LA EVALUACIÓN ESCOLAR Y SUS IMPLICACIONES SOCIALES Frida Griselda Ortiz Uribe* Martha Leyva Castillo** * ** Maestra en Innovaciones Educativas por la Universidad La Salle. Profesora-Investigadora en la UPIICSA-IPN. Maestra en Educación por la FES-ARAGÓN-UNAM. Profesora-Investigadora en la UPIICSA-IPN. UPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 2011 3 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales RESUMEN La evaluación escolar y sus implicaciones sociales UPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 Se presenta una reflexión sobre diversos aspectos de la evaluación escolar para poner en relieve su importancia con relación directa a los efectos que produce en la sociedad, particularmente cuando el acto educativo no reúne los requerimientos de calidad necesarios para el desempeño eficiente de sus egresados. Lejos de ser vista a la Evaluación Educativa como el tamiz que separa a los individuos más capaces de los “ineptos”, para hacer frente a necesidades reales, hemos de verla aquí como un proceso valorativo que merece toda nuestra atención, por lo que no debemos cejar en su estudio. En este sentido se verá cómo la sociedad en general presiona a la escuela porque espera de ella un “producto ideal”, capaz de dar respuestas a necesidades reales a través de los individuos que para ese fin fueron formados, ya que la educación por su parte tiene un alto costo, por lo que la escuela tiene que dar sus mejores resultados a la sociedad. 2011 4 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales INTRODUCCIÓN Este artículo centra su desarrollo en un análisis reflexivo acerca de la evaluación escolar y sobre los resultados que de la escuela espera la sociedad, no sin antes hacer mención a las presiones que dicha sociedad ejerce sobre las instituciones educativas, se hace referencia a la relación que debe darse entre los objetivos que se encuentran planteados en un programa de estudio así mismo de cómo estos deben verse reflejados en los resultados al final del proceso y de cómo el desarrollo de los conocimientos en el mundo actual se vienen materializando al centrase mayormente en los avances tecnológicos y en la economía mundial. En este trabajo se retoma la concepción más generalizada del concepto de evaluación y la manera en que se dan dos posturas, una a favor y otra en contra sobre la evaluación como una práctica interpretativa de los resultados de aprendizaje. Una postura casi generalizada entre la institución educativa y la sociedad, es que la acumulación de conocimientos por sí sola no tendría sentido, los conocimientos deben tener su aplicación y desarrollado para una mejor calidad de vida y para ser legados a las futuras generaciones. Estas razones justifican el por qué los docentes debemos centrar nuestra atención con mayor énfasis y de la mejor manera en la evaluación. El acto educativo y la transmisión de conocimientos no pueden darse al margen de la sociedad, pues carecería de sentido, de ahí la importancia y necesidad de poner toda nuestra atención en la educación, y muy particularmente en la evaluación del conocimiento transmitido por las implicaciones sociales que esta reviste. UPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 FUNDAMENTO FILOSÓFICO A partir de un estado de conciencia, el hombre está vinculado a la sociedad por una fuerza superior que le impone normas, tanto morales como cívicas con fines específicos para la sobrevivencia. Todos llevamos en nosotros una individualidad (yo) y una colectividad (nosotros), por su parte la sociedad tiene una naturaleza propia y en consecuencia exigencias totalmente diferentes de aquellas que están implícitas en nuestra naturaleza, lo que obliga a esa superación individual y colectiva que prospera y se desarrolla a partir de lo individual, lo educable y susceptible de formar y de transformar. La superación individual y colectiva tiende a buscar una educación “ideal” al tipo de sociedad dentro del sistema correspondiente y del cual depende la escuela controlada por el Estado, y en ocasiones también por la Iglesia, porque como dice Paulo Freire (2005, p.27 ) “La educación no es neutra”, no es apolítica, por lo tanto no puede ni debe estar ajena a la continua concientización en torno a los poderes que sobre la escuela ejercen otras instituciones, ya que