La pieza del mes… Constitución de 1812 1820-1823 Sala III MARZO 2012 Carmen Linés Viñuales Técnico auxiliar del Museo del Romanticismo 1 Índice 1. Ficha técnica 2. Introducción 3. Acontecimientos históricos: 3.1. La primera Constitución española nace en una ciudad sitiada 3.2. La vuelta de “La Pepa” durante el Trienio Liberal 4. Un nuevo lenguaje alegórico 5. El poder de los símbolos 6. La estampa Constitución de 1812 y su relación con otras piezas 7. Las distintas Constituciones de España: cuando el pueblo empezó a ser soberano 8. Bibliografía 2 1 - Ficha técnica Anónimo Constitución de 1812 1820-1823 CONSTI-/ TUCION / promulgada / por las /CORTES / en 1812 // TODOS LOS HOMBRES / SON YGUALES / DELANTE DE LA LEY 265 x 205 mm. Buril, aguafuerte. 410 x 330 mm. Papel ahuesado. Dos tintas. Presenta un sello seco del Museo Romántico en el ángulo inferior derecho. Inv. 3898 3 2 – Introducción En esta estampa ubicada en la Sala III (Antesalón), tres personajes que representan a las milicias nacionales y al pueblo, alzan sus brazos hacia un monumento con una figura femenina sedente vestida con ropas clásicas, que porta unas tablas con la Constitución de 1812; en el pedestal se lee “Todos los Hombres son iguales delante de la Ley”. Al fondo a la izquierda vemos a un clérigo arrodillado lamentándose ante un templo en llamas. En el paisaje del fondo de la composición, a la derecha, se ve un árbol coronado con un gorro frigio. Se utiliza la técnica de buril y aguafuerte, y está estampada a dos tintas, una rojiza para los contornos de las carnaciones de los personajes y el resto en tinta negra, como suele aparecer en las estampaciones de países de abanicos de la época. Está realizada con trazos muy finos y líneas apretadas que dan un resultado final algo frío y seco. También es destacable la calidad del papel, blanco ahuesado y muy fino. Es posible que esta estampa fuera un modelo que luego se trasladara al país de un abanico, como veremos más adelante en otros ejemplos. La estampa, que no va firmada, reúne una gran cantidad de elementos simbólicos que hacen de esta pequeña obra una pieza de gran interés, y nos ilustra acerca de las nuevas ideas y nacimiento de las libertades, que surgieron con la Constitución de Cádiz. 3.- Acontecimientos históricos 3.1. LA PRIMERA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA NACE EN UNA CIUDAD SITIADA En 1808 se produce el motín de Aranjuez, revuelta de la nobleza orquestada por el Príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, contra el poderoso ministro Godoy, que había firmado el Tratado de Fontainebleau en 1807 y permitido la entrada de tropas francesas en España para invadir Portugal. Joaquín Murat ocupa Madrid y Fernando VII y Carlos IV se trasladan a Bayona, donde se producen las vergonzosas abdicaciones en favor de Napoleón. En esos mismos días tiene lugar los sucesos del Dos de Mayo, el levantamiento del pueblo contra los invasores, lo que dará comienzo a la Guerra de la Independencia. Napoléon coloca en el trono español a su hermano José, a la vez que aprueba el Estatuto de Bayona, que no puede considerarse una Constitución propiamente dicha al ser impuesta desde fuera del territorio nacional. Con el estallido de la guerra, se generaliza el rechazo al nuevo gobierno francés y la sociedad española empieza a organizarse a nivel local y provincial en las Juntas. Los diferentes grupos sociales (aristócratas, clero, burgueses, militares, pueblo llano, etc.), según los lugares con preponderancia de unos sobre otros, se verán aglutinados en un propósito común. Convivirán las ideas procedentes de la Ilustración con otras más propias del Antiguo Régimen, en una tensión que se resolverá en Cádiz con el triunfo del ideario liberal. Las Juntas acabaron coordinándose a nivel nacional a través de la creación en Aranjuez de la Junta Central en septiembre de 1808. El desarrollo bélico hizo que la Junta Central se trasladara en abril de 1810 a la Isla de León (actual San Fernando, Cádiz), ya que solamente