Análisis comparativo de la utilización del espacio y del desempeño

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TRABAJO FIN DE ESTUDIOS
Título
Análisis comparativo de la utilización del espacio y del
desempeño técnico, en las modalidades de Fútbol 3 y
Fútbol 5, mediante modelos de regresión logística
Autor/es
José Ignacio Pérez Castellanos
Director/es
Daniel Lapresa Ajamil
Facultad
Facultad de Letras y de la Educación
Titulación
Master universitario en Investigación en Bases psicológicas de la Actividad Físico-deportiva
Departamento
Curso Académico
2012-2013
Análisis comparativo de la utilización del espacio y del desempeño técnico, en
las modalidades de Fútbol 3 y Fútbol 5, mediante modelos de regresión
logística, trabajo fin de estudios
de José Ignacio Pérez Castellanos, dirigido por Daniel Lapresa Ajamil (publicado por la
Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los
titulares del copyright.
©
©
El autor
Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2013
publicaciones.unirioja.es
E-mail: publicaciones@unirioja.es
Departamento de Ciencias de la Educación
TRABAJO FIN DE MASTER
Análisis comparativo de la utilización del espacio y del desempeño
técnico, en las modalidades de Fútbol 3 y Fútbol 5, mediante modelos de
regresión logística
José Ignacio Pérez Castellanos
Director: Dr. Daniel Lapresa Ajamil
Logroño, 2013
Visto bueno del Director para la presentación
del trabajo de investigación:
Fdo.: Dr. Daniel Lapresa Ajamil
Índice
INDICE
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Aproximación conceptual: iniciación deportiva y fútbol base...……..........
1
1.2. Estructura del fútbol base en La Rioja 2012/2013………………………...
6
1.3. La categoría prebenjamín en La Rioja 2012/2013…………………………
8
1.4. El espacio de juego ……………...………………………………………...
10
1.5. De las habilidades motrices fundamentales a la técnica deportiva.……......
13
1.5.1. Las habilidades motrices específicas -técnica- del fútbol…..…….....
15
1.5.2. Acciones técnicas recomendadas en fútbol para la categoría
prebenjamín.........................................................................................
18
1.6. Estudios previos……………………………………………………………
21
1.6.1. Referidos a la adaptación del deporte al niño…..…………………...
21
1.6.2. Referidos a la adaptación del fútbol al niño…………………………
23
1.6.3. Referidos a la adaptación del fútbol al niño que utilizan
metodología observacional…..………………………………………
25
1.6.4. Estudios del ámbito deportivo que utilizan modelos de regresión
logística……………………………………………………………...
28
1.7. Planteamiento del problema……………………………………………...
29
1.8. Objetivos…………………………………………………………………
30
III
Índice
2. MÉTODO
2.1. Decisiones metodológicas…………………………………………………
33
2.2. Diseño de la investigación……………………………...………………….
34
2.3. Participantes………………………………………….…………………….
35
2.4. Instrumentos…………………………………………………………….....
35
2.4.1. Infraestructura y materiales………………..………………………...
35
2.4.2. Instrumento de observación………………..………………………..
36
2.4.2.1. Estructura del instrumento de observación………………...
37
2.4.3. Instrumentos de filmación y digitalización de imágenes………........
49
2.4.4. Instrumentos de registro y codificación………………..……………
50
2.4.5. Instrumentos de análisis………………..……………………………
50
2.5. Procedimiento……………………………………………………………...
50
2.6. Registro y codificación de los datos……………………………………….
52
2.7. Control de la calidad del dato……..…………………………………….....
56
2.8. Análisis estadístico de los datos: regresión logística……..……………......
58
3. RESULTADOS
3.1. De la calidad del dato ……………………………………………………..
65
3.2. Del análisis de regresión logística múltiple………………………………..
65
3.3. Del análisis de regresión logística simple.…………………………………
78
3.3.1. Del primer modelo de regresión logística simple -si el contacto
supone tiro o implica continuidad de ataque-…………….................
78
3.3.2.Del segundo modelo de regresión logística simple -si el contacto
implica conducción-…………………………………………………
82
3.3.3. Del tercer modelo de regresión logística simple -si el contacto
supone tiro o implica continuidad de ataque e implica conducción-..
IV
86
Índice
4. DISCUSIÓN
4.1. De los resultados obtenidos a partir del modelo de regresión logística
múltiple…………………………………………………………………….
93
4.2. De los resultados obtenidos a partir de los tres modelos de regresión
logística simple ……………………………………………………............
95
4.2.1. De los resultados del primer modelo de regresión logística simple si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque propio-…
95
4.2.2. De los resultados del segundo modelo de regresión logística simple
-si el contacto implica conducción-………………………………….
96
4.2.3. De los resultados del tercer modelo de regresión logística simple -si
el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque e implica
conducción-………………………………………………………….
96
4.3. De la propuesta de una modalidad de fútbol más adaptada para la
categoría prebenjamín …………………………………………..................
97
5. CONCLUSIONES
5.1. Conclusiones……………………………………………………..............
99
5.2. Propuestas de futuro……………………………………………………...
101
6. REFERENCIAS……………………………………………………………
103
V
Índice de Figuras
INDICE DE FIGURAS
Figura 1
Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín...………………
10
Figura 2
Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín –área-…………
11
Figura 3
Portería reglamentaria de la categoría prebenjamín………………...
11
Figura 4
Propuesta de Lapresa, Arana, Garzón, Egüen y Amatria (2008)…...
25
Figura 5
División zonal del campo de F-5…………………………………...
39
Figura 6
División zonal del campo de F-3…………………………………...
40
Figura 7
División del campo: Sectores de F-5……………………………….
43
Figura 8
División del campo: Corredores de F-5…………………………….
43
Figura 9
División del campo: Sectores de F-3……………………………….
44
Figura 10
División del campo: Corredores de F-3…………………………….
44
Figura 11
Ilustración del instrumento de registro mediante Theme Coder……
54
Figura 12
Datos referidos al “Espacio” tras recodificación con SPSS, versión
15.0.…………………………………………………………………
Datos referidos a los “Contactos” tras recodificación con SPSS,
versión 15.0…....................................................................................
55
Ilustración del cálculo del coeficiente Kappa de Cohen……………
57
Figura 13
Figura 14
56
VII
Índice de Tablas
INDICE DE TABLAS
Tabla 1
Edades de iniciación deportiva, según Almaguer (2004)…………...
2
Tabla 2
Edades de iniciación deportiva, según Filin y Volkov (1989)……...
3
Tabla 3
Edades de iniciación en fútbol según diferentes autores……………
3
Tabla 4
Propuesta longitudinal de Lapresa, Arana,Carazo y Ponce de León
(2002)……………………………………………………………….
5
Tabla 5
JJDD de La Rioja 12/13: ciclo, año de nacimiento, edad y categoría
7
Tabla 6
Fútbol base de La Rioja 12/13: modalidad, jugadores, edad y
categoría…………………………………………………………….
7
Tabla 7
Premisas del juego, según la categoría, regladas por la FRF……….
8
Tabla 8
La categoría prebenjamín en relación con el ciclo educativo y la
edad…................................................................................................
8
Tabla 9
Grupos de competición en la categoría prebenjamín de primer año..
9
Tabla 10
Grupos de competición en la categoría prebenjamín de segundo
año…………………………………………………………………..
9
Tabla 11
Estructura completa del instrumento de observación.………………
49
Tabla 12
Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-5…..
50
Tabla 13
Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-3…..
51
Tabla 14
Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en
F-5…………………………………………………………………..
Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en
F-3…………………………………………………………………..
Tabla 15
52
53
Tabla 16
Muestreo observacional total del desempeño espacial……………...
53
Tabla 17
Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-5.
53
Tabla 18
Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-3.
54
Tabla 19
Muestreo observacional total del desempeño técnico……………...
54
IX
Índice de Tablas
Tabla 20
Valor Kappa y consideración del acuerdo, según Landis y Koch
(1977)……………………………………………………………….
57
Tabla 21
Cálculo del coeficiente Kappa de Cohen en F-3 y F-5……………..
65
Tabla 22
Resumen del procesamiento de casos del modelo de regresión
logística múltiple……………………………………………………
Codificación de la variable criterio del modelo de regresión
logística múltiple……………………………………………………
Codificación de variables categóricas del modelo de regresión
logística múltiple................................................................................
Tabla 23
Tabla 24
66
66
67
Tabla 25
Tabla de contingencia: Éxito y Sector Inicio de jugada…….............
68
Tabla 26
Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Sector de Inicio de la jugada...
68
Tabla 27
Tabla de contingencia de regresión múltiple: Éxito y Modalidad.....
68
Tabla 28
Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Modalidad…………………...
68
Tabla 29
Tabla de contingencia: Modalidad y Sector Inicio de la jugada……
69
Tabla 30
Resultados de chi-cuadrado: Modalidad y Sector Inicio de la
jugada……………………………………………………………….
69
Tabla 31
Exp (B) del modelo de regresión logística múltiple: Sector Inicio…
70
Tabla 32
Variables en la ecuación de regresión múltiple: Sector Inicio y
Modalidad…………………………………………………………..
Variables en la ecuación: Sector Inicio, Modalidad y Modalidad
por Sector…………………………………………………………...
Tabla 33
Tabla 34
Resultados de regresión múltiple tras el procedimiento “Introducir”
Tabla 35
Resultados de regresión múltiple tras “Selección hacia adelante
(Wald)”……………………………………………………………...
Resultados de regresión múltiple tras “Selección hacia atrás
(Wald)”……………………………………………………………...
Capacidad de discriminación del modelo definido -regresión
múltiple-…………………………………………………………….
Contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow -regresión
múltiple-…………………………………………………………….
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del modelo de regresión
múltiple en relación a la estimación………………………………...
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del modelo de regresión
múltiple en relación a la predicción………………………………...
Resumen de procesamiento de casos -primer modelo de regresión
logística simple-…………………………………………………….
Codificación de la variable criterio para el primer modelo de
regresión simple…………………………………………………….
Tabla 36
Tabla 37
Tabla 38
Tabla 39
Tabla 40
Tabla 41
Tabla 42
X
71
71
72
72
73
73
74
74
77
79
79
Índice de Tablas
Tabla 43
Codificación de variable predictora del primer modelo regresión
simple……………………………………………………………….
79
Tabla 44
Resultados del primer modelo de regresión simple tras “Introducir”
80
Tabla 45
Capacidad de discriminación del primer modelo de regresión
simple……………………………………………………………….
Contraste de Hosmer-Lemeshow -primer modelo de regresión
simple-………………………………………………………………
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del primer modelo de
regresión simple en relación a la estimación………………………..
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del primer modelo de
regresión simple en relación a la predicción………………………..
Resumen del procesamiento de casos -segundo modelo regresión
simple-………………………………………………………………
Codificación de la variable criterio del segundo modelo de
regresión simple…………………………………………………….
Codificación de la variable predictora de segundo modelo
regresión simple…………………………………………………….
Resultados del segundo modelo de regresión simple tras
“Introducir”…………………………………………………………
Capacidad de discriminación del segundo modelo de regresión
logística simple……………………………………………………...
Contraste de Hosmer-Lemeshow -segundo modelo de regresión
simple-................................................................................................
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del segundo modelo de
regresión simple en relación a la estimación………………………..
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del segundo modelo de
regresión simple en relación a la predicción………………………..
Resumen de procesamiento de casos -tercer modelo regresión
simple-………………………………………………………………
Codificación de la variable criterio -tercer modelo de regresión
simple-………………………………………………………………
Codificación de la variable predictora del tercer modelo regresión
simple……………………………………………………………….
Tabla 46
Tabla 47
Tabla 48
Tabla 49
Tabla 50
Tabla 51
Tabla 52
Tabla 53
Tabla 54
Tabla 55
Tabla 56
Tabla 57
Tabla 58
Tabla 59
80
80
81
82
83
83
83
84
84
84
85
86
87
87
87
Tabla 60
Resultados del tercer modelo de regresión simple tras “Introducir”..
88
Tabla 61
Capacidad de discriminación del tercer modelo de regresión simple
88
Tabla 62
Contraste de Hosmer-Lemeshow -tercer modelo de regresión
simple-………………………………………………………………
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del tercer modelo de
regresión simple en relación a la estimación………………………..
Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos
de confianza y niveles de significación del tercer modelo de
regresión simple en relación a la predicción………………………..
Tabla 63
Tabla 64
88
89
90
XI
1. Introducción
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Aproximación conceptual: iniciación deportiva y fútbol base
El concepto de iniciación deportiva
El presente trabajo de investigación se centra en la etapa inicial de la práctica
deportiva del niño. Son múltiples las atribuciones que caracterizan al término iniciación
deportiva como tal. En este sentido, encontramos la ofrecida por el Diccionario de las
Ciencias del Deporte (1992), donde se destaca la adquisición de una nueva posición o
nueva pertenencia al grupo tras un concreto proceso ceremonial. Además de lo anterior, en
esta acepción, se subraya la finalidad de dicho proceso de iniciación, el cual debe indicar,
independientemente de los procesos de aprendizaje, que una persona determinada cumple
ciertas exigencias ligadas a su status o específicas de un grupo y puede responder a las
expectativas correspondientes. En ningún momento, se alude a la edad de los practicantes,
por lo que según las atribuciones anteriores, pudiéramos incluir en la iniciación deportiva
al adulto que, por ejemplo, está aprendiendo a nadar. Lógicamente, como nuestro ámbito
de estudio está centrado en el niño, debemos buscar otras acepciones que contemplen tal
especificidad.
De esta manera Blázquez (1986), en su aportación a la definición del término
iniciación deportiva, incluye la etapa del niño como el período en el que empieza a
aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes.
Otros autores, completan las variables atribuibles al término iniciación deportiva a
fin de delimitar el concepto. Así, de la conceptualización ofrecida por Álvarez del Villar
(1983) destacamos la importancia otorgada por el autor a la necesidad de amplitud y
variedad de la formación de base sobre la que se fundamenten la práctica de las rutinas
indispensables que conduzcan al practicante hacia el rendimiento máximo posterior. Por su
parte, en la definición ofrecida por Delgado (1994) se contempla, de manera explícita, el
1
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
aprendizaje de una habilidad específica o un deporte en concreto en dicha etapa; mientras
que de la definición terminológica realizada por Martens (1987), destacamos la
importancia otorgada por parte del autor al factor psicológico, destacando como elemento
facilitador del aprendizaje, la motivación de los practicantes.
Todos ellos realizan aportaciones conceptuales constructivas, pero queremos
destacar, de manera especial, la realizada por Contreras (1998) quien indica que la
iniciación deportiva puede entenderse desde dos ópticas bien diferenciadas. Una basada en
el producto final cuya herramienta fundamental es la competición y su objetivo final es el
éxito deportivo; y, otra, que se fundamenta en los aspectos educativos, donde la
competición sólo es un medio más del proceso formativo del niño. En este mismo sentido,
Blázquez (1986), señala que el aprendizaje específico de uno o varios deportes debe estar
orientado hacia la creación de una base genérica motora en lugar de estar orientado hacia
una práctica eficaz a plasmar en la competición. Es decir, nos encontramos ante dos
posibles vertientes: la vertiente deportiva orientada hacia el proceso -como medio- y la
vertiente deportiva orientada hacia el producto -como fin-. El presente trabajo de
investigación está en sintonía con la primera de estas acepciones.
Pero, en lo relativo a la concreción de la edad cronológica del niño en la que es más
recomendable la iniciación deportiva, existe una gran disparidad de propuestas. Así,
encontramos aportaciones como la realizada por Antón, Chirosa, Ávila, Oliver y Sosa
(2000) quienes apuntan que debe producirse antes de la llegada de la pubertad. Por su
parte, Giménez (2000), la concreta algo más, situándola entre los 8 y los 12 años del niño.
A modo de recopilación, Almaguer (2004) plasma las diferentes edades establecidas por
varios autores para ser tomadas como punto de partida de la etapa de iniciación deportiva
sin concretar modalidad deportiva alguna -tabla 1-.
Tabla 1. Edades de iniciación deportiva, según Almaguer (2004).
2
Edad de iniciación
Autor
5-6 años
Barrios (1998)
7-8 años
Leali (1985)
6-8 años
Mondoni (1983)
8- 10 años
Álvarez del Villar (1983), Navarro (1968)
10 años
Cercel (1980), Muller (1996)
<10 años
Diem (1978)
1. Introducción
Filin y Volkov (1989) concretan algo más en su aportación, ya que relacionan
diferentes modalidades deportivas con la edad recomendada para su iniciación -véase tabla
2-.
Tabla 2. Edades de iniciación deportiva según Filin y Volkov (1989).
Deporte
Edad de iniciación recomendada
Atletismo
8-11 años
Baloncesto
8-10 años
Fútbol
8-10 años
Gimnasias -artística y rítmica deportiva-
5-7 años
Natación
5-7 años
Halterofilia o levantamiento de pesas
13-15 años
Algunos autores, como Blanksby, Parker, Bradley y Ong (1995), argumentan la
necesidad de delimitar correctamente las edades en iniciación deportiva, ya que, según
ellos, comenzar muy pronto no asegura la eficacia deportiva en una modalidad concreta. Es
decir un inicio deportivo temprano, no es sinónimo de éxito asegurado. Centrándose en la
natación, concluyeron que los niños que habían comenzado a aprender el estilo crowl con 5
años, lo habían hecho con menos esfuerzo y con más antelación que otros que lo habían
hecho con 2, 3 y 4 años.
Respecto al deporte que nos ocupa en el presente trabajo de investigación, el fútbol,
tampoco existe uniformidad en las edades recomendadas para realizar esta iniciación –
Morris (2004)-. A continuación, en la tabla 3, exponemos la edad de iniciación deportiva
recomendada por diferentes autores.
Tabla 3. Edades de iniciación en fútbol, según diferentes autores.
Autor
Edad de iniciación sistemática al fútbol
Benedek (2001)
4-6 años
Martens (1995)
Entorno a los 6 años, pero edad media los 10 años
Wein (1995)
A partir de los 7 años, pero a los 10 años más específica
Romero (1997), Leali (1994), Bompa (1998) y
Filin y Volkov (1989)
8-10 años
Raya, Fradua y Pino (1993) y Sobral (1994)
12-14 años
3
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
El concepto de fútbol base
Para concretar el término fútbol base debemos contemplar el deporte -el fútbol- y la
etapa formativa relacionada con la edad del niño -iniciación deportiva- en el que vamos a
focalizar nuestro trabajo de investigación. Partiendo de Romero (1997), para quien el
fútbol base hace referencia a las etapas de iniciación y perfeccionamiento deportivo de
niños y jóvenes; y del enfoque aportado por Sans y Frattarola (2000) y Morcillo (2004),
para quienes el fútbol base es un proceso formativo, por encima de la competición,
podemos afirmar que las características cuya presencia se hacen imprescindibles en la
denominación del fútbol base es que se trata de un deporte:
- practicado por niños y jóvenes, y
- de marcado carácter formativo.
Ambas características van a ser los pilares de otras definiciones referentes al
término fútbol base. En función de cada autor concreto, la definición adquiere un matiz
determinado. A continuación, exponemos las más significativas.
Koch (1998) se centra en tratar de concretar el contexto de aplicación del futbol
base, quedando ceñido éste, exclusivamente, al ámbito de la escuela. Por su parte,
Garganta y Pinto (1998), prefieren destacar el proceso que se desarrolla durante esta etapa,
dando lugar una adquisición fundamentada en experiencias estratificadas o superpuestas
como elementos constructivos de la educación deportiva del niño.
Vegas (2006), afirma que el fútbol base alude a unas determinadas categorías que
se corresponden con unas etapas formativas y con unos procesos entendidos como:
- momentos en los que debe predominar la formación sobre el rendimiento, y
- momentos en los que aún queda cierta cantidad de conceptos básicos por aprender.
La definición oficial1de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA),
fundamenta el término fútbol base en las relaciones de asociación o disociación de cercanía
/ lejanía que se establecen en él. Es decir, afirma que el fútbol base es aquel que está lejos
del fútbol profesional, de élite y cerca del fútbol escolar y de ocio. Esta definición,
1
Página oficial de la Unión de Federaciones de Fútbol Europeas (UEFA).Visitada (07-12-2012).
Disponible en la World Wide Web: http://www.uefa.com
4
1. Introducción
trasladada a un segundo plano, acepta como modalidades de fútbol base las practicadas por
veteranos o el fútbol playa -algo muy alejado de nuestro estudio-.
Además de la conceptualización propia del término, existen otros muchos estudios
que tratan de concretar las etapas que componen dicho fútbol base. El prisma desde el que
se enfoca tal concreción es amplio, dando lugar a diversas clasificaciones. A continuación,
exponemos algunas de las más significativas.
Si nos centramos en el modelo metodológico y en las etapas constitutivas del futbol
base, encontramos aportaciones ofrecidas por diferentes autores. Así, una de las acepciones
que consigue aglutinar a mayor consenso de autores, es la realizada por Pacheco (2007),
quien destaca que el niño está inmerso en un proceso de formación en el que se deben
recorrer tres etapas: etapa de iniciación -de 6 a 12 años-; etapa de orientación -de 12 a 14
años-; y etapa de especialización -de 15 a 19 años-. Es cierto que existen autores cuya
denominación no coincide con la de este autor -especialmente con la etapa de iniciación, a
la que por ejemplo Coté (1999) denomina etapa de ejemplificación -de 6 a 12 años- o
Benedek (2001) denomina etapa de familiarización -de 4 a 6 años-, pero la división
cronológica de las mismas es la más extendida.
Lapresa, Arana, Carazo y Ponce de León (2002) establecen cinco etapas en el
fútbol base, relacionando la edad de los practicantes -que van desde los 6 años hasta >19
años-, sus categorías y los objetivos a alcanzar en estas etapas.
Tabla 4. Propuesta longitudinal de Lapresa, Arana, Carazo y Ponce de León (2002).
Etapa
Iniciación
Psicomotriz
Objetivo de
etapa
Multilateral
Específica
Aspirantes
Categoría
Benjamines
Alevines
6/7,7/8
Edad
8/9,9/10
10/11,11/12
Preparación
Perfeccionamiento
Readaptación
Infantiles
Cadetes
Desarrollo
Transición
Tecnificación Rendimiento
J.. Territorial
J. Nacional
12/13, 13/14
16/17
14/15, 15/16
17/18
Alto Rendimiento
Máximo
rendimiento
Fútbol
Juvenil DH
18/19
profesional
>19
5
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Bini, Leroux y Cochinj (1995), indican que cada niño, en función de su entorno y
su personalidad, lleva a cabo, de manera propia, su proceso de enseñanza-aprendizaje. La
consecuencia más inmediata de esto es que, si se quiere organizar tal proceso de
enseñanza-aprendizaje de un niño, ha de tenerse en cuenta que no se trata de
compartimentos estancos cerrados, ya que debe existir la flexibilidad suficiente para
acelerar, decelerar o mantener ritmos de adquisición deportiva. En esta misma dirección,
Malina (2001), señala que las fases de enseñanza no deben estar cerradas por la edad
cronológica, sino por el nivel de desarrollo alcanzado por los jugadores.