su función tiene un alto impacto político, así como histórico y social (Marín y Galán, 1986, p. 40). De la falta de toma de conciencia tanto al educar como al aprender, se estaría dando paso a la domesticación en detrimento de la libertad, la que se obtiene a partir de la superación integral de las capacidades y de la toma de conciencia de la función social y política de los individuos. Por estas y otras razones la escuela ha de cumplir una función socializante y socializadora. La escuela no puede dejar al margen tampoco el educar para la convivencia como un bien común con una esencia invaluable que dignifica al hombre y engrandece a las instituciones, a esto le llamamos bienes educativos con fundamento 2011 5 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales moral para lograr la armonía de la vida en sociedad (Villalpando, 1988, p. 340). CONCEPTO DE EVALUACIÓN EDUCATIVA La evaluación es una tarea implícita en casi todas las acciones de la vida, solamente que no siempre se tiene plena conciencia de que evaluamos antes de tomar decisiones. En el campo educativo existen diversas actividades que constantemente son evaluadas, tanto en lo administrativo como en lo académico. Concretamente en lo académico se han empleado varios términos en torno a la evaluación y de ahí se han acuñado otros tantos que han dado origen a diferentes tipos de evaluación educativa, entre las que podemos contar están la diagnóstica, parcial, comparativa, formativa, sistemática, final, etcétera, sin embargo al parecer la idea es generalizada en cuanto a que es: aplicarle un valor a los “resultados” del aprendizaje, sobre esto se ha escrito demasiado y hay quienes están en contra y quienes están a favor de la evaluación como una práctica interpretativa de los resultados del aprendizaje. Curiosamente hay quienes opinan que la evaluación “es un mal necesario” el cual se viene practicando desde hace unos cuatro mil años, cuando a los funcionarios chinos se les examinaba para poder ocupar un cargo administrativo (Dubois, 1970, p. 6). Desde el punto de vista de la psicología, se ha demostrado que la evaluación afecta de muy diversas maneras la conducta del estudiante que es sometido a evaluación, de ahí la controversia sobre su efectividad, puesto que modifica la conducta en su efecto cognoscitivo. Entre tanto en nuestra realidad cotidiana como docentes, es una etapa inUPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 soslayable que nos permite “conocer” el resultado del aprendizaje tipificando al estudiante como apto o no apto en base a normas o criterios institucionales (Morán, 1981, p. 25; Ferrandez, 1994, p.505) EVALUACIÓN EDUCATIVA Y SUS EFECTOS SOCIALES Esta es una relación indirecta de los procesos curriculares sujetos a investigación, ya que no es posible entablar la relación sin antes revisar los objetivos educacionales, institucionales (socio-políticos) y todo lo que estos implican. La evaluación educativa ocurre en función de objetivos, y al estar supeditada a ellos, nos lleva a analizar rápidamente el contexto social, tomando como punto de partida las siguientes interrogantes: • ¿Quién determina los objetivos de estudio, y con base en qué? • ¿Qué se ha de enseñar? • ¿Quién y con qué se va a enseñar? • ¿Para qué se va a enseñar? • ¿Dónde se va a aplicar lo aprendido? Al tratar de dar una respuesta a los cuestionamientos anteriores, se podría esclarecer cuáles son las implicaciones de la evaluación educativa y su relación con la sociedad. Contestando a la primer pregunta, encontramos que quienes determinan los objetivos de estudio, son por lo general los directivos y docentes de las escuelas, y que con base en los análisis previos se desarrolla el Plan de Estudio del cual derivan los Programas por materia, modulo o áreas y de esta manera se determinan sus bases. El Plan de Estudios de un determinado nivel académico, está dado en función de los requerimientos del mercado de trabajo y de las pautas 2011 6 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales socio-políticas predeterminadas por el tipo de sociedad y sus tendencias de desarrollo en las que va a quedar inserto el egresado. Luego entonces es el contexto histórico, social y político el que va a ir determinando las características que van a configurar el perfil de los egresados que el mercado