CETINA Y SU HISTORIA Cetina, con una población de unos 800 habitantes, está situada a 119 km. de Zaragoza (dirección Madrid), junto a la confluencia de los ríos Jalón y Henar. Su nombre, según algunos, se remonta a la época de los celtas; para otros, tendría un origen árabe. Su principal actividad es la agricultura (mies y ganado lanar). Es a partir de la Edad Media cuando comienza a conocerse su historia. El rey Alfonso I el Batallador la conquista en 1120. Desde entonces la historia de esta Villa ha sido rica y fructífera. Tras su reconquista pasó a ser propiedad de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, pero pronto revirtió a la Corona. Finalmente fue comprada por Gonzalo de Liñán en 1412, a cuyos descendientes perteneció hasta la extinción de los señoríos en el siglo XIX. En la actualidad se conservan restos de su historia y de su vida. Los monumentos más representativos son el templo parroquial y el palacio castillo en cuya capilla, Francisco de Quevedo, contrajo matrimonio con Dña. Esperanza de Mendoza, señora de esta Villa, el 26 de Febrero de 1634; la ermita de S. Juan Lorenzo (construída sobre la casa en que nació) y la de Ntra. Sra. de Atocha (patrona de Cetina). TEMPLO PARROQUIAL DE SAN JUAN BAUTISTA El templo parroquial de Cetina es de arquitectura barroca religiosa aragonesa, siguiendo el estilo del Renacimiento italiano; terminada en el año 1708, (s. XVIII). Fue declarada Monumento Bien de Interés Cultural el día 19 de febrero de 2002. * El retablo central, dedicado a S. Juan Bautista, bautizando a Jesucristo, de madera pintada a imitación de jaspe verde y dorado. Cuatro grandes columnas de estilo corintio, lisas y adornadas con guirnaldas entralazadas. Mazonería policromada. En el centro el tabernáculo-templete con cuatro pequeñas columnas, y terminando en talla policromada que representa la FE. En la parte superior, el escudo de la familia Liñán. Es de planta de cruz latina con tres naves, siendo más ancha y alta la central. Cúpula semiesférica, con pinturas y símbolos de la vida de san Juan Bautista, apoyada sobre pechinas que representan a los cuatro evangelistas. Tanto la nave central, como la cúpula, el presbiterio y el crucero están profusamente decorados por pinturas barrocas con motivos religiosos y florales, atribuidas a Francisco del Plano y García de la Cueva, natural de Visiedo (Teruel). La restauración de estas pinturas, fue la causa principal de la total restauración interior del templo en el año 1995. Tanto el retablo central-mayor, como los nueve existentes en las naves laterales y en los extremos del crucero, son gemelos, barrocos y de una gran calidad, todos ellos de principio del siglo XVIII. * Retablo de S. Juan Lorenzo hijo y patrón de Cetina (martirizado en Granada en el año 1397); en la calle central, relieves policromados con escenas de los milagros y martirio de san Juan Lorenzo. * Retablo de Santa Ana, San Joaquín y la Virgen; en la calle central, pinturas sobre tabla que representan el nacimiento y desposorios de la Virgen María. * Retablo del Santo Cristo, (imitación del retablo central). Pintura sobre tabla representando el calvario: la Virgen María, S. Juan, el sol y la luna y al fondo Jerusalén. Imagen del Santo Cristo crucificado, de talla policromada de comienzos del siglo XVIII (año 1714). * Retablos de la Virgen del Rosario; de Santa Teresa; de la Sagrada Familia; de San Miguel Arcángel; de la Asunción de Ntra. Sra.; de San Francisco Javier. Todos del siglo XVIII.