La libertad personal, como cualquier otro

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EL MINISTERIO PÚBLICO COMO GARANTE DE LOS DERECHOS HUMANOS
DE LOS DETENIDOS
JESSIE AMPUDIA CHAVEZ DE YARA
Fiscal Provincial Titular
Responsable Renadespple – Callao
SUMARIO: I. Introducción II. Derechos Humanos de los detenidos
1. Generalidades 2. Definición de Derechos Humanos 3. Sobre la
Flagrancia Delictiva 4. Sobre el Mandato Judicial III. Deber de
Protección del Estado IV. Derecho Supranacional e Interno Sobre la
Protección de los Derechos Humanos de los Detenidos 1. Derechos
Humanos del Detenido en los Instrumentos Internacionales y la
Jurisprudencia Supranacional 2. Derechos Humanos del Detenido en
la Legislación Nacional 3. El Plazo Razonable a. De la Detención
Preventiva b. Del Proceso 4. El Plazo Estrictamente Necesario 5. El
Habeas Corpus en Defensa del Derecho Constitucional a La Libertad
Personal V. Conclusiones
I. INTRODUCCIÓN:
Constitucionalmente se le asigna al Ministerio Público el Monopolio del ejercicio
público de la acción penal conforme lo establece el artículo 159 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado. En el mismo nivel de esta Titularidad reservada a
este Ministerio, se encuentra la Defensa de la Legalidad y los Derechos Humanos en
armonía con el artículo primero de la Ley Orgánica del Ministerio Público y conforme
así reza nuestro Himno “Es el Ministerio Público el más fiel guardián de la Ley, que
asume con devoción los anhelos ciudadanos de cuidar de la Nación y los Derechos
Humanos”.
En virtud de ello, así como tiene a su cargo, la Dirección y Conducción de la
investigación del delito, actuando de oficio, a instancia de la parte agraviada, por
acción popular o por noticia policial, también es el Defensor de los Derechos
Humanos de los detenidos.
Ahora, no es factible comentar sobre la detención, sino surge el concepto de
Libertad personal que se inspira en el Principio Constitucional plasmado en el
artículo 2 inciso 24 literal a) de la Carta Magna: “Nadie esta obligado a hacer lo que
la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe”. La libertad personal
como cualquier otro derecho fundamental reconocido constitucionalmente, no es
absoluto, puesto que su ejercicio puede sufrir limitaciones, como así, se verifica en
el artículo 2 inciso 24 literal f) de la Constitución Política del Estado que establece
expresamente “Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado
del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito…”
II. DERECHOS HUMANOS DE LOS DETENIDOS:
1. Generalidades:
Encontramos que al ser privado de su libertad un ciudadano, en flagrancia delictiva
o por mandato judicial, esta privación, en sentido amplio, podría permanecer en
diferentes fases, como es en la investigación preliminar del delito, en el
proceso penal o en reclusión con sentencia firme, en el caso del condenado
a pena privativa de la libertad efectiva. En cada una de estas fases
encontramos numerosos Derechos recogidos en Normas Internacionales y de
Derecho Interno, por lo que, más adelante se anunciaran algunos de estos
derechos.
1
Es innegable que cuando una persona ha sido arbitrariamente detenida se vulneren
otros derechos además de la libertad personal, como es justamente la integridad
personal, psíquica y moral, puesto que el trato que reciba basado en la ilegalidad
será inhumano y degradante, sobre estos términos se ha pronunciado la Corte
Interamericana de Derecho Humanos en reiterada jurisprudencia.