En España, la organización de las competiciones en las diferentes categorías de
fútbol base -hasta la categoría Juvenil Nacional- corresponde a las Federaciones
Territoriales de Fútbol. Es por ello por lo que pasamos a analizar el fútbol base en nuestra
Comunidad Autónoma, el cual es organizado por la Federación Riojana de Fútbol (FRF).
1.2. Estructura del fútbol base en La Rioja 2012/2013
La organización de la competición de fútbol base en La Rioja queda regulada por la
Ley 8/1995, de 2 de mayo de 1995. Dicha ley, desarrolla todos los ámbitos de aplicación
de los Juegos Deportivos de La Rioja (JJDD), quedando integradas todas aquellas
modalidades deportivas dirigidas a la población, en edad escolar, riojana fuera del horario
lectivo.
Así mismo, queda recogida la intencionalidad perseguida en los JJDD: su artículo
15.2 hace referencia a la búsqueda del desarrollo integral de los niños participantes, a la
orientación no exclusiva de las prácticas deportivas hacia la competición y la adquisición
de hábitos deportivos que favorezcan la formación de los practicantes.
Durante el presente curso académico 2012/2013, los JJDD de La Rioja se
encuentran desarrollados por la Resolución nº 835, de 1 de octubre de 2012. La Consejería
de Presidencia y Justicia contempla que pueden participar en los mismos todos los niños/as
entre 1994-2006, ambos incluidos. En todos los deportes se incluye la Categoría Juvenil
Territorial -excepto en baloncesto- circunstancia que queda reflejada en la siguiente tabla:
6
1. Introducción
Tabla 5. JJDD de La Rioja 12-13: ciclo, año de nacimiento, edad y categoría.
Ciclo educativo
Año de nacimiento
Edades
Categorías
1ºCiclo de Primaria
2005-2006
5-8 años
Prebenjamín
2º Ciclo de Primaria
2003-2004
8-10 años
Benjamín
3º Ciclo de Primaria
2001-2002
10-12 años
Alevín
1º Ciclo de Secundaria
1999-2000
12-14 años
Infantil
2º Ciclo de Secundaria
1997-1998
14-16 años
Cadete
Bachillerato
1994 1995 1996
16-19 años
Juvenil
Se delega en las correspondientes federaciones la organización y normativa
específica de cada deporte. Por tanto, es la FRF la encargada de organizar las
competiciones de fútbol en La Rioja. Las modalidades de fútbol practicadas en nuestra
comunidad autónoma son las siguientes:
Tabla 6. Fútbol base de La Rioja 12-13: modalidad, jugadores, edad y categoría.
Modalidad
Número de jugadores
Edades
Categorías
F-5
5
5-8 años
8-10 años
Prebenjamín
Benjamín
F-8
8
9-10 años
Benjamín
F-7
7
10-12 años
Alevín
F-11
11
12-14 años
14-16 años
16-19 años
Infantil
Cadete
Juvenil
En la actual temporada, la FRF trata de implantar la modalidad de Fútbol-8 (F-8) en
La Rioja. Para ello, además de la creación de una competición propia para los Clubs -cuyo
reglamento aplicable está recogido en la tabla 7-, se ha desarrollado durante el 6 y 7 de
abril de 2013 en las instalaciones de Prado Viejo de Logroño, el Ier Torneo Logroño-La
Rioja de F-8, destinado a niño benjamines y alevines. A nivel estatal, del 10 al 12 de mayo
de 2013 se disputa en Logroño el Campeonato Nacional de Selecciones Autonómicas de F8, por 38 equipos -masculino y femenino-, según datos oficiales2 de la RFEF, resultando
Madrid y Cataluña las selecciones vencedoras.
2
Página oficial de la Real Federación Española de Fútbol (FEF).Visitada (23-4-2013). Disponible en la
World Wide Web: http://www.rfef.es
7
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Tabla 7. Premisas de juego, según la categoría, regladas por la FRF.
Categoría
Prebenjamín
Benjamín
Alevín
Infantil
Cadete
Duración del
partido
4 tiempos de 10
minutos
4 tiempos de 10
minutos.
4 tiempos de
15min (F-8)
4 tiempos
de 15min
2 tiempos de
35min
2 tiempos de 40
min.
Superficie de
juego
40x20mts
50-65x3045mts
90-12x4590mts
90-12x45-90mts
Portería
3x2mts
6x2mts
7,32x2,44mts
7,32x2,44m
Circunferencia
del balón
61-63cms
62-66cms
68-70 cm
68-70 cm
Peso del balón
410-430 grs.
340-390grs
410-450 grs
410-450 grs
Nº de jugadores
5
8-7
11
11
40x20mts
50-65x3045mts(F-8)
3x2mts
6x2mts (F-8)
61-63cms
62-66cms(F-8)
410-430 grs
340-390gr (F-8)
5-8
1.3. La categoría prebenjamín en La Rioja 2012/2013
Una vez hecha la presentación global de la situación del fútbol base en La Rioja,
pasamos a centrarnos en nuestra categoría objeto de estudio: la prebenjamín.
Se trata de niños/as que cursan 1º y/o 2º curso de Primaria, con edades
comprendidas entre los 5/6 años y los 8 años -tabla 8-.
Tabla 8. La categoría prebenjamín en relación con el ciclo educativo y la edad.
Ciclo educativo
Edad
Categoría
1ºCiclo Primaria -1º y 2º curso-
5-8 años
Prebenjamín
Según los datos de la FRF3, la relación de equipos pertenecientes a cada grupo, de
cada uno de los dos años que componen la categoría prebenjamín en La Rioja en las
últimas cinco temporadas, quedan reflejados en la tabla 9 y tabla 10.
3
Página oficial de la Federación Riojana de Fútbol (FRF). Visitada (14-01-2013). Disponible en la World
Wide Web: http://www.frfutbol.com
8
1. Introducción
Tabla 9. Grupos de competición en la categoría prebenjamín de primer año.
Temporada
Año de nacimiento
Grupos de competición
Equipos integrantes
2008 / 2009
2002
Grupo I
Grupo II
10equipos
9equipos
2009 / 2010
2003
Grupo I
Grupo II
9equipos
10equipos
2010 / 2011
2004
Grupo I
Grupo II
12equipos
13equipos
2011 / 2012
2005
Grupo I
Grupo II
12equipos
12 equipos
2012 / 2013
2006
Grupo Único
18 equipos
Tabla 10. Grupos de competición en la categoría prebenjamín de segundo año.
Temporada
Año de
nacimiento
2008 / 2009
2001
2009 / 2010
2002
Grupo I
Grupo II
12equipos
12 equipos
2010 / 2011
2003
Grupo I
Grupo II
13equipos
14equipos
2011 / 2012
2004
2012 / 2013
2005
Grupos de competición
GrupoI
GrupoI
Grupo I
GrupoII GrupoIII
GrupoII GrupoIII
Grupo II
Equipos integrantes
10equipos
10equipos
10 equipos
11 equipos
15equipos
9equipos
10equipos
15 equipos
Las competiciones organizadas por la FRF, en la categoría prebenjamín, se han
disputado en la modalidad de todos contra todos en partidos de ida/vuelta durante las
temporadas 2008/2009, 2009/2010, 2010/2011 y 2011/2012 .En la temporada actual,
2012/2013, tal disposición ha sido modificada ya que se disputan enfrentamientos de todos
contra todos en partidos únicos, a una sola vuelta y a disputarse en las instalaciones
indicadas por cada club al comienzo de la temporada.
Para concluir este epígrafe, vamos a hacer mención a la figura del árbitro. Y es que
no existe la figura oficializada del árbitro de fútbol en esta categoría, siendo colaboradores
de los clubes los encargados de desarrollar tales funciones. A este respecto, podemos
señalar la propuesta realizada por Wein (1995) quien, atendiendo a la figura del árbitro,
establece la adecuación de niños árbitros de menos de 12 años para la categoría benjamín,
de niños árbitros de menos de 14 años para la categoría alevín, de niños árbitros de menos
de 16 años para la categoría infantil y de niños árbitros de menos de 20 años para la
categoría cadetes; no contemplando recomendación alguna para la categoría de los
prebenjamines.
9
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
1.4. El espacio de juego
A partir de la importancia otorgada al factor espacio en el desarrollo del juego Hernández (1994), Ardá (1998) y Pino (1999)-, que se antoja clave en la capacidad de
realizar una tarea técnico-táctica de forma eficiente y eficaz en los planteamientos de
Gréhaigne (2001) y Castelo (2009), en el presente trabajo se eleva el factor espacio como
indicativo funcional –Vales (1998)- del dominio del juego por el niño; es decir de la
adaptación del fútbol al niño -Arana, Lapresa, Anguera, y Garzón (2012)-.
Desde el punto de vista exclusivamente físico y reglamentario, el espacio de juego
del prebenjamín -que es el mismo donde los adultos profesionales de la Liga Nacional de
Fútbol-Sala4 y la Liga Asobal5de Balonmano compiten- queda reflejado a continuación.
Figura 1. Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín .
4
Página oficial de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). Visitada (15-04-2013). Disponible en la World
Wide Web: http://www.lnfs.es
5
Página oficial de la Liga Asobal .Visitada (9-04-2013). Disponible en la World Wide Web:
http://www.asobal.es
10
1. Introducción
Figura 2. Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín –área-.
Figura 3. Portería reglamentaria de la categoría prebenjamín.
Además de enfocar el estudio del factor espacio desde un punto de vista
exclusivamente formal y físico, es necesario hacerlo desde un punto de vista más
funcional, ya que se trata del marco en el cual se desarrolla el juego y todos sus
componentes. De esta manera, Bayer (1979), señala que existen múltiples, variados y
dinámicos espacios relacionados entre sí que coexisten, y que dan un significado
determinado al juego y a su desarrollo. Lógicamente, tal hecho condiciona la colocación y
la situación de los jugadores en el campo para poder actuar en el mismo y, por
consiguiente, el desarrollo del juego.
11
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
De igual manera que el anterior autor, Parlebás (1981), contempla el espacio
deportivo como el marco intermediario entre los jugadores, donde se desarrollan todas las
acciones propias de un deporte y donde cobran verdadero sentido en él. Se trata del
elemento de interacción motriz por excelencia, que, según el autor, a su vez da lugar al
espacio psicomotor -donde el deportista actúa sólo- y al espacio sociomotor -en el que el
deportista actúa con otros estableciendo relaciones diferentes-.
Por su parte, Ganganta (1997), señala la existencia de varios tipos de espacio que
coexisten de manera simultánea, distinguiendo tres tipos diferentes y concretando las
atribuciones de cada uno de ellos. De esta manera, se apunta hacia la existencia del espacio
formal- aquel puramente físico y delimitado por el reglamento-, la existencia del espacio
conformacional:- aquel que resulta delimitado por la posición de los jugadores en el campo
de juego- y , finalmente, la existencia del espacio uniformacional- surgido de la interacción
cognitiva de los jugadores-.
Gréhaigne (2001) realiza una división del espacio por zonas, estableciendo dos tipos
de zonas, siendo cada una de ellas resultante de la materialización de sucesos que tienen
lugar en ellas. De este modo, señala la existencia de zonas materializadas por el reglamentotales como las resultantes de la señalización de la línea de penalti, o la resultante del área del
portero- y la existencia de zonas materializadas por el enfrentamiento que se realiza en ellastales como el ataque y la defensa, contemplando la presencia de las porterías como
elementos organizativos de las diferentes acciones de juego coherente.
Finalmente, la propuesta realizada por Castellano (2008), contempla dos tipos de
zonas, las cuales, a su vez, se subdivide en otras en donde el desarrollo del juego debe
entenderse de manera correlacionada,. El autor indica la existencia de zonas fijas, que a su
vez se dividen en zonas fijas prohibidas- siendo éstas las correspondientes a los espacios en
los que los jugadores no pueden entrar , tales como el área de portería en el lanzamiento de
un penalti-, zonas fijas a alcanzar- siendo éstas las correspondientes a los espacios hacia los
que se orienta el ataque, próximos a la portería donde conseguir el gol- y zonas fijas
regladas- siendo éstas las correspondientes a los espacios en los que en su interior, el
jugador está sometido a ciertas reglas , como por ejemplo la referida a tocar el balón con la
mano dentro de área del portero-. Junto a la existencia de las zonas fijas, el autor señala la
existencia de zonas variables, las cuales- al igual que las anteriores- se subdividen en zonas
variables a vigilar- siendo éstas las correspondientes a los espacios ocupados por los
defensas que se oponen a la progresión del balón y favorecen su recuperación- y las zonas
12
1. Introducción
variables utilizables- siendo éstas las correspondientes a los espacios libres, que favorecen
la progresión del balón-..
1.5. De las habilidades motrices fundamentales a la técnica deportiva
Además del factor espacio, en el presente trabajo procedemos a determinar qué
modalidad resulta más favorable para la práctica del prebenjamín a partir del desempeño
técnico -habilidades motrices- mostrado en su seno.
Es por ello por lo que se hace necesaria una delimitación conceptual de las
habilidades motrices que nos permita llegar a concretar la técnica deportiva del fútbol.
Comenzamos por la propuesta de Knapp (1981), quien destaca la adquisición de las
habilidades motrices mediante un aprendizaje que favorece la aparición de resultados
previstos con cierta certeza y, frecuentemente, con el mínimo gasto de tiempo y de energía.
Según la autora, este término puede ser aplicado a diferentes ámbitos de la vida, como el
industrial, el intelectual o el deportivo. Lógicamente, nos centraremos en éste último.
Conviene extraer algunas de las connotaciones que este término trae consigo; es decir, “ser
hábil” tiene asociadas connotaciones tales como la precisión, la calidad del movimiento, la
perfección y la eficacia. Según la autora, pueden establecerse dos tipos de habilidades
motrices: habilidades motrices deportivas perceptivas -en las que existe una necesidad
perceptiva y de toma de decisión muy elevada-; y habilidades motrices deportivas
habituales -aquellas sin necesidades perceptivas y de toma de decisión elevadas-.
Por su parte, Durand (1988) delimita el término habilidad motriz a la competencia
adquirida por un sujeto para realizar una tarea concreta, siendo capaz de resolver un
problema motor específico, con una respuesta eficiente y trasformando el repertorio de
respuestas aprendidas por el individuo.
Cratty (1979, 1982), establece dos tipos de habilidades motrices deportivas en
función de la participación corporal o grado de precisión: por un lado, habilidades motrices
deportivas globales, resultantes de la intervención de grandes grupos musculares; y
habilidades motrices deportivas finas, resultantes de la intervención de pequeños grupos
musculares.
Los autores Poulton (1957) y Singer (1986), establecen una clasificación de
habilidades motrices deportivas en función del grado de control del sujeto y del contexto
13
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
de éstas, contemplando: habilidades motrices deportivas de regulación interna -aquellas en
las que el sujeto decide el inicio, final y ritmo de ejecución de la misma- y habilidades
motrices deportivas de regulación externa -aquellas en las que los condicionantes externos
son los determinantes-; habilidades motrices deportivas abiertas -aquellas desarrolladas en
un contexto espacio-temporal cambiante- y habilidades motrices deportivas cerradas aquellas desarrolladas en un contexto espacio-temporal estable-.
Por su parte Holding (1981), establece una clasificación de habilidades motrices
deportivas en función del carácter continuo o discontinuo de las mismas: habilidades
motrices deportivas discretas -cuyo principio y fin son observables-; y habilidades motrices
deportivas continuas -cuyo carácter cíclico hacen que sean mantenidas en tiempo y forma-.
Ruiz (1994), focaliza su propuesta en los procesos de retroalimentación,
estableciendo: habilidades motrices deportivas con retroalimentación terminal -aquellas en
las que el ejecutante no recibe retroalimentación hasta el final de las mismas-; y
habilidades motrices deportivas con retroalimentación continua -aquellas en las que el
ejecutante va recibiendo información durante la actuación-.
Sánchez (1986), orienta el término de habilidad motriz a un ámbito muy cercano a
nuestro estudio, ya que centra su atención en la utilidad de las mismas, concretando una
utilidad directa e inmediata y una utilidad futura de aplicación más concreta. Se establece
un proceso evolutivo de desarrollo de las habilidades motrices, que van desde las más
fundamentales, denominadas habilidades perceptivo-motrices, pasando por las habilidades
motrices básicas, hasta llegar a las habilidades motrices específicas.
Por su parte, Lapresa, Arana y Carazo (2005), recopilan y aglutinan múltiples
propuestas elaboradas por autores a lo largo de los últimos 30 años en función del
tratamiento dispensado a las habilidades motrices básicas y las habilidades motrices
específicas, estableciendo tres grandes tendencias. Por un lado, referencian autores, como
Contreras (1998) y Díaz y Hernández (1998), cuyos enfoques se fundamentan en que las
habilidades motrices básicas ampliadas y combinadas entre sí, dan lugar a habilidades
motrices más concretas, complejas y próximas a las específicas o deportivas. En segundo
lugar, se refieren a autores, como Gallahue (1982), Trigueros y Rivera (1991) y Castejón
(1995), que entienden que la ampliación y combinación de las habilidades motrices básicas
dan lugar a las habilidades motrices específicas, siendo éstas las bases técnicas
multideportivas desde las que cada modalidad deportiva establece sus propios
procedimientos técnicos generando posteriormente las habilidades motrices deportivas.
14
1. Introducción
Finalmente, en un tercer grupo, señalan a aquellos autores –por ejemplo, Serra (1991) y
Romero (1997)- que establecen las habilidades motrices genéricas como un paso
intermedio entre las habilidades motrices básicas y las habilidades motrices específicas
deportivas.
1.5.1. Las habilidades motrices específicas -técnica- del fútbol
Diferentes autores, como Pino (1999), Más (2003), Romero (2000, 2005) y Vegas
(2006), reflejan una amplia y variada presencia de habilidades motrices en el fútbol. De
este modo, apuntan la existencia de habilidades motrices globales, abiertas, de regulación
externa, perceptivas, de retroalimentación terminal, continuas y de carácter discreto y
continuo.
Todas aparecen en el desarrollo del juego, aunque tal y como señalan Castelo
(1999) y Romero (2000), no lo hacen de manera aislada. La participación simultánea oposición / colaboración- de compañeros y adversarios en un espacio común -con zonas
fijas y variables- limitada por una reglamentación establecida, hacen que el jugador tenga
que adaptar sus acciones técnico-tácticas-estratégicas de manera constante, siendo éstos los
principales factores condicionantes de la actuación en el juego. Nosotros vamos a concretar
nuestro ámbito de estudio en el primer gran grupo de acciones -las técnicas-, debido a que,
entendemos que su desarrollo da muestra del nivel de calidad del juego que nuestros niños
practican.
En base a lo anterior, y de acuerdo con Moreno (2005a, 2005b, 2006), podemos
encontrar de 2 tipos de técnica:
- Técnica individual: comprende las acciones que un jugador es capaz de
desarrollar, dominando y jugando el balón en beneficio propio sin la intervención
de otros compañeros del equipo -por ejemplo, el control, la conducción, el regate
y el tiro-.
- Técnica colectiva: comprende las acciones enlazadas por dos o más jugadores de
un equipo, buscando el beneficio del conjunto mediante una eficaz finalización de
la jugada -por ejemplo, el pase-.
15
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
A continuación, se presentan aquellas cuya adecuación se estudiarán en el epígrafe
posterior por ser adaptadas al niño prebenjamín.
El control
Autores como Vázquez (1988), Candelas, Lozano, Moreno, Niño y Rodríguez
(1997) y Moreno (2005a) destacan, como elemento más relevante de esta acción técnica, la
consecución del dominio absoluto del balón por parte del jugador, dejándolo en
condiciones de ser jugado seguidamente. Como podemos observar, existen dos elementos
presentes de elevada importancia: por un lado, se produce una capacidad de influencia
dominadora y absoluta sobre el esférico, y, por otro lado, posibilita la continuidad de
desarrollo del juego al equipo poseedor del balón.
De ahí su importancia, tal y como destacan Luque y Luque (1998) y Abella, et al.
(2001), ya que es el requisito previo necesario para que el jugador pueda ejecutar otras
acciones técnicas posteriores determinantes, como puede ser el regate, el pase, el disparo y
la conducción. La realización de un buen control del balón aumenta las posibilidades de
una adecuada continuación en el desarrollo del juego en su búsqueda del objetivo para el
equipo cuyos miembros poseen el balón.
Según Moreno (2005a), se pueden considerar tres tipos de controles: la parada cuya finalidad es dejar el balón inmóvil-; la semiparada -que consiste en reducir la
velocidad del balón modificando su trayectoria-; y el amortiguamiento -fundamentado
también en reducir la velocidad del balón pero manteniendo su trayectoria-.
La conducción
Según Vázquez (1988) y Moreno (2005a), esta acción técnica consiste en trasladar
rodando por el suelo el balón, manteniendo un dominio seguro sobre el mismo, mediante
uno o más toques sucesivos al balón.
Según Moreno (2005a y 2006), existen diferentes tipos de conducciones,
dependiendo del parámetro desde el que sea analizada. De esta manera, si atendemos al
tipo de superficie de contacto del pie utilizada en la traslación del balón, encontramos:
conducciones de interior, de exterior, de empeine, de talón, de puntera y de planta del pie.
Si lo que hacemos es atender a la dirección que sigue, podemos hablar de: conducciones
frontales, laterales y hacia atrás. Si la consideramos como elemento integrador del
desarrollo del juego, podemos encontrar: conducciones simples -aquellas realizadas en
16
1. Introducción
beneficio propio para iniciar y finalizar la acción-; y conducciones de conjunto -aquellas
que se realizan encadenadas a otras acciones técnicas donde intervienen los compañeros
para finalizar la jugada-. Incluso, tal y como contemplan Candelas et al. (1997), podemos
atender a varios parámetros a la vez, de manera conjunta, determinando un tipo de
conducción en función de la superficie de contacto, la altura del balón, la trayectoria del
mismo y la presencia del contrincante.
