tráfico de indocumentados. artículo 138 de la ley general de población

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RESEÑA DEL AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN
868/2006
PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
“TRÁFICO DE INDOCUMENTADOS.
ARTÍCULO 138 DE LA LEY GENERAL
DE POBLACIÓN”
RESEÑA DE LA CONTRADICCIÓN DE TESIS 39/2007-SS
SEGUNDA SALA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
“EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD, SIN AGOTAR
PREVIAMENTE EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO”
Cronista: Licenciado Saúl García Corona.
A través de las sentencias que resuelven las contradicciones de
tesis, la Suprema Corte de Justicia de la Nación unifica, interpreta y fija
los criterios que deben prevalecer frente a los razonamientos jurídicos
discrepantes, expresados en los asuntos que se solventan dentro de los
órganos jurisdiccionales que integran el Poder Judicial de la Federación
y, mediante los cuales, basan y fundamentan sus resoluciones, como
una interpretación obligatoria que determina el sentido de la ley. 1
Resulta indiscutible que por medio de estas resoluciones se
contribuye al otorgamiento de mayor seguridad jurídica para los
gobernados, en cumplimiento con el propósito que la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos encarga al más Alto Tribunal
del país.
De esta manera, mediante la sentencia emitida en la contradicción
de tesis 39/2007-SS, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación resolvió la discrepancia de criterios sustentada entre las
consideraciones expresadas por el Décimo Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa del Primer Circuito, y las establecidas por el
Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito.
1
Véase tesis: JURISPRUDENCIA, NO ES LEY SINO INTERPRETACIÓN DE LA, Sexta Época, Semanario
Judicial de la Federación, Tomo Segunda Parte, LII, página 53, IUS 800967; INTERPRETACIÓN Y
JURISPRUDENCIA, Sexta Época, Semanario Judicial de la Federación, tomo Segunda Parte, XLIX, Página, 58,
IUS 260866 y; JURISPRUDENCIA, NATURALEZA, Sexta Época, Semanario Judicial de la Federación, tomo
Segunda Parte, XLIV, página 86, IUS 261096.
-1-
Cabe señalar que el pronunciamiento alcanzado al resolver este
asunto se relacionó con el tema de la suspensión en el juicio de
garantías, la que puede entenderse como la medida cautelar por virtud
de la cual, el órgano jurisdiccional que conoce del juicio de garantías, en
forma potestativa y unilateral, ordena a las autoridades señaladas como
responsables que mantengan paralizada o detenida su actuación durante
todo el tiempo que dure la sustanciación del juicio de amparo, hasta en
tanto
se
resuelva
en
definitiva
sobre
la
constitucionalidad
o
inconstitucionalidad de sus actos.
Con la suspensión se impide que el juicio de amparo quede sin
materia como consecuencia de la ejecución del acto reclamado y se evita
que el quejoso sufra molestias en su esfera jurídica mientras se resuelve
en definitiva el juicio de garantías.
De igual forma, la suspensión en el juicio de amparo debe
entenderse como la paralización del acto reclamado, de manera que si
éste no se ha producido, no nazca y, si ya se inició, no prosiga, con la
finalidad de que se detenga temporalmente; que se paralicen sus
consecuencias o resultados; y que se evite su realización.
El objeto de la suspensión es conservar la materia del juicio de
amparo y, por ello, no compromete el criterio judicial en lo que respecta a
la sentencia del fondo del juicio constitucional.
En primer término, la ley de la materia establece la forma, la
procedencia y los efectos mediante los cuales se debe decretar la
suspensión
del
jurisprudenciales
acto;
y
sin
embargo,
doctrinales
que
existen
resulta
diversos
pertinente
criterios
tomar
en
consideración, ya que han sentado importantes criterios de interpretación
sobre esta figura jurídica.
La suspensión en el amparo procede de dos formas: de oficio o a
petición de parte agraviada. En el primer caso, procede la suspensión
-2-
cuando los actos importen peligro de privación de la vida, deportación,
destierro o en contra de los prohibidos por el artículo 22 de la
Constitución Federal.
En cuanto a la procedencia de la suspensión a petición de parte, la
Ley de Amparo determina dos momentos distintos en que el Juez la
decreta, el primero de ellos es la suspensión provisional y el segundo se
refiere a la suspensión definitiva.
La suspensión provisional es aquella que se resuelve con la sola
presentación de la demanda de amparo, pues la afectación inminente de
daños y perjuicios de difícil reparación permite esa apreciación, cuya
procedencia apriorística nace de una urgencia y, de otorgarse, tiene por
efecto que las cosas se mantengan en el estado que guardan hasta que
se notifique a la autoridad responsable la resolución que se dicte sobre la
suspensión definitiva.