de trabajo está demandando en base a sus tendencias. Quienes determinan los objetivos de estudio, por lo tanto, deben analizar los siguientes puntos: configuración histórica y social de la estructura ocupacional del mercado de trabajo en el país, relacionándolo con la formación del profesional en cuestión; comportamiento histórico-social del mercado de trabajo en que se insertará el profesional; perspectivas de desarrollo de la profesión; estructura ocupacional y mercado de trabajo y la relación que guardan con los requerimientos sociales prioritarios y de las condiciones que lo afectan (Marín y Galán, 1986, p. 44). La segunda pregunta que se refiere a lo que se va a enseñar, son precisamente los contenidos, los que van a determinar en un momento determinado, si el egresado es apto para el trabajo. Los contenidos son la materia sujeta al proceso enseñanzaaprendizaje, es lo que se enseña y en consecuencia lo que se evalúa, son los logros conceptuales y de habilidades y destrezas a partir de los cuales se habilita a los individuos. El objetivo de estudio guarda una estrecha relación con las necesidades reales de la sociedad, y es a la escuela a la que corresponde su enseñanza; de su adecuada estructuración y enseñanza dependerá el logro de su aprendizaje. Respecto a la pregunta ¿Quién y con qué se va a enseñar? de estas dos preguntas que están en estrecha relación, la primera se refiere a nosotros los docentes o mediadores responsables de la enseñanza, quienes en base a nuestra preparación UPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 transmitiremos los conocimientos, pero que a la vez requerimos de recursos didácticos actualizados que nos permitan hacer más práctico y didáctico el acto de enseñar. A los recursos didácticos, se les ha denominado también tecnología educativa. Acerca de la penúltima pregunta relativa al objetivo que se persigue al enseñar, responderemos diciendo que es la sociedad quien en base a su estructura y tendencias, exige que los individuos reúnan ciertas características que les permitan involucrarse en su evolución social y cultural. Ya por último tenemos la pregunta relativa al lugar o sector donde se han de aplicar los conocimientos adquiridos, si tomamos como referencia inmediata la respuesta de la pregunta anterior, prácticamente ahí encontraremos la contestación, esto es, en las estructuras productivas, sociales y culturales de la sociedad. LA EVALUACIÓN EDUCATIVA ANTE LA REALIDAD SOCIAL Los procesos de evaluación educativa en mayor o menor grado e independientemente del sistema al que correspondan, se proponen conocer la magnitud de incidencia y la modificabilidad en cuanto a la calidad y cantidad de conocimientos adquiridos por los alumnos, quienes habrán de manifestarse mediante una nueva conducta frente a su realidad social. Dentro de la sociedad, la escuela está destinada a preparar a los individuos que han de rendir sus frutos en su entorno, sin embargo es muy frecuente ver cómo se cuestiona su eficiencia. Sólo con excelencia académica se puede hacer frente de la mejor manera a sus requerimientos. La excelencia académica, es un elemento indispensable para lograr la calidad en la 2011 7 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales educación. De esta manera la escuela establece los mecanismos, métodos y sistemas de evaluación que le van a permitir obtener esa calidad, y precisamente para llegar a este punto, la evaluación ha de ser el elemento que permita lograr su meta. La sociedad en general requiere que se dé solución a problemas reales y cotidianos tales como alimentación, partiendo del hecho de que grandes porcentajes de la población, no ingieren los mínimos de proteína y calorías entre la población infantil, donde es vital en su problemática dar respuesta inmediata; vivienda, es otro rubro que cada día se agrava por el incremento poblacional y que de no dársele solución traerá aparejado otro tipo de problemas de carácter social; el empleo, subempleo y desempleo, esto ya no es un problema privativos de los países en desarrollo, porque con la actual crisis económica, los países desarrollados se enfrentan también a esta problemática, hecho que queda de manifiesto con la actual crisis financiera, cada día la competencia por lograr ocupar una vacante se incrementa y casi siempre los más aptos