Del silencio de los inocentes al ¿juego? de meterse, meterse, meterse. ¿Delito sexual intrafamiliar? ACTUALIDAD PSICOLOGICA - MARZO/14 Cristina Nudel. Psicóloga. Especialista en: Psicología Forense, Psicoanálisis Individual y Vincular; Psicodiagnóstico de Rorschach. Doctoranda en Psicología, orientación forense. Introducción En las evaluaciones por demandas de abuso sexual en la justicia argentina en los fueros penal y familiar los peritos informan habitualmente: “no es posible dirimir se trata de evaluar abuso sexual. Y “las características particulares del sujeto no son de por sí suficiente motivo para valorar las conductas del acusado”. “En la justicia existe abuso si el niño lo dice”. Si “lo dice”, se dice que pudo “ser inducido por el progenitor conviviente”, A veces la denuncia es adjudicada, a “problemáticas derivadas de la disfunción parental”. La experiencia indica que el niño muy dañado “no dice”. 1.- ¿Es posible mediante el estudio de un Dibujo Conjunto, pesquisar y detectar vínculo abusivo sexual intrafamiliar? ¿Y validar por convergencia mediante el estudio de diversas escenas, y técnicas, incluso en el juego? A partir del dispositivo Dibujo Conjunto y la operacionalización, más adelante detallada desarrollada por quien suscribe, y con el propósito de investigar delitos sexuales intrafamiliares, evaluaremos actitudes de la primera entrevista del padre y la hija y en un juego compulsivo que se despliega luego de que la niña vio la lámina VI del Rorschach que investiga la sexualidad. “Juego y dibujo son modos de decir del niño, modos en los que puede ir evidenciando sus deseos y también sus conflictos, angustias y temores. Descifrar palabras, acciones, juegos, dibujos y también silencios y gestos supone conocer la especificidad de ese lenguaje y la conflictiva psíquica que determina esa producción” (Janin.2006). El interés de ésta investigación En éste caso, como sucede en muchas ocasiones, Daira, de cuatro años, muy adelantada en la función del habla para la edad, no hizo nunca referencias directas a posibles tocamientos por parte del progenitor. Sin embargo, hay una serie de hechos durante las evaluaciones, juegos, referencias a sus conductas, expresiones del progenitor y su novia tardíamente permitieron pensar las cualidades incestuosas. Como en otras evaluaciones familiares semejantes, en un clima de contradicciones, los niños muestran deseo y adhesión hacia el progenitor presente, mientras acusan a un tercero, en general el progenitor ausente a partir de la separación, de diferentes grados de malos tratos e incluso de abuso sexual. 1 Métodos de análisis El Dibujo Conjunto según la consigna de Abelleira y Delucca mediante Instrumentos para el estudio del componente icónico y plástico del Algoritmo David Líberman signo visual (SV) (Maldavsky), el Rorschach, Instrumentos para el estudio de los deseos y las defensas en los desempeños motrices (ADL-M), y de los cuales por síntesis destacaremos la erogeneidad de Libido Intrasomática a fin de cuantificar el resultado. LI que en lo motor, analiza “una gesticulación que aspira a alterar el propio equilibrio intra-corporal o el ajeno. Suelen prevalecer movimientos intrusivos en el otro que perturban su economía energética, así como actividades para regular las propias tensiones o las ajenas”. “El análisis de los componentes motrices requiere de una información detallada de los movimientos y posturas de los sujetos en estudio”. Presentaremos algunas escenas Definimos escena como el fenómeno que nos permite participar del vínculo familiar, ocupando un lugar que está signado por el grupo a partir de un espacio faltante en la dinámica familiar. El hallazgo relacionado a la repetición en la transferencia, de acontecimientos, vivencias, fantasías, padecidos traumáticamente, que aun pugnan por ser representados en la/s psiquis. Y cuya eficacia nos compete, porque nos lleva a reflexionar o a actuar, tanto a los psicólogos como a otros participantes del proceso, como a otros operadores de la justicia. Síntesis de la historia de Otelo y su hija Daira Otelo, padre de Daira de cuatro años, es