República Bolivariana de Venezuela Instituto Bíblico Teológico “Dios Es Amor” Registrado en el Ministerio del Poder Popular para la Educación Nro. R00390201 Inscrito en el Ministerio del Poder Popular de Interiores y Justicia de la Dirección de Culto Nro. 7755 FACILITADOR: DR. ELISEO ROJAS MILLAN FAVOR DEPOSITAR EN LOS BANCOS Banco de Venezuela Cuenta Corriente N° 0102-0418-65-0000025221 Banco Banesco Cuenta de Ahorro N° 0134-0262-11-2622022195 Banco Guayanas N° 0008 – 0020 – 16 – 0000144521 a Nombre de Carlos Belizario Email.: ministeriodiosesamor@hotmail.com Cel.: (0414)-894.80.97 (0416)-293.40.72; (0281)-418.60.66 Calle libertad # 54-A, El Espejo, al lado del Talle Bruno, Barcelona Estado Anzoátegui – Venezuela APÓSTOLES DR. CALOR Y ROSA DE BELIZARIO DIRECTORES GENERALES CÓDIGO 011 1 CONTENIDO LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA COMO OBJETO DE ESTUDIO LUGAR QUE OCUPA LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA EN EL CONJUNTO DE LA PSICOLOGÍA. INFLUENCIAS SOBRE LA CONSTITUCIÓN DE LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA DE OTRAS DISCIPLINAS TRES CONJUNTOS DE PRESUPUESTOS: RACIONALISMO, EMPIRISMO Y CONSTRUCTIVISMO PSICOLOGÍA EVOLUTIVA ETAPAS DE LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA OBJETO DE ESTUDIO DE LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA: LA TEORÍA DE LOS ESTADIOS DE PIAGET: CONSEJERIA BIBLICA TERAPEUTICA EN LA PICOLOGIA EVOLUTIVA LA ESTRUCTURA Y MECANISMOS DE CAMBIO EN LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA ACTUAL: 10 PAUTAS PARA HACER UN ESTUDIO BÍBLICO INDUCTIVO EL CONOCIMIENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO DEL SER HUMANO EL CONOCIMIENTO PSICOLÓGICO DEL SER HUMANO ¿ES POSIBLE JUNTAR AL GATO Y AL RATÓN? 2 INTRODUCCION Psicología evolutiva o del desarrollo humano. Los psicólogos denominan desarrollo al cambio psicológico sistemático que se da a lo largo de la vida. Durante este proceso la persona va accediendo a estados más complejos y "mejores" que los anteriores. Esta es una rama de la psicología que ya tiene más de cien años, a pesar de lo cuál, al igual que la psicología en general, aún no se puede considerar una ciencia exacta como puede serlo la física o la química. Sin embargo, los conocimientos que se obtienen sobre los fenómenos psicológicos son absolutamente científicos, ya que se utiliza el método científico para obtenerlos. La psicología del desarrollo está interesada en explicar los cambios que tienen lugar en las personas con el paso del tiempo, es decir, con la edad. A esta materia también se le conoce con el nombre de “psicología del ciclo vital”, ya que estudia los cambios psicológicos al largo de toda la vida de las personas. Ese sería, por tanto, el objeto de estudio de la psicología del desarrollo. Esos cambios que se dan en las personas a lo largo de la vida pueden ser explicados a través de unos factores que se encuentran enfrentados por parejas: la continuidad versus discontinuidad, la herencia versus el ambiente, y la normatividad versus la idiografía. También el contexto en el que se desarrollan los sujetos nos permiten comprender mejor su evolución, así es necesario destacar el contexto histórico, el socio-económico, el cultural e incluso el étnico, por citar los más importantes. Finalmente, vale la pena resaltar que el desarrollo debe ser entendido como un proceso continuo, global y dotado de una gran flexibilidad. A lo largo del último siglo han sido varias las corrientes y los modelos teórico que han aportado sus descubrimientos e investigaciones para explicar el fenómeno del cambio. En general cada uno de estos modelos tiene sus propias explicaciones, a veces contradictorias a las que se presentan desde otras teorías. Esa diversidad de paradigmas explicativos enriquecen la comprensión del fenómeno del desarrollo. Como más 3 significativos entre estos modelos es necesario citar el psicoanálisis, la psicología genética de Piaget, el modelo socio – cultural de Vygotski, las teorías del aprendizaje, el modelo del procesamiento de la información, y más recientemente, el modelo ecológico y el etológico. Según Erik Erikson, hay una serie de tareas implícitas en el desarrollo del ser humano, propias de las sucesivas etapas. Estas tareas son, en gran parte, impuestas por la sociedad y la cultura. A través del proceso de socialización, el cumplir estas tareas llega a convertirse en una aspiración del propio individuo, marcando definitivamente su proceder en determinados momentos de su vida. 4 LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA COMO OBJETO DE ESTUDIO El hombre es un animal social. La posibilidad de adaptarse a exigencias diferentes y la capacidad de adaptación es producto del aprendizaje y, por lo tanto, de la cultura. El hombre vive en un medio que ha sido construido por innumerables generaciones en su lucha por la existencia. Cultura = conocimientos, creencias, valores, instrumentos. La cultura es transmitida por el lenguaje, característica fundamental de nuestra especie. Aunque existen rudimentos de cultura y lenguaje en primates, es la cultura humana y la capacidad de usar el lenguaje cualidades específicas, de carácter distinto a los fenómenos de otras especies.. Estudiaremos los procesos de humanización desde la perspectiva filogenética (Filogenia = historia evolutiva de una especie) y los procesos de humanización desde el nacimiento hasta la edad adulta (Ontogenia = el curso del desarrollo durante el tiempo de vida de un individuo, la psicología evolutiva estudia la ontogenia, es decir, la formación de conductas y las funciones adultas). Objeto de estudio de la psicología evolutiva es el estudio de los procesos de cambios comportamental a lo largo del tiempo, el estudio de la evolución y los cambios psicológicos que ocurren a lo largo de la vida humana en todo su ciclo vital. Ideas centrales = cambio conductual, proceso, dimensión temporal y ciclo vital. Cambio = lo propio de la psicología evolutiva es la descripción y explicación del proceso mismo de cambio, aunque partimos de los resultados o productos de las acciones de los sujetos. Dimensión temporal = la edad; a nivel macrogenético Piaget se preocupa por la evolución filogenética y Vigotsky por la evolución sociocultural; a nivel microgenético, el objetivo es la observación la constitución de un proceso psicológico en un tiempo limitado. El desarrollo es continuo, a lo largo de la vida. Los cambios se producen sobre lo que hay anteriormente y el desarrollo es direccional hacia una mayor complejidad. El desarrollo es organizado (integración paulatina de habilidades), de forma holística (los avances son el resultado de interacción de distintos aspectos, nunca aislados, interdependientes, sea físico, cognitivo o social). La psicología del niño = el hombre tiene una infancia prolongada; esta inmadurez y plasticidad facilitan el aprendizaje; el hombre nace con un repertorio de conductas reducido, lo aprende casi todo; tiene mayor capacidad de adaptación; esta plasticidad e interacción con el medio determina las diferencias 5 individuales, cada contexto social, cultural e histórico determina los cambios individuales y la individualidad. LUGAR QUE OCUPA LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA EN EL CONJUNTO DE LA PSICOLOGÍA. Desde la perspectiva del desarrollo, si pretendemos comprender el desarrollo psicológico debemos atender tanto a los aspectos cognitivos, como a los sociales y afectivos. La necesidad de estudiarlos conjuntamente se determina porque afectan continuamente al desarrollo. INFLUENCIAS SOBRE LA CONSTITUCIÓN DE LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA DE OTRAS DISCIPLINAS. La psicología evolutiva se aborda desde una perspectiva multidisciplinar, que determinan los distintos modelos explicativos. Tiene influencias de la biología, la sociología, y la antropología, y también de disciplinas derivadas de éstas, como la ecología, la etología, la etnografía y el psicoanálisis. También la filosofía, la educación, la psicología, la historia, la medicina, etc. han influido en la psicología evolutiva. Por ejemplo, la biología juega un papel esencial en la evolución, pero siempre en un contexto social. El psicoanálisis mantiene que el hombre es esencialmente biológico, evolucionado hasta dotarse de conciencia y raciocinio. La teoría del desarrollo del psicoanálisis intenta explicar las patologías de la edad adulta. Teorizaciones posteriores a Freud (corriente del Psicoanálisis del Yo) son más evolucionistas, concediendo relevancia al estudio del desarrollo del niño en la evolución (Ana Freud). Erikson analiza el desarrollo de los procesos del yo en interacción a la sociedad (la realidad sociocultural es más amplia que en Freud) a la que se adapta: su teoría de estadios se extiende a todo el ciclo vital, integrando factores madurativos, afectivos, cognitivos y sociales. Con respecto a teorías que versan sobre la génesis de las relaciones objétales (desarrollo socio−afectivo), de Spitz, Winnicot y Bowlby, se centran en el desarrollo afectivo del niño y los efectos de la depravación afectiva.: la construcción de relaciones afectivas con elementos del exterior, para que el desarrollo afectivo no presente carencias es necesario que el niño establezca 6 los vínculos afectivos que le aportan una base de seguridad sobre la que elaborar las distintas relaciones a lo largo de su vida (el niño parte de un estado de indiferenciación entre él y el mundo, durante el desarrollo irá distinguiendo objetos, que determinará la elección objetal de la madre, ya diferenciada, y determinar extraños mediante la reacción de angustia). La teoría del apego de Bowly es una posición psicoanalítica enriquecida con la teoría etológica. La etología concede una gran importancia a la interacción entre el organismo y el medio: la conducta es el resultado de esa adaptación al medio (Darwin). La teología es el estudio biológico de la conducta de los animales. El desarrollo de