la logran, sin embargo, los datos estadísticos en materia de desempleo, subempleo, empleo informal y competitividad, aumentan significativamente día a día las cifras en cada uno de estos rubros; en materia de salud, se deben tomar en cuenta la sanidad y la desnutrición que está siendo la base de epidemias y del retorno de enfermedades que parecían erradicadas; seguridad ciudadana, que ante la ola de violencia a nivel nacional y mundial se ha agravado por problemas económicos, políticos y sociales; protección social, hacia los más desprotegidos; educación; el analfabetismo que no disminuye debido a la crisis por la que atraviesa el sector según lo señala la Organización de Comercio. Toda la problemática de referencia está presente en todas las sociedades, en mayor o menor grado o en el mejor de los casos podría estar latente en alguno de los sectoUPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 res que la conforman (Fullat, 1966, p. 305). La realidad social en su conjunto demanda una serie de bienes y servicios, de ahí que la calidad de la educación, vía la evaluación, deba contribuir a retroalimentar a los sistemas educativos que tienen ante sí a esa sociedad demandante, que mediante la escuela espera obtener respuestas. Las metas o intenciones educativas aunadas a las demandas de la realidad social, interactúan cada una con sus elementos y que en una forma esquematiza se presentan en la Figura 1. Figura 1. Fuente: Fullat Genís, Octavi (1966), Reflexiones en torno a la educación, Barcelona, Ed. Nova Terra, p. 305. Aunque la escuela no da en forma directa y cabal la solución a toda la problemática social, es evidente que lo intenta cotidianamente mediante la conjugación de diversos elementos, la escuela como institución pertenece a un sistema, como tal está inserta en una ideología política y está sujeta a patrones socio-políticos y culturales sobre los cuales deben girar sus funciones, los docentes por su parte actúan en torno a los estudiantes, actúan ante ellos, trabajan para ellos y ellos se esfuerzan para lograr sus expectativas. Para que el alumno llegue a la escuela y pueda estar ante el maestro, éste debe haber superado ciertas condicionantes que podrían ser de carácter biológi2011 8 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales co, psicológico, económico, social, político, incluso religioso y en ocasiones hasta racial. Una vez salvados estos escollos, el alumno por su parte podría estar ya en condiciones de entrar al salón, aprender para la vida, mientras que el maestro deberá haber superado las etapas que al alumno correspondieron, más aquellas que le permitan instalarse frente a un grupo con todas las implicaciones didáctico-pedagógicas de su función. La parte medular de toda realidad social frente a la escuela y de los individuos que la involucran es el conocimiento. Del por qué los individuos deben adquirir conocimientos, es un cuestionamiento que todas las sociedades se hacen y que está sujeto a sus valores y a su realidad económica, social y cultural. PRESIONES DE LA SOCIEDAD SOBRE LA ESCUELA Es indudable que la sociedad es la que determina lo que se ha de enseñar en las escuelas, más aún, este fenómeno ha quedado de manifiesto recientemente con la globalización de la economía donde lo que se ha de enseñar está enmarcado en los lineamiento que “sugieren” organismos internacionales a los países de la subestructura, llámese Banco Mundial, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), etcétera, lineamientos que no sólo marcan un perfil de egreso, sino también un nivel académico a la baja (técnico versus ingeniero). Pues bien mucho es lo que se ha dicho al respecto, pero sin duda existen aspectos ideológicos que inciden en las instituciones educativas y las condicionan también a elaborar planes y programas de estudio con base en tendencias económicas e ideológicas (Zarzar, 2009, p. 68), no necesariamente sustentados en las necesidades reales del aparato productivo de un país en particular, sino más bien con enfoques ideaUPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 listas o políticos de países hegemónicos. Sería conveniente que se intente hacer un análisis sobre las diversas características que presenta toda sociedad y de ahí retomar si la escuela desarrolla el currículo de acuerdo a necesidades