la investigacion con celulas madre

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Preguntas y respuestas sobre
LA INVESTIGACIÓN CON CÉLULAS MADRE
“Sólo Dios es el Señor de la vida, desde su comienzo hasta su término; nadie, en
ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser
humano inocente.” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2258)
Los Obispos de Pennsylvania
INVESTIGACIÓN CON CÉLULAS MADRE
En la actualidad, la ciencia médica sostiene la promesa de curar enfermedades y
promover avances médicos que van más allá de todo lo alguna vez imaginado, incluso
una generación atrás. Mucho de lo que oímos, especialmente a través de relatos en los
medios de comunicación, sobre este tipo de “milagro médico” tiene que ver con una
extraordinaria tecnología denominada investigación con células madre. Este nuevo
campo de investigación médica actualmente trata numerosas enfermedades y lesiones
y abriga la esperanza de nuevas curas mediante la utilización de células madre adultas.
Nos regocijamos con estos avances en la ciencia médica y la promesa de llevar alivio al
sufrimiento humano. Asimismo, tenemos la obligación de impedir que las capacidades
médicas progresen tan rápidamente que carezcan de una base ética y moral.
Independientemente de lo que logremos, debemos estar seguros de que no se trata
simplemente de lo que somos capaces de hacer, sino de lo que debemos hacer. Además
de un contexto moral concreto y necesario para el desarrollo médico, también existe un
contenido ético para la toma de decisiones relativas a la investigación con células
madre. Es esta dimensión moral de la ciencia médica lo que queremos destacar.
Como Obispos de Pennsylvania, tenemos la responsabilidad de ayudar a las personas a
formar una opinión moral e informada acerca de una de las cuestiones más importantes
con las que nosotros, como comunidad, nos enfrentamos hoy en día. Debemos
examinar cuidadosamente los hechos para determinar exactamente cual es el tema en
discusión y por qué corresponde aplicar la prohibición moral de utilizar medios
perversos para alcanzar un fin bueno.
¿Qué es una célula madre?
Una célula madre es una célula no especializada. Las células madre tienen la capacidad
de transformarse en una amplia variedad de tejidos que constituyen el cuerpo humano.
Es por esto que resultan tan atractivas para los investigadores. La ciencia de la terapia
celular estudia los métodos para reemplazar, reparar o mejorar la función biológica de
tejidos u órganos dañados del organismo.
¿Qué son las células madre embrionarias?
En el preciso momento en que comienza la vida humana, el espermatozoide y el óvulo
se unen para formar un embrión. Una vez transcurridos aproximadamente 5 a 7 días de
desarrollo, el embrión contiene células embrionarias en su interior que pueden ser
extraídas. Para realizar este procedimiento es necesario matar al embrión. También
pueden obtenerse células madre similares de tipo embrionario a partir de fetos
abortados. Las células extraídas son, entonces, cultivadas en un laboratorio y allí
comienzan a duplicarse una y otra vez.
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¿Qué son las células madre adultas y de dónde provienen?
Afortunadamente, los embriones no constituyen la única fuente de células madre. Se
pueden encontrar células madre adultas en un individuo, en cualquier momento
después de su nacimiento. Existen varias fuentes éticas de células madre que
representan una esperanza real para la cura y el tratamiento de enfermedades. Las
células madre provenientes de tejidos de adultos, con instrucciones para diferenciarse
en un número limitado de tipos de células, tales como células del hígado, el cerebro y la
sangre, se denominan células madre adultas. Estas también tienen la capacidad para
transformarse en tejidos específicos. Las células madre de tipo adulto pueden, además,
extraerse de diferentes fuentes relacionadas con el embarazo, tales como el cordón
umbilical, la placenta y el líquido amniótico. En la actualidad, algunos científicos
sostienen que, además de estar más fácilmente disponibles, las células madre adultas
resultan también más eficaces para el tratamiento de enfermedades.
¿Cuáles son los tipos de células madre que resultan más exitosas desde el
punto de vista médico?
Las células madre provenientes de la sangre de la placenta o del cordón umbilical han
demostrado ser extraordinariamente eficaces, similares a otras células madre adultas.
En un principio se pensaba, teóricamente, que las células madre provenientes de estas
distintas fuentes serían ineficaces, por estar limitadas en su capacidad para
transformarse en diferentes tipos de células. Sin embargo, se ha logrado diferenciar con
éxito células madre de fuentes alternativas para formar tejidos específicos y ya son
eficaces para la cura de enfermedades humanas. Ya son más de 50 las enfermedades
que han sido tratadas exitosamente en seres humanos utilizando células madre adultas
y del cordón umbilical.
