TRABAJO FIN DE ESTUDIOS Título Análisis comparativo de la utilización del espacio y del desempeño técnico, en las modalidades de Fútbol 3 y Fútbol 5, mediante modelos de regresión logística Autor/es José Ignacio Pérez Castellanos Director/es Daniel Lapresa Ajamil Facultad Facultad de Letras y de la Educación Titulación Master universitario en Investigación en Bases psicológicas de la Actividad Físico-deportiva Departamento Curso Académico 2012-2013 Análisis comparativo de la utilización del espacio y del desempeño técnico, en las modalidades de Fútbol 3 y Fútbol 5, mediante modelos de regresión logística, trabajo fin de estudios de José Ignacio Pérez Castellanos, dirigido por Daniel Lapresa Ajamil (publicado por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported. Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los titulares del copyright. © © El autor Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2013 publicaciones.unirioja.es E-mail: publicaciones@unirioja.es Departamento de Ciencias de la Educación TRABAJO FIN DE MASTER Análisis comparativo de la utilización del espacio y del desempeño técnico, en las modalidades de Fútbol 3 y Fútbol 5, mediante modelos de regresión logística José Ignacio Pérez Castellanos Director: Dr. Daniel Lapresa Ajamil Logroño, 2013 Visto bueno del Director para la presentación del trabajo de investigación: Fdo.: Dr. Daniel Lapresa Ajamil Índice INDICE 1. INTRODUCCIÓN 1.1. Aproximación conceptual: iniciación deportiva y fútbol base...…….......... 1 1.2. Estructura del fútbol base en La Rioja 2012/2013………………………... 6 1.3. La categoría prebenjamín en La Rioja 2012/2013………………………… 8 1.4. El espacio de juego ……………...………………………………………... 10 1.5. De las habilidades motrices fundamentales a la técnica deportiva.……...... 13 1.5.1. Las habilidades motrices específicas -técnica- del fútbol…..……..... 15 1.5.2. Acciones técnicas recomendadas en fútbol para la categoría prebenjamín......................................................................................... 18 1.6. Estudios previos…………………………………………………………… 21 1.6.1. Referidos a la adaptación del deporte al niño…..…………………... 21 1.6.2. Referidos a la adaptación del fútbol al niño………………………… 23 1.6.3. Referidos a la adaptación del fútbol al niño que utilizan metodología observacional…..……………………………………… 25 1.6.4. Estudios del ámbito deportivo que utilizan modelos de regresión logística……………………………………………………………... 28 1.7. Planteamiento del problema……………………………………………... 29 1.8. Objetivos………………………………………………………………… 30 III Índice 2. MÉTODO 2.1. Decisiones metodológicas………………………………………………… 33 2.2. Diseño de la investigación……………………………...…………………. 34 2.3. Participantes………………………………………….……………………. 35 2.4. Instrumentos……………………………………………………………..... 35 2.4.1. Infraestructura y materiales………………..………………………... 35 2.4.2. Instrumento de observación………………..……………………….. 36 2.4.2.1. Estructura del instrumento de observación………………... 37 2.4.3. Instrumentos de filmación y digitalización de imágenes………........ 49 2.4.4. Instrumentos de registro y codificación………………..…………… 50 2.4.5. Instrumentos de análisis………………..…………………………… 50 2.5. Procedimiento……………………………………………………………... 50 2.6. Registro y codificación de los datos………………………………………. 52 2.7. Control de la calidad del dato……..……………………………………..... 56 2.8. Análisis estadístico de los datos: regresión logística……..……………...... 58 3. RESULTADOS 3.1. De la calidad del dato …………………………………………………….. 65 3.2. Del análisis de regresión logística múltiple……………………………….. 65 3.3. Del análisis de regresión logística simple.………………………………… 78 3.3.1. Del primer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque-……………................. 78 3.3.2.Del segundo modelo de regresión logística simple -si el contacto implica conducción-………………………………………………… 82 3.3.3. Del tercer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque e implica conducción-.. IV 86 Índice 4. DISCUSIÓN 4.1. De los resultados obtenidos a partir del modelo de regresión logística múltiple……………………………………………………………………. 93 4.2. De los resultados obtenidos a partir de los tres modelos de regresión logística simple ……………………………………………………............ 95 4.2.1. De los resultados del primer modelo de regresión logística simple si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque propio-… 95 4.2.2. De los resultados del segundo modelo de regresión logística simple -si el contacto implica conducción-…………………………………. 96 4.2.3. De los resultados del tercer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque e implica conducción-…………………………………………………………. 96 4.3. De la propuesta de una modalidad de fútbol más adaptada para la categoría prebenjamín ………………………………………….................. 97 5. CONCLUSIONES 5.1. Conclusiones…………………………………………………….............. 99 5.2. Propuestas de futuro……………………………………………………... 101 6. REFERENCIAS…………………………………………………………… 103 V Índice de Figuras INDICE DE FIGURAS Figura 1 Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín...……………… 10 Figura 2 Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín –área-………… 11 Figura 3 Portería reglamentaria de la categoría prebenjamín………………... 11 Figura 4 Propuesta de Lapresa, Arana, Garzón, Egüen y Amatria (2008)…... 25 Figura 5 División zonal del campo de F-5…………………………………... 39 Figura 6 División zonal del campo de F-3…………………………………... 40 Figura 7 División del campo: Sectores de F-5………………………………. 43 Figura 8 División del campo: Corredores de F-5……………………………. 43 Figura 9 División del campo: Sectores de F-3………………………………. 44 Figura 10 División del campo: Corredores de F-3……………………………. 44 Figura 11 Ilustración del instrumento de registro mediante Theme Coder…… 54 Figura 12 Datos referidos al “Espacio” tras recodificación con SPSS, versión 15.0.………………………………………………………………… Datos referidos a los “Contactos” tras recodificación con SPSS, versión 15.0….................................................................................... 55 Ilustración del cálculo del coeficiente Kappa de Cohen…………… 57 Figura 13 Figura 14 56 VII Índice de Tablas INDICE DE TABLAS Tabla 1 Edades de iniciación deportiva, según Almaguer (2004)…………... 2 Tabla 2 Edades de iniciación deportiva, según Filin y Volkov (1989)……... 3 Tabla 3 Edades de iniciación en fútbol según diferentes autores…………… 3 Tabla 4 Propuesta longitudinal de Lapresa, Arana,Carazo y Ponce de León (2002)………………………………………………………………. 5 Tabla 5 JJDD de La Rioja 12/13: ciclo, año de nacimiento, edad y categoría 7 Tabla 6 Fútbol base de La Rioja 12/13: modalidad, jugadores, edad y categoría……………………………………………………………. 7 Tabla 7 Premisas del juego, según la categoría, regladas por la FRF………. 8 Tabla 8 La categoría prebenjamín en relación con el ciclo educativo y la edad…................................................................................................ 8 Tabla 9 Grupos de competición en la categoría prebenjamín de primer año.. 9 Tabla 10 Grupos de competición en la categoría prebenjamín de segundo año………………………………………………………………….. 9 Tabla 11 Estructura completa del instrumento de observación.……………… 49 Tabla 12 Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-5….. 50 Tabla 13 Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-3….. 51 Tabla 14 Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en F-5………………………………………………………………….. Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en F-3………………………………………………………………….. Tabla 15 52 53 Tabla 16 Muestreo observacional total del desempeño espacial……………... 53 Tabla 17 Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-5. 53 Tabla 18 Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-3. 54 Tabla 19 Muestreo observacional total del desempeño técnico……………... 54 IX Índice de Tablas Tabla 20 Valor Kappa y consideración del acuerdo, según Landis y Koch (1977)………………………………………………………………. 57 Tabla 21 Cálculo del coeficiente Kappa de Cohen en F-3 y F-5…………….. 65 Tabla 22 Resumen del procesamiento de casos del modelo de regresión logística múltiple…………………………………………………… Codificación de la variable criterio del modelo de regresión logística múltiple…………………………………………………… Codificación de variables categóricas del modelo de regresión logística múltiple................................................................................ Tabla 23 Tabla 24 66 66 67 Tabla 25 Tabla de contingencia: Éxito y Sector Inicio de jugada……............. 68 Tabla 26 Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Sector de Inicio de la jugada... 68 Tabla 27 Tabla de contingencia de regresión múltiple: Éxito y Modalidad..... 68 Tabla 28 Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Modalidad…………………... 68 Tabla 29 Tabla de contingencia: Modalidad y Sector Inicio de la jugada…… 69 Tabla 30 Resultados de chi-cuadrado: Modalidad y Sector Inicio de la jugada………………………………………………………………. 69 Tabla 31 Exp (B) del modelo de regresión logística múltiple: Sector Inicio… 70 Tabla 32 Variables en la ecuación de regresión múltiple: Sector Inicio y Modalidad………………………………………………………….. Variables en la ecuación: Sector Inicio, Modalidad y Modalidad por Sector…………………………………………………………... Tabla 33 Tabla 34 Resultados de regresión múltiple tras el procedimiento “Introducir” Tabla 35 Resultados de regresión múltiple tras “Selección hacia adelante (Wald)”……………………………………………………………... Resultados de regresión múltiple tras “Selección hacia atrás (Wald)”……………………………………………………………... Capacidad de discriminación del modelo definido -regresión múltiple-……………………………………………………………. Contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow -regresión múltiple-……………………………………………………………. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del modelo de regresión múltiple en relación a la estimación………………………………... Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del modelo de regresión múltiple en relación a la predicción………………………………... Resumen de procesamiento de casos -primer modelo de regresión logística simple-……………………………………………………. Codificación de la variable criterio para el primer modelo de regresión simple……………………………………………………. Tabla 36 Tabla 37 Tabla 38 Tabla 39 Tabla 40 Tabla 41 Tabla 42 X 71 71 72 72 73 73 74 74 77 79 79 Índice de Tablas Tabla 43 Codificación de variable predictora del primer modelo regresión simple………………………………………………………………. 79 Tabla 44 Resultados del primer modelo de regresión simple tras “Introducir” 80 Tabla 45 Capacidad de discriminación del primer modelo de regresión simple………………………………………………………………. Contraste de Hosmer-Lemeshow -primer modelo de regresión simple-……………………………………………………………… Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del primer modelo de regresión simple en relación a la estimación……………………….. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del primer modelo de regresión simple en relación a la predicción……………………….. Resumen del procesamiento de casos -segundo modelo regresión simple-……………………………………………………………… Codificación de la variable criterio del segundo modelo de regresión simple……………………………………………………. Codificación de la variable predictora de segundo modelo regresión simple……………………………………………………. Resultados del segundo modelo de regresión simple tras “Introducir”………………………………………………………… Capacidad de discriminación del segundo modelo de regresión logística simple……………………………………………………... Contraste de Hosmer-Lemeshow -segundo modelo de regresión simple-................................................................................................ Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del segundo modelo de regresión simple en relación a la estimación……………………….. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del segundo modelo de regresión simple en relación a la predicción……………………….. Resumen de procesamiento de casos -tercer modelo regresión simple-……………………………………………………………… Codificación de la variable criterio -tercer modelo de regresión simple-……………………………………………………………… Codificación de la variable predictora del tercer modelo regresión simple………………………………………………………………. Tabla 46 Tabla 47 Tabla 48 Tabla 49 Tabla 50 Tabla 51 Tabla 52 Tabla 53 Tabla 54 Tabla 55 Tabla 56 Tabla 57 Tabla 58 Tabla 59 80 80 81 82 83 83 83 84 84 84 85 86 87 87 87 Tabla 60 Resultados del tercer modelo de regresión simple tras “Introducir”.. 88 Tabla 61 Capacidad de discriminación del tercer modelo de regresión simple 88 Tabla 62 Contraste de Hosmer-Lemeshow -tercer modelo de regresión simple-……………………………………………………………… Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del tercer modelo de regresión simple en relación a la estimación……………………….. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del tercer modelo de regresión simple en relación a la predicción……………………….. Tabla 63 Tabla 64 88 89 90 XI 1. Introducción 1. INTRODUCCIÓN 1.1. Aproximación conceptual: iniciación deportiva y fútbol base El concepto de iniciación deportiva El presente trabajo de investigación se centra en la etapa inicial de la práctica deportiva del niño. Son múltiples las atribuciones que caracterizan al término iniciación deportiva como tal. En este sentido, encontramos la ofrecida por el Diccionario de las Ciencias del Deporte (1992), donde se destaca la adquisición de una nueva posición o nueva pertenencia al grupo tras un concreto proceso ceremonial. Además de lo anterior, en esta acepción, se subraya la finalidad de dicho proceso de iniciación, el cual debe indicar, independientemente de los procesos de aprendizaje, que una persona determinada cumple ciertas exigencias ligadas a su status o específicas de un grupo y puede responder a las expectativas correspondientes. En ningún momento, se alude a la edad de los practicantes, por lo que según las atribuciones anteriores, pudiéramos incluir en la iniciación deportiva al adulto que, por ejemplo, está aprendiendo a nadar. Lógicamente, como nuestro ámbito de estudio está centrado en el niño, debemos buscar otras acepciones que contemplen tal especificidad. De esta manera Blázquez (1986), en su aportación a la definición del término iniciación deportiva, incluye la etapa del niño como el período en el que empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes. Otros autores, completan las variables atribuibles al término iniciación deportiva a fin de delimitar el concepto. Así, de la conceptualización ofrecida por Álvarez del Villar (1983) destacamos la importancia otorgada por el autor a la necesidad de amplitud y variedad de la formación de base sobre la que se fundamenten la práctica de las rutinas indispensables que conduzcan al practicante hacia el rendimiento máximo posterior. Por su parte, en la definición ofrecida por Delgado (1994) se contempla, de manera explícita, el 1 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística aprendizaje de una habilidad específica o un deporte en concreto en dicha etapa; mientras que de la definición terminológica realizada por Martens (1987), destacamos la importancia otorgada por parte del autor al factor psicológico, destacando como elemento facilitador del aprendizaje, la motivación de los practicantes. Todos ellos realizan aportaciones conceptuales constructivas, pero queremos destacar, de manera especial, la realizada por Contreras (1998) quien indica que la iniciación deportiva puede entenderse desde dos ópticas bien diferenciadas. Una basada en el producto final cuya herramienta fundamental es la competición y su objetivo final es el éxito deportivo; y, otra, que se fundamenta en los aspectos educativos, donde la competición sólo es un medio más del proceso formativo del niño. En este mismo sentido, Blázquez (1986), señala que el aprendizaje específico de uno o varios deportes debe estar orientado hacia la creación de una base genérica motora en lugar de estar orientado hacia una práctica eficaz a plasmar en la competición. Es decir, nos encontramos ante dos posibles vertientes: la vertiente deportiva orientada hacia el proceso -como medio- y la vertiente deportiva orientada hacia el producto -como fin-. El presente trabajo de investigación está en sintonía con la primera de estas acepciones. Pero, en lo relativo a la concreción de la edad cronológica del niño en la que es más recomendable la iniciación deportiva, existe una gran disparidad de propuestas. Así, encontramos aportaciones como la realizada por Antón, Chirosa, Ávila, Oliver y Sosa (2000) quienes apuntan que debe producirse antes de la llegada de la pubertad. Por su parte, Giménez (2000), la concreta algo más, situándola entre los 8 y los 12 años del niño. A modo de recopilación, Almaguer (2004) plasma las diferentes edades establecidas por varios autores para ser tomadas como punto de partida de la etapa de iniciación deportiva sin concretar modalidad deportiva alguna -tabla 1-. Tabla 1. Edades de iniciación deportiva, según Almaguer (2004). 2 Edad de iniciación Autor 5-6 años Barrios (1998) 7-8 años Leali (1985) 6-8 años Mondoni (1983) 8- 10 años Álvarez del Villar (1983), Navarro (1968) 10 años Cercel (1980), Muller (1996) <10 años Diem (1978) 1. Introducción Filin y Volkov (1989) concretan algo más en su aportación, ya que relacionan diferentes modalidades deportivas con la edad recomendada para su iniciación -véase tabla 2-. Tabla 2. Edades de iniciación deportiva según Filin y Volkov (1989). Deporte Edad de iniciación recomendada Atletismo 8-11 años Baloncesto 8-10 años Fútbol 8-10 años Gimnasias -artística y rítmica deportiva- 5-7 años Natación 5-7 años Halterofilia o levantamiento de pesas 13-15 años Algunos autores, como Blanksby, Parker, Bradley y Ong (1995), argumentan la necesidad de delimitar correctamente las edades en iniciación deportiva, ya que, según ellos, comenzar muy pronto no asegura la eficacia deportiva en una modalidad concreta. Es decir un inicio deportivo temprano, no es sinónimo de éxito asegurado. Centrándose en la natación, concluyeron que los niños que habían comenzado a aprender el estilo crowl con 5 años, lo habían hecho con menos esfuerzo y con más antelación que otros que lo habían hecho con 2, 3 y 4 años. Respecto al deporte que nos ocupa en el presente trabajo de investigación, el fútbol, tampoco existe uniformidad en las edades recomendadas para realizar esta iniciación – Morris (2004)-. A continuación, en la tabla 3, exponemos la edad de iniciación deportiva recomendada por diferentes autores. Tabla 3. Edades de iniciación en fútbol, según diferentes autores. Autor Edad de iniciación sistemática al fútbol Benedek (2001) 4-6 años Martens (1995) Entorno a los 6 años, pero edad media los 10 años Wein (1995) A partir de los 7 años, pero a los 10 años más específica Romero (1997), Leali (1994), Bompa (1998) y Filin y Volkov (1989) 8-10 años Raya, Fradua y Pino (1993) y Sobral (1994) 12-14 años 3 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística El concepto de fútbol base Para concretar el término fútbol base debemos contemplar el deporte -el fútbol- y la etapa formativa relacionada con la edad del niño -iniciación deportiva- en el que vamos a focalizar nuestro trabajo de investigación. Partiendo de Romero (1997), para quien el fútbol base hace referencia a las etapas de iniciación y perfeccionamiento deportivo de niños y jóvenes; y del enfoque aportado por Sans y Frattarola (2000) y Morcillo (2004), para quienes el fútbol base es un proceso formativo, por encima de la competición, podemos afirmar que las características cuya presencia se hacen imprescindibles en la denominación del fútbol base es que se trata de un deporte: - practicado por niños y jóvenes, y - de marcado carácter formativo. Ambas características van a ser los pilares de otras definiciones referentes al término fútbol base. En función de cada autor concreto, la definición adquiere un matiz determinado. A continuación, exponemos las más significativas. Koch (1998) se centra en tratar de concretar el contexto de aplicación del futbol base, quedando ceñido éste, exclusivamente, al ámbito de la escuela. Por su parte, Garganta y Pinto (1998), prefieren destacar el proceso que se desarrolla durante esta etapa, dando lugar una adquisición fundamentada en experiencias estratificadas o superpuestas como elementos constructivos de la educación deportiva del niño. Vegas (2006), afirma que el fútbol base alude a unas determinadas categorías que se corresponden con unas etapas formativas y con unos procesos entendidos como: - momentos en los que debe predominar la formación sobre el rendimiento, y - momentos en los que aún queda cierta cantidad de conceptos básicos por aprender. La definición oficial1de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA), fundamenta el término fútbol base en las relaciones de asociación o disociación de cercanía / lejanía que se establecen en él. Es decir, afirma que el fútbol base es aquel que está lejos del fútbol profesional, de élite y cerca del fútbol escolar y de ocio. Esta definición, 1 Página oficial de la Unión de Federaciones de Fútbol Europeas (UEFA).Visitada (07-12-2012). Disponible en la World Wide Web: http://www.uefa.com 4 1. Introducción trasladada a un segundo plano, acepta como modalidades de fútbol base las practicadas por veteranos o el fútbol playa -algo muy alejado de nuestro estudio-. Además de la conceptualización propia del término, existen otros muchos estudios que tratan de concretar las etapas que componen dicho fútbol base. El prisma desde el que se enfoca tal concreción es amplio, dando lugar a diversas clasificaciones. A continuación, exponemos algunas de las más significativas. Si nos centramos en el modelo metodológico y en las etapas constitutivas del futbol base, encontramos aportaciones ofrecidas por diferentes autores. Así, una de las acepciones que consigue aglutinar a mayor consenso de autores, es la realizada por Pacheco (2007), quien destaca que el niño está inmerso en un proceso de formación en el que se deben recorrer tres etapas: etapa de iniciación -de 6 a 12 años-; etapa de orientación -de 12 a 14 años-; y etapa de especialización -de 15 a 19 años-. Es cierto que existen autores cuya denominación no coincide con la de este autor -especialmente con la etapa de iniciación, a la que por ejemplo Coté (1999) denomina etapa de ejemplificación -de 6 a 12 años- o Benedek (2001) denomina etapa de familiarización -de 4 a 6 años-, pero la división cronológica de las mismas es la más extendida. Lapresa, Arana, Carazo y Ponce de León (2002) establecen cinco etapas en el fútbol base, relacionando la edad de los practicantes -que van desde los 6 años hasta >19 años-, sus categorías y los objetivos a alcanzar en estas etapas. Tabla 4. Propuesta longitudinal de Lapresa, Arana, Carazo y Ponce de León (2002). Etapa Iniciación Psicomotriz Objetivo de etapa Multilateral Específica Aspirantes Categoría Benjamines Alevines 6/7,7/8 Edad 8/9,9/10 10/11,11/12 Preparación Perfeccionamiento Readaptación Infantiles Cadetes Desarrollo Transición Tecnificación Rendimiento J.. Territorial J. Nacional 12/13, 13/14 16/17 14/15, 15/16 17/18 Alto Rendimiento Máximo rendimiento Fútbol Juvenil DH 18/19 profesional >19 5 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Bini, Leroux y Cochinj (1995), indican que cada niño, en función de su entorno y su personalidad, lleva a cabo, de manera propia, su proceso de enseñanza-aprendizaje. La consecuencia más inmediata de esto es que, si se quiere organizar tal proceso de enseñanza-aprendizaje de un niño, ha de tenerse en cuenta que no se trata de compartimentos estancos cerrados, ya que debe existir la flexibilidad suficiente para acelerar, decelerar o mantener ritmos de adquisición deportiva. En esta misma dirección, Malina (2001), señala que las fases de enseñanza no deben estar cerradas por la edad cronológica, sino por el nivel de desarrollo alcanzado por los jugadores. En España, la organización de las competiciones en las diferentes categorías de fútbol base -hasta la categoría Juvenil Nacional- corresponde a las Federaciones Territoriales de Fútbol. Es por ello por lo que pasamos a analizar el fútbol base en nuestra Comunidad Autónoma, el cual es organizado por la Federación Riojana de Fútbol (FRF). 