2. Definición de Derechos Humanos:
En numerosas sentencias, el Tribunal Constitucional se ha manifestado sobre la
definición de los Derechos Humanos y los principios que los erigen, mereciendo
atención cuando señala “Los derechos humanos son la expresión jurídica de un
conjunto de facultades y libertades humanas que encarnan las necesidades y
aspiraciones de todo ser humano, con el fin de realizar una vida digna, racional y
justa. Es decir que, con independencia de las circunstancias sociales y de las
diferencias accidentales entre las personas, los derechos humanos son bienes
que portan todos los seres humanos por su condición de tales….Por ello,
regulan la legitimidad de los sistemas políticos y de los ordenamientos jurídicos. La
noción de derechos humanos en sí misma está sujeta de manera permanente a la
tentación de manipularla. El Tribunal Constitucional, como supremo intérprete de la
Constitución, considera conveniente realizar una aproximación al tema desde la
dogmática constitucional que permita su comprensión….Sobre ellos es posible
predicar que son tributarios de los principios de universalidad,
imprescriptibilidad, irrenunciabilidad e inalienabilidad, inviolabilidad,
eficacia, trascendencia, interdependencia y complementariedad, igualdad,
progresividad e irreversibilidad y corresponsabilidad…”1
3. Sobre la Flagrancia Delictiva
Como se ha señalado, la Constitución Política del Estado, autoriza a la autoridad
policial a proceder a la detención de una persona en flagrante delito. Ahora,
mediante Ley 29569 del 25 de agosto de 2010, que modifica el artículo 259 del
Código Procesal Penal, la sistemática legislativa ha generado que el concepto de
flagrancia delictiva se amplíe hasta el plazo de veinticuatro horas de producido el
hecho punible, contemplando cuatro supuestos de flagrancia delictiva, manteniendo
la flagrancia estricta (inciso primero) y la cuasi flagrancia (inciso segundo),
implementando la figura de la flagrancia delictiva cuando el agente es identificado y
es encontrado dentro de las 24 horas (inciso tercero) y modificaría drásticamente el
concepto de Presunción de Flagrancia (inciso cuarto) 2; ampliación del plazo legal
para que la policía nacional pueda proceder a la detención del agente sin mandato
judicial, como consecuencia justamente del crecimiento de la delincuencia común y
organizada, criterio que obedecería a razones de política criminal, frente a la
imposibilidad recurrente de no capturarse al autor o partícipe en forma inmediata,
pero que podría dar lugar a excesos y devendría en arbitraria al momento de
procederse a la detención de un ciudadano, más aún, si tenemos en cuenta que el
Tribunal Constitucional mantiene su posición sobre los requisitos necesarios para
que exista flagrancia, señalando inclusive en una de sus últimas sentencias “… La
flagrancia en la comisión de un delito, presenta dos requisitos
insustituibles: a) La inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté
cometiendo o que se haya cometido instantes antes; b) La inmediatez personal,
que el presunto delincuente se encuentre ahí, en ese momento en situación y con
1
Fundamento 71 de la Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 03 de junio de 2005. En el proceso de
Inconstitucionalidad – Colegios de Abogados del Cusco y del Callao y más de 5,000 ciudadanos C/ Congreso de la
República “Las letras en cursiva y resaltado en negrillas son nuestras”
2
Ley 29569 artículo 1ro que modifica el articulo 259 del Código Procesal Penal, cuyo articulado rige en todo el País.
2
relación al objeto o a los instrumentos del delito, que ello ofrezca una prueba
evidente de su participación en el evento delictivo (…)” 3
4. Sobre el Mandato Judicial:
El Órgano Jurisdiccional puede dictar medidas coercitivas personales provisorias y
pena privativa de libertad, que restringen principalmente el derecho a la libertad.
Estas medidas coercitivas pueden ser entre otras, la detención preliminar,
convalidación de detención, prisión preventiva, internación preventiva del imputado
en un centro psiquiátrico. No se puede dejar de mencionar a la pena privativa de la
libertad propiamente dicha, puesto que si bien las consecuencias jurídicas son
diferentes a una detención provisional, es indudable que los efectos personales son
similares; sobre este punto, ha comentado el Tribunal Constitucional en una de
sentencias “…. Más allá de los distintos presupuestos que justifican el dictado, de
un lado, de una detención provisional, y, de otro, de una pena privativa de libertad,
lo cierto es que los efectos personales generados por el dictado de una u otra son
sustancialmente análogos. No sólo resulta que ambas son cumplidas en un
establecimiento penitenciario, sino que, en los hechos producen el mismo grado de
limitación de la libertad personal, la misma sensación de encierro, la misma
aflicción psicosomática que conlleva la separación del núcleo familiar, la
imposibilidad de desempeñar el empleo, y, en general, el brusco quiebre que
representa el tránsito de una vida desarrollada fuera de las paredes de un penal, a
una sometida al férreo régimen disciplinario propio de todo centro de reclusión…”4
Es claro, que la facultad reservada al Órgano Jurisdiccional para emitir ordenes de
detención, esta condicionada al requisito Constitucional de motivación de las
resoluciones judiciales, puesto que de lo contrario dicha detención resultaría
arbitraria.
