DISCURSO DE TOMA DE POSESIÓN DEL DIRECTOR DE LA ETSII

Anuncio
DISCURSO DE TOMA DE POSESIÓN DEL DIRECTOR DE LA ETSII VALENCIA, MIGUEL MARTÍNEZ IRANZO Valencia, 9 de julio de 2008 Rector mágnífico, Señores Vicerrectores, compañeros, alumnos, amigos y familiares. Quiero expresar, en primer lugar, mi felicitación al Rector por haber tenido esta iniciativa, que le da un realce muy especial a la toma de posesión del Director de esta Escuela. También quiero expresar mi reconocimiento al Director saliente, D. Juan Jaime Cano, por su labor en defensa de los intereses de esta Escuela en las últimas dos legislaturas y además por haber predicado con el ejemplo en la consideración de que la limitación de mandatos en el desempeño de cargos académicos es necesaria. Empezaré diciendo que hace 32 años que empecé mis estudios en esta Escuela, en el año 1976, en plena transición Española. La carrera entonces, del antiguo plan de estudios del Ingeniero Industrial, era de una dureza muy superior a la actual, yo diría que difícilmente compaginable con una vida normal. Era necesaria una voluntad de hierro y una perseverancia digna de encomio para poder ir avanzando por aquel camino que duraba, como mínimo, 6 años. Es verdad, no obstante, que quizá todo aquella dificultad no era necesaria para conseguir profesionales igualmente cualificados. Mucho se ha andado desde entonces para tratar de introducir más racionalidad en los estudios sin que se resienta la preparación exigible a un Ingeniero, pero seguimos muy lejos aún de podernos sentir satisfechos. Los nuevos planes de estudio del EEES pueden ser una oportunidad para conseguir optimizar el proceso de formación superior y a eso nos tenemos que poner todos a trabajar intensamente. Pero también hay riesgos. No debemos trivializar la formación superior y no debemos privatizarla. La formación superior debe seguir siendo eminentemente pública pues es, entre otras muchas cosas, un mecanismo de reequilibrio social. El EEES será el marco en el que nos moveremos muy pronto, la intercambiabilidad de titulaciones entre países será un hecho y tendremos que adaptarnos a una configuración más trasnacional de la Universidad. Será preciso que nuestro profesorado actual se adapte, pero tendremos también que crear los cauces para la incorporación y consolidación de profesores noveles excelentes que apuntalen a la universidad del futuro que, por ley de vida, irá perdiendo efectivos de gran valor por jubilación. También será necesario que nuestro Personal de Administración y Servicios se prepare para este reto. Hay que apostar por incentivar su cualificación constante de manera que, por una parte, le permita dar un servicio que es insustituible en una Escuela y por otra que le permita una justa recompensa a través de su promoción. Le llega el turno ahora a los más jóvenes, a los alumnos de esta Escuela, que optaron un día por incorporarse a sus aulas. A ellos quiero lanzarles un mensaje de ánimo, de que somos conscientes de las dificultades que tienen, de que hay muchas cosas que mejorar y que nos comprometemos firmemente a trabajar muy duro en ello, pero quiero también decirles que es muy importante que perseveren, que no tiren nunca la toalla, que no nos abandonen y que no cejen en el intento hasta conseguirlo, cualquiera que sea la dificultad siempre es posible superarla. El premio a todo este esfuerzo, es inigualable, ser Ingeniero, ser miembro de una comunidad de profesionales preparados para afrontar casi cualquier reto, y así lo corroboran las Empresas, Industrias y Administraciones donde os colocaréis. También quiero acordarme ahora de aquellos que hace tiempo que no venís por aquí (mis compañeros de antes) seguro que os ha sorprendido. Cuánto hemos mejorado en infraestructuras. Qué bonita está el Ágora, el corredor verde, los nuevos edificios, etc. Pero aprovecho para decir que los que pasamos aquí tantas y tantas horas sabemos que aún estamos lejos del óptimo, sobre todo Escuelas como la nuestra, pertenecientes a las llamadas de las 4 esquinas que por su antigüedad van necesitando un continuado esfuerzo de adaptación a los nuevos tiempos. En este empeño también nos pondremos a trabajar. Finalmente, quiero dirigirme a nuestro Rector, son muchas las ilusiones puestas en nuestro proyecto de Escuela en el que creemos, con propuestas creíbles pero arriesgadas, que no será posible poner en marcha sin su apoyo. Por nuestra parte estaremos siempre dispuestos a colaborar y a trabajar juntos por una Escuela y por una Universidad mejor. Muchas gracias. 
Descargar