reales del mercado de trabajo, o si se ha dejado llevar por el influjo de tendencias que los diversos medios de comunicación hacen que se vayan modificando los programas de estudio, al punto de egresar educandos no precisamente del prototipo descrito en los perfiles de egreso de sus planes de estudio, pero sí de los profesionales que una moda mediática podría haber impulsado. Definitivamente la situación económica es un factor determinante que impone a la escuela el tipo de egresados que le son necesarios e incluso indispensables para el desarrollo de áreas prioritarias para el bienestar común. De esta manera se puede ver que con cierta frecuencia se abren nuevos planteles para suplir la demanda de algunos tipos de profesionales o técnicos calificados, sólo que esto también obedece a tendencias que se ponen de moda, y es aquí cuando el presupuesto asignado a las escuelas no necesariamente puede estar debidamente asignado, sobre todo si no se han hecho estudios y proyecciones sobre el campo de trabajo en que habrán de insertarse los egresados. Por parte de los educandos, sus padres o tutores, existe otro tipo de presiones hacia las instituciones educativas, en base al supuesto de que sólo algunas carreras son las que les han de redituar un amplio bienestar económico y social a sus dependiente, actitud que tiene muy serias consecuencias: para la institución educativa en cuanto a la saturación de carreras; por cuanto hace a los educandos que se matriculan en una carrera desprovistos de vocación y de conocimiento acerca del campo de desarrollo profesional y de las áreas de aplicación, que no ne2011 9 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales cesariamente podrían ir de acuerdo con sus capacidades físicas y mentales, y desembocar en el fracaso, amén del gasto inútil para el Estado y la frustración para el egresado. En los países donde se practica y profesa una democracia orientada hacia todos los polos de la libertad y donde existen grandes flujos de comunicación vía el desarrollo tecnológico, las instituciones educativas están más supeditadas a las presiones sociales: primero por la libertad de expresión; segundo por la libertad para emigrar, inmigrar, elegir carrera, posibilidad de costearse los estudios, o las facilidades para obtener becas, mayor conocimiento del campo de trabajo, etcétera. Ante esta perspectiva las instituciones educativas sobre todo las de nivel técnico y profesional, deben estar preparadas para la absorción de educandos que presenten una gran variedad de características; tercero porque tratándose de países desarrollados el presupuesto para la institución está “asegurado” y con base en él deberá, preparar a sus egresados con un buen nivel de calidad. Hablar de la presión que ejerce una sociedad altamente desarrollada como es el caso de Japón, en función de las conductas observadas entre el estudiantado de diversos niveles, es un caso sobre el cual se debe meditar profundamente, ya que en nuestro contexto de cultura occidental no es posible sacrificar el “ser” por el “hacer”, y menos aún para traducir el producto intelectual totalmente a pesos, diríamos en este punto que la esencia del hombre es primero, que sus ideales nunca deben materializarse al extremo. Desde luego que es muy legítimo tender a la superación, al perfeccionamiento, siempre y cuando el hombre disfrute el trabajo, y no que lo tenga que padecer despojándose de toda sensibilidad, así como también es perfectamente válido el disfrutar del producto del trabajo. UPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 Conclusiones El hecho de vivir en sociedad conlleva una gran responsabilidad, tanto para las instituciones como para los individuos que la conforman, es por eso que la Evaluación Escolar debe seguir siendo un medio valorativo auxiliar de lo educativo, lo cual requiere de continuar realizando estudios sobre sus métodos, técnicas y procedimientos de aplicación e interpretación, por las implicaciones que estas revisten, tanto para los individuos como para la sociedad, ya que en la medida en que egresen de las escuelas personas más competentes para el trabajo se estará en mejores condiciones de dar respuesta a las demandas de esa sociedad que de diversas maneras contribuye a la realización de las aspiraciones de los educandos. Cierto es que