esta corriente culmina con la etología humana. Validez ecológica = aportación metodológica de la etología que hace referencia a la semejanza entre las condiciones de investigación y las condiciones naturales en las que se produce el fenómeno estudiado. La ecología, en psicología, se orienta a la descripción de situaciones en que las personas intervienen, el papel que juegan en las dificultades que se encuentran y en las consecuencias de éstas. En la evolución, el hombre es un ser total sobre el que actúan influencias de forma interactiva. La psicología ecológica (escuela de Kansas) estudia la conducta humana en sus contextos naturales, y las relaciones entre conducta y entorno. Se critica a las disciplinas que estudian el desarrollo humano de forma aislado, particularmente la antropología (ignora los niños en la cultura) y la psicología (ignora la cultura en los niños). La antropología ha influido en el aumento de utilización de métodos etnográficos (estudio del desarrollo en el contexto). La etnografía: incluye observaciones participantes, no utiliza categorías pre−existentes en la recogida de datos, se usan categorías emergentes que tienen significado para los participantes variando en cada situación, tiene en cuenta las preconcepciones que influyen en la recogida de datos y su interpretación y las aportaciones de otros informantes, parte de planteamientos generales, y diferentes fuentes (observación, entrevistas) aportan información sobre un mismo suceso. La etnografía aporta una dimensión narrativa en los estudios psicológicos de desarrollo desde una perspectiva contextualista. Tres conjuntos de presupuestos: racionalismo, empirismo y constructivismo La Epistemología, rama de la Filosofía, es la disciplina que elabora una teoría del conocimiento.: se pregunta por qué es, como surge y desarrolla, su naturaleza y origen, el ser 7 humano como ser inteligente. Las distintas concepciones epistemológicas, como son el racionalismo, el empirismo y el constructivismo, han influido en las teorías psicológicas sobre desarrollo evolutivo (particularmente el desarrollo cognitivo). El Racionalismo tiene su origen en Platón: todo lo que conocemos está ya en nuestra mente al nacer, el aprendizaje es la actualización de ese conocimiento, haciéndolo consciente mediante el desenvolvimiento lógico de la razón. En Psicología Evolutiva el racionalismo está en la base de planteamientos innatistas, que plantean el desarrollo físico y psicológico como procesos de crecimiento o maduración de estructuras innatas, ya prefiguradas genéticamente. Así, por ejemplo, la teoría del instinto (y la etología), las teorías de la personalidad (teoría psicoanalítica y psicología humanista), el lenguaje y cognición (psicolingüística y cognición e inteligencia artificial), restricciones en el aprendizaje, y maduración y desarrollo. En origen, se plantearon modelos preformistas y predeterministas (psicología genética: embrología y maduración sobre el desarrollo psicobiológico). Pero es en el desarrollo lingüístico y el funcionamiento cognitivo donde se ha desarrollado el racionalismo en psicología evolutiva. Chomsky (gramática generativa universal) sostiene que la competencia lingüística humana es creativa, y proviene de un conocimiento innato; el conocimiento recoge la estructura común de los lenguajes humanos potenciales, a partir de la cual el niño es capaz de reconocer cualquier lengua a la que ha sido expuesto. Para Fodor (mente modular, innatismo modularista) la información relevante (el lenguaje, por ejemplo) es recogida y procesada por módulos encapsulados (independientes) diferenciados neurológicamente sobre una base innata. Crítica: en psicología evolutiva, la evolución como simple proceso madurativo de lo impreso en estructuras innatas, es un planteamiento antievolutivo. El Empirismo tiene su origen en Aristóteles: la experiencia sensorial es la base del conocimiento; aunque la razón sea innata, los conceptos formados no lo serían (la razón impone forma a los datos de los sentidos para crear conocimiento). En Psicología se ha traducido en el asociacionismo. Desde un asociacionismo mentalista (solo preocupado de comprender el conocimiento y las funciones mentales) se pasa al asociacionismo conductista (centrado en las bases objetivas observables del aprendizaje conductual), y llegar a un asociacionismo cognitivista (de un mentalismo más abierto, planteando modelos basados en la tecnología de la información y las comunicaciones −metáfora del ordenador, procesamiento de la información, modelos de redes de memoria y propiedades, procesamiento distribuido en paralelo [metáfora del cerebro, riqueza de conexiones neuronales, conexionismo]−). Esta forma de neoasociacionismo, el conexionismo, es esencialmente interaccionista, en contacto con el constructivismo. 8 El constructivismo tiene su origen en Kant: admite dos formas de conocimiento, la innata (da forma) y la experiencia (proporciona el contenido); la mente construye el mundo que conocemos a partir de dos componentes: las categorías lógicas a priori (universales, intersubjetivas,) y los conceptos empíricos (de la experiencia sensorial particular). Las categorías a priori se refieren a verdades lógicas necesarias de carácter formal (cantidad, calidad, etc.), no suponen ningún conocimiento del mundo. Los conceptos empíricos son construidos a partir de los esquemas construidos por la experiencia previa. El constructivismo ha influido en las teorías del desarrollo (Piaget −enfoque individual−, y Vigotski −enfoque social y contextual−). La experiencia genera conocimiento como algo reelaborado, reconstruido en función de la experiencia precedente del conocimiento ya adquirido. Para el constructivismo las representaciones que constituyen el conocimiento son construidas por el individuo a partir de su interacción con el medio, aceptándose sólo restricciones innatas mínimas para este proceso. Son teorías construtivistas: la Psicología de la Gestat, los esquemas de Barlett y las teorías evolutivas (Piaget, Vygotski, Bruner). Perspectiva histórica (No entra) La Psicología Evolutiva comparte los orígenes filosóficos de la psicología, pero tiene otras motivaciones propias: la pedagógica y la clínica. La Psicología Evolutiva fue excluida de los primeros estudios experimentales de psicología y tuvo que basarse en métodos indirectos de observación e inferencia, debido a la limitación metodológica de que los niños no pueden estudiarse por métodos introspectivos. En cuanto a contenidos, la Psicología Evolutiva se inició ocupándose de los procesos superiores (lenguaje, conocimiento), mientras que la psicología experimental se inició con los procesos mentales más simples (sensaciones, imágenes..) PSICOLOGÍA EVOLUTIVA Psicología evolutiva o del desarrollo humano. Los psicólogos denominan desarrollo al cambio psicológico sistemático que se da a lo largo de la vida. Durante este proceso la persona va accediendo a estados más complejos y "mejores" que los anteriores. Esta es una rama de la psicología que ya tiene más de cien años, a pesar de lo cuál, al igual que la psicología en general, aún no se puede considerar una ciencia exacta como puede serlo la física o la química. Sin embargo, los conocimientos que se obtienen sobre los fenómenos psicológicos son absolutamente científicos, ya que se utiliza el método científico para obtenerlos. La psicología del desarrollo está interesada en explicar los cambios que tienen lugar en las personas con el paso del tiempo, es decir, con la edad. A esta materia también 9 se le conoce con el nombre de “psicología del ciclo vital”, ya que estudia los cambios psicológicos al largo de toda la vida de las personas. Ese sería, por tanto, el objeto de estudio de la psicología del desarrollo. Esos cambios que se dan en las personas a lo largo de la vida pueden ser explicados a través de unos factores que se encuentran enfrentados por parejas: la continuidad versus discontinuidad, la herencia versus el ambiente, y la normatividad versus la idiografía. También el contexto en el que se desarrollan los sujetos nos permiten comprender mejor su evolución, así es necesario destacar el contexto histórico, el socio-económico, el cultural e incluso el étnico, por citar los más importantes. Finalmente, vale la pena resaltar que el desarrollo debe ser entendido como un proceso continuo, global y dotado de una gran flexibilidad. A lo largo del último siglo han sido varias las corrientes y los modelos teóricos que han aportado sus descubrimientos e investigaciones para explicar el fenómeno del cambio. En general cada uno de estos modelos tiene sus propias explicaciones, a veces contradictorias a las que se presentan desde otras teorías. Esa diversidad de paradigmas explicativos enriquece la comprensión del fenómeno del desarrollo. Como más significativos entre estos modelos es necesario citar el psicoanálisis, la psicología genética de Piaget, el modelo socio – cultural de Vygotski, las teorías del aprendizaje, el modelo del procesamiento de la información, y más recientemente, el modelo ecológico y el etológico. Según Erik Erikson, hay una serie de tareas implícitas en el desarrollo del ser humano, propias de las sucesivas etapas. Estas tareas son, en gran parte, impuestas por la sociedad y la cultura. A través del proceso de socialización, el cumplir estas tareas llega a convertirse en una aspiración del propio individuo, marcando definitivamente su proceder en determinados momentos de su vida. ETAPAS DE LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA Según Erikson estas son ocho: 1.- Etapa incorporativa (fase oral) Va desde el nacimiento hasta el año de edad. Al nacer el niño (a), pasa de depender en forma absoluta de su medio ambiente. Si la madre y la familia proporcionan un cuidado continuo, consistente y adecuado a las necesidades del niño, se generará en él/ella una sensación de confianza básica, que se traducirá en un 10 sentido de esperanza y optimismo frente a la vida. Por el contrario, si el cuidado temprano es variable, impredecible, caótico, se generará una sensación de desconfianza en el niño (a). 