Test de la Figura Humana de Karen Machover Lic. Ingrid Marissa Cabrera Zamora Antecedentes. Los principios de esta prueba tuvieron un crecimiento empírico en una amplia variedad de material clínico recolectado en clínicas y hospitales durante más de 15 años, que fue el tiempo que le llevo a Karen Machover a diseñar su instrumento. Antecedentes Machover indica que la personalidad no se desarrolla en el vacío, sino a través del: Movimiento Sentimiento Pensamiento específico. Teoría Psicoanalítica Karen Machover usa la teoría psicoanalítica. En esta teoría se manejan las tres instancias psíquica de Freud: ello, yo y super yo. Para Machover, el cuerpo de una persona es el propio YO y será el punto mas íntimo de referencia en cualquier actividad. Cuadrantes de Karen Machover SUPER YO Regresión Inmaduro Esquizoide Miedo al entorno Necesidad de apoyo Nostalgia Delirios Huida de la realidad Inseguridad Poca tolerancia Fantasías Proyecciones Paranoica Psicopatías Narcisismo Histeria Fuera de la realidad YO Dependencia Pobre en recursos Olvido Equilibrio Estabilidad Autodirección Aceptación Autoestima Ubicación Realidad Idealismo Dependencia Muy demócrata Mucha apertura ELLO Conflicto Depresión Aislamiento Pesimismo Baja autoestima Inseguridad Evasión Depresión Pesimismo Represión Traumas Complejos Tendencias depresivas Maniacodepresivos Poca creatividad Inmadurez Rebeldía Insatisfacción Materiales e Instrucciones Hojas blancas Lápices Goma Sacapuntas “Dibuja una figura humana lo más completa posible”. Si es necesario, aclaramos que no calificamos la CALIDAD del dibujo. Resumen a Grosso Modo Concepto del YO Fuerza física Unión intelecto y afecto, control de impulsos Control de impulsos corporales Contacto físico Contacto social Rasgos de contacto Soporte social, energía Apoyo social, seguridad Resumen a Grosso Modo Contacto con el medio que lo rodea, comunicación social Atención Símbolo fálico Comunicación, carácter 1. Tamaño de la Figura Exaltación del yo Infravaloración del medio ambiente Impulsividad Con proporción a la fantasía Autodominio precario Equilibrio emocional (12 y 13 cm. Aprox.) Sobrevaloración del medio ambiente Disminución del yo Tendencias depresivas Reacciones sumisas Grande Normal Pequeña 2. Posición de la Figura Hacia arriba Hacia arriba a la derecha Hacia arriba a la izquierda Hacia abajo a la derecha Inseguridad Poca tolerancia a la ansiedad Tendencias al retraimiento Con fantasía Paranoide Fantasías Desligamiento de la realidad Necesidad de apoyo Inmadurez Esquizoide Tendencias depresivas Poca creatividad Rebelión 2. Posición de la Figura Hacia abajo a la izquierda Hacia el centro Fuera del margen Inhibición Inseguridad Evasión Evita la estimulación exterior Equilibrio Persona autodirigida Se acepta bien Criterio pobre de la realidad Respuestas inadecuadas al medio ambiente Pocas facultades creativas. 3. Figura Acorde con su sexo Buena identificación con su propio sexo No acorde con su propio sexo Conflicto con la identificación sexual. Tendencias homosexuales Figura de Perfil Figura de Frente Con Fondo Evasión Evita enfrentarse a las exigencias del medio ambiente Impulsividad Relaciones interpersonales reservadas. Deseo de enfrentamiento a las exigencias del medio ambiente. Existe franqueza y sociabilidad en la persona. Necesidad de apoyo para reducir la ansiedad. Fuera de control intelectual. 3. Tipo de Líneas Línea Firme Ansiedad Temor Bajo nivel de energía Ansiedad que llega a afectar el control motor. Preocupación por la propia forma de actuar. Necesidad de reforzarse ante el medio ambiente. Agresividad Incertidumbre Falta de decisión Insatisfacción consigo mismo Expresión de conflicto en esa región Línea Débil Temblorosas Reforzadas Salientes Borraduras Omisiones Gran cantidad de ambición Buen nivel de energía (tensión interna) 4. Cabeza Grande Sentimientos de debilidad Impotencia social y emocional. Ego débil Signos de dependencia Preocupaciones somáticas. Signos de depresión. Rechazo hacia el cuerpo Mucha importancia a aspectos intelectuales. Dominante. Pequeña Alargadas Muy marcadas Dependencia Sobrevaloración de la inteligencia por frustración. Fantasía como fuente primaria de satisfacción Ajuste social y emocional pobre. Vanidad moral o intelectual narcisista. 