El día de nuestro bautismo nos pusiste en las manos una luz nueva. Aquí la tienes, Señor. Te la ofrecemos para mantenerla encendida y que alumbre los caminos para saber distinguir los auténticos valores que humanizan. l AMÉN “ Hoy te bendecimos, Padre, por la luz de nuestro bautismo, esa luz de la fe en Cristo que iluminó toda nuestra vida. No permitas que volvamos a ser ciegos que creen ver, pero no distinguen los colores de tu presencia en el mundo. Quita, Señor, las escamas de nuestros ojos en tinieblas. Ayúdanos a dar el paso definitivo de la incredulidad a la fe, de nuestra ceguera congénita a la iluminación de Cristo, de nuestro egoísmo tenebroso a la luz de la coherencia y el compromiso. ” DOMINGO IV - 2014 ORACIÓN Padre, Gracias, tros ojos s e u n n e pones luz y ú t e u q r o p verdades ir r b u c s para de mentiras. ir n r e c is d acer ver h s o n e u y Porq personas s la e d d sy la dignida los pobre a s a c r e nos ac itados. los neces descubrir a s o n a d na. Ayú vale la pe d a d r e v lo que de imos por d e p lo e T . tro Señor s e u n o t Jesucris CuArEsMa Hoy el mensaje del Evangelio viene expresado por el contraste luz-ceguera. El simbolismo de la luz es frecuente en la literatura bíblica. La fe proporciona luz. Sin fe podemos andar por la vida un tanto a oscuras. El evangelio, incluso, apunta más: tal vez necesitamos que Dios nos cure alguna ceguera para que sepamos desentrañar el misterio de la vida y para ver bien a los demás. Oración: No sabemos, Señor, lo que es realmente importante. Nuestros ojos miran, pero no ven. Estamos ciegos. Este domingo de Cuaresma te pedimos, Padre, que ilumines nuestros ojos para que sepamos descubrir lo que de verdad vale la pena. Por Jesucristo, nuestro Señor. Así sea I SAMUEL 16,1b 6‑7.10‑13a ¿Por qué cuesta tanto abrir los ojos? En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: «Llena tu cuerno de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey». Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: «Seguro, el Señor tiene delante a su ungido». Pero el Señor le dijo: «No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón». Jesé hizo pasar a siete Porque la luz no suele llegar en la primera juventud. hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éstos los ha elegido el Señor». Luego preguntó a Jesé: Porque son pocos los que se atreven a pensar. «¿Se acabaron los muchachos?» Jesé respondió: «Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las Porque pensar exige informarse y decidir libremente. ovejas». Samuel dijo: «Manda por él, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue». Jesé mandó a Porque pensar y saber conlleva dudas, riesgos e inseguridades. por él y lo hizo entrar: era de buen color, de hermosos ojos y buen tipo. Entonces el Señor dijo a Samuel: «Anda, úngelo, porque es éste». Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Porque saber exige cambios personales y colectivos. En aquel momento, invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante. Porque vivimos demasiado aprisa y superficialmente. SALMO RESPONSORIAL (Sal. 22) Porque los que tienen poder no quieren perderlo. Porque los que saben más que ellos les dejan al descubierto. «El Señor es mi pastor, nada me falta» Porque muchos son los ignorantes más o menos culpables. EFESIOS 5,8‑14 Por miedo a la propia libertad. Hermanos: En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz -toda Porque a cierta edad no se quieren correr riesgos. bondad justicia y verdad son fruto de la luz-, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras Porque se conoce poco a Jesús. estériles de las tinieblas, sino más bien denunciadlas. Pues hasta da vergüenza mencionar las cosas que ellos Porque confiamos poco en Él. hacen a escondidas. Pero la luz, denunciándolas, las pone al descubierto y todo lo descubierto es luz. Por eso dice: «Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz». Porque hoy se repite el drama de Jn 9, 41. JUAN 9, 1-41 Plegaria "Fue, se lavó, y volvió con vista" En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado)». Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?» Unos decían: «El mismo». Otros decían: «No es él, pero se le parece». Él respondía: «Soy yo». Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo». Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado». Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?» Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?» Él contestó: «Que es un profeta». Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?» Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?» Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es». Él dijo: «Creo, Señor». Y se postró ante él. Te bendecimos, Padre, porque sigues a nuestro lado favoreciendo, con la luz de tu Espíritu, que no equivoquemos el camino de la vida. Te aplaudimos porque has sembrado en la historia un modelo humano repleto de claridad y cargado de razón. Jesús, un destello de tu luz, nos revela el misterio y el sentido de la vida. Su modo de ser y de hablar arroja tanta evidencia y convicción que ha inaugurado la era de los hombres nuevos. En Él brilla una nueva y definitiva solidaridad. Impulsados por su testimonio, alzamos hacia tí nuestro corazón agradecido.....