso-administrativo de 25 de mayo de 1853, haciendo del Consejo de Estado, un tribunal de justicia retenida. La ley Lares fue abolida, declarándose que en México no existía contencioso-administrativo, dado que era sustituido por el Amparo.125 Es hasta 1936, que se crea el Tribunal Fiscal de la Federación. 3.1.2.Independencia orgánica. El Tribunal Fiscal de la Federación, es un órgano jurisdiccional autónomo, con plena independencia al dictar sus resoluciones. Dicho Tribunal no se encuentra incardinado en la organización del Poder Ejecutivo Federal, pero tampoco en la estructura del Poder Judicial de la Federación; no es dependiente de ninguno de los poderes antes indicados, funcionando (como hemos indicado) con plena autonomía e independencia, resolviendo las controversias ante el planteadas en calidad de suprapartes. Efectivamente, el artículo 1 de la Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de la Federación establece que "El Tribunal Fiscal de la Federación es un tribunal administrativo, dotado de plena autonomía para dictar sus fallos, con la organización y atribuciones que esta Ley establece." 125 ob.cit. Carpizo, Jorge. Estudios... págs. 183 y 184. 151 Preciso es no olvidar que México es un Estado Federal, por lo que el Tribunal Fiscal de la Federación, se desenvuelve en el ámbito federal, sin que ello sea obstáculo para que existan en las entidades federativas, sus respectivos tribunales de lo contenciosoadministrativo. Considero sin objeto, entrar al cuestionamiento de si el Tribunal Fiscal de la Federación debe encontrarse incardinado o no en la estructura de alguno de los Poderes de la Unión (Legislativo, Ejecutivo o Judicial), dado que no obstante la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hace referencia a la existencia de dichos poderes, consagrando la tesis de la división de poderes, no es exigible que continuemos atados a dichas teorías, ni es el objeto del presente, el entrar al estudio constitucional respectivo. Lo importante es que el Tribunal Fiscal de la Federación, dicte sus resoluciones con plena autonomía e independencia. 3.1.3.Revisión de sus resoluciones. Ahora bien, dicho Tribunal Fiscal de la Federación, si bien es cierto que no se encuentra dentro de la estructura orgánica del Poder Judicial Federal, también lo es que de conformidad con el artículo 104, fracción I-B, y 248 del Código Fiscal de la Federación, las resoluciones definitivas dictadas por dicho Tribunal, podrán ser recurribles ante los Tribunales Colegiados de Circuito (Poder Judicial), quienes para su tramitación se sujetarán a la Ley de Amparo, específicamente a la tramitación del recurso de revisión del amparo indirecto, sin que proceda contra dichas resoluciones de segunda instancia, ningún tipo de recurso; siéndole obligatoria al Tribunal Fiscal de la Federación, la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la nación, así como la de los Tribunales Colegiados de Circuito que funcionen en sus respectivas jurisdicciones.126 Dicho recurso de revisión, procede ante los Tribunales Colegiados de Circuito, además, porque dada la calidad del amparo, el cual es un juicio constitucional que se sigue a instancia de parte agraviada, siendo éstas principalmente los particulares, en caso de que el Tribunal Fiscal de la Federación dictara una resolución contraria a la 126 El Tribunal Fiscal de la Federación, cuenta con Salas Regionales, diseminadas en todo el territorio nacional; por lo cual los recursos de revisión de las resoluciones de las mismas, deberán ser competencia del Tribunal Colegiado de Circuito con jurisdicción territorial en que tenga ámbito competencial la Sala. 152 Administración Pública Federal, la misma quedaba firme al momento de su dictado, causando ejecutoria por Ministerio de Ley, quedando la Federación sin recurso alguno, para poder impugnarla; no así el particular, que tenía el juicio de amparo directo como ulterior acción, para impugnar una resolución del Tribunal Fiscal de la Federación que le fuere adversa. Por lo cual, se da la posibilidad de que dicho recurso proceda ante el Poder Judicial de la Federación, dándose así igualdad de armas a la Administración y a los gobernados, con legitimación para ambos de recurrir las resoluciones dictadas; siendo las mismas definitivas, en virtud de que al ser dictadas por los Tribunales Colegiados de Circuito (órganos jurisdiccionales que de igual forma conocen del juicio de amparo directo), no será procedente el juicio de amparo contra las mismas. 4.EL JUICIO DE AMPARO. 4.1.El amparo como procedimiento contencioso-administrativo. Así pues, en México, hasta antes de la creación del Tribunal Fiscal de la Federación (el cual actualmente goza de reconocido prestigio, dada su imparcialidad y la calidad de sus resoluciones a lo largo de su historia), la función fiscalizadora a nivel jurisdiccional de los actos de la Administración Pública, perteneció por completo al Poder Judicial de la Federación, coadyubando a lo anterior la interpretación realizada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación del artículo 14 de la Constitución de 1857, transformando el juicio de amparo en el medio procesal del control de toda la legalidad en la nación; incluida la respectiva a que deben apegarse los actos administrativos. "Si bien hasta 1861, en que se expide la primera Ley de Amparo, se regula el procedimiento, estableciéndose un proceso ante los tribunales judiciales para controlar entre otros aspectos la legalidad de las resoluciones administrativas, la inestabilidad política que embarazó al país por esos años impidió la realización plena del amparo. Sin embargo, sucesivas leyes de amparo, la práctica ante los tribunales y las sentencias de los jueces de Distrito y de la Suprema Corte de Justicia dieron en cincuenta años crédito y prestigio absoluto a esta vía procesal que inventaron y constituyeron Manuel Cresencio Rejón y Mariano Otero."127 La procedencia del juicio de amparo, en contra de el actuar de la Administración Pública, sustituyendo en gran medida el contencioso-administrativo, no se da 127 Nava Negrete, Alfonso. Días y Trabajos del Tribunal de lo Contencioso Administrativo en el Distrito Federal. Revista de Administración Pública. Centro de Estudios Constitucionales. págs. 1414 y 1415. 153 únicamente en base legal o constitucional a efecto de que los particulares estén en posibilidad de impugnar los actos administrativos ante los tribunales de justicia; para ello existe el Tribunal Fiscal de la Federación. El juicio de amparo es el medio de defensa constitucional que protege las garantías individuales consagradas constitucionalemente, y con fundamento en ellas, es que existe la posibilidad de impugnar los actos de la Administración a través del amparo ante los órganos del Poder Judicial de la Federación. En efecto, dadas las garantías individuales consagradas en los artículos 14 y 16 constitucionales, la posibilidad del amparo se extiende a la totalidad de los actos administrativos y judiciales, protegiendo así todo el derecho positivo mexicano. 4.2.Garantías de Seguridad Jurídica. Tal como habíamos indicado en el capítulo segundo, las garantías de seguridad jurídica, establecen la obligación constitucional a la autoridad, consistente en un hacer, a cubrir una serie de requisitos a efecto de estar en posibilidad de afectar la esfera jurídica del gobernado; pues dentro de dichas garantías de seguridad jurídica, encontramos las garantías de audiencia y legalidad, las que como analizaremos, serán la base principal de impugnación de los actos administrativos. 4.2.1.Garantía de Audiencia. En efecto, el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, consagra la garantía de audiencia al establecer en su segundo párrafo: "Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho". Así pues, la garantía de audiencia establecida en el artículo aludido con antelación inmediata, prevé cuatro garantías específicas de seguridad jurídica, mediante las cuales se protegen la vida, la libertad, las propiedades, posesiones y derechos. Dichas garantías de seguridad jurídica consistirán en a) el juicio previo a la privación; b) mismo que deberá ser seguido ante los tribunales previamente establecidos; c) observando las formalidades esenciales del procedimiento; y d) con apego a las leyes expedidas con anterioridad al hecho. Por lo cual, la autoridad administrativa, a efecto 154 de poder privar de uno de estos derechos a los gobernados, deberá cumplir todos y cada uno de los requisitos establecidos constitucionalmente en el artículo 14 del pacto Federal; ante la falta de uno de ellos, el actuar administrativo, será anulado a través del juicio de amparo. 4.2.1.1.Juicio previo. Como podemos analizar de la transcripción del citado artículo 14 constitucional, la garantía de audiencia, hace referencia exclusiva a los actos de la autoridad que tengan carácter de privativos; es decir, cuando el fin último del actuar administrativo lo constituya la extracción de la esfera del gobernado de cualquiera de los derechos establecidos en dicho artículo; a contraposición de la garantía establecida en el artículo 16 de la Constitución, el cual como más adelante analizaremos hace referencia exclusivamente a actos de molestia en los derechos del gobernado. Omitimos hacer una referencia específica a los conceptos enunciados por el precepto legal invocado (la vida, la libertad, propiedades, posesiones y derechos), en virtud de considerar que no contiene mayor grado explicativo la definición de los mismos, y son de fácil comprensión para los lectores del presente, no sin indicar que los mismos deben ser entendidos sin restricción alguna; más considero importante indicar que es "a través del concepto de derechos como la garantía de audiencia adquiere gran alcance tutelar en beneficio del gobernado, pues dentro de su connotación se comprende cualquier derecho subjetivo, sea real o personal. Se ha definido a los derechos subjetivos como facultades concedidas a la persona por el orden jurídico, de tal manera que mediante esta idea,...se demarca con claridad el ámbito de los mismos y la esfera de los simples intereses que no están protegidos por la mencionada garantía constitucional."128 Así pues, de conformidad con el Pacto Federal, y específicamente con la garantía de audiencia consagrada en el mismo; a efecto de que cualquier autoridad este en posibilidad de privar a los gobernados de su vida, libertad, propiedades, posesiones o derechos, es obligatorio que éste lo realice mediante juicio, entendiendo éste como el procedimiento mediante el cual se dirime la controversia entre el afectado y la autoridad, procedimiento que será en todo momento apegado a la legislación; ante lo cual la autoridad requerirá forzosamente iniciar un procedimiento específico a efecto de privar de sus bienes o derechos al gobernado. 128 Burgoa, Ignacio. Las Garantías Individuales. ed. Porrua. pág. 547. 155 4.2.1.2.Tribunales previamente establecidos. Por su parte, y específicamente relacionadas con la garantía de juicio previo, encontramos el mandato constitucional consistente, en que el mismo debe ser seguido ante los tribunales previamente establecidos; es decir, no se puede ejecutar el procedimiento (juicio) aquí enunciado, mediante la creación de un tribunal especial con la finalidad específica de privar de sus derechos o bienes al gobernado. 4.2.1.3.Formalidades esenciales del procedimiento. De igual forma, el procedimiento seguido ante los tribunales previamente establecidos debe cumplir las formalidades esenciales del procedimiento; es decir, las garantías respectivas que todo proceso debe tener, tal como el derecho a ser oído, oportunidad probatoria, la correcta notificación de los actos procesales que afecten al gobernado, el emplazamiento, etc. 4.2.1.4.Exacta aplicación de la ley. Finalmente, el artículo 14 constitucional establece que dicho juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos en el que se respeten las garantías procesales, debe seguirse de conformidad con las leyes expedidas con anterioridad al hecho; lo se encuentra acorde con la garantía de prohibición de la irretroactividad de ley en perjuicio de persona alguna, consagrada constitucionalmente en el primer párrafo de dicho precepto legal. En efecto, "evidentemente las garantías constitucionales que reconoce el derecho de audiencia -como su propio nombre lo indica-, se refieren a una fórmula que permite a los individuos oponerse a los actos arbitrarios de las autoridades, cuando éstas los privan de sus derechos, negándoles a los propios afectados el beneficio de tramitarse procedimientos que les permitan el ser oídos -en sus excepciones, argumentaciones y recursos-, y aún más; condicionar las resoluciones definitivas a una congruencia entre lo alegado y lo resuelto."129 129 Castro, Juventino V. Garantías y Amparo. ed. Porrua. pág. 530. 156 4.2.1.5.Extensión de la garantía de audiencia. Ahora bien, no obstante que el citado párrafo constitucional, aparentemente nos enfoque dichas garantías en un ámbito exclusivamente jurisdiccional; la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha reiterado que la obligatoriedad del procedimiento previo a la privación, no es una obligación exclusiva de las autoridades judiciales, sino se debe entender extensiva a las autoridades administrativas, por lo cual, éstas tienen la obligación de apegarse a o establecido en el artículo 14 constitucional, a efecto de privar de sus derechos o bienes a los gobernados. "Dentro de nuestro sistema constitucional no basta que una autoridad tenga atribuciones para dictar alguna determinación, para que ésta se considere legal e imperiosamente obedecida; máxime cuando tal determinación es revocatoria de otra anterior otorgada en favor de algún individuo. Los artículos 14 y 16 de la Constitución General de la República imponen a todas las autoridades del país la obligación de oír en defensa a los posibles afectados con tales determinaciones..."130 Así pues, en caso de que la autoridad administrativa, prive de sus bienes o derechos a algún gobernado, éste podrá validamente acudir en amparo en caso de que no le sea respetada su garantía de audiencia, bien porque no se le de la oportunidad de procedimiento, porque no se sigan las formalidades esenciales del mismo, expuestas con anterioridad, porque éste se lleve a cabo por tribunales especiales, o porque dicho procedimiento no se encuentre conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho; lo cual, da un amplio margen de acción al juicio de amparo respecto de los actos realizados por las autoridades administrativas, convirtiéndose dicho medio de defensa constitucional, en un verdadero proceso contencioso- administrativo. 4.2.2.Garantía de Legalidad. Ahora bien, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no otorga protección a los gobernados, únicamente por lo que se refiere a los actos de privación por parte de la autoridad de sus bienes o derechos, sino que mediante el artículo 16 del máximo ordenamiento legal, establece la garantía de legalidad en contra de los actos de autoridad, que causen una molestia al particular, por lo que su alcance es mucho mayor a los actos meramente privativos, abarcando con ello, cualquier acto de autoridad que 130 Tesis 339. Jurisprudencia 1917-1985. Tercera Parte. pág. 580. 157 no constituya una privación, más sí implique cualquier afectación a la esfera jurídica del individuo. En efecto, el artículo 16 constitucional establece: "Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento." 4.2.2.1.Acto de molestia. Tal y como se observa de dicho artículo constitucional, la autoridad administrativa (o cualquier autoridad diversa), tiene la obligación de cubrir determinados requisitos a efecto de estar en posibilidad de molestar al gobernado en su esfera jurídica; obligaciones que se derivan de dicho precepto constitucional, en virtud de que dicho acto de molestia, debe encontrarse apoyado en un mandamiento escrito, excluyendo con esto, toda clase de ordenes verbales, dando además, la seguridad al gobernado (el cual observara dicho escrito), de que la autoridad ejecutora actúa de conformidad a una orden dictada, y no a título propio. 4.2.2.2.Autoridad competente. Por demás está indicar, que dicha orden debe provenir de autoridad competente para realizarla, es decir, cualquier acto de autoridad que cause una molestia en la esfera jurídica del gobernado, debe provenir de la autoridad que tenga capacidad legal para emitirlo, pues de lo contrario sería no sólo arbitrario y por ende inconstitucional, sino contrario a toda lógica jurídica, y al principio referido a que la autoridad sólo puede realizar lo que le está expresamente permitido en la ley. 4.2.2.3.Fundamentación y motivación del acto. Finalmente, la obligatoriedad constitucional a la autoridad ordenadora, de fundar y motivar la causa legal del procedimiento, es la más amplia protección del gobernado; en virtud de que a efecto de que dicha autoridad pueda fundamentar (es decir, indicar y apoyar su actuar en los preceptos específicamente determinados en la legislación) coherentemente su actuación, necesariamente, la ley deberá contener el supuesto concreto que permite dicho acto de molestia, ajustando el verdadero alcance y sentido del mismo, puesto que de lo contrario, la autoridad se encontraría impedida 158 constitucionalmente para afectar al individuo. De igual forma, la fundamentación, será correlativa a la competencia de la autoridad, en virtud que no podrá fundar su actuación, si la ley, no le otorga la capacidad de realizar el acto de molestia. Por su parte, la referencia a la motivación, indica que la autoridad debe expresar en su escrito, las razones por las cuales la autoridad ha tomado dicha decisión; es decir, las circunstancias que la conducieron al actuar administrativo de afectación, el cual, como hemos indicado, deberá encontrarse lealmente revisto. 4.2.2.4.Extensión de la garantía de legalidad. Por ello, "el artículo 16 de nuestra Constitución es uno de los preceptos que imparten mayor protección a cualquier gobernado, sobre todo a través de la garantía de legalidad que consagra, la cual, dadas su extensión y efectividad jurídicas, pone a la persona a salvo de todo acto de mera afectación a su esfera de derecho que no sólo sea arbitrario, es decir, que no esté basado en norma legal alguna, sino contrario a cualquier precepto, independientemente de la jerarquía o naturaleza del ordenamiento a que éste pertenezca...el gobernado encuentra su esfera de derecho...preservada...cuyo orden jurídico total, desde la Ley Suprema hasta el más minucioso reglamento administrativo, registra su más eficaz tutela en las disposiciones implicadas en dicho precepto."131 Considero oportuno indicar que si bien es cierto que dichos preceptos constitucionales (arts. 14 y 16), son plenamente aplicables a los actos de la autoridad administrativa; los mismos no son de obligatoriedad exclusiva de ellas. En efecto, dichas garantías constitucionales, deberán entenderse vinculantes a todas las autoridades del país, y respecto de todas las materias. 4.3.Procedimiento de amparo. Dichas garantías constitucionales, podrán ser defendidas por el particular a través del juicio de amparo indirecto, al cual le son aplicables todas las reglas procedimentales que hemos analizado en el capítulo primero del presente trabajo; al cual nos remitimos a efecto de complementar las nociones generales aquí expuestas, referentes al juicio de amparo en materia administrativa. 131 ob.cit. Burgoa, Ignacio. Las Garantías... pág. 589. 159 "Uno de los problemas más complejos que afronta la teoría del juicio constitucional mexicano es el concerniente a si los organismos descentralizados pueden ser considerados como autoridades para los efectos del amparo y si, por ende, sus actos pueden reclamarse en el proceso de garantías. Dicha cuestión ha adquirido aspectos muy importantes en atención al auge que ha tomado la actividad estatal tendiente a la creación de entidades descentralizadas, que no son sino formas jurídicas a través de las cuales el Estado actúa en funciones que, desde un punto de vista estricto de Derecho Público, no le son exclusivas y, pudiéramos decir, no le son propias, por lo que, al desplegarlas, compite con los particulares en variados ramos de la vida socioeconómica del país. La índole jurídica de un organismo descentralizado sólo ha sido dable determinarla recurriendo a un método comparativo entre las notas distintivas de tal organismos y los rasgos fundamentales que peculiarizan a un órgano centralizado del Poder Ejecutivo, como generalmente ha procedido la doctrina de Derecho Administrativo para solucionar dicha cuestión. Por tanto, el tratamiento de ésta debe comprender la fijación de las características de un órgano descentralizado, por un lado, y el señalamiento de peculiaridades de un organismo descentralizado, por el otro."132 4.4.Principio de definitividad. Finalmente, si bien es cierto que (como hemos indicado en el capítulo respectivo) uno de los principios rectores del juicio de amparo, es el principio de definitividad; también lo es que de conformidad con el artículo 107, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el quejoso no se encontrará obligado a interponer previamente ningún recurso, juicio o medio de defensa legal contra el acto de autoridad, si con motivo de su interposición, la ley que lo rija exige mayores requisitos que los previstos en la Ley de Amparo para otorgar la suspensión. De igual forma, a efecto de estar en posibilidad de acudir en vía de amparo constitucional, no será necesario impugnar los actos administrativos, ante los tribunales contencioso-administrativos, si dichos actos administrativos, en sí mismos, constituyen una violación a las garantías individuales consagradas constitucionalmente, como las previstas en los artículos 14 y 16 constitucionales, previamente analizados. Ante dicha circunstancia, y no obstante la buena fama de la que goza el Tribunal Fiscal de la Federación, en muchos de los casos, los particulares prefieren ventilar sus casos 132 Burgoa, Ignacio. El Juicio de Amparo. ed. Porrua. pág. 194. 160 directamente ante los órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación mediante el juicio de amparo. 5.BREVES REFLEXIONES. De lo analizado con anterioridad en el presente capítulo, podemos indicar concreta y brevemente que el procedimiento contencioso-administrativo español, será ventilado, directamente ante los órganos de la jurisdicción ordinaria, incardinados en la estructura del poder Judicial, y en casos especiales, en los que el acto de la Administración Pública vulnere derechos fundamentales, serán revisados mediante el procedimiento de amparo judicial (analizado en el capítulo primero del presente trabajo), en base a la Ley de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona 62/78; mientras que en el ordenamiento mexicano, existen grandes casos de procedencia del juicio de amparo en contra de los actos de la Administración Pública por violación a las garantías de audiencia y de legalidad, consagradas en los artículos 14 y 16 constitucionales, por lo cual y dada la naturaleza del amparo, no nos encontramos ante la vía judicial ordinaria, sino ante la jurisdicción constitucional; siendo procedente de igual forma en casos determinados, el agotamiento de la vía judicial previa ante el Tribunal Fiscal de la Federación, el cual no se encuentra incardinado en la estructura organizativa del Poder Judicial. Como hemos indicado, mediante las garantías de audiencia y legalidad, la Autoridad Administrativa, al no apegarse a la ley, violará la Constitución, lo cual dejará expedita la vía de amparo ante los órganos del Poder Judicial de la Federación. Tanto en México como en España, los órganos que juzgan a la Administración Pública, son jurisdiccionales, con plena autonomía e independencia de ésta. El recurso contencioso-administrativo español, contiene al igual que el amparo mexicano, la obligación de agotamiento de los recursos previos, más en el ordenamiento jurídico mexicano, dicha obligación es mucho más flexible. Así también, el ordenamiento jurídico español, regula el procedimiento contencioso-administrativo en forma minuciosa y específica, al igual que en México respecto del procedimiento seguido ante el Tribunal Fiscal de la Federación; no obstante, por lo que respecta al juicio de amparo, su regulación se encuentra contenida en forma genérica en la Ley de Amparo, dado que como hemos indicado en múltiples ocasiones, el proceso de amparo es uno. 161 El Ministerio Fiscal, únicamente tiene intervención en el procedimiento contencioso-administrativo, ante el procedimiento de amparo judicial, al igual que en México, ante el procedimiento de juicio de amparo; procedimientos ambos que conocen respecto de violaciones a los derechos fundamentales. Tanto en el procedimiento contencioso-administrativo español, como en el procedimiento ante el Tribunal Fiscal de la Federación en México (artículo 198 del Código Fiscal de la Federación), tendrá legitimación pasiva, el beneficiado por el acto de la Administración Pública; mientras que en el juicio de amparo mexicano, si bien es cierto que también es parte en el proceso, también lo es que tiene un carácter diverso al de demandado, pues se ostentará como tercero perjudicado.133 Todos los procesos analizados en el presente capítulo se inician a instancia de parte, prevén la posibilidad de acumulación y contienen posibilidad de suspensión.134 El procedimiento contencioso-administrativo español, prevé la posibilidad de suspender la ejecución de la sentencia en caso de peligro de trastorno grave al orden público, lo cual se asemeja en gran medida al cumplimiento sustituto de la sentencia de amparo analizada en el capítulo primero del presente. 133 Para los efectos del concepto y capacidad del tercero perjudicado en el juicio de amparo, nos remitimos al capítulo primero de la presente memoria de investigación. 134 El procedimiento ante el Tribunal Fiscal de la Federación prevé la suspensión en los artículos 227, 228 y 228bis, del Código Fiscal de la Federación. 162 CAPITULO IV. LOS RECURSOS DE LEGALIDAD. LA CASACION Y EL AMPARO MEXICANO. SUMARIO. 1.Generalidades. 2.Antecedentes. 3.Características de la Casación. 4.El recurso de casación en españa. 4.1.Antecedentes y diferencias con el sistema francés. 4.2.Función de la casación. 4.3.Competencia. 4.4.Procedencia. 4.5.Legitimación. 4.6. Procedimiento. 4.6.1. Interposición. 4.6.2.Nombramiento de abogado.4.6.3.Requisitos y motivos de interposición. 4.6.4. Principio de definitividad. 4.6.5.Auto de admisión. 4.6.6.Pasos y plazos procedimentales. 4.6.7. Sentencia. 4.7.Interposición per-saltum. 4.8.Casación en interés de la ley y legitimación del Ministerio Fiscal. 4.9.Ejecución de la sentencia. 4.10.Documentales. 4.11.Acumulación. 4.12.Desistimiento.4.13.Publicidad de las sentencias. 4.14. Competencia de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas.4.15.Casación como recurso contradictorio. 5.El juicio de amparo directo. 5.1.Antecedentes de derecho positivo. 5.2.Ambito de protección. 5.2.1.Garantía de audiencia. 5.2.2.Exacta aplicación de la ley. 5.2.2.1. Materia penal. 5.2.2.2.Materia Civil. 5.2.2.3.Materia Administrativa, del Trabajo y Militar. 5.3.¿Juicio o recurso? 5.4.Competencia y procedencia. 5.5.Procedimiento. 5.5.1.Demanda. 5.5.2. Emplazamiento y contestación de la demanda. 5.5.3.Admisión. 5.5.4.Sentencia. 5.5.5.Suspensión. 5.6.Recursos. 5.6.1.Recurso de revisión. 5.6.2.Recurso de queja. 5.6.3.Recurso de reclamación. 5.7.Evolución. 5.8.Función jurisprudencial. 6. Breves reflexiones. 1. GENERALIDADES. Para lograr la armonía en sociedad es que se instituyen la generalidad de las leyes, y estas son obligatorias para los individuos que integran la sociedad en que estas imperan, en cuyo caso contrario perdería eficacia y por tanto su razón de ser. Es precisamente a la autoridad estatal (en primer término) a quien corresponde verificar el cumplimiento por parte de los ciudadanos, de las normas creadas para la mejor convivencia del ser en sociedad, y específicamente a los jueces, quienes determinan el cumplimiento de la ley, velando así por el apego de los ciudadanos a las normas previamente establecidas. No obstante lo anteriormente expresado, si bien es cierto que los individuos en sociedad tienen la obligación de apegarse a lo previamente establecido por las normas y leyes creadas, también lo es que las autoridades estatales no están exentas del imperio de la ley, y por tanto, se encuentran bajo éste, obligadas a su exacto cumplimiento (entendiendo dicho razonamiento en cuanto a su función de 163 autoridades estatales y no como individuos sociales indeterminados en los cuales concurre un cargo estatal), sin escapar de esta observación los jueces; ellos los están obligados a la legalidad. En términos generales, el orden constitucional establece dos premisas indispensables para el desarrollo de la sociedad dentro de un estado de derecho, la prohibición a la colectividad de hacerse justicia por su propia mano y por consiguiente la obligación por parte del Estado a impartir la misma, obligando a los funcionarios judiciales a otorgarla en base a la aplicación correcta de la ley. Por otro lado, si bien es cierto que el ordenamiento jurídico establece la obligación por parte de los jueces a la impartición de justicia en base a la aplicación correcta de la ley, también lo es que para lograr el aseguramiento de éste imperativo existen procedimientos jurídicos por los cuales una autoridad jurisdiccionalmente superior revisa el apego a la ley por parte del juez que resuelve, estableciendo para ello los lineamientos de la interpretación de ésta a través de la jurisprudencia a efecto de lograr la unidad del derecho y con ella la satisfacción del interés público. En el ordenamiento jurídico español se encuentra regulado específicamente el recurso de casación; no obstante, en México, dicha función es asumida por la autoridad judicial de amparo, la cual a través de éste y en defensa de la garantía de exacta aplicación de la ley, contenida en el artículo 14 del Pacto Federal, examina la legalidad de la autoridad judicial. 