4. Cabeza Timidez Retraimiento Omitida Persona incontrolada (actúa sin pensar) De perfil y cuerpo de frente Evasión Tendencia a alejarse del medio. Borrosa Rasgos faciales omitidos Evasión Mucha preocupación Superficialidad interpersonal. Hostilidad Contacto inadecuado con el medio ambiente. 5. Cabello Abundante compensación Deseos de virilidad y vitalidad sexual. Tendencias narcisistas. Rizado Narcisismo. Excesivo sombreado Tendencias narcisistas agresivas. Omitido Vigor físico bajo. Abundante 6. Ojos Grandes y elaborados Pequeños Cerrados Hipersensibilidad a la opinión social. Tendencias agresivas. Introversión. Tendencias a irse hacia adentro Cerrar los ojos al mundo. Tendencias paranoides. Agresividad. Proporcionados Sin conflicto Omitidos Culpabilidad con lo que ha visto. Pupila marcada 7. Orejas Demasiada atención Manifestación paranoide. Extrema atención a la opinión ajena. Sensibilidad a la crítica. 8. Nariz Ancha y abierta Tamaño grande Rechazo Desprecio. Conflictos sexuales Sentimientos de impotencia. 9. Boca Enfatizada Una línea Sonrisa forzada Con dientes Defensas agresivas Tendencias depresivas. Arranques de carácter Verbalmente agresivo. Tendencias sádicas. Deseo de agradar Preocupación ajena Simpatía forzada Afecto inapropiado. Oral agresivo. Tendencias infantiles. Normales en agresivos. 9. Boca Abierta Labios Completos Barba Enfatizada Dependiente Afeminamiento Indicaciones narcisistas. Boca omitida Tendencias agresivas de dominio Alto nivel de impulsos Renuncia a comunicarse Tendencias agresivas Depresión Sentimientos de culpa. 10. Cuello Corto y ancho Largo Largo y delgado Tamaño proporcionado Omitido Impulsividad Evita que impulsos obstaculicen su inteligencia. Importancia en el dominio de impulsos. Rígido Formal Dificultad en controlar Dirigir Distanciamiento entre lo afectivo y lo intelectual. Sentimientos de debilidad corporal Dificultad en control de impulsos básicos. Proporcional a las necesidades de control. Inmadurez Poca habilidad para manejar impulsos racionales. 11. Brazos Vigorosos y extendidos Débiles y recogidos Pegados al cuerpo Muy grandes Largos y fuertes Necesidad de protección Actitud pasiva. Sentimientos defensivos. Pasividad. Necesidad de protección. Ambición Necesidad de fuerza física. Necesidad de contacto con el ambiente. Musculosos Ambición Sentimientos externos de agresión directa. Tendencias agresivas. Deseo de poder físico. 11. Brazos Muy cortos Muy reforzados Falta de ambición Sentimientos inadecuados. Tendencias agresivas. Deseo de poder. Ansiedad Sentimientos de culpa. Doblados Ansiedad a la actividad de contacto. Desiguales en longitud Ansiedad por la actividad manual. Relajados y flexibles. Normales. Sombreados 12. Manos Falta de confianza en situaciones sociales Baja productividad. No hay actividad. Sombreadas Ansiedad a la actividad de contacto. Muy pequeñas Falta de contacto. Dificultades de contacto Inactitud social. Borradas Muy grandes Por detrás Evasión Sentimientos de culpa. 13. Dedos No hay contacto de las manos con el medio ambiente. Dedos sin manos Tendencias agresivas infantiles. Garras Tendencias agresivas primitivas. Muy sombreados Sentimientos de culpa. Agresión Rigidez. Cortos y redondos Extendidos o abiertos Puño cerrado Agresión Rebeldía Agresividad contenída 14. Hombros Grandes Preocupación por la fuerza física. Muy pequeños Sentimientos de inferioridad. Omitidos Conflicto con esa área 15. Cintura Cinturón destacado Genitales expuestos Cadera (marcada) Defensa del yo. Control de impulsos corporales. Tendencias primitivas de comportamiento. Esquizofrénico. Desviación sexual. 16. Piernas Desaliento depresión Muy largas Necesidad de autonomía. Muy cortas Sentimientos de inmovilidad. Reforzadas Tendencias agresividad. Rigidez Tensión Rechazo sexual. Enfatizadas Muy juntas Débiles, delgadas o sombreadas Deterioro psicofísico Inadaptación. 