CONCLUSION Ya mencionamos que la ética es una rama de la filosofía que estudia lo moral. En este entendido, el currículo universitario está íntimamente condicionado por la formación que al respecto traen los estudiantes al comienzo de su carrera. Seres formados por la reflexión, preocupados por lo moral estarán en mejores condiciones para prepararse para la toma de decisiones que constantemente se requiere a nivel universitario. No obstante, es para nosotros fundamental la formación ética del docente. Educar etimológicamente significa sacar fuera lo que está oculto en el estudiante. Allí se encuentran todas las posibilidades. La tarea orientadora, la jerarquización de los valores, la promoción de un ser libre, autónomo y responsable que realice el docente, deberá teñir cada conocimiento técnicocientífico que germine en el estudiante. La contextualización de una acción, el posible descubrimiento de un dilema para ese accionar, darán sentido a la tarea que ese estudiante deba desarrollar en el futuro. Esto, hemos visto, es de vital importancia para orientarlo hacia una correcta elección ante la diversidad de opciones. La ciencia y la tecnología están muy lejos de ser neutral. Por ello es fundamental, incentivar en el estudiante la visión rectora que implique el ejercicio de su profesión, reafirmar el conocimiento de la imagen que la sociedad tiene de ellos. Esta es una tarea que debe, a nuestro criterio, iniciarse el primer día de clase. Pero esa forma de ver su accionar, su "manera de ser", debe acompañarlo en la vida. La formación ética debe ser fermental, trayendo, el docente, a clase experiencias concretas a las que puedan enfrentarse en el futuro. La enseñanza de las técnicas contables, por ejemplo, no debería de estar desprovista del conocimiento permanente de las responsabilidades que implica una buena información contable, la importancia para sus diferentes destinatarios y para la economía en general. La docencia se centrará en el accionar del estudiante más que en su conducta, propiciando en él, cambios internos profundos, no condicionados a normas o sanciones. Entonces, resulta duplicada la necesidad de un docente en Ciencias Económicas, sólidamente formado en ética, ya que la moralización del capitalismo, sistema en el cual ejercemos, no ha sido tarea fácil. Por otra parte, asistimos a empresarios, los que son vistos como líderes en nuestras sociedades. No deben descuidarse, sin dudas, los aspectos deontológicos de la formación ética materia a materia. Pero entendemos, éstos deben ser referentes indiscutidos de una formación más integral, que permita al estudiante aceptar sin gran violencia los códigos deontológicos, con una moral crítica que a su vez lo haga protagonista de la moralización y perfeccionamiento de los mismos. BIBLIOGRAFÍA • • • "Deontología del jurista" Cuaderno Facultad de Ciencias Sociales. Montevideo 1960. "Etica" Adela Cortina y Emilio Martínez. Akal Ediciones. 1996. "Etica de la información y deontologías del periodismo" Enrique Boneto Perales. Ed. Tecnos. 1995. • • • • • "Etica Profesional Comparada" Instituto Mexicano de Contadores Públicos. 1995. "Fundamentos de la ética" República de Panamá Contraloría general de la República. Junio 1991. "Etica. Introducción a su problemática y a su historia" Gustavo Escobar Valenzuela. Ed. Mc. Graw-Hill. 1992. "Etica" Grupo Prometeo. Akal Ediciones 1997. "Etica Profesional" Aquiles Menéndez. 1965.