tercer hijo de un matrimonio separado cuando él tenía tres; del padre dice que abusó de la hermana que lo antecede. A partir de los 8 años vivió lo que refiere como un “estallido de crecimiento”, luego de un período con el padrastro, al que menciona abusivo. A su vez, de adolescente fue acusado de abusar a la sobrina. Otelo también acusa a los parientes de la madre de su hija a quien “hacen desaparecer y él se enferma”. Quiere pedir la tenencia de la niña. Signos de abuso en Daira Otelo y su novia observaron actitudes de “adulta”; enuresis, la pequeña dice que se hace pis y no sabe porqué. Se masturba con un objeto, en su cuarto, tiene la mirada perdida. Sufre de broncoespasmos. Corre a los gatos para ponerle el dedo en el culo. En los encuentros con quien suscribe, el juego compulsivo es meter algo grande en un espacio pequeño; utiliza los autitos en forma sexualizada. Los muñecos con algunos signos sexuales discriminados son vistos en forma naturalizada. Refiere que la madre le abrocha el cinturón y le hace mal en el “ombligo”. Pide la acompañe al baño a que vea qué le pasa, le “duele abajo”. El padre describe y luego reniega que haya estado en su cama. Avanzado el proceso él se queja que la niña coloca almohadones alrededor de su camita y no deja que se acerque a ella. 2 “A veces, un niño desmiente lo que percibe para proteger la imagen de uno de sus padres: es necesario trabajar con él para desarmar esa desmentida sin sentir que por eso aniquila al progenitor”. (Janin. 2013) Escena 1: Daira ingresó al consultorio y en cuanto abrió la puerta, buscó la mirada al mismo tiempo quedó abrazada con su cara pegada y frotándose a la zona genital de la psicóloga. Quien realizó el esfuerzo de tomar la distancia adecuada. Acto mudo contrastante con la expresividad lingüística avanzada para la edad de la niña. Escena 2: Antes de realizar el Dibujo Conjunto. Daira dice: “Quería venir a jugar con masa”. A la propuesta de “un dibujo conjunto”, enfurruñada, se sienta en el piso en un rincón del consultorio. El padre colocado entre Daira y la psicóloga, muy pegado a la hoja de cartulina con su cuerpo grande ocultaba a la niña. Ninguno de los dos se ubica en los lugares dispuestos para el trabajo. Los movimientos de ambos, gestos, dibujos e intercambios, quedaron así interferidos, tapados por el “encimado” del padre. Hubo que cambiar de posición para observarlos. Elementos de trabajo: Una la cartulina blanca grande y colores colocados en la mesa chica, componen los materiales. La consigna del Dibujo Conjunto familiar es: “Elijan un color cada uno que conservarán hasta el final y realicen un dibujo. Luego hagan un relato”. Daira le pregunta al padre qué color querrá, mientras se los muestra. Otelo, señala solo los colores que faltan, se queja, los desordena y toca con insistencia. Ella le ofrece los que hay. De los pasos del Dibujo: Otelo propone dibujar animalitos y ella dice no saber, mientras tanto él asevera que le enseñará. La niña le retruca que es mentira que él sepa hacerlos y quiere dibujar una casita para la pelota que ella haría, sin llegar a dibujarla. Él se “Había preparado hacer una casita” elige el color azul y Daira, luego de estos intercambios, con cierta euforia, “elige todos los colores: rojo y amarillo y de todos los colores”. Otelo cambia su posición ante la hoja ubicado como para tener un frente común ante la cartulina y es así que queda colocado al lado de Daira, uno al lado del otro en el suelo. A pedido de Daira “un camino al cielo”, él dibuja en la parte superior de la hoja y Daira incluye las nubes de todos los colores, finalizando por la que llama “la blanca”, nube de la cual dice “la blanca está muy rota y no me salió bien”. Luego de una pequeña flor de color azul, al final del camino, dibuja debajo del una pequeña “nubecita que cae”. Interrumpen el dibujo, conversan de la casa que Daira quiere dibujar. A la pregunta de la psicóloga ella responde con expresión decidida y bajando el tono de la voz que la casa tendría: “La pelota, la puertita, que está desarmada” y en el intercambio asevera que la desarmó “Yo, el lobo