16. Piernas A través del pantalón Omitidas Pánico homosexual. Tendencias homosexuales. Perturbación sexual. Test: Machover Abstract del libro publicado por Karen Machover llega en 1949. Hasta hace pocos años se veía el cuerpo como lo contrario del espíritu, originándose las aberraciones neurotizantes de la conducta. Hoy, toda persona sana comprende fácilmente cómo el cuerpo es un signo del espíritu. El cuerpo es la persona misma, el hombre que es. La actitud hacia uno es actitud hacia el otro. ¿Cómo capta el niño la realidad del mundo, si no es mediante su cuerpo: tocando, mordiendo,..? Mediante el cuerpo la persona da testimonio de su espíritu, al mismos tiempo que se ve mediatizado, al situarnos en el ahora y aquí de nuestra existencia. Es decir, mediante el cuerpo llegamos a la verdadera individualización. Más aún: el cuerpo es símbolo de la condición humana. El cuerpo nos obliga a eliminar para elegir. Con esto, el cuerpo se convierte en condición, estructura y elección de la persona. Es el motivo por el cual se puede juzgar al hombre, por su cuerpo: por el significado que tiene para el: por su actitud ante el mismo. Por nuestro cuerpo manifestamos lo que somos y lo que queremos en lo más profundo de nuestro ser. El cuerpo nunca miente. Desde el punto de vista psicológico, nos lleva a tener bien presente una condición clara: La persona sana es la que se encuentra centrada frente a la realidad,. eficaz en su trabajo y amistad. y esto ¿cómo conseguirlo sin arrinconamos nuestro esquema corporal? Pero esto no es tan fácil. hay muchas personas que sienten la enfermedad en su cuerpo, a pesar de que, desde el punto de vista médico, la única respuesta que reciben es: “No tiene nada”. Y es que la íntima convicción del hombre sano con su organismo se ha desbaratado, lo acepte o no. Y en ese mismo momento la persona humana ya no se considera su mismo cuerpo; se siente espectador de su cuerpo. El cuerpo se ha constituido en algo aparte. La persona está enferme y este accidente de la enfermedad la separa de su cuerpo. El enfermo es una víctima, pero una víctima de su pasado, de sus autismos, de su ambiente, de su aprendizaje. El cuerpo enfermo responde a un conflicto total y es una actitud de defensa, haciendo surgir el dualismo. Toda ansiedad, según Shilder, menoscaba la experiencia de nuestra imagen corporal. Así el cuerpo se convierte en un signo, mal formulado, de un problema invisible, en el que encuentra razón de su vivir. El cuerpo en esta ocasión es la oportunidad y la posibilidad de descentrar al ser humano. El cuerpo ciertamente, es la esfera de la humanidad. Pero el hombre no tiene cuerpo, sino que es esquema corporal, y lo que acontece a su cuerpo alcanza también a su alma. Es la persona humana en su totalidad, la que participa, con su cuerpo y con su alma, en la salud y en la enfermedad, disfrutando de la una o padeciendo la otra. Es claro que la persona se ha de enfrentar en el dibujo a la vivencia que tiene de su esquema corporal. En el análisis profundo de esta vivencia proyectada, con las implicaciones psicológicas que arrastra, podremos con toda seriedad deducir su personalidad sin temor a equivocarnos. Schilder consideró la imagen del cuerpo humano como una estructura antropológica, es decir, psicológica total. De ahí que la conciencia que una persona tiene de su personalidad no será más que la conciencia que tiene de su esquema corporal, proyectado en definitiva en el dibujo. La persona que llevamos dentro, que somos, lanza sus vivencias al exterior, a pesar del control consciente. El dibujo de la figura humana no sólo expresará ciertos pensamientos, ciertos sentimientos, ciertas aptitudes prácticas, sino que proyectará una imagen total de sí mismo, sus reacciones emocionales, sus actitudes afectivas. No se trata de tener en consideración tal o cual nota de la vida afectiva, sino de considerar la personalidad como una totalidad de ver cómo se revela más de lo que pensamos, rasgos permanentes de la personalidad, dimensiones de la personalidad ignoradas, como se ignoran los mecanismos que ponen en movimiento la mano con la cual se realiza el dibujo de la figura humana. Si en su conjunto refleja una vista de conjunto de la personalidad, todo análisis de la imagen corporal proyectada en el dibujo que