Tan solo duermes. Han pasado ya, unos meses, de que te has dormido, Pero ¡Cuánto te extraño! Es, hoy, cuando noto del valor de tu presencia y cuando me doy cuenta, De que has sido una mujer valiente y decidida, tenías actitud y fe, Arrebataste tu salvación, tu sanidad y tu vida en la eternidad. Haz sobrepasado la barrera de tu enfermedad, y, En ningún momento, has bajado tus brazos, mujer de carácter… Estoy más que segura, que estás en una nueva vida, disfrutando De las promesas de Dios y en completa paz. Y aunque en cierto momento, no he podido comprender, lo que Dios ha hecho, Así, en su misericordia, Él me ha revelado, los meses de preparación y de encuentro con El. Esa revelación, ha conmovido mi corazón y cambiado mi pensar!.. Mi corazón se goza, porque he entendido, que te encuentras bajo el abrigo del Omnipotente… Físicamente no estás, pero permaneces en mi corazón… La palabra de Dios, dice que, Tan Solo Duermes y Dios es fiel en su palabra. Nos resta hoy, imitar, esa actitud valiente y decidida tuya, E ir en pos de arrebatar nuestra bendición, nuestra sanidad, y, Así un día, compartir junto contigo, aquella vida eterna, Que Dios promete a cada uno quienes confían en El, Y sé, que tu mayor satisfacción, será que nosotros, Imitemos tus pasos de fe. Gracias doy, a Dios, por el milagro que ha hecho contigo madre mía! Porque en verdad, ha cumplido con su promesa, de que, Aquella enfermedad no era muerte, sino era Vida, Una Vida Eterna Junto a su Creador… Autor: Karina Gamarra Música: Lucas Zaracho