http://www.fernandomromero.com info@fernandomromero.com Belleza y Peligro Apuntes sobre la obra de Fernando M. Romero por Peter Funken En su primera exposición en solitario en Alemania, concretamente en la galería Egbert Baqué Contemporary Art de Berlín, el pintor español nacido en Córdoba y formado en Granada Fernando M. Romero presenta un gran número de cuadros realizados en su totalidad a partir del año 2010 – la mayoría en Berlín, donde el artista trabaja y reside regularmente desde hace algunos años. Fernando M. Romero es pintor de una belleza llena de suspense, incluso se podría decir que es un pintor de lo decorativo, algo que en su arte no queda relegado a un mero ornamento – al contrario, la decoración forma en sus cuadros la excusa para llegar a construcciones con contenido y significado complejos. De esta forma se convierte en parte integral de una forma de razonamiento visual que seduce al espectador a interpretar lo representado como el punto de partida de un juego sensual e intelectual. Este juego – también se podría hablar de una performance o representación – parece desarrollarse en una especie de escenario o ante un telón de fondo que Romero construye mediante un uso metódico del montaje pictórico. El guión de este juego o representación se centraría así sobre todo en los fenómenos de percepción y realidad, de representatividad espacial y pictórica y en sus cualidades ilusionistas. Pocas veces muestran las obras de Romero actores humanos, y en ningún caso desempeñan una teatralidad en el sentido convencional. Son sin embargo los escenarios de naturaleza y arquitectura ilusionistas los que adquieren el papel protagonista, donde elementos florales y estructuras, naturalezas tenebrosas, construcciones técnicas, patrones y retículas, manchas e inscripciones, se entrelazan y superponen, creando así espacios enigmáticos e inesperados. El artista produce sus obras con óleo y acrílico, utilizando como soporte el lienzo o el papel. Con frecuencia utiliza plantillas hechas a mano que dan lugar a las ondeantes formas de sus cuadros, grandes y sugerentes, que recuerdan tanto a la ornamentación del modernismo como a los tatuajes tribales. Cromáticamente, la pintura de Romero se basa en fuertes contrastes, en los que el uso del fondo blanco hace que los negros, azules oscuros y rojos empleados destaquen de forma notable y sorprendente. Por otro lado, también son frecuentes los delicados matices de grises y tonos intermedios, que aparecen pintados o como resultado de una técnica de barrido. Especialmente esos pasajes crean la impresión de transiciones ilusorias, dando lugar a nociones espaciales que contrastan con los elementos planos. En la pintura de Romero, frente a los patrones nítidos y llenos de contrastes que se erigen como elemento distintivo, el artista introduce delicados grises y rosas que actúan como elemento de transición, introduciendo así plasticidad y movimiento y sugiriendo efectos espaciales y tridimensionales. http://www.fernandomromero.com info@fernandomromero.com El concepto de la opulencia de la belleza y lo decorativo creado por Fernando M. Romero experimenta sin embargo rupturas de forma repetida, ya que el artista muestra en sus obras un mundo de perspectivas cambiantes y entrelazadas en el que los objetos y su presencia espacial en ningún momento se nos muestran claramente definidas; transmite la impresión de que la estabilidad de los elementos que se nos presentan estuviera en entredicho, o lo que es más, que el espacio en sí fuera a colapsar y a descomponerse. Es por eso que en estas composiciones domina un singular conflicto interno que refuerza la sospecha de que lo que se nos muestra carece de cohesión entre el interior y el exterior debido a esa inestabilidad latente. Aquel que indague y se ubique en esta sospecha a la hora de contemplar estas obras se convertirá inmediatamente en partícipe o en un elemento más del cuadro: aunque el observador crea que mira la obra desde fuera, es posible que durante ese instante de reflexión ya se encuentre plenamente involucrado en los eventos que tienen lugar en la pintura. Una vez comprendido este hecho nos aproximamos al sentido subyacente en la obra de Romero y la importancia del mismo: su trabajo se nutre de una amplia tradición artística, la que desarrolló la pintura desde el Romanticismo hasta nuestros días. En la obra artística de Caspar David Friedrich y más claramente aún en el Romanticismo tardío, por ejemplo con Carl Blechen, el espectador se torna en el protagonista necesario para activar el cuadro y su contenido. No se volverá a contemplar desde el exterior: atrapado por las románticas figuras de espaldas de Friedrich y más aún en el caso de la obra de Blechen, el observador se convierte en una especie de colaborador del artista y de la noción moderna del arte que implica al espectador como parte de la obra. Esto ocurre de forma explícita en la pintura de Romero, en la que el espectador se convierte en este sentido en un testigo activo de los eventos que se suceden en la obra, donde los trampantojos y ornamentos parecen desgarrarse, deshacerse y caer. Aunque sus construcciones geométricas y arquitectónicas dan a las representaciones de Romero cierto apoyo, el conjunto se encuentra en constante movimiento, por lo que resulta imposible determinar de donde provienen las sacudidas que lo provocan ni los efectos que esas sacudidas tendrán. La pintura de Romero adquiere buena parte de su tensión y la fascinación resultante a partir de esta confrontación entre una belleza patente y algo sombríamente devastador. La pintura de Fernando M. Romero es un arte ligado al tiempo, ya que mediante el uso de la confrontación, del montaje y la apropiación visual, de los pasajes pintados y construidos aleatoriamente, de los espacios contenidos dentro de otros y de las distintas perspectivas consigue reflejar situaciones contradictorias, casi paradójicas, que determinan y caracterizan nuestro presente en su aspecto más conflictivo. Lo que el artista nos muestra en su pintura actual es un mundo melancólico y enigmático lleno de contrastes, donde la belleza y el peligro van sigilosamente de la mano. Imprint: Egbert Baqué Contemporary ArtFasanenstrasse 37D - 10719 Berlin www.berlin-contemporary-art.com. Published on occasion of the exhibition Fernando M. Romero / Plain View. 26 April – 9 June 2012 at Egbert Baqué Contemporary Art, Berlin. © German text: Peter Funken, Berlin. Spanish translation: Sara Maruozzo Méndez.