El regate
Para Vázquez (1988), Moreno (2005a, 2005b, 2006) y Abella et al. (2001), el regate
se trata de una acción técnica que incluye: avanzar con el balón y desbordar o evitar la
interposición de los contrarios que obstaculizan el progreso del jugador. Por su parte, Floro
(2004), asocia este aspecto técnico con la conducción indicando que ambos están
inextricablemente unidos. Además, destaca la relevancia, importancia y trascendencia del
regate, lo cual lo convierte en una habilidad ofensiva muy codiciada hoy en día.
Según Moreno (2005a y2006), se pueden establecer dos tipos de regate: el regate
simple -aquellos fundamentados principalmente en el cambio de ritmo y cambio de
dirección del ejecutante frente al adversario-; y el regate compuesto -aquellos en los que,
además de lo anterior, existe una intervención técnica sobre el balón, tales como los
autopases, ruedas, etc-.
El tiro
Según Moreno (2005a, 2006), se trata de la acción técnica que consiste en enviar el
balón sobre la portería contraria. Lógicamente, se lanza sobre la portería contraria con la
intención de introducirlo en ella, para lo cual no existe ningún tipo de limitación en lo
relativo a distancia, potencia, etc. Así, por ejemplo, Candelas, et al. (1997) hablan de un
fuerte impulso al balón, aunque no siempre es necesario ni, incluso, recomendable. Tan
sólo existen limitaciones en la manera de introducir el balón en la portería y son las
marcadas por el reglamento.
De esta manera, Moreno (2005a) nombra algunas de las características que debe
poseer un tiro para que la consecución de su objetivo -el gol-, sea más asequible. Así,
establece que los parámetros sobre los que se fundamenta un buen tiro son: dominio del
balón, potencia y precisión del golpeo, decisión valiente y convencida, perseverancia en el
intento.
17
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Del mismo modo y siguiendo con Moreno (2005a), los tipos de tiro que podemos
observar en fútbol varían en función del parámetro desde el que sean atendidos: la potencia
del golpeo, la superficie de cuerpo, el efecto imprimido al balón; a la posición corporal del
jugador que efectúa el tiro en relación a la portería. El autor profundiza en la clasificación
de los tiros en función de: la distancia del golpeo -tiros cercanos, lejanos y de media
distancia-; a la altura alcanza por el balón -tiros rasos, a media altura y elevados.
El pase
Se trata de la principal acción técnica individual que favorece el juego colectivo.
Castelo (1999, p.210) lo define como “la acción técnico-táctica de relación de
comunicación material establecida entre dos jugadores del mismo equipo; es, por tanto, la
acción de relación más simple de observar y ejecutar”. En esta misma línea, Mutti (2003),
se refiere a él como el medio de comunicación entre dos jugadores del mismo equipo.
Dicha comunicación se plasma en el envío del balón al compañero. Aplicando
terminología comunicativa se puede afirmar que implica la presencia mínima de dos
jugadores: emisor y receptor.
Respecto a la ejecución del pase, Castelo (1999) determina dos aspectos esenciales:
por un lado el aspecto táctico del pase -situación de compañeros, adversarios, zona del
campo en la que se realiza y propósito del pase- y, por otro lado, el aspecto técnico del
pase -distancia, altura, dirección, trayectoria y superficie de contacto-.
En este misma línea, se encuentran las atribuciones técnicas del pase realizadas por
Candelas et al. (1997) y Hughes (1990), entre otros. Éste último, analiza los diferentes
parámetros que presenta el pase en fútbol. De esta manera, analiza las distancias medias
más repetidas, las direcciones y trayectorias más comunes, las alturas de los pases
relacionadas con diferentes zonas del campo, las superficies de contacto usadas más
frecuentemente en relación con la zona del campo e, incluso, lleva a cabo un análisis de las
relaciones establecidas mediante el pase, analizando la cantidad de pases recibidos y
ejecutados hacia diferentes líneas de jugadores del campo como el portero, los defensas,
los centrocampistas y los delanteros.
1.5.2. Acciones técnicas recomendadas en fútbol para la categoría prebenjamín
Según la propuesta longitudinal de desarrollo de habilidades motrices realizada por
Lapresa et al. (2005), el niño prebenjamín se encuentra en pleno desarrollo de las
18
1. Introducción
habilidades motrices básicas -desplazamientos, giros, lanzamientos, recepciones y saltos- y
pudiendo comenzar a afrontar, al final de esta etapa, el de las habilidades motrices
genéricas -el control, el pase, la conducción y las interceptaciones-.
Se produce un “continium” desde el cual poder entender el desarrollo de las
habilidades motrices y la implicación de las acciones técnicas indicadas anteriormente.
Como punto de partida, establecemos que el niño necesita tener un dominio del balón que
le permita hacerlo jugar con posterioridad -Wein (1995)-. Es decir, el niño precisa del
control del balón, preferentemente en forma de parada, ya que inicialmente es la mejor
manera en la que se asegure cierto éxito de intervención deportiva que pueda derivar en
una acción posterior. Ahora bien, el dominio de este elemento técnico requiere un proceso
de adaptación y los controles en semiparada aparecen más como una ausencia de capacidad
para inmovilizar por completo el balón que como un recurso técnico intencionado que
busque un objetivo concreto -por ejemplo, el control orientado-. Una vez que el niño
consigue parar y hacerse con el balón, puede comenzar la conducción por el campo. La
conducción realizada por el prebenjamín es muy elemental y poco depurada. Se trata,
básicamente, de una sucesión de auto-lanzamientos y recepciones, tal y como apuntan
Lapresa et al. (2005), pero constituye el contenido más recomendado por los expertos para
el prebenjamín -Wickstrom (1990), Wein (1995), Benedek (2001), Casal y Ardá (2003),
Lapresa et al. (2005) y Vegas (2006)-.
A continuación, cuando el niño conduce el balón por el campo, va a encontrar
diferentes obstáculos a evitar y a superar. De esta manera, precisa del regate,
fundamentalmente simple, para poder conservar y avanzar con el balón ante los
adversarios, quienes tratan, a su vez, de impedirlo. Cuando el niño encuentra serias
dificultades -por ejemplo, el cansancio o la incapacidad de superar al adversario- para
continuar con el balón, y es consciente de ellas, necesita ejecutar el pase como una ayuda
en el desarrollo del juego. Se trata de un pase muy rudo; la falta de madurez de la
organización espacial propia de la edad -tal y como la entienden Castañer y Camerino
(1991) y Conde y Viciana (1997)- y las limitaciones en la potencia de golpeo se presentan
como dos grandes hándicaps a superar. Además, de acuerdo con Lapresa et al. (2005), el
niño de estas edades tiene problemas a la hora de coordinar la trayectoria del balón con el
movimiento del compañero al que realiza el pase, ya que sólo tiene en cuenta la posición
momentánea del receptor cercano. Por su parte, el defensor también tiene dificultades para
prever trayectorias de pase, con lo que la mayoría de las interceptaciones en esta categoría
19
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
prebenjamín son producto de la situación puntual de los jugadores en el campo y están más
propiciadas por errores del jugador que pasa que por méritos del jugador que intercepta.
En último lugar, aparecen los tiros -golpeos hechos en dirección de la portería con
la finalidad de obtener un gol-. La técnica no difiere demasiado de la utilizada en la
realización de los pases, salvo por las connotaciones de “potencia” y “precisión” que se le
puede atribuir a este golpeo.
Lapresa et al. (2005), sintetizan parte de este “continium”, realizando una propuesta
en la cual contemplan las similitudes de la conducción simple y regate simple, así como
entre pase corto y el tiro corto de precisión.
Por su parte Wein (1995), establece 5 niveles de formación, centrando el trabajo del
primer nivel (7-8 años) en diversos juegos de base de malabarismos –manejo-, conducción
y persecución, control, pase y tiro a portería, laberintos, juegos de entrada -modalidad de
interceptación-, juegos polivalentes y triatlón (2 x 2).
Garganta y Pinto (1998), establecen 5 fases formativas, siendo la primera relativa a
la construcción del jugador en relación con el balón, en la que los contenidos
fundamentales van encaminados a la familiarización con el balón -control, manejo,
conducción, regate y lanzamiento ejecutados con diferentes superficies de contacto
corporales posibles- y el desarrollo del equilibrio en las fases del juego -especificando
principios defensivos y ofensivos-.
Finalmente, nos vamos a centrar en el cómo se deben trabajar los elementos
técnicos recomendables para el niño prebenjamín.
En este sentido, Leali (1994), presenta una evolución deportiva del fútbol en la que
la edad de inicio la sitúa desde los 8 hasta los 10 años. Pese a que podemos desestimar la
propuesta del autor por estar descontextualizada con respecto a las edades de nuestros
niños de categoría prebenjamín, las aportaciones del autor son interesantes si nos
centramos en las recomendaciones metodológicas propias de una primera etapa de
aprendizaje del fútbol, que tiende a alejarse de los ejercicios analíticos, de los estereotipos
motores limitados, favoreciendo la creación de una base motriz genérica amplia.
Por su parte, Romero (1997), cuya primera fase formativa -la fase de preparacióncomprende, al igual que Leali, desde los 8 a los 10 años, establece como herramientas
imprescindibles en iniciación deportiva del fútbol el carácter lúdico, genérico y básico de
las actividades, mediante los juegos genéricos.
20
1. Introducción
Lapresa, Arana, Ponce de León (1999), establecen 4 etapas, siendo la primera de
ellas la etapa de iniciación en la que existen multitud de actividades lúdicas,
motivacionales, jugadas y con agrupamientos pequeños. Esta misma línea es la seguida por
Benedeck (2001) quien establece tres fases de formación, estando las 2 primeras -la etapa
de familiarización con el balón (de 4 a 6 años) y la fase de preparación (de 7-10 años)dotadas de un marcado carácter lúdico.
1.6. Estudios previos
1.6.1. Referidos a la adaptación del deporte al niño
De sobra son conocidos los múltiples beneficios que aporta la práctica deportiva en
el niño, pero pueden convertirse en perjuicios desde el momento en el que se produce
desfases en la orientación deportiva ofrecida. Tal y como señalan Cruz, Boixadós,
Torregosa y Mimbrero (1996), el deporte constituye un elemento neutro para la formación;
es decir, la práctica deportiva no es beneficiosa por sí sola, ya que puede ejercer una
influencia negativa y/o positiva en el desarrollo integral del niño. Depende, en gran
medida, de la orientación que se le dé a la misma. De esta manera, tal y como apuntan
Lapresa, Arana y Garzón (2006), si se le da a la práctica deportiva una orientación
formativa, adaptando el deporte al niño, los beneficios físicos, psíquicos y sociales serán
mayores si la orientación deportiva es hacia el resultado, siendo el niño el que se tenga que
adaptar al deporte.
Orientar el deporte en su etapa de iniciación hacia el resultado es atribuir caracteres
propios del alto rendimiento de adultos a niños que no están preparados para ello.
Desafortunadamente, tal y como apunta Garzón (2010), es habitual encontrarse a niños
practicando un deporte propio de adultos- en todos los aspectos propios del término-,
cuando la práctica deportiva debiera ser la que se amoldase a ellos, contribuyendo a su
desarrollo formativo. Las características de crecimiento y maduración del niño van a
concretar la etapa evolutiva en la que se encuentra, siendo éste el punto de partida
necesario para saber cómo poder adaptar su práctica deportiva y no al revés.
Dichas adaptaciones han sido propuestas por diferentes autores desde múltiples y
variadas perspectivas; así, encontramos: propuestas de adaptación centradas en el
reglamento y en las estructuras deportivas; propuestas de adaptación centradas en la
21
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
metodología del proceso de enseñanza; y propuestas de adaptación centradas en los
contenidos curriculares -técnica y táctica del deporte correspondiente-.
En relación a las propuestas de adaptación centradas en el reglamento y las
estructuras deportivas, encontramos las realizadas en baloncesto por Liu y Burton (1999),
quienes concluyen que la eficacia del tiro es mayor cuando la altura de la canasta es
inferior a la oficial. También, la realizada por Ortega, Piñar, Ortega y Palao (2004),
quienes proponen la modificación de la línea de tres puntos, el balón, la canasta y las
dimensiones del terrero. Además, Garzón (2010), plasma la incidencia negativa de la
desadaptación de medidas y distancias en el tiro libre en niños de 12-13 años.
Por su parte, Mata (1999) se centra en el deporte de la gimnasia rítmica y adapta el
código de puntuación a las posibilidades y necesidades de las practicantes, recogiendo
cambios positivos de composición, ejecución y valoración de los ejercicios de
competición. Para finalizar las propuestas de adaptación centradas en el reglamento y las
estructuras deportivas, mencionamos la realizada por Usabiaga y Castellano (2005),
quienes llevan a cabo un estudio comparativo entre la pelota mano profesional y la pelota
mano adaptada -peso, tamaño, distancias-. Lógicamente, contemplan la necesidad de
adaptar la modalidad deportiva a los practicantes y sus circunstancias.
En segundo lugar, encontramos una relación de propuestas de adaptación centradas
en la metodología del proceso de enseñanza, de las que comenzamos haciendo referencia a
las realizadas por Valero (2002, 2006), Valero, Conde y Delgado (2006) y Valero y Gómez
(2008), quienes abordan el proceso de enseñanza-aprendizaje de la marcha atlética, el salto
de altura y el lanzamiento de peso, con tres grupos -de los que uno es instruido en sesiones
de educación física-, otro mediante un modelo técnico-analítico y otro mediante un modelo
ludo-técnico. Los resultados obtenidos de tales estudio indican que el enfoque ludo-técnico
es tan eficaz, o más, que el enfoque tradicional analítico.
Otra de las propuestas en este mismo sentido, es la realizada por Brioñes (2006),
quien constata la eficacia de su propuesta metodológica alternativa a la tradicional de la
enseñanza, en karate, del Ap chagui -ataque con el pie- en niños de 9 años .Para concluir
con la recopilación de autores cuyas propuestas están centradas en la metodología de
enseñanza que tiene lugar en la actividad deportiva, recalcamos las realizadas por los
autores Bovi (2007) y Bovi, Palomino y González (2008), quienes también destacan la
eficacia del modelo lúdico en el aprendizaje de las técnicas acuáticas en natación,
22
1. Introducción
concluyendo que el modelo “jugado” es mucho más eficaz que el tradicional entre los 3 y 8
años.
En tercer y último lugar, agrupamos las propuestas de adaptación centradas en los
contenidos curriculares en cada práctica deportiva. García y Ruiz (2007) constatan que los
niños que habían recibido las enseñanzas deportivas del balonmano con una orientación
predominante de la táctica mostraban mayor adquisición de conocimientos del juego que
aquellos cuyas enseñanzas deportivas del balonmano habían tenido una orientación
técnica. Del mismo modo, Lapresa, Ibáñez, Arana, Amatria y Garzón (2011) y Lapresa,
Ibáñez, Arana, Garzón y Amatria (2011) llevan a cabo un estudio en kárate sobre el
desempeño técnico-táctico de practicantes séniors e infantiles concluyendo que los
competidores séniors utilizan la guardia de derecha y la de izquierda de manera equilibrada
mientras que los infantiles no, ya que utilizan la guardia del lado no dominante a fin de
poder atacar con el puño del lado dominante.
Para finalizar con este tercer grupo de propuestas, reflejamos la realizada de manera
multidisciplinar por Gil (2009), quien elabora una propuesta de aplicación de mini
balonmano, desarrollando aspectos reglamentarios, curriculares y metodológicos -mediante
recursos multimedia-, propios de esta nueva modalidad deportiva.
1.6.2. Referidos a la adaptación del fútbol al niño
Según Reilly y Gilbourne (2003), en las tres últimas décadas el aumento del
número de investigaciones relacionadas con el fútbol ha sido considerable. No obstante, no
son tan abundantes los estudios referidos al fútbol practicado por niños. Este hecho es
debido, tal y como señala Pacheco (2007), a las múltiples variables complejas que se dan
lugar en el trabajo con los niños del fútbol y la poca importancia que se le da a estas
modalidades frente al fútbol practicado por adultos.
Los enfoques desde los que se han abordado el estudio de la relación entre el fútbol
y el niño han sido diversos. De esta manera, por un lado contemplamos trabajos cuyo
enfoque centra la atención en las demandas fisiológicas del niño durante el desarrollo del
juego y, por otro lado, contemplamos trabajos cuyo enfoque centra la atención en la
secuenciación de contenidos a lo largo de las diferentes etapas evolutivas del niño.
En relación a los estudios realizados cuyo enfoque centra la atención en las
demandas fisiológicas del niño durante el juego, comenzamos haciendo referencia al
23
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
elaborado por el grupo de autores conformado por Barbero, Barbero y Granda (2007),
quienes, con tecnología de GPS, constatan el deterioro de la capacidad de trabajo -la cual
es valorada mediante la medición de la distancia de los desplazamientos- del niño en la
categoría infantil en la modalidad de Fútbol 11 (F-11). Los autores proponen el empleo de
terrenos más reducidos y la práctica de la modalidad de Fútbol 7 (F-7) en la categoría
sometida a estudio.
Por su parte, Rodríguez, Pernía y Villa (2009), elaboran un trabajo que consiste en
registrar la frecuencia cardíaca de los niños durante el juego, constatando los autores una
disminución de la intensidad de esfuerzos de los niños que practican la modalidad de F-11
respecto a los niños que practican la modalidad de F-7. Tal hecho es atribuido a la mayor
duración de las partes en las que se disputan los partidos de la modalidad de F-11 que las
partes en las que se disputan los partidos de la modalidad de F-7.
En lo concerniente a los estudios realizados cuyo enfoque centra la atención en la
secuenciación de contenidos a lo largo de las diferentes etapas evolutivas del niño, son
varios los aportados por Wein (1993, 1995, 1999, 2000) quien elabora programas
formativos para desarrollar y mejorar la capacidad de juego del niño y del adolescente,
teniendo en cuenta las posibilidades de los practicantes. El autor, efectúa diferentes
propuestas de secuenciación de contenidos y de modalidades de Fútbol 3 (F-3), Fútbol 4
(F-4), F-7, F-8, Fútbol 9 (F-9) y F-11. En esta misma línea, encontramos los trabajos
realizados por Lapresa et al. (1999) y Lapresa, Arana, Garzón, Egüén y Amatria (2008),
los cuales, analizando la situación del fútbol base en La Rioja, argumentan los desajustes
de la práctica deportiva del fútbol en sus primeros momentos en La Rioja. Todo ello deriva
en la elaboración de una propuesta evolutiva y longitudinal de las modalidades de fútbol
adaptadas al niño -figura 4-.
24
1. Introducción
Figura 4.Propuesta de Lapresa, Arana, Garzón, Egüén y Amatria (2008).
Para finalizar la recopilación de estudios orientados a la adecuación de contenidos
según la etapa evolutiva en la que se encuentra niño, los autores De la Vega, Del Valle,
Maldonado y Moreno (2008), argumentan la idoneidad de una mayor progresión en las
dimensiones de los terrenos de juego propuestos para las categorías de fútbol base así
como una mayor progresión en el número de jugadores propuestos que ocupan tales
terrenos de juego. Según los autores, tales modificaciones, favorecerían la toma de
conciencia de las relaciones que se establecen entre los niños.
1.6.3. Referidos a la adaptación del fútbol al niño que utilizan la metodología
observacional
Podemos aglutinar un amplio compendio de autores cuyas investigaciones han ido
encaminadas a argumentar la necesidad de elaborar propuestas adaptativas del deporte al
niño, orientadas hacia las modalidades de F-7, F-8, F-9, y de manera más reciente, la
modalidad de F-3.
Estudios comparativos de las modalidades de F-7 y F-11
Carvalho y Pacheco (1990), llevan a cabo una investigación cuya finalidad
primordial era argumentar la idoneidad de la modalidad de F-7, en función del número de
frecuencias de contactos y situaciones colectivas de ataque/defensa que se producían en tal
modalidad frente a la modalidad entonces practicada, que era la modalidad de F-11.
25
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Unos años después, Costa y Garganta (1996), constataron las dificultades del niño
de 12 años, para desarrollar sus potencialidades en la modalidad de F-11, atribuyendo
como variable limitadora, a nivel físico y mental, la dimensión del campo.
Posteriormente, Costa (1998), Fernandes (1998) y Cardoso (1998) analizaron las
acciones motrices técnicas ofensivas y defensivas de los niños de la categoría benjamín (10
años) en las modalidades de F-11 y F-7. Tras todo ello, concluyen que la mejor modalidad
de adaptación de éstos es la correspondiente a la modalidad de F-7. Unos años después,
Sainz de Baranda, Ortega, Llopis, Novo y Rodríguez (2005), llegaron a la misma
conclusión que los anteriores respecto a la idoneidad de la modalidad de F-7 para los niños
de 10 años, eso sí, centrando sus argumentos en la figura del portero .
Estudios comparativos de las modalidades de F-8 y F-7
Respecto a la modalidad de F-8, Lapresa, Arana, Ugarte y Garzón (2009),
realizaron un estudio comparativo de las modalidades de F-7 y F-8, con jugadores de
categoría benjamín de último año -10 años- que compiten en la modalidad de Fútbol 5 (F5), no obteniendo diferencias significativas entre ambas modalidades en lo relativo a la
amplitud y a la profundidad.
En el mismo sentido que los anteriores, Álvarez (2012), mediante un estudio
comparativo de la fase ofensiva en las modalidades de F-7 y F-8 llega a las mismas
conclusiones, no obteniendo diferencias significativas entre ambas modalidades.
Estudios comparativos de las modalidades de F-7, F-9 y F-11
Arana, Lapresa, Garzón y Álvarez (2004) y Lapresa et al. (2006),retomando el
pulso de la investigación realizada en su día por Lapresa, Arana y Navajas (2001), llevaron
a cabo una serie de estudios encaminados a argumentar la adecuación de las modalidades
de F-7 y F-9 frente a la modalidad ofertada de F-11 a los niños de categoría alevín de
último año -esto es, que cumplen 12 años a lo largo del año en que se recoge la
información de los partidos del triangular disputado-. Los autores, concluyeron que existe
mayor profundidad de juego en la modalidad de F-7 -siendo ésta en la que el niño se
muestra más competente- y en la modalidad de F-9, en relación con la modalidad de F-11.
Además, mostraron la gran dificultad del niño para dotar de amplitud al juego en la
modalidad de F-11, en relación con las modalidades de F-7 y F-9 para, finalmente, reflejar
26
1. Introducción
la diferencia significativa entre las habilidades de pase largo y despeje, favorable a la
modalidad de F-7 en relación a la modalidad de F-11.