la considera aisladamente necesariamente será incompleto. Un esquema corporal es siempre la expresión de un yo y de una personalidad rodeada de un medio ambiente e inmersa y afectada por el mundo. Una expresión no puede divorciarse de lo que expresa. La imagen del cuerpo es el reflejo de todo lo que el sujeto ha vivido en sus relaciones con lo que le rodea. Cuando proyectamos en el dibujo la imagen corporal reflejamos la tendencia vital total, determinada por una combinación de factores culturales, de entrenamiento personal y psicodinámicos. Todo dibujo tiene una historia organizada y dinámica de la que surgió, y los pensamientos y sentimientos inconscientes, en el sentido psicoanalítico de la palabra no estarán ausentes en la construcción de esa historia. Es, por tanto, la imagen corporal una síntesis viviente, en cualquier momento, de nuestras experiencias emocionales, vividas a través de nuestro cuerpo. De ahí que el dibujo llevará la marca de la vida emocional. Y aunque el esquema corporal es algo variable, dinámico y en continuo desarrollo, siempre la persona humana se encuentra atada y ligada por su imagen corporal, y, en consecuencia, su evidente tendencia a una estabilidad relativa de la misma. No conviene olvidar que la construcción de la imagen corporal se basa no sólo en la historia individual de un sujeto, sino también en sus relaciones con los demás. No es posible para una persona formarse su imagen personal sin la imagen corporal de los demás. Vinculación tan estrecha entre nuestra imagen y los otros que origina un constante intercambio, causa de un mayor acercamiento interpersonal. Por tanto, la imagen corporal no es un fenómeno estático; la imagen corporal se adquiere, se construye y se ve afectada no sólo en el contacto con los demás seres vivientes, sino merced a un continuo contacto también con el mundo. Se puede afirmar que es parte del mundo. Otro factor importante en la vivencia del esquema corporal es la vida social. Es el resultado de la vida social. La propia imagen corporal se ve influenciada por imágenes corporales de otras personas. La proyección del esquema corporal en el dibujo es un símbolo. Hay que conocer la clave para interpretar su mensaje. El sujeto, en la prueba de la Figura Humana, se comporta ante un estímulo: la página en blanco. El examinado se ha de enfrentar a la realidad. Ha de dar una solución y observa una conducta moral, verbal y expresiva. Tan importante, en el test, como el dibujo es el comportamiento y el significado que pueda tener éste. Todos estos datos le llevarán al psicólogo clínico a examinar y detectar la personalidad del sujeto examinado. Según la afirmación de Levy, hemos de estar atentos a los datos clínicos que puedan aparecer en la investigación de la personalidad, fruto de la noción corporal y distorsiones frente a ella. El cuerpo es la concretización diferencial del yo y será, por lo mismo el camino adecuado para proyectar la personalidad. De ahí que mirando el dibujo de la figura humana podamos dar un adecuado retrato psicológico. A las preguntas ¿qué aspectos abarca? ¿es más amplio en el estudio de la personalidad que otros? ¿mide el rendimiento escolar y los intereses profesionales? ¿puede ser indicativo de dimensiones fundamentales de la conducta?, etc. Responderemos con la afirmación de Alvarez Villar: “Se pone en relieve el cómo a costa de qué” Karen Machover llega en 1949, con esta técnica a investigar la personalidad sin distinción de edad, educación, estado mental o medio cultural. Machover consigue explorar la influencia de la cultura en el desarrollo de la imagen corporal normal y patológica, juntamente con los rasgos, actitudes y conflictos. Baste citar las palabras de su autora para captar la importancia y condicionamientos del test: “El análisis de los dibujos, al igual que otras técnicas proyectivas, requiere que el psicólogo clínico posea conocimientos acerca de los dinamismos de la personalidad. Es una técnica, un instrumento que requiere un artesano que lo maneje; no es la puerta secreta de la personalidad. Requiere el talento suficiente para calar en lo esencial y dirigir la atención