esta localidad y la ciudad de Cádiz a la que es aledaña fueron inexpugnables para el ejército francés. Vista parcial de la ciudad de Cádiz 4 La Junta Central dejó el poder ejecutivo en manos de una Junta de Regencia, pero antes de disolverse convocó las Cortes. La convocatoria no estuvo exenta de polémica y divisiones, entre los partidarios de un sistema bicameral de inspiración británica que tuviera en cuenta los privilegios de la nobleza (encabezados por Jovellanos), y aquellos, los de ideas más avanzadas (generalmente burgueses, comerciantes y profesiones liberales), que pretendían una sola cámara de representación nacional sin estamentos. Se reunieron por primera vez el 24 de septiembre de 1810, en el Teatro Cómico de la Isla de León, y se trasladaron a Cádiz a primeros de 1811, pues la población isleña resultaba demasiado cercana al campo de batalla y presentaba peores condiciones de habitabilidad. El lugar elegido para las sesiones en Cádiz fue el Oratorio de San Felipe Neri, que por su peculiar planta elíptica fue acondicionado para su función legislativa, colocando en semicírculo los asientos y una mesa en el centro para presidente y secretarios. El público podía asistir en las galerías superiores de la iglesia. Exterior del Oratorio de San Felipe Neri, Cádiz Salvador Viniegra La Promulgación de la Constitución de 1812 Museo de las Cortes de Cádiz Frente al llamado grupo de los “serviles”, de mentalidad absolutista, se impusieron tanto en la configuración de un sistema unicameral, como en el propio contenido del texto constitucional, los partidarios de las ideas liberales más avanzadas. Para este triunfo fue decisivo el propio contexto gaditano, con una rica burguesía en contacto (a través de sus relaciones comerciales) con las ideas que circulaban por Europa, y que, aprovechando las nuevas libertades, fomentó una opinión pública favorable mediante la edición de numerosas gacetas y periódicos. La procedencia social de los diputados, a pesar de que no nos ha llegado una lista del todo completa, permite comprobar quienes hicieron la primera Constitución: pertenecían al clero un 31%, a la nobleza un 23%, y un 46 % al denominado “estado general”. Destacó la presencia de representantes de Ultramar, en general partidarios del libre comercio y descontentos y poco identificados con la administración española. No había ningún representante del pueblo o campesinado. La Constitución fue promulgada en 1812 el día de la festividad de San José, 19 de marzo, de ahí que se conozca popularmente con el nombre de “La Pepa”. Cuenta Alcalá Galiano: “Señalose para la ceremonia el 19 de marzo, aniversario de la subida al trono de Fernando, y por singular coincidencia, día de gala forzada para los españoles residentes en la opuesta costa, por serlo del santo del que se titulaba rey de las Españas y las Indias. En el día 18, preparado ya todo para la festividad, se veía que no se prestaría a favorecerla el cielo, pues lo que tal nombre lleva aparecía cubierto a trechos de negras nubes, casi segura de recios aguaceros, y aun de viento furioso[…]Fue el día de aquellos de que hay pocos en lo malo, y, sin embargo, pudo más el alborozo que la inclemencia del tiempo, saliendo magnífica a su modo la fiesta.” Antonio Alcalá Galiano Recuerdos de un anciano 5 Imprenta Real Constitución política de la monarquía española Impreso 1812 Inv. 2211 Museo de Historia de Madrid . Esta primera Carta Magna española, promulgada apenas veinticinco años después de la primera Constitución liberal de la Historia, la de Estados Unidos, fue una de las más avanzadas de la época, teniendo como puntos más destacados el establecimiento de la soberanía nacional y limitación del poder real, la ruptura de la sociedad estamental del Antiguo Régimen, y la anulación de los privilegios señoriales. Los españoles ya no fueron considerados súbditos, sino ciudadanos (quedaban excluidos los siervos y esclavos americanos). Se estableció el sufragio universal masculino indirecto y otro aspecto de gran