ENTREVISTA A FERNANDO CAYO TODO TRABAJO TIENE ALGO DE RETO Fernando Cayo llega puntual a la cita no haciéndose partícipe de eso de que lo bueno se hace esperar. Cayo derrocha desde sus primeras palabras una rigurosa preparación de cada personaje que le toca asumir con el objetivo de dejar satisfecho al público. Ha sido el rey Juan Carlos e incluso uno de esos personajes que todo actor sueña: el Segismundo de La Vida es Sueño. Con la versión que hizo Pérez de la Fuente del clásico calderoniano tuvo la oportunidad de cerrar un espacio mítico como el Albéniz. Para Cayo todos los personajes exigen el mismo rigor y la misma preparación. Tanto si tiene un referente directo como en el caso del monarca como con un personaje nacido de la imaginación de los guionistas de La Señora. Conspirador e inquietante en Pájaros de Papel, divertido en Manos a La Obra. Dos éxitos televisivos, Manos a la Obra y La Señora, le han hecho ser reconocido por el gran público y le han hecho participar en reconocibles cintas como El Orfanato, en la que compartió escenas con Belén Rueda. Ahora, llega a Cuatro con Punta Escarlata; mientras espera que haya 19:30 para largo y que el estreno de Secuestrados en el cine llegue el próximo otoño. Dicen que a veces la realidad supera a la ficción. ¿Hasta qué punto cree Fernando Cayo que este 19:30 refleja esas noticias que, lamentablemente, estamos tan acostumbrados a escuchar en los informativos sobre la lamentable corrupción política? Absolutamente. Creo que en los últimos años se han visto pocos espectáculos tan ligados a la realidad como este. La trama que se sigue parece extraída de los periódicos. Lo que el espectador tiene ocasión de ver es como se produce el entramado internado que lleva a la conocida financiación ilegal. En la obra descubrimos como las personas pueden llegar a esta situación de sinsentido en un partido político. El autor, Patxi Amezcua, se ha documentado muy bien para dar una imagen verosímil de lo que se cuece internamente en algunos partidos. Además, la obra ofrece momentos divertidos al imaginarnos mirando por un agujero las miserias de estos políticos. ¿Es ese apego a la realidad el principal aliciente que podría atraer a los espectadores? Desde luego que sí; pero el equipo también es muy atractivo. Desde el equipo de actores al completo pasando por técnicos. Hemos conseguido crear un equipo de alta calidad. Además del gran equipo, va a ver un espectáculo de rabiosa actual con un ritmo chispeante y vertiginoso que se integra en un thriller policíaco genialmente escrito por Patxi Amezcua. En el montaje vuelves a coincidir con Roberto Enríquez y con Ana Wagener, ¿Cómo ha sido ese reencuentro tras La Señora? Estar con Roberto y con Ana , actores de un altísimo nivel, ha sido un placer. Haberles encontrado en la serie y después aquí en los ensayos donde tienes oportunidad de intimar más con tus compañeros ha sido un placer. Además, con Ana he vuelto a compartir escenas en Secuestrados hace bien poquito. Una imagen de E. Moreno Esquibel ¿Cómo vives los días previos al estreno de una obra como 19:30? ¿Sigues sintiendo eso que llaman `miedo escénico ´? Miedo escénico no; pero respeto y fervor siempre se siente ante un escenario. El nerviosismo se queda para las horas antes del estreno. Creo que lo que evita esos nervios es una preparación exhaustiva. Para ofrecer un buen trabajo a los espectadores es imprescindible una gran preparación. Supongo que tener delante a un personaje real como Juan Carlos le habrá hecho tener que documentarse mucho. ¿Cómo ha sido meterse en la piel de un personaje tan reconocible para el gran público? Cuando tienes una referencia real para hacer un personaje te marca mucho. Lo cierto es que he tenido muchos retos interpretativos en mi carrera. Desde luego, hacer el Segismundo de La Vida es Sueño fue todo un reto. Hacer Punta Escarlata también ha sido un reto. Todos los trabajos tienen algo de reto y lo de Juan Carlos ha sido más bien algo pintoresco. ¿Qué le va a deparar al espectador en una serie como Punta Escarlata? Se va a encontrar con una serie que le va a recordar al Twin Peaks de David Lynch. Además, está Ramón Ibarra que es uno de los actores vascos que participa en este 19:30. Es una serie de alta calidad que cuenta con el aval de estar producida por la productora más importante de este país, Globomedia. Hago un papel muy jugoso que parece bueno; pero tiene unas partes oscuras de las que se redimirá. Es un thriller en el mundo rural, temática poco tratada en España, con un toque de misterio y con el mejor equipo de ficción policíaca de este país. Les ha dirigido en este 19:30 un conocedor del oficio teatral como es Adolfo Fernández, ¿El hecho de que sea actor ha facilitado