al meollo y motivaciones de la personalidad. La experiencia y la práctica clínicas contribuyen a afirmar, y aquilatar su administración”. Se afirma, a veces que muchos de los signos detectados en este test solo sirven como sugerencia y pocas veces como hallazgo definitivo. Sin embargo, puede verse lo contrario. ¿No será que no se ha tomado demasiado en serio?. Es verdad que hay datos ambiguos como en otras técnicas proyectivas. Y, al igual que en las mismas, el método de interpretación ha de ser a posteriori. Concluyendo, podemos afirmar que el dibujo de la figura humana puede ser una proyección de: La imagen corporal, o del concepto de sí mismo. Las cualidades que pertenecen al propio sujeto, proyectadas con frecuencia simbólicamente. Las actitudes hacia otra persona en el medio ambiente La imagen del yo ideal. Los patrones de hábitos Efectos de circunstancias exteriores. Tono emocional- expresión del estado de ánimo. Las actitudes hacia la vida y la sociedad en general. Tensiones emocionales –conflictos. Experiencia o modo organizativo. Los impulsos Ansiedades Compensaciones. Lo que evitar es todo enfoque arbitrario, ingenuo o dogmático, con respecto al dibujo de una persona si no queremos caer en la arbitrariedad del diagnóstico. EL DIBUJO PERSONAL. Es claro que la persona se ha de enfrentar en el dibujo a la vivencia que tiene de su esquema corporal. Por tanto, en el análisis profundo de esta vivencia proyectada, con las implicaciones psicológicas que arrastra podremos con toda seriedad deducir su personalidad sin temor a equivocarnos suele afirmarse. Sin embargo, nos encontramos con un grave problema, generalmente la persona proyecta la vivencia que posee de los demás, fundamentalmente en sus aspectos negativos. Alguno podrá decir que, partiendo de ahí, es fácil llegar con suficiente precisión a determinar la personalidad del examinado. No es posible olvidar la afirmación de Zazzo: “La imagen del otro es percibida en relación a uno mismo pero no es aceptada, sino evitada”. Pero ¿por qué se lanza la persona a hacer un modelo corporal de si mismo y se siente espectador ante los demás.? Realmente el test, tal como lo planteó Karen Mmachover, ¿es acertado?. ¿O mas bien nos da el medio que rodea a la persona y en el que se ve inmersa y afectada? ¿O a causa de esta sociedad incomunicada, sobre todo, podemos deducir los mecanismos que movilizan el ser aquí y ahora del sujeto, viéndose en los otros como en un espejo? ¿Qué proyección nos está dando realmente? Para superar este inconveniente hemos introducido la tercera figura, o dibujo de la propia persona, con lo que, opinamos queda paliado el análisis parcial e incompleto de la imagen corporal proyectada en el dibujo al enfrentarle con su propia vivencia de un modo real y exhaustivo. No se trata de “enriquecimiento”como de compromiso, impresión que da Portuondo en su libro, llevándonos a pensar que no captó bien el sentido de la técnica cuando en 1970 la expusimos por vez primera, y que aparece ligera e indecisamente recogida en su segundo tomo, publicado en Biblioteca Nueva, junto con otras técnicas de relleno y bastante superficiales. El dibujo de la figura humana, si tenemos en cuenta el “dibujo personal”, expresará una dimensión fundamental del ser. No solo expresará ciertos pensamientos, ciertos sentimientos, ciertas aptitudes prácticas, sino que proyectará una imagen total de sí mismo. No se trata de tener en consideración tal o cual nota de la vida afectiva, sino de considerar la personalidad como una totalidad en sí y en su interrelación. Cuando proyectamos la imagen corporal, es siempre la expresión de un yo junto con una personalidad rodeada de un medio ambientes y afectada por el mundo. Reflejará todo lo que el sujeto ha vivido en sus relaciones con lo que le rodea, la tendencia vital total determinada por una combinación de factores culturales, de entrenamiento personal y psicodinámicos, y fundamentada en intenciones, propósitos y tendencias. Recordemos la afirmación de Laing al hablar de la relación interpersonal y que olvidamos con frecuencia al interpretar las técnicas proyectivas: “La vida social no está