La suspensión definitiva es aquella que se resuelve en la audiencia
incidental y, de concederse, surte los mismos efectos que en la
provisional, hasta que se notifique a la autoridad responsable la
sentencia definitiva que resuelva el amparo en lo principal; su objeto es
conservar la materia del juicio y de ninguna manera compromete el
criterio judicial en lo que respecta a la sentencia de fondo que pone fin a
la primera instancia del juicio constitucional.
Es importante destacar que la finalidad del proceso cautelar
consiste en asegurar la eficacia práctica de la sentencia o resolución
definitiva, por tal motivo, el fundamento de la pretensión que constituye el
objeto de esta medida, no puede depender de un conocimiento
exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal,
sino de un conocimiento periférico o superficial dirigido a lograr una
decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho
discutido en el proceso; en consecuencia, resulta suficiente la
comprobación de la apariencia o verosimilitud del derecho invocado por
-3-
el actor, de modo tal que, según un cálculo de probabilidades, sea
posible anticipar que en el proceso principal se declarará la certeza del
derecho. 2
Así pues, la materia de la contradicción de tesis en este asunto
consistió en determinar si es procedente el juicio de garantías contra un
acto administrativo regido por la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, sin haber agotado previamente el juicio de
nulidad por virtud del contenido del artículo 28 de dicho ordenamiento; o,
si es necesario acatar el principio de definitividad al considerar que la
norma citada no prevé mayores requisitos que la Ley de Amparo para la
suspensión de los actos reclamados.
Al respecto, el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, al resolver el amparo en revisión
345/2006, señaló que el artículo 28 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo exige mayores requisitos que los que prevé
la Ley de Amparo para suspender la ejecución del acto reclamado, y que
por ende, para intentar la vía constitucional se actualizaba uno de los
supuestos de excepción al principio de definitividad. 3
De manera opuesta, el Décimo Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito estimó que el artículo 28 de la
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo establecía la
suspensión de la ejecución del acto administrativo sin exigir mayores
requisitos a los señalados en la Ley de Amparo, por lo que la quejosa
debía acatar el principio de definitividad, promoviendo previamente juicio
de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. 4
2
Véase tesis P./J. 15/96, SUSPENSIÓN. PARA RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN DEJAR DE
OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL ARTICULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA
APRECIACIÓN DE CARÁCTER PROVISIONAL DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO,
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo III, Abril de 1996, p. 16, IUS 200136.
3
Al resolver el asunto el Tribunal Colegiado emitió la siguiente tesis: Tesis I.12o.A.52 A, CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO. LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO (VIGENTE A
PARTIR DEL UNO DE ENERO DE DOS MIL SEIS), EXIGE MAYORES REQUISITOS PARA LA SUSPENSIÓN
DE LOS ACTOS IMPUGNADOS, QUE LA LEY DE AMPARO, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XXV, Febrero de 2007, p. 1680, IUS 173350.
4
Al resolver el asunto el Tribunal Colegiado no emitió tesis alguna.
-4-
Así y derivado de la posible discrepancia de criterios antes
señalada, el primero de los Tribunales Colegiados aludido denunció ante
la Suprema Corte de Justicia de la Nación la posible contradicción de
tesis, por lo que previo cumplimiento de los trámites respectivos, se
ordenó formar y registrar el expediente con el número 39/2007-SS y
turnar los autos a la atención de la señora Ministra Margarita Beatriz
Luna Ramos, a efecto de que formulara el proyecto de resolución
correspondiente.
De esta forma, en sesión de fecha 21 de marzo de 2007, la señora
Ministra ponente sometió su proyecto de sentencia a la consideración de
la Segunda Sala del Máximo Tribunal del país, mediante el cual propuso
se resolviera la problemática planteada bajo la conclusión de que los
requisitos para otorgar la suspensión del acto impugnado en el juicio de
nulidad eran mayores que los establecidos para suspender el acto
reclamado en el juicio de amparo, por lo que se actualizaba una
excepción al principio de definitividad que rige al juicio de garantías y, en
consecuencia, resultaba factible acudir directamente al juicio de amparo
sin agotar previamente el juicio contencioso administrativo ante el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
Esta postura derivó del análisis efectuado, en primer lugar, a lo
dispuesto en los artículos 107, fracción IV, constitucional y 73, fracción
XV, de la Ley de Amparo, en los cuales se contempla la improcedencia
del juicio de amparo indirecto en materia administrativa en el supuesto de
que contra el acto reclamado proceda un recurso o medio ordinario de
defensa susceptible de nulificar, revocar o modificar dicho acto, sin exigir
mayores requisitos que los previstos para el otorgamiento de la
suspensión definitiva, por tal motivo, previamente a promover el juicio de
amparo, los quejosos debían agotar esos medios ordinarios de
impugnación.