En este mismo sentido, Prado y Nava (2007), estudiaron las acciones motrices y las
técnicas individuales -ofensivas y defensivas- en las modalidades de F-7, F-9 y F-11, en
niños de 8 a 12 años en el fútbol venezolano, concluyendo que en la modalidad de F-11, el
niño realiza grandes recorridos, en su mayoría sin intervención con el móvil. Además,
afirman que la modalidad de F-7 estimula en mayor medida las acciones ofensivas que la
modalidad de F-11 y que entre las modalidades de F-7 y F-9, las diferencias no son
significativas, producto de la adaptación acorde con el niño de 8 a 12 años.
Vegas (2006), lleva a cabo un estudio que implica a jugadores de la categoría alevín
(12 años) y a entrenadores de distintas escuelas de fútbol. En su análisis de la implicación
cognitiva del jugador de fútbol base -de quien destaca su elevado egocentrismo-, concluye
que es necesaria una atención individualizada de las posibilidades, necesidades y
limitaciones del jugador de estas edades, que le permitan alcanzar un nivel de satisfacción
más elevado y una mejor comprensión del juego.
Estudios comparativos de las modalidades de F-3 y F-5
Lapresa et al. (2008) y Lapresa, Arana, Garzón, Egüén y Amatria (2010), llevan a
cabo sendos estudios comparativos entre niños pertenecientes a la categoría de
prebenjamín -cumplen 6 años a lo largo del año que se recoge la información de los
partidos del triangular disputado-. Las conclusiones son variadas y enriquecedoras,
destacando, como primera de ellas, que existen diferencias significativas en la profundidad
del juego a favor de la modalidad de F-3, lo cual ofrece mayores posibilidades de juego. En
segundo lugar, la cantidad de jugadas que no demuestran amplitud en la modalidad de F-5
es significativamente superior a las de la modalidad de F-3, lo cual pone de manifiesto la
existencia de mejores acciones cualitativas -por ejemplo, los cambios de orientación-, en lo
que a amplitud de juego se refiere en la modalidad de F-3. Finalmente, constatan una
mayor adecuación a las habilidades recomendadas para la edad que ocupa la categoría
prebenjamín en la modalidad de F-3 frente a la modalidad de F-5 en lo relativo al total de
los contactos que acontecían en ambas modalidades, destacando la mayor presencia
significativa del contacto C3 -control + conducción simple + lanzamiento-, recomendado
para la edad, en relación a la modalidad de F-5. En este sentido, los autores afirman que es
en la modalidad de F-5 donde aparece una mayor presencia significativa de contactos C1 27
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
un solo toque-, aquellos en los que el niño no es capaz de hacerse con el control de la
pelota, lo cual va en detrimento del control del juego y de la calidad del mismo por parte
del niño.
Dentro del conjunto de estas propuestas relacionadas con la idoneidad de la
modalidad de F-3 frente a la modalidad de F-5, citaremos los estudios realizados por
González, García, Pastor y Contreras (2011), quienes, pese a no proponer alternativa
alguna a la modalidad de F-5, sí que concluyen que, a los 10 años, los niños están dotados
para la práctica del fútbol -como juego de colaboración/oposición que es y las fases de
ataque/defensa que de él se obtienen-, ya que posee el nivel suficiente para aprender
principios tácticos y las acciones técnico-tácticas derivadas de ello. Para llevar a cabo esto
de manera óptima, los autores recomiendan que el número de participantes en los juegos
no sea superior al 5 x 5, incidiendo en la necesidad de modificar las modalidades de
competición oficial.
1.6.4. Estudios del ámbito deportivo que utilizan modelos de regresión logística
La utilización de este método estadístico ha encontrado en las ciencias biomédicas
y de la salud uno de sus principales ámbitos de uso. De esta manera, son múltiples los
estudios relacionados con diferentes patologías y las causas que las producen que
fundamentan sus argumentos a través de un método de regresión logística. Pero,
recientemente, la regresión logística ha sido incorporada, y de manera muy eficaz, en el
ámbito deportivo.
Así, por ejemplo, Fernández, Cruz Márquez, Cueto, Cruz Campos y Salazar (2008)
realizan una propuesta preventiva en la que afirman que las lesiones que afectan a los
miembros inferiores de los deportes de impacto, como puede ser el fútbol, se pueden
prever mediante el uso de ecuaciones de regresión logística en donde contemplan variables
del tipo: desequilibrio del peso en apoyo bipodal y desviación del ángulo Q del cuádriceps.
En la vertiente psicológica, encontramos el trabajo de Araguayo, Mena y Vavarello
(2004), quienes concluyeron que la “motivación de poder” era la única aptitud psicológica
tenía un peso predictivo estadísticamente significativo para estimar el rendimiento
deportivo superior, desechando otras como logro, afiliación y confianza.
También se han recogido estudios que tratan de calcular la probabilidad de hacer
gol cuando el disparo se produce desde diferentes posiciones y situaciones -Pollar y Reep
28
1. Introducción
(1997) Gómez (1999) y Pollar, Ensum y Taylor (2004)-. Para ello, contemplan la variable
del ángulo de visión de la portería concretando un mapa de densidades de zonas con más y
menos ángulo de visión.
Por su parte Casal (2010), lleva a cabo un estudio observacional sobre la fase
ofensiva del fútbol en alto nivel, tratando de determinar mediante un modelo de regresión
logística, las conductas que permitan predecir el resultado final de las transiciones que se
inician con el balón en juego. El autor fija tres variables predictoras del éxito de las
transiciones ofensivas: la configuración espacial de interacción de inicio, la intención
táctica del equipo y la duración de la transición. El autor concreta las causas de éxito en:
las transiciones iniciadas por la línea de medios, las transiciones en las que intervienen 3
jugadores y las transiciones en las que se realizan 2 pases.
En lo que se refiere a la aplicación del modelo de regresión logística en el fútbol
base, caben desatacar los trabajos de Arana (2011) y Arana et al. (2012), quienes analizan
la probabilidad de que una jugada sea exitosa en función de la profundidad de la jugada y
de la modalidad de fútbol. Los autores concluyen que tanto la variable Sector de Inicio
como la variable Modalidad influyen en que la jugada sea exitosa; de igual manera afirma
que la probabilidad de éxito -entendida ésta como alcance de finalización de la jugada en la
Zona 80- se reduce conforme el origen de la jugada está más alejado de dicha zona.
Además afirma que la modalidad de F-9 muestra menos posibilidades de éxito que la
modalidad de F-11 en lo relativo a la capacidad de generar progresión en el juego.
1.7. Planteamiento del problema
Nuestra amplia experiencia profesional, tanto en el ámbito deportivo como en el
escolar, nos ha permitido tomar conciencia del desajuste existente en algunas de las etapas
de iniciación del niño al fútbol. Tal hecho comienza a hacerse palpable desde el momento
en el que la práctica deportiva deja de ser un medio educativo que favorece el desarrollo
integral del niño para convertirse en una finalidad en forma de resultado -Arana et
al.(2004)-. Son, desafortunadamente, múltiples los entornos donde el niño todavía es el
instrumento del logro de resultados, dejando a un lado la creación de situaciones
favorecedoras que puedan ayudar a la formación integral de los niños.
Concretando nuestra realidad deportiva, el prebenjamín de fútbol desarrolla su
actividad deportiva bajo premisas que dificultan el control del juego y de la calidad del
29
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
mismo. Lapresa et al. (1999) y Lapresa, Amatria, Egüen, Arana y Garzón (2008), destacan
los evidentes desajustes que la competición actual que se les ofrece, modalidad de F-5,
presenta en el niño prebenjamín. Por ejemplo en lo relativo a los problemas del niño para
dominar el espacio, las trayectorias y las distancias, las dificultades presentes en el juego
para desarrollar los patrones motores recomendados para esta edad y, además, la ausencia
de garantías del desempeño técnico-táctico.
La línea del presente estudio persigue optimizar el modelo de competición de fútbol
en la categoría prebenjamín. Tal y como se ha expuesto anteriormente, compete a las
Federaciones Territoriales diseñar su propuesta de competiciones. Nuestra propuesta,
basada en la adaptación progresiva del deporte al niño, y no del niño al deporte de adultos,
argumenta la necesidad de la modificación de la oferta deportiva actual en la categoría
prebenjamín en favor de la modalidad de F-3.
Es por ello por lo que estudiamos la posible elevación de una propuesta de
modalidad futbolística alternativa que subsane dicho desajuste y ofrezca una práctica más
ajustada al niño en el proceso evolutivo en el que se encuentra. Pretendemos estudiar lo
oportuno de la inclusión de la modalidad futbolística de F-3 en la categoría prebenjamín
como alternativa adecuada, en sustitución de la modalidad de F-5, ofertada en el presente.
La respuesta a la pregunta qué modalidad es más recomendable en la edad sometida
a estudio, se va a sustentar en: el dominio del espacio -profundidad- y la calidad de las
habilidades -eficacia y adecuación a la edad del desempeño técnico- realizadas con el
balón, durante la acción ofensiva entre las modalidades de F-3 y F-5.
1.8. Objetivos
En el presente estudio, se pretende satisfacer el objetivo general que se expone a
continuación.
- Estudiar la adecuación de una alternativa de juego -modalidad F-3-, que
constituya una propuesta más adaptada a las posibilidades concretas del niño que
la modalidad practicada en la actualidad en la categoría prebenjamín -modalidad
F-5-.
Del mismo modo, en el presente estudio se pretenden satisfacer los objetivos
específicos que se exponen a continuación:
30
1. Introducción
- Determinar, a partir del análisis de la utilización del espacio de juego mediante un
modelo de regresión logística múltiple, en qué modalidad de fútbol (F-3 o F-5) el
niño obtiene un desempeño espacial de mayor calidad.
- Determinar, mediante modelos de regresión logística simple, en qué modalidad de
fútbol (F-3 o F-5) el niño obtiene un desempeño técnico más eficaz y/o adaptado.
31
2. Método
2. MÉTODO
2.1. Decisiones metodológicas
El presente trabajo se basa en la metodología observacional. Anguera (1988,
p.7), la define como “un procedimiento encaminado a articular una percepción
deliberada de la realidad manifiesta con su adecuada interpretación, captando su
significado, de forma que mediante un registro objetivo, sistemático y específico de la
conducta generada de forma espontánea en un determinado contexto, y una vez se ha
sometido a una adecuada codificación y análisis, nos proporcione resultados válidos
dentro de un marco específico de conocimiento”.
Si la observación sistemática permite cuantificar la conducta mediante la
adecuada codificación y el oportuno análisis -Bakeman y Gottman, (1989)-, la
metodología observacional establece el vínculo equilibrado y complementario entre los
aspectos cualitativos y los aspectos cuantitativos del objeto de estudio -Anguera,
(1997)-.
Anguera, Blanco, Losada y Hernández (2000), destacan que la metodología
observacional favorece la espontaneidad del comportamiento en un contexto natural,
tiene un marcado carácter idiográfico, se presta a la continuidad temporal que permita
estudiar la mutabilidad de la conducta objeto de estudio y, finalmente, no es necesario
realizar una observación directa de conductas manifiestas ya que también acepta la
observación indirecta.
Todo ello justifica la idoneidad de esta metodología en el ámbito de estudio de
los deportes de equipo. Concretamente, nuestro objeto de estudio, el futbol base, se
desarrolla espontáneamente -según la propia dinámica de los partidos en las diferentes
modalidades-, en sus contextos naturales -el campo de fútbol- y orientado a pequeñas
agrupaciones de individuos que mantienen el vínculo de pertenecer al mismo equipo
entre sí.
33
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Conviene señalar que, además de lo expuesto anteriormente, uno de los
elementos característicos de la metodología observacional es la elaboración de un
instrumento de observación ad hoc, elaborado específicamente para un estudio concreto.
2.2. Diseño de la investigación
De acuerdo con Anguera, Arnau, Ato, Martínez, Pascual y Vallejo (1995), por
diseño de la investigación se entiende aquel plan estructurado de acción o planificación
que, en función de unos objetivos básicos, está orientado a la obtención de información
y de datos relevantes a los problemas que se plantean.
Anguera (2004), incide en su concreción terminológica como aquella estrategia
de todo el proceso de investigación, consistente en unas pautas relativas a la
organización empírica del estudio que se materializan en una secuencia de decisiones
acerca de cómo recoger, organizar y analizar los datos, siempre subordinado a la
fijación de los objetivos específicos del estudio.
En el presente trabajo, a partir de Anguera, Blanco, Losada (2001) y Anguera,
Blanco, Hernández-Mendo y Losada (2011), se ha realizado un diseño observacional:
puntual, de seguimiento intrasesional, nomotético y multidimensional:
- Puntual, debido a que nos centramos en el estudio de tres partidos por
modalidad de juego (F-3 y F-5), y no se pretende continuar con el seguimiento
de los equipos observados más allá del muestreo observacional realizado, ni
realizar una comparativa entre equipos.
- De seguimiento intrasesional, ya que se estudian las conductas de forma
continuada durante toda la sesión de registro -Anguera,(2009)-.
- Nomotético, porque los diferentes equipos no actúan como unidad.
- Multidimensional, pues está conformado por las diferentes dimensiones o
criterios del instrumento de observación.
La observación es no participante; se rige por criterios de cientificidad, y el
grado de perceptividad es total.
34
2. Método
2.3. Participantes
Según Anguera et al. (1995), podemos entender por muestra aquella porción o
segmento de la población de interés sobre la que recae el objeto de estudio concreto de
ese momento. El muestreo intencional o muestreo por conveniencia, según Anguera at
al. (1995), es la muestra que no pretende representar a la población con objeto de
generalizar resultados sino obtener más datos para ampliar la información existente.
Para analizar el desempeño del prebenjamín en la modalidad de F-5, se han
seleccionado 3 equipos representativos de la competición correspondiente a la categoría
prebenjamín organizada por la FRF. Cada uno de estos equipos está compuesto por un
mínimo de 10 y un máximo de 12 jugadores. Los Clubs seleccionados han sido:
- A.D. Loyola.
- C.D. Berceo.
- C.D. Valvanera.
Para analizar el desempeño del prebenjamín en la modalidad de F-3, se han
seleccionado 3 equipos representativos de la competición correspondiente a la categoría
prebenjamín organizada por la FRF. Cada uno de estos equipos está compuesto por 6
jugadores. Los Clubs seleccionados han sido:
- C.D. Berceo.
- E.F. Logroño.
- Yague C. F.
2.4. Instrumentos
2.4.1. Infraestructura y materiales
En el presente trabajo de investigación se ha utilizado la siguiente infraestuctura
y los siguientes materiales:
- La totalidad de los partidos se han celebrado en la pista del polideportivo de la
Universidad de La Rioja. Este campo está homologado para la práctica de F-5.
- Cada uno de los equipos ha jugado con su vestimenta correspondiente.
35
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
- En ambas modalidades, el balón utilizado ha sido el determinado por la FRF
para categoría prebenjamín: balón número 5.
- Se han utilizado piezas de goma adherente, conos y cinta adhesiva de marcaje
para la división del campo en 12 zonas.
2.4.2. Instrumento de observación
En el presente trabajo de investigación se ha utilizado el instrumento de
observación que Lapresa et al. (2008) diseñaron para el estudio de las acciones técnicas
en categorías inferiores, a partir de la estructura de observación recogida en las
diferentes versiones del Sistema de Observación en Fútbol, SOF -Anguera, et al.,
(2003a). Además resulta relevante añadir que el instrumento de observación, en lo
relativo a la utilización del espacio de juego, tuvo en cuenta las propuestas de Lapresa et
al. (2001), Arana, et al. (2004) y Lapresa et al. (2006). Por otro lado, y en lo relativo a
las acciones técnicas bebe de la propuesta metodológica para niños de 6 a 10 años de
Lapresa et. al. (2005).
En relación al SOF, cabe recordar que Anguera, et al. (2003 a) publicaban la
primera versión del Sistema de Observación en Fútbol (SOF-1), cuya principal virtud,
en palabras de Castellano, et al. (2005), fue la segmentación de las jugadas en las fases
de inicio, desarrollo y fin, dando lugar cada una de ellas a un sistema de categorías. A
partir de ese momento los autores han ido evolucionando su instrumento de codificación
y registro de la acción de juego en fútbol mediante diferentes versiones SOF-3 Anguera, et al. (2003 b)-, SOF-4 -Anguera, et al. (2004)- y SOF-5 -Blanco, et al.
(2006)-.
En concreto, el SOF al que por las características de nuestra investigación más
se ha prestado atención es el SOF-4. Y es que, en palabras de Castellano, et al. (2005),
el SOF-4 se focaliza en la única observación del equipo propio, perfeccionando diversos
aspectos del SOF-3. Por otro lado el SOF-5 sigue la misma dinámica que el sistema
taxonómico planteado por el SOF-4, presentando unas leves modificaciones, que no
afectan a nuestra construcción del instrumento.
36
2. Método
2.4.2.1. Estructura del instrumento de observación
El instrumento de observación es una combinación de formatos de campo y
sistema de categorías (Anguera, 2009), ya que el enfoque general de los criterios es el
formato de campo pero la mayoría de ellos se desglosa en un sistema de categorías
(Anguera et al., 2000). Partimos de los siguientes criterios vertebradores:
1. Posesión del balón.
2. Jugada.
3. Zona de inicio de la acción.
4. Zona de finalización de la acción.
5. Contacto con balón.
6. Interrupciones.
7. Interceptaciones.
8. Tiro.
Bajo los criterios 1, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 se han anidado sistema de categorías porque
cumplen las condiciones de exhaustividad y mutua exclusividad. El criterio 2, es
formato de campo, dado que no existe un conjunto cerrado de posibilidades de
codificación.
A continuación, pasamos a desarrollar cada uno de los criterios del instrumento
de observación.
1. Posesión del balón
En el transcurso del partido se suceden situaciones en las que el balón:
- No está en juego: existe una interrupción reglamentaria, marcada por el árbitro.
- Está en juego: el balón está en posesión de uno u otro equipo. En este sentido,
las cuatro posibles opciones, que vamos a manejar son:
- PO: Posesión por equipo observado.
- PC: Posesión por equipo contrario. Esta posesión sólo se constatará, no
registrándose las jugadas correspondientes.
37
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
- Inob: inobservabilidad. Falta de perceptividad. Por lo general, se refiere a
situaciones en que la cámara pierde encuadre con el balón durante el
desarrollo del juego.
2. Jugadas
La jugada transcurre desde el momento en que un jugador gana la posesión para
su equipo, hasta el momento en que el equipo pierde la posesión del balón a favor del
equipo contrario o se interrumpe el juego -al pitar el árbitro-. Sólo cuando el balón está
en juego, podremos hablar de jugada para uno u otro equipo. Se puede presentar la
circunstancia de que un equipo tenga dos, tres o más posesiones consecutivas antes de
que el equipo contrario inicie una jugada; esto ocurriría en el caso de que la jugada
finalizara con posesión a favord el equipo que mantenía la posesión con anterioridad.
Forma de inicio de la jugada:
Se inicia una jugada, es decir se pasa de rol de equipo sin balón a rol de equipo
con balón, de acuerdo con Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), cuando:
- Con el balón en juego el equipo observado se apodera de su posesión,
recobrándolo al equipo adversario sin que, para ello, haya mediado ninguna
interrupción reglamentaria. Esto obliga a que un jugador del equipo observado
se haga con la posesión del balón.
- Con el balón fuera de juego, después de que el árbitro haya decretado una
interrupción reglamentaria, se inicia la jugada cuando se hace efectiva la puesta
en juego del balón.
Hemos de tener en cuenta que las acciones de despeje o desvío por sí mismas no
dan lugar al comienzo de una jugada -no hacen pasar de equipo sin balón a equipo con
balón-, a no ser que vengan acompañadas de una segunda acción del jugador implicado
o de un compañero de éste sobre el balón.
Forma de finalización de la jugada:
Finaliza una jugada, es decir se pasa de rol de equipo con balón a rol de equipo
sin balón, de acuerdo con Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), cuando:
38
2. Método
- Con el balón en juego, el equipo observado pierde el balón sin que el juego se
vea interrumpido. Consideramos que un equipo pierde el balón cuando éste es
recuperado por el equipo contrario.
- Se ha cometido una interrupción reglamentaria, la cual es señalada por el
árbitro, dándose por finalizada la jugada.
3. Zona de inicio de la acción
En el presente instrumento, se considera zona de inicio la correspondiente a la
posición del balón al iniciarse el primer toque del jugador.
Para ello, siguiendo a Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), hemos dividido
el campo transversalmente en cuatro sectores iguales y longitudinalmente en tres
corredores. De esta forma obtenemos doce zonas de juego iguales.
Figura 5. División zonal del campo de F-5.
39
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Figura 6. División zonal del campo de F-3.
Siguiendo a Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), podemos concretar las
siguientes zonas con las siguientes atribuciones:
- ZONA DE SEGURIDAD IZQUIERDA -ZONA 10-: atendiendo al binomio
riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al
equipo observado un alto riesgo puesto que el adversario se encuentra con más
posibilidades de crear una ocasión de gol y que, además, se halla situada a la
izquierda de la portería del equipo observado. Las dimensiones en F-5 son 6,25
m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m.
- ZONA DE SEGURIDAD CENTRAL -ZONA 20-: atendiendo al binomio
riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al
equipo observado un alto riesgo puesto que el adversario se encuentra con más
posibilidades de crear una ocasión de gol y que, además, se halla situada en la
zona central del campo de juego del equipo observado. Las dimensiones en F-5
son 7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5 m. x 5 m.
- ZONA DE SEGURIDAD DERECHA -ZONA 30-:atendiendo al binomio
riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al
equipo observado un alto riesgo puesto que el adversario se encuentra con más
40
2. Método
posibilidades de crear una ocasión de gol y que, además, se halla situada a la
derecha de la portería del equipo observado. Las dimensiones en F-5 son 6,25
m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m.
- ZONA DE CREACIÓN IZQUIERDA CAMPO PROPIO -ZONA 40-:
atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el
balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de
seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de seguridad izquierda
hasta medio campo. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son
6,25m.x 5 m.
- ZONA DE CREACIÓN CENTRAL CAMPO PROPIO -ZONA 50-:
atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el
balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de
seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de seguridad central
hasta medio campo. Las dimensiones en F-5 son 7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5
m. x 5 m.
- ZONA DE CREACIÓN DERECHA CAMPO PROPIO -ZONA 60-:
atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el
balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de
seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de seguridad derecha
hasta medio campo. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son
6,25m.x 5 m.