III. DEBER DE PROTECCIÓN DEL ESTADO:
Nuestra Constitución desde su primer artículo proclama “La defensa de la persona
humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la Sociedad y del
Estado”. Es más, téngase en consideración que al Estado, no sólo le compete
proteger a los ciudadanos nacionales o extranjeros de las amenazas contra su
seguridad, pues conforme reza el artículo 44 de la Constitución Política del Perú
“Son deberes primordiales del Estado: (…) garantizar la plena vigencia de los
derechos humanos; proteger a la población de las amenazas contra su seguridad;
y promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo
integral y equilibrado de la Nación”.
Este deber de protección de los derechos humanos no sólo emerge de la Carta
Magna, sino que la Legislación Supranacional como la Convención Americana de
Derechos Humanos obliga a los Estados parte, entre los que se encuentra el Estado
Peruano, a velar por el respeto de los derechos y libertades reconocidos en la
Convención sin ningún tipo de discriminación por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, o de
cualquier posición económica o social. …”5
Existe abundante jurisprudencia internacional, como es el Caso de los Hermanos
Gomez Paquiyauri vs el Estado Peruano, Caso Loayza Tamayo vs Perú, donde la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha concluido entre otros, que el
Estado Peruano violó el derecho a la libertad personal y a la integridad personal,
3
Fundamento 3 de la Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 22 de junio de 2011, publicada en la Página
Web del Tribunal Constitucional con fecha 11 de julio de 2011. “Las letras en cursiva y resaltado en negrillas son
nuestras”
4
Jurisprudencia citada por el Jurista José Antonio Caro John. Diccionario de Jurisprudencia Penal. GRIJLEY. 2007.
p.p.194. – STC. Exp. 0019-2005-AI, FF.JJ. 8 y 9. “Las letras en cursiva son nuestras”
5
Convención Americana de Derechos Humanos – Artículo 1, suscrita por el Gobierno Peruano el 27 de julio de
1977.
3
derechos reconocidos por la Convención, disponiendo que es obligación del Estado,
investigar juzgar y sancionar a los responsables de la violación de derechos
humanos fijando la indemnización por el daño material y moral. 6
IV. DERECHO SUPRANACIONAL E INTERNO SOBRE LA PROTECCION DE LOS
DERECHOS HUMANOS DE LOS DETENIDOS:
1. Derechos Humanos del Detenido en los Instrumentos Internacionales y
la Jurisprudencia Supranacional:
Es de destacarse, que siendo una de las características de los derechos humanos la
universalidad, estos se encuentran igualmente presentes en el Derecho Interno sin
distinción en la Etapa Pre-Jurisdiccional y Judicial. Mención sobre el particular
merecen también los derechos humanos de los condenados a pena privativa de
libertad efectiva, pues conforme se ha referido, estas personas igualmente se
encuentran privadas de su libertad.
Entre las normas del Derecho Supranacional, merecen especial referencia los
derechos, que en casos sobre detención y afines, han sido declarados por la
Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos, la Convención
contra la Tortura y otros Tratos o Penas crueles, Inhumanos o Degradantes, entre
otros Instrumentos Internacionales que el Estado Peruano ha suscrito y ha
ratificado; así como, entre otros, la Jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos,.
La Declaración Universal de Derechos Humanos ha proclamado en su Artículo 9
“Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado” y en el Artículo
9(1) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos se dispone “Todo
individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser
sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad,
salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en
ésta”
Igualmente encontramos en el artículo 7 de la Convención Americana de Derechos
Humanos, un abanico de derechos relativos a la Libertad Personal, rechazando toda
forma de detención arbitraria, invocando el derecho de información del detenido
sobre las razones de su detención, el derecho del detenido a ser puesto a
disposición sin demora ante la autoridad competente, a ser juzgado en un plazo
razonable o ser puesto en libertad; igualmente en su artículo 5, se encuentran un
haz de derechos relativos a la Integridad Personal, que comprende el respeto a la
integridad física, psíquica y moral, el derecho a no ser sometido a tratos crueles,
inhumanos o degradantes, que los procesados deben estar separados de los
condenados y que las penas privativas de libertad tienen por finalidad la reforma y
la readaptación social de los condenados.