Asimismo, se señaló que este principio de definitividad que rige al
juicio de garantías en materia administrativa, encontraba su justificación
-5-
en el hecho de que al tratarse de un medio extraordinario de defensa de
carácter constitucional, el quejoso debía, previamente a su promoción,
acudir a las instancias que pudieran producir la insubsistencia del acto de
autoridad que le afecta, salvo los casos de excepción previstos legal y
jurisprudencialmente y, que en esencia, se relacionan con el examen de
aspectos de constitucionalidad de leyes, así como con la proposición, en
exclusiva, de violaciones directas a la Constitución Federal. 5
Del mismo modo, la señora Ministra ponente mencionó que la
norma constitucional, así como la ley de la materia, también aludían a
que no era necesario agotar algún recurso, juicio o medio de defensa
legal, cuando la ley que los estableciera exigiera mayores requisitos para
otorgar la suspensión del acto que los que la Ley de Amparo requiere
como condición para decretar la suspensión del mismo.
En ese contexto, en el proyecto presentado a consideración de los
señores Ministros que integran la Segunda Sala del más Alto Tribunal del
país, se desarrolló un examen comparativo del artículo 28 de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, frente a los
artículos 124, 124 bis, 125, 130, 135 y 139 de la Ley de Amparo, a partir
de lo cual se pudo concluir que los requisitos establecidos para otorgar la
suspensión del acto impugnado en el juicio de nulidad eran mayores que
los previstos para suspender el acto reclamado en el juicio de garantías.
La conclusión anterior derivó de que en la Ley de Amparo no se
exigen para el otorgamiento de la suspensión del acto reclamado,
condiciones como las de acreditar con documentales que la autoridad
ejecutora negó la suspensión, rechazó la garantía ofrecida o reinició la
ejecución; tampoco se establece que en el mismo momento de la
solicitud de suspensión, se exhiba garantía para reparar daños y
perjuicios únicamente con billete de depósito o póliza de fianza a favor
de la contraparte o de terceros; asimismo, no obliga a exponer en la
solicitud las razones por las que se considera que debe otorgarse la
5
Véase tesis 2a. LVI/2000, DEFINITIVIDAD. EXCEPCIONES A ESE PRINCIPIO EN EL JUICIO DE AMPARO
INDIRECTO, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XII, Julio de 2000, p. 156, IUS 191539.
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medida y los perjuicios que se causarían en caso de que se ejecute el
acto, ni se establece la necesidad de advertir claramente la ilegalidad
manifiesta del acto administrativo impugnado.
Por ende, la señora Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos
consideró incuestionable que el artículo 28 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo establecía mayores requisitos
que la Ley de Amparo para otorgar la suspensión de los actos
impugnados en el juicio de nulidad.
En consecuencia y frente a los razonamientos presentados en el
proyecto antes descrito, los señores Ministros de la Segunda Sala
determinaron que en la especie se actualizaba una excepción al principio
de definitividad en el juicio de garantías, en términos de lo dispuesto en
el artículo 73, fracción XV, parte final del párrafo primero de la ley de la
materia, siendo factible por tanto, que se pueda intentar la vía
constitucional sin agotar el juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa. 6
Así, el presente asunto se resolvió por unanimidad de cinco votos de la
señora Ministra ponente Margarita Beatriz Luna Ramos, y de los
señores Ministros Mariano Azuela Güitrón, Genaro David Góngora
Pimentel, Sergio Salvador Aguirre Anguiano y José Fernando
Franco González Salas.
6
Véase tesis 2a./J. 56/2007, RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS IMPUGNABLES ANTE EL TRIBUNAL
FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. NO ES NECESARIO AGOTAR EL JUICIO
CORRESPONDIENTE, PREVIAMENTE AL AMPARO, AL PREVER EL ARTÍCULO 28 DE LA LEY FEDERAL DE
PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO MAYORES REQUISITOS PARA CONCEDER LA
SUSPENSIÓN QUE LOS PREVISTOS EN LA LEY QUE RIGE EL JUICIO DE GARANTÍAS, Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, Mayo de 2007, p. 1103, IUS 172342.
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