1.2. Estructura del fútbol base en La Rioja 2012/2013 La organización de la competición de fútbol base en La Rioja queda regulada por la Ley 8/1995, de 2 de mayo de 1995. Dicha ley, desarrolla todos los ámbitos de aplicación de los Juegos Deportivos de La Rioja (JJDD), quedando integradas todas aquellas modalidades deportivas dirigidas a la población, en edad escolar, riojana fuera del horario lectivo. Así mismo, queda recogida la intencionalidad perseguida en los JJDD: su artículo 15.2 hace referencia a la búsqueda del desarrollo integral de los niños participantes, a la orientación no exclusiva de las prácticas deportivas hacia la competición y la adquisición de hábitos deportivos que favorezcan la formación de los practicantes. Durante el presente curso académico 2012/2013, los JJDD de La Rioja se encuentran desarrollados por la Resolución nº 835, de 1 de octubre de 2012. La Consejería de Presidencia y Justicia contempla que pueden participar en los mismos todos los niños/as entre 1994-2006, ambos incluidos. En todos los deportes se incluye la Categoría Juvenil Territorial -excepto en baloncesto- circunstancia que queda reflejada en la siguiente tabla: 6 1. Introducción Tabla 5. JJDD de La Rioja 12-13: ciclo, año de nacimiento, edad y categoría. Ciclo educativo Año de nacimiento Edades Categorías 1ºCiclo de Primaria 2005-2006 5-8 años Prebenjamín 2º Ciclo de Primaria 2003-2004 8-10 años Benjamín 3º Ciclo de Primaria 2001-2002 10-12 años Alevín 1º Ciclo de Secundaria 1999-2000 12-14 años Infantil 2º Ciclo de Secundaria 1997-1998 14-16 años Cadete Bachillerato 1994 1995 1996 16-19 años Juvenil Se delega en las correspondientes federaciones la organización y normativa específica de cada deporte. Por tanto, es la FRF la encargada de organizar las competiciones de fútbol en La Rioja. Las modalidades de fútbol practicadas en nuestra comunidad autónoma son las siguientes: Tabla 6. Fútbol base de La Rioja 12-13: modalidad, jugadores, edad y categoría. Modalidad Número de jugadores Edades Categorías F-5 5 5-8 años 8-10 años Prebenjamín Benjamín F-8 8 9-10 años Benjamín F-7 7 10-12 años Alevín F-11 11 12-14 años 14-16 años 16-19 años Infantil Cadete Juvenil En la actual temporada, la FRF trata de implantar la modalidad de Fútbol-8 (F-8) en La Rioja. Para ello, además de la creación de una competición propia para los Clubs -cuyo reglamento aplicable está recogido en la tabla 7-, se ha desarrollado durante el 6 y 7 de abril de 2013 en las instalaciones de Prado Viejo de Logroño, el Ier Torneo Logroño-La Rioja de F-8, destinado a niño benjamines y alevines. A nivel estatal, del 10 al 12 de mayo de 2013 se disputa en Logroño el Campeonato Nacional de Selecciones Autonómicas de F8, por 38 equipos -masculino y femenino-, según datos oficiales2 de la RFEF, resultando Madrid y Cataluña las selecciones vencedoras. 2 Página oficial de la Real Federación Española de Fútbol (FEF).Visitada (23-4-2013). Disponible en la World Wide Web: http://www.rfef.es 7 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Tabla 7. Premisas de juego, según la categoría, regladas por la FRF. Categoría Prebenjamín Benjamín Alevín Infantil Cadete Duración del partido 4 tiempos de 10 minutos 4 tiempos de 10 minutos. 4 tiempos de 15min (F-8) 4 tiempos de 15min 2 tiempos de 35min 2 tiempos de 40 min. Superficie de juego 40x20mts 50-65x3045mts 90-12x4590mts 90-12x45-90mts Portería 3x2mts 6x2mts 7,32x2,44mts 7,32x2,44m Circunferencia del balón 61-63cms 62-66cms 68-70 cm 68-70 cm Peso del balón 410-430 grs. 340-390grs 410-450 grs 410-450 grs Nº de jugadores 5 8-7 11 11 40x20mts 50-65x3045mts(F-8) 3x2mts 6x2mts (F-8) 61-63cms 62-66cms(F-8) 410-430 grs 340-390gr (F-8) 5-8 1.3. La categoría prebenjamín en La Rioja 2012/2013 Una vez hecha la presentación global de la situación del fútbol base en La Rioja, pasamos a centrarnos en nuestra categoría objeto de estudio: la prebenjamín. Se trata de niños/as que cursan 1º y/o 2º curso de Primaria, con edades comprendidas entre los 5/6 años y los 8 años -tabla 8-. Tabla 8. La categoría prebenjamín en relación con el ciclo educativo y la edad. Ciclo educativo Edad Categoría 1ºCiclo Primaria -1º y 2º curso- 5-8 años Prebenjamín Según los datos de la FRF3, la relación de equipos pertenecientes a cada grupo, de cada uno de los dos años que componen la categoría prebenjamín en La Rioja en las últimas cinco temporadas, quedan reflejados en la tabla 9 y tabla 10. 3 Página oficial de la Federación Riojana de Fútbol (FRF). Visitada (14-01-2013). Disponible en la World Wide Web: http://www.frfutbol.com 8 1. Introducción Tabla 9. Grupos de competición en la categoría prebenjamín de primer año. Temporada Año de nacimiento Grupos de competición Equipos integrantes 2008 / 2009 2002 Grupo I Grupo II 10equipos 9equipos 2009 / 2010 2003 Grupo I Grupo II 9equipos 10equipos 2010 / 2011 2004 Grupo I Grupo II 12equipos 13equipos 2011 / 2012 2005 Grupo I Grupo II 12equipos 12 equipos 2012 / 2013 2006 Grupo Único 18 equipos Tabla 10. Grupos de competición en la categoría prebenjamín de segundo año. Temporada Año de nacimiento 2008 / 2009 2001 2009 / 2010 2002 Grupo I Grupo II 12equipos 12 equipos 2010 / 2011 2003 Grupo I Grupo II 13equipos 14equipos 2011 / 2012 2004 2012 / 2013 2005 Grupos de competición GrupoI GrupoI Grupo I GrupoII GrupoIII GrupoII GrupoIII Grupo II Equipos integrantes 10equipos 10equipos 10 equipos 11 equipos 15equipos 9equipos 10equipos 15 equipos Las competiciones organizadas por la FRF, en la categoría prebenjamín, se han disputado en la modalidad de todos contra todos en partidos de ida/vuelta durante las temporadas 2008/2009, 2009/2010, 2010/2011 y 2011/2012 .En la temporada actual, 2012/2013, tal disposición ha sido modificada ya que se disputan enfrentamientos de todos contra todos en partidos únicos, a una sola vuelta y a disputarse en las instalaciones indicadas por cada club al comienzo de la temporada. Para concluir este epígrafe, vamos a hacer mención a la figura del árbitro. Y es que no existe la figura oficializada del árbitro de fútbol en esta categoría, siendo colaboradores de los clubes los encargados de desarrollar tales funciones. A este respecto, podemos señalar la propuesta realizada por Wein (1995) quien, atendiendo a la figura del árbitro, establece la adecuación de niños árbitros de menos de 12 años para la categoría benjamín, de niños árbitros de menos de 14 años para la categoría alevín, de niños árbitros de menos de 16 años para la categoría infantil y de niños árbitros de menos de 20 años para la categoría cadetes; no contemplando recomendación alguna para la categoría de los prebenjamines. 9 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 1.4. El espacio de juego A partir de la importancia otorgada al factor espacio en el desarrollo del juego Hernández (1994), Ardá (1998) y Pino (1999)-, que se antoja clave en la capacidad de realizar una tarea técnico-táctica de forma eficiente y eficaz en los planteamientos de Gréhaigne (2001) y Castelo (2009), en el presente trabajo se eleva el factor espacio como indicativo funcional –Vales (1998)- del dominio del juego por el niño; es decir de la adaptación del fútbol al niño -Arana, Lapresa, Anguera, y Garzón (2012)-. Desde el punto de vista exclusivamente físico y reglamentario, el espacio de juego del prebenjamín -que es el mismo donde los adultos profesionales de la Liga Nacional de Fútbol-Sala4 y la Liga Asobal5de Balonmano compiten- queda reflejado a continuación. Figura 1. Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín . 4 Página oficial de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). Visitada (15-04-2013). Disponible en la World Wide Web: http://www.lnfs.es 5 Página oficial de la Liga Asobal .Visitada (9-04-2013). Disponible en la World Wide Web: http://www.asobal.es 10 1. Introducción Figura 2. Espacio reglamentario de la categoría prebenjamín –área-. Figura 3. Portería reglamentaria de la categoría prebenjamín. Además de enfocar el estudio del factor espacio desde un punto de vista exclusivamente formal y físico, es necesario hacerlo desde un punto de vista más funcional, ya que se trata del marco en el cual se desarrolla el juego y todos sus componentes. De esta manera, Bayer (1979), señala que existen múltiples, variados y dinámicos espacios relacionados entre sí que coexisten, y que dan un significado determinado al juego y a su desarrollo. Lógicamente, tal hecho condiciona la colocación y la situación de los jugadores en el campo para poder actuar en el mismo y, por consiguiente, el desarrollo del juego. 11 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística De igual manera que el anterior autor, Parlebás (1981), contempla el espacio deportivo como el marco intermediario entre los jugadores, donde se desarrollan todas las acciones propias de un deporte y donde cobran verdadero sentido en él. Se trata del elemento de interacción motriz por excelencia, que, según el autor, a su vez da lugar al espacio psicomotor -donde el deportista actúa sólo- y al espacio sociomotor -en el que el deportista actúa con otros estableciendo relaciones diferentes-. Por su parte, Ganganta (1997), señala la existencia de varios tipos de espacio que coexisten de manera simultánea, distinguiendo tres tipos diferentes y concretando las atribuciones de cada uno de ellos. De esta manera, se apunta hacia la existencia del espacio formal- aquel puramente físico y delimitado por el reglamento-, la existencia del espacio conformacional:- aquel que resulta delimitado por la posición de los jugadores en el campo de juego- y , finalmente, la existencia del espacio uniformacional- surgido de la interacción cognitiva de los jugadores-. Gréhaigne (2001) realiza una división del espacio por zonas, estableciendo dos tipos de zonas, siendo cada una de ellas resultante de la materialización de sucesos que tienen lugar en ellas. De este modo, señala la existencia de zonas materializadas por el reglamentotales como las resultantes de la señalización de la línea de penalti, o la resultante del área del portero- y la existencia de zonas materializadas por el enfrentamiento que se realiza en ellastales como el ataque y la defensa, contemplando la presencia de las porterías como elementos organizativos de las diferentes acciones de juego coherente. Finalmente, la propuesta realizada por Castellano (2008), contempla dos tipos de zonas, las cuales, a su vez, se subdivide en otras en donde el desarrollo del juego debe entenderse de manera correlacionada,. El autor indica la existencia de zonas fijas, que a su vez se dividen en zonas fijas prohibidas- siendo éstas las correspondientes a los espacios en los que los jugadores no pueden entrar , tales como el área de portería en el lanzamiento de un penalti-, zonas fijas a alcanzar- siendo éstas las correspondientes a los espacios hacia los que se orienta el ataque, próximos a la portería donde conseguir el gol- y zonas fijas regladas- siendo éstas las correspondientes a los espacios en los que en su interior, el jugador está sometido a ciertas reglas , como por ejemplo la referida a tocar el balón con la mano dentro de área del portero-. Junto a la existencia de las zonas fijas, el autor señala la existencia de zonas variables, las cuales- al igual que las anteriores- se subdividen en zonas variables a vigilar- siendo éstas las correspondientes a los espacios ocupados por los defensas que se oponen a la progresión del balón y favorecen su recuperación- y las zonas 12 1. Introducción variables utilizables- siendo éstas las correspondientes a los espacios libres, que favorecen la progresión del balón-.. 1.5. De las habilidades motrices fundamentales a la técnica deportiva Además del factor espacio, en el presente trabajo procedemos a determinar qué modalidad resulta más favorable para la práctica del prebenjamín a partir del desempeño técnico -habilidades motrices- mostrado en su seno. Es por ello por lo que se hace necesaria una delimitación conceptual de las habilidades motrices que nos permita llegar a concretar la técnica deportiva del fútbol. Comenzamos por la propuesta de Knapp (1981), quien destaca la adquisición de las habilidades motrices mediante un aprendizaje que favorece la aparición de resultados previstos con cierta certeza y, frecuentemente, con el mínimo gasto de tiempo y de energía. Según la autora, este término puede ser aplicado a diferentes ámbitos de la vida, como el industrial, el intelectual o el deportivo. Lógicamente, nos centraremos en éste último. Conviene extraer algunas de las connotaciones que este término trae consigo; es decir, “ser hábil” tiene asociadas connotaciones tales como la precisión, la calidad del movimiento, la perfección y la eficacia. Según la autora, pueden establecerse dos tipos de habilidades motrices: habilidades motrices deportivas perceptivas -en las que existe una necesidad perceptiva y de toma de decisión muy elevada-; y habilidades motrices deportivas habituales -aquellas sin necesidades perceptivas y de toma de decisión elevadas-. Por su parte, Durand (1988) delimita el término habilidad motriz a la competencia adquirida por un sujeto para realizar una tarea concreta, siendo capaz de resolver un problema motor específico, con una respuesta eficiente y trasformando el repertorio de respuestas aprendidas por el individuo. Cratty (1979, 1982), establece dos tipos de habilidades motrices deportivas en función de la participación corporal o grado de precisión: por un lado, habilidades motrices deportivas globales, resultantes de la intervención de grandes grupos musculares; y habilidades motrices deportivas finas, resultantes de la intervención de pequeños grupos musculares. Los autores Poulton (1957) y Singer (1986), establecen una clasificación de habilidades motrices deportivas en función del grado de control del sujeto y del contexto 13 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística de éstas, contemplando: habilidades motrices deportivas de regulación interna -aquellas en las que el sujeto decide el inicio, final y ritmo de ejecución de la misma- y habilidades motrices deportivas de regulación externa -aquellas en las que los condicionantes externos son los determinantes-; habilidades motrices deportivas abiertas -aquellas desarrolladas en un contexto espacio-temporal cambiante- y habilidades motrices deportivas cerradas aquellas desarrolladas en un contexto espacio-temporal estable-. Por su parte Holding (1981), establece una clasificación de habilidades motrices deportivas en función del carácter continuo o discontinuo de las mismas: habilidades motrices deportivas discretas -cuyo principio y fin son observables-; y habilidades motrices deportivas continuas -cuyo carácter cíclico hacen que sean mantenidas en tiempo y forma-. Ruiz (1994), focaliza su propuesta en los procesos de retroalimentación, estableciendo: habilidades motrices deportivas con retroalimentación terminal -aquellas en las que el ejecutante no recibe retroalimentación hasta el final de las mismas-; y habilidades motrices deportivas con retroalimentación continua -aquellas en las que el ejecutante va recibiendo información durante la actuación-. Sánchez (1986), orienta el término de habilidad motriz a un ámbito muy cercano a nuestro estudio, ya que centra su atención en la utilidad de las mismas, concretando una utilidad directa e inmediata y una utilidad futura de aplicación más concreta. Se establece un proceso evolutivo de desarrollo de las habilidades motrices, que van desde las más fundamentales, denominadas habilidades perceptivo-motrices, pasando por las habilidades motrices básicas, hasta llegar a las habilidades motrices específicas. Por su parte, Lapresa, Arana y Carazo (2005), recopilan y aglutinan múltiples propuestas elaboradas por autores a lo largo de los últimos 30 años en función del tratamiento dispensado a las habilidades motrices básicas y las habilidades motrices específicas, estableciendo tres grandes tendencias. Por un lado, referencian autores, como Contreras (1998) y Díaz y Hernández (1998), cuyos enfoques se fundamentan en que las habilidades motrices básicas ampliadas y combinadas entre sí, dan lugar a habilidades motrices más concretas, complejas y próximas a las específicas o deportivas. En segundo lugar, se refieren a autores, como Gallahue (1982), Trigueros y Rivera (1991) y Castejón (1995), que entienden que la ampliación y combinación de las habilidades motrices básicas dan lugar a las habilidades motrices específicas, siendo éstas las bases técnicas multideportivas desde las que cada modalidad deportiva establece sus propios procedimientos técnicos generando posteriormente las habilidades motrices deportivas. 14 1. Introducción Finalmente, en un tercer grupo, señalan a aquellos autores –por ejemplo, Serra (1991) y Romero (1997)- que establecen las habilidades motrices genéricas como un paso intermedio entre las habilidades motrices básicas y las habilidades motrices específicas deportivas. 1.5.1. Las habilidades motrices específicas -técnica- del fútbol Diferentes autores, como Pino (1999), Más (2003), Romero (2000, 2005) y Vegas (2006), reflejan una amplia y variada presencia de habilidades motrices en el fútbol. De este modo, apuntan la existencia de habilidades motrices globales, abiertas, de regulación externa, perceptivas, de retroalimentación terminal, continuas y de carácter discreto y continuo. Todas aparecen en el desarrollo del juego, aunque tal y como señalan Castelo (1999) y Romero (2000), no lo hacen de manera aislada. La participación simultánea oposición / colaboración- de compañeros y adversarios en un espacio común -con zonas fijas y variables- limitada por una reglamentación establecida, hacen que el jugador tenga que adaptar sus acciones técnico-tácticas-estratégicas de manera constante, siendo éstos los principales factores condicionantes de la actuación en el juego. Nosotros vamos a concretar nuestro ámbito de estudio en el primer gran grupo de acciones -las técnicas-, debido a que, entendemos que su desarrollo da muestra del nivel de calidad del juego que nuestros niños practican. En base a lo anterior, y de acuerdo con Moreno (2005a, 2005b, 2006), podemos encontrar de 2 tipos de técnica: - Técnica individual: comprende las acciones que un jugador es capaz de desarrollar, dominando y jugando el balón en beneficio propio sin la intervención de otros compañeros del equipo -por ejemplo, el control, la conducción, el regate y el tiro-. - Técnica colectiva: comprende las acciones enlazadas por dos o más jugadores de un equipo, buscando el beneficio del conjunto mediante una eficaz finalización de la jugada -por ejemplo, el pase-. 15 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística A continuación, se presentan aquellas cuya adecuación se estudiarán en el epígrafe posterior por ser adaptadas al niño prebenjamín. El control Autores como Vázquez (1988), Candelas, Lozano, Moreno, Niño y Rodríguez (1997) y Moreno (2005a) destacan, como elemento más relevante de esta acción técnica, la consecución del dominio absoluto del balón por parte del jugador, dejándolo en condiciones de ser jugado seguidamente. Como podemos observar, existen dos elementos presentes de elevada importancia: por un lado, se produce una capacidad de influencia dominadora y absoluta sobre el esférico, y, por otro lado, posibilita la continuidad de desarrollo del juego al equipo poseedor del balón. De ahí su importancia, tal y como destacan Luque y Luque (1998) y Abella, et al. (2001), ya que es el requisito previo necesario para que el jugador pueda ejecutar otras acciones técnicas posteriores determinantes, como puede ser el regate, el pase, el disparo y la conducción. La realización de un buen control del balón aumenta las posibilidades de una adecuada continuación en el desarrollo del juego en su búsqueda del objetivo para el equipo cuyos miembros poseen el balón. Según Moreno (2005a), se pueden considerar tres tipos de controles: la parada cuya finalidad es dejar el balón inmóvil-; la semiparada -que consiste en reducir la velocidad del balón modificando su trayectoria-; y el amortiguamiento -fundamentado también en reducir la velocidad del balón pero manteniendo su trayectoria-. La conducción Según Vázquez (1988) y Moreno (2005a), esta acción técnica consiste en trasladar rodando por el suelo el balón, manteniendo un dominio seguro sobre el mismo, mediante uno o más toques sucesivos al balón. Según Moreno (2005a y 2006), existen diferentes tipos de conducciones, dependiendo del parámetro desde el que sea analizada. De esta manera, si atendemos al tipo de superficie de contacto del pie utilizada en la traslación del balón, encontramos: conducciones de interior, de exterior, de empeine, de talón, de puntera y de planta del pie. Si lo que hacemos es atender a la dirección que sigue, podemos hablar de: conducciones frontales, laterales y hacia atrás. Si la consideramos como elemento integrador del desarrollo del juego, podemos encontrar: conducciones simples -aquellas realizadas en 16 1. Introducción beneficio propio para iniciar y finalizar la acción-; y conducciones de conjunto -aquellas que se realizan encadenadas a otras acciones técnicas donde intervienen los compañeros para finalizar la jugada-. Incluso, tal y como contemplan Candelas et al. (1997), podemos atender a varios parámetros a la vez, de manera conjunta, determinando un tipo de conducción en función de la superficie de contacto, la altura del balón, la trayectoria del mismo y la presencia del contrincante. El regate Para Vázquez (1988), Moreno (2005a, 2005b, 2006) y Abella et al. (2001), el regate se trata de una acción técnica que incluye: avanzar con el balón y desbordar o evitar la interposición de los contrarios que obstaculizan el progreso del jugador. Por su parte, Floro (2004), asocia este aspecto técnico con la conducción indicando que ambos están inextricablemente unidos. Además, destaca la relevancia, importancia y trascendencia del regate, lo cual lo convierte en una habilidad ofensiva muy codiciada hoy en día. Según Moreno (2005a y2006), se pueden establecer dos tipos de regate: el regate simple -aquellos fundamentados principalmente en el cambio de ritmo y cambio de dirección del ejecutante frente al adversario-; y el regate compuesto -aquellos en los que, además de lo anterior, existe una intervención técnica sobre el balón, tales como los autopases, ruedas, etc-. El tiro Según Moreno (2005a, 2006), se trata de la acción técnica que consiste en enviar el balón sobre la portería contraria. Lógicamente, se lanza sobre la portería contraria con la intención de introducirlo en ella, para lo cual no existe ningún tipo de limitación en lo relativo a distancia, potencia, etc. Así, por ejemplo, Candelas, et al. (1997) hablan de un fuerte impulso al balón, aunque no siempre es necesario ni, incluso, recomendable. Tan sólo existen limitaciones en la manera de introducir el balón en la portería y son las marcadas por el reglamento. De esta manera, Moreno (2005a) nombra algunas de las características que debe poseer un tiro para que la consecución de su objetivo -el gol-, sea más asequible. Así, establece que los parámetros sobre los que se fundamenta un buen tiro son: dominio del balón, potencia y precisión del golpeo, decisión valiente y convencida, perseverancia en el intento. 