La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas crueles, Inhumanos o
Degradantes, en concordancia con el artículo 5 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos y el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, rechazando todo acto de tortura o tratos crueles, destaca entre otros, que
toda declaración que haya sido hecha como resultado de tortura no podrá ser
invocada como prueba en ningún procedimiento, con la salvedad de que pueda
servir como prueba contra el acusado de tortura.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos en forma reiterada ha sostenido
que quien sea detenido “Tiene derecho a vivir en condiciones de detención
6
Sentencias de fechas 08 de julio de 2004 y 17 de noviembre de 1997 emitidas por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos
4
compatibles con su dignidad personal y el Estado debe garantizarle el derecho a la
vida y a la integridad personal” 7
2. Derechos Humanos del Detenido en la Legislación Nacional:
Los Magistrados del Ministerio Público y el Poder Judicial, consecuentes con su
obligación de motivar las decisiones, en sus diferentes pronunciamientos fiscales y
resoluciones judiciales sobre la materia abordada, enuncian no sólo la Legislación
Supranacional, sino de Derecho interno y más aún los diferentes precedentes
vinculantes y jurisprudencia emitida por el Supremo Interprete de la Constitución,
en armonía con los artículos VI y VII del Código Procesal Constitucional; así como la
Jurisprudencia de los Órganos Jurisdiccionales Supremos en concordancia con el
artículo 301-A del Código Procedimientos Penales (Distritos Judiciales donde se
aplica el Sistema Procesal Mixto) y el artículo 433 del Nuevo Código Procesal Penal
referido al contenido esencial de la sentencia casatoria y pleno casatorio.
La Carta Magna reconoce en su Art. 2 (24) el derecho a la libertad y a la seguridad
personales, los mismos que a su vez fundamentan diversos derechos
constitucionales como el reconocimiento de la restricción o limitación de la libertad
personal solo mediante ley, los principios de legalidad y presunción de inocencia,
legalidad de la detención emanada de resolución motivada del juez o en flagrante
delito, Prohibición de la incomunicación salvo cuando es indispensable en el
esclarecimiento de un delito, y, solo en la forma y tiempo prescrito por ley, Rechazo
de toda forma de violencia moral, psíquica y física, tortura o tratos inhumanos o
degradantes, declarando la ausencia de valor de las declaraciones obtenidas por la
violencia.
Igualmente el derecho al debido proceso contiene las garantías mínimas que deben
imperar en un proceso, y encuentran correspondencia con los derechos de los
detenidos. El debido proceso es pues “un derecho fundamental de carácter
instrumental que se encuentra conformado por un conjunto de derechos esenciales
(como el derecho de defensa, el derecho a probar, entre otros) que impiden que
la libertad y los derechos individuales sucumban ante la ausencia o
insuficiencia de un proceso o procedimiento, o se vean afectados por cualquier
sujeto de derecho (incluyendo al Estado) que pretenda hacer uso abusivo de
éstos”8 Se destacan en el artículo 139 de la Constitución Política del Estado, un
conjunto de principios y derechos, como el derecho al debido proceso y la tutela
jurisdiccional, el derecho a la publicidad de los procesos, el derecho a la motivación
escrita de las resoluciones judiciales, el derecho a la pluralidad de la instancia, el
derecho a indemnización por los errores judiciales en procesos penales y por las
detenciones arbitrarias, el principio de no dejar de administrar justicia por vacío o
deficiencia de la ley, el principio de inaplicación de la analogía de la ley penal, el
principio de no ser penado sin proceso judicial, la aplicación de la ley más favorable
al procesado en caso de duda o de conflicto entre leyes penales, el principio de no
ser condenado en ausencia, la prohibición de revivir procesos fenecidos con
resolución firme, el principio de no ser privado de defensa en ningún estado del
proceso, el principio de que toda persona debe ser informada inmediatamente y por
escrito de la causa o razones de su detención, el principio de gratuidad de la
administración de justicia y de la defensa gratuita para las personas de escasos
recursos y los casos establecidos por ley, el derecho de los reclusos de ocupar
establecimientos adecuados y el principio de que el régimen penitenciario tiene por
objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la Sociedad.
