//T23 TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 9 de febrero de 2013 Dicen algunos lugareños que jabalíes, pudués y hasta pumas se vieron flotando en este lago tras la erupción del Cordón Caulle. Sea o no un rumor, 100% real fueron los metros de cenizas y toneladas de piedra pómez que sepultaron su turismo el verano pasado. Una realidad que esta temporada estival promete cambiar, cuando maravillas naturales, legados culturales y comodidades turísticas variadas hagan reflotar a algo más que uno de los lagos más bellos de la Región de los Ríos. TEXTO Y FOTOS: José Ignacio López ILUSTRACION: Francisco Solorio Playa Riñinahue En el sector oriental del lago, se ubica una de las playas más amplias de todo el Ranco. También se le conoce como playa Epulafquén y se sitúa a sólo pasos del pueblo de Riñinahue, que posee una población de unos 300 habitantes. Para llegar, deben recorrerse unos 45 km aprox. desde Futrono, pasando a mitad de camino por Llifén. En los alrededoresde la playa hay sectores de cámping y cabañas. Las ribera sur de la ruta T-85 Muchas postales rurales como esta pueden apreciarse en el lado menos turístico del Lago Ranco. Entre sus atractivos están los Saltos de Nilahue y el Paso de la Mula, una angosta ruta volcánica que bordea el río del mismo nombre y que desemboca en el lago. Esta fue la zona más afectada por la erupción del Cordón Caulle y a través del Nilahue llegó la mayor cantidad de material volcánico hasta las aguas del lago. ñas con vistas a la cordillera y al Calcurrupe, oficia de lodge y ofrece actividades como canopy, trekking y cabalgatas (www.hosteríachollinco.cl). Volviendo a Llifén, nos encontramos las reponedoras termas del mismo nombre, con piscinas y tinas con hidromasajes, cada una con su temperatura y dosis de azufre de napas subterráneas. Existe también en el lugar un spa con masajes y tratamientos corporales en base a barro, leche y miel (www.termasllifen.cl). Zona cero La ruta se adentra por el Ranco más solitario y ajeno al turismo. Es el tramo donde se construye la ciclovía, con partes ripiadas, otras de pavimento. Nueve kilómetros bastan para encontrase con los rugientes saltos del río Nilahue. Protagonista hace año y medio cuando arrastró hasta el lago todo lo provocado por la erupción del Cordón Caulle. Las comunidades huilliches de este sec- tor fueron las más perjudicadas por el Caulle, turismo incluido. En especial Riñinahue. Principal localidad y un diamante en bruto del ecoturismo, al estar rodeado por ensenadas con playas, bosques centenarios, abruptas montañas y docenas de ríos que nutren al Ranco. Vale la pena quedarse un par de días en Riñinahue para explorar sus alrededores. El hostal ($ 12.000 p/p), cabañas ($ 35.000) y restaurante San Francisco, de la señora Judith Carillo y su familia es una acogedora opción (teléfono: 82920946). Fue el centro de operaciones de la prensa y las autoridades en la erupción del Caulle, ubicado a escasos 20 km del lugar y al cual hoy se puede acceder como ruta turística, por el Paso de la Mula, una angosta ruta volcánica del río Nilahue, como principal atracción. Una segunda opción desciende por un bosque de arrayanes hacia la playa. En el camino se ubica el hermoso salto de Riñinahue, el cual consta de dos cascadas que caen en un cerrado cajón redondo cubierto de vegetación. De película. A los pocos metros se ubica el camping Quichel, con cuatro cabañas ($ 35.000) y un camping equipado para 40 sitios ($ 10.000), metido entre el bosque, el lago Ranco y la desembocadura del río Riñinahue (teléfono: 8-7271761). Rincón de paraíso El camino corre ahora por la ribera sur. Es turno de las mejores panorámicas del lago, sus campos, sus islas y la cordillera de fondo. Para contemplar con calma la escena, a 7 km de Riñinahue a orillas del lago se ubica el camping Pitreño ($ 10.000. Teléfono: 8-2845947). Más adelante aparece el bien cuidado pueblo de Lago Ranco, con casas de madera y pulcras áreas verdes, que son el orgullo local. Merece la pena visitar el museo Tringlo con una interesante muestra histórica de esta cuenca. Más abajo se ubica la restaurada costa- nera que alberga un muelle, áreas verdes, un mercado artesanal y el restaurante Las Vigas, especializado hace 20 años en carnes, con una hermosa terraza que da al lago (teléfono: 9-4113104). En la costanera se ubican también buenos alojamientos. Destaca la hospedería Phoenix, una casona con cabañas y ocho habitaciones (www.hosteriaphoenix.cl). Alternativa más familiar es la Residencial Osorno, creada hace 50 años en una antigua y típica casona sureña ($ 14.000 pp. Teléfono: 8-6622206). En los alrededores del pueblo, existen una serie de atractivos naturales. El mirador Piedra Mesa, el Parque ecológico Alfonso Brandt, el desagüe del Ranco que da origen al río Bueno, las cascadas de Pichi Ignao y el frondoso bosque Quillín, con especies de 300 años -estos dos últimos utilizados en publicidad- resumen las bondades del lago Ranco, llamado por sus habitantes –y con justa razón- como “un rincón del paraíso”.T