feroz”. Otelo alerta, adjudica ágilmente esta referencia a la casa de la madre de la niña. La pequeña admite que ese es su cuento ahí, y que tiene otro, que es el de los chanchitos, para la casa del papá. Resumiendo dicho relato sobre las casas que el lobo derriba la niña finaliza diciendo: “La del mayor (de los chanchitos del cuento), no pudo derribarla, no insiste el lobo”. A este intercambio sorpresivo se sucede un reclamo y un pedido de la niña: “No es casa de los chanchitos, sino que es la casa de las pelotas” expresa enfática y en tono adulto, para luego pedir:“Quiero comer cubito” (se refiere a comer cubos de hielo como los que se producen en el congelador de una heladera). Otelo, con tono de voz y ademanes semejantes a los de una niña vuelve a adjudicar a la casa de “la mamá” que hace ver películas de terror a la niña mientras desayuna. La niña lo admite y sus gestos cambian, sin la locuacidad que expresara en un momento anterior, asevera y reitera el relato de la película. Mientras acentúa, “Y 3 rompió el barco”. Daira dice no temer a las películas. Y a la pregunta responde “No, no le tengo miedo a nada”. Sin embargo incluye el relato de un sueño del cual expresa haberse despertado asustada. Su gesto es de preocupación y condice con el de una viejita frunciendo el seño. Relata la pesadilla: “Soñaba que una nena mala me venía a buscar. Fue un día que estaba durmiendo en casa de papá. Y cuando me quería levantar no me podía levantar, la nena tenía una raya de color negro y otra blanca en la cabeza”. Otelo escucha y con tono de exaltado, adjudica a Daira “primero se pasó a mi cama, después al puf y después a su cama”. Inmediatamente insiste que “nunca fue a mi cama”; se refiere a la cama del propio Otelo, y ubica el sueño de Daira en el contexto de la convivencia con otros niños que visitaban su casa mientras dice: “Fue cuando vinieron los hijos de M”, la menor de sus hermanas, que lo acusó en la adolescencia de abusar a la sobrina. La secuencia del dibujo de los intercambios verbales posteriores. Otelo toma el color negro, dice: “El negro para marcar las formas”. Aunque no lo utiliza al comienzo del dibujo y en cambio, usa el azul. Daira busca y selecciona el color violeta expresa: “El violeta”. Daira realiza un triángulo pequeño y luego, inmediatamente un triangulo grande con el mismo color, que es descrito como “techo de la casita” de la cual habló. Escena 3: Otelo dice: “El principio para hacer una casa”. Y dibuja sobreponiendo un techo de su “casita” al “techo” realizado por Daira. Luego superpone el fondo de “la casa” a la punta del dibujo del techo realizado por ella. Daira baja el tono de voz y vuelve a quedar ensimismada, luego de que el padre atraviesa la pared del fondo de su casa a la punta del techo de ella. Y no siguen dibujando la casa. Al ver el decaimiento de Daira Otelo enuncia activamente: “quiero hacer una flor”, sin espera, toma otros colores y hace una flor, inclinada hacia la izquierda, que coloca del lado izquierdo e inferior de la hoja y de la casa. Daira, sale de su aislamiento momentáneo y retomando un tono entusiasta dice: “Quiero hacer una como hacés vos”. Otelo marca el contorno de la flor para que ella repita y aprenda a hacer la flor, el tallo. Él utiliza el color verde oscuro, en el tallo y en una especie de pastito, que impresionaría como una referencia de “suelo” o de comienzo de flor interrumpida debajo del tallo. Luego, Daira con el color verde claro hace el tallo de la flor grande que dibuja a la derecha de la que hizo su padre, siempre a la izquierda de la hoja y de la casa que realizó Otelo. Ambos quieren utilizar el color rojo, para la corola y Daira hace esperar a Otelo el turno para el uso ese color. Él marca el borde de la corola de la flor más grande que Daira se ocupa de rellenar. A la derecha de la del padre. Continúa el intercambio de colores entre ambos y agregan otros colores a pesar de la consigna, tal como el uso del color naranja y del violeta. La segunda flor, hecha por Daira, tiene la dirección de recostarse sobre la primera más pequeña, dibujada por Otelo. Él se muestra entusiasmado, Daira