¿Qué nos enseña la Iglesia acerca de la investigación con células madre
adultas?
La Iglesia no se opone a todas las investigaciones con células madre. De hecho, la
Iglesia alienta y apoya los avances médicos y tecnológicos. Las células madre adultas
son una solución. Estas células están presentes en nuestro organismo y proporcionan
un mecanismo de reparación natural para muchos tejidos. Contamos con distintos
métodos para la obtención de células madre humanas de los adultos. Más aún, muchas
de las terapias practicadas en seres humanos han sido desarrolladas con éxito mediante
la utilización de células madre adultas. Entre ellas podemos mencionar tratamientos
para leucemia, diabetes juvenil, lesión de la médula espinal, inmunodeficiencia y daño
de córnea. Es importante destacar que las terapias desarrolladas en seres humanos
mediante la utilización de células madre embrionarias jamás han sido exitosas.
¿Porqué es inmoral la extracción de células madre embrionarias?
El fondo de la cuestión moral que trae aparejada la investigación con células madre
embrionarias es el hecho de que debe matarse al embrión para poder utilizar las células
madre a los fines de investigación — ofreciendo así la posibilidad de beneficiar a otras
personas. Los embriones son seres humanos y se encuentran en el comienzo mismo del
proceso de desarrollo de sus vidas. A pesar de que, en este punto, el embrión humano
es diminuto, nosotros, como seres humanos y en solidaridad con esa vida, no podemos
desentendernos y permitir que se lo utilice simplemente como una mercancía para
nuestra conveniencia o nuestro beneficio. Tal como nos enseña el Catecismo de la
Iglesia Católica, “Sólo Dios es el Señor de la vida, desde su comienzo hasta su término;
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nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo
a un ser humano inocente” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2258).
Hay quienes sostienen que, como existen cientos de miles de embriones congelados en
clínicas de fertilidad que simplemente van a ser desechados, debería permitirse su
utilización a los fines de investigación. Este argumento ignora el hecho de que esos
embriones son seres humanos y, en primer lugar, no debería considerárselos como
material de desecho. Sería como decir que dado que una persona va a morir, es lícito
matarla. Lo inmoral de esta experimentación es que, en cada uno de los casos, se
estaría destruyendo intencionalmente un embrión humano en vías de desarrollo sólo a
los fines de realizar una experimentación científica. Nunca pueden utilizarse métodos
inmorales ni siquiera para alcanzar un fin bueno y noble.
¿Existe alguna diferencia entre las células madre embrionarias y las líneas de
células madre?
Tanto científicos como moralistas hacen la distinción entre embriones, células madre
embrionarias que se obtienen matando al embrión, líneas de células madre que se
desarrollan ya sea a partir de células madre embrionarias o adultas y productos
preparados con líneas de células madre. Existe una diversidad de juicios morales
relativos a cada uno de estos aspectos específicos de la investigación con células
madre. En esta reflexión pastoral nos concentramos en los embriones humanos y en la
prohibición moral de destruirlos para producir células madre a los fines de
investigación.
¿Se podría recurrir a la financiación estatal para la investigación con células
madre embrionarias?
La financiación estatal alentaría aún más la destrucción de embriones humanos por
parte de los investigadores. Debemos oponernos a que se utilice el dinero de nuestros
impuestos para proyectos de investigación que contemplan la destrucción de la vida
humana. Cuando ingresamos en el terreno de los asuntos públicos, cada uno de
nosotros tiene la obligación de emitir su opinión y defender la vida humana. No
podemos avanzar por el camino del desarrollo científico sin suficiente reflexión moral y
juicio ético.
¿Cual es el rol de la Iglesia en este debate?
La Iglesia, que es la voz de Cristo aplicando su Evangelio al mundo de hoy, nos da su
opinión con 2000 años de experiencia humana y hace una reflexión sobre esa
experiencia a la luz de la palabra de Dios y guiada por la sabiduría del Espíritu Santo.
Es tarea permanente de la Iglesia, como así también de todos los miembros de la
sociedad, estar alertas para recurrir a la sabiduría de Dios y la ley natural, ya que ella
nos brinda una reflexión ética y moral sobre aquello que somos capaces de hacer desde
el punto de vista tecnológico y científico. No se trata de lo que podemos hacer sino de
lo que debemos o no debemos hacer de conformidad con el plan que Dios diseñó para
nosotros.