2.- Etapa niñez temprana (fase muscular anal): Va desde un año hasta los tres años; aquí se fija la noción de autonomía del niño (a). A medida que el niño (a) sea capaz de controlar esfínteres, usar músculos para moverse, vocalizar, desarrollará una sensación de ser autónomo y aparte de sus padres. Si hay sensación de mucho control, de ser avergonzado ante los primeros fracasos, pueden surgir sentimientos de vergüenza, duda, inseguridad. Los resultantes de un desenlace positivo de esta etapa, es la sensación de tener una voluntad propia. 3.- Etapa locomotora genital (preescolar) Va desde los tres años a los seis años. El niño (a) se percata mas agudamente de su medio externo. Toma la iniciativa para establecer relaciones más cercanas con el progenitor del sexo opuesto. En esta etapa hay mayor preocupación por los genitales, por los padres del sexo opuesto, y en general una mayor noción de las diferencias entre los sexos. La identificación con el padre del mismo sexo es crucial en esta etapa. 4.- Etapa de latencia (escolar): Va desde los seis años a los doce años; el niño (a) muestra su capacidad de desenvolverse industriosamente en la interacción educacional. También se desarrolla la capacidad de interactuar socialmente, por primera vez fuera de la familia. En la medida que la interacción educacional y social se desarrolla efectivamente, se logra un sentido de ser competente; en la medida que esto no se da, aparece un sentido de inferioridad. Muchos problemas de rendimiento escolar, de fobias y aislamiento social tempranos, son característicos de esta etapa. El nombre de latencia dado a esta etapa, se refiere a la suspensión de búsqueda de vínculos heterosexuales, que se evidencia en la segregación pro sexo, frecuentes a esta edad. 5.- Etapa de Adolescencia: Se extiende desde los doce años a los veinte años. Como tarea central del desarrollo adolescente está el concepto de consolidación de la identidad. Los cambios físicos y psicológicos de la pubertad, hacen entrar en un periodo de aumento 11 del conflicto psicológico interno, cuya consecuencia será un sentido de continuidad y estabilidad de uno mismo a lo largo del tiempo. Cuando esto no se alcanza, Erikson habla del síndrome de difusión de la identidad. El fijar los propios gustos, intereses, valores y principios es el modo de crecer. El joven delimita su sí mismo del de sus padres y familia. 6.- Etapa adulto joven: Va desde los veinte años a los cuarenta años, el adulto entra a formar parte de la sociedad al desempeñar un trabajo y relacionarse establemente con una pareja muchas veces formando una familia. El poder compartir una familia en el desarrollo de la capacidad de intimidad, es la tarea central de esta etapa. Esta etapa requiere un sentido de solidaridad y de identidad compartida en pareja. Lo contrario produce aislamiento personal. Lo dicho para la pareja se aplica al trabajar, donde la persona debe mostrar su capacidad de entrega estable a una labor dada. 7.- Etapa adulto medio o maduro: Va desde los cuarenta años a los sesenta años. Lo crucial de esta etapa es la capacidad de cuidar y facilitar el desarrollo de las generaciones más jóvenes. Los adultos de esta edad participan de esta tarea siendo padres, profesores, guías. El adulto que no puede ser generativo, siente una sensación de estancamiento, y vive en forma egocéntrica y sin propulsión hacia el futuro. Erikson plantea que los adultos medios necesitan a los niños (as), y que es tan necesario para ellos cuidar de estos, como los niños necesitan de alguien que los cuide. 8.- Etapa adulto tardío (adulto mayor): Desde los sesenta años en adelante. A medida que el adulto completa el ciclo de haber vivido él, y asegurado que viva la generación siguiente, se llega al tema final del ciclo vital: la integridad reposa en la aceptación de la sucesión de las generaciones y de la finitud de la vida natural. Esta fase final implica el desarrollo de una sabiduría y de una filosofía trascendente de la vida. Por el contrario, si no se adquiere esta noción de integridad, la desesperación y el temor a la muerte se presentará como resultado de una vida irrealizada. Las características y tareas de cada una de las etapas descritas por Erikson constituyen fases en constante movimiento, un individuo siempre está en el proceso de desarrollar su personalidad. 12 La capacidad de adaptación del hombre es producto del aprendizaje, y en consecuencia, es un fenómeno cultural. La psicología evolutiva estudia el desarrollo del hombre, o los procesos de humanización, desde dos perspectivas, la filogenético, historia evolutiva de una especie, y la ontogenética, el transcurso de la vida de un individuo, la formación de conductas adultas. O sea es la psicología del cambio, que se produce a lo largo de toda la vida. Se denomina desarrollo humano a los cambios psicológicos que se dan a lo largo de la vida, donde se accede a estados más complejos que los anteriores. Estos cambios se explican por antinomias como: continuidad-discontinuidad, herencia-ambiente, normatividad-ideografía. El contexto, también permite comprender la evolución del individuo, destacándose el contexto histórico, el socio-económico, el cultural, incluso el étnico El desarrollo es un proceso continuo, flexible y global. El hombre nace con un reducido repertorio de conductas y debe aprender casi todo, pero esta capacidad de adaptarse determina diferencias individuales, el contexto social, cultural, histórico, son condicionantes. Diversas corrientes han aportados sus descubrimientos a la psicología evolutiva, el psicoanálisis, la psicología genética de Piaget, el modelo socio-cultural de Vigotsky, las teorías del aprendizaje, el modelo de procesamiento de la información, en los últimos tiempos también el modelo ecológico y el etológico. Erik Erikson habla de una serie de tareas implícitas en el desarrollo del ser humano, propias de las diferentes etapas. Dichas tareas vienen impuestas en gran medida por la sociedad y la cultura, por los procesos de socialización, y se integran al individuo. OBJETO DE ESTUDIO DE LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA: 13 Los objetivos principales son: describir la conducta de los individuos, y la forma en que evolucionan, para identificar las causas y procesos que provocan esos cambios entre una etapa y otra. Otros autores relacionan estos cambios con la etapa de la vida, las circunstancias y el entorno, y las experiencias particulares de cada individuo. LA TEORÍA DE LOS ESTADIOS DE PIAGET: Piaget propuso el estudio del conocimiento humano desde una perspectiva evolutiva y diacrónica, desde la epistemología genética, tratando de explicar la evolución del conocimiento humano, tanto a nivel de especie como individual. Estudia la evolución de la inteligencia infantil, y para ello propone tres estadios: el período sensorio-motriz, el de las operaciones concretas, y el de las operaciones formales. Donde los reflejos del recién están relacionados con la inteligencia sensorio-motora. Las operaciones concretas con la aparición del lenguaje. Y el pensamiento científico con las operaciones formales. Sin embargo, existen estadios intermedios, ligados a cambios cualitativos. La estructura y mecanismos de los cambios, tienen su fundamento en la biología: la adaptación, y la autorregulación o equilibrio. El intercambio adaptativo entre el organismo y el medio, es similar al que se da entre sujeto y objeto de conocimiento, a nivel psicológico. La mente busca el equilibrio, y las acciones del individuo, surgen cuando aparece el desequilibrio, buscando reestablecerlo. La asimilación y la acomodación, permiten que el sujeto incorpore nuevos objetos a su estructura cognitiva, y la acomodación, transforma su estructura previa, adaptándola al nuevo conocimiento. Constantemente cambian los esquemas de conocimiento, en función de las circunstancias y roles que se desempeñen. Al aplicarse estos esquemas a nuevos objetos de 14 conocimiento, vuelve a darse el proceso de asimilación y acomodación. La inteligencia es fruto de intercambios entre el sujeto y el medio. A pesar de ello, Piaget dice que la herencia es importante en el desarrollo, pues existen factores de orden estructural ligados a la constitución y maduración del sistema nervioso. CONSEJERIA BIBLICA TERAPEUTICA EN LA PICOLOGIA EVOLUTIVA Nada en la historia de la iglesia moderna ha persuadido a creyentes a abandonar su fe en la suficiencia de la Palabra de Dios como la seudo-ciencia llamada Consejería Sicológica. Consideren lo siguiente: la iglesia evangélica se ha convertido en un servicio de referencia para consejeros psicólogos y psiquiatras. Muchas iglesias grandes tienen licenciados psicoterapistas en su personal. Agencias de misiones requieren que sus candidatos sean evaluados y aprobados por licenciados psicólogos profesionales antes de ser considerados para servicio misionero. Los psicólogos y consejeros cristianos son más conocidos y más respetados por evangélicos que predicadores y maestros. ¿Quién no ha escuchado del psicólogo Dr. James Dobson? La mayoría de evangélicos están convencidos que la psicoterapia es científica y que es necesaria para suplir lo que falta o carece en la Biblia en lo que respecta a la condición mental, emocional y el comportamiento general del individuo. Cuando usamos el término "psicoterapia" nos referimos a la consejería psicológica, psicología clínica y psiquiatría (que no es biológica) También podemos usar el término "psicología" en general. Reconocemos que existen áreas de psicología que son claramente distintas de la psicoterapia y puede tener valor y mérito científico, como por ejemplo el campo que estudia la percepción, el punto de contacto entre el hombre y la máquina, ergonómica, alguna educación psicóloga, etc. Existe, sin embargo, un porcentaje mínimo en toda la industria de