7
Fabián Novak-Sandra Namihas. Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Academia de la Magistratura.
Noviembre 2004. p.p. 177.
8
Fundamento 22 de la Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 05 de julio de 2004. Exp. No. 0090-2004AA/TC. En la Acción de Amparo interpuesto por don Juan Carlos Callegari Herazo “Las letras en cursiva y resaltado
en negrillas son nuestras”
5
3. EL PLAZO RAZONABLE:
a. De la Detención Preventiva:
Como medida coercitiva la detención preventiva no puede ser la regla general,
porque su naturaleza es excepcional, toda vez, que solamente opera cuando sea
estrictamente necesario para que el proceso se desenvuelva sin obstáculos; por
ende, una vez que desaparezcan alguno de los supuestos que la originaron o se
prolonga más de lo estrictamente indispensable, deberá ordenarse la libertad
inmediata del detenido.
Conviene precisar que la doctrina ha diferenciado el plazo legal que es el
establecido por ley, al plazo razonable que es el plazo concreto considerando la
complejidad del asunto, dilación indebida, cantidad de imputados, si es o no una
organización criminal entre otros.
Los presupuestos materiales para esta medida coercitiva se encuentran
contemplados en el artículo 135 para los distritos donde rige el Sistema Procesal
antiguo (Código Procesal Penal de 1991) y el artículo 268 para los distritos donde
se aplica el Sistema Procesal Penal nuevo (Código Procesal Penal de 2004).
Sobre el particular, es de conocimiento que el Tribunal Constitucional ha venido
aclarando con el tiempo los criterios para determinar el plazo razonable en la
prisión preventiva, desde el precedente vinculante referido al Plazo Razonable de la
Prisión Preventiva, donde hizo mención entre otros, al Caso Berrocal Prudencio en
el que estableció que para determinar si la duración de la detención judicial ha
excedido o no, debe en síntesis tenerse en cuenta, la naturaleza y complejidad de
la causa y la actitud de los protagonistas del proceso;9 el Precedente Vinculante del
Principio tempos regit actum, en el que preciso que, si el plazo de detención en el
proceso penal ordinario es de 18 meses, el mismo se duplica en caso de terrorismo,
tráfico ilícito de drogas, espionaje u otro de naturaleza compleja contra más de diez
imputados,10 y, el Precedente Vinculante referida al Plazo del Proceso y de
detención en relación a la conducta obstruccionista del procesado, donde se refirió
que constituye una conducta obstruccionista, cuando el imputado logra salir del
territorio del País obligando a las autoridades a recurrir al procedimiento de
extradición. 11 Finalmente, sobre este tema, no puede dejar de mencionarse la
sentencia emitida en el Proceso de Hábeas Corpus interpuesto por uno de los
procesados del Proceso que por Tráfico Ilícito de Drogas se seguía a los integrantes
del Cártel de Tijuana, en la cual dejo establecido que en los casos de
Organizaciones dedicadas al Tráfico Ilícito de Drogas con connotación internacional,
que implican un grave peligro para la soberanía nacional, la estabilidad del sistema
democrático, la seguridad ciudadana y la sociedad en general, y las circunstancias
especiales del caso en concreto, hacen razonable la prolongación del plazo de
detención más allá del plazo ordinario de 36 meses.12
b. Del Proceso:
Instrumentos Internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica), que forma parte del derecho nacional en virtud de lo dispuesto por el
artículo 55 de la Constitución Política del Estado consagran la garantía de la
razonabilidad de los plazos en el proceso.
9
Fundamento 19 - Precedente Vinculante del Tribunal Constitucional de fecha 29 de diciembre de 2004. Exp. 37712004-HC. En el Recurso de Agravio Constitucional interpuesto por Miguel Cornelio Sanchez Calderón.
10
Fundamento 13 - Precedente Vinculante del Tribunal Constitucional de fecha 17 de mayo de 2005. Exp. 24962005-HC. En el Recurso de Agravio Constitucional interpuesto por Eva Rosario Valencia Gutierrez.
11
Fundamento 1 - Precedente Vinculante del Tribunal Constitucional de fecha 13 de abril de 2005. Exp. 1257-2005PHC/TC. En el Recurso de Agravio Constitucional interpuesto por Sergio Chavez Jauregui.
