EL PRIMER MES DEL BEBÉ Iª PARTE CABEZA Puesto que la cabeza es la parte del cuerpo que suele abrirse paso a través del canal del parto puede verse afectada por esto y presentar al nacer alguna deformidad o “moldeamiento” haciendo que la cabeza tenga formas no naturales. Esto desaparecerá al poco tiempo cuando los huesos de la cabeza del bebé vayan redondeándose. Estas deformaciones no aparecen en la cabeza de los bebes nacidos por cesárea ya que estos no han tenido que atravesar el estrecho canal vaginal. De todas formas no te preocupes pues en poco tiempo la cabecita de tu bebé se verá normal. También pueden presentar asimetrías en cara, nariz y orejas por la postura en el útero y esta situación también se resolverá en poco tiempo. Si algo te preocupa acude a la consulta. CAPUT SUCEDANEUM: “tumor del parto” Es una inflamación serosa o sanguínea del cuero cabelludo del recién nacido ocasionada por la presión del útero o la pared vaginal durante el parto en la presentación cefálica (la normal- de cabeza-) y sobre todo si en la expulsión se han ayudado de una ventosa. Tocándolo se nota una zona blanda y hay una sensación de estar notando líquido en la cabeza. Es una masa suave y esponjosa. En unos días el niño reabsorbe este líquido y la cabeza queda con forma normal. El bebé no tiene ninguna secuela por este proceso. CEFALOHEMATOMA: Está provocado por la presión que ejerce la cabeza del bebé contra los huesos pelvianos de la madre al atravesar el canal del parto. Se produce una hemorragia entre el periostio (que es la membrana que recubre el hueso) y el hueso del cráneo: aparece a las pocas horas del nacimiento y aumenta de tamaño en los pocos días posteriores al parto. Tocándolo no se nota nada ya que el líquido está por debajo del hueso. Se ve la cabeza deformada. El líquido se acaba reabsorbiendo, aunque tarda más que el caput en hacerlo pues el líquido está por debajo del hueso y esta zona está menos vascularizada. Desaparece totalmente entre las 2 semanas y los 3 meses del nacimiento. La cabeza queda con forma normal. El cerebro del bebé no sufre ninguna secuela por este proceso. ACABALGAMIENTO DE LOS HUESOS DEL CRANEO: El cráneo del bebé esta formado por varios huesos independientes que a la larga se acabaran fusionando. Como las suturas de los huesos del cráneo aun no están cerradas los huesos pueden montar unos sobre otros para ocupar menos espacio. Esto se produce en el momento del parto y así la cabeza puede salir más fácilmente por el canal vaginal sin provocar lesiones ni en el bebé ni en la madre. Tras salir el bebé los huesos poco a poco vuelven a colocarse separados. Los huesos del cráneo (que aun no están cerrados) se montan unos sobre otros para disminuir su perímetro. FONTANELAS: Son espacios separados que se observan entre los huesos del cráneo del bebé. Y que poco a poco se van cerrando. Se denominan también puntos blandos o deprimidos. Están formados por tejido fibroso entre los puntos de unión de varios huesos. Si estos espacios no estuvieran abiertos y separados, el cerebro del bebé no podría crecer. Al nacer hay 2 fontanelas: - ANTERIOR (Bregmatica): En la parte superior, en la mitad, justo delante del centro de la cabeza. Al principio es pequeña y luego va agrandándose algo conforme crece la cabeza del bebé. Suele medir entre 2,5 y 7,5 cm. Tiene forma de diamante. Es blandita y a veces al poner la mano sobre ella notaremos la pulsión del corazón del bebé. Cuando el bebé llora o se esfuerza podemos ver como la piel que recubre la fontanela sube y baja, esto es completamente normal. Poco a poco se va cerrando volviéndose hueso. Termina de cerrarse entre los 10 - 21 meses de vida. - POSTERIOR (Lamboidea): Esta en la parte posterior de la cabeza. Es mucho más pequeña que la anterior. Tiene forma de triángulo. Generalmente se cierra hacia el mes de vida, pero puede cerrarse al poco de nacer o notarse abierta hasta los 2 meses de vida o algo después. COSTRA LACTEA: (DERMATITIS SEBORREICA