- ZONA DE CREACIÓN IZQUIERDA CAMPO RIVAL -ZONA 41-:
atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el
balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de
seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de creación en campo
propio desde medio campo hasta la zona de definición izquierda. Las
dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m.
- ZONA DE CREACIÓN CENTRAL CAMPO RIVAL -ZONA 51-: atendiendo
al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le
supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y
que, además, es la prolongación de la zona de creación en campo propio desde
41
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
medio campo hasta la zona de definición central. Las dimensiones en F-5 son
7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5 m. x 5 m.
- ZONA DE CREACIÓN DERECHA CAMPO RIVAL -ZONA 61-: atendiendo
al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le
supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y
que, además, es la prolongación de la zona de creación en campo propio desde
medio campo hasta la zona de definición derecha. Las dimensiones en F-5 son
6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m.
- ZONA DE DEFINICIÓN IZQUIERDA -ZONA 70-:atendiendo al binomio
riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al
equipo observado un riesgo mínimo puesto que el equipo adversario se
encuentra con pocas posibilidades de crear una ocasión manifiesta de gol,
mientras que el equipo observado tiene mayor probabilidad de alcanzar la
portería rival. Se halla situada a la izquierda de la portería del equipo
observado y es la prolongación de la zona de creación izquierda en campo
rival. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m.
- ZONA DE DEFINICIÓN CENTRAL -ZONA 80-:atendiendo al binomio
riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al
equipo observado un riesgo mínimo puesto que el equipo adversario se
encuentra con pocas posibilidades de crear una ocasión manifiesta de gol,
mientras que el equipo observado tiene mayor probabilidad de alcanzar la
portería rival. Se halla situada en la zona central del terreno de juego y es la
prolongación de la zona de creación central en campo rival. Las dimensiones
en F-5 son 7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5 m. x 5 m.
- ZONA DE DEFINICIÓN DERECHA -ZONA 90-:atendiendo al binomio
riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al
equipo observado un riesgo mínimo puesto que el equipo adversario se
encuentra con pocas posibilidades de crear una ocasión manifiesta de gol,
mientras que el equipo observado tiene mayor probabilidad de alcanzar la
portería rival. Se halla situada a la derecha de la portería del equipo observado
y es la prolongación de la zona de creación derecha en campo rival. Las
dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m.
42
2. Método
Todas estas zonas, se obtienen de la combinación de la división del terreno de
juego en sentido transversal y sentido longitudinal. A continuación, se exponen tales
divisiones. Para poder realizar un posterior análisis de la profundidad del juego,
fusionaremos las zonas del campo de juego en sentido transversal obteniendo como
resultado cuatro sectores, a la par que se agruparán las zonas en sentido longitudinal,
resultando así tres corredores. De esta manera, contemplamos las diferentes
posibilidades en la modalidad de F-5 -figura 7 y figura 8- y la modalidad de F-3 -figura
9 y figura 10-.
Figura 7.División del campo: Sectores de F-5.
Figura 8.División del campo: Corredores de F-5.
43
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Figura 9.División del campo: Sectores de F-3.
…
…
Figura 10.División del campo: Corredores de F-3.
4. Zona de finalización de la acción
Se considera que la acción finaliza cuando el jugador realiza su último contacto
sobre el balón. Se considera zona de finalización a aquella en la que se encuentre el
44
2. Método
balón al finalizar la acción del jugador -manteniendo las mismas divisiones zonales del
campo que las expuestas en el apartado anterior-.
5. Contacto con balón
Este criterio trata de caracterizar el desempeño técnico realizado por el jugador
de categoría prebenjamín. A partir de Lapresa et al. (2008), se han recogido las
siguientes categorías:
- C1. Un solo toque: el jugador golpea el balón, con o sin intencionalidad,
mediante un toque -de cualquier superficie reglamentaria, excepto la cabeza-.
Denotar que, al igual que en el SOF-4, el inicio de una parte del partido y
cualesquiera saques reglamentarios -de centro, de falta, de banda- se asignarán
a C1.
- C12. Intento de control de 2 o más toques: el jugador controla el balón
utilizando para ello 2 o más toques, siendo posteriormente recuperado por un
jugador rival.
- C2. Control + lanzamiento: el jugador -incluida la capacitación del portero para
cogerla con la mano- controla el balón y posteriormente lo lanza independientemente de que llegue a un compañero o de que sea recuperado por
el rival-.
- C23. Control + conducción simple: el jugador controla el balón, lo conduce y
pierde -o es robado por un jugador del equipo rival-.
- C24. Control + conducción superior o regate: el jugador controla el balón, lo
conduce, intenta desbordar a uno o varios adversarios y lo pierde.
- C3. Control + conducción simple + lanzamiento: el jugador controla el balón,
lo conduce y lo lanza.
- C4. Control + regate simple–conducción superior y/o regate compuesto +
lanzamiento: El jugador controla el balón, lo conduce y desborda a uno o
varios adversarios antes de lanzar la pelota.
- C5. Toque de cabeza: el jugador toca el balón con la cabeza
independientemente del objetivo que se persiga -remate, despeje, pase, control,
etc…-.
45
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
6. Interrupciones
Este criterio hace referencia a las interrupciones reglamentarias señaladas por el
árbitro, teniendo como característica esencial el hecho de que el balón no está en juego.
De acuerdo con el SOF-4 existen cinco posibilidades, pero tal y como establecen
Lapresa et al. (2008) contemplamos sólo las cuatro siguientes:
- FD.- A favor / Dentro. Interrupción a favor del equipo observado, en la cual el
saque correspondiente se efectúa dentro del campo. En la siguiente jugada es el
equipo observado el que tiene la posesión del balón. Dentro de este apartado se
diferenciarán 2 posibilidades más específicas:
- FDFT: saque de falta a favor del equipo observado.
- FDSN: saque neutral.
- FF.- A favor / Fuera. Interrupción a favor del equipo observado, en la cual el
saque correspondiente se efectúa desde las bandas o desde una de las líneas de
fondo. En la siguiente jugada es el equipo observado el que tiene la posesión
del balón. Dentro de este apartado se diferenciarán 3 posibilidades
más
específicas:
- FFSB: saque de banda a favor del equipo observado.
- FFSE: saque de esquina a favor del equipo observado.
- FFSP: saque de puerta a favor del equipo observado.
- CD.-En contra / Dentro. Interrupción en contra del equipo observado, en la
cual el saque correspondiente se efectúa dentro del campo. En la siguiente
jugada es el equipo contrario el que tiene la posesión del balón. Dentro de este
apartado se diferenciarán 2 posibilidades más específicas:
- CDFT: saque de falta en contra del equipo observado.
- CDSN: saque neutral.
- CF.- En contra / Fuera. Interrupción en contra del equipo observado, en la cual
el saque correspondiente se efectúa desde las bandas o desde una de las líneas
de fondo. En la siguiente jugada es el equipo contrario el que tiene la posesión
del balón. Dentro de este apartado se diferenciarán 3 posibilidades más
específicas:
- CFFB: saque de banda en contra del equipo observado.
46
2. Método
- CFFF: saque de esquina en contra del equipo observado.
- CFSP: saque de puerta en contra del equipo observado.
7. Interceptaciones
Entendemos por interceptación a la ruptura de la continuidad de contactos por un
mismo equipo, independientemente de su duración y de que suponga o no un cambio de
jugada. Incluye la categoría de interceptación ocasional con continuidad elevada por
Arana et al. (2004).
El presente criterio queda constituido por las siguientes cuatro categorías:
- P. Pérdida de balón: supone la finalización de la jugada del equipo observado,
con el consiguiente cambio en la posesión del balón al equipo contrario. Esto
se produce cuando:
- Un jugador contrario realiza un mínimo de dos contactos con el balón. En
este caso se considerará fin de la jugada el primero de los contactos.
- Si se trata del portero adversario, en el caso de que éste lleve a cabo una
acción de blocaje sobre el balón.
- Cuando un jugador adversario sólo llega a interceptar el balón -un solo
contacto-, y un segundo jugador, compañero del primero, vuelve a tocar el
balón. En este caso se considerará como fin de la jugada al primero de los
contactos.
- R. Recuperación: supone la finalización de la jugada del equipo contrario, con
el consiguiente cambio en la posesión del balón al equipo observado. Esto se
produce cuando:
- El jugador realiza un mínimo de dos contactos con el balón. En este caso se
considerará el inicio de la jugada el primero de los contactos.
- El portero realiza un blocaje del balón. No obstante, si el balón procede de
un compañero, el blocaje se considerará continuación de la jugada.
- Cuando un jugador con un solo contacto llega a interceptar el balón y un
segundo jugador, compañero del primero, vuelve a tocar el balón. En este
caso se considerará inicio de la jugada el primero de los contactos.
47
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
- IOC. Interceptación Ocasional con Continuidad: entendemos que se produce
cuando la acción ofensiva es ocasionalmente interceptada por el equipo rival
con recuperación inmediata del balón por el equipo observado, puesto que el
equipo rival no ha tenido ocasión de iniciar jugada. Tanto la pérdida de balón y
la recuperación suponen un cambio en la posesión del balón de un equipo a
otro. No obstante la IOC no supone un cambio de jugada.
8. Tiro
Es la acción técnica que consiste en todo envío del balón sobre la portería. Para
realizar dicha acción técnica es válida cualquier superficie de contacto, siempre que su
ejecución no modifique las leyes del reglamento. Las superficies más utilizadas son los
pies y la cabeza.
El presente criterio queda constituido por las siguientes cinco categorías:
- TG: Tiro con la consecución de gol.
- TI: Tiro interceptado por un jugador del equipo contrario que no es el portero.
- TM: Tiro a los postes sin consecución de gol.
- TF: Tiro fuera.
- TP: Tiro blocado o despejado por el portero.
El esquema del instrumento de observación completo se presenta a continuación
en la tabla 11:
48
2. Método
Tabla 11. Estructura completa del instrumento de observación.
1.
2.
Posesión
Numero
balón
de jugada
PO
3.
4.
Zona inicio Zona final
5.
6.
7.
8.
Contacto
Interrup.
Intercep.
Tiro
acción
acción
balón
1
ZI10
ZF10
C1
FDFT
P
TG
PC
2
ZI20
ZF20
C12
FDSN
R
TI
Inob
3
ZI30
ZF30
C2
FFSB
IOC
TM
4
ZI40
ZF40
C23
FFSE
TF
5
ZI41
ZF41
C24
FFSP
TP
6
ZI50
ZF50
C3
CDFT
………..
ZI51
ZF51
C4
CDSN
ZI60
ZF60
C5
CFFB
ZI61
ZF61
CFFF
ZI70
ZF70
CFSP
ZI80
ZF80
ZI90
ZF90
2.4.3. Instrumentos de filmación y digitalización de imágenes
A continuación, se detallan el soporte tecnológico empleado para la filmación,
digitalización y compresión de las imágenes:
- Cámara Digital Handycam de Panasonic, modelo VDR-D220, Optical Image
Stabilizer (O.I.S.).
- Programa Adobe Premiere Pro, para la captura y digitalización de las imágenes
en un formato (.avi) reproducible en PC.
- Programa Windows Media Player para la visualización en PC.
49
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
2.4.4. Instrumentos de registro y codificación
A lo largo del presente trabajo de investigación, se han empleado los siguientes
programas informáticos de registro y codificación:
- El programa informático Theme Coder, para el registro de los datos a partir del
instrumento de observación de la utilización del espacio y las acciones
técnicas.
- Hoja de cálculo, Microsoft Office Excel 2010 para la recodificación de datos
requerida por los diferentes programas de análisis empleados.
2.4.5. Instrumentos de análisis
A continuación, exponemos los instrumentos de análisis utilizados en el presente
trabajo de investigación:
- El programa informático SDIS-GSEQ, versión 5.1., utilizado para realizar el
control de la calidad del dato desde una perspectiva cuantitativa.
- El paquete estadístico SPSS, versión 15.0, utilizado para el análisis estadístico
de los datos.
2.5. Procedimiento
Los datos que sustentan el presente trabajo de investigación, se han obtenido a
partir de sendos triangulares correspondientes a las modalidades de F-5 y F-3.
En lo que se refiere al torneo triangular de la modalidad de F-5, los equipos se
enfrentaron el día 22 de diciembre de 2006, coincidiendo con el parón navideño de la
competición reglada por la FRF. Dichos enfrentamientos tuvieron lugar de la siguiente
manera:
Tabla 12. Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-5.
50
Orden
Equipos
Horario
Primer partido
C. D. Berceo – A. D. Loyola
10 horas
Segundo partido
C. D. Valvanera – A. D. Loyola
11 horas
Tercer partido
C. D. Berceo –C. D. Valvanera
12 horas
2. Método
A continuación citamos los siguientes requisitos de constancia intersesional que
se han cumplido:
- Entre partido y partido hubo un descanso de 15 minutos.
- La duración de cada partido fue de 2 tiempos de 20 minutos, con un descanso
de 5 minutos entre tiempos.
- El árbitro fue el mismo para todos los partidos.
- El balón utilizado fue el nº5 de F-5.
- El campo se encontraba dividido en zonas con conos exteriores y gomas.
En lo que se refiere al torneo triangular de la modalidad de F-3, los equipos
participantes se enfrentaron el día 28 de diciembre de 2008, coincidiendo con el parón
navideño de la competición reglada por la FRF. Dichos enfrentamientos fueron:
Tabla 13. Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-3.
Orden
Equipos
Horario
Primer partido
C. D. Berceo – Escuela de Fútbol
10 horas
Segundo partido
S.D. Yague – C. D. Berceo
11 horas
Tercer partido
Escuela de Fútbol – S.D. Yague
12 horas
Además, se cumplieron los siguientes requisitos de constancia intersesional:
- Entre partido y partido hubo un descanso de 10 minutos.
- La duración de cada partido fue de 4 tiempos de 10 minutos, con un descanso
de 5 minutos entre tiempos.
- El árbitro fue el mismo para todos los partidos.
- El balón utilizado fue el nº5 de F-5.
- El campo se encontraba dividido en zonas con conos exteriores y gomas.
Previamente a la celebración del triangular del cual se obtuvo el muestreo
observacional correspondiente a la modalidad de F-3, todos los jugadores de los tres
equipos seleccionados realizaron, por separado para cada club, la unidad didáctica
expuesta en Lapresa et al. (2008). Las sesiones constitutivas de la unidad didáctica
tuvieron lugar en dos días consecutivos: 26 y 27 de diciembre de 2008.
51
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
2.6. Registro y codificación de los datos
Tras la grabación de los triangulares en ambas modalidades, se ha procedido a la
captura de las imágenes mediante el programa informático Adobe Premiere Pro.
De acuerdo con Anguera et al. (1993, p.163), el término “registro” es entendido
como “la transcripción de la representación de la realidad por parte del observador
mediante la utilización de determinados códigos, y que se materializa en un soporte
físico que garantiza su prevalencia”.
Dicho registro se ha llevado a cabo a partir del análisis de los partidos grabados.
De esta manera, cada partido está compuesto por un determinado número de jugadas y,
éstas a su vez, por un determinado número de acciones.
En total, para analizar la utilización del espacio en la modalidad de F-5, se ha
realizado el muestreo observacional descrito en la tabla 14, sobre un total de 361
jugadas:
Tabla 14. Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en F-5.
Nº de orden de
Numero de
Nº de orden de
Número de
jugadas por
jugadas por
jugadas por
jugadas por
partido
partido
equipo
equipo
Berceo-Loyola
1-54
54
1-116
116
Berceo-Valvanera
55-116
62
Loyola-Berceo
117-167
51
117-226
110
Loyola-Valvaner
168-226
59
Valvanera-Berceo
227-296
70
227-361
135
Valvanera-Loyola
297-361
64
Partido
Para analizar la utilización del espacio en la modalidad de F-3, se ha realizado el
muestreo observacional descrito en la tabla 15, sobre un total de 582 jugadas:
52
2. Método
Tabla 15. Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en F-3.
Nº de orden de
Numero de
Nº de orden de
Número de
jugadas por
jugadas por
jugadas por
jugadas por
partido
partido
equipo
equipo
Berceo-Escuela
1-97
97
1-199
199
Berceo-Yague
98-199
102
Escuela-Berceo
200-305
105
200-376
177
Escuela-Yague
306-376
71
Yague-Berceo
377-476
99
377-582
206
Yague-Escuela
477-582
106
Partido
Así el muestreo observacional efectuado para estudiar el desempeño espacial
asciende a 943 jugadas:
Tabla 16. Muestreo observacional total del desempeño espacial.
Modalidad
Nº de jugadas totales por modalidad
F-5
361
F-3
582
Muestreo total
943
Por otro lado, para analizar el desempeño técnico de los jugadores
prebenjamines en F-5, se ha realizado el muestreo observacional sobre un total de 881
contactos- tabla 17-:
Tabla 17. Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-5.
Nº de orden de
Numero de
Nº de orden de
Número de
jugadas por
jugadas por
jugadas por
jugadas por
partido
partido
equipo
equipo
Berceo-Loyola
1-130
130
1-284
284
Berceo-Valvanera
131-284
154
Loyola-Berceo
285-426
142
285-584
300
Loyola-Valvanera
427-584
158
Valvanera-Berceo
585-748
164
585-881
297
Valvanera-Loyola
749-881
133
Partido
53
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Para analizar el desempeño técnico de los prebenjamines en F-3, se ha realizado
el muestreo observacional sobre un total de 1361 contactos – tabla 18-:
Tabla 18. Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-3.
Nº de orden de
Numero de
Nº de orden de
Número de
jugadas por
jugadas por
jugadas por
jugadas por
partido
partido
equipo
equipo
Berceo-Escuela
1-192
192
1-423
423
Berceo-Yague
193-423
231
Escuela-Berceo
424-721
298
424-927
504
Escuela-Yague
722-927
206
Yague-Berceo
928-1145
218
928-1361
434
Yague-Escuela
1146-1361
216
Partido
El muestreo observacional total para el desempeño técnico es de 2242 contactos:
Tabla 19. Muestreo observacional total del desempeño técnico.
Modalidad
Nº de jugadas totales por modalidad
F-5
881
F-3
1361
Muestreo total
2242
El registro se ha elaborado mediante el programa Theme Coder, teniendo en
consideración los trabajos de Jonsson (2006) y Jonssson, et al. (2006).
Figura 11. Ilustración del instrumento de registro mediante Theme Coder.
54
2. Método
El registro se ha llevado a cabo conforme el proceso que describimos a
continuación:
- Se ha realizado el análisis de todos los datos referentes a partido. Sólo cuando
se finalizaba con todos los datos de un encuentro, se pasaba al siguiente. En el
nombre de los datos se reflejaban los criterios:
1. Modalidad.
2. Posesión balón.
- Cada encuentro se codificó por el mismo observador, visionando, en primer
lugar, la jugada correspondiente, sin registro alguno. Posteriormente se volvía a
visionar la misma jugada y se registraban los siguientes parámetros:
1. Posesión del balón.
2. Zona de inicio de contacto.
3. Zona de finalización de contacto.
4. Tipo de contacto.
- En la tercera y última fase se visionaba la jugada, y se corroboraban los datos
registrados, finalizando la codificación y pasando a la siguiente.
Posteriormente, los datos obtenidos se han recodificado para su análisis con el
paquete estadístico SPSS, versión 15.0 -figura 12-.
Figura 12. Datos referidos al “Espacio” tras recodificación con SPSS, versión 15.0.
55
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Por su parte, en la figura 13, se adjunta una captura correspondiente al paquete
de datos con el que pretende estudiar el desempeño técnico del prebenjamín en ambas
modalidades sometidas a estudio.
Figura 13. Datos referidos a los “Contactos” tras recodificación con SPSS, versión 15.0.
2.7. Control de la calidad del dato
De acuerdo con Anguera (1990) y Blanco (1991), existen tres grandes formas de
contemplar la fiabilidad de los datos observacionales:
- Concordancia del observador.
- Teoría psicométrica de la fiabilidad.
- Teoría de la generalizabilidad.
En el presente trabajo vamos a utilizar la primera de ellas. De cara a determinar
la fiabilidad de los datos obtenidos a partir del instrumento de observación, procedemos
a medir el grado de acuerdo entre los registros realizados. Al respecto, precisar que el
observador ha registrado, en dos ocasiones, al menos el 10% de las jugadas de cada uno
de los partidos que constituyen el muestreo observacional del presente trabajo de
investigación.
Para ello utilizamos una medida de concordancia pensada para clasificaciones
nominales, en las que no existe un orden de graduación entre las diferentes categorías:
el coeficiente Kappa -Cohen (1960)-. Este coeficiente estadístico se emplea para
cuantificar el grado de acuerdo entre observadores, corrigiendo el factor azar. A
continuación, se expone la fórmula matemática, siendo Pe el porcentaje esperado por
azar y Po el porcentaje observado:
56
2. Método
Kappa
Po - Pe
1 Pe
De esta forma, si la concordancia es total, el valor de kappa es 1; si la
concordancia observada es igual a la esperada por el azar el kappa será igual a 0; y en el
caso de que el acuerdo observado sea inferior al esperado por azar el índice kappa será
menor que cero. En la tabla 20, se expone, a partir de Landis y Koch (1977, p. 165), el
valor del kappa y la consideración del acuerdo.
Tabla 20. Valor Kappa y consideración del acuerdo, según Landis y Koch (1977).
Valor Kappa
Consideración del acuerdo
< 0,00
Sin acuerdo “Poor”
0,00 - 0,2
Insignificante “Slight”
0,21 - 0,40
Bajo “Fair”
0,41 – 0,60
Moderado “Moderate”
0,61 - 0,80
Bueno “Substancial”
0,81 – 1,00
Muy bueno “Almost perfect”
El cálculo del coeficiente Kappa de Cohen se ha llevado a cabo a través del
programa informático SDIS-GSEQ, versión 5.1. -teniendo en consideración las
recomendaciones de Bakeman y Quera (1995, 2001, 2011)-.
Figura 14. Ilustración del cálculo del coeficiente de Kappa de Cohen.
57
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
2.8. Análisis estadístico de los datos: regresión logística
Ato y López (1996) y Silva y Barroso (2004) resaltan el elevado potencial de la
regresión logística a la hora de establecer relaciones funcionales entre variables. Así, los
modelos de regresión logística permiten evaluar la relación entre una variable, llamada
variable criterio, y otra(s) variable(s) predictora(s).
El análisis mediante regresión logística puede realizarse tanto con fines
estimativos -en qué medida la variable criterio puede ser explicada por la(s) variable(s)
predictora(s)- como con fines predictivos -tratando de pronosticar la variable criterio en
función de los valores que adopte la(s) variable(s) predictora(s)-.