12
Fundamento 28 – Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 27 de julio de 2006. Exp. 7624-2005-PHC/TC.
En el Recurso de Agravio Constitucional interpuesto por Hernan Ronald Buitrón Rodriguez.
6
Todo justiciable tiene derecho a ser investigado y juzgado en un plazo razonable,
sobre este derecho, se ha pronunciado en reiteradas sentencias el Tribunal
Constitucional, proclamando que se vulnera el principio de interdicción de la
arbitrariedad cuando una persona se encuentra sometida a un estado permanente
de investigación fiscal y judicial; inclusive se destaca la sentencia en la cual, precisa
que aún cuando no se encuentra vigente el Código Procesal Penal, en Distritos
Judiciales como Lima, deberá tomarse en cuenta el plazo de investigación
preliminar de este Código Procesal Penal al momento de evaluar una probable
arbitrariedad en la investigación13. Bajo este marco directriz se puede concluir que
el derecho a un plazo razonable, es una condición esencial de la garantía del debido
proceso y la tutela judicial efectiva, que también resulta de aplicación y exigibilidad
en la etapa de investigación preliminar.
Es evidente que uno de los inconvenientes que enfrentamos quienes nos
encontramos al servicio de la Administración de Justicia, como es el Ministerio
Público, es enfrentar los obstáculos que algunas veces se presentan a lo largo de la
Investigación preliminar (Sistema Procesal Penal antiguo y con el Nuevo
Sistema Procesal Penal) y/o Investigación preparatoria (Nuevo Sistema Procesal
Penal). En el primer caso, practicar los actos de investigación que permitan
comprobar la imputación o los que conduzcan a eximir o atenuar la responsabilidad
del imputado en un plazo razonable; y en el segundo caso, cuando haya decidido
emitir su disposición de formalización y continuación de la Investigación
Preparatoria, al existir indicios reveladores de la existencia del delito, que la acción
penal no ha prescrito, que se haya individualizado al presunto autor, y satisfecho de
ser el caso, los requisitos de procedibilidad, que esta investigación se realice en un
plazo razonable. Y es que, no podemos dejar de desconocer que si bien el Ministerio
Público tiene el Rol de Defensor de la Legalidad, en este caso, de velar por el
cumplimiento del plazo en la investigación e inclusive, una vez judicializado, velar
también por este cumplimiento, pero además, tiene como obligación
constitucional y su razón de ser, la persecución de delitos, por ende, debe
evitar por cualquier motivo la impunidad de un hecho delictuoso. De alguna forma,
en comunión con esta doble función: Defensor de la Legalidad y Titular del Ejercicio
Público de la Acción Penal, es reconfortante, la solución encontrada por nuestro
Máximo Interprete de la Constitución en una de sus sentencias, elevada a calidad
de Doctrina Jurisprudencial, cuando al referirse al plazo razonable, aclara que la
tutela de este derecho, no puede conllevar a la exclusión del demandante del
Hábeas Corpus de la investigación preliminar, sino que corresponde al Ministerio
Público, en el plazo más breve posible pronunciarse sobre el fondo del asunto, ya
sea formalizando denuncia o disponiendo el archivo definitivo de la investigación. 14
4. El Plazo Estrictamente Necesario:
Nuestra Carta Magna ha dispuesto los plazos máximos de detención, vencidos los
cuales el detenido, debe ser puesto a disposición de la autoridad judicial
correspondiente, como sabemos, en el caso de delitos comunes, dentro de las
veinticuatro horas y en delitos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas en
un término no mayor de quince días naturales. Estos son los plazos legales
máximos que contempla la Constitución, sin embargo, en la práctica, ocurre que
antes del vencimiento de estos plazos, en muchas investigaciones preliminares
se ha concluido con los actos de investigación que el Fiscal ha considerado
necesario, ya sea para formalizar denuncia penal o disponer la formalización y
continuación de la investigación preparatoria. Para ejemplificar, esto suele ocurrir,
en los casos de Tráfico Ilícito de Drogas, en su modalidad de Micro-Comercialización
de Drogas, donde resultaría por demás ilegal y arbitrario, si habiendo concluido con
13
Fundamento 5 y 8 de la Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 06 de noviembre del 2009, recaída en el
Exp. 6079-2008-PHC-TC (Caso: José Humberto Abanto Verastegui)
14 Fundamento 12 de la Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 11 de agosto de 2010, recaída en el Exp. 27482010-PHC-TC (Caso: Alexander Mosquera Izquierdo)
7
los actos de investigación como la realización entre otros, de actas de incautación,
registros domiciliarios, allanamiento y descerraje autorizado judicialmente, pericias
preliminares o definitivas de droga, pericias toxicológicas, declaración de las
autoridades policiales intervinientes, declaración de testigos, declaración de
imputados, se mantenga indebidamente a una persona detenida sin ponerla a
disposición de la autoridad judicial competente.