DEL CUERO CABELLUDO) Es una especie de caspa que aparece en la cabeza de los bebes y que si es muy intensa se agrupan formando gruesas costras escamosas grasosas de color blanco amarillento, grisáceo o marronáceo. Es bastante frecuente en los primeros meses de vida de los bebés. Esta costra puede extenderse a otras partes del cuerpo como alrededor de las orejas, el pliegue de la nariz, las cejas, el área del pañal, el cuello, las axilas u otros pliegues. Cuando no está en el cuero cabelludo recibe el nombre de dermatitis seborreica. Aparece a las pocas semanas del nacimiento y desaparece alrededor de los 6-12 meses de vida, aunque puede persistir más tiempo (hasta los 3 años). Algunos bebes solo tienen escamas en un área reducida, mientras que otros tienen todo el cuero cabelludo cubierto de escamas. La costra láctea es inofensiva para el bebé. No se sabe por que se produce (algunos piensan que es por un paso de hormonas de la madre al bebé, hacia finales del embarazo, que estimulan en exceso las glándulas productoras de sebo del bebé que, al producir tanta grasa, forma esta costra. A esto se añade en ocasiones la irritación a causa de un hongo). Lo que sí se sabe es que no está producida por falta de higiene o por alergia. No es contagiosa y no molesta en absoluto al bebé, aunque sí es muy extensa y gruesa podría producirle algo de picor. En este último caso, el rascado excesivo del área puede ocasionar inflamación adicional y las grietas en la piel pueden provocar infecciones leves o sangrado. ¿Cómo deberíamos actuar? En realidad no necesitas hacer nada, pero si te resulta molesto, trata de lavarle la cabeza cada día y cepillarlo cuidadosamente usando un cepillo blandito. Lo que nunca debes hacer es rascar las costras sin reblandecerlas ni intentar desprenderlas arrancándolas con las uñas pues ello puede provocarle lesiones en la piel y favorecer la sobreinfeccion. Puedes ponerle aceite puro natural (de oliva o almendras dulces) en las zonas de las costras y dejarlo un rato (15-20 minutos) para que se reblandezcan (puedes cubrirle la cabeza con un pañuelo para que se absorba mejor) y luego pasarle el cepillo o un peine finito a contrapelo intentando quitarle las escamas. A continuación lava el cuero cabelludo utilizando un champú suave para bebés. No lo dejes con el aceite en la cabeza porque puede tapar los poros y hacer que las escamas se adhieran y al secarse empeoren el problema. Podrías dejarlo unos minutos (3-5) con el champú puesto antes de proceder al enjuague, para que el aceite salga mejor. Una vez haya desaparecido la costra láctea, para que no vuelva a aparecer, debemos seguir lavando la cabecita del bebé con cuidado, con un champú suave, 2 o 3 veces a la semana. Con esto será suficiente para que el problema no vuelva a aparecer. Si la costra es muy extensa o gruesa y no desaparece a pesar de tus cuidados, o si notas la piel alrededor de las escamas muy roja, o supura o algo te preocupa, acude a la consulta. OBSTRUCCION LAGRIMAL DEL RECIEN NACIDO: Es una falta de canalización de la vía lagrimal. Es una situación bastante frecuente. Hasta un 20% y más de los bebés presentan este problema al nacer. Los conductos pueden estar obstruidos total o parcialmente en uno o los dos ojos. Generalmente el desarrollo del canal lagrimal se completa tras el nacimiento, y solo en un 5% de los bebes persiste este problema despues de los 2 meses de vida. Durante el primer año de vida, las posibilidades de que el canal lagrimal se desobstruya espontáneamente son muy altas. Despues de los 12 meses de vida las posibilidades descienden. Los síntomas son similares a los de las conjuntivitis: lagrimeo y secreciones blancas o amarillentas en parpados y pestañas, y a veces una conjuntivitis por infección. Esto empezaras a notarlo alrededor de dos semanas después del nacimiento, al formarse las primeras lagrimas reales (hasta ese momento tiene las suficientes lagrimas para mantener húmedas la superficie de los ojos