importancia fue la división de poderes en ejecutivo, legislativo y judicial. Las Cortes eran elegidas por sufragio censitario (los diputados debían tener cierto nivel de rentas). La religión católica era la única permitida, si bien se aboliría la Inquisición en febrero de 1813. La libertad de imprenta fue otra de las grandes conquistas, produciendo un florecimiento de la prensa. La Constitución de 1812 estuvo vigente durante dos años, desde su promulgación, hasta la vuelta de Fernando VII en 1814, que la derogó, con la consiguiente vuelta del sistema absolutista. “La Pepa” tiene más importancia histórica por ser el primer intento de establecer un sistema de libertades, inaugurando la España contemporánea, que por su difícil aplicación real. Además, influyó en muchas de las constituciones de las antiguas colonias españolas en América, así como en Portugal o Italia. 3.2. LA VUELTA DE “LA PEPA” DURANTE EL TRIENIO LIBERAL “La Pepa” volvió a entrar en vigor durante el Trienio Liberal (1820-1823), que son los años en los que datamos la estampa que nos ocupa. El 1 de enero de 1820 se produce el pronunciamiento militar de Rafael del Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla), al mando de tropas destinadas a sofocar los levantamientos independentistas que se estaban produciendo en los territorios de la América española. Riego proclama la restauración de la Constitución de 1812, siendo secundado por Quiroga, que fue el comandante en jefe de la revolución de 1820, López Baños y Arco Agüero. Los insurrectos tomaron el puente Zuazo, la Isla de León y el Arsenal de la Carraca en el actual San Fernando, pero no pudieron llegar a la ciudad de Cádiz, cuya guarnición permaneció leal, pese al rechazo de la población civil cruelmente reprimida. Pero el verdadero éxito del levantamiento se produjo porque otra serie de localidades se fueron sumando a la sublevación, hasta que el 10 de marzo Fernando VII no tuvo más remedio que jurar la Constitución, manifestando la famosa frase: “Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional…” Rafael del Riego Óleo sobre lienzo 1814-1823 Inv. 90 Museo del Romanticismo Sala III . Caja polvera conmemorativa de la Jura de Fernando VII a la Constitución de 1812 el 9 de julio de 1820 Inv. 482 Museo del Romanticismo Sala III 6 La reinstauración del régimen liberal estuvo llena de dificultades, empezando por la mala voluntad del monarca hacia el nuevo gobierno. Fue continua la tensión con el bando realista, formado por partidarios de acabar con el régimen constitucional, y en nada ayudó la propia división de los liberales entre moderados y exaltados. A todos estos problemas, se unió el lamentable estado de las arcas públicas, ya en bancarrota en el Sexenio Absolutista (1814-1820). El Trienio Liberal fue un periodo de animado debate de ideas gracias a la libertad de prensa. La irrupción de sociedades patrióticas y masónicas, milicias urbanas y tertulias en los cafés, supusieron otros foros abiertos a la discusión política. Todo se vio truncado en 1823 tras las secretas negociaciones de Fernando VII con la Santa Alianza, y el envío de los Cien Mil Hijos de San Luis que, al mando del Duque de Angulema, invaden España y reponen el sistema absolutista. Comienza la Década Ominosa (1823-1833), uno de los periodos más sombríos de la Historia de España. Los liberales más señalados tendrán un triste destino, unos, como Riego, serán apresados y condenados a muerte, otros, con mejor suerte, partirán al exilio. 