2.ANTECEDENTES. El recurso de casación propiamente dicho nace en Francia con la revolución francesa en el Decreto de la Asamblea Constituyente de la República Francesa de 1 de diciembre de 1790, creándose un "Tribunal de cassation (de casser, romper, anular), a causa del recelo existente contra los jueces del Ancien Régime que habían sido nombrados por el Rey, para que se ajustaran al texto de las leyes, intentando impedir que con la aplicación de las normas se convirtieran en legisladores; el recurso procedía por contravention expresse au texte de la loi (recuérdese como ya Montesquieu advertía que los jueces debían limitarse a ser <<la boca que pronunciara las palabras de la ley>>)".135 135 Víctor Moreno Catena. Derecho Procesal Civil, tomo I, vol. II, ed. Tirán lo Blanch. pág. 61. 164 Efectivamente, el recurso de casación nace en principio con un carácter eminentemente político, dada su finalidad de garantizar el imperio de la ley, elaborada por los representantes del pueblo, frente a los jueces que aplicaban ésta con un criterio no siempre apegado a la ideología que inspiró la creación de la ley aplicada, en una base de la soberanía popular; se intenta la defensa de la ley frente a las sentencias de los tribunales judiciales. No obstante, si esta fue la finalidad en un principio, la de garantizar el apego de los jueces a la ley y al espíritu de la misma, garantizando con ello el triunfo de la revolución y de la soberanía popular, más tarde se develó la utilidad del recurso de casación para el otorgamiento de seguridad jurídica a los ciudadanos litigantes. Dicha seguridad jurídica se conseguía mediante la unificación de la jurisprudencia, emitida ésta por un único y Tribunal Superior, sobre diversas cuestiones (siempre análogas) relativas a sentencias dictadas por los tribunales procesalmente inferiores.136 Por esto, la casación no solo defiende la ley respecto de las sentencias judiciales, sino a su vez la interpretación de ésta dada por la jurisprudencia, unificadora de criterio. 3.CARACTERISTICAS DE LA CASACION. Ahora bien, la casación cuenta con diversos caracteres que la explican, y le dan forma propia, de entre estos podemos observar el "Carácter público. En cuanto fin principal de la casación es proteger la legalidad del fallo de la sentencia en su aplicación correcta del Ordenamiento Jurídico; siendo fin secundario el de garantizar los derechos de los litigantes...Carácter de unificación de la Jurisprudencia. En cuanto, a través de la Casación, el Tribunal...crea doctrina que, a más de ser complementaria del Ordenamiento jurídico, es motivo de propia fundamentación del recurso. Es la función unificadora, antes las posibles y discrepantes interpretaciones de las leyes realizadas por los Jueces de inferior grado; cumpliendo, así, los principios constitucionales de seguridad jurídica y de igualdad ante la ley, tan necesarios para los litigantes posteriores. Carácter anulatorio. En cuanto sólo se da, el recurso de casación, contra sentencias y resoluciones definitivas, a las que si se estima, anula. Casación significa anulación. El Tribunal de Casación anula;...Carácter de motivación tasada. Porque las alegaciones impugnativas únicamente pueden fundamentarse en las causas limitadas de los únicos existentes motivos. Carácter de respeto a los hechos 136 cfr. Antonio Agúndez Fernández. págs. XVII y XVIII. El recurso de casación. ed. Comares. 165 fijados por la recurrida sentencia de instancia. Es la nota distintiva con el recurso de apelación, en el cual se permite una nueva valoración del material fáctico de la primera instancia. El Tribunal de Casación solamente puede modificar los hechos tenidos por acreditados cuando la sentencia recurrida, incida en manifiesto error en la apreciación de la prueba...Carácter de tramitación específica. Porque desde la preparación y la formalización del recurso hasta la sentencia de casación, todos los trámites tienen propia y a la vez distinta regulación de los demás medios impugnativos procesales. Carácter de recurso extraordinario. Carácter compendio de los acabados de exponer, ya que ninguno de ellos se da en los recursos ordinarios..."137 Así pues, la casación cuentan con características propias que los diferencian de otros recursos ordinarios, con vida y desarrollo propio en defensa de la ley y en estricta obediencia al mandato constitucional. 4.EL RECURSO DE CASACION EN ESPAÑA. 4.1.Antecedentes y diferencias con el sistema francés. Como hemos indicado, el recurso de casación es una contribución francesa al mundo jurídico, y de ahí precisamente la toma el ordenamiento español. No obstante "la casación española adquirió pronto perfiles propios, apartándose del modelo francés en la regulación de aspectos fundamentales de este recurso. En primer término, si el Tribunal de cassation francés quedaba fuera de la jerarquía de los tribunales, el Tribunal Supremo español estuvo ligado siempre con la idea de instancias judiciales y alejado del carácter eminentemente político de aquél, de donde viene una predominancia de la defensa del ius litigatoris; de los derechos de las partes que interponen el recurso sin considerar a los litigantes como simples instrumentos de la casación. En segundo lugar, la casación francesa tenía carácter puramente negativo, de rescisión de la sentencia, en tanto que la española asumió jurisdicción positiva al paso de poco tiempo, actuando tanto por vía de retractación (reenvío al tribunal de instancia) como de reforma (dictando resolución sobre el fondo); en tercer lugar, si bien la casación <<ortodoxa>> solo procedía por infracción de la ley (material o procesal), en España se viene admitiendo también por infracción de la jurisprudencia...".138 137 ob.cit.Antonio Agúndez Fernández. XXIII y XXIV. 138 ob.cit.Víctor Moreno Catena. El recurso de... ed. Comares. págs. Derecho Procesal. pág. 61. 166 Así pues, es en el artículo 259 de la Constitución de Cádiz de 18 de marzo de 1812, la cual también tuvo vigencia en la Nueva España (territorio que actualmente ocupa el Estado Mexicano), en donde se concede al Tribunal Supremo la posibilidad de conocer de la <<nulidad que se interpongan contra sentencias dictadas en última instancia para el preciso efecto de reponer el proceso devolviéndolo>> y es hasta el decreto de 4 de noviembre de 1838 en que se precisa el recurso de nulidad por <<infracción clara y terminante de la Ley>>.139 4.2.Función de la Casación. La casación es un recurso de carácter extraordinario por el cual se impugnan las resoluciones judiciales en contra de las cuales proceda de conformidad con lo dispuesto por la ley, dictadas ya sea en apelación o en única instancia, a efecto de determinar si dicha resolución a infringido alguna norma material aplicable al caso específico o si se ha incurrido en error in procedendo, quebrantando las formas esenciales del juicio, provocando la indefensión de alguna de las partes. De igual forma, el recurso de casación es de carácter público en virtud de que tiende a determinar el imperio de la ley vulnerada, con función nomofiláctica o guardadora de la ley, defendiendo así todo el derecho objetivo. Es importante indicar que el recurso de casación no es una tercera instancia, dado que deja intacta la base de la instancia, impidiendo la aportación y valoración de nuevas pruebas relativas al asunto cuya resolución se recurre, determinando si sobre hechos específicos que han quedado incólumes, y por ende con carácter vinculante, ha recaído una resolución apegada a derecho.140 Como hemos indicado con anterioridad, el recurso de casación tiene como uno de sus fines primordiales la unificación de la doctrina, función que realiza a través de la jurisprudencia. "La idea básica reposa en la necesidad de unificar criterios de interpretación y aplicación de las leyes, que es la tarea básica del Tribunal Supremo y de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas dentro de su competencia..."141 139 cfr. Juan José González Rivas. jurisdicción contencioso-administrativa. El recurso de casación ed. Aranzadi. pág. 33. en la 140 cfr. De Castro García, Jaime. Ley de Enjuiciamiento Civil. Doctrina y Jurisprudencia. Tomo III. ed. Trivium, S.A. pág. 463. 141 Gullón Ballesteros, Antonio. La Constitución Española y la 167 "La principal finalidad que debe acometer y satisfacer el recurso de casación en la actualidad es la de uniformar la jurisprudencia, con el objeto de salvaguardar el principio de igualdad ante la (aplicación e interpretación de la) ley, así como los principios de seguridad y de certidumbre jurídicas."142 4.3.Competencia. Ciertamente en España, el ordenamiento jurídico prevé la posibilidad de recurrir en casación las resoluciones de los órganos jurisdiccionales en todas las materias (contencioso-administrativa, social, penal, civil y militar); estableciendo para cada una de ellas, un procedimiento específicamente regulado en una normativa diversa a las restantes. Estos procedimientos son conocidos por el Tribunal Supremo, (algunos por el Tribunal Superior de Justicia de cada Comunidad Autónoma), el cual de conformidad con la ley, es el órgano jurisdiccionalmente superior en todos los órdenes (salvo lo dispuesto en materia de garantías constitucionales, que se encuentra encomendado al Tribunal Constitucional), y en todo el territorio español, diversificando su competencia en materia de casación en sus respectivas salas, estableciendo así la Ley Orgánica del Poder Judicial, en su Título IV, capítulo Primero: "56. La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo conocerá: 1. De los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia civil que establezca la ley...57. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo conocerá: 1. De los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia penal que establezca la ley...58. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo conocerá:...2. De los recursos de casación que se interpongan contra las sentencias dictadas por la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional...3. De los recursos de casación que establezca la ley contra las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia en recursos contra actos y disposiciones procedentes de órganos de la Administración del Estado. 4. De los recursos de casación que establezca la ley contra las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia, en relación con actos y disposiciones de las Comunidades Autónomas y siempre que dicho recurso se funde en infracción de normas no Administración de Justicia. ed. Fundación el Monte. pág. 31. 142 Guzmán Fluja, Vicente C. blanch. pág. 25. El recurso de casación civil. ed. Tirant lo 168 emanadas de los órganos de aquellas...59. La Sala de lo Social del Tribunal Supremo conocerá de los recursos de casación y revisión y otros extraordinarios que establezca la ley en materias propias de este orden jurisdiccional." Efectivamente, el recurso de casación es operante en las materias anteriormente dichas mediante la vía jurisdiccional; no obstante, y en virtud de que el objeto del presente trabajo es realizar un estudio descriptivo y en la medida de lo posible comparativo, entre el juicio de amparo mexicano y los procedimientos similares en España, no pretendo analizar todos y cada uno de los recursos de casación a que hay lugar en el orden jurídico español, dado que cada uno de estos puede ser objeto una tesis de investigación específica, excediendo por mucho la finalidad de la presente memoria de investigación; no siendo obice a lo anterior el que reseñemos brevemente uno de los procedimientos de casación español a fin de estar en posibilidad de analizar con mayor visión su similitud con el juicio de amparo mexicano (amparo-judicial o amparo-casación). Así pues, y dada la naturaleza del presente trabajo, considero que a efecto de analizar la institución jurídica encargada de velar por el apego a la legalidad de los órganos jurisdiccionales en España y México, conveniente será realizar el análisis respecto de la materia civil, dada su naturaleza y caracterísiticas especiales, la cual podrá generar más posibilidades de análisis comparativo y los razonamientos surgidos de ésta, podrán ser aplicados en mayor medida a las restantes materias; esperando con ello dar una visión general al lector de las formas en que se desarrollan dichos procedimientos en los ordenamientos estatales citados, las instituciones jurídicas mediante las cuales se desenvuelven, su función específica, finalidad, y los motivos por los cuales son desarrollados a través de procedimientos diversos, no obstante su finalidad común. Por lo apuntado con antelación, nos remitiremos al recurso de casación civil, mismo que se encuentra regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil 10/1992, de 30 de abril de 1992. 4.4.Procedencia. Tal y como determina la legislación invocada con antelación inmediata, el recurso de casación civil será jurisdicción de la Sala Primera del Tribunal Supremo, el cual conocerá en casación a instancia de parte de las sentencias definitivas pronunciadas por las Audiencias Provinciales en los juicios declarativos ordinarios de mayor cuantía; es 169 decir, aquellos asuntos litigiosos cuyo valor económico exceda de 160'000,000 de pesetas. Para los efectos del recurso de casación, se consideran sentencias definitivas, de conformidad con los artículos 1689 y 1690, las resoluciones que pongan fin al proceso por hacer imposible su continuación; las que, recayendo sobre un incidente o artículo, hagan imposible la continuación del juicio principal; y, aquellas que declaren haber lugar o no, a oír a un litigante que haya sido condenado en rebeldía. De igual forma, podrá interponerse recurso de casación contra las sentencias definitivas pronunciadas por las Audiencias Provinciales en los juicios declarativos de menor cuantía, siempre y cuando se trate de juicios respecto de filiación, paternidad, maternidad, capacidad y estado civil de las personas; que dicha cuantía exceda de 6'000,000 de pesetas; o, que la cuantía sea inestimable o no pueda determinarse ni aún en forma relativa, salvo casos excepcionales en que las sentencias sean "conformes de toda conformidad", es decir, aquellas en las que la resolución dictada en apelación haya confirmado la sentencia de primera instancia. Finalmente, la Ley de Enjuiciamiento Civil, prevé la procedencia del recurso de casación contra los autos dictados en apelación en los procedimientos para la ejecución de las sentencias indicadas con antelación, cuando resuelvan puntos sustanciales no controvertidos en el pleito, no decididos en la sentencia o que contradigan lo ejecutoriado; contra las sentencias dictadas por las Audiencias en juicios de desahucio que no tengan regulación especial o en los juicios de retracto, siempre y cuando el valor litigioso de dichas sentencias alcance la cuantía requerida para esta clase de recursos en los declarativos ordinarios, quedando excluidas aquellas sentencias dictadas en los juicios por falta de pago de la renta; y, contra las resoluciones para las que expresamente se admita en las circunstancias y conforme a los requisitos que vengan establecidos, es decir, los casos que expresamente indica la Ley de Enjuiciamiento Civil y aquellos previstos en leyes especiales.143 4.5.Legitimación. Están legitimados para interponer el recurso de casación las partes que hayan intervenido en el juicio cuya sentencia o resolución se impugna y que hayan resultado perjudicados por la misma, siempre que no hubiesen consentido otra previamente recaída sobre igual objeto y en el mismo proceso; por ende, aquellos a quienes la 143 cfr. De Castro García, Jaime. ob.cit. Ley de... págs. 465-469. 170 resolución o sentencia no perjudica no tienen legitimidad para interponer dicho recurso. Dicha legitimación alcanza incluso, al tercero que no habiendo sido parte en el litigio, le ha sido notificada la sentencia que le perjudica, principalmente si le recaen los efectos de cosa juzgada. Así pues, dicha legitimación "es una aplicación explícita del principio procesal de rogación o dispositivo, el cual despliega aquí toda su eficacia. En efecto, el proceso nos habla de tres requisitos que ha de reunir quien desee entrablar el recurso de casación: a) Haber sido parte como actor o demandado en instancias inferiores; es decir, sujeto de la relación jurídico-procesal. b) Resultar perjudicado por la resolución que se pretende recurrir en casación...La falta de ausencia del requisito <<perjuicio>> determina una verdadera falta de acción (falta de legitimación <<ad causam>>) para el que pretenda recurrir, la cual acarreará la pérdida del recurso de casación...c) No haber consentido otra resolución previamente recaída sobre igual objeto y en el mismo proceso, pues tal permisión -por no haber utilizado en su momento el recurso pertinente- convierte a la resolución judicial discutida en consentida, y pasada en autoridad de cosa juzada..."144 4.6.Procedimiento. "Los principios procesales más significativos que informan el proceso civil español y que inciden en mayor o menor medida (con el recurso de casación), son los siguientes: 1. El principio de disposición (o rogación), aquel que otorgue a la parte en el proceso la libre facultad de ejecutar sus derechos sustantivos y procesales. En consecuencia, el demandante promoverá acciones y sigue normalmente el trámite hasta finalizar el proceso; pero puede, en cualquier momento desistirse de ellas. El demandado, a su vez, puede, a su voluntad, adoptar las posturas de defenderse, no defenderse, allanarse o renunciar a sus excepciones cuando lo desee...2. El principio de preclusión, significa la imperiosa precisión de realizar cada acto procesal dentro del plazo que para el mismo esté señalado...3. El principio de acumulación, consiste en la utilización simlutanea de las acciones y excepciones que las partes deseen esgrimir, incluso aunque sean incompatibles entre si, en relación con los sujetos y objetos del proceso...4. El principio de escritura, que es preponderante en este proceso, si bien esta complementado por el de oralidad...5. El principio de inmediación tiene aquí la 144 Tovar Morais, Antonio. pág. 62. El recurso de casación civil. ed. Aranzadi. 171 limitada significación que el de la oralidad. 6. El principio de publicidad no ofrece distintas notas que las exigidas en la tramitación ordinaria. Pero una vez finalizado el recurso y recaida la resolución, alcanza este principio la máxima y peculiar importancia en la casación, al hacerse publicación de las sentencias en la <<Colección Legistlativa>>...7. El principio de vencimiento, materializado por la conducta en costas en todos los casos en que se declare no haber lugar al recurso de casación...".145 4.6.1.Interposición. El recurso de casación deberá ser preparado mediante escrito presentado ante el Organo Jurisdiccional que dictó la resolución que se impugna, dicho escrito deberá ser presentado dentro del plazo de diez días contados a partir de que surta efectos la notificación de dicha resolución, en este se expresarán los motivos legales por los que se interpone el recurso, señalando el porque dicha resolución es recurrible conforme a la ley, solicitando sean remitidos los autos y en su caso el rollo de apelación con los votos particulares si los hubiere a la Sala Primera del Tribunal Supremo para los efectos correspondientes, así como el emplazamiento de las partes. En caso de que se tratare de un proceso que no tenga cuantía determinada, la Audiencia escuchará a las partes y realizará los exámenes periciales y avalúos necesarios a cargo de las partes a efecto de determinar dicha cuantía. En caso de no presentarse escrito por el que se interponga recurso de casación en el plazo indicado, la resolución dictada quedará firme. Si la parte recurrente goza de los beneficios de la justicia gratuita, la ley impone al Procurador y Abogado encargados de la defensa la obligación de la presentación del escrito de preparación. La Sala de la Audiencia tendrá por preparado el recurso si el escrito cumple con los requisitos indicados en los dos párrafos anteriores y dicho recurso se contrae a una resolución susceptible de ser revisada en casación; en cuyo caso, remitirá dentro del plazo de cinco días los autos originales y el rollo de apelación a la Primera Sala del Tribunal Supremo, emplazando a las partes a efecto de que comparezcan ante dicho máximo Tribunal en el plazo de treinta días, siendo obligatorio dicha presentación únicamente a la parte recurrente, quien en el acto presentará el escrito de interposición 145 Morales, Antonio. El recurso de casación civil. ed. Aranzadi. págs. 23-25. 172 del recurso, pues en caso contrario se tendrá por no interpuesto el mismo quedando firme la resolución recurrida. Si la sentencia o resolución, a juicio de la Audiencia, no es susceptible de recurso de casación, o no cumple con los requisitos previstos en la ley para la interposición del mismo, dictará auto motivado denegando la remisión de los autos al Tribunal Supremo y el emplazamiento de las partes. En la notificación del auto denegatorio se dará copia certificada del mismo al recurrente a efecto de que pueda concurrir en queja ante la Primera Sala del Tribunal Supremo dentro del plazo de diez días contados a partir de la fecha siguiente a la entrega de dicha copia certificada. A dicho escrito de interposición de queja se acompañará la copia certificada del auto denegatorio, y, en su caso, las sentencias dictadas en ambas instancias. El artículo 1699 de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece: "La entrega de la copia certificada no impide la continuación del procedimiento, que sólo quedará suspendido si la Sala Primera del Tribunal Supremo estimar la queja." En caso de que el recurrente interponga queja ante la Primera Sala del Tribunal Supremo; la Sala (sin más trámites o previa reclamación de los autos al Organo Jurisdiccional que denegó el recurso de casación), dictará la resolución que proceda, contra la cual no cabrá recurso alguno. 4.6.2.Nombramiento de abogado. La ley "regula dos situaciones para el caso de que la parte recurrente en queja gozare de la situación legal de justicia gratuita. Si el Abogado o Procurador son designados por el interesado en el mismo escrito de interposición del recurso, la aceptación de ambos profesionales se entenderá realizada por el hecho de suscribirlo, aunque podrá completarse -por más que resulte innecesario- con la manifestación expresa de que asumen la representación y defensa. Y si hay que proceder a la designación de oficio, se abre un plazo de diez días para recurrir el auto <<a partir de la comunicación de los nombramientos>>."146 En caso de realizarse el nombramiento de oficio, el plazo de presentación del escrito se computará a partir de la comunicación de los nombramientos, siempre que haya mediado solicitud de la parte dentro de los diez días siguientes a la solicitud de la sentencia. 146 ob.cit.De Castro García, Jaime. Ley de... págs. 487 y 488. 173 En caso de que el recurrente goce del beneficio de la justicia gratuita y no esté en posibilidad de designar a su Abogado y Procurador en el escrito de interposición del recurso, realizará la solicitud al Tribunal Supremo (Primera Sala), quien se dirigirá al Colegio de Abogados a efecto de que se designen por turno a dos de ellos, así como al de Procuradores, quien designará al que por turno corresponda. A dichos profesionales se le comunicarán las actuaciones. La razón que la ley establezca la solicitud de nombramiento de dos abogados se entiende, en virtud de que si el abogado nombrado por turno en primer lugar considera que el recurso no es procedente, se solicitará la opinión del segundo de los nombrados, evitando dilaciones y perdidas de tiempo en una segunda solicitud de nombramiento de abogado, quien de igual forma expresará su parecer sobre la interposición de dicho recurso; ambos abogados, en caso de no estimarlo procedente, lo expondrán por escrito sin razonar su proceder. Dicha opinión deberá expresarla el Abogado en el término de seis días, en caso contrario se entenderá su conformidad con el mismo y su obligación de interponerlo. En caso de que ambos abogados se excusen, se pasaran las actuaciones al Ministerio Fiscal a efecto de que si lo estima procedente, interponga el recurso, en caso contrario, en el plazo de seis días devolverá los autos con la nota "visto", con lo cual la Sala decretará desierto el recurso y firme la resolución recurrida. En caso de que el recurrente en casación no se encuentre en el supuesto del beneficio de la justicia gratuita, deberá constituir depósito en garantía de 50,000 pesetas, únicamente si las sentencias o resoluciones recaídas en primera y segunda instancia son "conformes de toda conformidad"; es decir, cuando la resolución dictada por el juzgador ad quem confirme la sentencia emitida por el Juez de primera instancia, por lo tanto, no existirá la obligación de constituir la garantía indicada si dichas sentencias no son conformes o cuando la casación se haya interpuesto en forma per saltum (directa), en virtud de que en este supuesto no existe la segunda instancia. 4.6.3.Requisitos y motivos de interposición. Al escrito de interposición del recurso de casación que se presente ante la Primera Sala del Tribunal Supremo deberá acompañarse, de conformidad con el artículo 1706 de la Ley de Enjuiciamiento Civil: "1o. El poder acreditativo de la legítima representación del Procurador, de no haberlo presentado, o haber sido nombrado de oficio. 2o. El resguardo justificativo del depósito, cuando sea necesario. 3o. En los recursos que procedan de juicios sobre arrendamientos rústicos, urbanos o de cualquier 174 naturaleza, el documento que acredite el pago o consignación de las rentas vencidas, siempre que el recurrente sea arrendatario o inquilino. 4o. Tantas copias del escrito y de los documentos cuantas sean las otras partes emplazadas, a las que les serán entregadas si están personadas o cuando se personen." En dicho escrito de interposición se indicará el motivo o motivos legales en que se ampare, citándose a su vez las normas del ordenamiento jurídico o la jurisprudencia que se consideren infringidas. Dichos motivos legales son claramente establecidos por el artículo 1692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil mismo que establece: "El recurso de casación habrá de fundarse en alguno o algunos de los siguientes motivos: 1o Abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción. 2o Incompetencia o inadecuación del procedimiento. 3o Quebrantamiento de las formas esenciales del juicio por infracción de las normas reguladoras de la sentencia o de las que rigen los actos y garantías procesales, siempre que, en este último caso, se haya producido indefensión para la parte. 4o Infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto de debate." En el motivo primero, al señalar la ley el abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción, hace referencia a la falta de jurisdicción en sentido estricto, ya sea ocasionada por razón de territorio o por materia; "debiéndose entender...tanto la limitación espacial de jurisdicción en relación con la extranjera como a la jurisdicción interna pero referida a materia que no sea de naturaleza privada...";147 dicha falta de jurisdicción debe el Tribunal Supremo, incluso, examinarla de oficio. Por lo que respecta a la incompetencia o inadecuación del procedimiento ésta comprende los casos de incompetencia objetiva, funcional y territorial. "La incompetencia territorial, por lo tanto, tendrá que ser alegada oportunamente por la parte a quien interese, pues, de no hacerlo se producirá sumisión tácita; podrá utilizarse en su momento la vía de la inhibitoria o de la declinatoria, lo que hará posible su censura en casación al ser impugnada la sentencia definitiva. La inadecuación de procedimiento, por haberse seguido el carente de idoneidad para substanciar la cuestión litigiosa propuesta, se originará normalmente cuando el legislador ha establecido para decidirla un procedimiento específico del que se ha prescindido en el caso, a no ser que resulte permitido acudir al juicio declarativo en lugar de promover el 147 ob.cit.González Rivas, Juan José. El recurso de... pág. 43. 