17 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Del mismo modo y siguiendo con Moreno (2005a), los tipos de tiro que podemos observar en fútbol varían en función del parámetro desde el que sean atendidos: la potencia del golpeo, la superficie de cuerpo, el efecto imprimido al balón; a la posición corporal del jugador que efectúa el tiro en relación a la portería. El autor profundiza en la clasificación de los tiros en función de: la distancia del golpeo -tiros cercanos, lejanos y de media distancia-; a la altura alcanza por el balón -tiros rasos, a media altura y elevados. El pase Se trata de la principal acción técnica individual que favorece el juego colectivo. Castelo (1999, p.210) lo define como “la acción técnico-táctica de relación de comunicación material establecida entre dos jugadores del mismo equipo; es, por tanto, la acción de relación más simple de observar y ejecutar”. En esta misma línea, Mutti (2003), se refiere a él como el medio de comunicación entre dos jugadores del mismo equipo. Dicha comunicación se plasma en el envío del balón al compañero. Aplicando terminología comunicativa se puede afirmar que implica la presencia mínima de dos jugadores: emisor y receptor. Respecto a la ejecución del pase, Castelo (1999) determina dos aspectos esenciales: por un lado el aspecto táctico del pase -situación de compañeros, adversarios, zona del campo en la que se realiza y propósito del pase- y, por otro lado, el aspecto técnico del pase -distancia, altura, dirección, trayectoria y superficie de contacto-. En este misma línea, se encuentran las atribuciones técnicas del pase realizadas por Candelas et al. (1997) y Hughes (1990), entre otros. Éste último, analiza los diferentes parámetros que presenta el pase en fútbol. De esta manera, analiza las distancias medias más repetidas, las direcciones y trayectorias más comunes, las alturas de los pases relacionadas con diferentes zonas del campo, las superficies de contacto usadas más frecuentemente en relación con la zona del campo e, incluso, lleva a cabo un análisis de las relaciones establecidas mediante el pase, analizando la cantidad de pases recibidos y ejecutados hacia diferentes líneas de jugadores del campo como el portero, los defensas, los centrocampistas y los delanteros. 1.5.2. Acciones técnicas recomendadas en fútbol para la categoría prebenjamín Según la propuesta longitudinal de desarrollo de habilidades motrices realizada por Lapresa et al. (2005), el niño prebenjamín se encuentra en pleno desarrollo de las 18 1. Introducción habilidades motrices básicas -desplazamientos, giros, lanzamientos, recepciones y saltos- y pudiendo comenzar a afrontar, al final de esta etapa, el de las habilidades motrices genéricas -el control, el pase, la conducción y las interceptaciones-. Se produce un “continium” desde el cual poder entender el desarrollo de las habilidades motrices y la implicación de las acciones técnicas indicadas anteriormente. Como punto de partida, establecemos que el niño necesita tener un dominio del balón que le permita hacerlo jugar con posterioridad -Wein (1995)-. Es decir, el niño precisa del control del balón, preferentemente en forma de parada, ya que inicialmente es la mejor manera en la que se asegure cierto éxito de intervención deportiva que pueda derivar en una acción posterior. Ahora bien, el dominio de este elemento técnico requiere un proceso de adaptación y los controles en semiparada aparecen más como una ausencia de capacidad para inmovilizar por completo el balón que como un recurso técnico intencionado que busque un objetivo concreto -por ejemplo, el control orientado-. Una vez que el niño consigue parar y hacerse con el balón, puede comenzar la conducción por el campo. La conducción realizada por el prebenjamín es muy elemental y poco depurada. Se trata, básicamente, de una sucesión de auto-lanzamientos y recepciones, tal y como apuntan Lapresa et al. (2005), pero constituye el contenido más recomendado por los expertos para el prebenjamín -Wickstrom (1990), Wein (1995), Benedek (2001), Casal y Ardá (2003), Lapresa et al. (2005) y Vegas (2006)-. A continuación, cuando el niño conduce el balón por el campo, va a encontrar diferentes obstáculos a evitar y a superar. De esta manera, precisa del regate, fundamentalmente simple, para poder conservar y avanzar con el balón ante los adversarios, quienes tratan, a su vez, de impedirlo. Cuando el niño encuentra serias dificultades -por ejemplo, el cansancio o la incapacidad de superar al adversario- para continuar con el balón, y es consciente de ellas, necesita ejecutar el pase como una ayuda en el desarrollo del juego. Se trata de un pase muy rudo; la falta de madurez de la organización espacial propia de la edad -tal y como la entienden Castañer y Camerino (1991) y Conde y Viciana (1997)- y las limitaciones en la potencia de golpeo se presentan como dos grandes hándicaps a superar. Además, de acuerdo con Lapresa et al. (2005), el niño de estas edades tiene problemas a la hora de coordinar la trayectoria del balón con el movimiento del compañero al que realiza el pase, ya que sólo tiene en cuenta la posición momentánea del receptor cercano. Por su parte, el defensor también tiene dificultades para prever trayectorias de pase, con lo que la mayoría de las interceptaciones en esta categoría 19 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística prebenjamín son producto de la situación puntual de los jugadores en el campo y están más propiciadas por errores del jugador que pasa que por méritos del jugador que intercepta. En último lugar, aparecen los tiros -golpeos hechos en dirección de la portería con la finalidad de obtener un gol-. La técnica no difiere demasiado de la utilizada en la realización de los pases, salvo por las connotaciones de “potencia” y “precisión” que se le puede atribuir a este golpeo. Lapresa et al. (2005), sintetizan parte de este “continium”, realizando una propuesta en la cual contemplan las similitudes de la conducción simple y regate simple, así como entre pase corto y el tiro corto de precisión. Por su parte Wein (1995), establece 5 niveles de formación, centrando el trabajo del primer nivel (7-8 años) en diversos juegos de base de malabarismos –manejo-, conducción y persecución, control, pase y tiro a portería, laberintos, juegos de entrada -modalidad de interceptación-, juegos polivalentes y triatlón (2 x 2). Garganta y Pinto (1998), establecen 5 fases formativas, siendo la primera relativa a la construcción del jugador en relación con el balón, en la que los contenidos fundamentales van encaminados a la familiarización con el balón -control, manejo, conducción, regate y lanzamiento ejecutados con diferentes superficies de contacto corporales posibles- y el desarrollo del equilibrio en las fases del juego -especificando principios defensivos y ofensivos-. Finalmente, nos vamos a centrar en el cómo se deben trabajar los elementos técnicos recomendables para el niño prebenjamín. En este sentido, Leali (1994), presenta una evolución deportiva del fútbol en la que la edad de inicio la sitúa desde los 8 hasta los 10 años. Pese a que podemos desestimar la propuesta del autor por estar descontextualizada con respecto a las edades de nuestros niños de categoría prebenjamín, las aportaciones del autor son interesantes si nos centramos en las recomendaciones metodológicas propias de una primera etapa de aprendizaje del fútbol, que tiende a alejarse de los ejercicios analíticos, de los estereotipos motores limitados, favoreciendo la creación de una base motriz genérica amplia. Por su parte, Romero (1997), cuya primera fase formativa -la fase de preparacióncomprende, al igual que Leali, desde los 8 a los 10 años, establece como herramientas imprescindibles en iniciación deportiva del fútbol el carácter lúdico, genérico y básico de las actividades, mediante los juegos genéricos. 20 1. Introducción Lapresa, Arana, Ponce de León (1999), establecen 4 etapas, siendo la primera de ellas la etapa de iniciación en la que existen multitud de actividades lúdicas, motivacionales, jugadas y con agrupamientos pequeños. Esta misma línea es la seguida por Benedeck (2001) quien establece tres fases de formación, estando las 2 primeras -la etapa de familiarización con el balón (de 4 a 6 años) y la fase de preparación (de 7-10 años)dotadas de un marcado carácter lúdico. 1.6. Estudios previos 1.6.1. Referidos a la adaptación del deporte al niño De sobra son conocidos los múltiples beneficios que aporta la práctica deportiva en el niño, pero pueden convertirse en perjuicios desde el momento en el que se produce desfases en la orientación deportiva ofrecida. Tal y como señalan Cruz, Boixadós, Torregosa y Mimbrero (1996), el deporte constituye un elemento neutro para la formación; es decir, la práctica deportiva no es beneficiosa por sí sola, ya que puede ejercer una influencia negativa y/o positiva en el desarrollo integral del niño. Depende, en gran medida, de la orientación que se le dé a la misma. De esta manera, tal y como apuntan Lapresa, Arana y Garzón (2006), si se le da a la práctica deportiva una orientación formativa, adaptando el deporte al niño, los beneficios físicos, psíquicos y sociales serán mayores si la orientación deportiva es hacia el resultado, siendo el niño el que se tenga que adaptar al deporte. Orientar el deporte en su etapa de iniciación hacia el resultado es atribuir caracteres propios del alto rendimiento de adultos a niños que no están preparados para ello. Desafortunadamente, tal y como apunta Garzón (2010), es habitual encontrarse a niños practicando un deporte propio de adultos- en todos los aspectos propios del término-, cuando la práctica deportiva debiera ser la que se amoldase a ellos, contribuyendo a su desarrollo formativo. Las características de crecimiento y maduración del niño van a concretar la etapa evolutiva en la que se encuentra, siendo éste el punto de partida necesario para saber cómo poder adaptar su práctica deportiva y no al revés. Dichas adaptaciones han sido propuestas por diferentes autores desde múltiples y variadas perspectivas; así, encontramos: propuestas de adaptación centradas en el reglamento y en las estructuras deportivas; propuestas de adaptación centradas en la 21 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística metodología del proceso de enseñanza; y propuestas de adaptación centradas en los contenidos curriculares -técnica y táctica del deporte correspondiente-. En relación a las propuestas de adaptación centradas en el reglamento y las estructuras deportivas, encontramos las realizadas en baloncesto por Liu y Burton (1999), quienes concluyen que la eficacia del tiro es mayor cuando la altura de la canasta es inferior a la oficial. También, la realizada por Ortega, Piñar, Ortega y Palao (2004), quienes proponen la modificación de la línea de tres puntos, el balón, la canasta y las dimensiones del terrero. Además, Garzón (2010), plasma la incidencia negativa de la desadaptación de medidas y distancias en el tiro libre en niños de 12-13 años. Por su parte, Mata (1999) se centra en el deporte de la gimnasia rítmica y adapta el código de puntuación a las posibilidades y necesidades de las practicantes, recogiendo cambios positivos de composición, ejecución y valoración de los ejercicios de competición. Para finalizar las propuestas de adaptación centradas en el reglamento y las estructuras deportivas, mencionamos la realizada por Usabiaga y Castellano (2005), quienes llevan a cabo un estudio comparativo entre la pelota mano profesional y la pelota mano adaptada -peso, tamaño, distancias-. Lógicamente, contemplan la necesidad de adaptar la modalidad deportiva a los practicantes y sus circunstancias. En segundo lugar, encontramos una relación de propuestas de adaptación centradas en la metodología del proceso de enseñanza, de las que comenzamos haciendo referencia a las realizadas por Valero (2002, 2006), Valero, Conde y Delgado (2006) y Valero y Gómez (2008), quienes abordan el proceso de enseñanza-aprendizaje de la marcha atlética, el salto de altura y el lanzamiento de peso, con tres grupos -de los que uno es instruido en sesiones de educación física-, otro mediante un modelo técnico-analítico y otro mediante un modelo ludo-técnico. Los resultados obtenidos de tales estudio indican que el enfoque ludo-técnico es tan eficaz, o más, que el enfoque tradicional analítico. Otra de las propuestas en este mismo sentido, es la realizada por Brioñes (2006), quien constata la eficacia de su propuesta metodológica alternativa a la tradicional de la enseñanza, en karate, del Ap chagui -ataque con el pie- en niños de 9 años .Para concluir con la recopilación de autores cuyas propuestas están centradas en la metodología de enseñanza que tiene lugar en la actividad deportiva, recalcamos las realizadas por los autores Bovi (2007) y Bovi, Palomino y González (2008), quienes también destacan la eficacia del modelo lúdico en el aprendizaje de las técnicas acuáticas en natación, 22 1. Introducción concluyendo que el modelo “jugado” es mucho más eficaz que el tradicional entre los 3 y 8 años. En tercer y último lugar, agrupamos las propuestas de adaptación centradas en los contenidos curriculares en cada práctica deportiva. García y Ruiz (2007) constatan que los niños que habían recibido las enseñanzas deportivas del balonmano con una orientación predominante de la táctica mostraban mayor adquisición de conocimientos del juego que aquellos cuyas enseñanzas deportivas del balonmano habían tenido una orientación técnica. Del mismo modo, Lapresa, Ibáñez, Arana, Amatria y Garzón (2011) y Lapresa, Ibáñez, Arana, Garzón y Amatria (2011) llevan a cabo un estudio en kárate sobre el desempeño técnico-táctico de practicantes séniors e infantiles concluyendo que los competidores séniors utilizan la guardia de derecha y la de izquierda de manera equilibrada mientras que los infantiles no, ya que utilizan la guardia del lado no dominante a fin de poder atacar con el puño del lado dominante. Para finalizar con este tercer grupo de propuestas, reflejamos la realizada de manera multidisciplinar por Gil (2009), quien elabora una propuesta de aplicación de mini balonmano, desarrollando aspectos reglamentarios, curriculares y metodológicos -mediante recursos multimedia-, propios de esta nueva modalidad deportiva. 1.6.2. Referidos a la adaptación del fútbol al niño Según Reilly y Gilbourne (2003), en las tres últimas décadas el aumento del número de investigaciones relacionadas con el fútbol ha sido considerable. No obstante, no son tan abundantes los estudios referidos al fútbol practicado por niños. Este hecho es debido, tal y como señala Pacheco (2007), a las múltiples variables complejas que se dan lugar en el trabajo con los niños del fútbol y la poca importancia que se le da a estas modalidades frente al fútbol practicado por adultos. Los enfoques desde los que se han abordado el estudio de la relación entre el fútbol y el niño han sido diversos. De esta manera, por un lado contemplamos trabajos cuyo enfoque centra la atención en las demandas fisiológicas del niño durante el desarrollo del juego y, por otro lado, contemplamos trabajos cuyo enfoque centra la atención en la secuenciación de contenidos a lo largo de las diferentes etapas evolutivas del niño. En relación a los estudios realizados cuyo enfoque centra la atención en las demandas fisiológicas del niño durante el juego, comenzamos haciendo referencia al 23 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística elaborado por el grupo de autores conformado por Barbero, Barbero y Granda (2007), quienes, con tecnología de GPS, constatan el deterioro de la capacidad de trabajo -la cual es valorada mediante la medición de la distancia de los desplazamientos- del niño en la categoría infantil en la modalidad de Fútbol 11 (F-11). Los autores proponen el empleo de terrenos más reducidos y la práctica de la modalidad de Fútbol 7 (F-7) en la categoría sometida a estudio. Por su parte, Rodríguez, Pernía y Villa (2009), elaboran un trabajo que consiste en registrar la frecuencia cardíaca de los niños durante el juego, constatando los autores una disminución de la intensidad de esfuerzos de los niños que practican la modalidad de F-11 respecto a los niños que practican la modalidad de F-7. Tal hecho es atribuido a la mayor duración de las partes en las que se disputan los partidos de la modalidad de F-11 que las partes en las que se disputan los partidos de la modalidad de F-7. En lo concerniente a los estudios realizados cuyo enfoque centra la atención en la secuenciación de contenidos a lo largo de las diferentes etapas evolutivas del niño, son varios los aportados por Wein (1993, 1995, 1999, 2000) quien elabora programas formativos para desarrollar y mejorar la capacidad de juego del niño y del adolescente, teniendo en cuenta las posibilidades de los practicantes. El autor, efectúa diferentes propuestas de secuenciación de contenidos y de modalidades de Fútbol 3 (F-3), Fútbol 4 (F-4), F-7, F-8, Fútbol 9 (F-9) y F-11. En esta misma línea, encontramos los trabajos realizados por Lapresa et al. (1999) y Lapresa, Arana, Garzón, Egüén y Amatria (2008), los cuales, analizando la situación del fútbol base en La Rioja, argumentan los desajustes de la práctica deportiva del fútbol en sus primeros momentos en La Rioja. Todo ello deriva en la elaboración de una propuesta evolutiva y longitudinal de las modalidades de fútbol adaptadas al niño -figura 4-. 24 1. Introducción Figura 4.Propuesta de Lapresa, Arana, Garzón, Egüén y Amatria (2008). Para finalizar la recopilación de estudios orientados a la adecuación de contenidos según la etapa evolutiva en la que se encuentra niño, los autores De la Vega, Del Valle, Maldonado y Moreno (2008), argumentan la idoneidad de una mayor progresión en las dimensiones de los terrenos de juego propuestos para las categorías de fútbol base así como una mayor progresión en el número de jugadores propuestos que ocupan tales terrenos de juego. Según los autores, tales modificaciones, favorecerían la toma de conciencia de las relaciones que se establecen entre los niños. 1.6.3. Referidos a la adaptación del fútbol al niño que utilizan la metodología observacional Podemos aglutinar un amplio compendio de autores cuyas investigaciones han ido encaminadas a argumentar la necesidad de elaborar propuestas adaptativas del deporte al niño, orientadas hacia las modalidades de F-7, F-8, F-9, y de manera más reciente, la modalidad de F-3. Estudios comparativos de las modalidades de F-7 y F-11 Carvalho y Pacheco (1990), llevan a cabo una investigación cuya finalidad primordial era argumentar la idoneidad de la modalidad de F-7, en función del número de frecuencias de contactos y situaciones colectivas de ataque/defensa que se producían en tal modalidad frente a la modalidad entonces practicada, que era la modalidad de F-11. 25 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Unos años después, Costa y Garganta (1996), constataron las dificultades del niño de 12 años, para desarrollar sus potencialidades en la modalidad de F-11, atribuyendo como variable limitadora, a nivel físico y mental, la dimensión del campo. Posteriormente, Costa (1998), Fernandes (1998) y Cardoso (1998) analizaron las acciones motrices técnicas ofensivas y defensivas de los niños de la categoría benjamín (10 años) en las modalidades de F-11 y F-7. Tras todo ello, concluyen que la mejor modalidad de adaptación de éstos es la correspondiente a la modalidad de F-7. Unos años después, Sainz de Baranda, Ortega, Llopis, Novo y Rodríguez (2005), llegaron a la misma conclusión que los anteriores respecto a la idoneidad de la modalidad de F-7 para los niños de 10 años, eso sí, centrando sus argumentos en la figura del portero . Estudios comparativos de las modalidades de F-8 y F-7 Respecto a la modalidad de F-8, Lapresa, Arana, Ugarte y Garzón (2009), realizaron un estudio comparativo de las modalidades de F-7 y F-8, con jugadores de categoría benjamín de último año -10 años- que compiten en la modalidad de Fútbol 5 (F5), no obteniendo diferencias significativas entre ambas modalidades en lo relativo a la amplitud y a la profundidad. En el mismo sentido que los anteriores, Álvarez (2012), mediante un estudio comparativo de la fase ofensiva en las modalidades de F-7 y F-8 llega a las mismas conclusiones, no obteniendo diferencias significativas entre ambas modalidades. Estudios comparativos de las modalidades de F-7, F-9 y F-11 Arana, Lapresa, Garzón y Álvarez (2004) y Lapresa et al. (2006),retomando el pulso de la investigación realizada en su día por Lapresa, Arana y Navajas (2001), llevaron a cabo una serie de estudios encaminados a argumentar la adecuación de las modalidades de F-7 y F-9 frente a la modalidad ofertada de F-11 a los niños de categoría alevín de último año -esto es, que cumplen 12 años a lo largo del año en que se recoge la información de los partidos del triangular disputado-. Los autores, concluyeron que existe mayor profundidad de juego en la modalidad de F-7 -siendo ésta en la que el niño se muestra más competente- y en la modalidad de F-9, en relación con la modalidad de F-11. Además, mostraron la gran dificultad del niño para dotar de amplitud al juego en la modalidad de F-11, en relación con las modalidades de F-7 y F-9 para, finalmente, reflejar 26 1. Introducción la diferencia significativa entre las habilidades de pase largo y despeje, favorable a la modalidad de F-7 en relación a la modalidad de F-11. En este mismo sentido, Prado y Nava (2007), estudiaron las acciones motrices y las técnicas individuales -ofensivas y defensivas- en las modalidades de F-7, F-9 y F-11, en niños de 8 a 12 años en el fútbol venezolano, concluyendo que en la modalidad de F-11, el niño realiza grandes recorridos, en su mayoría sin intervención con el móvil. Además, afirman que la modalidad de F-7 estimula en mayor medida las acciones ofensivas que la modalidad de F-11 y que entre las modalidades de F-7 y F-9, las diferencias no son significativas, producto de la adaptación acorde con el niño de 8 a 12 años. Vegas (2006), lleva a cabo un estudio que implica a jugadores de la categoría alevín (12 años) y a entrenadores de distintas escuelas de fútbol. En su análisis de la implicación cognitiva del jugador de fútbol base -de quien destaca su elevado egocentrismo-, concluye que es necesaria una atención individualizada de las posibilidades, necesidades y limitaciones del jugador de estas edades, que le permitan alcanzar un nivel de satisfacción más elevado y una mejor comprensión del juego. Estudios comparativos de las modalidades de F-3 y F-5 Lapresa et al. (2008) y Lapresa, Arana, Garzón, Egüén y Amatria (2010), llevan a cabo sendos estudios comparativos entre niños pertenecientes a la categoría de prebenjamín -cumplen 6 años a lo largo del año que se recoge la información de los partidos del triangular disputado-. Las conclusiones son variadas y enriquecedoras, destacando, como primera de ellas, que existen diferencias significativas en la profundidad del juego a favor de la modalidad de F-3, lo cual ofrece mayores posibilidades de juego. En segundo lugar, la cantidad de jugadas que no demuestran amplitud en la modalidad de F-5 es significativamente superior a las de la modalidad de F-3, lo cual pone de manifiesto la existencia de mejores acciones cualitativas -por ejemplo, los cambios de orientación-, en lo que a amplitud de juego se refiere en la modalidad de F-3. Finalmente, constatan una mayor adecuación a las habilidades recomendadas para la edad que ocupa la categoría prebenjamín en la modalidad de F-3 frente a la modalidad de F-5 en lo relativo al total de los contactos que acontecían en ambas modalidades, destacando la mayor presencia significativa del contacto C3 -control + conducción simple + lanzamiento-, recomendado para la edad, en relación a la modalidad de F-5. En este sentido, los autores afirman que es en la modalidad de F-5 donde aparece una mayor presencia significativa de contactos C1 27 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística un solo toque-, aquellos en los que el niño no es capaz de hacerse con el control de la pelota, lo cual va en detrimento del control del juego y de la calidad del mismo por parte del niño. Dentro del conjunto de estas propuestas relacionadas con la idoneidad de la modalidad de F-3 frente a la modalidad de F-5, citaremos los estudios realizados por González, García, Pastor y Contreras (2011), quienes, pese a no proponer alternativa alguna a la modalidad de F-5, sí que concluyen que, a los 10 años, los niños están dotados para la práctica del fútbol -como juego de colaboración/oposición que es y las fases de ataque/defensa que de él se obtienen-, ya que posee el nivel suficiente para aprender principios tácticos y las acciones técnico-tácticas derivadas de ello. Para llevar a cabo esto de manera óptima, los autores recomiendan que el número de participantes en los juegos no sea superior al 5 x 5, incidiendo en la necesidad de modificar las modalidades de competición oficial. 