220-109737 Asunto: Capacidad social y objeto social - Registro contable de la obligaciones entre sociedad y accionista. compensación de En atención a su escrito radicado en esta entidad el día 19 de octubre de 1999 con el No. 397.091, en el cual consulta sobre la procedencia jurídica y contable de que una sociedad anónima asuma obligaciones personales del accionista mayoritario, habiendo éste, a su vez, garantizado obligaciones sociales con bienes propios, sin que tal circunstancia esté prevista en el objeto social principal y si se ajusta a derecho el sistema de compensación de obligaciones con cargo a futuras utilidades de ejercicios posteriores, este despacho se permite hacer las siguientes consideraciones de orden legal: 1- La capacidad social y el desarrollo del objeto social. Sea lo primero advertir que este despacho ha manifestado de manera reiterada que la capacidad jurídica de las sociedades debe circunscribirse al desarrollo de las actividades principales que constituyen su objeto social, entendiendo por tales el conjunto de operaciones que se propone realizar para ejercer de manera permanente una actividad económica, en los términos de los artículos 99 y 110 numeral 4 del Código de Comercio. Sobre este aspecto, esta Superintendencia, mediante Oficio AN-08891 del 23 de abril de 1987 se ha referido al sentido y alcance de las disposiciones citadas, poniendo de presente, además, que conforme a éstas y a la regla general de capacidad de los representantes legales establecida en el artículo 196 ídem, es que se busca asegurar que la personalidad jurídica de la sociedad opere en función de la actividad que pretenden desarrollar los socios al celebrar el contrato por el cual se han obligado a aportar y en virtud del cual tienen derecho al reparto de utilidades que se lleguen a obtener a través de su ejecución. En ese orden de ideas, las compañías comerciales solo tienen capacidad para efectuar los actos señalados en la cláusula de su objeto social dentro de los cuales se entienden incluidos aquellos que se relacionan directamente con el mismo y los que tengan como finalidad ejercer los derechos o cumplir con las obligaciones derivadas de la existencia y actividad de la sociedad, de suerte que si la capacidad del ente societario está limitada por una disposición contractual indicativa de su objeto, resulta obvio que cualquier acto que exceda dicho límite es violatorio de los estatutos y compromete la responsabilidad de los administradores que lo ejecuten. En atención a las consideraciones anteriores y teniendo en cuenta las hipótesis planteadas en la consulta, el despacho advierte que se desbordaría la capacidad jurídica en el evento que el ente societario llegare a celebrar actos que se propongan garantizar o pagar obligaciones ajenas a las propias, pues, como Usted lo afirma en su escrito, éste no se contempla dentro de su objeto principal y bajo ninguna circunstancia podría en las condiciones proyectadas deducirse que exista relación causal con el mismo, cualquiera sean las actividades que lo constituyen. Aún si como consecuencia de la operación que se plantea, efectivamente se consigue disminuir el porcentaje de endeudamiento social, ello no valida ni legitima la implícita violación legal. Para un mejor entendimiento veamos de manera separada los supuestos planteados en la consulta: A través de garantías hipotecarias constituidas sobre bienes de propiedad del accionista mayoritario de una sociedad anónima se garantizan obligaciones de la sociedad y propias del accionista, lo cual es perfectamente viable y ajustado a derecho, si se tiene en cuenta que en nada se compromete la capacidad social. Con dichos bienes el referido accionista constituye un patrimonio autónomo a través de un contrato de fiducia mercantil, que tiene como finalidad enajenar los bienes fideicomitidos y cancelar las obligaciones de la sociedad y del accionista, quienes serán los beneficiarios de tal contrato. No encuentra reparo el despacho en que sea la constitución de un patrimonio autónomo con bienes de un tercero el medio por el cual se canalice la referida operación. Si agotado el dinero proveniente de la venta de tales bienes quedare un excedente por cubrir de las obligaciones del accionista, la sociedad asumirá su pago, en cuyo caso los pagos o abonos así realizados se registrarán en la contabilidad de la sociedad en la cuenta "cuentas por cobrar accionistas", código 132510. A su vez, el valor pagado correspondiente a las obligaciones del accionista mayoritario será compensado y registrado en la cuenta "cuentas por pagar a accionistas" con el valor que resulte de la venta de sus bienes dados en fiducia mercantil. Como consecuencia de lo anterior, el registro contable de las actuaciones en exceso, si bien refleja el acontecer de un hecho económico, no legitima ni valida la ilegalidad en que se pudo incurrir. Si aún resultare saldo a cargo del accionista mayoritario, éste se compensará con los dividendos