pero no las suficientes para que se acumulen y derramen) Una vez que las lágrimas del bebé comienzan a circular deben drenar a la nariz a través de diminutos conductos localizados en el ángulo interno de sus ojos. Si la membrana que recubre estos conductos no se abre por si misma poco después del nacimiento, o si solo lo hace parcialmente, la secreción volverá hacia los ojos y caerá fuera y además puede infectarse con facilidad. Al principio notaras que el bebé tiene los ojos llorosos y si la situación se prolonga (al infectarse) notaras que aparecen secreciones blancas o amarillentas en la comisura del ojo. Por la noche se van acumulando y secando y por la mañana pueden tener los ojos llenos de legañas y con los parpados pegados. La causa más común es la obstrucción del canal lacrimonasal (conducto por el que circulan las lagrimas desde el jo a la nariz). Esta obstrucción ocurre por falta del desarrollo del canal lagrimal que tarda algo en completarse tras el nacimiento. ¿Que podemos hacer? En el momento en que empieces a ver un lagrimeo en sus ojos intenta desobstruir sus conductos lagrimales con masajes suaves sobre la piel cercana al ángulo interno de su ojo. Ejerce una presión suave, de abajo arriba, en esta zona, varias veces al día, y así puedes ayudar a que se abra la membrana y quede despejado el conducto. En algunas ocasiones compresas tibias con suero o manzanilla pueden ser útiles. Hasta que consigamos abrir completamente el conducto, tendrás que limpiarle al bebé sus ojos varias veces al día, sobre todo si tiene secreciones, para que no se infecten: empapa una gasa con suero fisiológico y pásala suavemente por el ojo desde la comisura interna hacia afuera. Usa una gasa para cada ojo. Debido a que durante el primer año de vida las posibilidades de resolución espontanea son altas, se recomienda el tratamiento con masajes del saco lagrimal, lavados oculares y gotas antibióticas si hay infección. Si a pesar de todos los cuidados sigue obstruido o si algo te preocupa, acude a la consulta. Si al año de edad persiste la obstrucción se sugiere la intervención quirúrgica que consiste en un sondaje lagrimal. HEMORRAGIA SUBCONJUNTIVAL: Durante el parto puede suceder que por las presiones de la pared vaginal de la madre, se rompa una pequeña venita del ojo del bebé y salga un poco de sangre que se filtra bajo la membrana que recubre el ojo y se ve en el blanco del ojo. Se trata de algo inofensivo, no le duele al bebé, no afecta para nada a la visión y desaparece al cabo de unos pocos días. TRONCO Como la pared del tórax del bebé es muy fina, es probable que veas como se mueve con los latidos de su corazón que como ya sabes va más rápido que el del niño mayor (frecuencia entre 100-160 latidos/minuto). Esto es normal y no debe preocuparte. Es normal que el abdomen del bebé sea grande y redondeado, a veces al llorar el bebé o hacer una gran fuerza podemos ver como la parte central de la barriga se proyecta algo hacia fuera entre los dos músculos del abdomen. Esto es normal, no es una hernia y va desapareciendo conforme el niño va creciendo y los músculos se juntan y endurecen. RESPIRCIÓN PERIÓDICA DEL RECIÉN NACIDO: Consiste en episodios en los que la respiración es irregular, hace pausas y no sigue el ritmo inspiración-espiración habitual del niño. El bebé respira realizando pausas respiratorias (apneas) de corta duración (no más de10 segundos) seguidas de una serie de respiraciones muy seguidas a un ritmo muy rápido durante otros 10 o 15 segundos. Esta respiración es típica durante el sueño del recién nacido. Es el patrón respiratorio típico durante los primeros días de vida. El bebé presenta buen aspecto, buen color y el episodio cede sin realizar nada especial. Es una característica normal de la respiración del neonato, que no tiene importancia y que desaparecerá con el tiempo. Si te preocupa acude a la consulta. Los bebes de un mes tienen una frecuencia respiratoria entre 40-50 respiraciones por