Existen varios tipos de regresión logística. Si atendemos al número de variables
podemos hablar de regresión logística simple y regresión logística múltiple, mientras
que si nos centramos en la naturaleza de las variables podemos hablar de regresión
logística continua y regresión logística dicotómica -Silva y Barroso (2004)-.
La utilización de este método estadístico ha encontrado en las ciencias de la
salud uno de sus principales ámbitos de uso -Hosmer y Lemeshow, (1989), De Irala,
(1996; 1997; 1999)-.De esta manera, son múltiples los estudios relacionados con
diversas enfermedades y las causas que las producen que fundamentan sus argumentos a
través de un método de regresión logística -por ejemplo, el tabaquismo y el cáncer de
pulmón-. Recientemente, la regresión logística está siendo aplicada, de manera muy
eficaz, en el ámbito deportivo-Casal (2010), Arana (2011) y Arana et al. (2012)-.
En concreto, como ya hemos dejado claro en el apartado de objetivos, nuestro
primer propósito es determinar la probabilidad de que una jugada sea exitosa en función
de la profundidad alcanzada en la utilización del espacio en las modalidades de juego
sometidas a estudio. Así, la primera variable predictora –profundidad-, viene
determinada por el sector donde se inicie la jugada -Sector Seguridad, Sector Creación
Campo Propio y Sector Creación Campo Rival-, mientras que para la segunda variable
predictora -modalidad de juego-, contemplamos las dos modalidades sometidas a
estudio (F-3 y F-5). La variable criterio, finalización de la jugada, es dicotómica, y
admite los valores: éxito o fracaso.
- Éxito: si la jugada finaliza en la Zona 80.
- Fracaso: si la jugada no finaliza en la Zona 80.
58
2. Método
Por tanto, al ser la variable criterio dicotómica y manejar más de una variable
predictora, se ha recurrido a un modelo de regresión logística múltiple.
A continuación, pretendemos establecer la probabilidad de que el tipo de
contacto realizado en cada una de las modalidades sea exitoso y/o adaptado a lo que los
autores especializados recomiendan trabajar en la temprana edad sometida a estudio.
Para satisfacer el segundo objetivo específico del presente trabajo de investigación,
vamos a manejar una variable predictora, modalidad de juego (F-3 y F-5) y vamos a
definir tres variables criterio:
- Primera variable criterio:
- Éxito: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad del ataque.
- Fracaso: si la acción no incluye tiro o no implica continuidad del ataque.
- Segunda variable criterio:
- Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón incluye conducción.
- No Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón no incluye conducción.
- Tercera variable criterio:
- Éxito + adaptada: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad
del ataque e incluye conducción.
- El resto de las posibles combinaciones.
Al ser las variables criterio dicotómicas y manejar, en cada caso, una única
variable predictora, diseñaremos tres modelos de regresión logística simple.
Según Martín, Cabero y Del Rosario (2008), el primer miembro de la ecuación
es la probabilidad de que ocurra un suceso determinado, y, en el segundo miembro, se
expresa la dependencia de dicha probabilidad en función de las variables predictoras.
El modelo logístico simple, queda planteado de la siguiente forma:
1
P (Y) = ---------------------------------------------------------------(βo +βX)
1+e
Siendo:
59
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
- P (Y): la probabilidad de que ocurra un suceso determinado.
- e: el número e o constante de Euler. Usando sólo las seis primeras cifras
decimales, el valor dicha constante es: e=2,718281.
- X: la variables predictora.
- βo: la constante. También se suele representar como α.
- β): el coeficiente de regresión logística.
Mientras que el modelo logístico múltiple, queda planteado del siguiente modo:
1
P (Y) = ---------------------------------------------------------------(βo +β1X1 + β2X2 +β3X3 … +βkXk)
1+e
Siendo:
- P (Y): la probabilidad de que ocurra un suceso determinado.
- e: el número e o constante de Euler. Usando sólo las seis primeras cifras
decimales, el valor dicha constante es: e=2,718281.
- Xi (i=1,2,…, k): las variables predictoras.
- βo: la constante. También se suele representar como α.
- βi (i=1,2,…, k): los coeficientes de regresión logística.
La elaboración del modelo de regresión logística múltiple se ha conformado en
seis etapas. Por su parte, en el modelo de regresión logística simple, estas etapas se
reducen a las tres últimas-:
1ª Etapa
Comprobar si existe relación entre la variable criterio -Éxito de la jugada- y cada
una de las variables predictoras -Sector de Inicio de la jugada y Modalidad-. Ya que las
variables son categóricas, la comprobación de la posible relación entre variables, la
realizamos mediante el estadístico “chi” cuadrado de Pearson.
2ª Etapa
Analizar el grado de relación existente entre las variables predictoras. De
acuerdo con Silva y Barroso (2004), si dos variables predictoras están altamente
60
2. Método
correlacionadas, el análisis de regresión logística multivariado no puede llevarse a cabo
por multicolinealidad.
Para determinar la presencia o ausencia de colinealidad se determina si existe
una asociación marcada entre las variables predictoras. A partir de Castañeda y Molina
(1999), se considerará que existe colinealidad, si el coeficiente de contingencia alcanza
un valor superior a 0,90.
3ª Etapa
Es necesario evaluar la relación entre una variable predictora y una variable
criterio. Para ello, se hace imprescindible tener en cuenta dos conceptos importantes: la
confusión y la interacción. Ambos conceptos tienen que ver con la interferencia que
una/s variable/s puede/n realizar en la asociación entre otra/s.
- Existe
confusión cuando la
asociación entre
dos variables difiere
significativamente según que se considere, o no, otra variable. A esta última
variable se la denomina variable de confusión para la asociación. Por tanto, la
confusión se detecta cuando la fuerza de la asociación entre la variable
predictora y la variable criterio, cambia de forma importante. Esta fuerza en la
asociación la evalúa la exponencial del coeficiente -Exp (B)-. De acuerdo con
Aguayo (2007), lo habitual es considerar que existe confusión si la Exp (B)
cambia en más del 10%.
- Existe interacción cuando la asociación entre dos variables varía según los
diferentes niveles de otra u otras variables. Considerando las distintas posibles
interacciones que podemos obtener de la combinación de las categorías que
componen la Modalidad y de las condiciones que conforman la variable Sector
de Inicio, se tendrá en cuenta la significatividad de las relaciones.
4ª Etapa
A continuación procedemos a determinar qué variables, de todas aquellas que
nos interesan, van a formar parte definitivamente de nuestro modelo. Para ello,
recurrimos a seleccionar tres métodos que el programa SPSS, versión 15.0, facilita. Lo
que se persigue con ello es:
- Detectar cuáles de las variables que pretendemos manejar pueden ser incluidas
en la ecuación de regresión con finalidad predictiva.
61
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
- Estimar el grado de relación presente entre las variables predictoras y la
variable criterio.
La selección del método permite especificar cómo se introducen las variables
predictoras en el modelo. Utilizando distintos métodos se pueden construir diversos
modelos de regresión a partir del mismo conjunto de variables. Nosotros vamos a
utilizar los siguientes procedimientos:
- Introducir: procedimiento para la selección de variables en el que todas las
variables de un bloque se introducen en un solo paso.
- Selección hacia adelante (Wald): método de selección por pasos hacia adelante
que contrasta la entrada basándose en la significación del estadístico de
puntuación y contrasta la eliminación basándose en la probabilidad del
estadístico de Wald.
- Eliminación hacia atrás (Wald): selección hacia atrás por pasos. El contraste
para la eliminación se basa en la probabilidad del estadístico de Wald.
La exactitud del modelo de regresión logística se define en función de su
sensibilidad y especificidad. En nuestro caso, la sensibilidad se refiere a la probabilidad
del modelo para predecir que la jugada es exitosa cuando realmente la jugada ha sido
exitosa. La especificidad es la probabilidad del modelo para predecir que la jugada no es
exitosa cuando realmente la jugada no ha sido exitosa.
5ª Etapa
En esta etapa se procede a la valoración del modelo final, es decir, se analiza
cómo de bueno es su ajuste a los datos de los que disponemos. En nuestro caso, para la
evaluación del ajuste del modelo, se empleará el contraste de bondad de ajuste de
Hosmer-Lemeshow.
6ª Etapa
Es en esta última etapa en la que se realiza el proceso de predicción y estimación
a partir del modelo de regresión logística construido.
Para la interpretación de los resultados, tendremos en cuenta tanto el signo de los
coeficientes B como los valores de Exp (B), a partir de Domínguez y Aldana (2001). Si
62
2. Método
el signo de B es positivo, nos informa de que la variable en cuestión favorece la
aparición del suceso -en nuestro caso de que la jugada acabe en éxito-, y obtendremos
una Exp (B) superior a 1. En el caso, de que el signo de B sea negativo, se interpreta que
una variable determinada reduce la probabilidad de la aparición del éxito, siendo el
valor del Exp (B) menor que 1.
Añadir que cuando las variables predictoras son nominales politómicas, para
incluirlas en el modelo hay que darles un tratamiento especial, creando variables
ficticias o dummy. El exponencial del coeficiente correspondiente a las variables
dummy, estima la magnitud en que varía el riesgo de que ocurra el suceso, comparado
esa categoría con la categoría de referencia. Por tanto, si el valor Exp (B):
- Es igual a 1 o el intervalo de confianza comprende a la unidad, se interpreta
que la variable predictora no afecta en la probabilidad de aparición de la
variable criterio.
- Si es mayor que 1, se interpreta señalando cuantas veces más influye una
variable determinada en la aparición del suceso, respecto a la variable
referencia. Esta cuantía corresponde al valor de Exp (B).
- Si es menor que 1, se interpreta señalando cuantas veces menos influye una
variable determinada en la aparición del suceso, respecto a la variable
referencia Este porcentaje lo calcularemos al aplicar [1-Exp(B)]*100.
Finalmente, para la realización de la predicción, bastará con sustituir en nuestras
ecuaciones de regresión logística tanto los valores de los coeficientes como los valores
de las variables predictoras que hayan sido seleccionadas con tal finalidad.
63
3. Resultados
3. RESULTADOS
3.1. De la calidad del dato
El coeficiente Kappa de Cohen de los paquetes de datos correspondientes se ha
obtenido -tabla 21- mediante el paquete informático SDIS-GSEQ, versión 5.1.
Tabla 21. Cálculo del coeficiente Kappa de Cohen en F-3 y F-5.
Modalidad
F-5
F-3
Partido
Kappa de Cohen
Concordancia
C. D. Berceo – A. D. Loyola
0,90
91%
A. D. Loyola – C. D. Berceo
0,90
90%
C. D. Berceo – C. D. Valvanera
0,94
94%
C. D. Valvanera – C. D. Berceo
0,93
93%
A. D. Loyola - C. D. Valvanera
0,95
95%
C. D. Valvanera – A. D. Loyola
0,91
92%
C. D. Berceo – E. F. Logroño
1
100%
C. D. Berceo- Yague C.F.
0,98
98%
E. F. Logroño -C. D. Berceo
1
100%
E. F. Logroño - Yague C.F
0,98
98%
Yague C.F -C. D. Berceo
1
100%
Yague C.F – E. F. Logroño
1
100%
En todos los paquetes de datos, se ha obtenido una consideración del acuerdo, a
partir de Landis y Koch (1977, p. 165), de almost perfect.
3.2. Del análisis de regresión logística múltiple
En el presente trabajo de investigación hemos empleado la regresión logística
múltiple con el objetivo de determinar la probabilidad de que una jugada sea exitosa -
65
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
alcance la zona que alberga la portería contraria- en función del sector de inicio de la
jugada y de la modalidad de juego practicada.
En primer lugar, decir que el número de casos tomados en consideración para
nuestro análisis de regresión logística múltiple son la totalidad de las jugadas: 943, no
quedando ningún caso excluido, tal y como se refleja en la tabla 22.
Tabla 22. Resumen del procesamiento de casos del modelo de regresión logística múltiple.
Número
Porcentaje
Incluidos en el análisis
943
100,0
Casos perdidos
0
,0
Total
943
100,0
Casos no seleccionados
0
,0
Total
943
100,0
Casos seleccionados
Los valores de la variable criterio-véase tabla 23- pueden ser:
- La jugada “sí” finaliza en la Zona 80= 1.
- La jugada “no” finaliza en la Zona 80=0.
Tabla 23. Codificación de la variable criterio del modelo de regresión logística múltiple.
Valor original
Valor interno
Si
1
No
0
La profundidad viene determinada por el sector donde se inicia la jugada- Sector
Seguridad, Sector Creación Campo Propio, Sector Creación Campo Rival o Sector
Definición-, mientras que para la modalidad de juego se contemplan las dos
consideradas en el presente trabajo -F-3 y F-5-.
Mientras que la variable predictora Modalidad tan solo presenta dos categorías F-3 y F-5-, la variable predictora Sector de Inicio de la jugada, es una variable
categórica con más de dos categorías. Esto impide que, esta última, pueda ser incluida
en el modelo de regresión sin una transformación previa. Dicha transformación
convierte la variable predictora en dicotómica. La transformación consiste en la
creación de nuevas variables dicotómicas ficticias-dummy-, manteniendo la información
aportada por la variable original.
66
3. Resultados
Una variable dummy es una variable construida de manera artificial y puede
tomar dos posibles valores: 0 ó 1. Ello se realiza en base a una categoría utilizada como
referencia en el proceso de dicotomización. En nuestro modelo de regresión logística se
han tomado las siguientes categorías de referencia:
- En relación con la variable Sector de Inicio de la jugada, la categoría de
referencia ha sido el Sector Definición.
- En relación con la variable Modalidad, la categoría de referencia ha sido F-3.
Las variables predictoras de partida, con n categorías, deben expresarse
mediante n-1 variables dummy. Esta transformación, tal y como se expone en la tabla
24, se ha realizado mediante el paquete estadístico SPSS, versión 15.0.
Tabla 24. Codificación de variables categóricas del modelo de regresión logística múltiple.
Frecuencia
(2)
(3)
(1)
339
1,000
,000
,000
250
,000
1,000
,000
197
,000
,000
1,000
Sector Finalización
157
,000
,000
,000
F3
582
1,000
F5
361
,000
Sector Seguridad
Sector
Inicio
Codificación de parámetros
Sector Creación
Campo Propio
Sector Creación
Campo Rival
Modalidad
Tras concretar el número de casos, la variable criterio y las variables predictoras,
pasamos a desarrollar las 6 etapas del modelo de regresión logística múltiple.
1ª Etapa: Comprobación de la existencia de relación entre la variable criterio y
cada una de las variables predictoras
Se recurre al estadístico “chi” cuadrado de Pearson para determinar la posible
relación entre la variable criterio –Éxito- y las variables predictoras -Sector Inicio de la
jugada y Modalidad-.
En la tabla 25 se presenta la relación de contingencia de la variable criterio y la
variable predictora Sector Inicio de la jugada.
67
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Tabla 25. Tabla de contingencia: Éxito y Sector de Inicio de la jugada.
Sector Inicio
ZF80
Sector
Seguridad
Sector
Creación
Campo Propio
Sector
Creación
Campo Rival
Sector
Finalización
No
276
180
111
94
661
Si
63
70
86
63
282
339
250
197
157
943
Total
Total
A continuación, se exponen los resultados de la aplicación del estadístico “chi”
cuadrado de Pearson. Estos resultados señalan que la variable Sector Inicio de la jugada
mantiene una relación significativa con la variable criterio –Éxito-.
Tabla 26. Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Sector de Inicio de la jugada.
Valor
gl
Sig. asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson
46,754
3
,000
N de casos válidos
943
La siguiente tabla de contingencia -tabla 27-, recoge la segunda variable
predictora Modalidad, junto con la variable criterio –Éxito-.
Tabla 27. Tabla de contingencia de regresión múltiple: Éxito y Modalidad.
Modalidad
ZF80
F3
F5
Total
No
374
287
661
Si
208
74
282
582
361
943
Total
A continuación, se exponen los resultados de la aplicación del estadístico ”chi”
cuadrado de Pearson a la referida tabla de contingencia. Estos resultados señalan, como
en el caso anterior, que la variable predictora Modalidad, mantiene una relación
significativa con la variable criterio Éxito.
Tabla 28. Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Modalidad.
68
Valor
gl.
Sig. asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson
24,687
1
,000
N de casos válidos
943
3. Resultados
2ª Etapa: Analizar el grado de relación entre las variables predictoras
Tal y como se ha avanzado en el epígrafe 2.8., si dos variables predictoras están
altamente correlacionadas, el análisis de regresión logística multivariado no puede
llevarse a cabo. Tal situación se denomina “multicolinealidad” -Silva y Barroso(2004)-.
En nuestro modelo de regresión logística múltiple, debemos determinar si existe
una asociación marcada entre las variables predictoras Sector Inicio de la jugada y
Modalidad. Para ello, recurrimos al estadístico “chi” cuadrado de Pearson.
En la tabla 29 se presenta la tabla de contingencia de las variables predictoras:
Modalidad y Sector de Inicio de la jugada del modelo de regresión logística múltiple.
Tabla 29. Tabla de contingencia: Modalidad y Sector de Inicio de la jugada.
Sector Inicio
Modalidad
Sector
Seguridad
Sector
Creación
Campo Propio
Sector
Creación
Campo
Rival
Sector
Finalización
F3
222
153
111
96
582
F5
117
97
86
61
361
339
250
197
157
943
Total
Total
A continuación, se exponen los resultados de la aplicación del estadístico “chi”
cuadrado de Pearson relativo a la tabla de contingencia que incluye ambas variables
predictoras. Estos resultados señalan que la variable Modalidad no mantiene relación
significativa con la variable Sector Inicio de la jugada, lo que descartada la colinealidad.
Tabla 30. Resultados de chi-cuadrado: Modalidad y Sector Inicio de la jugada.
Valor
gl.
Sig. asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson
4,495
3
,213
N de casos válidos
943
3ª Etapa: Evaluar los factores de confusión y/o las posibles interacciones
Existe
confusión
cuando
la
asociación
entre
dos
variables
difiere
significativamente según se considere o no otra variable. A esta última variable se le
denomina: variable de confusión para la asociación. La fuerza en la asociación se evalúa
mediante la exponencial del coeficiente [Exp(B)].
69
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Tal y como se pueden observaren la tabla 31, las distintas Exp (B)
correspondientes al Sector Inicio, sufren ciertas modificaciones cuando introducimos en
el modelo la variable Modalidad. Pero dicha modificación es inferior al 10%. De
acuerdo con Aguayo (2007), decimos mantener en nuestro modelo de regresión logística
las tres categorías dummys correspondientes al Sector Inicio de la jugada.
Tabla 31. Exp (B) del modelo de regresión logística múltiple: Sector de Inicio.
Exp (B)
Sector Inicio
Paso 1(a)
Sector Inicio(1)
,341
Sector Inicio(2)
,580
Sector Inicio(3)
1,156
Constante
,670
Modalidad(1)
2,426
Sector Inicio
Paso 2(b)
Sector Inicio(1)
,317
Sector Inicio(2)
,568
Sector Inicio(3)
1,215
Constante
,382
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio.
(b) Variable(s) introducida(s) en el paso 2: Modalidad.
Para que se considere que un modelo logístico presenta interacción, todos los
coeficientes deben ser significativos. Por tal hecho, la asociación de variables varía
según los diferentes niveles de otra u otras variables. La interacción requiere introducir
en la ecuación de regresión logística un término multiplicativo compuesto por las dos
variables predictoras que, se presuponen, interactúan en su efecto sobre la variable
criterio; así como los coeficientes de las variables predictoras .
Las variables Sector de Inicio y Modalidad, pueden incorporarse al modelo de
regresión múltiple ya que sus coeficientes estadísticos son significativos -tabla 32-.
70
3. Resultados
Tabla 32. Variables en la ecuación de regresión múltiple: Sector de Inicio y Modalidad.
B
E.T.
Sector Inicio
Paso 1(a)
Wald
gl.
Sig.
50,536
3
,000
Exp (B)
Sector Inicio(1)
-1,149
,219
27,547
1
,000
,317
Sector Inicio(2)
-,566
,220
6,639
1
,010
,568
Sector Inicio(3)
,195
,222
,767
1
,381
1,215
Modalidad(1)
,886
,162
29,846
1
,000
2,426
Constante
-,963
,198
23,663
1
,000
,382
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad.
A continuación, introducimos la interacción entre las variables predictoras. Se
consideran -tabla 33- las interacciones correspondientes a la combinación de las
categorías constitutivas de las variables predictoras: Modalidad y Sector de Inicio.
Llegados a este punto, decidimos no tener en cuenta en el modelo definitivo de
regresión logística múltiple la interacción entre las variables predictoras, ya que, al
hacerlo, el coeficiente de la variable Modalidad deja de ser significativo.
Tabla 33. Variables en la ecuación: Sector de Inicio, Modalidad y Modalidad por Sector.
B
E.T.
Sector Inicio
Paso 1(a)
Wald
gl.
Sig.
33,107
3
,000
Exp (B)
Sector Inicio(1)
-2,110
,452
21,824
1
,000
,121
Sector Inicio(2)
-1,364
,398
11,725
1
,001
,256
Sector Inicio(3)
-,122
,348
,123
1
,726
,885
Modalidad(1)
,166
,336
,243
1
,622
1,180
9,425
3
,024
Modalidad *
Sector Inicio
Modalidad(1) y
Sector Inicio(1)
Modalidad(1) y
Sector Inicio(2)
Modalidad(1) y
Sector Inicio(3)
Constante
1,336
,521
6,583
1
,010
3,802
1,179
,479
6,058
1
,014
3,251
,477
,447
1,136
1
,286
1,611
-,502
,264
3,612
1
,057
,605
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad, Modalidad * Sector Inicio
4ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística
Para detectar qué variables pueden ser incluidas en el modelo de regresión con
finalidad predictiva y estimar el grado de relación presente entre la variable criterio y las
71
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
variables predictoras, recurrimos a tres procedimientos que el programa SPSS, versión
15, dispone.
Tabla 34. Resultados de regresión múltiple tras el procedimiento “Introducir”.
B
E.T.
SectorInicio
Paso
1(a)
Wald
gl.
Sig.