psicología que atestigua tener perspicacia científica de la mente del hombre. ¿Entonces cuál es el problema con psicoterapia? De acuerdo con numerosos estudios científicos, muy raramente da resultado ( y si lo hace es solo de manera superficial) y se sabe que es dañino y perjudicial al individuo. Desde el punto de vista bíblico, es una 15 religión falsificada y está en contra de los principios bíblicos. Estas conclusiones se verán que son aparentes a medida que continuemos con este estudio de la psicoterapia. Dada la significante influencia que ha tenido en la iglesia, la psicoterapia comparada con los principios bíblicos y su aplicación en nuestras vidas, debería ser un asunto crucial y de importancia crítica para todos aquellos que creen que la Palabra de Dios es su autoridad máxima y que es totalmente suficiente ya "que nos ha dado todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda" ( Pedro 1:3). ¿Cómo se puede comparar éstas dos formas, maneras y su aplicación a la vida del creyente? Para empezar, existe una gran diferencia entre ambas. Las teorías básicas de la consejería psicoterapia contradicen lo que la Biblia enseña acerca de la naturaleza del hombre y la solución de parte de Dios en lo que concierne a sus problemas mentales, emocionales y comportamiento en general. Los conceptos de la psicoterapia consideran la naturaleza de la humanidad como básicamente buena. La Biblia, por el contrario, dice que aparte de Jesucristo, el hombre no es bueno ya que nació con una naturaleza pecaminosa "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23) La consejería psicológica promueve la creencia que los problemas que afectan adversamente al estado mental y emocional de la persona es determinada por circunstancias externas a la persona, como el abuso de parte de los padres o el ambiente en el cual la persona ha crecido. La Biblia nos dice que el corazón maligno del hombre y sus decisiones pecaminosas causan sus problemas emocionales, mentales y de su comportamiento en general. "Por que de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona" (Marcos 7:21-23). La psicoterapia trata de mejorar al ser humano, a la persona, a través de conceptos como el amor propio, el aprecio hacia uno mismo, el valor personal, las apariencias personales, etc. La Biblia enseña que la persona en sí, el hombre en sí, es el problema principal de la humanidad y obviamente el hombre no es la solución a los problemas que 16 afligen y atormentan a la humanidad. La Biblia también ha identificado proféticamente la solución principal de la consejería psicológica, que es el amor propio, como el vehículo a una vida depravada. "También debes saber esto; que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos..." (2 Timoteo 3:1). La Biblia enseña que la reconciliación con Dios a través de Jesucristo es el único camino para que el hombre realmente pueda remediar sus problemas pecaminosos ya sea mental, emocional o forma de conducta. "En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus males acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de Él (Jesucristo), los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante Su muerte" (Colosenses 1:21,22). La psicoterapia ha destruido la fe de muchos creyentes en lo que concierne a la suficiencia de la Biblia. Los psicólogos afirman tener conocimiento interno de la mente del hombre y la naturaleza de él, y también afirman poseer métodos para producir cambios en la naturaleza y mente del hombre que no se encuentran en la Biblia, consecuentemente pueden decir que la Biblia no puede ser suficiente para aconsejar o resolver los problemas de los creyentes, ya sean mentales, emocionales o de comportamiento en general. La psicoterapia ha embaucado a la iglesia con la mentira que la psicología puede ser integrada con la Biblia. La idea en sí debería ser un escándalo para cualquier creyente bíblico. Desde el momento que la psicología y la Biblia son fundamentalmente opuestas la una con la otra, debería ser obvio que no puede haber una integración realista de ambas enseñanzas. Además, si la Biblia, el manual del Creador, no es suficiente para solucionar todas las cosas que conciernen a la vida y la bondad, entonces Sus seres creados tienen que buscar otras fuentes de información para poder encontrar soluciones para sus problemas mentales, emocionales y comportamiento en general. Y si ellos van a otras fuentes, entonces la afirmación de que la Biblia es autoritativa, inerrante y suficiente es también falsa. 17 ¿Cuál es la influencia que tiene la psicoterapia en la iglesia? Sería raro encontrar un sermón sin influencias de psicología. Una típica iglesia de ésta clase sería la iglesia de Willow Creek cerca de Chicago, cuya influencia es nacional e internacional a través de sus 10,000 miembros y su asociación con otras iglesias. Un investigador de los métodos utilizados para el crecimiento de iglesias que dedicó un año observando la iglesia de Willow Creek tuvo ésta observación. "El Pastor Bill Hybels no solamente enseña principios psicológicos, pero muy a menudo usa éstos principios como guías de interpretación para su explicación de las escrituras... como por ejemplo... El Rey David tenía una crisis de identidad, el apóstol Pablo recomendó a Timoteo a hacerse un análisis a sí mismo, y Pedro tenía un problema con sus limitaciones. La intención y el resultado de todo esto son que los principios psicológicos son por lo general integrados en las enseñanzas de Hybels. El popular libro de Rick Warren llamado "La Vida con un Propósito" contribuye a la aceptación de la psicología en la iglesia cuando incluye ridículas afirmaciones como "Sansón tenía el problema de dependencia" y "la debilidad de Gideón era que tenía un nivel inferior de apreciación de su persona y también tenía profundas inseguridades. ¿Quiere decir esto que la psicología está influenciando al Cristianismo? Puede que sea así ya que a la iglesia se le ha vendido tres ideas erróneas: 1) La psicoterapia es un procedimiento científico; 2) La consejería puede ser dada sólo por profesionales; 3) La psicología cristiana reconcilia la ciencia y la fe. Tratemos de analizar cada uno de éstas ideas. Primero, la psicoterapia no es un procedimiento científico. En el libro titulado "El Fin de la Sicología Cristiana" los escritores Martín y Deidre Bobgan observaron lo siguiente: "Tratando de evaluar la condición de la psicología, la Asociación Psicológica Americana nombró al Dr. Sigmund Koch para que organice y dirija un estudio que era financiado por la Fundación de Ciencias Naturales. Este estudio involucraba ochenta eminentes intelectuales profesionales que analizaron las realidades, teorías y métodos de la sicología. Los resultados de este procedimiento intensivo fueron publicados en Siete Volúmenes titulados "Psicología: El Estudio de una Ciencia" El Dr. Koch al ver los resultados finales de éste grupo de 18 profesionales llega a la siguiente conclusión: "Yo creo que ya está todo bien claro y finalmente se puede decir que la psicología no puede ser una ciencia coherente". El Dr. Karl Popper, considerado como uno de los más grandes filósofos de la ciencia, después de haber finalizado un estudio completo de la psicoterapia declaró: "aunque pasando por ciencia (la psicoterapia) tiene en realidad más en común con mitos primitivos que con ciencia y se asemeja más a la astrología que a la astronomía". Segundo, la consejería no es sólo para profesionales. La psicoterapia, gracias a Freud y a algunos otros con conocimiento médico, tienen términos y conceptos que falsamente dan la impresión de que está relacionado con ciencia médica. El entendimiento, o la descripción, de la palabra "enfermedad" es crucial para poder continuar entendiendo éste "laberinto psicológico". La pregunta es ¿puede el proceso mental de una persona, es decir, su manera de pensar y de comportarse, estar físicamente o orgánicamente enfermo? Nuestros sesos, que son físicos, pueden estar enfermos o no funcionando de la manera apropiada, pero nuestras mentes, que no son físicas ¡no pueden estar enfermas! O sea que el término "enfermedad mental" no es apropiado, es un mito. Además, con algunas excepciones en el área de psiquiatría, los psicoterapistas no se refieren a los problemas orgánicos ni físicos de sus pacientes o clientes. O sea que ¿qué hacen los psicoterapistas? Bueno, la mayoría de ellos hablan y escuchan. El investigador psiquiatra Dr. Thomas Szasz trata de explicárnoslos en una manera simple; "En un lenguaje simple, ¿qué realmente hace el paciente y el psicoterapista? Ellos se hablan y se escuchan el uno al otro. ¿De qué hablan? Tratando de simplificar se puede decir que el paciente habla acerca de sí mismo y el terapista habla acerca del paciente... cada uno trata de dirigir a la otra persona para que vea o haga las cosas en una manera determinada". 