175 proceso sumario...aún tratándose de juicios ordinarios, si se ha seguido el de menor cuantía cuando procede el de mayor cuantía."148 Los vicios cometidos in procedendo, a que alude el motivo tercero, puede analizarse desde dos tipos de infracción, la vulneración de las normas reguladoras de la sentencia y el quebrantamiento de las formas esenciales de los actos y garantías procesales, siempre que hayan producido indefensión a quien impugna la resolución en casación. Efectivamente, el recurso de casación se puede fundar en cualquier infracción a las normas reguladoras de la sentencia, a modo de ejemplificar, indicaremos la falta de motivación a que obliga el párrafo tercero del artículo 120 de la Constitución española; así también la casación podrá fundarse por violación de las normas que rigen los actos y garantías procesales, tales como pueden ser los defectos en la citación, emplazamiento, incorrecta apreciación de la personalidad de los litigantes o desarrollo de la actividad probatoria, siendo indispensable para poder impugnar por vía de casación que dicha infracción produzca en el recurrente indefensión.149 Finalmente, por lo que respecta al cuarto motivo para fundar el recurso de casación, este puede ser la infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto del debate; dicho motivo hace referencia al fondo de la cuestión litigiosa, en aras de la correcta aplicación del derecho material. El concepto de "normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia" hacen referencia a todo el derecho sustantivo, sin importar la fuente de éste, incluyendo no solo a la ley, sino a la costumbre y a los principios generales del derecho, así como a la jurisprudencia; sin dejar de anotar que el derecho sustantivo aludido debe ser aplicable al litigio del cual emana la resolución que se combate. Dicha norma incluye también los tratados internacionales, cuya vulneración puede ser denunciada en casación desde el momento en que estos hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación íntegra en el Boletín Oficial del Estado.150 4.6.4.Principio de definitividad. 148 ob.cit.De Castro García, Jaime. 149 cfr. De Castro García, Jaime. ob.cit. Ley de... pág. 478 y 479. 150 cfr. De Castro García, Jaime. ob.cit. Ley de... págs. 480 y 481. Ley de... págs. 477 y 478. 176 Por su parte, el ordenamiento legal invocado, impone en su artículo 1693, la obligación al recurrente de solicitar la subsanasión de la violación a las normas que rigen los actos y garantías procesales que le produzcan indefensión en la instancia en que se hubieren cometido, agregando que en caso de haberse producido en la primera instancia, debió ser objeto de impugnación en la segunda instancia, salvo que dicha infracción cometida en segunda instancia sea de imposible reclamación. 4.6.5.Auto de admisión. Interpuesto el recurso de casación, se correrá traslado al Ministerio Fiscal por el plazo de diez días a efecto de que manifieste lo que a su derecho y representación corresponde en defensa de la legalidad y de los intereses públicos y sociales, pronunciándose respecto de la admisibilidad o inadmisibilidad del mismo o de alguno de sus motivos. Hecho lo anterior, se devolverán las actuaciones a la Primera Sala del Tribunal Supremo, quien las remitirá por turno al Magistrado Ponente a efecto de instruir y someter a la sala lo que haya de resolverse. El recurso de casación será inadmitido en caso de que no presentándose o encontrándose algún defecto en los documentos exigidos por los números 1 y 3 del artículo 1706, y otorgado el plazo que la Sala estime "suficiente" (sin que en ningún caso exceda de veinte días), no se subsane dicho defecto; cuando la resolución o sentencia impugnada no es susceptible de recurrirse en casación o si las que normas que argumenta el recurrente violadas no guardan relación con las cuestiones debatidas y siendo necesaria la petición de subsanasión de la falta no se hubiere realizado por el recurrente; cuando el recurso carezca manifiestamente de fundamento o cuando se hubiere desestimado en el fondo otros recursos sustancialmente iguales, señalando la ley que al efecto de decretar esta inadmisión deberá tomarse la decisión por unanimidad de la Sala; y cuando no habiéndose determinado la cuantía del recurso, el Tribunal estime que la misma no supera los límites establecidos por la ley. Contra las resoluciones de inadmisión dictadas por el Tribunal Supremo no procederá recurso alguno. Al exponer la ley la inadmisión del recurso de casación por carecer manifiestamente de fundamento puede "entenderse que se trata de una valoración del recurso, que se hace en esa fase del procedimiento para no continuar una tramitación inútil. Puede igualmente sostenerse que el legislador...lo que ha hecho es mantener la inadmisión por apartarse manifiestamente el recurso de la apreciación probatoria efectuada en la sentencia recurrida, si no se intentara la impugnación por la vía adecuada...la idea de valoración del recurso en una fase de admisión es la más 177 adecuada, teniendo en cuenta que la identificación de la falta manifiesta de fundamento con la cita de normas que el recurrente considera infringidas que no guardan relación alguna con las cuestiones debatidas ha sido descartada por el propio legislador al elevar a causa de inadmisión del recurso esta última, diferente a la primera (art. 1710, regla 2a). Puede inadmitirse también el recurso si se hubieran desestimado otros recursos 'sustancialmente' iguales. Ello equivale a dar valor jurídico al precedente en la fase de admisión, pues es apto para inadmitir un recurso porque al final se ha de desestimar. No es obligatoria para la Sala la inadmisión sino potestativa; el precedente no la obliga, puede cambiar, mediante explicación racional y suficiente su criterio anterior."151 Por otro lado, es importante destacar que la expresión "sustancialmente iguales", no hace referencia a recursos idénticos, sino similares, por lo cual pueden varias los sujetos, el objeto o la causa.152 4.6.6.Pasos y plazos procedimentales. En caso de admitirse el recurso, se entregará copia a la parte o partes recurrentes y personadas a efecto de que formalicen por escrito su impugnación en el plazo común de veinte días; trascurrido el cual, la Sala señalará dentro de los noventa días siguientes, día y hora para la celebración de vista o, en su caso, para la votación y el fallo, que no podrá ser emitido sino a más tardar a los quince días de celebrada la audiencia o realizada la votación. Dicha celebración de audiencia es potestativa por parte de la Sala del Tribunal Supremo, quien la celebrará en caso de estimarla necesaria; no obstante, será celebrada la audiencia en caso de que así lo solicite el recurrente y el recurrido no esté personado o cuando sea solicitado por ambas partes. La Sala Primera del Tribunal Supremo, a efecto de resolver el recurso de casación interpuesto, se compondrá de tres magistrados, salvo que el proceso verse sobre derechos fundamentales (previstos en los artículos 14 a 29 constitucionales) y cuando el juicio haya versado respecto de filiación, paternidad, maternidad, capacidad y estado civil de las personas, en cuyo caso se compondrá por cinco magistrados, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1712 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.153 151 ob.cit.Gullón Ballesteros, Antonio. 152 cfr. González Rivas, Juan José. 153 cfr. De Castro García, Jaime. La Constitución... págs. 24 y 25. ob.cit. El Recurso de... pág. 41. ob.cit. Ley de... pág. 500. 178 4.6.7.Sentencia. El artículo 1715 del ordenamiento legal en cita estatuye que: "1. Si se estimase el recurso por todos o alguno de los motivos, la Sala en una sola sentencia, casando la resolución recurrida, resolverá conforme a derecho, teniendo en cuenta lo siguiente: 1o. De estimarse algún motivo amparado en los números 1 y 2 del artículo 1692, (abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción o incompetencia o inadecuación del procedimiento), se dejará a salvo el derecho a ejercitar las pretensiones ante quien corresponda o por el procedimiento adecuado. 2o. De estimarse motivos comprendidos en el número 3 del artículo 1692 (quebrantamiento de las formas esenciales del juicio por infracción de las normas que rigen los actos y garantías procesales, siempre que, en este último caso, se haya producido indefensión para la parte) que se refieran a transgresiones o faltas cometidas en los actos y en las garantías procesales, se mandará reponer las actuaciones al estado y momento en que se hubiera incurrido en la falta. 3o. De ser estimados motivos de infracción comprendidos en el número 4o (infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto de debate), o en el primer inciso del 3 del artículo 1692 (quebrantamiento de las formas esenciales del juicio por infracción de las normas reguladoras de la sentencia), la Sala resolverá lo que corresponda dentro de los términos en que aparezca planteado el debate. 2. En las sentencias que declare haber lugar el recurso, la Sala resolverá en cuanto a las costas de las instancias, conforme a las reglas generales, y en cuanto a las del recurso, que cada parte satisfaga las suyas. 3. Si no se estimase procedente ningún motivo, la sentencia declarará no haber lugar al recurso, con imposición de las costas al recurrente y la pérdida del depósito constituido." Podemos analizar que "si prosperan los motivos de casación basados en el número 4o o en el primer inciso del número 3o del artículo 1692 (infracción de normas del ordenamiento jurídico y de las normas reguladoras de la sentencia, respectivamente), la Sala resolverá <<lo que corresponda dentro de los términos en que aparezca planteado el debate>>. Decide pues, como órgano jurisdiccional de instancia y con la misma amplitud que a éste corresponde."154 Dicha medida es de entender, si atendemos a la resolución que ha sido casada en virtud de una incorrecta interpretación de la norma del ordenamiento jurídico, puesto que la misma la establece correctamente en la 154 ob.cit.De Castro García, Jaime. Ley de... pág. 502. 179 sentencia el Tribunal Supremo, estableciendo jurisprudencia si procede e indicando los alcances, medidas y correcta interpretación de la norma que motivó la casación; no obstante, respecto de las normas que regulan la sentencia, en caso de que esta sea la falta de motivación o cualquier otra subsanable por el mismo Organo Jurisdiccional que la dictó, la ley debiera establecer la casación únicamente para el efecto de que el Tribunal Supremo remita las actuaciones a la autoridad judicial responsable con las indicaciones respecto de la violación en que incurrió, dejándola en libertad de jurisdicción para que dicte nueva resolución en el sentido que estime procedente mientras no se desapegue de lo ordenado en la sentencia emitida por el Tribunal Supremo. Una vez notificada la sentencia dictada por el Tribunal Supremo, se remitirán los autos a la Audiencia o Juzgado que haya emitido la resolución recurrida a efecto de que proceda a disponer el curso legal de la misma. 4.7.Interposición per-saltum. La ley en cita, prevé la posibilidad que en las sentencias dictadas en primera instancia que se encuentren comprendidas en los ordinales 1 y 3 del artículo 1687 (sentencias definitivas pronunciadas por las Audiencias Provinciales en los juicios declarativos de mayor cuantía; en los de menor cuantía que excedan de 6'000,000 de pesetas; que la cuantía no haya podido determinarse, que se resuelva respecto de paternidad, maternidad, filiación, capacidad y estado civil de las personas; o aquellos seguidos ante las Audiencias por desahucio que no tengan regulación especial y retracto, cuando en dichos casos alcancen la cuantía requerida para esta clase de recursos declarativos ordinarios, excepto los juicios de desahucio por falta de pago de la renta) puedan ser impugnadas en casación sin haberse agotado previamente la segunda instancia. Dicho recurso de casación se solicitará al interponer el recurso de apelación, solicitando en el escrito de interposición se tenga por preparado el recurso de casación, por entender que la cuestión a resolver es estrictamente jurídica; dándose traslado a las demás partes a efecto de que en un plazo de cinco días, manifiesten lo que a su derecho convenga, en virtud de que dicho recurso implica el prescindir de una instancia, en el entendido de que cuando la parte recurrida sea plural, la oposición de cualquiera de los interesados provocará que el recurso de considere improcedente; expresando la citada ley que en caso de no exponer su oposición o manifestar su conformidad se tendrá por preparado el recurso de casación. A esta solicitud, recaerá la resolución procedente por el Juzgado de primera instancia, la cual no será 180 susceptible de recurso alguno; en caso de no estimarse procedente el recurso de casación directo se tendrá por interpuesto el de apelación. Dicha resolución no causa agravios de imposible reparación al recurrente, en virtud de que contra la resolución pronunciada en vía de apelación, podrá interponer (si procede conforme al artículo 1687) recurso de casación, con la posibilidad de que sean atendidos favorablemente sus agravios en la segunda instancia. En caso de que proceda dicho recurso de casación per saltum, se remitirán los autos a la Sala Primera del Tribunal Supremo, con emplazamiento de las partes; más en el supuesto de que el Tribunal entienda que dicho recurso no se encuentra en los supuestos indicados con antelación inmediata, devolverá las actuaciones al juez de primera instancia a efecto de que sea substanciado el recurso de apelación. "El recurso de casación directo se haya sometido a presupuestos que el precepto señala. La sentencia de la primera instancia tiene que haber sido pronunciada en un proceso en el que sea admisible el recurso de casación; y aunque la norma se refiere concretamente a los núm. 1o y 3o del art. 1687, no existen dificultades para comprender el núm. 4o, omitido por inadvertencia del legislador."155 4.8.Casación en interés de la ley y legitimación de Ministerio Fiscal. La ley establece la posibilidad al Ministerio Fiscal de interponer el recurso de casación en contra de las resoluciones que se pronuncien en los juicios en que sea parte y si contra estas procede el mismo de conformidad con la ley; incluso, la ley prevé la posibilidad al Ministerio Público de interponer recurso de casación en cualquier tiempo si considera que se presenta la hipótesis del número 4 del artículo 1692, exponiendo la legislación citada que dicho recurso lo interpondrá en interés de la ley, emplazando a las partes, a efecto de que comparezcan si lo estimaren conveniente. El "Estatuto Orgánico del ministerio Fiscal (Ley de 30 de diciembre de 1981) le encomienda, entre otras, las misiones de tomar parte, en defensa de la legalidad y del interés público o social, en los procesos relativos al estado civil y en los demás que establezca la ley; y asumir o, en su caso, promover la representación y defensa en juicio y fuera de él de quienes, por carecer de capacidad de obrar o de representación legal, no puedan actuar por sí mismos, así como promover la constitución de los órganos tutelares que las leyes 155 ob.cit. De Castro García, Jaime. Ley de... pág. 471. 181 civiles establezcan y formar parte de aquellos otros que tengan por objeto la protección y defensa de menores y desaparecidos."156 Las sentencias que se dicten en los recursos de casación interpuestos por el ministerio Fiscal, únicamente en interés de la ley, tendrán efectos exclusivos para crear jurisprudencia sobre las cuestiones legales discutidas, no alcanzando la sentencia a afectar jurídicamente a las partes que intervinieron en el juicio del cual emanó la resolución recurrida. Compréndase dicha disposición en virtud de que las sentencias dictadas por las autoridades judiciales, tienen un término establecido por la ley para quedar firmes, estableciendo con ello la seguridad de la ley concreta (la sentencia), y la ejecución y aplicación de la misma. 4.9.Ejecución de la sentencia. El artículo 1722 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, prevé la posibilidad de que el Juzgado o la Audiencia que hubiere dictado la resolución recurrida decrete su ejecución a petición de la parte interesada y previa fianza o aval bancario suficiente para responder en caso de que del recurso de casación se haya obtenido sentencia favorable al recurrente del mismo. "La ejecución de las sentencias pendientes de recurso de casación constituye uno de los casos de excepción al principio general, proclamado en el artículo 919 de la LEC según el cual para que una sentencia sea ejecutable es necesario que haya ganado firmeza...La ejecución provisional requiere petición de parte. Y no es vinculante para la Audiencia, ni para el Juzgado en la casación directa, pues el órgano jurisdiccional resuelve discrecionalmente según el tenor literal del precepto...la ejecución ha de ser concedida en todo caso cuando se trate de cantidad líquida o cuya liquidación pueda obtenerse por simples operaciones aritméticas; y si se trata de sentencias condenatorias a entregar una cosa determinada, a un hacer o a un no hacer, o de sentencias meramente declarativas, es potestativo de la Audiencia o del Juez acceder a la ejecución provisional."157 4.10.Documentales. 156 ob.cit.De Castro García, Jaime. Ley de... pág. 504. 157 ob.cit.De Castro García, Jaime. Ley de... pág. 508. 182 La ley prohibe la admisión de documentales ante el Tribunal Supremo, así como también la lectura de éstos o realizar alegaciones de hechos que no resulten de los autos; exceptuando aquellos que se presenten con el escrito de interposición del recurso que sean "de fecha posterior a los escritos de demanda y contestación y cuya presentación anterior no ha sido posible; los anteriores respecto de los cuales jure la parte no haber tenido antes conocimiento de su existencia; y los que no haya sido posible adquirir con anterioridad por causas que no sean imputables a la parte interesada."158 4.11.Acumulación. En caso de que se interpongan dos o mas recursos contra una misma sentencia o resolución, se substanciarán acumulados en una sola pieza; acumulación que debe entenderse será ordenada de oficio por el Tribunal Supremo sin necesidad de solicitud de alguna de las partes, a efecto de que sean tramitados conjuntamente y resueltos en única sentencia. 4.12.Desistimiento. De igual forma, la ley establece la posibilidad del desistimiento del recurrente; ahora bien, en caso de que exista pluralidad de actores, el Tribunal Supremo continuará el procedimiento de casación respecto de quienes no se hayan desistido del recurso, comunicando al Tribunal a quo, el auto en el que sea acordado el desistimiento de la parte. 4.13.Publicidad de las sentencias. Artículo 1728. "Las sentencias dictadas por la Sala Primera del Tribunal Supremo al conocer de los recursos de casación se insertarán en la Colección Legislativa. Podrá el Tribunal acordar, si concurrieren circunstancias especiales de su exclusiva apreciación, que se haga la publicación suprimiendo los nombres propios de las personas interesadas en el pleito." 158 ob.cit.De Castro García, Jaime. Ley de... pág. 510. 183 4.14.Competencia de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comuniades Autónomas. Tanto la Ley Orgánica del poder Judicial (6/1985), como la Ley de Enjuiciamiento Civil, establecen competencia a los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas para conocer de los recursos de casación en caso de que el recurso se funde en infracción de un derecho civil, foral o especial propio de la Comunidad Autónoma, que corresponda al estatuto de la propia Comunidad en el cual se haya previsto dicha competencia en favor de su Tribunal Superior de Justicia. Dichos recursos de casación se tramitarán y resolverán conforme la Ley de Enjuiciamiento Civil en el procedimiento analizado con anterioridad. No obstante lo anterior, la competencia será exclusiva del Tribunal Supremo, si el recurso de casación se fundamenta en la infracción de un precepto constitucional, subsistiendo la competencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma en caso de que se prepare diverso recurso ante el Tribunal Supremo y no concurra la violación de algún precepto constitucional. En el caso anteriormente indicado, la ley impone la obligación al Ministerio Fiscal de expresar su opinión razonadamente si estima que el recurso de casación se ha presentado ante una Sala incompetente, ante lo cual la Sala que conozca en este momento del recurso, resolverá lo que corresponda. En caso de declararse incompetente, remitirá las actuaciones a la Sala competente en el plazo de cinco días, emplazando a las parte por el término de diez días a efecto de que comparezcan ante la Sala del Tribunal competente. En caso de dudas respecto de la competencia, se resolverán conforme al artículo 52 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, mismo que establece: "No podrán suscitarse cuestiones de competencia entre Jueces y Tribunales subordinados entre sí. El Juez o Tribunal superior fijará, en todo caso, y sin ulterior recurso, su propia competencia, oídas las partes y el ministerio Fiscal por plazo común de diez días. Acordado lo procedente recabarán las actuaciones del Juez o Tribunal inferior o le remitirán las que se hallare conociendo." "La atribución de competencia funcional al TSJ viene, pues, determinada por la circunstancia de que el recurso se base en la infracción de una norma correspondiente al Derecho civil foral, aunque se cite también como transgredida otra no perteneciente a su esfera, siempre que no se trate de un precepto constitucional",159 en cuyo caso la competencia será declinada en favor del Tribunal Supremo. 159 ob.cit.De Castro García, Jaime. Ley de... pág. 515 184 4.15.Casación como recurso contradictorio. Así pues, el recurso de casación es "un recurso extraordinario, en contraposición a los llamados por antonomasia recursos ordinarios. Este carácter deriva de varios extremos. En primer lugar, el recurso no está abierto a todo tipo de resoluciones judiciales y a todo tipo de infracciones. Tan sólo determinadas resoluciones judiciales tienen acceso a la casación y además por motivos tasados: la ley señala casuísticamente las infracciones que dan lugar a la casación. En segundo lugar, la interposición del recurso va acompañada en la generalidad de los casos de la exigencia de efectuar un depósito en metálico de cierta cantidad de dinero, gabela que grava económicamente el acto de recurrir. En tercer lugar, es un recurso en que está sumamente acentuado el rigor formal en cuanto a la técnica de su formulación. En ocasiones este rigor ha desembocado en puro formalismo, poco menos que en la exigencia de pronunciar las palabras sacramentales de la ley para que el recurso sea simplemente admitido a trámite. El recurso de casación no es una nueva instancia del proceso, con lo que quiere significarse que no es posible en este momento introducir nuevos hechos en el debate, ni discutir los problemas fácticos de la instancia por la vía de este recurso, salvo contadas excepciones. La casación no es una alzada, ni siquiera una apelación. El Tribunal Supremo se limita, según los casos, a conocer de la regularidad de la aplicación del derecho o de determinados principios básicos del proceso por los Tribunales de instancia."160 Fianalmente, cosidero pertinente hacer el comentario respecto del artículo 24 constitucional, mediante el cual es posible acceder en vía de amparo constitucional en caso de que sea vulnerado el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, en vritud de ser uno de los derechos fundamentales protegibles por esta vía; más no hay que olvidar que el cumplimiento y análisis constitucional debe ser primeramente función de los órganos de la jurisdicción ordinaria (sin incluír con ello, el exámen de la constitucionalidad de las leyes); por lo que en caso de que no se aplique la ley correctamente por el tribunal respectivo, antes de acudir en vía de amparo constitucional, será necesario agotar la vía judicial previa, como en el caso analizado, el recurso de casación. 160 Ramos, Francisco. Derecho Procesal Civil. Tomo II. ed. Hijos de José Bosch, S.A. pág, 752 y 753. 185 En efecto, "la interpretación y aplicación de las reglas que regulan el acceso a los recursos legalmente establecidos es, en principio, una cuestión de legalidad ordinaria cuyo conocimiento compete exclusivamente a los Jueces y Tribunales integrados en el Poder Judicial (art. 117.3 CE), a quienes corresponde precisar el alcance de las normas procesales y, más en concreto, la concurrencia de los presupuestos que condicionan la válida constitución del proceso. Unicamente cuando se deniegue un acceso al recurso de forma inmotivada (STC 18/1990), basándose en una causa legal inexistente o en error patente (STC 192/1992, FJ 2.º y 255/1994, FJ 2.º) o, finalmente, mediante una interpretación de la misma manifiestamente arbitraria e infundada que no podría considerarse expresión del ejercicio de la justicia (por todas STC 148/1994, FJ4.º), es posible su revisión en sede constitucionalmente relevante del citado derecho fundamental."161 5. EL JUICIO DE AMPARO DIRECTO. 5.1. Antecedentes de Derecho Positivo. Antes de entrar al análisis del juicio de amparo directo (amparo-casación), considero oportuno citar que en la legislación mexicana "existió la casación...esta no tuvo características destacadas lo suficientemente importantes como para poder hablar de la casación mexicana...El primer recurso de casación se estableció en el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito y Territorios Federales el 13 de agosto de 1872. Conocía del recurso la Sala de Casación del Tribunal Superior de Justicia del Distrito. El Código Federal de Procedimientos Civiles de 1897, creó la casación federal, de la cual conocía la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia. En materia penal, el recurso de casación lo creó el Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal y Territorios Federales de 1894. El actual Código de Comercio, en sus artículos 1344 y 1345 -virtualmente derogados-, establece la casación contra las sentencias definitivas de última instancia. Por último, la mayor parte de los Estados establecieron el recurso de casación, que se tramitaba y resolvía ante e Tribunal Superior de cada Estado."162 161 Gil-Robles, Alvaro. Los nuevos límites de la efectiva. Centro de Estudios Constitucionales. pág. 73. 162 tutela judicial Castro, Juventino. Hacia el amparo evolucionado. ed. Porrua. págs. 91 y 92. 186 "La casación se suprimió...porque existiendo entre nosotros el juicio de amparo, menos técnico que el recurso de casación, se prefería utilizar éste."163 En efecto, dicha función es realizada por los órganos del Poder Judicial de la Federación, mediante la procedencia del juicio de amparo directo ante los Tribunales Colegiados de Circuito. 5.2. Ámbito de Protección. "El juicio de amparo, que tiene como finalidad esencial la protección de las garantías del gobernado...extiende su tutela a toda la Constitución al través de la garantía de legalidad...Es cierto que ésta tutela se imparte siempre en función del interés particular del gobernado, ya que sin la afectación de éste por un acto de autoridad, el amparo es improcedente; pero también es verdad que por modo concomitante o simultáneo, al preservar dicho interés, mantiene y hace respetar el orden constitucional. De ahí que el control de la Constitución y la protección del gobernado frente al poder público, sean los dos objetivos lógica y jurídicamente inseparables que integran la teleología esencial del juicio de amparo. Este, por ende, se ostenta como el medio jurídico de que dispone cualquier gobernado para obtener, en su beneficio, la observancia de la Ley Fundamental contra todo acto de cualquier autoridad del Estado que la viole o pretenda violarla. Es en esta última propensión donde se destaca el carácter de orden público del amparo como juicio de control o tutela de la Constitución, ya que el interés específico del gobernado se protege con vista o con referencia siempre a un interés superior, el cual consiste en el respeto a la Ley Suprema."164 5.2.1.Garantía de Audiencia. En el capítulo anterior, analizamos la garantía de audiencia contenida en el segundo párrafo del artículo 14 constitucional; indicando que mediante dicha garantía, todas las autoridades del país (incluidas las jurisdiccionales), se encontraba en la obligación de 163 Rodríguez, Agustín. citó Juventino V. Castro. ob.cit.Hacia el... pág. 92. 164 Burgoa, Ignacio. El Juicio de Amparo. ed. Porrua. pág. 148. 187 cubrir ciertos requisitos previos a efecto de estar en posibilidad de causar un menoscabo en la esfera jurídica del gobernado. 