Documento descargado de http://www.elsevier.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rev Esp Med Nucl. 2009;28(3):93-94 Editorial Los dos últimos años en la SEMN. Balance y futuro The last two years in the SEMN. Balance and Future Transcurrido el periodo reglamentario del mandato presidencial me apresto a hacer un balance, que sin duda no estará exento de alguna carencia de objetividad. No hablaré del futuro pues creo que el futuro no existe, al menos yo nunca he conseguido llegar a verlo. Sí hablaré en cada párrafo de lo más importante que se ha realizado y que ha sucedido, y cuáles son en mi opinión las tareas pendientes. Hace dos años, al comienzo de este periodo, escribí en esta nuestra revista el Editorial titulado “Medicina Nuclear: el desafío español”1. Os sugiero releerlo antes de leer éste. Decía entonces que era fácil la tarea de llevar a buen puerto nuestro barco, y así ha sido gracias al trabajo y apoyo de todos los actuales miembros y directivos de la Sociedad y a la inercia del empuje de los anteriores. Durante estos dos años se ha reafirmado el concepto de “imagen molecular” dentro de la Medicina Molecular que permitirá el tratamiento más individualizado de los enfermos. La Medicina Nuclear ha sido siempre y desde su origen “molecular”, pues no consiste en otra cosa que en inyectar a los pacientes moléculas marcadas con isótopos radiactivos y seguir su recorrido por el cuerpo y su fijación mediante imágenes o registros obtenidos con diferentes equipos detectores. Es por tanto la nuestra una especialidad genuinamente molecular, lo que no impide que otras tengan actuaciones en este mismo campo. También se han asentado en nuestros servicios y unidades de Medicina Nuclear las técnicas de imagen multimodalidad, realizadas mediante equipos acoplados de SPECT/TAC y PET/TAC. La legislación vigente y la complejidad y peculiaridad de la logística del uso médico de isótopos radiactivos así lo exigen. Sin embargo, nadie puede negar la conveniencia, e incluso la necesidad, de colaborar, en estas técnicas y otras que puedan venir, con otros especialistas, sobre todo con los especialistas en Radiodiagnóstico. Pero habrá que encauzar esta colaboración de modo que se enriquezca la práctica médica y la asistencia a los pacientes y se promueva la investigación, sin que ninguna de las partes implicadas sufra menoscabo ni se sienta damnificada. A pesar de la brillantez de estos nuevos equipos acoplados, no hay que olvidar que sigue siendo recomendable en muchos casos la fusión de imágenes obtenidas en diferentes equipos unimodalidad, por lo que hay que continuar desarrollando y perfeccionando el correspondiente software. Hay incluso quienes sostienen que el progreso más lógico debería ir por este camino más que por el de los equipos multimodalidad. La terapia radioguiada está contribuyendo al crecimiento de la Medicina Nuclear al menos tanto como la imagen multimodalidad. Se puede hablar de quimioterapia guiada por la imagen molecular cuando se indica y valora la respuesta a quimioterapia antineoplásica, o a la terapia con anticuerpos monoclonales y péptidos radiomarcados. La planificación de radioterapia mediante PET/TAC se puede considerar radioterapia guiada por la imagen multimodalidad. Pero es la cirugía radioguiada el componente más importante de este grupo. De entre las diversas técnicas de cirugía radioguiada, la biopsia selectiva del ganglio centinela (BSGC) es la que ha significado una auténtica revolución y ha multiplicado nuestra influencia en los hospitales. Está validada y es indispensable en melanoma y cáncer de mama y se vislumbran una pléyade de nuevas aplicaciones. Al complementarla con SPECT/TAC y con minigammacámaras portátiles, para la obtención de gammagrafías intraoperatorias, la BSGC adquiere nuevas indicaciones y alcanza niveles de excelencia. Una tarea pendiente es extender estas técnicas a hospitales que no dispongan de Servicio o Unidad de Medicina Nuclear. Todo ello supone y requiere un enorme crecimiento de las plantillas de médicos nucleares. Ya parece superado el ciclón de la troncalidad al que aludíamos en nuestro anterior editorial. Las Comisiones Nacionales de las Especialidades de Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear acordaron proponer y aceptar entroncar ambas especialidades siempre que el tronco común durase solamente un año, o que, en el caso de que fuese imposible reducir el tronco de dos años a uno, se alargase la duración de ambas especialidades en un año más, pasando de cuatro a cinco años. La duración de dos años para la parte específica de cada una de ellas parecía totalmente insuficiente. La negativa de la Administración tanto a acortar a un año la duración del tronco como a alargar en un año la duración de las dos especialidades ha hecho inviable este entronque, por lo que en la propuesta que va a elevar el Consejo Nacional de Especialidades, Medicina Nuclear y Radiodiagnóstico figuran como especialidades independientes y no vinculadas a ninguno de los tres troncos (médico, quirúrgico y de laboratorio). Aunque estas dos especialidades no se entronquen, se impone un cierto grado de coordinación asistencial, docente y de investigación entre ambas. La rotación obligatoria en los nuevos programas de formación de residentes de cada una por la otra facilitará esta coordinación y permitirá un conocimiento mutuo mejor y más multidisciplinar. En los hospitales, la organización departamental anglosajona en forma de grandes Departamentos de Radiología con divisiones específicas podría ser una solución. Las Unidades de Gestión o Institutos integrando