19 Uno puede deducir que muchos evangélicos, ya sea en el púlpito o en el asiento de la iglesia, puede ciertamente ser eficiente en el campo de consejería, ¡lo cual es simplemente hablar y escuchar! Pero muy pocos de nosotros somos profesionales entrenados en una universidad. No tenemos el diploma que nos certifica académicamente él poder hablar y escuchar, ni tampoco se habrá estudiado las teorías del comportamiento humano, que no son nada más que opiniones y especulaciones de hombres impíos. Además existe más de 500 sistemas (algunos de estos se contradicen y otros son muy extraños) de terapia y miles de métodos y técnicas. Así que no siendo profesionales no estamos al tanto de tal supuesto conocimiento. Pero aún así, ¿no son los profesionales más eficientes que los que no son profesionales en lo que se refiere a la ayuda de gente con sus problemas? La respuesta es negativa. Después de haber examinado los resultados de consejeros psicólogos profesionales entrenados en instituciones de alto conocimiento y aprendizaje y aquellos consejeros psicólogos que no fueron entrenados por esas instituciones, los investigadores Truax y Mitchell publicaron un reporte en que nos dicen: "No encontramos, o no hay tal evidencia que el programa tradicional de entrenamiento les dé más capacitación a los terapistas profesionales que a los que no son profesionales y que no han sido entrenados con este programa". Consideremos la conclusión de una extensa investigación conducida por el Dr. Joseph Durlak: "En conclusión, resultados en estudios comparativos han favorecido a los que no son profesionales en el campo de consejería. No hubo diferencias significativas entre ambos grupos en 28 investigaciones, pero los que no eran profesionales fueron significantemente más eficientes que los profesionales en 12 estudios". Esta provocativa conclusión de estas investigaciones comparativas nos demuestra que los llamados profesionales no poseen una capacidad terapéutica superior comparado con los que no son profesionales. Además, la educación profesional en lo que respecta a la 20 salud mental no es un requisito necesario para la eficacia de una persona que quiera dar consejería. El autor y psicólogo Dr. Bernie Zibergeld, escribe en su libro titulado "El Retroceso de América: Los Mitos de Cambios Psicológicos" ". La mayoría de problemas que las personas encaran en su vida diaria podrían ser resueltos de una mejor manera si éstas personas hablaran con sus amigos, cónyuges, parientes o cualquier otra persona que estuviera teniendo éxito en el área de la vida en la que uno realmente no está progresando. Si yo tuviera un problema con mi esposa y no pudiera resolver tal problema, no iría a ver a un psiquiatra sino buscaría a un matrimonio que tuviera una relación que yo realmente admirara e iría a pedirles consejo. Yo buscaría ayuda a la persona que por la manera de vivir me pueda demostrar a mí que realmente él tiene resuelto tal problema" Eso es realmente sentido común de parte de una persona que entiende el campo de la psicoterapia. Pero estamos viendo que en nuestro tiempo actual, en éstos "tiempos peligrosos" muchos en nuestras iglesias han abandonado no solamente el "sentido común" sino peor aún, han desechado los mandatos bíblicos, como es ministrar el uno al otro a través de la Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo. Han sido intimidados por mitos y se han alejado de la verdad. Finalmente, la Psicología Cristiana no puede reconciliarse con fe y con ciencia. ¿Por qué no? Porque la psicología no es una ciencia, y tampoco puede ser cristianizada o integrada con el cristianismo. Por supuesto hay cristianos que son psicoterapistas profesionales licenciados, pero no existe una rama, una extensión de la psicología identificada como cristiana. Consideren éste párrafo que expresa el punto de vista de la Asociación Cristiana de Estudios Psicológicos: "Muy a menudo la gente nos pregunta si somos "psicólogos cristianos"... Nosotros somos cristianos que al mismo tiempo somos sicólogos pero en el tiempo presente no existe 21 una aceptable psicología cristiana que sea notablemente diferente de la psicología que no es cristiana o secular. Es difícil insinuar que nosotros trabajamos o ejercemos nuestra profesión en una manera que es fundamentalmente distinta de nuestros colegas seculares... y aún así no hay una teoría aceptable, o tratamiento, o método que sea distintivamente cristiano". ¿Cómo entonces los licenciados psicoterapistas que son cristianos ejercen su profesión? Ellos selectivamente escogen de entre los conceptos que aprendieron durante su educación secular y entrenamiento y tratan de integrar éstos conceptos en su sistema de creencia cristiana. Pero muchos o todos éstos conceptos no son éticos y están en contra de los principios bíblicos que se aplican cuando uno ministra a un creyente en lo que respecta a sus problemas relacionados con el pecado y el vivir una vida que es fructífera, productiva y agradable al Señor. Uno realmente tiene que reflexionar y analizar la razón por la que un cristiano quiera considerar y aceptar una manera de pensar, una "sabiduría" que fue concebida por individuos que obviamente no eran cristianos y en realidad eran enemigos del cristianismo. Freud consideró la religión como si fuera una ilusión y era conocido por tener un odio hacia el cristianismo, porque él creía que el cristianismo estaba lleno de enseñanzas anti-semitas. Otros como Abraham Maslow y Carl Rogers, fueron descaradamente partidarios de la Nueva Era y eran Ocultistas. Y aún así consideren esta cita de un famoso psicólogo cristiano: "Bajo la influencia de los psicólogos humanistas como Carl Rogers y Abraham Maslow, muchos de nosotros que somos cristianos hemos empezado a ver nuestra necesidad por amor propio y aprecio a uno mismo. Esto es un enfoque bueno y necesario". ¡No de acuerdo a la Escrituras! El libro de Nehemías nos da una demostración de lo que está ocurriendo en la iglesia. Nehemías (cuyo nombre significa ‘El Señor es nuestro confortador') es un tipo de Espíritu Santo. Dios lo manda a reconstruir Jerusalén pero bajo la apariencia de ayudar a Nehemías, los enemigos de Israel tratan de subvertir la restauración. Increíblemente el sacerdote Eliasib le dio a Tobías (que era un adversario) una cámara en los atrios de la casa de Dios, 22 dándole acceso al cuarto donde se guardaban las ofrendas... el diezmo del grano... y la ofrenda de los sacerdotes. Tobías, el enemigo, fue dado un cuarto dentro del Templo del Señor (Nehemías 13:4-7). Así también es con lo llamado psicología cristiana de hoy en día. ¿Qué tan seria es la corrupción de la iglesia por esta psicología? Aunque ahora es realmente devastadora, las Escrituras nos advierten que va a ser peor y va a exceder lo que nosotros nos podemos imaginar. El apóstol Pablo fue enfático en su advertencia en 2 Timoteo 3:1-5 cuando dijo que en "los últimos días" la condición del hombre será "peligrosa". Esa advertencia empieza con una característica que es la piedra angular de la psicología humanista y que Pablo nos indica (versículos 2-5) que es la raíz de todo lo maligno: el amor propio. En la próxima carta consideraremos los aspectos proféticos de la psicología y la llamada "psicología cristiana" y en la manera que contribuyen a la formación de la iglesia apóstata y a la religión del Anticristo. LA ESTRUCTURA Y MECANISMOS DE CAMBIO EN LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA ACTUAL: Chomsky habla de la existencia de un mecanismo innato de adquisición del lenguaje, que se encuentra impreso en la estructura del cerebro, y que se activaría por estimulación de los adultos. Estas estructuras innatas, posibilitan, determinan o restringen el desarrollo. Fodor niega el desarrollo, habla de estructuras innatas que suelen relacionarse con estructuras de dominio específico. Estos módulos cumplen funciones en diversos dominios, son autónomos, variables, no existe estabilidad u homogeneidad. Se centran en modificaciones graduales acumulativas y cambios cuantitativos. Desde hace algunas décadas, muchos cristianos profesantes han comenzado a poner en duda la suficiencia de Cristo y de Su Palabra para la guía y dirección de la vida cristiana y para enfrentar los problemas del alma, y consecuentemente han comenzado a buscar soluciones en la psicología secular. 23 Como bien señala el Dr. MacArthur: “Los ‘psicólogos cristianos’ han venido a ser los nuevos campeones de la consejería en la Iglesia. Ellos son ahora proclamados como los verdaderos sanadores del corazón humano. Pastores y laicos han sido llevados a sentir que están mal equipados para aconsejar a menos que tengan un entrenamiento formal en técnicas psicológicas” (J. MacArthur; Our Sufficiency in Christ; pg. 31). Esto ha venido a ser tan generalmente aceptado que muchos ni siquiera se han detenido a cuestionar si es lícito este maridaje entre la psicología y la religión o si se trata de un yugo desigual con los infieles. Lo cierto es que tenemos muy buenas razones para pensar que este matrimonio ha venido a ser uno de los más grandes desastres que ha sufrido la Iglesia de Cristo de nuestra generación, y una de las causas principales de la decadencia espiritual de estos días. A medida que la psicología ha ido avanzando en la Iglesia, en esa misma medida ha ido disminuyendo la predicación y la consejería bíblica; y a medida que la Biblia es relegada a un segundo plano, y a veces en la práctica eliminada por completo, en esa misma medida se ha ido debilitando la piedad de la Iglesia. El Dr. Ed Payne, luego de haber analizado el contenido de cierta obra “cristiana” de psicología dice: “Tal psicología, presentada por cristianos, es una plaga en la iglesia moderna, porque tergiversa la relación del cristiano con Dios, retarda su santificación y debilita seriamente la Iglesia. Ninguna otra área del conocimiento parece tener un dominio tan absoluto sobre la Iglesia (como la psicología)” (Psico-Herejía; Martin y Deidre Bobgan; pg. 79-80; el paréntesis es mío). Y el Dr. Vernon McGee, muy conocido por su programa “A través de la Biblia”, escribió hace unos años un artículo titulado “Psico-Religión – el nuevo flautista de Hamelín”, en el que dice lo siguiente: “Si la tendencia presente continúa, la enseñanza bíblica será eliminada totalmente de las estaciones de radio cristianas, así como de la TV y del púlpito. Esta no es una manifestación infundada hecha en un momento de preocupación 24 emocional. La enseñanza bíblica está recibiendo baja prioridad en las emisiones radiales, en tanto que la llamada sicología cristiana es puesta al frente como solución bíblica a los problemas de la vida” (op. cit.; pg. 80). Es hora de que nos detengamos a pensar seriamente en este asunto. ¿Es la Palabra de Dios suficiente para tratar con los problemas del alma, o necesitamos también la ayuda de la psicología secular? Ese es el tema que quisiera tratar en esta ocasión. Ahora, estoy consciente de que este es un tema polémico que puede levantar una serie de interrogantes, por lo que me adelanto a hacer una aclaración. Mi punto aquí no es que la psicología no tenga ninguna clase de utilidad, sino que su utilidad es limitada. La palabra “psicología” significa estudio del alma. Pero lo que la psicología estudia realmente es la conducta humana, no el alma. Y sus observaciones limitadas a ese campo pueden ser útiles: en el área vocacional, para detectar problemas de aprendizaje y ayudar a las personas a superarlos, en el área industrial, en la educación. Pero nuestro foco de atención aquí es el uso de la psicología para tratar con problemas tales como la ansiedad, el temor, la ira, la depresión, la amargura, el descontento, los problemas matrimoniales, los hábitos pecaminosos; para lidiar con estas dificultades la psicología no tiene ninguna solución que ofrecer que no podamos encontrarla en la Palabra de Dios. Presuponer que necesitamos la psicología para tratar con los problemas del alma es falso, y esto por dos razones: en primer lugar, porque se fundamenta en algunos conceptos erróneos acerca de la psicología; y en segundo lugar, porque limita el alcance y eficacia de la Palabra de Dios. ¿Cuáles presuposiciones erróneas asumen aquellos que se han volcado hacia la psicología para tratar con los problemas del alma humana? 