5.2.2.Exacta aplicación de la ley. 5.2.2.1.Materia Penal. Pues bien, dicho artículo 14, en sus siguientes párrafos, prevé la garantía de exacta aplicación de la ley en todas las materias; específicamente obligatoria a los órganos judiciales. El artículo 14 constitucional, en su tercer párrafo indica: "En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía y aun por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata." Dicho párrafo, establece la exacta aplicación de la ley (garantía de legalidad) en materia penal. En efecto, "el tercero párrafo del artículo 14 se refiere a dicha garantía en lo que toca a los juicios penales -enunciados como juicio del `orden criminal´-, en los cuales no se puede decretar una pena que no sea la exactamente aplicable en los términos de una ley que así lo disponga, prohibiéndose por lo tanto el uso de la analogía y la mayoría de razón como métodos interpretativos utilizados para decretar dicha pena. En realidad, esta disposición constitucional pretende ser una referencia al principio universal del derecho penal que se enuncia como: nullum crimen nulla poena sine lege, que como es sabido prohíbe la creación extra legem de delitos y penas por parte del juzgador. Exige por lo tanto un ajustamiento, por parte del juez que conoce de un proceso, a la estricta tipicidad y sanciones establecidas por la ley. Es conocido que el principio antes mencionado en realidad combina otros dos: nullum crimen sine lege, y nulla poena sine lege, aunque éste último también comprende el de nulla poena sine iudicium. La disposición constitucional sólo se refiere al segundo y no al primero; pero uno está implícito en el otro, ya que si una disposición penal describe una conducta humana como delictuosa, y no le señala su sanción, estaríamos contemplando una norma imperfecta, ya que contiene una prohibición que no produce ningún resultado jurídico por su incumplimiento. Y por otra parte, no puede haber una referencia a una sanción, por una conducta atípica."165 165 Castro, Juventino. Garantías y Amparo. ed. Porrua. pág. 241. 188 Así pues, en los procesos jurisdiccionales en materia penal, la autoridad judicial se debe ajustar a la aplicación exacta de la ley, en virtud del artículo 14 constitucional, que establece las garantías de audiencia y legalidad, por lo cual, si en dicho proceso, el juez incumple dicha disposición, estará violando la constitución y por ende, el afectado estará en posibilidad de acudir en amparo ante los órganos del Poder Judicial de la Federación, quienes revisarán si dicha resolución judicial se encuentra apegada a derecho. 5.2.2.2.Materia Civil. Finalmente, el último párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece: "En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios generales del derecho." En dicho artículo, se indica pues, la obligación constitucional de apegarse a lo estrictamente indicado en la ley al momento de resolver en materia civil, más debe tenderse en consideración, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en múltiples jurisprudencias ha reiterado que dicha garantía se extiende no sólo a las sentencias de fondo, sino a todas aquellas resoluciones interlocutorias y en general a todas las actuaciones dentro del proceso, en virtud de que en todo momento la autoridad judicial tiene la obligación de apegarse a derecho. Es necesario puntualizar que el amparo-casación, no solo vela por la estricta aplicación de la ley propiamente dicha; como se puede analizar, el amparo-casación es pues, protectora de la aplicación de todo el derecho objetivo, no solo de la ley, dado que el silencio, o la insuficiencia de la ley no autoriza a los jueces a dejar de resolver una controversia.166 Así pues, cuando el artículo constitucional citado hace referencia a los principios generales del derecho se refiere a "aquellas normas de derecho positivo aplicables a la cuestión que está por decidirse, porque corresponden al sistema o el espíritu del cuerpo concreto de las normas de derecho objetivo aplicables, y aunque no hacen una referencia exacta al caso, evidentemente lo estructuran y lo envuelven dentro de una correcta sistemática jurídica."167 166 cfr. Juventino V. Castro. 167 ob.cit. Castro, Juventino. Garantías y... págs. 243 y 244. ob.cit. Hacia el... págs. 85 y 86. 189 5.2.2.3.Materia Administativa, del Trabajo y Militar. Ahora bien, dicha garantía de legalidad, no es aplicable exclusivamente a los procedimientos jurisdiccionales en materia civil (stricto sensu), sino de conformidad con la Suprema Corte de Justicia, a todas las resoluciones en materia civil (lato sensu), incluyendo en estas las referentes a la materia mercantil. "Por otra parte, la jurisprudencia de la Corte ha resuelto que este cuarto párrafo del artículo 14 constitucional debe entenderse aplicable a toda clase de juicios, con excepción de los penales previstos en el tercer párrafo del artículo 14, y por lo tanto igualmente abarca a los juicios laborales y a los procesos administrativos."168 Es importante indicar, que en el juicio de amparo, no existe propiamente la materia militar, en virtud de que ésta, se diversifcará en las materias existentes (penal, civil, administrativa y del trabajo), es decir, dependiendo la materia de que se trate, será establecida la competencia entre los órganos del Poder Judicial de la Federación, independientemente que sea a su vez derecho castrense o un acto emanado de las autoridades militares. 5.3. ¿Juicio o recurso? Así pues, cuando el Poder Judicial Federal, revisa las sentencias y demás autos o resoluciones contra las que procede el juicio de amparo directo, difícilmente se puede establecer que el amparo sea un juicio; en virtud de que se acciona como revisor de la legalidad de las resoluciones judiciales. En efecto, "el amparo fundado en la violación de los artículos 14 y 16, no ha podido conservar su categoría de juicio, sino que es técnicamente un recurso. No es...que el amparo haya degenerado; trátase más bien de su natural evolución."169 No obstante lo anteriormente indicado, y si bien es cierto (como se ha indicado, que el amparo directo es técnicamente un recurso, por las razones expuestas), también lo es que el amparo directo (como amparo general), es eminentemente un juicio, en virtud de que: a) Su litis (violación de garantías), es distinta al problema planteado ante la 168 169 ob.cit. Castro, Juventino. Garantías y... pág. 243. Tena Ramírez, Felipe. Derecho Constitucional Mexicano. pág. 526. ed. Porrúa. 190 autoridad responsable. b) Se tramita ante una autoridad que no necesariamente pertenece a la estructura orgánica a la que pertenece la responsable, por lo que no es superior jeráquico de aquella. c) La autoridad de amparo, en ningún caso está legalmente autorizada para sustituirse en facultades propias de la responsable. d) Las partes en el juicio no son las mismas, o no tienen el mismo carácter que las que intervinieron ante la responsable. e) La autoridad de la cual emana el acto reclamado, pasa a ser parte demandada, lo que no acontece en los recursos ordinarios (como el de casación española), en los que la autoridad recurrida no es parte en el recurso. Por lo tanto, el amparo directo, guarda principales rasgos de juicio y no de recurso, no obsante que al revisar la legalidad de los actos de la autoridad demandada, realice las funciones propias de un recurso extraordinario de legalidad. 5.4.Competencia y procedencia. El artículo 158 de la Ley de Amparo, establece: "El juicio de amparo directo es competencia del Tribunal Colegiado de Circuito que corresponda, en los términos establecidos por las fracciones V y VI del artículo 107 constitucional, y procede contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, respecto de los cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser modificados o revocados, ya sea que la violación se cometa en ellos o que, cometida durante el procedimiento, afecte a las defensas del quejoso, trascendiendo al resultado del fallo, y por violaciones de garantías cometidas en las propias sentencias, laudos o resoluciones indicados. Para los efectos de este artículo, sólo será procedente el juicio de amparo directo contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por tribunales civiles, administrativos o del trabajo, cuando sean contrarios a la letra de la ley aplicable al caso, a su interpretación jurídica o a los principios generales del Derecho a falta de ley aplicable, cuando comprendan acciones, excepciones o cosas que no hayan sido objeto del juicio, o cuando no las comprendan todas, por omisión o negación expresa..." El artículo 159 de dicho ordenamiento legal, continúa diciendo: "En los juicios seguidos ante tribunales civiles, administrativos o del trabajo, se considerarán violadas las leyes del procedimiento y que se afectan las defensas del quejoso. I.-Cuando no se le cite al juicio o se le cite e forma distinta a la prevenida por la ley; II.-Cuando el quejoso haya sido mala o falsamente representado en el juicio de que se trate; III.-Cuando no se le reciban las pruebas que legalmente haya ofrecido, o cuando no se reciban conforme a la ley; IV.-Cuando se declare ilegalmente confeso al 191 quejoso, a su representante o apoderado; V.-Cuando se resuelva ilegalmente un incidente de nulidad; VI.-Cuando no se le concedan los términos o prórrogas a que tuviere derecho con arreglo a la Ley; VII.-Cuando sin su culpa se reciban sin su consentimiento, las pruebas ofrecidas por las otras partes, con excepción de las que fueren instrumentos públicos; VIII.-Cuando no se le muestren algunos documentos o piezas de autos de manera que no pueda alegar sobre ellos; IX.-Cuando se le desechen los recursos a que tuviere derecho con arreglo a la Ley, respecto de providencias que afecten partes sustanciales de procedimiento que produzcan indefensión, de acuerdo con las demás fracciones de este mismo artículo. X.-Cuando el tribunal judicial, administrativo o del trabajo, continúe el procedimiento después de haberse promovido una competencia, o cuando el juez, magistrado o miembro de un tribunal del trabajo impedido o recusado, continúe conociendo del juicio, salvo los casos en que la ley lo faculta expresamente para proceder; XI.-En los demás casos análogos a los de las fracciones que preceden, a juicio de la Suprema Corte de Justicia o de los Tribunales Colegiados de Circuito según corresponda." Similares consideraciones expresa la ley de amparo, respecto de la materia penal, en su artículo 160. "El juicio de amparo directo es aquel que se instaura ante la Suprema Corte de Justicia o los Tribunales Colegiados de Circuito en única instancia, es aquel respecto del cual dichos órganos judiciales federales conocen en jurisdicción originaria, esto es, sin que antes de su injerencia haya habido ninguna otra instancia, a diferencia de lo que sucede tratándose de amparo indirecto, del que conocen en segunda instancia o en jurisdicción apelada o derivada, mediante la interposición del recurso de revisión contra las sentencias constitucionales pronunciadas por los Jueces de Distrito."170 Por otra parte, y a efecto de establecer el procedimiento del juicio de amparo directo, nos referiremos exclusivamente a la materia civil, al igual que lo hicimos cuando analizamos el recurso de casación en el ordenamiento jurídico español, a fin de estar en posibilidad realizar breves aspectos comparativo, en la misma materia, sin estar en posibilidad de abarcar todas las materias existentes, puesto que ésto, excedería por mucho el objetivo del presente trabajo. En efecto, el juicio de amparo directo procede en contra de sentencias civiles, penales, laborales o administrativas, que tengan el carácter de definitivas. El artículo 170 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... pág. 681. 192 46 de la Ley de Amparo establece que serán sentencias definitivas "las que decidan el juicio en lo principal, y respecto de las cuales las leyes no concedan ningún recurso ordinario por virtud del cual puedan ser modificadas o revocadas. También se consideran como sentencias definitivas las dictadas en primera instancia en asuntos judiciales del orden civil, cuando los interesados hubieren renunciado expresamente a la interposición de los recursos ordinarios que procedan, si las leyes comunes permiten la renuncia de referencia...se entenderá por resoluciones que ponen fin al juicio, aquellas que sin decidir el juicio en lo principal, lo dan por concluido, y respecto de las cuales las leyes comunes no conceden ningún recurso ordinario por virtud del cual puedan ser modificadas o revocadas." Así pues, el amparo directo, procederá tanto en contra de las sentencias definitivas, como por infracciones cometidas en el transcurso del procedimiento del cual emanó la sentencia que se combate, siempre y cuando dichos actos hayan trascendido afectando el resultado del fallo. En estos casos, el agraviado en sus derechos fundamentales deberá denunciar la violación mediante el recurso ordinario procedente y dentro del plazo otorgado por la ley; invocando la violación en la segunda instancia, si es que esta fue cometida en la primera instancia. Ante lo cual, las violaciones cometidas en los procedimientos jurisdiccionales, que no se comprendan en los casos antes citados, serán competencia de los jueces de Distrito al conocer del juicio de amparo indirecto. Así lo establece la Constitución General de la República en las fracciones III, incisos b) y c) y VI, ambas de su artículo 107, al establecer la procedencia del amparo indirecto contra actos en juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, fuera de juicio o después de concluido, o que afecten a personas extrañas al juicio. Unicamente, serán competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los juicios de amparo directos que por su interés y trascendencia así lo ameriten, lo cual será decidido por la propia Suprema Corte de Justicia, de oficio o a petición fundada del correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito o del Procurador General de la República, sin que dicha petición obligue a la Corte al conocimiento del mismo; lo anterior con apoyo en la fracción V, párrafo segundo, del artículo 107 constitucional. Ello corresponde en virtud de la facultad de atracción con que cuenta la Suprema Corte. 5.5.Procedimiento. 193 5.5.1.Demanda. El juicio de amparo directo, se iniciará con la presentación de la demanda, la cual debe ser siempre escrita, y contendrá de conformidad con el artículo 166 de la Ley de Amparo: "I.- El nombre y domicilio del quejoso y de quien promueva en su nombre; II.- El nombre y domicilio del tercero perjudicado; III.- La autoridad o autoridades responsables; IV.- La sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiere puesto fin al juicio, constitutivo del acto o de los actos reclamados; y si se reclamaren violaciones a las leyes del procedimiento, se precisará cuál es la parte de éste en la que se cometió la violación y el motivo por el cual se dejó sin defensa al agraviado. Cuando se impugne la sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiere puesto fin al juicio por estimarse inconstitucional la Ley, el tratado o el reglamento aplicado, ello será materia únicamente del capítulo de conceptos de violación de la demanda, sin señalar como acto reclamado la Ley, el tratado o el reglamento, y la calificación de éste por el tribunal de amparo se hará en la parte considerativa de la sentencia; V.- La fecha en que se haya notificado la sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiere puesto fin al juicio, o la fecha en que haya tenido conocimiento el quejoso de la resolución recurrida: VI.- Los preceptos constitucionales cuya violación se reclame y el concepto o conceptos de la misma violación; VII.- La ley que en concepto del quejoso se haya aplicado inexactamente o la que dejó de aplicarse, cuando las violaciones reclamadas se hagan consistir en inexacta aplicación de las leyes de fondo. Lo mismo se observará cuando la sentencia se funde en los principios generales de derecho. Cuando se trate de inexacta aplicación de varias leyes de fondo, deberá cumplirse con esta prescripción en párrafos separados y numerados." A la demanda de amparo directo, deberán acompañarse tantas copias de la misma como terceros perjudicados, así como una copia para el expediente en el que se cometió el acto reclamado, y una para el Ministerio Público Federal. Dicha demanda de amparo, será presentada ante la propia autoridad responsable, la que una vez recibida ésta, deberá hacer constar al pie de la misma la fecha en que fue notificado al quejoso la resolución reclamada y la fecha en que fue presentado dicho escrito de demanda de amparo 5.5.2.Emplazamiento y contestación de la demanda. Una vez interpuesta la demanda, la autoridad responsable, dentro del término de tres días, remitirá los autos originales al Tribunal Colegiado de Circuito que corresponda, 194 así como la copia respectiva al Ministerio Público Federal; emplazando a los terceros perjudicados a efecto de que antes del término de diez días se presenten ante el Tribunal Colegiado respectivo a defender sus derechos presentando las alegaciones que estimen pertinentes. Al tiempo en que la responsable remita las constancias indicadas a la autoridad de amparo, remitirá su respectivo informe con justificación. "El informe justificado de la autoridad responsable, en el amparo directo, al igual que en el amparo indirecto, es la contestación de la demanda de amparo, por tanto en el informe justificado, la autoridad responsable controvertirá los hechos con cuya exposición no esté de acuerdo, también argumentar en contra de los conceptos de violación que se hayan hecho valer por el quejoso en la demanda de amparo. De la misma manera, contradecira los argumentos de presunta aplicación inexacta de la ley, o de falta de aplicación de alguna ley, o los argumentos relativos a los principios generales del derecho. En el informe justificado la autoridad responsable hará valer las causas de improcedencia o de sobreseimiento que, en su concepto procedan."171 5.5.3.Admisión. Corresponderá al Tribunal Colegiado de Circuito, la admisión o desechamiento de la demanda. En caso de que no se encuentren satisfechos los requisitos que debe cumplir la demanda de amparo, el Tribunal Colegiado, requerirá al quejoso por un término de cinco días a efecto de que subsane los mismos; en caso de que dicho quejoso no cumpliere con la prevención realizada en el término indicado, el Tribunal Colegiado tendrá por no interpuesta dicha demanda de amparo. 5.5.4.Sentencia. Una vez admitida la demanda, el Presidente del Tribunal Colegiado de Circuito competente, turnará el expediente al Magistrado que corresponda, dentro del término de cinco días, a efecto de que éste formule su proyecto de sentencia. El auto por el cual sea turnado el expediente tendrá efectos de citación para sentencia, la que se pronunciará sin discusión pública dentro de los quince días siguientes, la cual al igual 171 Arellano García, Carlos. Porrua. pág. 439. Práctica Forense del juicio de amparo. ed. 195 que en el amparo indirecto podrá ser en diversos sentidos, ya sea concediendo el amparo, negándolo o sobreseyendo. La resolución será tal, que cuando conceda el amparo, anulará la resolución impugnada, dejando libre la jurisdicción a la responsable a efecto de que nuevamente resuelva, subsanando la violación en que incurrió. 5.5.5.Suspensión. En los juicios de amparo directo o uni-instancial, procederá de igual forma la suspensión. "Hemos afirmado insistentemente que el amparo directo o uni-instancial procede contra sentencias definitivas civiles, penales, administrativas o contra laudos laborales definitivos...ante los Tribunales Colegiados de Circuito...Ahora bien, tales resoluciones, en cuanto a su dictado, son obviamente actos consumados, por lo que la suspensión opera contra su ejecución, deteniendo los actos de autoridad tendientes a hacerlas cumplir frente al sujeto procesal a quien le hayan impuesto determinadas prestaciones en beneficio de su contra-parte o sanciones de carácter penal. Por tanto, al reclamarse en amparo directo una sentencia definitiva o un laudo laboral definitivo y pedirse la suspensión contra ellos, esta medida debe entenderse concesible contra su ejecución, cuando dichas resoluciones no sean exclusivamente declarativas, habiéndolo estimado así la jurisprudencia de tal suerte que nunca deben reputarse como actos consumados, pues de este carácter solamente participa su mera pronunciación, como ya se dijo."172 La competencia para conocer de la suspensión será entendida en favor de la autoridad responsable, de conformidad con el artículo 170 de la Ley de Amparo, el cual establece que "En los juicios de amparo de la competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito, la autoridad responsable decidirá sobre la suspensión de la ejecución del acto reclamado con arreglo al artículo 107 de la Constitución, sujetándose a las disposiciones de esta Ley." En los amparos directos del orden civil, la suspensión sólo podrá decretarse a petición de parte, surtiendo efectos previa garantía a otorgar por el quejoso, por los daños y perjuicios que pudiera ocasionar a terceros en caso de no obtener sentencia favorable. 172 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... pág. 807. 196 Una vez solicitada la suspensión (en materia civil), esta se decretará de plano dentro del término de tres días. Así pues, la suspensión en el amparo directo (a diferencia del indirecto), será dictada en un solo auto, sin existir posibilidad de diferenciar entre suspensión provisional y definitiva, ni solicitud de informes previos, la suspensión es única. 5.6.Recursos. 5.6.1.Recurso de revisión. Contra las sentencias dictadas por los Tribunales Colegiados de Circuito, procederá el recurso de revisión, de conformidad con la fracción V del artículo 83 de la Ley de Amparo; ello cuando las mismas decidan sobre la constitucionalidad de las leyes federales o locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el Presidente de la República y reglamentos de leyes locales expedidos por los gobernadores de los estados, o cuando establezcan la interpretación directa de un precepto constitucional. Agregando dicha fracción que la materia del recurso se limitará, exclusivamente, a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras. Dicho recurso de revisión será competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No obstante, deberá ser interpuesto ante el propio Tribunal Colegiado de Circuito, en el plazo de diez días, contados a partir del en que surta sus efectos legales la notificación de la resolución que se combate. 5.6.2.Recurso de Queja. Además, del recurso de revisión en el amparo directo, procede el recurso de queja, en contra las autoridades responsables en caso de que no provean respecto de la suspensión dentro del término legal, o cuando concedan o nieguen esta, o respecto de las fianzas y contrafianzas relacionadas con dicha suspensión; y, contra las autoridades responsables por exceso o defecto en el cumplimiento de la sentencia. Respecto del primer supuesto, el recurso de queja deberá interponerse ante la autoridad responsable el plazo de cinco días contados a partir del en que surta efectos la notificación; por lo que hace al segundo de los casos indicados en el presente párrafo, el recurso de queja, se interpondrá ante dicha responsable, en el plazo de un año, a partir de que surta efectos la notificación de la resolución que se combate. En ambos casos, interpuesto el 197 recurso de queja, la responsable lo remitirá de inmediato al Tribunal Colegiado de Circuito que corresponda a efecto de que resuelva lo correspondiente. 5.6.3.Recurso de reclamación Finalmente, existe el recurso de reclamación, el cual se interpone en contra de los acuerdos de trámite dictados por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los presidentes de las Salas de dicho Alto Tribunal o los presidentes de los Tribunales Colegiados de Circuito. 5.7.Evolución. Así pues, el juicio de amparo directo, protege la Constitución, la cual se vulnera cuando las resoluciones judiciales no aplican la ley correctamente; desde constituciones anteriores (1857) se había previsto a nivel constitucional la obligatoriedad de la exacta aplicación de la ley. "Pronto se esgrimió por los litigantes, y se hizo triunfar ante la Corte, la tesis de que la garantía de que se habla, resultaba infringida cuando la ley no se aplicaba exactamente; desde entonces el juez constitucional tuvo que examinar en el amparo si el juez común había aplicado o no exactamente la ley ordinaria, lo que equivalía a conocer de la legalidad de la actuación judicial, de las violaciones a las leyes ordinarias, tal como se había propuesto Rejón y Otero."173 En resumen, "el juicio de amparo protege pues, tanto la Constitución como la legislación ordinaria en general...Ahora bien, al través de éste último aspecto, podría suponerse que el amparo se ha desnaturalizado, es decir, que ha desvirtuado su esencia teleológica, consistente en tutelar únicamente el orden constitucional. No falta quien afirme que el juicio de amparo, sobre todo el directo o uni-instancial del que conocen los Tribunales Colegiados de Circuito o la Suprema Corte de Justicia en sus respectivos ámbitos competenciales, se ha convertido en un mero recurso de legalidad, que ya no tiende a preservar la Constitución sino las leyes secundarias sustantivas o adjetivas contra las sentencias definitivas civiles, penales y administrativas o contra los laudos arbitrales por indebida o inexacta aplicación legal. Esta apreciación es puntualmente correcta; pero no debe llevarnos al extremo de considerar al amparo 173 ob. cit. Tena Ramírez, Felipe. Derecho Constitucional... pág. 525. 198 como una institución jurídica degenerada. Lejos de ello, creemos que, al haber asumido la modalidad de recurso extraordinario de legalidad, conservando, por otra parte, su carácter de medio de control constitucional, no sólo no ha descendido del rango en que lo coloca nuestra Ley Suprema, sino que se ha complementado y, por lo tanto, perfeccionado. En efecto, la sindéresis exige la reducción a la unidad institucional de la variedad o pluralidad de medios jurídicos que propendan al logro de una defensa común frente a los actos del poder público, cualquiera que sea la naturaleza de éstos. Dicha resolución ha operado en nuestro juicio de amparo, cuya virtud primordial, que lo sitúa en una posición de indisputable superioridad frente a instituciones extranjeras similares, estriba en haber conseguido refundir en un solo procedimiento y al través de una misma finalidad genérica, todos los medios específicos distintos de que puede disponer el gobernado para defenderse de cualquier acto de autoridad. No hay razón valedera, en efecto, para que, en atención a la índole diversa de un acto de autoridad, la protección del particular frente a él adopte procedimientos y configuren medios jurídicos de tutela diferentes...Si la Constitución puede violarse por leyes ordinarias, por actos de autoridad administrativa o por sentencias judiciales, y si el amparo tiene como objetivo esencial la preservación del orden constitucional, sobre todo mediante la tutela de las garantías del gobernado, es rigurosamente lógico que proceda contra cualesquiera de los referidos actos de autoridad (lato sensu) y que se substancie en un procedimiento unitario independiente de la naturaleza de éstos. Es por ello que nuestro juicio de amparo es una institución total que, merced a su ya centenaria evolución, ha superado las desventajas que representa un sistema parcializado de protección constitucional."174 5.8.Función jurisprudencial. Finalmente, considero oportuno indicar que una de las principales finalidades de la institución de la casación, es la de establecer jurisprudencia, a efecto de que los órganos jurisdiccionales inferiores, se ajusten a ella, realizando una interpretación coherente y acorde de la legislación. Así pues, dicha finalidad se encuentra cubierta por el amparo-casación de igual forma, en virtud de que, si bien es cierto que cada Estado tiene su propia legislación, por lo que las interpretaciones de éstas pudieran ser diferentes, dada la posible existencia de preceptos diferentes; también lo es que las legislaciones de los diversos estados mexicanos, tienden a unificarse, y no obstante 174 ob.cit. Burgoa, Ignacio. El Juicio de... págs. 150 y 151. 