Muchas personas en nuestra sociedad sostienen que los avances científicos no deberían
verse restringidos por escrúpulos morales. Reiteradamente oímos decir que la
investigación con células madre embrionarias ofrecerá muchos beneficios. Este buen
fin, nos dicen, indudablemente justifica cualquier medio que sea necesario para
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lograrlo. Sin embargo, apartarnos del antiguo precepto moral de que el fin no justifica
la utilización de medios inmorales, significaría situarnos en el camino de la anarquía
moral.
El debate sobre la investigación con células madre embrionarias nos enfrenta con un
principio y una decisión de índole moral y humana fundamentales. No podemos permitir
que el conocimiento científico y los avances tecnológicos se extiendan más allá de los
principios éticos y morales necesarios. Ambos deben avanzar juntos, siempre
esforzándose por abrazar el orden moral y natural de la vida humana tal como Dios lo
planificó.
ORIENTACIÓN MORAL Y ÉTICA
En su Carta encíclica, Evangelium vitae (el Evangelio de la vida), el Papa Juan Pablo II
elogia los esfuerzos de investigadores y profesionales de las ciencias médicas. Sin
embargo, al mismo tiempo, el Evangelio de la vida recuerda a todos aquellos
comprometidos con la investigación médica y con los servicios de cuidado de la salud
que tienen la “peculiar responsabilidad” de preservar la dignidad e integridad de la vida
humana (EV, n. 89). Esta responsabilidad reviste un creciente grado de importancia en
nuestra sociedad moderna que, cada vez más, se inclina por abrazar la “cultura de la
muerte”, una cultura que aprueba la destrucción de la vida humana en el vientre
materno y promueve la creación de vida humana para luego destruirla con el único
objeto de extraer sus partes.
Lo que estamos presenciando es el conflicto que surge a partir de dos conjuntos de
normas éticas para la vida humana completamente diferentes. Por un lado, la ética
tradicional judeo-cristiana nos enseña que toda vida humana es sagrada y que jamás
debe ser considerada una mercancía ni debe destruirse simplemente para el beneficio
de otras personas. Por el otro, una cultura de la muerte, en expansión, profesa que la
vida humana, en sus formas más vulnerables, puede ser destruida para beneficio de los
más poderosos.
Al concluir su Carta encíclica, el Evangelio de la vida, el Papa Juan Pablo II apela a
todos los miembros de la sociedad para construir una cultura de la vida. “Es urgente
una movilización general de las conciencias y un común esfuerzo ético, para poner en
práctica una gran estrategia en favor de la vida. Todos juntos debemos construir una
nueva cultura de la vida: nueva, para que sea capaz de afrontar y resolver los
problemas propios de hoy sobre la vida del hombre” (EV, n. 95).
Aún con mayor urgencia, la Congregación para la Doctrina de la Fe nos recuerda que:
“Ningún fin, por más noble que sea en sí mismo, como es el caso de un beneficio
previsible para la ciencia, para otros seres humanos o para la sociedad, puede, de
ningún modo, justificar la experimentación con embriones o fetos humanos vivos, ya
sean éstos viables o no, y se encuentren dentro del cuerpo materno o fuera de él”
(Instrucción Donum vitae, Sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de
la procreación).
La Iglesia Católica brinda una respuesta ética en favor de la vida a esta delicada
cuestión de la investigación con células madre embrionarias. Que Dios continúe
iluminando nuestras mentes y fortaleciendo nuestra determinación para interceder en
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favor de la vida humana y ayudar a construir una sociedad que respete, defienda y
proteja el don de la vida humana.
Los Obispos de Pennsylvania
30 de julio de 2005
Las dos páginas siguientes han sido redactadas en un esfuerzo por presentar la
información acerca de la investigación con células madre de una forma más resumida.
Preguntas y respuestas sobre células madre
(Presentadas con la autorización del Reverendo Dr. Tadeusz Pacholczyk, PhD)
¿Qué es una célula madre?
Una célula madre es esencialmente una célula “en blanco” (no especializada), capaz de
transformarse en otro tipo de célula más diferenciada en el organismo, como por
ejemplo una célula de piel, una célula de músculo o una célula del sistema nervioso.
¿Por qué se las considera importantes?
Las células madre pueden ser utilizadas para reemplazar o sanar células o tejidos
dañados del organismo.