minuto. INTUMESCENCIA MAMARIA: Aparece en los primeros días de vida. Las mamas del bebé están algo rojas e hinchadas y pueden aparecer unas gotas de secreción blanca a través del pezón “leche de brujas”. Esta situación es absolutamente normal. Se debe al paso de hormonas maternas (sobre todo estrógenos) durante el embarazo. No hay que tocar ni exprimir las mamas ya que podrían infectarse. Desaparece en unos 6-10 días. A veces puede persistir un poco más. Solo si la mama está muy roja y por la areola sale secreción purulenta hay que acudir al pediatra pues podría ser una mastitis que requeriría tratamiento antibiótico. Esta situación es rara pero en ocasiones si puede darse. Si os preocupa el aspecto de la mama del bebé: venid a la consulta. POLITELIA: Este nombre tan “raro” se da a la presencia de pezones o areolas de más. No es muy frecuente, pero en ocasiones puede aparecer algún pezón o areola mamaria de más. Pueden estar localizados en cualquier sitio del tronco siguiendo la trayectoria de las líneas mamarias. Lo más común en el hallazgo de un pezón y areola incompletos es que aparece algunos centímetros por debajo de la mama normal, ya sea en uno o en los dos lados. Este cuadro no produce síntomas, por lo que no es necesario tratarlo. XIFOIDES PROMINENTE: El apéndice xifoides (cartílago que está en el extremo distal del esternón) se aprecia en muchos recién nacidos, abultado en el epigastrio, dando la impresión de tratarse de una hernia de línea media. Esto es una característica normal del tórax del niño y no es una hernia. Generalmente desaparece al agrandarse en tórax. OMBLIGO CUTANEO: Tras caerse el cordón umbilical en algunos bebés el ombligo queda hacia fuera entre 0,5 y 3 centímetros, quedando lo que se denomina “ombligo cutáneo”. Con el paso de del tiempo lo normal es que se vaya introduciendo hacia dentro de la piel, en la propia cicatriz umbilical. Sólo algunos niños siguen teniendo el ombligo hacia fuera durante algunos meses. Pero si no hay ningún otro signo, como sangrado, enrojecimiento o supuración (síntomas de que el ombligo se ha infectado, causando una onfalitis), no habremos de preocuparnos. No hay que poner un esparadrapo ni una faja ni una moneda ni ningún otro objeto, ya que esto no va a acelerar la resolución del caso y lo único que puede hacer es perjudicar al bebé. HERNIA UMBILICAL: Se observa en un 8-10% de todos los recién nacidos. La pared del abdomen tiene algunos puntos débiles (en la zona de unión de músculos) y en ocasiones esos sitios ceden y abultan hacia fuera apareciendo lo que denominamos hernia. La zona del ombligo es uno de estos puntos. Estas hernias se hacen mas visibles cuando el bebe hace fuerza y aprieta la barriga al toser, llorar o apretar para hacer caca. Hay hernias que parecen muy grandes pero que al palparlas se ve un orificio minúsculo y otras que parecen mas pequeñas pero que la separación de la pared abdominal es mayor. Pero las hernias no se producen porque el bebé llore mucho o haga mucha fuerza con la barriga, sino porque tiene esa zona débil. Esta hernia aparece ya al nacer o unos días después y siempre puede reducirse (meterse hacia dentro) fácilmente al apretar un poco. Suele aumentar un poco de tamaño en los primeros meses de vida, cosa que se ve favorecida por la fuerza que hace el bebé cada día, sobre todo en niños que tienen gases, lloran mucho o van estreñidos. Pero lo habitual es que (si no son muy grandes) vayan reduciéndose hasta desaparecer al ir fortaleciéndose la musculatura abdominal del niño. Si son muy grandes o no han desaparecido al cumplir los 3 años, se enviaran al cirujano infantil para que las valore. La mayoría de las hernias han desaparecido a los 5 años de vida. Lo que no tienes que hacer nunca es poner una faja o un esparadrapo o una moneda o ningún otro objeto para intentar reducirlas ya que nada de esto es efectivo. Se van reduciendo de forma natural o si no, es que precisan cirugía. Si tienes dudas acude a la consulta.