Nació en Barcelona el 22 de diciembre de 1919, hijo de Pedro Bosch Gimpera y de Josefina García Díaz. Hizo sus estudios primarios en Barcelona y en París. Sus estudios superiores los realizó en la Universidad Autó- noma de Cataluña e interrumpidos por la guerra civil, los que hubo de continuar en la Universidad de Oxford en Inglaterra, teniéndolos que abandonar por la guerra europea. Llegó a México en 1941, donde reemprendió sus estudios en El Colegio de México, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde obtuvo el doctorado en 1960. Profesor de Historia en la Escuela Americana, en el México City College, en la Facultad de Filosofía y Letras y en la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y en El Colegio de México, más tarde pasaría a ser investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM donde alcanzó el reconocimiento de Investigador Emérito en 1989. Fue distinguido también con las becas Rockefeller y Guggenheim. Desempeñó puestos de responsabilidad administrativa relacionados con la educación superior, con las ediciones de la imprenta universitaria de la UNAM y con la distribución de libros académicos de todo el continente como director del Centro Interamericano de Libros Académicos. Después de publicar una obra histórica-antropológica, La esclavitud prehispánica entre los Aztecas (1944), su trabajo se centró alrededor del tema de las relaciones entre México con los Estados Unidos durante el siglo XIX. Tema que le dio quehacer durante cincuenta años continuos de investigación y un trabajo final de síntesis La base de la política exterior estadounidense (1965). En gruesos tomos publicó la principal documentación sobre las difíciles etapas de la relación temprana entre los dos países, que enriqueció también con los estudios de sus seminarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Como otra faceta de la misma preocupación, se ocupó del significado de Estados Unidos en la historia de América Latina. Para él, el conflicto con México no era asunto de frontera, sino choque de culturas. De esa manera emprendió el estudio que culminó en el libro Latinoamérica. Una interpretación global de la dispersión en el siglo XIX (1978). Otra de sus preocupaciones, por su afición marinera, fue el abandono del mar que convirtió a México en introvertido receptor de influencias, de afuera hacia adentro, tema principal de México frente al mar, la controversia histórica entre la novedad marinera y la tradición terrestre (1981 y 1985), en donde mostró cómo América surgió con el conocimiento acumulado de los imperios marítimos catalán, portugués y castellano, piezas fundamentales en la preparación del lanzamiento del “Imperio” español del siglo XVI. Este tema lo condujo a un libro, centrado en la conquista (1987). Aparte de esa intranquilidad curiosa de verdadero intelectual, sus actividades combinaron la investigación y la enseñanza y por ello consideró necesario elaborar un instrumento que ayudara a los estudiantes en el desarrollo de su tesis profesional. Así nació la Técnica de investigación documental (1985, 3ª ed.) adoptada por instituciones de varios países latinoamericanos. "Todo esto, dijo Ortega y Medina, y aún más ha sido abordado, ahondado y clarificado por el historiador catalán, cuya obra representa la mejor y más útil, tesonera y desprendida ofrenda de un exiliado español a su patria d e adopción; pero podemos añadir que el norte que lo guió en tan importante empresa, no es solamente su agradecimiento a México sino también a su fidelidad a la España Republicana y, con ella, a su Cataluña natal” Una publicación reciente del doctor Carlos Bosch es La polarización regalista de la Nueva España, (1990) y se encuentra en proceso el volumen 5º de los Documentos de la relación de México con los Estados Unidos. Gisela von Wobeser