199 existen diferencias marcadas, la jurisprudencia de los Tribunales Colegiados de Circuito, les es obligatoria, de conformidad con el artículo 193 de la Ley de Amparo, a los Tribunales Unitarios de Circuito, a los Juzgados de Distrito, a los tribunales militares y judiciales del fuero común de los Estados y del Distrito Federal, y a los tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales; existiendo en las diferentes entidades federativas Tribunales Colegiados de Circuito, que serán competentes respectivamente para conocer de los juicios de amparo directo o uni-instanciales que ante ellos se promuevan. Siendo además, la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, obligatoria para todos los tribunales jurisdiccionales del país. "La doble verificación, de constitucionalidad y de legalidad, que mediante el amparo se realiza, no solo no debe desaparecer -mejor dicho: la segunda de ellas-, sino que ha de asentuarse y perfilarse, porque con independencia de las ideas que en su día tuvieron los forjadores de la institución, la evolución de la vida jurídica mexicana ha hecho del amparo casación un instrumento de uso constante."175 6.BREVES REFLEXIONES. Del desarrollo y análisis de las anteriores instituciones jurídicas, podemos desprender que tanto el recurso de casación español, como el juicio de amparo mexicano (específicamente el amparo directo o uni-instancias), tienen como finalidad común, el análisis de la legalidad de la actuación de los órganos jurisdiccionales, así como la unificación interpretativa de la legislación, examinando el apego de las resoluciones judiciales a la legislación y a las fuentes del derecho, protegiendo con ello, gran parte del derecho positivo vigente. No obstante lo anterior, dicha función es desarrollada mediante vías jurídicas diversas, dado que el recurso de casación en España, es competencia de la jurisdicción ordinaria, siendo competencia del más alto tribunal jurisdiccional español, el Tribunal Supremo, quien entrará a conocer de igual forma respecto de la constitucionalidad de la resolución impugnada; mientras que en México, dicho procedimiento es realizado en vía constitucional (protegiendo indirectamente la legalidad) por la institución de amparo, encomendando dicha competencia a los Tribunales Colegiados de Circuito del país. 175 Alcalá-Zamora y Castillo, Niceto. citó Juventino V. Castro. ob.cit. Hacia el... pág. 105. 200 De igual forma, y en base a lo anteriormente indicado, en el recurso de casación español, el Tribunal Supremo como órgano jerárquicamente superior y con actuación en el ámbito de la jurisdicción ordinaria, podrá (en caso de anular la resolución) resolver lo que corresponda dentro de los términos en que aparezca planteado el debate, sustituyendose de esta forma al momento de resolver en las funciones del inferior; sin que dicha circunstancia pueda ser posible en el amparo directo, en virtud de que el tribunal de amparo no forma parte de la jurisdicción ordinaria, por lo que al resolver en amparo y por ende a nivel constitucional, no podrá sustituirse en las funciones del órgano al que revisa, el cual no es su inferior jerárquico, dado que pertenece a diversa jurisdicción. El Poder Judicial Federal, al actuar en el ámbito del amparo, forma parte del orden constitucional o total, no del orden federal, por lo cual goza de superioridad respecto de los órdenes restantes (federales y locales), sin que esto indique que se encuentra inmerso en las estructuras orgánicas de los Poderes Públicos, por lo cual no debe asumir las competencias encomendadas por la propia Constitución a los mismos. El Tribunal Colegiado de Circuito, dejará en todo momento, libre la jurisdicción de la responsable, la cual deberá apegarse al fallo dictado y sin volver a cometer las violaciones examinadas en vía de amparo, resolverá lo que conforme a derecho corresponda (como habíamos indicado) con libertad de jurisdicción. Aún y cuando considero correcto, que la función de exámen de legalidad de los órganos jurisdiccionales, además de ser realizados por los respectivos superiores jerárquicos en vía de apelación, sea realizada en forma general por las autoridades judiciales de amparo; en la legislación mexicana se deberían imponer mayores limitantes a efecto de estar en posibilidad de acudir a dicho recurso, en relación a la cuantía y la importancia del asunto, sin que con ello, se llegue al extremo de privar de la justicia constitucional a la sociedad. Considero un ejemplo claro, los lineamientos impuestos en el ordenamiento jurídico español a efecto de acceder al recurso de casación. En el ordenamiento jurídico mexicano, y sólo en determinadas circunstancias (como la sentencia que afecte a un tercero), la finalidad casacionista no será competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito en vía de amparo directo, sino que dicha función será realizada mediante el amparo bi-instancial o indirecto, siendo competencia de los Juzgados de Distrito. Así también, y aunque responde a motivos diferentes, en determinados casos, el recurso de casación no será competencia del Tribunal Supremo, en vrtiud que deberá ser conocido por los Tribunales Superiores de Justicia de las 201 respectivas Comunidades Autonómicas, y simpre que la litis verse respecto de leyes internas de cada Comunidad, sin que estén en posibilidad de analizar cuestiones de constitucionalidad. Aún y cuando, en ambos casos, la casación y el amparo directo fungen técnicamente como un recurso, el amparo mexicano, incluso el directo, no es un recurso, es un juicio propiamente dicho, dado el ámbito en el cual se desenvuelve. En las instituciones analizadas, se incita al tribunal competente a través de la autoridad jurisdiccional que emitió la resolución que se combate, con la obligación para ésta de realizar el emplazamiento respectivo a las partes interesadas, procediendo a realizar un exámen previo respecto de la procedencia del recurso interpuesto, determinando su envió a la autoridad judicialmente competente de resolver. Así pues, ante un auto denegatorio por parte de la autoridad ante la cual se interpone el recurso, el agraviado podrá concurrir en queja ante el tribunal competente de resolver en casación o en amparo directo. En el recurso de casación español, la función del abogado y procurador, es fundamental para estar en posibilidad de acceder a la casación, en virtud de que en caso de que el recurrente se encuentre en beneficio de la justicia gratuita, le será designado abogado de oficio, quien realizará un examen previo respecto de la procedencia de la casación y los motivos existentes para acudir en ella. Exámen que en caso de ser negativo impedira el acceso al recurso mencionado, tras el respectivo traslado al Ministerio Fiscal. En el ordenamiento jurídico mexicano, no se encuentra previsto tal requisito, por lo que se está en posibilidad de acudir en amparo aún sin la intervención de abogado (lo cual, como habíamos indicado anteriormente no es común). Tanto el recurso de casación español, como el amparo directo o uni-instancial, podrá ser procedente sin agotar los recursos jurisdiccionales previos, existiendo la figura de per-saltum; más en el ordenamiento jurídico mexicano, esta posibilidad deberá encontrarse prevista en la ley respectiva de la cual emana el procedimiento en el cual se generó la resolución que se combate; siendo en la mayoría de los casos, la obligación de agotar los recursos previos, como el de apelación. No obstante lo anterior, en ambas instituciones jurídicas, será preciso que sea solicitada la subsanación de la violación (ya sea en primera o segunda instancia, según proceda) cometida por el órgano jurisdiccional. 202 El recurso de casación español (por regla general), no admite el análisis de hechos, dado que se enfoca únicamente a cuestiones estríctamente jurídicas. Por el contrario, en el amparo directo, los tribunales mexicanos, que no tienen la formación casacionista, tienen la tendencia a estudiar también la situación de hecho, con el pretexto de revisar la valoración de las pruebas hechas por la responsable. Por otra parte, con criterios más modernos de los que existían cuando se creó la institución de la casación, los tribunales mexicanos, consideran expresa o implícitamente, que no se puede apreciar satisfactoriamente si un precepto fue o no correctamente aplicado si no se aprecian o determinan los hechos o circunstancias en que resulta aplicable y en las que no. Otro aspecto interesante a resaltar, es que tal y como se observa, la casación es la contrapartida a la impugnación de una ley por ser contraria a la Constitución. Efectivamente, mientras que en la casación se anula (se casa) una sentencia en virtud de que en ésta no se aplicó exactamente la ley; en la impugnación de la ley, no se juzga la aplicación de ésta, sin precisamente a ésta por ser aparentemente inconstitucional.176 Tanto el amparo directo, como el recurso de casación, son instituciones previstas para mantener la garantía de legalidad (correcta aplicación de la ley) por parte de las autoridades jurisdiccionales; sin que dicha fiscalización pueda hacerse extensiva sobre los restantes órganos del Poder Público (Ejecutivo y Legislativo) mediante esta vía de protección. El recurso de casación español, y el juicio de amparo directo mexicano, son procesos concentrados de anulación, dada su finalidad de casar (anular) la resolución que se encuentre desapegada de la ley. Una de las finalidades primordiales de las instituciones analizadas en el presente capítulo, es la de interpretar la ley, realizando declaraciones respecto de la misma, obligatorias para los órganos jurisdiccionales, función que se realiza a través de la creación de la jurisprudencia. Es de observarse que en el recurso de casación español, se legitima al Ministerio Fiscal para interponer el mismo, incluso sin término para ello, cuando lo haga en interés de la ley, a efectos de incitar al Tribunal a la creación de jurisprudencia. Sin que dicha circunstancia ocurra en el juicio de amparo directo, en el cual el Ministerio Público Federal, no tiene dichas facultades. 176 cfr. Juventino V. Castro. ob.cit. Hacia el... pág. 87. 203 En la legislación española, la sentencia recurrida en casación podrá ser ejecutada a petición de parte y previa fianza otorgada para ello (en los casos en que así proceda), mientras que en el amparo directo mexicano, se habla de la solicitud de la suspensión de la ejecución de la resolución recurrida por lo que mientras que en el ordenamiento jurídico español nos encontramos ante la necesidad de solicitar la ejecución de la sentencia, en el sistema jurídico mexicano, lo que se debe solicitar no es la ejecución, sino la suspensión de la misma. La casación y el amparo directo son rigoristas y formalisatas; ambos se basan en motivos tasados específicamente en la ley. 204 CAPITULO V. EL SOMETIMIENTO DEL DERECHO POSITIVO AL ORDEN CONSTITUCIONAL. SUMARIO.1.Supremacía constitucional.1.1.Definición de Constitución. 1.2.Medios de defensa constitucionales l.1.3.Pirámide Kelseniana. 1.4. Sistema de reformas. 1.5.Sistemas de control difuso y concentrado. 1.6.Antecedentes del control constitucional.2.La cuestión de inconstitucionalidad. 2.1. Antecedentes. 2.2.Función de la cuestión de inconstitucionalidad. 2.3.Etapas. 2.4.Procedencia. 2.5. Legitimación. 2.5.1. Solicitud de las partes. 2.5.2.Afectación de la resolución judicial. 2.6. Límites de la jurisdicción del Tribunal Constitucional. 2.7.Competencia. 2.8.Procedimiento. 2.8.1.Condiciones previas al planteamiento. 2.8.2.Requisitos de interposición. 2.8.3.Suspensión del proceso. 2.8.4. Causas de inadmisión.2.8.5.Emplazamiento y desarrollo procedimental. 2.8.6.Acumulación. 2.8.7. Término del proceso constitucional. 2.8.8.Sentencia.2.8.10.Efectos de la sentencia. 2.9. Definición. 2.10. Tratados Internacionales. 3.Recurso de Inconstitucionalidad. 3.1.Competencia y procedencia. 3.2.Legitimación. 3.3. Efectos de la sentencia. 4.Sistema de control en España. 5.Amparo contra leyes. 5.1.Supremacía constitucional en México.5.1.1.Artículo 133 constitucional. 5.1.2. Tratados Internacionales. 5.1.3.Jurisdicción constitucional. 5.1.4.Restricción del control difuso. 5.2.Medios de defensa constitucional en México. 5.2.1.Antecedentes. 5.2.2.Vías de la declaración de inconstitucionalidad de las leyes. 5.2.2.1.Vía de acción. 5.2.2.2.Vía de excepción. 5.3.Juicio de Amparo. 5.4.Procedencia. 5.5.Naturaleza y objeto.5.6.Vía idónea. El juicio de amparo indirecto. 5.6.1. Autoridades responsables. 5.7.Carácter de la ley. 5.7.1.Leyes autoaplicativas. 5.7.2. Leyes heteroaplicativas. 5.7.3. Momento de interposición.5.8.Excepción del principio de definitividad. 5.9. Suspensión.5.10.Sentencia. 5.10.1.Efectos de la sentencia. 5.10.2.Suplencia de la queja deficiente. 5.11. Recursos. 5.12.Amparo directo. 6.Acciones de Inconstitucionalidad. 6.1.Antecedentes. 6.2. Legitimación y procedencia.6.3.Efectos de la sentencia.7.Sistema de control en México. 8.Ordenes competenciales en México. 9.Breves Reflexiones. 1. SUPREMACIA CONSTITUCIONAL. "Quodcunque ergo imperator per epistolam constitut, vel cognosens decrevit, vel edicto praecepit, legem esse constat; haec sunt, quae constitutiones appelantur". De esta manera, lo que el emperador establece por prescriptos, o lo que decide con 205 conocimiento de causa, o lo que ordena por medio del edicto, es la ley. Es lo que llamamos una constitución.177 Toda nación o grupo de hombres, necesita diversos sistemas para su desarrollo y convivencia, más el sistema imperante y de mayor necesidad es el sistema de derecho, el que organiza y dirige a la comunidad; así pues, la Constitución en ambas partes (orgánica y dogmática), realiza precisamente dicha función, organiza al Estado dotándolo de un sistema de derecho y por ende de convivencia y desarrollo armónico; no obstante, no basta con su sola existencia, es necesaria su observancia y la determinación de su superioridad. Continuando la línea del presente trabajo, consistente en breves reflexiones del juicio de amparo mexicano y los procedimientos relativos en el ordenamiento jurídico español, indicamos que uno de los derechos a proteger por ambos sistemas estatales es el de una legislación acorde a la Constitución, realizándose dicha protección por vías distintas pero con una finalidad común, la supremacía constitucional respecto del resto del ordenamiento jurídico. Efectivamente, en el Estado Mexicano, gran parte de dicho control jurisdiccional se ejerce a través del juicio de amparo, por el cual se puede impugnar la inconstitucional de una ley, reglamento, tratado internacional, etc. De igual forma sucede en el orden de derecho español, más este es ejercido en gran medida por la cuestión de inconstitucionalidad. Como hemos indicado, ninguna norma puede estar por encima de la Constitución, por lo cual, la misma establece diversos mecanismos para lograr el control, la observancia de ésta y la regulación de la legislación restante. Más en virtud de que dichos medios de control deben su existencia al principio de la supremacía constitucional, y los mismos se encuentran contenidos respectivamente en la propia Constitución, oportuno es, antes de entrar al análisis de los mismos, realizar algunos comentarios del rango que ostenta el código que los contienen, del sistema que lo hace posible y del orden jurídico en que se desenvuelven. 1.1.Definción de Constitución. "La Constitución es el ordenamiento fundamental y supremo del Estado que establece su forma y la de su gobierno; crea y estructura sus órganos primarios; 177 Justiniano (Las Institutas). citó constitución? ed. Fontamara. pág. 7. Eduardo Pallares. ¿Que es una 206 proclama los principios políticos y socioeconómicos sobre los que se basa la organización y teleología estatales; y, regula sustantivamente y controla adjetivamente el poder público de Estado en beneficio de los gobernados."178 La constitución en sentido material esta constituida por los preceptos que regulan la creación de normas jurídicas generales y, especialmente la creación de leyes y en sentido formal es el documento solemne que lleva ese nombre.179 Pero ciertamente, la Constitución abarca más aún que la creación de la legislación secundaria; la Constitución crea y regula los poderes del Estado, estableciendo su supremacía ante todo ordenamiento jurídico, soberanía absoluta que el pueblo le ha depositado a través del Constituyente, que representa la voz del pueblo, depositándola de forma íntegra en el Código Político en mención y dotándola de autonomía y superioridad absoluta y exclusiva. 1.2.Medios de defensa constitucional. Dado el principio de supremacía constitucional, el máximo ordenamiento jurídico establece mecanismos diversos para lograr el respeto al mismo, mecanismos conocidos por la doctrina jurídica como medios de defensa constitucional, dentro de los cuales se encuadran los controles constitucionales motivos del presente capítulo. No obstante, los medios de defensa constitucional, no son los únicos que operan en la observancia constitucional. Podemos establecer tres formas diversas de respeto a la Constitución: los factores sociales y culturales traducidos por el respeto voluntario del orden establecido; los factores políticos creados por la propia Constitución referentes a la estructura y organización de poderes, principalmente la división de poderes; y, mediante sistemas jurídicos que establecen los instrumentos necesarios para restablecer el orden constitucional violado. Efectivamente, el respeto a la Constitución debe ser espontáneo y natural, más considero que no basta con la buena fe, es necesaria su obligatoriedad y la regulación de su cumplimiento. Por lo que respecta al factor político, ciertamente la teoría de división de poderes coadyuva al cumplimiento del orden constitucional, dada la 178 Burgoa Orihuela, Porrua. pág. 328. 179 Ignacio. Derecho Kelsen. citó Felipe Tena Ramírez. ed. Porrua. págs. 22 y 24. Constitucional Mexicano. ed. Derecho Constitucional Mexicano. 207 vigilancia que ejercen los poderes entre sí, evitando invasiones en sus respectivas esferas; no obstante, su sola aplicación, no prevé la protección de las garantías individuales, o el procedimiento respectivo a efecto de dirimir las controversias suscitadas entre los poderes. Finalmente, el factor que permite realmente la defensa constitucional, el jurídico, el cual establece con precisión, las acciones procesales y jurídicas a emplearse cuando se presenten dichas violaciones constitucionales.180 Así pues, la constitución debe hacerse respetar no por una sola de las formas indicadas con antelación, sin por las tres en su conjunto, desarrollándose cada una en su ámbito respectivo, más la observancia constitucional se encuentra mejor resguardada en los medios de defensa constitucional. 1.3.Pirámide Kelseniana. Por su parte, la "Ley de leyes" prevé su observancia y vigencia por encima de cualquier ordenamiento jurídico establecido o que se pretenda establecer, sanciona de manera directa "la Supremacía Constitucional". "Supremacía constitucional significa que una norma contraria -ya sea material o fundamentalmente- a esa norma superior no tiene posibilidad de existencia dentro de ese orden jurídico".181 "El análisis del derecho, que revela el carácter dinámico de este sistema normativo, así como la función de la norma fundamental, revela otra peculiaridad del mismo derecho: éste regula su propia creación en cuanto a una norma jurídica determina la forma en que otra es creada, así como, en cierta medida, el contenido de la misma. Cuando una norma jurídica es válida por haber sido creada en la forma establecida por otra, la última constituye la razón de validez de la primera. La relación entre la que regula la creación de otra y esta misma norma, puede presentarse como un vínculo de supra y subordinación, siendo estas figuras de lenguaje de índole especial. La norma que determina la creación de otra, es superior a ésta; la creada de acuerdo con tal regulación, inferior a la primera. El orden jurídico, especialmente aquel cuya personificación constituye el Estado, no es, por tanto, un sistema de normas coordinadas entre sí, que se hallasen, por así decirlo, una a lado de la otra, en un mismo nivel, sino que se trata de una verdadera jerarquía de diferentes niveles. La unidad de 180 181 cfr. Castro, Juventino. Garantías y Amparo. Carpizo, Jorge. Estudios Autónoma de México. pág. 13. ed. Porrua. pág. 281. Constitucionales. Universidad Nacional 208 esas normas hallase constituida por el hecho de que la creación de la de grado más bajo se encuentra determinada por otra de grado superior, cuya creación es determinada, a su vez, por otra todavía más alta. Lo que constituye la unidad del sistema es precisamente la circunstancia de que tal regresus termina en la norma de grado más alto, o básica, que representa la suprema razón de validez de todo el orden jurídico."182 Ciertamente, la pirámide Kelseniana describe una jerarquía de normas jurídicas, así pues en el sistema jurídico encontramos a la Constitución en el más alto nivel y supremacía normativa, de la cual emanan las leyes secundarias. 1.4.Sistema de reformas. Por ello, y en virtud de que la Constitución ocupa un primer plano de superioridad (vocablos super y primacía, así como soberanía que indican que se encuentra sobre todo, en primer lugar) en el sistema de derecho nacional, dicha Constitución establece su propio sistema de reforma, lo que la convierte en una Constitución "rígida"; estableciendo también, la forma de creación, modificación y derogación de la legislación restante. Sin embargo, "no basta con reconocer la supremacía de las Constituciones, estableciendo complicados procedimientos para su reforma, diferentes a los previstos para las leyes ordinarias; es además necesario, imprescindible, crear otros mecanismos que garanticen el exacto cumplimiento de las Cartas Fundamentales para todos los Poderes Públicos y los ciudadanos en general."183 1.5.Sistemas de control difuso y concentrado. Ahora bien, el control constitucional de la legislación, mediante procedimientos jurisdiccionales, es llevado a cabo mediante un determinado sistema de control; de entre los cuales podemos destacar primordialmente el sistema de control difuso y el sistema de control concentrado. El sistema de control constitucional difuso se caracteriza primordialmente, por el control constitucional de las leyes por parte de los diversos órganos jurisdiccionales, 182 Kelsen, Hans. Teoría General del Derecho y del Estado. Nacional Autónoma de México. pág. 146. 183 Saavedra Gallo, Pablo. Almendro. pág. 11. Universidad La Duda de Inconstitucionalidad. ed. El 209 independientemente del grado de éstos; estando en posibilidad de estimar la inconstitucionalidad de una ley cuando resulte aplicable al proceso, absteniéndose en esta forma de su aplicación. En contraposición a dicho sistema difuso podemos encontrar el sistema de control concentrado, el cual realiza de igual forma la función jurisdiccional de control constitucional de la legislación secundaria, más para ello, establece un Tribunal especial, creado <<ad hoc>>, para desempeñar dicha función, impidiendo de esta forma, a los órganos jurisdiccionales ordinarios, el juicio de constitucionalidad de las leyes ordinarias. 1.6.Antecedentes del control constitucional. Ambos sistemas de control constitucional, garantizan la primacía de la Constitución respecto de la legislación ordinaria. La regulación jurisdiccional de la legislación, se puede vislumbrar desde sus inicios, teniendo su antecedente más remoto en la antigua Grecia, en su "graphé paranomon", institución que consistía en la acusación penal a aquellos que hubiesen diligenciado la aprobación de ley alguna que contraviniese la Constitución.184 Así también es de importancia indicar como antecedente "la Sentencia dictada por el Juez John Marshall en el año 1803 (caso Marbury versus Madison) y que supuso la construcción de la doctrina de la revisión judicial de las leyes (judicial review). En este sistema, que puede denominarse...jurisdicción difusa, cualquier juez debe inaplicar en el caso concreto la ley contraria a la Constitución."185 Por su parte, la Constitución Austriaca de 1929, crea un Tribunal "ad hoc" (Verfassungsgerichtshof), a efecto de controlar jurisdiccionalmente la constitucionalidad de las leyes; realizando dicha función en forma exclusiva, quedando vedada la misma a los organos jurisdiccionales ordinarios;186 aunque dicho supuesto no puede considerarse en forma alguna antecedente del juicio de amparo mexicano contra leyes, dado que el mismo se encontraba regulado constitucionalmente desde 1847. 184 cfr. Fix Zamudio Héctor. La Defensa Subsidiaria de la Constitución. Revista de la Facultad de Derecho. Culiacán Sinaloa. pág. 140. 185 Ribas Maura, Civitas. pág. 21. 186 Andrés. La cuestión ob.cit. Saavedra Gallo, Pablo. de inconstitucionalidad. La Duda de... pág. 14. ed. 210 2.LA CUESTION DE INCONSTITUCIONALIDAD. 2.1.Antecedentes. El Verfassungsgerichotshof Austriaco de 1929, es considerado el antecedente principal de la cuestión de constitucionalidad, instaurando un procedimiento mediante el cual, los órganos jurisdiccionales superiores, al presentárseles una duda sobre la constitucionalidad de una norma legal, cuya aplicación tenían que efectuar, podían y debían trasladar la cuestión al dicho Tribunal Constitucional. Dicho sistema de jurisdicción concentrada, fue acogido favorablemente por diversos ordenamientos jurídicos, creando sus respectivos tribunales constitucionales, tal como la "Corte Costituzionale" en Italia (1948) y el "Bundesverfassungsgericht" alemán (1949). Por su parte la Constitución española de 1931, creó el "Tribunal de Garantías"; en dicha Carta Fundamental se recogía una consulta judicial, por la cual se solicitaba a dicho tribunal constitucional la declaración de inconstitucionalidad de una norma determinada. 2.2.Función de la cuestión de inconstitucionalidad. La actual Constitución española en su artículo 163 establece: "Cuando un órgano judicial considere, en algún proceso, que una norma con rango de ley, aplicable al caso, de cuya validez dependa el fallo, pueda ser contraria a la Constitución, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional en los supuestos, en la forma y con los efectos que establezca la ley, que en ningún caso serán suspensivos." Dicho precepto constitucional da entrada en el ordenamiento jurídico español, a las cuestiones de inconstitucionalidad, reguladas mediante un procedimiento específico, establecido para tal efecto en la ley orgánica del Tribunal Constitucional. Como se desprende del citado artículo, el control constitucional de las normas se establece en virtud de una duda de constitucionalidad derivada de la futura aplicación de la norma a un proceso jurisdiccional; no obstante, la finalidad de dicho procedimiento constitucional no se encuentra primordialmente en otorgar protección al sujeto afectado por la aplicación de dicha norma, en defensa de determinados intereses subjetivos; el fin principal de la cuestión de inconstitucionalidad, es la defensa objetiva de la Constitución, el control de la legislación secundaria, a efecto de que la misma no 211 contravenga dicha Carta Fundamental; independientemente que el proceso constitucional tenga naturaleza prejudicial, dado que la resolución del mismo (emanada de un tribunal diverso al que conoce del proceso principal), afectará una sentencia o juicio emitida por el órgano jurisdiccional que elevó la cuestión ante el Tribunal Constitucional. En efecto, "el control de la constitucionalidad de las normas con fuerza de ley es el último instrumento de fiscalización jurídica de los poderes públicos; con él se trata de asegurar la supremacía de la Constitución, haciendo prevalecer a ésta sobre las normas aprobadas por el Poder Legislativo."187 "La cuestión de inconstitucionalidad es, como el recurso del mismo nombre, un instrumento destinado primordialmente a asegurar que la actuación del Legislador se mantenga dentro de los límites establecidos por la Constitución, mediante la declaración de nulidad de las normas legales que violen esos límites. El objetivo común, la preservación de la constitucionalidad de las leyes, puede ser perseguido a través de estas dos vías procesales, que presentan peculiaridades específicas, pero cuya identidad teleológica no puede ser ignorada"188 Así pues, la cuestión de constitucionalidad "actúa en el momento dinámico de la interpretación del ordenamiento, lo que permite la depuración contínua del mismo desde el punto de vista de la constitucionalidad..."189 Es importante no olvidar que la cuestión de inconstitucionalidad es un proceso autónomo, desde el momento en que se plantea la duda el órgano jurisdiccional, hasta que se ha dictado sentencia por el Tribunal Constitucional, a quien la propia Constitución le encomienda dicha función por se el máximo interprete constitucional. 2.3.Etapas. Dicho proceso se desarrolla en dos etapas principales. 187 Pérez Tremps, Pablo. Blanch. págs. 263 y 264. 