Perfil epidemiológico en Colombia de accidente ofidico Desde el 2004 el accidente ofídico es de notificación obligatoria para el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA,) indicado en la circular 092 del mismo año, lo que además, favorece la mejor comprensión por parte de los médicos respecto a este tema, tanto por su importancia e impacto epidemiológico, como por el mejoramiento que puede traer a la atención en salud y la notificación de mortalidad que permita hacer un seguimiento adecuado para valorar y disminuir riesgos posteriores. El suero antiofídico se encuentra cubierto dentro del Plan Obligatorio de Salud (POS) colombiano y por tanto debe proveerse por parte de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) o por las entidades territoriales cuando se trate de población que no cuenta con seguridad en salud. Colombia tiene dos laboratorios de producción de antivenenos antiofídicos: el del Instituto Nacional de Salud y el laboratorio Probiol (privado); que fabrican Sueros Antiofídicos Polivalentes (SAOP), es decir aquellos formados a partir de inmunoglobulinas purificadas hiperinmunes contra el veneno de diversos géneros (48). Además, Colombia está en la capacidad de importar antivenenos provenientes de Costa Rica, Brasil y México, para los casos en los que la producción nacional no supla las necesidades. Únicamente para el año 2010 se encuentra desglosada la frecuencia de presentación por departamentos, de esta forma, los primeros diez departamentos correspondieron a Antioquia (n=683), Norte de Santander (n=254), Meta (n=239), Bolívar (n=213), Córdoba (n=181), Cesar (n=177), Santander (n=157), Chocó (n=136), Sucre (n=136) y Putumayo (n=130) (51). Los géneros de serpientes con mayor importancia en el accidente son Bothrops con 1.251 casos, Micrurus con 54 casos, Crotalus con 33 casos, Lachesis con 27 casos, Serpientes no venenosas con 2 casos, e incluso hay reporte de accidente por Pelamis en 3 casos, u otros que quedaron sin identificar o clasificados como “otros” que correspondieron a 359 casos El género principalmente afectado entre 2006 y 2010 es el masculino con un 68% (n=1.211), y de los 572 casos en mujeres, se encontró que 19 eran gestantes (12 con edades gestacionales entre las 9.4 y 35 semanas y 7 en las que se desconoce) afectadas principalmente por escorpiones, serpientes, himenópteros y arañas, en ese orden de frecuencia. ACCIDENTE OFÍDICO EN EL EMBARAZO Poco se ha publicado acerca del accidente ofídico y sus consecuencias durante el embarazo. Estudios experimentales en ratones han mostrado que temprano en la gestación el veneno causa malformaciones y en las fases finales de esta produce daño tisular directo. La progresión del embarazo, depende del momento de la gestación, los accidentes en el primer trimestre son de mal pronóstico, con reportes de aborto hasta 43% de los casos. Los posibles mecanismos para explicar el aborto son la hipoxia asociada al choque, sangrado entre la placenta y la pared uterina, contracciones uterinas estimuladas por el veneno, y la fiebre producida por la destrucción tisular. Se sabe también que el veneno atraviesa la placenta, produciendo envenenamiento sistémico al feto aun sin evidencia de lesiones en la madre, pero los efectos exactos del veneno en humanos se desconocen. En las series de casos publicadas se han reportado, disminución o ausencia de los movimientos fetales, retardo del crecimiento intrauterino, malformaciones fetales. En la madre puede presentarse sangrado vaginal, aborto, abruptio placentario, actividad uterina y parto prematuro. Los hallazgos histopatológicos en la placenta en casos de aborto han revelado focos de necrosis y extensa congestión vascular. Las medidas iniciales de evaluación y manejo son idénticas para todos los pacientes, el pilar fundamental del tratamiento lo constituye el uso de antiveneno a las dosis establecidas según la clasificación de la severidad. Se debe controlar de manera estrecha la frecuencia cardiaca y los movimientos fetales, así como la aparición de sangrado vaginal y actividad uterina. Si se sospecha abruptio placentario la literatura recomienda no realizar tacto vaginal. La poca variabilidad en la frecuencia cardiaca fetal, y la disminución o ausencia de movimientos fetales, sugieren depresión del SNC del feto asociado a la hipoxia y se consideran parámetros de mal pronóstico. Es muy importante reconocer y tratar el choque lo más rápidamente posible en estas pacientes. El objetivo de la resucitación con líquidos es garantizar una adecuada perfusión útero placentaria para prevenir la hipoxia fetal, la madre debe colocarse en posición decúbito lateral izquierdo, suministrársele oxigeno y debe evitarse el uso de vasopresores como la adrenalina, (disminuye el flujo sanguíneo útero placentario) en caso de necesidad el vasopresor recomendado es la efedrina. Durante muchos años la fasciotomía ha sido la herramienta terapéutica más aceptada para el manejo del síndrome compartimental y en múltiples estudios se han demostrado sus bondades. No obstante su utilidad, se convierte en la puerta de entrada para la infección en áreas musculares previamente afectadas por la isquemia. Mucho se ha escrito acerca de la fasciotomía como una herramienta terapéutica en cualquier extremidad, pero se acepta que esta muestra sus mejores resultados en la extremidad superior, teóricamente con base en la mayor tolerancia de la extremidad superior a los efectos del síndrome compartimental; las series muestran desproporción en el porcentaje de fasciotomías en pacientes con trauma vascular de las extremidades superiores en comparación con las inferiores. Esta mejor tolerancia a la isquemia determinaría una mejor evolución clínica de las extremidades superiores que han requerido fasciotomía, con respecto a las extremidades inferiores. Bibliografia ALEJANDRA MARÍA RESTREPO HAMID. LINA MARÍA PEÑA ACEVEDO. ACCIDENTE OFÍDICO. ACTUALIZACION Y MANEJO [En línea] http://www.nasajpg.com/2011/09/08/accidente-of%C3%ADdico-actualizacion-y-manejo/ Ariadna Lorena Rodríguez Vargas. Comportamiento general de los accidentes provocados por animales venenosos en Colombia entre 2006 y 2010, atendidos en el Centro de Investigación, Gestión e Información Toxicológica de la Universidad Nacional de Colombia [En línea] http://www.bdigital.unal.edu.co/8874/1/598907.2012.pdf Lina M. Peña, MD. Sergio Parra, MD, MSc. Carlos A. Rodríguez, MD, MSc. Andrés F. Zuluaga, MD, MSc. Guía para el manejo del paciente intoxicado. Cuarta Edición [En línea] http://urgentools.es/Archivos/GuiaToxicologiaActualizadas2009.pdf