se repone. En ese momento Daira dibuja sobre las flores y a la altura del techo de la casa de Otelo un cerrado punto color amarillo con una serie de marcas puntiformes de color naranja dentro. No hace ninguna referencia sobre el mismo. El punto amarillo está muy cerca de las realizaciones del padre y a la vez, aislado del conjunto. Otro punto único y pequeño dibuja Otelo, como por error, compatible a haber apoyado el marcador en la hoja “sin querer” debajo de la flor grande, de Daira y en dirección a la flor “chica”, hecha por él. Estos dibujos de flores son las únicas versiones del trabajo en conjunto en el gráfico. Es en ese momento que Otelo reclama en tono quejoso: “A mi no me quedó lugar, la mía va a ser más chiquita”. Se refiere a la menor de las flores. 4 Del relato que comienzan Daira dice: “Hacemos un cielo”. “Hay nubes”. “Es una tormenta, para la lluvia de las flores. Ahora de color violeta”. Otelo reclama desconforme sobre el dibujo realizado: “Prefiero más claro, más vivo”. Luego de este reclamo del padre Daira esconde la cara con sus manos. (Gesto que repetirá ante el Rorschach y los juegos). Otelo reacciona acercándose corporalmente y preguntándole. Daira sale del consultorio, vuelve sin hablar y luego dice: “Quiero hacer nubes, un largo camino para ir al espacio”. Con tono acongojado “Me manché la mano”. Y continúa, “Hay una chiquita, hijita que se sale del camino”. En ese momento se mira su abdomen, la panza. A la pregunta responde “Pensé que se me desabrochó el cinturón”. Y sigue con el relato en relación al dibujo, “La nubecita preguntó si puede salir a jugar con la florcita, le dijeron que si”. “Mi mamá me pone el cinturón, a veces me lo desabrocha y se me engancha en el ombligo y me duele”. Otelo, sin relación aparente al gráfico y la referencia de la niña sobre el ombligo y el cinturón, agrega: “Cuando está conmigo no va al jardín”. Daira aludiendo a su madre explica: “Porque no quiere que lo vea” con alteración en la voz dice al padre “No, yo quiero que me veas todo el tiempo”. Y dejando de lado el Dibujo Conjunto pasa a revolver la caja de juegos donde encuentra un camión grande, que está llevando autitos encima. Entonces Daira dirigiéndose al padre dice: “El camión rojo es el oficial”. “El oficial. Ganó el rosa y el azul, amarillo y verde. Ganó el rosa es el oficial que es flaquito”. “No de entre - casa sino de entre - camión y grande. Vos vas a perder porque sos el oficial. Vos no sabes nada”. Daira se impone a sí misma con voz imperativa, mientras cierra los ojos: “Pero primero no hay que saber”. Dibujo Conjunto: Operacionalización en investigación de abuso intrafamiliar. 1.-La Dinámica familiar: (Abelleira y Delucca.2004); evalúa la preservación y eficacia de las funciones del vínculo parental – filial; los lugares atacados y preservados; las identificaciones. En “el camino en el cielo” el vinculo muy encerrado, no es camino, está lleno de mentiras, roturas y Daira encerrada. Los roles e identificaciones parento filiales están invertidos. El vínculo con el padre es de inversión de la asimetría, ella en lugar masculino, adulto y el padre en lugar femenino e infantil. Las funciones parentales tienen efectos paradojales. El orden es confuso. No sostienen la consigna. Sin personas ni personajes, no aparecen los sentimientos. 1.2.- Transferencia / Contratransferencia: Eiguer (1983: 1972: “La transferencia y la contra – transferencia institucional”. Acta Psíquica y Psicológica de América Latina, 18,1. Págs.43-9. 1978. “La prise en charge de familles dans un hospital de jour”. L´information Psychiatrique. 54, 9, págs. 953 -60) define la transferencia en terapia familiar como “El común denominador de los fantasmas y los afectos ligados con la psique común y con un objeto del pasado familiar, y referidos al terapeuta por desplazamiento y por proyección”. La contratransferencia (Pág.64. ibídem) “constituye, en terapia familiar, el conjunto de emociones, representaciones o actos del terapeuta que se manifiestan en ecos de la transferencia de la familia y, por lo general, sin que él lo perciba, es decir, inconscientemente. (cf.A.Eiguer, 1981, 1983. “Le transfert dans la thérapie familiale d´inspiration psychanalytique”, Psychatrique, 57, 7, págs.. 837-50. Un divan pour la famille, París: Le Centurion, Colección Paidós. 