ambas especialidades y cuya actuación girase en torno al paciente serían una alternativa sugestiva. La elaboración de protocolos y guías clínicas integrando todas las técnicas disponibles, con sus diferentes variantes y modalidades, es absolutamente necesaria. El continuo análisis comparativo de la eficacia diagnóstica de estas técnicas y sus variantes, ante la incesante y vertiginosa evolución de las mismas, además de constituir una apasionante línea de investigación, permitirá una mejora permanente de la asistencia y una optimización de los recursos. El libre acceso de los médicos a las imágenes e informes de los archivos digitales supondrá una formación más amplia e interdisciplinar de todos. A nivel docente, la citada estructura departamental se ha mantenido en la universidad española, en mi opinión con buenos resultados, si bien en muy pocas universidades se ha podido reunir el número mínimo de profesores para constituir Departamentos de Radiología independientes. Sigue sin solucionarse en algunas Universidades el problema de la ausencia de formación en Medicina 0212-6982/$ - see front matter © 2008 Elsevier España, S.L. y SEMN. Todos los derechos reservados Documento descargado de http://www.elsevier.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 94 J.L. Carreras-Delgado / Rev Esp Med Nucl. 2009; 28(3):93-94 Nuclear en el pregrado. La formación continuada tendrá que ser cada vez más interdisciplinar. Quizá sea necesario crear nuevos perfiles profesionales y áreas de capacitación específica, pues los conocimientos y habilidades de estas disciplinas han crecido tanto que son inabarcables para un único especialista. Como predecíamos en el anterior editorial, los dos años pasados han supuesto una larga travesía por las aguas revueltas de la Medicina. Hemos tenido que sufrir una inesperada situación que nunca antes se había producido. Se trató de la amenaza de desabastecimiento de tecnecio como consecuencia de las paradas de los diversos reactores europeos productores de molibdeno. Sin embargo, se han obtenido ventajas de la adversidad. Pocas veces todas las sociedades nacionales europeas han actuado tan coordinada y contundentemente, alcanzando un gran impacto mediático y una actuación e implicación de los respectivos gobiernos. La nueva tarea pendiente es conseguir que esta situación no se vuelva a repetir. Afortunadamente el adecuado suministro de FDG para nuestros más de 60 PET y PET/TAC parece garantizado en casi todo el territorio nacional con los ciclotrones y redes de ciclotrones que están funcionando o a punto de empezar a funcionar. Aunque es necesario introducir nuevos trazadores de PET en asistencia e investigación, no hay que olvidar que el uso actual de la FDG no alcanza ni siquiera el 20% de sus indicaciones aprobadas y ello sin tener en cuenta otras potenciales indicaciones cuya aprobación sin duda se va a producir. Pero el problema anterior es una parte de uno mucho más amplio. Se trata de nuestra dependencia de los mal llamados radiofármacos. En mi opinión deberían llamarse “radiotrazadores” o “moléculas marcadas”. Vivimos atados a ellos y son los causantes de la complejidad de la logística de nuestra especialidad. El crecimiento de la Medicina Nuclear depende en gran parte del desarrollo de estas moléculas. Los procedimientos de aprobación y registro a los que, al ser considerados medicamentos, están sometidas muchas veces no son los adecuados para estos productos de semiperiodo muy corto y que son producidos en ciclotrones para un uso local y muy reducido. Estos procedimientos de aprobación limitan en ocasiones y retardan siempre el avance médico y científico en nuestro campo. La SEMN ha presentado recientemente una propuesta a la Agencia del Medicamento para la aprobación, por un procedimiento de Uso Compasivo colectivo, de diversas moléculas marcadas con 11C y 18F. Espero que cuando estas líneas lleguen a vuestras manos la propuesta haya producido ya algún resultado. Se requiere profundizar en esta línea de colaboración con la Agencia, que ha entendido perfectamente el problema y manifiesta una muy buena disposición. En fin, creo que se han conseguido muchas cosas en estos dos años gracias a la aportación de todos y cada uno de vosotros. La Medicina Nuclear ha crecido mucho más que en similares periodos anteriores. Los grupos de trabajo preexistentes han seguido muy activos y a ellos se ha añadido un nuevo grupo de trabajo de Endocrinología. Nuestra Revista sigue creciendo en prestigio e impacto. Nuestra página web es cada vez más visitada. Esperemos que la crisis económica que nos afecta no paralice o frene la necesaria y conveniente expansión de la especialidad. El Presidente Obama ha expresado que la inversión en sanidad es una buena medida para reactivar la economía, y nuestras técnicas se encuentran entre las que tienen los mejores balances de costo/eficiencia. Esperamos de la industria del sector que nos siga apoyando y, si es posible, que incremente este apoyo. Me despido agradeciendo a todos los miembros de la SEMN, de número y corporativos, y especialmente a los componentes de la Junta Directiva el apoyo y comprensión que he encontrado en todos ellos y pido disculpas por los errores que haya podido cometer, seguramente por torpeza, aunque con la mejor intención. El barco de la Medicina Nuclear y su timón quedan en muy buenas manos. El desafío español continúa. Un abrazo y gracias a todos y por todo, siempre. José Luis Carreras-Delgado Presidente de la SEMN 2007-2009 Bibliografía 1. Carreras JL. Medicina Nuclear: el desafío español. Rev Esp Med Nucl. 2007;26:1878.