Diario de Mallorca 14 SÁBADO, 13 DE JULIO DE 2013 Diario de Palma El ‘llonguet’ se resiste a abandonar las panaderías La difícil competencia con los panes prefabricados estrecha sus posibilidades y exalta su atractivo entre los residentes Los panecillos se sirven ligeramente tostados, con una pizca de aceite y tomate. B. RAMON A. Alcolea Marín PALMA “Aquí ya no se fabrica. Hace unos años que dejamos de hacerlo porque no es rentable”, cuenta Cristian Aparicio, de la Panadería Fiol. El tradicional panecillo llonguet ha perdido tirada. Cada vez se elabora en menos panaderías del centro. Su carácter artesanal es su suerte y su condena: es de una calidad mayúscula, pero no puede competir en igualdad con el resto de panes. Harina, agua y levadura. La lista de ingredientes es corta y sencilla. “Se suelta la masa, se deja reposar minutos, se pliega y se enrolla. Se deja reposar otra vez, y más tarde se corta. Después sólo queda darle forma, dejarlo fermentar unas dos horas y meterlo al horno”, afirma Manuel, encargado de Can Canet. El pan se elabora normalmente a partir de una pieza grande que se enrolla para posteriormente dividir en porciones. Tras ser amasada y hacer el corte, le queda esa hen- didura tan característica. Según Manuel, en su local hoy trabajan igual que hace años. En cuanto a medidas, existen dos tipos distintos de llonguets. En Can Canet, los pequeños, de gramos de peso, cuestan , euros, y los normales, de gramos, ’ euros. Aparicio asegura que tiene un pedido de mini llonguets. “Es como si fuera una especie de pulguita. Estos cuestan , euros y se venden mucho”. El llonguet es un pan típico de Mallorca y Cataluña con un fuerte arraigo tradicional, muy conocido por los vecinos. “Los residentes lo conocen y lo aprecian mucho, lo ven como algo especial, de mucho valor. Cuando una persona empieza a merendarlo siempre se acaba haciendo fiel”, cuenta Caterina Sitjar, de s’Oli . Según Aparicio, los clientes “saben que es algo difícil de encontrar, porque ya no lo venden en todos los sitios”. El uso más habitual de este pan siempre ha sido para presentarlo como bocadillo para almorzar o merendar. “Los servimos Felicidades y celebraciones 13 DE JULIO DE 2013 LAURA Y ÁLEX de Palma, por el día de su boda, de parte de sus primos y Damito que os desean toda la felicidad del mundo MARGALIDA CAPÓ RIBAS de Inca, por su 6º cumpleaños, de parte de sus padres, hermano y abuelos ANTONIO FEMENÍAS OLIVER de Marratxí, por su cumpleaños, de parte de Yáiza, Nayara y José Manuel. Abuelo te queremos mucho SAMUEL FERRAGUT RIBAS de Palma, por su 2º cumpleaños, de parte de sus abuelos que lo quieren con locura CARLA ALONSO HERNÁNDEZ por su 8º cumpleaños, de parte de Arizona, la tieta Aretha, Xana, las gallinas, los futuros pollitos, Aina y Gabi el superdormilón te desean Feliz cumpleaños!!! Te queremos mucho!!! PAULA PERELLÓ PONS de Sa Pobla, per el seu aniversari, de part del seu padrino que l’estima molt. Molts d’anys!! B. RAMON Preparación de un ‘llonguet’. El ‘llonguet’ es un pan típico de Mallorca y Catalunya. B. RAMON calientes, ligeramente tostados, para poder restregar mejor el tomate. Los tenemos con jamón serrano, queso, camaiot y sobrasada”, cuenta Sitjar. Además, añade que otra de las cualidades de este pan es que “es un pan neutro, que vale para todo, dulce o salado”. Los precios en su local varían desde los , euros para los panecillos simples, con aceite y tomate, los euros para llonguets con embutido, hasta los , euros para los combinados, que suelen venir acompañados de anchoas y camaiot. Sin embargo, a pesar de la reconocida calidad de este producto, los vendedores aseguran que se está perdiendo por la difícil competencia con los panes prefabricados. Según uno de los encargado de Can Canet, este panecillo “está en decadencia porque los precocidos y las baguetinas se hacen mucho más rápido. El llonguet lleva mucha más trabajo detrás”. La vida de este pan consiste en una lucha por la supervivencia de los productos artesanales frente a los bajos precios que ofrecen las grandes manufacturas. “No se ha conseguido producir de manera industrial, y el hecho de que sea un producto totalmente artesanal le otorga un valor mucho mayor”, afirma la dependienta de s’Oli . “Llevo 40 años trabajando aquí, y hace 20 años hacíamos el doble o el triple”, cuenta un encargado de Can Canet Asimismo, aseguran que a día de hoy existen algunos hornos, como Ca na Teresa, Can Caneta o Can Fiol, que los siguen produciendo y distribuyendo por algunas panaderías y bares del centro que lo venden con gran atractivo, intentando reavivar su tradición. Manuel ha pasado toda una vida dedicándose a ese negocio, y reconoce cambios importantes durante los últimos años. “Yo llevo años trabajando aquí, y hace o años hacíamos el doble o el triple. También trabajábamos más con los bares, casi el doble. La pena es que al final es algo que se hace por ahorrar cuatro pesetas”.