el trabajo? Absolutamente. La clave está en que conoce muy bien su oficio. Tiene un respeto creativo y de apertura que ha facilitado que trabajar en el montaje haya sido una experiencia deliciosa. Cuando se crea ese clima en el que él propone; pero tus ideas son tenidas en cuenta y se entrelazan lleva consigo un trabajo maravilloso que no siempre se produce. Yo así es como quiero trabajar. Me considero un actor creativo y quiero sentir el espectáculo como algo mío. No me gustar ir, que me den unas órdenes y seguirlas al pie de la letra. Se trata de construir imágenes propias, de imaginarme como sería el personaje si existiese en la vida real. ¿Es La Vida es Sueño el gran bombón teatral que estaba esperando Fernando Cayo? ¿Cómo sintió estar en el escenario de un espacio tan mítico como el Albéniz el día que bajó el telón? Fue una experiencia muy triste. Yo cuando acabé la función, besé el suelo para que no fuese la última actuación en ese espacio. Creo que al final lo ha cogido una empresa de musicales o algo así; por lo que parece que el Albéniz volverá a levantar el telón. Espero que no se convierta en apartamentos o en un centro comercial. Segismundo es el gran personaje de mi carrera y estoy muy satisfecho de un montaje que nos dio tan buenas críticas. Además, tuve la oportunidad de actuar en espacios tan maravillosos como el Piccolo Teatro de Milán o la extensa gira que hicimos por toda España. Ha sido un trabajo muy jugoso. Fue el culmen de una época en la que yo venía trabajando el verso clásico combinado con la técnica gestual de Jacques Lecqot que yo siempre he cultivado. Era un trabajo en el que se mezclaron varias técnicas que estaba haciendo en esa época. 19:30 tiene la cualidad de que va a encontrarse la naturalidad que normalmente está relegada al cine o a la televisión. El reto es meter al espectador en una sala de reuniones del Congreso de los Diputados. Hacer cualquier cosa con un cierto brillo siempre es difícil se llame La Vida es Sueño, 19:30 o lo que sea. Me comentaba Carmen Machi la facilidad con la que Emilio Aragón había sido capaz de captar la esencia de los cómicos en su Pájaros de Papel, ¿Cómo ha sido participar en una cinta como esta? Ha sido muy lindo. Lo primero que hay que destacar es que Emilio Aragón se ha revelado como un director con un peso extraordinario. Además, el equipo, en el que destaco al director de fotografía David Omedes con el que ya he trabajado varias veces, es maravilloso. David Omedes ha sabido dar una impronta de época muy buena. He disfrutado mucho trabajando con Imanol y con todo el equipo. Ha sido una película de reencuentros con una historia muy bonita . Creo que he aportado mi granito de arena con un personaje muy interesante. A mi lo que me gusta es ir combinando cine, televisión y teatro, especialmente si puedo hacer varios tipos de teatro. Lo último que hice ha sido La Terapia Definitiva, que yo mismo produje, que es un texto de Dario Fo que no tiene nada que ver con ningún de mis últimos montajes. El reto que supone cambiar de registro es lo que realmente me gusta. Crisis económica y resurgir del teatro parecen ir de la mano. ¿Qué crees que tiene el teatro para que la gente esté acudiendo más que nunca a pesar de la consabida coyuntura económica? Yo creo que percibe lo que es el teatro en su esencia: pura vida. Si encima tenemos un escenario tan maravilloso como este Teatro Arriaga en el que estrenamos pues es un aliciente más. También en las salas pequeñas de Madrid es una experiencia inolvidable. El teatro nunca podrá ser desplazado por ningún otro medio. Puede transformarse; pero nunca será desplazado. Gracias a Manos a la Obra y a La Señora, se ha convertido en una cara muy conocida para el gran público. ¿Qué han supuesto estas dos series en su carrera? Sin duda alguna, han supuesto mucho. Yo hice Manos a la Obra en el 97. Fue mi despegue en el mundo audiovisual. A partir de ahí empecé a hacer más cine y televisión. La Señora ha supuesto una grata experiencia con un personaje muy rico y de recorrido. Además , he estado arropado por un elenco maravilloso. ¿Cómo, cuándo y por qué decide subir a escena por primera vez Fernando Cayo? Subí con 8 años en el colegio por primera vez. Lo vi como la actividad extra escolar más interesante. Me enganché y hasta hoy. ¿Por qué lo sigo haciendo?. La respuesta sería que es una necesidad de expresar, de servir de canal de comunicación de proyectos y sueños. Es la necesidad de comunicar lo que te mantiene en escena. Una mirada al futuro... En Secuestrados comparte protagonismo con Ana Wagener Punta Escarlata y dos nuevas tvmovies entre sus proyectos QUEDA PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL SIN CONSENTIMIENTO DE CARLOS RIVERA DIAZ