Boletín mensual (6) Agosto 2014 Espacio de reflexión Indudablemente, existen dos maneras de contactarse con las llamadas “enseñanzas de Krishnamurti”. El primer contacto es parcial, la parcialidad de lo intelectual o de lo emocional (o de ambos interactuando) y se da esencialmente con la lectura o escucha de sus libros, material fílmico y de audio, habiendo tantas apreciaciones de la misma como personas que lo hagan. Si esas apreciaciones (que pueden no verbalizarse) revelan interés en algunos, eso puede significar quizás la posibilidad que las personas interesadas lleguen a la otra manera o al otro tipo de contacto. A mí me parece que para Krishnamurti esa otra manera era la única importante, pues implica el llevar lo que subyace de esas enseñanzas (que lógicamente no es “de Krishnamurti” ni de otra persona) en nosotros mismos y ello, esa libertad interior, impactará en la totalidad de nuestro ser y, al mismo tiempo, en la totalidad de nuestro vivir, no en una parte del mismo. ¿Y que es aquello que subyace de esas enseñanzas? ¿Subyacen los libros con sus palabras, los films con sus imágenes del pasado, los CDs con sus sonidos grabados? Krishnamurti señalaba al pensamiento, en el plano psicológico, como el causante del conflicto en la relación humana y, por ende, en nuestras vidas. ¿Acaso toda esa acumulación de materia al servicio de la comunicación no ha sido inventada por el pensamiento humano? Entonces, si lo que subyace de esas enseñanzas no está relacionado con el mundo temporal del pensamiento, si lo que subyace no puede ser puesto en palabras porque está en otra dimensión: está en ese otro mundo desconocido de la creación, el estar escribiendo una nota para considerar una descripción de esa otra cuestión no tiene ningún sentido o sería todo un contrasentido. Por más de cuarenta años de leer a Krishnamurti me he dado cuenta que esa cuestión a veces emerge en mi sin resolverse y, siendo así, he notado que el vivir no es más que el reflejo de mi propia actividad egocéntrica. En ese estado divisivo la vida es en realidad un espacio donde los demás no cuentan sino solo para mi propia satisfacción personal. Pero cuando hubo la meditación a la que ese gran maestro hacía referencia tantas veces esta problemática se logra resolver con la comprensión, con el insight y el vivir adquiere otra significación formando parte de una totalidad pues el tiempo psicológico ya no tiene lugar, hay verdadero orden. En realidad la vida en sí misma es una totalidad que no tiene ni principio ni fin y está regida solo por las leyes de la inteligencia y la bondad. Dicho de otra manera la vida es su propia inteligencia y bondad. Quizás esta reflexión autocrítica que hago esté relacionada solo con una problemática personal o sea una obviedad y no tenga ningún sentido darla a conocer a los lectores de este tradicional Boletín que viene elaborando esta cuarta Fundación Krishnamurti hace tantos años. Pido disculpas, de ser ello es así. Me despido de todos ustedes con un afectuoso saludo. Federico Amodeo, Tres arroyos, Argentina Noticias Un otoño de encuentros e investigación Aunque aún queda ultimar las fechas y los detalles, les adelantamos que la FKL tiene previsto retomar su actividad y acercarse más al público este otoño con encuentros en España, Costa Rica, Argentina y México en los meses de octubre y noviembre. En breve, publicaremos los detalles y las fechas. Un punto de encuentro online único Está a punto de ver la luz una nueva web de todas las fundaciones Krishnamurti, una plataforma única y compartida que reunirá tanto la información y actividades de las fundaciones como la web actual de enseñanzas jkrishnamurti.org de modo que los interesados en la enseñanza tengan un punto de encuentro único y que sea más fácil acceder a las enseñanzas y actividades relacionadas que organizan las fundaciones. Les daremos todos los detalles cuando dicha plataforma esté operativa. Texto Interlocutor: ¿Es necesario un motivo en la ocupación que uno tiene? ¿Cuál es el recto motivo en lo que hacemos para ganarnos la vida? Krishnamurti: ¿Cuál piensa usted que es el recto medio de vida? No el más conveniente, el más provechoso, grato o lucrativo, sino el recto medio de vida. Y bien, ¿cómo averiguará usted qué es lo recto? La palabra recto significa correcto, exacto. El medio de vida no puede ser el exacto si usted hace algo por provecho o por placer. Éste es un asunto complejo. Todo cuanto ha producido el pensamiento es una realidad. Esta carpa en la que nos reunimos ha sido producida por el pensamiento; es una realidad. El árbol no ha sido producido por el pensamiento, pero es una realidad. Las ilusiones son una realidad —las ilusiones que uno tiene, la imaginación, todo eso es realidad—. Y la acción que surge de esas ilusiones es neurótica, lo que también es una realidad. De modo que cuando usted formula esta pregunta: "¿Cuál es el recto medio de vida?", debe comprender qué es la realidad. La realidad no es la verdad. Ahora bien, ¿cuál es la acción correcta en esta realidad? Y ¿cómo descubrirá qué es lo recto en esta realidad? ¿Cómo lo descubrirá por sí mismo, no porque se lo digan? Tenemos que averiguar, pues, cuál es la acción exacta, justa, recta, o el recto medio de vida en el mundo de la realidad —y la realidad incluye las ilusiones—. No escape, no se aleje, la creencia es una ilusión, y las actividades de la creencia son neuróticas; el nacionalismo y todas esas cosas son otra forma de la realidad, pero son una ilusión. Considerando, pues, todo eso como una realidad, ¿cuál es ahí la acción correcta? ¿Quién va a decírselo? Nadie, es obvio. Pero cuando usted ve la realidad, cuando la ve despojado de toda ilusión, la percepción misma de esa realidad es inteligencia, ¿no es así?, una inteligencia en la que no hay mezcla alguna de realidad e ilusión. La verdad y la realidad Saanen, 25 de julio de 1976