25 En primer lugar, presuponen que la psicoterapia (el aconsejamiento psicológico con sus teorías y técnicas) es una ciencia objetiva, cuando es en realidad una especie de religión que posee sus credos y sus dogmas, y en los cuales sus adherentes ejercen fe. Cada día más y más personas, aun en el campo secular, están poniendo en duda, no sólo la capacidad de la psicología para ayudar a las personas, sino también su supuesto ropaje científico. Por ejemplo, el premio Nobel Richard Eynman, dice lo siguiente acerca del status científico de la psicoterapia: “El psicoanálisis no es una ciencia… tal vez se parezca más al curanderismo” (op. cit.; pg. 34). Y el psiquiatra Thomas Szasz, profesor de psiquiatría en la Universidad Estatal de NY, dice: “No es sólo una religión que pretende ser ciencia, sino en realidad una religión falsa que busca destruir a la verdadera religión” (Ibid; pg. 35).. La psicología y el cristianismo son dos religiones en pugna. Los problemas con los que lucha la psicología son esencialmente religiosos. Carl Jung, uno de los padres de la psicología moderna, veía la “neurosis” como una crisis de orden espiritual, no como un problema médico. Lean con cuidado este trozo de una de sus obras, y presten atención a ciertas palabras claves que aparecen allí: ¿Qué deben hacer los terapeutas, pregunta Jung, cuando los problemas del paciente surgen de “no tener amor sino sólo sexualidad; ninguna fe, porque teme andar en oscuridad; sin esperanza porque está desilusionado del mundo y la vida, y sin entendimiento porque ha fracasado en la lectura del significado de su propia existencia?” El problema que encaran los terapeutas, desde este punto de vista, es el de dar a los pacientes amor, fe, esperanza y entendimiento. ¿No son estos problemas netamente religiosos? ¿Cómo podrá un hombre sin Dios proveer tales cosas a un individuo? Como ven, estamos ante una religión rival que intenta desacreditar el cristianismo. 26 Esto viene a ser más evidente cuando rastreamos las raíces de las teorías y métodos psicológicos. Al tratar de desentrañar el origen de la psicología nos topamos con tres nombres principales: Sigmund Freud, Carl Jung, y Carl Rogers. El primero decía que las creencias religiosas son una mera ilusión, y que la religión misma no es otra cosa que “la neurosis de obsesión de la humanidad”. De hecho, Freud atribuía a la religión el origen de los problemas mentales del hombre. Siempre fue un crítico acérrimo de las creencias religiosas. Carl Jung, en cambio, afirmaba que todas las religiones son positivas, pero imaginarias. En otras palabras, son mitos que hacen bien; todas contienen algo de verdad sobre la psiquis humana y pueden ayudar hasta cierto punto. Jung veía la psicoterapia como una religión alterna. “Las religiones – decía él – son sistemas de sanidad para las enfermedades psíquicas… Es por eso que los pacientes imponen al psicoterapeuta el rol de sacerdotes, y esperan y demandan de él que los libere de sus aflicciones. En consecuencia, los psicoterapeutas nos ocupamos de problemas que, estrictamente hablando, pertenecen al teólogo” (Ibid; pg. 26; el subrayado es mío). Jung admite que los psicoterapeutas están invadiendo un terreno que antes era manejado por otros. Ahora bien, no debemos pensar que Jung veía el cristianismo con buenos ojos. No. Jung no sólo repudió el cristianismo, sino que exploró otras experiencias religiosas, incluyendo prácticas ocultistas y la nigromancia, es decir, la comunicación con los muertos a través de un médium. Lo mismo le ocurrió a Carl Rogers. Estudió en un seminario teológico, pero renunció al cristianismo y se volcó hacia la psicología secular, terminando también en la práctica del ocultismo y la nigromancia. Y ahora nos preguntamos, estos hombres que repudiaron de ese modo el cristianismo bíblico, ¿realmente tendrán algo que decir a la Iglesia de Cristo acerca de cómo deben vivir los cristianos y cómo deben los hombres tratar con los problemas del alma que Dios creó? 27 Alguien puede decir: “Bueno, eso depende. Si sus postulados son científicos, entonces no habría ningún problema en servirse de ellos. Un científico impío puede llegar a conclusiones científicas objetivas y verdaderas”. Eso es verdad, pero no en este caso. Recuerden que aquí estamos hablando de los problemas del alma, y de las soluciones que debemos dar a estos problemas. Los psicólogos no pueden estudiar el alma en una forma científica; ellos se limitan al estudio del comportamiento humano, y en base a esos estudios tratan de determinar por qué la gente se comporta cómo lo hace, y cuáles soluciones pueden dar a sus conflictos. Pero muchos de ellos ni siquiera creen en la existencia del alma, y una gran mayoría niega la existencia del Dios que la creó. ¿Cómo pueden llegar a conclusiones acertadas en ese terreno? Una cosa es establecer un patrón estadístico de comportamiento, y otra muy distinta pretender explicar el por qué de esos comportamientos, y muchos menos cambiarlos. Cuando la psicología penetra en ese terreno lo que afirma es pura opinión, pura teoría, pero nada más. Puede ser que en algunos casos, sus opiniones sean de cierta utilidad, pero solo en aquellos caso en que, por la gracia común de Dios, estas opiniones coinciden con las de Dios reveladas en Su Palabra. Pero tales aciertos no deben confundirnos: la presuposición de que las teorías y métodos psicológicos son científicos no es más que un mito. La psicología es una especie de religión, y los que aceptan sus postulados lo aceptan por fe. El famoso historiador Paul Johnson, en su obra Tiempos Modernos, dice lo siguiente: “Después de 80 años de experiencia, se ha demostrado que en general sus métodos terapéuticos (refiriéndose a Freud) son costosos fracasos, más apropiados para mimar a los desgraciados que para curar a los enfermos. Ahora sabemos que muchas ideas fundamentales del psicoanálisis carecen de base en la biología” (pg. 18). 28 Y Karl Popper, considerado como el filósofo de la ciencia más grande del siglo XX, dice lo siguiente sobre las teorías psicológicas: “Aunque se hacen pasar como ciencias, tienen de hecho más en común con los mitos primitivos que con la ciencia” (Ibíd.; pg. 5556). La segunda presuposición errónea que están asumiendo muchos consejeros cristianos hoy día es que la mejor clase de consejería es aquella que utiliza tanto la psicología como la Biblia. Los llamados “psicólogos cristianos” piensan estar en una mejor posición para aconsejar que los consejeros cristianos, que no son psicólogos, y que los psicólogos que no son cristianos. Ellos creen tener lo mejor de los dos mundos. El problema con esa simbiosis es que los postulados sobre los cuales se basa la psicología secular se oponen tajantemente a los postulados esenciales del evangelio. Si aprobamos uno de ellos automáticamente desaprobamos el otro. Es por eso que a medida que la psicología ha tomado cuerpo en la Iglesia, muchas enseñanzas falsas han comenzado a infiltrarse también, como por ejemplo: Que la naturaleza humana es básicamente buena, que las personas pueden encontrar respuesta para sus problemas dentro de ellos mismos, que la clave para comprender y corregir las actitudes y acciones de un individuo se encuentran en algún lugar de su pasado, que otros son culpables de nuestros problemas, y así podríamos citar muchas otras cosas más. En muchos círculos cristianos aún el vocabulario ha sufrido cambios trascendentales. Al pecado se le llama “enfermedad”; el arrepentimiento ha sido sustituido por las terapias; los pecados habituales son llamados adicciones, o conductas compulsivas, de las cuales el individuo no parece ser responsable. Quizás el ejemplo más palpable de esta distorsión es el énfasis que vemos hoy día sobre la importancia del auto estima y el amor propio para la realización y felicidad del individuo. Aunque este es un tema muy popular hoy día, en realidad tiene un origen reciente. Hace apenas unos 50 años que surgió fuera de la Iglesia, y desde hace unos 30 años para acá se ha introducido con fuerza dentro de ella, adaptándola de tal modo que parece una doctrina bíblica, basada en textos bíblicos. Uno de los promotores de esta enseñanza dice lo siguiente: “Nuestra habilidad de amar a Dios y de amar a nuestro prójimo es limitada por nuestra habilidad de amarnos a 29 nosotros mismos. No podemos amar a Dios más de lo que amamos a nuestro prójimo y no podemos amar a nuestro prójimo más de lo que nos amamos a nosotros mismos”. Y otro psicólogo cristiano escribió: “Sin amor por nosotros mismos no puede haber amor por otros… Tu no podrás amar a tu prójimo, no podrás amar a Dios, a menos que te ames primero a ti mismo”. Esto parece ser un eco de las palabras del Señor Jesucristo al intérprete de la ley, cuando éste le preguntó: “¿Cuál es el