¡ADELANTE! Robert Service Si alguna vez desfallecemos, recitemos en voz alta la consigna de este poema. Es fácil luchar cuando todo anda bien y te embriaga el júbilo de la gloria; es fácil vitorear cerca del triunfo, y retozar en el campo de batalla. Es otro cantar cuando todo anda mal, cuando sientes que sólo eres mortal, cuando todo está en contra y flaquea la esperanza. Anímate, soldado, y canta: ¡Adelante! ¡Adelante! La fatiga te deja sin fuerzas, miras en torno y golpeas a ciegas, enlodado y sangriento, pero eso no importa. ¡Adelante! ¡Adelante! Aunque sea borrosa tu visión, y sólo veas muerte, mientras tengas aliento, adelante, hijo mío. ¡Adelante! Asimismo en la batalla de la vida es fácil combatir mientras se gana, es fácil padecer y ser valiente cuando el alba del éxito despunta. Pero el hombre que enfrenta la derrota con ánimo, de Dios es elegido; el hombre que se eleva a las alturas es el hombre que lucha mientras pierde. ¡Adelante! ¡Adelante! Nunca has visto tan negra perspectiva, pero muestra que no eres un cobarde y a pesar de tu infortunio no eres débil. ¡Adelante! ¡Adelante! Prepárate para atacar de nuevo. Todo luce muy mal, pero quién sabe. ¡Adelante, hombre! ¡Adelante! Hay quienes yerran por el desierto de la duda y quienes simplemente se embrutecen, pero hay quienes siempre son piadosos pues existe un cielo al cual seguir. Trabajar con celo, dar lo mejor de sí, sabiendo que compartir es regocijo, extender a los demás una mano y una canción, allí está el rayo de sol de la vida. ¡Adelante! ¡Adelante! Libra tu combate con valor, cree en tu misión con alegría, hay mucho por hacer, a eso has venido. ¡Adelante! ¡Adelante! Procura que el mundo sea mejor que antes, y al morir, que éste sea tu grito: ¡Adelante, alma mía! ¡Adelante!