“LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN LA EDUCACIÓN ESPECIAL” El retraso mental o intelectual corresponde a estados de déficit psíquico y presenta diferentes características, uno queda sorprendido de ciertas facilidades relativas puedan coexistir con otras dificultades considerables. Sin embargo en algunos discapacitados se encuentran actitudes de forma prodigiosa (calculadores, músicos, copistas,...). La expresión plástica ayuda a los niños discapacitados a desarrollarse mentalmente y físicamente, su confianza en sí mismo aumenta a medida que va experimentando el éxito en el arte, y un niño confiado aprende con más facilidad que uno en tensión. Por ello, la terapia artística pretende liberar el inconsciente mediante imágenes espontáneas proyectadas en expresiones gráficas y plásticas. Es eficaz en las perturbaciones de conducta y en los casos de neurosis o psicosis. En el conjunto de dibujos espontáneos que se liberan durante la terapia artística, hay algunos que poseen valor diagnóstico y terapéutico. Estos dibujos son diagnósticamente útiles de dos maneras: - Como patrones de respuestas en imágenes típicas de los distintos cuadros, es decir de las reacciones esquizofrénicas, paranóides, etc... - Como transformaciones de los productos artísticos, transformaciones que pueden ser un índice objetivo de los cambios que el niño deficiente experimenta durante la terapia. Los dibujos y los sueños son dos manifestaciones de la primera infancia que permite aproximarnos a la mente infantil. El niño no aprende a dibujar hasta relativamente avanzado su desarrollo psicológico, hecho que no deja de sorprender, sobre todo, si tenemos en cuenta que un niño sin deficiencias, a los 3 ó 4 años ha culminado ya la adquisición de todas las estructura. Es a esa edad cuando podemos decir que se inicia el dibujo infantil. Debemos entender que el niño deficiente tiene dos edades: una cronológica y otra mental, por ejemplo un niño de 6 años puede tener la mentalidad de un niño de 2 años, entonces sus dibujos corresponderían a la autoexpresión, primera etapa, del garabato, por la que pasan los niños en edades de 2 a 4 años. Otra etapa que podemos citar es la preesquemática que comprende a las edades de 4 a 6 años, o a cualquier otra etapa por la que pasan los niños normales. De todas formas, los niños con discapacidades pueden ir avanzando de etapas o bien quedarse parados en algunas de ellas ya que su grado de déficit no les deja llevar un desarrollo normal e incluso en algunos casos de déficit profundo no poder pasar por ninguna etapa, si no es con ayuda del profesor. Por ejemplo, en un niño podría darse el caso de que los dibujos sean repetidos, o al contrario según el niño se encuentre de ánimo pudiendo cambiar los dibujos y no aparecer ni de la misma etapa. Podemos decir, que todas las expresiones plásticas son muy recomendadas para los niños con problemas, porque además de expresar sus sentimientos desarrollan su psicomotricidad. Los materiales para estas primeras etapas son prácticamente los mismos y los trabajos que pueden realizar estos niños, se recomienda que sean individuales e incluso en algunas ocasiones en grupo, sus trabajos le divierten al mismo tiempo que aprenden y se desarrollan. Por ejemplo, dentro de las temperas son aconsejables las manchas de color, pincel, simetría, huellas (palitos, patatas...). Otro ejemplo, para los niños que tengan dificultad en el lenguaje es recomendada la mancha soplada con una pajita. Asimismo, para el desarrollo de la psicomotricidad, todas las clases de collage, con todas las clases de materiales que se puedan pegar. Aparte de pegar y recortar con las tijeras, es aconsejable rasgar los papeles con las manos formando imágenes separando los papeles de diversas formas. El volumen tridimensional, la arcilla y la plastilina son muy recomendadas para los sujetos más afectados, pudiendo realizar maquetas de pueblos, belenes... El color, no suele interesar a los más pequeños mentalmente pero si es interesante enseñárselos y que sepan diferenciar los colores. Otra forma de ayudar a estos niños con dificultades para expresarse es por medio de la música, el profesor puede poner una composición musical apropiada que al niño le sirva para relajarse y liberarse de sus problemas psíquicos haciéndole despertar en su imaginación su forma de crear. Mediante la expresión libre el sujeto cubre una amplia gama de actividades corporales y procesos mentales (el juego es la forma más evidente de expresión libre de los niños). El arte de expresión dinámica es uno de los objetivos principales, es la creatividad por medio del movimiento, que se complementa con las siguientes actividades de dramatizaciones: mimo, teatro guiñol, teatro infantil, teatro de sombras... Todo niño con dificultades educativas, tiene que ser atendido según sus necesidades y ser ayudado, recibiendo los materiales apropiados para su edad mental, animándolo y motivándolo si es necesario. El profesor de educación especial debe organizar y planificar para un análisis según el desarrollo mental del niño y conocer sus necesidades, los problemas, las aptitudes, las facetas y los factores que ha alcanzado, desarrollando las capacidades perceptivas, expresivas y creativas del niño. Por lo tanto, el profesor ha de tener una buena preparación y una gran vocación para tratar a estos niños de dificultades o de carácter difícil. En la educación plástica es muy importante respetar la sinceridad del niño. Nada mejor que la expresión plástica para estimular una serie de facultades positivas: paciencia, aprendizaje en la escuela,... no obstante, la corrección del dibujo frenaría su capacidad de crear expresando su mundo interior. El niño no solo ve, mira, no solo escucha, habla... luego el sentido de lo estético está presente en el mundo de los niños. Así que el niño necesita educación, experiencias... por lo tanto una ayuda exterior. El arte es la base de la educación. El objetivo de la didáctica moderna es enseñar a ver y sentir al mismo tiempo que se educa la habilidad ejecutiva, desarrollando la imaginación y los factores expresivos. Asimismo, dibujar ayuda a ordenar los pensamientos y también en pensar de formas nuevas. Además, aportar de forma natural los sentidos del orden y la armonía. La expresión plástica en estos niños podría favorecer el aprendizaje de toda clase de materias. Laura Carabias Plasencia