33,107
3
,000
Exp (B)
Sector Inicio(1)
-2,110
,452
21,824
1
,000
,121
Sector Inicio(2)
-1,364
,398
11,725
1
,001
,256
Sector Inicio(3)
-,122
,348
,123
1
,726
,885
Modalidad(1)
,166
,336
,243
1
,622
1,180
9,425
3
,024
Modalidad * Sector
Inicio
Modalidad(1) y Sector
Inicio(1)
Modalidad(1) y Sector
Inicio(2)
Modalidad(1) y Sector
Inicio(3)
1,336
,521
6,583
1
,010
3,802
1,179
,479
6,058
1
,014
3,251
,477
,447
1,136
1
,286
1,611
-,502
,264
3,612
1
,057
,605
Constante
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad, Modalidad * Sector Inicio
Tabla 35. Resultados de regresión múltiple obtenidos tras “Selección hacia adelante (Wald)”.
B
E.T.
Sector Inicio
Paso 1(a)
gl.
Sig.
44,991
3
,000
-1,077
,214
25,217
1
,000
,341
Sector Inicio(2)
-,544
,215
6,392
1
,011
,580
Sector Inicio(3)
,145
,217
,446
1
,504
1,156
Constante
-,400
,163
6,040
1
,014
,670
50,536
3
,000
Sector Inicio(1)
-1,149
,219
27,547
1
,000
,317
Sector Inicio(2)
-,566
,220
6,639
1
,010
,568
Sector Inicio(3)
,195
,222
,767
1
,381
1,215
Modalidad(1)
,886
,162
29,846
1
,000
2,426
Constante
-,963
,198
23,663
1
,000
,382
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio.
(b) Variable(s) introducida(s) en el paso 2: Modalidad.
72
Exp (B)
Sector Inicio(1)
Sector Inicio
Paso 2(b)
Wald
3. Resultados
Tabla 36. Resultados de regresión múltiple tras “Selección hacia atrás (Wald)”.
B
E.T.
Sector Inicio
Paso 1(a)
Wald
gl.
Sig.
50,536
3
,000
Exp (B)
Sector Inicio(1)
-1,149
,219
27,547
1
,000
,317
Sector Inicio(2)
-,566
,220
6,639
1
,010
,568
Sector Inicio(3)
,195
,222
,767
1
,381
1,215
Modalidad(1)
,886
,162
29,846
1
,000
2,426
Constante
-,963
,198
23,663
1
,000
,382
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad.
De los resultados expuestos en las tablas 34, 35 y 36, se desprende que los tres
procedimientos incluyen las mismas variables en el modelo de regresión logística.
Concretamente: Sector de Seguridad-SI (1)-, Sector Creación Campo propio-SI (2)-,
Sector Creación Campo Rival -SI (3)- y Modalidad (1), la correspondiente a F-3.
Una vez seleccionadas las variables que van a conformar nuestro modelo de
regresión logística, vamos a evaluar la capacidad de discriminación del modelo.
Tabla 37. Capacidad de discriminación del modelo definido -regresión múltiple-.
Pronosticado
Observado
ZF80
Porcentaje
correcto
ZF80
No
Si
No
606
55
91,7
Si
226
56
19,9
Paso 1
Porcentaje global
70,2
(a) El valor de corte es ,500
Así, de acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 37, el modelo de
regresión logística múltiple desarrollado predice con exactitud el 70,2% de los casos –
jugadas- analizados.
Además, el modelo de regresión logística múltiple desarrollado obtiene un
19,9% de sensibilidad -la capacidad del modelo para predecir que la jugada es exitosa
cuando realmente ha sido exitosa- y un 91,7% de especificidad -la capacidad del modelo
para predecir que la jugada no es exitosa cuando realmente no ha sido exitosa-.
73
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
5ª Etapa: Valorar el modelo final
Llegados a este etapa se procede a valorar la bondad de ajuste del modelo de
regresión logística construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de ajuste de
Hosmer-Lemeshow. Los resultados obtenidos -tabla 38-, muestran la ausencia de
diferencias significativas entre los valores esperados y los valores observados.
Tabla 38. Contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow -regresión múltiple-.
Paso
Chi-cuadrado
gl
Sig.
1
9,633
6
,141
De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística
desarrollado se ajusta a los datos que lo soportan.
6ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística
En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación
a partir del modelo de regresión logística construido.
En relación a la estimación
En la tabla 39 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del
modelo: B y las Exp (B) junto con sus niveles de significación.
Tabla 39. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del modelo de regresión múltiple en relación a la estimación.
B
E.T.
Sector Inicio
Paso 1(a)
Wald
gl.
Sig.
50,536
3
,000
Exp
(B)
I.C. 95,0% para
Exp(B)
Inferior
Superior
Sector Inicio(1)
-1,149
,219
27,547
1
,000
,317
,206
,487
Sector Inicio(2)
-,566
,220
6,639
1
,010
,568
,369
,873
Sector Inicio(3)
,195
,222
,767
1
,381
1,215
,786
1,878
Modalidad(1)
,886
,162
29,846
1
,000
2,426
1,765
3,334
Constante
-,963
,198
23,663
1
,000
,382
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad.
Los resultados referidos en la tabla 39, se interpretan de la siguiente manera:
74
3. Resultados
- En lo relativo al Sector Inicio Seguridad -SI (1)-:
- El signo B es negativo (-1,149): por tanto, una jugada que comience en el
Sector Seguridad tiene menor probabilidad de terminar en éxito que una
jugada que se haya originado en el Sector Definición.
- El valor de Exp (B) (0,317) es menor que 1 y significativo; por tanto, la
probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es de un 68,3% [(10,317)*100] menor si se ha iniciado en el Sector Seguridad, que si se ha
iniciado en Sector Definición.
- En lo relativo al Sector Inicio Creación Campo Propio -SI(2)-:
- El valor de B es negativo (-0,566): por tanto, una jugada que comience en el
Sector Creación Campo Propio tiene menor probabilidad de terminar en
éxito que una que se haya originado en el Sector Definición.
- El valor de Exp (B) (0,568) es menor que 1 y significativo; por tanto, la
probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es un 43,2% [(10,568)*100] menor si se ha iniciado en el Sector Creación Campo Propio,
que si se ha iniciado en Sector Definición.
- En lo relativo al Sector Inicio Creación Campo Rival -SI(3)-:
- El valor es positivo (0,195): por tanto, una jugada que comience en el Sector
Creación Campo Propio tiene mayor probabilidad de terminar en éxito que
una que se haya originado en el Sector Definición, pero el valor de Exp (B)
(1,215), pese a que es superior a 1, no es significativo (p. 0,381); por tanto,
indica el que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 no
depende de que la jugada comience en el Sector Creación Campo Rival o
que se inicie en Sector Definición.
- En lo relativo a la variable Modalidad (1):
- El valor de B es positivo (0,886): por tanto, una jugada que corresponde a la
modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de terminar en éxito que una
jugada correspondiente a la modalidad F-5.
- El valor de Exp(B) (2,426) es mayor que 1 y significativo; por tanto, indica
que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es 2,426 veces
mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a F-5.
75
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
En relación a la predicción
De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 40, las variables Modalidad,
Sector Inicio Seguridad –SI (1)- y Sector Inicio Campo Propio –SI (2)-, están presentes
en la ecuación que se expone a continuación. Las tres son estadísticamente
significativas (p<.05). Aunque la variable Sector Creación Campo Rival –SI (3)- no es
estadísticamente significativa debe ser incluida en el modelo de regresión logística
múltiple, al estar trabajando con variables categóricas y resultar el resto de categorías
significativas.
A continuación, procedemos a pronosticar la probabilidad de éxito de la jugada,
en función de la variable Sector Inicio en la modalidad F-3:
- Primer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-3,
comienza en el Sector Seguridad, la probabilidad de éxito pronosticada será
igual a:
1
P (Y=1) =------------------------------------------------------------------= 0,2269
-(-0,963-1,149*1 -0,566*0+0,195*0+0,886*1)
1+e
- Segundo Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-3,
comienza en el Sector Creación Campo Propio, la probabilidad de éxito
pronosticada será igual a :
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,3446
-(-0,963-1,149*0-0,566*1+0,195*0+0,886*1)
1+e
- Tercer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad de F-3,
comienza en el Sector Creación Campo Rival, la probabilidad de éxito
pronosticada será igual a :
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,5295
-(-0,963-1,149*0-0,566*0+0,195*1+0,886*1)
1+e
76
3. Resultados
Pasamos a pronosticar en la probabilidad de éxito de la jugada, en función de la
variable Sector Inicio en la modalidad F-5. En la tabla 40 se exponen los coeficientes de
regresión del modelo. Podemos comprobar que, respecto a la ecuación presentada
anteriormente, lo único que varía es el signo del coeficiente B correspondiente a la
variable Modalidad: pasa de positivo a negativo. Es decir, que la probabilidad de que
una jugada termine en éxito en la modalidad de F-5 es menor que si pertenece a F-3.
Tabla 40.Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del modelo de regresión múltiple en relación a la predicción.
B
E.T.
Sector Inicio
Paso 1(a)
Wald
gl
Sig.
50,536
3
,000
Exp
(B)
I.C. 95,0% para
Exp(B)
Inferior
Superior
Sector Inicio(1)
-1,149
,219
27,547
1
,000
,317
,206
,487
Sector Inicio(2)
-,566
,220
6,639
1
,010
,568
,369
,873
Sector Inicio(3)
,195
,222
,767
1
,381
1,21
5
,786
1,878
Modalidad(2)
,886
,162
29,846
1
,000
,412
,300
,567
Constante
-,077
,175
,194
1
,660
,926
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad
- Primer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-5,
comienza en el Sector Seguridad, la probabilidad de éxito pronosticada será:
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,0475
-(-0,963-1,149*1 -0,566*0+0,195*0-0,886*1)
1+e
- Segundo Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-5,
comienza en el Sector Creación Campo Propio, la probabilidad de éxito
pronosticada será igual a :
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,0820
-(-0,963-1,149*0-0,566*1+0,195*0-0,886*1)
1+e
77
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
- Tercer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad de F-5,
comienza en el Sector Creación Campo Rival, la probabilidad de éxito
pronosticada será igual a :
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,1606
-(-0,963-1,149*0-0,566*0+0,195*1-0,886*1)
1+e
3.3. De los análisis de regresión logística simple
De acuerdo con lo ya expuesto en el epígrafe 2.8., en el presente trabajo hemos
diseñado tres modelos de regresión logística simple para analizar la calidad del
desempeño técnico del jugador prebenjamín en función de si practica la modalidad de
F-3 o F-5. Para ello, tres han sido las variables criterio fijadas para cada modelo:
- Primera variable criterio:
- Éxito: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad del ataque.
- Fracaso: si la acción no incluye tiro o no implica continuidad del ataque.
- Segunda variable criterio:
- Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón incluye conducción.
- No Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón no incluye conducción.
- Tercera variable criterio:
- Éxito + adaptada: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad
del ataque e incluye conducción.
- El resto de las posibles combinaciones.
3.3.1. Del primer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o
implica continuidad de ataque propioEl número de casos tomados en consideración para el primer modelo de
regresión logística simple se corresponde con la totalidad de los contactos (n= 2242), no
quedando ningún caso-contacto excluido. Este hecho se refleja en la tabla 41.
78
3. Resultados
Tabla 41. Resumen del procesamiento de casos -primer modelo de regresión logística simple-.
Número
Porcentaje
Incluidos en el análisis
2242
100,0
Casos perdidos
0
,0
Total
2242
100,0
Casos no seleccionados
0
,0
Total
2242
100,0
Casos seleccionados
Los valores de la variable criterio - tabla 42- quedan fijados como sigue:
- Éxito: si el contacto supone tiro o implica continuidad del ataque= 1.
- Fracaso: si el contacto no supone tiro o no implica continuidad del ataque=0.
Tabla 42. Codificación de la variable criterio para el primer modelo de regresión simple.
Valor original
Valor interno
Si
1
No
0
Por su parte, la variable predictora Modalidad contempla las dos categorías
consideradas en el presente trabajo de investigación, F-3 y F-5, tal y como se expone en
la figura 43.
Tabla 43. Codificación de la variable predictora del primer modelo de regresión simple.
Frecuencia
Codificación de parámetros
(1)
Modalidad
F3
1361
1,000
F5
881
,000
Tras concretar el número de casos, la variable criterio y la variable predictora,
procedemos a desarrollar las 3 etapas del modelo de regresión logística simple.
1ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística
Mediante el procedimiento “Introducir” que habilita el paquete estadístico SPSS,
versión 15.0., se han obtenido los resultados expuestos en la tabla 44.
79
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Tabla 44. Resultados del primer modelo de regresión simple tras “Introducir”.
Paso 1(a)
B
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp (B)
Modalidad (1)
,476
,087
29,828
1
,000
1,610
Constante
-,295
,068
18,752
1
,000
,745
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad.
Procedemos a evaluar la capacidad de discriminación del modelo definido. De
acuerdo con los resultados que se exponen en la tabla 45, el modelo de regresión
logística simple desarrollado predice con exactitud el 55,6% de los casos analizados.
Además, el modelo de regresión logística simple desarrollado obtiene un 66,4%
de sensibilidad y un 44,9% de especificidad.
Tabla 45. Capacidad de discriminación del primer modelo de regresión simple.
Pronosticado
Observado
Éxito
Éxito
Porcentaje correcto
No
Si
No
505
619
44,9
Si
376
742
66,4
Paso 1
55,6
Porcentaje global
(a) El valor de corte es ,500
2ª Etapa: Valorar el modelo final
En esta etapa, se procede a valorar la bondad de ajuste del modelo de regresión
logística construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de ajuste de HosmerLemeshow. Los resultados obtenidos (tabla 46), muestran la ausencia de diferencias
significativas entre los valores esperados y los valores observados.
Tabla 46. Contraste de Hosmer-Lemeshow -primer modelo de regresión simple-.
Paso
Chi-cuadrado
gl.
1
,000
0
Sig.
De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística
desarrollado se ajusta a los datos incorporados.
80
3. Resultados
3ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística
En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación
a partir del primer modelo de regresión logística simple construido.
En relación a la estimación
En la tabla 47 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del
primer modelo de regresión simple: B y las Exp (B) junto con sus niveles de
significación.
Tabla 47. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del primer modelo de regresión simple en relación a la estimación.
B
Paso 1(a)
E.T.
Wald
gl
Sig.
Exp
(B)
Modalidad(1)
,476
,087
29,828
1
,000
1,610
Constante
-,295
,068
18,752
1
,000
,745
I.C. 95,0% para
Exp(B)
Inferior
Superior
1,357
1,910
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad.
Estos resultados se interpretan a continuación:
- En lo relativo a la variable Modalidad (1)-:
- El valor de B es positivo (0,476): por tanto, un contacto que corresponde a
la modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de terminar en éxito que un
contacto correspondiente a la modalidad F-5.
- El valor de Exp (B) (1,610) es mayor que 1 y significativo; por tanto, la
probabilidad de que el contacto técnico realizado implique tiro o
continuidad del ataque es 1,610 veces mayor si pertenece a la modalidad de
F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5.
En relación a la predicción
De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 47, la variable Modalidad
está presente en la ecuación que se expone a continuación puesto que estadísticamente
es significativa (p< .05). Pasamos a pronosticar la probabilidad de éxito de un contacto,
en la modalidad F-3:
- Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de
éxito pronosticada será igual a:
81
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,5451
-(-0,295+0,476*1)
1+e
A continuación, pasamos a pronosticar en la probabilidad de éxito de un
contacto, si éste pertenece a la modalidad de F-5, resultando lo siguiente:
Tabla 48. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del primer modelo de regresión simple en relación a la predicción.
Paso 1(a)
B
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp (B)
Modalidad F-5
-,476
,087
29,828
1
,000
,621
Constante
,181
,054
11,086
1
,001
1,199
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad F-5.
Se observa que, respecto a la ecuación presentada anteriormente, varían tanto el
signo del coeficiente B de la variable Modalidad, pasando de positivo a negativo, como
el valor de Exp (B). Es decir, la probabilidad de que un contacto termine en éxito
originada en la modalidad de F-5 es menor que si pertenece a la modalidad de F-3.De
igual manera, todos los valores relacionados con la Constante sufren modificaciones.
El pronóstico de la probabilidad de éxito de un contacto, en la modalidad F-5, se
obtiene como sigue:
- Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-5, la probabilidad de
éxito pronosticada será igual a:
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,4268
-(0,181-0,476*1)
1+e
3.3.2. Del segundo modelo de regresión logística simple -si el contacto implica
conducciónEl número de casos tomados en consideración para el segundo modelo de
regresión logística simple se corresponde con la totalidad de los contactos (n= 2242), no
quedando ningún caso-contacto excluido. Este hecho queda reflejado en la tabla 49.
82
3. Resultados
Tabla 49. Resumen del procesamiento de casos -segundo modelo regresión simple-.
Número
Porcentaje
Incluidos en el análisis
2242
100,0
Casos perdidos
0
,0
Total
2242
100,0
Casos no seleccionados
0
,0
Total
2242
100,0
Casos seleccionados
Los valores de la variable criterio -expuestos en la tabla 50- son:
- Adaptada: si el contacto técnico implica conducción= 1.
- No adaptada: si el contacto técnico no implica conducción=0.
Tabla 50. Codificación de la variable criterio del segundo modelo de regresión simple.
Valor original
Valor interno
Si
1
No
0
La variable predictora Modalidad contempla las dos categorías consideradas en
el presente trabajo de investigación -F-3 y F-5-:
Tabla 51. Codificación de lavariable predictora de segundo modelo de regresión simple.
Frecuencia
Codificación de parámetros
(1)
Modalidad
F3
1361
1,000
F5
881
,000
Tras concretar el número de casos, la variable criterio y la variable predictora,
pasamos a desarrollar las 3 etapas del segundo modelo de regresión logística simple.
1ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística
Mediante el procedimiento “Introducir” que el programa SPSS, versión 15.0.,
dispone, se han obtenido los resultados que se exponen en la tabla 52.
83
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Tabla 52. Resultados del segundo modelo de regresión simple tras “Introducir”.
Paso 1(a)
B
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp (B)
Modalidad(1)
,364
,097
13,959
1
,000
1,438
Constante
-1,112
,078
202,966
1
,000
,329
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1:Modalidad
A continuación, procedemos a evaluar la capacidad de discriminación del
modelo definido. De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 53, el modelo de
regresión logística desarrollado predice con exactitud el 70,8% de los casos analizados.
Además, el modelo de regresión logística desarrollado obtiene un 0% de
sensibilidad y un 100% de especificidad.
Tabla 53. Capacidad de discriminación del segundo modelo de regresión logística simple.
Pronosticado
Observado
Adaptada
Paso 1
Adaptada
Porcentaje correcto
No
Si
No
1587
0
100,0
Si
655
0
0
70,8
Porcentaje global
(a) El valor de corte es ,500
2ª Etapa: Valorar el modelo final
En esta etapa, se procede a valorar la bondad de ajuste del segundo modelo de
regresión logística simple construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de
ajuste de Hosmer-Lemeshow. Los resultados obtenidos -tabla 54-, muestran la ausencia
de diferencias significativas entre los valores esperados y los valores observados.
Tabla 54. Contraste de Hosmer-Lemeshow -segundo modelo de regresión simple-.
Paso
Chi-cuadrado
gl.
1
,000
0
Sig.
De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística
desarrollado se ajusta a los datos incorporados.
84
3. Resultados
3ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística
En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación
a partir del modelo de regresión logística simple construido.
En relación a la estimación
En la tabla 55 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del
modelo: B y las Exp (B) junto con sus niveles de significación.
Tabla 55.Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del segundo modelo de regresión simple en relación a la estimación.
B
Paso 1(a)
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp
(B)
Modalidad(1)
,364
,097
13,959
1
,000
1,438
Constante
-1,112
,078
202,96
1
,000
,329
I.C. 95,0% para
Exp. (B)
Inferior
Superior
1,189
1,741
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad.
Los resultados referidos en la tabla 55, se interpretan a continuación:
- En lo relativo a la variable- Modalidad (1)-:
- El valor de B es positivo (0,364): por tanto, un contacto técnico que
corresponda a la modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de incluir
conducción que un contacto correspondiente a la modalidad de F-5.
- El valor de Exp (B) (1,438) es mayor que 1 y significativo; por tanto, la
probabilidad de que el contacto técnico implique conducción es 1,438 veces
mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a F-5.
En relación a la predicción
De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 55, la variable Modalidad
está presente en la ecuación que se expone a continuación puesto que, estadísticamente,
es significativa (p< .05).
Pasamos a pronosticar la probabilidad de que el contacto técnico sea adaptado a
la categoría prebenjamín, en la modalidad F-3:
- Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de
ser adaptado pronosticada será igual a:
85
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,3213
-(-1,112+0,364*1)
1+e
Por último, se procede a pronosticar la probabilidad de que el contacto técnico
sea adaptado a la categoría prebenjamín, en la modalidad F-5, quedando reflejada a
continuación:
Tabla 56. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del segundo modelo de regresión simple en relación a la predicción.
Paso 1(a)
B
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp. (B)
Modalidad F-5
-,364
,097
13,959
1
,000
,695
Constante
,749
,058
166,342
1
,001
,473
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad F-5.
Se observa que, respecto a la ecuación presentada anteriormente, varían tanto el
signo del coeficiente B de la variable Modalidad, pasando de positivo a negativo, como
el valor de Exp (B). Es decir, la probabilidad de que un contacto sea adaptado en la
modalidad de F-5 es menor que si pertenece a la modalidad de F-3.De igual manera,
todos los valores relacionados con la Constante sufren modificaciones.
Pasamos a pronosticar la probabilidad de que el contacto técnico sea adaptado a
la categoría prebenjamín, en la modalidad F-5:
- Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-5, la probabilidad de
ser adaptado pronosticada será igual a:
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,2473
-(0,749-0,364*1)
1+e
3.3.3. Del tercer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o
implica continuidad de ataque e incluye conducciónEl número de casos tomados en consideración para el tercer modelo de regresión
logística simple se corresponde con la totalidad de los contactos (n= 2242), no
quedando ningún caso-contacto excluido. A continuación, en la tabla 57, se refleja el
86
3. Resultados
resumen del procesamiento de casos correspondiente al tercer modelo de regresión
logística múltiple:
Tabla 57. Resumen de procesamiento de casos -tercer modelo de regresión simple-.
Número
Porcentaje
Incluidos en el análisis
2242
100,0
Casos perdidos
0
,0
Total
2242
100,0
Casos no seleccionados
0
,0
Total
2242
100,0
Casos seleccionados
Los valores de la variable criterio -expuestos en la tabla 58- quedan como sigue:
- Éxito + adaptada: si el contacto técnico sobre el balón supone tiro o implica
continuidad del ataque y además incluye conducción=1.
- Resto de posibles combinaciones=0.