223). Eiguer tomando “a Racker distingue entre contratransferencia amplia, en la que incluye todo lo que el terapeuta vive en el marco de su función profesional, y una contratransferencia restringida, que remitiría esencialmente a la vivencia infantil del terapeuta”, (refiriéndose a la reanimación regresiva que se opera dentro de la terapia, y aquello que 5 remite a las representaciones objetales del terapeuta). Así también refiere un desarrollo en diez tiempos de la contratransferencia. 1.3.- La interfantasmatización: Ruffiot y Peters (1991): “Es una comunicación inconsciente entre los miembros de un grupo familiar que se explica por la parte de la psiquis original que se conserva consagrada al grupo”. (Krakov, H.: “Referentes teóricos y clínicos en psicoanálisis de pareja”. Rev. APdeBA 2004 vol. XXVI Nº 3. 2.- Clima del encuentro: el “clima” es algo que proporciona emoción, por la incidencia del circuito pulsional en la conformación de un carácter vincular, generada en el posicionamiento de los partenaires. En Daira la angustia, depresión y ansiedad paranoide escasamente controlada por el yo la lleva a transgredir la consigna, ante la inconformidad del padre. En delito sexual intrafamiliar lo siniestro, falta de la confianza básica, estado apático – hiperactivo, aquí presente es polarizado en caliente - frío, en éste caso habla de “cubitos” de hielo. Cuando esta poniendo caliente, se asusta y asfixia. Ella se muestra atacada, mientras el padre proyecta ataque en el contexto familiar de la madre. En Dibujo Conjunto la polaridad se repite entre “distante – encima”. Con desagrado y horror en referencia a la madre, los gráficos con el papá expresan “aislamiento e intrusión” en el dibujo de la nena en el área que representa la sexualidad, la zona baja de la casa, Daira queda incrustada en la no constituida sexualidad del padre. 3.- Fijaciones primarias de libido Intrasomática: (Maldavsky). 1) Estas fijaciones que se reiteran en los diversos métodos de análisis, cuando se refieren al área sexual nos hablan de rotura; muerte y destrucción – aceptada – como irreparable. 2) Se reiteran en la Lámina VI del Rorschach cuando Daira muestra la falla del yo que se interpreta en los Fenómenos Especiales: “Acción Padecida; Mor. Otros signos son el Determinante FM con forma menos, manifestación de falla en el mecanismo de desplazamiento, falla de mentalización y control de los impulsos. Una posición inerme, habituada al ataque sexual. Este acto no concebido aun como ataque por falta de "mentalización representación". De esta forma la niña tiende a actuar por reproducción del trauma. 4.- Lugar del sujeto: Daira es cuidadora del padre, quien queda en posición de dependencia de la niña. Él superpone aspectos personales, de identificación con Daira en un área interpretada como genital, promoviéndose una zona indiscriminada. (La respuesta del padre, a la investigación de la Imagen de si mismo en el Rorschach es “Mancha”; “Dios cabalgando un demonio”; indica una falla en la función paterna, falla que se repite en lo transgeneracional. Observable en las respuestas de Daira a las Láminas IX y X). Subrayamos la pregunta de Daira “Porqué” cuando se dirige al padre y se relaciona con los diferentes juguetes que representan símbolos fálicos y a la referencia “la flor y el ombligo” lastimado por la madre que produce dolor. Estas respuestas se interpretan como representaciones del sexo femenino por desplazamiento. Daira “Partida en dos” así lo dice mediante el sueño de “la nena mala”, pide que Otelo “La ayude viéndola” al mismo tiempo que desestima esta posibilidad, por que dice en tono adulto, “no sabés nada, vos vas a perder”. (En Daira fracasan las defensas; la erotización es de Libido Intrasomática y “se tapa los ojos” para no ver). Los comentarios casi psicóticos (se reiteran en abusados, pero aclaramos que no son psicóticos sino de abusados). Daira recibiría agresiones de ambos progenitores. 