Al respecto, en una admirable sentencia, ampliamente conocida por el Ministerio
Público y el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, se ha pronunciado sobre el
Plazo Estrictamente Necesario, precisando como reglas normativas, una sustancial
y otra procesal. En cuanto, a la primera regla, se refiere en síntesis, que si bien el
plazo de detención que contempla la Constitución es un plazo máximo de carácter
absoluto, este plazo no es el único, puesto que también existe el plazo
estrictamente necesario; de tal forma, que si una detención no ha excedido el plazo
máximo, este dato no será suficiente para evaluar si es o no Constitucional, ya que
esta detención no puede durar más allá del plazo estrictamente necesario;
agregando que el límite máximo debe establecerse en relación a la dificultad para
realizar determinadas pericias o exámenes, el comportamiento del afectado con la
medida, entre otros. En relación, a la segunda regla, establece en concreto, en
otros, que el derecho a ser puesto a disposición de la autoridad judicial dentro del
plazo estrictamente necesario de la detención o dentro del plazo máximo de la
detención es oponible frente a cualquier supuesto de detención o privación de la
libertad personal, que se encuentre regulado por el ordenamiento jurídico, como
por ejemplo, la detención policial, detención preliminar judicial, etc. 15
5. El Hábeas Corpus en Defensa del Derecho Constitucional a la Libertad
Personal:
Constitucionalmente el proceso de Habeas Corpus, se ha consagrado como una
garantía constitucional que procede contra el hecho u omisión, de parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que amenaza o vulnera la libertad
individual o los derechos constitucionales conexos.
La libertad individual como derecho continente contiene otros derechos
Constitucionalmente protegidos, por ello, el Código Procesal Constitucional,
enumera los derechos que conforman la libertad individual haciendo la salvedad
que también procede para los derechos conexos a la libertad individual,
especialmente cuando se trata del debido proceso y la inviolabilidad de domicilio
(Art. 25). Igualmente contempla las formalidades del procedimiento, en lo que se
refiere a legitimación tanto de la persona perjudicada o por cualquier otra persona
a su favor, la competencia judicial, trámite, sentencia y apelación.
El Supremo Interprete de la Constitución ha enunciado en sus diferentes
jurisprudencias, las diferentes clases de Hábeas Corpus, destacándose entre ellas,
la emitida en el Caso de Eleobina Mabel Aponte Chuquihuanca; entre estos, el
Hábeas Corpus Reparador que es el Hábeas Corpus por excelencia o la
modalidad clásica, que se presenta cuando se ha producido una detención arbitraria
o ilegal de la libertad física, ya sea como consecuencia de una orden policial, de un
mandato judicial, de una decisión de un particular sobe el internamiento de un
tercero en un centro psiquiátrico sin el requisito previo de una interdicción civil,
cuando en forma negligente la autoridad penitenciario mantiene a un condenado en
prisión pese a haberse cumplido la pena; Habeas Corpus Restringido se utiliza
cuando la libertad física o de locomoción es objeto de molestias, obstáculos,
perturbaciones o incomodidades, que causan una restricción para su ejercicio; el
Hábeas Corpus Correctivo procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a
la vida, la integridad física y psicológica, por ende, al trato digno y no ser objeto de
penas o tratos inhumanos o degradantes o el derecho a la salud de la personas
15
Fundamento 12 del Precedente Vinculante del Tribunal Constitucional de fecha 28 de diciembre de 2009, recaída en el
Exp. 6423-2007-PHC/TC (Caso: Ali Guillermo Ruiz Dianderas)
8
recluidas en establecimientos penitenciarios o personas que se encuentren
internadas en establecimientos públicos o privados; Hábeas Corpus Preventivo
cuando pese ha no haberse concretado la privación de la libertad, existe la
amenaza cierta e inminente de que esto ocurra; Hábeas Corpus Traslativo
cuando ha existido mora en un proceso judicial u otras violaciones al debido
proceso o a la tutela judicial efectiva. Hábeas Corpus Instructivo se utiliza
cuando no sea posible ubicar el paradero de personas detenidas-desaparecidas;
Hábeas Corpus Innovativo procede cuando a pesar de haber cesado la amenaza
o violación de la libertad personal, se requiere la intervención judicial para que
estas amenazas no se repitan en el futuro y el Hábeas Corpus Conexo que se
utiliza cuando se restringe el derecho de defensa o de ser obligado a prestar
juramento, o compelido a reconocer culpabilidad contra si mismo, contra él o la
cónyuge, entre otros. 16
V.- CONCLUSIONES:
1.- El Ministerio Público en armonía con su doble función de Titular del Ejercicio
Público de la Acción Penal y Defensor de la Legalidad y de los Derechos Humanos,
tiene a su cargo la Dirección y Conducción de la Investigación del Delito y también
velar porque en las diversas instancias, se respeten los derechos humanos de los
detenidos.