4. – Un nuevo lenguaje alegórico Esta pequeña estampa es una representación alegórica de la Constitución de 1812. Una alegoría es la representación de una idea por medio de figuras humanas, animales u objetos. Hace visible y comprensible lo abstracto y ha sido utilizada desde la Antigüedad para representar motivos religiosos y profanos. Las imágenes construyen, afianzan y difunden un mensaje, por lo que han sido utilizadas como método de propaganda, para inculcar unos valores abstractos que debían ser asumidos por la población a través de una rápida y sencilla lectura. Durante los acontecimientos revolucionarios que sacudieron Europa y América entre finales del XVIII y principios del XIX, la cultura visual tomó una gran importancia como transmisora de las nuevas ideas y valores a los distintos grupos sociales. Aparece una estética revolucionaria, con su propia simbología, que posibilita a los estratos más humildes de la población el acceso a la nueva cultura política, no exenta del propósito de reemplazar a la religiosidad popular. Acontecimientos como la promulgación en Cádiz de la Constitución de 1812, también contaron con un lenguaje alegórico que explicara y propagara las nuevas ideas políticas que estaban surgiendo en España. Estas alegorías, como en el caso de esta estampa, miraron hacia modelos revolucionarios franceses, si bien nunca alcanzaron la eclosión que hubo en el país galo. Durante la Revolución Francesa se creó un conjunto de emblemas y símbolos que todavía hoy podemos ver en edificios, ilustraciones y escudos de numerosos países. Desde la Marianne francesa, al monumento a Lincoln en Washington, donde aparecen los fasces romanos, o a escudos de naciones iberoamericanas como Argentina o Colombia; en todos ellos aparecen símbolos de la época revolucionaria, que a su vez tomaron del mundo greco-romano. En el caso español, este nuevo lenguaje alegórico corrió parejo a los acontecimientos políticos. La debilidad de la burguesía y la difícil implantación del liberalismo hicieron que esta nueva simbología no tuviera en nuestro país la difusión y trascendencia que alcanzó en otros. 5.- El poder de los símbolos Esta estampa presenta gran interés desde el punto de vista iconográfico. Reúne una gran cantidad de símbolos muy relacionados con la Francia revolucionaria y resulta excepcional dentro del panorama español. 7 Destaca la alegoría de la Constitución, representada como una matrona romana vestida con túnica clásica y tocada con casco con cimera, o tal vez un gorro frigio, ya que la algo ingenua ejecución de la obra suscita la duda. La representación con casco a la manera de la Minerva clásica fue la forma más común en España de personificar a la Constitución, muy especialmente en el Trienio Liberal, periodo en el que fue realizada la estampa. Otras muestras de esta Minerva constitucional las podemos ver en las colecciones del Museo del Romanticismo, en objetos conmemorativos de la Constitución del 12 como abanicos (Inv. 2470 y 2473) y medallas. En concreto, en el reverso de la medalla conservada en Armand Auguste Caqué la Sala III (Antesalón)( Inv. 489), vemos a Minerva Medalla conmemorativa del desvelando unas tablas que representan la restablecimiento de la Constitución. Es evidente la apropiación de un Constitución. Reverso símbolo religioso, las Tablas de la Ley, para Bronce 1820 mostrarnos la Carta Magna, como ya se hizo antes Inv. 489 en Francia y en EE.UU. En la estampa que Museo del Romanticismo analizamos, la Constitución aparece sentada, y en su Sala III mano derecha sostiene una tabla que apoya en su muslo, donde se puede leer: “CONSTI-/TUCION / promulgada / por las / CORTES / en 1812”. Sobre la leyenda aparece una tosca representación de una escuadra con la plomada, o un nivel. Esta herramienta permite medir y detectar errores de pendientes y obtener la horizontal perfecta, por lo que tiene gran carga simbólica representando la equidad absoluta. Se trata de un símbolo masónico, no olvidemos que durante este periodo se produce un florecimiento en España de sociedades secretas como la Masonería o, siguiendo el modelo de los carbonarios italianos, la Comunería. Aparece representado en numerosas imágenes del periodo francés revolucionario, destacando especialmente en el famoso cuadro de Jean-Baptiste Régnault (1754-1829), que presentó en el Salón de 1794, La libertad o la muerte (Hamburger Kunsthalle, Alemania), en la que la personificación de la República porta en su mano la escuadra con la plomada. La Constitución aparece sobre un pedestal