gran mandamiento en la ley?” Jesús le respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo 22:37-40). ¿Está ordenando Cristo a los suyos en este pasaje que se amen a sí mismos, como sugieren algunos psicólogos cristianos? De ser así, no serían dos los mandamientos de los que dependen toda la ley y los profetas, sino tres: Ámate a ti mismo, ama a Dios y ama al prójimo. Y de estos tres, ¿cuál sería el más importante? Obviamente, el amarte a ti mismo, porque de ese dependen supuestamente los otros dos. ¿Pero es esa la enseñanza de ese texto? ¡Por supuesto que no! El mandamiento más importante de la ley no es que nos amemos nosotros mismos, sino que amemos a Dios y a nuestro prójimo. El Señor está presuponiendo más bien que nos amamos a nosotros mismos (aún el que se suicida lo hace porque piensa que estará mejor muerto que vivo), y ahora nos dice: “Con esa misma dedicación, con ese mismo fervor, ama a tu prójimo”. En la Escritura se habla del amor propio como una obra de la carne, no como una virtud. En 2Tim. 3:1-5 Pablo advierte a Timoteo “que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos”. Por eso el llamado de Cristo a los hombres es a negarse a sí mismos y a tomar su cruz. Cualquier mensaje que enseñe lo contrario no puede ser verdadero, ni mucho menos provechoso. La desgracia de los seres humanos radica precisamente en el hecho de estimarse demasiado a sí mismos y de mirar continuamente dentro de sí mismos. El hombre sin Cristo ha puesto el “yo” en un lugar inapropiado, y por eso su vida es un caos. Cuando el evangelio llega a nosotros, y nos mueve eficazmente a confiar en Cristo, entonces las cosas caen en el lugar que les corresponde. Nuestro interés primordial no 30 debería ser agradar al “yo” y satisfacer sus demandas, sino más bien vivir para la gloria de Dios. Como podemos ver, la psicología estudia los problemas del hombre desde una perspectiva completamente distinta a la perspectiva bíblica, y por lo tanto no puede haber una relación satisfactoria entre ambas; una de las dos tendrá que ceder ante la otra. Y tenemos mucha razón para pensar que es la Iglesia la que está claudicando ante el humanismo secular. Concluyo este punto citando al Dr. MacArthur otra vez: “La ‘psicología cristiana’ es un intento de armonizar dos sistemas de pensamiento intrínsecamente contradictorios. La psicología moderna y la Biblia no pueden mezclarse sin un serio compromiso o un completo abandono del principio de la suficiencia de las Escrituras” (Una Breve Mirada a la Consejería Bíblica; pg. 30). La tercera presuposición errónea que ha volcado a muchos a buscar ayuda en la psicología es que existen problemas en el hombre que no son físicos, y por lo tanto, no pueden ser tratados por un médico, ni tampoco son espirituales, y por lo tanto, no puede tratarlos un pastor. Son problemas netamente psicológicos o mentales. Pero esto no es más que un mito. O nuestros problemas son orgánicos, y en ese caso debemos buscar la ayuda de un médico, o tenemos un problema espiritual, y entonces debemos ir a un pastor que trate con nosotros con la Palabra de Dios (por la estrecha interacción del alma y el cuerpo en algunos casos necesitará del trabajo conjunto del médico y el pastor). Una persona puede tener un problema en el cerebro que le esté ocasionando una conducta extraña o anormal, como la arteriosclerosis, o el Alzheimer; pero tales personas no están mentalmente enfermas. Su problema es biológico y, por lo tanto, debe tratarlos un neurólogo no un psicólogo. Las enfermedades mentales, si usamos ese término literalmente y no en un sentido metafórico, en realidad no existen, como veremos más ampliamente en otros artículos. El psiquiatra investigador E. Fuller Torrey dice con respecto a esta terminología: “El término en sí es disparatado, un error semántico. Las dos palabras no pueden ir juntas” (cit. por Martin y Deidre Bobgan; pg. 179). 31 Y el psiquiatra Thomas Szasz, a quien citamos anteriormente, dice: “Es costumbre definir la psiquiatría como una especialidad médica que tiene que ver con el estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales. Esta es una definición sin valor, y engañosa. La enfermedad mental es un mito” (Ibid; pg. 181-182). Esto no es un asunto de semántica meramente, sino un serio error que está causando no pocos inconvenientes en la iglesia de Cristo de nuestra generación. La psicología ha invadido un terreno que no le corresponde, y muchos pastores mansamente han claudicado ante ella. Cito aquí a Martin y Deidre Bobgan en su obra “Psico – Herejía; la Seducción Sicológica de la Cristiandad”: “La mayor tragedia que produce el nombre erróneo de la enfermedad mental, es que las personas que están experimentando problemas de la vida buscan ayuda fuera de la iglesia. Y cuando piden esa ayuda a un líder de la iglesia, por lo general son (remitidas) a profesionales que se especializan en ‘enfermedad mental’ y ‘salud mental’. Se ha hecho tan fácil enviar a una persona con problemas matrimoniales o de familia a un profesional de la salud mental, como enviar a una persona con una pierna quebrada a un médico”. Y luego continúan diciendo: “Los problemas de la vida son problemas espirituales, que requieren soluciones espirituales, no problemas psicológicos que requieren soluciones psicológicas. A la iglesia se le ha embaucado para que crea que los problemas de la vida son problemas del cerebro, que requieren soluciones científicas, más que problemas de la mente que requieren soluciones bíblicas… Mientras llamemos ‘enfermedad mental’ a los problemas de la vida, seguiremos sustituyendo la responsabilidad por la terapia” (pg. 185186). Nosotros tenemos en la Biblia un manual completo de todo lo que nuestras almas necesitan para una vida bienaventurada que glorifique a Dios. Los médicos deben tratar con los problemas del cuerpo, los cristianos debemos tratar con Cristo y Su Palabra los problemas del alma humana. Decir lo contrario es resucitar la vieja herejía que Pablo combatió en Colosas, que aunque ahora use terminología científica, sigue siendo igualmente errónea y dañina; los falsos maestros de Colosas querían convencer a estos hermanos de que era bueno tener a Cristo y Su Palabra, pero no suficiente; de ahí la advertencia de Pablo en el capítulo 2 de la carta con las que ahora concluyo: 32 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad” (Col. 2:8-10). 10 pautas para hacer un estudio bíblico inductivo 1. Ora. Si pretendes estudiar la Biblia sin contar con el Señor, éste no tendrá ningún valor espiritual. Ora por ti misma para que Dios te ayude a entender y a aplicar el pasaje a tu propia vida, y para que Dios te llene de su Espíritu. 2. Sitúa el texto en su contexto. Lo ideal es leer el libro entero o situar el texto en el libro. Define la forma literaria: histórico narrativo, ensayo o tratado teológico, carta personal, carta pública, poesía, parábola, sermón, profecía, alegoría. 3. Lee el pasaje varias veces. Puedes leer en diferentes versiones o traducciones. Puedes leer también las referencias al Nuevo Testamento (NT) y al Antiguo Testamento (AT) que se hacen del texto. Busca las palabras que no entiendes en el diccionario. 4. Define la idea principal del texto. Puedes ponerle un título al texto – un título contemporáneo que exprese la idea central. 5. Divide el texto en diferentes párrafos. Pon un título a cada párrafo, mostrando la relación que existe entre cada título de cada 33 párrafo y el título principal del texto. Fíjate en la progresión de ideas (estructura del texto), compara las ideas y descubre si hay un significado especial en el orden. ¿Las ideas se dirigen hacia un clímax? 6. Busca las palabras clave del texto. Éstas son aquellas palabras que piensas que son importantes en el texto. Algunas veces las palabras que se repiten te darán la clave. 7. Convierte en forma de pregunta todos los hechos del pasaje. Si no conoces el texto, será fácil. Si ya lo conoces, imagínate que nunca has visto el pasaje en tu vida, que todo lo que encuentras es nuevo. En primer lugar OBSERVA lo que está escrito: ¿Qué dice el pasaje? Sin llevar a cabo estas preguntas, no podrás interpretar y aplicar las verdades correctamente: ¿Quienes son los personajes? ¿Qué sucede? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué problemas surgen? ¿Cuáles son las consecuencias? Presta atención a actitudes, reacciones, contrastes, comparaciones, descripciones, secuencias de tiempo, las conjunciones y preposiciones que muestran el enlace entre ideas, las ilustraciones, argumentos, implicaciones, figuras de lenguaje, preguntas, etc. 8. Interpreta los hechos. 34 Después de haber observado, anotado y comprendido lo "objetivo" del texto, puedes pasar a la segunda fase: INTERPRETACIÓN DE LOS HECHOS. ¿Qué quería decir el escritor? ¿Qué habrán entendido sus primeros lectores? ¿Cuál es la forma literaria del pasaje como un todo? (¿Histórico narrativo? ¿Ensayo o tratado teológico? ¿Carta personal? ¿Carta pública? ¿Poesía? ¿Parábola? ¿Sermón? ¿Profecía? ¿Alegoría?) Imagínate a ti misma presente en la escena. ¿Qué habrías visto? ¿oído? ¿sentido? Imagínate en el papel de cada personaje para notar que habría sentido, pensado, etc., en ese momento. Ubica los lugares en el mapa, determinando cuanto tiempo tomaría el viajar entre ellos, etc. ¿Cuál es la intención del autor? ¿Por qué hay este orden de sucesos? ¿Por qué menciona este detalle aparentemente sin significado? ¿Cómo apoyan la conclusión sus argumentos? ¿Qué se puede inferir en relación a Dios Padre? ¿Y, a Jesús? al Espíritu Santo? a la voluntad de Dios? a la naturaleza humana? al pecado? a la Iglesia? Repasa el pasaje preguntándote: ¿Por qué? ¿Por qué? Hay que tener especial cuidado de no espiritualizar o alegorizar demasiado. No se trata de explicar cada detalle, sino de aprender a mirar aquellos que nos dan la clave para entender el pasaje en su totalidad. 