1.6.4. Estudios del ámbito deportivo que utilizan modelos de regresión logística La utilización de este método estadístico ha encontrado en las ciencias biomédicas y de la salud uno de sus principales ámbitos de uso. De esta manera, son múltiples los estudios relacionados con diferentes patologías y las causas que las producen que fundamentan sus argumentos a través de un método de regresión logística. Pero, recientemente, la regresión logística ha sido incorporada, y de manera muy eficaz, en el ámbito deportivo. Así, por ejemplo, Fernández, Cruz Márquez, Cueto, Cruz Campos y Salazar (2008) realizan una propuesta preventiva en la que afirman que las lesiones que afectan a los miembros inferiores de los deportes de impacto, como puede ser el fútbol, se pueden prever mediante el uso de ecuaciones de regresión logística en donde contemplan variables del tipo: desequilibrio del peso en apoyo bipodal y desviación del ángulo Q del cuádriceps. En la vertiente psicológica, encontramos el trabajo de Araguayo, Mena y Vavarello (2004), quienes concluyeron que la “motivación de poder” era la única aptitud psicológica tenía un peso predictivo estadísticamente significativo para estimar el rendimiento deportivo superior, desechando otras como logro, afiliación y confianza. También se han recogido estudios que tratan de calcular la probabilidad de hacer gol cuando el disparo se produce desde diferentes posiciones y situaciones -Pollar y Reep 28 1. Introducción (1997) Gómez (1999) y Pollar, Ensum y Taylor (2004)-. Para ello, contemplan la variable del ángulo de visión de la portería concretando un mapa de densidades de zonas con más y menos ángulo de visión. Por su parte Casal (2010), lleva a cabo un estudio observacional sobre la fase ofensiva del fútbol en alto nivel, tratando de determinar mediante un modelo de regresión logística, las conductas que permitan predecir el resultado final de las transiciones que se inician con el balón en juego. El autor fija tres variables predictoras del éxito de las transiciones ofensivas: la configuración espacial de interacción de inicio, la intención táctica del equipo y la duración de la transición. El autor concreta las causas de éxito en: las transiciones iniciadas por la línea de medios, las transiciones en las que intervienen 3 jugadores y las transiciones en las que se realizan 2 pases. En lo que se refiere a la aplicación del modelo de regresión logística en el fútbol base, caben desatacar los trabajos de Arana (2011) y Arana et al. (2012), quienes analizan la probabilidad de que una jugada sea exitosa en función de la profundidad de la jugada y de la modalidad de fútbol. Los autores concluyen que tanto la variable Sector de Inicio como la variable Modalidad influyen en que la jugada sea exitosa; de igual manera afirma que la probabilidad de éxito -entendida ésta como alcance de finalización de la jugada en la Zona 80- se reduce conforme el origen de la jugada está más alejado de dicha zona. Además afirma que la modalidad de F-9 muestra menos posibilidades de éxito que la modalidad de F-11 en lo relativo a la capacidad de generar progresión en el juego. 1.7. Planteamiento del problema Nuestra amplia experiencia profesional, tanto en el ámbito deportivo como en el escolar, nos ha permitido tomar conciencia del desajuste existente en algunas de las etapas de iniciación del niño al fútbol. Tal hecho comienza a hacerse palpable desde el momento en el que la práctica deportiva deja de ser un medio educativo que favorece el desarrollo integral del niño para convertirse en una finalidad en forma de resultado -Arana et al.(2004)-. Son, desafortunadamente, múltiples los entornos donde el niño todavía es el instrumento del logro de resultados, dejando a un lado la creación de situaciones favorecedoras que puedan ayudar a la formación integral de los niños. Concretando nuestra realidad deportiva, el prebenjamín de fútbol desarrolla su actividad deportiva bajo premisas que dificultan el control del juego y de la calidad del 29 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística mismo. Lapresa et al. (1999) y Lapresa, Amatria, Egüen, Arana y Garzón (2008), destacan los evidentes desajustes que la competición actual que se les ofrece, modalidad de F-5, presenta en el niño prebenjamín. Por ejemplo en lo relativo a los problemas del niño para dominar el espacio, las trayectorias y las distancias, las dificultades presentes en el juego para desarrollar los patrones motores recomendados para esta edad y, además, la ausencia de garantías del desempeño técnico-táctico. La línea del presente estudio persigue optimizar el modelo de competición de fútbol en la categoría prebenjamín. Tal y como se ha expuesto anteriormente, compete a las Federaciones Territoriales diseñar su propuesta de competiciones. Nuestra propuesta, basada en la adaptación progresiva del deporte al niño, y no del niño al deporte de adultos, argumenta la necesidad de la modificación de la oferta deportiva actual en la categoría prebenjamín en favor de la modalidad de F-3. Es por ello por lo que estudiamos la posible elevación de una propuesta de modalidad futbolística alternativa que subsane dicho desajuste y ofrezca una práctica más ajustada al niño en el proceso evolutivo en el que se encuentra. Pretendemos estudiar lo oportuno de la inclusión de la modalidad futbolística de F-3 en la categoría prebenjamín como alternativa adecuada, en sustitución de la modalidad de F-5, ofertada en el presente. La respuesta a la pregunta qué modalidad es más recomendable en la edad sometida a estudio, se va a sustentar en: el dominio del espacio -profundidad- y la calidad de las habilidades -eficacia y adecuación a la edad del desempeño técnico- realizadas con el balón, durante la acción ofensiva entre las modalidades de F-3 y F-5. 1.8. Objetivos En el presente estudio, se pretende satisfacer el objetivo general que se expone a continuación. - Estudiar la adecuación de una alternativa de juego -modalidad F-3-, que constituya una propuesta más adaptada a las posibilidades concretas del niño que la modalidad practicada en la actualidad en la categoría prebenjamín -modalidad F-5-. Del mismo modo, en el presente estudio se pretenden satisfacer los objetivos específicos que se exponen a continuación: 30 1. Introducción - Determinar, a partir del análisis de la utilización del espacio de juego mediante un modelo de regresión logística múltiple, en qué modalidad de fútbol (F-3 o F-5) el niño obtiene un desempeño espacial de mayor calidad. - Determinar, mediante modelos de regresión logística simple, en qué modalidad de fútbol (F-3 o F-5) el niño obtiene un desempeño técnico más eficaz y/o adaptado. 31 2. Método 2. MÉTODO 2.1. Decisiones metodológicas El presente trabajo se basa en la metodología observacional. Anguera (1988, p.7), la define como “un procedimiento encaminado a articular una percepción deliberada de la realidad manifiesta con su adecuada interpretación, captando su significado, de forma que mediante un registro objetivo, sistemático y específico de la conducta generada de forma espontánea en un determinado contexto, y una vez se ha sometido a una adecuada codificación y análisis, nos proporcione resultados válidos dentro de un marco específico de conocimiento”. Si la observación sistemática permite cuantificar la conducta mediante la adecuada codificación y el oportuno análisis -Bakeman y Gottman, (1989)-, la metodología observacional establece el vínculo equilibrado y complementario entre los aspectos cualitativos y los aspectos cuantitativos del objeto de estudio -Anguera, (1997)-. Anguera, Blanco, Losada y Hernández (2000), destacan que la metodología observacional favorece la espontaneidad del comportamiento en un contexto natural, tiene un marcado carácter idiográfico, se presta a la continuidad temporal que permita estudiar la mutabilidad de la conducta objeto de estudio y, finalmente, no es necesario realizar una observación directa de conductas manifiestas ya que también acepta la observación indirecta. Todo ello justifica la idoneidad de esta metodología en el ámbito de estudio de los deportes de equipo. Concretamente, nuestro objeto de estudio, el futbol base, se desarrolla espontáneamente -según la propia dinámica de los partidos en las diferentes modalidades-, en sus contextos naturales -el campo de fútbol- y orientado a pequeñas agrupaciones de individuos que mantienen el vínculo de pertenecer al mismo equipo entre sí. 33 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Conviene señalar que, además de lo expuesto anteriormente, uno de los elementos característicos de la metodología observacional es la elaboración de un instrumento de observación ad hoc, elaborado específicamente para un estudio concreto. 2.2. Diseño de la investigación De acuerdo con Anguera, Arnau, Ato, Martínez, Pascual y Vallejo (1995), por diseño de la investigación se entiende aquel plan estructurado de acción o planificación que, en función de unos objetivos básicos, está orientado a la obtención de información y de datos relevantes a los problemas que se plantean. Anguera (2004), incide en su concreción terminológica como aquella estrategia de todo el proceso de investigación, consistente en unas pautas relativas a la organización empírica del estudio que se materializan en una secuencia de decisiones acerca de cómo recoger, organizar y analizar los datos, siempre subordinado a la fijación de los objetivos específicos del estudio. En el presente trabajo, a partir de Anguera, Blanco, Losada (2001) y Anguera, Blanco, Hernández-Mendo y Losada (2011), se ha realizado un diseño observacional: puntual, de seguimiento intrasesional, nomotético y multidimensional: - Puntual, debido a que nos centramos en el estudio de tres partidos por modalidad de juego (F-3 y F-5), y no se pretende continuar con el seguimiento de los equipos observados más allá del muestreo observacional realizado, ni realizar una comparativa entre equipos. - De seguimiento intrasesional, ya que se estudian las conductas de forma continuada durante toda la sesión de registro -Anguera,(2009)-. - Nomotético, porque los diferentes equipos no actúan como unidad. - Multidimensional, pues está conformado por las diferentes dimensiones o criterios del instrumento de observación. La observación es no participante; se rige por criterios de cientificidad, y el grado de perceptividad es total. 34 2. Método 2.3. Participantes Según Anguera et al. (1995), podemos entender por muestra aquella porción o segmento de la población de interés sobre la que recae el objeto de estudio concreto de ese momento. El muestreo intencional o muestreo por conveniencia, según Anguera at al. (1995), es la muestra que no pretende representar a la población con objeto de generalizar resultados sino obtener más datos para ampliar la información existente. Para analizar el desempeño del prebenjamín en la modalidad de F-5, se han seleccionado 3 equipos representativos de la competición correspondiente a la categoría prebenjamín organizada por la FRF. Cada uno de estos equipos está compuesto por un mínimo de 10 y un máximo de 12 jugadores. Los Clubs seleccionados han sido: - A.D. Loyola. - C.D. Berceo. - C.D. Valvanera. Para analizar el desempeño del prebenjamín en la modalidad de F-3, se han seleccionado 3 equipos representativos de la competición correspondiente a la categoría prebenjamín organizada por la FRF. Cada uno de estos equipos está compuesto por 6 jugadores. Los Clubs seleccionados han sido: - C.D. Berceo. - E.F. Logroño. - Yague C. F. 2.4. Instrumentos 2.4.1. Infraestructura y materiales En el presente trabajo de investigación se ha utilizado la siguiente infraestuctura y los siguientes materiales: - La totalidad de los partidos se han celebrado en la pista del polideportivo de la Universidad de La Rioja. Este campo está homologado para la práctica de F-5. - Cada uno de los equipos ha jugado con su vestimenta correspondiente. 35 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística - En ambas modalidades, el balón utilizado ha sido el determinado por la FRF para categoría prebenjamín: balón número 5. - Se han utilizado piezas de goma adherente, conos y cinta adhesiva de marcaje para la división del campo en 12 zonas. 2.4.2. Instrumento de observación En el presente trabajo de investigación se ha utilizado el instrumento de observación que Lapresa et al. (2008) diseñaron para el estudio de las acciones técnicas en categorías inferiores, a partir de la estructura de observación recogida en las diferentes versiones del Sistema de Observación en Fútbol, SOF -Anguera, et al., (2003a). Además resulta relevante añadir que el instrumento de observación, en lo relativo a la utilización del espacio de juego, tuvo en cuenta las propuestas de Lapresa et al. (2001), Arana, et al. (2004) y Lapresa et al. (2006). Por otro lado, y en lo relativo a las acciones técnicas bebe de la propuesta metodológica para niños de 6 a 10 años de Lapresa et. al. (2005). En relación al SOF, cabe recordar que Anguera, et al. (2003 a) publicaban la primera versión del Sistema de Observación en Fútbol (SOF-1), cuya principal virtud, en palabras de Castellano, et al. (2005), fue la segmentación de las jugadas en las fases de inicio, desarrollo y fin, dando lugar cada una de ellas a un sistema de categorías. A partir de ese momento los autores han ido evolucionando su instrumento de codificación y registro de la acción de juego en fútbol mediante diferentes versiones SOF-3 Anguera, et al. (2003 b)-, SOF-4 -Anguera, et al. (2004)- y SOF-5 -Blanco, et al. (2006)-. En concreto, el SOF al que por las características de nuestra investigación más se ha prestado atención es el SOF-4. Y es que, en palabras de Castellano, et al. (2005), el SOF-4 se focaliza en la única observación del equipo propio, perfeccionando diversos aspectos del SOF-3. Por otro lado el SOF-5 sigue la misma dinámica que el sistema taxonómico planteado por el SOF-4, presentando unas leves modificaciones, que no afectan a nuestra construcción del instrumento. 36 2. Método 2.4.2.1. Estructura del instrumento de observación El instrumento de observación es una combinación de formatos de campo y sistema de categorías (Anguera, 2009), ya que el enfoque general de los criterios es el formato de campo pero la mayoría de ellos se desglosa en un sistema de categorías (Anguera et al., 2000). Partimos de los siguientes criterios vertebradores: 1. Posesión del balón. 2. Jugada. 3. Zona de inicio de la acción. 4. Zona de finalización de la acción. 5. Contacto con balón. 6. Interrupciones. 7. Interceptaciones. 8. Tiro. Bajo los criterios 1, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 se han anidado sistema de categorías porque cumplen las condiciones de exhaustividad y mutua exclusividad. El criterio 2, es formato de campo, dado que no existe un conjunto cerrado de posibilidades de codificación. A continuación, pasamos a desarrollar cada uno de los criterios del instrumento de observación. 1. Posesión del balón En el transcurso del partido se suceden situaciones en las que el balón: - No está en juego: existe una interrupción reglamentaria, marcada por el árbitro. - Está en juego: el balón está en posesión de uno u otro equipo. En este sentido, las cuatro posibles opciones, que vamos a manejar son: - PO: Posesión por equipo observado. - PC: Posesión por equipo contrario. Esta posesión sólo se constatará, no registrándose las jugadas correspondientes. 37 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística - Inob: inobservabilidad. Falta de perceptividad. Por lo general, se refiere a situaciones en que la cámara pierde encuadre con el balón durante el desarrollo del juego. 2. Jugadas La jugada transcurre desde el momento en que un jugador gana la posesión para su equipo, hasta el momento en que el equipo pierde la posesión del balón a favor del equipo contrario o se interrumpe el juego -al pitar el árbitro-. Sólo cuando el balón está en juego, podremos hablar de jugada para uno u otro equipo. Se puede presentar la circunstancia de que un equipo tenga dos, tres o más posesiones consecutivas antes de que el equipo contrario inicie una jugada; esto ocurriría en el caso de que la jugada finalizara con posesión a favord el equipo que mantenía la posesión con anterioridad. Forma de inicio de la jugada: Se inicia una jugada, es decir se pasa de rol de equipo sin balón a rol de equipo con balón, de acuerdo con Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), cuando: - Con el balón en juego el equipo observado se apodera de su posesión, recobrándolo al equipo adversario sin que, para ello, haya mediado ninguna interrupción reglamentaria. Esto obliga a que un jugador del equipo observado se haga con la posesión del balón. - Con el balón fuera de juego, después de que el árbitro haya decretado una interrupción reglamentaria, se inicia la jugada cuando se hace efectiva la puesta en juego del balón. Hemos de tener en cuenta que las acciones de despeje o desvío por sí mismas no dan lugar al comienzo de una jugada -no hacen pasar de equipo sin balón a equipo con balón-, a no ser que vengan acompañadas de una segunda acción del jugador implicado o de un compañero de éste sobre el balón. Forma de finalización de la jugada: Finaliza una jugada, es decir se pasa de rol de equipo con balón a rol de equipo sin balón, de acuerdo con Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), cuando: 38 2. Método - Con el balón en juego, el equipo observado pierde el balón sin que el juego se vea interrumpido. Consideramos que un equipo pierde el balón cuando éste es recuperado por el equipo contrario. - Se ha cometido una interrupción reglamentaria, la cual es señalada por el árbitro, dándose por finalizada la jugada. 3. Zona de inicio de la acción En el presente instrumento, se considera zona de inicio la correspondiente a la posición del balón al iniciarse el primer toque del jugador. Para ello, siguiendo a Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), hemos dividido el campo transversalmente en cuatro sectores iguales y longitudinalmente en tres corredores. De esta forma obtenemos doce zonas de juego iguales. Figura 5. División zonal del campo de F-5. 39 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Figura 6. División zonal del campo de F-3. Siguiendo a Arana et al. (2004) y Lapresa et al. (2006), podemos concretar las siguientes zonas con las siguientes atribuciones: - ZONA DE SEGURIDAD IZQUIERDA -ZONA 10-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un alto riesgo puesto que el adversario se encuentra con más posibilidades de crear una ocasión de gol y que, además, se halla situada a la izquierda de la portería del equipo observado. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. - ZONA DE SEGURIDAD CENTRAL -ZONA 20-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un alto riesgo puesto que el adversario se encuentra con más posibilidades de crear una ocasión de gol y que, además, se halla situada en la zona central del campo de juego del equipo observado. Las dimensiones en F-5 son 7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5 m. x 5 m. - ZONA DE SEGURIDAD DERECHA -ZONA 30-:atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un alto riesgo puesto que el adversario se encuentra con más 40 2. Método posibilidades de crear una ocasión de gol y que, además, se halla situada a la derecha de la portería del equipo observado. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. - ZONA DE CREACIÓN IZQUIERDA CAMPO PROPIO -ZONA 40-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de seguridad izquierda hasta medio campo. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. - ZONA DE CREACIÓN CENTRAL CAMPO PROPIO -ZONA 50-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de seguridad central hasta medio campo. Las dimensiones en F-5 son 7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5 m. x 5 m. - ZONA DE CREACIÓN DERECHA CAMPO PROPIO -ZONA 60-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de seguridad derecha hasta medio campo. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. - ZONA DE CREACIÓN IZQUIERDA CAMPO RIVAL -ZONA 41-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de creación en campo propio desde medio campo hasta la zona de definición izquierda. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. - ZONA DE CREACIÓN CENTRAL CAMPO RIVAL -ZONA 51-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de creación en campo propio desde 41 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística medio campo hasta la zona de definición central. Las dimensiones en F-5 son 7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5 m. x 5 m. - ZONA DE CREACIÓN DERECHA CAMPO RIVAL -ZONA 61-: atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un menor riesgo que en la zona de seguridad y que, además, es la prolongación de la zona de creación en campo propio desde medio campo hasta la zona de definición derecha. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. - ZONA DE DEFINICIÓN IZQUIERDA -ZONA 70-:atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un riesgo mínimo puesto que el equipo adversario se encuentra con pocas posibilidades de crear una ocasión manifiesta de gol, mientras que el equipo observado tiene mayor probabilidad de alcanzar la portería rival. Se halla situada a la izquierda de la portería del equipo observado y es la prolongación de la zona de creación izquierda en campo rival. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. - ZONA DE DEFINICIÓN CENTRAL -ZONA 80-:atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un riesgo mínimo puesto que el equipo adversario se encuentra con pocas posibilidades de crear una ocasión manifiesta de gol, mientras que el equipo observado tiene mayor probabilidad de alcanzar la portería rival. Se halla situada en la zona central del terreno de juego y es la prolongación de la zona de creación central en campo rival. Las dimensiones en F-5 son 7,5 m.x10 m. y en F-3 son7,5 m. x 5 m. - ZONA DE DEFINICIÓN DERECHA -ZONA 90-:atendiendo al binomio riesgo/beneficio, es aquella zona en la cual el perder el balón le supone al equipo observado un riesgo mínimo puesto que el equipo adversario se encuentra con pocas posibilidades de crear una ocasión manifiesta de gol, mientras que el equipo observado tiene mayor probabilidad de alcanzar la portería rival. Se halla situada a la derecha de la portería del equipo observado y es la prolongación de la zona de creación derecha en campo rival. Las dimensiones en F-5 son 6,25 m.x10 m. y en F-3 son 6,25m.x 5 m. 42 2. Método Todas estas zonas, se obtienen de la combinación de la división del terreno de juego en sentido transversal y sentido longitudinal. A continuación, se exponen tales divisiones. Para poder realizar un posterior análisis de la profundidad del juego, fusionaremos las zonas del campo de juego en sentido transversal obteniendo como resultado cuatro sectores, a la par que se agruparán las zonas en sentido longitudinal, resultando así tres corredores. De esta manera, contemplamos las diferentes posibilidades en la modalidad de F-5 -figura 7 y figura 8- y la modalidad de F-3 -figura 9 y figura 10-. Figura 7.División del campo: Sectores de F-5. Figura 8.División del campo: Corredores de F-5. 43 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Figura 9.División del campo: Sectores de F-3. … … Figura 10.División del campo: Corredores de F-3. 4. Zona de finalización de la acción Se considera que la acción finaliza cuando el jugador realiza su último contacto sobre el balón. Se considera zona de finalización a aquella en la que se encuentre el 44 2. Método balón al finalizar la acción del jugador -manteniendo las mismas divisiones zonales del campo que las expuestas en el apartado anterior-. 5. Contacto con balón Este criterio trata de caracterizar el desempeño técnico realizado por el jugador de categoría prebenjamín. A partir de Lapresa et al. (2008), se han recogido las siguientes categorías: - C1. Un solo toque: el jugador golpea el balón, con o sin intencionalidad, mediante un toque -de cualquier superficie reglamentaria, excepto la cabeza-. Denotar que, al igual que en el SOF-4, el inicio de una parte del partido y cualesquiera saques reglamentarios -de centro, de falta, de banda- se asignarán a C1. - C12. Intento de control de 2 o más toques: el jugador controla el balón utilizando para ello 2 o más toques, siendo posteriormente recuperado por un jugador rival. - C2. Control + lanzamiento: el jugador -incluida la capacitación del portero para cogerla con la mano- controla el balón y posteriormente lo lanza independientemente de que llegue a un compañero o de que sea recuperado por el rival-. - C23. Control + conducción simple: el jugador controla el balón, lo conduce y pierde -o es robado por un jugador del equipo rival-. - C24. Control + conducción superior o regate: el jugador controla el balón, lo conduce, intenta desbordar a uno o varios adversarios y lo pierde. - C3. Control + conducción simple + lanzamiento: el jugador controla el balón, lo conduce y lo lanza. - C4. Control + regate simple–conducción superior y/o regate compuesto + lanzamiento: El jugador controla el balón, lo conduce y desborda a uno o varios adversarios antes de lanzar la pelota. - C5. Toque de cabeza: el jugador toca el balón con la cabeza independientemente del objetivo que se persiga -remate, despeje, pase, control, etc…-. 45 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 6. Interrupciones Este criterio hace referencia a las interrupciones reglamentarias señaladas por el árbitro, teniendo como característica esencial el hecho de que el balón no está en juego. De acuerdo con el SOF-4 existen cinco posibilidades, pero tal y como establecen Lapresa et al. (2008) contemplamos sólo las cuatro siguientes: - FD.- A favor / Dentro. Interrupción a favor del equipo observado, en la cual el saque correspondiente se efectúa dentro del campo. En la siguiente jugada es el equipo observado el que tiene la posesión del balón. Dentro de este apartado se diferenciarán 2 posibilidades más específicas: - FDFT: saque de falta a favor del equipo observado. - FDSN: saque neutral. - FF.- A favor / Fuera. Interrupción a favor del equipo observado, en la cual el saque correspondiente se efectúa desde las bandas o desde una de las líneas de fondo. En la siguiente jugada es el equipo observado el que tiene la posesión del balón. Dentro de este apartado se diferenciarán 3 posibilidades más específicas: - FFSB: saque de banda a favor del equipo observado. - FFSE: saque de esquina a favor del equipo observado. - FFSP: saque de puerta a favor del equipo observado. - CD.-En contra / Dentro. Interrupción en contra del equipo observado, en la cual el saque correspondiente se efectúa dentro del campo. En la siguiente jugada es el equipo contrario el que tiene la posesión del balón. Dentro de este apartado se diferenciarán 2 posibilidades más específicas: - CDFT: saque de falta en contra del equipo observado. - CDSN: saque neutral. - CF.- En contra / Fuera. Interrupción en contra del equipo observado, en la cual el saque correspondiente se efectúa desde las bandas o desde una de las líneas de fondo. En la siguiente jugada es el equipo contrario el que tiene la posesión del balón. Dentro de este apartado se diferenciarán 3 posibilidades más específicas: - CFFB: saque de banda en contra del equipo observado. 46 2. Método - CFFF: saque de esquina en contra del equipo observado. - CFSP: saque de puerta en contra del equipo observado. 7. Interceptaciones Entendemos por interceptación a la ruptura de la continuidad de contactos por un mismo equipo, independientemente de su duración y de que suponga o no un cambio de jugada. Incluye la categoría de interceptación ocasional con continuidad elevada por Arana et al. (2004). El presente criterio queda constituido por las siguientes cuatro categorías: - P. Pérdida de balón: supone la finalización de la jugada del equipo observado, con el consiguiente cambio en la posesión del balón al equipo contrario. Esto se produce cuando: - Un jugador contrario realiza un mínimo de dos contactos con el balón. En este caso se considerará fin de la jugada el primero de los contactos. - Si se trata del portero adversario, en el caso de que éste lleve a cabo una acción de blocaje sobre el balón. - Cuando un jugador adversario sólo llega a interceptar el balón -un solo contacto-, y un segundo jugador, compañero del primero, vuelve a tocar el balón. En este caso se considerará como fin de la jugada al primero de los contactos. - R. Recuperación: supone la finalización de la jugada del equipo contrario, con el consiguiente cambio en la posesión del balón al equipo observado. Esto se produce cuando: - El jugador realiza un mínimo de dos contactos con el balón. En este caso se considerará el inicio de la jugada el primero de los contactos. - El portero realiza un blocaje del balón. No obstante, si el balón procede de un compañero, el blocaje se considerará continuación de la jugada. - Cuando un jugador con un solo contacto llega a interceptar el balón y un segundo jugador, compañero del primero, vuelve a tocar el balón. En este caso se considerará inicio de la jugada el primero de los contactos. 47 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística - IOC. Interceptación Ocasional con Continuidad: entendemos que se produce cuando la acción ofensiva es ocasionalmente interceptada por el equipo rival con recuperación inmediata del balón por el equipo observado, puesto que el equipo rival no ha tenido ocasión de iniciar jugada. Tanto la pérdida de balón y la recuperación suponen un cambio en la posesión del balón de un equipo a otro. No obstante la IOC no supone un cambio de jugada. 8. Tiro Es la acción técnica que consiste en todo envío del balón sobre la portería. Para realizar dicha acción técnica es válida cualquier superficie de contacto, siempre que su ejecución no modifique las leyes del reglamento. Las superficies más utilizadas son los pies y la cabeza. El presente criterio queda constituido por las siguientes cinco categorías: - TG: Tiro con la consecución de gol. - TI: Tiro interceptado por un jugador del equipo contrario que no es el portero. - TM: Tiro a los postes sin consecución de gol. - TF: Tiro fuera. - TP: Tiro blocado o despejado por el portero. El esquema del instrumento de observación completo se presenta a continuación en la tabla 11: 48 2. Método Tabla 11. Estructura completa del instrumento de observación. 1. 2. Posesión Numero balón de jugada PO 3. 4. Zona inicio Zona final 5. 6. 7. 8. Contacto Interrup. Intercep. Tiro acción acción balón 1 ZI10 ZF10 C1 FDFT P TG PC 2 ZI20 ZF20 C12 FDSN R TI Inob 3 ZI30 ZF30 C2 FFSB IOC TM 4 ZI40 ZF40 C23 FFSE TF 5 ZI41 ZF41 C24 FFSP TP 6 ZI50 ZF50 C3 CDFT ……….. ZI51 ZF51 C4 CDSN ZI60 ZF60 C5 CFFB ZI61 ZF61 CFFF ZI70 ZF70 CFSP ZI80 ZF80 ZI90 ZF90 2.4.3. Instrumentos de filmación y digitalización de imágenes A continuación, se detallan el soporte tecnológico empleado para la filmación, digitalización y compresión de las imágenes: - Cámara Digital Handycam de Panasonic, modelo VDR-D220, Optical Image Stabilizer (O.I.S.). - Programa Adobe Premiere Pro, para la captura y digitalización de las imágenes en un formato (.avi) reproducible en PC. - Programa Windows Media Player para la visualización en PC. 49 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 2.4.4. Instrumentos de registro y codificación A lo largo del presente trabajo de investigación, se han empleado los siguientes programas informáticos de registro y codificación: - El programa informático Theme Coder, para el registro de los datos a partir del instrumento de observación de la utilización del espacio y las acciones técnicas. - Hoja de cálculo, Microsoft Office Excel 2010 para la recodificación de datos requerida por los diferentes programas de análisis empleados. 2.4.5. Instrumentos de análisis A continuación, exponemos los instrumentos de análisis utilizados en el presente trabajo de investigación: - El programa informático SDIS-GSEQ, versión 5.1., utilizado para realizar el control de la calidad del dato desde una perspectiva cuantitativa. - El paquete estadístico SPSS, versión 15.0, utilizado para el análisis estadístico de los datos. 2.5. Procedimiento Los datos que sustentan el presente trabajo de investigación, se han obtenido a partir de sendos triangulares correspondientes a las modalidades de F-5 y F-3. En lo que se refiere al torneo triangular de la modalidad de F-5, los equipos se enfrentaron el día 22 de diciembre de 2006, coincidiendo con el parón navideño de la competición reglada por la FRF. Dichos enfrentamientos tuvieron lugar de la siguiente manera: Tabla 12. Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-5. 50 Orden Equipos Horario Primer partido C. D. Berceo – A. D. Loyola 10 horas Segundo partido C. D. Valvanera – A. D. Loyola 11 horas Tercer partido C. D. Berceo –C. D. Valvanera 12 horas 2. Método A continuación citamos los siguientes requisitos de constancia intersesional que se han cumplido: - Entre partido y partido hubo un descanso de 15 minutos. - La duración de cada partido fue de 2 tiempos de 20 minutos, con un descanso de 5 minutos entre tiempos. - El árbitro fue el mismo para todos los partidos. - El balón utilizado fue el nº5 de F-5. - El campo se encontraba dividido en zonas con conos exteriores y gomas. En lo que se refiere al torneo triangular de la modalidad de F-3, los equipos participantes se enfrentaron el día 28 de diciembre de 2008, coincidiendo con el parón navideño de la competición reglada por la FRF. Dichos enfrentamientos fueron: Tabla 13. Orden y horarios de los enfrentamientos en la modalidad de F-3. Orden Equipos Horario Primer partido C. D. Berceo – Escuela de Fútbol 10 horas Segundo partido S.D. Yague – C. D. Berceo 11 horas Tercer partido Escuela de Fútbol – S.D. Yague 12 horas Además, se cumplieron los siguientes requisitos de constancia intersesional: - Entre partido y partido hubo un descanso de 10 minutos. - La duración de cada partido fue de 4 tiempos de 10 minutos, con un descanso de 5 minutos entre tiempos. - El árbitro fue el mismo para todos los partidos. - El balón utilizado fue el nº5 de F-5. - El campo se encontraba dividido en zonas con conos exteriores y gomas. Previamente a la celebración del triangular del cual se obtuvo el muestreo observacional correspondiente a la modalidad de F-3, todos los jugadores de los tres equipos seleccionados realizaron, por separado para cada club, la unidad didáctica expuesta en Lapresa et al. (2008). Las sesiones constitutivas de la unidad didáctica tuvieron lugar en dos días consecutivos: 26 y 27 de diciembre de 2008. 51 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 2.6. Registro y codificación de los datos Tras la grabación de los triangulares en ambas modalidades, se ha procedido a la captura de las imágenes mediante el programa informático Adobe Premiere Pro. De acuerdo con Anguera et al. (1993, p.163), el término “registro” es entendido como “la transcripción de la representación de la realidad por parte del observador mediante la utilización de determinados códigos, y que se materializa en un soporte físico que garantiza su prevalencia”. Dicho registro se ha llevado a cabo a partir del análisis de los partidos grabados. De esta manera, cada partido está compuesto por un determinado número de jugadas y, éstas a su vez, por un determinado número de acciones. En total, para analizar la utilización del espacio en la modalidad de F-5, se ha realizado el muestreo observacional descrito en la tabla 14, sobre un total de 361 jugadas: Tabla 14. Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en F-5. Nº de orden de Numero de Nº de orden de Número de jugadas por jugadas por jugadas por jugadas por partido partido equipo equipo Berceo-Loyola 1-54 54 1-116 116 Berceo-Valvanera 55-116 62 Loyola-Berceo 117-167 51 117-226 110 Loyola-Valvaner 168-226 59 Valvanera-Berceo 227-296 70 227-361 135 Valvanera-Loyola 297-361 64 Partido Para analizar la utilización del espacio en la modalidad de F-3, se ha realizado el muestreo observacional descrito en la tabla 15, sobre un total de 582 jugadas: 52 2. Método Tabla 15. Muestreo observacional para analizar la utilización del espacio en F-3. Nº de orden de Numero de Nº de orden de Número de jugadas por jugadas por jugadas por jugadas por partido partido equipo equipo Berceo-Escuela 1-97 97 1-199 199 Berceo-Yague 98-199 102 Escuela-Berceo 200-305 105 200-376 177 Escuela-Yague 306-376 71 Yague-Berceo 377-476 99 377-582 206 Yague-Escuela 477-582 106 Partido Así el muestreo observacional efectuado para estudiar el desempeño espacial asciende a 943 jugadas: Tabla 16. Muestreo observacional total del desempeño espacial. Modalidad Nº de jugadas totales por modalidad F-5 361 F-3 582 Muestreo total 943 Por otro lado, para analizar el desempeño técnico de los jugadores prebenjamines en F-5, se ha realizado el muestreo observacional sobre un total de 881 contactos- tabla 17-: Tabla 17. Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-5. Nº de orden de Numero de Nº de orden de Número de jugadas por jugadas por jugadas por jugadas por partido partido equipo equipo Berceo-Loyola 1-130 130 1-284 284 Berceo-Valvanera 131-284 154 Loyola-Berceo 285-426 142 285-584 300 Loyola-Valvanera 427-584 158 Valvanera-Berceo 585-748 164 585-881 297 Valvanera-Loyola 749-881 133 Partido 53 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Para analizar el desempeño técnico de los prebenjamines en F-3, se ha realizado el muestreo observacional sobre un total de 1361 contactos – tabla 18-: Tabla 18. Muestreo observacional para analizar el desempeño técnico en F-3. Nº de orden de Numero de Nº de orden de Número de jugadas por jugadas por jugadas por jugadas por partido partido equipo equipo Berceo-Escuela 1-192 192 1-423 423 Berceo-Yague 193-423 231 Escuela-Berceo 424-721 298 424-927 504 Escuela-Yague 722-927 206 Yague-Berceo 928-1145 218 928-1361 434 Yague-Escuela 1146-1361 216 Partido El muestreo observacional total para el desempeño técnico es de 2242 contactos: Tabla 19. Muestreo observacional total del desempeño técnico. Modalidad Nº de jugadas totales por modalidad F-5 881 F-3 1361 Muestreo total 2242 El registro se ha elaborado mediante el programa Theme Coder, teniendo en consideración los trabajos de Jonsson (2006) y Jonssson, et al. (2006). Figura 11. Ilustración del instrumento de registro mediante Theme Coder. 54 2. Método El registro se ha llevado a cabo conforme el proceso que describimos a continuación: - Se ha realizado el análisis de todos los datos referentes a partido. Sólo cuando se finalizaba con todos los datos de un encuentro, se pasaba al siguiente. En el nombre de los datos se reflejaban los criterios: 1. Modalidad. 2. Posesión balón. - Cada encuentro se codificó por el mismo observador, visionando, en primer lugar, la jugada correspondiente, sin registro alguno. Posteriormente se volvía a visionar la misma jugada y se registraban los siguientes parámetros: 1. Posesión del balón. 2. Zona de inicio de contacto. 3. Zona de finalización de contacto. 4. Tipo de contacto. - En la tercera y última fase se visionaba la jugada, y se corroboraban los datos registrados, finalizando la codificación y pasando a la siguiente. Posteriormente, los datos obtenidos se han recodificado para su análisis con el paquete estadístico SPSS, versión 15.0 -figura 12-. Figura 12. Datos referidos al “Espacio” tras recodificación con SPSS, versión 15.0. 55 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Por su parte, en la figura 13, se adjunta una captura correspondiente al paquete de datos con el que pretende estudiar el desempeño técnico del prebenjamín en ambas modalidades sometidas a estudio. Figura 13. Datos referidos a los “Contactos” tras recodificación con SPSS, versión 15.0. 2.7. Control de la calidad del dato De acuerdo con Anguera (1990) y Blanco (1991), existen tres grandes formas de contemplar la fiabilidad de los datos observacionales: - Concordancia del observador. - Teoría psicométrica de la fiabilidad. - Teoría de la generalizabilidad. En el presente trabajo vamos a utilizar la primera de ellas. De cara a determinar la fiabilidad de los datos obtenidos a partir del instrumento de observación, procedemos a medir el grado de acuerdo entre los registros realizados. Al respecto, precisar que el observador ha registrado, en dos ocasiones, al menos el 10% de las jugadas de cada uno de los partidos que constituyen el muestreo observacional del presente trabajo de investigación. Para ello utilizamos una medida de concordancia pensada para clasificaciones nominales, en las que no existe un orden de graduación entre las diferentes categorías: el coeficiente Kappa -Cohen (1960)-. Este coeficiente estadístico se emplea para cuantificar el grado de acuerdo entre observadores, corrigiendo el factor azar. A continuación, se expone la fórmula matemática, siendo Pe el porcentaje esperado por azar y Po el porcentaje observado: 56 2. Método Kappa Po - Pe 1 Pe De esta forma, si la concordancia es total, el valor de kappa es 1; si la concordancia observada es igual a la esperada por el azar el kappa será igual a 0; y en el caso de que el acuerdo observado sea inferior al esperado por azar el índice kappa será menor que cero. En la tabla 20, se expone, a partir de Landis y Koch (1977, p. 165), el valor del kappa y la consideración del acuerdo. Tabla 20. Valor Kappa y consideración del acuerdo, según Landis y Koch (1977). Valor Kappa Consideración del acuerdo < 0,00 Sin acuerdo “Poor” 0,00 - 0,2 Insignificante “Slight” 0,21 - 0,40 Bajo “Fair” 0,41 – 0,60 Moderado “Moderate” 0,61 - 0,80 Bueno “Substancial” 0,81 – 1,00 Muy bueno “Almost perfect” El cálculo del coeficiente Kappa de Cohen se ha llevado a cabo a través del programa informático SDIS-GSEQ, versión 5.1. -teniendo en consideración las recomendaciones de Bakeman y Quera (1995, 2001, 2011)-. Figura 14. Ilustración del cálculo del coeficiente de Kappa de Cohen. 57 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 2.8. Análisis estadístico de los datos: regresión logística Ato y López (1996) y Silva y Barroso (2004) resaltan el elevado potencial de la regresión logística a la hora de establecer relaciones funcionales entre variables. Así, los modelos de regresión logística permiten evaluar la relación entre una variable, llamada variable criterio, y otra(s) variable(s) predictora(s). El análisis mediante regresión logística puede realizarse tanto con fines estimativos -en qué medida la variable criterio puede ser explicada por la(s) variable(s) predictora(s)- como con fines predictivos -tratando de pronosticar la variable criterio en función de los valores que adopte la(s) variable(s) predictora(s)-. Existen varios tipos de regresión logística. Si atendemos al número de variables podemos hablar de regresión logística simple y regresión logística múltiple, mientras que si nos centramos en la naturaleza de las variables podemos hablar de regresión logística continua y regresión logística dicotómica -Silva y Barroso (2004)-. La utilización de este método estadístico ha encontrado en las ciencias de la salud uno de sus principales ámbitos de uso -Hosmer y Lemeshow, (1989), De Irala, (1996; 1997; 1999)-.De esta manera, son múltiples los estudios relacionados con diversas enfermedades y las causas que las producen que fundamentan sus argumentos a través de un método de regresión logística -por ejemplo, el tabaquismo y el cáncer de pulmón-. Recientemente, la regresión logística está siendo aplicada, de manera muy eficaz, en el ámbito deportivo-Casal (2010), Arana (2011) y Arana et al. (2012)-. En concreto, como ya hemos dejado claro en el apartado de objetivos, nuestro primer propósito es determinar la probabilidad de que una jugada sea exitosa en función de la profundidad alcanzada en la utilización del espacio en las modalidades de juego sometidas a estudio. Así, la primera variable predictora –profundidad-, viene determinada por el sector donde se inicie la jugada -Sector Seguridad, Sector Creación Campo Propio y Sector Creación Campo Rival-, mientras que para la segunda variable predictora -modalidad de juego-, contemplamos las dos modalidades sometidas a estudio (F-3 y F-5). La variable criterio, finalización de la jugada, es dicotómica, y admite los valores: éxito o fracaso. - Éxito: si la jugada finaliza en la Zona 80. - Fracaso: si la jugada no finaliza en la Zona 80. 