con la inscripción “TODOS LOS HOMBRES / SON YGUALES / DELANTE DE LA LEY”. La figura femenina está sedente y extiende su brazo derecho ante tres personajes que alzan sus brazos a la Constitución. Dos de ellos podrían ser representantes, de caballería e infantería, de las Milicias Nacionales, formas de defensa cívico-militar que tuvieron gran importancia durante este periodo. El tercer personaje, vestido con chupa, calzas y tocado con sombrero, representa al pueblo llano. En la Constitución del 12 aparecen cuatro artículos (362-365) dedicados a las milicias nacionales, a su organización local - “Habrá en cada provincia cuerpos de milicias nacionales, compuestos de habitantes de cada una de ellas, con proporción á su población y circunstancias”- y se especifica que su servicio no será continuo, tan solo cuando lo exijan las circunstancias. Con la vuelta absolutista de Fernando VII se disolvieron en 1814, para reinstaurarse durante el Trienio Liberal. En un segundo plano de la composición observamos dos elementos de gran interés. A la izquierda aparece una escena de un templo en llamas con un sacerdote delante de las ruinas lamentándose. El cura viste sotana y del cinturón le cuelga un rosario, está arrodillando y alza los brazos en señal de desesperación. Representa la abolición de la Inquisición. Ya hemos visto antes que fue uno de los grandes avances que trajo la Constitución de Cádiz. El Museo de Historia de Madrid conserva una estampa (Inv. 2129) con una iconografía muy similar a la que nos ocupa en donde aparece la misma escena y dispuesta en el mismo lugar. Aparece también un templo clásico derrumbándose y con un fraile en el suelo y un clérigo tocado con teja huyendo. Debajo aparece la leyenda “Abolición de la 8 Inquisición”. El Tribunal del Santo Oficio representaba para la mentalidad liberal la encarnación del oscurantismo y la oposición al progreso, produciéndose ataques a los edificios de la Inquisición en Madrid, Barcelona y Valencia a las pocas horas de proclamarse de nuevo la Constitución en 1820. Gloria eterna a los valientes que han salvado España. Alegoría de la jura de la Constitución de 1812 por Fernando VII. Detalle Aguafuerte, buril 1820-1823 Inv. 2129 Museo de Historia de Madrid A la derecha al fondo, a orillas de un lago, en un apacible paisaje, podemos ver un árbol que podría identificarse con un álamo o un chopo, coronado por un gorro frigio. Originario de Frigia, en Asia Menor, este gorro de forma cónica y punta curvada, era utilizado por los libertos en la Antigua Roma. Siglos más tarde se convirtió en símbolo de la libertad y los derechos cívicos a partir de la Revolución Francesa y la independencia de los Estados Unidos de América, Aparece en el escudo de numerosas naciones americanas y Marianne, la personificación de la República Francesa, va tocada con este bonete. Aquí, aparece coronando la copa de un árbol, ya que se trata de un Árbol de la Libertad. Durante la Revolución Francesa se celebraron muchos cultos laicos, como la famosa fiesta del Ser Supremo, tomados de la Antigüedad clásica. Se colocaban árboles en las plazas y se decoraban con banderitas, escarapelas, coronándolos con un gorro frigio, para luego bailar alrededor del mismo. En la mayoría de los casos eran árboles talados, aunque otras veces se plantaban en medio de una plaza. Este tipo de ceremonias tienen su origen en los mayos, fiestas de la primavera de origen indoeuropeo donde se realizan ritos con árboles. Las representaciones del árbol de la libertad en España son raras, ya sea en pintura o en ilustraciones, lo que hace más excepcional esta estampa, y más en fechas tan tempranas. El culto al árbol de la libertad tuvo quizás más difusión en las nuevas naciones americanas, como es el caso de Colombia con el árbol plantado en 1811 en Santafé de Bogotá. 6.