188 189 Derecho Constitucional. Vol. II. ed. Tirant lo Boletin de Jurisprudencia Constitucional número 3, pág. 168. Pérez Royo, Javier. citó Ribas Maura, Andrés. de... pág. 38. ob.cit. La cuestión 212 La primer etapa del proceso de cuestión de inconstitucionalidad, es llevada a cabo por el órgano jurisdiccional que se plantea la duda respecto de la constitucionalidad de una norma con fuerza de ley, aplicable un proceso determinado; por lo que, (dada su obligación de comprobar la regularidad constitucional de las normas que aplica), al dudar respecto del apego de la norma al máximo ordenamiento jurídico (ya sea que la duda surja de oficio o a instancia de parte), llevará a cabo una audiencia con la presencia de las partes y el Ministerio Fiscal a efecto de que éstos viertan ante el juzgador sus opiniones respecto de la duda surgida. Una vez escuchadas a las partes, el órgano "a quo", deberá confirmar o rechazar su juicio inicial sobre la dudosa constitucionalidad de la norma en cuestión, elevando una petición al máximo tribunal de constitucionalidad a efecto de que resuelva la cuestión surgida. La segunda etapa del proceso que nos ocupa será substanciada ante el propio Tribunal constitucional, el cual ante el cuestionamiento realizado por el órgano jurisdiccional, dará la oportunidad de manifestarse a los órganos legislativos y de gobierno que tienen relación directa con la norma cuestionada. Posteriormente, el Tribunal Constitucional resolverá la cuestión planteada por el órgano jurisdiccional, quien quedará vinculado a dicha aclaración de duda; sin olvidar que como hemos indicado anteriormente, dicho proceso constitucional, no tiene como fin primordial resolver únicamente la duda del juez "a quo" a efecto de proteger los derechos subjetivos de las partes en el proceso, sino la defensa objetiva de la Constitución. Dichas etapas, conforman el proceso autónomo de la cuestión de inconstitucionalidad, "estimamos que el hecho de que un proceso nazca dentro de otro, o que intervengan órganos jurisdiccionales distintos en algunas de sus fases, no son motivos para negar autonomía al proceso indirecto por inconstitucionalidad de leyes".190 2.4.Procedencia. De conformidad con el artículo 27.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, serán susceptibles de impugnarse mediante cuestión de inconstitucionalidad: "a) Los Estatutos de Autonomía y las demás Leyes orgánicas. b) Las demás leyes, disposiciones normativas y actos del Estado con fuerza de Ley. En el caso de los Decretos legislativos, la competencia del Tribunal se entiende sin perjuicio 190 ob.cit. Saavedra Gallo, Pablo. La Duda de... págs. 37 y 38. 213 de lo previsto en el número 6 del artículo 82 de la Constitución. c) Los tratados internacionales. d) Los Reglamentos de las Cámaras y de las Cortes Generales. e) Las Leyes, actos y disposiciones normativas con fuerza de Ley de las Comunidades Autónomas, con la misma salvedad formulada en el apartado b) respecto de los casos de delegación legislativa. f) Los Reglamentos de las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas."; englobándo se esta forma la legislación secundaria, en virtud de que toda, sin excepción debe encontrarse apegada a la Constitución, so pena de inaplicabilidad e invalidez. "Cualquier otra norma con rango infralegal, no incluida por tanto en la relación anterior, será controlada por los jueces y tribunales ordinarios, a los que corresponderá apreciar y decidir su contradicción, o no, con la Constitución y el ordenamiento jurídico, inaplicando la norma en caso de existir tal contradicción. La falta de rango o fuerza de ley impide plantear la cuestión de inconstitucionalidad, incluso en el hipotético caso de que, por su contenido material, dicha norma debería haber revestido la categoría formal de ley".191 "La cuestión de inconstitucionalidad sirve, pues, como instrumento que permite reaccionar ante cualquier inconstitucionalidad de una norma con fuerza de ley sin necesidad de la intervención de quien está legitimado para interponer recurso directo; pero, a la vez, hace posible no abrir la legitimación para recurrir normas con fuerza de ley a cualquier persona; los órganos judiciales actúan como <<filtro>> para hacer llegar al Tribunal Constitucional las quejas de constitucionalidad que posean un último fundamento y que tengan una dimensión concreta y efectiva."192 2.5.Legitimación. "Ante todo, la competencia para inciar un proceso de inconstitucionalidad por la vía de las cuestiones de esta naturaleza -y con la excepción contenida en el art. 55.2corresponde a los órganos judiciales; a todos los órganos judiciales de cualquier órden jurisdiccional y de cualquier nivel en la estructura judicial, rompiendo con ello criterios anteriores, como en sostenido en la Constitución española de 1931, y en la Ley del Tribunal de Garantías Constitucionales, que concretaba en el más alto grado de la jerarquía judicial -el Tribunal Supremo- la competencia para acceder al primero de los 191 Auto del Tribunal Constitucional 214/1982. 192 ob.cit. Pérez Tremps, Pablo. Derecho... pág. 273. 214 citados (Vd. arts. 122 de la Constitución de 1931 y art. 31 de la Ley de 14 de junio de 1933, del Tribunal de Garantías Constitucionales)."193 En efecto, la legitimación de la cuestión de inconstitucionalidad se encuentra vedada a los individuos particulares, es una potestad exclusiva de los órganos jurisdiccionales, sin limitación alguna, independientemente del rango, materia o especialización que estos ostenten; incluidos por ende los tribunales de jurisdicción castrense, así como las Salas del propio Tribunal Constitucional, realizando con dicha legitimación a la denominada "autocuestión"; no obstante, la principal diferencia de la cuestión de inconstitucionalidad genérica, con la denominada autocuestión, consiste en que la primera de las citadas, se elevará al Pleno del Tribunal Constitucional, antes de resolver el fallo, en el cual se aplicará la norma general cuestionada, mientras que en la segunda de ellas, la Sala del propio Tribunal, elevará la cuestión, una vez que haya estimado un amparo en virtud de considerar una ley, violatoria de derechos fundamentales o libertades públicas. Efectivamente, "el art. 53.2 LOTC establece la posibilidad de que la duda sobre la constitucionalidad de una norma con fuerza de ley se la plantee el propio Tribunal Constitucional, de ahí el nombre con el que se conoce a esta institución: <<autocuestión>>. Se trata de aquellos casos en los que una Sala del Tribunal, conociendo de un recurso de amparo, aprecie que la lesión de un derecho fundamental procede de una norma con fuerza de ley contraria a la Constitución. La Sala, en ese supuesto, a la vez que resuelve el amparo, debe plantear la posible inconstitucionalidad de la norma con fuerza de ley ante el Pleno para que éste, si así lo decide, declare la inconstitucionalidad de la norma con fuerza de ley."194 Dada la regulación de la cuestión de inconstitucionalidad podemos observar que la autoridad judicial que eleva la consulta al Tribunal Constitucional respecto de la constitucionalidad de una norma determinada no se encuentra incondicionada. En efecto, el órgano jurisdiccional que promueve dicho medio de defensa constitucional debe encontrarse en una situación determinada por la ley, y cumplir con los requisitos que la misma establece. La cuestión de inconstitucionalidad deberá ser promovida cuando el órgano jurisdiccional albergue dudas respecto de la constitucionalidad de la norma a aplicar en un proceso específico y cuya aplicación afecte al fallo del mismo. 193 Montoro Puerto, Miguel. Jurisdicción Constitucional Constitucionales. Tomo I. ed. Colex. págs. 257 y 258. 194 ob.cit. Pérez Tremps, Pablo. Derecho... pág. 276. y Procesos 215 2.5.1.Solicitud de las partes. Ciertamente, la decisión de promover el medio de impugnación de la norma encomento, es una facultad exclusiva del órgano jurisdiccional, la cual podrá por ende elevarla de oficio; sin embargo, las partes en el proceso respectivo podrán hacer la petición a la autoridad judicial, misma que en todo caso, celebrará una audiencia a efecto de que las partes puedan expresar lo que en derecho corresponda, en el plazo de común de diez días, más la petición formulada, no será en ningún momento vinculante para el juez "a quo", quien una vez escuchado a las partes decidirá en el plazo de tres días, mediante auto, respecto de elevar la cuestión al Tribunal Constitucional o abstenerse de ello en virtud de considerar que la norma relacionada se encuentra apegada a la Constitución; sin que haya lugar a recurso alguno en contra de la resolución que resuelva respecto de la promoción de la cuestión. Dado que la solicitud por las partes en el proceso no es vinculante para el Juez, la misma contiene un carácter primordial de denuncia de inconstitucionalidad de la norma específica. No obstante, en caso de obtener alguna de las partes en el proceso resolución negativa respecto de la formulación de la cuestión de inconstitucionalidad por parte del órgano jurisdiccional, ello no impedirá que dicha petición ante el Tribunal Constitucional, pueda ser realizada en alguna instancia posterior, siempre y cuando así lo estime el tribunal "ad quem". Dicha audiencia ha celebrar a efecto de que el Juez escuche a las partes y al Ministerio Fiscal respecto de posible solicitud ante el Tribunal Constitucional, deberá realizarse independientemente de que la duda de constitucionalidad haya surgido a instancia de parte o de oficio. 2.5.2.Afectación en la resolución judicial. Por otra parte, en virtud de que la norma cuya constitucionalidad se cuestiona, afectará directamente el fallo a dictar, es requisito indispensable que el órgano jurisdiccional que eleva la cuestión ante el Tribunal Constitucional, sea competente para resolver. De igual forma, es preciso indicar que por fallo, no debemos entender exclusivamente, la resolución que resuelve en cuanto al fondo de asunto 216 exclusivamente, dado que la cuestión de inconstitucionalidad puede promoverse respecto de norma alguna que afecte de igual forma una resolución interlocutoria.195 2.6.Límites de la jurisdicción del Tribunal Constitucional. Así pues, el Tribunal Constitucional, al substanciar la cuestión de inconstitucionalidad, no entrará al estudio directo respecto de si la norma es o no aplicable al fallo a pronunciar por el Juez, este resolverá en forma exclusiva respecto de la constitucionalidad de la norma impugnada, dado que no se encuentra en posibilidad de revisar la actuación del juez, excepto que hayan razones notoriamente evidentes de que la norma no es aplicable a la resolución relacionada con el proceso del cual emana la duda de constitucionalidad. No obstante, el órgano jurisdiccional promovente, se encuentra obligado a indicar al Tribunal Constitucional, en qué medida, la decisión del proceso depende de la validez de la norma a aplicar. Sin ser indispensable que la norma afecte estrictamente el sentido de la resolución, dado que la misma puede afectar únicamente la ejecución del fallo, más no el sentido del mismo. Por ende, la norma deberá encontrarse relacionada con el fallo. La cuestión de inconstitucionalidad surge "desde el mismo momento en que el juzgador la lleva a su resolución".196 2.7.Competencia. Podemos observar que la jurisdicción constitucional, es asequible a todos los órganos jurisdiccionales, permitiéndoles el respeto y la aplicación constitucional, dado que todo juez, al aplicar el derecho, deberá examinar previamente la conformidad o no de la norma respecto a la Constitución; en la inteligencia de que en caso de no cumplirse dicha condición, rechazará la aplicación de la norma; así pues, con la cuestión de constitucionalidad se les da la posibilidad a los órganos jurisdiccionales de cumplir con la aplicación de la ley, más observando su obligación de vinculación constitucional. Ahora bien, dicha aplicación constitucional no es absoluta, en virtud de que la declaración de inconstitucionalidad no es realizada por el órgano jurisdiccional que cuestionó la norma, sino por el Tribunal Constitucional. Así pues, el control 195 Sentencia del Tribunal Constitucional 76/1982. 196 Sentencia del Tribunal Constitucional 19/1988. 217 constitucional que se ejerce al sustanciarse la cuestión de inconstitucionalidad es de carácter concentrado, dado que es resuelto por un tribunal "ad hoc", siendo éste el único facultado para realizar la declaración de no apego de una norma a la Carta Fundamental. 2.8.Procedimiento. 2.8.1.Condiciones previas al planteamiento. De lo expresado con anterioridad, podemos advertir el conjunto de las diversas condiciones de planteamiento de las cuestiones de inconstitucionalidad, distinguiendo los siguientes: "a) Con carácter previo, la existencia de un proceso del que esté conociendo un juez o tribunal. b) Fuerza de ley de la norma o normas que se cuestionan. c) Contradicción, según el criterio del órgano judicial, de dicha norma con determinados preceptos constitucionales. d) Dependencia, en la resolución del proceso principal, de la validez de la norma legal aplicable."197 2.8.2.Requisitos de interposición. Por su parte, el órgano jurisdiccional, encontrándose en los supuestos indicados en el párrafo inmediato anterior, deberá cumplir con ciertos requisitos impuestos por la ley. En efecto, el Juez promovente, deberá indicar concretamente la norma con fuerza de ley, respecto de la cual cuestiona su constitucionalidad; el precepto constitucional que considere infringido por la norma a aplicar; y exponer la aplicabilidad y relevancia de la norma para la decisión del proceso, acompañando a la solicitud los argumentos realizados por las partes en la audiencia celebrada, así como testimonio de los autos. De igual forma, el órgano jurisdiccional indicará los razonamientos que le llevaron a engendrar la duda respecto de la constitucionalidad de la ley, permitiendo incluso al juez, la posibilidad de emitir un juicio hipotético de la inconstitucionalidad de la norma; proporcionando de esta forma, elementos al Tribunal Constitucional al momento de resolver, dando una respuesta al órgano judicial, desvaneciendo la duda del juzgador, aún cuando, no obstante, el Tribunal Constitucional se encuentra facultado para declarar la inconstitucionalidad de la norma en base a razonamientos 197 ob.cit. Ribas Maura, Andrés. La cuestión de... pág. 51. 218 diversos de los argumentados por la autoridad judicial promovente, e inclusive motivando dicha resolución por la violación de un precepto constitucional diverso al argumentado por el órgano jurisdiccional. 2.8.3.Suspensión del proceso. Por otra parte, el planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad suspenderá el proceso dentro del cual se plantea la misma, en virtud de que el órgano judicial promovente no estará posibilitado para emitir resolución, sino hasta en tanto obtenga una respuesta que aclare la duda que planteó al Tribunal Constitucional. Debemos pues, entender que al momento en que la Constitución indica que los efectos de la promoción de la cuestión de inconstitucionalidad "en ningún caso serán suspensivos", hace referencia a la norma impugnada, y no al procedimiento del cual emana dicha cuestión. 2.8.4.Causas de inadmisión. Una vez elevada la cuestión ante el Tribunal Constitucional, éste procederá a la admisión o inadmisión de la misma, resolviendo en relación directa con el cumplimiento de las condiciones procesales impuestas por la ley al órgano jurisdiccional al promover la cuestión o que ésta no sea notoriamente infundada, cuestiones a las que hemos hecho alusión en el transcurso del capítulo; no obstante, citaremos brevemente las posibles causas de inadmisión de la cuestión de inconstitucionalidad: "- Falta de audiencia (no acreditada) de las partes y/o del Ministerio Fiscal, o su realización defectuosa. - No identificación expresa del precepto legal cuestionado en el auto de planteamiento, sin posibilidad de su clara deducción de los elementos aportados por el órgano judicial. - No identificación del precepto constitucional que se supone infringido, con las mismas circunstancias expresadas anteriormente. - Notoria falta de fundamento de la duda judicial sobre la inconstitucionalidad de la norma cuestionada. - No realización expresa del juicio de la aplicabilidad y de la relevancia de la norma cuestionada para la resolución del proceso. - Notoria falta de fundamento del juicio de aplicabilidad o de la relevancia realizado por el órgano judicial. La apreciación de cualquiera de estas causas produce la inadmisión de la cuestión, sea en el trámite de admisión mediante auto, o sea en la 219 sentencia."198 No obstante, la inadmisión de la cuestión de inconstitucionalidad, no impide al órgano jurisdiccional, promover dicha cuestión en ulterior momento cumpliendo con los requisitos exigidos por la ley. 2.8.5.Emplazamiento y desarrollo procedimental. Una vez admitida la cuestión por el Tribunal Constitucional, éste correrá traslado al Congreso de los Diputados y al Senado por conducto de sus presidentes, al Fiscal General del Estado, al Gobierno por conducto del ministerio de Justicia y, en caso de afectar a una ley o a otra disposición normativa con fuerza de ley dictadas por una comunidad autónoma, a los órganos legislativo y ejecutivo de la misma. Dicho emplazamiento se entiende por el carácter de interés público que reviste el control de la constitucionalidad de leyes. Las partes en el proceso constitucional, podrán personarse en el mismo, y formular alegatos respecto de la cuestión planteada dentro de un plazo de quince días. Una vez fenecido dicho plazo, el Tribunal Constitucional dictará sentencia en el término de quince días, siendo extensible hasta treinta días, cuando así lo estime dicho Tribunal mediante resolución motivada. 2.8.6.Acumulación. De conformidad con el artículo 83 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, procederá la acumulación de oficio o a instancia de parte, en aquellos procesos con objetos conexos que justifiquen la unidad de tramitación y decisión. 2.8.7.Término del proceso constitucional. La cuestión de inconstitucionalidad será resuelta mediante sentencia; no obstante, el proceso puede extinguirse sin sentencia dictada por el tribunal, ya sea por haber sido anulada con anterioridad a la misma la norma que se impugna o por haberse extinguido el proceso del cual emanó dicha cuestión. 2.8.8.Sentencia. 198 ob.cit. Ribas Maura, Andrés. La cuestión de... pág. 126. 220 La sentencia dictada por el Tribunal Constitucional podrá ser desestimatoria, indicando que la norma impugnada no es contraria a la Constitución, permitiendo al órgano jurisdiccional que consultó respecto de la duda de constitucionalidad, aplicar la norma al fallo del proceso; sin ser obice a lo anterior, el que pueda volver a plantearse la duda por razones de forma, siempre y cuando hayan razonamientos suficientes para suponer la inconstitucionalidad de la norma. 2.8.10.Efectos de la sentencia. Por otra parte, la sentencia podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma impugnada, en cuyo caso, especificará los preceptos que ha declarado inconstitucionales, creando por ende la nulidad de los mismos; facultando la ley al Tribunal Constitucional a ampliar la declaración de inconstitucionalidad a los preceptos que tengan conexión o sean consecuencia del declarado contrario a la Constitución. Dicha sentencia vinculará al órgano jurisdiccional que elevó la cuestión ante el Tribunal Constitucional, dejando de aplicar en el fallo a resolver, la norma declarada inconstitucional en virtud de la cuestión planteada. La sentencia del Tribunal Constitucional, tendrá efectos erga-omnes, en virtud de que vinculará además de al órgano jurisdiccional que promovió la cuestión, a todos los poderes públicos, produciendo efectos generales desde la fecha de su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Finalmente, el artículo 40.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional establece que: "Las sentencias declaratorias de la inconstitucionalidad de Leyes, disposiciones o actos con fuerza de Ley no permitirán revisar procesos fenecidos mediante sentencia con fuerza de cosa juzgada en los que se haya hecho aplicación de las leyes, disposiciones o actos inconstitucionales, salvo en el caso de los procesos penales o contencioso-administrativos referentes a un procedimiento sancionador en que, como consecuencia de la nulidad de la norma aplicada, resulte una reducción de la pena o de la sanción o una exclusión, extensión o limitación de la responsabilidad." 2.9.Definición. De lo anteriormente analizado, podemos indicar que la cuestión de inconstitucionalidad es un proceso escrito que se instaura ante el T.C. para que éste 221 enjuicie, a requerimiento de un órgano jurisdiccional, la adecuación a la Constitución de una determinada ley o norma equiparada, de aplicación en un proceso pendiente ante ese juez o tribunal, y cuya resolución, además de vincular al requiriente, producirá efectos generales y vinculantes para todos los Poderes Públicos.199 2.10.Tratados Internacionales. Problemas especialmente complejos respecto con la Supremacía Constitucional plantea el tema de los tratados internacionales. En efecto, si no existe supremacía constitucional respecto de los tratados internacionales, no puede jurídicamente revisarse la inconstitucionalidad de los mismos y en base a ella, derogarlos o hacerlos ineficaces; sí por el contrario, podrá denunciar su discrepancia con la Constitución. Sin abarcar el estudio del tema, dado que plantea cuestiones que no son el fin del presente trabajo de investigación, indicaremos que el artículo 96 de la Constitución Española establece: "Los tratados internacionales validamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno (por tanto supeditados a la Constitución). Sus disposiciones sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional". Por su parte, el artículo 93 de dicho ordenamiento legal indica que "mediante ley orgánica se podrá autorizar la celebración de tratados por los que se atribuya a una organización o institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución. Corresponde a las Cortes Generales o al Gobierno, según los casos, la garantía del cumplimiento de estos tratados y de las resoluciones emanadas de los organismos internacionales o supranacionales (no supeditados a la Constitución) titulares de la cesión." De lo anterior, podemos concluir, que la Constitución Española prohíbe (contrario sensu) toda modificación que se haga de los tratados internacionales por cualquier vía que no sea la expresamente admitida por el propio tratado internacional o por las normas generales del derecho internacional, ante lo cual, ciertamente resulta contradictorio la procedencia de las cuestiones de inconstitucionalidad en a favor de la impugnación de los tratados internacionales, con el fin de derogarlos ya sea total o parcialmente. Por el contrario, debe entenderse que la función del Tribunal Constitucional, será la denuncia del tratado internacional como contrario a la 199 Almagro Nosete, José. Derecho Procesal II. Educación a Distancia. págs. 228 y 229. Universidad Nacional de 222 Constitución, especialmente si nos encontráramos ante el caso de una resolución emanada de un organismo supranacional, al cual la propia Constitución da posibilidad de existencia. Por otro lado, también es cierto que el artículo 163 constitucional prevé la procedencia de las cuestiones de inconstitucionalidad en contra de las normas con rango de ley, caso de los tratados internacionales, los cuales desde su publicación oficial forman parte del derecho interno. Así pues, "sería absurdo contar con unas normas del ordenamiento jurídico interno -que es en lo que se convierten los Tratados validamente celebrados y publicados- contrarias a la Constitución pese a ser de rango inferior a ella, sin que el Tribunal Constitucional, cuya misión es la de velar para que la Constitución no se conculque, pueda declararlos inconstitucionales."200 No obstante, considero que debemos tener en cuenta el razonamiento consistente en que un precepto de la Constitución no puede ser inconstitucional, en todo caso debe ser analizado como una excepción al precepto constitucional con el cual se contrapone, en virtud de que goza de la misma superioridad jerárquica. Por lo cual, es necesario respetar las normas a las cuales la propia Constitución da entrada con carácter supranacional; así como la orden constitucional de la modificación, derogación o suspensión de los tratados internacionales, únicamente mediante las formas previstas en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional. 3. RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Finalmente, en forma breve indicaremos que existe en la Constitución una forma diversa de la velar que la legislación secundaria no contravenga a la Constitución; me refiero al recurso de inconstitucionalidad; con mismo fin que las cuestiones de inconstitucionalidad. 3.1.Competencia y procedencia. Dicho recurso será conocido por el Tribunal Constitucional, ante el cual puede impugnarse al igual que en las cuestiones de inconstitucionalidad "a) Los Estatutos de Autonomía y las demás Leyes orgánicas. b) Las demás leyes, disposiciones 200 Aragón Reyes. citó Saavedra Gallo, Pablo. La Duda de... pág. 97. 223 normativas y actos del Estado con fuerza de Ley. En el caso de los Decretos legislativos, la competencia del Tribunal se entiende sin perjuicio de lo previsto en el número 6 del artículo 82 de la Constitución. c) Los tratados internacionales. d) Los Reglamentos de las Cámaras y de las Cortes Generales. e) Las Leyes, actos y disposiciones normativas con fuerza de Ley de las Comunidades Autónomas, con la misma salvedad formulada en el apartado b) respecto de los casos de delegación legislativa. f) Los Reglamentos de las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas." 3.2.Legitimación. Dicho recurso de inconstitucionalidad podrá se promovido, de conformidad con el artículo 31 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional por "a) El Presidente del Gobierno. b) El Defensor del Pueblo. c) Cincuenta Diputados. d) Cincuenta Senadores. Para el ejercicio de inconstitucionalidad contra las Leyes, disposiciones o actos con fuerza de Ley del Estado que puedan afectar a su propio ámbito de autonomía, estarán también legitimados los órganos colegiados ejecutivos y las Asambleas de las Comunidades Autónomas, previo acuerdo adoptado al efecto." El recurso se formulará dentro del plazo de tres meses al en que sea publicada la ley, disposición o acto con fuerza de ley. 3.3.Efectos de la sentencia. Las sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional dentro de los recursos de inconstitucionalidad, tendrán los mismos efectos que las sentencias emitidas en razón de las cuestiones de inconstitucionalidad, vinculando a todos los poderes públicos y produciendo efectos generales desde la fecha de su publicación en el Boletín Oficial el Estado. 4.Sistema de control en España. De lo anterior, podemos advertir que la revisión de la constitucionalidad de las leyes, se realiza mediante sistema de control concentrado, en virtud de que dicha competencia recae en un órgano ad hoc, como lo es el Tribunal Constitucional, siendo el único facultado para declarar la inconstitucionalidad de las leyes. 224 5.AMPARO CONTRA LEYES. 5.1.Supremacía constitucional en México. Hemos analizado en el presente capítulo, el rango de superioridad del que goza la Constitución. Así pues, México no es la esepción; el artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, prevé su observancia y vigencia por encima de cualquier ordenamiento jurídico establecido o que se pretenda establecer, sancionado así de manera directa "la Supremacía Constitucional". En base a ello, la Constitución como norma superior, respecto de todo el ordenamiento jurídico positivo imperante en la nación, deberán ajustarse a ella, sin posibilidad de contradecirla. En efecto, "cada norma de grado jerárquico superior tiene, respecto de las normas que le son inferiores, dos propiedades: la de regular su creación y la de establecer preceptos que deben ser respetados por las normas inferiores so pena de invalidez".201 Así pues, es necesario, distinguir entre la Constitución y las leyes que de ella emanan. En un sentido positivo, la ley fundamental surge mediante un acto de poder constituyente, tal constitución es una decisión consiente dada a través del titular del Poder Constituyente que se adopta por sí misma y se da a sí misma. Toda especie de normación jurídica, incluyendo a la constitucional presupone una voluntad como existente, las leyes secundarias valen en base a la Constitución y surgen de conformidad a lo sancionado por ésta.202 5.1.1.Artículo 133 constitucional. El artículo 133 constitucional establece: "Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión..." 201 Villoro Toranzo, Porrua. pág. 301. 202 Miguel. Introducción al Estudio del Derecho. ed. Carl Scmitt, citó Daniel Moreno. Clásicos de la Ciencia Política. Universidad nacional Autónoma de México. pág. 275. 225 Ahora bien, aunque no intento desarrollar toda una temática respecto de la interpretación del artículo en mención, ni establecer la jerarquía de las leyes federales respecto de las locales, pues ello no es cuestión de jerarquías sino de competencia, lo que asentamos de forma directa y categórica es que la Constitución se encuentra en primer un plano en la estructura jurídica del país. Como ella misma lo establece, es la Ley Suprema de la Unión de las entidades federativas y no admite contradicción alguna, so pena de desconocer y ordenar la inobservancia de los ordenamientos que la contravengan. Efectivamente, la Supremacía de la cual goza la Constitución nos indica que ésta es la soberana en nuestro país, vocablos (supremacía y soberanía) que indican que ésta se encuentra "sobre todo"; así pues, y no obstante que la soberanía radica originalmente en el pueblo, éste a través del Congreso Constituyente que representa la voz del mismo, la deposita de forma integra en el Código en mención y lo dota de autonomía y superioridad absoluta y exclusiva. 