58 2. Método Por tanto, al ser la variable criterio dicotómica y manejar más de una variable predictora, se ha recurrido a un modelo de regresión logística múltiple. A continuación, pretendemos establecer la probabilidad de que el tipo de contacto realizado en cada una de las modalidades sea exitoso y/o adaptado a lo que los autores especializados recomiendan trabajar en la temprana edad sometida a estudio. Para satisfacer el segundo objetivo específico del presente trabajo de investigación, vamos a manejar una variable predictora, modalidad de juego (F-3 y F-5) y vamos a definir tres variables criterio: - Primera variable criterio: - Éxito: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad del ataque. - Fracaso: si la acción no incluye tiro o no implica continuidad del ataque. - Segunda variable criterio: - Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón incluye conducción. - No Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón no incluye conducción. - Tercera variable criterio: - Éxito + adaptada: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad del ataque e incluye conducción. - El resto de las posibles combinaciones. Al ser las variables criterio dicotómicas y manejar, en cada caso, una única variable predictora, diseñaremos tres modelos de regresión logística simple. Según Martín, Cabero y Del Rosario (2008), el primer miembro de la ecuación es la probabilidad de que ocurra un suceso determinado, y, en el segundo miembro, se expresa la dependencia de dicha probabilidad en función de las variables predictoras. El modelo logístico simple, queda planteado de la siguiente forma: 1 P (Y) = ---------------------------------------------------------------(βo +βX) 1+e Siendo: 59 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística - P (Y): la probabilidad de que ocurra un suceso determinado. - e: el número e o constante de Euler. Usando sólo las seis primeras cifras decimales, el valor dicha constante es: e=2,718281. - X: la variables predictora. - βo: la constante. También se suele representar como α. - β): el coeficiente de regresión logística. Mientras que el modelo logístico múltiple, queda planteado del siguiente modo: 1 P (Y) = ---------------------------------------------------------------(βo +β1X1 + β2X2 +β3X3 … +βkXk) 1+e Siendo: - P (Y): la probabilidad de que ocurra un suceso determinado. - e: el número e o constante de Euler. Usando sólo las seis primeras cifras decimales, el valor dicha constante es: e=2,718281. - Xi (i=1,2,…, k): las variables predictoras. - βo: la constante. También se suele representar como α. - βi (i=1,2,…, k): los coeficientes de regresión logística. La elaboración del modelo de regresión logística múltiple se ha conformado en seis etapas. Por su parte, en el modelo de regresión logística simple, estas etapas se reducen a las tres últimas-: 1ª Etapa Comprobar si existe relación entre la variable criterio -Éxito de la jugada- y cada una de las variables predictoras -Sector de Inicio de la jugada y Modalidad-. Ya que las variables son categóricas, la comprobación de la posible relación entre variables, la realizamos mediante el estadístico “chi” cuadrado de Pearson. 2ª Etapa Analizar el grado de relación existente entre las variables predictoras. De acuerdo con Silva y Barroso (2004), si dos variables predictoras están altamente 60 2. Método correlacionadas, el análisis de regresión logística multivariado no puede llevarse a cabo por multicolinealidad. Para determinar la presencia o ausencia de colinealidad se determina si existe una asociación marcada entre las variables predictoras. A partir de Castañeda y Molina (1999), se considerará que existe colinealidad, si el coeficiente de contingencia alcanza un valor superior a 0,90. 3ª Etapa Es necesario evaluar la relación entre una variable predictora y una variable criterio. Para ello, se hace imprescindible tener en cuenta dos conceptos importantes: la confusión y la interacción. Ambos conceptos tienen que ver con la interferencia que una/s variable/s puede/n realizar en la asociación entre otra/s. - Existe confusión cuando la asociación entre dos variables difiere significativamente según que se considere, o no, otra variable. A esta última variable se la denomina variable de confusión para la asociación. Por tanto, la confusión se detecta cuando la fuerza de la asociación entre la variable predictora y la variable criterio, cambia de forma importante. Esta fuerza en la asociación la evalúa la exponencial del coeficiente -Exp (B)-. De acuerdo con Aguayo (2007), lo habitual es considerar que existe confusión si la Exp (B) cambia en más del 10%. - Existe interacción cuando la asociación entre dos variables varía según los diferentes niveles de otra u otras variables. Considerando las distintas posibles interacciones que podemos obtener de la combinación de las categorías que componen la Modalidad y de las condiciones que conforman la variable Sector de Inicio, se tendrá en cuenta la significatividad de las relaciones. 4ª Etapa A continuación procedemos a determinar qué variables, de todas aquellas que nos interesan, van a formar parte definitivamente de nuestro modelo. Para ello, recurrimos a seleccionar tres métodos que el programa SPSS, versión 15.0, facilita. Lo que se persigue con ello es: - Detectar cuáles de las variables que pretendemos manejar pueden ser incluidas en la ecuación de regresión con finalidad predictiva. 61 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística - Estimar el grado de relación presente entre las variables predictoras y la variable criterio. La selección del método permite especificar cómo se introducen las variables predictoras en el modelo. Utilizando distintos métodos se pueden construir diversos modelos de regresión a partir del mismo conjunto de variables. Nosotros vamos a utilizar los siguientes procedimientos: - Introducir: procedimiento para la selección de variables en el que todas las variables de un bloque se introducen en un solo paso. - Selección hacia adelante (Wald): método de selección por pasos hacia adelante que contrasta la entrada basándose en la significación del estadístico de puntuación y contrasta la eliminación basándose en la probabilidad del estadístico de Wald. - Eliminación hacia atrás (Wald): selección hacia atrás por pasos. El contraste para la eliminación se basa en la probabilidad del estadístico de Wald. La exactitud del modelo de regresión logística se define en función de su sensibilidad y especificidad. En nuestro caso, la sensibilidad se refiere a la probabilidad del modelo para predecir que la jugada es exitosa cuando realmente la jugada ha sido exitosa. La especificidad es la probabilidad del modelo para predecir que la jugada no es exitosa cuando realmente la jugada no ha sido exitosa. 5ª Etapa En esta etapa se procede a la valoración del modelo final, es decir, se analiza cómo de bueno es su ajuste a los datos de los que disponemos. En nuestro caso, para la evaluación del ajuste del modelo, se empleará el contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow. 6ª Etapa Es en esta última etapa en la que se realiza el proceso de predicción y estimación a partir del modelo de regresión logística construido. Para la interpretación de los resultados, tendremos en cuenta tanto el signo de los coeficientes B como los valores de Exp (B), a partir de Domínguez y Aldana (2001). Si 62 2. Método el signo de B es positivo, nos informa de que la variable en cuestión favorece la aparición del suceso -en nuestro caso de que la jugada acabe en éxito-, y obtendremos una Exp (B) superior a 1. En el caso, de que el signo de B sea negativo, se interpreta que una variable determinada reduce la probabilidad de la aparición del éxito, siendo el valor del Exp (B) menor que 1. Añadir que cuando las variables predictoras son nominales politómicas, para incluirlas en el modelo hay que darles un tratamiento especial, creando variables ficticias o dummy. El exponencial del coeficiente correspondiente a las variables dummy, estima la magnitud en que varía el riesgo de que ocurra el suceso, comparado esa categoría con la categoría de referencia. Por tanto, si el valor Exp (B): - Es igual a 1 o el intervalo de confianza comprende a la unidad, se interpreta que la variable predictora no afecta en la probabilidad de aparición de la variable criterio. - Si es mayor que 1, se interpreta señalando cuantas veces más influye una variable determinada en la aparición del suceso, respecto a la variable referencia. Esta cuantía corresponde al valor de Exp (B). - Si es menor que 1, se interpreta señalando cuantas veces menos influye una variable determinada en la aparición del suceso, respecto a la variable referencia Este porcentaje lo calcularemos al aplicar [1-Exp(B)]*100. Finalmente, para la realización de la predicción, bastará con sustituir en nuestras ecuaciones de regresión logística tanto los valores de los coeficientes como los valores de las variables predictoras que hayan sido seleccionadas con tal finalidad. 63 3. Resultados 3. RESULTADOS 3.1. De la calidad del dato El coeficiente Kappa de Cohen de los paquetes de datos correspondientes se ha obtenido -tabla 21- mediante el paquete informático SDIS-GSEQ, versión 5.1. Tabla 21. Cálculo del coeficiente Kappa de Cohen en F-3 y F-5. Modalidad F-5 F-3 Partido Kappa de Cohen Concordancia C. D. Berceo – A. D. Loyola 0,90 91% A. D. Loyola – C. D. Berceo 0,90 90% C. D. Berceo – C. D. Valvanera 0,94 94% C. D. Valvanera – C. D. Berceo 0,93 93% A. D. Loyola - C. D. Valvanera 0,95 95% C. D. Valvanera – A. D. Loyola 0,91 92% C. D. Berceo – E. F. Logroño 1 100% C. D. Berceo- Yague C.F. 0,98 98% E. F. Logroño -C. D. Berceo 1 100% E. F. Logroño - Yague C.F 0,98 98% Yague C.F -C. D. Berceo 1 100% Yague C.F – E. F. Logroño 1 100% En todos los paquetes de datos, se ha obtenido una consideración del acuerdo, a partir de Landis y Koch (1977, p. 165), de almost perfect. 3.2. Del análisis de regresión logística múltiple En el presente trabajo de investigación hemos empleado la regresión logística múltiple con el objetivo de determinar la probabilidad de que una jugada sea exitosa - 65 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística alcance la zona que alberga la portería contraria- en función del sector de inicio de la jugada y de la modalidad de juego practicada. En primer lugar, decir que el número de casos tomados en consideración para nuestro análisis de regresión logística múltiple son la totalidad de las jugadas: 943, no quedando ningún caso excluido, tal y como se refleja en la tabla 22. Tabla 22. Resumen del procesamiento de casos del modelo de regresión logística múltiple. Número Porcentaje Incluidos en el análisis 943 100,0 Casos perdidos 0 ,0 Total 943 100,0 Casos no seleccionados 0 ,0 Total 943 100,0 Casos seleccionados Los valores de la variable criterio-véase tabla 23- pueden ser: - La jugada “sí” finaliza en la Zona 80= 1. - La jugada “no” finaliza en la Zona 80=0. Tabla 23. Codificación de la variable criterio del modelo de regresión logística múltiple. Valor original Valor interno Si 1 No 0 La profundidad viene determinada por el sector donde se inicia la jugada- Sector Seguridad, Sector Creación Campo Propio, Sector Creación Campo Rival o Sector Definición-, mientras que para la modalidad de juego se contemplan las dos consideradas en el presente trabajo -F-3 y F-5-. Mientras que la variable predictora Modalidad tan solo presenta dos categorías F-3 y F-5-, la variable predictora Sector de Inicio de la jugada, es una variable categórica con más de dos categorías. Esto impide que, esta última, pueda ser incluida en el modelo de regresión sin una transformación previa. Dicha transformación convierte la variable predictora en dicotómica. La transformación consiste en la creación de nuevas variables dicotómicas ficticias-dummy-, manteniendo la información aportada por la variable original. 66 3. Resultados Una variable dummy es una variable construida de manera artificial y puede tomar dos posibles valores: 0 ó 1. Ello se realiza en base a una categoría utilizada como referencia en el proceso de dicotomización. En nuestro modelo de regresión logística se han tomado las siguientes categorías de referencia: - En relación con la variable Sector de Inicio de la jugada, la categoría de referencia ha sido el Sector Definición. - En relación con la variable Modalidad, la categoría de referencia ha sido F-3. Las variables predictoras de partida, con n categorías, deben expresarse mediante n-1 variables dummy. Esta transformación, tal y como se expone en la tabla 24, se ha realizado mediante el paquete estadístico SPSS, versión 15.0. Tabla 24. Codificación de variables categóricas del modelo de regresión logística múltiple. Frecuencia (2) (3) (1) 339 1,000 ,000 ,000 250 ,000 1,000 ,000 197 ,000 ,000 1,000 Sector Finalización 157 ,000 ,000 ,000 F3 582 1,000 F5 361 ,000 Sector Seguridad Sector Inicio Codificación de parámetros Sector Creación Campo Propio Sector Creación Campo Rival Modalidad Tras concretar el número de casos, la variable criterio y las variables predictoras, pasamos a desarrollar las 6 etapas del modelo de regresión logística múltiple. 1ª Etapa: Comprobación de la existencia de relación entre la variable criterio y cada una de las variables predictoras Se recurre al estadístico “chi” cuadrado de Pearson para determinar la posible relación entre la variable criterio –Éxito- y las variables predictoras -Sector Inicio de la jugada y Modalidad-. En la tabla 25 se presenta la relación de contingencia de la variable criterio y la variable predictora Sector Inicio de la jugada. 67 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Tabla 25. Tabla de contingencia: Éxito y Sector de Inicio de la jugada. Sector Inicio ZF80 Sector Seguridad Sector Creación Campo Propio Sector Creación Campo Rival Sector Finalización No 276 180 111 94 661 Si 63 70 86 63 282 339 250 197 157 943 Total Total A continuación, se exponen los resultados de la aplicación del estadístico “chi” cuadrado de Pearson. Estos resultados señalan que la variable Sector Inicio de la jugada mantiene una relación significativa con la variable criterio –Éxito-. Tabla 26. Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Sector de Inicio de la jugada. Valor gl Sig. asintótica (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 46,754 3 ,000 N de casos válidos 943 La siguiente tabla de contingencia -tabla 27-, recoge la segunda variable predictora Modalidad, junto con la variable criterio –Éxito-. Tabla 27. Tabla de contingencia de regresión múltiple: Éxito y Modalidad. Modalidad ZF80 F3 F5 Total No 374 287 661 Si 208 74 282 582 361 943 Total A continuación, se exponen los resultados de la aplicación del estadístico ”chi” cuadrado de Pearson a la referida tabla de contingencia. Estos resultados señalan, como en el caso anterior, que la variable predictora Modalidad, mantiene una relación significativa con la variable criterio Éxito. Tabla 28. Resultados de chi-cuadrado: Éxito y Modalidad. 68 Valor gl. Sig. asintótica (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 24,687 1 ,000 N de casos válidos 943 3. Resultados 2ª Etapa: Analizar el grado de relación entre las variables predictoras Tal y como se ha avanzado en el epígrafe 2.8., si dos variables predictoras están altamente correlacionadas, el análisis de regresión logística multivariado no puede llevarse a cabo. Tal situación se denomina “multicolinealidad” -Silva y Barroso(2004)-. En nuestro modelo de regresión logística múltiple, debemos determinar si existe una asociación marcada entre las variables predictoras Sector Inicio de la jugada y Modalidad. Para ello, recurrimos al estadístico “chi” cuadrado de Pearson. En la tabla 29 se presenta la tabla de contingencia de las variables predictoras: Modalidad y Sector de Inicio de la jugada del modelo de regresión logística múltiple. Tabla 29. Tabla de contingencia: Modalidad y Sector de Inicio de la jugada. Sector Inicio Modalidad Sector Seguridad Sector Creación Campo Propio Sector Creación Campo Rival Sector Finalización F3 222 153 111 96 582 F5 117 97 86 61 361 339 250 197 157 943 Total Total A continuación, se exponen los resultados de la aplicación del estadístico “chi” cuadrado de Pearson relativo a la tabla de contingencia que incluye ambas variables predictoras. Estos resultados señalan que la variable Modalidad no mantiene relación significativa con la variable Sector Inicio de la jugada, lo que descartada la colinealidad. Tabla 30. Resultados de chi-cuadrado: Modalidad y Sector Inicio de la jugada. Valor gl. Sig. asintótica (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 4,495 3 ,213 N de casos válidos 943 3ª Etapa: Evaluar los factores de confusión y/o las posibles interacciones Existe confusión cuando la asociación entre dos variables difiere significativamente según se considere o no otra variable. A esta última variable se le denomina: variable de confusión para la asociación. La fuerza en la asociación se evalúa mediante la exponencial del coeficiente [Exp(B)]. 69 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Tal y como se pueden observaren la tabla 31, las distintas Exp (B) correspondientes al Sector Inicio, sufren ciertas modificaciones cuando introducimos en el modelo la variable Modalidad. Pero dicha modificación es inferior al 10%. De acuerdo con Aguayo (2007), decimos mantener en nuestro modelo de regresión logística las tres categorías dummys correspondientes al Sector Inicio de la jugada. Tabla 31. Exp (B) del modelo de regresión logística múltiple: Sector de Inicio. Exp (B) Sector Inicio Paso 1(a) Sector Inicio(1) ,341 Sector Inicio(2) ,580 Sector Inicio(3) 1,156 Constante ,670 Modalidad(1) 2,426 Sector Inicio Paso 2(b) Sector Inicio(1) ,317 Sector Inicio(2) ,568 Sector Inicio(3) 1,215 Constante ,382 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio. (b) Variable(s) introducida(s) en el paso 2: Modalidad. Para que se considere que un modelo logístico presenta interacción, todos los coeficientes deben ser significativos. Por tal hecho, la asociación de variables varía según los diferentes niveles de otra u otras variables. La interacción requiere introducir en la ecuación de regresión logística un término multiplicativo compuesto por las dos variables predictoras que, se presuponen, interactúan en su efecto sobre la variable criterio; así como los coeficientes de las variables predictoras . Las variables Sector de Inicio y Modalidad, pueden incorporarse al modelo de regresión múltiple ya que sus coeficientes estadísticos son significativos -tabla 32-. 70 3. Resultados Tabla 32. Variables en la ecuación de regresión múltiple: Sector de Inicio y Modalidad. B E.T. Sector Inicio Paso 1(a) Wald gl. Sig. 50,536 3 ,000 Exp (B) Sector Inicio(1) -1,149 ,219 27,547 1 ,000 ,317 Sector Inicio(2) -,566 ,220 6,639 1 ,010 ,568 Sector Inicio(3) ,195 ,222 ,767 1 ,381 1,215 Modalidad(1) ,886 ,162 29,846 1 ,000 2,426 Constante -,963 ,198 23,663 1 ,000 ,382 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad. A continuación, introducimos la interacción entre las variables predictoras. Se consideran -tabla 33- las interacciones correspondientes a la combinación de las categorías constitutivas de las variables predictoras: Modalidad y Sector de Inicio. Llegados a este punto, decidimos no tener en cuenta en el modelo definitivo de regresión logística múltiple la interacción entre las variables predictoras, ya que, al hacerlo, el coeficiente de la variable Modalidad deja de ser significativo. Tabla 33. Variables en la ecuación: Sector de Inicio, Modalidad y Modalidad por Sector. B E.T. Sector Inicio Paso 1(a) Wald gl. Sig. 33,107 3 ,000 Exp (B) Sector Inicio(1) -2,110 ,452 21,824 1 ,000 ,121 Sector Inicio(2) -1,364 ,398 11,725 1 ,001 ,256 Sector Inicio(3) -,122 ,348 ,123 1 ,726 ,885 Modalidad(1) ,166 ,336 ,243 1 ,622 1,180 9,425 3 ,024 Modalidad * Sector Inicio Modalidad(1) y Sector Inicio(1) Modalidad(1) y Sector Inicio(2) Modalidad(1) y Sector Inicio(3) Constante 1,336 ,521 6,583 1 ,010 3,802 1,179 ,479 6,058 1 ,014 3,251 ,477 ,447 1,136 1 ,286 1,611 -,502 ,264 3,612 1 ,057 ,605 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad, Modalidad * Sector Inicio 4ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística Para detectar qué variables pueden ser incluidas en el modelo de regresión con finalidad predictiva y estimar el grado de relación presente entre la variable criterio y las 71 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística variables predictoras, recurrimos a tres procedimientos que el programa SPSS, versión 15, dispone. Tabla 34. Resultados de regresión múltiple tras el procedimiento “Introducir”. B E.T. SectorInicio Paso 1(a) Wald gl. Sig. 33,107 3 ,000 Exp (B) Sector Inicio(1) -2,110 ,452 21,824 1 ,000 ,121 Sector Inicio(2) -1,364 ,398 11,725 1 ,001 ,256 Sector Inicio(3) -,122 ,348 ,123 1 ,726 ,885 Modalidad(1) ,166 ,336 ,243 1 ,622 1,180 9,425 3 ,024 Modalidad * Sector Inicio Modalidad(1) y Sector Inicio(1) Modalidad(1) y Sector Inicio(2) Modalidad(1) y Sector Inicio(3) 1,336 ,521 6,583 1 ,010 3,802 1,179 ,479 6,058 1 ,014 3,251 ,477 ,447 1,136 1 ,286 1,611 -,502 ,264 3,612 1 ,057 ,605 Constante (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad, Modalidad * Sector Inicio Tabla 35. Resultados de regresión múltiple obtenidos tras “Selección hacia adelante (Wald)”. B E.T. Sector Inicio Paso 1(a) gl. Sig. 44,991 3 ,000 -1,077 ,214 25,217 1 ,000 ,341 Sector Inicio(2) -,544 ,215 6,392 1 ,011 ,580 Sector Inicio(3) ,145 ,217 ,446 1 ,504 1,156 Constante -,400 ,163 6,040 1 ,014 ,670 50,536 3 ,000 Sector Inicio(1) -1,149 ,219 27,547 1 ,000 ,317 Sector Inicio(2) -,566 ,220 6,639 1 ,010 ,568 Sector Inicio(3) ,195 ,222 ,767 1 ,381 1,215 Modalidad(1) ,886 ,162 29,846 1 ,000 2,426 Constante -,963 ,198 23,663 1 ,000 ,382 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio. (b) Variable(s) introducida(s) en el paso 2: Modalidad. 