futuros que le correspondan, hasta tanto se cancele en su totalidad el pasivo refinanciado. El hecho de que pueda preverse el futuro pago de la deuda asumida por la sociedad, tampoco desvirtúa la contravención estatutaria. No obstante lo anterior, es conveniente precisar, que la operación propuesta resultaría jurídica y contablemente viable siempre que los estatutos sociales contemplen como actividad principal en la cláusula del objeto social, la posibilidad de garantizar o pagar obligaciones de sus accionistas o de terceros, lo que necesariamente implicaría una reforma estatutaria en los términos de los artículos 158 a 161 y 421, todos del Código de Comercio. Llevada a cabo la citada reforma estatutaria, y manteniéndose los supuestos mencionados en la consulta, habría que suponer que el valor de los bienes fideicomitidos sea suficiente para cubrir en un porcentaje considerable el pasivo a su cargo, y que una vez verificada la operación se advierta la disminución del pasivo social incrementado ya en los saldos insolutos de las obligaciones personales del accionista, lo que supone también que el valor de éstos últimos no podría ser superior al de la sociedad, antes de la operación. De otra parte, en el entendido que se haya dotado de capacidad suficiente a la sociedad, vale la pena poner de presente que como quiera que se ha previsto cruzar los eventuales saldos insolutos de las obligaciones propias del accionista mayoritario con las también eventuales utilidades que le correspondan a éste último por ejercicios posteriores, resultaría conveniente prever la posibilidad de cubrir tales saldos de forma diferente en el evento de no obtenerse las utilidades proyectadas. 2- La compensación como modo de extinción de las obligaciones. Ahora bien, en el entendido de que con la operación consultada la sociedad se obligue válidamente porque le asista capacidad para ello, procede el análisis de viabilidad de la compensación, en los siguientes términos: La compensación es una figura prevista en la ley que consiste en la posibilidad de extinguir recíprocamente y hasta la concurrencia de sus valores, obligaciones de dos personas cuando ambas son deudoras una de otra y siempre que se cumplan los requisitos en ella establecidos. Conforme a lo establecido en los artículos 1715 y 1716 del Código Civil, la compensación opera por el solo ministerio de le ley cuando se den los siguientes requisitos: Que ambas partes sean personal y recíprocamente deudoras y acreedoras; Que ambas deudas sean análogas, es decir, que ambas deudas sean de dinero, o de cosas fungibles o indeterminadas de igual género y calidad; Que ambas obligaciones sean líquidas, es decir, que se conoce con exactitud su existencia y su monto, y, Que ambas deudas sean actualmente exigibles. Sin perjuicio de lo anterior, veamos si en el evento planteado se cumplen los mencionados requisitos a efectos de verificar la procedibilidad de la compensación allí propuesta. El accionista mayoritario de la sociedad anónima adquiere la condición de acreedor personal de ésta por el valor de los bienes fideicomitidos y la de deudor por los saldos insolutos que resulten si una vez agotados los recursos provenientes de la venta de los bienes estos no alcanzan a cubrir la totalidad de las obligaciones a su cargo. A su vez, la sociedad es deudora de su accionista por el valor de las obligaciones a su cargo que sean canceladas con el producto de la venta de los bienes que aquél transfiere al patrimonio autónomo que para el efecto se constituya, y acreedora por el valor que pague de las insolutas personales del accionista. Ambas obligaciones están representadas en derechos de crédito sobre sumas de dinero. Al momento de registrarse la pretendida compensación en la contabilidad de la sociedad, la existencia y cuantía de ambas obligaciones será líquida y claramente determinada, pues corresponden a valores ciertos y concretos. Finalmente, la causación de las obligaciones que se pretenden compensar, pone a cada uno de sus titulares en la situación jurídica de hacer efectivo su cumplimiento, es decir, no debe existir obstáculo jurídico para que el acreedor pueda compeler al deudor a la ejecución de la obligación. 3- La contabilización de la compensación. Finalmente, y reiterando la necesidad de adecuar los estatutos, no encuentra reparo alguno este despacho en la forma como se pretende registrar la operación de compensación en la contabilidad de la sociedad, pues se ajusta a la técnica contable de acuerdo a los pronunciamientos de general aceptación en Colombia, especialmente el contenido en la dinámica de que trata el Decreto 2650 de 1993 para la cuenta 1325 (cuenta por cobrar a socios y accionistas) y en la 2355 (cuenta por pagar, deudas con accionistas y socios). En los anteriores términos damos respuesta a su consulta, no sin antes advertirle que el alcance del presente pronunciamiento es el contemplado en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.