Tabla 58. Codificación de la variable criterio -tercer modelo de regresión simple-.
Valor original
Valor interno
Si
1
No
0
La variable predictora Modalidad contempla las dos categorías consideradas en
el presente trabajo de investigación -F-3 y F-5-:
Tabla 59. Codificación de la variable predictora del tercer modelo de regresión simple.
Frecuencia
Codificación de parámetros
(1)
Modalidad
F3
1361
1,000
F5
881
,000
Tras concretar el número de casos, la variable criterio y la variable predictora,
pasamos a desarrollar las 3 etapas del tercer modelo de regresión logística simple
construido para evaluar la calidad de los contactos técnicos en ambas modalidades.
87
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
1ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística
Mediante el procedimiento “Introducir” que habilita el paquete estadístico SPSS,
versión 15.0., se han obtenido los resultados expuestos en la tabla 60.
Tabla 60. Resultados del tercer modelo de regresión simple tras “Introducir”.
Paso 1(a)
B
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp. (B)
Modalidad(1)
,937
,148
40,218
1
,000
2,553
Constante
-2,530
,129
1
,000
,080
385,370
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad
A continuación, procedemos a evaluar la capacidad de discriminación del
modelo definido. De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 61, el modelo de
regresión logística desarrollado predice con exactitud el 86,8% de los casos analizados.
Además, el modelo de regresión logística desarrollado obtiene un 0% de
sensibilidad y un 100% de especificidad.
Tabla 61. Capacidad de discriminación del tercer modelo de regresión simple.
Pronosticado
Observado
Éxito/Eficaz y Adaptada
Éxito/Eficaz y Adaptada
Paso 1
Porcentaje correcto
No
Si
No
1947
0
100,0
Si
295
0
0
86,8
Porcentaje global
(a) El valor de corte es ,500
2ª Etapa: Valorar el modelo final
En esta etapa, se procede a valorar la bondad de ajuste del tercer modelo de
regresión logística simple construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de
ajuste de Hosmer-Lemeshow. Los resultados obtenidos -tabla 62-, muestran la ausencia
de diferencias significativas entre los valores esperados y los valores observados.
Tabla 62. Contraste de Hosmer-Lemeshow -tercer modelo de regresión simple-.
88
Paso
Chi-cuadrado
gl.
1
,000
0
Sig.
3. Resultados
De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística
desarrollado se ajusta a los datos incorporados.
3ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística
En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación
a partir del tercer modelo de regresión logística simple construido.
En relación a la estimación
En la tabla 63 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del
modelo: B y las Exp (B) junto con sus niveles de significación.
Tabla 63. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del tercer modelo de regresión simple en relación a la estimación.
B
Paso 1(a)
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp
(B)
Modalidad(1)
,937
,148
40,218
1
,000
2,553
Constante
-2,530
,129
385,37
1
,000
,0,80
I.C. 95,0% para
EXP(B)
Inferior
Superior
1,911
3,411
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad
Los resultados referidos en la tabla 63, se interpretan a continuación:
- En lo relativo a la variable Modalidad (1):
- El valor de B es positivo (0,937); por tanto, un contacto técnico que se
realiza en la modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de suponer tiro o
implicar continuidad del ataque e incluir conducción que un contacto
correspondiente a la modalidad F-5.
- El valor de Exp (B) (2,553) es mayor que 1 y significativo; por tanto, la
probabilidad de que un contacto suponga tiro o implique continuidad del
ataque e incluya conducción es 2,553 veces mayor si pertenece a la
modalidad de F-3, que si pertenece a la de F-5.
En relación a la predicción
De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 63, la variable Modalidad,
está presente en la ecuación que se expone a continuación puesto que, estadísticamente,
es significativa (valor p<.05).
89
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
Pasamos a pronosticar la probabilidad de que un contacto suponga tiro o
implique continuidad del ataque e incluya conducción en la modalidad F-3:
- Pronóstico: Si una jugada corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de
que un contacto suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya
conducción será igual a:
1
P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,1035
-(-2,530+0,937*1)
1+e
Por último, pasamos a pronosticar la probabilidad de que un contacto técnico
suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción, si pertenece a la
modalidad de F-5. Los coeficientes de regresión se exponen a continuación -tabla 64-.
Tabla 64.Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de
significación del tercer modelo de regresión simple en relación a la predicción.
Paso 1(a)
B
E.T.
Wald
gl.
Sig.
Exp (B)
Modalidad F-5
,937
,148
40,218
1
,000
,392
Constante
-1,593
,072
1
,000
,203
484,890
(a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad F-5
Podemos comprobar cómo, respecto a la ecuación presentada anteriormente,
varían tanto el signo del coeficiente B de la variable Modalidad -pasa de positivo a
negativo-, como el valor de Exp (B). Es decir, la probabilidad de que un contacto
técnico suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción, en la
modalidad de F-5 es menor que si el contacto pertenece a la modalidad de F-3.De igual
manera, todos los valores relacionados con la Constante sufren modificaciones.
Pasamos a pronosticar la probabilidad de ser exitoso/eficaz y adaptado un
contacto en función de la variable la modalidad F-5:
- Pronóstico: Si un contacto técnico corresponde a la modalidad F-5, la
probabilidad de que suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya
conducción, será igual a:
90
3. Resultados
1
P (Y=1) =------------------------------------------------------------= 0,0714
-(0,937-1,593*1)
1+e
91
4. Discusión
4. DISCUSIÓN
4.1. De los resultados obtenidos a partir del modelo de regresión logística múltiple
Este modelo se ha configurado con el objetivo de determinar la probabilidad de
que una jugada sea exitosa -alcance la zona que alberga la portería contraria- en función
del Sector de Inicio de la jugada y de la Modalidad de juego practicada. Concretamente,
los resultados se refieren a la comparación del Sector Seguridad, Sector Creación
Campo Propio y Sector Creación Campo Rival con el Sector Definición y a la
modalidad de F-3 y F-5 con el Sector Definición.
En cuanto a la finalidad de estimación, en lo relativo al Sector Seguridad, la Exp
(B) obtenida es inferior a la unidad, con lo que debemos interpretar que la probabilidad
de que una jugada acabe en la Zona 80 es un 68,3% menor si se ha iniciado en el Sector
Seguridad en lugar de haberse originado en el Sector Definición. En lo relativo al Sector
Creación Campo Propio, la Exp (B) obtenida también es inferior a la unidad, con lo que
debemos interpretar que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es un
43,2% menor si se ha iniciado en el Sector Creación Campo Propio en lugar de haberse
originado en el Sector Definición. Finalmente, en lo relativo al Sector Creación Campo
Rival, pese a que la Exp (B) obtenida es superior a la unidad, no es significativa, con lo
que debemos interpretar que una jugada acabe en la Zona 80 no depende de la jugada
comience en el Sector Creación Campo Rival o que se inicie en el Sector Definición.
Así pues, se eleva como conclusión el hecho de que cuanto más alejado de la portería
rival se encuentre el Sector de Inicio de la jugada, menor es la probabilidad de que la
jugada termine en la Zona 80.
Respecto a la variable Modalidad, la Exp (B) es superior a 1 y, además, es
significativa. Ello lo debemos de interpretar como que la probabilidad de que una
jugada acabe en la Zona 80 es 2,426 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3,
que si pertenece a la modalidad de F-5. Este resultado manifiesta las mayores
93
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
dificultades que en el F-5 obtiene el jugador prebenjamín para alcanzar la zona que
alberga la portería contraria, en relación a la modalidad de F-3.
En lo relativo a la finalidad predictora, recordamos que la probabilidad
pronosticada de que una jugada termine en la Zona 80, variará en función de los valores
que adopten las variables Sector de Inicio y Modalidad. De acuerdo con lo anterior, si la
jugada se ha originado en el Sector Seguridad, pronosticamos que la probabilidad
termine en la Zona 80 es de un 0,2269 si corresponde a la modalidad de F-3 y de un
0,0475 si corresponde a la de F-5. Si la jugada se ha originado en el Sector Creación
Campo Propio, pronosticamos que la probabilidad de que la jugada termine en la Zona
80 es de 0,3446 si corresponde a la modalidad de F-3 y de un 0,0820 si se corresponde a
la de F-5. Por último, si la jugada se ha originado en el Sector Creación Campo Rival,
pronosticamos que la probabilidad de que una jugada termine en la Zona 80 es de un
0,5295 si se corresponde a la modalidad de F-3 y de un 0,1606 si corresponde a la
modalidad de F-5. Así pues, podemos concluir que la probabilidad de que una jugada
termine en la Zona 80 es superior en la modalidad alternativa F-3, que en la modalidad
vigente de F-5 para la categoría prebenjamín, con independencia de cuál sea el Sector
de Inicio de la jugada.
De esta forma, podemos concluir que tanto la variable Sector de Inicio como la
variable Modalidad, influyen en que la jugada finalice en la Zona 80, repercutiendo en
la calidad del juego del niño:
- Así, la probabilidad de que una jugada finalice en la Zona 80 va reduciéndose
conforme el origen de la jugada se produce en un sector más alejado de la
portería rival. Ello va en consonancia con los resultados obtenidos por Castelo
(1999), Molina (1999), Castellano (2000) y Perea (2008) en fútbol y por Ardá
(1998) y Arana (2011), en fútbol base.
- Además, la probabilidad de que la jugada termine en la Zona 80, con
independencia de su sector de inicio, es mayor en la modalidad de F-3 en
comparación con la de F-5. Este hecho avala la mayor calidad del juego, a
partir de la mayor profundidad obtenida, de la modalidad de F-3 en relación a
la de F-5.
94
4. Discusión
4.2. De los resultados obtenidos a partir de los tres modelos de regresión logística
simple
En el presente trabajo de investigación hemos recurrido a tres modelos de
regresión logística simple para estudiar la calidad -éxito y adecuación a los contenidos
recomendados para la edad por autores especializados- de los contactos realizados sobre
el balón en cada una de las modalidades sometidas a estudio.
4.2.1. De los resultados del primer modelo de regresión logística simple -si el
contacto supone tiro o implica continuidad de ataque propioEn el primer modelo de regresión logística simple diseñado para estudiar la
calidad de los contactos técnicos sobre el balón realizados en las modalidades de F-3 y
F-5, se categoriza la variable criterio como éxito, si el contacto implica tiro o
continuidad del ataque; y como fracaso, si el contacto no implica tiro o continuidad del
ataque.
En relación a la finalidad de estimación, respecto a la variable Modalidad la Exp
(B) es superior a 1 y, además, es significativa. De ello se deduce que la probabilidad de
que un contacto suponga tiro o implique continuidad del ataque es 1,610 veces mayor si
pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5. En
consecuencia, se constata la mayor calidad del desempeño técnico correspondiente a la
modalidad de F-3 en relación con la modalidad de F-5, en función de la probabilidad de
que en el seno de ambas modalidades los contactos que constituyen el desempeño de su
fase ofensiva resulten exitosos al conseguir el mantenimiento de la posesión del balón o
finalizar en tiro.
En relación a la finalidad predictora, recordamos que la probabilidad
pronosticada de que un contacto suponga tiro o implique continuidad de ataque propio
varía si practicamos F-3 o F-5. En concreto, si un contacto corresponde a la modalidad
F-3, la probabilidad de que el contacto suponga tiro o la continuidad del ataque es de
0,5451; 0,4268 en la modalidad de F-5. De esta forma, podemos afirmar que la
probabilidad de que un contacto sea eficaz es superior en la modalidad de F-3, que en la
modalidad vigente de F-5 para la categoría prebenjamín.
95
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
4.2.2. De los resultados del segundo modelo de regresión logística simple -si el
contacto implica conducciónEn este segundo modelo de regresión logística simple, se categoriza la variable
criterio como adaptada, si el contacto técnico implica conducción y, como no adaptada,
si la acción técnica no incluye conducción. Esta decisión se ha tomado a partir de la
unanimidad de criterio encontrada en los autores -Wickstrom (1990), Benedek (2001),
Wein (1995), Casal y Ardá (2003), Lapresa et al. (2005) y Vegas (2006), referenciados
en el epígrafe 1.5.2., y en Lapresa et al. (2008) y Lapresa et al. (2010), referenciados en
el epígrafe 1.6.3.- en relación a la idoneidad de la habilidad motriz conducción en la
categoría prebenjamín.
En relación a la finalidad de estimación, respecto a la variable Modalidad, la Exp
(B) es superior a 1 y, además, es significativa. De lo anterior se deduce que la
probabilidad de que el contacto técnico implique conducción es 1,438 veces mayor si
pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5. En
consecuencia, se constata la mayor calidad del desempeño técnico correspondiente a la
modalidad de F-3 en relación con la modalidad de F-5.
En relación a la finalidad predictora, la probabilidad de que las acciones técnicas
realizadas sobre el balón incluyan conducción varía en función de la modalidad de
juego practicada. Si la jugada corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de que el
contacto realizado sobre el balón incorpore conducción es de un 0,3213; un 0,2473 si
corresponde a la modalidad de F-5. De esta forma se constata la mayor adaptación de
los contactos técnicos que se realizan en la categoría F-3, en comparación con la
categoría F-5, a las necesidades del niño de categoría prebenjamín.
4.2.3. De los resultados del tercer modelo de regresión logística simple -si el
contacto supone tiro o implica continuidad del ataque e implica conducciónEn el tercer modelo de regresión logística simple, se categoriza la variable
criterio como éxito + adaptada, si el contacto técnico realizado supone tiro o incorpora
continuidad del ataque y, además, implica conducción; y como fracaso, a todas las
combinaciones restantes.
En relación a la finalidad de estimación, respecto a la variable Modalidad la Exp
(B) es superior a 1 y, además, es significativa. De lo anterior se desprende que la
96
4. Discusión
probabilidad de que el contacto suponga tiro o continuidad del ataque e incorpore
conducción es 2,553 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a
la modalidad de F-5. En consecuencia y relacionado con lo anterior, se constata la
mayor calidad del estímulo técnico derivado de la modalidad de F-3 en relación con la
modalidad de F-5.
En relación a la finalidad predictora, la probabilidad de que un contacto técnico
suponga tiro o implique continuidad del ataque e incorpore conducción varía en función
de la modalidad practicada. Si el contacto sobre el balón corresponde a la modalidad F3, la probabilidad de que el contacto suponga tiro o continuidad del ataque e incorpore
conducción es un 0,1035; mientras que tan sólo alcanza un 0,0714 si corresponde a la
modalidad de F-5. Así pues, podemos concluir que la probabilidad de que un contacto
técnico que se realiza en la modalidad de F-3 sea eficaz y adaptado a las necesidades del
niño es superior en la modalidad de F-3, que en la modalidad vigente de F-5 para la
categoría prebenjamín.
4.3. De la propuesta de una modalidad de fútbol más adaptada para la categoría
prebenjamín
El objetivo general del presente trabajo de investigación persigue optimizar el
modelo de competición de fútbol en la categoría prebenjamín. En España, las
Federaciones Territoriales, disponen de las competencias para diseñar su propuesta de
competiciones. Al respecto, tal y como señalan Romero y Vegas (2003), en la
actualidad la modalidad de fútbol más reducida que persigue la adaptación del deporte
al niño es F-5, aún a pesar de las dificultades que tiene el niño de la edad
correspondiente a la categoría prebenjamín para mostrarse competente en la modalidad
desarrollada -Torres y Rivera (1994), Wein (1995). Lapresa y Arana (2004) y Lapresa et
al. (2005)-.
Lapresa et al. (1999), Lapresa et al. (2008),concretan los desajustes que la
competición de F-5 produce en la toma de contacto inicial de la categoría prebenjamín;
tanto en lo relativo al dominio del espacio, como a la predominancia de patrones
motores recomendados para la edad -abundando en la modalidad de F-5 los golpeos que
suponen un único contacto y en los que el prebenjamín de primer año no ha sido capaz
de controlar previamente la pelota-. Lapresa et al. (2008) y Lapresa et al. (2010)-, en
97
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
sendos estudios comparativos entre F-3 y F-5, apuntan diferencias significativas en la
profundidad del juego alcanzada a favor de la modalidad de F-3 en detrimento de la
modalidad de F-5. Estos autores también encontraron diferencias significativas entre la
modalidad de F-3 y la de F-5, en lo relativo a la realización del contacto C3 (control +
conducción simple + lanzamiento), recomendado por sus características para la edad
que abarca la categoría prebenjamín por Wickstrom (1990), Wein (1995), Benedek
(2001), Casal y Ardá (2003), Lapresa et al. (2005) y Vegas (2006).
Tal y como hemos puesto de manifiesto, los resultados obtenidos en el presente
estudio, van en sintonía con los estudios referidos en último lugar, reflejando la mayor
adecuación de la modalidad de F-3 frente a la modalidad ofertada en la actualidad (F-5).
La introducción de una modalidad de juego más adaptada (en este caso el F-3),
supone una mejora del juego que ayuda al niño a afrontar con mayores garantías su
desempeño técnico-táctico, redundando en la obtención de mayores niveles de
competencia -Carvalho y Pacheco (1990), Costa y Garganta (1996), Ardá (1998), Costa
(1998), Fernandes (1998), Cardoso (1998), Lapresa et al. (2002), Casal y Ardá (2003),
Escudero y Palau (2005), Vegas (2006), Pacheco (2007), De la Vega et al. (2008)-.
98
5. Conclusiones
5. CONCLUSIONES
5.1. Conclusiones
A continuación, se presentan las conclusiones del presente trabajo de
investigación, las cuales persiguen el objetivo general de elevar una propuesta
alternativa de juego -modalidad de F-3- más adaptada a las posibilidades concretas del
prebenjamín, que la modalidad practicada en la actualidad -modalidad de F-5-.
Para todo ello, se ha comparado la utilización del espacio –profundidad- y los
contactos realizados sobre el balón, durante la acción ofensiva entre las modalidades de
F-3 y F-5.
Llegados a este punto, procedemos a la consecución de los objetivos específicos
del presente trabajo de investigación, con los que vamos a satisfacer el objetivo general
establecido:
Determinar, a partir del análisis de la utilización del espacio de juego mediante un
modelo de regresión logística múltiple, en qué modalidad de fútbol (F-3 o F-5) el
niño obtiene un desempeño espacial de mayor calidad.
Se ha construido un modelo de regresión logística múltiple que nos ha permitido
determinar la probabilidad de que una jugada sea exitosa -alcance la Zona 80-, en
función del Sector de Inicio de la jugada y de la Modalidad de fútbol practicada por el
prebenjamín.
En ambas modalidades, la probabilidad de que una jugada finalice en la Zona 80
va reduciéndose conforme el origen de la jugada se produce en un sector más alejado de
la portería rival, obteniéndose siempre valores superiores en la modalidad de F-3 que en
99
Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística
la modalidad de F-5. Además, la probabilidad de que una jugada alcance la Zona 80, es
2,426 veces mayor en la modalidad de F-3 que en la modalidad de F-5.
Determinar, mediante modelos de regresión logística simple, en qué modalidad de
fútbol (F-3 o F-5) el niño obtiene un desempeño técnico más eficaz y/o adaptado.
Se han construido tres modelos de regresión logística simple que nos han
permitido analizar la calidad de los contactos técnicos realizados por el prebenjamín en
la modalidad de F-3 y en la modalidad de F-5.
En el primero de los modelos de regresión logística simple, se ha constatado que
la probabilidad de que un contacto implique tiro o continuidad del ataque propio es
1,610 veces mayor en la modalidad de F-3 que en la modalidad de F-5. Siendo la
probabilidad pronosticada de que un contacto implique tiro o continuidad del ataque
propio mayor en la modalidad de F-3 (0,5451) que en la modalidad de F-5 (0,4268).
Respecto al segundo modelo de regresión logística simple, se ha constatado que
la probabilidad de un contacto sea adaptado -implique conducción-, es 1,438 veces
mayor en la modalidad de F-3 que en la modalidad de F-5. Siendo la probabilidad
pronosticada de que un contacto incluya conducción -contacto más adecuado para la
categoría prebenjamín según los autores especializados-mayor en la modalidad de F-3
(0,3213) que en la modalidad de F-5 (0,2473).
En el tercer modelo de regresión logística simple, se ha constatado que la
probabilidad de un contacto sea eficaz y adaptado (suponga tiro o continuidad de ataque
propio y, además, implique conducción), es 2,553veces mayor en la modalidad de F-3
que en la modalidad de F-5. Siendo la probabilidad pronosticada de que un contacto
suponga tiro o continuidad de ataque propio y, además, implique conducción mayor en
la modalidad de F-3 (0,1035) que en la modalidad de F-5 (0,0714).
Con todo lo expuesto anteriormente, podemos afirmar que en la modalidad
deportiva de F-3 -practicada bajo las premisas de juego descritas en Lapresa et al.,
(2008)-, el prebenjamín muestra mayor competencia que en la modalidad deportiva de
F-5, tanto en lo relativo a su desempeño espacial –profundidad- como en lo relativo a la
eficacia y adaptación de las habilidades técnicas -desempeño técnico- que en su seno se
desarrollan.
100
5. Conclusiones
Así, procedemos a elevar como alternativa de juego más adaptada a las
características del prebenjamín, la correspondiente a la modalidad de F-3 frente a la
practicada en la actualidad, la modalidad de F-5.
5.2. Propuestas de futuro
Las conclusiones del presente trabajo de investigación nos permiten hacer llegar
a los organismos competentes -Consejería de Presidencia y Justicia y, especialmente
aquellas vinculas estrechamente con la actividad futbolística de los niños, es decir, FRFuna propuesta para la adecuación de la competición en la modalidad deportiva de fútbol
para categoría prebenjamín en la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Además, la producción científica derivada del presente trabajo de investigación
servirá para mejorar la información manejada por las diversas Federaciones Territoriales
y que sustenta el debate respecto a las modalidades de competición que deben tener más
relevancia en el fútbol base.
Se han considerado las siguientes posibilidades futuras de desarrollo de este
trabajo de investigación, a partir de la aplicación de los modelos de regresión logística
construidos ad hoc para la presente investigación en el fútbol base:
- Seleccionar otros equipos participantes de la Federación Riojana de Fútbol, así
como de otras Federaciones Territoriales que permitan ampliar el número de
participantes en el estudio.
- Profundizar en el desarrollo de propuestas de adaptación del fútbol al niño,
realizando un estudio similar centrado en otras edades, en otras categorías y,
correspondientemente, en otras modalidades de fútbol.
En todo caso, contemplamos la intención de continuar profundizando en el
presente ámbito de estudio, tratando de fomentar la adaptación del fútbol al niño y no la
del niño al fútbol de los adultos
101
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