72 Exp (B) Sector Inicio(1) Sector Inicio Paso 2(b) Wald 3. Resultados Tabla 36. Resultados de regresión múltiple tras “Selección hacia atrás (Wald)”. B E.T. Sector Inicio Paso 1(a) Wald gl. Sig. 50,536 3 ,000 Exp (B) Sector Inicio(1) -1,149 ,219 27,547 1 ,000 ,317 Sector Inicio(2) -,566 ,220 6,639 1 ,010 ,568 Sector Inicio(3) ,195 ,222 ,767 1 ,381 1,215 Modalidad(1) ,886 ,162 29,846 1 ,000 2,426 Constante -,963 ,198 23,663 1 ,000 ,382 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad. De los resultados expuestos en las tablas 34, 35 y 36, se desprende que los tres procedimientos incluyen las mismas variables en el modelo de regresión logística. Concretamente: Sector de Seguridad-SI (1)-, Sector Creación Campo propio-SI (2)-, Sector Creación Campo Rival -SI (3)- y Modalidad (1), la correspondiente a F-3. Una vez seleccionadas las variables que van a conformar nuestro modelo de regresión logística, vamos a evaluar la capacidad de discriminación del modelo. Tabla 37. Capacidad de discriminación del modelo definido -regresión múltiple-. Pronosticado Observado ZF80 Porcentaje correcto ZF80 No Si No 606 55 91,7 Si 226 56 19,9 Paso 1 Porcentaje global 70,2 (a) El valor de corte es ,500 Así, de acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 37, el modelo de regresión logística múltiple desarrollado predice con exactitud el 70,2% de los casos – jugadas- analizados. Además, el modelo de regresión logística múltiple desarrollado obtiene un 19,9% de sensibilidad -la capacidad del modelo para predecir que la jugada es exitosa cuando realmente ha sido exitosa- y un 91,7% de especificidad -la capacidad del modelo para predecir que la jugada no es exitosa cuando realmente no ha sido exitosa-. 73 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 5ª Etapa: Valorar el modelo final Llegados a este etapa se procede a valorar la bondad de ajuste del modelo de regresión logística construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow. Los resultados obtenidos -tabla 38-, muestran la ausencia de diferencias significativas entre los valores esperados y los valores observados. Tabla 38. Contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow -regresión múltiple-. Paso Chi-cuadrado gl Sig. 1 9,633 6 ,141 De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística desarrollado se ajusta a los datos que lo soportan. 6ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación a partir del modelo de regresión logística construido. En relación a la estimación En la tabla 39 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del modelo: B y las Exp (B) junto con sus niveles de significación. Tabla 39. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del modelo de regresión múltiple en relación a la estimación. B E.T. Sector Inicio Paso 1(a) Wald gl. Sig. 50,536 3 ,000 Exp (B) I.C. 95,0% para Exp(B) Inferior Superior Sector Inicio(1) -1,149 ,219 27,547 1 ,000 ,317 ,206 ,487 Sector Inicio(2) -,566 ,220 6,639 1 ,010 ,568 ,369 ,873 Sector Inicio(3) ,195 ,222 ,767 1 ,381 1,215 ,786 1,878 Modalidad(1) ,886 ,162 29,846 1 ,000 2,426 1,765 3,334 Constante -,963 ,198 23,663 1 ,000 ,382 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad. Los resultados referidos en la tabla 39, se interpretan de la siguiente manera: 74 3. Resultados - En lo relativo al Sector Inicio Seguridad -SI (1)-: - El signo B es negativo (-1,149): por tanto, una jugada que comience en el Sector Seguridad tiene menor probabilidad de terminar en éxito que una jugada que se haya originado en el Sector Definición. - El valor de Exp (B) (0,317) es menor que 1 y significativo; por tanto, la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es de un 68,3% [(10,317)*100] menor si se ha iniciado en el Sector Seguridad, que si se ha iniciado en Sector Definición. - En lo relativo al Sector Inicio Creación Campo Propio -SI(2)-: - El valor de B es negativo (-0,566): por tanto, una jugada que comience en el Sector Creación Campo Propio tiene menor probabilidad de terminar en éxito que una que se haya originado en el Sector Definición. - El valor de Exp (B) (0,568) es menor que 1 y significativo; por tanto, la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es un 43,2% [(10,568)*100] menor si se ha iniciado en el Sector Creación Campo Propio, que si se ha iniciado en Sector Definición. - En lo relativo al Sector Inicio Creación Campo Rival -SI(3)-: - El valor es positivo (0,195): por tanto, una jugada que comience en el Sector Creación Campo Propio tiene mayor probabilidad de terminar en éxito que una que se haya originado en el Sector Definición, pero el valor de Exp (B) (1,215), pese a que es superior a 1, no es significativo (p. 0,381); por tanto, indica el que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 no depende de que la jugada comience en el Sector Creación Campo Rival o que se inicie en Sector Definición. - En lo relativo a la variable Modalidad (1): - El valor de B es positivo (0,886): por tanto, una jugada que corresponde a la modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de terminar en éxito que una jugada correspondiente a la modalidad F-5. - El valor de Exp(B) (2,426) es mayor que 1 y significativo; por tanto, indica que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es 2,426 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a F-5. 75 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística En relación a la predicción De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 40, las variables Modalidad, Sector Inicio Seguridad –SI (1)- y Sector Inicio Campo Propio –SI (2)-, están presentes en la ecuación que se expone a continuación. Las tres son estadísticamente significativas (p<.05). Aunque la variable Sector Creación Campo Rival –SI (3)- no es estadísticamente significativa debe ser incluida en el modelo de regresión logística múltiple, al estar trabajando con variables categóricas y resultar el resto de categorías significativas. A continuación, procedemos a pronosticar la probabilidad de éxito de la jugada, en función de la variable Sector Inicio en la modalidad F-3: - Primer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-3, comienza en el Sector Seguridad, la probabilidad de éxito pronosticada será igual a: 1 P (Y=1) =------------------------------------------------------------------= 0,2269 -(-0,963-1,149*1 -0,566*0+0,195*0+0,886*1) 1+e - Segundo Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-3, comienza en el Sector Creación Campo Propio, la probabilidad de éxito pronosticada será igual a : 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,3446 -(-0,963-1,149*0-0,566*1+0,195*0+0,886*1) 1+e - Tercer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad de F-3, comienza en el Sector Creación Campo Rival, la probabilidad de éxito pronosticada será igual a : 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,5295 -(-0,963-1,149*0-0,566*0+0,195*1+0,886*1) 1+e 76 3. Resultados Pasamos a pronosticar en la probabilidad de éxito de la jugada, en función de la variable Sector Inicio en la modalidad F-5. En la tabla 40 se exponen los coeficientes de regresión del modelo. Podemos comprobar que, respecto a la ecuación presentada anteriormente, lo único que varía es el signo del coeficiente B correspondiente a la variable Modalidad: pasa de positivo a negativo. Es decir, que la probabilidad de que una jugada termine en éxito en la modalidad de F-5 es menor que si pertenece a F-3. Tabla 40.Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del modelo de regresión múltiple en relación a la predicción. B E.T. Sector Inicio Paso 1(a) Wald gl Sig. 50,536 3 ,000 Exp (B) I.C. 95,0% para Exp(B) Inferior Superior Sector Inicio(1) -1,149 ,219 27,547 1 ,000 ,317 ,206 ,487 Sector Inicio(2) -,566 ,220 6,639 1 ,010 ,568 ,369 ,873 Sector Inicio(3) ,195 ,222 ,767 1 ,381 1,21 5 ,786 1,878 Modalidad(2) ,886 ,162 29,846 1 ,000 ,412 ,300 ,567 Constante -,077 ,175 ,194 1 ,660 ,926 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Sector Inicio, Modalidad - Primer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-5, comienza en el Sector Seguridad, la probabilidad de éxito pronosticada será: 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,0475 -(-0,963-1,149*1 -0,566*0+0,195*0-0,886*1) 1+e - Segundo Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad F-5, comienza en el Sector Creación Campo Propio, la probabilidad de éxito pronosticada será igual a : 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,0820 -(-0,963-1,149*0-0,566*1+0,195*0-0,886*1) 1+e 77 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística - Tercer Pronóstico: Si una jugada, correspondiente a la modalidad de F-5, comienza en el Sector Creación Campo Rival, la probabilidad de éxito pronosticada será igual a : 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,1606 -(-0,963-1,149*0-0,566*0+0,195*1-0,886*1) 1+e 3.3. De los análisis de regresión logística simple De acuerdo con lo ya expuesto en el epígrafe 2.8., en el presente trabajo hemos diseñado tres modelos de regresión logística simple para analizar la calidad del desempeño técnico del jugador prebenjamín en función de si practica la modalidad de F-3 o F-5. Para ello, tres han sido las variables criterio fijadas para cada modelo: - Primera variable criterio: - Éxito: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad del ataque. - Fracaso: si la acción no incluye tiro o no implica continuidad del ataque. - Segunda variable criterio: - Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón incluye conducción. - No Adaptada: si el contacto técnico sobre el balón no incluye conducción. - Tercera variable criterio: - Éxito + adaptada: si el contacto técnico supone tiro o implica continuidad del ataque e incluye conducción. - El resto de las posibles combinaciones. 3.3.1. Del primer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque propioEl número de casos tomados en consideración para el primer modelo de regresión logística simple se corresponde con la totalidad de los contactos (n= 2242), no quedando ningún caso-contacto excluido. Este hecho se refleja en la tabla 41. 78 3. Resultados Tabla 41. Resumen del procesamiento de casos -primer modelo de regresión logística simple-. Número Porcentaje Incluidos en el análisis 2242 100,0 Casos perdidos 0 ,0 Total 2242 100,0 Casos no seleccionados 0 ,0 Total 2242 100,0 Casos seleccionados Los valores de la variable criterio - tabla 42- quedan fijados como sigue: - Éxito: si el contacto supone tiro o implica continuidad del ataque= 1. - Fracaso: si el contacto no supone tiro o no implica continuidad del ataque=0. Tabla 42. Codificación de la variable criterio para el primer modelo de regresión simple. Valor original Valor interno Si 1 No 0 Por su parte, la variable predictora Modalidad contempla las dos categorías consideradas en el presente trabajo de investigación, F-3 y F-5, tal y como se expone en la figura 43. Tabla 43. Codificación de la variable predictora del primer modelo de regresión simple. Frecuencia Codificación de parámetros (1) Modalidad F3 1361 1,000 F5 881 ,000 Tras concretar el número de casos, la variable criterio y la variable predictora, procedemos a desarrollar las 3 etapas del modelo de regresión logística simple. 1ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística Mediante el procedimiento “Introducir” que habilita el paquete estadístico SPSS, versión 15.0., se han obtenido los resultados expuestos en la tabla 44. 79 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Tabla 44. Resultados del primer modelo de regresión simple tras “Introducir”. Paso 1(a) B E.T. Wald gl. Sig. Exp (B) Modalidad (1) ,476 ,087 29,828 1 ,000 1,610 Constante -,295 ,068 18,752 1 ,000 ,745 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad. Procedemos a evaluar la capacidad de discriminación del modelo definido. De acuerdo con los resultados que se exponen en la tabla 45, el modelo de regresión logística simple desarrollado predice con exactitud el 55,6% de los casos analizados. Además, el modelo de regresión logística simple desarrollado obtiene un 66,4% de sensibilidad y un 44,9% de especificidad. Tabla 45. Capacidad de discriminación del primer modelo de regresión simple. Pronosticado Observado Éxito Éxito Porcentaje correcto No Si No 505 619 44,9 Si 376 742 66,4 Paso 1 55,6 Porcentaje global (a) El valor de corte es ,500 2ª Etapa: Valorar el modelo final En esta etapa, se procede a valorar la bondad de ajuste del modelo de regresión logística construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de ajuste de HosmerLemeshow. Los resultados obtenidos (tabla 46), muestran la ausencia de diferencias significativas entre los valores esperados y los valores observados. Tabla 46. Contraste de Hosmer-Lemeshow -primer modelo de regresión simple-. Paso Chi-cuadrado gl. 1 ,000 0 Sig. De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística desarrollado se ajusta a los datos incorporados. 80 3. Resultados 3ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación a partir del primer modelo de regresión logística simple construido. En relación a la estimación En la tabla 47 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del primer modelo de regresión simple: B y las Exp (B) junto con sus niveles de significación. Tabla 47. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del primer modelo de regresión simple en relación a la estimación. B Paso 1(a) E.T. Wald gl Sig. Exp (B) Modalidad(1) ,476 ,087 29,828 1 ,000 1,610 Constante -,295 ,068 18,752 1 ,000 ,745 I.C. 95,0% para Exp(B) Inferior Superior 1,357 1,910 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad. Estos resultados se interpretan a continuación: - En lo relativo a la variable Modalidad (1)-: - El valor de B es positivo (0,476): por tanto, un contacto que corresponde a la modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de terminar en éxito que un contacto correspondiente a la modalidad F-5. - El valor de Exp (B) (1,610) es mayor que 1 y significativo; por tanto, la probabilidad de que el contacto técnico realizado implique tiro o continuidad del ataque es 1,610 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5. En relación a la predicción De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 47, la variable Modalidad está presente en la ecuación que se expone a continuación puesto que estadísticamente es significativa (p< .05). Pasamos a pronosticar la probabilidad de éxito de un contacto, en la modalidad F-3: - Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de éxito pronosticada será igual a: 81 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,5451 -(-0,295+0,476*1) 1+e A continuación, pasamos a pronosticar en la probabilidad de éxito de un contacto, si éste pertenece a la modalidad de F-5, resultando lo siguiente: Tabla 48. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del primer modelo de regresión simple en relación a la predicción. Paso 1(a) B E.T. Wald gl. Sig. Exp (B) Modalidad F-5 -,476 ,087 29,828 1 ,000 ,621 Constante ,181 ,054 11,086 1 ,001 1,199 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad F-5. Se observa que, respecto a la ecuación presentada anteriormente, varían tanto el signo del coeficiente B de la variable Modalidad, pasando de positivo a negativo, como el valor de Exp (B). Es decir, la probabilidad de que un contacto termine en éxito originada en la modalidad de F-5 es menor que si pertenece a la modalidad de F-3.De igual manera, todos los valores relacionados con la Constante sufren modificaciones. El pronóstico de la probabilidad de éxito de un contacto, en la modalidad F-5, se obtiene como sigue: - Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-5, la probabilidad de éxito pronosticada será igual a: 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,4268 -(0,181-0,476*1) 1+e 3.3.2. Del segundo modelo de regresión logística simple -si el contacto implica conducciónEl número de casos tomados en consideración para el segundo modelo de regresión logística simple se corresponde con la totalidad de los contactos (n= 2242), no quedando ningún caso-contacto excluido. Este hecho queda reflejado en la tabla 49. 82 3. Resultados Tabla 49. Resumen del procesamiento de casos -segundo modelo regresión simple-. Número Porcentaje Incluidos en el análisis 2242 100,0 Casos perdidos 0 ,0 Total 2242 100,0 Casos no seleccionados 0 ,0 Total 2242 100,0 Casos seleccionados Los valores de la variable criterio -expuestos en la tabla 50- son: - Adaptada: si el contacto técnico implica conducción= 1. - No adaptada: si el contacto técnico no implica conducción=0. Tabla 50. Codificación de la variable criterio del segundo modelo de regresión simple. Valor original Valor interno Si 1 No 0 La variable predictora Modalidad contempla las dos categorías consideradas en el presente trabajo de investigación -F-3 y F-5-: Tabla 51. Codificación de lavariable predictora de segundo modelo de regresión simple. Frecuencia Codificación de parámetros (1) Modalidad F3 1361 1,000 F5 881 ,000 Tras concretar el número de casos, la variable criterio y la variable predictora, pasamos a desarrollar las 3 etapas del segundo modelo de regresión logística simple. 1ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística Mediante el procedimiento “Introducir” que el programa SPSS, versión 15.0., dispone, se han obtenido los resultados que se exponen en la tabla 52. 83 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Tabla 52. Resultados del segundo modelo de regresión simple tras “Introducir”. Paso 1(a) B E.T. Wald gl. Sig. Exp (B) Modalidad(1) ,364 ,097 13,959 1 ,000 1,438 Constante -1,112 ,078 202,966 1 ,000 ,329 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1:Modalidad A continuación, procedemos a evaluar la capacidad de discriminación del modelo definido. De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 53, el modelo de regresión logística desarrollado predice con exactitud el 70,8% de los casos analizados. Además, el modelo de regresión logística desarrollado obtiene un 0% de sensibilidad y un 100% de especificidad. Tabla 53. Capacidad de discriminación del segundo modelo de regresión logística simple. Pronosticado Observado Adaptada Paso 1 Adaptada Porcentaje correcto No Si No 1587 0 100,0 Si 655 0 0 70,8 Porcentaje global (a) El valor de corte es ,500 2ª Etapa: Valorar el modelo final En esta etapa, se procede a valorar la bondad de ajuste del segundo modelo de regresión logística simple construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow. Los resultados obtenidos -tabla 54-, muestran la ausencia de diferencias significativas entre los valores esperados y los valores observados. Tabla 54. Contraste de Hosmer-Lemeshow -segundo modelo de regresión simple-. Paso Chi-cuadrado gl. 1 ,000 0 Sig. De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística desarrollado se ajusta a los datos incorporados. 84 3. Resultados 3ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación a partir del modelo de regresión logística simple construido. En relación a la estimación En la tabla 55 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del modelo: B y las Exp (B) junto con sus niveles de significación. Tabla 55.Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del segundo modelo de regresión simple en relación a la estimación. B Paso 1(a) E.T. Wald gl. Sig. Exp (B) Modalidad(1) ,364 ,097 13,959 1 ,000 1,438 Constante -1,112 ,078 202,96 1 ,000 ,329 I.C. 95,0% para Exp. (B) Inferior Superior 1,189 1,741 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad. Los resultados referidos en la tabla 55, se interpretan a continuación: - En lo relativo a la variable- Modalidad (1)-: - El valor de B es positivo (0,364): por tanto, un contacto técnico que corresponda a la modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de incluir conducción que un contacto correspondiente a la modalidad de F-5. - El valor de Exp (B) (1,438) es mayor que 1 y significativo; por tanto, la probabilidad de que el contacto técnico implique conducción es 1,438 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a F-5. En relación a la predicción De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 55, la variable Modalidad está presente en la ecuación que se expone a continuación puesto que, estadísticamente, es significativa (p< .05). Pasamos a pronosticar la probabilidad de que el contacto técnico sea adaptado a la categoría prebenjamín, en la modalidad F-3: - Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de ser adaptado pronosticada será igual a: 85 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,3213 -(-1,112+0,364*1) 1+e Por último, se procede a pronosticar la probabilidad de que el contacto técnico sea adaptado a la categoría prebenjamín, en la modalidad F-5, quedando reflejada a continuación: Tabla 56. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del segundo modelo de regresión simple en relación a la predicción. Paso 1(a) B E.T. Wald gl. Sig. Exp. (B) Modalidad F-5 -,364 ,097 13,959 1 ,000 ,695 Constante ,749 ,058 166,342 1 ,001 ,473 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad F-5. Se observa que, respecto a la ecuación presentada anteriormente, varían tanto el signo del coeficiente B de la variable Modalidad, pasando de positivo a negativo, como el valor de Exp (B). Es decir, la probabilidad de que un contacto sea adaptado en la modalidad de F-5 es menor que si pertenece a la modalidad de F-3.De igual manera, todos los valores relacionados con la Constante sufren modificaciones. Pasamos a pronosticar la probabilidad de que el contacto técnico sea adaptado a la categoría prebenjamín, en la modalidad F-5: - Pronóstico: Si un contacto corresponde a la modalidad F-5, la probabilidad de ser adaptado pronosticada será igual a: 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,2473 -(0,749-0,364*1) 1+e 3.3.3. Del tercer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque e incluye conducciónEl número de casos tomados en consideración para el tercer modelo de regresión logística simple se corresponde con la totalidad de los contactos (n= 2242), no quedando ningún caso-contacto excluido. A continuación, en la tabla 57, se refleja el 86 3. Resultados resumen del procesamiento de casos correspondiente al tercer modelo de regresión logística múltiple: Tabla 57. Resumen de procesamiento de casos -tercer modelo de regresión simple-. Número Porcentaje Incluidos en el análisis 2242 100,0 Casos perdidos 0 ,0 Total 2242 100,0 Casos no seleccionados 0 ,0 Total 2242 100,0 Casos seleccionados Los valores de la variable criterio -expuestos en la tabla 58- quedan como sigue: - Éxito + adaptada: si el contacto técnico sobre el balón supone tiro o implica continuidad del ataque y además incluye conducción=1. - Resto de posibles combinaciones=0. Tabla 58. Codificación de la variable criterio -tercer modelo de regresión simple-. Valor original Valor interno Si 1 No 0 La variable predictora Modalidad contempla las dos categorías consideradas en el presente trabajo de investigación -F-3 y F-5-: Tabla 59. Codificación de la variable predictora del tercer modelo de regresión simple. Frecuencia Codificación de parámetros (1) Modalidad F3 1361 1,000 F5 881 ,000 Tras concretar el número de casos, la variable criterio y la variable predictora, pasamos a desarrollar las 3 etapas del tercer modelo de regresión logística simple construido para evaluar la calidad de los contactos técnicos en ambas modalidades. 