5.1.2.Tratados Internacionales. En México, y de conformidad con el citado artículo constitucional, debe aceptarse que la supremacía de la Constitución opera también respecto de los tratados internacionales; es decir, la eficacia de éstos, dependerá de que los mismos no vulneren principio constitucional alguno. A tal conclusión se llega de la interpretación del citado artículo 133. Así pues, se reconoce valor a los tratados, pero sólo en la medida que estén de acuerdo con la Constitución. Apoyan esta conclusión los artículos 107 y 105 de la propia Constitución, que permiten, el primero el juicio de amparo contra los tratados internacionales contrarios a ella; y el segundo, la acción de inconstitucionalidad. Por ello, los tratados internacionales que contravengan la Constitución General de la República, no tienen eficacia jurídica en el interior (ni la deberían tener en el exterior), puesto que el Estado Mexicano, no puede contravenir su sistema jurídico interno. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (órgano encargado de la interpretación constitucional), en inumerables tesis jurisprudenciales ha sostenido la misma: "CONSTITUCION FEDERAL.- Es la Ley Suprema de la Nación y debe ser obedeciada sin obstáculos ni observaciones."203 203 Apéndice al Semanario Judicial de la Federación. Tomo IV. pág 729. año 1918. 226 5.1.3.Jurisdicción constitucional. En el sistema jurídico mexicano, la Constitución otorga la jurisdicción constitucional principalmente a los órganos del Poder Judicial de la Federación, más es importante destacar que ésta no es la única encargada de desarrollar dicha función, ni los juicios constitucionales son resueltos en forma exclusiva por esta (baste recordar la procedencia del juicio político, que es competencia del Senado de la República. "Algunas veces suele decirse que el control de la constitucionalidad es en México tarea privativa del Poder Judicial, y específicamente de la Suprema Corte. La afirmación es excesiva; aunque es verdad que conforme a nuestro sistema...los principios más generales relativos a la tutela o salvaguardia de la vigencia de la Constitución están contenidos en preceptos relativos al Poder Judicial de la Federación".204 5.1.4.Restricción del control difuso. Considero necesario indicar que si bien es cierto que la Constitución debe ser observada en su carácter de soberana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha reducido considerablemente los efectos del control difuso por parte de las autoridades ordinarias (locales o federales) a las cuales no se encuentra reservada la interpretación constitucional, puesto que el mismo puede ser objeto de un uso desmedido y erróneo a cargo de autoridades a fin de desobedecer su legislación secundaria, bajo el pretexto del mismo. Por ello es necesario tomar en cuenta la existencia de los órganos de control constitucional, que entre sus facultades tienen la de determinar en que momento una ley secundaria o acto de autoridad contraviene el Pacto federal, no cualquier autoridad tiene la facultad ni el conocimiento y capacidad para determinar que ciertos lineamientos contravienen la Constitución, y a razón de esto desobedecerla. Así pues, todas las autoridades del país, deben aplicar en forma primaria el ordenamiento inmediato que le sujete a una determinada actuación; el juez ordinario debe aplicar preferentemente la Constitución y leyes de su Estado (entidad federativa), en virtud de que el control de la Constitución General de la República se encuentra reservado al Poder Judicial de la Federación. Efectivamente, no obstante la 204 Carrillo Flores, Antonio. La Constitución, la Suprema Corte y los Derechos Humanos. ed. Porrua. pág. 20. 227 Constitución goce de la más absoluta soberanía y superioridad jerárquica, en la práctica jurídica, dicha jerarquía opera a la inversa. Si una sentencia contraria a una ley, debe aplicarse con preferencia ésta a la ley; en otros términos, la sentencia debió cumplir la ley, aunque si la desacata debe aplicarse preferentemente la sentencia mientras no sea privada de eficacia por la autoridad competente, y lo mismo puede decirse de cualquier norma inferior que contraríe a una superior, incluso a la Constitución. "Si en un terreno estrictamente teórico-constitucional toda autoridad está obligada a ceñir su actuación a los mandamientos de la Ley Fundamental contra cualquier disposición legal secundaria que se le oponga, en un ámbito real, práctico, el cumplimiento efectivo o aparente de esa obligación traería como consecuencia la subversión de todo el orden jurídico y, principalmente, el caos en la jerarquía autoritaria en detrimento de los intereses del Estado. En efecto, a pretexto de cumplir con una obligación constitucional, cualquier autoridad, por ínfima que sea, podría negarse a acatar una disposición u orden de su superior jerárquico, alegando que se opone a la Constitución. De esta manera se rompería la unidad autoritaria, principalmente en la administración, pudiendo darse frecuentes casos en que los actos emanados del presidente de la República o de autoridades superiores resultasen incumplidos y nugatorios por parte de las autoridades administrativas inferiores, so pretexto de que aquellos son contrarios a los mandatos constitucionales, a los cuales habría de obedecer preferentemente."205 Así pues, si bien es cierto que existe una jerarquía normativa; en la práctica, dicha jerarquía opera a la inversa (en cuanto a su cumplimiento). Si, por ejemplo, una sentencia contraría una ley, debe aplicarse con preferencia a la ley; en otros términos, la sentencia debió cumplir la ley, aunque si la desacata debe aplicarse preferentemente la sentencia mientras no sea privada de eficacia por la autoridad competente, y lo mismo puede decirse de cualquier norma inferior que contraríe a una superior, incluso a la Constitución. Por ende, la legislación secundaria, deberá ser obedecida, hasta en tanto no sea declarada inconstitucional por el órgano de control respectivo a través del juicio de amparo. 205 Burgoa, Ignacio. El juicio de amparo. ed. Porrua. pág. 162. 228 De esta forma lo ha determinado la Suprema Corte de Justicia a través de diversas jurisprudencias, de entre las cuales encontramos: "AUTORIDADES Y CONDICIONES PARA HACER LA DECLARACION DE 206 CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES". 5.2.Medios de defensa constitucional en México. Como hemos indicado, en México, la Constitución Federal es el máximo ordenamiento jurídico, más no basta con la mera determinación de soberanía por la misma, es necesario establecer procedimientos por los cuales se logre el respeto por el sistema en ella establecido, es por ésta razón que el propio Pacto Federal establece los medios de defensa constitucional, creados específicamente para la autoprotección constitucional. 5.2.1.Antecedentes. Ya desde la Constitución de Apatzingan (1814) se dio vida a los primeros medios de defensa constitucional, al velar por su supremacía facultándose privativamente al Supremo Gobierno para proteger los derechos de la libertad, propiedad, igualdad y seguridad de los ciudadanos, usando de todos los recursos que le franquearan las leyes. De igual forma es de mención en la historia de la nación mexicana, la Constitución Central de 1836 (Las Siete Leyes Constitucionales), la cual se caracteriza por la creación del Supremo Poder Conservador (a imitación de la Constitución Francesa del año VII), superior y omnipotente frente a los tres poderes restantes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), órgano que se conformaba de cinco miembros, renovables cada dos años, elegidos mediante selecciones por las Juntas Departamentales, la Cámara de Diputados y el Senado, encargado de la declaración de la nulidad de los actos contrarios a la Constitución de uno de los tres poderes, a solicitud de cualquiera de los otros dos. 5.2.2.Vía de acción y vía de excepción del control judicial a las leyes. 206 Tesis jurisprudencial. la Federación. pág. 967. Tomo CII, Quinta Epoca, Semanario Judicial de 229 "La distinción que existe entre estas dos formas de control, estriba en la forma del planteamiento del problema constitucional. En el primer sistema -o sea, por vía de acción-, se intenta un verdadero proceso judicial en relación con la ley impugnada como inconstitucional. En otras palabras, existe una acción cuyo ejercicio puede ser intentado por los particulares, o bien por algunas entidades públicas, de acuerdo con el sistema que se adopte. or el contrario, la segunda forma de plantear el proceso constitucional -o sea, por vía de excepción-, supone la existencia previa de un proceso entablado ante un tribunal ordinario, en el curso de cual, una de las partes interesadas, pretende que se intenta aplicar una ley inconstitucional. En esta situación, la parte que tiene tal pretensión, inserta en el proceso ordinario, la excepción de la inconstitucionalidad, para el efecto de que la ley no sea aplicada, por ser contraria a la Constitución. Si el tribunal admite tal tesis, deja inaplicada la ley, en el proceso particular en el que la excepción ha sido planteada, aun cuando exista la posibilidad de que el ordenamiento jurídico, prevea la existencia de recursos extraordinarios, para elevar el conocimiento del problema particular de la inconstitucionalidad, al conocimiento de otros tribunales de jerarquías superiores."207 5.3.Amparo contra leyes. Actualmente, el ordenamiento jurídico mexicano, prevé el juicio de amparo, para atacar aquellas leyes que se juzguen inconstitucionales, causando con ello un perjuicio en la esfera jurídica del particular; siendo la autoridad competente para ventilar el mismo (como se ha indicado en el transcurso del presente trabajo), los diversos órganos del Poder Judicial de la Federación. "En tal sentido, anticipamos, desde luego, que el amparo que se interpone para obtener a declaratoria de inconstitucionalidad de una ley, es un juicio instituido por el Poder Constituyente para la defensa de la propia Constitución, y por ello lo llamamos `Juicio Constitucional´, y es de tal importancia que si de él se prescindiera resultaría dudosa la calificación atribuida; pero también, lo creó para la defensa del hombre y de la persona en contra de toda ley o acto de autoridad que desconozca, vulnere, restrinja o viole sus garantías individuales y sociales, o que conculcando éstas invada el 207 Noriega, Alfonso. Lecciones de Amparo. ed. Porrua. pág. 41. 230 régimen competencial entre la Federación y el de los Estados, debido a lo cual se denomina asimismo como `Juicio de Garantías´".208 Así pues, uno de los medios de defensa constitucional, es el juicio de amparo, que de conformidad con el artículo 103 constitucional, es procedente contra las normas generales. En efecto, "el artículo 103 constitucional, al establecer, en sus tres fracciones la procedencia del amparo, se refiere a leyes o actos de autoridad que violen las garantías individuales y a leyes o actos de autoridad federal o de los Estados que invadan sus respectivas esferas de competencia. Ninguna interpretación puede dividir el vocablo `leyes´ que utiliza el artículo 103 constitucional. Por tanto, es derecho vigente, de nivel constitucional, el que consagra la procedencia del amparo contra leyes. Ello sin perjuicio de que se cumplan requisitos adicionales para la operancia del amparo como la instancia de parte agraviada y la presencia de agravio personal y directo."209 5.4.Procedencia. "Comenzando por las normas de superior jerarquía, es posible cuestionar la constitucionalidad de los vicios procedimentales u orgánicos en que hubiere incurrido el poder revisor de la Constitución (art. 135 const.) al reformar o adicionar a esta última, más no por vicios materiales, en virtud de no existir jerarquías entre las propias normas constitucionales. En lo que respecta a las normas federales de carácter general, se acepta sin discusión la procedencia del juicio respecto de leyes emitidas por el Congreso de la Unión, leyes emitidas por el Ejecutivo en uso de facultades extraordinarias (arts. 29 y 131 const.), tratados internacionales (art. 76, frac. 1 y 133 const.) y reglamentos expedidos por el Presidente de la República (art. 89, frac. 1), en términos de los dispuesto en la fracción VII del art. 107 constitucional. En materia local, el juicio de amparo es procedente en contra de las constituciones de los estados, las leyes emitidas por las correspondientes legislaturas (sean aquellas del ámbito propiamente estatal o municipal) y los reglamentos expedidos por el Gobernador. Tratándose del Distrito Federal, el amparo procede contra las leyes emitidas por el Congreso de la Unión (Estatuto de Gobierno o leyes ordinarias, art. 73, frac. VI y 122, 208 209 ob.cit. Polo Bernal, Efraín. Arellano García, Carlos. Porrua. México, 1989. El juicio de... pág. 4. Práctica Forense del Juicio de Amparo. ed. 231 frac. IV) o de los reglamentos expedidos por el Presidente de la República (art. 89, frac. I const.) o por el Jefe del Distrito Federal (art. 122, frac. VI, const.), en términos de la fracción VIII, por ejemplo, del art. 107 constitucional."210 5.5.Naturaleza y objeto. Ahora bien, dicho control de constitucionalidad de leyes, es tarea exclusiva del Poder Judicial de la Federación, por lo cual, el juicio de amparo (por el que se analiza la constitucionalidad de las normas generales), tiene una naturaleza jurisdiccional, a diferencia de diversos sistemas que atribuyen dicha función a órganos de naturaleza diversa, como los sistemas de control político. "Hemos dicho que la institución del juicio de amparo tiene por objeto conservar la pureza de la Constitución, por tal motivo está capacitado para impedir toda clase de violaciones a la misma, cometidas por cualquier autoridad; por tal motivo, si el juicio de amparo es útil para impedir las violaciones a la ley, cometidas por el Ejecutivo en sus actos de ejecución, también lo debe ser para atacar las violaciones en que incurra el Legislativo, pues siendo los principios útiles en el primer caso, deben serlo también para detener la acción legislativa inconstitucional; de otra manera, si su objeto se concreta únicamente a controlar los actos del Ejecutivo y del Judicial, el Legislativo se convertiría en un poder con una situación privilegiada que estaría por encima de la Constitución, y al que sus actos por anticonstitucionales que fueran, serían inatacables por aquellos a quienes perjudicaran."211 Mas en el juicio de amparo, además de encontrarse el gobernado legitimado para impugnar la ley, se encuentra legitimado para impugnar el acto de autoridad que ejecutará lo ordenado en la misma, en virtud que dicho acto, es el que le genera directamente el agravio en su esfera jurídica. En efecto, "una ley es <<un acto y mandamiento>> lo mismo que el reglamento o la orden ejecutivos, la sentencia del juez, la resolución administrativa o la ordenanza municipal; todos esos actos tienen la calidad común de simples determinaciones emanadas de autoridad, y por lo que a esa calidad común atañe, lo que se diga de unos los comprende todos. Ninguno es ejecución material, pero todos son órdenes de 210 Cossio, José Ramón. Anuario Iberoamericano de Constitucional. Centro de Estudios Constitucionales. pág. 248. 211 Noriega, Alfonso. Lecciones de Amparo. ed. Porrua. pág. 128. Justicia 232 ejecución puestas en manos de agentes mas o menos inmediatos que no pueden dejar de cumplirlas; sería así perder todo sentido lógico y negar todas las concepciones jurídicas del caso, ver la violación en el acto que se realiza sin libertad y negarla en el acto libre de la voluntad que ordena. La violación es necesariamente un acto de voluntad."212 5.6. Vía idónea. El juicio de amparo indirecto. Así pues, la inconstitucionalidad de las normas generales, debe ser impugnada a través del juicio de amparo indirecto; en el será impugnada la ley o norma general, a efecto de que el Juez de Distrito correspondiente la declare inconstitucional, siguiendo para ello, todas las faces procedimentales que expusimos en el capítulo primero del presente trabajo. Sin que sea obstáculo la interposición del amparo contra una ley determinada, para que en el mismo acto (ejercicio de la acción), se impugne, como consecuencia lógica, el acto de autoridad que en acatamiento a la ley combatida, afecta los derechos subjetivos del gobernado. La procedencia del juicio de amparo directo en contra de leyes, se prevé en la fracción VII, del artículo 107 constitucional, al establecer: "El amparo contra...leyes o contra actos de aurtoridad adminsitrativa, se interpondrá ante el juez de Distrito...". 5.6.1.Autoridades responsables. El artículo 11 de la Ley de Amparo, indica que es autoridad responsable: "La que dicta, promulga, publica, ordena, ejecuta o trata de ejecutar la Ley o el acto reclamado." Así pues, al impugnarse la inconstitucionalidad de una ley en vía de amparo, se deberán tener como autoridades responsables a: a) El Congreso de la Unión o las legislaturas que en su caso la expidieran; y, b) El Presidente de la República o los Gobernadores de los Estados que la promulgaron y el Secretario de Estado que la refrendó. "Es elemental que no sea posible resolver sobre la inconstitucionalidad de una ley, sin oir al Poder que la dictó; y esto no se opone a la tesis de que las autoridades deben 212 Rabasa, Emilio. El artículo 14 y el juicio constitucional. Porrua. págs. 228 y 229. ed. 233 acatar ante todo la Constitución, porque ellas no dirimen una controversia sobre violaciones a los derechos fundamentales individuales y se concretan a normar sus actos a las reglas de la Ley Fundamental, sin que para ello tengan que oir al órgano legislador. En cambio, el juez de amparo, ya con competencia emanada de la Constitución, está llamado a decidir una controversia judicial de orden superior, pero con sujeción estricta a las normas tutelares de todo proceso, entre las que está como más elemental, la de la audiencia de las autoridades, no solo ejecutoras, sino ordenadoras...no es posible que dentro de las normas procesales, se pueda examinar la inconstitucionalidad de la ley a espaldas de la autoridad que directamente debe responder de ella..."213 Ahora bien, "respecto de la promulgación y publicación de las leyes, conviene comentar en forma especial, la reforma hecha por el legislador al artículo 11 de la Ley de Amparo, que se refiere a ambos conceptos...La reforma agregó, como autoridad responsable, a quien promulga y a quien publica una ley. Parece, por tanto, distinguir entre promulgación y publicación. Sin embargo, no explica las razones de la distinción en la exposición de motivos...La Suprema Corte ya había tomado partida en este aspecto al resolver el amparo en revisión 2260/74, promovido por La Nacional, Compañía de Seguros, S.A. en sesión del TRibunal en Pleno el día 19 de agosto de 1980, en que dijo: `...cabe advertir, que la promulgación no es otra cosa que la publicación formal de la ley y que ambas voces se emplean como sinónimos, tanto en el lenguaje común como en el jurídico...´."214 Dichas autoridades responsables, deberán ser llamadas a juicio, únicamente cuando se impugne la inconstitucionalidad de la ley, directamente a través del juicio de amparo indirecto, pues no obstante que la ley puede impugnarse mediante amparo directo, en este caso no se impunga la ley, sino la resolución dictada por el órgano judicial como autoridad responsable. Efectivamente; "situación distinta es aquella en que la aplicación de la ley se hace en un procedimiento judicial a través de la sentencia definitiva, pues en estos casos, la Corte ha sostenido que no es menester llamar al Congreso, ni al Ejecutivo en el proceso de amparo directo, sino solamente a la 213 214 Tomo XC. pág. 1386. Amparo en revisión 2028/45. Gongora Pimentel, Genaro. Introducción amparo. ed. Porrua. México, 1990. al estudio del juicio de 234 autoridad que aplicó la ley, pues los efectos de la ejecutoria federal estan limitados a la sentencia señalada como acto reclamado."215 5.7.Carácter de la ley. Por ello es necesario hacer la distinción entre las normas auto-aplicativas y las hetero-aplicativas. 5.7.1.Leyes autoaplicativas. Cuando una norma general produzca consecuencias con su sola expedición, afectando la esfera jurídica del sujeto, es decir, cuando la ley no requiera de un acto posterior para causar una violación a los derechos subjetivos del gobernado, nos encontraremos ante las conocidas leyes autoaplicativas, dado que por sí mismas, producen una alteración en el ámbito jurídico del particular. 5.7.2.Leyes heteroaplicativas. Ahora bien, si la ley o norma general, requiere de un acto posterior y concreto, para que se lleve a cabo dicha afectación al particular, estaremos en presencia de las leyes heteroaplicativas, en virtud de que éstas, por si solas, no causan perjuicio al gobernado. 5.7.3.Momento de interposición. Así pues, si uno de los principales presupuestos de capacidad procesal para interponer el juicio de amparo, es que se haya cometido una violación personal y directa en los derechos subjetivos del particular, deberá entenderse que cuando nos encontremos ante leyes autoaplicativas, el gobernado podrá solicitar el amparo, a partir del momento mismo de su publicación o a partir del momento en que se establezca su ejecución por la propia ley; en virtud que desde dicho instante, la norma general le está causando un agravio. Por otro lado, si la ley es heteroaplicativa, será preciso (para los efectos de la interposición del juicio de amparo), el primer acto de afectación posterior, puesto que antes de éste, la ley no le causa agravios al particular. 215 Martínez Garza, Valdemar. La autoridad responsable en el juicio de amparo en México. ed. Porrua. pág. 154. 235 De conformidad con el artículo 21 de la Ley de Amparo, el término para interponer el juicio constitucional en contra de una ley heteroaplicativa, será el de quince días, contados a partir del primer acto de aplicación en contra de los derechos del quejoso, en virtud de que la misma causará agravio personal y directo una vez que tenga su primer acto de aplicación. Por su parte, el artículo 22, fracción I, del ordenamiento legal invocado, establece que el término para interponer el amparo en contra de una ley autoaplicativa, será de treinta días. Ello no implica, que en caso de que el particular no haya impugnado la constitucionalidad de la misma, haya perdido el derecho a la acción; en virtud de que podrá impugnarla en el momento en que se produzca el primer acto concreto de aplicación de la ley, contando con un plazo de quince días, de conformidad con el citado artículo 21 de la Ley de Amparo. Ahora bien, en caso de que el particular, no impugne la ley dentro de los términos indicados, una vez que se haya efectuado el primer acto de aplicación de la norma general, se entenderá que ha admitido tácitamente la ley, y por lo tanto, el acto que de la misma deriva, por lo cual perderá el derecho al amparo. En efecto, el artículo 73 de la Ley de Amparo, en su fracción XII, establece: "El juicio de amparo es improcedente: XII.- Contra actos consentidos tácitamente, entendiéndose por tales aquellos contra los que no se promueve el juicio de amparo dentro de los términos que señalan los artículos 21 y 22. No se entenderá consentida tácitamente una ley, a pesar de que siendo impugnable en amparo desde el momento de su promulgación con los términos de la fracción VI de este artículo, no se haya reclamado, sino sólo en el caso de que tampoco se haya interpuesto amparo contra el primer acto de su aplicación en relación con el quejoso." 5.8.Excepción del principio de definitividad. "Tratándose del juicio de amparo contra leyes, esto es, cuando éstas, en sí mismas son consideradas, independientemente de cualquier acto aplicativo posterior, son las directamente atacadas por él, no opera el principio de definitividad, puesto que puede instarse tal medio, aun cuando la disposición tildada de inconstitucional consigne medios comunes que el afectado pueda hacer valer contra su aplicación. La razón de esta excepción fundamental al consabido principio es obvia y está consignada por la jurisprudencia de la Suprema Corte, a cuyos términos nos remitimos, por estimarlos 236 antingentes. (Semanario Judicial de la Federación. Apéndice al tomo CXVIII, tesis 96 y tesis I de la compilación 1919-1965. Pleno) `Antes de acudir al amparo no existe la obligación de agotar los recursos ordinarios establecidos en la ley del acto, cuando se reclama principalmente la inconstitucionalidad de ésta, ya que sería contrario a los principios de derecho, el que se obligara a los quejosos a que se sometieran a las disposiciones de esta ley, cuya obligatoriedad impugnen por conceptuarla contraria a los textos de la Constitución´."216 5.9.Suspensión. Respecto de la suspensión en el amparo interpuesto en contra de normas generales, se entiende que la misma será procedente, en contra del acto de aplicación de la norma, ya sea por su naturaleza heteroaplicativa, o bien porque siendo autoaplicativa, se impugne hasta el primer acto concreto de aplicación de la misma. En efecto, la autoridad judicial de amparo, no suspenderá la eficacia de la ley, máxime que sus sentencias no tienen efectos generales (en este caso, derogatorios de la ley); por lo cual, dicha medida solo producirá efectos contra la ejecución del acto de autoridad emanado de la misma, cuando se reclame junto con la inconstitucionalidad de la ley. Por ende, la impugnación a través del amparo de las leyes heteroaplicativas, no contemplan la posibilidad de suspensión, por lo que hace a la ley en si misma considerada, sin que ello implique que no se puedan suspender los posibles actos de ejecución en aplicación de la misma. En efecto, respecto de la suspensión "es procedente la que se pide contra una ley cuyos preceptos, al promulgarse, adquieren el carácter de inmediatamente obligatorios, que se ejecutarán sin ningún trámite y serán el punto de partida para que se consumen posteriormente, otras violaciones de garantías."217 Así también, "aunque se haya negado la suspensión por lo que se refiere a la promulgación de una ley, por tratarse de un acto consumado, debe estimarse que sí son 216 ob.cit. 217 Jurisprudencia número 285. Octava Parte del Apéndice de 1985, página 484. Burgoa, Ignacio. El juicio de... pág. 232. 237 susceptibles de suspenderse los efectos de la misma ley, tan luego como éstos se pretendan poner en práctica."218 5.10.Sentencia. 5.10.1.Efectos de la sentencia. Es de recordar, tal como lo indicamos en capítulos anteriores, que las sentencias de amparo no conllevan efectos erga-omnes, por lo cual, la sentencia que otorgue el amparo al quejoso, declarando la inconstitucionalidad de una ley, si bien evitará que la misma le sea aplicada al quejoso, no tendrá efectos derogatorios respecto de ella. 5.10.2.Suplencia de la queja deficiente. Por otra parte, considero prudente recordar que (tal como lo expusimos con anterioridad) la suplencia en la queja deficiente, operará tratándose de amparos contra leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; es decir, cuando en el amparo se impugnen actos concretos, derivados o emanados de una norma general que haya sido declarada inconstitucional por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el juez tiene la obligación de estimar la pretensión como si la misma hubiera sido reclamada, independientemente que no se combata la ley propiamente dicha, sino los actos de autoridad realizados en acatamiento de la misma. 5.11.Recursos. Contra las resoluciones de amparo contra leyes, procederá el recurso de revisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, únicamente por lo que hace a la impugnación de la ley; por lo que si en la misma demanda se impugnan la ley y actos de autoridad; al recurrir en revisión, será competente el Tribunal Colegiado de Circuito, únicamente respecto de los citados actos de la autoridad responsable, quedando libre la jurisdicción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para resolver lo que corresponda respecto de la inconstitucionalidad de la ley. 218 Tesis relacionada con la número 186. 