en cualquier sistema y en cualquier país, el aparato productivo siempre absorberá de manera prioritaria a los profesionistas más calificados para el trabajo, es por ello que la tendencia educativa debe continuar en la línea de búsqueda de la eficiencia, por lo tanto de manera directa o indirecta deberá tratar de neutralizar las presiones que sobre la escuela ejercen los distintos actores de la sociedad y diversos agentes externos. Cabe señalar que la evaluación en sí misma no es garante de resultados positivos, para llegar a ellos es menester recordar que la evaluación es sólo uno de varios elementos del proceso educativo, el cual debe estar acorde con otros tales como: la formación del docente y la que se adquiera en un proceso continuo de actualización durante el tiempo que dure su desempeño, la carrera y condiciones para su desempeño, el apoyo administrativo, el diseño curricular en turno, los materiales de apoyo en cantidad y en calidad y ubicación, la disposición de las instalaciones, el equipo eléctrico y electrónico disponible, que la inversión económica sea 2011 10 La evaluación escolar y sus implicaciones sociales proporcional al número y necesidades de la población que se ha de atender en las aulas, y una acción decidida por parte de todos los actores involucrados en el referido proceso. Hace falta llevar a cabo una mayor discusión pública en el contexto educativo sobre aquello que debe ser evaluado, cómo debe ser evaluado y qué aspectos del currículo debieron haber sido enseñados a todos los estudiantes al concluir determinados niveles educativos, para esto se debe ir en busca de resultados basados en metas previamente establecidas, con un referente en estándares de aprendizaje claros. Mientras no exista claridad al respecto, tampoco existirá claridad ni para la enseñanza ni para la evaluación. Esta tarea requiere de un amplio debate social y de un trabajo que sea coordinado entre las academias o unidades que diseñan el currículo, siempre considerando el tipo de evaluación y las condiciones en la que habrá de ser aplicada, no perdamos de vista que si a la evaluación la llevamos hasta el punto de la estandarización podría permitirnos estar más cerca de lo que está demandando el campo laboral y de esta manera hacer más viable la posibilidad de tener egresados exitosos. Es necesario recapitular sobre los puntos esenciales que como efectos sociales tiene la evaluación, entre los que tenemos: la toma de conciencia de los docentes sobre la evaluación y los efectos que esta produce en los educandos para llevarla a cabo de la mejor manera posible; otro de sus efectos sociales es que al alumno se le llega a estigmatizar, se le etiqueta, pero aún puede llegar a fomentar el individualismo y la competencia entre desiguales, haciendo que la sociedad se convierta en empleadora sólo de aquellos que la escuela marcó como los “mejores”. De manera colateral se producen efectos psicológicos que van en perjuicio directo hacia el alumno, ya que la evaluación podría producir traumas al alumno misUPIICSA, XIX, VII, 55-56-57 mas que lo irían rezagando en el proceso de aprendizaje; se debe considerar también que con una inadecuada aplicación de la evaluación se puede generar un sentimiento de culpa en el alumno, al interior de la familia. La Evaluación Educativa por parte de los actores formativos debemos seguir considerándola como un valioso recurso que nos permita seguir diagnosticando, conociendo, corrigiendo y modificando aquellos aspectos que son inherentes al quehacer mismo del maestro, dejando en claro que el hecho de evaluar no debe ser considerado como un medio represivo y mucho menos que se utilice con la intención de etiquetar a los alumnos ante la sociedad. Bibliografía Álvarez, J. M. (1999). Valor social y académico de la evaluación. Volver a pensar la educación, 2, 8-10. Canales, A. (2007). Evaluación educativa: la oportunidad y el desafío. Reencuentro (UAM-Xoch.) (48), 40-46. Chapela Mendoza, M. C., Jarillo Soto, E. C. (2007). Autores, destinatarios y propósitos en la evaluación crítica de la educación. Reencuentro (UAM-Xoch.) (48), 47-54. Dahllöf, U. (1991). Dimensions of evaluation in higher education: report of the IMHE Study Group on evaluation in higher education. London: J. Kingley. 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