87 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 1ª Etapa: Construir el modelo de regresión logística Mediante el procedimiento “Introducir” que habilita el paquete estadístico SPSS, versión 15.0., se han obtenido los resultados expuestos en la tabla 60. Tabla 60. Resultados del tercer modelo de regresión simple tras “Introducir”. Paso 1(a) B E.T. Wald gl. Sig. Exp. (B) Modalidad(1) ,937 ,148 40,218 1 ,000 2,553 Constante -2,530 ,129 1 ,000 ,080 385,370 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad A continuación, procedemos a evaluar la capacidad de discriminación del modelo definido. De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 61, el modelo de regresión logística desarrollado predice con exactitud el 86,8% de los casos analizados. Además, el modelo de regresión logística desarrollado obtiene un 0% de sensibilidad y un 100% de especificidad. Tabla 61. Capacidad de discriminación del tercer modelo de regresión simple. Pronosticado Observado Éxito/Eficaz y Adaptada Éxito/Eficaz y Adaptada Paso 1 Porcentaje correcto No Si No 1947 0 100,0 Si 295 0 0 86,8 Porcentaje global (a) El valor de corte es ,500 2ª Etapa: Valorar el modelo final En esta etapa, se procede a valorar la bondad de ajuste del tercer modelo de regresión logística simple construido. Para ello, recurrimos al contraste de bondad de ajuste de Hosmer-Lemeshow. Los resultados obtenidos -tabla 62-, muestran la ausencia de diferencias significativas entre los valores esperados y los valores observados. Tabla 62. Contraste de Hosmer-Lemeshow -tercer modelo de regresión simple-. 88 Paso Chi-cuadrado gl. 1 ,000 0 Sig. 3. Resultados De esta forma, podemos afirmar que el modelo de regresión logística desarrollado se ajusta a los datos incorporados. 3ª Etapa: Estimación y predicción a partir del modelo de regresión logística En esta última etapa se procede a realizar el proceso de predicción y estimación a partir del tercer modelo de regresión logística simple construido. En relación a la estimación En la tabla 63 se exponen los resultados estimados para los coeficientes del modelo: B y las Exp (B) junto con sus niveles de significación. Tabla 63. Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del tercer modelo de regresión simple en relación a la estimación. B Paso 1(a) E.T. Wald gl. Sig. Exp (B) Modalidad(1) ,937 ,148 40,218 1 ,000 2,553 Constante -2,530 ,129 385,37 1 ,000 ,0,80 I.C. 95,0% para EXP(B) Inferior Superior 1,911 3,411 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad Los resultados referidos en la tabla 63, se interpretan a continuación: - En lo relativo a la variable Modalidad (1): - El valor de B es positivo (0,937); por tanto, un contacto técnico que se realiza en la modalidad de F-3 tiene mayor probabilidad de suponer tiro o implicar continuidad del ataque e incluir conducción que un contacto correspondiente a la modalidad F-5. - El valor de Exp (B) (2,553) es mayor que 1 y significativo; por tanto, la probabilidad de que un contacto suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción es 2,553 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la de F-5. En relación a la predicción De acuerdo con los resultados expuestos en la tabla 63, la variable Modalidad, está presente en la ecuación que se expone a continuación puesto que, estadísticamente, es significativa (valor p<.05). 89 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística Pasamos a pronosticar la probabilidad de que un contacto suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción en la modalidad F-3: - Pronóstico: Si una jugada corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de que un contacto suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción será igual a: 1 P (Y=1) = ---------------------------------------------------------------= 0,1035 -(-2,530+0,937*1) 1+e Por último, pasamos a pronosticar la probabilidad de que un contacto técnico suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción, si pertenece a la modalidad de F-5. Los coeficientes de regresión se exponen a continuación -tabla 64-. Tabla 64.Resultados estimados para coeficientes B y las Exp (B), intervalos de confianza y niveles de significación del tercer modelo de regresión simple en relación a la predicción. Paso 1(a) B E.T. Wald gl. Sig. Exp (B) Modalidad F-5 ,937 ,148 40,218 1 ,000 ,392 Constante -1,593 ,072 1 ,000 ,203 484,890 (a) Variable(s) introducida(s) en el paso 1: Modalidad F-5 Podemos comprobar cómo, respecto a la ecuación presentada anteriormente, varían tanto el signo del coeficiente B de la variable Modalidad -pasa de positivo a negativo-, como el valor de Exp (B). Es decir, la probabilidad de que un contacto técnico suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción, en la modalidad de F-5 es menor que si el contacto pertenece a la modalidad de F-3.De igual manera, todos los valores relacionados con la Constante sufren modificaciones. Pasamos a pronosticar la probabilidad de ser exitoso/eficaz y adaptado un contacto en función de la variable la modalidad F-5: - Pronóstico: Si un contacto técnico corresponde a la modalidad F-5, la probabilidad de que suponga tiro o implique continuidad del ataque e incluya conducción, será igual a: 90 3. Resultados 1 P (Y=1) =------------------------------------------------------------= 0,0714 -(0,937-1,593*1) 1+e 91 4. Discusión 4. DISCUSIÓN 4.1. De los resultados obtenidos a partir del modelo de regresión logística múltiple Este modelo se ha configurado con el objetivo de determinar la probabilidad de que una jugada sea exitosa -alcance la zona que alberga la portería contraria- en función del Sector de Inicio de la jugada y de la Modalidad de juego practicada. Concretamente, los resultados se refieren a la comparación del Sector Seguridad, Sector Creación Campo Propio y Sector Creación Campo Rival con el Sector Definición y a la modalidad de F-3 y F-5 con el Sector Definición. En cuanto a la finalidad de estimación, en lo relativo al Sector Seguridad, la Exp (B) obtenida es inferior a la unidad, con lo que debemos interpretar que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es un 68,3% menor si se ha iniciado en el Sector Seguridad en lugar de haberse originado en el Sector Definición. En lo relativo al Sector Creación Campo Propio, la Exp (B) obtenida también es inferior a la unidad, con lo que debemos interpretar que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es un 43,2% menor si se ha iniciado en el Sector Creación Campo Propio en lugar de haberse originado en el Sector Definición. Finalmente, en lo relativo al Sector Creación Campo Rival, pese a que la Exp (B) obtenida es superior a la unidad, no es significativa, con lo que debemos interpretar que una jugada acabe en la Zona 80 no depende de la jugada comience en el Sector Creación Campo Rival o que se inicie en el Sector Definición. Así pues, se eleva como conclusión el hecho de que cuanto más alejado de la portería rival se encuentre el Sector de Inicio de la jugada, menor es la probabilidad de que la jugada termine en la Zona 80. Respecto a la variable Modalidad, la Exp (B) es superior a 1 y, además, es significativa. Ello lo debemos de interpretar como que la probabilidad de que una jugada acabe en la Zona 80 es 2,426 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5. Este resultado manifiesta las mayores 93 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística dificultades que en el F-5 obtiene el jugador prebenjamín para alcanzar la zona que alberga la portería contraria, en relación a la modalidad de F-3. En lo relativo a la finalidad predictora, recordamos que la probabilidad pronosticada de que una jugada termine en la Zona 80, variará en función de los valores que adopten las variables Sector de Inicio y Modalidad. De acuerdo con lo anterior, si la jugada se ha originado en el Sector Seguridad, pronosticamos que la probabilidad termine en la Zona 80 es de un 0,2269 si corresponde a la modalidad de F-3 y de un 0,0475 si corresponde a la de F-5. Si la jugada se ha originado en el Sector Creación Campo Propio, pronosticamos que la probabilidad de que la jugada termine en la Zona 80 es de 0,3446 si corresponde a la modalidad de F-3 y de un 0,0820 si se corresponde a la de F-5. Por último, si la jugada se ha originado en el Sector Creación Campo Rival, pronosticamos que la probabilidad de que una jugada termine en la Zona 80 es de un 0,5295 si se corresponde a la modalidad de F-3 y de un 0,1606 si corresponde a la modalidad de F-5. Así pues, podemos concluir que la probabilidad de que una jugada termine en la Zona 80 es superior en la modalidad alternativa F-3, que en la modalidad vigente de F-5 para la categoría prebenjamín, con independencia de cuál sea el Sector de Inicio de la jugada. De esta forma, podemos concluir que tanto la variable Sector de Inicio como la variable Modalidad, influyen en que la jugada finalice en la Zona 80, repercutiendo en la calidad del juego del niño: - Así, la probabilidad de que una jugada finalice en la Zona 80 va reduciéndose conforme el origen de la jugada se produce en un sector más alejado de la portería rival. Ello va en consonancia con los resultados obtenidos por Castelo (1999), Molina (1999), Castellano (2000) y Perea (2008) en fútbol y por Ardá (1998) y Arana (2011), en fútbol base. - Además, la probabilidad de que la jugada termine en la Zona 80, con independencia de su sector de inicio, es mayor en la modalidad de F-3 en comparación con la de F-5. Este hecho avala la mayor calidad del juego, a partir de la mayor profundidad obtenida, de la modalidad de F-3 en relación a la de F-5. 94 4. Discusión 4.2. De los resultados obtenidos a partir de los tres modelos de regresión logística simple En el presente trabajo de investigación hemos recurrido a tres modelos de regresión logística simple para estudiar la calidad -éxito y adecuación a los contenidos recomendados para la edad por autores especializados- de los contactos realizados sobre el balón en cada una de las modalidades sometidas a estudio. 4.2.1. De los resultados del primer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o implica continuidad de ataque propioEn el primer modelo de regresión logística simple diseñado para estudiar la calidad de los contactos técnicos sobre el balón realizados en las modalidades de F-3 y F-5, se categoriza la variable criterio como éxito, si el contacto implica tiro o continuidad del ataque; y como fracaso, si el contacto no implica tiro o continuidad del ataque. En relación a la finalidad de estimación, respecto a la variable Modalidad la Exp (B) es superior a 1 y, además, es significativa. De ello se deduce que la probabilidad de que un contacto suponga tiro o implique continuidad del ataque es 1,610 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5. En consecuencia, se constata la mayor calidad del desempeño técnico correspondiente a la modalidad de F-3 en relación con la modalidad de F-5, en función de la probabilidad de que en el seno de ambas modalidades los contactos que constituyen el desempeño de su fase ofensiva resulten exitosos al conseguir el mantenimiento de la posesión del balón o finalizar en tiro. En relación a la finalidad predictora, recordamos que la probabilidad pronosticada de que un contacto suponga tiro o implique continuidad de ataque propio varía si practicamos F-3 o F-5. En concreto, si un contacto corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de que el contacto suponga tiro o la continuidad del ataque es de 0,5451; 0,4268 en la modalidad de F-5. De esta forma, podemos afirmar que la probabilidad de que un contacto sea eficaz es superior en la modalidad de F-3, que en la modalidad vigente de F-5 para la categoría prebenjamín. 95 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística 4.2.2. De los resultados del segundo modelo de regresión logística simple -si el contacto implica conducciónEn este segundo modelo de regresión logística simple, se categoriza la variable criterio como adaptada, si el contacto técnico implica conducción y, como no adaptada, si la acción técnica no incluye conducción. Esta decisión se ha tomado a partir de la unanimidad de criterio encontrada en los autores -Wickstrom (1990), Benedek (2001), Wein (1995), Casal y Ardá (2003), Lapresa et al. (2005) y Vegas (2006), referenciados en el epígrafe 1.5.2., y en Lapresa et al. (2008) y Lapresa et al. (2010), referenciados en el epígrafe 1.6.3.- en relación a la idoneidad de la habilidad motriz conducción en la categoría prebenjamín. En relación a la finalidad de estimación, respecto a la variable Modalidad, la Exp (B) es superior a 1 y, además, es significativa. De lo anterior se deduce que la probabilidad de que el contacto técnico implique conducción es 1,438 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5. En consecuencia, se constata la mayor calidad del desempeño técnico correspondiente a la modalidad de F-3 en relación con la modalidad de F-5. En relación a la finalidad predictora, la probabilidad de que las acciones técnicas realizadas sobre el balón incluyan conducción varía en función de la modalidad de juego practicada. Si la jugada corresponde a la modalidad F-3, la probabilidad de que el contacto realizado sobre el balón incorpore conducción es de un 0,3213; un 0,2473 si corresponde a la modalidad de F-5. De esta forma se constata la mayor adaptación de los contactos técnicos que se realizan en la categoría F-3, en comparación con la categoría F-5, a las necesidades del niño de categoría prebenjamín. 4.2.3. De los resultados del tercer modelo de regresión logística simple -si el contacto supone tiro o implica continuidad del ataque e implica conducciónEn el tercer modelo de regresión logística simple, se categoriza la variable criterio como éxito + adaptada, si el contacto técnico realizado supone tiro o incorpora continuidad del ataque y, además, implica conducción; y como fracaso, a todas las combinaciones restantes. En relación a la finalidad de estimación, respecto a la variable Modalidad la Exp (B) es superior a 1 y, además, es significativa. De lo anterior se desprende que la 96 4. Discusión probabilidad de que el contacto suponga tiro o continuidad del ataque e incorpore conducción es 2,553 veces mayor si pertenece a la modalidad de F-3, que si pertenece a la modalidad de F-5. En consecuencia y relacionado con lo anterior, se constata la mayor calidad del estímulo técnico derivado de la modalidad de F-3 en relación con la modalidad de F-5. En relación a la finalidad predictora, la probabilidad de que un contacto técnico suponga tiro o implique continuidad del ataque e incorpore conducción varía en función de la modalidad practicada. Si el contacto sobre el balón corresponde a la modalidad F3, la probabilidad de que el contacto suponga tiro o continuidad del ataque e incorpore conducción es un 0,1035; mientras que tan sólo alcanza un 0,0714 si corresponde a la modalidad de F-5. Así pues, podemos concluir que la probabilidad de que un contacto técnico que se realiza en la modalidad de F-3 sea eficaz y adaptado a las necesidades del niño es superior en la modalidad de F-3, que en la modalidad vigente de F-5 para la categoría prebenjamín. 4.3. De la propuesta de una modalidad de fútbol más adaptada para la categoría prebenjamín El objetivo general del presente trabajo de investigación persigue optimizar el modelo de competición de fútbol en la categoría prebenjamín. En España, las Federaciones Territoriales, disponen de las competencias para diseñar su propuesta de competiciones. Al respecto, tal y como señalan Romero y Vegas (2003), en la actualidad la modalidad de fútbol más reducida que persigue la adaptación del deporte al niño es F-5, aún a pesar de las dificultades que tiene el niño de la edad correspondiente a la categoría prebenjamín para mostrarse competente en la modalidad desarrollada -Torres y Rivera (1994), Wein (1995). Lapresa y Arana (2004) y Lapresa et al. (2005)-. Lapresa et al. (1999), Lapresa et al. (2008),concretan los desajustes que la competición de F-5 produce en la toma de contacto inicial de la categoría prebenjamín; tanto en lo relativo al dominio del espacio, como a la predominancia de patrones motores recomendados para la edad -abundando en la modalidad de F-5 los golpeos que suponen un único contacto y en los que el prebenjamín de primer año no ha sido capaz de controlar previamente la pelota-. Lapresa et al. (2008) y Lapresa et al. (2010)-, en 97 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística sendos estudios comparativos entre F-3 y F-5, apuntan diferencias significativas en la profundidad del juego alcanzada a favor de la modalidad de F-3 en detrimento de la modalidad de F-5. Estos autores también encontraron diferencias significativas entre la modalidad de F-3 y la de F-5, en lo relativo a la realización del contacto C3 (control + conducción simple + lanzamiento), recomendado por sus características para la edad que abarca la categoría prebenjamín por Wickstrom (1990), Wein (1995), Benedek (2001), Casal y Ardá (2003), Lapresa et al. (2005) y Vegas (2006). Tal y como hemos puesto de manifiesto, los resultados obtenidos en el presente estudio, van en sintonía con los estudios referidos en último lugar, reflejando la mayor adecuación de la modalidad de F-3 frente a la modalidad ofertada en la actualidad (F-5). La introducción de una modalidad de juego más adaptada (en este caso el F-3), supone una mejora del juego que ayuda al niño a afrontar con mayores garantías su desempeño técnico-táctico, redundando en la obtención de mayores niveles de competencia -Carvalho y Pacheco (1990), Costa y Garganta (1996), Ardá (1998), Costa (1998), Fernandes (1998), Cardoso (1998), Lapresa et al. (2002), Casal y Ardá (2003), Escudero y Palau (2005), Vegas (2006), Pacheco (2007), De la Vega et al. (2008)-. 98 5. Conclusiones 5. CONCLUSIONES 5.1. Conclusiones A continuación, se presentan las conclusiones del presente trabajo de investigación, las cuales persiguen el objetivo general de elevar una propuesta alternativa de juego -modalidad de F-3- más adaptada a las posibilidades concretas del prebenjamín, que la modalidad practicada en la actualidad -modalidad de F-5-. Para todo ello, se ha comparado la utilización del espacio –profundidad- y los contactos realizados sobre el balón, durante la acción ofensiva entre las modalidades de F-3 y F-5. Llegados a este punto, procedemos a la consecución de los objetivos específicos del presente trabajo de investigación, con los que vamos a satisfacer el objetivo general establecido: Determinar, a partir del análisis de la utilización del espacio de juego mediante un modelo de regresión logística múltiple, en qué modalidad de fútbol (F-3 o F-5) el niño obtiene un desempeño espacial de mayor calidad. Se ha construido un modelo de regresión logística múltiple que nos ha permitido determinar la probabilidad de que una jugada sea exitosa -alcance la Zona 80-, en función del Sector de Inicio de la jugada y de la Modalidad de fútbol practicada por el prebenjamín. En ambas modalidades, la probabilidad de que una jugada finalice en la Zona 80 va reduciéndose conforme el origen de la jugada se produce en un sector más alejado de la portería rival, obteniéndose siempre valores superiores en la modalidad de F-3 que en 99 Análisis comparativo de la fase ofensiva del fútbol prebenjamín mediante regresión logística la modalidad de F-5. Además, la probabilidad de que una jugada alcance la Zona 80, es 2,426 veces mayor en la modalidad de F-3 que en la modalidad de F-5. Determinar, mediante modelos de regresión logística simple, en qué modalidad de fútbol (F-3 o F-5) el niño obtiene un desempeño técnico más eficaz y/o adaptado. Se han construido tres modelos de regresión logística simple que nos han permitido analizar la calidad de los contactos técnicos realizados por el prebenjamín en la modalidad de F-3 y en la modalidad de F-5. En el primero de los modelos de regresión logística simple, se ha constatado que la probabilidad de que un contacto implique tiro o continuidad del ataque propio es 1,610 veces mayor en la modalidad de F-3 que en la modalidad de F-5. Siendo la probabilidad pronosticada de que un contacto implique tiro o continuidad del ataque propio mayor en la modalidad de F-3 (0,5451) que en la modalidad de F-5 (0,4268). Respecto al segundo modelo de regresión logística simple, se ha constatado que la probabilidad de un contacto sea adaptado -implique conducción-, es 1,438 veces mayor en la modalidad de F-3 que en la modalidad de F-5. Siendo la probabilidad pronosticada de que un contacto incluya conducción -contacto más adecuado para la categoría prebenjamín según los autores especializados-mayor en la modalidad de F-3 (0,3213) que en la modalidad de F-5 (0,2473). En el tercer modelo de regresión logística simple, se ha constatado que la probabilidad de un contacto sea eficaz y adaptado (suponga tiro o continuidad de ataque propio y, además, implique conducción), es 2,553veces mayor en la modalidad de F-3 que en la modalidad de F-5. Siendo la probabilidad pronosticada de que un contacto suponga tiro o continuidad de ataque propio y, además, implique conducción mayor en la modalidad de F-3 (0,1035) que en la modalidad de F-5 (0,0714). Con todo lo expuesto anteriormente, podemos afirmar que en la modalidad deportiva de F-3 -practicada bajo las premisas de juego descritas en Lapresa et al., (2008)-, el prebenjamín muestra mayor competencia que en la modalidad deportiva de F-5, tanto en lo relativo a su desempeño espacial –profundidad- como en lo relativo a la eficacia y adaptación de las habilidades técnicas -desempeño técnico- que en su seno se desarrollan. 100 5. Conclusiones Así, procedemos a elevar como alternativa de juego más adaptada a las características del prebenjamín, la correspondiente a la modalidad de F-3 frente a la practicada en la actualidad, la modalidad de F-5. 5.2. Propuestas de futuro Las conclusiones del presente trabajo de investigación nos permiten hacer llegar a los organismos competentes -Consejería de Presidencia y Justicia y, especialmente aquellas vinculas estrechamente con la actividad futbolística de los niños, es decir, FRFuna propuesta para la adecuación de la competición en la modalidad deportiva de fútbol para categoría prebenjamín en la Comunidad Autónoma de La Rioja. Además, la producción científica derivada del presente trabajo de investigación servirá para mejorar la información manejada por las diversas Federaciones Territoriales y que sustenta el debate respecto a las modalidades de competición que deben tener más relevancia en el fútbol base. Se han considerado las siguientes posibilidades futuras de desarrollo de este trabajo de investigación, a partir de la aplicación de los modelos de regresión logística construidos ad hoc para la presente investigación en el fútbol base: - Seleccionar otros equipos participantes de la Federación Riojana de Fútbol, así como de otras Federaciones Territoriales que permitan ampliar el número de participantes en el estudio. - Profundizar en el desarrollo de propuestas de adaptación del fútbol al niño, realizando un estudio similar centrado en otras edades, en otras categorías y, correspondientemente, en otras modalidades de fútbol. En todo caso, contemplamos la intención de continuar profundizando en el presente ámbito de estudio, tratando de fomentar la adaptación del fútbol al niño y no la del niño al fútbol de los adultos 101 6. Referencias 6. REFERENCIAS Abella, M., Alcázar, A., Arestegüi, A., Aranda, F., Gonzalo, J. M., Igea, J. M., Montero, F., Palantzas, E.y Sampedro, J. (2001). 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