1985. pág. 303. Octava Parte del Apéndice de 238 5.12.Amparo directo. Si bien es cierto que el medio correcto para combatir la inconstitucionalidad de las normas generales, es el juicio de amparo indirecto; también lo es que mediante el amparo directo, el Tribunal Colegiado de Circuito competente, podrá analizar la Constitucionalidad de los preceptos en que se basó el órgano jurisdiccional para dictar la resolución que se combate, declarando la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los mismos, según proceda. Así pues, mediante el amparo directo, se protege, no sólo la legalidad de las resoluciones jurisdiccionales, sino su apego a la Constitución, en virtud de que en caso de que estos se hayan basado en leyes inconstitucionales, los mismos serán anulados por el propio Tribunal al resolver en amparo directo. De conformidad con la fracción IX, del artículo 107 constitucional, las resoluciones que en materia de amparo directo sean dictadas por los Tribunales Colegiados, en las cuales se decida sobre la inconstitucionalidad de una ley o se establezca la interpretación directa de un precepto constitucional, podrán ser recurridas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación; limitándose la materia del recurso exclusivamente a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece, además del juicio de amparo, las acciones de inconstitucionalidad, a efecto de combatir una norma general que contravenga la Constitución, las cuales se encuentran previstas en el artículo 105 del supremo ordenamiento legal citado. 6. ACCIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD. 6.1.Antecedentes. Uno de los antecedentes más remotos de las Acciones de Inconstitucionalidad lo constituyen los artículos 22 a 24 del Acta Constitutiva y de Reformas de 1847, específicamente el artículo 23, que establecía: "Si dentro de un mes de publicada una ley del congreso General, fuera reclamada como anticonstitucional, ó por el Presidente, de acuerdo con su Ministro, ó por diez diputados, ó seis senadores, ó tres Legislaturas, la Suprema Corte, ante la que se hará el reclamo, someterá la ley al examen de las Legislaturas, las que dentro de tres meses, y precisamente en un mismo día, darán su 239 voto. Las declaraciones se remitirán a la Suprema Corte, y ésta publicará el resultado, quedando anulada la ley, si así lo resolviere la mayoría de las legislaturas". 6.2.Competencia, legitimación y procedencia. Actualmente, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, prevé las Acciones de Inconstitucionalidad en la fracción II del artículo 105, cuyo conocimiento es de carácter exclusivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en única instancia. Las Acciones de Inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear la posible contradicción entre una norma de carácter general y la Constitución, podrán ser interpuestas por el equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en contra de leyes federales o del Distrito Federal expedidas por el Congreso de la Unión; por el equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes del Senado de la República, en contra de leyes federales o del Distrito Federal, expedidas por el Congreso General o de tratados internacionales celebrados por el Estado Mexicano; por el Procurador General de la República en contra de leyes federales, estatales o del Distrito Federal, así como de los tratados internacionales celebrados por el Estado Mexicano; por el equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de las legislaturas locales en contra de leyes expedidas por dicho órgano; y, por el treinta y tres por ciento de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, en contra de leyes expedidas por la propia Asamblea. 6.3.Efectos de la sentencia. Las sentencias dictadas por la Suprema Corte de Justicia, tendrán efectos de nulidad sobre la norma general impugnada, siempre y cuando sea votada por una mayoría cualificada de al menos ocho votos de los integrantes del Pleno de dicho Tribunal en materia de constitucionalidad. Así también, por lo que respecta al cumplimiento de las sentencias, la Constitución se remite a la fracción XVI del artículo 107 constitucional, el cual hace referencia al cumplimiento de las sentencias de amparo. 7.Sistema de control en México. 240 Como podemos observar "el sistema constitucional mexicano tiene la peculiaridad de simultaneamente poder ser calificado como concentrado, en cuanto que sólo son competentes para ejercitar el control de regularidad constitucional los órganos del Poder Judicial de la Federación, y difuso, debido a que tal control se ejercita por los distintos órganos jurisdiccionales que componen a ese Poder..."219 8.Ordenes competenciales en México. De igual forma considero oportuno establecer que en México, existen tres diversos tipos de ordenes jurídicos, que son: el Orden Total o Constitucional, el Orden Federal y el Orden Local, encontrándose dentro de los últimos nombrados el Orden Municipal. El primero de estos es creado de igual forma que los restantes por la Constitución General de la República, pero a diferencia de ellos, es creado únicamente para ésta, y tiene un ámbito total en la nación, sin operar competencias, ámbitos territoriales, ni autoridades superiores, a diferencia del Orden Federal, que aunque sea operante en todo el territorio nacional, no puede invadir la esfera competencial del Orden Local y está supeditado al Orden Total por la Constitución Federal, o el Orden Local que siendo activo en el territorio de la Entidad Federativa a la que pertenece, sin estar subordinado al Orden Federal, si lo está con respecto al Total.220 Así pues, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (titular de uno de los Poderes Federales) y en general, el Poder Judicial, de la Federación, al aplicar los medios de defensa constitucional (en el caso que nos ocupa, al resolver en vía de amparo), no actúa como órgano de federal, sino como órgano elevado a nivel constitucional y por ello con autonomía e investidura superior al Orden Federal o al Local. No es el Poder Judicial de la Federación, quien la resolver los juicios constitucionales, actúa dentro del orden constitucional, el único que goza de dicha supremacía, dado que a la misma esfera, pertenecerán todos los órganos instituidos expresamente por la Constitución, para su defensa o desarrollo de actividades expresamente consignadas por ella, relacionadas con su carácter supremo. En efecto, y como ejemplo, indicaremos que es el Orden Total quien tiene la potestad de reformar la Constitución, facultado por ésta misma; el Constituyente Permanente se conforma por la decisión unificada de por lo 219 220 ob.cit. Cossio, José Ramón. Anuario Iberoamericano... pág. 221. cfr. Schmill Ordóñez, Ulises. El Sistema de la Constitución Mexicana. ed. Porrua. pág. 140. 241 menos dos terceras partes del Congreso de la Unión (Orden Federal), y el cincuenta y uno por ciento de las legislaturas de los estados (Orden Local). Ahora bien, este Constituyente Permanente, facultado para reformar la Constitución, que pertenece al Orden Total, es independiente y diverso a los restantes órdenes existentes. Reitero, dentro de este orden se desenvuelve el Poder Judicial de la Federación al realizar la jurisdicción constitucional en México, como parte del Orden Total y restringido única y directamente al deseo de la nación, expresado en su Constitución. 9.BREVES REFLEXIONES. Del análisis de los medios de defsna constitucional descritos con anterioridad, procedemos a indicar, en forma breve y concreta, que los sistemas jurícos de México y España cuentan con una Constitución escrita, que goza de nivel superior al resto de los ordenamientos de derecho existentes en dichos estados. Al gozar la Constitución de Supremacía respecto del ordenamiento jurídico restante, la propia Constitución establece un medio de defensa a efecto de evitar ser vulnerada o contradicha por la legislación secundaria. Existiendo en España la denominada cuestión de inconstitucionalidad y en México el juicio de amparo. Dichos procedimientos constitucionales, son diversos, por lo cual, difícil resulta realizar un estudio comparativo entre los mismos; siendo la principal característica común, la finalidad de mantener la superioridad constitucional en el ordenamiento de derecho interno. Tanto en España como en México, el control de la constitucionalidad de las normas generales es concentrado. En México, dicho control concentrado tiene ciertas características de control difuso, en virtud de que si bien es cierto que la competentencia para resolver en amparo, recae en el poder Judicial de la Federación, también lo es que el mismo se conforma por diversos órganos jurisdiccionales, que en sus respectivas competencias conocen de la constitucionalidad de las leyes. Por su parte, en España, la autoridad constitucionalmente competente para declarar la inconstitucionalidad de las normas generales es el Tribunal Constitucional. Tanto en México, como en España, los citados medios de defensa constitucional, son procesos jurisdiccionales de carácter contencioso. 242 En México, la impugnación de leyes se origina mediante la vía de acción; mientras que en España, será procedente mediante la vía de excepción. Ambos juicios son medios de defensa constitucional con un extenso ámbito de revisión, en virtud de que analizan la constitucionalidad de cualquier norma con carácter general. El juicio de amparo mexicano y la cuestión de inconstitucionalidad son a instancia de parte, es decir, el órgano revisor de la constitucionalidad de las leyes, no podrá actuar de oficio; más la legitimación en dichos sistemas es diversa. En la cuestión de inconstitucionalidad, solo podrá incitar al órgano con jurisdicción constitucional, la autoridad judicial al resolver una controversia se cuestione respecto de la constitucionalidad de la ley a aplicar en el fallo respectivo; mientras que en México, la legitimación activa se establece en favor de cualquier persona que vea lesionados sus derechos en forma personal y directa por una ley que considera inconstitucional. Así pues, en España, la cuestión de inconstitucionalidad actúa siempre en el marco de la aplicación de la ley por autoridades jurisdiccionales. En México, el juicio de amparo, podrá analizar la constitucionalidad de la ley bien con anterioridad a su aplicación, trtándose de leyes autoaplicativas, o con posterioridad a dicho acto de aplicación, cuando nos enconremos frente a leyes heteroaplicativas; o incluso autoaplicativas, si no se impugnó la misma dentro del plazo concedido por la ley, a partir de su entrada en vigor. El amparo contra leyes, procede cuando la aplicación de la norma impugnada, se realizada por cualquier autoridad; mientras que la cuestión de inconstitucionalidad será procedente, únicamente respecto de las normas generales ha aplicar por parte de los órganos jurisdiccionales. Por ello, la cuestión de inconstitucionalidad actúa en el momento mismo de aplicación de la norma general por el órgano jurisdiccional respectivo, mientras que el amparo en México, revisa la constitucionalidad de las leyes, una vez que se intenta su aplicación o se aplica la misma, pero en el caso de los órganos jurisdiccionales, mediante el amparo directo, se analizará la constitucionalidad de la ley (siempre respecto con la resolución que se impugne. Recordemos que en el amparo directo, no se impugna la constitucionalidad de la ley, sino la propia resolución del órgano jurisdiccional), una vez que se ha aplicado la misma. Así pues, lo dicho en el párrafo inmediato anterior, nos lleva a la conclusión, de que en España la cuestión de inconstitucionalidad tiene carácter preventivo, mientras que 243 en México, el juicio de amparo respecto a los órganos jurisdiccionales (amparo directo), tiene carácter restitutivo. La cuestión de inconstitucionalidad establece en favor de la autoridad judicial, la certeza de que la ley aplicada es conforme a la Constitución; el órgano jurisdiccional aplica la constitución directamente (mediante la previa intervención del Tribunal Constitucional) en virtud de que quien aplica la norma declarada constitucional o se abstiene de su aplicación es la propia autoridad judicial. En México (como se indicó con anterioridad), la constitucionalidad de las normas aplicadas por el órgano jurisdiccional, será revisada por el correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, al resolver en amparo directo; no obstante, consideramos que sería una reforma importante, el integrar en el sistema jurídico mexicano, las cuestiones constitucionales, a efecto de que el correspondiente órgano jurisdiccional, al momento de aplicar la norma general, lo realice con la completa seguridad de que la misma no viola la Constitución, cumpliendo con ello, además, lo ordenado por el artículo 133 del Pacto Federal; sin que ello sea obstáculo para que dicha resolución pueda ser impugnada mediante amparo directo, tal y como hasta ahora se ha realizado en el derecho mexicano, en virtud de que aún cuando la ley aplicada sea constitucional, puede existir violación de las garantías consagradas constitucionalmente, por parte de la autoridad judicial por motivos diversos. El sistema español, tiene la insuperable ventaja que las cuestiones de inconstitucionalidad, generan sentencias con efectos erga-omnes; mientras que en México, las sentencias de amparo tendrán siempre efectos individualizados; protegiendo únicamente a la persona que solicitó el amparo. En ambos sistemas de derecho, se prevén, además de los medios de defensa constitucional indicados, procesos jurisdiccionales de revisión constitucional de las leyes, otorgándo legitimación en ellos, a las autoridades estatales, con similares procedimientos y objetivos. Nos referimos a las acciones y los recursos de inconstitucionalidad, existentes en México y España, respectivamente. Finalmente, en España, la denominada autocuestión, genera el inconveniente, que la misma es instada ante el Pleno del Tribunal Constitucional por la Sala de dicho Tribunal, una vez que ha estimado el recurso de amparo planteado ante la misma, en virtud de considerar que la ley aplicada lesiona derechos fundamentales o libertades públicas; por lo cual puede ocurrir, que la Sala haya otorgado el amparo por considerar que un acto de autoridad, realizado en apego a la ley, resulta inconstitucional, más el Pleno considere que dicha ley se encuenra apegada a la Constitución, generandose con 244 ello una discrepancia de importancia considerable, por lo cual sería una reforma importante, el que la Sala, se abstuviese de resolver el amparo (al igual que los restantes órganos jurisdiccionales), hasta en tanto la ley relacionada con el acto de autoridad que se revisa en amparo, no sea declarada constitucional o inconstitucional por el Pleno del Tribunal. CAPITULO VI. EL JUICIO DE AMPARO EN MATERIA AGRARIA. SUMARIO. 1.Derechos sociales. 2.Amparo agrario. 2.1.Antecedentes. 2.2.Procedencia. 2.3. Legitimación.2.4.Interposición de la demanda y competencia. 2.5.Suspensión.2.6.Suplencia de la queja deficiente. 2.7.Otras diferencias respecto del amparo genérico. 3.Breves reflexiones. 1.DERECHOS SOCIALES. "Uno de los acontecimientos destacados en el campo jurídico universal -y del cual no sólo no es ajeno el derecho mexicano, sino inclusive `pionero´-, es el nacimiento de los derechos sociales. No debemos subrayar la crítica que se ha hecho a la denominación -que podría llevarnos a la fácil argumentación de que todo el derecho es social-, sino al contenido mismo de tales derechos."221 Los derechos sociales, son aquellos que le son reconocidos a la persona no en forma de individuo aislado, sino precisamente como perteneciente a una determinada colectividad o grupo social; por ello, con una finalidad de carácter colectivo; es decir, los derechos sociales, reconocidos constitucionalemente, forman parte de igual forma 221 125. Castro, Juventino V. Hacia el amparo evolucionado. ed. Porrua. pág. 245 de los derechos fundamentales de la persona, más le son propicios al individuo en virtud de pertenecer a un determinado grupo social, en virtud de que el individuo (o los individuos), es considerado en base a su pertenencia a una colectividad, con una finalidad específica. 2.AMPARO AGRARIO. Dentro de éste ámbito de derechos fundamentales se desenvuelve el juicio de amparo en materia agraria; los derechos reconocidos a las personas que trabajan y explotan la riqueza natural, en forma conjunta, gozan de la protección y de los derechos sociales constitucionalmente reconocidos. No son ellos, los únicos poseedores de derechos sociales (los derechos sociales a diversos sectores, como por ejemplo los trabajadores); no obstante, son los derechos sociales inherentes a este grupo, el que nos interesa, en virtud de que en el presente capítulo examinaremos el juicio de amparo en materia agraria. 2.1.Antecedentes. La necesidad de dar un tratamiento especial y diferenciador a los trabajadores de la tierra, viene dada por circunstancias históricas. Desde la época colonial en México, existían instituciones procesales de carácter interdictal, que tenían como finalidad proteger los derechos colectivos de las comunidades indígenas en contra de los colonos españoles que pretendían despojarlos de sus bienes, confirmados por la legislación española. Los derechos de una clase (como la campesina) que por sí sola se puede encontrar desprotegida frente a los abusos de las autoridades o de los sectores o individuos con gran capacidad de acción (dada por características sociales, económicas, etc.), han sido ganados en México con el transcurso de la historia. Sin afán de entrar a un estudio histórico de los mismos (dada su extensión), baste recordar que fue una de los principales impulsos a los diversos movimientos armados en México, tal como la propia Revolución Mexicana de 1910, siendo de digno de mención Emiliano Zapata, que lucho conjuntamente por dichos derechos, manteniendo el lema: "Tierra y Libertad". 246 Así pues, la primer Constitución que reconoce los derechos sociales (como tales), es la Constitución Mexicana de 1917; garantizando mediante el artículo 27 del citado Pacto Federal, los derechos a la clase campesina. Actualmente procedente el juicio de amparo en materia agraria, como garantía de los derechos sociales pertenecientes a dicha clase o colectividad; más con un tratamiento especial, a grado tal, que la Ley de Amparo, contiene un libro segundo titulado: "Del Amparo en Materia Agraria". 2.2.Procedencia. "En el proceso constitucional de amparo confluyen, o pueden confluir, todas las cuestiones o conflictos jurídicos de las diversas ramas del derecho, entre las cuales figura la materia agraria. La materia agraria comprende todos los actos de autoridad que violen real o aparentemente las garantías sociales e individuales de los gobernados, que estén vinculados con cuestiones agrarias. Comprende la materia agraria todo acto de autoridad relacionado con el conocimiento, decisión y ejecución de cuestiones agrarias en el ámbito administrativo y jurisdiccional."222 No obstante, el juicio de amparo en materia agraria respecto de la pequeña propiedad o posesión, debemos ubicarlo en el contexto del juicio de amparo en materia administrativa, en virtud de que el mismo se llevará a cabo mediante las aplicaciones comunes que para la materia administrativa rige el amparo, evitando con ello, el mal uso que de éste se podría hacer en favor de los dueños y poseedores de predios agrícolas o ganaderos, bien, industriales o bien particulares en general, que cuentan con los medios económicos, sociales y culturales, suficientes para proteger sus derechos por las vías jurídicas establecidas en general. En efecto, el juicio de amparo, prevé grandes ventajas y especial protección, en favor de la clase que pudiera encontrarse desprotegida o de bajo nivel social, económico y cultural, tales como los menores, los incapacitados, los trabajadores, los campesinos, etc. El artículo 212 de la Ley de Amparo establece: Con la finalidad de tutelar a los núcleos de población ejidal o comunal y a los ejidatarios y comuneros en sus derechos agrarios, así como, en su pretensión de derechos, a quienes pertenezcan a la clase campesina, se observarán las disposiciones del presente Libro Segundo en los juicios 222 Ponce de León Trillas. pág. 123. Armenta, Luis M. Derecho procesal agrario. ed. 247 de amparo: I.- Aquellos en que se reclamen actos que tengan o puedan tener como consecuencia privar de la propiedad o de la posesión y disfrute de sus tierras, aguas, pastos y montes a los ejidos, o a los núcleos de población que de hecho y por derecho guarden el estado comunal, o a los ejidatarios o comuneros, lo mismo si las entidades o individuos mencionados figuran como quejosos que como terceros perjudicados; II.Cuando los actos reclamados afecten o puedan afectar otros derechos agrarios de las entidades o individuos a que se refiere la fracción anterior, sea que figuren como quejosos o como terceros perjudicados; III.- Aquellos en que la consecuencia sea no reconocerles o afectarles en cualquier forma derechos que hayan demandado ante las autoridades, quienes los hayan hecho valer como aspirantes a ejidatarios o comuneros." Del anterior artículo, podemos observar que las características especiales del amparo en materia agraria, no sólo beneficiarán al núcleo de población ejidal o comunal, cuando presente una demanda de amparo, en contra de actos de autoridad en los casos específicamente determinados en la ley, sino que de igual forma le será propicio, cuando se ostente en dicho juicio como tercero perjudicado. 2.3.Legitimación. La legitimación para interponer el juicio de amparo en nombre del núcleo de población, se encuentra en favor de los Comisariados ejidales o de bienes comunales; de los miembros de éstos o del Consejo de Vigilancia o de cualquier ejidatario o comunero, si transcurridos quince días de la notificación del acto que mediante la vía de amparo se impugnará, dicho Comisariado no ha interpuesto el juicio de amparo por los sujetos indicados anteriormente; y todos aquellos a quienes les conceda legitimación procesal la Ley Federal de Reforma Agraria, en los casos de restitución, dotación y ampliación de ejidos, de creación de nuevos centros de población y en los de reconocimiento y titulación de bienes comunales. Quienes interpongan el juicio de amparo en materia agraria, se encuentran obligados a acreditar su representación en los términos establecidos por el artículo 214 de la Ley de Amparo. 2.4.Interposición de la demanda y competencia. No existe término para la interposición de la demanda de amparo (de conformidad con el artículo 217 del ordenamiento legal invocado), cuando se promueva contra actos 248 que tengan o puedan tener por efecto privar total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a el núcleo de población sujeto al régimen ejidal o comunal. En los demás casos, la demanda de amparo se deberá interponer en el plazo de treinta días. La competencia para conocer del juicio de amparo, será determinada por la competencia genérica, más el amparo en materia agraria, se encuentra dentro de la materia administrativa; por lo cual, serán competentes los órganos especializados en materia administrativa, o a falta de ellos, los órganos jurisdiccionales con competencia mixta. No obstante, cuando se señalen como actos reclamados, aquellos que tengan o puedan tener como objeto privar de sus derechos agrarios a un núcleo de población quejoso, de sus derechos individuales o ejidatarios o comuneros, podrá acudirse a la competencia auxiliar; es decir, en aquellos casos en que en el lugar en donde se encuentre asentado el núcleo de población, no resida juez de Distrito, se estará en posibilidad de acudir al juez de primera instancia dentro de cuya jurisdicción radique la autoridad que ejecuta o trata de ejecutar el acto reclamado, el cual recibirá la demanda de amparo, resolviendo respecto de la suspensión, solicitando los respectivos informes justificados (los que se deberá remitir al Juez de Distrito correspondiente), y remitirá al Juez de Distrito correspondiente y sin demora alguna la demanda original y las actuaciones realizadas hasta dicho momento, a efecto de que se continúe el cause normal del amparo. 2.5.Suspensión. Por lo que respecta a la suspensión en materia de amparo agrario, la misma se regirá por las reglas generales del amparo; no obstante, una de las principales característicos de la misma en la materia agraria, consisten en que la suspensión procederá de oficio, e inclusive se decretará de plano, en el mismo auto en el que se admita la demanda de amparo, cuando los actos reclamados tengan o puedan tener por consecuencia la privación total o parcial, temporal o definitiva de los bienes agrarios del núcleo de población quejoso o su substracción del régimen jurídico ejidal. En efecto, en los casos indicados, el Juez de Distrito (o la autoridad auxiliar) conocerá de la suspensión, inclusive sin que la misma le sea solicitada, concediéndola en todo momento sin obstáculo e impedimento alguno. 249 De igual forma, en materia de amparo agrario, la suspensión concedida a los núcleos de población, no requerirá garantía alguna para que surta sus efectos. 2.6.Suplencia de la queja deficiente. El artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su fracción II, párrafo tercero, indica: "Cuando se reclamen actos que tengan o puedan tener como consecuencia privar de la propiedad o de la posesión y disfrute de sus tierras, aguas, pastos y montes a los ejidos o a los núcleos de población que de hecho o por derecho guarden el estado comunal, o a los ejidatarios o comuneros, deberán recabarse de oficio todas aquellas pruebas que puedan beneficiar a las entidades o individuos mencionados y acordarse las diligencias que se estimen necesarias para precisar sus derechos agrarios, así como la naturaleza y efectos de los actos reclamados." De conformidad a lo ordenado por la propia Constitución, así como por la Ley de Amparo, en sus artículos 225 y siguientes, podemos apreciar, que en materia agraria, la suplencia en la deficiencia de la queja, opera con gran amplitud. En efecto, "la suplencia de la queja deficiente, en materia agraria, es la más amplia que reconoce nuestro derecho positivo, ya que no únicamente se corrigen o perfeccionan los conceptos de violación, sino que el juzgador está obligado a buscar y obtener las pruebas que estime necesarias y al resolver éste sobre la inconstitucionalidad de los actos reclamados, debe estimarlos tal y como resulten probados, aún cuando se trate de actos distintos o diferentes de los invocados en la demanda de amparo."223 2.7.Otras diferencias respecto del amparo genérico. El plazo otorgado a las autoridades responsables para rendir sus respectivos informes con justificación será el de diez días. De igual forma el término para interponer el recurso de revisión en los amparos agrarios será el de diez días, sin que la falta de las copias exigidas por la Ley para ello, sea causa para que el mismo se tenga por no interpuesto (cuando el recurso de revisión se interponga por el núcleo de 223 Noriega, Alfonso. Lecciones de Amparo. ed. Porrua. pág. 723. 250 población, los ejidatarios o comuneros), en virtud de que en tal supuesto, dichas copias serán expedidas por la propia autoridad judicial correspondiente. Así también, en los juicios de amparo en materia agraria, no procederán, en perjuicio de los núcleos ejidales o comunales, o de los ejidatarios o comuneros, el sobreseimiento por inactividad procesal ni la caducidad de la instancia, pero uno y otra sí podrán decretarse en su beneficio. Cuando se reclamen actos que afecten los derechos colectivos del núcleo tampoco procederán el desistimiento ni el consentimiento expreso de los propios actos, salvo que el primero sea acordado por la Asamblea General o el segundo emane de ésta. 3.BREVES REFLEXIONES. En el contexto en que se ha desarrollado el presente trabajo, observamos que en España, no existe un medio de protección con similares características, como aquellas en que se desenvuelve el juicio de amparo en materia agraria. Considero que ello se encuentra determinado, en virtud de que España no ha tenido las vivencias históricas con las que cuenta México, principalmente por lo que hace a los núcleos indígenas y de campesinos. El derecho agrario, tiene en México, avances inalcanzables en el ámbito internacional, siendo una de sus principales conquistas, la procedencia del juicio de amparo en contra de los actos de autoridad que desconozcan los derechos constitucionalmente otorgados a la clase social que ahora nos ocupa; con ventajas considerables en el procedimiento de amparo. El juicio de amparo mexicano, contempla pues, fuertes medios de protección y grandes ventajas procesales en favor de aquellos grupos sociales que se consideran desprotegidos o con niveles inferiores de posibilidad para defender sus derechos; los cuales les han sido otorgados por la propia Constitución General de la República, y han sido logrados mediante la lucha continua del pueblo mexicano en el decurso de la historia, en la búsqueda constante por la igualdad. 251 BIBLIOGRAFIA. AGUNDEZ FERNANDEZ, ANTONIO. EL RECURSO DE CASACION CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO. ED. COMARES. GRANADA, 1996. ALMAGRO NOSETE, JOSE. CUESTIONES SOBRE LA LEGITIMACION EN EL PROCESO CONSTITUCIONAL DE AMPARO. PAGS. 47-75. REVISTA DE DERECHO POLITICO. UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACION A DISTANCIA. MADRID, 1981. ALMAGRO NOSETE, JOSE. DERECHO PROCESAL II. UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACION A DISTANCIA. MADRID, 1983. ARELLANO GARCIA, CARLOS. PRACTICA FORENSE DEL JUICIO DE AMPARO. ED, PORRUA. MEXICO, 1989. 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