9. Investiga los problemas. Sólo cuando ya hayas hecho todo lo posible para exprimir el máximo significado del pasaje, debes consultar diccionarios bíblicos, comentarios, etc., para más información sobre la época histórica, la geografía, las costumbres, el sentido de los términos teológicos, 35 versículos difíciles, explicaciones para aparentes contradicciones, exposiciones doctrinales, problemas intelectuales, etc. 10. Determina las lecciones prácticas del pasaje: aplicación. Elabora preguntas de APLICACIÓN: ¿Qué significa esto para mí, en un sentido práctico, hoy, en mis presentes circunstancias? Puedes pensar en preguntas como estas: ¿Cómo se aplican estas verdades a mis relaciones vitales (padres, hermanos, novio, esposo, compañeros de clase o trabajo, jefes, subordinados, profesores, miembros de la Iglesia)? ¿Cómo se aplican a mí como ciudadana en cuestiones sociológicas, políticas, económicas? ¿Qué me dice de mi responsabilidad misionera y mi relación con Dios)? Si Jesucristo es "Señor sobre todo", ningún aspecto de tu vida puede estar exento de la aplicación de su Palabra. Pregúntate lo siguiente: ¿Qué debo cambiar en mis actitudes, mis reacciones, mi comportamiento, mi escala de valores? ¿Qué pasos he de tomar para obedecer este mandamiento? ¿Cómo puedo aprovechar esta promesa? ¿Cómo puedo vencer este pecado? Es importante aplicar detalladamente las verdades a tu propia vida, porque "la obediencia a la luz ya recibida es condición indispensable para recibir más luz". Guarda el estudio en un fichero o cuaderno. Si has hecho el estudio seriamente y has pedido la ayuda de Dios, valdrá la pena guardar los resultados. Con el tiempo encontrarás mejores explicaciones y mejores ilustraciones (en revistas, periódicos, libros, sermones, conversaciones, etc.) que podrás guardar junto con el estudio inicial que así irá creciendo. EL CONOCIMIENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO DEL SER HUMANO 36 Dentro de la Teología Sistemática existe una rama que estudia específicamente al ser humano, se le conoce como doctrina del hombre o antropología. El estudio se centra en la creación, la caída y el estado actual del ser humano. La Biblia ofrece la gran posibilidad de que los seres humanos se conozcan a mismos a través del lente de la revelación de Dios. El conocimiento humano del hombre es imperfecto porque está mediado por el pecado y el prejuicio que el ser humano es un ente cuasi autónomo, resultado de un proceso evolutivo que ha alcanzado su ‘mayoría de edad’ a través de la ciencia y la tecnología. No discierne las verdades espirituales de la presencia del pecado y su efecto en la naturaleza[3] del hombre, tampoco la posibilidad de llegar a ser un hombre nuevo en Dios, su creador, el Hijo, su redentor y el Espíritu Santo, su consolador. Por lo tanto, podemos decir, que el conocimiento humano de si mismo es imperfecto e incompleto, si no considera la revelación divina de la Palabra de Dios, o lo que llamamos, el enfoque teológico. La ciencia tiene el prejuicio de ser autosuficiente y excluye la Biblia como medio válido para conocer al ser humano. Jorge León (2000, p.16) afirma que, ‘No debemos confiar demasiado en las facultades humanas’. Esta es una declaración valida, dado que estas han sido afectadas por el pecado, y por lo tanto, son imperfectas. Entonces, ‘Para comenzar a entender lo que somos como criaturas, y quien es nuestro Creador, es necesario reconocer nuestra debilidad e ignorancia, y partir de la revelación divina’ (ibíd. p.17) Dios ha tomado la iniciativa, y se ha interesado en la tarea de que la humanidad se conozca a través del conocimiento suyo. El se ha revelado voluntariamente al hombre y le ha dado la oportunidad, no sólo de conocer de si mismo, sino que, por encima de esto, de conocer a su Creador y el plan que él tiene para su creación. La comprensión de la conducta del ser humano no es un monopolio exclusivo de la psicología, muchas actitudes se pueden entender a partir de la Biblia y la descripción que ésta nos hace del ser humano como creación divina. No nos referimos a una lectura espiritualizada y animista de la conducta humana que ve maldad, pecado y entes espirituales en todo el accionar de la humanidad, sino, al punto de vista, verdaderamente bíblico, que escapa al simple animismo y esoterismo con que algunas veces nos aproximamos a la creación de Dios. Por 37 ejemplo es muy común encontrar lecturas sobre-espiritualizadas de la conducta humana que reducen todo al accionar demoniaco y que, inconscientemente, liberan al ser humano de todo tipo de responsabilidad, pues la culpa siempre termina siendo del Diablo y no del hombre. Doctrinas como la de la ‘guerra espiritual’ y la presencia de un protestantismo popular, son muy populares en el protestantismo latinoamericano. Sueños, visiones, profecías y una tensión entre dos dimensiones: espiritual y material, son distintivos evidentes de este tipo de protestantismo. A manera de conclusión podemos decir que el conocimiento bíblico-teológico del hombre, se configura como el punto de partida, en el intento de conocer al ser humano, en el proceso de cura de almas. Lo psicológico, viene a continuación. EL CONOCIMIENTO PSICOLÓGICO DEL SER HUMANO Hemos mencionado la importancia del conocimiento bíblico-teológico del hombre, esto sin embargo no es excluyente del conocimiento psicológico del ser que Dios ha creado. De hecho, conocer algunos rasgos de la conducta, pensamiento y sentimientos, desde la perspectiva psicológica, no atenta ni complota contra la verdad bíblica. Sobre todo si asumimos a la psicología como una ciencia auxiliar, de ayuda y recurso secundario en el proceso de cura de almas. El deseo que tiene el ser humano, de conocerse a si mismo, es tan antiguo como la filosofía griega. Para todos nosotros es muy familiar la expresión ‘conócete a ti mismo’, que se le ha vinculado históricamente al filósofo griego Sócrates. Esta expresión revela la intención del ser humano por conocerse a sí mismo, ya desde la edad antigua. Las posibilidades que nos ofrece la psicología moderna son enormes, sin embargo, tal como lo hemos mencionado antes, esta debe de sujetarse a lo bíblico, si quiere ser de ayuda a lo que hoy se conoce como la Psicología Pastoral. Hoy en día no hay campo de estudio donde la psicología no esté presente –está aun en la religión-, la psicología ha hecho sentir su presencia en todas las áreas del conocimiento. No es entonces ninguna novedad que psicología y teología hayan iniciado sus primeros coqueteos, a través de la llamada Psicología Pastoral y las psicoterapias espirituales. 38 En un artículo publicado por María Jesús Álava Reyes[4], donde ella explica qué es la psicología y cuál es su utilidad, ella escribe: …gracias a la psicología, podemos aprender a conocernos mejor, podemos llegar a comprender la razón por la que, tanto nosotros como otras personas, nos comportamos de una determinada forma. La psicología puede ayudarnos a entendernos y a entender a los que nos rodean, a encontrar explicaciones a conductas dispares, a conseguir que actuemos desde la lógica y el razonamiento, desde la no exigencia de imposibles, desde la comprensión y la flexibilidad que da el conocimiento mutuo. Es evidente que la psicología puede proveernos conocimientos que nos ayuden a auscultar la compleja conducta humana, descender a los escondrijos intrincados de la mente y tratar de entenderla. Con esto no estamos tratando de hacer una apología de ella, sino más bien, llamar la atención con respecto a su utilidad, dentro del ministerio de consejería y consolación. Además de esto, la psicología puede ayudarnos a distinguir cuando estamos frente a un caso de demonización y cuando, por ejemplo, a un caso de epilepsia o esquizofrenia, puesto que sus manifestaciones externas suelen confundirse fácilmente por los clérigos. Sin embargo hay que tener mucho cuidado con la tentación de sentirse autosuficientes con la presencia de la psicología en la sociedad moderna. La psicología, por sí misma, no es suficiente para poder cambiar al ser humano, muchos menos para darle las claves de la felicidad, tal como se presume en los círculos de la psicología [5]. En el pasado hubo demasiado optimismo con respecto al rol de la psicología y de lo que esta podía hacer. Los seguidores del psicoanálisis llegaron a la conclusión que todos los males de la humanidad se terminarían con el descubrimiento de la práctica psicoanalítica[6], sin 39 embargo la historia nos ha demostrado que el mal sigue vigente y reina imparable sobre una sociedad que necesita volver a su creador. ¿ES POSIBLE JUNTAR AL GATO Y AL RATÓN? La pregunta que nos convoca en este punto, es saber si teología y psicología pueden convivir juntas y servirse una de la otra. Han pasado ya muchos años desde que Lawrence J. Crabb Jr. (1977, p.31) se hiciera la pregunta si el Cristianismo y la Psicología eran ¿aliados o enemigos? La relación entre ambas no ha sido muy alentadora en el pasado, pues hubo una época en la que se excluyeron, despreciaron y vetaron mutuamente[7]. Jorge León (ibíd., p.20), nos da cuenta que, ‘hubo un tiempo en que todo diálogo entre la fe cristiana y la psicología era imposible’. La relación ha ido mejorando hasta llegar a cierto grado de tolerancia, aceptación y colaboración entre ambas. Por un lado surgió la Psicología Pastoral y por el otro, la aceptación del recurso espiritual dentro del proceso psicoterapéutico en la psicología clínica [8]. Entonces podemos concluir que la relación entre teología y psicología, ha pasado de un estado de enemistad y sospecha, a una de sociedad, aceptación y ayuda mutua. 40 BIBLIOGRAFÍA Ericsson, E. (1960) 1980. Infancia y sociedad. Ed. Horme, Buenos Aires. Ericsson, E. (1968) 1974. Identidad, Juventud y Crisis. Ed. Paidós, Buenos Aires. Ericsson, E. 1972. Sociedad y Adolescencia Editorial Paidos, Buenos Aires. Ericsson, E. 1982. El ciclo vital completado. Paidós, México Ericsson, E. 1982. La vida del labio loco. Buenos Aires, Argentina 41 ACTIVIDADED A DESARROLLAR PRESENTACION EXPOSICION POWER PAINT 42 CODIGO 011