5.- Análisis icónico: como lo figurativo. Daira de 4 años, 1.- se identifica con una figura fálica, 2.- con posición de ayuda y 3.- modalidad de trasgresión en cuanto a la figura representante de lo femenino. El padre, ubicado como femenino arrasa el lugar de 6 la hija en su propia identificación psicosexual. Ella dice “ser un lobo" aspecto masculino – agresivo con idea de ataque que rompe la casa que representa una figura femenina. Cuando ella es objeto de invasión por la figura dibujada por el padre sobre la casa: lo que daría protección casa, como está muy atacada y en desmantelamiento. Daira omnipotente, en – adultomorfizacion – demuestra miedo. Eso la divide en niña mala y buena y tiene culpa. El padre ante el sueño de Daira desmiente para borrar la sospecha de algo que se lo puede estar acusando. Él no logra hacer un compartido, por la imposibilidad de ver a su hija como un sujeto. El techo que él hace es precario, no se sostiene en las paredes y no tiene piso, no puede alojar. Comienzan con algo relativamente vincular, no llegan a formular el “nosotros”. El transito de la irrealidad del cielo, a la imposibilidad terrenal, con pánico. Solo después de sostener la transgresión a la regla de la consigna, hacen flores completas, con tallo corola y límites. La posibilidad de una realización conjunta asusta ambos. Y cada uno se vuelve a meter en si mismo. La nena afuera, en el punto amarillo. 6.- Análisis plástico, lo no figurativo: los colores usados y los rasgos del dibujo indican desamparo, melancolía, paranoia, erotización, depresión. 7.- Trauma sexual: es evaluado según los personajes representados, implica un daño en el área sexual y analiza los diversos símbolos estudiados por el psicoanálisis, tenemos presente el discurso de cada época y cultura en relación con un daño en el área sexual. Daira: ocupa el lugar de atacante masculino del área sexual de la figura femenina que identifica al padre. Pero es sobre su realización “techo” que se encarama el padre, con su parte de atrás de la “casa”. Parte de atrás que en diversos estudios de posibles abusadores tiene una especial relevancia. 8.- Barrera antitóxica sexual desmembrada: “la represión primordial ordena al Yo; y a la constitución de corazas como freno a la intrusión afectiva del contexto ambiente. La efracción de la barrera antitóxica, en la representación de sí mismo y por desplazamiento, de la de sus sustitutos”. El registro de invasión, o de la amenaza de invasión por parte de personajes y objetos desde el contexto externo, desmembra esa barrera. En este caso la intrusión afectiva y corporal – se observa en la “transparencia”, y en la superposición del dibujo del padre sobre el dibujo de la niña. En los dibujos que investigan abuso sexual, la reiteración del trazo y corte de línea, transparencia, apertura de la línea, remarcar la línea por signos compatibles con ansiedad en el área relacionadas a la parte baja del cuerpo, cortes, fallas, aumento en pies y manos, en dedos, en áreas relacionadas al tocamiento y la sexualidad, por contigüidad y por metáfora de la acción; una figura penetra en la otra relacionada con el área sexual por delante o por atrás, en figuras humanas y objetos que representan al sujeto. En éste gráfico de Otelo y Daira, el área sexual es visiblemente agredida. 9.- Erotización: consiste en considerar a la otra persona como objeto sexual. En esta investigación tomamos la definición según Racamier de seducción narcisista: “como una relación narcisista de seducción mutua originalmente dada entre la madre y el bebe; dentro de los primeros tiempos de vida en que el niño está al pecho de la madre, incluso con la extinción de las excitaciones de origen externo o pulsional, y en fin en la escena del circuito de la rivalidad edípica. Seducción narcisista que tiene la función de aminorar las disparidades y sostener el intercambio entre dos personas a quienes unen un profundo parecido y que separa una enorme diferencia. La que está influida por fuerzas de atracción y repulsión. La distorsión de la seducción narcisista, cuando es interminable, si se prolonga más que de los límites de lo necesario al yo y propicia su 7 desarrollo ; si es intolerante ante todo lo que la pueda distraer ; si va en contra del movimiento libidinal de la vida ; si produce la interrupción de las pulsiones sexuales : es el incesto”. 