constituida sólo por una mirada de yoes y míes, sino también de túes, de nosotros, de ellos y de ellas, y de que la experiencia de tú o él o ella o ellos o nosotros puede ser por cierto tan primordial y decisiva como la experiencia de mí o más aún. Y en el tema que nos ocupa tiene pleno sentido su conclusión. “La presencia de estos otros tiene un profundo efecto reactivo sobre mí”. En consecuencia, la tendrá también sobre mi esquema corporal. Si yo supongo “mi visión de la visión que tiene el otro” en consecuencia seré “ a la luz de las actitudes, opiniones, necesidades, etc., reales o supuestas que el otro tiene con respecto a mí. El yo, pues, será por la observación de los otros observación que es imposible ignorar a la hora de nuestra “autoidentidad” y por lo mismo proyectada. Será una síntesis viviente de nuestras experiencias emocionales, vividas a través de nuestro esquema, al que, aunque dinámico y en continuo desarrollo, se siente ligada la persona. Así aclararemos otra faceta con la introducción del “dibujo personal”: las relaciones con los demás y el modo cómo han intervenido en esa construcción su influencia en la propia dinámica. No es posible para una persona formarse su imagen corporal sin la imagen corporal de los demás. Vinculación que da lugar a un intercambio, causa de un mayor acercamiento o de un fenazo interrelacional; influencia y proyección como consecuencia de una realidad erótica. No tratamos de dar un fundamento exhaustivo de las exigencias de la interrelación en la vivencia del esquema corporal. Lo damos por supuesto. Simplemente le insinuamos. No sólo servirá esta técnica, que hemos añadido como complemento del test formulado por Karen Mmachover, para evitar la ambigüedad en la interpretación, como hemos podido comprobar. Y la utilidad no queda solamente en el terreno de la normalidad, que la justificaría con creces. Importante resulta en el terreno nosológico para una evaluación cualitativa del desarrollo patológico y su predicción futura, al indicarnos en qué situación personal se encuentra el examinado. Sobre todo, útil resulta en la organicidad, difícil de precisar en algunas ocasiones si prescindimos de la evaluación personal mediante su propio dibujo. Como complemento para la interpretación dinámica, después de haberle pedido al sujeto “ que se dibuje a sí mismo lo más completo posible”, pedimos que el examinado defina con ocho frases a esa persona (dibujo personal). A continuación, se le manda numerar las frases del 1 al 8, teniendo en cuenta la calidad de las respuestas. A la frase que defina mejor al dibujo personal ( que es su propia personal) debe corresponder el número 1, y así sucesivamente. Finalmente, se le pide que se fije en la octava respuesta y que indique qué sería esa persona, prescindiendo de lo que allí se indica. Y así hasta finalizar con la número 1. Se trata de un complemente útil en la interpretación. Quien tome en serio esta prueba se convencerá de la imposibilidad de prescindir del “dibujo personal” por ningún motivo para llegar a hallazgos definitivos en el test. Se trata de una aportación y, como tal, creemos que cumple su cometido en la interpretación del mensaje del esquema corporal. Interpretación El dibujo de la figura humana vehiculiza especialmente aspectos de la personalidad del sujeto en relación a su autoconcepto y a su imagen corporal. De esta forma el dibujo de una persona al envolver la proyección de la imagen de un cuerpo ofrece un medio natural de expresión de las necesidades y conflictos del cuerpo mismo. Cada vez que un sujeto gráfica una persona en esta proyección de su propio Yo que realiza confluyen: · Experiencias personales y sus representaciones psíquicas, · Imágenes de estereotipo sociales y culturales que tienen un mayor o menor peso para el sujeto. · Aceptación o no de su etapa vital · Identificación y asunción del propio sexo. · El grado de estabilidad y dominio de sí mismo. · La figura graficada debe asemejarse en sus atributos e imagen al sujeto mismo, es como que ante ella deberíamos poder decir, es igual a el/ella. solicita el manual de interpretación a psicojack@psicojack.com