- La estampa Constitución de 1812 y su relación con otras piezas Esta pequeña estampa no contiene ninguna firma o inscripción que nos dé alguna pista acerca de su autoría o lugar de estampación, pero guarda cierta semejanza con otras piezas, lo que nos permite datarla entre 1820 y 1823, es decir, durante el Trienio Liberal. La similitud con la estampa Gloria eterna a los valientes que han salvado España (Alegoría de la jura de la Constitución de 1812 por Fernando VII), conservada en el Museo de Historia de Madrid (Inv. 2129), ya se comentó antes al hacer referencia a la imagen de la Abolición de la Inquisición, pero también hay similitudes con la alegoría de la Constitución, sedente y con el pueblo que la aclama. Esta estampa fue un modelo para un abanico, también conservado en el Museo de Historia de Madrid (Inv. 2612). La procedencia de estas dos piezas es francesa, ya que se aprecia algún error de traducción, como en la palabra “Article” en vez de “Artículo”. 9 Gloria eterna a los valientes que han salvado España. Alegoría de la jura de la Constitución de 1812 por Fernando VII. Detalle Aguafuerte, buril 1820-1823 Inv. 2129 Museo de Historia de Madrid Abanico País de papel estampado, iluminado y pintado. Varillaje y padrones de carey 1820-1823 Inv. 2612 Museo de Historia de Madrid Es patente la relación con los abanicos, también franceses, conservados en el Museo del Romanticismo (Inv. 2470 y 2473), donde aparecen personificaciones femeninas de la Constitución. Por las inscripciones que figuran podemos comprobar que están realizados en el Trienio Liberal, pues se hace alusión al restablecimiento del orden constitucional. Abanico. Detalle País de papel estampado, iluminado y pintado. Varillaje y padrones de carey 1820-1823 Inv. 2473 Museo del Romanticismo Sala III Abanico. Detalle País de papel estampado, iluminado y pintado. Varillaje y padrones de carey 1820-1823 Inv. 2473 Museo del Romanticismo Sala III Tras el Pronunciamiento de Riego en 1820, se abre el camino para que el 10 de marzo de ese mismo año se publicara una proclama sobre la libertad de imprenta. Esto produjo la importación de grandes cantidades de estampas y libros, especialmente de Francia, así como el florecimient o de los talleres de imprenta de nuestro país. Era corriente que cuando las estampas tenían un contenido político comprometido, como puede ser el caso de nuestra pieza, fuesen anónimas. Se produjo una eclosión de otros productos, como barajas, abanicos, polveras, escarapelas con motivos constitucionales o con las efigies de los “Héroes de la Isla” (Arco Agüero, López Baños, Riego y Quiroga). En este periodo, también se celebraron fiestas cívicas de exaltación de la Constitución o de Charles Motte Les Inmortels Y. Arco Aguero, Lopez Banos, Riego, Quiroga Litografía 1820 Inv. 5723 Museo del Romanticismo Sala III (Antesalón) 10 los nuevos héroes de la libertad y fueron famosas las canciones patrióticas, como el “Himno de Riego” o el “Trágala”. Es en este contexto donde surge esta pieza, que representa los ideales del liberalismo, tal vez en su vertiente más exaltada. Aquí los protagonistas son los derechos de los ciudadanos y la libertad, con presencia de elementos iconográficos, que si bien fueron habituales en Francia, como el árbol de la libertad y el gorro frigio, en España no fueron relativamente corrientes hasta la Revolución del 68 y la I República, tal y como aparecieron en la publicación satírica La Flaca. La matrona romana tocada con el gorro frigio pasará a ser la propia representación de la República. Ilustración de La Flaca Nº6 15 de mayo de 1869 Tomo I Museo del Romanticismo, Biblioteca Es difícil hacer una valoración de cómo y cuantas fueron las imágenes propagandísticas que circularon durante los años de 1820 a 1823. Son muy pocos los vestigios que han llegado hasta nuestros días, dado que con el fin del Trienio Liberal se produjo una furia iconoclasta de emblemas del liberalismo por parte de la represión absolutista, lo que hace más valiosa a esta pequeña estampa. 7.