10.- Proxemia: es la ciencia que se ocupa de “las distancias”. La percepción que hace de su espacio físico, de su intimidad personal; en el abuso la zona atacada es la íntima = la sexual. 11.-La incitación mecánica de sustancia no afín (al niño): cuando se observa como resultado de que lo ajeno que invade al niño, al yo, desde la ruptura del pacto de Negativo. Desde otra concepción teórica, Bentovim refiere que los efectos del trauma físico rompen la capa protectora que rodea la mente con consecuencias igualmente duraderas para el bienestar psíquico. El desamparo, la capacidad de dominio socavada, falla de las defensas, sensación de desprotección, de desintegración y un agudo dolor mental acompaña al recuerdo. Goldner1 refiere la diferencia entre la actitud a seguir en el niño abusado, quien tendería a repetir activamente lo sufrido y la niña abusada, quien por su parte queda en el papel de víctima y culpándose. El gráfico de Daira no es definido como un objeto con nombre. 12.- Figurabilidad: lo no representado en lo psíquico, se expresa en el dibujo de los abusados y de los abusadores. Lo no representado, cuando es traumático, promueve actuaciones. Las manifestaciones convergentes, atañen a uno de los sectores de la piel psíquica atacada, en el área que representa la sexualidad. Y es habitual la conjunción, de las dos figuras: en el área sexual Consideramos para esta lectura la teoría y análisis la retórica 1) el modelo metafigural: sinécdoque – inclusión. Metáfora – intersección; Metonimia – contigüidad; Negación – inversión. Y tres tipos de metáfora: A) Las orientacionales: ponen de relieve las oposiciones alto-abajo, arriba-abajo, derechaizquierda, centro-periferia). 13.- Modalidades de los funcionamientos de los grupos familiares en delitos sexuales intrafamiliares: a) Con testigo interno: el caso es más grave cuando hay un testigo que observa el abuso, la violación es con agresividad extrema, con expresión de riesgo de vida por el perpetrador y vivenciado por los chicos y los peritos forenses al examinar el caso. El testigo interno evita la caída en el pictograma indiscriminado violador – violado. b) Con testigo externo: la familia es triádica, perversa. En este grupo, la novia “no ve”. Cuando “ve” Daira queda alejada temporalmente de la agresión – invasión del padre. (Nudel. 2009). 14.- Vínculo paradojal: En este caso, es el padre el que se queja de la falta de cuidado. 15.- Asimetría vincular por poder. Y es el padre quien invade el área de Daira. Del Rorschach de Daira se destaca: Lámina VI: “Esto es una araña. Un apestoso”. Int. “No recuerdo, es una araña grande. Esta parte no es el apestoso”. (Busca otras láminas de color). “Aquí está el apestoso. Los dos apestosos se pusieron encima del pájaro”. Lámina IX: Adicional. “Estos son osos encima de un árbol verde… de Yo” 1 Goldner, V.: Penn, P.; Sheinberg, M. y Wlker, G. (1990): “Love and violencia: gener paradoxes in volatile attachments”. Family Process, 29: 343-365- 8 Escena 4: Después de ver la Lámina VI Daira realiza un juego. Otra vez trata de encajar el perfumero en la toilette del baño y no puede. Baño, dormitorio, una familia, mamá, cuatro chicos. Se desordena todo, todo por la sábana”. En conclusión, en este trabajo que incluye el juego de Daira de meter algo grande en donde no encaja, juego que reitera las escenas vividas dentro del consultorio al ingresar y al realizar el Dibujo Conjunto, a la vez que las escenas relatadas en el Rorschach de ambos, nos permite pensar que la niña se ve reflejada con consciencia ante la vivencia de un daño que ataca el área sexual. Vivencia ante la cual nos interpela y se hace la pregunta: ¿Por qué? Bibliografía Del libro Herramientas para la pericia psicológica en delitos sexuales intrafamiliares (Nudel. 2009) y de la tesis de doctorado en Psicología. 9