ACUEDUCTO DE SANTA CLARA

Anuncio
4
Sábado, 2 de enero de 2016
ACUEDUCTO
DE SANTA CLARA
S
I la ciudad de Santa Clara
tuviese un minuto para dejar
saber, entre sus carencias,
cuál intentaría resarcir en
nombre de la paz y el sosiego ciudadano, el
clásico drama del acueducto y sus mil y una
fugas ocuparían la primera fila de los males
elegidos.
De crisis y desabastos conocen miles
de santaclareños. La sequía doméstica,
recurrente y cotidiana, ha marcado el
ritmo de muchas de nuestras odiseas.
De vez en vez se oteó alguna que otra
esperanza, pero en demasiados episodios se repitió el guion del saqueador de
conductoras y de los salideros que
bañan la ciudad; sin embargo, se continuó trabajando.
Las señales fueron evidentes. En plena
Doble Vía, en las narices mismas de la
secundaria básica Fe del Valle, los montones de piedra y tierra arrancados a medio
kilómetro de asfalto obstaculizaron la
marcha durante varias semanas. Las
inmediaciones de la Circunvalación, el
Callejón de Guamajal, la calle Roble y la
bajada del tanque de la Autopista vibraron
como nunca antes bajo el peso de las
excavadoras y el trajín diario de casi 120
hombres que, durante los últimos meses,
recibieron y vieron partir el sol en la misma
jornada.
En la madrugada del domingo 20 de
diciembre, justo a las 2:20 a.m., el sueño
aletargado por más de cinco años se hizo
realidad. Los nueve kilómetros del anillo de
acueducto que bordea la Circunvalación
permiten hoy que los tres principales
sistemas de abasto a Santa Clara (MinervaOchoíta, Agabama-Gramal y HanabanillaPalmarito) tributen de conjunto al abastecimiento de la capital provincial.
La distribución equitativa de un recurso
primario para la población, así como el
incremento de la presión del agua que se
recibe en nuestros hogares, constituye el
eje que sustenta dicha obra.
Entonces, ¿con ello se asegura un 2016
de bonanza?
La experiencia corrobora que, en
materia de acueducto y alcantarillado,
todavía nos aguardan más retos que los
que podríamos suponer, aunque, sin duda
alguna, Santa Clara despidió el año con
mejor rostro y perspectivas a corto plazo.
EL ANILLO DE SANTA CLARA
Julio César Amores Hernández, director
provincial de la Empresa de Acueducto y
Alcantarillado, conoce de sobra los
desbalances del abasto de agua en la
capital villaclareña.

Por Liena María Nieves Portal y Luis Orlando León Carpio

Fotos: Ramón Barreras Valdés
Cortesía de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos
«Algunos barrios recibían el servicio
cada un par de días e, incluso, a diario,
mientras otros debían esperar varias
semanas o servirse únicamente de las
pipas, como ocurría en algunas zonas de
Dobarganes, Santa Catalina o CamachoLibertad. Las áreas históricamente afectadas percibirán la mejoría tras la terminación
del anillo, que en este momento se encuentra en fase de ajustes, por si aparece algún
La sustitución —por conductoras de PAD— de las antiguas tuberías de centro
acero, altamente deterioradas por los años de explotación y los ataques
vandálicos, constituye una firme garantía de la calidad de las nuevas obras.
salidero o cualquier otro problema. No
obstante, eso apenas ocupará algún
tiempo y los tres sistemas se encuentran
en marcha».
A la par de este proyecto, que requirió de
una inversión ascendente a cuatro millones
de pesos, se ejecutó la nueva conductora
—valorada en 1,5 millones de pesos—, que
conecta el tanque de la Autopista con el
anillo de la Circunvalación.
«Nuestro objetivo es concretar un
servicio regular para toda la ciudad, en aras
de lograr ciclos que no superen los tres o
cuatro días. Las reservas de la provincia se
muestran estables, y con el anillo podremos garantizar un servicio a la altura de las
ansias de la población», enfatizó Amores
Hernández.
Al frente de la Delegación Provincial de
Recursos Hidráulicos, Tomás Díaz Peña
enfatiza en el cambio, por nuevas tuberías
de PAD (polietileno de alta densidad), en
varios tramos de conductoras deterioradas
por el tiempo y la depredación.
«Suman varios los núcleos poblacionales directamente favorecidos por la
instalación del anillo. Por ejemplo, en la calle
Roble conectamos una tubería de red
interna; en la Circunvalación y San Miguel se
terminó otra red para el abasto de Virginia y
el Condado; se entregó la zona de la
Subplanta con el sistema de rebombeo, así
como las tres áreas del reparto Dobarganes,
incluido el Hospital Militar.
«Además, ya hicimos la conexión de
entrada desde el anillo hasta Los Sirios,
uno de los consejos populares más
afectados de la ciudad desde el punto de
vista higiénico y epidemiológico».
A partir del mes de enero, iniciará la
llamada fase de puesta en marcha, un
período esencial en el que se probará, al
100 %, la eficiencia de los trabajos recién
concluidos. El delegado del Instituto
Nacional de Recursos Hidráulicos en el
territorio, explicó a Vanguardia que «no se
descarta la posibilidad de que aparezca
alguna falla o salidero, es completamente
normal, y por esa razón aún no tapamos
las excavaciones. Aunque se intenten
minimizar las molestias al pueblo,
posiblemente los arreglos afecten de
alguna manera, por ello avisamos con
antelación para que nuestros clientes
conozcan que no ocuparemos más
tiempo del debido y restableceremos el
servicio en cuanto sea posible».
Las primeras horas del 2016 muestran un panorama bastante diferente al de
años anteriores. El agua, al menos, no
debería constituir motivo de inquietud para
la población de una de las ciudades más
abatidas por la escasez hídrica: lo que
semejaba una perenne ansiedad, despeja
su horizonte de nubes de tormenta.
Sin embargo, en materia de civilidad y
disciplina se deberán librar aún incontables
batallas. Ojalá la ciudad y sus hijos sepan
aprovechar la oportunidad de restar preocupaciones.
La fase de ajustes resulta un paso cardinal
antes de la puesta en marcha del anillo, que
ya logró conectar los tres principales sistemas de abasto de agua a la ciudad de Santa
Clara.
4
Cerrándole el círculo a la escasez
Descargar