2.- Como se ha sostenido, si bien el Ministerio Público tiene el Rol de Defensor de la
Legalidad, y por ende, debe velar por el cumplimiento del plazo en la investigación
e inclusive, una vez judicializado el caso, velar también por este cumplimiento; sin
embargo, además, tiene como obligación Constitucional, la persecución de delitos,
por ello, debe evitar por cualquier motivo la impunidad de un hecho delictuoso; en
consecuencia si una investigación ha excedido el plazo razonable deberá
pronunciarse por el fondo del asunto, ya sea formalizando o archivando el mismo, y
nunca jamás excluir a la persona investigada sin la emisión de un pronunciamiento
concreto.
3.- El Representante del Ministerio Público, deberá continuar como parte de su
Gestión, fomentar reuniones de trabajo con la Policía Nacional del Perú, que
generen directivas de trabajo o pautas, y en especial, sobre temas concurrentes
relacionados entre otros, al respeto de la libertad personal, los requisitos
insustituibles de la flagrancia delictiva, el plazo razonable de investigación y el
plazo estrictamente necesario de detención. Así mismo, reuniones de trabajo, para
abordar temas de aplicación de medidas coercitivas provisionales, como la
detención preliminar, la convalidación de detención, que eviten arbitrariedades de
detenciones sin flagrancia delictiva; para tal efecto, en forma ilustrativa deberá
contrastarse con hechos reales y concretos dentro de cada Distrito Judicial.
4.- En relación al Plazo Estrictamente Necesario de la Detención, es necesario
abordar la problemática de las detenciones por Tráfico Ilícito de Drogas, ya sea
cuando en la investigación concurra sólo este ilícito penal o cuando exista un
concurso real con otros delitos, puesto que tanto el plazo legal (hasta 15 días) y el
plazo estrictamente necesario, autoriza la detención por el ilícito antes mencionado,
y por tanto, resultaría ilegal y arbitrario que durante ese lapso de tiempo sólo se
investigue el ilícito o ilícitos (Homicidio, Robo Agravado, Tenencia Ilegal de Armas
y/u otros) que concurren con el Tráfico Ilícito de Drogas, y pueda presentarse
inacción de actos de investigación con respecto a este último delito.
5.- Finalmente, el Representante del Ministerio Público, con plena autonomía e
independencia de otros Órganos del Estado, debe actuar siempre objetivamente y
dentro de los márgenes que establecen los Instrumentos Internacionales, la
Legislación y Jurisprudencia Nacional, y nunca influenciar su criterio discrecional
basándose en apreciaciones subjetivas de personas naturales, entidades, medios de
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Fundamento 6 de la Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 23 de marzo de 2004. Exp. No. 2663-2003HC/TC
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comunicación, entre otros. De tal forma, que sin temor se deberá disponer la
libertad inmediata de un ciudadano que ha sido detenido arbitrariamente, puesto
que la Libertad Personal es uno de los pilares de todo Estado Constitucional de
Derecho, y su ejercicio sólo puede sufrir las limitaciones que impone la
Constitución.
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