¿Cuales son las dos grandes clases de células madre?
Las células madre se dividen en dos grandes tipos: el embrionario y el adulto. Las
células madre de tipo embrionario se clasifican en células madre embrionarias y células
germinales embrionarias. Las células madre de tipo adulto se clasifican en células
madre de cordón umbilical, células madre de placenta y células madre adultas.
¿De dónde provienen las células madre adultas?
• Cordones umbilicales, placentas y líquido amniótico. Las células madre de tipo adulto
pueden provenir de diferentes tejidos relacionados con el embarazo.
• Tejidos de adultos. Las células madre están presentes en distintos tejidos y órganos
de las personas adultas, como por ejemplo médula ósea, hígado, epidermis, retina,
músculo esquelético, intestino, cerebro, pulpa dental y otros tejidos. Incluso se ha
demostrado que la grasa obtenida mediante lipoaspiración contiene una cantidad
importante de células madre de tipo adulto.
• Cadáveres. Se han retirado células madre neurales de zonas específicas del cerebro
humano incluso hasta 20 horas después de la muerte.
¿Cómo se diferencian las células madre embrionarias de las células madre
adultas?
Ventajas de las células madre embrionarias:
1. Flexibilidad: Parecen tener el potencial de generar cualquier célula del cuerpo.
2. “Inmortalidad”: Una línea de células madre embrionarias tiene el potencial de
generar una cantidad infinita de células con determinadas características.
3. Disponibilidad: Embriones en las clínicas de fertilización in vitro.
Desventajas de las células madre embrionarias:
1. Destrucción de una vida humana.
2. Dificultad para diferenciarse de manera uniforme y homogénea en un tejido
específico.
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3. Incompatibilidad inmunológica: Las células madre embrionarias provenientes de un
embrión donante elegido al azar probablemente sean rechazadas después de ser
transplantadas.
4. Capacidad de generar tumores: Estas células son capaces de generar tumores o de
promover la formación de los mismos.
Ventajas de las células madre adultas:
1. Recientemente se han aislado células madre de tipo adulto especiales de médula
ósea y de cordones umbilicales que parecen ser tan flexibles como las de tipo
embrionario.
2. Ya están algo especializadas; la inducción puede resultar más sencilla.
3. No tienen incompatibilidad inmunológica: Los receptores reciben el producto de sus
propias células madre, por lo tanto, no sufren rechazo inmunológico.
4. Son relativamente fáciles de encontrar: Algunas células madre de tipo adulto son
fáciles de extraer (piel, músculo, médula, grasa), otras podrían ser más difíciles de
obtener (células madre de cerebro). Las células madre de cordón umbilical y de
placenta parecen estar muy fácilmente disponibles.
5. No generan tumores: No suelen formar tumores.
6. El donante no sufre daño alguno.
Desventajas de las células madre adultas:
1. Cantidad limitada: Algunas veces suele ser difícil encontrarlas en grandes
cantidades.
2. Finitas: Tal vez no se mantengan vivas en cultivo durante tanto tiempo como las
células madre embrionarias.
3. Menos flexibles (excepto por el punto 1 de “Ventajas de las células madre adultas”):
Pueden resultar más difíciles de reprogramar para formar otros tipos de tejido.
¿Por qué las células madre adultas son preferibles a las células madre
embrionarias?
Las células madre adultas son una solución “natural”. Existen naturalmente en nuestro
organismo y ofrecen un mecanismo de reparación natural para muchos de nuestros
tejidos. Pertenecen al microambiente del organismo de las personas adultas. A
diferencia de ellas, las células madre embrionarias forman parte del microambiente de
las primeras etapas del embrión y no de un organismo adulto donde suelen ocasionar
tumores y reacciones del sistema inmunológico. Más importante aún es el hecho que las
células madre adultas se vienen utilizando con éxito en terapias humanas desde hace
muchos años. A la fecha de publicación de este documento, no se había llevado a cabo
con éxito NINGUNA terapia en seres humanos mediante la utilización de células madre
embrionarias. Por el contrario, constantemente se están desarrollando nuevas terapias
con células madre adultas y hay muchos ejemplos de casos exitosos en los que se
utilizaron estas células.
Traducción de: Come Alive Communications, Inc. www.ComeAliveUSA.com
(c) 2005 Pennsylvania Catholic Conference
PO Box 2835, Harrisburg, PA 17105 717-238-9613 FAX 717-238-1473
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