- Las distintas Constituciones de España: cuando el pueblo empezó a ser soberano Además de la gaditana, hay otras seis constituciones en la historia de España que mencionamos a continuación: Constitución de 1837: Tras el pronunciamiento de los sargentos de la Guardia Real en La Granja de San Ildefonso que obligaron a la reina regente María Cristina volviera a proclamar de nuevo la Constitución de 1812, surge esta nueva Carta Magna. En su deseo de atraerse el ala liberal más moderada, se aleja de las ideas progresistas del 12. Destaca el establecimiento de un sistema bicameral, que ya se contemplaba en el Estatuto Real de 1834. Se aplicó durante ocho años, hasta 1845. Portada de la Constitución de 1837 Museo del Romanticismo Biblioteca Reg. Manus.: 153 11 Constitución de 1845: Al concluir el periodo de regencias y declararse la mayoría de edad de Isabel II, y con Espartero ya fuera del poder, comienza la Década Moderada. Las Cortes iniciaron una gran reforma de la Constitución de 1837, de la que surgió esta de 1845 de carácter conservador: la soberanía queda compartida entre las Cortes y la Corona y la división de poderes no llega a ser tal, pues no se habla de ”poder judicial”. Tuvo una vigencia de veinticinco años. Constitución de 1869: Surge tras la revolución de “la Gloriosa” que expulsa a Isabel II del trono. Se trata de una Constitución de corte liberal donde se establece la soberanía nacional, el sufragio universal masculino, derecho de asociación, libertad de cultos, etc. Lo más destacado del texto es la declaración de derechos del Título I. Estuvo vigente tan solo siete años, ya que fue un periodo de gran inestabilidad política hasta la llegada de la Restauración: asesinato de Prim, reinado de Amadeo I, I República… Constitución de 1876: Con la proclamación de Alfonso XII como Rey en 1874 por Martínez Campos en Sagunto se inicia el período llamado de “la Restauración”, siendo la época más estable del liberalismo español del siglo XIX y cuyo artífice fue Antonio Cánovas del Castillo. Se hizo una Constitución pactada que permitió la alternancia de los partidos políticos. Hasta la fecha, es la de más larga duración de nuestra historia: cuarenta y siete años, interrumpiéndose con la Dictadura de Primo de Rivera. Constitución de 1931: Fue la Constitución de la II República española y la primera plenamente democrática. Los principios que la inspiraron fueron la división e interrelación de los poderes del Estado, el regionalismo, el laicismo, la economía social y la democracia. Se reconoce por vez primera el voto femenino en las mismas condiciones que el masculino. La composición de las Cortes se elige por sufragio universal igual, libre, directo y secreto. El sistema es unicameral, al modo de 1812, resultando ambas la excepción en la historia de nuestro constitucionalismo. Constitución de 1978: Con las elecciones generales de 1977 se redacta nuestra actual Constitución, con voluntad de concordia y consenso en la que participó todo el espectro político. Se vuelve a un sistema bicameral, a diferencia del de la Constitución de 1931. Se establece una monarquía parlamentaria y un sistema de organización y gobierno territorial basado en Comunidades Autónomas. 12 8.- Bibliografía ALCALÁ GALIANO, A. 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CICLO 2012 Enero Carolina Miguel Arroyo EL RETRATO INFANTIL EN LA MINIATURA DEL MUSEO DEL ROMANTICISMO Febrero Mercedes Rodríguez Collado MANTÓN DE MANILA, ca. 1880-1890 Marzo Carmen Linés Anónimo, CONSTITUCIÓN DE 1812, ca. 1820 Abril Antonio Granados PAREJA DE CÓMODAS, ca. 1830 Mayo Luis Gordo Peláez RUINAS DE SAN JUAN DE LOS REYES DE TOLEDO Y LA CAPILLA DE SANTA QUITERIA, de Cecilio Pizarro, 1846 Junio Mercedes Pasalodos ROOMBOX TEATRINOS Septiembre Carmen Sanz Díaz MEDALLA DE FRANCISCO MARTÍNEZ DE LA ROSA, de Eduardo Fernández Pescador, 1862 Octubre Isabel Ortega Fernández INFANTE MUERTO, José Piquer y Duart, 1855 Noviembre Laura González Vidales ALFREDITO ROMEA Y DÍEZ, Antonio Mª Esquivel, ca. 1845 Diciembre Paloma Dorado Pérez CANCIÓN DE NAVIDAD DE CHARLES DICKENS: LA LITERATURA INFANTIL EN LA BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL ROMANTICISMO 14 15